Logo Studenta

En el año 1973, luego del golpe de Estado de Junio, sobrevinieron dos sucesos importantes que afectarían muy negativamente a la economía uruguaya q...

En el año 1973, luego del golpe de Estado de Junio, sobrevinieron dos sucesos importantes que afectarían muy negativamente a la economía uruguaya que se encontraba en mejoría, generando grandes problemas financieros. Primero, en los dos últimos meses del año 1973, sucedió lo denominado “crisis del petróleo”, en el que el precio de este prácticamente se cuadriplicó, lo que hizo que se tenga que pagar más para pagar el mismo producto. En agosto de 1978 se había decretado la liberalización de los mercados agropecuarios, eliminando los controles de precios de productos e insumos agropecuarios y la actividad del Frigorífico Nacional (empresa paraestatal que intervenía en la regulación del mercado interno de la carne desde su creación en 1928). En mayo de 1979 se eliminó la obligatoriedad de los encajes que los bancos privados debían mantener en el Banco Central y en septiembre del mismo año se liberó totalmente la tasa de interés hasta entonces sometida a tasas máximas, y se amplió el margen de que disponían los bancos para captar depósitos en relación con su estado patrimonial. Entre diciembre de 1979 y marzo de 1982 el total de los créditos concedidos por bancos y casas bancarias a familias y empresas residentes casi se triplicó, alcanzando una cifra equivalente a U$S 3.000 millones - lo que representaba un 27% del valor del PBI del año anterior -, de los que casi las tres cuartas partes estaban nominadas en dólares. El endeudamiento externo alcanzaría en 1983 y 1984 un porcentaje récord al ubicarse en el 90% del valor del PBI. Las reservas internacionales aumentaron levemente en 1983 pero volvieron a caer en 1984. La inflación volvió a dispararse ubicándose en 49% en 1983 y 55% en 1984. El déficit fiscal siguió siendo muy alto, en el orden del 12.5% y del 9% en 1984. Mientras tanto, el desempleo siguió creciendo, ubicándose en 15% y 14% respectivamente, al tiempo que el salario real siguió cayendo hasta ubicarse en 1984. Luego de más de una década de dictadura, en marzo de 1985 el nuevo gobierno democrático retomó las riendas de la economía uruguaya, que venía de sufrir una profunda crisis que tocó fondo en 1982. A partir de allí se redefinió la política monetaria, fiscal, salarial, y se ingresó con gran esperanza en una nueva senda de crecimiento. Sin embargo, las condiciones internacionales y regionales limitaron enormemente el crecimiento económico y la estabilidad macroeconómica, y se llegó a 1989 con estancamiento del PIB, elevada inflación y déficit fiscal. El gobierno que asumió en 1985 encontró al país sumergido en una gran recesión. Las medidas adoptadas se orientaron en dos sentidos. Por un lado, a incrementar los niveles salariales, estimulando así la demanda interna. Por otro, a diferir los costos del endeudamiento externo mediante negociaciones con los acreedores, en el entendido que las transferencias hacia el exterior por motivo de pago de intereses generaban restricciones para la inversión, porque su monto constituía una proporción importante del gasto público. Durante el período que se analiza, la economía uruguaya atravesó una profunda crisis (1999-2002), tal vez una de las peores de su historia. La caída durante la crisis fue profunda, de casi 15% del PIB en los cuatro años, con impactos negativos en el contexto macroeconómico: fuerte devaluación de la moneda, aceleración de la inflación, caída de los salarios reales, importantes déficits fiscales. Asimismo, se registró una importante desmejora del bienestar social, lo cual se evidenció en el incremento extraordinario del desempleo, el aumento de la pobreza y la indigencia, y el empeoramiento de las condiciones de vida en general. Los problemas financieros y la corrida bancaria de 2002 terminaron en un feriado bancario y en el congelamiento de parte de los depósitos, con cierre de algunos bancos, crisis de la Balanza de Pagos y abandono del sistema cambiario entonces vigente (bandas de flotación). Se produjo en ese año una interrupción en la cadena de pagos que paralizó la actividad económica, lo cual llevó a la quiebra de muchas empresas, redujo en forma abrupta la recaudación del gobierno y generó un déficit fiscal de 3,7% del PIB. En 2002 fue una de las peores crisis financieras en la historia reciente de Uruguay. Producto de esta crisis, el PIB se redujo 15% entre 1998 y 2002, la deuda externa superó el 100% del PIB y la tasa de pobreza se duplicó. Luego de la crisis de 2002, el país entró en una fase de alto crecimiento por un marco estable de políticas macroeconómicas, condiciones externas favorables en términos de demanda por bienes de exportación y servicios, así como una sólida institucionalidad y gobernabilidad que ha permitido un entorno favorable para la inversión privada. Se analiza luego en 2003 los primeros años del gobierno del Frente Amplio presentaron un fuerte aumento de la producción (lo que es una evolución clásica del PBI luego de una severa crisis) pero luego de la recuperación se ha mantenido un alto ritmo de crecimiento hasta el dato disponible del año 2011. El producto interno bruto (PIB) de Uruguay creció en 2005, informó este miércoles el Banco Central. El informe oficial también reveló que el nivel global de actividad de la economía aumentó 1,2% en los últimos tres meses del año pasado. El Banco central indicó que la actividad agropecuaria aumentó 3,2% en el acumulado anual de 2005, fundamentalmente debido a un incremento de la producción pecuaria de ganado vacuno, lana y leche. Los primeros datos de 2009, de producción industrial, comercio exterior, desempleo y recaudación impositiva, ya insinuaron una fuerte desaceleración e incluso bajas de actividad. En diciembre de 2010 se aprobó la Ley de Presupuesto Nacional 2010-2014, que refleja las prioridades gubernamentales y grandes lineamientos en materia de políticas económicas y sociales durante el periodo. El presupuesto identificó cinco áreas prioritarias con sus respectivos objetivos: Vivienda, Educación, Seguridad Pública, Infraestructura, y Protección Social. En 2015, el comercio, por su parte, cayó 2,5% y el suministro de electricidad, gas y agua enfrentó una caída de 8,1% a lo largo del año. En cuanto las exportaciones de bienes y servicio cayeron 1,2% en volumen físico, mientras que las compras al exterior se redujeron 7,4%. Los datos de 2016 muestran una tímida recuperación del consumo y la inversión luego de un año de caída. El gasto final de los hogares aumentó 0,7% mientras que la inversión subió 0,9%. Si bien las exportaciones cayeron 1,4%, ese deterioro se vio compensado por una reducción del gasto de los uruguayos en bienes y servicios importados, de 2,9%. En 2017 hubo un incremento de la participación en el PIB del sector comercio, reparaciones, restaurantes y hoteles La mayoría de los sectores registraron mayor actividad excepto las industrias manufactureras. También se destaca la incidencia positiva de Transporte, almacenamiento y comunicaciones. En tanto, los servicios aumentaron por el “turismo receptivo” y el mayor gasto realizado por los visitantes.

Esta pregunta también está en el material:

El Sistema de Cuentas Nacionales
4 pag.

Econometria Universidade Federal da Integração Latino AmericanaUniversidade Federal da Integração Latino Americana

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Tienes que crear una nueva pregunta.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales