Las siegas deben hacerse todos los años, una o dos veces durante el periodo vegetativo y otra al final del mismo. La época más apropiada para la pr...
Las siegas deben hacerse todos los años, una o dos veces durante el periodo vegetativo y otra al final del mismo. La época más apropiada para la primera siega corresponde a finales de la primavera o comienzos del verano, y con ella se controla el crecimiento y germinación de las herbáceas no deseadas que aparecen al final del invierno y se desarrollan en primavera. La última siega del año debe hacerse a final del otoño, con el fin de asegurar el buen mantenimiento de la densidad y altura del tapiz herbáceo durante todo el invierno. En ocasiones también puede estar recomendada en esta zona de vegetación herbácea la “quema controlada” durante los primeros años de la creación de la banda protectora, con el fin de erradicar la vegetación leñosa preexistente, el crecimiento del cañaveral y la proliferación de zarzales, y así facilitar el establecimiento de la cubierta herbácea deseada.
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