Aportando valor a la escucha activa. En la percepción auditiva, el oído es el órgano receptor encargado de comenzar el camino, a través del cual, e...
Aportando valor a la escucha activa. En la percepción auditiva, el oído es el órgano receptor encargado de comenzar el camino, a través del cual, el estímulo acústico se convierte en una sensación sonora, que se procesa en el cerebro. Es en el sistema auditivo central, donde tiene lugar la percepción auditiva en cinco fases: localización, discriminación, identificación, reconocimiento y comprensión. Sabemos bien que, oír y escuchar no es lo mismo, existe una diferencia sustancial: oír consiste en percibir las vibraciones de sonido, en cambio, escuchar implica comprender y entender lo que estamos oyendo. Según Mañas (2011), escuchar requiere de concentración y atención y la información que nos llega desencadena una serie de respuestas sensoriales (afectivas, físicas e intelectuales). En consecuencia, podemos definir la escucha activa como la habilidad de las personas centrada en oír y escuchar con atención. Para Hernández y Lesmes (2018), la escucha activa es una forma de comunicación, que transmite ideas claras sin irrumpir al receptor; demuestra la atención de una persona durante el diálogo, es decir, escucha atentamente, razonando, analizando y comprendiendo, la información que se está transmitiendo.
Compartir