Logo Studenta

Fue fundado por iniciativa de María Eugenia Colmenares, una de las más importantes psicólogas a partir de la propuesta de María Eugenia Colmenares....

Fue fundado por iniciativa de María Eugenia Colmenares, una de las más importantes psicólogas a partir de la propuesta de María Eugenia Colmenares.4,5 Esta autora, basándose en la teoría de J. Piaget, rebasa la idea de un sujeto epistémico y propone ampliar el concepto de sujeto a la globalidad de la estructura psíquica. La concepción de sujeto implica esencialmente tres aspectos: en primer lugar, que el ser humano es la fuente de la experiencia, esto es, que las situaciones no se imponen a él desde afuera. Es él quien interactúa con su entorno a partir de su propia sensibilidad y de los sentidos que le asigna; en consecuencia, el ser humano es fundamentalmente selectivo. De esta manera, el ser humano es creador de su universo personal, de su propia historia, de su propia estructura (aunque nada de esto lo hace de manera consciente; el concepto de sujeto no tiene que ver con el concepto de Yo). En tanto que sujeto, el ser humano es causa de efectos sobre los otros y sobre su entorno, pero sobre todo es causa de sí −sí, entendido como pronombre, y en absoluto sustantivado ontológicamente. Esto nos permite comprender que cada ser humano, sin importar su edad, es singular; cada cual es diferente a los demás, aun cuando haya crecido en la misma familia, en la misma cultura. En segundo lugar, y en interrelación con su aspecto creador, el concepto de sujeto implica que el ser humano es esencialmente activo y como tal, participa en los intercambios con los otros y con su medio. Esto es cierto inclusive cuando parece ser pasivo; en tales casos podríamos decir que es activamente pasivo, y es necesario preguntarse por las razones subyacentes a su construcción de este tipo de posición de inhibición (cuya sustentación psíquica será diferente según el tipo de estructuración en la que se inscribe). De nuevo, aquí no se trata de un aspecto consciente, por ello es necesario, a veces, un largo proceso clínico para asumir esta participación activa en su propia construcción y transformarla. Estos dos aspectos del concepto de sujeto permitieron a María Eugenia Colmenares plantear que el autismo es una estructuración psíquica construida por el niño −nos referimos, claro está, a los casos de los niños que no presentan un síndrome genético a la base− y que el niño autista es sujeto, y por lo tanto puede, con un trabajo clínico apropiado, transformarse. Si bien el autismo no es el tema de este texto, nos parece importante esta anotación dado que precisamente se ha señalado que el niño que presenta autismo se caracteriza por sus dificultades para establecer relaciones sociales. Con ME Colmenares trabajamos con la hipótesis según la cual estas dificultades son una de las manifestaciones de su modo de estructuración como sujetos, y pienso que esta concepción constituye el fundamento de los efectos tan positivos logrados en CEIC con niños presentando autismo. Hay un tercer aspecto, muy importante también: al construirse como sujeto, el ser humano vincula todas las experiencias a sí mismo; se utiliza como polo de comparación, de elaboración, de producción, en pocas palabras, se constituye en su propia referencia. A continuación haré un corto rodeo por los primeros meses de la vida, con el objeto de mostrar cuán importante es en el ser humano su posición de sujeto, cómo se perfila desde el comienzo de la vida, así como los alcances que presenta para su existencia en general. Desde que nace, el bebé se sitúa como polo activo que dinamiza su propia existencia. El conjunto de acciones reflejas que trae consigo ya se han particularizado en el último periodo de vida intrauterina. En efecto, entre los siete y los nueve meses el bebé crea una experiencia subjetiva in útero de acuerdo con los sonidos (incluyendo la voz −en particular de la madre), sabores, posturas, sensación del espacio… a su alcance, tal como ha sido comprobado gracias a las tecnologías ecográficas. En este sentido, siguiendo a ME Colmenares, podemos hablar de un bebé in útero (y no simplemente de un feto). Resulta fundamental subrayar esta dimensión psíquica del último periodo de la vida intrauterina donde el bebé comienza a construirse como sujeto, para comprender de manera más fina las implicaciones de la construcción psíquica. Es así como las acciones que el bebé construye durante estos meses, si bien son elementales, deben ser consideradas en su doble faceta íntimamente intrincada: se arraigan en el campo biológico, pero al mismo tiempo el bebé las marca con su impronta por su manera singular de significantizar la experiencia en el vientre materno. Por ello, el bebé introduce desde ya el terreno psíquico y sus acciones dejan de ser únicamente reacciones de carácter biológico; es así como el bebé produce esta inversión que caracteriza al ser humano, donde lo biológico se pone al servicio de lo psíquico. Hablo de la función de significantizar, porque el bebé pone en juego esta función general de orden simbólico que nos especifica como seres humanos, a partir de su propia estructura y de su posición como sujeto. Y es esta dinámica la que le permite enfrentar la ruptura que implica el paso de la vida intrauterina a la vida aérea, donde todas las coordenadas ambientales y propioceptivas cambian drásticamente, y algunas de manera violenta, al desaparecer la barrera de protección del medio acuático y del vientre materno: es diferente la sensación del contacto con la piel, como diferentes son los sabores, la aparición de los olores, los sonidos, la irrupción de una luminosidad intensa, la variabilidad de los cuadros visuales, las posibilidades posturales, en fin, todo un nuevo mundo a explorar paulatinamente. Porque es sujeto, el bebé mantiene el hilo de su existencia a pesar de esta ruptura que representa nacer, y restablece la continuidad con su vida intrauterina. Es así como en los primeros días posteriores al nacimiento, él continúa la transformación de sus acciones de origen reflejo que −como lo subrayamos−, en la vida intrauterina han comenzado a germinar como acciones psíquicas, gracias a lo cual logra realizar los cambios necesarios para continuar su existencia en el nuevo ambiente que lo rodea. En este sentido, es posible observar diferencias notables de un bebé a otro; Cyrulnik habla por ejemplo de bebés que se caracterizan por “patrones de comportamiento”.

Esta pregunta también está en el material:

IMPACTO_DE_UNA_INTERVENCION_PEDAGOGICO_M (1)
254 pag.

Pedagogia Vicente Riva PalacioVicente Riva Palacio

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Tienes que crear una nueva pregunta.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales

Otros materiales