Según Amaya (2008), el último alcance potencia el carácter político de estos espacios en tres direcciones. La primera parte de un reconocimiento de...
Según Amaya (2008), el último alcance potencia el carácter político de estos espacios en tres direcciones. La primera parte de un reconocimiento de los sujetos y saberes implicados a través de la modificación de la formación inicial de los educadores infantiles. El segundo beneficia la construcción colectiva del conocimiento para transformar a los sujetos y los saberes. Por último, se da un empoderamiento y reconocimiento de las voces de todos los actores involucrados en la formación de los niños. Finalmente, Amaya (2008) plantea que si bien el reconocimiento social y académico de estos profesionales en Colombia es muy poco se hace necesario contar con este tipo de espacios que le permitan a los educadores infantiles y educadores en formación entrar en diálogo con pares académicos e investigadores y confrontar sus experiencias. Así mismo, considera que gracias a la creación de estos encuentros anuales de estudiantes, maestros e investigadores comparten y analizan sus experiencias pedagógicas, lo que ayuda a comparar diversos programas de formación de maestros en el país, en especial los relacionados con la educación infantil.
Compartir