IC para docentes publicado por la UNESCO. No es sorprendente entonces que hasta ahora se esté construyendo una definición de pensamiento tecnológico, podría decirse que este hace referencia a la representación mental que los seres humanos hacen del vínculo existente entre los artefactos y acciones tecnológicas y la relación del hombre con su entorno en cuanto a su capacidad para transformarlo. Tal vez la tendencia preponderante para definir el pensamiento tecnológico ha sido la de definirlo mediante su caracterización, así se afirma que el pensamiento tecnológico tiene una lógica, unos atributos (Cárdenas 2009), y además tiene formas propias de pensamiento. Cárdenas define la lógica del pensamiento tecnológico como “las representaciones o ideas que se forma la mente para transformar la realidad” (2009). El autor también avanza en la caracterización del pensamiento tecnológico en términos de sus atributos, lo cual aparece resumido en el siguiente cuadro. Ahora bien, el ser humano es por excelencia un ser interactivo no sólo con su entorno sino con otros seres humanos, lo cual implica que el pensamiento tecnológico está presente en varios contextos de su desempeño: el socio-histórico, ecológico, estético, científico y ético (Cárdenas 2009). En esta misma línea es posible explorar la importancia de la escuela y la educación en el desarrollo del pensamiento tecnológico en los estudiantes. No obstante la importancia de esta discusión, el interés de este trabajo investigativo recae en el papel del pedagogo infantil. Uno de los aspectos de su papel es la promoción el desarrollo de los atributos del pensamiento tecnológico, que aunque no está mencionado en ninguno de los perfiles mencionados anteriormente, podría por extensión de los perfiles propuestos por el Decreto 2247, considerarse pertinente. Es momento de ver como el perfil del pedagogo infantil puede corresponder a los atributos del pensamiento tecnológico, teniendo en cuenta que la tecnología día a día se adentra más y más en todos los ámbitos de la vida del hombre y más claramente en el caso del niño. No se puede ignorar que el niño de nuestro tiempo vive en función de aparatos tecnológicos pero no siempre analiza las implicaciones de esos aparatos tecnológicos, del uso que hace de ellos y de su propio obrar tecnológico. Cabe también anotar que el decreto 2247 establece que la educación preescolar responde a los principios de integralidad, participación y lúdica y que el currículo se entiende como un proyecto de permanente construcción e investigación pedagógica. A continuación se hace una relación ente el perfil del docente necesario para promover el pensamiento tecnológico en el aula en su interacción con los niños y niñas a su cargo y los principios que rigen la educación preescolar en Colombia.