En la medida en que los profesionales de la educación reconocen que el acto educativo es un acto de formación del ser humano, se interesan por entender cómo su labor aporta a los ciudadanos cosmopolitas en que se convertirán sus estudiantes. Si bien los niños han sido definidos como nativos digitales y se ha dicho que la tecnología está en todos los ámbitos de sus vidas, no se puede desconocer que la tecnología configura su manera de aprender y puede determinar lo que aprenden, por tanto el docente debe conocer las potencialidades pedagógicas de las TIC e integrarlas al proceso educativo para lograr niveles de alfabetización socio-cultural pertinentes a la nueva sociedad. Dicho esto, la formación del docente resulta determinante, por lo cual si bien los conocimientos adquiridos durante el proceso de profesionalización no son suficientes, al menos disciplinas como la reflexión y la investigación si lo pueden llevar a las futuras docentes a un desarrollo profesional que haga de su práctica pertinente. La reflexión y la discusión pedagógica bien pueden llevarse al campo de la utilización de las TIC en la educación, siempre y cuando el docente esté dispuesto a reiniciar el ciclo novato – experto presentado por Tobón, Gómez, Tomé, & Sanchez, es decir esté dispuesto a construir conocimiento en esta área con el fin de mejorar de su práctica profesional. La investigación como una posibilidad de las TIC se hace evidente en el discurso de las participantes que visualizan un espacio en el que se dé la discusión de las TIC desde la pedagogía, partiendo de las propias experiencias de uso de las TIC de las estudiantes en su rol de docentes y de las docentes mismas, este espacio también se visualiza en multiplicidad de momentos de la carrera, lo cual indica un reconocimiento de espacios de adquisición de teoría y espacios de práctica más amplios que los existentes. El discurso de alguna manera evidencia que las docentes y la facultad no han abordado de manera activa las TIC como una línea de investigación que permita la mejora de los procesos educativos o como una línea de formación más allá de lo instrumental tanto para docentes como para estudiantes. A manera de cierre, podría afirmarse que tanto las limitaciones como las potencialidades pedagógicas de las TIC son definidas, bien sea de manera consciente o no por los usuarios (docentes o estudiantes), por lo cual el cambio de paradigmas se constituye en el eje central del perfeccionamiento docente bien sea en la formación inicial o durante el ejercicio profesional.