EMMANUEL PICHON. Como lo veo yo, no es que el vallenato exprese situaciones de las que se puede aprender, más bien refleja las situaciones de la cultura, de la vida diaria. Yo lo veo más bien como un espejo. Imagínate cuando se escucha una canción, por ejemplo, que habla del tema de los compadres, siente que en el texto de la canción, en la letra le están hablando de unas manera de interpretar al compadre y con respecto a lo que le dicen hay reflexiona… yo creo que se ve reflejado. Pero que aprenda… no lo veo… más bien de alguna manera el oyente siente que lo que dicen allí tiene que ver con él. La canción nace de un comportamiento ya establecido. Yo creo que el compositor lo que hace es simplemente relatar una práctica que ya está, al menos en grupo pequeño de la sociedad. Que la canción por su popularidad haga entonces que se replique. De esa manera si hay un aprendizaje. Pero, no solamente la canción vallenata sino cualquier canción popular. En ese sentido, sí. Pero, aun vamos un poquito más, como para tratar de afinar un poquito con el concepto, la canción vallenata para mí, toma… todo lo que tiene que ver con la arte de relación de pareja, por ejemplo, las relaciones románticas y las vierte en las canciones. Entonces uno escucha canciones que tienen que ver con el comienzo del romance, con el coqueteo hasta que al final los amantes se separan y entones ya se fue. Cuando uno escucha las canciones dice veee eso me paso a mí, eso me paso a mí y entonces de alguna manera recuerda unas manera de enamorar o por lo menos de expresar la condición de enamorado, ya. Y la canción lo que hace es darle al oyente un vehículo para el a su vez expresar lo que está pasando en su vida personal. Si lo tomas así, por un lado recuerda y digamos él puede tomar de la canción expresiones. Así lo veo yo.