La limitación de administrar enzimas terapéuticas por vía parenteral o intratecal es que al administrar una proteína extraña a un paciente, puede provocar una intensa respuesta inmunogénica que incluso puede derivar en reacciones graves como choques anafilácticos. Además, la vida media en sangre de la mayoría de las proteínas inyectadas en vena es de solo 10-20 minutos debido a la degradación por proteasas.
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