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Nos quedaba el mar © Laureano Alberto Domínguez Ruiz laldormar@gmail.com Diseño e impresión: El Bando Creativo Primera edición, julio de 2021 Cali - Colombia Derechos reservados. Se pueden hacer referencias textuales de la obra para fines culturales, académicos y educativos sin ninguna restricción, solamente mencionando el título, el autor de la obra y la página. Domínguez, Laureano Nos quedaba el mar / Laureano Domínguez - Cali, Colombia. Julio 2021. 258 páginas. 38 fotografías. ISBN: 978-958-49-2625-8 1. Antecedentes de la práctica terapéutica con agua de mar. 2. Método marino. 3. Dispensarios marinos. 4. Casos clínicos. 5. Efectos del agua de mar en el organismo. 6. Sistemas de Impulsión de Agua de Mar. 7. Oasis marinos. 8. Historia del Método Marino. Del mar somos, al mar volvemos Mi padre, Joaquín Pablo Domínguez López, y mi madre, Lucila Ruiz Echeverri, siempre vieron a la familia como Dios la concibió: una unidad perfecta de sangre y alma. Por ello, ante la crisis mundial por la que atraviesa esta Divina institución, base de una sociedad sana, elevo una humilde súplica, lo hago a nombre de mis siete hermanos. Todos y cada uno, desde su historia personal, pero sobre todo como manojo sagrado de nuestros adorados padres. Ellos han sido baluartes en el desarrollo del Método Marino que se empieza a estructurar con esta primera entrega de Nos quedaba el mar. A mis hermanos, Francisco de Paula, Carmen Lucía, Eugenio, Margarita María, Matilde Elena, Juan Carlos y Luis Orlando. Dedico este libro a mi adorada Sirenita, que es como siempre he llamado a Sofía, mi hija menor, y a Luciana Domínguez Martínez, mi nietecita. Legarles a ellas la misión que su abuelo y bisabuelo me encomendaron, me ha mantenido vivo. Dedicatoria Quiero que la familia siga siendo la garante que salvaguarde las grandes ideas en favor de la humanidad. Al padre José Darío Soto Soto, Elena SolyMar, Juan Sebastián Bedoya Arévalo, Luz Ángela Arévalo Melo, Gustavo López Ospina, Rubén Giraldo, Gilberto Augusto Soto Ramírez, Aracely Lozano, Gina Paola Beltrán, William Quintero Grajales, Elizabeth Muñoz Garzón, Estanislao Garzón Agredo, Nelcy Carabalí Ospina, Armando Barbosa Álvarez, Óscar de Jesús Naranjo Ramírez, Jacqueline Guevara, Álvaro Mejía Becerra, Víctor Jaime Rincón Morales, Paola Andrea Cubides Molina, Rodrigo Alfonso Franco Dorado, Yanet Orozco Guzmán y Hernán Darío Olano Pérez. Ver cada día al padre Darío Soto sumergido en el hermoso jardín de su creación en el hostal Villabosco, recordar sus sabias enseñanzas como salesiano en La Ceja, cuando yo apenas era un crio…. y ahora, sostener profundas charlas con él, con la periodista Elizabeth Muñoz y Estanislao, su esposo, y con Gilberto Augusto Soto Ramírez, acerca de la hechura de este libro, es una muestra que la caridad y la paciencia, en este caso de ellos para conmigo, da buenos frutos. Dar a luz el libro Nos quedaba el mar conlleva en sí una fuerza inspiradora para quienes, a partir de su lectura, decidan retomar la antorcha del Método Marino. Agradecimientos Presentación ................................................................................ 13 Prólogo ........................................................................................ 15 Introducción ............................................................................... 19 Un pequeño viaje a los orígenes. .............................................27 Del laboratorio a la práctica terapéutica ..................................... 31 Vidas salvadas con el agua de mar ............................................. 33 Los establecimientos de cura marina .......................................... 34 Tratamiento eficaz para el reumatismo ...................................... 36 La talasoterapia en Alemania ...................................................... 37 Los oligoelementos ..................................................................... 40 Decadencia de la talasoterapia .................................................... 43 ¿Por qué no se promueven investigaciones? ................................ 47 La Ley de Constancia General de Quinton .............................. 49 Método marino y medicina social ..........................................51 Prácticas terapéuticas del Método Marino ................................. 57 Perspectiva social y terapéutica ................................................... 59 Estilo de vida de las personas ....................................................60 Relación con el medio ambiente y la salud pública .................. 61 Dispensarios marinos en América Latina ...............................77 La experiencia en Nicaragua ....................................................... 86 El mar en Santa Fe de Bogotá D.C., Colombia ......................... 89 Dispensarios marinos en el municipio La Ceja (Antioquia, Colombia) ................................................. 91 Contenido Casos clínicos presentados en los dispensarios marinos .......... 95 Casos tratados en el dispensario marino del barrio Los Chircales ............................................................................. 114 Casos tratados en el dispensario marino de El Santuario ..........116 Entrevista entre dos consumidores de agua de mar .................. 117 Tres vasos de agua de mar diarios dan vida ......................... 121 La sangre, medio vital .................................................................126 Algunas características comunes del agua de mar y la sangre ....131 El agua y la memoria, el agua en la sangre .................................135 Efectos profundos del agua de mar en el organismo ..................136 Los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar .........................141 Agua de mar, la sustancia maravillosa en el mundo ..................149 El mar, fuente de salud ...............................................................159 De la hidrología a la hidronomía ...............................................168 Beneficios de llevar el agua de mar a las casas ............................172 Oasis marinos .................................................................... 173 ¿Qué se puede sembrar con agua de mar? ..................................178 ¿Existen precedentes de los oasis marinos? .................................179 ¿Cómo multiplicar los oasis marinos?…......................................180 ¿El porqué de la nueva generación? ...........................................181 Beneficios de los oasis marinos .................................................182 Conectándose con la memoria del Cannabis .............................191 Los experimentos .......................................................................192 El ormus y agricultura marina ...................................................196 Historia conocida del Método Marino ........................................ 199 Epílogo ...............................................................................................245 Índice de Códigos QR Experiencia de sustitución de sangre por agua de mar en Laguna, Islas Canarias (entrevista). ................................. 57 Experiencia con agua de mar en el barrio Los Chircales de Bogotá (entrevista).. .............................................. 61 Primera recogida solidaria de agua de mar en Nicaragua (documental) .............................................................. 86 Encuentro Internacional de Agua de Mar en Colombia (documental). ..............................................................177 Entrevista a Laureano Domínguez sobre oasis marinos.. .....................................................181 Libro “El agua de mar, medio orgánico” (PDF)... ..................................................................211 Libro “El dispensario marino, un organismo nuevo de puericultura” (PDF)... .....................................220 Conferencia del doctorRoberto Giraldo.... .....................................243 Entrevista con el doctor Jaime Marulanda en el pueblo natal de René Quinton.. ..............................................251 Producción de Salicornia Bigelovii en Eritrea (documental)... ...........258 Los códigos QR te permiten acceder a información complementaria (videos, documentos y fotos) acerca del Método Marino. 13 Presentación Conocí a Laureano Domínguez cuando era un adolescente inquieto y soñador. Lo volví a encontrar en diferentes momentos de su vida como misionero del Método Marino. En noviembre de 2019 participé en el Congreso Internacional sobre Agua de Mar, llevado a cabo en el hostal Villabosco de Palmira (Colombia). Recordando el dicho popular “una golondrina sola no hace verano”, al final del congreso propuse unir esfuerzos para hacer realidad el sueño de publicar parte del arsenal de artículos y un sinfín de documentos que Laureano conservaba atiborrados en la buhardilla de una vieja casa en Abejorral, Antioquia (Colombia). De inmediato, la propuesta tuvo eco en varios participantes y constituimos un grupo de apoyo para lograr el objetivo. Durante doce meses, desde mayo de 2020 hasta abril de 2021, el aporte constante y puntual de este maravilloso grupo permitió que el autor se dedicara a la ardua tarea de revisar, seleccionar y organizar el material que finalmente se entrega en esta publicación. Sea esta la oportunidad para rendir un homenaje póstumo a Hernán Darío Olano Pérez, uno de los integrantes más entusiasta y generoso, quien fue llamado a la eternidad el 26 de febrero de 2021. Su presencia espiritual acompañará siempre este proyecto editorial. Padre José Darío Soto Soto 14 15 Prólogo Comienzo destacando que el desempeño de Laureano Domínguez es tan fuerte como todas las investigaciones que ha generado el Método Marino, desde que René Quinton le dio piso científico. He sido testigo de su gran esfuerzo para promover la socialización del Método Marino, desde que en los años sesenta intentamos, junto a su padre, Joaquín Pablo Domínguez, que el Gobierno lo introdujera a nuestro país. En Chile, por ejemplo, con un selecto grupo de científicos, en el desierto de Atacama, el más seco del mundo, Laureano tuvo la premonición de lo que seguramente será, a mediano plazo, la forma definitiva de socializarlo. Me refiero a los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar (SIAM). Allí se construyó el primero de estos. Expertos en agricultura con agua de mar asesoran a Laureano en su proyecto Oasis Marinos, apasionante tema que él ha expuesto ante estamentos que se dicen responsables de la seguridad alimentaria de los pueblos, como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Caritas Internacional, la Academia de Ciencias del Vaticano, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centre Africain de Formation et de Recherche Administrative Pour Developppement (Cafrad), entre otros. 16 Nos Quedaba el Mar Hoy, por fin, llega Nos quedaba el mar, una exquisita selección de textos relacionados con el agua de mar, unos escritos por Laureano Domínguez, otros inspirados en sus trabajos. Este libro es el abrebocas para publicaciones y documentales fílmicos que él produce con sus colaboradores en el Centro de Documentación del Agua de Mar que he visitado y consultado. El libro narra la manera injusta en que, por diversas causas, investigaciones y desarrollos sociales, basados en el agua de mar, no han cumplido la misión que él asignó, esto es, que en última instancia el preciado líquido esté al alcance de todos en forma gratuita. Es su principal lucha y paradójicamente el mayor impedimento para que el Método Marino sea una realidad en el mundo. Difícilmente se encuentran personas tan obcecadas con un programa de vida, como Laureano. A pesar de que en dos ocasiones su material científico y de difusión ha sido hurtado, ahora nos entrega este libro. Pero lo más importante, quizás, lo que quedará para la historia, es que deja tras de sí dispensarios marinos, pilotajes de desarrollo de agricultura con agua de mar, redes para el suministro gratuito a algunos núcleos poblacionales y, lo más importante, el diseño de los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar (SIAM), que espera sean ejecutados en Colombia, en algunas regiones de África y en otros lugares estratégicos, en su empeño de extender el Método Marino por doquier. También, tuve el honor de participar en octubre de 2020 en la inauguración de la Universidad del Agua de Mar, que será el epicentro de los conocimientos y desarrollo social que genera el Método Marino aplicado a humanos, animales, agricultura y medio ambiente. Laureano Domínguez 17 Si bien estas son semillas de algunas de sus obras, es cierto que su modelo de dispensario marino, en mi concepto, da más claridad que los desarrollados en Francia, para el desarrollo del Método Marino. Nada ni nadie ha logrado comprarle la conciencia a Laureano, en cuanto al empeño de que el agua de mar es un modelo económico, social y sanitario con ausencia total del dinero. Estoy seguro de que, si la humanidad logra desarrollarlo algún día, respirará libre. De cumplirse su sueño, será el mejor legado para las próximas generaciones. Es el legado de ese gran salubrista que fue su padre, y que Laureano ha defendido con altísimos costos para su vida, su familia y en lo social, pero con un prominente futuro asegurado. Afortunadamente nunca ha estado solo. Y para la producción de este libro ha encontrado un grupo de personas comprometidas y conscientes, liderados por el padre José Darío Soto, que lo conoce desde niño y quien también ha dedicado su vida a la labor social, inspirado en el carisma de san Juan Bosco. Hoy tengo el honor de presidir el Comité Científico de Omdimar y Ciencia1, asociación que preside Laureano desde el deceso de mi gran amigo Francisco García Donas-Navarro, conocido cariñosamente como “Don Paco”, creador de los oasis marinos. El doctor Roberto Giraldo, miembro de honor de dicho comité, fallecido recientemente, estuvo a nuestro lado muchos años acompañándonos y luchando también porque el agua de mar tuviera su lugar en la rama médica y académica. Muchas de 1 Omdimar y Ciencia: Oasis y dispensarios marinos para Latinoamérica, Asia y África. 18 sus maravillosas conferencias de cátedra magistral forman parte del Centro de Documentación de Omdimar y Ciencia, y serán puestas en manos de los lectores de este libro, como material inédito. Los demás miembros del Comité Científico que presido son citados suficientemente a lo largo del libro y se incluyen algunos de sus trabajos en esta obra. Esta dinámica permite que el público tenga acceso al valioso material de referencia sobre el agua de mar. Asimismo, se presentan, como aportes al desarrollo del Método Marino, trabajos realizados por René Quinton, Jean Jarricott, André Mahé, Jules de Michelet, entre otros. Esta obra de Laureano es un paso decisivo en la socialización del Método Marino y abre la puerta que permite retomar el camino a la Cumbre Mundial del Agua de Mar en África, interrumpida a raíz del fallecimiento de don Paco, su principal gestor. Este libro es también un homenaje a su memoria. Jorge Reynolds Pombo Ingeniero electrónico. Presidente del Comité Científico de Omdimar y Ciencia. Investigador sobre el corazón de las ballenas. 19 Introducción Con este libro quisiera experimentar la misma sensación que Jean Jarricot, en el siglo XIX, expresó al presentar su obra El dispensario marino, un organismo nuevo de puericultura: “Mi deseo es que el lector aprecie el valor de este y discierna sobre las razones del ostracismo al que ha sido sometido el Método Marino”. Cuenta la historia que el doctor Jarricot homenajeó en Lyon a René Quinton, le dedicó el libro y colocósu nombre en el frontispicio del dispensario marino. Para ese entonces, ya se sentían pasos de animal grande en contra del Método Marino, y a Jarricot solo le quedó el recurso literario para aclarar el confinamiento al que fue sometido por parte de las autoridades sanitarias. Asumo aquí el papel de narrador de lo que he visto y redescubierto, para contar lo que suscitaron estos dos gigantes, Quinton y Jarricot, sus obras y sus luchas más emblemáticas. Cuando partí de Colombia hacia Francia, en julio de 1998, no imaginé que mi empeño para encontrar una posible prueba biológica o piso científico que sustentara la Teoría General del Atavismo se empezara a concretar desde mi llegada a la capital francesa. En forma providencial aparecieron ediciones recientes de la obra de René Quinton, y personajes salidos como de un cuento de hadas me suministraron datos acerca del uso del Método Marino en Europa, desde que Quinton lo impulsara y aplicara personalmente en el siglo XIX. 20 Nos Quedaba el Mar Las bibliotecas y algunos archivos en París, Montpellier y Lyon se abrieron para mí con mínimos requerimientos, como si me estuvieran esperando desde siempre. Caminé por los lugares donde Quinton trabajó, en el Colegio de Francia, donde demostró contundentemente sus leyes sobre la Constancia General. Tomé café en los bares que él visitó en París, cerca del sitio de sus experimentos, donde ni siquiera se menciona su nombre, no me explico por qué. Encontré fotografías de Quinton, equipos originales de su laboratorio personal, manuscritos y documentación abundante e inédita de sus hallazgos. Cada vez descubría más sobre este personaje, casi desconocido hoy en el ámbito científico. Un hombre revolucionario condenado al olvido. Por ello, aún me impaciento por el silencio al que han sido sometidos sus trabajos. Fue entonces cuando decidí desenterrar su obra y de a poco darla a conocer en castellano, con el único fin de crear conciencia entre quienes puedan impulsar nuevamente los dispensarios marinos gratuitos, su gran legado. El redescubrimiento de la obra de Quinton fue un justo premio a la testarudez por defender lo que, en buena parte, ha sido mi búsqueda constante sobre el origen de la vida. A Barcelona (España) fui invitado por un seguidor entusiasta del pensamiento quintoniano, quien se enteró, desde el Consulado de Colombia en París, sobre mi estancia en Europa y concretamente sobre una conferencia que dicté el 3 de diciembre de 1998 en esa sede diplomática: “La teoría general del atavismo y su relación con los trabajos de René Quinton sobre el agua de mar como sustituto de la sangre”. De hecho, recuerdo que al final de la conferencia se me acercó un raro potentado y, casi susurrándome al oído, Laureano Domínguez 21 me advirtió que sin aliados científicos no llegaría lejos. Tomé muy en serio su consideración y de inmediato me puse en la búsqueda, y en Barcelona logré las primeras alianzas para actualizar las experiencias de René Quinton. Considero útil para la humanidad hacer realidad el pensamiento quintoniano. Nada de lo que se diga alrededor de los trabajos de este sabio francés debe sonar a exageración. Ahora que concateno mi búsqueda, documentada a partir de mi primer cuento “Los discípulos de la sal” (1972), con las demostraciones clínicas hechas por Quinton y sus seguidores en los dispensarios marinos de París, Montpellier, Lyon, Londres, Egipto y en los hospitales que adhirieron al Método Marino, no me queda duda de que es un acto de amor que nos debemos todos, retomar sin egoísmos la antorcha que nos legó este visionario francés. Desde el comienzo de sus investigaciones, Quinton comprendió que su concepción marina desembocaba directamente en una terapia. Sus trabajos no conducían únicamente a una nueva visión de los avatares de la vida celular, con el cambio de las formas desde los orígenes, sino que implicaban también una concepción del organismo y su medio interior, que es el nivel fisiológico fundamental, porque el estado de la célula depende de su integridad. Cada vez que se altera ese medio, las células padecen, las funciones se realizan mal y los órganos sufren. En última instancia, a pesar de la complejidad de la fisiología y de la anatomía, un organismo no es otra cosa que un tubo de cultivo de células. La célula vive en el organismo como un pez en el agua, y en el interior de nuestro cuerpo se encuentra en un verdadero acuario. Los trabajos de Quinton complementan los de Claude 22 Nos Quedaba el Mar Bernard, al demostrar la naturaleza de este medio interior cuando prueba que es exactamente agua de mar, que ese acuario interno es un acuario marino, donde las colonias celulares continúan viviendo en las condiciones de sus orígenes. Para explicar la idea, Quinton empleó una imagen: los peces viven alegremente en el agua pura del acuario. Al cabo de algún tiempo, esta se altera, los peces pierden su actividad y mueren. Si se renueva, la fuerza y la vivacidad reaparecen inmediatamente en ellos. Cambiar el agua de la pecera, me explicaba uno de esos aliados científicos, se puede hacer de dos maneras: limpiando, lo cual sugiere pequeñas dosis, o cambiando literalmente toda el agua de la pecera, que era lo que empleaba Quinton con los pequeños moribundos, a quienes en un lapso de tres semanas les suministraba dosis de agua de mar que igualaban su peso. El agua de mar introducida en el organismo humano desempeña una función útil en todos los casos en que el medio interior está viciado por envenenamiento químico o infección microbiana, insuficiencia de los órganos eliminatorios, fallos de ciertos aportes alimenticios, entre otros. En suma, Quinton defiende exactamente lo contrario a lo postulado por Louis Pasteur, fundador de la microbiología, quien dedicó su vida a la búsqueda del microbio, el agente patógeno. Quinton, a partir de una concepción fisiológica general, propone fortalecer el medio interno, a través de su renovación con agua de mar. Con los sueros de Pasteur, la medicina posee los medios de lucha directa contra la proliferación del agente patógeno. El agua de mar proporciona al organismo la fuerza para defenderse del elemento perturbador. Esta concepción de la salud y la enfermedad la resaltaremos en este libro. Laureano Domínguez 23 Las teorías y los trabajos de Quinton revolucionaron la ciencia. Cabe recordar que el Método Marino se sustenta en las leyes de Constancia General (osmótica, térmica, lumínica y marina), solo probadas por Quinton y algunos seguidores suyos. Él no quiso ocuparse de informes sobre estas leyes y sus implicaciones en las diversas corrientes de pensamiento, su meta era salvar vidas. Aun así, avanzó en diferentes frentes para actualizar los experimentos básicos que le sirvieron para demostrar dichas leyes, las cuales son los pilares del Método Marino. Cuando Cesare Lombroso (Verona 1835, Torino 1909) estableció su hipótesis de las “virulencias heredadas”, estuvo cerca de relacionar sus teorías con los experimentos que realizaba Quinton, contemporáneamente en París, sobre el “tratamiento prenatal”, en el cual evidenció que los bebés de mujeres tratadas con inyecciones de agua de mar, en la época de gestación, nacían sin taras físicas ni predisposiciones hereditarias a tuberculosis y otras enfermedades. Este hecho debería haber partido la historia de la medicina. Más aún, ya en esa época se destacaba otra de las indicaciones del Método Marino, el tratamiento para alteraciones mentales y neurosis. ¿Podrá existir un método más pacífico y contundente para explicarnos los fenómenos de la vida, sus perturbaciones y soluciones? En resumen, el agua de mar es la sopa completa que, una vez suministrada al organismo, es aprovechada por este de acuerdo con sus necesidades. Esta imagen es comparable a la de un río que es llevado a diques para ser utilizado en la producción de energía y llega hasta los más recónditos lugaresdel planeta, pero en su recorrido riega los campos, fertiliza los suelos y calma la sed de los seres vivos. 24 Nos Quedaba el Mar Al igual que Quinton en su época, concluimos que la célula, cuando recibe la información del agua de mar, supera el sentido de tiempo y espacio y recupera su máxima actividad. Por eso, el agua de mar debe llegar a cada casa a través de las redes domiciliarias, partiendo de los sistemas de impulsión desde los litorales. Es un plan ambicioso, pero el único capaz de detener nuestro egoísmo y mezquindad frente al mar. No solo para salvar vidas, sino para que el mayor número de personas emprenda el camino hacia la armonía biológica. De ahí que este libro esté encaminado a llamar la atención de cualquier Gobierno del mundo, la clave es que se replique el modelo de Impulsión de Agua de Mar creado en Chile, ya no para lavar cobre, sino para bien de sus gentes. Después de más de veinte años de lucha para dar a conocer el pensamiento quintoniano en Latinoamérica, este se rodea de seguidores de las más diversas disciplinas. Y, al igual que en la Europa de principios del siglo XIX, se han ido adhiriendo al Método Marino distintas medicinas consideradas alternativas o complementarias. Luego de prologar la traducción del libro Le secret de nos origines révélé par René Quinton, de André Mahé, cuya edición en español se tituló El plasma de Quinton: el agua de mar, nuestro medio interno (Barcelona 1999), me propuse abrir el primer dispensario marino en algún lugar de Colombia y realizar encuentros mundiales sobre el agua de mar. La meta se cumplió con creces, en Barcelona, Colombia y países de tres continentes. Laureano Domínguez 25 Al igual que Quinton en su época, concluimos que, la célula, cuando recibe la información del agua de mar, supera el sentido de tiempo y espacio y recupera su máxima actividad. Mi propuesta fue abrir dispensarios marinos como cátedra de observación para la ciencia médica y convocar para el seguimiento a los resultados de aplicación del Método Marino. Entre muchos pilotajes que describiré en este libro, cabe resaltar el dispensario marino Casa del Pan, en el municipio de La Ceja (Antioquia). Esta es una prueba de que puede hacerse la revolución desde la biología. Estoy seguro de que esta publicación despertará en los lectores la sed de más, mucho más, sobre este extraordinario legado, patrimonio de la humanidad. 26 Laureano Domínguez 27 Pequeño orígenesA LOS Viaje UN 28 Nos Quedaba el Mar El presagio de la mariposa De todas maneras, es posible la muerte hoy. Única alma gemela acicate creador, pues una mariposa negra merodeó a mi alrededor por un buen rato Siempre serás, hermana muerte, mi única posibilidad de vivir. Bienvenida, si es verdad el presagio de la mariposa, que a vos te agradezcan lo que les dije. Por vos, que vuelvan más tranquilos a casa”. Laureano Domínguez 29 H emos nacido del mar, y el mar sobrevive en nosotros. En el momento cuando René Quinton (1866– 1925) examinó los desarrollos de su Ley de Constancia General, ya estaba admitido que el origen de la vida, el lugar de aparición de la primera célula, era el mar. En consecuencia, la misma lógica de su hipótesis le lleva a considerar que el medio interno del vertebrado, la matriz líquida que hay en nosotros, es agua de mar. La hipótesis, que se convertirá en ley para Quinton después de sus experiencias, será formulada así: La vida animal, aparecida en estado de célula en el mar tiende a mantener, por su elevado funcionalismo celular, a través de la serie zoológica, las células constitutivas en el medio marino de los orígenes. La Ley de la Constancia General se apoya en los trabajos de Claude Bernard, relativos al medio interno. El fisiólogo francés enseñó que las células del organismo animal continúan viviendo en las condiciones originales del organismo unicelular, es decir, en un medio líquido interno. Al ampliar poco a poco sus definiciones concluyó que, este medio interior está constituido por la totalidad de los líquidos circulantes en el organismo. Así pues, la integridad de la vida celular es función del equilibrio fisicoquímico del medio interno, el cual se halla asegurado por acciones reguladoras. Los seres vivos, desde que alcanzan un cierto nivel de complejidad, se defienden contra las variaciones y perturbaciones del medio interior, gracias a 30 Nos Quedaba el Mar mecanismos reguladores. Bernard los enumeró así: respiración, digestión, circulación, secreciones externas, secreciones internas y acciones del sistema nervioso vegetativo. Partiendo de los trabajos de Claude Bernard sobre el medio interno, W.B. Cannon, le aplicó la expresión “matriz líquida del organismo”. Quinton se entrega en el laboratorio del Colegio de Francia a experimentos clasificados en grupos, con el auspicio del fisiólogo Étienne Jules Marey. En el primero realizó una sangría de glóbulos rojos a un perro hasta obtener la abolición del reflejo corneal, para después inyectar agua de mar. A pesar del carácter peligroso del experimento, ya que los glóbulos rojos se habían sustraído y al mismo tiempo se le inyectaba el agua de mar, este tuvo éxito: el perro revivió literalmente, y pocos días después se le notaba más vivacidad que antes del experimento. Ante este acontecimiento, Charles Julliot manifestó que había asistido personalmente con el doctor Hallion —quien fue miembro de la Academia de Medicina— al primer experimento hecho antaño por Quinton en el Colegio de Francia, y recordaba todavía, al cabo de treinta y cinco años, la emoción que experimentaron los tres (incluso el propio Quinton, a pesar de su seguridad) cuando vieron volver a la vida y sostenerse de nuevo sobre sus patas a aquel animal que regresaba de tan lejos. Del mismo modo, contra el parecer de sus maestros del Colegio de Francia que le predecían un fracaso, Quinton quería hacer vivir en agua de mar glóbulos blancos. La experiencia se llevó a cabo sobre peces, batracios, reptiles, mamíferos (hombre, conejo, perro), pájaros y otros vertebrados. El éxito fue total: en todos los casos, los glóbulos blancos bañados por el líquido marino persistieron y todas las especies sometidas a experimentación presentaron los diversos signos de la Laureano Domínguez 31 vida normal. Las experiencias de este grupo demostraron la persistencia del medio marino original como medio vital de las células. A Quinton le faltó tiempo para aportar las pruebas químicas sobre la teoría marina, ya que se entregó a una labor abnegada para confrontar una multitud de trabajos dispersos. Finalmente, al reunir las cifras de los análisis, pudo comprobar que las características químicas del agua de mar y las del medio interno son idénticas: “En nuestro organismo, el medio interno y sólo él, posee la misma personalidad mineral, la misma fisonomía marina que el agua de mar”2. Con esta investigación se estableció la presencia de diecisiete cuerpos raros en el agua de mar, así como en el medio interno animal, que no se sospechaban y de los que se subraya su probable importancia. Del laboratorio a la práctica terapéutica Quinton se dio cuenta de que su descubrimiento marino desembocaba directamente en una posibilidad terapéutica que no tenía nada que ver con la talasoterapia de entonces. Explicó que la célula vive en el organismo como el pez en el agua, encontrándose como en un verdadero acuario en el interior de nuestro cuerpo, pero un acuario marino. El agua de mar, introducida en el organismo humano, lógicamente debería desempeñar un papel útil en todos los casos en los que el medio interno estuviera viciado por cualquier causa: envenenamiento químico o infección microbiana, insuficiencia de los órganos de eliminación, déficits de ciertos aportes alimenticios, entre otros. 2 QUINTON, René. El agua de mar medio orgánico. París: Masson, 1904. 32 Nos Quedaba el Mar También aquí hacía falta experimentarsobre el cuerpo humano. En un hospital parisiense, un enfermo se hallaba en el último estadio de fiebre tifoidea, estaba en pleno coma terminal y, según los médicos tratantes, moriría ese día. El hospital cedió el paciente a Quinton, quien le administró, a las 11 de la mañana, por vía intravenosa, una fuerte inyección de agua de mar. Quinton les dijo a las enfermeras que, hacia las seis de la tarde pasaría de nuevo, que el paciente recuperaría el conocimiento, pediría de beber y quizá también un poco de alimento. Al oírle hablar así, le tomaron por un iluminado del agua de mar. Quinton sólo confió a una persona, su esposa, el estado de espíritu en que se encontraba esa tarde. A pesar de su gran confianza en el momento de entrar en la sala, después de haber subido dos pisos, temió avergonzarse si fracasaba. Descendió de nuevo hasta la planta baja, andaba de un lado para otro repitiéndose que debía prepararse para abrir la puerta de la sala y ver que la cuarta cama de la izquierda se hallaba vacía, que en aquel momento debería conservar toda su sangre fría, no exteriorizar ninguna decepción, conservar una conducta imperturbable, que no llamaría la atención ya que nadie creía en el milagro. Quinton subió de nuevo a la sala y abrió la puerta: el tífico, apoyado sobre las almohadas, estaba conversando con una enfermera. Moribundo en la mañana, el hombre se había salvado3. Con este primer resultado, Quinton trabajó, desde 1896, en varios hospitales al lado de jóvenes médicos y más tarde colaboró con profesores que firmaron con él sus comunicados. 3 MAHÉ, André. Le secret de nos origines. Paris: La Colombe, 1962. Laureano Domínguez 33 La publicación de la obra de Quinton, El agua de mar medio orgánico, de carácter científico, despertó un considerable interés. La prensa se apasionó con el tema luego de que él abriera el primer dispensario marino en la calle De L’Arrivée 4, en París. Por ejemplo, el diario Le Monde tituló en primera página: “La sangre venida del mar”4. Vidas salvadas con el agua de mar En aquel tiempo existían enfermedades frecuentes y temibles, por ejemplo, en Francia, la gastroenteritis en los recién nacidos causaba 70.000 víctimas por año; el cólera infantil y la atrepsia producían múltiples decesos. Sin embargo, con frecuencia, los pequeños moribundos trasladados a los dispensarios marinos volvían a la vida. Asimismo, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, el éxito del Método Marino era tal que el Ministerio del Interior francés propuso que las inyecciones de agua de mar fueran obligatorias en la época escolar, del mismo modo que la vacuna contra la viruela. En 1899, el doctor Louis Bagot creó en Roscoff, un establecimiento de hidroterapia marina donde empleaba el agua de mar caliente. En este balneario se trataban pacientes depresivos, hipotónicos, anoréxicos y en estados crónicos bastante diversos. Bagot trató a una campesina de veinticinco años que como consecuencia de una enfermedad infecciosa desarrollaba un reumatismo general. Todas sus articulaciones le dolían, 4 GONZÁLEZ, Toni. La sangre que vino del mar. Diario Médico. 10 de noviembre de 1999. 34 Nos Quedaba el Mar incluso las vértebras cervicales, de modo que se hallaba en un estado de impotencia absoluta. El agua de mar podía proporcionar resultados si se empleaba caliente, sustituyendo la de los balnearios de agua de cloruro sódico, cuyas aguas son, desde luego, menos mineralizadas que la de mar. Se sumergió a la paciente en agua de mar caliente, haciéndole ejecutar poco a poco movimientos para devolver el juego a las articulaciones. Al término del tratamiento, la mujer se hallaba en estado normal. Este éxito permitió complementar el uso de agua de mar caliente con baños, duchas e infusiones que, en conjunto, constituían una síntesis de los medios que representaban, según el Método Marino, una segunda forma de verdadera talasoterapia. He visto repetirse muchas curaciones, sino idénticas a la de la campesina reumática, por lo menos bastante próximas por sus características. Este modelo se puede cotejar con la cura de poliomielitis con agua de mar caliente. Los establecimientos de cura marina Desde tiempos inmemoriales, los médicos han considerado el clima como determinante de la salud; y no exactamente como medicina, sino como condición de vida imprescindible para evitar que prospere la enfermedad. De hecho, hace más de un siglo, el doctor Bonnardière, en Arcachon (Francia), prescribió clima marino y baños de mar en la playa para determinados trastornos. A este tratamiento lo llamó talasoterapia. Pero no fue sino hasta los descubrimientos de René Quinton que la talasoterapia encontró su lugar científico. Laureano Domínguez 35 Sin embargo, no es correcto designar con el término de talasoterapia únicamente a la cura marina realizada en establecimientos, pues cuando en Francia descubrieron el Instituto Marino de Roscoff y al mismo tiempo el desarrollo de la talasoterapia alemana, en los mares del Norte y el Báltico ya existían diecisiete estaciones que utilizaban el agua de mar caliente, veintidós para la cura con agua de mar por ingesta, doce para inhalaciones y seis con lodo marino. Acerca de la acción del agua de mar en caliente se han emitido varias hipótesis. Una de ellas plantea la talasoterapia como un fenómeno de catálisis, análogo al que se obtiene con los oligoelementos marinos administrados por vía lingual. El agua de mar es un medio intensamente mineralizado que contiene todos los elementos químicos de la tabla periódica de Dimitri Mendeléyev, en una determinada sinergia e íntima relación con los equilibrios fundamentales de la vida. Ahora bien, en el baño caliente, la piel se vasodilata, de una forma u otra se presta a los cambios, mientras que el tejido conjuntivo subcutáneo, que es una enorme reserva de sustancia fundamental, alcanza rápidamente la hipertemia relativa, es decir, un intenso flujo sanguíneo. Existe, pues, una serie de cambios iónicos y electrónicos entre los dos medios, cuyas afinidades son evidentes. La ducha de agua de mar caliente a chorro es un poderoso medio, cuyo efecto tonificante no se puede imaginar si no se prueba. Otras técnicas de duchas son también eficaces, entre las cuales, La Farge señala la hidrotermotalasopuntura, una ducha filiforme que permite la percusión directa de algunos puntos con un pequeño chorro muy caliente. Además de esta, existe una gran riqueza de técnicas en camino de ser desarrolladas por el reciente impulso del Método Marino. 36 Nos Quedaba el Mar Tratamiento eficaz para el reumatismo Cada balneario marino completa la utilización del agua de mar caliente bajo distintas formas, una de ellas, el masaje del tejido conjuntivo subcutáneo según el método roscovita, que es el preconizado por el doctor Wetterwald desde 1910. Sobre este punto, las estadísticas alemanas son verdaderamente impresionantes. Después de haber indicado que los baños de mar calientes poseen la misma acción antirreumática que los baños de lodo, el doctor Zurcher5 escribió en El abecé de la terapéutica marina: Según Schultze-Heubach, el porcentaje de éxitos oscila del 71% para las artritis crónicas, al 80% para las ciáticas crónicas hasta el 87% para las otras neuralgias: los éxitos alcanzan hasta el 90% en las ciáticas agudas. Un total del 83% de sus tratamientos (del doctor Weber) pueden considerarse como éxitos. Zóken-dorfer comunica cifras análogas6. El profesor Leroy, creador de la quinebalneoterapia, ha indicado la importancia que el empleo del agua de mar puede tener en el método de estos cuidados: en la poliomielitis, la mayor parte de las fibras musculares se han perdido, pero nunca de un modo total. Si solo queda una décima parte, esta será suficiente gracias al agua y, principalmente, al agua de mar. Al suprimir el 9/10 de la masa, el agua permitirá al 1/10 de las unidades motrices restantes provocar lareaparición de los movimientos, repararlos, rehacer las fibras, mantener la motricidad muscular y conservar la memoria motriz. 5 El abecé de la terapéutica marina. 1954. Embajada de la República de Alemania en París. 6 Estos datos han sido extraídos de El Abecé de la terapéutica marina, un documento cien- tífico y oficial que ha sido traducido a cuatro idiomas y difundido al extranjero. La obra contiene unos veinte estudios firmados por los médicos talasoterapeutas alemanes. Laureano Domínguez 37 Como subraya el eminente profesor, este método de reeducación muscular excede el marco de las secuelas poliomielíticas y permite luchar contra las enfermedades que comprometen la motricidad. La talasoterapia en Alemania Los alemanes inspirados en Roscoff crearon en los mares del Norte y en el Báltico una red de establecimientos marinos. El Abecé de la terapéutica marina muestra notables estudios que los médicos alemanes poseían sobre la práctica de la talasoterapia, ya que en esta terapéutica empleaban agua de mar caliente no solo en forma de baños y duchas, sino también en inhalaciones como aerosol. Todo este movimiento repercutió en la gran prensa, la que duplicó la información sobre los trabajos de Quinton sobre la talasoterapia. Se dieron cuenta de que el primer dispensario que él creó en París, en 1907, en la calle de L’Arrivée, existía todavía, y en 1958, con ocasión de cumplirse el cincuentenario de este, se reunió allí el ministro de Sanidad, representado por el profesor Jaonnon de la Facultad de Medicina y subsecretario de dicho Ministerio, quien declaró: Nos hemos reunido para admirar, con un retroceso de medio siglo, la vida y la obra de René Quinton… la gran cofradía médica lo acoge. La medicina lo adopta. No creemos paradójico ver, en el agua de mar, el suero mismo de la vida orgánica, es decir, un medio de restituir a las células su actividad desaparecida o disminuida, de renovar la parte mineral de su caldo de cultivo alterado, cualquiera que sea la causa que haya producido esta alteración. Las sales marinas reconstituyen el medio vital alterado en su importante individualidad mineral7. 7 SIMON, Robert. Aplications thérapeutiques de l’eau de mer. Paris: Masson, 1907. 38 Nos Quedaba el Mar Y agregó: (…) de muy buena gana haremos entrar su existencia en la historia de la medicina. Sin embargo, atención: el historiador no se preocupa solo del pasado, se interesa también por el presente e incluso por el futuro, por las próximas perspectivas, por las constantes que hallará. Ahora bien, ¿cómo vamos a ver si Quinton importa principalmente al pasado de la medicina, o si el sabio que fue importa principalmente al futuro de la medicina?8. Antes de 1914, un gran número de médicos, así como de profesores de facultad, experimentaron el Método Marino de diversas formas, incluso dedicaron muchas tesis para el Doctorado en Medicina. Este cuerpo médico había asimilado el principio mismo del Método. La investigación había dado la razón al profesor Joannon, ya que, desde finales de 1956, la celuloterapia encontró una amplificación considerable de sus resultados con el redescubrimiento de los trabajos de Quinton. El doctor Pierre Colinet explica en la carta publicada en Le secret de nos origines, de André Mahé: Antes de emplear el agua de mar utilizábamos el suero de Locke-Ringer que había sido elegido por Niehans y colaboradores como el suero más semejante al fisiológico normal. Hemos debido emplear el agua de mar, debido a las manifestaciones locales (induraciones, trastornos de la absorción, dolores musculares) y las manifestaciones generales, estado de choque inmediato después de la inyección o a la media hora siguiente y una elevación de la temperatura en ausencia de cualquier elemento infeccioso que nos obligaba a esperar 8 Ibíd. Laureano Domínguez 39 prácticamente toda una semana, mientras que, ahora, con raras excepciones, los conservamos unas cincuenta horas. Además, el agua de mar permite la supervivencia de las células frescas desde su salida del laboratorio y durante la media hora en la que es administrada al paciente9. Un poco más tarde, el doctor Le Gac introdujo el Método Marino de Quinton en su tratamiento de la esclerosis en placas. Esto sucedió más o menos en el momento en que en Roscoff renacía la talasoterapia, cuando se puso en evidencia el poder antibiótico del agua de mar. Este descubrimiento fue objeto de comunicaciones a la Academia de Medicina en 1952 y 1953 por el profesor Tanon. Estas aportaciones se apoyaban en las experiencias de tres sabios franceses, Heim de Balzac, Bertozzi y Goudin, que habían comprobado la notable acción antibiótica del agua de mar sobre los gérmenes que proliferan especialmente en los intestinos: colibacilo, bacilo tífico de Eberth, paratíficos A y B, bacilo disentérico, enterococo, entre otros. Es interesante subrayar que el agua de mar solo es bactericida en relación con las bacterias patógenas, es decir, aquellas que son nocivas a los seres vivientes superiores. El poder antibiótico del agua de mar fue experimentado y después empleado en clínica humana por el doctor La Farge. Ahora bien, el agua de mar no es un medicamento fabricado que pueda ser superado por un nuevo producto de laboratorio; es un agente natural, un elemento propio para las necesidades de la célula viva. 9 MAHÉ, André. Op. cit. 40 Nos Quedaba el Mar Las principales indicaciones del Método Marino están en las enfermedades de la infancia, la enteritis coleriforme o tóxica, las enfermedades gastrointestinales, la atrepsia, la intolerancia a la lactosa, las hipotrofias y la incontinencia de orina en los niños mayores. En los adultos, este método se emplea en tuberculosis pulmonar, trastornos digestivos, dermatosis, enfermedades ginecológicas, trastornos mentales y neurosis, intoxicaciones agudas, astenia, insomnio, hemorragias, senectud precoz y tratamiento prenatal. Y desde hace algunos años, como sustitución de la penicilina. Al principio, Quinton y sus colaboradores administraban dosis muy fuertes, de 500 c.c., 600 c.c. y a veces 700 c.c. para una sola aplicación. Un hecho que sorprende es el resultado sensacional obtenido en los lactantes, ya que se les suministra dosis hasta de 200 c.c., mañana y tarde, para un pequeño cuerpo que no pesa más de 3 a 6 kilogramos. Los oligoelementos Gabriel Bertrand, sin recurrir a la energética, llamó oligoelementos a los cuerpos raros encontrados por Quinton en el agua de mar; entendidos estos como un organismo animal o vegetal que produce una reacción y no aparece en el resultado final (átomos catalíticos). Esta definición se puede completar con la del médico alemán Friedrich Khan, cuando afirma que el principio de la vida está representado por un motor de agua de mar, puesto en movimiento por la fuerza eléctrica de las sales marinas; estas últimas son los electrolitos, es decir, que se hallan cargados de energía eléctrica y la transportan. En aquella época aún no se conocía la oligoterapia. Sin embargo, La Farge indica que el baño de agua de mar caliente es: Laureano Domínguez 41 (...) esencialmente mineral, de una riqueza de mineralización incomparable, el baño de mar caliente, sobre todo cuando es general y prolongado, posee efectos químicos que proporcionan un poder terapéutico cuyo empleo se encuentra todavía por debajo de lo que cabe esperar. Aunque no sea más que en ínfimas proporciones, la piel absorbe las partículas minerales del agua de mar. Efectivamente, la piel es permeable a los iones, permeabilidad que se halla favorecida por el calor. De esta forma se produce, progresivamente, entre el tegumento y el agua marina, un intercambio de sustancias, un intercambio de iones10. Por su parte, Bagoi añade: El agua de mar hipertónica, radiactiva, viviente contiene todos los elementos histoquímicos que pueden actuar biológicamente sobre los tejidos. Por irritación de los receptoresperiféricos, el agua estimula y solicita la actividad de la célula nerviosa. Quizá se le añadan fenómenos de ósmosis y de difusión, dando lugar, a través de la piel, a los intercambios entre dos medios orgánicos en presencia11. Por otra parte, Winkler manifiesta: Cuanto más se aleja la temperatura, en uno u otro sentido del punto neutro de 35 grados, más intensas son las repercusiones sobre las regulaciones de la circulación y del metabolismo que se producen entre los sistemas simpático y parasimpático. Todavía no se ha conseguido explicar completamente esta acción originada por la composición química de los baños y los de agua de mar. Algunos lo atribuyen a la absorción de partículas minerales, incluso en proporciones ínfimas. La mejoría del dolor en los reumatismos y en las neuralgias, es sin duda un efecto iónico que modifica la carga eléctrica de la piel12. 10 LA FARGE, Georges. La santé par la mer. Paris: Vigot, 1961. 11 BAGOI, René. Revue de Rhumatologie, 1949. 12 WINKLER, de Norderney. El abecé de la terapéutica marina. París: Embajada de la República de Alemania. 1954. 42 Nos Quedaba el Mar Los precursores de la talasoterapia preconizaban que era necesario llevar a los enfermos a los litorales marinos para que respiraran el aire altamente ionizado o bañarlos en las playas; y posteriormente, se introdujo la costumbre de trasladarlos a establecimientos creados para los tratamientos respectivos. Revisando la historia de estos lugares, es posible constatar que en ese tiempo se utilizaban sales de síntesis con agua a 37 °C. Llegué a conocer “hospitales marinos” donde se simulaban los beneficios del agua de mar. El hospital para niños en San Pedro, Montpellier, es un ejemplo de ello, pues el mar estaba a pocos metros. Largas y pesadas discusiones se dieron sobre el poder de fijación de patógenos en el agua de mar. Los obsesionados por la asepsia, a veces ganaban la discusión; otras veces, tomaban prelación quienes defendían la capacidad del agua de mar para detener la proliferación de bacterias patógenas. Al final del debate, la única perdedora fue la humanidad, porque poco a poco se entronizaron los miedos, dando lugar al cierre de muchos centros de talasoterapia y de playas, para dar paso a la microfiltración del agua de mar y venderla en ampollas esterilizadas, con acceso excluyente, distribuidas a través de las farmacias. Cuando se me pidió que participara en la publicación de libros u otras formas de difusión sobre el agua de mar, no lo hice porque no era el momento de cantar victoria, ni proclamar conclusiones sin la evidencia clínica. Había que desatar un río marino, literalmente, en núcleos poblacionales y observar resultados. El experimento llevó más de veinte años, tiempo en el que observé el extraño comportamiento humano frente a su matriz primigenia. Podría aseverar que los intereses económicos llevaron a parcelar el agua de mar, ignorando de paso su generosidad, abundancia, bioseguridad y sabiduría. Laureano Domínguez 43 Desde que Quinton irrumpió en el escenario del Método Marino, la historia ha presentado un ir y venir de aciertos y errores, simetrías y asimetrías, es como se ha escrito el desarrollo de la biología. Sin embargo, la lógica se impone. Es increíble cómo damos vueltas y vueltas, cuando las cosas son tan sencillas. Tienen que pasar varias generaciones para que una idea simple, pero eficaz, se posicione para que sea propiedad de la gente, útil a su desarrollo y armonía biológica. Pero todo llega en su momento. Decadencia de la talasoterapia Poco tiempo antes de la Primera Guerra Mundial, la talasoterapia ocupó un lugar importante entre los médicos terapeutas. El término talasoterapia aparecía a menudo en la gran prensa, había despertado el interés del público por las posibilidades del tratamiento marino. Se conocía principalmente el método de Quinton, pero la creación de establecimientos marinos planteaba problemas a la técnica de aquel tiempo, ya que el agua de mar caliente posee alta acción corrosiva sobre los materiales utilizados en las calderas, canalizaciones y revestimientos, y la obligación de renovar con frecuencia una parte del material, lo cual hacía difícil su aplicación. ¿Puede ser esta una de las causas de la decadencia de la talasoterapia? La talasoterapia se vio truncada por la aparición de la quimioterapia, a tal punto que desapareció poco tiempo después. Entre 1919 y 1950 triunfó la invasión fulminante de la quimioterapia. 44 Nos Quedaba el Mar El Instituto Marino de Roscoff, que había logrado mantenerse hasta 1939, fue ocupado por los alemanes que lo utilizaron como depósito de municiones, y poco después, en su retirada, fue destruido. Así desapareció el último bastión de la talasoterapia. Incluso el mismo nombre quedó relegado al olvido. Sin embargo, ha sido Roscoff quien, al renacer de sus cenizas, tuvo ocasión de devolverle la fuerza a la talasoterapia. El fundador del Instituto Marino había muerto durante la ocupación, pero su hijo, el doctor René Bagot, emprendió la tarea de reconstruirlo. El instituto pudo abrirse de nuevo algunas semanas antes del término de la temporada de 1953 y durante 1954, de mayo a septiembre. A pesar de todo, en junio de 1955, el establecimiento era escasamente frecuentado. Pero algo había cambiado en la mentalidad del público, como reacción a los propósitos de la gran prensa que, antes de la guerra, no se había preocupado por el Instituto Marino. A finales de julio de 1955, se publicó un reportaje sobre Roscoff, el cual obtuvo un éxito considerable y fue el origen no solamente del relanzamiento del instituto, sino del movimiento para desarrollar la talasoterapia en Francia13. La reacción del público, demostrada en miles de cartas que solicitaban información y la invasión inmediata del instituto por enfermos, puso en evidencia ciertas realidades que empezaban a imponerse. En una determinada parte de este gran público, la quimioterapia perdía terreno, se estaba operando un viraje en favor de terapéuticas que tenían un carácter diferente y, en particular, hacia aquellas que empleaban los agentes naturales. 13 MAHÉ, André. Cures à l’eau de mer chaude en Bretagne. En: Constellation. Agosto 1955. Laureano Domínguez 45 Desde la antigüedad se conocen los poderes terapéuticos del líquido marino. Cuatro siglos antes de Jesucristo, los sacerdotes egipcios trataron y curaron al filósofo Platón. De él se cree que surgió la expresión: “El mar lava todos los males del hombre”. En la Edad Media, los humanos sintieron horror por el mar. En el siglo XVI, Ambroise Paré intentó, en vano, rehabilitar el concepto. Solo en el siglo XVIII se prestó nuevamente atención a la matriz original. En 1750, el médico inglés Richard Russel afirmó: Las poblaciones costeras que se alimentan del mar son las más simpáticas. Instintivamente presentan un gran poder vital. El agua de mar sorprendía, en primer lugar, por su virtud purgativa. Habían observado muy bien que esta laxación ayudaba a neutralizar las escrófulas y a combatir las heridas resultantes. Creían que su sabor amargo era excelente contra las lombrices que atormentaban a los niños. Pero Russel no se contentó con ensalzar los efectos del áspero clima de las costas británicas, también preconizó los baños de oleaje, lo que debía parecer espantoso en aquella época, y aconsejaba, además, beber agua de mar. A lo largo del siglo XIX, aparecen algunas iniciativas que tienen por objeto aplicar los consejos médicos del inglés, pero fue la climoterapia marina la que más interesó en esta primera fase. La talasoterapia se vio truncada por la aparición de la quimioterapia, a tal punto que desapareció poco tiempo después. Entre 1919 y 1950 triunfó la invasión fulminante de la quimioterapia. A finales de julio de 1955, se publicó un reportaje sobre Roscoff, el cual obtuvo un éxito considerable y fue el origen no solamentedel relanzamiento del instituto, sino del movimiento para desarrollar la talasoterapia en Francia. 46 Nos Quedaba el Mar Hacia 1850, en Pas-de-Calais (Francia) se observó que los niños raquíticos y escrofulosos, confiados a las educadoras se transformaban rápidamente y en el período de seis meses a un año, recobraban la salud. Se dieron cuenta de que cada mañana la buena nodriza transportaba a sus pequeños a unos 1500 metros hasta la playa. Allí los desnudaba, bañaba, lavaba sus heridas con agua de mar y los dejaba correr medio desnudos por la arena. Esta experiencia fue tan concluyente que lo citaron en su informe anual. La asistencia pública hizo construir en la playa su primer hospital con 40 camas. Los buenos resultados se confirmaron, y se amplió la capacidad del hospital hasta 100 camas y, más tarde, se construyó otro14. La creación de estos hospitales muestra, de forma sorprendente, cómo el empirismo popular conoce y transmite la sabiduría de la naturaleza olvidada por la medicina. Los resultados obtenidos en el hospital de Berck fueron reconocidos y utilizados ampliamente en la segunda mitad del siglo XIX y al mismo tiempo tuvieron lugar los ensayos, atrevidos, por cierto, en aquella época, sobre la helioterapia marina. Algunos balnearios instalaron baños de mar calientes para ciudadanos frioleros o delicados. La cura de agua de mar por ingesta, parte del arsenal de los talasoterapeutas alemanes, fue casi desconocida en Francia por mucho tiempo. Valdría la pena saber si el doctor Bensch, director del establecimiento de Borkum (aprobado por el doctor La Farge) tiene razón cuando afirma que una ingesta de agua de mar multiplica por 8 o 10 el contenido de magnesio en la sangre, en pocas semanas; y que esta cura “no solamente tiene el poder de restablecer el metabolismo mineral alterado, 14 LA FARGE, Georges. Op. cit. Laureano Domínguez 47 sino que, al mismo tiempo, hace desaparecer los trastornos funcionales que desequilibran el sistema vegetativo y el metabolismo hormonal”15. ¿Por qué no se promueven investigaciones? Muchos reumatólogos se desentienden cuando se citan casos de recuperación con agua de mar porque se limitan a verlos sin profundizar en la investigación. Los miles de enfermos, incluso docenas de millares que, desde 1955 han sido tratados en los establecimientos marinos franceses, constituyen una excelente base para la comprobación del impacto positivo del agua de mar en la salud pública. Otra evidencia clínica irrefutable es el tratamiento de los trastornos neurovegetativos con agua de mar. En este aspecto encontramos también que las estadísticas alemanas son muy buenas y completas y deberían hacer reflexionar a los poderes públicos, no solo por razones de sanidad, sino también en función de las cargas cada vez más elevadas de la seguridad social. De cien pacientes enviados por las cajas de seguros sociales para pasar de cuatro a seis semanas en Norderney, noventa y ocho pudieron reintegrarse a su trabajo: setenta y dos con muy buenos resultados, sin trastornos; veintidós con buenos resultados (algunos trastornos ocasionales); cuatro con resultados satisfactorios (algunos trastornos patológicos) y sólo dos no presentaron ninguna mejoría16. Ciertas enfermedades de la mujer, como los trastornos de la menstruación, pueden beneficiarse del tratamiento marino. 15 ZURCHE. Op. cit. 16 Íbid. 48 Nos Quedaba el Mar En este terreno se pueden confrontar fácilmente los resultados, pues a pesar de los obstáculos, la ginecología se enriquecería con las posibilidades que ofrece el mar. La Farge insiste sobre el amplio campo de aplicación que las prácticas talasoterapéuticas ofrecen a la dermatología. El mar es literalmente un agua de juventud. Aquí también La Farge subraya el papel que la cura marina puede desempeñar en la lucha contra la senectud prematura. Sus desarrollos científicos, que ningún médico debería ignorar, alcanzan los arrebatos líricos de Eugene Jules Michelet en su clarividente libro El mar, en el que se encuentra ya en potencia la talasoterapia. Con sus trabajos y su obra, La Farge ocupa un lugar entre los “descubridores del mar”: Richard Russel, Eugéne Jules Michelet, René Quinton y Louis Bagot. Particularmente en Francia, la Segunda Guerra Mundial marcó el golpe decisivo al elemento que salvaguardaba una esperanza de dar fuerza a la talasoterapia, cuando Quinton parecía definitivamente olvidado. He aquí lo que el doctor Fouqué, de Lyon, escribió en 1955: “Hace 30 años que Quinton desapareció y escribió en su adolescencia: ‘lo que quedará de nosotros unos lustros después de nuestra muerte, es lo que importa’, parece haberse disipado en el olvido junto con su obra’. Los miles de enfermos, incluso docenas de millares que desde 1955 han sido tratados en los establecimientos marinos franceses, constituyen una excelente base para la comprobación del impacto positivo del agua de mar en la salud pública. Otra evidencia clínica irrefutable es el tratamiento de los trastornos neurovegetativos con agua de mar. Laureano Domínguez 49 René Quinton siempre tuvo la más profunda estima por los trabajos de Louis Pasteur, a pesar de que este exploraba un camino inverso y consagró su vida a descubrir el microbio y el agente patógeno. Quinton, por su parte, formuló el nivel fundamental del medio interno contra este agente. Precisamente, fue Eugéne Jules Michelet quien anunció el principio de la talasoterapia, mientras que Quinton pronosticó el nacimiento de los dispensarios marinos; de esta forma se da la bienvenida a los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar. Es increíble observar cómo se manifiesta el instinto de sobrevivencia cuando se agota la provisión de agua de mar. Considero, entonces, que esta es una de las tantas vueltas al mar, al origen. Al igual que Quinton, cuando decía sentir vértigo por haber creado un puente entre las eras (persistencia del medio marino en la evolución), yo vivo y disfruto la observación de una de esas tantas vueltas a casa, en el sin tiempo. La Ley de Constancia General de Quinton La Ley de Constancia General indica que la vida animal aparecida primero en estado de célula en el mar, en condiciones físicoquímicas determinadas, tiende a mantenerse por su elevado funcionamiento celular, en las condiciones de sus orígenes. Esta ley escandalizó a la sociedad académica, ya que iba contra la concepción darwiniana acerca de la evolución. Quinton no niega la evolución, pero aclara que no está determinada únicamente por las fuerzas exteriores. Para él, el mundo viviente evoluciona suavemente en la medida que asimila los cambios en el ambiente exterior, adaptándose a ellos. Rechaza que la materia viviente sea solo una sustancia plástica, plegándose, para sobrevivir, al juego de las fuerzas 50 Nos Quedaba el Mar ciegas e incoherentes del universo físico; el poder consustancial de adaptación que le confiere a la célula su origen marino pone los cimientos de la evolución natural, que de esta manera no es un simple azar. Para Quinton, la evolución no es una obediencia a las fuerzas hostiles del cosmos, sino una insurrección de la vida contra el conjunto de fuerzas que le sean perjudiciales. En su evolución, la célula rechaza los eventos de adaptación que comportan decadencia: construye barreras, gracias a formas y aparatos fisiológicos nuevos, suscitando victorias definitivas sobre las condiciones adversas, gracias a la persistencia del medio marino en sus procesos vitales. De esta forma, Quinton complementa a Darwin demostrando que, si las formas anatómicas son cambiantes, es precisamente para permitir a los valores biológicos mantenerse en su plena intensidad. En octubre de 1906, después de la publicación de la obra El agua de mar, medio orgánico, Pierre Dastrese, discípulo predilecto de Claude Bernard y secretario de la Academia de Ciencias, presentó la teoría quintonianaen el Instituto de Francia y concluyó: “Darwin nos enseña que la obediencia a la Ley de Adaptación rige las formas de los animales. Quinton, por su parte, enseña que la resistencia a la adaptación rige la vida animal”. En conclusiòn, medio siglo antes de Erwin Schrödinger y su escuela, Quinton demostró, por medio de la biología, que la segunda Ley de la Termodinámica no es aplicable al mundo viviente, y que la vida, lejos de obedecer al proceso entrópico definido por Carnot-Clausius, se nutre para crear justamente un proceso contrario, antrópico. Laureano Domínguez 51 La necesidad, como la experiencia, es la madre de la ciencia. Método social MedicinaY Marino “La historia está escrita en nuestros huesos, y la sal de nuestra sangre está vinculada a un mar antiguo. Así vive en nosotros el pasado…”. Teoría General del Atavismo Laureano Domínguez 53 U n día, Luis Fernando Correa, médico director del hospital de Sonsón (Antioquia, Colombia), recibió un extenso mensaje y al leerlo meneó la cabeza de manera desconsolada y con aire de impotencia. La hermana Nelly Álvarez, quien en ese entonces trabajaba sola, en una región agreste de la costa Pacífica colombiana, a muchos kilómetros de distancia, pedía consejo sobre el tratamiento de cuatro niños atacados por una enfermedad extraña, cuyos síntomas ella describía. El médico contestó a la carrera: “Poliomielitis, parálisis infantil, no hay remedio conocido, haga lo que pueda”. Un año después, la hermana Nelly, alta, robusta, tostada por el sol y el viento regresó de las lejanas tierras donde había servido de enfermera, partera y médica a las pocas familias que vivían a sus anchas por el litoral marítimo. El doctor Correa le preguntó con sumo interés y curiosidad científica por los enfermos de poliomielitis. —Después hubo otros dos más graves que los primeros —contestó la joven enfermera—, pero los seis ya están bien. —¡Magnífico! —exclamó el médico—. ¿Y quedaron los niños muy lisiados o impedidos? —¡No quedaron lisiados, de ningún modo, doctor! Están en perfecto estado, normal. 54 Nos Quedaba el Mar El médico miró fijamente a la hermana Nelly. Luego sacó de un archivo la nota que ella le había puesto, y al leerla dijo: —Estos casos parecen muy serios. Algunos de ellos han llegado ya al período de parálisis. ¡Vaya, hermana! Casos como estos no se curan completamente. —¡Pero estos niños están perfectamente bien! —repitió la enfermera con firmeza, sonriendo ligeramente. —¿Y usted qué hizo? —preguntó el galeno cada vez más entusiasmado. —Pues me serví de lo que tenía —contestó ella—, agua de mar, calor, frazadas y mis propias manos. Los niños se curaron. Aún incrédulo, el doctor Correa llevó apresuradamente a la enfermera al hospital. En una camilla blanca estaba tendido un chiquillo con las piernas entablilladas y la carita demostraba mucho dolor. —Este es un caso nuevo —dijo el doctor—. Lo pongo enteramente en sus manos. Muéstrenos ahora lo que usted hizo. Los médicos y las enfermeras se agruparon alrededor de la cama a ver qué resultaba del inusitado modo de proceder. Sin darles tiempo para discutir, la hermana Nelly quitó suavemente las tablillas y vendas que aprisionaban los miembros pálidos y —¿Y usted qué hizo? —preguntó el galeno cada vez más entusiasmado. —Pues me serví de lo que tenía —contestó ella—, agua de mar, calor, frazadas y mis propias manos. La hermana Nelly quitó suavemente las tablillas y vendas que aprisionaban los miembros pálidos y doloridos del niño. Luego pidió agua de mar caliente (por ese entonces, el agua de mar brotaba por los grifos, en cada casa) y una frazada gruesa, la cortó y rasgó en tiras anchas, las metió en el agua de mar y envolvió en ellas las piernas del pequeño. Tan pronto como las tiras se enfriaban, las reemplazaba por otras calientes. Así, la hermana Nelly, sola y sin más guías que su ingenio e intuición, comenzó su heroica campaña contra la cruel y devastadora poliomielitis. Laureano Domínguez 55 adoloridos del niño. Luego pidió agua de mar caliente (por ese entonces, el agua de mar brotaba por los grifos, en cada casa) y una frazada gruesa, la cortó y rasgó en tiras anchas, las metió en el agua de mar y envolvió en ellas las piernas del pequeño. Tan pronto como las tiras se enfriaban, las reemplazaba por otras calientes. Con gran sorpresa de todos, el chiquillo empezó pronto a restablecerse y al cabo de pocos días, las piernas no le dolían, tampoco las tenía lastimadas. La piel, antes pálida y encogida, recobró su color y vitalidad. Luego, la hermana Nelly comenzó a moverle las piernas y los brazos, a masajear los músculos. Más tarde, ayudándolo un poco, hizo que él mismo comenzara a mover todo su cuerpo. Pocas semanas después, el chiquillo corría, saltaba y jugaba como si nada le hubiera acontecido. Así, la hermana Nelly, sola y sin más guías que su ingenio e intuición, comenzó su heroica campaña contra la cruel y devastadora poliomielitis o parálisis infantil. Dedicó toda su vida a cuidar enfermos, exponer y demostrar sus métodos a los médicos, enseñándolos a otras enfermeras y extendiendo, con el celo de un misionero, el interés en la curación de la terrible enfermedad. Pocos médicos saben que, durante toda su vida, la hermana Nelly no ha aceptado ni un centavo por sus servicios, tampoco sueldo, honorarios, dádivas, ni nada por el estilo. Algunas de las pocas personas que saben esto, preguntan: ¿De qué vive la hermana Nelly? De una modesta renta que basta para satisfacer sus sencillas necesidades. “La misión de la hermana Nelly”, dicen los médicos del Hospital General, ha sido altruista. Ella no busca dinero ni gloria, lo único que pide es que se sigan sus enseñanzas a fin de aliviar a los niños y promover su bienestar. 56 Nos Quedaba el Mar A ella se le paga con una moneda intangible que vale mucho más que la moneda ordinaria: la oración con que todos los niños de la localidad empiezan cada día sus tareas escolares, con la que ruegan por la buena hermana Nelly y su noble labor. Por aquel tiempo, en otra población, se estableció el primer dispensario marino. El pueblo inauguró el parque, donde se han plantado los árboles favoritos de la hermana. Frente a la tarima, durante la ceremonia de aquel día, se hallaba como espectador entusiasta y reverente, conmovido hasta lo más profundo de su corazón, un eminente científico, ampliamente conocido en el país. Era uno de los “Niños del Mar” de hace años: el primer paciente de poliomielitis curado por la hermana Nelly. *** Un médico cirujano egresado de la Universidad de Antioquia (1981), vive y ejerce su profesión en La Ceja (Antioquia, Colombia). Desde hace veintitrés años se ha preocupado por el estado de algunos pacientes con úlceras varicosas, muchas de estas infectadas. Su dedicación lo ha llevado a atender más de 40.000 pacientes con esta patología. Con un grupo de cinco pacientes, el galeno decidió el tratamiento con agua de mar, luego de conocer las bondades de este maravilloso líquido. Él, durante dos meses consecutivos, observó a estos cinco pacientes con resultados halagadores, pues tres de ellos cerraron sus heridas y en dos, se disminuyó el tamaño de estas. Una mujer de sesenta y seis años, con úlceras de treinta y ocho años de evolución, en ambas piernas, al cabo de dos meses de tratamiento, logró sanarse. Aún falta mucho por estudiar, observar e investigar a fin de aprovechar al máximo este maravilloso elemento que Dios ha puesto de manera gratuita a nuestro alcance en la naturaleza. Laureano Domínguez 57 Prácticas terapéuticas del Método Marino Experiencia de sustitución de sangre por agua de mar en Laguna, Islas Canarias (entrevista). Entre 1974 y 1975, en la Universidad de La Laguna, Islas Canarias, se desarrollaron investigaciones en la Facultad de Medicina, áreas de Fisiología y Endocrinología Analítica. En estos estudios, la sustituciónde sangre en perros por agua de mar mostró que la hematopoyesis es reforzada hasta el punto de que los caninos tratados recuperaron su dotación sanguínea normal en un tiempo de siete a nueve días, tras haber sido sangrados hasta provocarles un shock hipovolémico, lo que significó extraer aproximadamente el 75% de la sangre de cada animal. De otro lado, estudios realizados en el Departamento de Alergia del Hospital Central Unitika de la Prefectura de Kyoto, Japón, se encontró que la ingestión de agua de mar disminuyó el tiempo del flujo sanguíneo total; además, la presión arterial sistólica y diastólica. Los mismos investigadores demostraron que la ingesta de agua de mar disminuyó las respuestas alérgicas cutáneas, los niveles séricos de IgE total, las tasas de IgE específicas al polen de cedro japonés, así como las tasas de interleukina 4, 6, 13 y 18 en sujetos enfermos que padecían rinitis alérgica. Concluyeron que tomar agua de mar podría ser útil y efectivo en el tratamiento de enfermos con trastornos alérgicos. 58 Nos Quedaba el Mar Hay un renovado interés por el estudio del agua de mar. Se han empezado a estudiar sus principios activos, antibióticos, antiinflamatorios, antitumorales, además de sus propiedades nutricionales. Está claro para qué sirve el agua de mar, desde el punto de vista clínico. Lo único que hace falta es que el agua de mar llegue a las casas. Si esto sucede, desde el momento mismo de abrir una llave de agua de mar en una casa o vaciar el inodoro con agua de mar, esto ya supone una revolución desde el punto de vista medioambiental. Automáticamente se está dando inicio al tratamiento de aguas residuales, al aportar más oxígeno y otros gases nobles al paisaje, y crear fuentes de compostaje de una insospechada riqueza biógena. Es exactamente lo que vieron los alemanes, ingleses, rusos, italianos y franceses en la llamada talasoterapia, solo que esta vez se hará en cada casa. La llave de la cocina, cuando se use el agua de mar en la preparación de alimentos, será el primer sistema masivo de medicina preventiva. Es indudable que el agua de mar tiene aplicación en todos los sistemas económicos por ser un método natural, inocuo, efectivo, que no introduce en el organismo elementos modificados por técnicas de síntesis químicas, tiene cero costo y alta efectividad. El agua de mar puede llegar a las más amplias capas sociales. Basta un mínimo de disposición y organización de grupos de base, además de voluntad política de los gobiernos, para lograr el ahorro de recursos en salud pública y un bienestar colectivo. Laureano Domínguez 59 Perspectiva social y terapéutica El agua de mar es, desde el punto de vista social, un método para el manejo de diversas enfermedades. Aunque su principal aplicación en la medicina preventiva es también una herramienta fundamental en la atención primaria de salud. Puede revolucionar aspectos claves en la nutrición y la terapéutica al contrarrestar de forma efectiva el daño oxidativo molecular, específicamente en moléculas en el ADN, por la acción de radicales libres. La llamada memoria del agua se refleja en nuestro organismo, desde el nivel celular y la composición e historia evolutiva del mismo. La información contenida en la célula, en nuestros genes y cromosomas no solo es más vieja que nosotros, sino que marca el camino de la evolución y la constancia de la vida, en lo que tiene de esencial. Desde esos niveles hasta lo que somos en realidad estamos influenciados por la relación del agua de mar, su permanencia en lo vivo y, en nuestro caso, en la serie zoológica. En nuestro entorno, el ser humano forma parte interactiva de un todo orgánico vivo que constituye la biosfera en la que nos desarrollamos, donde el mar ocupa un lugar importantísimo, tanto por su extensión como por su actividad e influencia determinantes. De hecho, la Teoría General de Sistemas, enunciada por el biólogo Bertalanffy en 1932, plantea que los seres vivos están organizados como totalidades inseparables de su medio ambiente, donde el todo constituye algo más que la suma de las partes. Aplicándolo al ser humano, este es un biosistema perfecto compuesto por subsistemas que a la vez forma parte de otro biosistema de orden superior: el medio ambiente, con el cual interactúa a nivel físico, químico y energético. Este medio 60 Nos Quedaba el Mar ambiente incluye los sistemas de la naturaleza, mar, tierra y aire, el espacio sociocultural, económico y político donde vivimos; la familia, el vecindario, la población, el municipio, la provincia, la nación, el continente, el hemisferio, el planeta, el sistema solar, la galaxia... Todo influye, todo está interconectado a tal punto que la expresión “Barrio Cósmico”, referida al sistema solar, es cada vez más usual entre los niños. Gracias al desarrollo de la físico-astronomía estamos creando más puentes entre las grandes distancias interestelares. Quinton dijo sentir vértigo cuando estableció este tipo de relaciones entre las eras de la evolución. No es suficiente proponer que el individuo sea el artífice de su bienestar. Las investigaciones modernas evidencian que el 50% del mejoramiento de la salud poblacional depende del estilo de vida de las personas; el 20% de la genética de las poblaciones; el otro 20% del estado del medio ambiente y solo el 10% de la salud pública (atención médica). Ello obliga a una reestructuración profunda de esta última, con el paso decidido a la orientación socio-profiláctica, a la intensificación del proceso médico-sanitario, al rescate de métodos valiosos y efectivos de la medicina natural y tradicional, y a la humanización de esta. Tales orientaciones no tienen otras alternativas de éxito. Estilo de vida de las personas Una observación que puede aportar al debate es la que hicimos en el dispensario marino de Los Chircales (sur de Bogotá, capital de Colombia) donde nuestro objetivo era evaluar medidas antropométricas en niños consumidores de tres vasos de agua de mar al día. El ambiente donde ellos crecían no era el más armonioso. Y uno de los factores de desequilibrio Laureano Domínguez 61 de la armonía en familia, cuando la había, era una marcada tendencia al consumo de bebidas alcohólicas de los mayores y los jóvenes. Tal vez por la evolución favorable de los niños es que los adultos, a hurtadillas, decidieron consumir también agua de mar. Además, las señoras preparaban los alimentos con esta. Con el tiempo, se disminuyó el consumo de alcohol y los responsables del dispensario reportaron algunos casos de abstinencia. Según Quinton, después de realizado con éxito el tratamiento prenatal en París, la predisposición genética a ciertas Experiencia con agua de mar en el barrio Los Chircales de Bogotá (entrevista). taras se puede corregir. Cuanto más temprana se haga la intervención con agua de mar, más esperanzas existen de mejorar la genética. Recordemos que él intervino directamente a bebés en sus primeros meses después de la gestación. En el caso de Los Chircales, se logró la cura de enanismo y el desarrollo armónico de los niños en ese lugar. Relación con el medio ambiente y la salud pública Tomemos el caso del aire contaminado en Medellín (Colombia). Este sería purificado con la capacidad natural del agua de mar para ionizarlo. De hecho, en Senegal se hizo un pilotaje cuando enseñé a los niños de la escuela del pueblo de Pointe Saréne, a 120 kilómetros de Dakar, a hacer sus propios jardines de halófilas: Batis Marítima (halofíticos con hojas carnosas), Sesuvium Porthulacastrum (verdolaga de playa), Salicornia (herbáceas 62 Nos Quedaba el Mar suculentas)… Que no solo dieron colorido al paisaje, sino que hicieron el aire más fresco y rico, el suelo productivo y húmedo, y el paisaje habitado por especies que habían desaparecido del lugar. El humedal Marino de Torre Flavia, cerca de Roma, y otros muchos ejemplos en los litorales
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