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LIBRO NOS-QUEDABA-EL-MAR_VIRTUAL (3)

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Nos quedaba el mar
© Laureano Alberto Domínguez Ruiz
laldormar@gmail.com
Diseño e impresión: El Bando Creativo
Primera edición, julio de 2021
Cali - Colombia
Derechos reservados. Se pueden hacer referencias textuales de la obra 
para fines culturales, académicos y educativos sin ninguna restricción, 
solamente mencionando el título, el autor de la obra y la página.
Domínguez, Laureano 
Nos quedaba el mar / Laureano Domínguez - Cali, 
Colombia. Julio 2021. 258 páginas. 38 fotografías.
ISBN: 978-958-49-2625-8
1. Antecedentes de la práctica terapéutica con agua de mar. 
2. Método marino. 3. Dispensarios marinos. 4. Casos clínicos. 
5. Efectos del agua de mar en el organismo. 6. Sistemas de Impulsión 
de Agua de Mar. 7. Oasis marinos. 8. Historia del Método Marino.
Del mar somos, 
al mar volvemos 
Mi padre, Joaquín Pablo Domínguez López, y mi madre, Lucila 
Ruiz Echeverri, siempre vieron a la familia como Dios la concibió: 
una unidad perfecta de sangre y alma. Por ello, ante la crisis 
mundial por la que atraviesa esta Divina institución, base de una 
sociedad sana, elevo una humilde súplica, lo hago a nombre de 
mis siete hermanos. Todos y cada uno, desde su historia personal, 
pero sobre todo como manojo sagrado de nuestros adorados 
padres. Ellos han sido baluartes en el desarrollo del Método 
Marino que se empieza a estructurar con esta primera entrega de 
Nos quedaba el mar. 
A mis hermanos, Francisco de Paula, Carmen Lucía, Eugenio, 
Margarita María, Matilde Elena, Juan Carlos y Luis Orlando. 
Dedico este libro a mi adorada Sirenita, que es como siempre he 
llamado a Sofía, mi hija menor, y a Luciana Domínguez Martínez, 
mi nietecita. Legarles a ellas la misión que su abuelo y bisabuelo 
me encomendaron, me ha mantenido vivo.
Dedicatoria
Quiero que la familia siga siendo la garante que 
salvaguarde las grandes ideas en favor de la humanidad.
Al padre José Darío Soto Soto, Elena SolyMar, Juan 
Sebastián Bedoya Arévalo, Luz Ángela Arévalo Melo, Gustavo 
López Ospina, Rubén Giraldo, Gilberto Augusto Soto Ramírez, 
Aracely Lozano, Gina Paola Beltrán, William Quintero 
Grajales, Elizabeth Muñoz Garzón, Estanislao Garzón Agredo, 
Nelcy Carabalí Ospina, Armando Barbosa Álvarez, Óscar de 
Jesús Naranjo Ramírez, Jacqueline Guevara, Álvaro Mejía 
Becerra, Víctor Jaime Rincón Morales, Paola Andrea Cubides 
Molina, Rodrigo Alfonso Franco Dorado, Yanet Orozco 
Guzmán y Hernán Darío Olano Pérez.
Ver cada día al padre Darío Soto sumergido en el 
hermoso jardín de su creación en el hostal Villabosco, recordar 
sus sabias enseñanzas como salesiano en La Ceja, cuando yo 
apenas era un crio…. y ahora, sostener profundas charlas con 
él, con la periodista Elizabeth Muñoz y Estanislao, su esposo, 
y con Gilberto Augusto Soto Ramírez, acerca de la hechura de 
este libro, es una muestra que la caridad y la paciencia, en este 
caso de ellos para conmigo, da buenos frutos. Dar a luz el libro 
Nos quedaba el mar conlleva en sí una fuerza inspiradora para 
quienes, a partir de su lectura, decidan retomar la antorcha del 
Método Marino. 
Agradecimientos
Presentación ................................................................................ 13
Prólogo ........................................................................................ 15
Introducción ............................................................................... 19
Un pequeño viaje a los orígenes. .............................................27
Del laboratorio a la práctica terapéutica ..................................... 31
Vidas salvadas con el agua de mar ............................................. 33
Los establecimientos de cura marina .......................................... 34
Tratamiento eficaz para el reumatismo ...................................... 36
La talasoterapia en Alemania ...................................................... 37
Los oligoelementos ..................................................................... 40
Decadencia de la talasoterapia .................................................... 43
¿Por qué no se promueven investigaciones? ................................ 47
La Ley de Constancia General de Quinton .............................. 49
Método marino y medicina social ..........................................51
Prácticas terapéuticas del Método Marino ................................. 57
Perspectiva social y terapéutica ................................................... 59
Estilo de vida de las personas ....................................................60
Relación con el medio ambiente y la salud pública .................. 61
Dispensarios marinos en América Latina ...............................77
La experiencia en Nicaragua ....................................................... 86
El mar en Santa Fe de Bogotá D.C., Colombia ......................... 89
Dispensarios marinos en el municipio 
La Ceja (Antioquia, Colombia) ................................................. 91
Contenido
Casos clínicos presentados en los dispensarios marinos .......... 95
Casos tratados en el dispensario marino del barrio 
Los Chircales ............................................................................. 114
Casos tratados en el dispensario marino de El Santuario ..........116
Entrevista entre dos consumidores de agua de mar .................. 117
Tres vasos de agua de mar diarios dan vida ......................... 121
La sangre, medio vital .................................................................126
Algunas características comunes del agua de mar y la sangre ....131
El agua y la memoria, el agua en la sangre .................................135
Efectos profundos del agua de mar en el organismo ..................136
Los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar .........................141
Agua de mar, la sustancia maravillosa en el mundo ..................149
El mar, fuente de salud ...............................................................159
De la hidrología a la hidronomía ...............................................168
Beneficios de llevar el agua de mar a las casas ............................172
Oasis marinos .................................................................... 173
¿Qué se puede sembrar con agua de mar? ..................................178
¿Existen precedentes de los oasis marinos? .................................179
¿Cómo multiplicar los oasis marinos?…......................................180
¿El porqué de la nueva generación? ...........................................181
Beneficios de los oasis marinos .................................................182
Conectándose con la memoria del Cannabis .............................191
Los experimentos .......................................................................192
El ormus y agricultura marina ...................................................196
Historia conocida del Método Marino ........................................ 199
Epílogo ...............................................................................................245
Índice de Códigos QR
Experiencia de sustitución de sangre por agua 
de mar en Laguna, Islas Canarias (entrevista). ................................. 57
Experiencia con agua de mar en el barrio 
Los Chircales de Bogotá (entrevista).. .............................................. 61
Primera recogida solidaria de agua de mar 
en Nicaragua (documental) .............................................................. 86
Encuentro Internacional de Agua de Mar 
en Colombia (documental). ..............................................................177
Entrevista a Laureano 
Domínguez sobre oasis marinos.. .....................................................181
Libro “El agua de mar, 
medio orgánico” (PDF)... ..................................................................211
Libro “El dispensario marino, un 
organismo nuevo de puericultura” (PDF)... .....................................220
Conferencia del doctorRoberto Giraldo.... .....................................243
Entrevista con el doctor Jaime Marulanda 
en el pueblo natal de René Quinton.. ..............................................251
Producción de Salicornia Bigelovii en Eritrea (documental)... ...........258
Los códigos QR te permiten acceder a información 
complementaria (videos, documentos y fotos) 
acerca del Método Marino.
13
Presentación
Conocí a Laureano Domínguez cuando era un adolescente inquieto y soñador. Lo volví a encontrar en diferentes momentos de su vida como misionero 
del Método Marino. En noviembre de 2019 participé en el 
Congreso Internacional sobre Agua de Mar, llevado a cabo 
en el hostal Villabosco de Palmira (Colombia). Recordando 
el dicho popular “una golondrina sola no hace verano”, al 
final del congreso propuse unir esfuerzos para hacer realidad 
el sueño de publicar parte del arsenal de artículos y un 
sinfín de documentos que Laureano conservaba atiborrados 
en la buhardilla de una vieja casa en Abejorral, Antioquia 
(Colombia). De inmediato, la propuesta tuvo eco en varios 
participantes y constituimos un grupo de apoyo para lograr 
el objetivo. 
Durante doce meses, desde mayo de 2020 hasta abril de 
2021, el aporte constante y puntual de este maravilloso grupo 
permitió que el autor se dedicara a la ardua tarea de revisar, 
seleccionar y organizar el material que finalmente se entrega en 
esta publicación. 
Sea esta la oportunidad para rendir un homenaje 
póstumo a Hernán Darío Olano Pérez, uno de los integrantes 
más entusiasta y generoso, quien fue llamado a la eternidad 
el 26 de febrero de 2021. Su presencia espiritual acompañará 
siempre este proyecto editorial.
Padre José Darío Soto Soto
 
14
15
Prólogo
Comienzo destacando que el desempeño de Laureano Domínguez es tan fuerte como todas las investigaciones que ha generado el Método Marino, desde que René 
Quinton le dio piso científico. 
He sido testigo de su gran esfuerzo para promover la 
socialización del Método Marino, desde que en los años sesenta 
intentamos, junto a su padre, Joaquín Pablo Domínguez, que el 
Gobierno lo introdujera a nuestro país. En Chile, por ejemplo, 
con un selecto grupo de científicos, en el desierto de Atacama, 
el más seco del mundo, Laureano tuvo la premonición de lo 
que seguramente será, a mediano plazo, la forma definitiva de 
socializarlo. Me refiero a los Sistemas de Impulsión de Agua de 
Mar (SIAM). Allí se construyó el primero de estos. 
Expertos en agricultura con agua de mar asesoran a 
Laureano en su proyecto Oasis Marinos, apasionante tema que 
él ha expuesto ante estamentos que se dicen responsables de la 
seguridad alimentaria de los pueblos, como la Organización 
de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura 
(FAO), Caritas Internacional, la Academia de Ciencias del 
Vaticano, la Organización de las Naciones Unidas para la 
Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), la Organización 
Mundial de la Salud (OMS), el Centre Africain de Formation et 
de Recherche Administrative Pour Developppement (Cafrad), 
entre otros. 
16
Nos Quedaba el Mar
Hoy, por fin, llega Nos quedaba el mar, una exquisita 
selección de textos relacionados con el agua de mar, unos escritos 
por Laureano Domínguez, otros inspirados en sus trabajos. 
Este libro es el abrebocas para publicaciones y documentales 
fílmicos que él produce con sus colaboradores en el Centro de 
Documentación del Agua de Mar que he visitado y consultado. 
El libro narra la manera injusta en que, por diversas 
causas, investigaciones y desarrollos sociales, basados en el agua 
de mar, no han cumplido la misión que él asignó, esto es, que 
en última instancia el preciado líquido esté al alcance de todos 
en forma gratuita. Es su principal lucha y paradójicamente 
el mayor impedimento para que el Método Marino sea una 
realidad en el mundo. 
Difícilmente se encuentran personas tan obcecadas con 
un programa de vida, como Laureano. A pesar de que en dos 
ocasiones su material científico y de difusión ha sido hurtado, 
ahora nos entrega este libro. Pero lo más importante, quizás, lo 
que quedará para la historia, es que deja tras de sí dispensarios 
marinos, pilotajes de desarrollo de agricultura con agua de mar, 
redes para el suministro gratuito a algunos núcleos poblacionales 
y, lo más importante, el diseño de los Sistemas de Impulsión de 
Agua de Mar (SIAM), que espera sean ejecutados en Colombia, 
en algunas regiones de África y en otros lugares estratégicos, en 
su empeño de extender el Método Marino por doquier. 
También, tuve el honor de participar en octubre de 2020 
en la inauguración de la Universidad del Agua de Mar, que será 
el epicentro de los conocimientos y desarrollo social que genera 
el Método Marino aplicado a humanos, animales, agricultura y 
medio ambiente. 
Laureano Domínguez
17
Si bien estas son semillas de algunas de sus obras, es cierto 
que su modelo de dispensario marino, en mi concepto, da más 
claridad que los desarrollados en Francia, para el desarrollo del 
Método Marino. 
Nada ni nadie ha logrado comprarle la conciencia a 
Laureano, en cuanto al empeño de que el agua de mar es un 
modelo económico, social y sanitario con ausencia total del 
dinero. Estoy seguro de que, si la humanidad logra desarrollarlo 
algún día, respirará libre. De cumplirse su sueño, será el mejor 
legado para las próximas generaciones. 
Es el legado de ese gran salubrista que fue su padre, y que 
Laureano ha defendido con altísimos costos para su vida, su 
familia y en lo social, pero con un prominente futuro asegurado. 
Afortunadamente nunca ha estado solo. Y para la 
producción de este libro ha encontrado un grupo de personas 
comprometidas y conscientes, liderados por el padre José Darío 
Soto, que lo conoce desde niño y quien también ha dedicado 
su vida a la labor social, inspirado en el carisma de san Juan 
Bosco. 
Hoy tengo el honor de presidir el Comité Científico de 
Omdimar y Ciencia1, asociación que preside Laureano desde 
el deceso de mi gran amigo Francisco García Donas-Navarro, 
conocido cariñosamente como “Don Paco”, creador de los 
oasis marinos. 
El doctor Roberto Giraldo, miembro de honor de dicho 
comité, fallecido recientemente, estuvo a nuestro lado muchos 
años acompañándonos y luchando también porque el agua de 
mar tuviera su lugar en la rama médica y académica. Muchas de 
1 Omdimar y Ciencia: Oasis y dispensarios marinos para Latinoamérica, Asia y África.
18
sus maravillosas conferencias de cátedra magistral forman parte 
del Centro de Documentación de Omdimar y Ciencia, y serán 
puestas en manos de los lectores de este libro, como material 
inédito. 
Los demás miembros del Comité Científico que presido 
son citados suficientemente a lo largo del libro y se incluyen 
algunos de sus trabajos en esta obra. Esta dinámica permite 
que el público tenga acceso al valioso material de referencia 
sobre el agua de mar. Asimismo, se presentan, como aportes 
al desarrollo del Método Marino, trabajos realizados por René 
Quinton, Jean Jarricott, André Mahé, Jules de Michelet, entre 
otros.
Esta obra de Laureano es un paso decisivo en la 
socialización del Método Marino y abre la puerta que permite 
retomar el camino a la Cumbre Mundial del Agua de Mar 
en África, interrumpida a raíz del fallecimiento de don Paco, 
su principal gestor. Este libro es también un homenaje a su 
memoria. 
Jorge Reynolds Pombo
Ingeniero electrónico.
Presidente del Comité Científico de Omdimar y Ciencia. 
Investigador sobre el corazón de las ballenas.
19
Introducción
Con este libro quisiera experimentar la misma sensación que Jean Jarricot, en el siglo XIX, expresó al presentar su obra El dispensario marino, un organismo nuevo de 
puericultura: “Mi deseo es que el lector aprecie el valor de este 
y discierna sobre las razones del ostracismo al que ha sido 
sometido el Método Marino”. 
Cuenta la historia que el doctor Jarricot homenajeó en 
Lyon a René Quinton, le dedicó el libro y colocósu nombre en 
el frontispicio del dispensario marino. Para ese entonces, ya se 
sentían pasos de animal grande en contra del Método Marino, 
y a Jarricot solo le quedó el recurso literario para aclarar el 
confinamiento al que fue sometido por parte de las autoridades 
sanitarias.
Asumo aquí el papel de narrador de lo que he visto y 
redescubierto, para contar lo que suscitaron estos dos gigantes, 
Quinton y Jarricot, sus obras y sus luchas más emblemáticas.
Cuando partí de Colombia hacia Francia, en julio de 
1998, no imaginé que mi empeño para encontrar una posible 
prueba biológica o piso científico que sustentara la Teoría 
General del Atavismo se empezara a concretar desde mi llegada 
a la capital francesa.
En forma providencial aparecieron ediciones recientes 
de la obra de René Quinton, y personajes salidos como de un 
cuento de hadas me suministraron datos acerca del uso del 
Método Marino en Europa, desde que Quinton lo impulsara y 
aplicara personalmente en el siglo XIX.
20
Nos Quedaba el Mar
Las bibliotecas y algunos archivos en París, Montpellier y 
Lyon se abrieron para mí con mínimos requerimientos, como 
si me estuvieran esperando desde siempre. Caminé por los 
lugares donde Quinton trabajó, en el Colegio de Francia, donde 
demostró contundentemente sus leyes sobre la Constancia 
General. Tomé café en los bares que él visitó en París, cerca del 
sitio de sus experimentos, donde ni siquiera se menciona su 
nombre, no me explico por qué. 
Encontré fotografías de Quinton, equipos originales de su 
laboratorio personal, manuscritos y documentación abundante 
e inédita de sus hallazgos. Cada vez descubría más sobre este 
personaje, casi desconocido hoy en el ámbito científico. Un 
hombre revolucionario condenado al olvido. Por ello, aún 
me impaciento por el silencio al que han sido sometidos sus 
trabajos. Fue entonces cuando decidí desenterrar su obra y de 
a poco darla a conocer en castellano, con el único fin de crear 
conciencia entre quienes puedan impulsar nuevamente los 
dispensarios marinos gratuitos, su gran legado. 
El redescubrimiento de la obra de Quinton fue un justo 
premio a la testarudez por defender lo que, en buena parte, ha 
sido mi búsqueda constante sobre el origen de la vida. 
A Barcelona (España) fui invitado por un seguidor 
entusiasta del pensamiento quintoniano, quien se enteró, 
desde el Consulado de Colombia en París, sobre mi estancia en 
Europa y concretamente sobre una conferencia que dicté el 3 de 
diciembre de 1998 en esa sede diplomática: “La teoría general 
del atavismo y su relación con los trabajos de René Quinton 
sobre el agua de mar como sustituto de la sangre”.
De hecho, recuerdo que al final de la conferencia se 
me acercó un raro potentado y, casi susurrándome al oído, 
Laureano Domínguez
21
me advirtió que sin aliados científicos no llegaría lejos. Tomé 
muy en serio su consideración y de inmediato me puse en 
la búsqueda, y en Barcelona logré las primeras alianzas para 
actualizar las experiencias de René Quinton. 
Considero útil para la humanidad hacer realidad el 
pensamiento quintoniano. Nada de lo que se diga alrededor 
de los trabajos de este sabio francés debe sonar a exageración. 
Ahora que concateno mi búsqueda, documentada a partir de 
mi primer cuento “Los discípulos de la sal” (1972), con las 
demostraciones clínicas hechas por Quinton y sus seguidores 
en los dispensarios marinos de París, Montpellier, Lyon, 
Londres, Egipto y en los hospitales que adhirieron al Método 
Marino, no me queda duda de que es un acto de amor que nos 
debemos todos, retomar sin egoísmos la antorcha que nos legó 
este visionario francés.
Desde el comienzo de sus investigaciones, Quinton 
comprendió que su concepción marina desembocaba 
directamente en una terapia. Sus trabajos no conducían 
únicamente a una nueva visión de los avatares de la vida 
celular, con el cambio de las formas desde los orígenes, sino 
que implicaban también una concepción del organismo y su 
medio interior, que es el nivel fisiológico fundamental, porque 
el estado de la célula depende de su integridad. Cada vez que se 
altera ese medio, las células padecen, las funciones se realizan 
mal y los órganos sufren. En última instancia, a pesar de la 
complejidad de la fisiología y de la anatomía, un organismo no 
es otra cosa que un tubo de cultivo de células.
La célula vive en el organismo como un pez en el agua, y 
en el interior de nuestro cuerpo se encuentra en un verdadero 
acuario. Los trabajos de Quinton complementan los de Claude 
22
Nos Quedaba el Mar
Bernard, al demostrar la naturaleza de este medio interior 
cuando prueba que es exactamente agua de mar, que ese acuario 
interno es un acuario marino, donde las colonias celulares 
continúan viviendo en las condiciones de sus orígenes.
Para explicar la idea, Quinton empleó una imagen: los 
peces viven alegremente en el agua pura del acuario. Al cabo 
de algún tiempo, esta se altera, los peces pierden su actividad 
y mueren. Si se renueva, la fuerza y la vivacidad reaparecen 
inmediatamente en ellos. Cambiar el agua de la pecera, me 
explicaba uno de esos aliados científicos, se puede hacer de 
dos maneras: limpiando, lo cual sugiere pequeñas dosis, o 
cambiando literalmente toda el agua de la pecera, que era lo que 
empleaba Quinton con los pequeños moribundos, a quienes 
en un lapso de tres semanas les suministraba dosis de agua de 
mar que igualaban su peso.
El agua de mar introducida en el organismo humano 
desempeña una función útil en todos los casos en que el medio 
interior está viciado por envenenamiento químico o infección 
microbiana, insuficiencia de los órganos eliminatorios, fallos 
de ciertos aportes alimenticios, entre otros. 
En suma, Quinton defiende exactamente lo contrario a 
lo postulado por Louis Pasteur, fundador de la microbiología, 
quien dedicó su vida a la búsqueda del microbio, el agente 
patógeno. Quinton, a partir de una concepción fisiológica 
general, propone fortalecer el medio interno, a través de su 
renovación con agua de mar. 
Con los sueros de Pasteur, la medicina posee los medios 
de lucha directa contra la proliferación del agente patógeno. El 
agua de mar proporciona al organismo la fuerza para defenderse 
del elemento perturbador. Esta concepción de la salud y la 
enfermedad la resaltaremos en este libro.
Laureano Domínguez
23
Las teorías y los trabajos de Quinton revolucionaron la 
ciencia.
Cabe recordar que el Método Marino se sustenta en 
las leyes de Constancia General (osmótica, térmica, lumínica 
y marina), solo probadas por Quinton y algunos seguidores 
suyos. Él no quiso ocuparse de informes sobre estas leyes y 
sus implicaciones en las diversas corrientes de pensamiento, 
su meta era salvar vidas. Aun así, avanzó en diferentes frentes 
para actualizar los experimentos básicos que le sirvieron para 
demostrar dichas leyes, las cuales son los pilares del Método 
Marino.
Cuando Cesare Lombroso (Verona 1835, Torino 1909) 
estableció su hipótesis de las “virulencias heredadas”, estuvo 
cerca de relacionar sus teorías con los experimentos que realizaba 
Quinton, contemporáneamente en París, sobre el “tratamiento 
prenatal”, en el cual evidenció que los bebés de mujeres tratadas 
con inyecciones de agua de mar, en la época de gestación, nacían 
sin taras físicas ni predisposiciones hereditarias a tuberculosis 
y otras enfermedades. Este hecho debería haber partido la 
historia de la medicina. Más aún, ya en esa época se destacaba 
otra de las indicaciones del Método Marino, el tratamiento 
para alteraciones mentales y neurosis. ¿Podrá existir un método 
más pacífico y contundente para explicarnos los fenómenos de 
la vida, sus perturbaciones y soluciones?
En resumen, el agua de mar es la sopa completa que, 
una vez suministrada al organismo, es aprovechada por este 
de acuerdo con sus necesidades. Esta imagen es comparable 
a la de un río que es llevado a diques para ser utilizado en la 
producción de energía y llega hasta los más recónditos lugaresdel planeta, pero en su recorrido riega los campos, fertiliza los 
suelos y calma la sed de los seres vivos.
24
Nos Quedaba el Mar
Al igual que Quinton en su época, concluimos que la 
célula, cuando recibe la información del agua de mar, supera 
el sentido de tiempo y espacio y recupera su máxima actividad. 
Por eso, el agua de mar debe llegar a cada casa a través de las 
redes domiciliarias, partiendo de los sistemas de impulsión 
desde los litorales. Es un plan ambicioso, pero el único capaz de 
detener nuestro egoísmo y mezquindad frente al mar. No solo 
para salvar vidas, sino para que el mayor número de personas 
emprenda el camino hacia la armonía biológica. 
De ahí que este libro esté encaminado a llamar la atención 
de cualquier Gobierno del mundo, la clave es que se replique el 
modelo de Impulsión de Agua de Mar creado en Chile, ya no 
para lavar cobre, sino para bien de sus gentes. 
Después de más de veinte años de lucha para dar a conocer 
el pensamiento quintoniano en Latinoamérica, este se rodea de 
seguidores de las más diversas disciplinas. Y, al igual que en la 
Europa de principios del siglo XIX, se han ido adhiriendo al 
Método Marino distintas medicinas consideradas alternativas 
o complementarias. 
Luego de prologar la traducción del libro Le secret de 
nos origines révélé par René Quinton, de André Mahé, cuya 
edición en español se tituló El plasma de Quinton: el agua de 
mar, nuestro medio interno (Barcelona 1999), me propuse abrir 
el primer dispensario marino en algún lugar de Colombia y 
realizar encuentros mundiales sobre el agua de mar. La meta 
se cumplió con creces, en Barcelona, Colombia y países de tres 
continentes. 
Laureano Domínguez
25
Al igual que Quinton en 
su época, concluimos que, 
la célula, cuando recibe la 
información del agua de mar, 
supera el sentido de tiempo y 
espacio y recupera su máxima 
actividad. 
Mi propuesta fue abrir 
dispensarios marinos como 
cátedra de observación para la 
ciencia médica y convocar para 
el seguimiento a los resultados 
de aplicación del Método 
Marino. Entre muchos pilotajes 
que describiré en este libro, cabe 
resaltar el dispensario marino 
Casa del Pan, en el municipio de 
La Ceja (Antioquia). Esta es una 
prueba de que puede hacerse la revolución desde la biología. 
Estoy seguro de que esta publicación despertará en los 
lectores la sed de más, mucho más, sobre este extraordinario 
legado, patrimonio de la humanidad.
26
Laureano Domínguez
27
Pequeño
orígenesA LOS
Viaje
UN
28
Nos Quedaba el Mar
El presagio de la mariposa
De todas maneras, es posible la muerte hoy.
Única alma gemela
acicate creador,
pues una mariposa negra merodeó a mi alrededor
por un buen rato
Siempre serás, hermana muerte, mi única 
posibilidad de vivir.
Bienvenida, si es verdad el presagio de la mariposa,
que a vos te agradezcan lo que les dije.
Por vos, que vuelvan más tranquilos a casa”.
Laureano Domínguez 
29
H emos nacido del mar, y el mar sobrevive en nosotros. En el momento cuando René Quinton (1866– 1925) examinó los desarrollos de su Ley de 
Constancia General, ya estaba admitido que el origen de la 
vida, el lugar de aparición de la primera célula, era el mar. 
En consecuencia, la misma lógica de su hipótesis le lleva a 
considerar que el medio interno del vertebrado, la matriz 
líquida que hay en nosotros, es agua de mar.
La hipótesis, que se convertirá en ley para Quinton 
después de sus experiencias, será formulada así: La vida animal, 
aparecida en estado de célula en el mar tiende a mantener, por 
su elevado funcionalismo celular, a través de la serie zoológica, 
las células constitutivas en el medio marino de los orígenes. 
La Ley de la Constancia General se apoya en los trabajos 
de Claude Bernard, relativos al medio interno. El fisiólogo 
francés enseñó que las células del organismo animal continúan 
viviendo en las condiciones originales del organismo unicelular, 
es decir, en un medio líquido interno. Al ampliar poco a 
poco sus definiciones concluyó que, este medio interior está 
constituido por la totalidad de los líquidos circulantes en el 
organismo. 
Así pues, la integridad de la vida celular es función del 
equilibrio fisicoquímico del medio interno, el cual se halla 
asegurado por acciones reguladoras. Los seres vivos, desde que 
alcanzan un cierto nivel de complejidad, se defienden contra 
las variaciones y perturbaciones del medio interior, gracias a 
30
Nos Quedaba el Mar
mecanismos reguladores. Bernard los enumeró así: respiración, 
digestión, circulación, secreciones externas, secreciones 
internas y acciones del sistema nervioso vegetativo. Partiendo 
de los trabajos de Claude Bernard sobre el medio interno, 
W.B. Cannon, le aplicó la expresión “matriz líquida del 
organismo”. 
Quinton se entrega en el laboratorio del Colegio de 
Francia a experimentos clasificados en grupos, con el auspicio 
del fisiólogo Étienne Jules Marey. En el primero realizó una 
sangría de glóbulos rojos a un perro hasta obtener la abolición 
del reflejo corneal, para después inyectar agua de mar. A pesar 
del carácter peligroso del experimento, ya que los glóbulos rojos 
se habían sustraído y al mismo tiempo se le inyectaba el agua de 
mar, este tuvo éxito: el perro revivió literalmente, y pocos días 
después se le notaba más vivacidad que antes del experimento. 
Ante este acontecimiento, Charles Julliot manifestó que 
había asistido personalmente con el doctor Hallion —quien fue 
miembro de la Academia de Medicina— al primer experimento 
hecho antaño por Quinton en el Colegio de Francia, y 
recordaba todavía, al cabo de treinta y cinco años, la emoción 
que experimentaron los tres (incluso el propio Quinton, a pesar 
de su seguridad) cuando vieron volver a la vida y sostenerse de 
nuevo sobre sus patas a aquel animal que regresaba de tan lejos. 
Del mismo modo, contra el parecer de sus maestros del 
Colegio de Francia que le predecían un fracaso, Quinton quería 
hacer vivir en agua de mar glóbulos blancos. La experiencia 
se llevó a cabo sobre peces, batracios, reptiles, mamíferos 
(hombre, conejo, perro), pájaros y otros vertebrados. El éxito 
fue total: en todos los casos, los glóbulos blancos bañados por 
el líquido marino persistieron y todas las especies sometidas 
a experimentación presentaron los diversos signos de la 
Laureano Domínguez
31
vida normal. Las experiencias de este grupo demostraron la 
persistencia del medio marino original como medio vital de las 
células. 
A Quinton le faltó tiempo para aportar las pruebas 
químicas sobre la teoría marina, ya que se entregó a una labor 
abnegada para confrontar una multitud de trabajos dispersos. 
Finalmente, al reunir las cifras de los análisis, pudo comprobar 
que las características químicas del agua de mar y las del medio 
interno son idénticas: “En nuestro organismo, el medio interno 
y sólo él, posee la misma personalidad mineral, la misma 
fisonomía marina que el agua de mar”2. Con esta investigación 
se estableció la presencia de diecisiete cuerpos raros en el 
agua de mar, así como en el medio interno animal, que no se 
sospechaban y de los que se subraya su probable importancia.
Del laboratorio a la práctica terapéutica
Quinton se dio cuenta de que su descubrimiento marino 
desembocaba directamente en una posibilidad terapéutica que 
no tenía nada que ver con la talasoterapia de entonces.
Explicó que la célula vive en el organismo como el pez 
en el agua, encontrándose como en un verdadero acuario en el 
interior de nuestro cuerpo, pero un acuario marino. El agua de 
mar, introducida en el organismo humano, lógicamente debería 
desempeñar un papel útil en todos los casos en los que el medio 
interno estuviera viciado por cualquier causa: envenenamiento 
químico o infección microbiana, insuficiencia de los órganos 
de eliminación, déficits de ciertos aportes alimenticios, entre 
otros. 
2 QUINTON, René. El agua de mar medio orgánico. París: Masson, 1904.
32
Nos Quedaba el Mar
También aquí hacía falta experimentarsobre el cuerpo 
humano. 
En un hospital parisiense, un enfermo se hallaba en el 
último estadio de fiebre tifoidea, estaba en pleno coma 
terminal y, según los médicos tratantes, moriría ese día. El 
hospital cedió el paciente a Quinton, quien le administró, 
a las 11 de la mañana, por vía intravenosa, una fuerte 
inyección de agua de mar. Quinton les dijo a las enfermeras 
que, hacia las seis de la tarde pasaría de nuevo, que el 
paciente recuperaría el conocimiento, pediría de beber y 
quizá también un poco de alimento. Al oírle hablar así, le 
tomaron por un iluminado del agua de mar. Quinton sólo 
confió a una persona, su esposa, el estado de espíritu en que 
se encontraba esa tarde. A pesar de su gran confianza en el 
momento de entrar en la sala, después de haber subido dos 
pisos, temió avergonzarse si fracasaba. 
Descendió de nuevo hasta la planta baja, andaba de un lado 
para otro repitiéndose que debía prepararse para abrir la 
puerta de la sala y ver que la cuarta cama de la izquierda se 
hallaba vacía, que en aquel momento debería conservar toda 
su sangre fría, no exteriorizar ninguna decepción, conservar 
una conducta imperturbable, que no llamaría la atención ya 
que nadie creía en el milagro. Quinton subió de nuevo a la 
sala y abrió la puerta: el tífico, apoyado sobre las almohadas, 
estaba conversando con una enfermera. Moribundo en la 
mañana, el hombre se había salvado3.
Con este primer resultado, Quinton trabajó, desde 1896, 
en varios hospitales al lado de jóvenes médicos y más tarde 
colaboró con profesores que firmaron con él sus comunicados. 
3 MAHÉ, André. Le secret de nos origines. Paris: La Colombe, 1962. 
Laureano Domínguez
33
La publicación de la obra de Quinton, El agua de mar 
medio orgánico, de carácter científico, despertó un considerable 
interés. La prensa se apasionó con el tema luego de que él 
abriera el primer dispensario marino en la calle De L’Arrivée 
4, en París. Por ejemplo, el diario Le Monde tituló en primera 
página: “La sangre venida del mar”4. 
Vidas salvadas con el agua de mar 
En aquel tiempo existían enfermedades frecuentes y temibles, 
por ejemplo, en Francia, la gastroenteritis en los recién nacidos 
causaba 70.000 víctimas por año; el cólera infantil y la atrepsia 
producían múltiples decesos. Sin embargo, con frecuencia, los 
pequeños moribundos trasladados a los dispensarios marinos 
volvían a la vida. 
Asimismo, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, el 
éxito del Método Marino era tal que el Ministerio del Interior 
francés propuso que las inyecciones de agua de mar fueran 
obligatorias en la época escolar, del mismo modo que la vacuna 
contra la viruela. 
En 1899, el doctor Louis Bagot creó en Roscoff, un 
establecimiento de hidroterapia marina donde empleaba el 
agua de mar caliente. En este balneario se trataban pacientes 
depresivos, hipotónicos, anoréxicos y en estados crónicos 
bastante diversos. 
Bagot trató a una campesina de veinticinco años que 
como consecuencia de una enfermedad infecciosa desarrollaba 
un reumatismo general. Todas sus articulaciones le dolían, 
4 GONZÁLEZ, Toni. La sangre que vino del mar. Diario Médico. 10 de noviembre de 1999. 
34
Nos Quedaba el Mar
incluso las vértebras cervicales, de modo que se hallaba en 
un estado de impotencia absoluta. El agua de mar podía 
proporcionar resultados si se empleaba caliente, sustituyendo 
la de los balnearios de agua de cloruro sódico, cuyas aguas son, 
desde luego, menos mineralizadas que la de mar. Se sumergió a 
la paciente en agua de mar caliente, haciéndole ejecutar poco a 
poco movimientos para devolver el juego a las articulaciones. Al 
término del tratamiento, la mujer se hallaba en estado normal. 
Este éxito permitió complementar el uso de agua de mar 
caliente con baños, duchas e infusiones que, en conjunto, 
constituían una síntesis de los medios que representaban, 
según el Método Marino, una segunda forma de verdadera 
talasoterapia. 
He visto repetirse muchas curaciones, sino idénticas a la 
de la campesina reumática, por lo menos bastante próximas 
por sus características. Este modelo se puede cotejar con la cura 
de poliomielitis con agua de mar caliente. 
Los establecimientos de cura marina
Desde tiempos inmemoriales, los médicos han considerado el 
clima como determinante de la salud; y no exactamente como 
medicina, sino como condición de vida imprescindible para 
evitar que prospere la enfermedad. De hecho, hace más de un 
siglo, el doctor Bonnardière, en Arcachon (Francia), prescribió 
clima marino y baños de mar en la playa para determinados 
trastornos. A este tratamiento lo llamó talasoterapia. Pero no 
fue sino hasta los descubrimientos de René Quinton que la 
talasoterapia encontró su lugar científico. 
Laureano Domínguez
35
Sin embargo, no es correcto designar con el término 
de talasoterapia únicamente a la cura marina realizada en 
establecimientos, pues cuando en Francia descubrieron el 
Instituto Marino de Roscoff y al mismo tiempo el desarrollo 
de la talasoterapia alemana, en los mares del Norte y el Báltico 
ya existían diecisiete estaciones que utilizaban el agua de mar 
caliente, veintidós para la cura con agua de mar por ingesta, 
doce para inhalaciones y seis con lodo marino. 
Acerca de la acción del agua de mar en caliente se han 
emitido varias hipótesis. Una de ellas plantea la talasoterapia 
como un fenómeno de catálisis, análogo al que se obtiene con 
los oligoelementos marinos administrados por vía lingual. 
El agua de mar es un medio intensamente mineralizado que 
contiene todos los elementos químicos de la tabla periódica 
de Dimitri Mendeléyev, en una determinada sinergia e íntima 
relación con los equilibrios fundamentales de la vida.
Ahora bien, en el baño caliente, la piel se vasodilata, de 
una forma u otra se presta a los cambios, mientras que el tejido 
conjuntivo subcutáneo, que es una enorme reserva de sustancia 
fundamental, alcanza rápidamente la hipertemia relativa, es 
decir, un intenso flujo sanguíneo. Existe, pues, una serie de 
cambios iónicos y electrónicos entre los dos medios, cuyas 
afinidades son evidentes. 
La ducha de agua de mar caliente a chorro es un poderoso 
medio, cuyo efecto tonificante no se puede imaginar si no se 
prueba. Otras técnicas de duchas son también eficaces, entre las 
cuales, La Farge señala la hidrotermotalasopuntura, una ducha 
filiforme que permite la percusión directa de algunos puntos 
con un pequeño chorro muy caliente. Además de esta, existe 
una gran riqueza de técnicas en camino de ser desarrolladas por 
el reciente impulso del Método Marino. 
36
Nos Quedaba el Mar
Tratamiento eficaz para el reumatismo
Cada balneario marino completa la utilización del agua de mar 
caliente bajo distintas formas, una de ellas, el masaje del tejido 
conjuntivo subcutáneo según el método roscovita, que es el 
preconizado por el doctor Wetterwald desde 1910.
Sobre este punto, las estadísticas alemanas son 
verdaderamente impresionantes. Después de haber indicado 
que los baños de mar calientes poseen la misma acción 
antirreumática que los baños de lodo, el doctor Zurcher5 
escribió en El abecé de la terapéutica marina: 
Según Schultze-Heubach, el porcentaje de éxitos oscila 
del 71% para las artritis crónicas, al 80% para las ciáticas 
crónicas hasta el 87% para las otras neuralgias: los éxitos 
alcanzan hasta el 90% en las ciáticas agudas. Un total 
del 83% de sus tratamientos (del doctor Weber) pueden 
considerarse como éxitos. Zóken-dorfer comunica cifras 
análogas6.
El profesor Leroy, creador de la quinebalneoterapia, ha 
indicado la importancia que el empleo del agua de mar puede 
tener en el método de estos cuidados: en la poliomielitis, la 
mayor parte de las fibras musculares se han perdido, pero 
nunca de un modo total. Si solo queda una décima parte, 
esta será suficiente gracias al agua y, principalmente, al agua 
de mar. Al suprimir el 9/10 de la masa, el agua permitirá al 
1/10 de las unidades motrices restantes provocar lareaparición 
de los movimientos, repararlos, rehacer las fibras, mantener la 
motricidad muscular y conservar la memoria motriz. 
5 El abecé de la terapéutica marina. 1954. Embajada de la República de Alemania en París. 
6 Estos datos han sido extraídos de El Abecé de la terapéutica marina, un documento cien-
tífico y oficial que ha sido traducido a cuatro idiomas y difundido al extranjero. La obra 
contiene unos veinte estudios firmados por los médicos talasoterapeutas alemanes.
Laureano Domínguez
37
Como subraya el eminente profesor, este método de 
reeducación muscular excede el marco de las secuelas poliomielíticas 
y permite luchar contra las enfermedades que comprometen la 
motricidad.
La talasoterapia en Alemania
Los alemanes inspirados en Roscoff crearon en los mares del 
Norte y en el Báltico una red de establecimientos marinos. El 
Abecé de la terapéutica marina muestra notables estudios que los 
médicos alemanes poseían sobre la práctica de la talasoterapia, 
ya que en esta terapéutica empleaban agua de mar caliente no 
solo en forma de baños y duchas, sino también en inhalaciones 
como aerosol.
Todo este movimiento repercutió en la gran prensa, la que 
duplicó la información sobre los trabajos de Quinton sobre la 
talasoterapia. Se dieron cuenta de que el primer dispensario 
que él creó en París, en 1907, en la calle de L’Arrivée, existía 
todavía, y en 1958, con ocasión de cumplirse el cincuentenario 
de este, se reunió allí el ministro de Sanidad, representado por 
el profesor Jaonnon de la Facultad de Medicina y subsecretario 
de dicho Ministerio, quien declaró:
Nos hemos reunido para admirar, con un retroceso de medio 
siglo, la vida y la obra de René Quinton… la gran cofradía médica 
lo acoge. La medicina lo adopta. No creemos paradójico ver, 
en el agua de mar, el suero mismo de la vida orgánica, es decir, 
un medio de restituir a las células su actividad desaparecida o 
disminuida, de renovar la parte mineral de su caldo de cultivo 
alterado, cualquiera que sea la causa que haya producido esta 
alteración. Las sales marinas reconstituyen el medio vital 
alterado en su importante individualidad mineral7.
7 SIMON, Robert. Aplications thérapeutiques de l’eau de mer. Paris: Masson, 1907.
38
Nos Quedaba el Mar
Y agregó: 
(…) de muy buena gana haremos entrar su existencia en la 
historia de la medicina. Sin embargo, atención: el historiador 
no se preocupa solo del pasado, se interesa también por el 
presente e incluso por el futuro, por las próximas perspectivas, 
por las constantes que hallará. Ahora bien, ¿cómo vamos a ver 
si Quinton importa principalmente al pasado de la medicina, 
o si el sabio que fue importa principalmente al futuro de la 
medicina?8.
Antes de 1914, un gran número de médicos, así como 
de profesores de facultad, experimentaron el Método Marino 
de diversas formas, incluso dedicaron muchas tesis para el 
Doctorado en Medicina. Este cuerpo médico había asimilado 
el principio mismo del Método.
La investigación había dado la razón al profesor Joannon, 
ya que, desde finales de 1956, la celuloterapia encontró 
una amplificación considerable de sus resultados con el 
redescubrimiento de los trabajos de Quinton. El doctor Pierre 
Colinet explica en la carta publicada en Le secret de nos origines, 
de André Mahé:
Antes de emplear el agua de mar utilizábamos el suero 
de Locke-Ringer que había sido elegido por Niehans y 
colaboradores como el suero más semejante al fisiológico 
normal.
Hemos debido emplear el agua de mar, debido a las 
manifestaciones locales (induraciones, trastornos de la 
absorción, dolores musculares) y las manifestaciones generales, 
estado de choque inmediato después de la inyección o a la media 
hora siguiente y una elevación de la temperatura en ausencia 
de cualquier elemento infeccioso que nos obligaba a esperar 
8 Ibíd.
Laureano Domínguez
39
prácticamente toda una semana, mientras que, ahora, con 
raras excepciones, los conservamos unas cincuenta horas. 
Además, el agua de mar permite la supervivencia de las 
células frescas desde su salida del laboratorio y durante la 
media hora en la que es administrada al paciente9. 
Un poco más tarde, el doctor Le Gac introdujo el Método 
Marino de Quinton en su tratamiento de la esclerosis en placas. 
Esto sucedió más o menos en el momento en que en Roscoff 
renacía la talasoterapia, cuando se puso en evidencia el poder 
antibiótico del agua de mar. 
Este descubrimiento fue objeto de comunicaciones a 
la Academia de Medicina en 1952 y 1953 por el profesor 
Tanon. Estas aportaciones se apoyaban en las experiencias de 
tres sabios franceses, Heim de Balzac, Bertozzi y Goudin, que 
habían comprobado la notable acción antibiótica del agua de 
mar sobre los gérmenes que proliferan especialmente en los 
intestinos: colibacilo, bacilo tífico de Eberth, paratíficos A y 
B, bacilo disentérico, enterococo, entre otros. Es interesante 
subrayar que el agua de mar solo es bactericida en relación con 
las bacterias patógenas, es decir, aquellas que son nocivas a los 
seres vivientes superiores.
El poder antibiótico del agua de mar fue experimentado 
y después empleado en clínica humana por el doctor La Farge. 
Ahora bien, el agua de mar no es un medicamento 
fabricado que pueda ser superado por un nuevo producto de 
laboratorio; es un agente natural, un elemento propio para las 
necesidades de la célula viva. 
9 MAHÉ, André. Op. cit.
40
Nos Quedaba el Mar
Las principales indicaciones del Método Marino están en 
las enfermedades de la infancia, la enteritis coleriforme o tóxica, 
las enfermedades gastrointestinales, la atrepsia, la intolerancia a 
la lactosa, las hipotrofias y la incontinencia de orina en los niños 
mayores. En los adultos, este método se emplea en tuberculosis 
pulmonar, trastornos digestivos, dermatosis, enfermedades 
ginecológicas, trastornos mentales y neurosis, intoxicaciones 
agudas, astenia, insomnio, hemorragias, senectud precoz 
y tratamiento prenatal. Y desde hace algunos años, como 
sustitución de la penicilina. 
Al principio, Quinton y sus colaboradores administraban 
dosis muy fuertes, de 500 c.c., 600 c.c. y a veces 700 c.c. para 
una sola aplicación. Un hecho que sorprende es el resultado 
sensacional obtenido en los lactantes, ya que se les suministra 
dosis hasta de 200 c.c., mañana y tarde, para un pequeño 
cuerpo que no pesa más de 3 a 6 kilogramos.
Los oligoelementos
Gabriel Bertrand, sin recurrir a la energética, llamó 
oligoelementos a los cuerpos raros encontrados por Quinton 
en el agua de mar; entendidos estos como un organismo animal 
o vegetal que produce una reacción y no aparece en el resultado 
final (átomos catalíticos). Esta definición se puede completar 
con la del médico alemán Friedrich Khan, cuando afirma que 
el principio de la vida está representado por un motor de agua 
de mar, puesto en movimiento por la fuerza eléctrica de las sales 
marinas; estas últimas son los electrolitos, es decir, que se hallan 
cargados de energía eléctrica y la transportan.
En aquella época aún no se conocía la oligoterapia. Sin 
embargo, La Farge indica que el baño de agua de mar caliente es:
Laureano Domínguez
41
(...) esencialmente mineral, de una riqueza de mineralización 
incomparable, el baño de mar caliente, sobre todo cuando es 
general y prolongado, posee efectos químicos que proporcionan 
un poder terapéutico cuyo empleo se encuentra todavía por 
debajo de lo que cabe esperar. Aunque no sea más que en 
ínfimas proporciones, la piel absorbe las partículas minerales 
del agua de mar. Efectivamente, la piel es permeable a los iones, 
permeabilidad que se halla favorecida por el calor. De esta forma 
se produce, progresivamente, entre el tegumento y el agua marina, 
un intercambio de sustancias, un intercambio de iones10.
Por su parte, Bagoi añade:
El agua de mar hipertónica, radiactiva, viviente contiene 
todos los elementos histoquímicos que pueden actuar 
biológicamente sobre los tejidos. Por irritación de los 
receptoresperiféricos, el agua estimula y solicita la actividad 
de la célula nerviosa. Quizá se le añadan fenómenos de 
ósmosis y de difusión, dando lugar, a través de la piel, a los 
intercambios entre dos medios orgánicos en presencia11. 
Por otra parte, Winkler manifiesta: 
Cuanto más se aleja la temperatura, en uno u otro sentido del 
punto neutro de 35 grados, más intensas son las repercusiones 
sobre las regulaciones de la circulación y del metabolismo que se 
producen entre los sistemas simpático y parasimpático. Todavía 
no se ha conseguido explicar completamente esta acción 
originada por la composición química de los baños y los de 
agua de mar. Algunos lo atribuyen a la absorción de partículas 
minerales, incluso en proporciones ínfimas. La mejoría del 
dolor en los reumatismos y en las neuralgias, es sin duda un 
efecto iónico que modifica la carga eléctrica de la piel12. 
10 LA FARGE, Georges. La santé par la mer. Paris: Vigot, 1961. 
11 BAGOI, René. Revue de Rhumatologie, 1949.
12 WINKLER, de Norderney. El abecé de la terapéutica marina. París: Embajada de la República 
de Alemania. 1954. 
42
Nos Quedaba el Mar
Los precursores de la talasoterapia preconizaban que era 
necesario llevar a los enfermos a los litorales marinos para que 
respiraran el aire altamente ionizado o bañarlos en las playas; 
y posteriormente, se introdujo la costumbre de trasladarlos a 
establecimientos creados para los tratamientos respectivos. 
Revisando la historia de estos lugares, es posible constatar 
que en ese tiempo se utilizaban sales de síntesis con agua a 37 °C. 
Llegué a conocer “hospitales marinos” donde se simulaban los 
beneficios del agua de mar. El hospital para niños en San Pedro, 
Montpellier, es un ejemplo de ello, pues el mar estaba a pocos 
metros. 
Largas y pesadas discusiones se dieron sobre el poder de 
fijación de patógenos en el agua de mar. Los obsesionados por 
la asepsia, a veces ganaban la discusión; otras veces, tomaban 
prelación quienes defendían la capacidad del agua de mar 
para detener la proliferación de bacterias patógenas. Al final 
del debate, la única perdedora fue la humanidad, porque 
poco a poco se entronizaron los miedos, dando lugar al cierre 
de muchos centros de talasoterapia y de playas, para dar paso 
a la microfiltración del agua de mar y venderla en ampollas 
esterilizadas, con acceso excluyente, distribuidas a través de las 
farmacias. 
Cuando se me pidió que participara en la publicación de 
libros u otras formas de difusión sobre el agua de mar, no lo 
hice porque no era el momento de cantar victoria, ni proclamar 
conclusiones sin la evidencia clínica. Había que desatar un 
río marino, literalmente, en núcleos poblacionales y observar 
resultados. El experimento llevó más de veinte años, tiempo en 
el que observé el extraño comportamiento humano frente a su 
matriz primigenia. Podría aseverar que los intereses económicos 
llevaron a parcelar el agua de mar, ignorando de paso su 
generosidad, abundancia, bioseguridad y sabiduría. 
Laureano Domínguez
43
Desde que Quinton irrumpió en el escenario del Método 
Marino, la historia ha presentado un ir y venir de aciertos y 
errores, simetrías y asimetrías, es como se ha escrito el desarrollo 
de la biología. Sin embargo, la lógica se impone. Es increíble 
cómo damos vueltas y vueltas, cuando las cosas son tan sencillas. 
Tienen que pasar varias generaciones para que una idea simple, 
pero eficaz, se posicione para que sea propiedad de la gente, 
útil a su desarrollo y armonía biológica. Pero todo llega en su 
momento. 
Decadencia de la talasoterapia
Poco tiempo antes de la Primera Guerra Mundial, la talasoterapia 
ocupó un lugar importante entre los médicos terapeutas. El 
término talasoterapia aparecía a menudo en la gran prensa, 
había despertado el interés del público por las posibilidades del 
tratamiento marino. 
Se conocía principalmente el método de Quinton, pero 
la creación de establecimientos marinos planteaba problemas 
a la técnica de aquel tiempo, ya que el agua de mar caliente 
posee alta acción corrosiva sobre los materiales utilizados en 
las calderas, canalizaciones y revestimientos, y la obligación de 
renovar con frecuencia una parte del material, lo cual hacía 
difícil su aplicación. ¿Puede ser esta una de las causas de la 
decadencia de la talasoterapia?
La talasoterapia se vio truncada por la aparición de 
la quimioterapia, a tal punto que desapareció poco tiempo 
después. Entre 1919 y 1950 triunfó la invasión fulminante de 
la quimioterapia.
44
Nos Quedaba el Mar
El Instituto Marino de Roscoff, que había logrado 
mantenerse hasta 1939, fue ocupado por los alemanes que lo 
utilizaron como depósito de municiones, y poco después, en 
su retirada, fue destruido. Así desapareció el último bastión de 
la talasoterapia. Incluso el mismo nombre quedó relegado al 
olvido. Sin embargo, ha sido Roscoff quien, al renacer de sus 
cenizas, tuvo ocasión de devolverle la fuerza a la talasoterapia. 
El fundador del Instituto Marino había muerto durante la 
ocupación, pero su hijo, el doctor René Bagot, emprendió la 
tarea de reconstruirlo. 
El instituto pudo abrirse de nuevo algunas semanas 
antes del término de la temporada de 1953 y durante 1954, 
de mayo a septiembre. A pesar de todo, en junio de 1955, el 
establecimiento era escasamente frecuentado. Pero algo había 
cambiado en la mentalidad del público, como reacción a los 
propósitos de la gran prensa que, antes de la guerra, no se había 
preocupado por el Instituto Marino. 
A finales de julio de 1955, se publicó un reportaje sobre 
Roscoff, el cual obtuvo un éxito considerable y fue el origen no 
solamente del relanzamiento del instituto, sino del movimiento 
para desarrollar la talasoterapia en Francia13. 
La reacción del público, demostrada en miles de cartas que 
solicitaban información y la invasión inmediata del instituto por 
enfermos, puso en evidencia ciertas realidades que empezaban 
a imponerse. En una determinada parte de este gran público, 
la quimioterapia perdía terreno, se estaba operando un viraje 
en favor de terapéuticas que tenían un carácter diferente y, en 
particular, hacia aquellas que empleaban los agentes naturales.
13 MAHÉ, André. Cures à l’eau de mer chaude en Bretagne. En: Constellation. Agosto 1955.
Laureano Domínguez
45
Desde la antigüedad se conocen los poderes terapéuticos 
del líquido marino. Cuatro siglos antes de Jesucristo, los 
sacerdotes egipcios trataron y curaron al filósofo Platón. De él 
se cree que surgió la expresión: “El mar lava todos los males del 
hombre”. 
En la Edad Media, los humanos sintieron horror por el 
mar. En el siglo XVI, Ambroise Paré intentó, en vano, rehabilitar 
el concepto. Solo en el siglo XVIII se prestó nuevamente 
atención a la matriz original. 
En 1750, el médico inglés 
Richard Russel afirmó: 
Las poblaciones costeras que se 
alimentan del mar son las más 
simpáticas. Instintivamente presentan 
un gran poder vital. El agua de mar 
sorprendía, en primer lugar, por su 
virtud purgativa. Habían observado 
muy bien que esta laxación ayudaba a 
neutralizar las escrófulas y a combatir 
las heridas resultantes. Creían que 
su sabor amargo era excelente contra 
las lombrices que atormentaban a los 
niños.
Pero Russel no se contentó 
con ensalzar los efectos del áspero 
clima de las costas británicas, también 
preconizó los baños de oleaje, lo que debía parecer espantoso 
en aquella época, y aconsejaba, además, beber agua de mar.
A lo largo del siglo XIX, aparecen algunas iniciativas que 
tienen por objeto aplicar los consejos médicos del inglés, pero 
fue la climoterapia marina la que más interesó en esta primera fase.
La talasoterapia se vio 
truncada por la aparición de 
la quimioterapia, a tal punto 
que desapareció poco tiempo 
después. Entre 1919 y 1950 
triunfó la invasión fulminante 
de la quimioterapia.
A finales de julio de 1955, se 
publicó un reportaje sobre 
Roscoff, el cual obtuvo un 
éxito considerable y fue el 
origen no solamentedel 
relanzamiento del instituto, 
sino del movimiento para 
desarrollar la talasoterapia en 
Francia. 
46
Nos Quedaba el Mar
Hacia 1850, en Pas-de-Calais (Francia) se observó que 
los niños raquíticos y escrofulosos, confiados a las educadoras 
se transformaban rápidamente y en el período de seis meses 
a un año, recobraban la salud. Se dieron cuenta de que cada 
mañana la buena nodriza transportaba a sus pequeños a unos 
1500 metros hasta la playa. Allí los desnudaba, bañaba, lavaba 
sus heridas con agua de mar y los dejaba correr medio desnudos 
por la arena. 
Esta experiencia fue tan concluyente que lo citaron en su 
informe anual. La asistencia pública hizo construir en la playa 
su primer hospital con 40 camas. Los buenos resultados se 
confirmaron, y se amplió la capacidad del hospital hasta 100 
camas y, más tarde, se construyó otro14. 
La creación de estos hospitales muestra, de forma 
sorprendente, cómo el empirismo popular conoce y transmite 
la sabiduría de la naturaleza olvidada por la medicina. 
Los resultados obtenidos en el hospital de Berck fueron 
reconocidos y utilizados ampliamente en la segunda mitad 
del siglo XIX y al mismo tiempo tuvieron lugar los ensayos, 
atrevidos, por cierto, en aquella época, sobre la helioterapia 
marina. Algunos balnearios instalaron baños de mar calientes 
para ciudadanos frioleros o delicados. 
La cura de agua de mar por ingesta, parte del arsenal de los 
talasoterapeutas alemanes, fue casi desconocida en Francia 
por mucho tiempo. Valdría la pena saber si el doctor Bensch, 
director del establecimiento de Borkum (aprobado por el 
doctor La Farge) tiene razón cuando afirma que una ingesta de 
agua de mar multiplica por 8 o 10 el contenido de magnesio 
en la sangre, en pocas semanas; y que esta cura “no solamente 
tiene el poder de restablecer el metabolismo mineral alterado, 
14 LA FARGE, Georges. Op. cit. 
Laureano Domínguez
47
sino que, al mismo tiempo, hace desaparecer los trastornos 
funcionales que desequilibran el sistema vegetativo y el 
metabolismo hormonal”15. 
¿Por qué no se promueven investigaciones?
Muchos reumatólogos se desentienden cuando se citan casos 
de recuperación con agua de mar porque se limitan a verlos sin 
profundizar en la investigación. Los miles de enfermos, incluso 
docenas de millares que, desde 1955 han sido tratados en los 
establecimientos marinos franceses, constituyen una excelente 
base para la comprobación del impacto positivo del agua de 
mar en la salud pública. 
Otra evidencia clínica irrefutable es el tratamiento de los 
trastornos neurovegetativos con agua de mar. 
En este aspecto encontramos también que las estadísticas 
alemanas son muy buenas y completas y deberían hacer 
reflexionar a los poderes públicos, no solo por razones de 
sanidad, sino también en función de las cargas cada vez más 
elevadas de la seguridad social. 
De cien pacientes enviados por las cajas de seguros 
sociales para pasar de cuatro a seis semanas en Norderney, 
noventa y ocho pudieron reintegrarse a su trabajo: setenta y 
dos con muy buenos resultados, sin trastornos; veintidós con 
buenos resultados (algunos trastornos ocasionales); cuatro con 
resultados satisfactorios (algunos trastornos patológicos) y sólo 
dos no presentaron ninguna mejoría16. 
Ciertas enfermedades de la mujer, como los trastornos de 
la menstruación, pueden beneficiarse del tratamiento marino. 
15 ZURCHE. Op. cit. 
16 Íbid.
48
Nos Quedaba el Mar
En este terreno se pueden confrontar fácilmente los resultados, 
pues a pesar de los obstáculos, la ginecología se enriquecería 
con las posibilidades que ofrece el mar. 
La Farge insiste sobre el 
amplio campo de aplicación que 
las prácticas talasoterapéuticas 
ofrecen a la dermatología. El 
mar es literalmente un agua de 
juventud. Aquí también La Farge 
subraya el papel que la cura marina 
puede desempeñar en la lucha 
contra la senectud prematura. Sus 
desarrollos científicos, que ningún 
médico debería ignorar, alcanzan 
los arrebatos líricos de Eugene Jules 
Michelet en su clarividente libro El 
mar, en el que se encuentra ya en 
potencia la talasoterapia. Con sus 
trabajos y su obra, La Farge ocupa 
un lugar entre los “descubridores del mar”: Richard Russel, 
Eugéne Jules Michelet, René Quinton y Louis Bagot. 
Particularmente en Francia, la Segunda Guerra Mundial 
marcó el golpe decisivo al elemento que salvaguardaba una 
esperanza de dar fuerza a la talasoterapia, cuando Quinton 
parecía definitivamente olvidado. He aquí lo que el doctor 
Fouqué, de Lyon, escribió en 1955: “Hace 30 años que Quinton 
desapareció y escribió en su adolescencia: ‘lo que quedará de 
nosotros unos lustros después de nuestra muerte, es lo que 
importa’, parece haberse disipado en el olvido junto con su 
obra’. 
Los miles de enfermos, incluso 
docenas de millares que desde 
1955 han sido tratados en 
los establecimientos marinos 
franceses, constituyen 
una excelente base para la 
comprobación del impacto 
positivo del agua de mar en la 
salud pública. Otra evidencia 
clínica irrefutable es el 
tratamiento de los trastornos 
neurovegetativos con agua de 
mar.
Laureano Domínguez
49
René Quinton siempre tuvo la más profunda estima por 
los trabajos de Louis Pasteur, a pesar de que este exploraba un 
camino inverso y consagró su vida a descubrir el microbio y 
el agente patógeno. Quinton, por su parte, formuló el nivel 
fundamental del medio interno contra este agente.
Precisamente, fue Eugéne Jules Michelet quien anunció el 
principio de la talasoterapia, mientras que Quinton pronosticó 
el nacimiento de los dispensarios marinos; de esta forma se da 
la bienvenida a los Sistemas de Impulsión de Agua de Mar. 
Es increíble observar cómo se manifiesta el instinto de 
sobrevivencia cuando se agota la provisión de agua de mar. 
Considero, entonces, que esta es una de las tantas vueltas al mar, 
al origen. Al igual que Quinton, cuando decía sentir vértigo por 
haber creado un puente entre las eras (persistencia del medio 
marino en la evolución), yo vivo y disfruto la observación de 
una de esas tantas vueltas a casa, en el sin tiempo.
La Ley de Constancia General de Quinton 
La Ley de Constancia General indica que la vida animal 
aparecida primero en estado de célula en el mar, en condiciones 
físicoquímicas determinadas, tiende a mantenerse por su elevado 
funcionamiento celular, en las condiciones de sus orígenes. 
Esta ley escandalizó a la sociedad académica, ya que 
iba contra la concepción darwiniana acerca de la evolución. 
Quinton no niega la evolución, pero aclara que no está 
determinada únicamente por las fuerzas exteriores. Para él, 
el mundo viviente evoluciona suavemente en la medida que 
asimila los cambios en el ambiente exterior, adaptándose a 
ellos. Rechaza que la materia viviente sea solo una sustancia 
plástica, plegándose, para sobrevivir, al juego de las fuerzas 
50
Nos Quedaba el Mar
ciegas e incoherentes del universo físico; el poder consustancial 
de adaptación que le confiere a la célula su origen marino pone 
los cimientos de la evolución natural, que de esta manera no es 
un simple azar. 
Para Quinton, la evolución no es una obediencia a las 
fuerzas hostiles del cosmos, sino una insurrección de la vida 
contra el conjunto de fuerzas que le sean perjudiciales. En 
su evolución, la célula rechaza los eventos de adaptación que 
comportan decadencia: construye barreras, gracias a formas y 
aparatos fisiológicos nuevos, suscitando victorias definitivas 
sobre las condiciones adversas, gracias a la persistencia del 
medio marino en sus procesos vitales. 
De esta forma, Quinton complementa a Darwin 
demostrando que, si las formas anatómicas son cambiantes, 
es precisamente para permitir a los valores biológicos 
mantenerse en su plena intensidad. 
En octubre de 1906, después de la publicación de la 
obra El agua de mar, medio orgánico, Pierre Dastrese, discípulo 
predilecto de Claude Bernard y secretario de la Academia de 
Ciencias, presentó la teoría quintonianaen el Instituto de 
Francia y concluyó: “Darwin nos enseña que la obediencia a 
la Ley de Adaptación rige las formas de los animales. Quinton, 
por su parte, enseña que la resistencia a la adaptación rige la 
vida animal”. 
En conclusiòn, medio siglo antes de Erwin Schrödinger 
y su escuela, Quinton demostró, por medio de la biología, que 
la segunda Ley de la Termodinámica no es aplicable al mundo 
viviente, y que la vida, lejos de obedecer al proceso entrópico 
definido por Carnot-Clausius, se nutre para crear justamente 
un proceso contrario, antrópico. 
Laureano Domínguez
51
La necesidad, como la experiencia, 
es la madre de la ciencia. 
Método
 social
MedicinaY
 Marino
“La historia está escrita en nuestros 
huesos, y la sal de nuestra sangre 
está vinculada a un mar antiguo. 
Así vive en nosotros el pasado…”.
Teoría General del Atavismo 
Laureano Domínguez
53
U n día, Luis Fernando Correa, médico director del hospital de Sonsón (Antioquia, Colombia), recibió un extenso mensaje y al leerlo meneó la cabeza de 
manera desconsolada y con aire de impotencia. La hermana 
Nelly Álvarez, quien en ese entonces trabajaba sola, en una 
región agreste de la costa Pacífica colombiana, a muchos 
kilómetros de distancia, pedía consejo sobre el tratamiento 
de cuatro niños atacados por una enfermedad extraña, cuyos 
síntomas ella describía. 
El médico contestó a la carrera: “Poliomielitis, parálisis 
infantil, no hay remedio conocido, haga lo que pueda”.
Un año después, la hermana Nelly, alta, robusta, tostada 
por el sol y el viento regresó de las lejanas tierras donde había 
servido de enfermera, partera y médica a las pocas familias que 
vivían a sus anchas por el litoral marítimo. El doctor Correa 
le preguntó con sumo interés y curiosidad científica por los 
enfermos de poliomielitis.
—Después hubo otros dos más graves que los primeros 
—contestó la joven enfermera—, pero los seis ya están bien.
—¡Magnífico! —exclamó el médico—. ¿Y quedaron los 
niños muy lisiados o impedidos?
—¡No quedaron lisiados, de ningún modo, doctor! Están 
en perfecto estado, normal.
54
Nos Quedaba el Mar
El médico miró fijamente a 
la hermana Nelly. Luego sacó de 
un archivo la nota que ella le había 
puesto, y al leerla dijo:
—Estos casos parecen muy 
serios. Algunos de ellos han llegado 
ya al período de parálisis. ¡Vaya, 
hermana! Casos como estos no se 
curan completamente. 
—¡Pero estos niños están 
perfectamente bien! —repitió la 
enfermera con firmeza, sonriendo 
ligeramente. 
—¿Y usted qué hizo? —preguntó 
el galeno cada vez más entusiasmado.
—Pues me serví de lo que tenía 
—contestó ella—, agua de mar, calor, 
frazadas y mis propias manos. Los 
niños se curaron.
Aún incrédulo, el doctor 
Correa llevó apresuradamente a la 
enfermera al hospital. En una camilla 
blanca estaba tendido un chiquillo con las piernas entablilladas 
y la carita demostraba mucho dolor.
—Este es un caso nuevo —dijo el doctor—. Lo pongo 
enteramente en sus manos. Muéstrenos ahora lo que usted hizo. 
Los médicos y las enfermeras se agruparon alrededor de la 
cama a ver qué resultaba del inusitado modo de proceder. Sin 
darles tiempo para discutir, la hermana Nelly quitó suavemente 
las tablillas y vendas que aprisionaban los miembros pálidos y 
—¿Y usted qué hizo? —preguntó 
el galeno cada vez más 
entusiasmado.
—Pues me serví de lo que tenía 
—contestó ella—, agua de mar, 
calor, frazadas y mis propias 
manos. La hermana Nelly 
quitó suavemente las tablillas 
y vendas que aprisionaban los 
miembros pálidos y doloridos 
del niño. Luego pidió agua de 
mar caliente (por ese entonces, 
el agua de mar brotaba por 
los grifos, en cada casa) y una 
frazada gruesa, la cortó y rasgó 
en tiras anchas, las metió en 
el agua de mar y envolvió en 
ellas las piernas del pequeño. 
Tan pronto como las tiras se 
enfriaban, las reemplazaba por 
otras calientes. Así, la hermana 
Nelly, sola y sin más guías 
que su ingenio e intuición, 
comenzó su heroica campaña 
contra la cruel y devastadora 
poliomielitis. 
Laureano Domínguez
55
adoloridos del niño. Luego pidió agua de mar caliente (por ese 
entonces, el agua de mar brotaba por los grifos, en cada casa) y 
una frazada gruesa, la cortó y rasgó en tiras anchas, las metió en 
el agua de mar y envolvió en ellas las piernas del pequeño. Tan 
pronto como las tiras se enfriaban, las reemplazaba por otras 
calientes. 
Con gran sorpresa de todos, el chiquillo empezó pronto 
a restablecerse y al cabo de pocos días, las piernas no le dolían, 
tampoco las tenía lastimadas. La piel, antes pálida y encogida, 
recobró su color y vitalidad. Luego, la hermana Nelly comenzó 
a moverle las piernas y los brazos, a masajear los músculos. Más 
tarde, ayudándolo un poco, hizo que él mismo comenzara a 
mover todo su cuerpo.
Pocas semanas después, el chiquillo corría, saltaba y jugaba 
como si nada le hubiera acontecido. 
Así, la hermana Nelly, sola y sin más guías que su ingenio 
e intuición, comenzó su heroica campaña contra la cruel y 
devastadora poliomielitis o parálisis infantil. Dedicó toda su 
vida a cuidar enfermos, exponer y demostrar sus métodos a los 
médicos, enseñándolos a otras enfermeras y extendiendo, con 
el celo de un misionero, el interés en la curación de la terrible 
enfermedad. 
Pocos médicos saben que, durante toda su vida, la hermana 
Nelly no ha aceptado ni un centavo por sus servicios, tampoco 
sueldo, honorarios, dádivas, ni nada por el estilo. Algunas de 
las pocas personas que saben esto, preguntan: ¿De qué vive la 
hermana Nelly? De una modesta renta que basta para satisfacer 
sus sencillas necesidades. “La misión de la hermana Nelly”, 
dicen los médicos del Hospital General, ha sido altruista. Ella 
no busca dinero ni gloria, lo único que pide es que se sigan sus 
enseñanzas a fin de aliviar a los niños y promover su bienestar.
56
Nos Quedaba el Mar
A ella se le paga con una moneda intangible que vale 
mucho más que la moneda ordinaria: la oración con que todos 
los niños de la localidad empiezan cada día sus tareas escolares, 
con la que ruegan por la buena hermana Nelly y su noble labor. 
Por aquel tiempo, en otra población, se estableció el primer 
dispensario marino. El pueblo inauguró el parque, donde se han 
plantado los árboles favoritos de la hermana. Frente a la tarima, 
durante la ceremonia de aquel día, se hallaba como espectador 
entusiasta y reverente, conmovido hasta lo más profundo de su 
corazón, un eminente científico, ampliamente conocido en el 
país. Era uno de los “Niños del Mar” de hace años: el primer 
paciente de poliomielitis curado por la hermana Nelly. 
***
Un médico cirujano egresado de la Universidad de 
Antioquia (1981), vive y ejerce su profesión en La Ceja 
(Antioquia, Colombia). Desde hace veintitrés años se ha 
preocupado por el estado de algunos pacientes con úlceras 
varicosas, muchas de estas infectadas. Su dedicación lo ha 
llevado a atender más de 40.000 pacientes con esta patología. 
Con un grupo de cinco pacientes, el galeno decidió el 
tratamiento con agua de mar, luego de conocer las bondades 
de este maravilloso líquido. 
Él, durante dos meses consecutivos, observó a estos 
cinco pacientes con resultados halagadores, pues tres de ellos 
cerraron sus heridas y en dos, se disminuyó el tamaño de estas. 
Una mujer de sesenta y seis años, con úlceras de treinta y ocho 
años de evolución, en ambas piernas, al cabo de dos meses de 
tratamiento, logró sanarse.
Aún falta mucho por estudiar, observar e investigar a fin 
de aprovechar al máximo este maravilloso elemento que Dios 
ha puesto de manera gratuita a nuestro alcance en la naturaleza. 
Laureano Domínguez
57
Prácticas terapéuticas del Método Marino
Experiencia de sustitución 
de sangre por agua de mar 
en Laguna, Islas 
Canarias (entrevista).
Entre 1974 y 1975, en la Universidad 
de La Laguna, Islas Canarias, se 
desarrollaron investigaciones en 
la Facultad de Medicina, áreas de 
Fisiología y Endocrinología Analítica. 
En estos estudios, la sustituciónde 
sangre en perros por agua de mar mostró 
que la hematopoyesis es reforzada hasta 
el punto de que los caninos tratados 
recuperaron su dotación sanguínea 
normal en un tiempo de siete a nueve 
días, tras haber sido sangrados hasta provocarles un shock 
hipovolémico, lo que significó extraer aproximadamente el 
75% de la sangre de cada animal. 
De otro lado, estudios realizados en el Departamento de 
Alergia del Hospital Central Unitika de la Prefectura de Kyoto, 
Japón, se encontró que la ingestión de agua de mar disminuyó 
el tiempo del flujo sanguíneo total; además, la presión arterial 
sistólica y diastólica. Los mismos investigadores demostraron 
que la ingesta de agua de mar disminuyó las respuestas 
alérgicas cutáneas, los niveles séricos de IgE total, las tasas de 
IgE específicas al polen de cedro japonés, así como las tasas de 
interleukina 4, 6, 13 y 18 en sujetos enfermos que padecían 
rinitis alérgica. Concluyeron que tomar agua de mar podría 
ser útil y efectivo en el tratamiento de enfermos con trastornos 
alérgicos.
58
Nos Quedaba el Mar
 Hay un renovado interés por el estudio del agua de mar. 
Se han empezado a estudiar sus principios activos, antibióticos, 
antiinflamatorios, antitumorales, además de sus propiedades 
nutricionales. Está claro para qué sirve el agua de mar, desde el 
punto de vista clínico. Lo único que hace falta es que el agua de 
mar llegue a las casas. 
Si esto sucede, desde el momento mismo de abrir una 
llave de agua de mar en una casa o vaciar el inodoro con agua 
de mar, esto ya supone una revolución desde el punto de vista 
medioambiental. Automáticamente se está dando inicio al 
tratamiento de aguas residuales, al aportar más oxígeno y otros 
gases nobles al paisaje, y crear fuentes de compostaje de una 
insospechada riqueza biógena. 
Es exactamente lo que vieron los alemanes, ingleses, 
rusos, italianos y franceses en la llamada talasoterapia, solo que 
esta vez se hará en cada casa. La llave de la cocina, cuando se use 
el agua de mar en la preparación de alimentos, será el primer 
sistema masivo de medicina preventiva. 
Es indudable que el agua de mar tiene aplicación en 
todos los sistemas económicos por ser un método natural, 
inocuo, efectivo, que no introduce en el organismo elementos 
modificados por técnicas de síntesis químicas, tiene cero costo 
y alta efectividad. El agua de mar puede llegar a las más amplias 
capas sociales. Basta un mínimo de disposición y organización 
de grupos de base, además de voluntad política de los gobiernos, 
para lograr el ahorro de recursos en salud pública y un bienestar 
colectivo. 
Laureano Domínguez
59
Perspectiva social y terapéutica
El agua de mar es, desde el punto de vista social, un método 
para el manejo de diversas enfermedades. Aunque su 
principal aplicación en la medicina preventiva es también 
una herramienta fundamental en la atención primaria de 
salud. Puede revolucionar aspectos claves en la nutrición y la 
terapéutica al contrarrestar de forma efectiva el daño oxidativo 
molecular, específicamente en moléculas en el ADN, por la 
acción de radicales libres. 
La llamada memoria del agua se refleja en nuestro 
organismo, desde el nivel celular y la composición e historia 
evolutiva del mismo. La información contenida en la célula, en 
nuestros genes y cromosomas no solo es más vieja que nosotros, 
sino que marca el camino de la evolución y la constancia de la 
vida, en lo que tiene de esencial. Desde esos niveles hasta lo 
que somos en realidad estamos influenciados por la relación 
del agua de mar, su permanencia en lo vivo y, en nuestro caso, 
en la serie zoológica. 
En nuestro entorno, el ser humano forma parte interactiva 
de un todo orgánico vivo que constituye la biosfera en la que nos 
desarrollamos, donde el mar ocupa un lugar importantísimo, 
tanto por su extensión como por su actividad e influencia 
determinantes. De hecho, la Teoría General de Sistemas, 
enunciada por el biólogo Bertalanffy en 1932, plantea que los 
seres vivos están organizados como totalidades inseparables de su 
medio ambiente, donde el todo constituye algo más que la suma 
de las partes. Aplicándolo al ser humano, este es un biosistema 
perfecto compuesto por subsistemas que a la vez forma parte de 
otro biosistema de orden superior: el medio ambiente, con el 
cual interactúa a nivel físico, químico y energético. Este medio 
60
Nos Quedaba el Mar
ambiente incluye los sistemas de la naturaleza, mar, tierra y aire, 
el espacio sociocultural, económico y político donde vivimos; la 
familia, el vecindario, la población, el municipio, la provincia, 
la nación, el continente, el hemisferio, el planeta, el sistema 
solar, la galaxia... Todo influye, todo está interconectado a tal 
punto que la expresión “Barrio Cósmico”, referida al sistema 
solar, es cada vez más usual entre los niños. Gracias al desarrollo 
de la físico-astronomía estamos creando más puentes entre las 
grandes distancias interestelares. Quinton dijo sentir vértigo 
cuando estableció este tipo de relaciones entre las eras de la 
evolución. 
No es suficiente proponer que el individuo sea el artífice 
de su bienestar. Las investigaciones modernas evidencian que 
el 50% del mejoramiento de la salud poblacional depende 
del estilo de vida de las personas; el 20% de la genética de las 
poblaciones; el otro 20% del estado del medio ambiente y solo 
el 10% de la salud pública (atención médica). Ello obliga a una 
reestructuración profunda de esta última, con el paso decidido a 
la orientación socio-profiláctica, a la intensificación del proceso 
médico-sanitario, al rescate de métodos valiosos y efectivos de 
la medicina natural y tradicional, y a la humanización de esta. 
Tales orientaciones no tienen otras alternativas de éxito. 
Estilo de vida de las personas 
Una observación que puede aportar al debate es la que hicimos 
en el dispensario marino de Los Chircales (sur de Bogotá, 
capital de Colombia) donde nuestro objetivo era evaluar 
medidas antropométricas en niños consumidores de tres vasos 
de agua de mar al día. El ambiente donde ellos crecían no 
era el más armonioso. Y uno de los factores de desequilibrio 
Laureano Domínguez
61
de la armonía en familia, cuando la había, era una marcada 
tendencia al consumo de bebidas alcohólicas de los mayores 
y los jóvenes. Tal vez por la evolución favorable de los niños 
es que los adultos, a hurtadillas, decidieron consumir también 
agua de mar. Además, las señoras preparaban los alimentos 
con esta. Con el tiempo, se disminuyó el consumo de alcohol 
y los responsables del dispensario reportaron algunos casos de 
abstinencia. 
Según Quinton, después de realizado con éxito el 
tratamiento prenatal en París, la predisposición genética a ciertas 
Experiencia con agua de mar 
en el barrio Los Chircales de 
Bogotá (entrevista).
taras se puede corregir. Cuanto más 
temprana se haga la intervención con 
agua de mar, más esperanzas existen 
de mejorar la genética. Recordemos 
que él intervino directamente a bebés 
en sus primeros meses después de la 
gestación. En el caso de Los Chircales, 
se logró la cura de enanismo y el 
desarrollo armónico de los niños en 
ese lugar.
Relación con el medio ambiente 
y la salud pública 
Tomemos el caso del aire contaminado en Medellín (Colombia). 
Este sería purificado con la capacidad natural del agua de mar 
para ionizarlo. De hecho, en Senegal se hizo un pilotaje cuando 
enseñé a los niños de la escuela del pueblo de Pointe Saréne, a 120 
kilómetros de Dakar, a hacer sus propios jardines de halófilas: 
Batis Marítima (halofíticos con hojas carnosas), Sesuvium 
Porthulacastrum (verdolaga de playa), Salicornia (herbáceas 
62
Nos Quedaba el Mar
suculentas)… Que no solo dieron colorido al paisaje, sino que 
hicieron el aire más fresco y rico, el suelo productivo y húmedo, 
y el paisaje habitado por especies que habían desaparecido 
del lugar. 
El humedal Marino de Torre Flavia, cerca de Roma, y 
otros muchos ejemplos en los litorales

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