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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL PARAGUAY TRABAJO PRÁCTICO TEMA: DENGUE ACADÉMICA: ISIS CAROLINE COELHO COSTA SEMESTRE: 4 GRUPO: A DOCENTE: LUIS MAUAD AÑO: 2021 Ciudad del Este – Paraguay 2021 UNIVERSIDAD CENTRAL DEL PARAGUAY TRABAJO PRÁCTICO Trabajo relacionado con la asignatura de Epidemiología y Salud Publica presentado al curso de medicina de la Universidad Central del Paraguay, teniendo el objetivo de adquirir conocimiento y comprensión acerca del tema, con el fin de tener una buena preparación para la formación y futuras prácticas médicas. Tutora: Dr. Luis Mauad Ciudad del Est – Paraguay 2021 OBJETIVO Este trabajo tiene como objetivo presentar temas relacionados con el tema del dengue y sus matices con el propósito informativo, en vista de que el Dengue sigue siendo un caso de salud pública a lo largo de los años desde su aparición. INTRODUCCIÓN Este trabajo tiene como objetivo presentar la situación y las principales características epidemiológicas del dengue, las dificultades para su control y los desafíos para la agenda de investigación científica orientada a llenar los vacíos existentes en el conocimiento, considerado fundamental para el desarrollo de alternativas para su control. DENGUE 1. HISTÓRICO DE LA ENFERMEDAD Aedes aegypti, vector del dengue, es una especie de mosquito hematófago originario de África. Se cree que ha estado en el continente americano junto con los barcos de esclavos en el momento de la colonización. El virus del dengue viene de Asia y solo llegó más tarde a América. Los primeros brotes de dengue se registraron a finales del siglo XVIII en Java (sudeste asiático), Filadelfia (Estados Unidos) y El Cairo y Alejandría (Egipto). En el siglo siguiente, cuatro grandes epidemias arrasaron el Caribe y el sur de los Estados Unidos. Hubo largos intervalos entre epidemias, probablemente debido a la dificultad de introducir nuevos serotipos del virus causante de la enfermedad debido a la lentitud del transporte marítimo. La incidencia de epidemias, como se ha observado a lo largo de la historia, suele asociarse a la introducción de nuevos serotipos. Una clásica pandemia de dengue se apoderó del sudeste asiático después de la Segunda Guerra Mundial. Los primeros casos de dengue hemorrágico que se han reportado ocurrieron en la década de 1950, en Filipinas y Tailandia. El síndrome de shock, a su vez, tuvo su primer registro epidémico en Tailandia en 1958. Un segundo brote de dengue en Asia comenzó en la década de 1980, cuando Sri Lanka, india y Maldivas tuvieron sus primeras epidemias de dengue. Desde entonces, las epidemias de dengue causadas por los cuatro serotipos también se han intensificado en África. En 1953, el virus tipo 2 se aisló por primera vez en América en la isla de Trinidad. Pero la presencia del virus del dengue en el continente solo se intensificó después de la década de 1960. La primera epidemia confirmada por laboratorio se asoció con el serotipo 3, aislado en el Caribe y Venezuela en 1963-1964. El serotipo 1 apareció por primera vez en 1977 en Jamaica, probablemente procedente de África. Desde entonces, países sudamericanos, como Brasil, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Perú, que estaban libres de dengue, se han visto afectados por epidemias causadas por este serotipo. El serotipo 2, procedente del sudeste asiático, fue el responsable del primer brote de fiebre hemorrágica que se produjo fuera de Asia. El brote ocurrió en 1981 en Cuba. El segundo brote de este brote de dengue ocurrió en Venezuela en 1989. También en 1981, se produjo la introducción del tipo 4 en el continente, probablemente importado de las islas del Pacífico, causando varias epidemias. El serotipo 3, que no se ha encontrado desde 1978, fue re-detectado en 1994 en Nicaragua y Panamá. En 1995, el dengue ya era la enfermedad viral transmitida por mosquitos más importante del mundo. En Brasil, ha habido referencias a epidemias de dengue desde 1916, en São Paulo, y en 1923, en Niterói, Río de Janeiro, sin evidencia de laboratorio. A principios del siglo 20, Río de Janeiro estaba experimentando una crisis de fiebre amarilla, una enfermedad también transmitida por Aedes aegypti. Oswaldo Cruz inició entonces una campaña para erradicar el mosquito. A pesar de que su población se redujo drásticamente, no fue erradicada y se extendió de nuevo, causando una nueva epidemia en la década de 1920. En las décadas de 1930 y 1940, la Fundación Rockefeller alentó intensas campañas para erradicar el Aedes aegypti en las Américas. Ya en 1947, la Organización Panamericana de la Salud comenzó a coordinar campañas con el mismo propósito. En 1962, 18 países continentales y varias islas del Caribe habían tenido éxito en la tarea. Sin embargo, el mosquito permaneció en algunos países y gradualmente logró volver a infundir el continente. 2. LA EPIDEMIOLOGÍA El dengue es una enfermedad febril aguda, de etiología viral y de evolución benigna en la forma clásica, y grave cuando se presenta en forma hemorrágica. El dengue es hoy el arbovirus (enfermedad transmitida por artrópodos) más importante que afecta al hombre y constituye un grave problema de salud pública en el mundo, especialmente en los países tropicales, donde las condiciones ambientales favorecen el desarrollo y la proliferación del Aedes aegypti, el principal mosquito vector. El virus del dengue es un arbovirus del género Flavivirus, perteneciente a la familia Flaviviridae. El aumento de la incidencia del dengue ha sido un aumento creciente de interés para la sociedad y, en particular, para las autoridades de debido a las dificultades que enfrenta el control de las epidemias producidas por este virus y la necesidad de ampliar la capacidad instalada servicios de salud para atender a las personas afectadas con formas de seriedad. 3. AGENTE EPIDEMIOLOGICO El Aedes aegypti es el mosquito que transmite el dengue y la fiebre amarilla urbana. Más pequeño que los mosquitos comunes, es negro con rayas blancas en el tronco, la cabeza y las patas. Sus alas son translúcidas y el ruido que producen es prácticamente inaudible para los humanos. (Aedes Aegypti) El macho, como de cualquier especie, se alimenta exclusivamente de frutos. La hembra, sin embargo, necesita sangre para el golpeteo de los huevos que se depositan por separado en las paredes internas de los objetos, cerca de las superficies de agua limpia, un lugar que les ofrece mejores condiciones de supervivencia. En el momento de la postura son blancos, pero pronto se vuelven negros y brillantes. En promedio, cada mosquito vive alrededor de 30 días y la hembra incluso pone entre 150 y 200 huevos. Si son puestas por una hembra infectada por el virus del dengue, cuando completen su ciclo evolutivo, transmitirán la enfermedad. Los huevos no se ponen en agua, sino milímetros por encima de su superficie, principalmente en recipientes artificiales. Cuando llueve, el nivel del agua sube, entra en contacto con huevos que eclosionan en poco menos de 30 minutos. En un período que va de siete a nueve días, la larva pasa por cuatro fases hasta que da lugar a un nuevo mosquito: huevo, larva, pupa y fertilizante. Aedes aegypti pone sus huevos en recipientes como latas y botellas vacías, neumáticos, canaletas, cajas de agua descubiertas, platosen macetas o cualquier otro objeto que pueda almacenar agua de lluvia. El mosquito también puede buscar criaderos naturales como bromelias, bambúes y agujeros en los árboles. Es un mosquito urbano, aunque se encontró en el campo, donde fueron llevados en recipientes que contenían huevos y larvas. Propio de las regiones tropicales y subtropicales, no resiste las bajas temperaturas presentes a grandes altitudes. Los estudios demuestran que una vez infectada -y esto puede ocurrir en una sola inseminación- la hembra transmitirá el virus de por vida, con la posibilidad de que al menos una parte de sus descendientes ya hayan nacido portadores del virus. Las hembras prefieren la sangre humana como fuente de proteínas que cualquier otro animal vertebrado. Atacan por la mañana o al anochecer. Su saliva tiene una sustancia anestésica, lo que hace que sea casi indoloro para la picadura. Tanto las mujeres como los hombres están protegidos dentro de las casas o en los terrenos circundantes. Aedes aegypti es un mosquito peridoméstico, que se multiplica en depósitos de agua estancado acumulados en patios traseros y dentro de las casas. A pesar de la corta vida es voraz: puede aguijón a una persona cada 20 o 30 minutos. 4. EVOLUCIÓN DEL PATÓGENO Cuando el mosquito ingiera a una persona infectada, el virus se asienta y se multiplica en sus glándulas salivales e intestino. A partir de entonces, el insecto permanece infectado por el resto de la vida (vive alrededor de 30 días). Existen cuatro tipos diferentes de virus del dengue: los serotipos 1, 2, 3 y 4. El mecanismo de supervivencia del virus, en los períodos comprendidos entre una epidemia y otra, es poco conocido. En Malasia y los países de África occidental, se encontraron monos infectados, verdaderos reservorios naturales de la enfermedad. También se ha documentado la transmisión vertical, es decir, del mosquito madre a los niños. Los huevos de mosquitos pueden sobrevivir un año en un ambiente seco mientras esperan que la próxima temporada de lluvias forme nuevas larvas. La gran mayoría de las infecciones son asintomáticas. Se estima que de cada diez personas infectadas sólo una o dos enferman. Por lo tanto, en caso de epidemia con 100.000 casos diagnosticados de dengue, habrá alrededor de 1 millón de infectados. Cuando surgen, los síntomas generalmente evolucionan en obediencia a tres formas clínicas: dengue clásico, forma benigna, similar a la influenza; dengue hemorrágico, más grave, caracterizado por cambios en la coagulación de la sangre; y el llamado síndrome de shock asociado al dengue, una forma muy rara, pero que puede llevar a la muerte si no hay atención especializada. El período de incubación (desde la picadura hasta el inicio de los síntomas) generalmente dura de dos a siete días, pero puede llegar a 15 días. La intensidad de los síntomas suele ser menor en los niños que en los adultos. La enfermedad es abrupta, indistinguible de las condiciones de la gripe: fiebre intermitente de intensidad variable (que puede alcanzar los 39 °C y causar escalofríos), dolor de cabeza, dolor en la región detrás de los ojos, la espalda, las piernas y las articulaciones. 5. LOS SÍNTOMAS Los primeros síntomas del dengue no suelen ser muy específicos e incluyen fiebre alta y malestar general, que surgen unos 3 días después de la picadura del mosquito Aedes aegypti. Así, además de los signos que surgen, es muy importante estar al tanto de la evolución de los síntomas del dengue y así ayudar al médico a distinguirse de otras enfermedades como gripe, resfriado, malaria o meningitis, por ejemplo, iniciando el tratamiento adecuado rápidamente. Los síntomas del dengue clásico son similares a los del zika, pero suelen ser más intensos y duran de 7 a 15 días, mientras que el zika suele desaparecer en 1 semana. Sin embargo, en cualquier caso, es importante acudir al médico para hacer el diagnóstico adecuado de la enfermedad y dar orientación del tratamiento a seguir. Los síntomas del dengue clásico generalmente incluyen: • Fiebre alta: La fiebre alta tiene un inicio repentino y la temperatura corporal es de alrededor de 39 a 40ºC. La fiebre significa que el cuerpo está empezando a combatir el virus mediante la producción de anticuerpos, y por lo tanto es importante comenzar a descansar para que las energías del cuerpo se concentren en eliminar el virus. • Náuseas y vómitos: Las náuseas y los vómitos son otros síntomas comunes del dengue, que se producen debido al malestar general causado por la enfermedad, que también causa falta de apetito, especialmente frente a los fuertes olores. • Dolor de cabeza y parte inferior de los ojos: El dolor de cabeza generalmente afecta principalmente a la región del ojo y tiende a empeorar con el movimiento y el esfuerzo de las vistas. • Manchas rojas en la piel: Las manchas rojas son similares a las del sarampión, pero aparecen principalmente en la región del pecho y los brazos. La enfermedad se puede confirmar por la prueba del lazo, en el que se observa la aparición de manchas rojas en la piel después de atar un hilo en el dedo. • Malestar extremo y cansancio: Debido a la lucha para combatir el virus, el cuerpo gasta más energía y causa la sensación de cansancio extremo. Además, como por lo general el paciente comienza a comer mal durante la enfermedad, el cuerpo se vuelve aún más débil y cansado. • Dolor abdominal, óseo y articular: El dolor abdominal ocurre principalmente en niños, mientras que el dolor en los huesos y las articulaciones generalmente afecta a todos los pacientes. Además del dolor, la región afectada también puede hincharse ligeramente y ser rojiz. Muchos pacientes se quejan de dolor al mover los ojos, cansancio extremo y debilidad muscular generalizada. El insomnio, las náuseas, la pérdida de apetito, la perversión del gusto y la sensibilidad de la piel son comunes. La faringitis y la inflamación de la mucosa nasal ocurren en el 25% de los casos. El eritema (enrojecimiento de la piel) puede surgir en el primer o segundo día: el enrojecimiento se asienta en el tronco y se extiende a las extremidades, ahorrando las palmas y la planta de los pies. La bradicardia (disminución de la frecuencia de los latidos del corazón) se encuentra en el 30% al 90% de los casos. La enfermedad suele ser bifásica: dos o tres días después de que surgen, los síntomas reeden y la fiebre cae. Pasan otros dos o tres días y vuelve la sintomatología, generalmente menos intensa. El eritema se vuelve más claro y en el cuello, aparecen fosa supraclaviculares y regiones inguinales. En forma hemorrágica, los síntomas son similares, pero la enfermedad es mucho más grave, debido a los cambios en la coagulación de la sangre. Los vasos pequeños pueden sangrar en la piel y los órganos internos, con hemorragias nasales, gingivales, urinarias, gastrointestinales o uterinas. A medida que el lecho de los capilares se dilata, la presión arterial puede bajar, dando lugar a mareos, caídas, shocks y, en casos muy raros, la muerte. La fisiopatología del dengue hemorrágico es poco conocida. Una de las teorías asume que se asocia con la infección por cepas más agresivas (cepas) del virus. La segunda supone que ya se ha producido una primera infección aparente por el virus, seguida de otra que provocaría reacciones inmunológicas capaces de interferir con elementos esenciales del mecanismo de coagulación. 6. SUSCEPTIBILIDAD E INMUNIDAD La susceptibilidad al virus del dengue es universal. La inmunidad es permanente para el mismo serotipo (homólogo). Sin embargo, la inmunidad cruzada (herherólogo) existe temporalmente. La fisiopatogenia de la respuesta inmune a la infección aguda por dengue puede ser primaria y secundaria. La respuesta primaria se produce en personas no expuestas antes del flavivirus, en el que el título de anticuerpos aumentalentamente. La respuesta secundaria se produce en personas con infección aguda por dengue, pero que han tenido infección previa por flavivirus, en la que el título de anticuerpos aumenta rápidamente, alcanzando niveles altos. La susceptibilidad a la FHD (Fiebre Hemorágica de la Dengue) no se entiende completamente. Tres teorías más conocidas intentan explicar su ocurrencia: • Teoría de Rosen - relaciona la aparición de la FHD con la virulencia de la cepa infectante, de modo que las formas más graves resultan de cepas extremadamente virulentas; • Teoría de Halstead - relaciona la FHD con infecciones secuenciales por diferentes serotipos del virus del dengue. En esta teoría, la respuesta inmunológica en la segunda infección se exacerba, lo que resulta en una forma más grave de la enfermedad; • teoría integral de la multicausalidad: ha sido propuesto por autores cubanos, según el cual se combinan varios factores de riesgo con teorías de infecciones secuenciales y virulencia de la cepa. La interacción de los factores de riesgo, enumerados a continuación, promovería las condiciones para la aparición de FHD: 7. EL DIAGNÓSTICO El diagnóstico de laboratorio del dengue se puede realizar mediante métodos serológicos y virológicos, indicados en diferentes momentos de la enfermedad. Los criterios de indicación y rendimiento de los mismos pueden variar según la situación epidemiológica del lugar. A continuación se muestra una figura que muestra la dinámica de la aparición de anticuerpos en la infección por el virus del dengue para facilitar la comprensión del diagnóstico de laboratorio El método de elección para el diagnóstico rutinario del dengue es la serología. Los anticuerpos de clase IgM se pueden detectar a partir del sexto día de inicio de los síntomas, aunque en las infecciones secundarias (situación en la que ha habido una infección por otro serotipo previamente) su detección puede producirse a partir del segundo o tercer día, permaneciendo en promedio durante 90 días. Este período de positividad extensa puede interferir con el diagnóstico de otras condiciones infecciosas, como un paciente infectado asintomáticamente durante más de un mes, tiene un síndrome febril por otra causa, y la serología del dengue se solicita en la investigación. Los anticuerpos de clase IgG se pueden detectar a partir de los 90 días en la infección primaria y ya detectables desde el primer día en las infecciones secundarias. La indicación de serología puede ser limitada en una región dada durante un cierto período cuando hay una situación epidémica. Los métodos virológicos tienen como objetivo identificar el patógeno y monitorear el serotipo viral circulante. Debe recogerse preferiblemente en los primeros 3 días, hasta 50 días después del inicio de los síntomas. Consisten en el aislamiento viral, la detección del genoma viral y la detección de antígenos virales, métodos generalmente disponibles en los laboratorios de referencia. La prueba rápida para la detección del antígeno viral ns1, una proteína no estructural importante para la replicación viral, es positiva en el período inicial de infección. Su principal objetivo es establecer el diagnóstico lo antes posible en pacientes con signos de gravedad, de forma que se instituyan rápidamente medidas asistenciales. Debe realizarse preferiblemente dentro de los tres primeros días de inicio de los síntomas. La presencia del antígeno ns1 es indicativa de enfermedad aguda y activa, pero un resultado negativo, ante una condición sospechosa de dengue, no excluye el diagnóstico. Cabe destacar que la agilidad en el reconocimiento de casos sospechosos de dengue tiene importantes repercusiones tanto para la salud del individuo como para la salud pública. La identificación y seguimiento diario de las personas en riesgo de afecciones más graves, la detección de signos de alarma y la implementación oportuna de la hidratación son factores de atención que pueden determinar un impacto favorable en la evolución clínica de los pacientes. 8. TRATAMIENTO El tratamiento para el dengue tiene como objetivo aliviar síntomas como fiebre y dolores corporales, y generalmente se realiza con el uso de paracetamol o dipirona, por ejemplo. Además, es importante mantener la hidratación y mantenerse en reposo para facilitar la lucha contra el virus por parte del organismo. Algunos medicamentos antiinflamatorios, especialmente los que contienen ácido acetilsalicílico, como la aspirina, por ejemplo, no deben ser utilizados por personas con dengue, ya que este medicamento puede interferir con la coagulación y aumentar el riesgo de sangrado. El tratamiento del dengue clásico o hemorrágico debe hacerse siempre con consejo médico, según la recomendación del Ministerio de Salud, para evitar complicaciones como deshidratación severa, problemas hepáticos, cardíacos, neurológicos y/o respiratorios. • Tratamiento del dengue clásico: El tratamiento del dengue clásico es aliviar los principales síntomas como fiebre alta, malestar en el cuerpo, dolores de cabeza y cansancio excesivo. Por esta razón, el médico puede indicar el uso de algún analgésico. Durante el tratamiento, es importante beber mucha agua y hacer uso del suero de rehidratación oral, que se vende en farmacias o farmacias, o suero casero, además de tener una dieta ligera que facilita la digestión. Además, se debe evitar el consumo de bebidas dulces, como refrescos e isotónicos, ya que son diuréticos y, por lo tanto, pueden aumentar la deshidratación, además de agravar los síntomas de náuseas y vómitos. Se recomienda que la persona regrese al servicio de salud después de 72 horas de diagnóstico de dengue, para hacer un seguimiento médico y evitar identificar posibles complicaciones tempranas como hemorragias o deshidratación, por ejemplo. Sin embargo, en caso de que la persona no pueda hacer una hidratación oral adecuada en casa, en casos de bebés o fiebre que no mejore, puede ser necesaria la hospitalización, que debe ser guiada e indicada por el médico. • Tratamiento del dengue hemorrágico El tratamiento del dengue hemorrágico, que es la principal complicación del dengue, debe hacerse en el hospital con el uso de suero directamente en la vena y medicamentos para detener el sangrado y aumentar las plaquetas, que son componentes sanguíneos responsables de la coagulación de la sangre y la interrupción de la hemorragia. Además, cuando la persona pierde demasiada sangre puede ser necesario realizar una transfusión de sangre para restablecer el volumen de sangre en el cuerpo o para restablecer las plaquetas si son demasiado bajas. En algunos casos más graves, en los que el sangrado no se puede controlar y la persona puede tener insuficiencia cardiocirculatoria y shock, el médico está indicado para ser ingresado en la UCI para un seguimiento más riguroso, ya que en estos casos la vida puede estar en riesgo. En el hospital, los análisis de sangre para monitorear la recuperación y la salud de la persona se repiten inicialmente cada 15 minutos y cuando hay alguna mejoría, cada 2 horas. Por lo general, la secreción ocurre aproximadamente 48 horas después del final de la fiebre y cuando se normaliza la concentración de plaquetas. 8.1 SIGNOS DE EMPEORAMIENTO Los signos de empeoramiento del dengue pueden surgir en cualquier persona e incluyen vómitos, dolor abdominal muy intenso, agitación o desánimo, palidez, presión baja, palpitación cardíaca, manos y pies fríos, sudoración excesiva, desmayos o alteración de la conciencia, cepillos de piel o sangrado, como la nariz o la encía, al cepillarse los dientes, por ejemplo. En caso de aparición de estos síntomas, se debe buscar el hospital lo antes posible para que la persona sea hospitalizada, realizar pruebas y ser monitoreado de cerca por el médico.CONCLUSIÓN Con el tema abordado en este trabajo podemos concluir que el dengue es un caso de salud pública causado desde los siglos pasados y que a día de hoy es difícil mantener el control, considerando que a día de hoy todavía hay muchas epidemias en ciertas épocas del año. La importancia de la conciencia se acentúa para evitar la contaminación adicional. BIBLIOGRAFÍA BARROS, M. Clima e endemias tropicais. Estud. Av. São Paulo, v. 20, n. 58, p. 297-306, dez. 2006. CAMARGO, E. P. Doenças tropicais. Estud. Av. São Paulo , v. 22, n. 64, p. 95-110, dez. 2008. Prevención y control del dengue en las Américas: enfoque integrado y lecciones aprendidas [monografia en la Internet]. 27a. Conferencia Sanitaria Panamericana; 2007 oct. 1-5; Washington- DC: OPS; 2007. Disponible en: http://www.paho.org/spanish/gov/csp/csp27-15-s.pdf World Tourism Organization. Tourism Market Trends, 2005 – International arrivals by country of destination – Annex 5 [data on the Internet]. Available from: http://unwto.org/facts/eng/pdf/indicators/ITA_ Americas.pdf http://www.paho.org/spanish/gov/csp/csp27-15-s.pdf http://unwto.org/facts/eng/pdf/indicators/ITA_%20Americas.pdf
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