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Ascaris lumbricoides DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA. Es un parásito cosmopolita. La infección humana presenta cifras que pueden alcanzar porcentajes de más el 50% en algunas regiones. En el Paraguay la cifra promedio de infección por A. lumbricoides es de aproximadamente el 5% MORFOLOGÍA. Ascaris lumbricoides es el más grande de los nematodos intestinales del humano. Tanto el macho como la hembra presentan dos líneas laterales que recorren todo el cuerpo; la boca de los adultos tiene 3 labios, uno dorsal y dos ventrolaterales, que son finamente dentados. El macho mide 15-31 cm por 2-4 mm de diámetro. Su extremo posterior está curvado ventralmente, la cloaca es subtenninal y en ella desemboca el aparato genital que presenta dos espículas copulatrices de 2 a 3,5 mm. La hembra es habitualmente más grande que el macho alcanza 20-35 cm por 3-6 nnn de grosor. Excepcionalmente llega a medir a veces cerca de medio metro. La vulva se encuentra en la unión del 1/3 anterior con los 2/3 posteriores, el aparato genital doble desemboca en la vulva a través de la vagina que es única. Los huevos presentan la membrana vitelina de naturaleza lipoide que está presente solamente en los huevos fértiles; la capa media rica en glucógeno es gruesa y transparente y la capa externa albuminoide es mamelonada y tiene color yodado (esta última capa puede faltar en al gunos casos). Los huevos fecundos miden 45-75 por 35-50 µm y se caracterizan por tener mamelones muy regulares, en cambio los huevos infecundos son más grandes alcanzando a medir 88-94 por 44 µm, tienen la capa media más delgada y la capa externa, albuminoide, muy escasa, con mamelones distribuidos irregularmente o ausentes en muchos de ellos. La hembra puede desovar hasta 200.000 huevos por día. La dotación de huevos en una hembra puede alcanzar los 27.000.000. Los huevos no fecundos son producidos por hembras muy jóvenes o bien por hembras solitarias no fecundadas. CICLO BIOLÓGICO. Machos y hembras habitan en el intestino delgado, yeyuno e íleon y pueden desplazarse constantemente mediante sus activos movimientos (gusano errante) hacia el duodeno, estómago, esófago, pudiendo ser expulsados por la boca o la nariz, o bien, pueden dirigirse hacia el colon y recto para salir al exterior forzando el esfínter anal. En ciertas circunstancias se introducen en los conductos colédoco o pancreático e inclusive dentro del apéndice. Los huevos salen mezclados con las heces al exterior. Los huevos fecundos, bajo condiciones favorables, desarrollan entre los 8 y 15 días, embriones o larvas rabditoides, que efectúan dos mudas dentro del huevo y se convierten en larvas infectantes. Raphaela de Lazari Micro II – Parasitología Nematodos Intestinales En estas condiciones, el huevo puede permanecer viable por muchos meses, incluso años. Cuando los huevos infectantes son ingeridos por el humano, eclosionan dentro del intestino delgado liberando larvas de 200-300 µm. Enseguida las larvas atraviesan la pared intestinal y, siguiendo la circulación de las venas mesentéricas, llegan al corazón derecho, de allí a los pulmones, donde pasan al interior de los alvéolos. En el pulmón hacen dos nuevas mudas y ascienden por las vías aéreas hasta alcanzar la laringe, pasan a la faringe, son deglutidas y luego de transitar nuevamente por el esófago y el estómago llegan al intestino delgado en donde una nueva muda las convierte en vermes adultos. EPIDEMIOLOGÍA. La ascariosis es una enfermedad que muestra neta prevalencia en niños y es predominante en regiones húmedas. No es frecuente observar esta parasitosis en regiones desérticas y secas. Favorecen la diseminación del parásito las malas condiciones sanitarias, falta de cloacas y letrinas, hábitos de defecación en el suelo, contaminación de los alimentos frescos, falta de higiene personal y familiar. CUADROS CLÍNICOS. La ascariosis puede ser asintomática, sobre todo cuando el número de vermes es muy escaso. Pueden observarse cuadros respiratorios durante el momento del pasaje de las larvas por los pulmones, se manifiestan por tos, expectoración y signos bronquiales, que pueden durar una semana o más, a veces acompañados de fiebre, urticaria y eosinofilia elevada, conocidos con el nombre de síndrome de Loeffler. Los vermes adultos ocasionan una serie de cuadros clínicos. La obstrucción intestinal, es el principal, y es causado por paquetes u ovillos de parásitos entrelazados, la cual puede ser mortal si no se actúa rápidamente. También puede obstruir las vías biliares, ocasionando cólicos hepáticos e infecciones agregadas debido al taponamiento del conducto por el gusano. De la misma forma pueden ocurrir pancreatitis aguda por obstrucción del conducto de Wirsung del páncreas y apendicitis por obstrucción de la luz del apéndice, por el verme. El ingreso de los gusanos adultos a la laringe, bronquios y aún en las trompas de Eustaquio causan cuadros muy graves. La eliminación de los vermes por la boca, la nariz o el ano son accidentes relativamente frecuentes, que suelen observarse durante los procesos febriles con alta temperatura. Los signos de carácter no agudo referidos en la ascariosis en el tubo digestivo son dolores abdominales de tipo cólico, diarrea y síndrome de malabsorción. Pueden acompañar a esta parasitosis, nerviosismo, insomnio, urticaria y eosinofilia. DIAGNÓSTICO. Métodos directos son los únicos usados en el diagnóstico de la ascariosis, que puede hacerse a veces macroscópicamente cuando se produce la eliminación de los vermes adultos por la boca, la nariz o el ano. El diagnóstico microscópico se realiza con el hallazgo de los huevos carne-terísticos en las heces en preparaciones simples o utilizando métodos de concentración de huevos ya citados en capítulos anteriores. TRATAMIENTO. Se utilizan las drogas siguientes: Piperazina. 3 gramos una vez al día por 3 días en adultos. En niños 30 mg/kg/día, por 3 días. Pamoato de pirantel. 750 mg, 1 solo día. Niños I O mgl kg/día, por I solo día. Mebendazol. 100 mg 2 veces al día por 3 días. Niños dosis igual. MEDIDAS PREVENTIVAS. Evitar contaminación del suelo por las excretas mediante la construcción de cloacas o letrinas. Higiene y control de alimentos de consumo crudo como frutas y verduras. Higiene personal y familiar. Tratamiento de los parasitados. Educación sanitaria.
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