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Lucía Chiarvetti El paciente con infección urinaria Infección urinaria no complicada INTRODUCCION Las infecciones urinarias (IU) en la mujer son un frecuente motivo de consulta. Aproximadamente el 25 al 35% de las mujeres de entre 20 y 40 años han tenido algún episodio de IU durante su vida (1). La mayoría se produce con tracto urinario y función renal normal. Los hombres mayores de 60 años tienen un mayor riesgo de sufrir infección urinaria debido a la hiperplasia prostática, equilibrándose el riesgo en la tercera edad(2) La infección urinaria se define como no complicada cuando no existen condiciones que predisponen a la misma o a la falla del tratamiento(3) El diagnostico surge de una complementación adecuada entre la sintomatología referida por el paciente y los hallazgos en los estudios urinarios. Desde un enfoque clinico, en ausencia de síntomas vaginales en la mujer, un episodio de comienzo brusco de disuria y polaquiuria, que responde en tres días al tratamiento antibiótico, es una IU aunque el urocultivo haya resultado negativo. Si aplicamos a estos casos el criterio bacteriológico clásico, es decir que en el cultivo de orina el numero de unidades formadoras de colonias debe superar las 100.000/ml, solo la mitad tienen cultivo positivo, expresado en otros términos, la sensibilidad del criterio de 105 es solo el 50% para el diagnostico de IU (4) La sensibilidad del cultivo es 50% CLASIFICACION � Bacteriuria significativa, sintomática o asintomática: Bacteriuria significativa se define sólo por la presencia de más de 10 5 UFC/ml en la orina emitida espontáneamente, en ausencia o presencia de síntomas para la mujer, y mas de 10 3 UFC/ml para el hombre. La presencia de bacteriuria significativa acompañada de síntomas y signos de IU constituye la bacteriuria sintomática; por el contrario el hallazgo de >105 UFC/ml de un mismo germen en 3 muestras sucesivas (con igual perfil de sensibilidad en el antibiograma) sin síntomas, hace diagnóstico de bacteriuria asintomática. � Infección urinaria baja o alta Depende de la zona de la vía urinaria que comprometa. � Infección urinaria complicada o potencialmente complicada: Esta posibilidad surge cuando se asocia con alteraciones del árbol urinario, diabetes, inmunosupresión o embarazo FACTORES PREDISPONENTES � Vía ascendente: las infecciones urinarias habitualmente se producen por vía ascendente desde el periné a la vagina, y/o la uretra y la vejiga; la obstrucción al flujo urinario libre y/o la retención urinaria (tumores, cálculos, estenosis, hipertrofia prostática, trastornos neurógenos vesicales o reflujo vesicouretreral) predisponen a la infección � Vía descendente o hematógena: menos frecuente � Edad y sexo: Mujeres jóvenes: en no embarazadas la prevalencia es del 1 – 3%, y luego del inicio de las relaciones sexuales aumenta la frecuencia, llevando la relación hombre/ mujer a 1:9. (5) Embarazo: se presenta entre un 4-7% y puede asociarse de riesgo de parto prematuro e infección neonatal severa Posmenopausia: se incrementa la frecuencia en asociación a anomalías anatómicas del piso pelviano (prolapso uterino) y el déficit hormonal, que condiciona cambios en el trofismo mucoso, facilitando la colonización por gérmenes uropatógenos no habituales Sexo masculino: la afectación prostática contribuye a la aparición de IU, sumándose la obstrucción al flujo urinario y la disminución o la pérdida de la capacidad espermicida de la secreción prostática. AGENTES ETIOLÓGICOS La bacteria aislada con mayor frecuencia (75-85%) en los cultivos de IU extrahospitalaria es Escherichia coli (6,7). Otros gérmenes gram negativos como la klebsiella spp, proteus mirablis y enterobacter spp producen el 10% de las infecciones restantes y su presencia aumenta el riesgo de IU alta FORMAS DE PRESENTACIÓN Hay diversas formas clínicas, según que la infección sea del parénquima renal y/o de sus vías excretoras. � Cistitis aguda en la mujer Se presenta en pacientes sin alteraciones estructurales o funcionales de las vías urinarias. La forma de presentación más frecuente es con disuria y polaquiuria, sin fiebre, en mujeres sexualmente activas, sin anomalías en el examen físico habitual Factores de riesgo asociados(8): � Relaciones sexuales frecuentes � IU previa � Falta de micción tras las relaciones sexuales � Uso de diafragma, espermicidas Disuria + Polaquiuria o urgencia miccional sin síntomas vaginales: probabilidad pretest 80% (9) Otros datos sugestivos son la incontinencia de reciente instalación y el dolor suprapúbico, así como el antecedente de IU previa. Los síntomas son de presentación brusca (<3 días), e inicialmente debe descartarse que la disuria no sea consecuencia de una vulvovaginitis o herpes genital. Ante la presencia de un cuadro clásico, se podrá iniciar tratamiento antibiótico sin la realización de estudio del sedimento Causas de disuria en la mujer joven (grafico 1) adaptado de (10) Disuria/Piuria Vaginitis y herpes genital SI (10%) NO (90%) >105 UFC/ml (50%) <105 UFC/ml IU SME URETRAL AGUDO (40%) • IU baja con <105 UFC/ml (18%) • Infección por Clamydia (8%) • Etiología desconocida (14%) A pesar de que las cistitis no son infecciones graves, generan importante morbilidad. Foxman y col (11) encontraron que cada episodio de cistitis origina en promedio 2,4 días de actividades restringidas, 1,2 días de imposibilidad de cumpli con tareas habituales y 0,4 de reposo en cama. La realización de estudios complementarios esta dirigida a la detección de cálculos, obstrucciones u otro tipo de anormalidades anatómicas. La ecografía se recomienda para aquel paciente que ha sufrido de 2 – 3 episodios de IU dado su bajo costo y al ser un método no invasivo. El análisis del valor diagnostico de cada método es complejo, porque no existe un método de certeza para confirmar o descartar una infección urinaria. La piocituria detectada por un sedimento de orina (toma de muestra con técnica para urocultivo) indica inflamación del árbol urinario, y aunque la causa mas frecuente de inflamación es la infección, existen otras patologías que pueden asociarse con su aparición. ALGORITMO DIAGNOSTICO (MODIFICADO CITA 12) Mujer con 1 o + síntomas de IU si no si no si no si no Factores de riesgo para IU complicada Urocultivo y tratamiento empírico Síntomas de IU alta, dolor dorsal o fiebre IU probable 60%, quizá pielonefritis. Urocultivo y tratamiento empíricoº Flujo vaginal IU poco probable 20%, evaluación ginecológica, urocultivo Varios síntomas y/o puño percusión positivo IU muy probable (90%) Tratamiento empírico sin urocultivo Sedimento o tira diagnostica patológicos IU muy probable 80% Tratamiento empírico sin urocultivo si no � Infeccion urinaria alta o pielonefritis en la mujer: Es la infección que afecta la pelvis y el parénquima renal. Lapresentación clínica puede oscilar desde un cuadro leve hasta un cuadro de sepsis por bacilos gram negativos. Se considera no complicada cuando no existe obstrucción al flujo urinario, causas predisponentes o que puedan condicionar al fracaso terapéutico. Orientan al diagnóstico de pielonefritis (13) • Fiebre con o sin escalofríos • Dolor lumbar • Dolor en el ángulo costovertebral • Náuseas o vómitos Aproximadamente el 80% de los pacientes tienen un recuento de colonias superior de 105UFC/ml y un 10-15 % superior a 104 UFC/ml. Se define como significativo por consenso un recuento de 104 para el diagnóstico de pielonefritis con una sensibilidad de 90 a 95%.(14) Mas del 95% de los casos son producidos por un único microorganismo; cuando los urocultivos son polimicrobianos debe sospecharse que hubo errores en la toma de muestra. Si se aíslan: (15,16,17) • 2 uropatogenos en 103 ���� ambos deben ser jerarquizados • 3 o mas ���� contaminación • 2 microorganismo (1 uropatogeno) ���� jerarquizar el uropatogeno Etiología de la IU en mujeres: Incidencia de IU según grupo etario Microorganismo Mujeres< 50 años Mujeres >50 años Escherichia coli 60-85% 55-80% Klebsiella spp 3-8% 5-10% Proteus spp 3-8% 5-8% Staphylococcus saprophyticus 5-10% 1-3% Baja probabilidad de IU 20% Evaluar cultivo de orina, examen ginecológico y seguimiento clinico Enterococcus spp 3-5% 5-10% otros 1-5% 2-7% Diagnostico (15,18) El sedimento urinario orienta al diagnostico; el urocultivo lo confirma. La presencia de leucocitos en orina sugiere el diagnostico de infección urinaria: el limite superior de glóbulos blancos en orina es de 10 a 50 por mililitro, que equivalen a 10 leucocitos por campo. La sensibilidad y la especificidad para IU varían entre el 50 y el 90%. El termino “piocitos”, comúnmente utilizado, es de poco valor en IU. La hematuria microscópica puede asociarse con infecciones altas y bajas pero tiene menos sensibilidad y especificidad que la leucocituria. Por su parte, la hematuria sirve para distinguir entre ITU y uretritis/ vaginitis, ya que éstas últimas no suelen presentarlas. El estudio con las tiras reactivas o “dipstick” no reemplazan al estudio habitual del sedimento. Gram en orina: las características del método han sido completamente estandarizadas: algunos estudios consideran útiles las muestras con >1 bacteria por campo y otros con >5. El gram de orina es sensible para detectar altos recuentos de colonias. La mayoría de los pacientes con síntomas característicos de IU, con un sedimento de orina patológico pueden ser tratados sin urocultivo previo, excepto cuando se sospecha IU alta o complicada (15, 18,19) La recolección de la muestra se realiza mediante la técnica del “chorro medio” y en frasco estéril. Lo ideal es que se transporte rápido al laboratorio, dentro de los 40 min. de recogida; si no se procesa rápido se debe colocar a 4C° hasta un máximo de 48 horas. Recuento (UFC/ml) Síntomas y/o leucocituria Interpretación >103 Presentes Infección urinaria >105 Ausentes Bacteriuria asintomática(*) 103 – 104 Ausentes Repetir estudio 102 – 103 Ausentes Posible contaminación (*) Se requieren al menos dos urocultivos Causas de falsos positivos y falsos negativos en los urocultivos FALSOS POSITIVOS Contaminación por secreción vulvovaginal Contaminación de los antisépticos utilizados Orina no refrigerada Errores de laboratorio FALSOS NEGATIVOS Tratamiento antibiótico previo “Arrastre” de los antisépticos utilizados durante la higiene Obstrucción ureteral completa (litiasis o anomalías) Lesión renal localizada y no comunicante Orina con PH muy altos o muy bajos (>8.5 - <5) Baja densidad urinaria <1003 Microorganismos inusuales que requieren medios especiales Insuficiente retención (<3 horas) No es necesaria la toma de hemocultivos en forma rutinaria en pacientes con pielonefritis no complicada (20) Puntos prácticos sobre el tratamiento La elección del antibiótico debe basarse en la sensibilidad de los uropatógenos locales. Trimetroprima – sulfametoxazol (TMP-SMX) y fluoroquinolonas por sus características constituyen las drogas de elección para el tratamiento de IU no complicadas. La TMP-SMX administrada por 3 días resulta el tratamiento empírico de elección para la IU baja no complicada La terapia con monodosis es de menor eficacia que la de tres días, cinco días o tratamientos más prolongados. En pacientes que han recibido antibióticos recientemente, o que presentan otros factores que incrementan el riesgo de uropatogenos resistentes, se sugiere el uso de fluoroquinolonas durante tres días o nitrofurantoína durante 7 días. Cuando se utilizan betalactámicos la duración del tratamiento debe ser de 5 a 7 días. Los pacientes con pielonefritis no requieren hospitalización y pueden ser tratados en forma ambulatoria; en los casos de inestabilidad hemodinámica, embarazo, dudas diagnósticas o vómitos se recomienda la internación. Se recomienda el uso de fluoroquinolonas (ciprofloxacina u otra) en forma empírica por vía oral si no hay presencia de vómitos. La duración debe ser de 7 a14 días, y la falta de respuesta clínica a las 48 – 72 horas determina la necesidad de realizar una ecografía renal para confirmar o descartar complicaciones. Infección urinaria recurrente en la mujer Se define como 2 episodios de IU en 6 meses o >/= 3 en un año. No existen evidencias de que las IU recurrentes en ausencias de anomalías anatómicas o funcionales del tracto urinario se asocien con daño renal o hipertensión arterial (13) La recurrencia de los episodios tienen una incidencia de 20 – 53% (3). Algunas medidas no farmacológicas (21) para su manejo puede ser: • Evitar la retención de orina y promover la micción post coito • Evitar el uso de diafragma con cremas espermicidas • Evitar el estreñimiento • Recomendar el uso de cremas vaginales con estrógenos en mujeres posmenopáusicas. Cuando los episodios son esporádicos (1 o 2 por año) se sugiere el autotratamiento con un curso rápido de antimicrobianos (22). Si la frecuencia es mayor, y se relaciona con el acto sexual se recomienda administrar ATB en forma profiláctica luego del mismo (21). En el caso de profilaxis continua, se administran ATB en dosis bajas capaces de descolonizar el periné de la flora entérica, como TMP – SMX (80/400 mg diarios o 3 veces por semana), nitrofurantoína (100/d) o norfloxacina (400 mg 3 veces por semana), durante 6 a 12 meses. Infección urinaria en la embarazada Tiene una incidencia del 8%, y es una de las complicaciones infecciosas más frecuente durante la gestación. El mayor riesgo comienza a la 6° semana de gestación, teniendo su pico entre las semanas 22 y 24. La IU no tratadas durante el embarazo se asocian a mayor mortalidad fetal, prematurez y bajo peso al nacer. (23) El microorganismo aislado más frecuente es la E Coli, seguido por el grupo Klebsiella – enterobacter y proteus. Los factores predisponentes asociados a la IU son dilatación ureteral y la hidronefrosis fisiológica del embarazo (90%); junto con el mayor volumen miccional y la disminución del tono de la vedija y uréteres, producen estasis en el árbol urinario. Cerca del 70% de las mujeres presenta glucosuria y proteinuria durante el embarazo, factores que contribuyen aun más al riesgo de IU. Se presenta en 3 formas clínicas: • Bacteriuria asintomática: en mujeres asintomáticas se define por la presencia de 2 urocultivos positivos consecutivos que desarrollan >105 UFC/ml del mismo germen, o una única muestra con >102 de un único germen tomada por cateterismo vesical (23, 24). Se recomienda curso de tratamiento de 3 – 7 días con cefalosporina de 1° generación (cefalexina 500mg 4 veces por día), nitrofurantoína (100 mg 4 veces por día), amoxicilina – clavulánico (500 mg 3 veces por día) (25) Laspacientes tratadas deben repetir el urocultivo luego de finalizado el tratamiento antibiótico. Las recaídas o recidivas son más frecuentes luego de la 1 o 2 semana de tratamiento. Se recomienda buscar bacteriuria asintomática entre las 14 y 16 semanas de gestación, independientemente de los antecedentes (23, 24 y 26), confirmándose el diagnostico con una segunda muestra, previo al inicio del tratamiento antibiótico. Aquellas que presentan recurrencia a lo largo del embarazo se benefician con una profilaxis antibiótica hasta el parto. • Cistitis aguda: se detecta entre el 1 – 4 % de los embarazos y se manifiesta con disuria, tenesmo e incontinencia (26). La prevalencia es mayor en el segundo trimestre. No aumenta el riesgo de pielonefritis, parto prematuro o bajo peso (27,28), el diagnostico se confirma con el urocultivo. EL mismo tratamiento que la bacteriuria asintomática, con una duración de 7 días. Se recomienda repetir el cultivo luego de 1 - 2 semanas post tratamiento. • Pielonefritis: se presenta en el 2%, con una tasa de recurrencia del 23 %. Su tratamiento debe ser precoz y agresivo, y extenderse por 10 – 14 días. Los antibióticos recomendados por vía parenteral son la ceftriaxona, cefalotina y ampicilina – sulbactam. Debe seguirse con cultivos mensuales. Infección urinaria en la mujer posmenopáusica: La incidencia varía entre un 10 y un 30%(29). En esta población existe una mayor colonización vaginal por bacilos gram negativos y una mayor incidencia de bacteriuria. Los factores de riesgo son: • Incontinencia urinaria • Cistocele • Volumen residual posmiccional de orina • Historia de IU antes de la menopausia • Pertenecer al grupo ABO no secretor.(30) El tratamiento recomendado de la cistitis aguda es TMS o norfloxacina o ciprofloxacina durante 3 a 7 días; el de la pielonefritis aguda no complicada en esta población ciprofloxacina durante 7 a 14 días. En pacientes con antecedentes de infección urinaria a repetición y/o complicadas, consumo de ATB, portadoras de patología anatómica o procedimientos urológicos invasivos el tratamiento deberá basarse en cada historia particular. Se requieren más estudios para poder recomendar el uso de estriol vaginal para la prevención de IU en esta población. En mujeres mayores o residentes en instituciones geriátricas que no tienen colocada una sonda vesical, los criterios mínimos requeridos para iniciar antibiótico empírico incluyen disuria aguda o fiebre >37,9° con al menos uno de los siguientes signos: � Aparición o empeoramiento de la urgencia miccional � Aparición o empeoramiento de la frecuencia miccional � Dolor suprapúbico � Hematuria � Dolor lumbar � Incontinencia La incidencia de IU en esta población de mujeres varía entre 0,1 -2,4 por mil días, entre un 20-30%. (31) Los factores de riesgo incluyen: Cateterismo urinario Incontinencia urinaria Exposición a ATB Alteraciones en el estado funcional(32). La incidencia de la bacteriuria asintomática en estas mujeres oscila entre un 25 y un 50%(33). La elección del antimicrobiano se hará de acuerdo a los antecedentes y a la flora prevalerte de la institución, y el traamiento durará de 10-14 días. Se recomienda realizar una evaluación ginecológica, ya sea en las mujeres posmenopáusicas como en las institucionalizadas. En aquellas que no tienen sonda vesical, la falla del tratamiento o la recaída sugieren la necesidad de realizar estudios complementarios, dirigidos a la detección de cálculos, obstrucciones u otro tipo de anormalidad anatómica. IU en pacientes con cálculos urinarios Los cálculos urinarios pueden estar presentes en pacientes con IU recurrentes o persistentes. Las bacterias pueden colonizar el intersticio de los cálculos, y la manipulación durante la litotricia o la obstrucción urinaria persistente puede producir infecciones severas. Las IU ocasionadas por gérmenes productores de ureasa (proteus, estafilococo aureus, klebsiella, providencia, pseudomona, reaplasta urealyticum, corynebacterium), son inductoras de la formación de cálculos de estruvita o apatita(34). Los pacientes portadores de cálculos de estruvita no suelen presentarse con cólico renal, salvo que un fragmento del mismo descienda por el uréter luego de la manipulación.(35-36). Un PH de la orina persistentemente alcalino sugiere la presencia de cálculos de estruvita, mientras que aquellos con un PH menor de 5.5 suelen ser de cistina o ácido úrico. La mayoría de los cálculos de calcio se presentan con un PH urinario normal(35) En pacientes con litiasis no se remienda la búsqueda sistemática de bacteriuria asintomática; solo se deberá realizar un urocultivo previo al tratamiento quirúrgico del mismo o a la realización de litotricia. El tratamiento antibiótico deberá basarse en los antecedentes, y la duración del mismo se recomienda que sea de 10-14 días. Infección del tracto urinario en Hombres Las IU en hombres jóvenes no son frecuentes, y siempre se consideran complicadas (37) A partir de los 50 años, con el agrandamiento prostático, las prostatitis y las instrumentaciones de la vía urinaria aparecen como las causas relacionadas con el aumento de la incidencia de la IU. Los factores de riesgo son: � Obstrucciones urinarias de origen prostático � Práctica sexual anal � Presencia de estenosis uretrales (generan mayor residuo posmiccional) � Pacientes no circuncisos (38) Para la toma de muestra de orina se recomienda el chorro medio retrayendo el prepucio. Se considera bacteriuria significativa en los hombres a la presencia de >103 UFC/ml de una flora única y predominante (sensibilidad y especificidad 97%). La toma de una sola muestra es adecuada para el diagnóstico en el 95% los casos (39,40) Al igual que las mujeres predominan los bacilos gram negativos. Se recomienda el uso de TMP-SMX, fluoroquinolonas durante 7 a 10 días en las IU bajas y entre 10 a 14 días para la pielonefritis. Habitualmente el diagnóstico de IU en un hombre genera un alto grado de sospecha de algún problema estructural subyacente, por lo que requerirá de evaluaciones adicionales (41, 42) salvo que no haya elementos clínicos o de laboratorio que lo justifiquen. Se reserva la utilización de la ecografía, TAC, etc. para aquellos con fracaso terapéutico, recurrencia temprana sintomática o hematuria microscópica persistente. Reinfección: episodio nuevo de IU producido por otro gérmen. Recaída: es la IU producida por el mismo organismo que no ha sido erradicado; sospechar la presencia de prostatitis crónica. En las recaídas debe considerarse la posibilidad de una prostatitis bacteriana crónica y obtener una muestra para cultivo luego de una expresión prostática, mediante el procedimiento de las cuatro copas. Cuando una IU recae luego de un tratamiento apropiado, es posible que una paciente tenga una prostatitis bacteriana y puede tratarse empíricamente con fluoroquinolonas por 28 días. Infección urinaria en pacientes diabéticos: La diabetes, independientemente de otros factores triplica el riesgo de bacteriuria asintomática y de IU(43, 44), pero no esta recomendada su búsqueda sistemática (45). Los pacientes diabéticos pueden presentar mas frecuentemente síntomas urinarios, deterioro del sensorio, historia de incontinencia relacionadas con los episodios de IU, e infecciones urinarias por otros patógenos además de la E coli (46). Por su parte la diabetes se asocia a formas más severas de presentación clínica de la IU como pielonefritis enfisematosa, necrosis papilar renal, pielonefritis xantogranulomatosa y abscesos renales y perirrenales. La IU debe considerarse siempre complicada dada la mayor parte de alteraciones subyacentes de la vía urinaria (anatómicas y funcionales), y de complicaciones locales y sistémicas. En diabéticos las IU se consideran siempre como complicadas El tratamiento empírico inicial para los casos que no requiereninternación, así como para aquellos que no tienen antecedentes de antibioticoterapia previa o instrumentación urológica, puede incluir una fluoroquinolona o una aminopenicilina + inhibidor de B lactamasa. Recomendaciones pera la prevención de IU en diabéticos y sus complicaciones (47) • Mantener un buen control metabólico (HBA1c <7 mg) • Limitar el uso de catéteres urinarios • Profilaxis antibiótica para prevenir infecciones en mujeres sexualmente activas que tengan 2 o mas episodios al año relacionadas al acto sexual • Mantener un perfil de “euglucemia” en situaciones tales como cirugías u otros procedimientos asociados a stress Infección urinaria en pacientes sondados: La infección urinaria suele ser la causa más frecuente de infección nosocomial (40%) (48) y en un 80% están relacionadas con la colocación de catéter para drenaje vesical. La incidencia de bacteriuria en pacientes sondados varía entre un 3 y un 19% por día. El crecimiento de más de 102 UFC/ml o más de un patógeno predominante, especialmente cuando se acompaña de piuria, podría ser considerado como una infección asociada a catéter. • Paciente con sondaje de corta duración: la colocación de la sonda se relaciona con la realización de procedimientos quirúrgicos, control de diuresis y retención aguda de orina. Prevalencia de bacteriuria de 15% (49,50). Los gérmenes más frecuentes: E Coli, klebsiella, proteus, pseudomona, estafilococo epidermidis, enterococo y candida. • Paciente con sondaje de larga duración (mayor 30 días) en patologías neurológicas o enfermedades crónicas, las indicaciones más frecuentes son la incontinencia y la obstrucción urinaria. La prevalencia de bacteriuria es del 90% al 100%. Los gérmenes mas frecuentes son: E coli, Klebsiella, proteus, pseudomona, estafilococo epidermidis, providencia, morganella, enterococo y candida. Son más frecuentes las infecciones polimicrobianas. Factores de riesgo(51) 1. duración de la cateterización 2. ausencia de uso de bolsa colectora 3. colonización de la bolsa colectora 4. diabetes 5. sexo femenino 6. indicaciones de la colocación de sonda fuera del acto quirúrgico o la medición del flujo urinario 7. elevación de la creatinina plasmática 8. errores en el cuidado del cateter En los pacientes sondados la presencia de leucocituria en el sedimento de orina no es un elemento útil para decidir la toma de cultivo(10) Para el cultivo se sugiere cambiar la sonda vesical previamente. El catéter en si mismo puede ocasionar síntomas, o su presencia puede anular los síntomas habituales de IU; la presencia de fiebre o síntomas vesicales muchas veces se relaciona con la obstrucción del catéter (53). Los síntomas de IU que deben tenerse en cuenta son:(54,55) • fiebre • dolor hipogástrico • dolor lumbar • síntomas gastrointestinales • bacteriemias sin otro foco La mortalidad atribuible a la IU asociada a sonda vesical es de 1 cada 1000 infecciones(56) El tratamiento empírico inicial dependerá del estado clínico del paciente, antecedentes de instrumentación, tratamientos ATB previos y la flora local. BIBLIOGRAFIA 1. Kunin CM: The concept of significant bacteriuria. In Detection, prevention and management of urinary tract infections, 4 ed. Philadelphia: Lea & Febiger; 1987 2. McLaughlin SP, Carson CC. urinary tract infection in women. Med Clin N Am 2004;88:417 – 429 3. Hooton TM and Stamm WE. Diagnosis and treatment of uncomplicated urinary tract infections. Infect Dis Clin North Am 1997;11:551-81 4. Schultz H y col. Acute cystitis; a prospective study of laboratory test and duration of therapy. Mayo Clinic Proc 1984;59:391- 397 5. Casellas JM. 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