Logo Studenta

Traumatologia14aEdicionwww.bmpdf.comFb. Bmpdf

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

https://www.bmpdf.com/
MANUAL AMIR
TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA
(14.ª edición)
ISBN
978-84-18278-24-2
DEPÓSITO LEGAL
M-22153-MMXIX
ACADEMIA DE ESTUDIOS MIR, S.L.
www.academiamir.com
info@academiamir.com
DISEÑO, MAQUETACIÓN E ILUSTRACIONES
Iceberg Visual Diseño, S.L.N.E.
Nuestro agradecimiento a los servicios de Traumatología del 
Hospital Universitario de Torrejón, Hospital Universitario 12 
de Octubre de Madrid y Hospital Universitario HM Puerta del 
Sur de Móstoles, por la cesión de imágenes para el manual. 
Nuestra mayor gratitud a Alberto Argón, alumno AMIR, 
por haber realizado de manera desinteresada una revisión de 
erratas de nuestros manuales, que ha permitido mejorar esta 
14.ª edición.
La protección de los derechos de autor se extiende tanto al contenido redac-
cional de la publicación como al diseño, ilustraciones y fotografías de la misma, 
por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso del 
propietario de los derechos de autor.
Este manual ha sido impreso con papel ecológico, 
sostenible y libre de cloro, y ha sido certificado según los 
estándares del FSC (Forest Stewardship Council) y del PEFC 
(Programme for the Endorsement of Forest Certification).
https://www.bmpdf.com
https://www.bmpdf.com
https://www.bmpdf.com
5
AUTORES
DIRECCIÓN
EDITORIAL
RELACIÓN GENERAL DE AUTORES
FRANCO DÍEZ, EDUARDO (7)
RUIZ MATEOS, BORJA (42)
CAMPOS PAVÓN, JAIME (12)
SUÁREZ BARRIENTOS, AIDA (44)
SÁNCHEZ VADILLO, IRENE (4)
GALLO SANTACRUZ, SARA (24)
SESMA ROMERO, JULIO (43)
AMMARI SÁNCHEZ-VILLANUEVA, FADI (6)
ADEVA ALFONSO, JORGE (1)
ALEDO-SERRANO, ÁNGEL (2)
ALONSO PEREIRO, ELENA (3)
ALONSO SANZ, JAVIER (4)
ÁLVAREZ ANDRÉS, EVA (5)
AMMARI SÁNCHEZ-VILLANUEVA, FADI (6)
AMORES LUQUE, MIGUEL CAYETANO (7)
ANTÓN MARTIN, MARÍA DEL PILAR (8)
ANTÓN SANTOS, JUAN MIGUEL (9)
ARREO DEL VAL, VIVIANA (4)
BALBACID DOMINGO, ENRIQUE J. (4)
BATALLER TORRALBA, ÁLEX (10)
BENAVENT NÚÑEZ, DIEGO (4)
BENÍTEZ, LETICIA
BERNAL BELLO, DAVID (11)
BUZÓN MARTÍN, LUIS (1)
CABRERA MARANTE, ÓSCAR (12)
CAMPOS PAVÓN, JAIME (12)
CANO-VALDERRAMA, ÓSCAR (13)
CARDOSO LÓPEZ, ISABEL (14)
CERVERA YGUAL, GUILLERMO (15)
CÍVICO ORTEGA, JESÚS ANTONIO (16)
COBREROS PÉREZ, ÁLVARO
CORRALES BENÍTEZ, CARLOS (17)
CUENCA RAMÍREZ, 
MARÍA DESAMPARADOS (18)
CUESTA HERNÁNDEZ, MARTÍN (13)
CUÑO ROLDÁN, JOSÉ LUIS (11)
DÁVILA GONZÁLEZ, PABLO (19)
DE MIGUEL-CAMPO, BORJA (12)
DELGADO LAGUNA, ANA (20)
DELGADO MÁRQUEZ, ANA MARÍA (48)
ESTEBAN-SÁNCHEZ, JONATHAN (21)
FERRE-ARACIL, CARLOS (22)
FORTUNY FRAU, ELENA (23)
FRANCO DÍEZ, EDUARDO (7)
GALLO SANTACRUZ, SARA (24)
GANDÍA GONZÁLEZ, MARÍA LUISA (4)
GARCÍA CARRERAS, ALEJANDRO (1)
GARCÍA SEBASTIÁN, CRISTINA (7)
GARCÍA-ESCRIBANO MARTÍN,
FLORENCIO (13)
GARROTE GARROTE, MARÍA (21)
GIMÉNEZ VALLEJO, CARLOS (25)
GÓMEZ ROMERO, MARÍA (26)
GÓMEZ SERRANO, MANUEL (13)
GÓMEZ-MAYORDOMO, VÍCTOR (13)
GÓMEZ-PORRO SÁNCHEZ, PABLO (22)
GONZÁLEZ ROCAFORT, ÁLVARO (4)
GREDILLA-ZUBIRÍA, ÍÑIGO (27)
GUIJARRO VALTUEÑA, AINHOA (22)
HERNÁNDEZ ONTORIA, MARÍA (12)
HONRUBIA LÓPEZ, RAÚL (28)
IBÁÑEZ-SANZ, GEMMA (29)
LALUEZA BLANCO, ANTONIO (12)
LÓPEZ-SERRANO, ALBERTO (30)
LOUREIRO AMIGO, JOSÉ (49)
LOZANO GRANERO, CRISTINA (7) 
LUENGO ALONSO, GONZALO (12)
MAEZTU, MIKEL (31)
MANJÓN RUBIO, HÉCTOR (7)
MARCO ALACID, CRISTIAN (32)
MARTÍN RUBIO, INÉS (22)
MARTÍNEZ DÍEZ, JAVIER (33)
MARTÍNEZ DÍEZ, JOSÉ MANUEL (4)
MARTÍNEZ-FIDALGO VÁZQUEZ,
CONCEPCIÓN (9)
MARTOS GISBERT, NATALIA (5)
MASANA FLORES, ELENA (34)
MOGAS VIÑALS, EDUARD (35)
MONJO HENRY, IRENE (4)
MUERTE MORENO, IVÁN (13)
NAVARRO ÁVILA, RAFAEL JOSÉ (12)
ORTIZ SALVADOR, JOSÉ MARÍA (15)
OTAOLA ARCA, HUGO (36)
PADULLÉS CASTELLÓ, BERNAT (10)
PANADÉS-DE OLIVEIRA, LUISA (13)
PARRA DÍAZ, PAULA CAROLINA
PASCUAL GUARDIA, SERGI (37)
PASCUAL MARTÍNEZ, ADRIANA (38)
PÉREZ SÁNCHEZ, EZEQUIEL JESÚS (39)
PÉREZ TRIGO, SILVIA (12)
PINILLA SANTOS, BERTA (40)
PINTOS PASCUAL, ILDUARA (17)
PIRIS BORREGAS, SALVADOR (12)
PLASENCIA RODRÍGUEZ, CHAMAIDA (4)
RAMIRO MILLÁN, PATRICIA (41)
RAMOS JIMÉNEZ, JAVIER (7)
RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ, VÍCTOR (4)
RODRÍGUEZ-BATLLORI ARÁN, BEATRIZ (9)
RODRÍGUEZ-MONSALVE, MARÍA (22)
RUIZ MATEOS, BORJA (42)
SÁNCHEZ VADILLO, IRENE (4)
SESMA ROMERO, JULIO (43)
SEVILLA-RIBOTA, SERGIO (9)
SOUTO SOTO, AURA DANIELA (22)
SUÁREZ BARRIENTOS, AIDA (44)
TABEAYO ÁLVAREZ, ELOY (4)
TAJIMA POZO, KAZUHIRO (20)
TARAMINO PINTADO, NOELIA (12)
TEIGELL MUÑOZ, FRANCISCO JAVIER (9)
TORRES FERNÁNDEZ, DAVID (12)
TOUZA FERNÁNDEZ, ALBERTO (45)
UDONDO GONZÁLEZ DEL TÁNAGO,
MARÍA (31)
VALTUEÑA SANTAMARÍA, JARA (46)
VÁZQUEZ GÓMEZ, FELISA (47)
VÁZQUEZ GÓMEZ, JULIO ALBERTO (47)
VILLANUEVA MARTÍNEZ, JAVIER (9)
(1) H. G. U. Gregorio Marañón. Madrid.
(2) H. Ruber Internacional. Madrid.
(3) H. U. del Sureste. Arganda del Rey, Madrid.
(4) H. U. La Paz. Madrid.
(5) H. U. Severo Ochoa. Madrid.
(6) H. U. Virgen del Rocío. Sevilla.
(7) H. U. Ramón y Cajal. Madrid.
(8) Phoenix Children´s Hospital. Phoenix, EE.UU.
(9) H. Infanta Cristina. Parla, Madrid.
(10) H. Clinic. Barcelona.
(11) H. U. de Fuenlabrada. Madrid.
(12) H. U. 12 de Octubre. Madrid.
(13) H. C. San Carlos. Madrid.
(14) H. Vithas Ntra. Sra. de América. Madrid.
(15) H. Central U. de Valencia. Valencia.
(16) H. U. Virgen de la Victoria. Málaga.
(17) H. U. Fundación Jiménez Díaz. Madrid.
(18) H. U. Doctor Peset, Valencia.
(19) H. de Manacor. Mallorca.
(20) H. U. Fundación Alcorcón. Madrid.
(21) H. U. de Getafe. Madrid.
(22) H. U. Puerta de Hierro. Madrid.
(23) H. U. Son Espases. Palma de Mallorca.
(24) H. Can Misses. Ibiza.
(25) Centre d’Ophtalmologie Sainte Odile. 
Alsacia, Francia.
(26) H. U. Joan XIII. Tarragona.
(27) H. Quironsalud A Coruña. La Coruña.
(28) H. U. Infanta Sofía. Madrid.
(29) H. U. de Bellvitge. 
L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona.
(30) H. U. San Juan de Alicante. Alicante.
(31) H. U. de Basurto. Bilbao.
(32) H. Virgen de los Lirios. Alcoy, Alicante.
(33) H. U. Central de Asturias. Oviedo.
(34) H. U. Virgen de las Nieves. Granada.
(35) H. U. Vall d’Hebron. Barcelona.
(36) Clínica Alemana. Santiago de Chile, Chile.
(37) Parc de Salut Mar. Barcelona.
(38) H. U. Infanta Elena. Madrid.
(39) Instituto de Neuropsiquiatría y 
Adicciones, PSMAR. Barcelona.
(40) Psiquiatra en ámbito privado. Madrid.
(41) H. C. U. Lozano Blesa. Zaragoza.
(42) H. Infanta Cristina. Parla, Madrid y 
H. Central de la Cruz Roja. Madrid.
(43) H. G. U. de Alicante. Alicante.
(44) Clínica U. de Navarra. Madrid.
(45) H. U. de Torrejón. Torrejón, Madrid y 
H. HM Puerta del Sur. Móstoles, Madrid.
(46) H. C. U. de Valladolid. Valladolid.
(47) H. Infantil U. Niño Jesús. Madrid.
(48) H. U. Rey Juan Carlos. Móstoles, Madrid.
(49) H. Moisès Broggi. Sant Joan Despí, Barcelona.
https://www.bmpdf.com
https://www.bmpdf.com
7
ORIENTACIÓN MIR
Rendimiento por asignatura
(preguntas por página)
Número medio de preguntas
(de los últimos 11 años)
Eficiencia MIR
(rendimiento de la asignatura
corregido por su dificultad en el MIR)
La importancia de esta asignatura ha sido variable a lo largo de las convocatorias MIR. El número de preguntas oscila entre las 5 y las 11. 
La temática es variada, si bien un gran porcentaje de conceptos preguntados se centra en los tres primeros temas del manual (frac-
turas y luxaciones). El resto de temas aparecen de forma variable en diferentes convocatorias. La aparición de una o dos preguntas 
vinculadas a imagen es constante, por lo que es recomendable asociar las imágenes que aparecen tanto en este manual como en 
el de Radiología. 
Se recomienda comenzar el estudio de la asignatura por los tres primeros temas y posteriormente continuar con el resto de la 
asignatura. 
Es importante dedicar un tiempo específico de estudio al tema del manejo del paciente politraumatizado. Es un tema complejo, recu-
rrente en cuanto a preguntas en últimas convocatorias y que incluye conceptos de distintas asignaturas (Neurología, Cirugía General, 
Cardiología, Neumología, etc.).Recomendamos especialmente realizar un repaso de este tema al final de la fase de consolidación II.
1 7 5
https://www.bmpdf.com
8
https://www.bmpdf.com
9
ÍNDICE
TEMA 1 GENERALIDADES DE LAS LESIONES ÓSEAS TRAUMÁTICAS ...........................................................13
1.1. Generalidades ........................................................................................................................................ 13
1.2. Consolidación ........................................................................................................................................ 13
1.3. Clínica y diagnóstico general de las fracturas ......................................................................................... 15
1.4. Tratamiento general de las fracturas ...................................................................................................... 15
1.5. Complicaciones generales de las fracturas ............................................................................................. 16
Autores: Gonzalo Luengo Alonso, Alberto Touza Fernández, Ainhoa Guijarro Valtueña.
TEMA 2 FRACTURAS Y LUXACIONES DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR ..........................................................21
2.1. Clavícula ................................................................................................................................................ 21
2.2. Escápula ................................................................................................................................................ 21
2.3. Húmero ................................................................................................................................................. 21
2.4. Fracturas de antebrazo .......................................................................................................................... 23
2.5. Fracturas de los huesos del carpo .......................................................................................................... 26
2.6. Fracturas de los huesos de la mano ....................................................................................................... 27
2.7. Luxaciones de la extremidad superior ..................................................................................................... 28
Autores: Alberto Touza Fernández, Gonzalo Luengo Alonso, Fadi Ammari Sánchez-Villanueva.
TEMA 3 FRACTURAS Y LUXACIONES DE LA EXTREMIDAD INFERIOR ..........................................................31
3.1. Fracturas de la cintura pélvica ................................................................................................................ 31
3.2. Fracturas de fémur ................................................................................................................................. 32
3.3. Fracturas de rodilla ................................................................................................................................ 34
3.4. Fracturas de tibia ................................................................................................................................... 35
3.5. Fracturas de tobillo ................................................................................................................................ 35
3.6. Fracturas del pie .................................................................................................................................... 35
3.7. Luxaciones de la extremidad inferior ...................................................................................................... 37
Autores: Gonzalo Luengo Alonso, Alberto Touza Fernández, Ainhoa Guijarro Valtueña.
TEMA 4 TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA INFANTIL ....................................................................................39
4.1. Introducción .......................................................................................................................................... 39
4.2. Traumatismos infantiles ......................................................................................................................... 39
4.3. Trastornos del desarrollo ........................................................................................................................ 40
Autores: Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Ainhoa Guijarro Valtueña, Mikel Maeztu.
TEMA 5 TUMORES MUSCULOESQUELÉTICOS ...............................................................................................45
5.1. Introducción .......................................................................................................................................... 45
5.2. Estudio diagnóstico ................................................................................................................................ 45
5.3. Principios terapéuticos ........................................................................................................................... 46
5.4. Características básicas de cada tumor .................................................................................................... 47
Autores: Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Carlos Corrales Benítez, Ainhoa Guijarro Valtueña.
TEMA 6 LESIONES DE PARTES BLANDAS .....................................................................................................53
6.1. Introducción .......................................................................................................................................... 53
6.2. Heridas en piel y tejido celular subcutáneo ............................................................................................ 53
6.3. Lesiones musculotendinosas agudas ...................................................................................................... 54
6.4. Lesiones vasculares ................................................................................................................................ 55
6.5. Lesiones ligamentosas ............................................................................................................................ 55
6.6. Patología inflamatoria no traumática ..................................................................................................... 57
6.7. Enfermedad de Dupuytren ..................................................................................................................... 59
Autores: Alberto Touza Fernández, Carlos Corrales Benítez, Mikel Maeztu.
TEMA 7 LESIONES DEL SISTEMA NERVIOSO PERIFÉRICO ............................................................................60
7.1. Anatomía ............................................................................................................................................... 60
7.2. Lesiones del plexo braquial .................................................................................................................... 60
7.3. Lesiones de troncos nerviosos periféricos ............................................................................................... 61
Autores: Alberto Touza Fernández, Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Eloy Tabeayo Álvarez.
TEMA 8 TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA DEL RAQUIS ................................................................................65
8.1. Introducción .......................................................................................................................................... 65
8.2. Traumatología del raquis ....................................................................................................................... 65
8.3. Patologías del desarrollo del raquis ........................................................................................................ 67
Autores: Ainhoa Guijarro Valtueña, Gonzalo Luengo Alonso, Mikel Maeztu.
https://www.bmpdf.com
10
TEMA 9 ORTOPEDIA DEL ADULTO ................................................................................................................71
9.1. Introducción ..........................................................................................................................................71
9.2. Degeneración articular. Síntomas y manejo. ........................................................................................... 71
9.3. Necrosis avascular de cabeza femoral del adulto .................................................................................... 72
9.4. Cadera dolorosa del adulto joven o atrapamiento femoroacetabular ..................................................... 73
9.5. Hallux valgus ......................................................................................................................................... 74
Autores: Alberto Touza Fernández, Gonzalo Luengo Alonso, Fadi Amari Sánchez-Villanueva.
TEMA 10 MANEJO DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO ...............................................................................75
10.1. Introducción. Definiciones. ..................................................................................................................... 75
10.2. Atención inicial ...................................................................................................................................... 76
10.3. Manejo de la vía aérea ........................................................................................................................... 76
10.4. Estado circulatorio ................................................................................................................................. 76
10.5. Traumatismo craneoencefálico ............................................................................................................... 77
10.6. Traumatismos maxilofaciales .................................................................................................................. 78
10.7. Traumatismo raquimedular y de extremidades o pelvis .......................................................................... 78
10.8. Traumatismo torácico ............................................................................................................................ 78
10.9. Traumatismo abdominal ........................................................................................................................ 79
10.10. Lesiones específicas por animales ........................................................................................................... 79
Autores: Ainhoa Guijarro Valtueña, Eloy Tabeayo Álvarez, José Manuel Martínez Díez.
VALORES NORMALES EN TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA ................................................................80
REGLAS MNEMOTÉCNICAS TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA .............................................................81
BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................................................82
https://www.bmpdf.com
11
CURIOSIDAD
Gerhard Küntscher (1900-1972) fue un traumatólogo alemán que estableció las bases del 
enclavado endomedular de las fracturas diafisarias de huesos largos. Diseñó un clavo con aristas 
que permitía tanto el control axial como rotacional de la fractura. Desarrolló su técnica durante 
la Segunda Guerra Mundial y tras la publicación de sus trabajos fue adoptado como método de 
elección para el tratamiento de estas fracturas en todo el mundo. Se considera uno de los avances 
más importantes en la atención del trauma grave del siglo XX.
https://www.bmpdf.com
https://www.bmpdf.com
13
1.1. Generalidades
Hablamos de fractura cuando se produce una solución de 
continuidad en la estructura ósea o cartilaginosa del hueso. Se 
produce cuando se aplica sobre el hueso una fuerza mayor de 
la que éste puede soportar.
Clasificación
Según mecanismo de producción
• Alta energía: aplicación de una fuerza intensa sobre el 
hueso de forma que éste se deforma y, una vez superado su 
nivel de elasticidad, se fragmenta. La fractura puede provo-
carse por un mecanismo directo o indirecto.
• Baja energía: fracturas ante mínimos traumatismos puntua-
les o repetidos.
- Fractura patológica: cuando un hueso se rompe ante un 
traumatismo leve, por existir una patología que debilita su 
estructura. Puede ser local como las neoplasias o los quis-
tes, o generalizada como la osteoporosis o la enfermedad 
de Paget. Las fracturas osteoporóticas se dan sobre todo 
en cadera, columna vertebral y extremidad distal del radio. 
Globalmente, las más frecuentes son las fracturas verte-
brales. Por otro lado, la causa más frecuente de fractura 
vertebral patológica es la osteoporosis (MIR).
- Fracturas por estrés o fatiga: el hueso se fractura des-
pués de ciclos de microtraumatismos repetidos. Pueden 
ocurrir sobre hueso sano, generalmente en actividades 
que someten al hueso a un esfuerzo repetitivo prolongado 
(deportistas, bailarines, marchas en reclutas –fractura de 
Deustchländer en el 2.º o 3.er metatarsiano–, etc.). Tam-
bién pueden aparecer en hueso enfermo (p. ej., las zonas 
de Looser-Milkman en el raquitismo o la osteomalacia).
Según el trazo
Un traumatismo directo suele provocar una fractura lineal 
(según la energía); un traumatismo indirecto, normalmente 
por flexión, suele asociarse a aparición de un tercer fragmento 
(ala de mariposa); un traumatismo de alta energía o un aplas-
tamiento (o un mecanismo combinado) provocan una fractura 
multifragmentaria; por último, la torsión de hueso lleva un 
trazo espiroideo.
Abiertas y cerradas
En las abiertas existe contacto del foco de fractura con el 
exterior a través de una herida en la piel, mientras que en las 
cerradas no hay contacto.
Tipos de desplazamiento (de los extremos óseos)
Angulación
Pérdida del alineamiento habitual del hueso afectado; puede 
producirse en un plano frontal (varo, si la parte distal se acer-
ca a la línea media, o valgo, si se aleja) o en un plano sagital 
(anterior/posterior).
(Ver figura 1 en la página siguiente)
Rotación
Giro del fragmento distal en el eje principal del hueso.
Acortamiento
Disminución de la longitud del miembro debido a la contrac-
ción muscular.
Translación
Desplazamiento puro del fragmento distal sin angularse ni rotarse.
1.2. Consolidación
Se trata de un proceso de regeneración tisular. Existen dos tipos:
Autores: Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de Octubre (Madrid). Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid) y H. HM Puerta del Sur 
(Móstoles, Madrid). Ainhoa Guijarro Valtueña, H. U. Puerta de Hierro (Madrid).
Generalidades de las lesiones óseas traumáticas
Tema 1
Enfoque MIR
Este es uno de los temas más importantes. Céntrate especialmente 
en las indicaciones de tratamiento quirúrgico o conservador, las 
complicaciones más típicas de cada fractura, y la clasificación y 
tratamiento de las fracturas abiertas.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
14
Consolidación primaria (per primam), directa
Se produce cuando los dos extremos de la fractura están en 
perfecto contacto (reducción anatómica) y el foco de fractura 
no está sometido a movimiento alguno (estable). No aparece 
callo de fractura.
Consolidación indirecta o secundaria
Es la más frecuente; los extremos de la fractura no están en 
perfecto contacto. Se forma el callo de fractura. Su duración es 
variable en función de las condiciones del paciente y del hueso 
fracturado (6-10 semanas). Se pueden distinguir 5 fases:
1. Hematoma: como consecuencia de la fractura, se produce 
hematoma en el foco de fractura; éste contiene moléculas 
de señalización (TGF-β, IL-1, IL-6, BMPs…) que activan la 
proliferación celular y la angiogénesis.
2. Fase inflamatoria: predomina la angiogénesis, aparece un 
coágulo de fibrina.
3. Fase reparadora: a partir de la segunda semana predomi-
nan la proliferación celular y de fibrocartílago, que forman 
el callo blando.
4. Osificación: a partir de la cuarta semana, se produce la 
osificación del callo de fractura (callo duro).
5. Remodelación: a partir de la sexta semana se forma un 
hueso fibrilar o inmaduro (únicamente aparece en el callo 
de fractura y duranteel desarrollo fetal (MIR)) que progresi-
vamente es sustituido por hueso maduro. En este proceso las 
trabéculas óseas se orientan según las exigencias mecánicas 
que sufre el hueso (ley de Wolff). Este proceso dura meses.
Factores que regulan el proceso de consolidación
La consolidación se puede ver favorecida o retrasada por dife-
rentes factores (ver tabla 1).
Factores biológicos
Los factores de crecimiento TGF-β, BMP (proteínas morfogené-
ticas de hueso) y los factores con función anabolizante (vita-
minas A y D, GH, insulina, hormonas tiroideas…) favorecen la 
consolidación. También existen múltiples factores de dificultan 
la consolidación, como son la diabetes, los corticoides (MIR), 
el tabaquismo, los citostáticos, la indometacina (MIR), malnu-
trición y las enfermedades metabólicas óseas, como la osteo-
porosis y las infecciones. 
Factores mecánicos
En general, la distracción, el cizallamiento y la inestabilidad 
dificultan la consolidación, mientras que la carga axial contro-
lada (compresión) y la estabilidad favorecen la formación del 
callo de fractura.
Tratamientos para favorecer 
el proceso de consolidación
Los injertos y los sustitutivos óseos se pueden clasificar en fun-
ción de sus propiedades de:
• Osteogénesis: capacidad para formar hueso, contiene os-
teoblastos.
• Osteoinducción: favorece la formación ósea, contiene fac-
tores de crecimiento.
• Osteconducción: contiene un entramado mineral sobre el 
que se pueden disponer los osteoblastos.
Injertos óseos
• Injerto óseo autólogo: obtenido del propio paciente (más 
frecuentemente de la cresta ilíaca). Es osteogénico, osteoin-
ductor y osteoconductor. No produce rechazo. Sus únicas 
desventajas son la posible morbilidad en la zona donante y la 
limitación de tamaño del injerto.
• Aspirado de médula ósea: fuente potencial de células me-
senquimales. 
• Aloinjerto: de cadáver (congelado o liofilizado). Únicamente 
es osteoconductor. Aunque es muy poco frecuente, puede 
producir reacciones inmunes o transmitir infecciones.
FACTORES QUE 
RETRASAN LA 
CONSOLIDACIÓN
FACTORES QUE 
FAVORECEN LA 
CONSOLIDACIÓN
Lesiones de partes blandas
Fracturas abiertas
Mecanismos de alta energía
Malnutrición
Déficit de vitamina D
Diabetes
Corticoides (MIR)
AINEs: indometacina (MIR)
Quinolonas
Tabaquismo
Carga axial controlada 
(compresión)
Aporte vascular correcto 
en el hueso
Estabilidad mecánica
Tabla 1. Factores que modifican la consolidación ósea. Adaptado de: Rockwood 
and Green’s Fractures in Adults, 7.ª edición.
Valgo Normal Varo
Figura 1. Fractura con valgo y con varo.
https://www.bmpdf.com
Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas
15
Sustitutivos óseos
• Matriz ósea desmineralizada: es un aloinjerto en el que 
se han eliminado sus componentes minerales y únicamente 
posee la estructura colágena y proteínas no colágenas. Es 
osteoinductora.
• Matrices óseas sintéticas (fosfato tricálcico, hidroxiapatita): 
son osteoconductoras.
Factores de crecimiento
• Proteínas morfogenéticas de hueso (BMP 2 y 7): osteo-
inductoras. Aprobadas para el tratamiento de pseudoartrosis 
de huesos largos (BMP 7).
1.3. Clínica y diagnóstico general 
de las fracturas
Clínica
• Dolor importante.
• Tumefacción local.
• Impotencia funcional del miembro afecto.
• Hematoma local tras un tiempo.
• Anemia en caso de pacientes anticoagulados y fracturas de 
huesos largos.
• Deformidad, dependiendo del desplazamiento de la fractura.
Diagnóstico
• Exploración clínica del paciente y un análisis del mecanismo 
de producción del traumatismo: para definir realmente las 
lesiones debemos apoyarnos en pruebas de imagen.
• Radiografías: dos proyecciones como mínimo (AP y lateral), 
e incluir las articulaciones inmediatamente proximal y distal a 
la región afecta.
 Existen varias proyecciones típicas del estudio de algunas par-
tes del cuerpo (radiografía axial de cadera, transtorácica para 
húmero proximal, oblicuas para raquis, pie y mano…), así 
como una larga serie de proyecciones específicas menos im-
portantes (túnel carpiano, sesamoideos, acromioclavicular...).
• TAC: aporta mayor definición del trazo de fractura y del des-
plazamiento de los fragmentos. Permite la reconstrucción en 
los tres planos del espacio. Es típica su utilización en fracturas 
articulares, fracturas sobre hueso esponjoso y fracturas con-
minutas. Se debe plantear su realización ante fracturas de 
húmero proximal, calcáneo, vértebras y pelvis, así como ante 
fracturas dudosas y para planificar una intervención quirúrgica.
• RMN: utilizada para observar las partes blandas. Ade-
más de lesiones musculares, tendinosas, ligamentosas, me-
dulares y articulares, nos es muy útil para valorar la extensión 
tumoral y las zonas de inflamación. Tiene un valor fundamen-
tal en el estudio de lesiones meniscales y cartilaginosas.
• Ecografía: ayuda a valorar el estado de partes blandas y el 
contenido de cavidades. Puede contribuir al diagnóstico de le-
siones del manguito rotador, lesiones del tendón de Aquiles, 
hernias musculares, etc. Es muy importante para la valoración 
articular en los niños (artritis séptica/displasia de cadera).
• Gammagrafía: tiene muy alta sensibilidad pero poca especi-
ficidad. Contribuye al diagnóstico de fracturas de estrés y del 
estudio de metástasis.
1.4. Tratamiento general de las fracturas
El tratamiento inicial de una fractura se basa en el control del 
dolor y de la inflamación. Para conseguir estos objetivos lo más 
importante es realizar una reducción y una inmovilización.
• Reducción: consiste en alinear los extremos de un hueso 
fracturado. Se realiza mediante la aplicación de una tracción 
en el eje del hueso fracturado. Con esto se consigue aliviar 
el dolor y disminuir el riesgo de lesiones asociadas, especial-
mente las neurovasculares.
• Inmovilización: tiene como objetivo mantener la reducción 
hasta que se decida si el tratamiento definitivo va a ser orto-
pédico o quirúrgico.
Tratamiento ortopédico o conservador
Incluye desde el reposo y analgesia hasta la aplicación de una 
tracción sostenida del miembro afectado, ya sea blanda (adhe-
rida a la piel) o transesquelética (el peso actúa traccionando 
directamente a través de hueso), pasando por todo tipo de 
vendajes, férulas de yeso, ortesis, corsés o sindactilias.
Tratamiento quirúrgico
Modalidades de tratamiento quirúrgico
Existen cuatro grandes modalidades:
• RAFI (reducción abierta y fijación interna): se aborda directa-
mente el foco de fractura quirúrgicamente y se estabiliza la 
fractura con placas, tornillos o cerclajes. El objetivo del trata-
miento quirúrgico es realizar reducción y fijación de la frac-
tura para favorecer su correcta consolidación, restituir su 
función, permitir una movilización precoz y disminuir en lo 
posible la pérdida de función. Se utiliza principalmente para 
tratamiento de fracturas con afectación articular y en aquellas 
fracturas que precisen una reducción anatómica.
Figura 2. Ejemplo de RAFI: fractura de radio distal.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
16
• Reducción cerrada y fijación interna: implica la reducción 
de la fractura de forma cerrada, sin ver el foco, y la aplicación 
de un dispositivo de fijación interna, generalmente clavos in-
tramedulares. Se utiliza para el tratamiento de fracturas dia-
fisarias de huesos largos (fémur, tibia y húmero).
• Osteosíntesis percutánea: se accede a la fractura a través 
de pequeños orificios alejados del foco. La fractura se estabi-
liza con agujas o placas mínimamente invasivas. Consigue 
reducciones menos anatómicas (consolidación con callo de 
fractura) pero tiene menos riesgo de pseudoartrosis e infec-
ción. Las agujas, en general, se utilizan para el tratamiento de 
las fracturas infantiles y en fracturas de la mano.
• Fijación externa (ver figura 5): no se accede al foco de 
fractura, sino que el fijador la estabiliza mediante el anclaje 
en hueso en zonas alejadas de la fractura. Se utiliza para laestabilización, provisional o definitiva, de algunas fracturas 
abiertas, para el control de fracturas con grave afectación de 
partes blandas y para el control de daños en el paciente poli-
traumatizado.
Indicaciones de tratamiento quirúrgico
Debemos plantearnos la cirugía siempre y cuando pueda 
mejorar la situación actual del paciente; más allá de esta pre-
misa, podríamos resumir estas indicaciones en las siguientes 
(MIR 13, 26):
• Fracaso de tratamiento conservador.
• Algunos tipos de fracturas:
- Fracturas inestables: fragmentos óseos sometidos a fuerzas 
de tensión (olécranon, fractura transversa de rótula…), o 
con foco conminuto.
- Afectación articular (tendencia a la artrosis). Normalmente 
con más de 2 mm de escalón articular.
- Fracturas bilaterales de miembros.
- Fracturas que asientan sobre una neoplasia. Suelen ser me-
tástasis.
• Presencia de complicaciones:
- Síndrome compartimental.
- Lesión neurovascular.
- Fractura abierta.
- Politraumatizados.
- Articulaciones “flotantes”, es decir, aquella articulación 
con fracturas en las diáfisis proximal y distal a la misma.
1.5. Complicaciones generales de las fracturas
Tema muy preguntado en la historia del MIR. Se pueden dividir 
en agudas y crónicas.
Figura 3. Ejemplo de reducción cerrada y fijación interna: fractura pertrocanté-
rea de cadera derecha. 
Figura 4. Ejemplo de osteosíntesis percutánea: fractura de la base del primer 
metacarpiano.
Figura 5. Ejemplo de fijación externa en fractura abierta de tibia y cerrada de fémur.
COMPLICACIONES 
AGUDAS
COMPLICACIONES 
CRÓNICAS
• Fractura abierta.
• Síndrome compartimental.
• Lesión nerviosa o vascular.
• Embolismos.
• Alteraciones de la 
consolidación.
• Consolidación viciosa.
• Necrosis avascular.
• Síndrome del dolor regional 
complejo.
• Miositis osificante.
Tabla 2. Complicaciones agudas y crónicas de las fracturas
https://www.bmpdf.com
Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas
17
Complicaciones agudas
Fractura abierta
Toda fractura cuyo foco se expone al medio ambiente a través 
de una herida en la piel. Conllevan una mayor pérdida hemáti-
ca, un mayor índice de fallo de consolidación y un mayor riesgo 
de infección (generalmente por estafilococo, aunque también 
por anaerobios, según el contexto del accidente). La localiza-
ción más frecuente es en las fracturas de tibia (MIR).
• Clasificación: la clasificación más utilizada para la valoración 
de este tipo de lesiones es la clasificación de Gustilo. Se basa 
en el número de centímetros de hueso expuesto; es la más 
sencilla pero subestima la afectación de las partes blandas:
- Grado I: los fragmentos óseos lesionan la piel de dentro a 
fuera, siendo la herida <1 cm. Tienen un escaso riesgo de 
infección. Generalmente es suficiente con una cobertura 
antibiótica con cefalosporinas de primera generación ade-
más de una limpieza local intensa.
- Grado II: heridas inciso-contusas >1 cm y <10 cm. Tras un 
desbridamiento y limpieza exhaustiva pueden ser cerradas 
de forma primaria, aunque deben evitarse las osteosíntesis 
a través del foco de fractura. Debemos usar cefalosporinas 
y aminoglucósidos combinados.
- Grado III: presenta una herida >10 cm, habitualmente pro-
ducida de fuera a dentro debido al mecanismo de fractura, 
y con gran lesión de las partes blandas adyacentes. Suele 
requerir la asociación de cefalosporinas y aminoglucósidos. 
Según la lesión de partes blandas la dividimos en:
• IIIA: es posible la cobertura de hueso expuesto con los 
tejidos lesionados.
• IIIB: para cubrir el hueso expuesto son necesarios proce-
dimientos de reconstrucción (colgajos).
• IIIC: la fractura asocia lesión vascular, independiente-
mente del tipo de fractura. Alto riesgo de amputación.
• Tratamiento (MIR):
- Estabilización del paciente, según precise (Protocolo ATLS: 
A, B, C, D, E).
- Antibioterapia intravenosa precoz.
- Profilaxis antitetánica.
- Exploración neurovascular distal.
- Lavado inicial con suero salino fisiológico, inmovilización 
provisional con férula y estudio radiográfico.
- Toda fractura abierta debe ser explorada en el quirófano, 
al menos para realizar un lavado con diez litros de suero 
salino y desbridamiento de todo tejido no viable. Es, junto 
con la antibioterapia precoz, la medida más efectiva para 
la prevención de la infección (MIR 18, 173). Una vez reali-
zado el lavado y desbridamiento se valora si es posible un 
cierre directo primario, o si por el contrario se debe diferir.
- Estabilización de la fractura (MIR).
 En las fracturas diafisarias de tibia I, II y IIIA se recomienda 
realizar un enclavado endomedular, en caso de ser un hueso 
largo, como primer tratamiento, salvo si el estado de las par-
tes blandas no lo permitiera (en cuyo caso se realizará una 
fijación externa provisional).
 A pesar de estas directrices, en casos graves nos podemos 
plantear la amputación primaria. Para ello se han desarrollado 
varias escalas, siendo la más importante la Escala MESS (Man-
gled Extremity Severity Score), que incluye la edad, el estado 
vascular del miembro afectado, la estabilidad hemodinámica, 
el periodo de tiempo transcurrido desde el accidente y la ener-
gía del traumatismo inicial. El paciente candidato a amputación 
es aquél con un traumatismo de alta energía, déficit de irriga-
ción del miembro afectado de más de seis horas de evolución, 
precario estado hemodinámico y edad avanzada.
 (Ver tabla 3)
GRADO I Menos de 1cm de dentro a fuera
• Cefalosporinas*.
• Cierre primario.
• Tras el lavado y desbridamiento se debe tratar como 
una fractura cerrada.
GRADO II 1 cm-10 cm
• Cefalosporinas/aminoglucósidos*.
• Cierre tras desbridar.
• De elección clavo endomedular. Si existen dudas sobre 
el estado de las partes blandas se recomienda trata-
miento secuencial. 
Primero fijador externo y cambio por clavo en 7-12 días.
GRADO III Más de 10 cm de fuera a dentro
• Cefalosporinas/aminoglucósidos*.
• Cierre por segunda intención.
• Fijador externo de entrada en grados IIIB y IIIC.
A
B
C
• Es posible cubrir el hueso.
• No es posible cubrir el hueso.
• Existe lesión vascular.
• De elección clavo endomedular. Si existen dudas 
sobre el estado de las partes blandas se recomienda 
tratamiento secuencial. 
Primero fijador externo y cambio por clavo en 7-12 días.
• Fijador externo de entrada.
• Fijador externo y reparación vascular.
*En caso de que exista contaminación orgánica como tierra o aguas fecales, se debe añadir una penicilina al tratamiento antibiótico
(independientemente del tipo de fractura abierta).
Tabla 3. Clasificación y tratamiento de fracturas abiertas (para fracturas de tibia).
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
18
Síndrome compartimental (MIR)
Se produce cuando en un compartimento muscular aumenta 
la presión provocando un descenso de la perfusión capilar, 
que compromete la viabilidad de los tejidos pudiendo producir 
necrosis muscular y nerviosa. Este aumento de presión puede 
estar relacionado con un aumento del contenido del com-
partimento (edema, hematoma, tumefacción muscular por 
esfuerzo, reperfusión tras isquemia (MIR), obstrucción venosa 
o linfática) o de una limitación en la expansión del mismo 
(yeso, suturas a tensión). La causa más frecuente de síndrome 
compartimental es asociado a las fracturas diafisarias de tibia 
(MIR). La segunda causa son los traumatismos sobre partes 
blandas. Otras causas típicas son las fracturas de radio distal, 
las fracturas supracondíleas del codo en los niños y las fracturas 
de calcáneo. Una causa menos frecuente son las quemaduras 
(MIR 16, 173; MIR 15, 135).
Clínicamente, aparece primero dolor en reposo, que de 
forma típica aumenta con el estiramiento pasivo de los 
músculos del compartimento afectado (MIR); después 
aparecen trastornos sensitivos (parestesias, anestesia). El pulso 
distal suele estar conservado (MIR) (la afectación vascular es a 
nivel capilar), salvo que la causa sea una isquemia aguda. La 
confirmacióndel diagnóstico se realiza mediante la medición 
seriada de la presión del compartimento afectado (valor normal 
15-20 mmHg). La diferencia entre la presión arterial diastólica 
(PAD) del paciente y la presión intracompartimental (Pic) (ΔP = 
PAD - Pic) es un dato más específico que el valor de la presión 
intracompartimental aislada. Si esta ΔP es <30 mmHg, existe 
riesgo elevado de lesión tisular. La simple sospecha clínica 
debe ser suficiente para comenzar el tratamiento, que incluye 
inicialmente la retirada de todo tipo de vendajes y yesos 
y la elevación del miembro afectado (MIR 10, 86; MIR).
Si los síntomas no ceden, se debe proceder a la monitorización 
de la presión intracompartimental y el cálculo de la ΔP. Si dicha 
ΔP es <30 mmHg y continúa descendiendo en la seriación, 
se debe realizar una fasciotomía del compartimento afecto 
(MIR). En el caso de que se describa una clínica inequívoca de 
síndrome compartimental se puede realizar una fasciotomía sin 
realizar la medición de presiones anteriormente descrita.
La aparición de un síndrome compartimental también puede 
tener lugar en el ámbito deportivo debido al sobreesfuerzo 
muscular crónico. Suele afectar a la musculatura distal de las 
piernas (compartimento tibial anterior) y con menos frecuencia 
en el antebrazo. Si con la disminución de la intensidad del ejer-
cicio los síntomas no ceden puede estar indicada la medición 
de la presión intracompartimental tras el ejercicio, y la realiza-
ción de fasciotomía en caso de estar elevada.
Secuelas:
• Si no se actúa rápidamente aparece necrosis muscular (po-
sible sobreinfección, insuficiencia renal por mioglobinuria 
y retracciones musculares) e incluso nerviosa en casos más 
avanzados.
• Contractura isquémica de Volkmann por síndrome com-
partimental a nivel del antebrazo (compartimento muscular 
anterior profundo), apareciendo deformidad en las articulacio-
nes de muñeca y mano (pronación del antebrazo y flexión de 
todas las articulaciones excepto de las metacarpofalángicas).
Lesión nerviosa o vascular
Complicación importante que puede condicionar la evolución 
y supervivencia de la extremidad afectada. Debemos tener en 
cuenta que el nivel de fractura nos puede orientar sobre las 
lesiones neurovasculares que podemos encontrar. Por lo tanto, 
hay que recordar el tronco nervioso o arteria que pasa junto a 
cada una de las fracturas más frecuentes.
Embolismos
Por liberación al torrente sanguíneo de aglomerados celulares 
de pequeño tamaño, que pueden provocar clínica a distancia 
por obstrucción de vasos sanguíneos. Los más importantes 
son los producidos por coágulos sanguíneos y por acúmulos 
de grasa.
• Enfermedad tromboembólica venosa (trombosis venosa 
profunda/tromboembolismo pulmonar): el origen más fre-
cuente es una trombosis venosa profunda de miembros infe-
riores. Son factores de riesgo: edad avanzada, inmovilización 
prolongada, alteraciones circulatorias, tabaquismo, obesidad, 
etc. La prevención se basa en la combinación de medidas 
físicas y farmacológicas.
- Medidas físicas: la más importante es la movilización 
precoz de todo paciente intervenido. También se puede 
utilizar medias de compresión.
- Medidas farmacológicas: anticoagulación profiláctica. 
Los fármacos más utilizados son las heparinas de bajo 
peso molecular. También se puede realizar con anticoagu-
lantes orales de acción directa (inhibidores del factor Xa o 
inhibidores de la trombina). La anticoagulación profilác-
tica está indicada, en general, en pacientes intervenidos 
de cirugía mayor (artroplastias de cadera y rodilla, cirugía 
de columna, cirugía de fracturas de miembros inferiores), 
en pacientes con encamamiento prolongado y en pacien-
tes con inmovilización de un miembro inferior tras una 
fractura (férulas o yesos).
• Embolia grasa (MIR): se asocia a fracturas cerradas de hue-
sos largos, sobre todo de miembros inferiores (fémur), no es-
tabilizadas (pendientes de intervención) y fracturas inestables 
de pelvis. Clínicamente, tras un intervalo libre (24h-72h), 
en el que en ocasiones se ha movilizado al paciente, se apre-
cia (criterios mayores de Gurd):
- Insuficiencia respiratoria (pO2 <60 mmHg).
- Depresión del SNC: alteraciones del nivel de conciencia.
- Edema pulmonar.
- Petequias difusas en la mitad superior del cuerpo (tórax, 
axilas y conjuntivas).
También puede asociar (criterios menores de Gurd) fiebre, 
taquicardia, anemia, trombocitopenia, grasa en la orina o el 
esputo (MIR). La radiología nos ofrece una imagen torácica en 
“tormenta de nieve” (ver figura 6 en la página siguiente).
El tratamiento se basa en la oxigenoterapia (pueden requerir 
ventilación mecánica), corticoides y estabilización de la fractura 
cuando la situación respiratoria del paciente lo permita.
La prevención consiste en la intervención precoz de las fractu-
ras de huesos largos de miembros inferiores.
https://www.bmpdf.com
Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas
19
Complicaciones crónicas
Alteraciones del proceso de consolidación
El factor más importante es la inmovilización y tiene gran 
relevancia el estado vascular (huesos con mala vasculariza-
ción, tanto fisiológica como debido al traumatismo o la cirugía, 
tendrán mayores problemas para consolidar).
• Retraso de consolidación: cuando ésta tarda más tiempo 
del habitual para cada fractura, aunque todavía puede pro-
ducirse (3-6 meses tras la fractura).
• Ausencia de consolidación: falta de consolidación que no 
se modificará salvo que actuemos desde el exterior (a par-
tir de 9 meses tras la fractura, con ≥3 meses sin mejoría ra-
diográfica). Diferenciamos la forma atrófica (extremos óseos 
afilados y delgados, debido a falta de vascularización) de la 
forma hipertrófica (extremos óseos ensanchados en “pata de 
elefante”, debido a exceso de movimiento en el foco) (MIR).
 Definiremos como pseudoartrosis aquella ausencia de 
consolidación (ambos términos suelen emplearse como si-
nónimos) en la que se forma una nueva articulación con 
membrana pseudosinovial y movimiento patológico local. 
También pueden dividirse en sépticas o asépticas, según haya 
o no gérmenes implicados en su causa.
El tratamiento de la ausencia de consolidación es quirúrgico:
• Pseudoartrosis atrófica (ver figura 7): abordaje del foco 
para resecar el foco de pseudoartrosis, añadir injerto óseo, en 
ocasiones vascularizado, además de la osteosíntesis rígida.
• Pseudoartrosis hipertrófica (ver figura 8): es suficiente en 
principio con la estabilización, y si es posible, favorecer la 
compresión axial (como con el enclavado intramedular en la 
pseudoartrosis hipertrófica de tibia) (MIR).
• Pseudoartrosis séptica (MIR 20, 142): en el caso de asociar 
una infección, el tratamiento debe realizarse de manera se-
cuencial. En un primer tiempo se reseca el foco de pseudoar-
trosis, así como el tejido circundante infectado o no viable, se 
aporta estabilidad con un dispositivo de fijación externa y se 
realiza tratamiento antibiótico (primero i.v. y luego oral); en 
ocasiones se utiliza cemento con antibiótico para aumentar la 
disponibilidad del antibiótico a nivel local. Una vez resuelta la 
infección (cultivos negativos, VSG y PCR normales), se retira 
tanto el fijador externo como el cemento, se aporta injerto y 
se estabiliza de forma definitiva la fractura con una placa o un 
clavo en función del tipo de fractura.
Consolidación viciosa
Incluye aquellas consolidaciones óseas que se alejan de la 
funcionalidad del miembro, es decir, posiciones no anatómicas 
(deformidades y limitaciones de recorrido articular) y callos 
hipertróficos que irritan los tendones o la piel. Pueden ser nece-
sarias intervenciones para corregir las deformidades.
Necrosis avascular
Existe riesgo en aquellos huesos en los que el riego sanguíneo 
viene comprometido por el trazo de fractura. Suele ocurrir en 
zonas que, ya de forma fisiológica, tienen un riego sanguíneo 
deficiente por estar cubiertos por cartílago en casi su totalidad. 
Es típica del poloproximal del escafoides carpiano, cuerpo 
del astrágalo, cabeza femoral y humeral (MIR). Suele pro-
Figura 7. Pseudoartrosis atrófica de diáfisis femoral.
Figura 8. Pseudoartrosis hipertrófica del 5.º metatarsiano.
Figura 6. Embolia grasa. Imagen radiológica típica en “tormenta de nieve”.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
20
vocar dolor continuo y se aprecian cambios de densidad ósea 
en la radiología.
Síndrome del dolor regional complejo 
(distrofia simpáticorrefleja o síndrome de Süddeck)
Se produce por una activación mantenida del sistema nervioso 
simpático en respuesta a una lesión tisular (inmovilizaciones, 
cirugía, traumatismos). Clínicamente se manifiesta por dolor 
neuropático intenso y aumento de la actividad simpática que 
produce alteraciones cutáneas, aumento de la sudoración y 
edema (MIR). Asocia importantes consecuencias de tipo psico-
lógico. Se distinguen dos tipos.
• Tipo 1: sin lesión neurológica, más frecuente.
• Tipo 2: asociado a una lesión de un nervio periférico.
Se pueden distinguir tres fases a lo largo de su evolución, que 
es lenta (dura más de un año):
• Aguda: 2-3 meses. Trastornos de apariencia inflamatoria, 
dolor intenso, rigidez articular, aumento del sudor y del vello. 
Radiología normal.
• Distrófica: 3-6 meses. Clínica de déficit vascular y contrac-
turas fijas. Radiográficamente es típica la osteoporosis par-
cheada o moteada.
• Atrófica: 6-12 meses. Atrofia cutánea y muscular, deformi-
dades. En la radiología hay osteoporosis difusa.
El tratamiento es complejo, debe iniciarse de forma precoz y 
suele realizarse en unidades del dolor. Se basa en tres pilares:
• Fisioterapia: manipulación suave para prevenir la aparición de 
contracturas.
• Farmacológico: combinaciones de opioides orales, estabiliza-
dores de la membrana sináptica (gabapentina, pregabalina), 
antidepresivos tricíclicos y agentes alfabloqueantes. Los CO-
XIB no son eficaces (MIR 18, 176).
• Bloqueos nerviosos: de la cadena simpática. En alguna oca-
sión puede estar indicada la realización de una simpatectomía 
quirúrgica.
Prevención: evitar inmovilizaciones prolongadas, muy rígidas 
(compresivas) y favorecer la movilización precoz en la medida 
de lo posible. Puede estar indicada la administración oral de 
vitamina C en fracturas de radio distal.
Miositis osificante
Formación de hueso ectópico en el espesor de un vientre mus-
cular. Suele aparecer en la cara anterior del codo y también en 
la cadera después de traumatismos importantes (típico de las 
luxaciones). Los grandes quemados y los pacientes con daño 
neurológico tienen más riesgo de padecerla. En ocasiones cues-
ta diferenciarlos de sarcomas osteogénicos. Suele ser autolimi-
tado (tiende a reabsorberse). La extirpación no está indicada de 
entrada (puede empeorar el cuadro). Cuando un paciente con 
antecedentes de miositis osificante y va a ser sometido a una 
operación ortopédica, puede realizarse profilaxis de su apari-
ción con indometacina o radioterapia.
Figura 9. Pseudoartrosis del escafoides.
Recuerda...
El síndrome compartimental tiene el pulso 
conservado a diferencia de la isquemia. 
La embolia grasa aparece en pacientes jóvenes con fractura 
de huesos largos intervenidas o pendientes de intervención.
Las fracturas son de extremidades inferiores pero la 
clínica se centra en la parte superior del cuerpo.
https://www.bmpdf.com
21
Autores: Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid) y H. HM Puerta del Sur (Móstoles, Madrid). Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de 
Octubre (Madrid). Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, H. U. Virgen del Rocío (Sevilla).
Debemos intentar preservar al máximo la movilidad. Para ello, 
además de una buena reducción y control del miembro, las 
inmovilizaciones serán cortas y durante 3-6 semanas como 
mucho (excepto escafoides). Una inmovilización prolongada 
aumenta el riesgo de rigidez articular y pérdida de función.
2.1. Clavícula
Se produce por traumatismos indirectos, por caídas sobre la 
extremidad superior (muy típico de caídas desde moto, bicicle-
ta, esquí, etc.). Es la más frecuente del miembro superior y 
cintura escapular y es la fractura más frecuente del recién 
nacido. La porción más afectada es el tercio medio. Se despla-
za el fragmento externo hacia abajo, empujado por el peso del 
brazo, y el interno hacia arriba, por la tracción de esternoclei-
domastoideo.
Tratamiento
• Conservador (más frecuente): con un cabestrillo (Velpeau) o 
vendaje en 8, tanto para las no desplazadas como en las des-
plazadas (MIR 10, 84), mantenido 3-4 semanas. La secuela 
más frecuente es el callo hipertrófico (repercusion principal-
mente estética) y la más grave la lesión del paquete vascular 
subclavio. Pueden ocurrir lesiones del plexo braquial y desga-
rros pleurales en casos aislados.
• Cirugía (MIR 17, 200): fracturas muy desplazadas, hombro 
flotante (asocian lesión del cuello escapular) o de tercio ex-
terno, fracturas bilaterales, fractura abierta, lesión vascular y 
ausencia de consolidación.
2.2. Escápula
Las fracturas de escápula son raras. Suelen producirse por trau-
matismos directos de alta energía. Las fracturas del cuerpo 
de la escápula suelen asociarse a otras fracturas de la cintura 
escapular, fracturas costales y lesiones de partes blandas y con-
tusión pulmonar. Su tratamiento es ortopédico la mayoría de 
las ocasiones. Las fracturas de cuello, articulares, acromion o 
coracoides se deben intervenir si están desplazadas.
2.3. Húmero
Fracturas de húmero proximal
Es la región más frecuentemente fracturada, típica de adultos 
mayores y ancianos (a diferencia de las luxaciones, que ocurren 
sobre todo en jóvenes).
Clínicamente, es típica la aparición (a las 48 horas) del hema-
toma o equimosis de Hennequin (MIR), localizado por debajo 
del deltoides y, en ocasiones, hacia la región lateral del tórax. 
Para relacionar cada fractura con su tratamiento se divide el 
húmero proximal en cuatro fragmentos: cabeza (cuello qui-
rúrgico), troquíter (tuberosidad mayor), troquín (tuberosidad 
menor) y diáfisis.
Según la Clasificación de Neer, se considera no desplazada 
aquella fractura con <1 cm de desplazamiento y <45º de 
angulación. Recordad el riesgo elevado de necrosis avascular 
en fracturas de cuello anatómico y si se asocian a luxación 
(fractura-luxación).
Tratamiento
• Fracturas no desplazadas: tratamiento conservador (cabes-
trillo 2 semanas y luego movilización progresiva).
• Fracturas en dos fragmentos (ver figura 2 en la página 
siguiente).
- Tuberosidades (troquín o troquíter): osteosíntesis con tor-
nillo o cerclaje si desplazamiento >1 cm.
- Cuello quirúrgico: osteosíntesis si el contacto es <50%.
• Fracturas en tres fragmentos.
- Jóvenes: osteosíntesis (agujas, tornillos, clavos o placas).
- Ancianos: artroplastia u osteosíntesis, no hay acuerdo (si se 
asocia a luxación nos inclinaremos por la artroplastia).
Figura 1. Fractura de la clavícula en el tercio extenro-tercio medio, que es la 
zona más frecuente.
Fracturas y luxaciones de la extremidad superior
Tema 2
Enfoque MIR
Recordad las fracturas con nombre propio más comunes, luxaciones 
acromio-claviculares y glenohumerales, así como en las fracturas 
de húmero proximal y radio distal, debido a su alta incidencia.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
22
• Fracturas en cuatro fragmentos.
- Jóvenes: intentar osteosíntesis. Existe gran riesgo de necro-
sis y pueden necesitar una prótesis si esta aparece.
- Ancianos: artroplastia.
Las fracturas desplazadas de cuello anatómico del húmero 
presentan riesgo elevado de necrosis avascular (MIR). Si se 
presentan en pacientes jóvenes está indicada la osteosíntesis. 
En pacientes mayores se opta por artroplastia parcial (hemiar-
troplastia).
En el caso de precisar una artroplastia de hombro, esta puede ser:
• Parcial (hemiartroplastia): únicamente se sustituye la cabeza 
del húmero.
• Total:
- Anatómica: se sustituyen cabeza del húmero y glenoides.Se utilizan en caso de artrosis primaria con manguito rota-
dor conservado.
- Invertida: una variante de prótesis total que se utiliza en 
fracturas complejas de húmero proximal y en casos en los 
que el manguito rotador está dañado o ausente. La com-
plicación más frecuente de las artroplastias es la pérdida de 
movilidad, es necesaria una rehabilitación precoz, y la más 
grave es la lesión vascular o nerviosa.
Fracturas de diáfisis humeral
Recordad la posible lesión del nervio radial (durante el 
traumatismo o la manipulación) (MIR 20, 140; MIR 14, 159; 
MIR 13, 25), sobre todo en la fractura oblicua de tercio distal 
(fractura de Holstein-Lewis). La mayoría de las parálisis radiales 
en este tipo de fractura son neurapraxias y la recuperación 
suele ser espontánea en 2-3 meses. La lesión del nervio radial 
puede tener lugar también durante la formación del callo de 
fractura al ser rodeado por el mismo (MIR). Son frecuentes los 
casos de pseudoartrosis si la inmovilización no es correcta.
Tratamiento
• Conservador: mediante férula primero y posteriormente con 
ortesis conformada. Para fracturas no desplazadas o con des-
plazamiento tolerable (angulación en varo o valgo <30º, an-
gulación anterior <20º o posterior y <3 cm de acortamiento), 
fracturas espiroideas y oblicuas largas.
Figura 3. Fractura de cabeza de húmero en cuatro fragmentos. Figura 4. Fractura conminuta de diáfisis humeral.
Figura 2. Fractura de troquíter en dos fragmentos.
https://www.bmpdf.com
Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior
23
• Cirugía (de elección placas o clavos): también se debe inter-
venir a los pacientes obesos (por la dificultad de manipulación 
de la fractura) y las fracturas bifocales.
Fracturas de húmero distal
Estas fracturas pueden ser de la paleta humeral (supracondíleas 
o supraintercondíleas), afectar a epicóndilo y epitróclea o a los 
cóndilos.
Fracturas de paleta humeral
• Tratamiento ortopédico con inmovilización en flexión cuando 
no están desplazadas.
• Cuando hay desplazamiento (el fragmento distal se va ha-
cia posterior) o la fractura presenta extensión intraarticular 
del trazo, requieren tratamiento quirúrgico; la osteosíntesis 
debe ser muy estable para permitir la rehabilitación precoz. 
Además de las complicaciones habituales (rigidez, falta de 
consolidación), puede aparecer síndrome compartimental, 
osificaciones heterotópicas y lesiones nerviosas (nervio radial 
de forma aguda y nervio cubital con la evolución a causa de 
un cúbito valgo residual) o vasculares (arteria humeral).
Fracturas de epicóndilo y epitróclea
Infrecuentes. Se asocian a luxación de codo. Son quirúrgicas 
cuando el fragmento impide la reducción de la luxación.
Fracturas del cóndilo humeral
Si se lesiona todo el cóndilo (fractura de Hahn-Steinthal) se 
debe sintetizar para evitar artrosis postraumática; cuando la 
lesión se limita a un arrancamiento osteocondral (fractura de 
Kocher-Lorenz) se puede optar por extirpar el fragmento y 
realizar movilización precoz.
2.4. Fracturas de antebrazo
Fracturas de cabeza y cuello de radio
Fractura por mecanismo indirecto tras caída sobre la palma 
de la mano. Presentará dolor a la palpación directa y con la 
pronosupinación y hemartros.
Clasificación (Mason) y tratamiento
• Fracturas marginales, no desplazadas (grado I) (ver figura 
7 en la página siguiente): tratamiento conservador y movi-
lidad precoz.
• Fracturas desplazadas (grado II): osteosíntesis si está limi-
tada la movilidad pasiva, bajo anestesia local por infiltración 
del foco. Si no está limitada, tratamiento conservador.
• Conminutas (grado III): osteosíntesis si es posible; en caso 
contrario, resección de la cabeza en pacientes ancianos con 
baja demanda funcional, y prótesis en pacientes jóvenes.
• Asociadas a luxación de codo (grado IV): debido a la ines-
tabilidad local interesa preservar la cabeza radial (osteosínte-
sis); si esto no es posible recurriremos a la prótesis de cabeza.
Figura 5. Tratamiento de una fractura supracondílea de codo mediante osteo-
síntesis con placas paralelas.
Fractura de Hahn-Steinthal
Fractura de Kocher-Lorenz
Figura 6. Fracturas de cóndilo humeral.
Regla mnemotécnica: en la fractura de Hahn-Steinthal, el fragmento es más 
grande y se puede coger con la “hand”. En la fractura de Kocher-Lorenz, 
el fragmento es más pequeño y hay que coger unas pinzas para “kogerlo”.
Recuerda...
En las fracturas de cuello de radio, debemos intervenir cuando la 
angulación es >30º para evitar una posterior limitación funcional.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
24
Fractura de Essex-Lopresti
Fractura de cabeza radial asociada a lesión de la membrana 
interósea (inestabilidad longitudinal del antebrazo y riesgo de 
migración proximal del radio) y articulación radiocubital distal. 
Actuaremos como en una fractura grado IV.
• Complicaciones: la más frecuente es la limitación de la mo-
vilidad (es importante la rehabilitación precoz), también son 
importantes la inestabilidad del codo y antebrazo, la migra-
ción proximal del radio y la lesión del mediano en el codo 
(MIR), que ocasiona dolor crónico de muñeca (MIR).
Fracturas de olécranon
Debido a estar sometidas a tensión y a interferir en el aparato 
extensor del codo, son fracturas que se deben intervenir. Se 
emplean dos agujas que atraviesan el foco, sujetas con un 
alambre al fragmento distal (fijación en obenque).
La complicación más frecuente de las fracturas de olécranon 
tratadas con un cerclaje son las molestias relacionadas con el 
material de osteosíntesis; el tratamiento se basa en la extrac-
ción del cerclaje (MIR 16, 146). Como en todas las fracturas 
del miembro superior, es importante la rehabilitación precoz 
para evitar la limitación de movilidad.
Fracturas de diáfisis
Diáfisis de cúbito
Fractura por mecanismo directo (bastonazo): cuando no hay 
otras estructuras lesionadas y no hay desplazamiento se puede 
tratar de forma ortopédica. Cuando hay desplazamiento del 
foco o asocia una luxación de cabeza radial (fractura-luxación 
de Monteggia) se emplea osteosíntesis.
• Complicaciones: lesión del nervio interóseo posterior (rama 
del radial), pseudoartrosis, déficit de prono-supinación y sín-
drome compartimental.
Figura 8. Fractura-luxación de Essex-Lopresti.
Figura 9. A. Fractura olécranon. B. Osteosíntesis de fractura olécranon con 
cerclaje más agujas.
Figura 10. Fractura-luxación de Monteggia.
Regla mnemotécnica
La Cabra tira al MONTE
En MONTEggia se fractura el Cúbito y se luxa el radio
Figura 7. Fractura tipo I de cabeza de radio.
https://www.bmpdf.com
Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior
25
Diáfisis de radio
La fractura diafisaria suele asociar luxación de la cabeza cubital 
(fractura-luxación de Galeazzi), como la anterior; la síntesis de 
la fractura reduce también la luxación.
Diáfisis de cúbito y radio
Habitualmente se fracturan ambas diáfisis cuando el traumatis-
mo ocurre a nivel del tercio medio. Se observa una incurvación 
en el antebrazo además de impotencia funcional (MIR). Esta 
fractura, en adultos, requiere síntesis con placa y tornillos para 
recuperar la curvatura fisiológica; de no ser así, no se recupe-
rará el rango correcto de pronosupinación.
Fracturas de la extremidad distal del radio
Fracturas producidas por un mecanismo indirecto al caer sobre 
la mano. El patrón más frecuente es la fractura metafisaria 
extraarticular (Colles).
El tratamiento inicial debe ser conservador mediante reducción 
cerrada bajo anestesia local e inmovilización con yeso cerrado. 
Se deben realizar controles radiológicos semanales para des-
cartar la presencia de desplazamiento secundario. El tiempo de 
inmovilización es de seis semanas (MIR 19, 34; MIR 11, 94).
En aquellas fracturas en las que se produzca un desplaza-
miento secundario o en patrones inestables, se debe realizar 
tratamiento quirúrgico. La opción quirúrgica más utilizada es la 
reducción abierta y la fijación interna conplaca y tornillos; en 
algunas ocasiones se debe emplear un fijador externo.
• Complicaciones:
- Agudas:
• Síndrome compartimental.
• Compresión aguda del nervio mediano.
- Crónicas:
• Consolidación en mala posición.
• Rotura tardía del extensor largo del pulgar: requiere tra-
tamiento quirúrgico (transposición tendinosa).
• Síndrome de dolor regional complejo.
• Epónimos clínicos según el trazo:
- Fractura de Colles (la más frecuente): se trata de una frac-
tura metafisaria extraarticular del radio distal. El fragmento 
distal se desplaza hacia dorsal, radial y supinación. Una 
complicación típica a largo plazo es la lesión del extensor 
largo del pulgar. Si ésta se produce requiere tratamiento 
quirúrgico (transposición tendinosa).
Figura 11. Fractura-luxación de Galeazzi.
Recuerda...
Es importante que recuerdes los nombres propios 
Monteggia y Galeazzi.
Figura 12. Mecanismo de la fractura de Colles. ©corbac40/Shutterstock.com
Figura 13. Fractura de Colles.
Regla mnemotécnica
Colles
DO/RA SU MEDIA EXTENSIÓN LARGA
DOrsal
RAdial
SUpinación
MEDIAno
EXTENSOR LARGO del 1.er dedo
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
26
- Fractura de Goyrand-Smith: fragmento distal hacia volar 
(pala de jardinero o Colles invertido).
- Fractura-luxación de Rhea-Barton: fractura marginal de 
radio distal. El fragmento puede desplazarse hacia dorsal 
(Barton verdadero) o hacia volar (Barton invertido), arras-
trando al carpo. En ambos casos requiere tratamiento qui-
rúrgico, ya que se trata de una fractura-luxación.
- Fractura de Hutchinson o del chófer: arrancamiento de la 
apófisis estiloides radial.
2.5. Fracturas de los huesos del carpo
El carpo se compone de dos filas de huesos; la proximal incluye 
escafoides, semilunar, piramidal y pisiforme; la distal incluye 
trapecio, trapezoide, grande y ganchoso. El único hueso con 
una inserción muscular es el pisiforme (músculo cubital anterior).
Fractura de escafoides (más frecuente)
Producida por caídas sobre la palma de la mano. La mayoría 
se producen en el cuello del escafoides. Es típico el dolor a 
nivel de la tabaquera anatómica (MIR), dolor a la palpación 
del tubérculo del escafoides y dolor a la compresión axial del 
primer y segundo dedos. Para el diagnóstico son necesarias 
proyecciones radiográficas específicas (tres proyecciones).
El tratamiento puede ser conservador (yeso durante 8-12 
semanas) o quirúrgico (osteosíntesis percutánea con tornillo a 
compresión). En pacientes en los que existe sospecha clínica de 
fractura de escafoides con radiografía normal se debe realizar 
inmovilización y reevaluación del paciente a los 15 días. En ese 
momento existen tres posibilidades (MIR 10, 85):
• No dolor, radiografía normal. Se retira la inmovilización.
• Persistencia de dolor con radiografía normal. Solicitar prueba 
de imagen adicional (TC o RMN) para descartar fractura 
oculta.
• Presencia de fractura. Tratar con yeso o cirugía.
Las complicaciones más importantes son la necrosis avascu-
lar del polo proximal del escafoides (MIR) (la vascularización 
del polo proximal es precaria), y la pseudoartrosis (riesgo de 
artrosis radiocarpiana). En ambos casos está indicado el trata-
miento quirúrgico (injerto óseo + fijación).
Figura 14. Fractura de Goyrand-Smith. ©Netter medical illustration used with 
permission of Elsevier. All rights reserved.
Figura 15. Fractura de Rhea-Barton.
Figura 16. Fractura de Hutchinson. Figura 17. Vascularización del escafoides. El tercio proximal (asterisco) es una 
zona de vascularización precaria que implica riesgo de pseudoartrosis y de 
necrosis avascular. 
Rama palmar superficial
Arteria radial
https://www.bmpdf.com
Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior
27
Fractura de ganchoso
Traumatismo directo tras una caída. Presenta dolor en la base 
de la eminencia hipotenar. Es posible la aparición de clínica del 
nervio y/o arteria cubital.
2.6. Fracturas de los huesos de la mano
Como recuerdo anatómico, la eminencia tenar incluye los mús-
culos Separador corto del pulgar, Oponente del pulgar, Flexor 
corto del pulgar y Aductor del pulgar (SOFA).
Fracturas del primer metacarpiano
• Fractura-luxación de Bennett (ver figura 19): fractura intra-
articular de la base del primer metacarpiano. Inestable por la 
tracción que realiza el separador largo del pulgar. Requiere 
fijación quirúrgica.
• Fractura de Rolando (ver figura 20): fractura conminuta de 
la base del primer metacarpiano. Impera la movilización pre-
coz, aunque puede inicialmente inmovilizarse para control de 
dolor.
Fracturas del resto de metacarpianos
• Fractura del boxeador: fractura del cuello del cuarto o quinto 
metacarpianos por traumatismo a nivel de la cabeza del me-
tacarpiano. Con tratamiento conservador consolidan bien.
Figura 19. Fractura de Bennett. ©La Gorda/Shutterstock.com
Figura 20. Fractura de Rolando.
Figura 18. Pseudoartrosis de escafoides tratada mediante resección del foco 
de pseudoartrosis, aporte de injerto autólogo de cresta ilíaca y osteosíntesis 
con un tornillo.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
28
• Fracturas diafisarias: cirugía cuando son inestables, múltiples 
o en manos catastróficas (recordad que en una mano catas-
trófica la primera actuación debe ser la osteosíntesis de las 
fracturas).
Fracturas de las falanges
Tratamiento conservador tras realizar un alineamiento correcto 
del dedo (al flexionar cualquier dedo debe apuntar al tubércu-
lo del escafoides). Para evitar la rigidez se debe comenzar la 
movilización a las dos semanas. Se indica la cirugía (agujas o 
miniplacas) en fracturas muy desplazadas e inestables.
2.7. Luxaciones de la extremidad superior
Cuando una articulación se somete a tensión por un desplaza-
miento forzado en uno de los planos del espacio, los elemen-
tos de contención se lesionan (esguince); cuando fallan por 
completo y la fuerza traumática sigue actuando, se produce 
la luxación, dando lugar a una incongruencia articular que, 
de no retornar a la posición fisiológica, impedirá la función de 
la articulación afecta. De esto último se deduce que (salvo las 
luxaciones crónicas y la luxación acromioclavicular), estas lesio-
nes requieran una reducción e inmovilización urgentes, 
independientemente de la necesidad de actuación quirúrgica 
posterior. Especial atención requieren las zonas con riesgo 
importante de necrosis avascular (cabeza humeral y femoral), 
así como las situaciones en las que no es posible reducir una 
luxación antigua por la pérdida del espacio articular debido a 
la retracción de partes blandas y a la fibrosis intraarticular (pér-
dida del “derecho a domicilio”).
Luxación acromioclavicular
Producción típica por caídas sobre el brazo extendido o con 
choque del hombro contra el suelo. Importante la estabilidad 
de la zona por los ligamentos acromioclaviculares (estabilidad 
horizontal) y coracoclaviculares conoide y trapezoide (estabili-
dad vertical) (MIR). Recordad que el ligamento coracoacromial 
no interviene en la estabilidad de la articulación. La estabilidad 
vertical se ha perdido cuando aparece el signo de la tecla.
Clasificación
• Grado I: desgarro parcial.
• Grado II: rotura de los ligamentos acromioclaviculares.
• Grado III: implica rotura adicional de los coracoclaviculares.
Figura 21. Fractura del boxeador (cuello del 5.º metacarpiano). ©Prostock-
studio/stock.adobe.com // ©Asklepios Medical Atlas/Science Photo Library
Figura 22. Ligamentos de la clavícula. ©Asklepios Medical Atlas/Science 
Photo Library
Acromion
Ligamento
acromioclavicular
Ligamento
coracoacromial
Ligamento 
coracoclavicular
Ligamento 
transverso
superior de 
la escápula
Ligamento conoideoTendón del músculo 
supraespinoso
Apófisis 
coracoides
Ligamento trapezoide
Grado I Grado II Grado III
Figura 23. Grados de luxación de la articulación acromioclavicular. ©Netter 
medical illustration used with permission of Elsevier. All rights reserved.
https://www.bmpdf.comTema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior
29
Para el diagnóstico puede ser útil la radiografía anteroposterior 
con peso colgando de los brazos. Se emplea tratamiento con-
servador (vendaje de Velpeau o cabestrillo) para los grados I y 
II. En el grado III puede optarse por tratamiento quirúrgico o 
conservador (resultados a largo plazo similares). En pacientes 
jóvenes con trabajos que requieran mantener los brazos por 
encima de la cabeza podemos inclinarnos por la cirugía.
Existen más grados de luxaciones, pero de menor importancia 
para el MIR (grado IV y V). Son casos extremos en los que la 
clavícula se luxa detrás del acromion (IV) o desgarra el deltoides 
(V) y se queda en posición subcutánea. Estos son los únicos 
casos en los que no hay duda de la necesidad de cirugía.
Luxación esternoclavicular
La más frecuente es la anterior y la más grave la posterior (com-
presión de tráquea y grandes vasos). Tratamiento conservador 
salvo gran inestabilidad, o deportistas de élite.
Luxación glenohumeral
La cabeza humeral no es totalmente congruente 
con la glenoides, por ello existe el rodete gle-
noideo o labrum, que típicamente se desinserta 
cuando se produce la luxación y puede generar 
inestabilidad residual. También se debe recor-
dar que el tendón de la porción larga del bíceps se inserta en 
la glenoides, en la porción superior de dicho rodete. Como 
estructuras nobles locales, discurren la arteria axilar, el nervio 
axilar (circunflejo) y el plexo braquial.
Luxacion glenohumeral anterior
Es la forma más frecuente (90%). Se produce por un mecanis-
mo de rotación externa forzada. La cavidad glenoidea a la pal-
pación está vacía (hombro en charretera) (MIR). Las maniobras 
de reducción se basan en la tracción del brazo y posteriormente 
la rotación externa del mismo. Existen multitud de técnicas, 
una de las más utilizadas es la de Kocher (1.º tracción axial, 2.º 
rotación externa, 3.º aducción del brazo, y finalmente rotación 
interna). Si es irreductible (por rotura del manguito rotador, 
interposición del tendón bicipital o encastramiento de la 
cabeza humeral), habrá que realizar el procedimiento abierto. 
Valorar, antes y después de la reducción, pulso y sensibilidad 
distal; también, antes y después, realizar radiografías antero-
posterior y transtorácica.
Tras la reducción, los pacientes que sólo hayan tenido un epi-
sodio de luxación traumática se tratarán con inmovilización 
entre 1 y 4 semanas (en ancianos 1 semana) y rehabilitación 
precoz. Ante una luxación traumática recidivante (más de un 
episodio) está indicada la reparación quirúrgica artroscópica 
(MIR).
Como lesiones asociadas encontramos la lesión de Bankart 
(avulsión del rodete glenoideo anteroinferior), responsable de 
las recidivas en las luxaciones de hombro (MIR) y la de Hill-
Sachs (fractura por impactación contra la glenoides anterior de 
la cortical posterior de la cabeza humeral); esta última es 
menos frecuente. Ambas se asocian a la luxación recidivante. 
La luxación recidivante de origen traumático aparece ante 
mínimos traumatismos, es inestable, generalmente en una sola 
dirección y sólo en el brazo afecto. Las luxaciones recidivantes 
atraumáticas se deben a laxitud ligamentosa, suelen ser por 
tanto bilaterales y en cualquier dirección; el tratamiento consis-
te en rehabilitación, y en caso de no mejoría clínica se plantea 
tratamiento quirúrgico.
Luxación glenohumeral anterior asociada a fractura
Las fracturas asociadas a luxación anterior de hombro son poco 
frecuentes (<30% de todas las luxaciones). Dentro de ellas, la 
fractura de la tuberosidad mayor (troquíter) es la más frecuente 
de todas (MIR 12, 13).
El tratamiento consiste en realizar una reducción cerrada y 
verificar la reducción con una radiografía. Si la reducción es 
correcta y el fragmento no se encuentra desplazado el trata-
miento será conservador (inmovilización con cabestrillo). En el 
caso de que se encuentre desplazado, se realizará tratamiento 
quirúrgico (MIR 12, 14).
Luxación glenohumeral posterior
Se produce por una rotación interna forzada. Se asocia a crisis 
comiciales y descargas eléctricas (MIR). El hombro aparece en 
actitud de aducción y rotación interna. En la exploración física 
es típico el bloqueo de la rotación externa. Puede pasar desa-
percibida en un primer momento. La radiografía anteroposte-
rior aislada puede parecer normal o mostrar sólo una fractura 
aislada de troquín. Para distinguirlo se realizan radiografías en 
el plano de la escápula.
Se define luxación inveterada como aquella de más de 3 sema-
nas de evolución (pérdida del “derecho a domicilio”). En el 
hombro es más frecuente en luxaciones posteriores y su trata-
miento será quirúrgico si lleva más de 12 semanas; entre 3 y 12 
semanas puede ser posible la reducción cerrada.
Figura 24. Luxación acromioclavicular grado V.
Figura 25. A. Lesión de Hill-Sachs. B. Lesión de Bankart.
https://www.bmpdf.com
Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica
30
Luxación glenohumeral inferior
Muy rara, el brazo puede encontrarse en abducción de unos 
30º o de unos 160º (en mástil o luxación erecta).
Luxación de codo
La segunda luxación en frecuencia en adultos, tras la de hom-
bro, y la primera en niños. Normalmente en sentido postero-
lateral (otras direcciones son menos frecuentes). Puede asociar 
fracturas de coronoides o cabeza radial (si comprometen la 
estabilidad puede que requieran osteosíntesis o sustitución por 
prótesis) y lesión de ligamento lateral. Si la luxación asocia frac-
tura de coronoides y fractura de la cabeza radial se denomina 
triada terrible.
Clínicamente, además del dolor y tumefacción, se encuentra 
desestructurado el triángulo equilátero que forman olécranon, 
epicóndilo y epitróclea (triángulo de Nelaton).
Tras la reducción hay que valorar la estabilidad del codo y, en 
función de ésta, se decide el tratamiento.
Luxaciones del carpo
Tras caídas sobre la mano en flexión dorsal; lo más frecuen-
te es la luxación del semilunar, que provoca deformidad tipo 
“dorso de tenedor” y, como complicación importante, puede 
provocar la lesión del nervio mediano. Se pueden lesionar 
todos los ligamentos, con lo que el semilunar queda despla-
zado a volar con respecto al radio, o mantenerse el ligamento 
radiolunar dorsal, con lo que el semilunar queda en su posición 
y los demás luxados a dorsal (luxación perilunar del carpo).
Se recomienda el tratamiento quirúrgico, manteniendo la posi-
ción con agujas y reparando los ligamentos dañados.
Figura 26. Luxación posterolateral de codo. A. Proyección anteroposterior.
B. Lateral.
https://www.bmpdf.com
31
Autores: Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de Octubre (Madrid). Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid) y H. HM Puerta del Sur 
(Móstoles, Madrid). Ainhoa Guijarro Valtueña, H. U. Puerta de Hierro (Madrid).
Fracturas y luxaciones de la extremidad inferior
Tema 3
El objetivo del tratamiento es conseguir una fijación estable 
que permita una movilización precoz del paciente
3.1. Fracturas de la cintura pélvica
Fracturas de pelvis
La pelvis es una circunferencia oblicua hacia delante, cuya 
misión es distribuir la carga que soporta el tronco a través del 
raquis lumbar hacia las piernas, pasando por la cavidad cotiloi-
dea. Está formada por el sacro y los dos huesos ilíacos, que se 
estabilizan con la sínfisis del pubis y los ligamentos sacroilíacos 
(estabilizador principal de la pelvis); también forman parte del 
sistema el isquion y el cóccix. Hay que entender la pelvis como 
un anillo, de forma que una fractura se considera inestable 
cuando afecta a dos puntos distintos de su estructura, que 
pueden ser óseos o ligamentosos.
Recordemos también la rica vascularización de la pelvis y la 
presencia en las cercanías de vasos y nervios importantes que 
pueden ser lesionados: vasos ilíacos, plexo lumbosacro y nervio 
ciático (lesión nerviosa más frecuente). Además, las vísceras 
contenidas en su espacio pueden lesionarse: vía urinaria (es

Otros materiales

Materiales relacionados

43 pag.
Traumatologia

UNIRON

User badge image

mauricio da silva barbosa

293 pag.
32 pag.