Logo Studenta

Lipoproteínas- Arthur Ribeiro Lopes

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD PRIVADA DEL VALLE
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
MEDICINA
Bioquímica III
Alumno: Arthur Ribeiro Lopes
Docente: Jans Velarde Negrete
Informe de Lipoproteínas:
1.Introducción:
Aunque el término lipoproteína podría describir cualquier asociación de lípidos
con proteínas, se suele restringir para un grupo concreto de complejos
moleculares que se encuentran en el plasma sanguíneo de los mamíferos; las
lipoproteínas están formadas por lípidos asociados de forma no covalente con
proteínas (apolipoproteínas o apoproteínas), pero también incluyen
moléculas antioxidantes liposolubles. Son partículas con un centro apolar —que
incluye triacilgliceroles y ésteres de colesterol— y un revestimiento anfifílico
formado por fosfolípidos, colesterol no esterificado y las apoproteínas.
La función de las lipoproteínas plasmáticas es transportar moléculas lipídicas
de unos órganos a otros en el medio acuoso del plasma. En el estado de ayuno
normal el plasma humano tiene cuatro clases de lipoproteínas y en el periodo
postabsortivo aparece una quinta clase, los quilomicrones.
2.Objetivos:
● Conocer el aspecto patológico de los Lipoproteinas .
● Aplicación clínica.
● Conocimiento sobre dieta.
● Salud y sus estados normales
3.Desarrollo:
Su desarrollo está plantado en los diversos estudios sobre estas diversas moléculas, y sus
aplicaciones clínicas para lograr un diagnóstico eficiente,y certero, de esta forma con un
estudio detallado y sus características propias.
Las lipoproteínas:
Las lipoproteínas plasmáticas constituyen un sistema polidisperso y heterogéneo de
partículas de morfología casi esférica, que tienen un núcleo o core hidrófobo
formado por lípidos no polares, es decir, colesterol esterificado y triglicéridos (TAG),
y por una capa superficial hidrófila que contiene colesterol no esterificado,
fosfolípidos (FL) y unas proteínas específicas denominadas apoproteínas (Apo). Las
Apo no solamente cumplen un papel estructural en las partículas lipoproteicas,
además intervienen en el metabolismo de las mismas, en el que ejercen distintas
funciones, actuando como activadoras e inhibidoras de enzimas e interaccionan con
receptores celulares específicos. Actualmente son conocidas las Apo: A, B, C, D, E,
F y G. Algunas de estas presentan isoformas (que se indican con números
romanos) y se diferencian por su contenido glucídico. También podemos mencionar
que la ApoB48 presente en los quilomicrones (Q) que se sintetizan en el intestino,
representa el 48 % del ARN mensajero de la Apo-B presente en las VLDL, IDL y
LDL conocida como Apo-B100. Esto se produce por un mecanismo
postranscripcional de corte y empalme. Las partículas lipoproteicas se diferencian
entre sí por la distinta proporción de colesterol, TAG y FL que contienen, así como
por las distintas apoproteínas integradas en su estructura. La nomenclatura de las
diferentes liporpoteinas presentes en el plasma humano se basa en el hecho de que
estas están encuadradas dentro de rangos de densidades. Cada clase posee
determinada movilidad electroforética, lo que ha permitido clasificarlas de acuerdo a
su posición en el soporte. Aunque el espectro de las lipoproteínas plasmáticas es
amplio, en la actualidad, las lipoproteínas plasmáticas se clasifican en:
Quilomicrones (Q): que sólo se encuentran en el plasma normal después de una
comida grasa.
- Lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL, del inglés very low density
lipoproteins).
- Lipoproteínas de densidad intermedia (IDL, intermediate density
lipoproteins).
- Lipoproteínas de baja densidad (LDL, low density lipoproteins).
- Lipoproteína (a) o Lp(a) o “sinking Pre-beta” Lipoproteínas de alta densidad
(HDL, high density lipoproteins)
En general los receptores se hallan localizados en la membrana celular a los cuales
se unen efectores que desencadenan una secuencia de reacciones enzimáticas
intracelulares. Las lipoproteínas se unen a receptores, como consecuencia de esta
unión las partículas se internalizan en la célula y dentro de ella se degradan. Existen
receptores que se unen a las lipoproteínas enteras o parcialmente degradadas, en
los hepatocitos y en células de tejidos extrahepáticos, habiendo sido estudiados en
fibroblástos, monocitos y células musculares lisas. Las lipasas son enzimas que
actúan en el metabolismo lipídico, estas hidrolizan los TAG liberando de ellos sus
constituyentes: AG y glicerol. La lipoprotein-lipasa-1 (LPL1) ejerce su efecto sobre
las lipoproteínas ricas en TAG (Q y VLDL) no degradados, está unida por cadenas
de glicosaminoglicanos al endotelio vascular. Es necesaria para su actividad la
Apo-CII, la heparina y la insulina que conforman la “triada de activación”. Esta
enzima libera ácidos grasos (AGs) de los carbonos 1 y 3 de los TAG y MAG. Se
encuentra en varios tejidos como el adiposo, pulmonar, cardiaco, intestinal, renal,
muscular y glándula mamaria en lactancia.
Una lipólisis completa y eficaz es necesaria para que se exprese la Apo-E en la
superficie de los remanentes de las PRTG (proteínas ricas en TAG), lo que permite
a éstos ser reconocidos por los receptores hepáticos específicos responsables de
su depuración plasmática. La lipoprotein-lipasa-2 (LPL2) o Lipasa Hepática (LH)
actúa sobre lipoproteínas parcialmente degradadas (remanentes), sobre sus TAG.
No es estimulada por la Apo-CII e insulina, si lo es por heparina. En ocasiones tiene
acción inespecífica de fosfolipasa. La enzima es producida por las células
endoteliales de los sinusoides hepáticos.
La enzima Lecitin-Colesterol-Acil-Transferasa (LCAT), de origen hepático, esterifica
el colesterol libre. Su cofactor es la Apo-AI. La esterificación tiene lugar dentro de
las HDL en “complejos esterificantes”, formados por colesterol libre, lecitina, Apo-AI
y Apo-D. El colesterol esterificado formado por esta enzima pasa al centro de la
molécula o es transferido a otras lipoproteínas.
Síntesis y degradación de Quilomicrones. En el individuo sano, una perfecta
sincronización metabólica permite mantener un nivel adecuado de lipoproteínas en
el plasma a pesar de ingestas lipídicas tan variables que pueden ir desde 20gr/día
(regimenes vegetarianos) a 100gr/día (dieta occidental) y a pesar de intervalos
interingestas, también muy variables.
Esta sincronización depende fundamentalmente de la correcta síntesis, secreción y
acción lipolítica de la LPL, que se encuentra bajo control hormonal y que en
períodos postprandial es sobre todo estimulada por la insulina. La mayor parte de
las grasas que ingerimos en la dieta se hallan en forma de TAG.
En la luz intestinal son emulsionados por las sales biliares e hidrolizados por la
lipasa pancreática a ácidos grasos (AG) y monoacilglicéridos (MAG), los que
ingresan al interior del enterocito. 3 Los AG de cadena corta, de hasta 12 carbonos
pasan directamente a la circulación portal uniéndose a la albúmina, es decir que su
transporte es independiente del metabolismo lipoproteico.
Los AG de cadena larga son reesterificados con el glicerol formándose TAG,
proceso que tiene lugar en el retículo endoplásmico liso (REL). Simultáneamente en
el retículo endoplásmico rugoso (RER) del enterocito se están sintetizando
proteínas, como la Apo-B48 y las Apo-A las que serán incorporados al precursor
lipoprotéico en el REL, formándose una lipoproteína llamada quilomicrón (Q), que
luego atraviesa el aparato de Golgi donde se le agregan más lípidos y también
carbohidratos, formando vesículas que son secretadas fuera de la célula en forma
de Quilomicrón naciente (Qn) (que tiene un tamaño 5 veces mayor a las VLDL y 10
veces mayor a las LDL). El Qn es transportado por el conducto torácico al torrente
sanguíneo y distribuyéndose en toda la economía.
Ya en la circulación general el Qn va “madurando” por el aporte de Apo-C
(principalmente CII) y de Apo-E provenientes de las HDL, convirtiéndose en Q
maduro (Qm).
El corazón y las lipoproteinas:
El riesgo de un ataque cardiaco prematuro puede estar aumentado debido a
algunas mutaciones poco frecuentes en el gen APOA5.
Una investigaciónpublicada en «Nature», plantea que esas mutaciones poco
frecuentes en el gen APOA5 y que parecen desactivar el gen, puede ser la causa de
un aumento de lipoproteínas ricas en triglicéridos en la sangre.
Descubrimientos genéticos recientes, sumados a este estudio, centran la atención
hacia el metabolismo genético anómalo de los triglicéridos como un factor de riesgo
importante en la causa del infarto a cualquier edad.
Se suma a los resultados que relacionan la importancia del papel de los triglicéridos
en el riesgo de infarto otro gen descubierto de forma reciente, de la apolipoproteína,
APOC3.
Explica Sekar Kathiresan, del Hospital General de Massachusetts, Estados Unidos,
la información que se ha obtenido sobre el gen APOA5 sugiere un aspecto muy
importante: «más allá de los niveles de LDL, que se sabe que contribuyen al riesgo
infarto, hemos visto que determinados defectos en el metabolismo de los
triglicéridos también tienen un importante papel». Y, lo más importante: «esto abre
una ventana para potenciales vías terapéuticas».
El infarto de miocardio es una causa principal de muerte en todo el mundo y se sabe
que está causado por factores genéticos y ambientales. El efecto de los factores
genéticos parece más fuerte cuando la enfermedad se produce a temprana edad (a
los 50 años de edad o menos en los hombres, y 60 años de edad o menos en las
mujeres).
En la mayoría de los casos y desgraciadamente el primer aviso de la enfermedad es
un infarto cardiaco de grandes proporciones, implicando daños severos al corazón,
que puede incluso llegar a provocar la muerte.
Ahora Kathiresan y sus colegas han identificado mutaciones raras en dos genes que
aumentan considerablemente el riesgo de padecer un infarto de miocardio de
aparición temprana.
Además el trabajo de Kathiresan guarda muchos paralelismos con otro similar
llevado a cabo hace más de 40 años y publicado en 1973. Dirigido por Joseph
Goldstein, ese estudio examinó varios cientos de personas de Seattle y Washington
que habían sufrido un ataque al corazón antes de los 60 años de edad. Los
investigadores analizaron los niveles de lípidos en la sangre e identificaron los altos
niveles de colesterol total como la anomalía principal asociada con el infarto de
inicio precoz. Ese trabajo estimuló décadas de investigación para tratar de
desentrañar el papel de LDL, el principal portador de colesterol en el torrente
sanguíneo, en la causa de la aterosclerosis, la progresiva acumulación de material
graso en las paredes de los vasos sanguíneos que puede conducir a un ataque al
corazón. Curiosamente la segunda anomalía más común observada por Goldstein
fue la presencia de triglicéridos elevados en sangre.
Pero el trabajo de Kathiresan no solo ha desvelado el papel de los triglicéridos
elevados en riesgo de infarto; además han visto que las mutaciones del receptor
LDL son más frecuentes de lo que se creía, aproximadamente dos veces más
habituales de lo que se había estimado Goldstein.
«En 1973 Goldstein nos mostró qué tipos de lípidos en la sangre son los más
relevantes para tener un riesgo de infarto precoz. Ahora, después de secuenciar
todos los genes en el genoma, podemos señalar directamente los genes específicos
más importantes: hay una gran coherencia entre las observaciones de hace 40 años
y las de hoy en día», asegura Kathiresan.
En este estudio los investigadores han analizado exomas, la parte de la codificación
de proteínas del genoma, de aproximadamente 10 mil personas, de los cuales, la
mitad habían sufrido un ataque cardiaco prematuro y la otra mitad no. Los expertos
se centraron en dos genes, LDLr y APOA5. Sus hallazgos implican un papel de
múltiples mutaciones raras en el gen del receptor de LDL (LDLr) en el ataque
cardiaco temprano, confirmando lo que ya es conocido tras décadas de
investigación: que los altos niveles de LDL, el llamado colesterol ‘malo’, es un factor
clave de riesgo que aumenta las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
El segundo descubrimiento, que vincula raras mutaciones en el gen APOA5, que
codifica una apolipoproteína, con el infarto prematuro, subraya el papel de los
niveles de triglicéridos en un ataque al corazón. Kathiresan y sus colegas
descubrieron que las personas portadoras de mutaciones APOA5 tienen niveles
más altos de triglicéridos en la sangre y un riesgo de infarto del doble.
Medicamentos :
4.Conclusión:
Las lipoproteínas, así como otras varios otros derivados como vimos en este trabajo
, son marcadores de enfermedad o de aspectos fisiológicos normales. Su
importancia clínica en coronopatologias, hepatopatologias y en menor grado a los
riñones. El estresse, la falta de ejercicios y entre otros tiene un papel esencial en el
desarrollo de la patología, personas obesas y con DM II o I no controladas están
siempre en la zona de riesgo,así un diagnóstico bien echo y un tratamiento sería
excelente.
5.Bibliografia:
- 1.Chirlaque, C. H. (2017). Estudio de la función inmunológica de las
lipoproteínas de los tejido. Universidad de Granada.
- 2.Examen de lipoproteinas de los TG. (s/f). Medlineplus.gov. Recuperado el
18 de abril de 2022, de
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/003497.htm
- 3.Houssel, P. (2013). Triglicéridos EMC - Tratado de Medicina, 17(1), 1–5.
https://doi.org/10.1016/s1636-5410(12)64063-x
- 4.Producto, R. (s/f). Biolabo.fr. Recuperado el 18 de abril de 2022, de
http://www.biolabo.fr/biolabo/pdfs/noticesSP/biochimieSP/K1214-K2214-K421
4_ES.pdf
- 5.Test. (s/f). Com.ar. Recuperado el 18 de abril de 2022, de
https://www.farestaie.com.ar/cd-interpretacion/te/bc/195.htm

Continuar navegando