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resumenes de expocisiones - Andrea Prado Jacquez

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Universidad Juárez del estado de durango
Facultad de ciencias de la cultura física y deportes
Aspectos Fisiológicos en el ejercicio.
L.E.f Carlos Seturino
Resúmenes artículos de temas de exposiciones.
Andrea Ivon prado Jaquez
5°B | 28/10/2021
Entrenamiento de la fuerza
G. Peñaa, J.R. Herediaa, C. Lloretb, M. Martínb y M.E. Da Silva-Grigoletto. Marzo 2016 Iniciación al entrenamiento de fuerza en edades tempranas: revisión. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1888-75462016000100009
Entrenamiento a la fuerza a edades tempranas 
El entrenamiento de fuerza en edades prepúberes y púberes está ampliamente recomendado por las organizaciones científicas encargadas de velar por el entrenamiento saludable de estas poblaciones.
Sin embargo la concepción inoperante del entrenamiento de la fuerza en edades tempranas, esta concepción hizo pensar que el entrenamiento de la fuerza a edades tempranas, especialmente antes de la pubertad, era improductivo e ineficaz ya que no se obtenía ningún tipo de beneficio. Se pensaba que el desarrollo de la fuerza estaba estrechamente condicionado por la maduración sexual, y que por tanto a edades prepúberes el niño no presentaba suficiente potencial para mejorar las distintas prestaciones de fuerza y desarrollo muscular más allá que lo debido al propio desarrollo y maduración de su edad.
El argumento esgrimido era que ello podía estar limitado en parte por la insuficiente disponibilidad de hormonas sexuales androgénicas circulantes en edades prepúberes. No obstante, es muy probable que algunos de los estudios preliminares que fallaron, en demostrar mejoras en este sentido, no fueran de la suficiente duración o intensidad de entrenamiento
Algunos de sus beneficios
Mejoras de la fuerza muscular y de rendimiento en habilidades motrices. La literatura científica respecto a este aspecto es también firme, el entrenamiento de fuerza correctamente prescrito y supervisado tiene la capacidad de poder generar mejoras de rendimiento en habilidades motoras (saltar, correr, lanzar) en edades infantiles y juveniles, lo que puede tener transferencia para mejorar otras capacidades de tipo deportivo
Mejora de la salud ósea Las etapas evolutivas claves que suponen una oportunidad para aumentar la densidad y contenido mineral óseo, y conseguir así un buen capital de reserva para el futuro, son precisamente la niñez, la preadolescencia y la adolescencia34. Durante estos periodos sensibles de formación ósea se puede llegar a adquirir el 50% del pico de masa ósea.
Mejoras de la composición corporal y de la sensibilidad a la insulina Los niños y adolescentes actuales no son tan activos como deberían, ante una sociedad infantil y juvenil cada vez más sedentaria y con unos índices de obesidad crecientes cualquier intervención de ejercicio que muestre mejorar o prevenir el desarrollo de la obesidad y patologías asociadas debiera ser incorporada. Es por ello que actualmente exista un cuerpo de conocimiento creciente que muestra mejoras significativas en niños y adolescentes obesos, o en riesgo de serlo, sobre la mejora de su composición corporal38-43 (disminución de grasa corporal; aumento de masa muscular)
Frecuencia del entrenamiento
La mayoría de los estudios bien diseñados, que han mostrado mejoras de la fuerza, han utilizado una frecuencia media de 2.7 ± 0.8 sesiones a la semana en días alternos. Por tanto, la recomendación general para los niños y adolescentes que se inician en el entrenamiento de fuerza es de 2-3 sesiones a la semana en días no consecutivos, lo que permitirá una recuperación adecuada entre sesiones a la vez que será una frecuencia eficaz para mejorar la fuerza.
No obstante, la frecuencia de entrenamiento puede incrementarse a medida que los niños atraviesan la adolescencia y se acercan a la edad adulta, especialmente en aquellos que compitan en deportes con altas demandas de fuerza. En cualquier caso, dicha frecuencia deberá permitir siempre la adecuada recuperación entre sesiones para evitar el sobre entrenamiento y permitir el óptimo desarrollo físico natural, sin olvidar además el resto de sesiones de entrenamiento semanal de otro tipo que el joven pueda estar compaginando.
Sistemas energéticos 
"Fisiología del ejercicio": J. López Chicharro, A. Fernández Vaquero; Edit. Panamericana; Madrid 2001.
El músculo esquelético tiene tres tipos de fuentes energéticas cuya utilización varía en función de la actividad física desarrollada, su clasificación es:
Sistema anaeróbico aláctico o sistema de los fosfógeno: Conversión de las reservas de alta energía de la forma de fosfocreatina (PC) y ATP
Sistema Anaeróbico láctico, glucólisis anaeróbica o sistema glucógeno-lactato: Generación de ATP mediante glucólisis anaeróbica
Sistema Aeróbico o sistema oxidativo: Metabolismo oxidativo del acetil-CoA
Los sistemas energéticos funcionan como un continuo energético. Se puede definir a éste como la capacidad que posee el organismo de mantener simultáneamente activos a los tres sistemas energéticos en todo momento, pero otorgándole una predominancia a uno de ellos sobre el resto de acuerdo a:
Duración del ejercicio.
Intensidad de la contracción muscular.
Cantidad de substratos almacenados.
Sistema anaeróbico aláctico o sistema del fosfógeno:
Este sistema proporciona la energía necesaria para la contracción muscular al inicio del ejercicio y durante ejercicios de muy alta intensidad y corta duración, (ver tabla 1). Está limitado por la reserva de ATP (adenosintrifosfato) y PCr (fosfocreatina) intramuscular, que son compuestos de utilización directa para la obtención de energía.
Se le denomina aláctico porque no tiene acumulación de ácido láctico. El ácido láctico es un desecho metabólico que produce fatiga muscular.
La cantidad de ATP almacenada en la célula muscular es tan pequeña que sólo permite la realización de un trabajo durante muy pocos segundos. Por tanto el ATP debe ser reciclado constantemente en las células; parte de la energía necesaria para la resíntesis de ATP en la célula muscular se realiza rápidamente y sin la participación del oxígeno a través de la transferencia de energía química desde otro componente rico en fosfatos de alta energía, la fosfocreatina (PC).
Sistema anaeróbico láctico o glucólisis anaeróbica:
Participa como fuente energética fundamental en ejercicios de sub-máxima intensidad (entre el 80 y el 90% de la CMI o capacidad máxima individual) y de una duración entre 30 segundos y 1 ó 2 minutos. Esta vía metabólica proporciona la máxima energía a los 20-35 segundos de ejercicio de alta intensidad y disminuye su tasa metabólica de forma progresiva conforme aumenta la tasa oxidativa alrededor de los 45-90 segundos.
El sistema anaeróbico láctico está limitado por las reservas intramusculares de glucógeno como sustrato energético. Esto significa que el combustible químico para la producción de ATP es el glucógeno almacenado en el músculo.
Sistema aeróbico u oxidativo:
Cuando un individuo realiza un esfuerzo a régimen constante (por ejemplo, corre, camina, pedalea o nada a intensidad uniforme) y este esfuerzo dura por algunas o por muchas decenas de minutos, la energía empleada por sus músculos deriva toda de la combinación del oxígeno con los azúcares o también con las grasas.
Precisamente el mecanismo de producción de la energía que está a la base de estas combinaciones, oxígeno más azúcares, o también oxígeno más grasas, se llama "aeróbico".
El oxígeno es el ingrediente vital que permite transformar el alimento en una fuente de energía utilizada por el músculo y es imposible sin su empleo desarrollar ejercicio físico por prolongados periodos de tiempo.
Fatiga y ayudas ergogénicas
file:///E:/trabajos%20de%205B/Aspectos%20fisiol%C3%B3gicos%20en%20el%20ejercicio/Resumen%20ayudas%20ergogenicas.pdf
Estrés medioambiental
A. Córdova Martíneza, F. Drobnic Martínezb, J.M. González de Susob, M. Álvarez de Mon. NOVIEMBRE 2002
Disminución del rendimiento deportivo: estrés, daño muscular y síndromes asociadosa la fatiga inducidos por el deporte. https://www.medicineonline.es/es-disminucion-del-rendimiento-deportivo-estres-articulo-S0304541202708512
¿Qué es el estrés medioambiental?
Se trata de una reacción de la persona ante una situación concreta en la que se presenta un conjunto de variables ambientales cuya disposición e intensidad hace que sean percibidas como aversivas para la persona. 
En esta reacción están implicados:
 Componentes fisiológicos.
 Componentes cognitivos.
 Componentes afectivo-emocionales.
 Componentes comportamentales.
 Componentes socio-culturales.
Se da un estado de estrés psicosocial cuando una serie de demandas inusuales o excesivas amenazan el bienestar o integridad de una persona. (Selye, 1954,1983).
En el intento de dominar la situación se corre el peligro de que los recursos de afrontamiento se vean superados, llevando a una perturbación en el funcionamiento, dolor, enfermedad o incluso, muerte.
TIPOS DE ESTRÉS
Emocionales: irascibilidad, frustración, ansiedad, pánico o miedo.
Físicos: dolor de cabeza, de espalda o cuello.
Intestinales: diarrea o estreñimiento, acidez, calambres estomacales, reflujo gástrico o náuseas.
Fisiológicos: dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión arterial.
Estrés agudo: es el tipo más frecuente de estrés y se produce fundamentalmente como reacción a la exigencia o la presión puntual, por lo que es de corta duración y es fácilmente manejable y tratable. Se manifiesta con cansancio y síntomas tensionales, sobreexcitación, pies y manos fríos, sentimientos depresivos o una ligera ansiedad.
Estrés crónico: es un estrés agotador que produce un desgaste físico y emocional continuo a la persona que lo sufre. Las situaciones de pobreza, de familias disfuncionales, tener un empleo que se desprecia son algunas de las situaciones que pueden generarlo. Nunca se ve la salida y se deja de buscar soluciones.
Respuesta de estrés 
El estrés fisiológico y psicológico generados por el ejercicio físico están mediados por las hormonas de estrés (catecolaminas, cortisol y hormona del crecimiento), que movilizan las reservas y aumentan la capacidad del individuo para afrontar las necesidades de una situación crítica.
El organismo responde con una reacción hormonal coordinada a cualquier tipo de estrés (actividad física vigorosa, ambiente adverso o presión psicológica). A los pocos segundos de exposición al agente estresante, la activación del sistema nervioso simpático estimula la liberación de catecolaminas desde la médula suprarrenal y las terminales nerviosas adrenérgicas.
Algunas hormonas como catecolaminas, ACTH y cortisol pueden aumentar incluso antes de empezar el ejercicio a consecuencia de mecanismos neuronales relacionados con la ansiedad y el estrés de anticipación.
DESCANSO COMO FACTORDE MEJORA EN EL ENTRENAMIENTO
García, J.M. La adaptación y la excelencia deportiva. Madrid Gymnos. 1999.
Principio de recuperación
La recuperación debe estar encaminada a facilitar la restauración energética, a eliminar deshechos metabólicos en el músculo y a favorecer los procesos de regeneración de las células musculares. Para lograr recuperar los valores basales de estos parámetros podemos distinguir tres niveles en los procesos de recuperación propiamente dicho: recuperación inmediata, recuperación aplazada y recuperación continuada.
El descanso es necesario contemplarlo como una parte inseparable del proceso de entrenamiento y ejecutarlo de modo que, en el organismo, la capacidad de trabajo se mantenga en un alto nivel y esté preparado para su ulterior mejoramiento. Hay que contemplar el denominado “entrenamiento recuperativo” mediante el cual realizamos un cambio en el entrenamiento a otros deportes.
Todos los programas coherentes dejan lugar para el descanso y la recuperación. Hay un tiempo de actividad y un tiempo de descanso. La rigurosidad de un programa demasiado definido puede llevar fácilmente al sobre entrenamiento. Tal estado de fatiga podrá predisponer al atleta para la lesión, la enfermedad y el dolor físico.
    En la recuperación influyen:
La capacidad individual de adaptación.
La alimentación.
Las medidas complementarias (masaje...)
La carga anterior y la nueva carga de entrenamiento.
El tiempo de recuperación variará en función del nivel del deportista y del tipo de carga en cantidad y en calidad.
Existen tres niveles en los procesos de recuperación, ellos son:
Recuperación inmediata: se produce pasados los primeros minutos después del trabajo; se eliminan los desechos que provocan la descomposición anaeróbica y se paga la deuda del oxígeno.
Recuperación aplazada: se necesitan varias horas después del esfuerzo, y se trata de restablecer las reservas energéticas.
Recuperación continuada: se produce durante la propia actividad; el organismo como mecanismo de defensa, no permite nunca que se agoten las reservas de fosfógeno.
Principio de optimización entre carga y recuperación
 Como norma general para permitir la sobrecompensación se puede aplicar los siguientes periodos de descanso:
Entrenamiento aeróbico de baja intensidad 60-75% de la F.C.max (frecuencia cardiaca máxima) 12-24 h.
Entrenamientos fraccionados que impliquen trabajo al 80% de la F.C.max. 24-36 h.
Trabajo por encima y por debajo del Uan. (Umbral anaeróbico) 80-90 % de la F.C.max. 48 h.
Entrenamientos de velocidad al 100 % de la F.C.max. 48-72 h.
Entrenamientos extenuantes de muy larga duración mínimo 72 h. para realizar uno similar.

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