Logo Studenta

Resumen Texto Complejo de Intrusión - Lacan

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

El Complejo de Intrusión.
El Complejo de Intrusión forma parte de los primeros momentos de estructuración psíquica del sujeto, y es definido por Lacan como “la experiencia que realiza el sujeto primitivo por lo general cuando ve a uno o a muchos de sus semejantes participar junto a él en la relación doméstica, es decir, cuando comprueba que tiene hermanos”. Se presenta en niños, desde los 6 meses hasta los dos años, y posee como condición que la diferencia de edad no sea más de 2 meses y medio. Lacan se refiere a los celos como la génesis de la sociabilidad, por ello, no representan una rivalidad vital, si no una identificación mental. Según Lacan, los celos se distinguen de la rivalidad inmediata por que son ellos quienes constituyen el objeto, y no al revés. Son considerados, por ello, como el arquetipo de los sentimientos sociales. 
Lacan se refiere este complejo como la puerta de salida del Complejo del Destete, que se produce al final de los 6 meses, en el momento en que el niño deja de mamar. Este complejo da lugar al masoquismo primario, que deja al sujeto dividido o desdoblado entre dos polos: uno masoquista; manifestado en la elección de la madre y el suicidio, y uno sádico; que se expresa en la opción por dar muerte al hermano. El Complejo de Intrusión viene a fijar al sujeto en uno de estos dos polos mediante la identificación con su hermano. Así, “la no violencia del suicidio primordial engendra la violencia del asesinato sádico del hermano” es decir, el niño pasa del polo masoquista al sádico, dominado por la agresión hacia el hermano y su asesinato. 
Características del Complejo de Intrusión: Esta etapa, caracterizada por la agresividad, es observable en la rivalidad que se produce entre niños (de edad ya especificada) que cuando son abandonados a su espontaneidad, manifestan reacciones como el alarde, la seducción o el despotismo. Lacan afirma que el conflicto no está entre los sujetos si no dentro de cada uno, definiéndolo como un conflicto entre dos actitudes contrapuestas y complementarias. Se pregunta, por ello, en las situaciones anteriormente mencionadas, cuál de los sujetos es en mayor medida espectador, seductor o sojuzgado, e introduce la principal paradoja de la situación: cada sujeto confunde la parte del otro con la suya propia y se identifica con él, y al mismo tiempo, vive toda la situación por sí solo, con una participación insignificante del otro.
Como condición necesaria de este complejo, se encuentra la anteriormente mencionada semejanza de edad, que equivale a la similitud física entre los sujetos, pues la identificación con el otro está ligado a la estructura del propio cuerpo por una semejanza objetiva. 
El psicoanálisis ve al hermano como el objeto electivo de las exgencias de la líbido, y asimismo insiste en la identificacion que se produce con el mismo. 
Lacan afirma la importancia de la identificación con el hermano, y la fundamenta en el Estadio del Espejo, etapa que ocurre luego de los 6 meses, en la cual el sujeto se reconoce en su imagen en el espejo o en la imagen de un semejante. En la naturaleza, la percepción del semejante se relaciona con la inteligencia y sociabilidad del organismo. Así, en animales es reducida, mientras en monos y hunmanos posee infinita riqueza. 
En el niño, el fenómeno de la percepción de sí mismo es espontáneo y se manifiesta en la revelación repentina del comportamiento referente a alguna parte del cuerpo, seguida por el júbilo que señala la comprensión y aprehensión de la misma. 
En el Estadio del Espejo opera de diferentes formas: 
1) El niño restaura la unidad perdida de sí mismo, antes dividida en funciones y pulsiones, considerando el cuerpo como despedazado.
2) Se representa su identidad por medio de la imagen especular. 
3) En él opera un mundo narciso, debido a que, por un lado, la líbido se inviste en el cuerpo propio, y por otro, el universo del sujeto está estructurado según el mito de Narciso, pues la identificacion del doble que es central para él, o la ilusión de esta imagen, no contiene al otro.
Volviendo al Complejo de Intrusión, Lacan considera importante que la imagen del hermano desempeñe los papeles protagónicos que lo conduzcan al sadismo, si esto no ocurre, el sujeto corre el riesgo de desaparecer en la nostalgia materna.
La maduracion subjetiva no concluye aquí, se necesita otro que relegue al sujeto del plano imaginario, y distinga al sujeto de su imagen. El grupo familiar reducido a la madre y a la fratria (hermanos) –es decir, con ausencia del padre-, origina un complejo psíquico en el cual la realidad tiende a ser imaginaria o abstracta. Así, entra en esta dinámica el padre, formando parte del Complejo de Edipo, que se requiere para inaugurar por fin la socialización y sacar al sujeto del universo narcísico en el que se encuentra. Si esto no ocurre, se cae en los puntos sin salida del narcisismo: homosexualidad, fetichismo sexual, desdoblamiento o transmutación delirante del cuerpo, entre otros.
En resumen, el proceso de subjetivación del individuo posee diversas etapas, aquí hemos abordado: el Complejo del Destete; en el que el sujeto se desdobla entre una opcion masoquista y una sadista, el Complejo de Intrusión; en el que la identificación con el hermano lleva al niño a optar por el polo sadista y la agresión (observada como celos), fundamentada por el Estadio del Espejo; en el que el sujeto - encontrándose en el plano imaginario- se identifica y se confunde con su semejante o su imagen, y el Complejo de Edipo; en el que a través de la imagen del padre, el niño sale del plano imaginario, separando su persona de su imagen, y obteniendo su propia subjetividad al adentrarse en el plano simbólico. A causa de la importancia de esta última etapa, Lacan considera la familia paternalista como la mejor herramienta de beneficio social.

Continuar navegando

Materiales relacionados