Logo Studenta

Resumen Texto La Psicopatología como ciencia básica de la psiquiatría W Blakenburg - D Canedo

¡Estudia con miles de materiales!

Vista previa del material en texto

La Psicopatología como ciencia básica de la psiquiatría.
La psicopatología (psp) general y la especial son los pilares básicos de la psiquiatría (psq). Este concepto ha sido cuestionado varias veces en la última década.
El valor de la psicopatología se ha puesto en duda desde dos lados:
1) Por la antipsiquiatría y por las teorías conductuales  cuestionaron el modelo de enfermedad usado por la psiquiatría, reemplazándolo por el MODELO DE LA CONDUCTA DESVIADA.
2) Por una psq objetivante  reduce a la psp a una mera sintomatología.
Esto se vio como una “crisis del paradigma”, pero la capac de una ciencia para caer en crisis y luego superarla es lo que afirma su vitalidad y creatividad.
El texto está orientado a responder “¿CUÁL ES EL OBJETO DE LA PSP?”.
El texto comienza hablando del MODELO MÉDICO (en cuanto al objeto de la psp):
1) Modelo Médico: para éste, el OBJETO de la psp lo constituyen LAS MANIFESTACIONES PSÍQUICAS ANORMALES, es decir, LAS ENFERMEDADES (en otras palabras, la psp clásica se refiere a síndromes, en los cuales un poder vivenciar y comportase se muestran como manifiestamente anormales). 
EL PROBLEMA fue que el que se tratara de perturbaciones psicológicas, es decir, de enfermedades, dependía solamente de un juicio precientífico, de un conoc práctico. Esto reflejó que la psp fue olvidando la reflexión sobre sus fundamentos.
Por lo anterior se explica el auge del MODELO CONDUCTUAL:
2) Modelo Conductual: según éste, el OBJETO de la psp NO SERÍA LA ENFERMEDAD, SINO LA CONDUCTA DESVIADA. Tomar como pto de partida la conducta tiene ventajas, pero así mismo, desventajas que se les contraponen respectivamente. 
El objeto aparece primero como condicionado y luego, de todos modos, como manipulado. El valor más importante del objeto es su posible “manejabilidad”, entonces se puede hablar de conducta “desviada” y no de “enferma”, ya que el objeto (la conducta) puede ser manejado y ser ajustado a la norma.
EL PROBLEMA fue que la teoría conductista fija toda vida psíquica en el nivel del producto, pero no se pregunta ni por el “de dónde” ni por el “cómo” de esta producción de conductas. Además (por el párrafo anterior), como el modelo conductual se dirige a una teoría de la modificabilidad, sin necesidad de un concepto de terapia, las conductas no podrían ser tratadas a través de una terapia, sino solo modificadas.
Luego, se habla del Paradigma Interaccional:
3) Paradigma Interaccional: pone como OBJETO de la psp LAS PERTURBACIONES DE LA COMUNICACIÓN, es decir, LO QUE OCURRE ENTRE LOS SUJETOS O ENTRE EL SUJETO Y LA SOCIEDAD. 
EL PROBLEMA es que sería muy exagerado atribuir todo hecho psicopatológico a una perturbación comunicativa, pues casi no existe un hecho psicopatológico que no conduzca a una perturbación comunicativa. Además, el paradigma interaccional pasa por encima de diferencias relevantes, como por ejemplo que es distinto si la perturbación de la comunicación es solo secundaria o si es el núcleo de la enfermedad.
Tanto la “desviación conductual” como la “perturbación comunicativa” tienen un concepto muy amplio del “objeto de la psp”.
El autor parte de la hipótesis que EL OBJETO DE LA PSP no es la conducta desviada, sino LA MULTIPLICIDAD DE DAÑOS QUE PUEDE EXPERIMENTAR EL “PODER-COMPORTARSE” Y EL “PODER-VIVENCIAR”. El poder-comportarse no se refiere a que si alguien se comporta o no ajustado a la norma, sino de los grados de libertad necesarios para “poder producir” una conducta estructurada. El problema que le interesa a la psp es si alguien puede o no comportarse adecuada o inadecuadamente, es decir, importa el poder o no poder. Un “no poder-comportarse en forma desviada” (“no puedo comportarme de forma desviada, solamente puedo comportarme de forma normal”) es tan patológico como un “no poder sino comportarse en forma desviada” (“solo puedo comportarme de manera desviada”). Esto implica que las personalidad anormales no serán tema de la psp mientras esa desviación de la norma no sea una limitación de los grados de libertad en el poder vivenciar o comportarse. Al decir que esas dos frases son patológicas, se toca el problema de una “normalidad patológica” o “normopatía”, que significa que se le dio importancia a lo patogénico y patógeno implícito en un no poder desviarse, es decir, ese conformismo en el que se quedó preso sin quererlo. La “normopatía” representa uno de los más grandes progresos de la psp.
A los daños del poder-comportarse habría que agregar los del “poder-vivenciar”. Vivenciar es la totalidad de las funciones intrapsíquicas (como querer, sentir, experimentar, percibir, imaginar, etc). Todo vivenciar es transmitido a través de una conducta, pero esto no le quita su independencia. Vivenciar debe ser considerado como proceso aparte del comportarse. 
Así, los hallazgos del examen patológico están constituidos por daños del poder-vivenciar y del poder-comportarse.
Al poner acento sobre el poder o capacidad, se toca el problema de la libertad, que es lo inevitable de la psq., no puede escaparse de éste. El problema está cuando se plantea la internación forzada de un paciente y también en la manera como se trata al enfermo (decisiones que se toman con respecto a él o lo que se le dice y comunicación no verbal), donde se está respondiendo ya a la pregunta por su grado de libertad y responsabilidad. En la práctica cotidiana psiquiátrica nos encontramos con este problema en varios momentos, como al estar en frente de cada enfermo, donde se hace, junto al diagnóstico sindromático, un diagnóstico sobre el grado de libertad en el poder-comportarse y en el poder-vivenciar. Lo importante es mostrar la complicada y contradictoria relación de los psiquiatras con el tema de la libertad.
De todo lo anterior, se desglosa una ordenación de las tareas correspondientes a la psicopatología general y la psicopatología especial. La psicopatología especial debe continuar elaborando los fundamentos para la sintomatología, sindromatología y nosología. La PSICOPATOLOGÍA GENERAL debe enfocarse tanto al estudio de la modificabilidad de las diferentes funciones psíquicas como al estudio de los posibles daños de los grados de la libertad en el manejo de esas funciones psíquicas y en la relación del sujeto con el mundo, con su propio cuerpo y consigo mismo.

Continuar navegando