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Ficha 3 - Fetichismo Freud

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Ficha #3
“Fetichismo” Sigmund Freud
Bárbara Dostal A.
El articulo a comentar en la presente ficha, Sigmund Freud intenta explicar a través de los casos de distintos hombres que él considera fetichista, en otras palabras que “cuya elección de objeto es regida por un fetiche” (Freud, 1927) el origen de dicha anormalidad, es decir, como se origina la devoción por objetos materiales, en este caso en el ámbito sexual. 
En primer lugar, Freud plantea que a través del análisis llevado a cabo por él, concluye que “el sentido y el propósito del fetiche fue en todos los casos la misma” (Freud, 1927). La conclusión a la que llega el psicoanalista es que el fetiche es un sustito del pene, pero no cualquier pene sino que un pene determinado y particular. Dicho pene particular es el falo de la mujer (de la madre). La explicación que propone Freud es que el niño desde la primera infancia cree en el falo de la madre y cuando se da cuenta que ésta no tiene pene, crea un fetiche para no renunciar al falo de madre, ya que eso significaría, que como la mujer fue castrada, él también corre peligro de ser castrado. El niño se ve obligado a abandonar ese pene, pero él niega su percepción al advertir que la mujer no tiene pene. Debido a lo anterior es que se genera un conflicto entre la percepción indeseada (que la madre no tiene falo) y la intensidad del deseo contrario, este conflicto sólo es posible captarlo a través de las leyes del pensamiento inconsciente. Para el varón, “en lo psíquico la mujer sigue teniendo pene, pero este pene ya no es lo mismo que era antes. Algo otro lo ha reemplazado; fue designado un sustituto, por así decir, que entonces hereda el interés que se había dirigido al primero” (Freud, 1927), este sustituto del falo de la madre sería el fetiche. Además, este sustituto funciona como recordatorio del miedo a la castración. 
El fetiche refleja el signo de triunfo frente a la castración y la protección frente a esta misma y además, la mujer puede ser soportable como objeto sexual ya que confiere a la mujer el atributo del fetiche y así, el fetichista no se transforma en homosexual. 
El fetiche, entonces, se formaría debido a la suspensión de un proceso. El fetiche representa lo ultima impresión anterior a la experiencia traumática. Experiencia traumática que sería la captación de que la mujer no tiene falo. Freud explica que el pie o el zapato se presentan como los fetiches más comunes dado que el niño escudriñando en los genitales femeninos desde abajo advierte la ausencia de falo, así como las pieles o el terciopelo se relacionarían al vello púbico y las prendas interiores al último momento en que se puedo considerar fálica a la mujer.

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