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Ramírez_Montes_Verenice_Unidad2_Actividad2 - CARLOS DANIEL VILLAVICENCIO PESANTEZ

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA 
PSICOLOGÍA A DISTANCIA - SUAYED 
 
“PLANTEAMIENTO DE LA INTERVENCIÓN” 
UNIDAD II. ACTIVIDAD 2. MARCO TEÓRICO, OBJETIVOS, POBLACIÓN E HIPÓTESIS DE LA PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN 
 
DOCENTE: MTRO. RICARDO GALGUERA ROSALES 
MÓDULO: 0803 –SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN II: INTERVENCIÓN EN 
EDUCACIÓN MEDIA 
GRUPO: 9831 
 
 
FECHA: 25-OCTUBRE-2020 
 
 
 
ALUMNAS: VERENICE RAMÍREZ MONTES [417126926] 
MARÍA DE LOURDES ARTHUR RAMÍREZ [416140006] 
 
 
ESTRATEGIAS PARA MEJORAR EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN 
ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS 
TEMA DE INVESTIGACIÓN 
2 
 
 Índice 
 
 
Marco teórico ......................................................................................................................... 3 
Introducción ........................................................................................................................ 3 
Planteamiento del problema ............................................................................................... 5 
Justificación del estudio ................................................................................................... 11 
Objetivos de la intervención ................................................................................................ 13 
Objetivo general ............................................................................................................... 13 
Objetivos específicos ........................................................................................................ 13 
Población .............................................................................................................................. 13 
Hipótesis ............................................................................................................................... 14 
Referencias ........................................................................................................................... 14 
 
 
 
 
3 
 
Marco teórico 
 
Introducción 
A lo largo de la historia, disciplinas como la filosofía, la pedagogía y la psicología 
han reunido esfuerzos para encontrar la metodología didáctica que, de acuerdo con las 
características diferenciales de los estudiantes, consiga enseñarlos a aprender. Los retos 
actuales que enfrenta la sociedad global demandan la necesidad que todos los individuos 
tenemos de emplear soluciones creativas e innovadoras y es evidente que las instituciones 
escolares adquieren una mayor responsabilidad en cuanto a su función académica, pero, 
sobre todo, en su papel como creadoras de puentes entre el contexto sociocultural y el 
educando, con el fin último de que los jóvenes profesionistas puedan insertarse con éxito en 
el mundo real. 
La intención es que, en el contexto escolar, los alumnos desarrollen las habilidades 
cognitivas para pensar críticamente y las metacognitivas para reconocer sus propios procesos 
y estrategias de aprendizaje; de modo que sean capaces de aplicarlas en forma autónoma 
para discernir la información y tomar decisiones a lo largo de su vida. 
Encontramos antecedentes de la enseñanza del pensamiento crítico desde la antigua Grecia 
cuando Sócrates, en oposición al método de los sofistas, concentró sus esfuerzos en 
incentivar en los ciudadanos el deseo por conocer la verdad a partir de la conversación, 
exponiendo argumentos desde lo particular hacia lo general hasta llegar a un consenso. El 
método socrático o dialéctico comenzaba con una pregunta, que se desarrollaba mediante el 
diálogo y concluía con la conversación (Marciales, 2003). 
Otros pensadores como Platón y Aristóteles continuaron el ejercicio de la dialéctica. De 
hecho, el pensamiento medieval estuvo influido en gran medida por el neoplatonismo, pero 
Santo Tomás de Aquino retomó el sistema aristotélico para desarrollar el pensamiento crítico 
sistemático básicamente para defender que el intelecto humano puede generar el 
conocimiento sin intervención divina (Marciales, 2003). La técnica que este teólogo y 
filósofo empleó, según describe Campos (2007), consistía en prever todas las críticas 
posibles a la idea propia e irlas respondiendo una a una. 
En la época renacentista, caracterizada por el surgimiento de un sinnúmero de escuelas de 
pensamiento, destacó la figura de Francis Bacon, un filósofo francés que abogaba por el 
método inductivo, es decir, pretendía guiar a las personas a construir un pensamiento crítico 
a partir de la percepción individual y hasta la generalización del conocimiento, pero siempre 
con el fundamento de las leyes científicas a fin de rechazar falsas creencias. En esta misma 
línea de trabajo, durante la Revolución Científica del siglo XVII, Descartes implementó un 
método de pensamiento crítico que conllevaba una serie de reglas para descubrir la verdad 
mediante la lógica y el razonamiento: en primer lugar debía dudarse de todo aquello que no 
estuviera sustentado en la evidencia, aún si provenía de la percepción de los sentidos; debían 
4 
 
considerarse los argumentos externos y se aplicaría la inducción a partir de los hechos 
conocidos y comprobados (Marciales, 2003). 
Como bien apunta Monroy (2009), en el racionalismo de Descartes, Spinoza y Leibniz 
se sustenta teórica y filosóficamente el paradigma cognitivo o cognoscitivo porque atiende 
a las representaciones mentales de cada individuo, es decir, que a partir del contraste entre 
la experiencia propia y la realidad se generan tanto el pensamiento como la conducta. De ahí 
que se utilicen estrategias metodológicas como: la investigación empírica, que busca 
responder una pregunta o comprobar una hipótesis a partir de la observación y la 
experimentación, y la simulación, que facilita la práctica de las habilidades en entornos 
reales. 
La llamada “revolución cognitiva” expandió el concepto de los esquemas mentales hacia el 
ámbito de la educación, de tal que la pedagogía cognitiva comenzó a considerar que el 
aprendizaje es el resultado de combinar los antecedentes, las percepciones y las actitudes 
disposicionales de los estudiantes; por lo que éstos adoptan un rol activo en el proceso de su 
propio aprendizaje cuando asimilan la información, la clasifican y la estructuran 
mentalmente y por último, la comparan contra lo que ya saben (Colegiado Nacional de 
Desarrollo Educativo, Cultural y Superación Profesional del Sindicato Nacional de 
Trabajadores de la Educación, 2013). 
En concordancia con el paradigma cognitivo, desde la filosofía de la educación, se considera 
que el artículo “A concept of critical thinking” de Robert Ennis publicado en 1962, dio pie 
a la generalización del interés por la enseñanza del pensamiento crítico (Martín y Barrientos, 
2009; Difabio, 2005). En términos simples, Martín y Barrientos (2009) explican la definición 
de Ennis: “pensar críticamente es decidir en forma razonada y reflexiva qué creer o qué 
hacer” (p. 41). 
Dado que el pensamiento crítico puede abordarse desde diferentes perspectivas, son varias 
las definiciones que los autores han pronunciado, conviene destacar a Richard Paul quien 
considera al pensamiento crítico como un proceso de análisis y de evaluación de las propias 
ideas y creencias (Paul & Elder, 2005, en Standish y Thoilliez, 2018). Para Peter Facione, 
desde un enfoque cognitivo, el pensamiento crítico se refleja en el proceso de toma de 
decisiones cuando las personas nos informamos, valoramos las opciones disponibles, 
exploramos las posibilidades y emitimos un juicio (Facione, P. 2011). En un intento por 
consensuar las múltiples descripciones, expertos estadounidenses y canadienses de las áreas 
de humanidades, ciencias sociales y educativas se reunieron en la American Philosophical 
Association en 1990 para determinar, con base en el método Delphi, que el pensamiento 
crítico es el proceso que permite emitir juicios de manera decidida yautorregulada (Facione, 
N. & Facione, P.; 2008; Facione, P., 2011). A pesar de las variaciones que cada autor aporta, 
está claro que el pensamiento crítico es un proceso mental y, por lo tanto, individual; que 
depende de las habilidades cognitivas superiores y que requiere un motivo, o bien, la 
intención de la persona para llevarlo a cabo. 
En tal sentido, y estrictamente en el terreno de la educación, no es aventurado afirmar que 
los estudiantes necesitan desarrollar el pensamiento crítico para alcanzar un aprendizaje 
5 
 
significativo. De acuerdo con los planteamientos de Ausubel (1978), el aprendizaje es 
significativo cuando el estudiante está dispuesto a alcanzarlo, cuando el material que se 
enseña está estructurado de manera lógica y además coincide con su experiencia previa y 
cuando es capaz de aplicar el conocimiento en otros ámbitos de la vida (Monroy, 2009); en 
suma, cuando el alumno sabe elegir de entre la información disponible cuál es la que necesita 
aprehender para conseguir un objetivo determinado (Chrobak, 2017). 
Los autores mencionados: Ennis, Paul y Facione, al igual que el informe APA-Delphi de 
1990, y el aprendizaje significativo de Ausubel, coinciden en que para desarrollar el 
pensamiento crítico se requiere una combinación de habilidades cognitivas y disposiciones 
(Alvarado, 2018; Canese, 2015; Viera, 2003). En términos simples, no basta con poseer la 
estructura cognitiva para pensar y generar ideas, sino que también hace falta tener la 
motivación para evaluar tales pensamientos. 
Hasta aquí hemos dicho que los pensadores críticos presentan características en común que, 
aunque varían en función de los planteamientos teóricos de los expertos, en las fuentes 
consultadas sobresalen con frecuencia las seis habilidades intelectuales propuestas por el 
informe APA-Delphi de 1990: interpretación, análisis, evaluación, inferencia, explicación y 
autorregulación (Vélez, 2013; Martín y Barrientos, 2009; Difabio, 2005; Canese, 2015). 
En Vélez (2013) y Canese (2015) encontramos las evidencias que los pensadores críticos 
deben demostrar de acuerdo con cada habilidad intelectual: 
• Para interpretar, serán capaces de comprender, categorizar y expresar el significado 
de los contenidos. 
• Para analizar, podrán examinar ideas, relacionar los conceptos y discernir entre los 
argumentos. 
• Para evaluar, emitirán juicios valorativos con respecto a la credibilidad de las 
afirmaciones y los argumentos. 
• Para inferir, cuestionarán las evidencias, formularán conjeturas e hipótesis y 
extraerán conclusiones. 
• Para explicar, tendrá la capacidad de exponer sus conclusiones y justificar sus 
procedimientos de manera coherente. 
• Para autorregularse, los pensadores críticos se examinarán frecuentemente, 
detectarán sus errores y de ser necesario podrán autocorregirse. 
 
 
Planteamiento del problema 
De acuerdo con el reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo 
Económicos (OCDE, 2019) acerca de los retos que enfrenta la educación superior en México 
con respecto a su desempeño en el mercado laboral, el 83% de los empleadores han 
manifestado su preocupación por mejorar la calidad de la formación educativa ya que el 43% 
considera que las competencias demostradas por los jóvenes profesionistas son deficientes 
(Hays, 2018, citado en OCDE, 2019) y los resultados de los Exámenes Generales para el 
6 
 
Egreso de Licenciatura (EGEL) demuestran que están en lo correcto, pues en el periodo que 
va del 2005 al 2016, menos de la mitad de los estudiantes ha aprobado. Además, los datos 
arrojados por una encuesta del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) en 2014 
expusieron que nuestros jóvenes carecen de habilidades para la comunicación oral y escrita 
tanto en el idioma inglés como en el español; y los centros de trabajo declararon que a los 
egresados les falta desarrollar la capacidad de síntesis de la información y de razonamiento 
lógico. 
Es imperativo, entonces, incrementar el nivel de la calidad de la enseñanza y propiciar el uso 
de prácticas innovadoras para el aprendizaje pues en el mismo reporte de la OCDE (2019) 
se hace hincapié de la importancia que tiene la capacitación continua de los docentes, ya que 
aún se emplean métodos didácticos tradicionales que no promueven el desempeño autónomo 
de los estudiantes. 
Según el trabajo de investigación de López (2012), entre los actores educativos aún no hay 
un consenso acerca de por qué debería enseñarse el pensamiento crítico y de hecho, 
prevalecen ciertas ideas erróneas: algunos consideran que el dominio de los contenidos 
curriculares es suficiente para amplificar las habilidades cognitivas (Glaser, 1984; Perkings, 
1985; Whimbey, 1985, citados en López, 2012), otros suponen que no debe enseñarse a 
pensar críticamente porque puede representar actitudes de mera oposición y otros consideran 
que sí, sólo que no saben cuáles estrategias utilizar (Díaz-Barriga y Hernández, 2002). 
Considerando las aportaciones de Diaz-Barriga y Hernández (2002) acerca de que la 
enseñanza “es una construcción conjunta (como) producto de los continuos y complejos 
intercambios con los alumnos y el contexto instruccional” (p. 140), y las estrategias son 
recursos para conseguir el aprendizaje significativo, entonces es necesario que tanto alumnos 
como docentes cuenten con un repertorio de medios disponibles en función de lo que se 
espera aprender y de los factores contextuales. De hecho, aunque la producción académica 
consultada menciona que para la enseñanza y el aprendizaje del pensamiento crítico pueden 
emplearse estrategias como: la mayéutica socrática (o indagación), las simulaciones, los 
estudios de casos, la lectura crítica, el aprendizaje basado en problemas (en Hawes, 2003); 
el aprendizaje basado en proyectos (en Rodríguez, 2018) y el trabajo cooperativo (en Reyes, 
2019); en el diseño didáctico de los programas de intervención encontramos que dado el 
tiempo disponible y las características de la población escolar, también se han empleado: el 
análisis de argumentos (en Gordón, 1994), la toma de decisiones (Nieto y Valenzuela, 2013) 
y la elaboración de mapas mentales o conceptuales (en Kainz, 2012 y Chrobak, 2017). 
En el siguiente cuadro se resumen la muestra, el objetivo, las estrategias empleadas y los 
resultados de los proyectos arriba mencionados: 
 
Proyecto Muestra Objetivo Estrategias 
empleadas 
Resultados 
Taller para 
enseñar 
pensamiento 
30 estudiantes 
de bachillerato 
de entre los 17 
Diseñar y 
evaluar una 
propuesta de 
 Análisis de 
argumentos, 
lectura crítica. 
Se obtuvo un 
desarrollo positivo 
en las habilidades 
7 
 
crítico en alumnos 
del bachillerato. 
Reporte de una 
experiencia 
(Reyes, 2019). 
y los 19 años de 
edad. 
intervención 
para desarrollar 
el pensamiento 
crítico. 
para evaluar los 
contenidos y 
analizar los 
argumentos, sin 
embargo, hubo 
deficiencia en la 
comprensión 
lectora. 
Pensamiento 
crítico, lectura 
crítica y 
aprendizaje 
basado en 
problemas en 
estudiantes de 
medicina. Un 
estudio 
comparativo 
(Rosales y 
Gómez, 2015). 
42 alumnos del 
tercer semestre 
de la 
licenciatura de 
medicina. 
Comparar los 
efectos de la 
lectura crítica y 
el aprendizaje 
basado en 
problemas en el 
desarrollo del 
pensamiento 
crítico. 
Lectura crítica 
y aprendizaje 
basado en 
problemas. 
Se concluye que 
ambas estrategias 
mejoran el nivel de 
desarrollo del 
pensamiento critico 
en los estudiantes. 
El efecto de 
enseñar las 
destrezas del 
pensamiento 
crítico en un curso 
introductorio de 
enfermería 
(Gordón, 1994). 
70 estudiantes 
del segundo 
semestre de 
enfermería. 
Evaluar el 
impacto de un 
modelo de 
enseñanza para 
el desarrollo del 
pensamiento 
crítico. 
Análisis de 
argumentos, 
lectura crítica 
y toma de 
decisiones. 
Se consideró que el 
métodoutilizado es 
efectivo. 
Condiciones 
intelectuales en la 
mejora del 
pensamiento 
crítico (Nieto y 
Valenzuela, 
2013). 
115 estudiantes 
de cuarto año 
de psicología 
de una 
universidad 
estatal 
española. 
Determinar si la 
inteligencia 
guarda relación 
con el 
pensamiento 
crítico y con su 
aprendizaje. 
Análisis de 
argumentos y 
toma de 
decisiones. 
Tras la 
implementación del 
programa de 
instrucción se 
incrementó la 
relación entre la 
inteligencia y el 
pensamiento 
crítico. 
El desarrollo del 
pensamiento 
crítico en 
estudiantes 
universitarios por 
medio del 
aprendizaje 
basado en 
problemas 
(Núñez, Ávila y 
Olivares, 2017). 
27 estudiantes 
de primer 
cuatrimestre de 
la licenciatura 
en Nutrición. 
Determinar si el 
uso de la 
estrategia del 
aprendizaje 
basado en 
problemas 
mejora el 
desarrollo del 
pensamiento 
crítico. 
Aprendizaje 
basado en 
problemas. 
Se presentó un 
resultado positivo 
en las habilidades 
relacionadas al 
juicio de una 
situación 
específica, con 
datos objetivos y 
subjetivos. 
8 
 
Pensamiento 
crítico y 
aprendizaje 
basado en 
problemas (Saiz y 
Fernández, 2012). 
68 estudiantes 
de cuarto 
semestre de 
Psicología de la 
Universidad de 
Salamanca. 
Confirmar que el 
rendimiento 
académico puede 
aumentar 
mediante el uso 
del aprendizaje 
basado en 
problemas para 
desarrollar el 
pensamiento 
crítico. 
Aprendizaje 
basado en 
problemas. 
Se encontraron 
diferencias 
significativas 
positivas con 
respecto al 
desarrollo de las 
habilidades de 
deducción, 
inducción, 
razonamiento 
práctico, toma de 
decisiones y 
solución de 
problemas. 
El aprendizaje 
basado en 
problemas como 
propuesta para el 
desarrollo del 
pensamiento 
crítico, en los 
estudiantes de 
medicina de la 
Universidad César 
Vallejo (Zavaleta 
y Matos, 2013). 
80 estudiantes 
de ciencias 
básicas de la 
escuela de 
medicina de la 
Universidad 
César Vallejo. 
Demostrar la 
influencia del 
método de 
aprendizaje 
basado en 
problemas en el 
desarrollo del 
pensamiento 
crítico. 
Aprendizaje 
basado en 
problemas. 
El grupo 
experimental 
obtuvo puntajes 
más altos en todas 
las habilidades del 
pensamiento crítico 
(inferencia, 
identificación, 
deducción e 
interpretación), 
excepto en la 
evaluación de 
argumentos. 
El sistema de 
enseñanza y su 
relación con el 
desarrollo de 
capacidades 
cognitivas, en los 
estudiantes del 
primer año de la 
Facultad de 
Derecho de la 
Universidad 
Privada San Juan 
Bautista-Chincha 
(Gonzales, 2016). 
48 alumnos del 
primer año de 
la facultad de 
derecho. 
Correlacionar el 
sistema de 
enseñanza con el 
desarrollo de 
capacidades 
cognitivas de los 
alumnos. 
Aprendizaje 
basado en 
problemas y 
análisis de 
casos. 
La correlación 
entre el sistema de 
enseñanza y el 
desarrollo de las 
capacidades 
cognitivas fue 
positiva y se 
encontró que tanto 
la estrategia del 
aprendizaje basado 
en problemas como 
la de análisis de 
casos mejoran el 
pensamiento crítico 
de los estudiantes. 
Intervención 
educativa con la 
estrategia 
didáctica de la 
indagación para la 
contribución del 
34 estudiantes 
del segundo 
semestre de la 
Escuela 
Profesional de 
Psicología 
Demostrar si la 
estrategia de la 
indagación 
puede mejorar el 
desarrollo del 
Indagación. Los resultados 
demostraron que en 
efecto la estrategia 
didáctica de la 
indagación 
contribuye a 
9 
 
pensamiento 
crítico en 
estudiantes del 
VII ciclo II 
semestre de 
psicología 
ULADECH 
Católica filial 
Ayacucho-2018 
(Flores, 2019). 
ULADECH 
Católica Filial 
Ayacucho 
pensamiento 
crítico. 
incrementar el 
pensamiento crítico 
en los estudiantes. 
¿Por qué enseñar 
ciencia a través de 
la indagación? Un 
caso en la 
Universidad 
Autónoma de la 
Ciudad de México 
(UACM) 
(Chernicoff y 
Echeverría, 2012). 
Estudiantes de 
los cursos 
básicos de 
física en el 
primer semestre 
de las 
ingenierías y de 
la carrera de 
promoción de 
la salud. 
Comprobar los 
efectos de un 
programa de 
integración en el 
desarrollo de 
habilidades de 
razonamiento y 
pensamiento 
científico. 
Indagación 
guiada. 
Incrementó el 
número de 
estudiantes que 
aprueban la materia 
de física, mejoró el 
pensamiento crítico 
de los estudiantes, 
se desarrollaron 
mejores hábitos de 
estudio y además, 
el programa ha 
mejorado la 
didáctica y la 
formación de 
profesores. 
Propuesta de un 
taller de 
estrategias para 
incrementar el 
pensamiento 
analítico, crítico y 
creativo para 
público en general 
en Extensión 
Universitaria del 
ITAM (Kainz, 
2012). 
El taller se ha 
impartido a 
docentes de 
primaria y 
secundaria, a 
padres de 
familia, a 
trabajadores y a 
alumnos 
universitarios. 
Difundir el uso y 
enseñar a 
elaborar mapas 
mentales y otros 
organizadores 
gráficos para 
análisis y 
sintetizar la 
información. 
Mapas 
mentales y 
conceptuales. 
Se demostró que 
los organizadores 
gráficos ayudan a 
desarrollar las 
habilidades de 
análisis y síntesis y 
también de 
metacognición. 
Mapas mentales, 
mapas 
conceptuales y 
escritos 
científicos, como 
estrategias 
didácticas desde 
las ciencias 
básicas para el 
desarrollo de 
habilidades 
48 estudiantes 
del primer 
semestre de 
tecnología en 
radiología e 
imágenes 
diagnósticas de 
la Fundación 
Universitaria 
del Área 
Andina. 
Determinar el 
impacto de una 
estrategia de 
intervención 
didáctica para 
desarrollar 
habilidades 
metacognitivas 
Aprendizaje 
basado en 
problemas, 
mapas 
mentales, 
mapas 
conceptuales y 
escritos 
científicos. 
Los estudiantes 
lograron utilizar los 
organizadores 
gráficos de manera 
efectiva mejorando 
sus habilidades 
metacognitivas y su 
desempeño 
académico. 
10 
 
metacognitivas en 
la enseñanza-
aprendizaje de la 
radiología 
(Adame y 
Arboleda, 2017). 
 
Podemos entonces concluir lo siguiente: primero, que en términos generales cualquier 
estrategia que propicie el aprendizaje significativo será útil también para promover el 
pensamiento crítico; segundo, que no hay una clara definición entre las estrategias empleadas 
por los docentes y las que pueden poner en práctica los estudiantes a fin de mejorar sus 
destrezas y habilidades cognitivas; y tercero, que algunas estrategias podrían resultar 
efectivas sólo para disciplinas específicas y en determinados contextos académicos. El 
aprendizaje cooperativo, por ejemplo, Benito y Cruz (2007, citado en Reyes, 2019) lo 
describen como un método empleado por el docente en el aula y que consiste en organizar 
pequeños grupos de trabajo para fomentar el intercambio de ideas y las habilidades sociales, 
de modo que si un estudiante optara por utilizar esta estrategia necesitaría del apoyo de sus 
compañeros. Asimismo, como explican Núñez, Ávila y Olivares (2017), el aprendizaje 
basado en problemas es una estrategia que requiere practicar los conocimientos adquiridos 
en el aula en situaciones de la vida real, en tal sentido, este método es aplicable a las ciencias 
exactas y a aquellas disciplinas que abordan el desarrollo de competencias prácticas 
específicas, sin embargo, resulta difícil imaginar su uso en el contexto de las asignaturas 
teóricas como la historia o la literatura, por ejemplo; algo similar ocurre con las simulaciones 
y el estudio de casos, que en menor o mayor medida requieren de apoyos externos a la 
institución educativa. 
En tal orden de ideas y atendiendo al informe de la OCDE (2019), sabemos que los 
estudiantes del nivel superior requieren aprender estrategias que permitan manejar grandes 
volúmenes de información, a analizar y comprender los contenidos y a tomar decisiones bajo 
criterios de razonamiento lógico, porlo que consideramos que son tres las estrategias que 
pueden adaptarse con mayor facilidad al diseño curricular de cualquier disciplina y, por 
supuesto, a las necesidades inmediatas de los estudiantes universitarios y de los futuros 
profesionistas en el mercado laboral: la lectura crítica, la indagación y la elaboración de 
mapas mentales y conceptuales. 
Hablamos de un buen lector crítico cuando se tiene la habilidad de comprender el sentido 
literal y el connotativo, es decir, cuando se comprenden los contenidos escritos. La 
comprensión de la lectura implica emplear habilidades psicolingüísticas, crear conexiones 
entre los esquemas y la información que se presenta, tener disposición e interés por el 
contenido y usar estrategias metacognitivas y autorreguladoras (Díaz-Barriga y Hernández, 
2002). 
López (2012) enfatiza el papel indispensable que juega la estrategia de la indagación en todo 
proceso de enseñanza-aprendizaje pues cualquier idea o pensamiento se origina con una 
pregunta, por lo tanto, el uso de la mayéutica incrementa las habilidades de pensamiento, 
11 
 
ayuda a clarificar los contenidos, mantiene la evaluación y la retroalimentación del 
aprendizaje de forma continua y tal vez lo más importante, fomenta la curiosidad. 
Ausubel, en colaboración con Novak y Gowin elaboraron la teoría ANG de la cual se 
desprenden los mapas conceptuales como herramientas metacognitivas (Novak & Gowin, 
1981, citados en Chrobak, 2017) que potencializan el pensamiento crítico porque facilitan 
organizar la información aprendida de manera gráfica a partir de la categorización de los 
conceptos e ideas principales y del establecimiento de relaciones causales entre ellos 
(Chrobak, 2017), además favorecen el desarrollo de habilidades de síntesis y la asimilación 
de contenidos nuevos (Kainz, 2012). 
Con base en lo expuesto, nace la pregunta que motiva la presente investigación: 
¿Aprender las estrategias de lectura crítica, indagación y mapas mentales o conceptuales 
mejorará el pensamiento crítico de los estudiantes universitarios? 
 
Justificación del estudio 
Es una realidad por demás conocida que el Sistema Educativo Mexicano requiere mejorar 
sus estándares de calidad a fin de mejorar las competencias profesionales de nuestros 
egresados y, por ende, contribuir a contrarrestar el impacto de la recesión económica global. 
Esta es una preocupación compartida en el mundo, pues como se puso de relieve en la 
Declaración sobre la Educación Superior en América Latina y el Caribe (La Habana), todos 
somos responsables en mayor o menor medida de los niveles educativos deficientes. Por lo 
que se plantearon como posibles líneas de acción la formación de profesores, la participación 
activa de los estudiantes, la promoción de la investigación socioeducativa y un mejor diseño 
de las políticas gubernamentales en materia educativa (UNESCO, 1998a, citado en López, 
S., 2012). 
Algunos de los autores consultados concuerdan con tales objetivos de trabajo. Kember 
(1997) considera que el diseño de los currículos debería renovarse y evaluarse de forma 
continua a fin de evitar que los docentes se enfoquen más en la simple transmisión de los 
contenidos provocando que los alumnos adopten un rol pasivo; Andrei Fëdorov (2006) 
menciona que para que los estudiantes aprendan a desarrollar el pensamiento crítico es 
necesario seleccionar la metodología educativa adecuada, que los docentes demuestren 
dominio de sus disciplinas y que promuevan la labor intelectual de sus estudiantes; Díaz-
Barriga y Hernández (2002) señalan la importancia de conseguir que los alumnos aprendan 
a ser autónomos y autorregulados, al contrario de lo que propone el sistema tradicional de 
enseñanza que se limita a la exposición de conocimientos conceptuales que brindan pocas 
herramientas cognitivas para enfrentar los problemas de la vida cotidiana; y Marín y Gómez 
(2015) agregan que no es que los estudiantes no cuenten con las habilidades cognitivas, sino 
que los profesores no las han fomentado debido a la falta de materiales y herramientas 
educativas por lo que recomiendan la implementación de la lectura crítica para el desarrollo 
12 
 
de habilidades del pensamiento lo cual requiere profesores dinámicos y que transmitan 
motivación al alumnado. 
Es importante señalar que elegir una buena estrategia didáctica no es suficiente, además se 
debe saber implementarla, de tal forma que los estudiantes elaboren esquemas a partir de la 
asimilación de la información aprendida y de su propia experiencia y estructuras cognitivas. 
Parafraseando a Díaz-Barriga y Hernández (2002), entre más se involucre cognitiva y 
afectivamente a los estudiantes, mayores serán los niveles de comprensión y de retención de 
los contenidos curriculares. 
Los proyectos enlistados en el cuadro comparativo anterior demuestran que los programas 
para la enseñanza del pensamiento crítico sí funcionan e incluso son viables en diferentes 
contextos universitarios, además de en la docencia y en la psicología, se han aplicado en 
medicina, enfermería, ingeniería, derecho y nutrición y eventualmente también podrían serlo 
en el campo profesional y en la sociedad general. 
Está claro que para propiciar el desarrollo del pensamiento crítico podemos comenzar con 
la estrategia de la indagación ya que la curiosidad es inherente a la raza humana y todo 
descubrimiento tiene como base una pregunta de investigación. Podemos afirmar que el 
método de la mayéutica es aplicable a cualquier área del conocimiento: en la propuesta de 
Chernicoff y Echeverría (2012) está orientada a las ciencias exactas y en la de Flores (2019) 
a las disciplinas teóricas; y en ambos casos se obtuvieron resultados positivos e incluso 
reproducibles. 
Resultados similares pueden observarse en la enseñanza de destrezas lectoras. En la lectura 
crítica, el estudiante debe de conocer el significado del vocabulario, dominar el lenguaje y 
también contar con motivación, ya que si no encuentra sentido a la lectura jamás la podrá 
disfrutar. Para las investigaciones de Gordón (1994) y de Rosales y Gómez (2015) fue muy 
importante que los alumnos estuvieran familiarizados con los textos que sirvieron de base 
para el entrenamiento de la lectura crítica, para después enfatizar poco a poco el análisis de 
los argumentos a partir de la propuesta del autor y los objetivos curriculares. 
Una vez que los alumnos son capaces de elaborar las preguntas esenciales en cuanto a por 
qué, para qué y cómo aprender, y que han desarrollado la habilidad para analizar el contenido 
y los argumentos de las lecturas, el siguiente paso es aprender a sintetizar la información, 
identificar las ideas relevantes y enlazar los conceptos de manera funcional y los 
organizadores gráficos representan una excelente técnica didáctica para tales objetivos. Con 
la elaboración de mapas mentales y conceptuales, Adame y Arboleda (2017) consiguieron 
que los alumnos interpretaran textos científicos y Kainz (2012) reporta que los participantes 
alcanzaron un aprendizaje significativo porque pudieron comprender y relacionar los 
conocimientos y, además, aplicar la técnica en situaciones externas a la institución escolar. 
En suma, cada uno de los trabajos académicos aquí citados proporcionan evidencia tangible 
de que las personas podemos llegar a ser buenos pensadores críticos si aprendemos con las 
estrategias adecuadas a relacionar la teoría con la práctica, a plantearnos las preguntas 
13 
 
pertinentes, a explorar los contenidos y analizar sus argumentos y finalmente, a generar 
esquemas renovados desde nuestra propia experiencia dentro y fuera del aula. 
 
 
Objetivos de la intervención 
Objetivo general 
El objetivo principal de este proyecto consiste en evaluar los efectos de un taller de 
estrategias para la comprensión lectora, la indagación y la elaboración de mapas mentales o 
conceptuales en el pensamiento crítico delos estudiantes universitarios. 
 
Objetivos específicos 
Los objetivos secundarios, derivados de la investigación y de la información 
recabada, son: 
1. Diseñar y aplicar un taller de estrategias de aprendizaje basadas en la lectura crítica, 
la indagación y la elaboración de mapas mentales o conceptuales. 
 
2. Evaluar los efectos de cada una de las estrategias de aprendizaje: 
• Lectura crítica 
• Indagación 
• Mapas mentales o conceptuales 
 
3. Diseñar un instrumento que permita evaluar el desempeño de los participantes con 
respecto a los contenidos del taller. 
 
4. Conocer la opinión valorativa de los participantes acerca de los contenidos del taller. 
 
 
Población 
 La investigación está dirigida solamente a estudiantes mexicanos de cualquier 
género, mayores de 18 años, que actualmente cursan los primeros semestres del nivel 
educativo superior independientemente del programa académico en el que estén inscritos y 
que manifiestan el deseo de mejorar sus habilidades intelectuales por medio de estrategias 
de aprendizaje. 
 
14 
 
Hipótesis 
Dado que el interés principal de esta investigación es proporcionar a los estudiantes 
universitarios herramientas adicionales para activar las habilidades intelectuales superiores 
y de ese modo contribuir a la producción de egresados con competencias profesionales 
suficientes para desempeñarse con éxito en la sociedad, contribuir a la dinámica cultural y 
satisfacer las demandas de los mercados laborales, nuestra hipótesis es la siguiente: 
 
Si el estudiante aprende las estrategias de la lectura crítica, la indagación y los mapas 
mentales o conceptuales, entonces mejorará su pensamiento crítico. 
 
 
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