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10 Magisterio Padres Apostólicos - bryan garcia godinez

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FORMULACIÓN 
DOGMÁTICA 
DE LA
FE TRINITARIA
Diplomado en Teología, UCACH
Tradición 
Desde el principio de la tradición 
cristiana, la fe en el Dios Uno y 
Trino entró en la vida de la 
Iglesia y fue un elemento 
constitutivo para la 
incorporación de los hombres al 
nuevo pueblo de Dios.
Juan Pablo II 
«A la comprensión de 
este supremo misterio 
de la Santísima Trinidad 
ha contribuido la fe en 
la redención, es decir, la 
fe en la obra salvífica de 
Cristo»
Revelación 
progresiva
• Dios se ha revelado al pueblo de Israel principalmente 
con sus intervenciones en la historia. 
• En la plenitud de los tiempos, la Santísima Trinidad se 
ha revelado, ante todo, por la acción redentora de 
Jesucristo para salvarnos del pecado: el Hijo se entrega 
al Padre hasta la muerte de cruz y, una vez glorificado 
por la Resurrección y la Ascensión a los cielos, envía 
junto al Padre al Espíritu Santo.
Economía de la 
salvación
La acción soteriológica nos hace ver, una vez 
más, que la revelación del Dios Uno y Trino 
no es una cuestión para ilustrar 
simplemente nuestro conocimiento, sino que 
se dirige específicamente a nuestra vida; en 
concreto, a nuestra santificación y a la 
acción evangelizadora del cristiano en el 
mundo.
Fin de la creación 
La contemplación de la 
Trinidad es el fin y la 
substancia de nuestra vida 
en Cristo. Hemos sido 
creados y elevados al orden 
sobrenatural y redimidos 
precisamente para gozar de 
la Trinidad de Dios.
Desarrollo progresivo
Al mismo tiempo nos muestra que el 
desarrollo progresivo del conocimiento 
de la Santísima Trinidad no se debe 
sólo a la reflexión intelectual sobre las 
verdades reveladas, sino que se 
expresa más profunda y eficazmente 
en la Iglesia que reza, celebra los 
sacramentos y da testimonio de su fe 
en Dios en el servicio a los hermanos
Especulación racional
No cabe duda que los cristianos 
intentaron explicar las verdades 
reveladas por Dios; de hecho 
realizaron grandes esfuerzos para 
entender racionalmente y para 
expresar en lenguaje humano (en 
cuanto es posible que la mente 
humana lo capte y nuestras palabras 
lo expresen) el misterio que encierra 
el Dios Uno y Trino.
Juan Pablo II
«Se debe concluir que el Nuevo 
Testamento trajo la plenitud de la 
revelación sobre la Santa Trinidad y que 
la verdad trinitaria ha estado desde el 
principio en la raíz de la fe viva de la 
comunidad cristiana, por medio del 
bautismo y de la liturgia. 
Simultáneamente iban las reglas de la fe, 
con las que nos encontramos 
abundantemente tanto en las Cartas 
apostólicas, como en el testimonio del 
Kerigma, de la catequesis y de la oración 
de la Iglesia»
Magisterio,
asistido por el Espíritu Santo
• Formuló progresivamente la doctrina de fe de la 
Iglesia. 
• No se trata de resolver un problema de matemáticas –
cómo uno puede ser igual a tres– sino de explicar 
racionalmente la verdad revelada de que hay tres 
Personas distintas en una sola naturaleza divina
• Se trata de un misterio de fe para el que nuestras 
palabras son sumamente limitadas.
Primeros textos 
cristianos
Algunos textos de las Cartas 
apostólicas sirvieron desde los 
comienzos como doxologías 
litúrgicas de la Trinidad.
Didajé, Didaché o Doctrina de los 
Doce Apóstoles
• Es uno de los primeros escritos 
cristianos, que recoge materiales de 
diversa época. 
• Suele fecharse su composición antes 
del año 70 y, en todo caso, en la 
segunda mitad del siglo I.
Didajé
Enlaza con la predicación de los Apóstoles y 
en este libro se pone de manifiesto la fe 
trinitaria de la Iglesia primitiva y su clara 
expresión en el sacramento del bautismo, que 
se administraba ordinariamente por 
inmersión en los ríos, aunque se admitía 
también por infusión derramando agua sobre 
la cabeza
Didajé
«En cuanto al bautismo, bautizad de 
esta manera: Después de haber 
enseñado todo lo que precede, bautizad 
en el nombre del Padre y del Hijo y del 
Espíritu Santo, en agua viva. Si no 
tienes agua viva, bautiza con otra agua. 
Si no puedes hacerlo con agua fría, 
hazlo con agua caliente. Y si no tienes 
ninguna de las dos, derrama tres veces 
agua sobre la cabeza, en el nombre del 
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo»
Carta a los Corintios de San 
Clemente romano
El papa Clemente I, tercer sucesor de San 
Pedro, escribió poco antes del año 96 una 
carta a los Corintios en la que encontramos 
la fe trinitaria
«Aceptad nuestro consejo y no tendréis 
que arrepentiros. Porque vive Dios y vive 
el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo, fe 
y esperanza de los elegidos: el que con 
sentimientos de humildad junto a una 
perseverante moderación, sin echarse 
atrás, obra las sentencias y los 
mandamientos dados por Dios, ése estará 
colocado y será ilustre entre el número de 
los salvados por Jesucristo, por medio del 
cual a Él la gloria por los siglos de los 
siglos. Amén»
En la misma carta del papa San 
Clemente encontramos el 
siguiente párrafo de fe trinitaria 
en el que se nos enseña que el 
ministerio eclesial se ejerce en 
obediencia a Cristo:
«Los Apóstoles nos predicaron el Evangelio de parte del 
Señor Jesucristo; Jesucristo fue enviado de parte de Dios 
(Padre). Así pues, Cristo de parte de Dios, y los Apóstoles 
de parte de Cristo. Los dos envíos sucedieron 
ordenadamente conforme a la voluntad de Dios. Por tanto, 
habiendo los Apóstoles recibido el mandato, y plenamente 
convencidos por la resurrección de nuestro Señor 
Jesucristo y confirmados en la fe por la palabra de Dios, 
llenos de la certidumbre que les infundió el Espíritu Santo, 
partieron para dar la alegre noticia de que el Reino de Dios 
estaba para llegar»
Carta a los Efesios, de 
San Ignacio de Antioquía 
(†107)
En esta carta San Ignacio 
alaba a los efesios por haber 
rechazado la mala doctrina 
que algunos querían difundir 
entre ellos y pone como 
fundamento de tal actitud su 
fe en la Santísima Trinidad 
vivida en el seno de la Iglesia
«Sois piedras del templo del 
Padre, dispuestos para la 
edificación de Dios Padre, 
elevadas a lo alto por la 
máquina de Jesucristo, que es 
la cruz, y ayudados del 
Espíritu Santo que es la 
cuerda. Vuestra fe es la cabria; 
y el amor, el camino que os 
conduce a Dios»
El Pastor de Hermas
• Este libro, escrito en su primera parte, probablemente, al 
comienzo del siglo II, y la segunda entre los años 140-150
• Pertenece a la llamada literatura apocalíptica judía. 
• En él encontramos, en el primer mandamiento que recibe 
Hermas, un párrafo que confiesa la existencia de un Dios 
único:
«Ante todo, cree que 
existe un único Dios. Él 
ha creado y ordenado el 
universo; ha hecho pasar 
todas las cosas del no ser 
al ser; Él lo abarca todo. 
En cambio, sólo Él es 
inabarcable»
Martirio de San 
Policarpo
En una carta escrita en el año 156 
por un cristiano llamado Marción, de 
Esmirna, se describe el martirio de 
San Policarpo, ocurrido unos meses 
antes. 
El autor pone en labios del mártir 
una bella doxología trinitaria, es 
decir, una proclamación de la gloria 
divina, que recuerda las fórmulas 
litúrgicas
«Señor Dios omnipotente: Padre de tu amado y bendecido 
siervo Jesucristo, por el que te hemos conocido, Dios de 
los ángeles y de las potestades y de toda la creación, y de 
todo el pueblo de los santos que viven en tu presencia: Yo 
te bendigo por haberme juzgado digno, en este día, de 
tomar parte en el número de los mártires, en el cáliz de 
Cristo, para la resurrección de la vida eterna del alma y 
del cuerpo, en la incorruptibilidad del Espíritu Santo... Yo 
te bendigo y te glorifico por medio del Sumo sacerdote 
eterno y celestial Jesucristo, tu Hijo muy amado, por el 
cual sea dada la gloria a Ti junto a Él y al Espíritu Santo»
Conclusión 
Estos textos tienen un marcado carácter 
pastoral. Van dirigidos a fortalecer la fe 
de los cristianos en el Dios Uno y Trino, 
sea en el contexto del bautismo, sea en 
el ambiente de la oración sencilla y 
honda delos primeros cristianos a la 
Trinidad.
Conclusión 
No se encuentra en ellos ninguna 
reflexión teológica, ni ningún afán 
apologético, sino la enseñanza bíblica 
sobre Dios y la alabanza al Dios Uno 
y Trino.

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