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SOCIOLOGÍA CONTEMPORANEA,CAPÍTULO 5 -RITZER - Paola Mara

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220 TEORÍA SOCIOLÓGICA MODERNA
provocó ciertas reacciones que dieron lugar al desarrollo de otras teorías dentro
de la tradición de Marx. El marxismo hegeliano, especialmente la obra de Georg
Lukács, se cuenta entre las reacciones contra el determinismo económico. Su
objetivo era superar las limitaciones del determinismo económico regresando a
las raíces subjetivas hegelianas de la teoría marxiana. El marxismo hegeliano
apenas disfruta de relevancia contemporánea; su importancia reside en la in-
fluencia que ejerció sobre las teorías neomarxianas posteriores.
La Escuela Crítica, heredera de la tradición del marxismo hegeliano, tiene
importancia para la sociología contemporánea. Las grandes aportaciones de los
teóricos críticos (Marcuse, Habermas, etc.) constituyen estudios sobre la cultu-
ra, la conciencia y sus interrelaciones. Estos teóricos han enriquecido nuestra
comprensión de fenómenos culturales tales como la racionalidad instrumental,
la «industria de la cultura», la «industria del conocimiento», la acción comuni-
cativa, la dominación y las legitimaciones. A estas preocupaciones se suma el
interés por la conciencia, fundamentalmente a través de la incorporación de la
teoría freudiana a su trabajo. Sin embargo, los esfuerzos de los teóricos críticos
para compensar las limitaciones del determinismo económico fueron demasia-
do lejos; pues es preciso reintegrar la preocupación por la economía y, en efec-
to, por las macrofuerzas sociales en general.
Ofrecemos después un estudio de dos corrientes de trabajo en sociología
económica neomarxiana. El primero se ocupa de la relación entre trabajo y ca-
pital, especialmente las obras de fiaran y Sweezy y Braverman. El segundo se
ocupa de la transición del fordismo al posfordismo. Ambas corrientes represen-
tan un esfuerzo por regresar a algunas de las preocupaciones económicas tradi-
cionales de la sociología marxiana. Estos trabajos son relevantes porque consti-
tuyen un esfuerzo por tener en cuenta las nuevas realidades de la sociedad
capitalista contemporánea.
Analizamos también el marxismo histórico, específicamente la obra de Im-
manuel Wallerstein y sus defensores sobre el moderno sistema mundial. El ca-
pítulo termina con un apartado dedicado a lo que, a la luz del fracaso del comu-
nismo, han venido a llamarse teorías posmarxistas. Bajo ese rótulo se incluyen
varios tipos de marxismo analítico, así como la teoría marxiana posmoderna.
lin este apartado se incluye también un análisis de la posición que han adoptado
los marxistas que se han visto obligados a abandonar el proyecto marxiano en
vista de los desarrollos que se han producido en el mundo.
CAPÍTULO5
TEORÍA DE SISTEMAS
LA SOCIOLOGÍA Y LA MODERNA TEORÍA DE SISTEMAS
Ventajas de la teoría de sistemas
Algunos principios generales
Aplicaciones al mundo social
LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS DE NIKLAS LUHMANN
Sistemas autopoiéticos
Sociedad y sistemas psíquicos
Doble contingencia
Evolución de los sistemas sociales
Diferenciación
La sociología del conocimiento de Luhmann
Críticas
RESUMEN
222 OHIA SOCIOI OC.ICA MODI UNA
A u n q u e t i ene par t idar ios cu muchos campos d i fe ren tes , la teoría de sistemas ha
exper imentado muchos al t ibajos en sociología. De no ser por la obra del pensa-
dor social alemán Nik la s Luhmann este capítulo no se hubiera realizado. Du-
rante más de dos décadas hasta su muerte en 1998, Luhmann persiguió con
tenac idad el desarrollo de la teoría de sistemas (prefería l lamarla «teoría del
sistema»). (Aunque su obra no es tan conocida o influyente, Kenneth Bailey
11990, 1994, 1997) ha contribuido también de forma notable al desarrollo de
esta teoría.) Durante años Luhmann trabajó desde el anonimato casi total, pero
recientemente su trabajo ha obtenido un reconocimiento cada vez mayor a es-
cala mundial. Como consecuencia, este capítulo se ocupa principalmente de su
pensamiento. Sin embargo, antes de adentrarnos en su trabajo analizaremos los
tempranos conceptos e ideas del trabajo de Walter Buckley (1967), sobre todo
su obra Sociology and Modern Systems Theory [La sociología y la moderna
teoría de sistemas}.
LA SOCIOLOGÍA Y LA MODERNA TEORÍA DE SISTEMAS
Ventajas de la teoría de sistemas
Buckley aborda una cuestión de importancia central: las ventajas de la teoría de
sistemas para la sociología. En primer lugar, dado que la teoría de sistemas se
deriva de las ciencias duras y dado que, al menos a los ojos de sus exponentes,
es aplicable a todas las ciencias sociales y conductistas, ofrece un vocabulario
que las unifica. En segundo lugar, la teoría de sistemas incluye varios niveles
de análisis y puede aplicarse igualmente a los aspectos macro más objetivos y a
los aspectos micro más subjetivos de la vida social. En tercer lugar, la teoría de
sistemas se interesa por las diversas relaciones entre los numerosos aspectos
del mundo social y, por tanto, milita contra los análisis parciales del mundo
social. El argumento central de la teoría de sistemas es que la intrincada rela-
ción entre las partes no puede analizarse fuera del contexto del todo. Los teóri-
cos de sistemas rechazan la idea de que la sociedad o sus grandes componentes
deben analizarse como hechos sociales unificados. El objeto de análisis debe
ser, en cambio, las relaciones o los procesos en los diversos niveles del sistema
social. Buckley describió así la preocupación central de la teoría de sistemas:
El tipo de sistema que nos interesa puede describirse, en sus rasgos generales, como
un complejo de elementos o componentes directa o indirectamente relacionados en
una red causal tal que cada componente está relacionado con, al menos, algunos
otros de una manera más o menos estable dentro de un determinado período de tiempo.
(Buckley, 1967: 41)
Richard A. Ball ofrece una clara concepción de la orientación relacional de
la teoría de sistemas, o de lo que denomina Teoría General de Sistemas (TGS):
II OIIIA DI MMI MAS 223
I .¡i KIS p a i l e de una concepción procesual de la t e a l u l a d que consta lundamental-
inentc de relaciones entre relaciones, tul y como lo i lus t ra el concepto de «gravedad»
ut i l i /ado en la tísica moderna, til término «gravedad» no describe, en absoluto, una
entidad. No existe tal «cosa» como la gravedad. Se trata de un conjunto tic relucí»
ncs. Concebir estas relaciones como entidades supone caer en la reifieaeión.. . l a
TGS requiere que los sociólogos desarrollen la lógica de las relaciones y conceptúa
f icen la realidad social en términos relaciónales.
(Ball, 1978: 66)
En cuarto lugar, la teoría de sistemas tiende a ver todos los aspectos del
sistema sociocultural en términos de procesos, especialmente como redes de
información y comunicación. Y en quinto, y tal vez lo más importante, la teoría
de sistemas es intrínsecamente integradora. Buckley, en su definición de la pers-
pectiva, señala que la teoría de sistemas implica la integración de las grandes
estructuras objetivas, los sistemas de símbolos, la acción y la interacción y la
«conciencia y la autoconciencia». Ball también aceptó la idea de la integración
de los niveles: «El individuo y la sociedad reciben un trato igual, no como enti-
dades separadas, sino como campos mutuamente constituidos que se relacionan
mediante diversos procesos de "retroalimentación"» (1978: 68). De hecho, la
preocupación de la teoría de sistemas por la integración es tan profunda que
Buckley llegó a criticar la tendencia de otros sociólogos a hacer distinciones
analíticas entre los niveles:
Puede apreciarse con claridad la tendencia de la mayor parte de la sociología a insis-
tir en lo que se ha denominado «distinción analítica» entre «personalidad» (presumi-
blemente intracraneal), los sistemas de símbolos (la cultura), y las matrices de las
relaciones sociales (los sistemas sociales), aun cuando el propio trabajo realizado
por los defensores de las distinciones demuestra que su postura es errónea o a menu-
do insostenible en la práctica.
(Buckley, 1967: 101)
(Buckley fue un poco injusto, porque él hizo en suobra exactamente lo que
critica. Hacer distinciones analíticas puede ser, en principio, aceptable para los
teóricos de sistemas siempre que esas distinciones se hagan con el fin de captar
mejor las interrelaciones entre los diversos aspectos de la vida social.) Y final-
mente, la teoría de sistemas tiende a considerar el mundo social en términos
dinámicos, con una preocupación suprema por «la emergencia y la dinámica
sociocultural en general» (Buckley, 1967: 39).
Algunos principios generales
Buckley analizó la relación entre los sistemas socioculturales, los sistemas me-
cánicos y los sistemas orgánicos. Se esforzó por describir las diferencias esen-
ciales entre estos sistemas. A lo largo de varias dimensiones traza un conti-
224 OIIIA socioi OC,K;A MODI UNA
iiniini desde los sislei iKis mecánicos ;i los orgánicos y a los socioculturalcs, un
iniiiitiiiitiH de menor a mayor complejidad de las partes, de menor a mayor incs-
l a h i l i d a d de las parles y de menor a mayor grado en que las partes son atribui-
Mcs al conjunto del sistema.
l in otras dimensiones los sistemas difieren cualitativamente más que cuanti-
tat ivamente. En los sistemas mecánicos las interrelaciones entre las partes se
basan en transferencias de energía. En los sistemas orgánicos, estas interrela-
ciones se fundamentan más en el intercambio de información que de energía. Y
en los sistemas socioculturales las interrelaciones se basan en un intercambio
de información aún mayor.
Los tres tipos de sistemas también difieren en el grado en que son abiertos o
1 cerrados, es decir, jen el grado de intercambio con los aspectos del entorno ge-
ueral. Un sistema abierto es más capaz de responder selectivamente a una ma-
yor amplitud y detalle de la infinita variedad del entorno. En estos términos, los
sistemas mecánicos tienden a ser cerrados; los orgánicos más abiertos y los so-
cioculturales los más abiertos de los tres tipos. El grado de apertura de un siste~f
ma guarda relación con dos conceptos cruciales de la teoría de sistemas: la en\-
trapío, o tendencia de los sistemas a debilitarse y dejar de funcionar, y la
^ neguentropía, o tendencia de los sistemas a elaborar estructuras (Bailey, 1990).
Los sistemas cerrados tienden a ser entrópicos, y los abiertos a ser neguentrópi-
cos. Los sistemas socioculturales también tienden a contener más tensión den-
tro de ellos que los otros dos tipos. Finalmente, los sistemas socioculturales
pueden ser intencionales e involucrarse en la persecución de metas porque man-
tienen una relación de retroalimentación con el entorno que les permite mover-
se hacia sus metas.
La retroalimentación constituye un aspecto esencial del enfoque cibernético
que adoptan los teóricos de sistemas para el estudio del sistema social. Este
enfoque se opone al enfoque del equilibrio, característico de muchos sociólo-
gos (por ejemplo, Parsons) quienes operan conscientemente con un enfoque sis-
témico. El uso del concepto de retroalimentación permite a los teóricos de sis-
temas cibernéticos analizar la fricción, el desarrollo, la evolución y los cambios
repentinos. El grado de apertura de un sistema social con respecto a su entorno
y la influencia de los factores del entorno sobre el sistema constituyen preocu-
paciones importantes para estos teóricos de sistemas.
También influyen sobre los sistemas sociales diversos procesos internos.
Por lo que respecta a esta cuestión, destacan otros dos conceptos clave. j.a mor-
/oestasis hace referencia aJos procesos que contribuyen al automantenimiento
del sistema y la morfogénesis se refiere a los procesos que contribuyen al cam-
bio del sistema y a aumentar su complejidad (para un estudio mas extenso de
estos procesos, véase el análisis de la obra de Archer en el Capítulo 11). Los
'^sistemas sociales desarrollan «sistemas mediadores» cada vez más complejos
j» que intervienen entre las fuerzas externas y la acción del sistema. Algunos de
' estos sistemas mediadores contribuyen al automantenimiento del sistema, mien-
' tras otros contribuyen al cambio del sistema. Estos sistemas mediadores ad-
I I O I I I A D I S I S I I M A S 225
quieren una cada ve/, mayor independencia, autonomía y grado de determina
eión sobre las acciones del sistema. Kn otras palabras, estos sistemas mediado-
res permiten al sistema social depender menos del entorno. •
Estos complejos sistemas mediadores realizan varias funciones para el sis-
tema social. Por ejemplo, permiten al sistema adaptarse temporalmente a las
condiciones externas. Pueden lograr que el sistema se dirija de un entorno seve-
ro a otro más agradable. También pueden permitir al sistema la reorganización
de sus partes a fin de que mejore su relación con el entorno.
Aplicaciones al mundo social
Ikickley (1976) se trasladó desde el análisis de los principios generales hasta el
campo específico del mundo social a fin de mostrar la aplicabilidad de la teoría
de sistemas. Partió del nivel individual, donde le pareció especialmente intere-
sante la obra de Mead en la que la conciencia y la acción están interrelaciona-
das. De hecho, Buckley formuló la problemática mediana en términos de la
teoría de sistemas. La acción se deriva, en primer lugar, de una señal proceden-
te del entorno que es transmitida al actor. Pero esa transmisión puede compli-
carse debido a la posible existencia de ruido en el entorno. Una vez que atravie-
sa el entorno, la señal proporciona al actor información. Sobre la base de esta
información el actor selecciona una respuesta. La clave de este proceso es la
posesión del actor de un mecanismo mediador: la conciencia de su^self/Buck-
ley analiza la conciencia del propio self en los términos de la teoría de sistemas:
En el lenguaje de la cibernética, esta conciencia del propio self constituye un mecanis-
mo de retroalimentación interna de los estados del sistema que pueden definirse o
compararse con otra información procedente de la situación y la memoria, mecanismo
que permiten seleccionar entre un repertorio de acciones que persiguen alguna meta
de modo que se tenga implícitamente en cuenta el propio self y la propia conducta.
(Buckley, 1967: 100)
Para Mead y los interaccionistas simbólicos y para los teóricos de sistemas,
la conciencia no se puede separar de la acción y la interacción, sino que es parte
integrante de ambas.
A pesar de su idea de que la conciencia y la interacción están interrelacio-
nadas y de que los niveles no deben separarse, Buckley se trasladó del dominio
de la conciencia al de la interacción. Las pautas de la interacción —es decir, la
imitación y la respuesta— encajan perfectamente en su visión sistémica del
mundo. Y lo que es más importante, Buckley vinculó el reino de lo interperso-
nal directamente con el sistema de la personalidad; en efecto, creía que ambos
se determinaban mutuamente. Finalmente, Buckley se centró en el estudio de la
organización a gran escala de la sociedad, especialmente los roles y las institu-
ciones, considerados por él en términos sistémicos y relacionados con los otros
niveles de la realidad social (si es que se pueden distinguir de ellos).
226 II OHIA SOCIOU'XilCA MODI UNA
\y concluyó con l;i aplicación de algunos de los principios generales
de la teoría de sistemas al dominio socioculturul. l in primer lugar, el teórico de
sistemas acepta la idea de que la tensión es una realidad del sistema social nor-
mal , necesaria, y omnipresente. Kn segundo lugar, se ocupa de anali/ar la rotú-
rale/a y las fuentes de variedad del sistema social. El hincapié en la tensión y la
\d confiere dinamismo a la teoría de sistemas. En tercer lugar, ha de pre-
ocuparse por los procesos de selección, tanto en los niveles individual como
interpcrsonal, mediante los cuales se eligen o cambian las diversas alternativas
abiertas al sistema. Esto proporciona a la teoría de sistemas mayor dinamismo
si cabe. En cuarto lugar, debe considerarse el nivel interpersonal como la base
del desarrollo de las grandes estructuras. Los_mecanismos transaccionales de
intercambio,la negociación y el pacto constituyen los procesos de los que emer-
gen estructuras culturales y sociales relativamente estables. Finalmente, a pesar
del dinamismo inherente a la teoría de sistemas, existe un reconocimiento de
los procesos de perpetuación y transmisión. Como Buckley señaló: «De las con-
tinuas transacciones emergen ciertas adaptaciones y ajustes relativamente esta-
bles» (1967: 160).
Es interesante señalar que existen varias semejanzas sorprendentes entre la
teoría de sistemas y el enfoque dialéctico, aun cuando sus fuentes son suma-
mente diferentes (una científica y la otra filosófica) y tienen un vocabulario
muy distinto (Ball, 1978). Las semejanzas entre ambas perspectivas incluyen
su interés por las relaciones, los procesos, la creatividad y la tensión.
LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS
DE NIKLAS LUHMANN
El teórico de sistemas más destacado en sociología es Niklas Luhmann (1927-
1998). Luhmann desarrolló un enfoque sociológico que combinaba elementos
del funcionalismo estructural de Talcott Parsons (véase el Capítulo 3) con la
teoría general de sistemas e introducía conceptos de la biología cognitiva y la
cibernética. Luhmann considera que las ideas tardías de Parsons son la única
teoría general suficientemente compleja para formar la base de un nuevo enfo-
que sociológico que refleje los últimos descubrimientos de los sistemas bioló-
gico y cibernético. Sin embargo, distingue dos problemas en el enfoque de Par-
sons. Primero, no deja espacio a \a\autorreferencidy, de acuerdo con Luhmann, -
la capacidad de autorreferencia de la sociedad tiene una importancia central
para nuestra comprensión de ella como un sistema. Segundo, Parsons no reconoce
la contingencia. Como consecuencia de ello, Parsons no puede analizar ade-
cuadamente la sociedad moderna tal como es porque no contempla la posibilidad
de que puede ser diferente. Asi, por poner un ejemplo derivado de la obra de
Douglas Goodman y Matthias Jonge son coautores de este apartado.
I I OHIA D I SIS 1 1 MAS 227
Parsons, el esquema A ( i l L (véase el Capítulo 3) no dehe considerarse como un
hecho, sino como un modelo de posibilidades. Hl esquema A Í I I L muestra qui -
los subsistemas de la capacidad para alcanzar metas y de la adaptación pueden
estar relacionados de formas diferentes; por tanto, el objeto del anális is debe
ser comprender por qué el sistema produce una relación particular entre estos
dos subsistemas en un momento dado. Luhmann aborda estos dos problemas de
la obra de Parsons desarrollando una teoría que da importancia central a la au-
torreferencia en los sistemas y que se centra en la contingencia, el hecho de que
las cosas pueden ser diferentes.
La clave para comprender qué significa un sistema para Luhmann la encon-
tramos en la distinción entre un sistema y su entorno. En lo fundamental, la
diferencia entre los dos es su grado de complejidad. El sistema es siempre me-
nos complejo que su entorno. Por ejemplo, un negocio, como la fabricación de
automóviles, puede ser considerado como un sistema cuyo entorno es harto
complejo, porque incluye muchos tipos diferentes de personas, un entorno físi-
co en constante cambio y muchos otros sistemas diferentes2. Sin embargo, esta
complejidad se representa de una forma mucho más simplificada dentro del sis-
tema. Cuando el fabricante necesita materias primas (acero, caucho, etc...) a él
normalmente no le preocupa su procedencia, cómo son producidas y las carac-
terísticas de sus proveedores. Toda esta complejidad se reduce a la información
sobre el precio y la calidad de las materias primas. De modo similar, la totali-
dad de las diferentes prácticas de sus clientes se reducen a aquéllas que influ-
yen directamente en si compran o no un coche.
Simplificar la complejidad implica la obligación de seleccionar (el fabri-
cante se preocupa de cómo se producen las materias primas, pero no contempla
la situación política de la nación donde se producen). Verse forzado a seleccio-
' nar entraña contingencia porque siempre se puede hacer una elección diferente
(el fabricante sí podría estar al tanto de la situación política). Y la contingencia
implica riesgo. Así, si el fabricante elige no supervisar la situación política de
la nación donde se produce la materia prima, el proceso de producción podría
verse gravemente afectado por una rebelión que trastornara la provisión de esa
materia.
Un sistema no puede ser nunca tan complejo como su entorno. Un sistema
que intentara serlo nos recordaría el cuento de Borges (1964) del rey que orde-
nó a un cartógrafo que hiciera un mapa totalmente preciso de su país. Cuando el
cartógrafo lo terminó, el mapa resultó ser tan grande como el país y, por tanto,
inútil como mapa. Los mapas, como los sistemas, deben reducir la complejidad.
El cartógrafo puede elegir qué rasgos son los importantes. Se pueden hacer di-
2 En concreto, la industria del automóvil no es un sistema autopoiético en el sentido que
tiene de él Luhmann, porque no produce sus propios elementos básicos. Sin embargo, utilizamos
este ejemplo para explicar la idea general de la teoría de sistemas porque es más concreto qui-
los más abstractos sistemas económico y jurídico. Más adelante, cuando definamos un sistema
autopoiético, será preciso utilizar un ejemplo más abstracto.
228 II GUIA SGCIGI GUICA MODI UNA
l i - i cn le s mapas de una misma región porque la elección depende de la conl in-
j ' .cncia. l i s to es s iempre necesario, pero lambién arriesgado, porque el que hace
el mapa nunca puede estar seguro de que lo que no ha tenido en cuenta no es
importante para el usuario.
Aunque nunca pueden ser tan complejos como su entorno, los sistemas de-
sarrollan nuevos subsistemas y establecen varias relaciones entre esos subsiste-
mas con el fin de relacionarse mejor con el entorno. Si no lo hacen, se verán
superados por la complejidad del entorno. Por ejemplo, un fabricante de coches
podría crear un departamento de asuntos internacionales encargado de estar al
lauto de las condiciones políticas de las naciones proveedoras. Este nuevo de-
partamento podría ser responsable de anticipar las posibles perturbaciones en la
provisión de materias primas y de buscar fuentes alternativas en el caso de una
trastorno importante. Así, paradójicamente, «Sólo la complejidad puede redu-
cir la complejidad» (Luhmann, 1995: 26).
Sistemas autopoiéticos
Luhmann es conocido fundamentalmente por su reflexión sobre la autopoie-
sis\l concepto de autopoiesis hace referencia a una diversidad de sistemas,
desde las células en biología hasta el conjunto de la sociedad mundial. Luh-
mann usa el término para referirse, entre otros, a los sistemas económico, polí-
tico, jurídico, científico y a las burocracias. Con la siguiente descripción inten-
tamos proporcionar varios ejemplos para explicar el alcance del concepto. Los
sistemas autopoiéticos tienen las cuatro características siguientes:
1. Los sistemas autopoiéticos producen los elementos fundamentales que
forman el sistema. Esto puede parecer paradójico. ¿Cómo puede produ-
cir un sistema sus propios elementos, la sustancia misma de la que está
hecho? Pensemos en un sistema económico moderno y su elemento
básico, el dinero. Decimos que el dinero es un elemento básico porque
el valor de las cosas en el sistema económico se puede atribuir en tér-
minos monetarios, pero es muy difícil decir que el dinero es un valor en
sí. El significado del dinero, para qué vale, para qué puede usarse, está
determinado por el sistema económico en sí. El dinero, tal y como en-
tendemos hoy el término, no existía antes que el sistema económico.
Tanto la forma moderna del dinero como el sistema económico moder-
no surgieron juntos y dependen uno del otro. Es difícil imaginar un sis-
tema económico moderno sin dinero. El dinero sin la existencia de un
sistema económico es sólo un trozo de papel o metal.
2. Los sistemas autopoiéticos están autoorganizados en dos sentidos: or-
ganizan sus propios límites y sus estructuras internas. Organizan sus
' Para el significadode este concepto véase Bailey, 1998.
u GUIA ni sisn MA:; 229
'
>
.J»
propios l í m i t e s d is t inguiendo entre lo que hay en el sistema y lo que
hay en el entorno, l'or ejemplo, el sistema económico t iene en cuen ta
todo lo que es escaso y todo aquello sobre lo que puede establecerse un
precio como parte del sistema económico. El aire está en todas pa i tes
en cantidad abundante, por tanto, no se establece un precio sobre él y
no forma parte del sistema económico. Pero el aire es una parte necesa-
ria del entorno. Lo que hay dentro y lo que hay fuera de un sistema!
autopoiético está determinado por la autoorganización del sistema y no \r las necesidades funcionales del sistema, como nos haría creer un
funcionalista estructural.
Hay fuerzas que pueden intentar limitar el alcance de los sistemas
autopoiéticos. Por ejemplo, los sistemas económicos capitalistas han
solido ampliar sus fronteras hasta incluir el sexo y las drogas ilegales.
Esto sucede incluso aunque el sistema político apruebe leyes diseñadas
para evitar que el sexo y las drogas ilegales se conviertan en mercan-
cías económicas. En lugar de mantenerlas fuera del sistema económico,
esas leyes influyen en el precio del sexo y las drogas ilegales dentro del
sistema económico. Su ilegalidad propicia que su precio se mantenga
alto, algo que desanima la compra de esa mercancía. Pero en este siste-
ma económico los precios altos que desaniman la compra también fo-
mentan la venta. Si se puede obtener una elevada cantidad de dinero
vendiendo sexo y drogas, seguirán dentro del sistema económico. Por
tanto, las leyes que intentan mantener una mercancía fuera del sistema
económico, simplemente influyen en su precio dentro del sistema eco-
nómico.
Un sistema autopoiético produce sus propias estructuras dentro de
sus límites. Por ejemplo, debido a la existencia del dinero, el mercado
está estructurado de una forma impersonal, se crean bancos para alma-
cenar y prestar dinero, se desarrolla el concepto de interés y así sucesi-
vamente. Si el sistema económico no tuviera como elemento básico una
entidad tan abstracta y manejable, la estructura interna sería totalmente
diferente. Por ejemplo, si la economía se basara en el trueque en lugar
de en el dinero no existirían los bancos ni el concepto de interés y el
mercado donde se compran y se venden los bienes estaría estructurado
de una manera totalmente diferente.
Los sistemas autopoiéticos son autorreferenciales (Esposito, 1996). Por
ejemplo, el sistema económico utiliza el precio como forma de referen-
cia consigo mismo. En la medida en que atribuye un valor monetario
fluctuante a las acciones de una compañía, el mercado de valores es un
ejemplo de esta autorreferencia dentro del sistema económico. Los pre-
cios en el mercado de valores no dependen de un individuo, sino de la
economía misma. De modo similar, el sistema legal tiene leyes que ha-
cen referencia al sistema legal: leyes sobre cómo deben aplicarse, inter-
pretarse, etc... las leyes.
230 II OIIIA SOUOI (')C.ICA MODI UNA
4. Un sistema autopoié t ico es un sistema cerrado. Esto significa que no
hay conexión directa entre el sistema y su entorno. Un sistema trata con
sus representaciones del entorno. Por ejemplo, el sistema económico
supuestamente responde a las necesidades materiales y los deseos de la
gente; sin embargo, esas necesidades y deseos influyen en el sistema
económico sólo en la medida en que pueden ser representados en térmi-
nos de dinero. Como consecuencia de ello, el sistema económico res-
ponde bien a las necesidades materiales y deseos de la gente rica, pero
no tan bien a las necesidades y los deseos de la gente pobre.
Vemos otro ejemplo en una organización burocrática como la Agen-
cia Tributaria. La AT nunca trata con sus clientes, sólo trata con repre-
sentaciones de los clientes. Los contribuyentes están representados por
los impresos que rellenan y por los que se rellenan sobre ellos. El ver-
dadero contribuyente influye en la burocracia sólo cuando causa una
perturbación en las representaciones de la burocracia. Quienes causan
perturbaciones (impresos mal rellenados, impresos contradictorios, im-
presos falsos) suelen ser tratados muy duramente porque amenazan al
sistema.
Aunque el sistema autopoiético es cerrado y carece de conexión directa con
el entorno, debe permitir que el entorno perturbe sus representaciones internas.
Sin esas perturbaciones, las fuerzas del entorno aplastarían y destruirían el sis-
tema. Por ejemplo, los precios de las acciones en el mercado de valores fluc-
túan diariamente. La diferencia entre el precio de la acción de una compañía
entre un día y el siguiente apenas guarda relación con el valor real de la compa-
ñía, es decir, sus activos o beneficios, pero sí guarda una relación estrecha con
el estado del mercado de valores. Es decir, el mercado puede estar en un perío-
do álgido («al alza») en el que el precio de las acciones es mucho más alto del
que debería de acuerdo con el estado de las compañías implicadas. Sin embar-
go, a largo plazo el precio de las acciones tiene que reflejar el estado real de las
compañías implicadas, y si no lo hace el sistema se hundirá. Esto es lo que
sucedió en la crisis de la bolsa de 1929. El precio de las acciones no tenía rela-
ción con el valor real y el sistema cayó en un estado de crisis. Para funcionar
adecuadamente, el mercado de valores, como sistema que es, debe permitir de
vez en cuando que las condiciones reales de las compañías que forman su en-
torno le perturben.
Un sistema social cerrado es diferente de los individuos que parecen formar
parte de él. Para Luhmann, en estos sistemas el individuo forma parte del entor-
no. Tomemos de nuevo el ejemplo de una burocracia. Los clientes forman parte
del entorno, pero también las personas que trabajan en esa burocracia. Desde la!
perspectiva de la burocracia, las personas que trabajan en ella son fuentes ex-)
ternas de complejidad e imprevisibilidad. Para ser un sistema cerrado la buro-|
cracia debe encontrar una manera de representar incjusp a sus propios trabaja-'
dores de una manera simplificada. Así, en lugar de ser considerados como seres
II OIIIA DI SIS 1 1 MAS 231
humanos plenamente desarrollados, un trabajador es considerado un «d i rec t i -
vo», otro un «contable», ele... Hl t rabajador real, to ta lmente humano, in f luye en
la burocracia sólo como una perturbación para las representaciones de la buro-
cracia .
Sociedad y sistemas psíquicos
I .uhmann afirma que la sociedad es un sistema autopoiético. Cumple las cuatro
características que se acaban de enumerar: la sociedad produce sus propios ele-
mentos básicos, establece sus propios límites y estructuras, es autorreferencial
y es cerrado.
El elemento básico de la sociedad es la comunicación, y la comunicación la
produce la sociedad. Los participantes de la sociedad se refieren a la sociedad a
través de la comunicación. De hecho, ¡es lo que estamos haciendo ahora mis-
mo! El individuo es relevante para la sociedad sólo en la medida en que él o ella
participa en la comunicación o se puede interpretar que participa en la comuni-
cación. Nuestras partes secretas que nunca comunicamos, o que no son com-
prendidas por los demás como comunicación, no forman parte de la sociedad.
Son, en cambio, parte del entorno que puede perturbar la sociedad. De acuerdo
con el concepto de Luhmann, todo lo que no es comunicación forma parte del
entorno de la sociedad. Esto incluye los sistemas biológicos de los seres huma-
nos e incluso sus sistemas psíquicos. El individuo como organismo biológico y
el individuo como conciencia no forman parte de la sociedad, son externos a
ella. Esto lleva a la extraña idea de que el individuo no forma parte de la sociedad.
Por sistema psíquico Luhmann entiende la conciencia del individuo. El sis-
tema psíquico y la sociedad, que es el sistema de todas las comunicaciones,
tienen una propiedad común. Ambos se basan en el significado. El significado
está estrechamente relacionado con las elecciones que haceun sistema. El sig-
nificado de una acción (u objeto) particular es lo que la distingue de otras ac-
ciones (u objetos) posibles. El significado aparece sólo en contraste con el telón
de fondo de la contingencia. Si no existe la posibilidad de ser diferente, no hay
significado. La acción tiene significado sólo en la medida en que se hace una
elección entre una serie de acciones posibles. Por ejemplo, nuestra ropa signifi-
ca algo sólo porque podíamos haber elegido llevar otra ropa.
Los sistemas como el psíquico y el social que se basan en el significado son
cerrados porque (1) el significado siempre se refiere a otro significado; (2) sólo
el significado puede cambiar el significado, y (3) el significado suele producir
más significado. El significado constituye el límite de cada uno de esos siste-
mas. Por ejemplo, en el sistema psíquico lo que no es significativo se considera
que está fuera del sistema, se considera una «causa» de nuestra acción, mien-
tras lo que sí es significativo está dentro del sistema como una «motivación» de
la acción. Los eventos entran en nuestro sistema psíquico sólo como significa-
do. Incluso nuestro propio cuerpo es simplemente el entorno para este sistema
de significado. Podemos considerar nuestro cuerpo sólo como perturbación para
232 ii OHIA socioi ÓC.ICA MODI UNA \I OMIA 1)1 MMI MAS233
nuestro sistema psíquico. l i l cuerpo entra en nuestra conciencia cuando es sig-
n i f i ca t ivo , de malicia que, por ejemplo, una agitación psíquica entra conscien-
temente como una emoción. De forma similar, en el sistema social el significa-
do lo constituye la diferencia entre una comunicación dentro del sistema y el
ruido que procede de fuera del sistema.
Los sistemas psíquicos y los sistemas sociales han evolucionado juntos. El
uno es un entorno necesario para el otro. Los elementos del sistema psíquico de
significado son representaciones conceptuales; los elementos del sistema social
de significado son comunicaciones. Sería un error pensar que el significado en
el sistema psíquico tiene prioridad sobre el significado en el sistema social.
Como ambos son sistemas autopoiéticos, los dos producen sus propios signifi-
cados de sus propios procesos. En el sistema psíquico el significado está ligado
a la conciencia, mientras en el sistema social está ligado a la comunicación. El
significado en el sistema social no se puede adscribir a la intención de un indi-
viduo, tampoco es una propiedad de los elementos particulares del sistema so-
cial; en cambio se refiere a una selección de entre los elementos. El significado
de lo que es comunicado se deriva de su diferencia con lo que podría ser comu-
nicado. Por ejemplo, «Hola», «¿Qué tal?» «¿Cómo estas?», «Buenos días»,
«¡Eh!» tienen la misma intención, saludar a alguien, pero si un amigo nuestro
dice «Buenos días» cuando suele decirnos ¡Eh!, se está comunicando algún sig-
nificado. El significado no es necesariamente intencionado ni está relacionado
con determinadas palabras. El significado procede de la selección de esas pala-
bras determinadas en comparación con las palabras que podrían haberse elegi-
do. El significado procede de la contingencia de las palabras elegidas.
Doble contingencia
El sistema social basado en la comunicación crea estructuras sociales con el fin
de resolver lo que Luhmann denomina el problema de la doble contingencia4.
La doble contingencia hace referencia al hecho de que toda comunicación debe
tener en cuenta el modo en que se recibe. Pero también sabemos que el modo en
que se recibe depende de la opinión que tiene el receptor del comunicador. Esto
forma un círculo imposible: el receptor depende del comunicador y el comuni-
cador del receptor. Por ejemplo, una profesora elige el informal «¡Eh!» para
saludar a un estudiante porque lo considera más amistoso (el comunicador tiene
en cuenta al receptor). Pero si el estudiante saludado piensa que la profesora
está dirigiéndose a él en un tono condescendiente, él no lo considerará un gesto
amistoso (el receptor tiene en cuenta al comunicador). Cuanto menos sabemos
sobre las expectativas de los implicados, mayor es el problema de la doble con-
tingencia.
4 Parsons también abordó el problema de la doble contingencia, pero limitó su solución a un
consenso valorativo preexistente. Luhmann admite la posibilidad de que se puede crear en el
acto un nuevo consenso valorativo.
l 'oi f o r t u n a casi siempre tenemos mucha información sobre las expectativas
i l r los demás debido a las estructuras sociales. I o n el ejemplo antes mencionado
•. . ihemos que las personas implicadas son una profesora y un es tud ian te . Con
esia ún ica información esperamos que tengan un determinado tipo de relación
i . informe a las normas institucionales y a las tradiciones. Tendríamos otras ex
pee la l ivas si conociéramos su género, etnia, edad, la ropa que visten, etc. A
1 1 , i i i u de estas expectativas se desarrollan normas y expectativas de rol para
m i e i p r e t a r las comunicaciones de las personas. Las personas pueden ajustarse o
no a las normas y a las expectativas de rol. Si encontramos un cierto número de
ejemplos que no se ajustan a nuestras expectativas, éstas pueden cambiar, pero
la sociedad nunca prescindirá de esas expectativas debido al problema de la
dohlc contingencia.
La comunicación es necesaria porque cada uno de nosotros tiene un conjun-
to diferente de normas, y desarrollamos ese conjunto propio de normas porque
la comunicación tiene el problema de la doble contingencia. Esto muestra cómo
lunc iona la sociedad en tanto en cuanto es un sistema autopoiético: la estructu-
ia (los roles, las normas institucionales y tradicionales) de la sociedad crea los
elementos (la comunicación) de la sociedad y esos elementos crean la estructu-
ia de manera que, como en todo sistema autopoiético, el sistema constituye sus
propios elementos.
Debido a la doble contingencia cualquier comunicación dada es improba-
ble. Primero, es improbable que tengamos algo que comunicar a una persona
determinada. Segundo, como la información puede comunicarse de muy dife-
rentes formas, es improbable que elijamos una en particular. Tercero, es impro-
hahle que la persona a la que nos dirigimos nos entienda correctamente. Las
estructuras sociales se han desarrollado con el fin de hacer más probables las
comunicaciones improbables. Por ejemplo, decir «Buenos días» a una persona
determinada en un momento dado es algo improbable, pero las estructuras so-
ciales hacen que el saludo sea normativo en ciertas circunstancias, nos propor-
cionan un número limitado de maneras aceptables para saludar a la gente, y se
aseguran que el saludado entienda el saludo aproximadamente del mismo modo
que el que saluda.
Las improbabilidades que acabamos de analizar se refieren sólo a las inte-
racciones, pero la sociedad es algo más que un conjunto de interacciones inde-
pendientes. Las interacciones duran sólo mientras están presentes las personas
implicadas en la comunicación, pero desde el punto de vista de la sociedad, las
interacciones son episodios de procesos sociales en marcha. Todo sistema so-
cia l se enfrenta a un problema: dejará de existir si no se garantiza que habrá
más comunicaciones, es decir, si no hay posibilidad de conectar las comunica-
ciones pasadas con las futuras. Para evitar una ruptura de la comunicación de-
hen desarrollarse estructuras que permitan que las comunicaciones pasadas y
las presentes limiten también las comunicaciones futuras. Ésta es otra de las
maneras en que el sistema social supera las improbabilidades del proceso co-
municativo y las transforma en probabilidades. Es esta necesidad de superar la
234 II < ) l IIA SOCIOI (JUICA M( ) l ) | UNA
doble cont ingencia y hacer así más probables las comunicaciones improbables
lo que regula la evolución de los sistemas sociales.
Evolución de los sistemas sociales
l in general, la evolución es un proceso de prueba y error. La evolución no es
Ideológica. Sus resultados no están determinados por una meta predefinida.Una implicación de la teoría de Luhmann es la idea de que el progreso no tiene
sentido. Esta idea difiere de la de Parsons de los universales de la evolución en
las sociedades modernas (véase el Capítulo 3). Suponer un camino necesario
del desarrollo societal es teleológico e ignora el hecho de que existen muchas
maneras de abordar un determinado problema.
En el nivel general, la evolución hace más probable la improbabilidad. Por
ejemplo, es improbable que una serie aleatoria de mutaciones biológicas dé lu-
gar a un animal determinado como el humano. La selección natural y la heren-
cia de características estables hacen más probable que un mono evolucione ha-
cia algo similar al ser humano que hacia algo parecido a un calamar.
En concreto, la evolución no es un proceso sino un conjunto de procesos
que cumple tres funciones: la variación, la selección y la estabilización de las
características reproducibles. Éstas representan los mecanismos concretos del
funcionamiento de la evolución. La variación es un proceso de prueba y error.
Si un sistema se enfrenta con un solo problema, desarrolla varias soluciones
para abordar la perturbación del entorno. Algunas serán eficaces, otras no. La
selección de una solución determinada no implica que se ha elegido la «mejor»
solución. Puede ocurrir simplemente que es la más fácil de estabilizar o, en
otras palabras, la más fácil de reproducir como estructura estable y duradera.
En un sistema social, la estabilización normalmente implica un nuevo tipo de
diferenciación que requiere el ajuste de todas las partes del sistema a la nueva
solución. El proceso de evolución alcanza un fin temporal sólo cuando la fase
de la estabilización ha terminado.
Tomemos un ejemplo de la economía. Un problema al que se enfrentan los
sistemas económicos es cómo intercambiar bienes de una manera equitativa con
otros sistemas económicos, es decir, ¿cómo puede una economía que usa dóla-
res intercambiar bienes con otra que usa yenes? Se han desarrollado varias so-
luciones (la variación de la evolución). Algunos sistemas primitivos practica-
ban los intercambios de «regalos», que eliminaban la preocupación por la
igualdad exacta de los bienes intercambiados. Otros han usado una mercancía
estable como el oro para regular el intercambio. Ambas soluciones han demos-
trado ser ineficaces para reproducirse a escala mundial. En la primera solución
sólo se puede intercambiar como regalos una cantidad pequeña de bienes y, en
la segunda, el valor de las mercancías como el oro no se mantiene estable, por-
que depende de la cantidad de oro disponible que hay en un momento dado. En
cambio, una forma más reproducible ha sido el establecimiento de una nueva
estructura, un mercado de divisas que opera a nivel mundial y permite que el
II OlllA : ; isu MAS 235
t i po de camino se propague (selección de la evolución) . Tal ve/ no sea ésta la
mejor solución porque es susceptible de experimentar bruscas f luctuaciones
piovocadas por los especuladores, como sucedió en la crisis financiera «as iá t i -
ca» de I W K . Sin embargo, es la única solución que parece ser reproducible a
escala mundia l (estabilización de la evolución). Por supuesto, la capacidad de
i (-producción de esta solución no significa que las otras soluciones hayan des-
aparecido. Los Estados todavía intercambian regalos, especialmente sus jefes
de listado a través de los diplomáticos, y muchos países tratan de establecer su
t ipo de cambio ligándolo a una mercancía como el oro o incluso a otra divisa
i-(imo el dólar de Estados Unidos.
Diferenciación
Desde el punto de vista de la teoría del sistema de Luhmann, el rasgo principal
de la sociedad moderna es el proceso creciente de la diferenciación sistémica
como modo de abordar la complejidad del entorno. La diferenciación es la
«réplica dentro de un sistema de la diferencia entre un sistema y su entorno»
(I982b: 230)5. Esto implica que en un sistema diferenciado hay dos tipos de
entorno: uno común a todos los subsistemas y un entorno interno diferente para
cada subsistema. Por ejemplo, una empresa de fabricación de automóviles, Ford,
ve a otras empresas del sector, como General Motors y Daimler-Chrysler, como
parte de su entorno. El departamento de relaciones internacionales (un subsiste-
ma) de Ford también considera que General Motors y Chrysler están fuera de él
y forman parte de su entorno. Sin embargo, el departamento de relaciones inter-
nacionales de Ford también considera que otros subsistemas de Ford (como el
de recursos humanos [un subsistema]) están fuera de su subsistema y, por tanto,
forman parte de su entorno. Otros subsistemas como el departamento de recur-
sos humanos son internos al sistema organizativo en su conjunto, pero están en
el entorno del subsistema de relaciones internacionales, por tanto, se trata de un
entorno interno. De modo similar, el subsistema de recursos humanos ve a otros
fabricantes como parte de su entorno, pero además ve a otros subsistemas (como
el de relaciones internacionales) como parte de su entorno. Por tanto, cada sub-
sistema tiene un punto de vista diferente del entorno interno del sistema. Esto
crea un entorno interno muy complejo y dinámico.
La diferenciación dentro de un sistema es un modo de afrontar los cambios
que se producen en el entorno. Como hemos visto, cada sistema debe mantener
sus fronteras en relación con el entorno. De otro modo lo superaría la compleji-
dad de su entorno, se hundiría y dejaría de existir. Para sobrevivir, el sistema
debe ser capaz de afrontar las variaciones del entorno. Por ejemplo, es bien
sabido que toda gran organización, como sistema que es, se adapta lentamente
5 Para un análisis general de la diferenciación y los límites del concepto, véase Wagncr,
1998.
236 u OMIA souoi ('M¡K;A Moni UNA
a las alteraciones del entorno (v. ^r., a las demandas concretas del público, a los
cambios políticos o incluso a cambios tecnológicos como la disponibilidad de
ordenadores personales). Sin embargo, la organización se desarrolla y evolu-
ciona generando diferenciación dentro del sistema. Es decir, un cambio en el
entorno se «trasladará» a la estructura de la organización. Un ejemplo podría
ser que se creara un nuevo departamento en la empresa de fabricación de auto-
móviles con el fin de afrontar una nueva situación, como la presencia de orde-
nadores personales en el lugar de trabajo. Contrataria nuevo personal, al que
formaría para que manejase la nueva tecnología; seleccionaría un directivo, etc.
El proceso de diferenciación es un medio para aumentar la complejidad del
sistema, porque cada subsistema puede hacer diferentes conexiones con otros
subsistemas. Permite más variación dentro del sistema con el fin de responder a
la variación del entorno. En el ejemplo que acabamos de mencionar, el nuevo
departamento, como los otros departamentos del sistema burocrático, es un en-
torno para los demás departamentos, pero el nuevo aumenta la complejidad de
la organización porque se pueden establecer más relaciones nuevas entre de-
partamentos. Un nuevo departamento creado para atender al funcionamiento de
los ordenadores de los trabajadores será más capaz de responder a cambios fu-
turos en la tecnología informática y ayudará a toda la organización a integrar
estas nuevas capacidades. Además, puede proporcionar nuevas conexiones en-
tre los departamentos existentes, como permitir que se centralice la contabili-
dad general o que los vendedores puedan acceder directamente al inventario.
La mayor variación que provoca la diferenciación no sólo permite mejores
respuestas al entorno, sino que acelera también la evolución. Recuérdese que la
evolución es un proceso de selección a partir de la variación. Cuanta más varia-
ción, mejor es la selección. Sin embargo, Luhmann afirma que sólo se han de-
sarrollado unas pocas formas de diferenciación interna. A éstas las llama dife-
renciación de segmentación, de estratificación, centro-periferia y diferenciación
funcional. Estas diferenciaciones aumentan la complejidad delsistema a través
de la repetición de la diferenciación entre el sistema y el entorno dentro del
sistema. En términos de su potencial evolutivo, esas formas de diferenciación
tienen distinta capacidad de producir variabilidad y, por tanto, proporcionan
más selectividad en los procesos evolutivos. Por tanto, las formas más comple-
jas de diferenciación tienen el potencial de acelerar la evolución del sistema.
Diferenciación de segmentación. La diferenciación de segmentación divide
las partes del sistema sobre la base de la necesidad de realizar funciones idénti-
cas una y otra vez. Por ejemplo, nuestro fabricante de automóviles tiene fábri-
cas funcionalmente semejantes en muchos emplazamientos diferentes. En to-
dos la fábrica se organiza de una manera muy similar; todos tiene la misma
estructura y realizan la misma función: producir coches.
Diferenciación de estratificación. La diferenciación de estratificación es una
diferenciación vertical de acuerdo con el rango o estatus que se ocupe en un
u OHIA DI sis 11 MAS 237
r . i r i i u concebido como una jerarquía. Cachi rango cumple una (unción dclcr
minada y d i s t i n t i v a en el sistema, luí la empresa de automóviles encontramos
i l i U - i e i i I c s rangos. Cor ejemplo, el director de un nuevo departamento de reía
r iónos in ternacionales ocupa el rango más alto dentro de la jerarquía de esc
departamento. Hl director tiene la función de usar el poder para dirigir las opc-
i . u iones de su departamento. Luego hay varios trabajadores de rango infer ior
en sn departamento que realizan varias funciones específicas (v. #/•., procesar
información) . Además, el director del departamento de relaciones intcrnaciona-
K-s ocupa una posición determinada en el sistema de estratificación de la em-
pirsa de automóviles. Así, el presidente de la empresa tiene una posición superior
.1 l . i del director de relaciones internacionales y puede dar órdenes a este úl t imo,
l i n la diferenciación de segmentación, la desigualdad resulta de las varia-
ciones accidentales en los entornos (que se vendan más coches en una zona
geográfica que en otra), pero carece de función sistémica. En cambio, en la
diferenciación de estratificación la desigualdad es esencial para el sistema, l in
términos más precisos, la igualdad y la desigualdad interactúan. Todos los miem-
bros del mismo rango (por ejemplo, todos los que procesan información) son
básicamente iguales, pero no lo son frente a otros rangos. Los rangos superiores
(por ejemplo, los directores de departamento) tienen más acceso a los recursos
y más capacidad de convertirse en objeto de comunicaciones influyentes. Como
consecuencia de ello, un sistema estratificado se preocupa más por el bienestar
de los que se encuentran en rangos superiores y, en general, se preocupa por los
rangos inferiores sólo si amenazan a los rangos superiores. Sin embargo, ambos
rangos dependen uno de otro y el sistema social sobrevivirá sólo si todos los
rangos, incluidos los más bajos, realizan eficazmente sus funciones.
Los rangos inferiores son importantes, pero su dificultad para ser objeto de
comunicaciones influyentes crea un problema estructural que limita la comple-
jidad del sistema. Cuando los que dirigen el sistema se alejan demasiado de los
rangos inferiores el sistema tiende a colapsarse debido a que hay importantes
funciones que no se realizan eficazmente. Y con el fin de influir en el sistema,
los rangos inferiores pueden recurrir al conflicto.
Diferenciación centro-periferia. El tercer tipo de diferenciación, el que se
establece entre centro y periferia, es un vínculo entre la diferenciación de estra-
tificación y la de segmentación (Luhmann, 1997: 663-678). Por ejemplo, algu-
nas empresas de automóviles han construido fábricas en otros países; no obs-
tante, los cuarteles generales de la empresa permanecen en el centro dirigiendo
y, hasta cierto punto, controlando las fábricas de la periferia6.
6 Se ha objetado (Schimank, 1996) que esta distinción no encaja con el argumento general
de Luhmann. La diferenciación entre centro y periferia no se refiere al sistema social en su
conjunto. Antes bien, en el ejemplo mencionado se refiere a una diferenciación de funciones
dentro del sistema industrial. Por tanto, se refiere a un sistema específico dentro del sistema
social y no al sistema social en su conjunto.
238 II OIIIA SOCIOI OUICA MODI UNA II OHIA DI MISII MAS 239
D i l i i ( ' iK- iae ionrs de sistemas liiiu-ionales. l.a t/i/crciiciación fuiícioiiul es la
lorma más compleja de diferenciación y la que domina en la sociedad moderna,
l u í un sistema cada función se atribuye a una unidad particular. Por ejemplo,
una empresa de fabricación de coches tiene departamentos funeionalmcnte di-
ferentes como el de producción, administración, contabilidad, planificación y
personal.
La diferenciación funcional es más flexible que la diferenciación de estrati-
ficación, pero si un sistema no cumple su cometido, el sistema entero tendrá
grandes dificultades para sobrevivir7. Sin embargo, si todas las unidades cum-
plen su función, las diferentes unidades pueden alcanzar un grado alto de inde-
pendencia. Por ejemplo, aunque el departamento de planificación depende del
de contabilidad para obtener datos económicos, si esos datos son fiables el de-
partamento de planificación puede ignorar tranquilamente cómo los contables
producen esos datos.
Esto indica una diferencia adicional entre las formas de diferenciación. En
el caso de la diferenciación de segmentación, el hecho de que un segmento no
cumpla su función (por ejemplo, una de las fábricas de automóviles no puede
producir coches debido a una huelga laboral) no amenaza el sistema. Sin em-
bargo, en el caso de formas más complejas de diferenciación, como la diferen-
ciación funcional, la no realización de una función creará un problema para el
sistema social que le lleve tal vez a su hundimiento. Así, por un lado, el aumen-
to de complejidad aumenta la capacidad de un sistema para relacionarse con su
entorno. Por otro lado, si una función no se realiza eficazmente, la complejidad
aumenta el riesgo de hundimiento del sistema.
Sin embargo, en ambos casos, esa mayor vulnerabilidad es un precio nece-
sario del aumento de las posibles relaciones entre los diferentes subsistemas.
Un aumento de las posibles relaciones entre los subsistemas implica una mayor
variación para seleccionar las respuestas estructurales a los cambios en el en-
torno. En un sistema segmentado, las relaciones entre los diferentes subsiste-
mas no son estructuralmente diferentes. Por ejemplo, las relaciones que se esta-
blecen entre dos fábricas cualquiera son básicamente las mismas. En un sistema
estratificado, las relaciones entre los rangos son básicamente diferentes de las
que se tienen dentro de un mismo rango. Por ejemplo, las relaciones de una
fábrica con las centrales es diferente de las que tienen con otra fábrica igual que
ella. En los sistemas funcionalmente diferenciados, las diferentes relaciones se
multiplican. Los departamentos de producción y contabilidad mantienen una
relación diferente entre ellos de la que existe entre contabilidad e investigación
que, a su vez, es diferente de la relación entre producción e investigación. La
diferenciación funcional confiere mayor flexibilidad a la empresa de automóvi-
les. Así, por ejemplo, en un entorno en el que los avances tecnológicos propor-
7 La mayoría de los sistemas que aquí analizamos podrían denominarse subsistemas del mundo
social. Sin embargo, utilizamos el término sistema en lugar de subsistema salvo cuando es nece-
sario distinguir el subsistema del sistema general al que pertenece.
cionan oportunidades para la ventaja económica, la compañía se deja gu ia r poi
la invest igación, pero en un entorno en el que se obt iene v e n t a j a económica
haciendo lo de siempre con menos costes, la compañía se deja guiar por la con-
t a b i l i d a d .
lis preciso señalar que las formas más complejas de diferenciación no ex-
cluyen las menos complejasy, de hecho, se pueden requerir estas últimas. Por
ejemplo, una empresa de fabricación de automóviles está estratificada, pero aún
tiene fábricas individuales, que son una forma de segmentación. Esto es impor-
tante, porque normalmente hablamos de sistemas funcionalmente diferenciados
dentro de la sociedad moderna para describir su modo dominante de diferencia-
ción; no obstante siguen existiendo otras formas.
Código. Un código es una manera de distinguir los elementos de un sistema
ile los elementos que no pertenecen a ese sistema. Un código es el lenguaje
«básico» de un sistema funcional. Códigos son, por ejemplo, la verdad (frente a
la falsedad) para el sistema científico, el pago (frente al impago) para el sistema
económico y lo legal (frente a lo ilegal) para el sistema jurídico. Toda comuni-
cación que usa un código particular forma parte del sistema que usa esa refe-
rencia de código.
Un código se usa para limitar el tipo de comunicación permisible. Toda co-
municación que no usa el código no es una comunicación perteneciente al siste-
ma en cuestión. Así, dentro del sistema científico normalmente encontramos
sólo comunicaciones con referencia al código de la verdad. Por ejemplo, si el
jefe de la NASA (Agencia Nacional para el Espacio y la Aeronáutica) y el jefe
de los NIH (Institutos Nacionales para la Salud) se reúnen para hablar de los
hechos que se descubrieron sobre el envejecimiento de John Glennn durante su
viaje al espacio de 1998, esta conversación podría formar parte del sistema cien-
tífico si se utilizara el código de la verdad o la falsedad. Si estas mismas perso-
nas se reúnen para hablar de quién pagará qué parte de la investigación que se
realiza sobre ese vuelo al espacio, formaría parte del sistema económico que
usa el código del pago o del impago.
En la teoría del sistema de Luhmann ningún sistema usa y comprende el
código de otro sistema. No hay manera de convertir el código de un sistema en
código de otro. Porque los sistemas son cerrados, sólo pueden reaccionar a co-
sas que pasan en su entorno (si lo que pasa hace suficiente «ruido» y lo advierte
el sistema). Pero el sistema sólo puede describir el ruido en su entorno en rela-
ción con su propio código. Ésta es la única manera de dar sentido a lo que está
sucediendo, la única manera de darle significado. Por ejemplo, un sistema eco-
nómico «ve» un sistema científico sólo en términos de lo que genera dinero
(hace posibles futuros pagos) o requiere inversión (requiere pagos iniciales an-
tes de que produzcan rendimiento).
Problemas de la diferenciación funcional. La diferenciación funcional crea
al menos un problema central a la sociedad moderna. Lo que necesita la socie-
240 I I OIIIA SOCIOI ()( ¡ICA M( II II UNA
ciad en su conjunto puede no satisfacerlo un sistema f u n c i o n a l , l'uedc no e x i s t i r
un sistema funcional con un código que represente adecuadamente el problema,
l'or ejemplo, el sistema económico puede no representar adecuadamente los
problemas ecológicos, porque una cantidad limitada de contaminación parece
económicamente racional. El sistema jurídico ha diseñado leyes para restringir
la contaminación atmosférica, pero esas leyes son interpretadas dentro del sis-
tema económico de los que contaminan. Esto lo demuestra el ejemplo de la
antigua Checoslovaquia, donde existían limitaciones legales sobre la contami-
nación atmosférica. Las industrias reaccionaron a esas leyes construyendo chi-
meneas más altas que esparcían más la contaminación y disminuían así el nivel
de contaminación del aire cerca de las estaciones de medición. Esta reacción
contradecía el objeto de la ley, pero era una reacción acorde con el código del
sistema económico; era una manera de minimizar los costes. Una protección
mejor frente a la contaminación atmosférica hubiera costado mucho más que
construir chimeneas más altas.
Por lo general, es la diferenciación funcional la que crea este tipo de proble-
mas. La diferenciación funcional requiere un desplazamiento de los problemas
desde el nivel de la sociedad al nivel de los subsistemas. Todos los subsistemas
ganan independencia y flexibilidad al tomar decisiones conforme a sus propios
códigos. Sin embargo, todos dependen de los otros subsistemas para impulsar
el conjunto del sistema social. En pocas palabras, el resultado de una mayor
independencia de los sistemas funcionales es una mayor vulnerabilidad del sis-
tema social en su conjunto.
Luhmann ha investigado la difícil relación entre la diferenciación funcional
de la sociedad moderna y sus esfuerzos por resolver los problemas ecológicos
(1986/1989). La sociedad moderna no tiene ningún sistema específico y dife-
renciado para abordar los problemas ecológicos. Todo lo que sucede en su en-
torno (adviértase el doble significado del término: entorno de un sistema y en-
torno natural) lo abordan los sistemas funcionales existentes con sus
correspondientes códigos. Esto significa que los problemas del entorno son pro-
blemas para un sistema sólo si pueden representarse con el código del sistema.
Por ejemplo, la ley puede actuar contra los que contaminan sólo si lo que hacen
se puede representar como ilegal. Así, es posible que los problemas ecológicos
no se estén tratando adecuadamente. Sacamos una conclusión de importancia
central: la diferenciación funcional se puede concebir como factor causal de la
crisis ecológica (Luhmann, 1986/1989: 42).
Los sistemas funcionales producen una resonancia que es a la vez demasia-
do pequeña y demasiado grande ante los problemas de su medio ambiente. Una
resonancia demasiado pequeña significa que un sistema no reacciona bien a los
problemas que no puede representar con su código. Por ejemplo, los grupos
ecologistas se enfrentan a la industria del automóvil exigiendo coches que con-
taminen menos la atmósfera; sin embargo, la industria del automóvil no suele
reaccionar a estas demandas a menos que las protestas empiecen a influir en sus
beneficios. Demasiada resonancia implica que el tratamiento de los problemas
n OIIIA ni :;i:;u MAS 241
ecológicos den t ro ile un sistema func iona l puede provocar reacciones en ol ios
sis temas funcionales deludo a que los sistemas son interdependicntcs. l'or ejein
pío, la i n d u s t r i a del au tomóvi l puede producir coches que contaminen menos
haciéndolos más pequeños, más ligeros y, por consiguiente, más baratos, l i s to
puede tener la consecuencia de que se desacclerc el progreso del sistema de
transpor te público porque todo el mundo puede comprar un coche. Además, es
probable que esto aumente el número de accidentes de tráfico y, por tanto, los
eostes en el sistema de salud. La reacción a las demandas de los grupos ecolo
Distas tiene consecuencias imprevistas para los sistemas funcionales complejos
e interdcpendientes.
La sociología del conocimiento de Luhmann
l'ara Luhmann, la principal cuestión de la sociología es: ¿qué es la sociedad?
liste es el punto de partida del intento de Luhmann de desarrollar una teoría del
sistema (1987). La sociología, como ciencia de la sociedad, sólo es posible si se
tiene un concepto claramente definido de sociedad. La teoría del sistema de
Luhmann define la sociedad como «todo sistema social omniabarcante que in-
cluye a todos los demás sistemas societales» (1987:78). Esto implica que el
concepto de sociedad es idéntico al concepto de sociedad mundial; sólo puede
existir una sociedad. Un sistema social es todo sistema que produce comunica-
ción como elemento básico para reproducirse a sí mismo. Un sistema societal
es un sistema funcional como la economía, la ciencia y el derecho dentro del
sistema omniabarcante de la sociedad8.
Una sociedad mundial omniabarcante no tiene límites en el tiempo ni en el
espacio; en cierto sentido, una sociedad mundial carece de «dirección» y de
otras sociedades en su entorno. ¿Cómo se puede, entonces, observar la socie-
dad? Sólo hay una respuesta, una sociedad se puede observar sólo desde una
perspectiva de dentro de la sociedad, es decir, a través de un sistema funcionalde la sociedad. Sin embargo, ningún sistema funcional tiene la perspectiva «co-
rrecta y adecuada» para observar la sociedad. Toda perspectiva es legítima.
Entonces, ¿cómo podemos lograr una única manera de obtener información sobre
el mundo social? De hecho, no hay manera de crear esa perspectiva única. Nin-
gún punto de vista es superior a los demás. Por tanto, no se puede alcanzar una
perspectiva común compartida porque no hay posibilidad alguna de evaluar las
perspectivas rivales. Por ejemplo, si nosotros, como sociólogos, queremos sa-
8 Desde que se publicó por primera vez Los sistemas sociales (1984/1995), Luhmann ha
profundizado y aplicado su enfoque a varios sistemas funcionales del sistema de la sociedad
como la economía (Luhmann, 1988), la ciencia (Luhmann, 1990a), el derecho (Luhmann, 1993)
y el arte (Luhmann, 1995). Ha intentado demostrar la utilidad de su teoría general para el aná l i -
sis de cualquier sistema funcionalmente diferenciado. También ha explorado cuestiones que ;ilr;i
viesan distintos sistemas funcionales, sobre todo la comunicación de los riesgos ecológicos ( l . u l i -
mann, 1986/1989) y el uso del concepto general de riesgo (Luhmann, 1991).
242 II OIIIA SOCIOI ( ) ( ¡ ICA MODI UNA
ber algo sobre la sociedad, estamos acostumbrados a buscar conocimiento so-
ciológico. De acuerdo con el argumento de Luhmann , sería posible también
leer un periódico, un libro, ver la televisión o hablar con un amigo. Todas son
maneras legítimas de obtener información sobre la sociedad. Ninguna ciencia,
ni ningún otro sistema, tiene una posición privilegiada. Si ningún sistema fun -
cional tiene una posición superior desde la que observar y describir la sociedad
como sistema, entonces tenemos el problema de una variedad ilimitada de ob-
servaciones igualmente válidas de la sociedad.
No obstante, Luhmann ha intentado desarrollar un camino a través del cual
podemos llegar a conocer la sociedad. La sociedad se describe a sí misma por
medio de, por ejemplo, leyendas y mitos en la antigüedad y del conocimiento
científico en los tiempos modernos. Los sociólogos, sin embargo, son capaces
de observar estas observaciones. Y como los sociólogos son capaces de obser-
var como observadores de segundo orden las observaciones de primer orden de
la sociedad, pueden sacar conclusiones sobre las relaciones entre la sociedad y
su semántica, es decir, las autodescripciones de la sociedad. Esta es la clave
para conocer la sociedad: observar la semántica de la sociedad, es decir, la «co-
municación sobre las comunicaciones» que constituye el sistema de la sociedad.
Luhmann ha intentado demostrar que la observación de la sociedad no es
arbitraria porque «existen condiciones estructurales para la validez de la repre-
sentación; y existen tendencias históricas en la evolución de la semántica que
limitan profundamente el alcance de la variación. La teoría sociológica es ca-
paz de reconocer las conexiones o correlaciones entre las estructuras sociales y
la semántica» (1997: 89; traducido por uno de los autores). Los estudios de
Luhmann reconstruyen el uso histórico y el significado de los términos en rela-
ción con las estructuras sociales en constante proceso de cambio, y consideran
la semántica como una expresión de la interpretación de las estructuras socia-
les. Así, la manera adecuada de observar la sociedad desde un punto de vista
sociológico es la investigación de su cambiante semántica en relación con las
cambiantes estructuras sociales.9 Luhmann ha producido mucho trabajo donde
esboza el desarrollo de la semántica de, por ejemplo, la moralidad, la indivi-
dualidad, el derecho, el conocimiento (1980/1981/1989/1995), y el amor (1982/
1986). Este método forma parte de la sociología del conocimiento y se puede
usar para realizar la tarea general del desarrollo de una teoría de la sociedad.
Críticas
En suma, la teoría de Luhmann de la sociedad moderna y su concepto de la
sociedad son herramientas analíticas muy elaboradas que permiten a la sociolo-
gía obtener una nueva perspectiva de los problemas sociales actuales de la so-
ciedad (y de la sociología). La teoría general de la evolución y la diferencia-
'' Esta argumentación indica cierta incoherencia en la idea de Luhmann que estudiaremos en
el úl t imo apartado.
u OIIIA DI :;i:;n MA:; 243
ción, así como la r e f l ex ión de I u l imann sobre determinados sistemas como l ; i
ciencia y la economía, abren nuevas vías para la teoría y la invest igación. I ;i
d i s t inc ión básica entre sistema y entorno nos abre la posibi l idad de un nuevo
tipo de investigación in te rd i sc ip l inar basada en el supuesto de que la comple j i
dad es el problema principal en la conexión de los reinos aparentemente separa
dos de las ciencias naturales y las humanas (Luhmann, 1985).
Hay algunas críticas a la teoría del sistema de Luhmann. Vamos a mencio-
nar brevemente cuatro de ellas.
Primera, muchos teóricos, incluido Jurgen Habermas, han señalado que lo
que Luhmann considera como desarrollo evolutivo necesario, es en realidad
regresivo e innecesario. La sociedad puede, de hecho, estar desarrollándose hacia
un sistema cerrado de reinos funcionalmente diferenciados incapaces de actuar
en nombre del todo social, pero esto se puede contrarrestar. Se pueden desarro-
llar teorías para contrarrestar esta tendencia y no hacer que parezca inevitable,
como hace Luhmann.
Segunda, en la teoría de Luhmann la diferenciación es la clave para descri-
bir el desarrollo de la sociedad y la complejidad cada vez mayor de los sistemas
sociales para tratar con su entorno. Pero también podemos encontrar dos proce-
sos contrarios en la sociedad contemporánea. Uno es la desdiferenciación (Lash,
1988), es decir, un proceso de disolución de las fronteras entre los sistemas
sociales, por ejemplo, entre alta cultura y cultura popular. El otro es la interpe-
netración (R. Munch, 1987), es decir, un proceso de construcción de institucio-
nes que median entre los sistemas sociales. La teoría del sistema de Luhmann
tiende a considerar esos procesos como contrarios a la evolución porque la evo-
lución se define como aumento de la diferenciación. La teoría de Luhmann po-
dría reconocer la desdiferenciación y la interpenetración como fuentes válidas
de variabilidad evolutiva, pero esto significaría abandonar el enfoque sobre la
diferenciación que ha recibido tanto reconocimiento teórico.
Tercera, la teoría de Luhmann parece tener una capacidad limitada para
describir las relaciones entre los sistemas. No todos los sistemas parecen ser tan
cerrados y autónomos como supone Luhmann. Los sistemas no sólo parecen
traducirse sus códigos, a veces incorporan otros sistemas y los convierten en
elementos suyos. La manera en que el sistema social incorpora el sistema psí-
quico es el ejemplo más obvio. El significado de una comunicación dentro del
sistema social no está totalmente determinado por el sistema social en sí. Los
sistemas psíquicos (los individuos) se oponen a y limitan los significados que
se asignan a una comunicación determinada. Luhmann tiene razón cuando se-
ñala que el significado de una comunicación no es simplemente la intención del
individuo, pero ciertamente la intención sí influye, aunque de forma compleja,
en el significado social. El sistema social no está cerrado al sistema psíquico.
De modo similar, es posible que un sistema aparentemente autónomo como el
sistema político pueda ser reducido al rango de un subsistema o de otro sistema
como la economía. En este caso, el código del sistema político puede ser una
mera variación del código del sistema económico.
244 II ORIA SOCIOI ÜC1ICA MODI UNA
Por úl t imo, la teoría del sistema de Luhmann supone una variedad de pers-
pectivas igualmente válidas de la sociedad sin que exista la posibilidad de dar
prioridad a una sobre las otras. (En esto se parece a la posición adoptada por el
teórico social posmoderno Lyotard [1984].) No obstante, Luhmann afirma que
somos capaces de desarrollar un conocimiento fiable de la sociedad mediantela
observación de la semántica de las autodescripciones de la sociedad. Tal punto
de vista es incoherente porque no es posible adoptar las dos posiciones a la vez.
A pesar de éstas y otras debilidades, la teoría del sistema de Luhmann se ha
erigido como una de las teorías sociales principales a medida que avanzamos
en el siglo xxi y ha provocado el resurgimiento del interés por la teoría de sis-
temas.
RESUMEN
El presente capítulo empieza con algunas reflexiones de Walter Buckley sobre la
naturaleza de la teoría de sistemas. De esta teoría se derivan varias ventajas,
entre ellas un vocabulario común entre las ciencias duras y diferentes ciencias
sociales, su aplicación en los niveles macro y micro, el análisis del mundo social
en su conjunto, un enfoque sobre los procesos, una perspectiva integradora y una
orientación dinámica. Analizamos varios principios de la teoría de sistemas, en-
tre ellos el grado en que los sistemas son abiertos o cerrados, si tienden a hundir-
se (entropía) o a elaborar sus propias estructuras (neguentropía), si se caracteri-
zan por la retroalimentación y si presentan procesos que contribuyen a que el
sistema se mantenga (morfoestasis) y se desarrolle (morfogénesis). Buckley aplicó
la teoría de sistemas a la conciencia, la interacción y el ámbito sociocultural.
El teórico de sistemas más importante en nuestros días es Niklas Luhmann.
Entre otras cosas, Luhmann considera que los sistemas son autorreferenciales,
contingentes y siempre menos complejos que su entorno. Los sistemas pueden
reducir la complejidad; no pueden ser tan complejos como su entorno, porque
si lo son el entorno los supera y les impide funcionar. La contribución más
importante de Luhmann es su concepto de los sistemas autopoiéticos. Es decir,
los sistemas producen sus propios elementos básicos, organizan sus propias fron-
teras y las relaciones entre sus estructuras internas, son autorreferenciales y ce-
rrados. Es la perspectiva de los sistemas como sistemas autopoiéticos y cerra-
dos a su entorno lo que distingue el enfoque de Luhmann del de los primeros
teóricos de sistemas. Luhmann elige dos sistemas para analizar, el social y el
psíquico. Los sistemas sociales tiene el problema de la doble contingencia: toda
comunicación debe considerar cómo es recibida, pero esto depende de la esti-
mación que haga el receptor del comunicador. Así, por esta razón la comunica-
ción es improbable, pero se han desarrollado estructuras sociales para aumentar
la probabilidad de la comunicación.
Luhmann se interesa por la evolución, que implica tres mecanismos: la va-
riación, la selección y la estabilización. La sociedad moderna afronta la com-
1 1 OHIA DI MU i MA:;
l> l . l i d . i d i i c c i c n l c de su enlomo medíanle un proceso de diferenciación. La di
I. i i - i u i . i cmn conduce a una mayor comple j idad del s is tema, lo que le pe rmi te
u n . i i n . i y o i capacidad para responder al entorno y acelera su evoluc ión , l . u h -
i i i . i n i i i d e n t i f i c a cuat ro formas de diferenciación: de segmentación, de eslrat i f i -
. .1. i on , de ceiitro-periferia y func iona l , lista última es la forma más compleja
di d i l e i e n c i a c i ó n y la que domina en la sociedad moderna. Permite al sistema
u n . i mayor f l e x i b i l i d a d , pero si un sistema funcionalmente diferenciado no rea
h / . i su func ión o la realiza ineficazmente, el sistema entero puede hundirse
\dem.-is es posible que la sociedad carezca de un subsistema funcionalmenlc
d i l r i c n c i a d o capaz de manejar un problema importante.
(Orno Luhmann concibe a la sociedad como un sistema omnicomprensivo,
ñu sistema mundial, éste sólo puede ser observado desde dentro del sistema.
N i n g ú n sistema funcional tiene la perspectiva correcta; todas las perspectivas
son legítimas. Sin embargo, Luhmann intenta dar prioridad al conocimiento so-
ciológico argumentando que su tarea es el estudio de las observaciones de pri-
mer orden de la sociedad (leyendas, mitos, etc.).
La teoría de Luhmann ha suscitado varias críticas importantes, pero sigue
siendo una perspectiva poderosa en los albores del siglo xxi.

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