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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ECONOMÍA EL PAPEL DEL ESTADO EN LA ATENCIÓN DE LA SALUD: CASO DIABETES EN MÉXICO TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN ECONOMÍA PRESENTA: MARISOL LÓPEZ CAMPECHANO DIRECTOR DE TESIS: LIC. GABRIEL CADENA SALGADO CIUDAD UNIVERSITARIA, CD.MX., 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AGRADECIMIENTOS A mis padres, Claudio López y Carmen Campechano, por su amor, apoyo y confianza constante. A mis hermanos Paola y Claudio, por ser mis cómplices y compañeros de vida. A mi novio Enrique, por enseñarme lo bello de la medicina y los problemas de salud que existen en el país, pilar esencial para la realización de este trabajo. A mis amigos, por compartir los mejores momentos en la universidad. A mi familia, por su amor y apoyo incondicional. A mis sinodales, Lic. Gabriel Cadena, Dr. José Vargas, Dr. Daniel Navarrete, Dr. José Manuel Flores y Dr. Miguel Ángel Hernández. A la facultad de Economía por darme las herramientas necesarias para formarme como una buena economista. 3 Índice General Índice general……………………………………………………………………….. 3 Introducción…………………………………………………………………………..5 Objetivos general y objetivos particulares……………………………………………7 Hipótesis de la investigación………………………………………………………….8 Estructura capitular de la investigación……………………………………………….8 Capítulo I. Breve esbozo teórico para estudiar el sistema de salud y su relación con gasto público destinado a la atención de las enfermedades ambiental- sociales…………………………………………..........................................................10 I.1La división social del trabajo como parte del esfuerzo colectivo de la sociedad y del estado por mantener sana a la población de un país…………………………………..10 1.2 La intervención del estado en el cuidado de la salud pública de una nación……...13 Capítulo II. El papel del estado mexicano en la atención a la salud…………………..14 II.1 La economía de la salud…………………………………………………………..14 II.2 Intervención del estado en la salud………………………………………………..17 II.3 Evolución y desarrollo de la salud a través de la política de salud…………….....22 Capítulo III. La diabetes como problema de salud en México………………………..35 III.1 La diabetes……………………………………………………………………….36 III.2 Situación de la diabetes en México………………………………………………43 III.3 Alcances de la secretaria de salud en el combate a la diabetes………………….49 Capitulo IV. Impacto socioeconómico de la diabetes en las familias………………..59 4 IV. 1 Costos para los pacientes en condición de diabetes………………………………60 IV.2 Financiamiento de la diabetes en México…………………………………………77 IV.3 Evaluación del gasto gubernamental en la diabetes y su impacto en las familias…84 IV.4 La prevención como medida para disminuir los costos de la diabetes…………….90 Conclusiones…………………………………………………………………………….94 Bibliografía……………………………………………………………………………...99 5 Introducción La salud refleja los cambios que se experimentan en cualquier país. Conforme una nación se va transformando, su sistema de salud debe irse adecuando a las necesidades que surgen de esa transformación. Además de su valor intrínseco, es un medio para la realización personal y colectiva, por lo que constituye un índice del éxito alcanzado por una sociedad y sus sectores en la búsqueda del bienestar que es a fin de cuentas el sentido último del desarrollo, por ello el Estado debe esforzarse por incentivar y proporcionar programas dirigidos a la detección temprana de las enfermedades. Es una realidad que la demanda de los Servicios de Salud Pública de la población abierta en México ha alcanzado un nivel muy alto, debido en gran medida al aumento de la población desprotegida de la seguridad social; además, ésta es una población que en su mayoría percibe ingresos muy bajos y que incurren, en numerosas ocasiones, en gastos catastróficos, en donde emplean más de la tercera parte de su ingreso para mantener su salud, la cual a su vez necesitan para poder hacer frente a una vida productiva cada vez más difícil; por tanto, estos gastos son una causa más que contribuye a empobrecerla. Aunado a lo anterior, se encuentra también rebasada la capacidad resolutiva de la atención médica que proporcionan los gobiernos federal y estatal, en donde impera una mala distribución de los recursos económicos, altos costos de la atención médica e insuficiente presupuesto asignado, ya que México cuenta con menos recursos que otras naciones de la OCDE. En la actualidad, se destina 6.2% (2013) del PIB a la salud, menos que el promedio de la OCDE de 8.9%. Estos bajos presupuestos impiden que algunas enfermedades sean tratadas eficientemente, tal es el caso de la diabetes, la cual es una enfermedad que consiste en la insuficiente producción o utilización de insulina por parte del cuerpo humano. La insulina es una hormona que controla los niveles de azúcar en la sangre, misma que es utilizada como fuente de energía para atender las necesidades de los órganos y tejidos. Cuando se presentan niveles muy altos de azúcar en la sangre por períodos prolongados, se provocan daños a múltiples partes de nuestro cuerpo, originándose complicaciones graves como ataques al corazón y accidentes cerebrales; daños a los vasos sanguíneos del ojo, que pueden resultar en ceguera; posibles amputaciones de algún miembro (por ejemplo, un pie) como consecuencia de daños severos a los tejidos, entre otros. 6 Esta enfermedad representa un enorme gasto para el fisco y las familias, y se traduce en inmensos costos indirectos e intangibles para la sociedad en su conjunto al desembocar en muertes y por consiguiente en recursos humanos perdidos. De hecho, el mayor costo lo constituyen estos costos indirectos que impactan en el crecimiento económico, y que pueden significar una barrera más para alcanzar el desarrollo para muchos países de bajos recursos. Esta situación redunda en círculos viciosos de pobreza, que mantienen a personas y países enteros en condiciones precarias y de marginación persistentes en el tiempo. Por ello es de vital importancia conocer las implicaciones que tiene la diabetes en el gasto público en salud, así como saber por qué está afectando a la mayoría de la población mexicana y por ende se ha convertido en uno de los mayores problemas de sanidad en México. Nuestro país registra el mayor número de fallecimientos por diabetes en Latinoamérica y el 6ª lugar a nivel mundial (Federación Internacional de Diabetes, 2015), es la cuarta enfermedad que causa la muerte en el país, el 14% de los decesos se deben a la diabetes y en 2014 terminó con la vida de 87,000 personas de más de 30 años. Del total de personas que se identificaron como diabéticas en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2016), 16% (poco más de un millón) son del grupo que reportan no contar con protección en salud, en tanto que 42% (2.7 millones) son derechohabientes del IMSS, 12% (800 mil) de otras instituciones de seguridad social, y 30% (1.9 millones)refieren estar afiliados al Sistema de Protección Social en Salud (SPSS). Los hogares de todo el mundo destinan por lo menos 232 mil millones de dólares para su prevención, tratamiento y complicaciones. En América Latina, las familias con algún diabético desembolsan entre 40% y 60% de su ingreso para su cuidado. Por ello, se considera que todas las enfermedades son importantes, pero la diabetes y sus principales factores de riesgo son una verdadera emergencia de salud pública ya que ponen en riesgo la viabilidad del sistema de salud. Por este motivo el Estado debe esforzarse en promover y proporcionar programas dirigidos por equipos multidisciplinarios de profesionales para la detección temprana, la evaluación y el tratamiento de la enfermedad, de esta forma se podrían prevenir, reducir o eliminar algunos efectos perjudiciales. Por ende, es necesario desarrollar, un plan estratégico de prevención y control de la diabetes, con una asignación de recursos acorde con la magnitud del reto. Este plan estratégico debe priorizar un abordaje preventivo, tanto desde el ámbito de la salud 7 pública (estrategias para la población general) como en la atención primaria en salud, con elementos de identificación temprana y potenciadores de la diabetes. Objetivo general y objetivos particulares El Objetivo principal del presente estudio es demostrar el impacto en el presupuesto de salud de México por la prestación de los servicios médicos a pacientes afectados por la enfermedad de la diabetes. Para llevar a cabo este estudio, se plantean los siguientes objetivos particulares: 1. Mostrar la forma en que el Estado mexicano presta servicios de atención a la salud de personas diabéticas y el gasto que destina para ello. 2. Exponer la calidad de vida de los pacientes diabéticos y sus familiares, así́ como los costos de los tratamientos necesarios para mantener la enfermedad bajo control. 3. Demostrar el reto de una planeación estratégica de los servicios de salud a personas con diabetes. Para el presente trabajo se usa el periodo de tiempo que va de 2006-2016, debido a que a partir de este año se incrementó el número de personas con diabetes en el país, respecto a años anteriores, así como la mortalidad por dicha enfermedad, y esto siguió ocurriendo durante el periodo en estudio; además de que en el año 2016, se obtienen nuevas cifras y conocimientos como la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de medio camino (ENSANUT 2016) , que nos muestra la nueva situación de la diabetes, por ello se considera un periodo clave para comprender la magnitud del problema que representa para el servicio de salud en el país y como se puede distribuir mejor el presupuesto para combatir este problema de salud. Método de la investigación. Se utiliza el método histórico para explicar a partir de cuándo la diabetes se transformó en un problema serio de salud pública en nuestro país, los problemas que genera a los pacientes y sus familias, así como la trayectoria del gasto público destinado a la prevención y tratamiento de esta enfermedad. 8 Hipótesis de la investigación La hipótesis de esta investigación es demostrar que debido a la falta de planeación estratégica en políticas de salud encaminadas a la atención de la Enfermedad Diabetes el Estado y los individuos deben asumir un alto costo social y económico. Estructura capitular de la investigación La estructura de redacción del trabajo es el siguiente: CAPÍTULO 1. BREVE ESBOZO TEÓRICO PARA ESTUDIAR EL SISTEMA DE SALUD Y SU RELACIÓN CON GASTO PÚBLICO DESTINADO A LA ATENCIÓN DE LAS ENFERMEDADES AMBIENTAL-SOCIALES. En este capítulo se plantean dos conceptos claves para entender el estudio de la intervención del Estado en la atención de la salud y de la prevención y control de la diabetes en particular. El primero hace referencia a que la salud forma parte de la división social del trabajo de un país, que está representado por el esfuerzo que realiza todo el personal abocado a la prevención, promoción y cuidado de la salud y en particular de enfermedades específicas que se transforman en fenómenos de salud pública. El segundo, hace referencia a la participación del Estado en la economía y en particular a la economía de la salud, en tanto actividad fundamental para mantener viva y sana a la fuerza de trabajo de una nación. CAPITULO II EL PAPEL DEL ESTADO MEXICANO EN LA ATENCION A LA SALUD II.1 LA ECONOMIA DE LA SALUD Este capítulo aborda el tema de economía de la salud, empezando por saber ¿Qué es?, y la relación que tienen las decisiones de salud en el ámbito económico, también se hablará del financiamiento, distribución y consumo de bienes y servicios que satisfacen necesidades del campo de la salud bajo los principios de la eficiencia y la equidad. Ya que esta disciplina estudia la oferta y la demanda de los servicios de salud, así como las 9 condiciones económicas de la política de inversión sanitaria en los diferentes modelos de provisión de salud. II.2 INTERVENCION DEL ESTADO EN LA SALUD En este apartado se explicará las razones por las cuales el Estado tiene que intervenir en la provisión de salud, para ello se hablará de los altos costos que tendría que costear una persona al acudir al sector privado para la cura de alguna enfermedad, y cómo por medio de la intervención del Estado en este sector surge la salud pública que ha sido un gran apoyo para las familias que no pueden cubrir sus gastos de salud. I.3 EVOLUCION Y DESARROLLO DE LA SALUD A TRAVES DE LA POLITICA DE SALUD EN MEXICO En este apartado se dará un recorrido por los cambios que ha tenido el sector salud a lo largo del tiempo en nuestro país, y cómo a través de este sector se llevaron a cabo las políticas de salud, de acuerdo con la situación económica en los distintos periodos, así como si estas políticas pudieron mejorar la condición de salud que vive la población mexicana. CAPITULO III LA DIABETES COMO PROBLEMA DE SALUD EN MEXICO III.1 LA DIABETES En este subcapítulo, se abordará desde el punto de vista médico, qué es la diabetes, las causas que la provocan, así como los riesgos de tener dicha enfermedad debido a nuestra genética, qué consecuencias tiene para nuestra salud y estilo de vida, así como las formas de prevención de dicha enfermedad. III.2 SITUACION DE LA DIABETES EN MÉXICO En este apartado, se comenzará hablando de la diabetes como un problema de salud en todo el mundo y como éste ha sido un factor importante del gasto público en la mayoría de los países, ya que según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 8,5% de la población adulta de todo el mundo la padece y para el caso de México 9.6% de la población, por ello, se harán comparaciones de la tasa de mortalidad, disminución de incidencia de la enfermedad, porcentajes de población atendida, entre otras cuestiones, y, a partir de lo anterior, se podrá ubicar la situación que vive nuestro país respecto a la enfermedad, y cómo ha afectado a la población por parte del sector público que provee los bienes y servicios para el control y disminución, ya que se ha convertido en uno de los problemas más grandes que le competen al sector salud. III.3 ALCANCES DE LA SECRETARIA DE SALUD EN EL COMBATE A LA DIABETES 10 En este apartado, se plantean las funciones que la Secretaría de Salud tiene en nuestro país, para el combate a la diabetes, las campañas que elaboran respecto a dicha enfermedad, y los resultados que han tenido de acuerdo a indicadores de salud, población, entre otros, si existen programas destinados a minimizar la incidencia en el país, el número de hospitales alrededor de la república que tratan y provén de medicamentos a los pacientes con dicha enfermedad, así como, el número de pacientes atendidos, y si las acciones tomadas por la Secretaria de Saludhan disminuido la tasa de mortalidad por causa de diabetes. CAPITULO IV IMPACTO SOCIOECONOMICO DE LA DIABETES EN LAS FAMILIAS IV. 1 COSTOS PARA LOS PACIENTES EN CONDICION DE DIABETES En este apartado se mencionará cuánto cuestan algunos medicamentos que las personas con diabetes necesitan para mejorar su estado de salud, así como las consultas que deben pagar, si ellos tuvieran que cubrir ese gasto, sobre todo en el sector privado. Y también se muestran los costos anteriores para el sector público, teniendo así una comparación del dinero que ahorrarían las personas en esta condición si el Estado les otorgara el tratamiento. IV.2 FINANCIAMENTO DE LA DIABETES EN MEXICO Se hablará del gasto destinado al sector salud, y el porcentaje de este gasto dirigido a la atención de la diabetes, así como si existen otras formas de financiamiento para cubrir las necesidades que tienen los hospitales para el mejoramiento del paciente con dicha enfermedad. IV.3 EVALUACION DEL GASTO GUBERNAMENTAL EN LA DIABETES Y SU IMPACTO EN LAS FAMILIAS En ese apartado, se planteará si la presupuestación, planeación y aplicación del gasto gubernamental dirigido a la atención de diabetes ha sido el correcto, para la disminución de la incidencia, así como el mejoramiento de los pacientes, y si este gasto ha tenido un impacto positivo en la economía de las familias con pacientes atendidos de diabetes. CAPÍTULO 1. BREVE ESBOZO TEÓRICO PARA ESTUDIAR LA INTERVENCION DEL ESTADO EN EL SISTEMA DE SALUD PÚBLICA DE UN PAÍS. 1.1 La división social del trabajo como parte del esfuerzo colectivo de la sociedad y del Estado por mantener sana a la población de un país. 11 Como es reconocido por diversos autores (Engels, 1884/2005; Rivera, 2005; Ordóñez y Bouchain, 2011) cada etapa histórica de la división social del trabajo significa un estadio superior del progreso de los humanos en el mejoramiento de los medios de producción para sostener y reproducir sus condiciones de vida y ampliar la infraestructura económica de su medio circundante. En este contexto, por ejemplo, Engels estudió las cinco grandes divisiones sociales del trabajo que se desarrollaron en el marco de la sociedad primitiva, señalando que la primera gran etapa de esta división social del trabajo ocurrió cuando el ser humano logró domesticar y criar a los animales, así como su conversión en agricultor hecho que marcó la aparición del dinero al haberse creado el excedente económico, el surgimiento de las clases sociales, el Estado y al final de esta etapa el descubrimiento de la aleación de metales(Engels, 1884/2005:183-184). La segunda gran etapa fue cuando se desarrollaron los oficios y se produjo la separación del campo y la ciudad, que fue una de las acciones más revolucionarias en tanto permitió concentrar en determinados espacios geográficos a diversas familias que habían vivido fragmentadas (Engels, 1884/2005:190). La tercera gran etapa fue cuando aparecieron los comerciantes y la actividad del comercio se convirtió en una profesión que posibilitó la comunicación comercial entre las diversas comunidades asentadas en lugares que hacían límites unas de otras y con lugares distantes (Engels, 1884/2005:191). La cuarta gran división social del trabajo se produjo hacia la segunda mitad del siglo XIX cuando se dio la diferenciación radical entre países productores de bienes manufactureros y naciones agrarias (Bujarin, 1979:4). La quinta y última gran división social del trabajo se dio entre finales de los años ochenta y principios de los años noventa del siglo XX, con el surgimiento de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones y su articulación con el trabajo altamente calificado que dio origen a la industria intensiva en conocimientos (Rivera, 2010; Dabat y Ordóñez, 2009). En el marco de las primeras cinco grandes divisiones sociales del trabajo no existía un sistema de salud organizado socialmente para enfrentar los enormes desafíos que implicaba el combate a enfermedades que contagiaban a los humanos mediante virus y bacterias de diversa naturaleza. Por esa razón, el promedio de vida de los humanos no rebasaba los 15 años para unos autores (El Imperio de Des) y para otros, podrían vivir hasta 25 años, e incluso, algunos llegaban a vivir 35. En este contexto, las primeras civilizaciones y culturas basaron su práctica médica en dos pilares en apariencia opuestos: por un lado, en el empirismo primitivo y de carácter pragmático mediante la utilización de hierbas o remedios obtenidos de la naturaleza y del 12 otro, de una medicina religiosa que apostaba por los dioses para comprender lo inexplicable. Después con el advenimiento del esclavismo, aparecieron los primeros intentos de darle una forma social a la cura de las diversas enfermedades contagiosas y terminales. Fue así como en la Grecia clásica emergieron los primeros intentos por crear la profesión de médicos que curaban ciertas enfermedades a base del uso de las hierbas y las frutas, así como de ciertas recomendaciones de cuidado de la salud. Sin embargo, no fue sino hasta 460 años antes de Cristo que surgió la idea de crear una forma organizada de combatir las enfermedades mediante el uso de plantas y otros ingredientes derivados de la naturaleza circundante. Me refiero a Hipócrates, quien fue el primero en plantear la necesidad de separar la medicina de la filosofía para transformarla en una auténtica profesión (Facultad de Medicina). Fue el primero en basar la práctica de la medicina en el estudio del cuerpo humano, así como haber planteado la tesis de que el cuerpo debe ser tratado como un todo y no como una serie de partes (Facultad de Medicina). Con el desarrollo del capitalismo y su papel como verdadero impulsor de las diversas disciplinas científicas, entre ellas la medicina, por la aplicación de los conocimientos a la producción con miras a elevar la rentabilidad de las inversiones (Aranda, 1989:7), fue que el combate a las enfermedades tomó una forma organizada socialmente, sin embargo, no fue hasta finales de las dos últimas décadas del siglo XIX que se desarrollaron las disciplinas de higiene y medicina social que son los orígenes de la medicina preventiva actual. Asimismo, el intento por crear un sistema de hospitales se produjo desde finales del imperio romano con las llamadas casas de acogida y los hospitales creados por la iglesia católica (Herranz, s/f). Para el caso de México, el primer hospital que se construyó en la Nueva España y en el continente americano fue el Hospital del Sagrado Corazón de Jesús que Hernán Cortés mandó a construir en 1524 (Villasana y Navarrete, 2016). En este sentido, se puede afirmar con base en la información documental disponible hasta nuestros días, que la construcción de un sistema de salud en el mundo evolucionó en cinco etapas: la primera, las potencias coloniales desarrollaron actividades médicas en Asia, África y las Américas con fuerte énfasis en lo curativo. La segunda (1830-1924), se orientó a la prevención de la diseminación de las enfermedades infecciosas hacia los países vecinos. La tercera etapa (1900-1946), se enfocó no sólo a evitar las enfermedades infecciosas no sólo en las fronteras y puertos, sino también al interior de los países. La cuarta etapa (1946-1978), comenzó con la creación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), diversificándose las actividades de salud. La quinta etapa (1978 a la fecha), se caracteriza por el conflicto entre la orientación de la salud primaria y la orientación de la salud selectiva (Gómez-Dantés y Babat Khoshnood, s/f). 13 Independientemente de las etapas aquí descritas, es importante hacer la separación entre las formas de combate a las enfermedades y los recursos disponibles en cada una de ellas. En este contexto, las etapas de la división social del trabajo que se han desarrolladoen el marco del sistema capitalista (cuarta y quinta etapa), es cuando más avanzó la medicina moderna y el sistema de salud en el mundo, porque el sistema económico vigente enfocó su accionar al desarrollo de las fuerzas productivas con base en cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo, que al mismo tiempo que este sistema económico ha complejizado las enfermedades, también ha desarrollado medicamentos y tecnologías que permiten salvar la vida a los seres humanos y a los animales en mayores proporciones que en la época de la Grecia clásica, porque con la revolución tecnológica centrada en la información y las telecomunicaciones se hace posible articular el trabajo altamente calificado con esas tecnologías, logrando que en el campo de la producción se eleve la productividad del trabajo y se diversifique la creación de valores de uso del mismo, así como permite utilizar el instrumental tecnológico con el cual operan los equipos médicos de todos los países para salvar vidas humanas y animales a escala planetaria y la difusión de los conocimientos médicos a través de los diversos dispositivos móviles que se han encargado de difundir la información de forma amplia y profusa sobre la prevención, cura y combate a las enfermedades infecciosas y las llamadas enfermedades complejas que el propio sistema se ha encargado de desarrollar como las relacionadas con el medio ambiente y las contradicciones de la sociedad (cáncer, mal de Parkinson, diabetes, las diversas enfermedades mentales, etc.), con la ventaja de que el Estado asume gran parte del costo de estas enfermedades como se describe a continuación. 1.2. La intervención del Estado en el cuidado de la salud pública de una nación. Como ya se describió en el primer apartado de este capítulo, el Estado surgió en el marco de la primera gran etapa de la división social del trabajo. Su función fundamental consiste en darle cohesión al sistema económico y a la sociedad, es decir, evitar que la sociedad se devore a sí misma y que el desarrollo de la acumulación capitalista se paralice. En ese sentido, el Estado es producto de las contradicciones de clase y surgió cuando surgieron éstas y su función fundamental es defender los intereses de los propietarios de los medios de producción (Engels, 1884/2005; Lenin, 1960) y evitar que Estado pase a manos de los desposeídos. Sin embargo, su función no se limita a defender los intereses de las clases dominantes, sino también a darle orientación y viabilidad al sistema mediante la alianza de las clases dominantes con los sectores dominados a través de lo que Gramsci llama el consenso político, es decir, la construcción de un bloque histórico en el que se amalgaman los intereses de los sectores dominantes y dominados como lo llamó Gramsci (citado por Anderson, 1982). 14 Para cumplir con este cometido tiene que crear instituciones económicas, políticas, sociales, culturales, etc., que representan el accionar y el acuerdo de ese compromiso histórico. En el campo económico su función principal es crear las condiciones generales para que el sistema no detenga su marcha y sea capaz de reproducirse sistemáticamente, reproduciendo la infraestructura económica para sostener el espacio económico de las inversiones y los negocios, así como la reproducción de la fuerza de trabajo (Altvater, s/f). Este último aspecto es de gran importancia para el tema que nos ocupa, porque una fuerza de trabajo bien alimentada y sana es fundamental para sostener la reproducción de las inversiones y la ampliación de sus escalas. Por esa razón, el Estado tiene que crear escuelas, hospitales, sistemas de salud públicos subsidiados, porque de esa manera abarata los salarios al inversionista, toda vez que, si éste tuviera que pagar salarios incluyendo el cuidado y la salud de sus trabajadores, tendría que desembolsar una mayor cantidad de salarios y eso afectaría su tasa y su masa de ganancia. Aquí es cuando se comprende el papel del Estado en la creación de esas condiciones generales para reproducir al sistema económico, porque sin su intervención en este terreno, las ganancias irían a la baja conforme se fuese encareciendo la reproducción de estas condiciones. CAPITULO II. EL PAPEL DEL ESTADO MEXICANO EN LA ATENCION A LA SALUD En México durante la última década la tasa de mortalidad de diabetes ha aumentado un 25% (Federación Mexicana de Diabetes, 2016) partiendo de lo antes mencionado, se puede decir que la diabetes es un problema de salud pública y por ello existe la necesidad de su análisis a nivel económico y médico. En este primer capítulo se definirán los conceptos de economía de la salud y de las cuestiones de las que se hace cargo, asimismo se definirá la relación existente entre economía y salud, y por ende la razón por la cual el estado debe intervenir en la provisión de salud a la población, así como su evolución y desarrollo a través de la política de salud que se ha implementado a través de los años. II.1. La Economía de la salud En la década de los setenta empezó una preocupación por un aumento en el gasto en salud, por lo que se inició la búsqueda de una solución de corte económico. De esta 15 manera, se dio entrada a que los economistas analizaran problemas de salud y esta relación se reforzó con los frecuentes cambios en la regulación de los determinantes de la salud y de políticas sanitarias. Los economistas respondieron ante este llamado, expandiendo la docencia y aumentando la investigación considerablemente, insertándose de esta manera en el campo de la medicina. Desde entonces la denominada Economía de la Salud puede definirse como “una rama de la economía que estudia la producción y distribución de la salud y la atención sanitaria” (Hidalgo, 2005) la cual puede ser vista de dos formas: • Orientada a la disciplina, ubicando a sus participantes en departamentos de economía y empresas, en universidades y publicaciones • Orientada a la investigación y resolución de problemas de salud. Existen dos revistas médicas que publicaron por primera vez el término de economía relacionado con la salud. Una de ellas, Medical Economics en 1957 trató por primera vez el ingreso de los médicos, las horas de práctica, especialidades, determinación de honorarios, desarrollo de seguros de salud voluntario y su práctica, así como los impuestos y los gastos de planificación estatal. La segunda publicación Public Health Economics a cargo de la universidad de Michigan trató los programas de gobierno en operación en la época. A mediados de los ochenta, la economía de la salud se enfocó en la aplicación de conceptos económicos a la salud generándose avances teóricos dentro de su rama, en especial en la economía de la información y en la economía del seguro. Esto se debe a que se ha apoyado en la colaboración continua con otras disciplinas con el fin de desarrollarse. Ya para 1985 en países como España se desarrollaron conceptos importantes apoyados en ramas más especializadas en la medicina, como por ejemplo la epidemiología. La aplicación más cercana de la Economía de la Salud es la evaluación, que requiere de conocimientos no tan complejos, en cuanto a economía se refiere, pero necesita conocimientos técnicos e institucionales de los problemas de salud y servicios sanitarios. Otra aplicación es la gestión, la cual tuvo grandes aportaciones de la Economía del bienestar y se ha visto reflejada en el progreso de la economía de las Organizaciones, teniendo una presencia destacada en la gestión pública sanitaria y clínica. A manera de resumen, la economía de la salud no sólo se hace cargo del análisis de los servicios ofrecidos por profesionales de la salud, sino que también contempla los costos de vivienda, recreación y ropa. Su objeto de estudio incluye factores que determinan reglas de costos en los servicios de salud, asícomo de los materiales, bienes y recursos 16 humanos de los que se hace uso para evaluar los efectos de los servicios de salud en la población. Con lo anterior, pretende adquirir un mejor entendimiento de la relación entre los niveles de vida, producción y bienestar físico, que influyen en la eficiencia laboral de la población para con ello evitar en la medida de lo posible, una baja en el mercado de trabajo. Pero también le permite evaluar la eficiencia de los programas de salud puestos en marcha por el gobierno y aportar mejoras a los mismos. II.1.1 Relación entre economía y salud Para entender la relación entre economía y salud, es necesario comprender las fuerzas positivas y negativas que la sustentan. Esto es, desde las fallas de financiamiento de la salud hasta otra variable. El vínculo entre salud y desarrollo económico es de tipo bidireccional. Esto significa, que entre mayor sea el desarrollo económico este permitirá a su población, la obtención de un mejor estado de salud y viceversa. El carácter bidireccional del que se hace mención fue formalizado por (Grossman, 1927) que consideraba a la salud como un bien perdurable. Es decir, que todos los individuos nacen con un capital de salud que se va depreciando con la edad, pero puede ser incrementado por medio de la inversión en insumos para la salud. Por ello las personas van a demandar salud de dos formas: • Como consumo, ya que al experimentarse un estado de salud bueno el individuo obtiene bienestar; • Como bien de inversión a causa de que la salud determina el tiempo de dedicación al trabajo en el mercado laboral, del cual obtiene recursos monetarios y con ello bienestar. Bajo este contexto, se encuentra que el vínculo bidireccional no sólo es entre salud y desarrollo económico, sino que implícitamente considera la productividad laboral al ser un factor determinante en la acumulación de capital humano. Asimismo, la productividad laboral determina al ingreso, razón por la que no se puede dejar de lado este concepto, dado que entre mayor sea el ingreso, mejor salud se tiene y viceversa, a menor ingreso menos posibilidades de acceder a la salud. De aquí la importancia de políticas públicas enfocada a la protección de la salud. Sin embargo, para el diseño de políticas públicas enfocadas al objetivo ya mencionado, es necesario contar con medidas de salud, siendo dos los indicadores más utilizados: la morbilidad y la mortalidad que reflejan la perspectiva biológica de la medicina. Pero no sólo consideran ello, también los indicadores de salud son en gran medida el reflejo del nivel de desarrollo de un país. 17 Los indicadores de morbilidad estiman la incidencia de enfermedades y, por tanto, reflejan la ausencia de salud. Su medición se hace mediante encuestas o a partir de registros médicos existentes, sin embargo, las encuestas son difíciles de interpretar porque se encuentran fundamentalmente en juicios y diagnósticos que no contemplan los objetivos. Además, los registros de consulta solo muestran la demanda, dejando de lado la oferta existente se servicios de salud y tratamientos. Por otro lado, los indicadores de mortalidad ofrecen información sólo de los riesgos de muerte por una causa específica a determinada edad, por lo que es considerado el principal indicador de la salud, a razón de que los indicadores de morbilidad muestran ausencia de datos (Hidalgo, 2005). Una de las limitaciones más importantes es que sólo se consideran los casos fatales en un grupo de la población y se ignoran los casos de enfermedades que no culminan en muerte. Ante estos problemas se han propuesto alternativas para estimar los indicadores de salud. Para el caso de México, hay indicadores alternos a usarse como la tasa de mortalidad materna, el porcentaje de partos atendidos por personal calificado, el porcentaje de viviendas con agua potable, entre otros. Cabe señalar que la mortalidad infantil es una variable fundamental para evaluar el sistema de salud, debido a su correlación con otros indicadores de provisión de servicios y atención básica. En resumen, la salud no sólo tiene un impacto en el ingreso y crecimiento económico, sino que es un determinante de la pobreza porque la población acumula menos capital humano y aumenta el riesgo de contraer alguna enfermedad. Es así, que la población con menor capacidad monetaria es más vulnerable a contraer y solventar enfermedades de tipo crónico- degenerativo como es la diabetes. II.2 Intervención del Estado en la Salud La situación de salud es un momento de la sociedad en el cual se ven reflejadas las condiciones físicas de potencialidad que le permitan desempeñar sus actividades cotidianas, entre ellas acciones económicas, sin que factores de enfermedad o discapacidad se interpongan, así pues mientras la salud corresponde directamente a la conservación de la vida humana y el desarrollo de capacidades y potencialidades de la propia colectividad, las concepciones teórico-práctica que se asumen tienen vital importancia en los procesos de identificación de las necesidades de salud y luego en la definición de las intervenciones y propuestas para su modificación o bien su cambio, ya que se presentan distintos horizontes de visibilidad de los problemas y por ende de sociedades que viven realidades en materia de salud, por lo que se tiene que identificar primero que tipo de sociedad se tiene, cuáles son sus perspectivas de crecimiento y 18 desarrollo para después poder tener la certeza de los problemas, carencias y necesidades que pudieran existir. En la actualidad está en el centro del debate la concepción de la salud como bien privado o público, como derecho o mercancía, como quehacer del Estado o del mercado, así mismo, el papel que se privilegia respecto a la salud como medio etico-politico y como responsabilidad individual o colectiva (García, 1996: 80) Las concepciones que guían la definición de necesidades , de perspectivas y de posibles soluciones en materia de salud son de vital importancia para las naciones (tanto para las desarrolladas como para las que están en vías de desarrollo), ya que las últimas dos décadas, la disputa por la salud ha generado un debate que comprende desde la concepción de la salud, hasta las ideas y mecanismos que cada una de las distintas sociedades identifican para priorizar sus problemas y necesidades, y con ello la búsqueda y aplicación de medidas organizadas para resolverlas y satisfacerlas; para el caso de las sociedades subdesarrolladas como el caso de México. Lo anterior genera una lucha entre los ámbitos políticos e ideológicos que dan preferencia de acuerdo a sus enfoques y perspectivas ya sea a lo privado o a lo individual y subordinan lo publico planteando una resolución a las necesidades humanas (incluyendo por supuesto la salud de la población) a través del mercado que se ha consolidado en deterioro de las versiones integradoras que asumen una perspectiva de equidad y ciudadanía en la cuestión de salud, lo cual es un fuerte obstáculo para hacer razonar al Estado sobre la vital importancia de mantener un gasto publico importante que mantenga al sector salud en condiciones suficientes para que atienda sus deberes sociales con la población y haga respetar el derecho a la salud que todo individuo tiene. La salud es reconocida universalmente como una necesidad humana básica y su atención es un satisfactorio esencial y un derecho humano por excelencia. Pero la forma en que cada sociedad responde a esta necesidad es muy diversa, tiene como punto de partida una definición ético-política, que se diferencia según la metodología empleada. En los Estados Nación modernos, la salud se materializa en derechos sociales y ciudadanos, por lo que el gasto en salud es y será indispensable si es que se desea garantizar un desarrollo adecuado y equitativo de la población,por ello para la teoría contractualista el Estado es: “El resultado de un contrato que se establece entre los individuos y el Estado, conforme al cual, el gobierno provee a la sociedad de bienes y servicios públicos y por su parte, los ciudadanos aportan los recursos financieros y el apoyo social al gobierno, así el acuerdo 19 social queda consagrado en la Constitución política, que justamente define los términos del contrato social” (Ayala, 1996) Al respecto la teoría macroeconómica keynesiana postula dos tesis principales: En primer lugar, sostiene que los distintos mercados no alcanzan el nivel de equilibrio y de eficiencia automáticamente, porque en el mercado y en la intervención del Estado existen fallas macroeconómicas. Existen problemas de coordinación de decisiones entre los distintos niveles de gobierno, entre el desajuste entre la oferta y demanda agregadas, y entre ahorro e inversión social, lo cual impide la coordinación eficiente entre mercados y agentes; ello se traduce a su vez, en un desequilibrio entre la capacidad productiva instalada y el nivel de emplean, es decir la economía no logra el nivel del pleno empleo. En segundo lugar, en el intercambio económico ocurre un desajuste entre las elecciones individuales y las elecciones sociales, en el sentido de que las elecciones económicas de los individuos que buscan la maximización de sus beneficios no necesariamente coinciden con las elecciones colectivas que buscan maximizar el bienestar social, por lo que Keynes sugiere lo siguiente: “La deducción lógica, es que se requiere la intervención del Estado en la economía, para que a través de la aplicación de políticas públicas, se generen condiciones más favorables a la coordinación económica, al concebir la intervención del estado en la economía, es que éste podría restringir las elecciones individuales egoístas, para favorecer el surgimiento de un clima de cooperación que permitiera la creación de la riqueza” (Ayala, 1996:182) Entonces se deduce que la teoría keynesiana atribuye al Estado un papel trascendental, el cual es asegurarse de dotar de un nivel de gasto público que permita entre otras cosas la determinación y maximización de la producción, el empleo y el bienestar social, y es en este último rubro en donde la salud entra como responsabilidad directa del Estado. EL MERCADO Y SU CONCEPCION DE LA SALUD Sin embargo, la economía neoclásica sostiene que el mercado es el mecanismo más eficiente para la asignación de recursos y que el Estado es el mecanismo inferior, y aun contraproducente. La literatura neoclásica contemporánea admite la coexistencia del mercado y el Estado como mecanismos de asignación de recursos, en ambos casos, los individuos son maximizadores, por lo que se tiene la siguiente expresión que desde el enfoque neoclásico, fundamenta esta idea: “El argumento es que la competencia y la motivación de maximizar ganancias, también conduciría a la maximización del bienestar social, mientras que los individuos actúan a favor de sus intereses egoístas. En consecuencia, no hay necesidad de que intervenga el Estado porque la economía de mercado por si sola alcanzara los mejores resultados 20 posibles para los individuos y para la sociedad en su conjunto. La conclusión más importante, es que la coordinación económica, entre individuos y mercados se logra sin necesidad alguna de arreglos institucionales, derechos de propiedad, contratos, etc.” (Ayala, 1996: 36). Se debe reconocer que, en los mercados no todos los bienes y servicios que se intercambian tienen las mismas características, ya que en el mercado existe un tipo de bienes que no son exclusivos y no tienen sustitutos, es decir, los bienes que tienen estas propiedades definen a un amplio grupo de bienes definidos como públicos, para distinguirlos de los bienes privados. Los bienes típicamente públicos son: la defensa nacional, los parques, las carreteras, las emisiones de radio y televisión públicas, etcétera. Los bienes que tienen estas dos propiedades (no exclusividad y no sustituibilidad) son bienes públicos puros o colectivos porque no se pueden excluir a nadie de su consumo y los costos marginales de producción de estos bienes tienden a cero, es decir, se puede aumentar su oferta sin afectar los costos medios. Existe otro tipo de bienes públicos que solo tienen una de las dos características anteriores y se les define como bienes públicos impuros o mixtos, que se caracterizan porque sus costos marginales de producción no tienden a cero y es posible excluir de su consumo a los individuos. Los ejemplos típicos de estos bienes son la educación y la salud pública, las carreteras públicas, los parques etc. Los consumidores adicionales que pueden acceder a estos bienes están restringidos por las limitaciones físicas de las escuelas, los hospitales, las carreteras y los parques. El racionamiento y la exclusión son plausible, por lo que la presencia del mercado no basta para satisfacer necesidades como bienes de otro carácter público y que se aplique la racionalidad del mercado. La dotación de salud queda entonces como un bien público impuro que significa entrar en competencia directa con otros individuos para obtenerla en la cantidad requerida, por lo que la visión del mercado en este sentido indica que se tendría que dejar la oferta y demanda, es decir, el mercado asumiría la responsabilidad de asignar este servicio a la población debido precisamente a sus características de ser un bien no público al 100% y que sus tendencias obedecen más a reglas del mercado. EL ESTADO COMO RESPONSABLE DE PRESERVAR LA SALUD EN LA SOCIEDAD La decisión de integrar los servicios de salud, dedicados a actividades de atención médica, de salubridad y de asistencia social, debe ser un proceso de selección entre diferentes opciones basadas en características de organización y funcionamiento para conformar un sistema nacional de salud capaz de responder a necesidades básicas y de presentar viabilidad política, social, económica y administrativa; asimismo, debe permitir 21 el desarrollo de fórmulas para lograr una prestación eficaz y eficiente de servicios para toda la población. La estructura de los servicios públicos de salud depende de planteamientos derivados de la ideología política del país y de la factibilidad de estos, principalmente los conceptos de la atención igualitaria, la planeación democrática, la participación popular, la administración ordenada de las disponibilidades nacionales, la descentralización y la distribución equitativa de recursos y beneficios. Es evidente que la organización de un nuevo sistema para la atención de la salud depende del establecimiento de planes de desarrollo y, en general de la posibilidad de cambios globales de la administración pública. Corresponde al Estado realizar acciones dirigidas a proteger a la población de riesgos y daños que pueden afectar su salud. Para ello es necesario que el Estado organice sistemas y recursos para detectar, ordenar, vigilar y controlar situaciones, hechos, actividades, establecimientos, obras y servicios, que pueden tener efecto directo sobre las condiciones de salud de la población, o que a través de modificaciones ambientales alteren su salud y bienestar. De acuerdo con el marco jurídico-administrativo que norma la organización y funcionamiento de la administración pública mexicana, el Estado tiene la responsabilidad de dictar leyes y demás disposiciones conducentes para regular las acciones de salud y en general y los procesos antes mencionados en particular y es así como, en materia sanitaria las disposiciones que establecen las facultades de regulación y control se han expresado a través de diversas leyes, reglamentos, decretos y acuerdos. En un sistema nacional asegurar las bases de coherencia y viabilidad operativa de los servicios correspondientes,así como garantizar la adecuación y congruencia de los planes institucionales con los niveles sectorial y global. Las funciones de salud pública forman partes de los sistemas de salud organizados por la administración pública , cualquiera que sea la estructura política del Estado, para prevenir y atender los daños que resulten de las relaciones propias entre los individuos y su medio ambiente, en función de las condiciones demográficas, ecológicas, geográficas, económicas; así también influyen las características del saneamiento ambiental y de los asentamientos humanos, formas y estilos de vida de los particulares y del grado de desarrollo socioeconómico de la sociedad. La planeación basada en estas funciones de regulación y control no se encuentra sujeta a limitaciones de coordinación sectorial, puesto que, siendo responsabilidad del Estado, deben ejercerse independientemente de los ámbitos de cobertura de las instituciones. La protección global de la salud debe abarcar incluso a la población protegida por los seguros sociales. 22 La atención médica, como acción organizada por el Estado, constituye una responsabilidad determinada por la demanda social de servicios, así como por las necesidades del desarrollo y se define como el conjunto de servicios que proporciona al individuo con el fin de promover sostener y restaurar su salud a través de la integración de factores que tienen que ver con situaciones que afectan el entorno de la población (aspectos biológicos, psicológicos y sociales) y que se deben consolidar en acciones específicas como servicios médicos a través de las instituciones que el Estados ha facultado para que se impartan con el fin de contener la necesidad de la salud. II.3 Evolución y desarrollo de la salud a través de la política de salud. La atención de la salud en México se realiza a través de dos grandes sectores: el público y el privado, conformados de la siguiente manera: Sector Público: Secretaría de Salud (SSA), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Secretaría de la Defensa Nacional (SDN), Secretaría de Marina (SM), Petróleos Mexicanos (PEMEX). Sector Privado: Lo integran todos los establecimientos particulares que prestan servicios de atención a la salud de la población que va desde pequeñas clínicas hasta modernos hospitales. La razón de médicos por 10 mil habitantes en 2010 fue de 12.1, llegando a 15.2 en 2016. La razón de enfermeras por 10 mil habitantes pasó de 18.3 a 18.8 en igual periodo. Entre los sectores público y privado había 75.9 camas por mil habitantes, 1.8 laboratorios clínicos, 0.2 bancos de sangre, 2.0 equipo de radiodiagnóstico y 7.0 salas de parto. Un reto fundamental es que la atención de salud en México se proporciona a través de un conglomerado de subsistemas desarticulados entre sí. (Revista panamericana de salud pública, 2015) Cada subsistema ofrece diferentes niveles de atención, a precios distintos, con diferentes resultados. El acceso a cada subsistema está determinado por la condición laboral. Los individuos asalariados en el sector privado y sus familias están afiliados a un paquete de beneficios y a un conjunto de prestadores que pertenecen al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, si pierden su empleo, entonces probablemente tendrán que afiliarse al Seguro Popular, con un paquete diferente y un grupo de prestadores distinto. 23 Si después encuentran trabajo en el gobierno federal, entonces serían afiliados a un paquete diferente y prestador diferente pertenecientes al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE). La Población para los primeros años del siglo en curso según condiciones de derechohabiencia son los siguientes: 57% no derechohabientes, 32.3% IMSS, 5.9% ISSSTE, 2.9% no específico, 1.1% otra institución, 1.1% PEMEX, defensa o marina. (Frenk Julio, 2008) Es por ello que la política de salud juega un papel muy importante para que exista bienestar social en donde se contemplan la salud, educación, vivienda y alimentación. Y debido a su relevancia se da un recorrido histórico por las instituciones que conforman el Sistema de Salud en México. II.3.1 El IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) Las bases de la seguridad social y por lo tanto de salud para la clase trabajadora mexicana se plasmaron desde la constitución política de 1917, sobre todo en los artículos 3, 4,27 y 123 en los que se establece, entre otras medidas, las responsabilidades de los patrones en accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, así como también la obligación de observar medidas de higiene y seguridad. En 1935 el presidente Lázaro Cárdenas envió un proyecto de seguro social en el cual se contemplaba la prestación de los servicios a un Instituto de Seguros Sociales: esto se llevaría a cabo bajo un esquema de aportaciones y administraciones tripartitas que contemplaría a los asalariados. Este instituto cubriría los seguros de: enfermedades profesionales y accidentes de trabajo, enfermedades no profesionales y maternidad, vejez e invalidez y desocupación involuntaria. La iniciativa fue enviada a la Cámara de Diputados en diciembre de 1938 pero debido a los gastos derivados de la expropiación petrolera no permitieron su financiamiento. Fue hasta diciembre de 1942 cuando, por medio del presidente Ávila Camacho, se mandó una nueva iniciativa de ley, con ella surgió el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Se organizó con una composición tripartita para su gobierno, integrado, de manera igualitaria, por representantes de los trabajadores, de los patrones y del Gobierno Federal. Con la creación del IMSS se hacían efectivos los seguros de invalidez, vejez cesación involuntaria del trabajo, visa, enfermedades y accidentes, esto como derecho de los trabajadores y sus familias. 24 Entre 1955 y 1973 el IMSS vivió una etapa de consolidación y ampliación de sus servicios, tanto en la atención médica, hospitalaria, de rehabilitación y farmacológica, como de los servicios sociales. La situación financiera que prevalecía entonces era favorable y permitió crear infraestructura en la mayor parte del territorio nacional, así como la formación de recursos humanos de calidad. Esta situación permitió extender los beneficios de la seguridad social a otros grupos de trabajadores. En 1964 se incorporaron los trabajadores productores de caña de azúcar, los trabajadores del campo de los estados de Baja California, Sonora y Sinaloa, los pequeños propietarios y los trabajadores temporales y eventuales urbanos. Esto último dio lugar al diseño de un nuevo esquema de cotizaciones, así el IMSS otorgo servicios básicamente de dos tipos de régimen: • El régimen obligatorio: es aquel que se financia con contribuciones provenientes de los patrones , el Estado y los propios trabajadores donde cuentan con cinco tipos de seguros: 1. Enfermedades y maternidad 2. Riesgos de trabajo 3. Invalidez y Vida 4. Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez 5. Guarderías y prestaciones sociales. • El régimen voluntario: mediante un convenio con el instituto, podrán ser sujetos a aseguramiento en este régimen, los trabajadores en industrias familiares y los independientes como profesionales+, pequeños comerciantes, artesanos y demás trabajadores no asalariados, los trabajadores domésticos, los ejidatarios, comuneros, colonos y pequeños propietarios: así mismo, los patrones (personas físicas) con trabajadores asegurados a sus servicios y los trabajadores al servicio de las administraciones públicas de la federación, entidades federativas y municipios que estén excluidos o no comprendidos en otras leyes o decretos como sujetos de seguridad social. El 12 de marzo de 1973 se publicó unanueva Ley del Seguro Social, donde se le otorgó mayor preponderancia a la medicina preventiva. En 1979 el Gobierno de la República le encomendó al IMSS la atención médica a los grupos más desprotegidos de la población que no se encontraban afiliados en el sistema de cotizaciones. Se creó entonces el programa por cooperación comunitaria IMSS-COPLAMAR (Coordinación General del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados) posteriormente denominado IMSS- Solidaridad. A partir del año 2002 este opera como IMSS- Oportunidades, es financiado con recursos de Gobierno Federal con una capacidad atendida de once millones de personas en condición de marginación en zonas rurales del país. Actualmente el IMSS sigue cumpliendo una función dual: 25 • Como institución administradora de riesgos: Administra los distintos ramos de seguro que prevé la ley de seguro social requiriendo de una adecuada gestión de las contribuciones y los recursos financieros para proporcionar las prestaciones en especie y dinero. • Como entidad prestadora de servicios: Fomenta la salud de la población trabajadora asegurada y de sus familias, de los pensionados y de los estudiantes de manera integral, a través de la provisión de servicios preventivos y curativos médicos de guarderías y de prestaciones económicas y sociales. II.3.2 El ISSTE (Instituto de seguridad y servicios sociales de los trabajadores del estado) El punto de partida para la creación del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), fue la Dirección General de Pensiones Civiles y de Retiro. Esta Dirección fungió como un organismo público descentralizado con atribución pública y personalidad jurídica propia. Nació en la vida jurídica del país mediante la expedición de la Ley de Pensiones Civiles y de Retiro el 12 de agosto de 1925. (ISSSTE 2013). Para el año de 1947, la Ley de Pensiones sufrió grandes reformas, las cuales estaban orientadas a extender la gama de prestaciones, mejorar la calidad de las que ya existían e incorporar el régimen de la seguridad social a un mayor número de trabajadores y otros organismos públicos. Con esta reforma, se estableció que la edad para recibir las pensiones sería de 55 años con un mínimo de 15 años de servicio, además de que se ampliaron los seguros de vejez, viudez, invalidez, muerte y orfandad, así como los montos para los préstamos hipotecarios. En lo referente a los servicios de salud, por primera vez se les brinda atención a los trabajadores del Estado, aunque sólo cubren los accidentes laborales a través de servicios prestados por hospitales particulares. Dicho lo anterior, la Dirección General de Pensiones Civiles y de Retiro se transformó en 1960 en el ISSSTE, otorgando a los trabajadores de este sector protección que cubre accidentes y enfermedades profesionales, enfermedades no profesionales, maternidad, jubilaciones, invalidez, vejez y muerte, así mismo, contempló prestaciones sociales, culturales y económicas, cuyos beneficios se extienden a los familiares de los trabajadores. 26 Para el año de su creación, el ISSSTE amparaba a 129 mil 512 trabajadores, 11 mil 912 pensionistas y 346 mil 318 familiares, es decir, un total de 487 mil 742 derechohabientes beneficiados con las 14 prestaciones que marcaba la nueva Ley. En el renglón de atención a la salud se ampliaron los beneficios; ahora se cubrían los seguros de enfermedades profesionales y no profesionales, de maternidad, accidentes de trabajo y rehabilitación de inválidos. En este sentido, el Instituto comenzó a adquirir unidades hospitalarias privadas, las cuales de alguna manera contribuyeron a satisfacer la demanda inicial del servicio. De esta forma, el ISSSTE en 1960 inició la construcción de las tres primeras clínicas en el Distrito Federal y compró el Centro Hospitalario 20 de Noviembre. Otro elemento sustancial fueron las prestaciones que se denominaron “Servicios Sociales”, los cuales eran prestados a través de la atención a niños en guarderías, renta y venta de departamentos, prestación de servicios funerarios y apoyo en general a la economía familiar. En 1992, se reforma el artículo 25 de la Ley del ISSSTE, esta versó en la eliminación de la cuota del 4 por ciento del monto de la pensión que los pensionados deberían de cubrir para que ellos y sus familias pudieran contar del seguro de enfermedades y maternidad, así como del servicio de medicina preventiva. II.3.3 El seguro popular Como se ha observado el Sistema de salud desde 1917 ha ido en constante evolución, sobre todo en relación a las instituciones que velan por este derecho humano, ya que, desde entonces el IMSS, ISSTE, Secretaria de Salud (SS) PEMEX, SEMAR y SEDENA han sido los encargados de brindar el servicio a sus respectivos derechohabientes. A pesar de los grandes esfuerzos, cerca del 60 por ciento de la población para el año de 1998 se encontraba en situación de no derechohabiencia en ninguna institución ni programa de salud (Cabrera, 2011), por lo que nace el llamado Sistema de Protección Social en Salud, del cual forma parte el Seguro Popular. Los antecedentes del Seguro Popular se remontan a la necesidad de un cambio estructural dentro del sistema de salud, específicamente en 1999, donde la inquietud por dicho cambio comienza a materializarse. En el año 2003, se presenta una reforma a la Ley General de Salud, en la que se plantea como eje rector el esquema de seguridad universal plasmado, como se mencionó anteriormente en el denominado Sistema de Protección Social en Salud (Seguro Popular) 27 para ofrecer un acceso equitativo a la población no asalariada a los servicios de salud. (Seguro Popular, 2010) El Gobierno Federal durante el periodo del presidente Vicente Fox, puso en marcha el programa Nacional de Salud (PNS 2001-2006), el cual titularon “La democratización de la salud en México: Hacia un sistema Universal de Salud”. Este programa contenía un análisis minucioso acerca de la salud de la población mexicana y del mismo sistema de salud. Dentro de los principales hallazgos se presentó una inequidad entre el sistema de salud que estaba vigente y las necesidades reales de salud de la población, por lo que se propuso el “Programa Salud para todos”, que pretendía reducir el gasto privado de las familias en México y fomentar a la par la asistencia médica oportuna. Más tarde a este programa se le denominó “Seguro Popular de Salud”. Al inicio, el Seguro Popular se aplicó en cinco entidades, las cuales fueron Aguascalientes, Campeche, Colima, Tabasco y Jalisco. Para el año 2004 entra en vigor la reforma a la ley general de salud, en el cual se aplica a través de este programa, una incorporación gradual de todos los mexicanos alguna institución de seguridad social, que por su situación laboral o social no contaran con dicho servicio. Con dichos antecedentes, en el 2004 el Gobierno establece que el seguro popular de salud para llegar a la meta establecida en el Plan Nacional de Desarrollo, de contar con una cobertura universal en materia de salud. Aunado a lo anterior se estableció que el Sistema de protección Social en Salud se incorporara a las funciones de la Secretaria de Salud, de los Servicios Estatales de Salud que cuenten con regímenes estatales de protección en salud y demás entidades que les fueron encomendados la tarea. Por ello los servicios estatales de salud encargados de garantizar las acciones de protección social en salud para los afiliados lo harían mediante el financiamiento y coordinación eficiente, oportuna y sistemática de los servicios de salud en los tres órdenes de gobierno. De acuerdo con lo anterior, los recursos del Sistema de Protección Social en Salud se destinan a garantizar el financiamiento de: • La prestación de los servicios de salud que se ofrecen a la población afiliada contenidosen el catálogo universal de servicios de salud. • Para tratamientos de los padecimientos de alta especialidad y alto costo que se presentan como un riesgo financiero o gasto catastrófico. Esto es posible gracias al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. • La previsión presupuestal, que a través del Fondo de Previsión Presupuestal. De acuerdo con lo que se establece la Ley General de Salud contempla los recursos para: 28 o El desarrollo de infraestructura y equipamiento para la atención primaria y de especialidad básicas en zonas de mayor marginación social. o La cobertura de las diferencias imprevistas en la demanda de servicios esenciales en el nivel estatal. o El establecimiento de una garantía ante el eventual incumplimiento de pago por la prestación interestatal de servicios de salud. En relación al sistema de protección social en salud, el objetivo primordial es “otorgar protección financiera en salud a la población no derechohabiente de la seguridad social”: y será financiado a través de subsidios y por recursos fiscales federales asignados en el Presupuesto de Egresos de la Federación, además de una cuota que los asegurados destinaran para los servicios. 29 Gráfica 1: Población total según condición de derechohabiencia para 2016 (porcentaje) Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI 2016, consultados en http://inegi.org.mx/temas/derechohabiencia/ *La suma de los porcentajes puede ser mayor a cien por la población que es derechohabiente en dos o más instituciones. II.3.4 Indicadores de salud. Para comprender si las acciones tomadas por parte del Estado a lo largo del tiempo para mejorar la condición de salud de los mexicanos han sido exitosas, es pertinente conocer algunos indicadores de salud, como las siguientes: La esperanza de vida a lo largo de las últimos años ha ido aumentando: 0 10 20 30 40 50 60 IMSS SEGURO POPULAR ISSSTE OTRAS INSTITUCIONES PEMEZ,SDN,SM http://inegi.org.mx/temas/derechohabiencia/ 30 Gráfica 2: Esperanza de vida en años 2000-2016 Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI 2016, consultado en http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/esperanza.aspx?tema=P Los seres humanos aspiran a una vida larga, de calidad y con oportunidades. Esto se logra cuando se dispone, entre otras cosas, de alimento, vivienda, educación y servicios de salud. Por estas razones, la esperanza de vida al nacimiento se ha convertido en un indicador muy utilizado para evaluar el nivel de desarrollo y salud de una sociedad, ya que sintetiza en un valor único, el patrón de mortalidad para todos los grupos de edad de una población en un momento determinado. El valor de este indicador ha tenido una evolución extraordinariamente positiva en el último siglo a nivel mundial. La esperanza de vida al nacer que en 1900 era de apenas 30 años, para 1985 ya se había duplicado. En 2012 alcanzó los 70 años, aunque con diferencias importantes: en Japón fue de 84 años mientras que en Sierra Leona fue de apenas 46 años. (Organización Mundial de la Salud, 2013) En 2011, México tuvo una de las esperanzas de vida más bajas de los países miembros o asociados a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), inclusive estando por debajo de Brasil, Colombia y Chile. 60 62 64 66 68 70 72 74 76 78 80 2 0 0 0 2 0 0 1 2 0 0 2 2 0 0 3 2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6 MUJERES TOTAL HOMBRES http://cuentame.inegi.org.mx/poblacion/esperanza.aspx?tema=P 31 En prácticamente todo el mundo, la esperanza de vida por sexo refleja la mayor sobrevivencia de las mujeres y México no es la excepción. A nivel nacional en 2013, las mujeres vivían en promedio, cerca de 6 años más que los hombres (77.4 y 71.7 años, respectivamente). No obstante, los logros a nivel de país persisten diferencias importantes entre estados. En 2016, Oaxaca (72.5), Chiapas (72.5), Guerrero (72.5) y Chihuahua (71.5) fueron las entidades con menor esperanza de vida, mientras que el Distrito Federal (75.8) y Baja California Sur (75.8) reportaron la mayor. Además, la esperanza de vida para los hombres en Nuevo León es muy superior a la de Guerrero. (Organización Mundial de la Salud, 2013) Aunque en todas las entidades las mujeres viven más que los hombres, es de notar que Chihuahua presenta la mayor diferencia a nivel nacional, de 8.3 años contra el promedio nacional de 5.7 años. Gráfica 3: Tasa de mortalidad en México de 2006-2016 Fuente: Elaboración propia con datos de INEGI 2016, consultado en http://www.inegi.org.mx/temas/mortalidad/ Así como la mortalidad es un factor importante para medir la salud de una población la morbilidad también y esta corresponde a las enfermedades o categorías diagnosticas más frecuentemente registradas en el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica en 2016. Para el año 2016 se reportaron poco más de 46 millones de casos de enfermedad, 27 en mujeres y 19 en hombres. La causa más frecuente de atención entre los hombres fueron las reportadas como “infecciones respiratorias agudas”, con 12.1 millones de casos, más 4 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 Tasa de mortalidad http://www.inegi.org.mx/temas/mortalidad/ 32 de 60% del total. El segundo sitio lo ocuparon las catalogadas como “infecciones intestinales por otros organismos y las mal definidas”, con 2.27 millones de casos. Lo anterior denota que, a diferencia de lo que ocurre en el análisis de mortalidad, la atención médica en las unidades está fuertemente dirigida hacia la atención de infecciones comunes. De hecho, la tercera causa en los hombres son las infecciones de vías urinarias, con lo que el conglomerado de estas tres categorías suma más de quince millones de registros, aproximadamente 80% del total registrado en hombres. En el caso de las mujeres la situación es muy similar, pues las primeras seis causas de enfermedad fueron las mismas que para los hombres, aunque el número absoluto es mayor. Las diferencias que se dan en las primeras causas de enfermedad por sexo son principalmente por la aparición de padecimientos propios de este género, como la vulvovaginitis aguda y la candidiasis urogenital. La octava causa de enfermedad en ambos sexos fue la hipertensión arterial. Además, la novena causa en hombres fue la diabetes, que en el caso de las mujeres ocupó la posición 12, detrás de la obesidad. Esta última tuvo el lugar 14 en los hombres. Debido a lo anterior, la hipertensión arterial es la séptima causa de enfermedad a nivel nacional, la diabetes mellitus la novena y la obesidad la décima. Es importante mencionar que la obesidad apareció por primera vez en 2014 entre las primeras 20 causas de enfermedad registradas. Las infecciones respiratorias agudas representaron el 81% de las enfermedades en los menores de un año, porcentaje que decrece con la edad hasta el 46% en los adultos de 65 años o más. Por otra parte, las infecciones intestinales se mantienen a lo largo de los grupos de edad muy cerca del 10% del total de las enfermedades. (Reporte del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, 2016) . Cuadro 1. Diez principales causas de morbilidad por sexo en México, 2016. POSICIÓN HOMBRES PADECIMIENTO HOMBRES CASOS MUJERES PADECIMIENTO MUJERES CASO 1 Infecciones respiratorias agudas 12,120,993 Infecciones respiratorias agudas 15,372,246 2 Infecciones intestinales por otros organismos y las mal definidas 2,272,667 Infecciones intestinales por otros organismos y las mal definidas 3,246,261 33 3 Infección de vías urinarias 997,792 Infección de vías urinarias 2,668,760 4 Úlceras, gastritis y duodenitis 529,636Úlceras, gastritis y duodenitis 968,166 5 Gingivitis y enfermedad periodontal 415,435 Gingivitis y enfermedad periodontal 703,724 6 Otitis media aguda 272,191 Otitis media aguda 367,434 7 Conjuntivitis mucopurulenta 201,215 Vulvovaginitis aguda 355,600 8 Hipertensión arterial 194,258 Hipertensión arterial 286,074 9 Diabetes mellitus 157,793 Conjuntivitis 255,068 10 Intoxicación por picadura de alacrán 146,330 Candidiasis urogenital 235,372 Fuente: Elaboración propia con datos de SINAVE 2016 , consultado en http://www.diabetes.sinave.gob.mx Conclusiones del capítulo II Es una realidad que la demanda de los Servicios de Salud Pública de la población abierta en México ha alcanzado un nivel muy alto, debido en gran medida al aumento de la población desprotegida de la seguridad social; además, ésta es una población que en su mayoría percibe ingresos muy bajos y que incurren, en numerosas ocasiones, en gastos catastróficos, en donde emplean más de la tercera parte de su ingreso para mantener su salud, la cual a su vez necesitan para poder hacer frente a una vida productiva cada vez más difícil; por tanto, estos gastos son una causa más que contribuye a empobrecerla. Aunado a lo anterior, se encuentra también rebasada la capacidad resolutiva de la atención médica que proporcionan los gobiernos federal y estatal, en donde impera una mala distribución de los recursos económicos, altos costos de la atención médica e insuficiente presupuesto asignado. (Solís, 1996) Esto se explica en que la salud en México cuenta con menos recursos que otros países de la OCDE. En la actualidad, México destina 6.2% (2013) del PIB a la salud, menos que el promedio de la OCDE de 8.9%, lo que equivale a $1,048 dólares per cápita por año (el promedio de la OCDE es $3,453 dólares per cápita en 2013). La proporción de este gasto que proviene de fuentes públicas es particularmente baja. Solo en Chile (46%) y en Estados Unidos (48%) el porcentaje del gasto público en salud http://www.diabetes.sinave.gob.mx/ 34 es inferior al de México (51%). El gasto público bajo y la inversión total limitada en el sistema de salud se refleja en los recursos nacionales de salud de México. Nuestro país cuenta con 2.2 médicos practicantes y 2.6 enfermeras practicantes por cada 1 ,000 habitantes, mucho menos que el promedio de la OCDE de 3.3 y 9.1, respectivamente. La densidad de camas también es muy baja, con 1.6 camas por cada 1,000 habitantes en 2013, comparado con 4.8 camas por cada 1,000 habitantes en la OCDE: de nuevo el más bajo de los países de la OCDE. Además, el financiamiento efectivo no es equitativo entre los subsistemas de salud. A pesar de que el gasto per cápita total ahora es muy similar para personas con y sin seguridad social ($3,429 pesos per cápita para aquellos sin seguridad social en 2013, comparado con $3,505 para los afiliados del IMSS y $3,945 para los afiliados del ISSSTE), las diferencias en los derechos persisten, lo que implica algunas enfermedades comunes y devastadoras. Por ejemplo, el Seguro Popular no cubre los infartos cardíacos en los mayores de 60 años, los accidentes cerebrovasculares, la diálisis después de la insuficiencia renal, la esclerosis múltiple y el cáncer de pulmón. También son evidentes algunas diferencias en el acceso. Por ejemplo, el número de consultas ambulatorias especializadas es 319 por cada 1,000 afiliados al Seguro Popular, comparado con 620 por cada 1,000 afiliados en el ISSSTE. Si bien algunas de estas diferencias pueden reflejar una necesidad desigual (como la población más envejecida del ISSSTE), otras no pueden justificarse de esta manera. El número de recetas médicas prescritas que no se surtieron por completo debido a la falta de inventario se ubicó en 33% en el Seguro Popular, comparado con 14% en el IMSS de acuerdo con datos de encuestas (aunque las cifras propias de las instituciones de seguridad social sugieren tasas más altas de recetas surtidas). El gasto de bolsillo en México constituye 45% de los ingresos del sistema de salud y 4.0% del gasto de los hogares. Ambas cifras se encuentran entre las más altas de la OCDE. El gasto de bolsillo no ha disminuido de manera significativa en la última década, a pesar de los esfuerzos por alcanzar la cobertura universal en salud a través de la reforma del 35 Seguro Popular. Las razones por las cuales se mantienen los niveles altos y sostenidos del gasto de bolsillo no son claras. En parte puede ser por la insatisfacción de los individuos con la calidad o la accesibilidad a los servicios que proporcionan las instituciones a las cuales se encuentran afiliados; lo que los lleva a buscar atención médica con prestadores privados. (Organización de las Naciones Unidas, 2005) De hecho, México muestra la mayor razón de hospitales privados a públicos en los países de la OCDE para los cuales hay información disponible, ya que cuenta con 11.4 hospitales de propiedad pública y 28.6 privados con fines de lucro por cada millón de habitantes, lo que sugiere que el sector privado es una parte importante de todo el sistema de salud. Por ello con estos presupuestos insuficientes es de vital importancia gestionar óptimamente estos recursos y maximizar los logros obtenidos con los mismos. Ya que los recursos escasos disponibles y el uso alternativo de dichos recursos para satisfacer otras necesidades sociales (educación, justicia, etc.), exigen la necesidad de establecer criterios racionales y coherentes en la toma de decisiones presupuestarias en el análisis de los resultados obtenidos en función de dichos presupuestos, así como en las variables de naturaleza económica y social que influyen sobre los resultados en salud. En definitiva, es primordial mejorar la calidad y cantidad de la atención sanitaria, porque aparte de ser un derecho reconocido en nuestra constitución, es uno de los pilares del estado de bienestar y un generador de externalidades positivas en el desarrollo de cualquier nación. (Moctezuma, 2011) Las nuevas realidades demográficas, sociales y culturales plantean a su vez nuevos desafíos que exigen reformular la distribución y gestión de los recursos sanitarios. CAPITULO III. LA DIABETES COMO PROBLEMA DE SALUD EN MEXICO Las enfermedades cardiovasculares sobre todo la diabetes están afectando no solo a los países más desarrollados como se podría pensar, sino que también presionan de manera importante y creciente a numerosas poblaciones en países con ingresos bajos y medios. (Organización Mundial de la Salud, 2017) Esto representa un enorme gasto para el fisco y las familias, y se traduce en inmensos costos indirectos e intangibles para la sociedad en su conjunto al desembocar en muertes y por consiguiente en recursos humanos perdidos, además de significar una enorme carga 36 emocional para los enfermos y sus familias. De hecho, el mayor costo lo constituyen estos costos indirectos que impactan en el crecimiento económico, y que pueden significar una barrera más para alcanzar el desarrollo para muchos países de bajos recursos. Esta situación redunda en círculos viciosos de pobreza, que mantienen a personas y países enteros en condiciones precarias y de marginación persistentes en el tiempo. III.1 La diabetes La diabetes es una enfermedad crónica del metabolismo que constituye un importante problema sanitario derivado de la creciente prevalencia, la elevada morbilidad y mortalidad que presenta, y de su papel como factor de riesgo cardiovascular. Además, tiene un elevado coste sanitario y social. Supone una costosa carga para la sociedad y, en particular, para aquellos individuos que la padecen y sus familiares. Pueden verse afectados aspectos de su vida cotidiana, personal y familiar, y social y laboral. En muchos casos también puede comportar
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