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Estrategias-para-mejorar-la-comprension-lectora-de-los-estudiantes-de-comunicacion

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO 
 
 FACULTAD ESTUDIOS SUPERIORES 
ACATLAN 
 
 
ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA COMPRENSIÓN LECTORA 
 DE LOS ESTUDIANTES DE COMUNICACIÓN 
 
 
T E S I N A 
 
 
QUE PARA OBTENER EL TÌTULO DE 
LICENCIADA EN PERIODISMO Y 
COMUNICACIÓN COLECTIVA PRESENTA: 
DOLORES MUÑOZ PADILLA. 
 
Asesor: Maestra Flor de María Guerrero Herrera 
 
 
 
Diciembre, 2009 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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Agradecimiento 
 
 
Doy infinitas gracias… 
A Dios, por el camino recorrido…. 
A mis hijas, Karen y Jimena por ser mi fuerza y templanza… 
A mis padres, por su amor y apoyo, en especial a mi Madre… 
A mis amigos… Nelly y Jaime que siempre están conmigo… 
A mis hermanos…Alex y Lupita, por creer en mí… 
A mis Profesoras… Maestra Flor y Maestra Ma. Luisa por su confianza… 
 Y a la vida…. Por lo aprendido. 
 
ÍNDICE 
 
Introducción 1 
Capítulo 1 Las estrategias para el aprendizaje 5 
Estrategias metacognitivas 8 
Por qué las estrategias para los estudiantes de la licenciatura en 
comunicación de la FES Acatlán 
11 
La lectura a nivel de estudios profesionales 17 
Capítulo 2 La lectura 23 
El lenguaje humano en la comunicación 23 
La importancia de la lectura 29 
La lectura como práctica social 36 
El nivel de lectura en nuestro país 41 
La lectura escolarizada 45 
Capítulo 3 La comprensión lectora 49 
Aspectos cognoscitivos de la comprensión lectora 54 
Niveles de la comprensión lectora 59 
Capítulo 4 Propuesta de estrategias metacognitivas para la 
comprensión lectora para estudiantes de Comunicación de la 
FES Acatlán 
62 
Clarificación de los propósitos de la lectura 65 
Identificación de aspectos importantes del texto, idea o ideas 
principales 
68 
Centrar la atención en los contenidos principales y no superfluos 70 
Análisis y valoración de un texto 72 
Estrategias para controlar y mejorar la comprensión 76 
Análisis y evaluación de un texto por medio de la lectura de 
comprensión 
79 
Conclusiones 84 
Bibliografía 88 
Ciberografía 92 
 
Introducción 
 
En los últimos años diversas investigaciones han puesto en evidencia las 
dificultades que presentan los estudiantes de nivel superior en cuanto a 
comprensión lectora; la mayoría de éstos hace énfasis en la falta de estrategias 
y hábitos de lectura por parte del alumno. Y por otra, los problemas educativos 
actuales a los cuales nos enfrentamos; pues la situación radica en el rezago 
generalizado entre un nivel de estudios a otro en la lectura, que es vista 
escolarmente como una tarea que promueve una motivación extrínseca por 
parte del alumno al cumplimiento de la demanda del docente. 
Actualmente se trabaja en la propuesta de reformar el sistema educativo, 
y para ello se ha hecho indispensable emprender acciones innovadoras, que 
lleve a la definición de tareas en la organización académica en cuanto a los 
procesos de enseñanza aprendizaje; donde la inteligencia, la reflexión y el 
pensamiento crítico permitan manejar el conocimiento, para alcanzar el nivel de 
competitividad actual. Sumado a esto, la UNESCO ha reconocido la 
importancia de una lectura efectiva en el proceso educativo; pues es una 
habilidad que da la oportunidad de acercarse al conocimiento o por lo menos 
entender lo que pasa en nuestro medio. 
Se ha comprobado que estudiantes exitosos aplican estrategias de 
estudio de manera más frecuente y efectiva que quienes no lo son. Tales 
estrategias han sido estudiadas bajo nombres diferentes, pero todas las 
aproximaciones coinciden en la importancia de fomentar en el aprendiz 
procesos de pensamiento y de autorregulación eficientes. 
Una estrategia es un plan que permite guiar las acciones para lograr un 
objetivo; y toda estrategia que persiga un objetivo a través de una secuencia de 
pasos conducen al logro del mismo. En este trabajo se proponen estrategias 
metacognitivas enfocadas al entrenamiento de autoinstrucciones, autocontrol y 
autoevaluación; y son orientadas a mejorar la capacidad y el rendimiento en el 
estudio académico. De esta manera; se proponen estrategias metacognitivas 
que sirvan como base para la mejora de la comprensión lectora a través de la 
actividad cognitiva que opera en la reflexión misma de cómo se enfrenta la 
lectura a nivel de estudios superiores. 
Las estrategias metacognitivas, para el control del pensamiento en la 
lectura; se basará en dos aspectos fundamentales: el afectivo y de 
metacomprensión, que es la toma de conciencia y control del proceso y 
funciones de la lectura. 
Partiendo del plan de estudios de la licenciatura en Comunicación de la 
FES Acatlán, en el cual marca un perfil del estudiante que quiere cursar esta 
carrera; sugiere que las características deseables son: cuente con hábitos de 
lectura, dominio del lenguaje oral y escrito y habilidad para el manejo de la 
información para la investigación; ya que se desea que al egreso de esta 
posea una formación teórico-metodológica, técnica y humanística para 
insertarse en diferentes campos de la comunicación. Por tanto la propuesta de 
estas estrategias podrían ser de gran ayuda para los estudiantes, 
principalmente para los alumnos de los primeros años; pues el tener 
habilidades de búsqueda exitosa de información, ante tareas que demanda alta 
atención, de estructuras de conocimiento, de elaboración de ideas, de 
razonamiento y solución de problemas; permiten al estudiante comprender lo 
que sea que aprenda y comprometerse activamente a su logro profesional. 
Por ello en el primer capítulo se aborda el tema de las estrategias; 
enfocadas principalmente a las estrategias metacognitivas, que van dirigidas a 
la toma de conciencia sobre cómo se va comprendiendo y permite el control de 
la ejecución por parte del sujeto. En el cual el estudiante al ver la importancia 
de que cada contenido y la comprensión del mismo le permite ampliar sus 
marcos de referencia para su formación profesional; así toda lectura puede ser 
autorregulada por el mismo, a una proyección metacognitiva, sobre el ir más 
allá de lo que se va comprendiendo, conociendo, y reflexionando sobre la 
lectura misma. 
Para esto; el capítulo 2 hace referencia sobre la lectura desde el análisis 
de toda una comprensión evolutiva, respecto a cómo se desarrolla la capacidad 
lingüística, antecedentes históricos de la lectura y la escritura, así como la 
perspectiva de distintas teorías respecto al lenguaje humano. Además se tocan 
aspectos culturales y sociales en torno a la lectura; como definiciones que 
ubican los niveles de la comprensión de dicha actividad, el papel del lector, 
lectura escolarizada y más específicamente los problemas de la lectura en 
nuestro país. Este capítulo pretende que el estudiante haga una reflexión 
misma de la importancia de la lectura, para que de manera consciente se dé 
cuenta de sus limitaciones, pero además de los alcances que puede lograr si 
tiene un mayor nivel de comprensión. Y por otra parte, que vea a la lectura de 
manera afectiva y motivacional. 
En consecuencia; es importante entonces, entender que pasa cuando 
leemos. Todos esos procesos de pensamiento e interacción que se hace 
durante la lectura; las inferencias, los esquemas,las representaciones 
mentales y cuestiones que va más allá de la descodificación de un texto; esto 
será estudiado en el capítulo 3 de este trabajo, que trata específicamente de la 
comprensión lectora. 
Finalmente se proponen una serie de estrategias metacognitivas que 
van dirigidas especialmente a los estudiantes de la licenciatura en 
Comunicación de la FES Acatlán, y que al no ser aplicadas en un curso o taller, 
sí pueden ser trabajadas por ellos mismos de manera expontánea y o con la 
intervención directa o indirecta de sus profesores; pues se pretende también 
con este trabajo motivar el uso de estrategias para que el alumno tenga un 
papel más activo en la toma de decisiones y en la interacción en las aulas. 
 
5 
 
Capítulo 1 
 
Las Estrategias para el aprendizaje 
La aplicación de estrategias van dirigidas comúnmente para obtener con mayor 
facilidad el manejo de un conocimiento; las estrategias de carácter general 
consisten en el entrenamiento de autoinstrucciones, autocontrol y 
autoevaluación; y son orientadas a mejorar la capacidad y el rendimiento en el 
estudio académico (Mayor, et al, 1995). Lo cual lleva a un aprendizaje 
autorregulado, y a tener conciencia acerca de la propia capacidad cuando se 
está aprendiendo. 
De esta manera; este trabajo propone este tipo de estrategias 
metacognitivas, que sirvan como base para la mejora de la comprensión lectora 
a través de la actividad cognitiva, que opera en la reflexión misma de cómo se 
enfrenta la lectura a nivel de estudios superiores, como es el caso de la 
licenciatura en comunicación. 
Dado que la lectura es una interpretación de lo que el lector es capaz de 
comprender y aprender; esto va a depender por una parte de cuanto es lo que 
se conoce sobre el tema, y por consiguiente le va dando sentido y significado a 
los contenidos descritos. Sin embargo; cuando el contenido del texto es 
extenso o de difícil comprensión son necesarias ciertas estrategias que 
permitan una lectura más eficaz. 
 
6 
 
Por un lado, el estudio académico es una tarea compleja donde 
intervienen una serie de mecanismos cognitivos; y de alguna u otra manera el 
alumno hace uso de habilidades y estrategias para comprender y aprender, 
esto lo hace comúnmente con el subrayado, la toma de notas, resúmenes, etc. 
como una forma de comprender los que se lee o como técnicas para mejorar 
su rendimiento escolar. Esto definido por sí mism, se reconoce como hábitos 
de estudios; sin embargo estas acciones las realiza de manera inconsciente, 
sin instrucción y sin control. 
Diversos manuales son dedicados a las técnicas para mejorar el 
rendimiento escolar a través del uso y aplicación de estrategias; como por 
ejemplo el método de Robinson (SQ3R) que consiste en el estudio a través de 
de 5 fases: 
1) Inspección general y sumaria (S= Sumary) 
2) Preguntas que se hace el estudiante respecto al material que va estudiar 
(Q= Question) 
3) Lectura detenida (R= Read) 
4) Repetición y revisión que permiten identificar y fijar conceptos y 
relaciones de esquemas y datos (R= Repeat) 
5) Repaso para afianzar lo aprendido (R= Review). 
 
Este tipo de estrategia va dirigida a la toma de conciencia sobre cómo se va 
comprendiendo y permite el control de la ejecución por parte del sujeto. Es 
importante que el estudiante vea que cada contenido y la comprensión del 
mismo le permite ampliar sus marcos de referencia para su formación 
profesional; lo que lee, se integra a su memoria, simulando al disco duro de 
una computadora, pero tal información tendría que ser autorregulada por el 
 
7 
 
sujeto, a una proyección metacognitiva, sobre el ir más allá de lo que se va 
comprendiendo y conociendo, reflexionando sobre la lectura misma. 
Con ello se puede diferenciar sobre las estrategias que van desde la 
instrucción tradicional como lo es el subrayado o la elaboración de un resumen, 
donde no se dan razones sobre la utilidad de las estrategias; y la instrucción 
metacognitiva donde se da la información acerca de la utilidad y empleo de 
estrategias, como lo será en este trabajo. Pero además; se trata de enseñar 
cómo emplear las estrategias, aplicarlas y evaluar sobre el uso de ellas; ya sea 
a través de la lectura de este trabajo por parte de los estudiantes o del apoyo 
de sus profesores. 
Estudios como los de Day (1980) han comparado la eficacia de distintos 
tipos de programas para el entrenamiento de estudiantes universitarios en la 
tarea específica de resumir textos; ya sea por medio del automanejo 
motivándolos para captar las ideas principales dentro de un texto; del uso de 
reglas, asumiendo las instrucciones sobre deshacerse de las partes 
irrelevantes, redundantes y subrayar las frases relacionadas con el tema; y 
finalmente el control de las reglas, que es el uso de estrategias más la 
regulación, asumiendo el entrenamiento y llevando un control y supervisión de 
las reglas. 
Un aspecto importante sobre la aplicación de las estrategias para la 
mejora del rendimiento escolar y por ende para la compresión lectora es el 
lugar que pueden tener éstas para el aprendizaje; que deriva del 
funcionamiento y estructura de los procesos cognitivos del sujeto, como primer 
 
8 
 
plano; en cuanto a cómo procesa la información; posteriormente tendría que 
disponer de ciertos conocimientos sobre diversas áreas de estudio que pueden 
facilitar o dificultar el aprendizaje; y como resultado, vendrían siendo las 
estrategias, como la actividad planificada que realizará el sujeto con el fin de 
aprender. De esta forma dispondrá de un metaconocimiento; o de conocimiento 
de sus propios procesos psicológicos para ayudar de manera más eficaz y 
flexible en la utilización de estrategias de aprendizaje. 
García Madruga (2006) propone como mecanismos básicos para 
superar las limitaciones que existan en la capacidad del procesamiento y 
almacenamiento de la información, el uso y desarrollo de estrategias; y así, se 
llegue a la automatización de los procesos que operan en el almacenamiento 
de la información, para activar los recursos en la aplicación de las tareas. 
Tampoco se trata de tener un amplio número de estrategias, sino saber utilizar 
las estrategias para el propósito que se tenga. Como dice Isabel Solé (1994): 
"Leer es mucho más que poseer un caudal de estrategias. Leer es sobre todo 
una actividad voluntaria y placentera y enseñar a leer debe tener esto en 
cuenta" 
 
Estrategias metacognitivas. 
Como se ha venido diciendo; el uso de estrategias que se proponen, irían 
encaminadas a obtener disposición de ellas por medio de metacomponentes, 
que es la toma de conciencia de ellas y el control. Sobre la toma de conciencia 
me refiero a realizar la introspección y la intencionalidad sobre su uso; en 
 
9 
 
cuanto al control, es porque van encaminadas hacia un objetivo, para que de 
esta forma se puedan superar ineficiencias que dificultan comprensión de la 
lectura. Por ello, en el siguiente capítulo se hablará acerca de la lectura misma; 
de tal forma que; entender su concepto e importancia, permitirá tener una 
perspectiva, y por consiguiente realizar una introspección de la herramienta 
más utilizada por los estudiantes de comunicación para su formación 
profesional como lo es la lectura. 
Burón (1996) coincide en que cree que necesario promover en el 
estudiante habilidades de comprensión de lectura, a través de lo que denomina 
metacognición y que él mismo lo define como “el conocimiento de la distintas 
operaciones mentales que promueven la comprensión, y saber cómo, cuándo y 
para qué debemos usarlas” 
En la metacognición, este autor distinguen nuevamente dos claves para 
regular la comprensión lectora: el conocimiento de la finalidad de la lectura 
(para qué se lee) y la autorregulación de la actividad mental para lograr ese 
objetivo (cómo se debe leer), que requiere de controlar la actividad mental de 
una formadeterminada y hacia una meta concreta. Ambos aspectos están 
íntimamente relacionados: el modo cómo se lee y se regula la actividad mental 
mientras se lee, está determinado por la finalidad que se busca al leer. Es 
claro, que no leemos un texto de la misma forma para pasar el tiempo que para 
explicar el contenido en una clase; ni se hace el mismo ejercicio mental si se 
lee para identificar las ideas principales, que para buscar el mejor título de un 
 
10 
 
texto, para deducir conclusiones o para hacer un juicio crítico del contenido del 
mismo. 
Investigaciones recientes de Echeverría (2005) han abordado estudios en 
alumnos universitarios sobre “estrategias activas” de identificación de ideas 
principales, y realización de esquemas y resúmenes; para tratar de mejorar los 
procesos generales de comprensión de textos por medio de una conciencia 
metacognitiva, que les permite supervisar y controlar su actuación. La 
instrucción se orienta desde el principio a convertir a los estudiantes en 
procesadores activos; tratando de implicarlos en todo momento en las diversas 
tareas prácticas, seguidas en puestas en común y en discusión. El propósito de 
esta propuesta, es fomentar el desarrollo metacognitivo de los estudiantes; y 
así mismo, autoevaluar su proceso en la adquisición de estrategias. Otro punto 
que se toma en cuenta en este investigación es la motivación como un aspecto 
central en la comprensión lectora, algunos programas de intervención en la 
mejora de las estrategias de la comprensión lectora se basan principalmente en 
ello (en García Madruga, 2006). 
Se asume que el lector debe enfrentarse a la comprensión con un cúmulo 
de capacidades y habilidades; como son las capacidades cognitivas: la 
atención, memoria, la habilidad de análisis crítico o la habilidad para elaborar 
inferencias. Pero además, es necesario un grado de motivación; esto es, un 
propósito para la lectura, un interés por el contenido que se lee y la confianza 
en uno mismo (Segura, 2008). Del mismo modo; el lector ha de acercase a la 
lectura con varios tipos de conocimiento, entre ellos, el vocabulario. En suma, 
 
11 
 
las capacidades cognitivas, el grado de motivación y el conocimiento básico 
necesario para la comprensión lectora se verán en gran medida influidos por el 
texto y la actividad en la que se inserta la lectura; y el tipo específico de 
operaciones mentales que emplea un buen lector dependerá, en gran medida, 
de la estructura el texto: narrativos, expositivos o científicos; el lector hábil será 
capaz de identificar señaladores que le indican ante qué tipo de texto está, y en 
ese momento actualizar los esquemas establecidos. 
 
Porqué las estrategias para los estudiantes de la Licenciatura en Comunicación de 
la FES Acatlán. 
Según lo sustentan algunos estudios, una de las dificultades de los estudiantes 
al ingresar a nivel licenciatura es en cuanto a su nivel de comprensión lectora; 
la cual es deficiente o no adecuada para el académico universitario. Es decir; 
que aún cuando las habilidades lectoras han sido el eje central de los 
programas educativos en todos los niveles de estudio; resulta que no se 
encuentra correlacionado con el nivel de lectura que exigen los estudios 
profesionales. Por otra parte, al sistema educativo de nivel superior ya no le 
correspondería la tarea de enseñar a los estudiantes a leer, pues se presume 
que cuentan con esas habilidades lingüísticas y sucede lo contrario. 
En general; los estudiantes universitarios se enfrentan a nuevos retos, 
tanto en su proceso educativo como en su egreso, pues la oferta y la demanda 
los coloca entre nuevas exigencias académicas; como elegir, comprender y 
 
12 
 
analizar la información. Es decir; que se debe estar capacitando a lo largo de 
su formación de tal forma que vaya en construcción de su propio conocimiento. 
Particularmente el programa de la licenciatura en Comunicación de la 
FES Acatlán define el perfil del estudiante que quiere cursar esta licenciatura; 
dice las características deseables son: que tenga hábitos de lectura, dominio 
del lenguaje oral y escrito y habilidad para el manejo de la información para la 
investigación; ya que el perfil del egresado de esta licenciatura demanda 
poseer una formación teórico-metodológica, técnica y humanística para 
insertarse en diferentes campos de la comunicación (Plan de estudios, 1999) 
El programa de Periodismo y Comunicación Colectiva trabaja desde 
perspectivas multidisciplinarias para entender, conocer y explicar procesos 
comunicativos de la actividad social y humana; es por ello que busca que el 
profesionista tenga actitudes críticas y reflexivas sobre la realidad; y para esto 
se necesita que el alumno tenga amplios marcos de referencia.Esto se puede 
lograr más, si se tiene un buen nivel de comprensión lectora, principalmente de 
los distintos textos teóricos académicos. Así también; esta licenciatura requiere 
de un mayor conocimiento del saber comunicativo, de la reflexión y explicación 
de todos los procesos donde intervienen las distintas disciplinas que conforman 
el programa de estudios; ya que la comunicación está sustentada desde 
distintos enfoques: sociales, políticos, económicos, psicológicos, sociológicos y 
de una gran base histórica nacional y universal. 
Las formas de pensar, discutir y entender las funciones, usos, efectos e 
impactos de la comunicación son múltiples complejas y hasta contradictorias; 
 
13 
 
es por ello, que se requiere de estudiar a fondo las teorías que sustentan el 
estudio de la ciencias de la comunicación, las cuales varían de acuerdo con 
sus bases epistemológicas y con los procesos particulares de evolución y 
debate entre los académicos de cada corriente. 
Partiendo de esto; vemos que las estrategias metacognitivas, permitirían 
al estudiante de comunicación de la FES Acatlán, ver definidos sus objetivos 
para su ejercicio profesional por medio de la lectura. En cuanto a la teoría; los 
contenidos pertinentes a los saberes propios de la comunicación se tendrían 
que valorar y fundamentar los conocimientos que sustentan a la comunicación 
como una ciencia. Comprender el conjunto de procedimientos, lógica y 
argumentación pertinentes de los procesos y fenómenos comunicativos 
llevados a una explicación científica. Y ya que la comunicación es 
multidisciplinaria; contextualizar a esta disciplina en relación con otros saberes. 
Las modalidades didácticas que considera el Plan de estudios son 
básicamente cuatro: cursos monográficos, seminarios, talleres y prácticas. 
Tanto los cursos monográficos como los seminarios demandan del uso de la 
lectura de contenidos académicos extensos para ser vistos y analizados, 
discutidos en clase; lo cual necesita de una comprensión de textos a un nivel 
de reflexión y de pensamiento crítico de los contenidos vistos por parte de los 
alumnos. 
Por otra; parte la comunicación está en cualquier lugar y con cualquier 
persona, es continuo e irreversible conformado por eventos que ocurren de 
manera consecutiva en un orden y tiempo (Fernández, 2001). Por ello; su 
 
14 
 
definición puede tener diferentes acepciones y múltiples significados en gran 
variedad de contextos, hasta considerarse como proceso universal que alcanza 
su máxima complejidad en el ser humano. En este sentido; se puede ver la 
importancia de tener a la mano recursos que permitan facilitar el desarrollo de 
estrategias que le facilite al alumno tener un mejor nivel de comprensión lectora 
para conocer, explicar, operar y evaluar los procesos comunicativos de la 
actividad humana; así como lograr el grado de preespecalización (teórica, 
metodológica y técnica) en las diferentes disciplinas que constituyen el saber 
comunicativo; asumiendo posturas críticas y reflexivas sobre la realidad 
mexicana y su entorno regional e internacional, de acuerdo como lo marca el 
plan de estudios vigente(1999). 
La carrera de comunicación de la FES Acatlán tiene como objetivo 
preparar profesionales en comunicación con una sólida formación teórica, 
metodológica y técnica, caracterizada con su compromiso por la preservación 
de la cultura y los valores nacionales, previa reflexión ética. 
En el campo de los estudios universitarios, poco se acepta que una 
institución de nivel superior deba asumir la enseñanza de la lectura como una 
de sus responsabilidades. Sin embargo; se enfrenta en este caso una situación 
paradójica: por un lado, muchas universidades otorgan el estatus de 
estudiantes universitarios a personas con enormes carencias al respecto desde 
el momento en que los admiten como tales (Oliva y Zanetti. 2009). Por otro; la 
lectura ocupa un lugar central entre las actividades exigidas por los estudios 
universitarios en general, y es en este campo donde existen mayores carencias 
 
15 
 
(Pozo, 2006). Finalmente; reviste una gran importancia para todo profesional, la 
adquisición de una buena comprensión lectora que le permita la interpretación 
de discursos en su área, así como una interpretación adecuada. 
Como se ha venido diciendo; finalmente se trata de generar la toma de 
conciencia en el alumnado acerca de la importancia de la lectura comprensiva 
para el aprendizaje en la universidad y la futura práctica profesional; por una 
parte, y apoyar mediante estrategias la manera potenciar los resultados de la 
actividad lectora, a modo de mejorar aún más el rendimiento académico de los 
alumnos en todos los ámbitos de la tarea académica. El objetivo es el logro de 
una conexión con lo que proponen las diferentes cátedras, con la utilización de 
estrategias para la comprensión lectora a través de estrategias metacognitivas. 
Por otro lado; desde una aproximación Constructivista, se puede 
promover en las aulas el desarrollo intelectual y personal de los alumnos, y así 
llevarlos a un aprendizaje significativo; a la formación de esquemas 
conceptuales, coherentes y reflexivos; por medio de la lectura (Pozo, 2006). 
Dewey; famoso pedagogo, quien dio forma a la teoría de la educación en la 
primera mitad del siglo, señala la importancia de cultivar tanto los hábitos, 
como la disposición a un pensamiento reflexivo; basado en tres actividades 
específicas fundamentales: la apertura de la mente, la sinceridad y la 
responsabilidad (en Perkins, 1999) 
 Actualmente se habla de una enseñanza a través del modelo 
Institucional de Educación Basado en Competencias; que circunscribe como 
marco normativo conceptual y metodológico, el proceso mental, motriz y 
 
16 
 
afectivo, que relaciona al sujeto con el objeto de estudio en un proceso de 
transformación mutua; donde las situaciones nuevas se integran a las ya 
conocidas, involucrando los aspectos cognoscitivos, motores, afectivos y 
sociales de la personalidad del que aprende. En la competencia comunicativa 
se exige leer críticamente, para poder hacer una transferencia efectiva de la 
información; es decir, elegirla, emplearla y generar procesos y técnicas 
innovando lo ya existente, lo cual hace una necesidad el aprendizaje distinto y 
permanente (UNESCO, 2001). 
En este contexto; el proceso de enseñanza-aprendizaje debe poner 
énfasis en los procesos estructurales dinámicos que intervienen en la 
construcción del conocimiento, influyendo en el medio ambiente y generando 
comportamientos como factores sociales y culturales de desarrollo, que surgen 
a través de vivencias, estrategias y recursos que lo apoyen (Pozo, 2006). 
Ante el reto de mejorar la calidad y la búsqueda de la excelencia de la 
educación superior; se ha hecho indispensable emprender acciones 
innovadoras, que involucra la definición de acciones en la organización 
académica en los procesos de enseñanza aprendizaje; donde la inteligencia, la 
reflexión y el pensamiento crítico, permitan manejar el conocimiento. No 
obstante; la responsabilidad educativa no recae solamente en el docente, pero 
éste debe ser un promotor del autoaprendizaje, para desarrollar estrategias que 
promuevan una formación general, global y multicultural —como lo marca el 
programa de estudios de la licenciatura—  para alcanzar el nivel de 
competitividad actual (ANUIES). Sumado a esto; la UNESCO ha reconocido la 
 
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importancia de una lectura efectiva en el proceso educativo; pues es una 
habilidad que da la oportunidad de acercarse al conocimiento; o por lo menos, 
entender lo que pasa en nuestro medio. 
La enseñanza de habilidades; donde se promueva el pensamiento, debe 
ser parte inherente del metacurriculum; es decir, promover lo no explícito 
dentro del plan de estudios de la licenciatura, como lo sería el conocimiento 
respecto de la investigación y de la resolución de conflictos. Así como también; 
promover la toma de decisiones a la solución de problemas de la vida cotidiana 
y de la comunicación. 
 
 
 
La lectura a nivel de Estudios Profesionales. 
Los problemas de comprensión lectora no escapan a los estudiantes de nivel 
superior; que al ingresar a la licenciatura, presentan deficiencias que vienen 
desde niveles anteriores de estudios, ya sea por falta de hábitos de lectura o 
por falta de estrategias. 
Estas dificultades han sido objeto de investigaciones en distintas 
universidades; quienes preocupados por ello, han buscado específicamente 
dónde está la problemática; y así mismo, han dado propuestas de solución. 
Una de ellas, es la necesidad de aportar estrategias para mejorar la 
comprensión lectora de los estudiantes. En el caso de la licenciatura en 
Comunicación de la FES Acatlán, no se cuenta con alguna investigación para 
 
18 
 
conocer si los alumnos tienen las mismas dificultades; pero en opinión de 
algunos profesores, creen que sí han evidenciado estas deficiencias en sus 
alumnos. Por esto; sumado a que, de acuerdo al plan de estudios de esta 
licenciatura demanda que sus estudiantes cuenten con hábitos de lectura y que 
además, la lectura es la base fundamental de la preparación del mismo; son 
necesarias estrategias que permitan al alumno, un mejor nivel de comprensión. 
Para definir qué estrategias son las más viables para los estudiantes de 
comunicación de FES Acatlán, veremos cuáles son las problemáticas más 
comunes de los estudiantes a nivel superior sobre comprensión lectora, de 
acuerdo a los estudios realizados por otras universidades. 
Primeramente coinciden en que se les dificulta identificar las ideas 
principales dentro de un texto; estructurar y organizar adecuadamente la 
información extraída de ellos y que no llegan a adquirir habilidades 
metacognitivas que regulen su propia comprensión. (Echeverría, 2000). 
Un estudio que evaluó la comprensión lectora de estudiantes 
universitarios (Amador y Alarcón, 2004) sugiere que en el área académica, la 
actividad lectora es de suma importancia; pues gran parte de la información 
que el alumno obtiene y utiliza en el salón de clases se encuentra en los textos 
académicos. En este estudio se evidenció que el principal problema al que se 
enfrentan los alumnos para su aprendizaje está en que carecen de hábitos de 
estudio, de comprensión de textos o que sólo leen lo de la clase. Y desde el 
punto de vista de los docentes; piensan que el principal problema de los 
alumnos está en las habilidades insuficientes, la ausencia de comprensión, 
 
19 
 
análisis y síntesis, a la falta de método para la lectura. Además; ven fallas en el 
proceso de aprendizaje en cuanto a la falta de crítica y autocrítica, al carácter 
pasivo y actitud dependiente hacia el profesor. 
Otro estudio realizado en la Universidad de Zulia, Venezuela acerca de 
la comprensión lectora de estudiantes universitarios (Meza, 2002) detectaron; 
que los propios estudiantes tienen desconocimiento de sus deficiencias en la 
lectura y presentan dificultades incluso para seguir instrucciones orales y 
escritas; aquíse propone desarrollar en los estudiantes el interés hacia la 
lectura de forma afectiva. 
Como estrategia sugieren que el estudiante tenga definido un objetivo 
mediante la lectura; determinarse un propósito, el reto de intereses y puntos de 
vista nuevos; además de crear un ambiente propicio y condiciones psicológicas 
relacionadas con el grado de atención y o de tensión que haya en el lector. 
En un estudio sobre el “Análisis de la comprensión lectora en 
estudiantes universitarios” (Soriano y Alarcón, 2006); detectaron que la 
actividad lectora está ligada con la producción de textos académicos, como el 
ensayo, resumen, artículo, etc. Es aquí donde se evidencia la deficiencia en la 
comprensión; además del aspecto en cuanto a las experiencias previas que 
tenga el estudiante sobre el tema. En esta investigación fue evidente también la 
necesidad del uso de estrategias, para tener un éxito en el proceso de la 
comprensión lectora. Proponen que se ofrezca trabajar con diagramas, 
esquemas o mapas conceptuales; que permitan organizar la información 
después de haber leído. A través de esto, permitiría a los alumnos desarrollar 
 
20 
 
habilidades de identificación, localización y organización de las ideas 
principales; además de poder presentar trabajos académicos más creativos. 
Una investigación sobre “Establecimientos de mecanismos de mejora 
para la comprensión” en estudiantes universitarios de ciencias experimentales 
(Segura, 2006), asume que el lector debe enfrentarse a la comprensión con un 
cúmulo de capacidades y habilidades; como son las capacidades cognitivas: la 
atención, memoria, la habilidad de análisis crítico o la habilidad para elaborar 
inferencias; y también, que es necesario un grado de motivación; esto es, un 
propósito para la lectura, un interés por el contenido que se lee y la confianza 
en uno mismo. 
Según Segura (2006) el dominio del vocabulario puede incrementarse, o 
la motivación puede adquirir tintes positivos o negativos dependiendo del éxito 
o fracaso en la comprensión o de la afinidad del lector por el tema. Más aún, la 
instrucción por sí misma supone un cauce de cambios en el conocimiento y las 
capacidades del lector. Dice que no se trata exclusivamente de conseguir la 
comprensión de un texto concreto, sino de fomentar la autorregulación del 
lector, por medio de la enseñanza de diferentes estrategias que impulsen la 
comprensión lectora y hagan del lector principiante un lector independiente. 
Para García Madruga (2006), los lectores adolescentes tienen tendencia 
a realizar una lectura rápida, centrada en la comprensión superficial del 
material instruccional; en construir modelos mentales del significado, y no 
elaboran la macroestructura de los textos. De igual manera; los lectores, 
especialmente los no expertos, con frecuencia no activan las estrategias 
 
21 
 
lectoras que tienen a su disposición y, por el contrario, optan por el camino de 
mínimo esfuerzo, lo que les lleva a reducir sus actividades de aprendizaje a la 
lectura superficial, repetida dos o tres veces. Entonces lo que dice es que, sin 
la activación de los conocimientos previos oportunos, ni la puesta en 
funcionamiento de las estrategias lectoras necesarias, lo máximo que pueden 
lograr este tipo de lectores es una lista no integrada ni conectada de ideas, más 
una serie de frases que pueden ser repetidas o reconocidas en una prueba de 
memoria repetitiva. 
Así como también se ven en las Investigaciones de Echeverría (2005); 
donde se ponen en marcha “estrategias activas”, que buscan que el lector logre 
la identificación de ideas principales, la realización de esquemas y resúmenes 
como estrategias de mejora en los procesos generales de comprensión de 
textos, por medio de una conciencia metacognitiva; y esto, les permita 
supervisar y controlar su actuación; para convertir a los participantes en 
procesadores activos, tratando de implicarlos en todo momento en las diversas 
tareas prácticas, seguidas en puestas en común y en discusión. 
Específicamente; lo que propone es, fomentar el desarrollo metacognitivo de 
los estudiantes; y así mismo, autoevaluar su proceso en la adquisición de 
estrategias (en García Madruga, 2006). 
Teniendo en cuenta las diferentes perspectivas de estos estudios, se 
pueden destacar nuevamente dos puntos fundamentales sobre la importancia 
del uso de estrategias para la comprensión lectora; por un lado, que para llegar 
a la compresión es necesaria la parte afectiva y motivacional; es decir, el tener 
 
22 
 
un propósito cuando se lee y que esto le permite al alumno tener mejores 
resultados en su aprendizaje; y por otra parte, la importancia de que el alumno 
reconozca sus propias deficiencias; y que a través de estrategias 
metacognitivas, pueda autorregularse. 
De esta manera; para mejorar la comprensión lectora de los estudiantes 
de Comunicación de la FES Acatlán, se propone hablar de la lectura misma en 
el siguiente capítulo, ya que es base una herramienta fundamental para el 
aprendizaje en esta la carrera; y hablar de ella, le permitirá al alumno motivarlo 
hacia la lectura y tomarla de manera afectiva. 
 
23 
 
CAPÍTULO 2 
La lectura 
El lenguaje humano en la comunicación 
Antes de definir los conceptos de lectura y hablar de la misma; haremos un 
análisis de la capacidad que tenemos los seres humanos para lograr la 
comunicación a través de signos que nos permiten estar en un tiempo y un 
espacio; ya que el desarrollo de la comunicación verbal y escrita, está 
íntimamente relacionado con la evolución del lenguaje, con el análisis de la 
lengua y con la esfera del conocimiento del hombre. La combinación de estos 
elementos en el desarrollo del proceso de pensamiento, nos ha permitido tener 
una visión integral y dominio del entorno. Partiendo de todo esto; pretendo dar 
un panorama de la importancia de la lectura como de la escritura para el 
desarrollo evolutivo y social del ser humano; es decir, desde la parte orgánica 
en la evolución de nuestro cerebro a lo largo de miles de años; que a diferencia 
de los animales, nos ha permitido desarrollar la herramienta más poderosa a 
través del lenguaje y los signos. 
Lo anterior está basado en la teoría de Donald (1991) sobre la evolución 
de la mente moderna; la cual, habla de la evolución de la cultura y la cognición. 
En ella sostiene que existen tres cambios radicales en la evolución de la cultura 
y la cognición, que nos diferencian de nuestros antecesores primates. Los dos 
primeros son cambios biológicos evolucionistas (como por ejemplo el aumento 
de la masa cerebral y la mente del Homo erectus); y el tercero serían un 
 
24 
 
cambio cultural y tecnológico; como es la dominación del fuego, hasta la 
capacidad de hacer o representar una situación o acontecimiento no presentes; 
lo que llevó a otra transformación más, a la evolución basada en el lenguaje del 
Homo sapiens; listo para construir modelos mentales del mundo a través del 
desarrollo de dispositivos de la memoria externa como lo es la escritura y la 
notación numérica. 
Durante muchos siglos fue suficiente para las necesidades comunicativas 
del hombre que la lengua nada más se hablara; pero un día sintió la necesidad 
de contar también con alguna forma de representar las palabras y se inventó la 
escritura. La escritura como invento tecnológico, tiene su propia historia al 
definirla como un dispositivo que permite la expresión y comunicación 
lingüística a través de marcas visibles de significado convencional; dejando 
atrás los sistemas de comunicación basados en la utilización de dibujos y 
representaciones pictóricas (Manguel, 1997). 
La evolución que tiene, implica la representación directa de los sonidos, 
es decir; de la representación fonética, de esta manera de representar no la 
idea, sino el lenguaje oral; es decir, una entidad lingüística, ya sea en una 
palabra, en una sílabao en un simple sonido o fonema. 
A través de la historia, se ha demostrado que la escritura es posible sólo 
en determinadas sociedades posteriores al Neolítico, que muestran cierta 
complejidad social, económica y cultural. En estas sociedades, donde los 
avances básicos que tuvieron fueron la agricultura y la domesticación de 
animales; la ganadería, el transporte terrestre, después de la invención de la 
 
25 
 
rueda. Las transformaciones Neolíticas convergieron y se reunieron en las 
ciudades del futuro Oriente hacia la mitad del cuarto milenio A.C. los habitantes 
de estas ciudades desarrollaron nuevos conocimientos prácticos, en cuanto a 
edificaciones para así surgir las nuevas ciudades e ir creando sociedades más 
complejas socialmente estratificadas y centralizadas. La escritura como 
invención venía a cumplir una serie de funciones primordiales para un eficaz 
funcionamiento de las actividades sociales de esta época (Manguel, 1997). 
En sí, la escritura como sistema humano de comunicación, no aparece en 
un momento histórico preciso y concreto; sino a través de todas las 
contribuciones colectivas de numerosas generaciones. Sin embargo un punto 
de partida de origen por su cronología y localización geográfica se da en el 
Próximo Oriente, en este tipo de sociedades; en Mesopotamia (Sumeria). La 
aparición más tardía se da en Egipto y China por los contactos sociales que 
mantenían con Sumeria. Existe otro origen independiente de la escritura en 
América, en México hacia el 600 D.C. (García Madruga. 2006). Por tanto; la 
escritura ha venido a significar para el hombre el mejor recipiente para 
conservar el pensamiento a salvo de las inclemencias del tiempo y el olvido. 
Todo este proceso se contempla a partir de una ciencia que surge como 
tal en el siglo XIX, cuando la lectura es un fenómeno ampliamente extendido 
entre los habitantes; en el planteamiento de Ferdinand de Saussure padre de 
la lingüística moderna (Benveniste, 1979); quien en su curso de Lingüística 
General dice: 
 
26 
 
La lengua es también comparable a una hoja de papel: el 
pensamiento es el anverso sin contar al mismo tiempo con el reverso; 
igualmente en la lengua no se puede aislar el sonido del pensamiento 
ni el pensamiento del sonido; tendría que hacerse una abstracción 
cuyo resultado sería hacer una fonología pura. 
Este sabio ginebrino distinguió dos realidades que se activan cuando 
hablamos: la lengua o el código mental, común a los hablantes de una misma 
lengua y el habla: la realización de ese código en forma concreta. Su trabajo 
se apoya en una distinción fundamental en la lengua como “la lengua y la 
palabra” que ha moldeado decisivamente la lingüística moderna. La lengua es 
el código o conjunto de códigos en el que el hablante particular produce 
palabras como un mensaje particular. 
Esto es; que el mensaje y el código no pertenecen al mismo tiempo en la 
misma forma. Un mensaje es un acontecimiento temporal en la sucesión de 
acontecimientos que constituyen la dimensión diacrónica del tiempo; mientras 
el código, es en el tiempo como un conjunto de elementos contemporáneos; o 
sea, como un sistema sincrónico y un mensaje es intencional; es pensado por 
alguien. El código es anónimo y no intencionado de manera estructural y 
cultural. 
La facultad del lenguaje crea una gramática que genera oraciones con 
sus propiedades formales y semánticas; con las facultades mentales y las 
estructuras que éstas producen y pueden proceder a hacer uso de la lengua 
 
27 
 
conocida (García Madruga, 2006). Todo esto refleja una comprensión evolutiva 
respecto a cómo se desarrolla la capacidad lingüística. 
Poniendo esta idea desde otro enfoque; podemos hacer una conexión 
entre la referencia del discurso al que lo emite y el lado del acontecimiento de 
la dialéctica; o sea, al acontecimiento de quien habla. En este sentido, el código 
es anónimo en la medida en que es meramente virtual. Las lenguas no hablan, 
las personas sí. El sentido del interlocutor deja su marca en el sentido de lo 
expresado, dice Ricoeur (2006) “Significar es tanto aquello a lo que el 
interlocutor se refiere, o sea lo que intenta decir, y lo que la oración significa; lo 
que produce esa unión entre la función de la identificación y la función de 
predicación”. Pero es importante mostrarle al lector que la cultura escrita es 
indispensable y útil. 
Uno de los procesos cognitivos más complejos que lleva a cabo el 
hombre es precisamente la lectura; y el aprender a leer constituye una tarea 
difícil y decisiva, en el aspecto social y cultural al cual se integra. La relación 
que existe entre el lenguaje hablado y el lenguaje escrito, es que el habla es 
universal y la escritura no, además que el habla procede de la escritura; pero 
autores como Vigotsky (1978) sostienen que la adquisición del lenguaje escrito 
no consiste en una variante que siga al lenguaje hablado; sino al contrario, que 
se configura como un sistema independiente, como una forma de lenguaje sui 
generis con funciones específicas. Entre los rasgos que definen este aspecto 
está, el que el lenguaje hablado no tiene permanencia y los signos escritos sí; 
lo que permite el análisis más detallado del lenguaje escrito, volver hacia atrás, 
 
28 
 
combinar la linealidad discursiva y sobre todo, la fijación del texto; en donde fija 
una distancia del escritor con el lector, física y psicológicamente, lo que impide 
o dificulta la interacción inmediata; por lo que el texto ha de ser autosuficiente 
para transmitir el mensaje. En sí; el lenguaje escrito favorece la unión entre los 
participantes del proceso comunicativo, al ver punto de vista del autor, lo que 
otorga al texto el carácter de algo cerrado frente a lo que el lector solo puede 
ser receptor pasivo o por el contrario gira en torno al lector, en cuyo caso el 
texto es una simple propuesta que ha de ser interpretada por el lector. 
Olson (1999); en su libro El mundo sobre el papel, menciona que “El 
alfabeto en particular suele ser celebrado por su capacidad para transcribir todo 
cuanto pueda decirse o representar la intención de cualquier hablante o 
escritor”. En su capítulo “Lo que la escritura representa: cómo deben 
interpretarse los textos”; se refiere a las indicaciones provistas por el hablante y 
por el contexto compartido, sobre cómo lo que se dice debe ser tomado por el 
oyente o la audiencia. 
Además; afirma se necesitan de herramientas para analizar el conjunto de 
hipótesis de ese mundo de papel; y acerca de la naturaleza de la competencia 
cognitiva del ser humano, que se requiere para abordarlo, dado que esas 
hipótesis están sumamente relacionadas con nuestra civilización; de nuestra 
“alfabetización”. 
Apoyando la teoría de Olson y la teoría de Vigotsky se puede resumir 
que; puesto que la escritura es leída, se transforma en un modelo para el 
habla; todo lo que la escritura representa se vuelve un objeto de conocimiento 
 
29 
 
o de la conciencia para las personas que conocen esa escritura; además tiende 
a considerarse una representación completa de lo que se dice. 
Por lo tanto; la importancia central que tiene la lectura y la escritura en 
nuestra sociedad, es porque en ellas se crea y se transforma, a través de la 
distribución del conocimiento; y tanto la lectura como la escritura llevan en un 
cúmulo la transmisión de información y conocimiento de forma precisa y 
permanente. Y desde la perspectiva tecnológica y económica permiten mayor 
desarrollo de las sociedades que son capaces de representar el mundo. 
 
La importancia de la lectura 
Ahora refiriéndonos específicamente a la lectura, Daniel Cassany (1998) en su 
capítulo “leer como un escritor”, de su libro Describir el escribir, da una 
interesante respuesta a la pregunta de cómo aprendemos a escribir. El autor 
hace una reflexión con una lista de todos los conocimientos que posee un 
escritor competentey concluye, que el único lugar donde podemos encontrar 
esos conocimientos es en los textos escritos por otros; por lo tanto, es leyendo. 
Entonces; la lectura se muestra como la única forma viable de 
aprendizaje porque pone en contacto al aprendiz con los textos y; dice que 
leyéndolo, lo escribimos junto con él. Este autor reflexiona sobe algo 
interesante; dice que en cada paso, en cada nueva frase o cada párrafo nuevo 
anticipamos lo que dirá el texto, de forma que el autor no sólo nos está 
enseñando cómo se usa el lenguaje escrito, sino que precisamente está 
escribiendo para nosotros todo aquello que quisiéramos escribir. 
 
30 
 
Hilda E. Quintana (2004), con gran claridad y precisión se refiere a las 
tres concepciones que existen sobre el proceso de la lectura como tal en su 
artículo sobre la “enseñanza de la Comprensión lectora”: Primero que la 
lectura es concebida con un conjunto de habilidades o como simple 
transferencia de información. De acuerdo a esta concepción se comprende un 
texto cuando se es capaz de extraer el significado que ofrece. Esto implica 
diversos niveles y subniveles. El primero es el conocimiento de las palabras; el 
segundo; la comprensión, que a su vez tiene varios subniveles: habilidad para 
comprender explícitamente lo dicho en el texto y habilidad para comprender lo 
implícito; y el tercer nivel es la evaluación, es decir; la habilidad para evaluar la 
calidad del texto, las ideas y el propósito del autor. Por lo tanto, en el campo de 
la enseñanza; la consecuencia lógica de esta concepción, es considerar que un 
estudiante estará en capacidad de comprender un texto si es que lee bien, esto 
es, si puede descodificar el texto. 
Segunda concepción; que se ve a la lectura como un proceso interactivo, 
por la idea que surgió en la década del 70, como consecuencia de los avances 
logrados en la psicolingüística y en la psicología cognitiva. Para esta teoría el 
significado de un texto no está en él; por esta razón, es incorrecto considerar la 
lectura como un simple descifrar y descubrir el supuestamente significado 
implícito del texto. La lectura viene a ser, en realidad, la actividad que otorga 
significado al texto en la medida que se produzca el interactuar entre este y el 
lector, el cual utiliza para ello sus saberes previos, los que están estructurados 
en forma de esquemas, es decir, como la red o categoría en la que se 
 
31 
 
almacena en el cerebro todo lo que se aprende de acuerdo con las 
experiencias previas del lector. 
De acuerdo con lo anterior; es necesaria alguna experiencia sobre un 
tema específico, de lo contrario no se dispondrá de esquemas para activar un 
conocimiento determinado, por consiguiente la comprensión será muy difícil, o 
hasta imposible. 
Y tercera concepción; habla de la lectura como proceso transaccional, 
retomado una teoría que proviene del campo de la literatura y fue desarrollada 
por Louise Rosenblat, en 1978; quien dice que la lectura significa una 
transacción entre el lector y el texto que se lee. Cada uno de ellos (lector y 
texto) aporta lo suyo; pero el significado que se crea, producto de esta 
transacción, es superior a lo que puedan aportar por separado texto y lector. Y 
ésta es la parte que enriquece el acto de leer; pues el propio Goodman (1982); 
precisa sobre esa misma idea y dice que: 
De la misma manera en que se necesita flexibilidad en la 
lectura, el proceso tiene características esenciales que no 
pueden variar. Debe comenzar con un texto, con alguna 
forma gráfica; el texto debe ser procesado como lenguaje, y 
el proceso debe terminar con la construcción de significado. 
Sin significado no hay lectura, y los lectores no puedan 
lograr significado sin utilizar el proceso. 
Harold Bloom (2000) ve a la lectura desde otra perspectiva; él dice que 
no hay una sola manera de leer bien, aunque hay una razón primordial para 
que leamos: “a la información tenemos acceso ilimitado, leer bien es uno de 
esos mayores placeres que puede proporcionar la soledad, porque es más 
saludable desde el punto de vista espiritual”; esto es; que podemos estar 
 
32 
 
leyendo en casi todo momento, en cualquier lugar, desde un mensaje pequeño 
hasta grandes contenidos textuales, buscando la información que nos sea 
necesaria. 
Por ejemplo; en el género literario, dice que es la alteridad, y por eso 
alivia la soledad. A lo que se refiere es que cuando leemos, podemos conocer 
a toda la gente que quisiéramos, cuando en la realidad la amistad es vulnerable 
y puede menguar o desaparecer ya sea por el paso del tiempo o por la falta de 
comprensión; en cambio los libros, las novelas nos acompañan en todo 
momento. Algo quizá romántico o relativo; pero a lo que nos lleva, es ver la 
lectura por el placer de leer; lo que propone es que la mejor forma de practicar 
la buena lectura es tomarla como una disciplina implícita, en última instancia no 
hay más método que el propio para leer, cuando uno mismo se ha moldeado a 
fondo (Bloom, 2000). 
Umberto Eco en su libro Lector in Fabula (1999) toca en un apartado el 
papel que tiene el lector; dice que todo mensaje postula una competencia 
gramatical por parte del destinatario, incluso si se emite en una lengua que sólo 
el emisor conoce (salvo los casos de glosolalia, en el que el propio emisor no 
tiene interpretación lingüística alguna, sino a lo sumo una repercusión emotiva 
y una evocación extralingüística). Aceptar el diccionario significa aceptar una 
serie de postulados de significación: un término sigue estando esencialmente 
incompleto aun después de haber recibido una definición formulada a partir de 
un diccionario mínimo. Esto está vinculado a que un texto puede estar plagado 
de miles de interpretaciones, lo que lo puede hacer más complejo de 
 
33 
 
elementos no dichos. “no manifiestos en la superficie, en el plano de la 
expresión” 
 Eco (1999), expresa que es aquí donde estos elementos no dichos, los 
que deben actualizarse en la etapa de actualización del contenido requiere de 
esfuerzos cooperativos, activos y consientes por parte del lector. El lector debe 
renovar su enciclopedia para poder comprender el uso de la gramática, 
atribuyéndole a los sustantivos determinados postulados de significación. 
Además dice; que también se requiere del lector un trabajo de inferencia para 
extraer los espacios en blanco de vacíos que hay que rellenar. 
Quién no piensa que alguien puede sonar más atractivo e interesante 
cuando logra tener un amplio vocabulario en su lenguaje; se le es considerado 
como un personaje intelectual e inteligente y como gran conocedor, han podido 
extender su vocabulario. Además de que pueden tener poder de información; 
al ser más críticos y reflexivos de los acontecimientos que se les presenta 
hasta llegar a ser un líder de opinión. 
 El utilizar textos para los aprendizajes conlleva a que los alumnos 
adquieran los recursos específicos que permitan operar con la información 
contenida en ella (Argudín, 2006); sin embargo, la complejidad de los 
conocimientos y actividades involucrados en la comprensión de textos escritos, 
principalmente expositivos; aunado con la deficiencia en la enseñanza puede 
explicar por qué no se puede llegar a un buen análisis de las lecturas. 
Al alumno se le exige que sea crítico, reflexivo y analítico de todos los 
procesos comunicativos de la actividad humana, que asuma posturas críticas 
 
34 
 
de su entorno social; pero para ello debe tener amplios conocimientos, y la 
lectura le puede permitir ampliar su visión ante los aspectos políticos y sociales 
en los que se encuentra inmerso. El hábito de leer permite una mejor 
comprensión de la lengua escrita en sí y de ideas que encierra un texto. Y la 
habilidad de para leer y escribir se desarrolla en virtud de un interés auténtico 
por las actividades propias de la escritura y la lectura. 
Al alumno, se le exige habilidad parala escritura y el acto de escribir se 
nutre en gran medida de la lectura. Apoyando a lo que menciona Olson, 
quienes tienen el hábito de leer amplían su léxico y se acostumbran a 
estructuras sintácticas e inversiones idiomáticas ausentes en la lengua 
coloquial. Se dice incluso, que la lectura es la llave que abre la puerta de una 
correcta escritura, igualmente que ayuda a tener mayor habilidad en la 
expresión escrita (Argudín, 2006). 
Tomando algunas definiciones consignadas en el “Diccionario de lectura 
y términos afines” preparado por la International Reading Association, 
(Paredes, 2005), a continuación veremos una serie de conceptos: 
a) "La lectura no implica otra cosa que la correlación de la imagen 
sonora con su correspondiente imagen visual". (Leonard Bloomfield) 
b) "Un proceso bifásico que implica... la percepción y comprensión de los 
mensajes escritos en forma paralela a los correspondientes mensajes 
hablados". (John B. Carroll) 
 
35 
 
c) "La lectura... (es) Una interacción entre el lector y el lenguaje escrito, a 
través del cual el que lee trata de reconstruir el mensaje del que escribe". 
(Kenneth S. Goodman) 
d) "La lectura implica la reconstrucción de los hechos que hay tras de los 
símbolos". (A. Korzybski) 
e) "La lectura es una actividad de muestreo, de selección, de predicción, 
de comparación por la que el lector selecciona una muestra de indicaciones 
gráficas útiles basadas en lo que ve y espera ver". (Kenneth S. Goodman) 
f) "La buena lectura comprende no solo el conocimiento del significado 
literal de un pasaje, sino además los significados que se infieren del talante del 
autor, de su tono, de su intencionalidad y su actitud hacia el tema que trata, 
hacia sus lectores y hacia sí mismo" (I. A. Richards) 
g) "La lectura (es) un proceso social que pone al lector en relación con 
su entorno y condiciona tal relación". (Douglas Waples) 
La lectura, la define el propio Jorge Paredes de la siguiente manera: 
“Implica la identificación de los símbolos impresos o transcritos que sirven de 
estímulo para recordar los significados que la experiencia ha ido elaborando y 
para construir otros nuevos significados mediante la manipulación de 
conceptos que ya posee el lector”. 
Tomado en cuenta todo lo anterior, se puede ver que hay tres conceptos 
que definen a la lectura; el que la reduce a una simple descodificación de 
estímulos gráficos y sonidos (grafemas y fonemas); donde se excluye la 
 
36 
 
comprensión. Un segundo concepto incluye dentro de la lectura la 
comprensión, la extracción del significado del texto impreso. Y un tercer 
concepto incorpora actividades cognitivas más complejas que llevan al sujeto a 
la apropiación del contenido y a la utilización del significado y el significado del 
texto escrito para incrementar su conocimiento o para ir más allá de lo simple 
para disfrutar la lectura. 
La lectura abre un debate político; porque es en efecto, un componente 
de la vida social en el sentido que cumple una función comunicativa y se puede 
utilizar para esa función. Es también para el ingeniero o el comunicólogo un 
factor de ponerse al día para sus conocimientos. De igual manera tiene un 
impacto social que está relacionado con el aspecto educativo y por 
consiguiente con el aprendizaje escolar. 
 
La lectura como práctica social 
“La lectura es una condición de una razón de ser que se puede convertir en 
poder” (Bellenger, 1979). Puede llegar a tener una reputación negativa por ser 
laboriosa y fatigosa, pues leer equivaldría a no hacer nada o aislarse de los 
demás; socialmente es tanto como ponerse al margen, encerrarse en sí mismo, 
y es que la lectura da una imagen poco activa; para algunos, probablemente 
para los que no gustan de leer, ven esto es más reservado para el intelectual o 
para el pensador, y entonces puede llegar a ser víctima de desprecio, prejuicio 
y rechazo social; se desplaza para más tarde o para llenar momentos perdidos 
como en un viaje largo o en la espera de algo (Moreno, 2003). 
 
37 
 
Bellenger (1979) lo ve de desde distinta perspectiva y dice: 
El gesto de leer desaparece bajo la voluntad de aprender, 
leer es cultivarse. Aquel que no lee se degrada. No se 
puede evolucionar sin leer. Leer equivale a situarse 
socialmente entre aquellos que son responsables, que 
tienen ideas, que saben, pueden y tienen derecho a 
discutir. Paralelamente la lectura posee su lugar como bien 
material. Pertenece a una sociedad de consumo y obedece 
a las reglas del juego de la oferta y la demanda. A través 
del libro, según su cantidad, se demuestra el afán de la 
cultura y también la pertenencia a una categoría social. El 
libro resulta valorizado no solamente por su contenido, sino 
también por lo que es en sí. 
Lo triste de la lectura en el nivel de estudios superior es que se realiza 
por motivos profesionales y pocas veces se revive el placer de leer. La manera 
en que leemos hoy depende en parte de nuestra distancia interior y exterior de 
las Universidades donde la lectura apenas se lee como placer (García 
Madruga. 2006). 
El profesor español Víctor Moreno Bayona plantea la siguiente 
interrogante: “Si hemos aceptado desde hace años que la escuela y el sistema 
educativo no transforma la realidad social, ¿por qué hemos de esperar que 
desde la escuela o el instituto se vayan a fabricar lectores en serie? ¡Como si 
tal producción fuera posible y natural!” Opina que los lectores, se hacen en 
casa, no en la escuela, ni en el instituto. En la escuela y, sobre todo, en el 
instituto, más bien se deshacen (Moreno, 2003). 
Además piensa que cuando la lectura pasa a ser objeto de estudio, de 
enseñanza-aprendizaje, se convierten en susceptible de desplacer. Moreno 
(2003) dice que si se trabajara la lectura comprensiva con la eficiencia y 
 
38 
 
constancia, no serían tan alarmantes las estadísticas que ponen al alumnado 
con tantas deficiencias. 
Menciona que a pesar que la lectura estudiantil se caracteriza por 
poseer un carácter obligatorio («coacción benéfica»), ello no significa que no 
pueda ser placentera. 
El escritor mexicano Juan Domingo Argüelles (2003) ha tratado el 
problema de la lectura en la actualidad desde la óptica de la lectura en sentido 
amplio, en su libro “¿Qué leen los que no leen?: El poder inmaterial de la 
literatura, la tradición literaria y el hábito de leer” Señala Argüelles que el 
problema no es cuantitativo —no es si hoy se lee más que antes— sino 
cualitativo. Es mucho más significativo preguntarse sobre qué leer y para qué 
leer, que cuánto se lee. Él considera que realmente debemos reflexionar sobre 
aspectos más trascendentes: “¿De qué nos sirve leer aquello que creemos que 
queremos, o que debemos, leer? Leer para acumular lecturas puede 
conducirnos perfectamente al hastío y a la esterilidad. En cambio, leer algunos 
libros que realmente enriquezcan nuestra existencia puede aportarle a la 
acción de leer una dimensión infinitamente superior que la de la erudición 
disciplinada y muchas veces dictada por la malhumorada obligación”. 
(Argüelles, 2003). 
Se dice también que en nuestro contexto cultural los sistemas 
educativos y buena parte de sus materiales y métodos se limitan a transmitir 
informaciones que no despiertan la curiosidad, ni el deseo y menos placer de 
saber, convirtiendo a la lectura en una actividad desechable. Así mismo que la 
 
39 
 
ignorancia no está ligada únicamente a la pobreza, el problema es más 
complejo, puesto que las deficiencias de lectura, más el desaliento en la 
práctica de la lectura por gusto se han arraigado y extendido entre países 
desarrollados y en sectores sociales donde el factor económico no es el 
problema (Lerner, 2001). 
Graciela Montes refiriéndose a esta situación ha señalado: “Nuestro 
mundo es un mundo escrito, aunque haya amenaza de extinción de lo que 
llamamos «lectores» y «lectura»”. Dice que hay muchísimascosas que se leen, 
desde un poema, una novela o un ensayo, a diarios y revistas, manuales, 
enciclopedias, diccionarios, un folleto, la lista de compras, la guía telefónica, el 
horario de los trenes, las indicaciones de pantalla de las computadoras, 
catálogos, carteles indicadores y publicitarios, cartas, facturas de servicios, 
etiquetas, el menú de un restorán, inscripciones etc. Agrega además que el 
camino de la letra ha sido hasta ahora arrollador e irreversible. 
Teniendo en cuenta esta paradoja, la autora piensa que hoy se lee 
mucho más que antes, y por tanto la lectura no está en peligro. La posición 
pone énfasis en la crisis de la lectura es ampliamente conocida y divulgada, no 
ocurriendo lo mismo con la posición contraria, la cual es poco conocida o mal 
interpretado. Esto es que, algunos estudios determinan que existe una franca 
distorsión en los estudios sobre el hábito de la lectura, porque mucho de lo que 
se lee no entra en la estadística de lo que se considera como verdadera 
lectura. 
 
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Alberto Manguel (1998) piensa que la extinción de la lectura a través de 
libros, decretado así por las nuevas tecnologías es una posición muy hipócrita. 
Pone como ejemplo a Bill Gates, quien propone una sociedad sin papel, a partir 
de su emporio de computadoras, sin embargo sus postulados los presenta en 
un libro porque sabe que esa es la forma dominante en la que se comunican 
las ideas. 
Esto se cita en un artículo sobre la lectura narrativa, donde se cuestiona 
cómo es que en plena era cibernética y de globalidad en el que se ha puesto 
en última jerarquía los índices educativos la gente siga leyendo novelas y 
compitiendo con la imagen televisiva o de cine. Y respondiendo a ello retoman 
el pensamiento de Ernesto Sábato en El escritor y sus fantasmas (2002); que la 
literatura no es un pasatiempo ni una invención, sino una forma —quizá la más 
completa y profunda—  de examinar la condición humana (Espinoza de los 
Monteros, 2005). 
Finalmente; no se puede ver a la lectura como una actividad que vaya a 
la extinción, ya sea porque se le vea como actividad tediosa o negativa; o 
porque las estadísticas así lo marcan cuantitativamente; la lectura, y más que 
nada el papel del lector, tienen una función preponderante en la cultura y en la 
actuación social. Se trata de tener una necesidad de leer como una forma de 
vida; de encontrar el placer por la lectura. 
El nivel de lectura en nuestro país 
 
 
41 
 
 Aun cuando las habilidades lectoras y de escritura han sido el eje central de 
los programas educativos en todos los niveles de estudio y en la comunicación 
humana como parte medular de nuestra vida, resulta que el nivel de lectura no 
está correlacionado el nivel escolar en el que se encuentra el estudiante, pues 
en cada nivel académico las dificultades que se tienen para comprender un 
texto se van haciendo mayores al pasar a otro nivel de estudios, donde la 
exigencia es mayor. Tomando esto en cuenta, al nivel de Educación Superior 
ya no le correspondería la tarea de enseñar a los estudiantes a leer y a escribir 
bien, pues se presume que al ingresar a la licenciatura cuentan con esas 
habilidades lingüísticas. 
Desde hace algunos años, a partir de que nuestro país se integra a la 
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la cual 
integra a 41 países desarrollados y en vías de desarrollo, se realiza cada tres 
años una evaluación por parte de sus sistemas educativos mediante el 
Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA). El propósito 
de este estudio es medir las aptitudes de los estudiantes de 15 años para la 
vida en una sociedad moderna y la cual permite valorar el nivel de éstos en 
diferentes áreas de conocimiento como es el de comprensión lectora, 
razonamiento matemático y ciencias. 
 Los resultados de la prueba internacional PISA (Program for Indicators 
of Student Assessment) en 2006 mostraron, que en México un gran porcentaje 
de los alumnos no sólo están recibiendo una mala capacitación, sino que en el 
futuro serán incapaces de competir en el mundo con sus similares. En cuestión 
 
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de lectura 21% de los alumnos se encuentra en un nivel de insuficiencia, por lo 
que tiene dificultades para emplearla como una herramienta eficaz para ampliar 
y aumentar conocimientos y destrezas que no le permite acceder en un futuro a 
estudios superiores; el 26% se colocaron en un nivel con el mínimo adecuado 
para desempeñarse en una sociedad contemporánea y sólo un 0.6% se 
situaron en un nivel más alto. Para este estudio los resultados se obtuvieron 
una muestra de 5 mil 276 estudiantes de 183 escuelas. (La Revista, 2008) 
De la muestra de estudiantes que fueron evaluados, se puede decir que 
probablemente se encuentran en estos momentos a nivel licenciatura, mismos 
que están reflejando esas deficiencias en la comprensión lectora, a pesar de 
que formaron parte del “Programa Nacional de Lectura” en el gobierno de 
Vicente Fox. 
Este presidente lanzó el Programa Nacional Hacia un País de 
Lectores en su gobierno, incluía la apertura de 1100 nuevas bibliotecas 
públicas para llegar al año 2006 con 7200: además se ampliarían y equiparan 
2000 de las que están en servicio y dotarían de equipamiento tecnológico 
proveniente de la Fundación Gates y la empresa Microsoft. Se haría la creación 
de 12,000 salas de lectura, impulsaría a la industria editorial, y habría apoyo a 
la apertura de librerías. Formación de promotores de lectura entre profesores 
bibliotecarios, entre otros; creación de 100,000 bibliotecas escolares y 750,000 
bibliotecas de aula para escuelas de educación básica y en las instituciones en 
donde se forman los docentes; en lo que terminó este programa fue en un gran 
fracaso, un ejemplo de ello fue la mala planeación de la biblioteca José 
 
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Vasconcelos; que actualmente se encuentra inservible y por el contrario, 
generando enormes pérdidas tanto materiales como económicas. 
La situación es que estudiosos de la lectura están de acuerdo en 
considerar que el hogar y el entorno familiar, constituye el factor más 
importante para la formación del hábito lector. 
En cuanto a los programas para el desarrollo de habilidades para el 
acceso y uso de la información aun se encuentra ausentes de los programas 
educativos básicos y de la educación superior, son excepcionales las 
instituciones educativas en donde se está atendiendo el asunto. Actualmente 
se enfocan más al uso de herramientas tecnológicas como la computación 
(Ramírez, 2002). 
El porcentaje de analfabetismo en el mundo está cerca del 20% de los 
6.300 millones de personas que habitan nuestro planeta. Además en la 
distribución de analfabetos se demuestra desigualdad; tanto de género como 
de desarrollo de los países. Incluso el acceso a la lectura y a la escritura 
todavía está vetado a la población femenina en países subdesarrollados, a las 
clases sociales más bajas, en los países más pobres y en determinadas zonas 
geográficas del Tercer mundo como África o el sur de Asia y todavía en nuestro 
país no se da la excepción (OCDE, 2006). 
Pero otro problema que afecta a las sociedades que sí pueden 
beneficiarse del dominio de la lecto-escritura es el “analfabetismo funcional”; 
que impide a las personas comprender textos mínimamente complejos. Según 
la UNESCO “Una persona es funcionalmente analfabeta cuando no es capaz 
 
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de participar en aquellas actividades que requieren de alfabetismo para el 
efectivo funcionamiento de su grupo o comunidad, así como permitirle 
continuar usando la lectura, la escritura y el cálculo para sí mismo y para el 
desarrollo de su comunidad” (UNESCO, 1979). 
 El concepto de analfabetismo funcional hace mención directa a la 
lectura y se define en su relación con el propio desarrollo del sujeto y la 
distribución social del conocimiento (García Madruga, 2006). Entoncesuna 
persona que es analfabeta funcional es aquella que ha recibió instrucción en la 
escuela, y sabe leer y escribir, pero su dominio no le permite comprender y 
producir conocimientos considerados básicos en nuestras sociedades. 
Este tipo de analfabetismo es de origen reciente y supone el 
reconocimiento de un importante fracaso social, ya que los centros educativos 
han sido incapaces de producir un tipo de lector suficientemente competente y 
motivado. Entre las causas de esta situación se pueden apuntar las de tipo 
social, como la invención de la televisión, los juegos electrónicos e internet, que 
compiten ventajosamente con la lectura. 
 
La lectura escolarizada 
Es un hecho que la lectura en la escuela se identifica con el aprendizaje. Sin 
embargo la verdadera lectura trasciende esta finalidad. Pero a veces se plantea 
mal la que consideramos falsa dicotomía entre lectura instruccional, es decir; la 
lectura designada por los profesores para la formación profesional y lectura por 
placer (Lerner, 2001). 
 
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Para muchos, la verdadera lectura no es la lectura escolar universitaria o 
profesional; es decir, la lectura que se realiza es porque estamos obligados 
llevarla a cabo. Pero no se puede dejar de reconocer que las instituciones 
educativas no pueden llevar a cabo sus funciones específicas si no es 
estableciendo una relación de “coacción benéfica” — llamándole de alguna 
manera—  para que sus estudiantes aprendan a leer y lean, lo que tiene que 
ver con los programas que en ellas se desarrollan (Paredes, 2006). Es decir; 
que la lectura se convierta en una herramienta utilizada para distintas 
disciplinas, desarrollándola materias de historia hasta en matemáticas para la 
solución de problemas y no sólo en asignaturas enfocadas a ello como la 
materia de español, o el taller de lectura y redacción, etc. 
Esta presión para leer en sí misma no es negativa. Delia Lerner (2001) se 
refiere a las tensiones entre los propósitos escolares y extraescolares de la 
lectura y de la escritura, y dice: 
Dado que la función (explícita) de la institución escolar es 
comunicar saberes y quehaceres culturales a las nuevas 
generaciones, la lectura y la escritura existen en ella para ser 
enseñadas y aprendidas. En la escuela, no resultan “naturales” 
los propósitos que perseguimos habitualmente fuera de ella 
lectores y escritores... Esta divergencia corre el riesgo de conducir 
a una situación paradójica: si la escuela enseña a leer y escribir 
con el único propósito de que los alumnos aprendan a hacerlo, 
ellos no aprenderán a leer y escribir para cumplir otras finalidades 
(esas que la lectura y la escritura cumplen en la vida social); si la 
escuela abandona los propósitos didácticos y asume los de la 
práctica social, estará abandonando al mismo tiempo su función 
enseñante. 
 
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Perkins (1999) lo propone de otra manera en su libro La escuela 
Inteligente; sugiere que la educación es un proceso de transculturación como 
de aprendizaje de conocimientos particulares, donde es imposible acceder al 
conocimiento, si no se hace mediante el aprendizaje reflexivo. Los docentes 
pueden generar y fomentar estas disposiciones por medio de las lecturas, 
haciendo debates, análisis de puntos de vista alternativos o perspectivas 
divergentes dentro de la clase. Este autor cree que sin esa disposición por 
parte del maestro, es improbable que se manifieste la disposición de 
pensamiento. Entonces la lectura se podría convertir en una lectura vacía, sin 
fundamento si no se estimula y cultiva la disposición para el pensamiento en el 
alumnado. 
Fowler, pedagogo y escritor cubano que se ha desempeñado como 
Especialista del Programa Nacional por la Lectura en la Biblioteca Nacional 
“José Martí” dice que la acción como docentes tiene límites, los cuales deben 
ser conocidos para no sentirnos frustrados. Se trata entonces de elaborar 
programas concebidos a largo plazo y que sirvan para aumentar de modo 
gradual la magnitud cuantitativa de la masa lectora al tiempo que mejore su 
composición cualitativa; «hacer que sea más y mejor lo leído» (en Paredes, 
2005). Entonces reconoce que también las escuelas puede cultivar el deseo 
por la lectura, además del hogar. Y tiene razón, porque en alguna parte de 
nuestra vida escolar, nos encontramos con algún docente que busca que sus 
alumnos encuentren el placer de la lectura. 
 
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El libro es el portador por excelencia de un universo textual en el que se 
va ampliando el conocimiento de géneros; la relación de los lectores con los 
textos van orientados a responder a las demandas de las tareas escolares; 
mientras que otros reconocen a la lectura como mediadora del conocimiento 
(Pozo, 2006), la diferencia está en que la última se distingue de las anteriores 
porque expresan “un deseo de saber”. 
A lo que nos remite finalmente este capítulo, es primero a ver la acción 
afectiva que expresa cambios en la relación con la lectura de manera positiva o 
negativa; y segundo, a tomar a la lectura como una actividad compleja, pero 
como una actividad generadora de aprendizajes, útil e indispensable para 
nuestra formación profesional. Una de las estrategias fundamentales es la 
motivación, y hablar de la lectura misma nos permite hacer una reflexión; es 
decir, ver desde una parte más profunda esta relación que tenemos todos los 
días con la lectura. 
Pozo (2001) menciona que en nuestras experiencias personales y 
prácticas culturales leemos, hemos aprendido a leer y continuamos 
aprendiendo al interactuar con diversos tipos de textos donde se configuran 
nuestras representaciones en gran medida implícitas en el dominio de la lectura 
y el aprendizaje; donde las prácticas de la lectura generan modos de relación 
con el conocimiento, que por otra parte dejan fuera del alcance de la 
investigación a una gran masa de lectores. Desde el ámbito educativo; acceder 
a formas de conocimiento más complejas en términos de su organización, 
 
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abstracción y modos de validación, las representaciones implícitas deben 
explicarse y redescribirse (en Pozo, 2006). 
En la licenciatura en comunicación la lectura es una actividad implícita; es 
decir, que al estar estudiando sabemos que todos los días nos vamos a 
encontrar frente a uno o varios textos; sin embargo, esta actividad se debe 
convertir en gusto por hacerlo, o en reto quizá y se debe estar preparado para 
ello. Cuando se tiene el hábito de la lectura es más fácil el proceso de 
aprendizaje, aunado con el deseo de aprender. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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Capítulo 3 
La comprensión lectora 
Algunos autores entienden que existe una habilidad específica que podría 
denominarse competencia lectora; o como también es llamada, competencia 
lingüística, que es la capacidad para conocer y manejar el lenguaje, sin 
embargo, en la lectura intervienen factores genéticos y ambientales, además 
de variables: atención, memoria, percepción categorización, inferencias y 
solución de problemas. 
Comprender un texto supone realizar un recorrido mental que va del 
lenguaje al pensamiento, de unos signos arbitrarios escritos en un trozo de 
papel, un pizarrón o una pantalla de un ordenador, a la construcción a partir de 
esos signos un significado; todo ello implica la puesta en funcionamiento de 
forma concertada de un conjunto de procesos intermedios (García Madruga, 
2006). Comprender es pensar, y comprender un texto es algo que lleva a la 
mente humana a procesos cognitivos. 
 Díaz-Barriga (1999) dice que la comprensión de textos es una actividad 
constructiva compleja de carácter estratégico; que implica la interacción entre 
las características del lector y del texto, dentro de un contexto determinado. 
Esta definición pone a la comprensión desde un enfoque constructivista; ya 
que, durante el proceso de la lectura, el lector no realiza una permutación 
unidireccional de los mensajes comunicados

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