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GOBIERNO ELECTRÓNICO: ¿MITO O REALIDAD? ANÁLISIS, DESCRIPCIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS SITIOS WEB GUBERNAMENTALES DE LAS 32 ENTIDADES FEDERATIVAS T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE L I C E N C I A D O E N C I E N C I A S D E L A C O M U N I C A C I Ó N E S P E C I A L I D A D E N C O M U N I C A C I Ó N P O L Í T I C A P R E S E N T A JESÚS EDUARDO ÁLVAREZ BARRIOS FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES ASESOR: DR. GERARDO DORANTES AGUILAR MÉXICO, CIUDAD UNIVERSITARIA, 2012 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AGRADECIMIENTOS A mi familia, por su incansable apoyo. A mis hermanos, Oscar Mauricio Rodríguez López de Lara y José Eduardo Cabrero Castro, por su ímpetu inquebrantable e inagotable compañía. A Jorge Islas Herrera, hombre de alto destino a quien le debo el aprendizaje de profusas e interesantes conversaciones. A mis sinodales, Patricia Martínez Torreblanca, Leonardo Figuerias Tapia, Fernando Martínez Elorriaga y Valeriano Ramírez Medina. A la Mtra. María Luisa Barnés Regueiro, quien gracias a su apoyo y confianza me ha dado la generosa oportunidad de crecer junto con la Filmoteca de la UNAM. Y, por supuesto, al Dr. Gerardo Dorantes, extraordinario maestro y avezado compañero de viaje; en especial, por las memorias que compartimos en Turquía —al sobrevolar en globo el valle de Göreme o al deleitar un baklava a las orillas del Bósforo— y las innumerables enseñanzas que me han forjado un innovado carácter, al linde de las fundamentales decisiones que devienen a posteriori de la Universidad. Teşekkür ederim! Jesús Eduardo Álvarez Barrios 3 GOBIERNO ELECTRÓNICO: ¿MITO O REALIDAD? ANÁLISIS, DESCRIPCIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS SITIOS WEB GUBERNAMENTALES DE LAS 32 ENTIDADES FEDERATIVAS Introducción………………………………………………………………………….... 6 a) Marco teórico y perspectiva metodológica……………………………….. 8 b) Objetivos……………………………………………………………………... 11 c) Hipótesis de trabajo…………………………………………………………. 11 Capítulo 1 I. El Contexto Digital 1.- Reinventar el gobierno……………………………………………………... 12 2.- Internet……………………………………………………………………….. 17 3.- Autorutas de la información………………………………………………... 22 4.- Nuevas tecnologías de información y comunicación: el debate………. 25 5.- Exceptuados del progreso: la fisura ciberespacial…………………….... 28 Capítulo 2 II. Marco Teórico 1.- Aproximación al debate teorético sobre el E-Gobierno………………… 37 1.1- Gobernabilidad…………………………………………………….. 37 2.- Gobernabilidad electrónica: conceptos y definiciones………………….. 39 3.- Déficits del e-gobierno……………………………………………………… 50 4.- Consecuencias del establecimiento del e-gobierno……………………. 52 5.- El modelo de las cuatro etapas del e-gobierno………………………….. 59 Capítulo 3 III. E-Gobierno en México 1.- Antecedentes……………………………………………………………….. 64 2.- Método……………………………………………………………………….. 67 3.- Evaluación…………………………………………………………………… 69 a.- Diferencias entre regiones socioeconómicas de México………. 69 b.- Información en Línea……………………………………………….. 70 c.- Servicios electrónicos………………………………………………. 71 d.- Privacidad y seguridad……………………………………………... 72 e.- Acceso para personas con discapacidades……………………... 73 f.- Acceso en lenguas extranjeras…………………………………….. 74 g.- Anuncios, tarifas de usuarios y cuotas de socio………………… 74 h.- Interacción con el público………………………………………..... 75 4.- Resultados…………………………………………………………….......... 76 IV. Conclusiones…………………………………………………………………….... 83 Bibliografía………………………………………………………………………...........86 ANEXO I.................................................................................................................................92 ANEXO II................................................................................................................................94 ANEXO III.............................................................................................................................104 ANEXO IV.............................................................................................................................111 4 NOTA PRELIMINAR: En julio de 2011, los resultados de esta tesis fueron presentados en la International Association for Media and Communication Research (IAMCR) en la Universidad de Kadir Has, campus Cibali, en Estambul, Turquía, con la ponencia: Description, Analysis and Evaluation of Digital Government in Mexico: 2011. En el mes de mayo del 2012, se expusieron en el XI Congreso Latinoamericano de Investigadores de la Comunicación de la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC) en la Universidad de la República, en Montevideo, Uruguay, con la ponencia: E-democracia: ¿Mito o realidad? Descripción, análisis y evaluación del Gobierno Digital en México. Las copias de ambos certificados de participación se encuentran en los anexos del presente trabajo de investigación. 5 “Cyberspace. A consensual hallucination experienced daily by billions of legitimate operators, in every nation, by children being taught mathematical concepts… A graphic representation of data abstracted from the banks of every computer in the human system. Unthinkable complexity. Lines of light ranged in the non space of the mind, clusters and constellations of data. Like city lights, receding”.1 William Gibson 1 “Ciberespacio. Una alucinación consensual experimentada diariamente, en cada nación, por billones de operadores legítimos y niños que aprenden conceptos matemáticos. Una representación gráfica de datos extraídos de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Complejidad impensable. Líneas de luz que se extienden en el no-espacio de la mente, los conglomerados y los racimos de datos. Como luces de la ciudad retrocediendo”, William Gibson. 6 Introducción Esta propuesta de investigación se enfoca en los aspectos políticos de la evolución tecnológica en materia de comunicación política a nivel local; de manera particular, en la política de comunicación gubernamental en materia digital en México representada por el llamado gobierno electrónico (E-Government en inglés). El protocolo que la sustenta pretende medir, analizar y evaluar la experiencia mexicana en el uso de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC) como instrumentos para mejorar la gobernanza y, por ende, enriquecer la democracia en este país. Vincula, en última instancia, los estudios teóricos y metodológicos, con el estudio de los sitios web de las 32 entidades federativas en México. La pregunta básica a responder es si el e-gobierno es un instrumento operativo para el empoderamiento de la sociedad civil y, por ende, de las prácticas democráticas como se pregonaba —y suele reiterarse en algunos círculos académicos, empresariales y gubernamentales—, o si solo sirve a los gobiernos como un instrumento más, si bien novedoso, para hacer más eficientela administración pública. Es decir, para ejercer la política en los términos habituales (politics as usual). A partir del análisis de la política pública en México en materia digital y su reflejo en la normatividad correspondiente, este trabajo pretende estudiar los esfuerzos realizados por el gobierno mexicano para ampliar su grado de gobernabilidad. La investigación se basa en el esquema metodológico de Darrell M. West, doctor en ciencia política y director de estudios en gobernanza por el Instituto Brookings en Washington D.C., aplicado, en esta pesquisa, para describir y comparar los servicios del gobierno electrónico mexicano, mediante sus sitios web de las 32 entidades federativas. Las categorías analizadas para evaluar el objeto de estudio son: publicaciones, clips de de audio, clips de video, acceso a idiomas extranjeros, ausencia de publicidad, gratuidad en el acceso, ausencia de cobro de inscripción 7 para ciertos contenidos, acceso para personas con capacidades diferentes, existencia de políticas de privacidad y de seguridad, uso de firmas digitales para transacciones, opción para pagar con tarjeta de crédito, contactos vía correo electrónico, áreas para subir comentarios, opción para actualizaciones vía correo electrónico, opción para la personalización de la página y accesibilidad vía PDA (personal digital assistant en inglés). Por lo anterior, este proyecto de investigación busca elaborar un análisis de contenido de las temáticas, uso e información del e-gobierno en México, dentro de los portales gubernamentales de internet de las 32 entidades federativas. La realización de este estudio es relevante porque permitirá conocer los contenidos y temáticas de los sitios web a analizar, cuyos objetivos principales se basan en “la eficiencia, la transparencia, la accesibilidad y la capacidad de respuesta a las demandas de los ciudadanos y las organizaciones”2 que plantea el gobierno mexicano dentro de su plataforma virtual en Internet. Se eligieron las 32 páginas electrónicas (también llamadas portales gubernamentales o sitios web)3 de la federación mexicana para su investigación y análisis, porque son la redes actuales de cada uno de los gobiernos estatales, junto con el Distrito Federal; además, actualmente Internet se ha posicionado como uno de los canales para informar las funciones, logros, avances y gestiones de los representantes y funcionarios del mismo; todo lo anterior implica que la información se tenga que dar a conocer por la Red, a través de una plataforma de gobierno electrónico, dentro del marco de la democracia electrónica (E-Democracy en inglés). Efectivamente, el concepto de gobierno electrónico “incluye todas aquellas actividades basadas en las nuevas tecnologías informáticas, en particular Internet, que el Estado desarrolla para aumentar la eficiencia de la gestión pública, mejorar 2 Ramón Gil-García; Judith Mariscal; Fernando Ramírez, Gobierno electrónico en México, México, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), 2008, p. 1. 3 Cfr. Octavio Islas, “Análisis de la infraestructura que presentan 22 portales gubernamentales de los países ubicados en la plataforma continental de América”, Comunicação, Mídia e Consumo, São Paulo, núm. 11, vol. 4, Brasil, noviembre, 2007, p. 95-113. 8 los servicios ofrecidos a los ciudadanos y proveer a las acciones del gobierno de un marco mucho más transparente que el actual.”4 De esta manera, la importancia de este análisis cobra sentido para identificar las temáticas, procedimientos y los servicios desarrollados por el gobierno mexicano correspondiente a las 32 entidades federativas y que conforman las páginas electrónicas a estudiar. Igualmente, recordemos que en una estrategia de comunicación política en línea “los gobernantes deben comunicarse de manera permanente con los ciudadanos para explicar sus propuestas y demandar su apoyo”.5 En este sentido, las funciones del e-gobierno son consideradas como herramientas esenciales en materia de gobernanza —sobre este concepto se ha profundizado en el capítulo 2—, al punto que ha obligado “a repensar organizaciones, responsabilidades, procesos de negocios y acuerdos de colaboración y de cooperación dentro y entre los niveles de gobierno”.6 Asimismo, este trabajo se realizó mediante la revisión de apuntes, entre otros, de Krippendorff, y Bardin y, específicamente, el modelo de análisis de Darrell M. West, con el objetivo de analizar el contenido y conocer la composición del e-gobierno en México. El periodo de análisis del estudio se ha realizado en al año 2011 en los meses de febrero, marzo y abril; cabe señalar que se analizaron los sitios web directamente de Internet y se recogieron muestras todos los días. A) Marco teórico y perspectiva metodológica Hay, entonces, tres preguntas aún no contestadas que forman el quid de la cuestión de esta investigación. Primero, ¿qué tipo de servicios provee el gobierno digital en México?; segundo, ¿de qué manera el gobierno electrónico mexicano 4 Roberto Izurieta, et al., Estrategias de comunicación para gobiernos, Argentina, La Crujía, 2002, p. 164. 5 Ibid., p. 35. 6 OECD e-Government Studies, Future of e-government: Agenda 2020, [en línea], p. 9., E-Leaders Conference 2008 Main Conclusions, 2008, Dirección URL: http://www.oecd.org/dataoecd/41/40/43340370.pdf, [consulta: 7 de mayo de 2011]. http://www.oecd.org/dataoecd/41/40/43340370.pdf 9 está aprovechando al máximo los beneficios de Internet?; tercero, ¿cómo funciona Internet en el servicio público en nuestro país? Con ello, el objetivo de nuestra pesquisa toma cuerpo para así describir, con la perspectiva del modelo teórico de análisis de Darrell M. West, al e-gobierno mexicano a nivel de las entidades federativas y detallar cuál es el estado actual del mismo. Por un lado, es necesario examinar teóricamente el alcance del e-gobierno, las fases a través por las cuales se va fortaleciendo y transformando, así como las causas y consecuencias de su establecimiento; por otro, el método y los datos utilizados para el análisis de los sitios web a nivel ejecutivo en México. Lo anterior se enmarca en la definición de la comunicación política entendida como “el campo de estudio que comprende la actividad de determinadas personas e instituciones (políticos, comunicadores, periodistas y ciudadanos) en la que se produce un intercambio de información, ideas y actitudes en torno a los asuntos públicos”7. Por lo tanto, al impulsarse en Internet el intercambio informativo de las instituciones políticas, a través de sus redes de difusión y recibimiento de mensajes, el propósito de la presente investigación es analizar y conocer qué información se transmite desde el ámbito del gobierno digital. Por lo que respecta a la perspectiva metodológica de investigación, se ha optado por el análisis de contenido, el cual es “un conjunto de técnicas de análisis de comunicaciones tendente a obtener indicadores (cuantitativos o no) por procedimientos sistemáticos y objetivos de descripción del contenido de los mensajes, permitiendo la inferencia de conocimientos relativos a las condiciones de producción/recepción (variables inferidas) de estos mensajes”.8 Dicha metodología es la más adecuada para aportar información sobre el problema planteado porque “es un método muy empírico, dependiente del tipo de 7 María José Canel, Comunicación política: técnicas y estrategias para la sociedad de la información, Tecnos, España, 1999, p. 23. 8 Laurence Bardin, Análisis de contenido, España, Ed. Akal, 1986, p. 32. 10 discurso en que se centre y del tipo de interpretación que se persiga [en el cual] no existen plantillasya confeccionadas y listas para ser usadas, simplemente se cuenta con algunos patrones base, a veces difícilmente traspasables”.9 Siguiendo este argumento, el método de análisis de la estructura del gobierno electrónico planteado por Darrell M. West funcionará, entonces, como guía para confeccionar nuestra plantilla y adaptarla al presente estudio. Como se ha mencionado, la muestra en la que se basan los resultados de esta tesis son los 32 sitios web de las entidades federativas en México. La forma en que se han recabado los datos ha sido mediante “la señalización de los índices y la elaboración de los indicadores”10 de los estudios sobre la materia de West y que se han adaptado al corpus de datos que resultaron del análisis a presentar. A partir de esta organización, el instrumento que se ha utilizado para la recolección de datos es la plantilla de análisis, con sus respectivas categorías, propuesta en los estudios de gobierno electrónico de Darrell M. West, con la cual hemos medido la presencia o ausencia de elementos que han funcionado como indicadores y le han otorgado sentido a nuestro análisis. Cabe resaltar que la justificación en utilizar la construcción analítica de West corresponde a lo que Krippendorff explica como fuente de certidumbre de éxitos obtenidos en el pasado.11 Y como lo indica Bardin, es importante comprender que “para los analistas, lo ideal sería no tener que reinventar una plantilla de categorías para cada material y cada objetivo de análisis. Esto no es posible, salvo para materiales muy similares y con una finalidad idéntica”12 y ante ello los resultados a conseguir en el presente trabajo jugarán “el papel de normas de diferencia”.13 De esta forma verificaremos la fiabilidad y validez del método de West, puesto que “la reproducibilidad de un proceso es el grado en que puede recrearse 9 Ibid., p. 23. 10 Ibid., p. 72. 11 Klaus Krippendorff, Metodología de análisis de contenido, Paidós, España, 1990, p. 150. 12 Laurence Bardin, op. cit., p. 97. 13 Idem. 11 en circunstancias diferentes, en otros lugares y con la intervención de codificadores distintos”.14 B) Objetivos El objetivo general de esta pesquisa es analizar, describir y evaluar los mensajes de gobierno de las 32 páginas electrónicas de las entidades federativas que presenta el e-gobierno mexicano, a partir del modelo analítico y teórico de Darrell M. West; por su parte, los objetivos particulares son: Describir las características de los portales gubernamentales de las 32 entidades federativas. Analizar el tipo de servicios que provee el gobierno digital en México. Explicar cómo el e-gobierno mexicano aprovecha al máximo los beneficios de Internet. Describir cómo funciona Internet en el servicio público en nuestro país. c) Hipótesis de trabajo El e-gobierno en los portales gubernamentales de las 32 entidades federativas analizadas contribuye a ampliar la comunicación política en línea, principalmente, en materia de servicios electrónicos. El gobierno electrónico podrá distar mucho de promover la participación política de la ciudadanía en los términos en que numerosos pensadores tecno-deterministas suelen idealizar. En resumidas cuentas, tratándose de interpretar el gobierno electrónico en México en términos de su capacidad de ampliar la democracia, el concepto e- gobierno es más un mito que una realidad. Al profundizar y avanzar en el propio estudio, habrán de explorarse nuevos elementos analíticos, y encontrarse nuevos resultados que permitan o no ratificar nuestras hipótesis. 14 Klaus Krippendorff, op. cit., p. 194. 12 Capítulo I.- El Contexto Digital 1. Reinventar el gobierno En 1993, el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, propuso reinventar el gobierno norteamericano mediante la creación de una administración más eficiente, con un presupuesto menos costoso y resultados significativos.15 Una de las prioridades durante su gestión fue tratar de vincular a los ciudadanos con los diversos órganos del gobierno para que pudiesen obtener servicios automatizados; por la otra, que el gobierno redujera costos, mejorara su rendimiento y aumentara su velocidad en la entrega de servicios mediante la implementación y conexión a través de redes de información y comunicación.16 El concepto “reinvención del gobierno”, acuñado por David Osborne y Ted Gaebler,17 se basa en la implementación de una estrategia que abarque tanto a las instituciones de gobierno como a la sociedad en su conjunto, utilizando los mecanismos disponibles para cambiar la dinámica subyacente y el comportamiento de los integrantes de un sistema político18 y, en particular, dentro de una visión descrita como optimista, que logre finiquitar el modelo jerárquico de la burocracia, donde “los ciudadanos pueden ver la información, pero no modificarla para sus propios fines”.19 15 John Kamensky, National Parternship for Reinventing Government: A Brief History, [en línea], Sociedad Nacional para la Reinvención del Gobierno del Vicepresidente Al Gore, Washington, D.C., 1999, Dirección URL: http://govinfo.library.unt.edu/npr/whoweare/history2.html, [consulta: 12 de mayo de 2011]. 16 Tamara Almarabeh y Amer AbuAli, A General Framework for E-Government: Definition, Maturity Challenges, Opportunities, and Success, [en línea], European Journal of Scientific Research, Vol. 39, Núm. 1, 2010, Dirección URL: http://www.eurojournals.com/ejsr_39_1_03.pdf, [consulta: 12 de mayo de 2011]. 17 Cfr. David Osborne y Ted Gaebler, Reinventing Government: How the Entrepreneurial Spirit is Transforming the Public Sector, Estados Unidos, Plume Penguin Books, 1993, 432 pp. 18 David Osborne, Reinventing Government: What Difference a Strategy Makes, [en línea], 21 pp., 7 th Global Forum on Reinventing Government: Building Trust in Government, Organización de las Naciones Unidas, 2007, Dirección URL: http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/un/unpan025253.pdf, [consulta: 15 de mayo de 2011]. 19 Darrell M. West, Digital Government: Technology and Public Sector Performance, Estados Unidos, Princeton University Press, 2007, p. 9. http://govinfo.library.unt.edu/npr/whoweare/history2.html http://www.eurojournals.com/ejsr_39_1_03.pdf http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/un/unpan025253.pdf 13 Robert P. Hillman20 asegura que este concepto es conocido, en los procesos de negocios, como el de reingeniería, el cual adquiere el nombre de reinvención para hacer referencia a los cambios estratégicos necesarios a nivel gubernamental. Para lograr una transformación significativa en la dinámica a nivel gobierno, resultaba imprescindible el uso selectivo de las TIC y, de manera particular, Internet. La amplia aceptación de la idea clintoniana, aunada a la rápida expansión del World Wide Web en los primeros años de la década de los noventa, dio lugar a los orígenes de lo que hoy conocemos como gobierno electrónico o e-gobierno.21 En los albores de su implementación, sus funciones esenciales —las cuales se mantienen hoy en día, en conjunción con algunas otras que devienen del desarrollo tecnológico constante— consistían en establecer mayor contacto con el público, hacer más rápida la entrega de servicios y dar a conocer información fundamental de lo que acontecía en las diversas instancias gubernamentales, cuyo objetivo primordial era restaurar y mejorar la confianza que se da a partir del binomio gobierno-ciudadano.22 Algunas de las ventajas de la implementación del gobierno digital fueron la supresión de visitas a oficinas de gobierno por parte de los ciudadanos para realizar pagos; la realización de algún registro presencialy la posibilidad de llevar a cabo llamadas telefónicas para conocer alguna información específica. 20 Cfr. Robert P. Hillmann, Reinventing Government: Fast Bullets and Cultural Changes, Murchison Chair of Free Enterprise, Estados Unidos, Universidad de Texas, 2001, 105 pp. 21 “El empleo de la letra ‘e’ seguida de una guión y precediendo a un sustantivo se usa en los últimos años para referirse a la incorporación de las tecnologías de la Sociedad de la Información al ámbito delimitado por dicho sustantivo. En concreto dicha ‘e’ es la inicial de la palabra inglesa ‘electronic’. Estas tecnologías suelen recogerse en el acrónimo TIC, que alude a las Tecnologías de la Información y de la Comunicación” en José Julio Fernández Rodríguez, Gobierno electrónico, un desafío en Internet (Implicaciones Jurídicas), México, Fundap, 2004, p. 25. 22 Al Gore, Vice President’s Reinvention Initiatives: Reinventing Government, [en línea], Página web de la Casa Blanca, Estados Unidos, Dirección URL: http://clinton4.nara.gov/WH/EOP/OVP/initiatives/reinventing_government.html, [consulta: 12 de julio de 2011]. http://clinton4.nara.gov/WH/EOP/OVP/initiatives/reinventing_government.html 14 Por su parte, el uso de servicios electrónicos para pagar impuestos o la inclusión de la participación ciudadana a través de foros para incidir en la agenda política, junto con otras particularidades del e-gobierno que pueden ser aprovechadas a través de los sitios web, pueden marcar progreso, en una primera instancia, para hacer más eficiente el modelo burocrático, engranaje primordial en el funcionamiento de la democracia. Por ello, para entender el gobierno electrónico es necesario remontarse al origen de Internet en la década de los sesenta cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos comenzó el proyecto ARPANET, “un sistema de conexión digital que conectaba a varias computadoras en diferentes ubicaciones geográficas”.23 Sin embargo, no fue sino hasta 1991, con la formación de la World Wide Web, interface integrada por el uso, envío y manipulación de textos, imágenes y sonidos, que Internet se estableció como un medio de comunicación entre el público en general. Años más tarde, las agencias de gobierno descubrirían que Internet era un útil medio para comunicarse con ciudadanos, empresas y otros organismos sociales, debido a que podían publicar y amplificar su información, ofrecer en línea algunos servicios y, de esta manera, ampliar y poner a disposición sus contenidos a un amplio grupo de personas. Tradicionalmente, las agencias de gobierno se han caracterizado por tener una estructura de comunicación jerárquica y lineal; en cambio, la característica fundamental de los servicios de distribución digital consiste en transmitir una comunicación no jerárquica, no lineal, interactiva y disponible las veinticuatro horas al día, los siete días de la semana. Los aspectos interactivos del gobierno electrónico permiten que tanto los ciudadanos como los funcionarios públicos se puedan beneficiar de las ventajas de Internet, como el envío o recepción de información. Así, la ventaja competitiva de este medio a favor de los ciudadanos consiste en la capacidad para acceder a 23 Darrell M. West, op. cit., p. 2. 15 información pública y hacer uso de servicios en línea de manera permanente e ininterrumpida. Es posible, entonces, afirmar que el uso del e-gobierno facilita, en su perspectiva del deber ser, la interacción de doble vía entre gobierno y público: la mejora en la prestación de servicios públicos y la capacidad de respuesta a los ciudadanos. Asimismo, potencialmente puede transformar la eficiencia y trasparencia gubernamental, mejorar el nivel de confianza de los ciudadanos e incluir su participación en asuntos políticos, pues como lo explica Darrell M. West: Las nuevas tecnologías mejoran la comunicación mediante la superación de la distancia geográfica, la promoción de la variedad ideológica, la apertura a los ciudadanos a una mayor diversidad de puntos de vista y el fomento a la deliberación. Estos beneficios forman parte de de la gran e inusual promesa de Internet como herramienta para la democracia.24 El anhelo para mejorar la democracia a través del uso de Internet forma parte de una perspectiva que incluye también la mejora burocrática. Las TIC alteran las características de las burocracias tradicionales y en el momento en que se alienta y se fomenta el trabajo y el desarrollo conjunto entre agencias de sitios web que integran información y brindan servicios, el gobierno electrónico posibilita al “sector público […] lograr un cambio significativo”.25 Este cambio va acompañado de las decisiones que se realicen en el mismo sector, las cuales limitan, de cierta forma, la velocidad y adaptación de las nuevas tecnologías en el proceso gubernamental. La entrada de una nueva tecnología en determinada sociedad y en determinada época, presupone, por su carácter novedoso, una modificación a gran escala de los diversos procesos sociales. Además, si bien contienen un carácter revolucionario, su adaptación se da incrementalmente, siendo la norma común, a raíz de su establecimiento, su evolución dentro de una organización social. En cuanto a las tecnologías computacionales y su acomodo en la organización del gobierno, la tendencia de cambio y sus acciones sólo se dan en 24 Ibid, p. 5. 25 Ibid, p. 123. 16 pequeña escala y de manera gradual, por lo que debemos tomar en consideración factores internos de organización en el gobierno y su visión tecnocrática, los cuales, en algunos casos, limitan y restringen la habilidad de esta tecnología para transformar a la sociedad y a la política. La falta de presupuesto, los conflictos e intereses de la oposición, las normas culturales y los patrones en el comportamiento de gobierno, enumera West, son algunos de los factores que dificultan el establecimiento de cambios a gran escala que podría producir el gobierno electrónico, a pesar de los beneficios que éste produzca tanto para la burocracia como para el ciudadano. Además de los factores anteriores, West afirma que el nivel de desarrollo del gobierno electrónico se ha dado de manera lenta, debido a la visión predominantemente tecnocrática y orientada a servicios por parte del gobierno, en vez de ser utilizada “como una herramienta para el empoderamiento ciudadano”.26 Al respecto, algunos autores27 han predicho que la tecnología derivada de Internet no transformará a la democracia. Por su parte, West añade que: La tecnología refuerza las pautas sociales y políticas existentes, en vez de crear nuevas realidades […] Los sitios web de las agencias de gobierno sirven para perpetuar su propia misión y hacen muy poco para reforzar la participación ciudadana y la capacidad de respuesta.28 Por lo anterior, es difícil tener certeza en afirmar que el gobierno electrónico dará origen a un cambio profundo a largo plazo en el actuar democrático. Por tal motivo, es conveniente el enfoque de investigación a corto plazo y el análisis de las causas y consecuencias del e-gobierno; de esta manera es posible describir cuán sustanciosa es la modificación y posible transformación de las actividades del gobierno electrónico. Este hecho lleva a West a afirmar que: La virtud del estudio de cambio a corto plazo […] proporciona pistas sobre los cambios a largo plazo [y] ayudan a dirigir el impacto futuro de tecnologías específicas. De esta manera, entonces, las políticas 26 Ibid, p. 174. 27 Cfr. Michael Margolis y Gerson Moreno-Riaño, The Prospect of Internet Democracy, Estados Unidos, Ashgate, 2009,200 pp. 28 Darrell M. West, op. cit., p. 6-7. 17 públicas pueden ver […] qué alteraciones a mitad de camino son necesarias para atajar consecuencias negativas.29 De este modo, es necesario saber que las propuestas políticas y ciudadanas a través del e-gobierno pueden dar paso, entre otros beneficios, a una democracia más participativa, a un probable empoderamiento ciudadano o a la reproducción de la tecnocracia del gobierno en Internet. Luego entonces, la aportación de esta tesis es significativa para conocer la evolución y mejoramiento de los contenidos del e-gobierno en México, y, en general, de los estudios relacionados a las TIC. De hecho, Del Rey Morató señala que: […] en las universidades de varios países del mundo hay foros de debate sobre el futuro de la red, en los que se habla de e-democracia, de prácticas de e-Gobierno, se ensayan mecanismos de participación ciudadana a través de la red, se estudian las redes ciudadanas, y se reflexiona sobre la comunicación digital para el desarrollo de políticas y Gobierno electrónico.30 Bajo este tenor, nuestra pesquisa, que obedece a un análisis descriptivo del gobierno digital es, al mismo tiempo, un documento de análisis de contenido para futuras investigaciones cuyo fin persigan, de una u otra forma, el hacer más perfectible las propuestas políticas basadas en el intercambio de la información a través de Internet. 2.- Internet El surgimiento y el desarrollo de Internet se dan a partir de la investigación tecnológica, académica y militar, principalmente, para la transmisión de datos a través de redes de comunicaciones veloces, inmediatas y seguras, a finales de los años sesenta del siglo XX. Diversos estímulos propiciaron consecuentemente su evolución: la necesidad de una comunicación mundial que nace en el campo académico apoyado con fondos del Departamento de Defensa de los Estados Unidos; el progreso y perfeccionamiento de la informática, con la invención de transistores, 29 Ibid, p. 8. 30 Del Rey Morató, Javier, Comunicación política, internet y campañas electorales: de la democracia a la ciberdemocr@cia, España, Tecnos, 2008, p. 303. 18 chips y microprocesadores, y, en el contexto de la Guerra Fría, la obligación y exigencia de posicionar la hegemonía tecnológica estadounidense sobre la de otros países, especialmente, sobre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su origen se remonta a 1957, “año en que la Unión Soviética lanzó con éxito el primer satélite artificial, el Sputnik, demostrando así que los Estados Unidos se encontraban en segundo lugar con relación a la tecnología”.31 Para Estados Unidos, este hecho significó estar un paso atrás en investigación tecnológica a nivel mundial, por lo que el presidente de los Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, creó, el 7 de febrero de 1958, bajo la dirección del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, la red de computadoras Advanced Research Project Agency Network (ARPANET), “para promover y financiar la investigación científica en todas las disciplinas, y fomentar el avance tecnológico en todos los frentes que podrían estar relacionados con la defensa”.32 En efecto, fue así que Internet se fundó “como parte de la respuesta gubernamental al Sputnik”33 y, al mismo tiempo de la aparición de ARPANET, se estableció la Corporación RAND, una organización norteamericana de análisis e investigación para la mejora de políticas públicas, que estableció un proyecto destinado a desarrollar una red de comunicaciones para el teléfono de voz que utilizaba la tecnología de envío de mensajes en paquete. La intención de este proyecto era crear una red que pudiese funcionar si algunos de sus vínculos fueran eliminados, como por algún ataque nuclear34; por lo anterior, se ha escrito que el propósito inicial de Internet se enfocaba en tejer una inexpugnable red de comunicaciones en caso de algún ataque de dimensiones atómicas. En realidad, este departamento comienza, por un lado, como una red para compartir información entre universidades e instituciones de investigación; por 31 Michael Banks A., On the way to the web: the secret history of the internet and its founders, Estados Unidos, Apress, 2008, p 2. 32 Ibidem. 33 Asa Briggs, De Gutenberg a Internet: una historia social de los medios de comunicación, Madrid, Taurus, 2002, p. 344. 34 Michael Banks A., op cit., p. 4. 19 otro, como una red que “pudiera sobrevivir a la eliminación o destrucción de cualquiera de los ordenadores que formaban parte de ella e incluso a la destrucción nuclear de todas las ‘infraestructuras’”35. Incluso Del Rey Morató encuentra en la perspectiva militar el incentivo para el desarrollo de Internet, que se da “cuando el Departamento de Defensa de los Estados Unidos ideó un plan para evitar la toma o destrucción soviética de las comunicaciones norteamericanas en caso de estallar la guerra nuclear”36. Como fruto de esta óptica, señala que “el resultado fue una arquitectura de red compuesta por miles de redes informáticas autónomas, que no podía ser contralada desde ningún centro”37. Sin embargo, esta visión de la descentralización de las comunicaciones para distribuir su manejo y operación con diversas redes en caso de alguna situación de ataque nuclear, sólo forma parte de una compleja trabazón en la que surgió y se desenvolvió lo que a la postre se llamaría Internet, una “red constituida por las diferentes redes interconectadas en el mundo”.38 En este sentido, y en una línea disímil a la Del Rey Morató, Castells explica que al localizarse los principales nodos de ARPANET en las universidades, el acceso a ellos se dio “por parte de profesores y estudiantes de doctorado, eliminando toda posibilidad de control militar estricto”.39 Asimismo, añade que: La razón oficial para el desarrollo de ARPANET fue facilitar la comunicación entre los distintos grupos universitarios de informática financiados por el Departamento de Defensa y, en especial, permitir que compartieran tiempo de ordenador en las potentes máquinas que existían tan sólo en algunos centros.40 Además de que la creación de Internet surge por cuestiones tanto académicas como militares, básicamente la función de esta red se basaba en el 35 Asa Briggs, op cit., p. 4. 36 Javier Del Rey Morató, op cit., p. 301. 37 Ibidem. 38 Dominique Wolton, Internet ¿Y después?, España, Gedisa, 2008, p. 28. 39 Manuel Castells, Internet, libertad y sociedad: una perspectiva analítica [en línea], Barcelona, Univesitat Oberta de Catalunya, 2001, Dirección URL: http://www.uoc.edu/web/esp/launiversidad/inaugural01/intro_conc.html, [consulta: 25 de mayo de 2011]. 40 Ibidem. http://www.uoc.edu/web/esp/launiversidad/inaugural01/intro_conc.html 20 intercambio de información, con lo que nace “el primer sistema de datos en paquetes de la historia”.41 De esta manera, se creó un sistema en red que vinculó archivos ubicados en ordenadores conectados e nivel mundial. Además del hipertexto o el hipervínculo para conducir al usuario a múltiples contenidos, se añadió la función multimedia, la cual se basa en poner en línea imágenes, audio y vídeo.42 En los orígenes de Internet, también podemos encontrar la perspectiva optimista del uso de la red como herramienta que “liberaba y potenciaba a los individuos y ofrecía ventajas sin precedentes a la sociedad”.43 Desde esta visión, algunos lo consideran como un instrumento que “solucionará la mayoría de los males de la humanidad”44 o que “podrá crear una suerte de democracia directa, que encontrará un alivio al nuevo déficit democrático actual en la actividad de la comunicación que pueda generarse en torno al nuevo espaciocreado por ella”.45 William Winston destaca en esta corriente al mencionar que “a través de la convergencia tecnológica viajaríamos hacia ‘una libertad más humana’, ‘más poder para el pueblo’ y más cooperación internacional’”.46 Con las consideraciones anteriores, es significativo señalar las fechas que destacan en la evolución de Internet: 1. En 1975, ARPANET es rebautizada como DARPA. Con 2 mil usuarios, los mensajes de correo electrónico eran la materia prima de su modo de comunicación y no todos tenían que ver con cuestiones de defensa. 2. En 1979 se crea el grupo, Computer Science Research Network (CSNET), con asistencia financiera de la National Science Foundation (NSF); más tarde, en 1985, DARPA se vinculó a él. 3. En 1986 se introdujeron las abreviaturas “com” para comercio, “mil” para militar y “ed” para educación. 41 Asa Briggs, op cit., p. 344. 42 Janet Abbate, Inventing the Internet, Estados Unidos, Massachusetts Institute of Technology, 1999, p. 214. 43 Asa Briggs, op cit., p. 346. 44 Dominique Wolton, op cit., p. 4. 45 Javier Del Rey Morató, op cit., p. 305. 46 Asa Briggs, op cit., p. 347. 21 4. En 1993 se desarrolla el navegador Mosaic, el primer sistema web que incluyó imágenes a color como parte de las páginas que, al igual que las palabras del texto, se comenzaron a utilizar como enlaces o hipervínculos; asimismo, con esta interface de navegación en Red, los términos Web en Internet se popularizaron a principios de los años noventa.47 5. En 1995, Sun Microsystems introdujo un nuevo lenguaje programático, Java, que en teoría hizo posible que una página web se utilizara con cualquier finalidad. Ante este veloz desarrollo tecnológico, la popularización de Internet se fue a la alza y así se “continuó la tradición de participación descentralizada en la creación del sistema, alentado a los usuarios individuales para añadir nuevos contenidos y herramientas”.48 De este modo, las múltiples interconexiones establecidas por esta red han permitido, desde finales del siglo XX, el intercambio de información entre equipos de trabajo, individuos y gobiernos; por ello, con Internet se han abierto nuevas formas de conexión entre sus usuarios, mientras que con su implementación en la administración pública ha sido posible superar límites territoriales físicos de cada estado, lo cual conlleva una frecuente desterritorialización y el fortalecimiento de la presencia ciudadana.49 Esta conectividad es entendida como “el instrumento necesario para que los seres humanos puedan comunicarse a distancia entre sí obtener información y conocimiento disponible en la red mundial Internet”50, capacidad natural que deviene de Internet y que, al mismo tiempo, en teoría, le provee el acceso a millones de personas en el mundo para el intercambio de información y la utilización de servicios en línea. Con ello, en Internet hay una apertura para la confrontación y la discusión de diversos puntos de vista, lo que puede ayudar al gobierno, en parte, a captar 47 Janet Abbate, op cit., p. 216-218. 48 Ibid, p. 219-220. 49 José Julio Fernández Rodríguez, Gobierno electrónico, un desafío en Internet (Implicaciones Jurídicas), México, Fundap, 2004, p. 22. 50 Abraham Sotelo Nava, México: un gobierno digital en expansión, México, Diseño Editorial, 2006, p. 19. 22 ópticas divergentes para la solución de problemas, estar enterado de la calidad de sus servicios o impulsar nuevas vías de participación de los ciudadanos. Con su advenimiento y utilización en la comunicación política, la cualidad de Internet de facilitar la conectividad comenzó a formar parte de la visión de un gobierno integral que pudiera extender a la ciudadanía, además de sus contenidos y servicios, la participación e inclusión en asuntos propios al ejercicio gubernamental. Aquí es donde toma importancia la premisa de la participación del usuario que puede potencializar y mejorar los contenidos en la interface digital. Bien mencionó Abbate a finales del siglo XX que “si la Internet va a continuar como un medio innovador de colaboración, descubrimiento e interacción social, ésta tendrá que recurrir a su capacidad de adaptación y de diseño participativo”51, pues la cualidad de conexión en el diseño original de Internet puso en la balanza, inherentemente, la idea de la inclusión y la condición de la participación para la interacción, como motor principal del funcionamiento de la red de redes. 3.- Autorutas de la información En el mes de febrero de 1996 tuvo lugar la firma, por parte del Presidente William Clinton, del “Acta sobre las Telecomunicaciones” (Telecommunications Act), en el Salón Principal de Lectura del la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. El objetivo central de este documento versaba en promover la competencia y reducir la reglamentación con objeto de asegurar precios bajos y alta calidad en los servicios a los consumidores de las telecomunicaciones americanas y alentar el rápido desarrollo de nuevas tecnologías de las telecomunicaciones.52 Desde su arribo a la Casa Blanca en 1993, la administración Clintoniana desarrolló lo que se denominó la “Infraestructura Nacional de Información” (NII por sus siglas en inglés), conocida como Las autopistas de la Información, paquete legislativo y administrativo, en materia de telecomunicaciones, que el entonces Vicepresidente Al Gore, líder del proyecto, calificó como una “revolución de las 51 Janet Abbate, op cit., p. 219-220. 52 Comisión Federal de Telecomunicaciones, Telecommunications Act of 1996, [en línea], CIV Congreso de los Estados Unidos de America, Washington, D.C, 1996, Dirección URL: http://transition.fcc.gov/Reports/tcom1996.pdf, [consulta: 9 de agosto de 2011]. http://transition.fcc.gov/Reports/tcom1996.pdf 23 comunicaciones”, donde se reconocía al individuo como una fuente de información que agrega valor a la comunidad y a la economía, además de tornar a cada persona, de consumidor, a productor de mensajes.53 Así, el Presidente norteamericano anunció que este proyecto, además de expresar los mejores valores de Estados Unidos, habría de reforzar la democracia estadounidense; sin embargo, el teórico de las comunicaciones, Jeff Chester, afirma que la ley hizo poco para asegurar que Internet pudiera mejorar la vida de los americanos, en tanto que “fue redactada para enriquecer aún más a los conglomerados mediáticos y de las telecomunicaciones de la nación, junto con la impía trinidad del poder de Washington: políticos, cabilderos y abogados”.54 En otras palabras, el catedrático de la UNAM y especialista en internet y política, Gerardo L. Dorantes, apunta que “de lo que se trató fue que las fuerzas monopólicas del mercado determinaran el futuro de Internet; es decir, se oficializó al ciberespacio como un universo abierto a los negocios”.55 En este mismo sentido, cuando el binomio economía-internet comienza a tomar forma, Colin Sparks, profesor de la Universidad de Westminster, afirmó que “la mayoría de los esfuerzos que se realizan para desarrollar Internet son para convertirla en un instrumento perfeccionado de negocios”56; es decir, la red de redes es el discurso de los negocios que domina en el eco-sistema hipermediático.57 Y pesar de la creciente expansión de las TIC desde los noventa del siglo XX, —como la WWW o Internet—, Cynthia Alexander, profesora de la Universidad de Acadia, y Leslie Pal, docente de la Universidad de Carleton, apuntan que “se 53 Gore, Al, Remarks by Vice President Al Gore at National Press Club, [en línea], Club Nacional de Prensa, Estados Unidos, 21 de diciembre de 1993, Dirección URL:http://www.ibiblio.org/nii/goremarks.html, [consulta: 9 de agosto de 2011]. 54 Jeff Chester, Digital Destiny: new media and the future of democracy, Nueva York-Londres, The New Press, 2007, p. 16. 55 Gerardo L. Dorantes, Grupos de poder y construcción de agenda en la institucionalidad del Estado, México, Universidad Autónoma del Estado de México, 2011, (en prensa). 56 Colin Sparks, “The Internet and the Global Public Sphere”, en Mediated Politics: Communication in the future of democracy, por W. Lance Bennett y Robert M. Entman, Reino Unido, Cambridge University Press, 2001, p.92 57 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). http://www.ibiblio.org/nii/goremarks.html 24 debe tener claro que el escenario actual no es el de una revolución como lo profetizó Clinton en 1996”.58 De lo anterior se desprende que más que analizar si Internet ha modificado de manera substancial la estructura socioeconómica a nivel mundial, en términos revolucionarios, estas autoras canadienses señalan que “lo relevante es examinar de cerca las consecuencias de las nuevas formas de recolección, transformación y transmisión de las comunicaciones, especiales y de élite, así como las implicaciones de la fascinación vigente con las tecnologías digitales para el sistema de gobernanza”.59 Con relación a este mismo impacto que podrían tener las TIC, W. Russell Neuman, profesor de la Universidad Pennsylvania, ha realizado un esfuerzo para sintetizar, a partir de reportes recientes, algunas tendencias que los nuevos medios generan o refuerzan.60 Entre ellas destacan las que afirman que: Debilitan los sistemas políticos de partidos. Ofrecen una plataforma para el discurso del odio. Estimulan una nueva capacidad para la democracia de base. Permiten al “tercer mundo” saltar estados dolorosos de industrialización en una economía de la información. Roban la infancia a los niños y sustraen el sentido de lugar de los demás. Aceleran el proceso de respuestas del gobierno a las crisis internacionales sin permitir la adecuada deliberación. Aíslan entre sí a los miembros de la familia. Estabilizan de manera permanente el ciclo de los negocios. Exacerba la brecha entre los que tienen información y los que no la tienen (Information haves and have-not). Limitan la capacidad de los regímenes autoritarios para controlar el flujo de información dentro y fuera de su reino. 58 Cynthia Alexander y Leslie Pal, Digital Democracy: Policy and Politics in the Wired World, Canada, Oxford University Press, 1998, p. 13. 59 Ibidem. 60 W. Russell Neuman, “The Impact of the New Media”, en Mediated Politics: Communication in the future of democracy, por W. Lance Bennett y Robert M. Entman, Reino Unido, Cambridge University Press, 2001, p. 299. 25 Por lo anterior, todo parece indicar que a Philipe Breton le asiste la razón cuando escribe, en referencia a la llamada por Al Gore, Revolución de las comunicaciones, que “ahora hay computadoras por todas partes, pero no se ve ninguna revolución social”.61 Por lo comentado anteriormente, Dorantes explica que es posible y deseable adelantar hipótesis y realizar más estudios empíricos en torno a los influjos de los nuevos medios e, incluso, recopilar más anécdotas al respecto, para así reconocer “que aún falta un largo trecho para estar en posibilidades de distinguir entre los impactos sociales reales de las TIC de otras tendencias y ciclos históricos sobre la tecnología”.62 4.- Nuevas tecnologías de información y comunicación: el debate A finales del siglo XX, el debate en torno a Internet se inscribía en lo que Sarah Oates, profesora de la Universidad de Glasgow, llama ciber-optimismo, que corresponde a la sugerencia de que Internet “provee únicas y excelentes oportunidades para el mejoramiento de la sociedad y la democracia, al empoderar a la ciudadanía promoviendo su capacidad de reacción inmediata y movilización”.63 Entre otras posturas, Dorantes afirma que con Internet se pensaba que: […] podría básicamente desafiar a los monopolios mediáticos de radiodifusión, ayudando a contener los impactos dañinos de la concentración de los medios de comunicación. Incluso se creía que la Red habría de vitalizar el periodismo que había sido acosado por las fusiones y las reducciones de costos en las salas de redacción. Internet, se aseguraba, al dar lugar a la integración de audio, video y texto, habría de generar un medio sumamente potente, diverso y plural, libre de los intereses de las corporaciones tradicionales y de las restricciones del poder público.64 61 Gilles Gauthier, André Gosselin y Jean Mouchon, Comunicación y política, Barcelona, Gedisa, p. 12. 62 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 63 Sarah Oates, Introduction to media and politics, Sage Publications Inc., California, 2008, p. 161. 64 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 26 Por ello, podemos aseverar que gracias a Internet se abolió la participación limitada y, por ende, como lo asegura el consultor de mercadeo político, Dick Morris, “restringir el poder de la gente ya no es una opción viable”.65 Por otro lado, siguiendo la tesis de la profesora Oates, existen otros investigadores sobre la materia reconocidos como ciber-escépticos, debido a su falta de convencimiento en el supuesto potencial democrático de la red, pues esta afirmación es considerada excesiva y determinista, en tanto que es producto de una tecnología que ha sido sobrevalorada. Dorantes desarrolla esta idea y menciona que: […] las TIC´s solamente sirven para reforzar el statu quo, debido, entre otros aspectos, a las diferencias económicas y socio-culturales entre las audiencias. También, porque entienden que los grandes monopolios mediáticos y de telecomunicaciones no tenían la intención de perder su influencia ni ver disminuido su enorme poder y sus ganancias, en aras de una mayor participación social en sus espacios escriturados. Asimismo, en virtud de su gran capacidad para extender sus actividades al mundo de la interactividad.66 Finalmente, los ciber-pesimistas consideran que este nuevo medio solamente acarrea males para la democracia, puesto que aleja a la sociedad de la participación política activa, además de que no pasan por alto la gran capacidad de la industria mediática —ampliamente demostrada en el pasado— para determinar, en este caso, el futuro de Internet.67 Por su parte, dentro de una perspectiva más moderada, Stephen Coleman y Jay Blumer, profesores de la Universidad de Leeds, exponen que, más que convenir con cualquiera de esas perspectivas, corresponde tomar en cuenta que la Interred “es un espacio vacío de poder vulnerable tanto a las estrategias centradas en el estado —y por lo mismo, corporativistas— y abierto a su 65 Dick Morris, notado por Stephen Coleman y Jay Blumer, The Internet and Democratic Citizenship: Theory, Practice and policy, New York, Cambridge University Press, 2009, p.9 66 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 67 Ibid, (en prensa). 27 ocupación por ciudadanos que cuentan con pocos ámbitos disponibles para poder expresarse en vías democráticas constructivas”.68 En torno a la Red, Diana Saco, profesora independiente ubicada en el estado norteamericano de Florida, escribe que estas discusiones han tendido a caer en dos amplias corrientes: la de los tecnológicamente Utópicos y los tecnológicamente Distópicos.69 Los primeros consideran la llamada revolución tecnológica como positiva, en términos sociales, en la medida que la Interred democratiza la información, al simplificar la creación, duplicación, almacenamiento y distribución de datos; dentro de esta perspectiva, la opinión socialtiene la posibilidad de ser escuchada en todo el orbe, en términos de la “Nueva Ágora Ateniense”, como la profetizó Al Gore a mediados de los años noventa. En cuanto a los Distópicos, éstos argumentan, de manera crítica y radical —además de los impactos descritos anteriormente por Neuman— que las nuevas TIC enajenan a la sociedad, no sólo de sus congéneres, sino de los propios individuos en sí mismos.70 Por su parte, Dorantes explica que “el tema subyacente entre estas dos posiciones extremas es si la democracia digital puede o no existir”.71 Por su parte, Saco continúa su definición del ciberespacio, el cual no es exactamente igual a otros espacios sociales, pues se constituye como una heterotopía con su propia especificidad.72 En este, ciberespacio heterotópico los cuerpos humanos no pueden, por su carácter cibernético, encontrarse cara a cara, por lo que de esta manera “parece ser que no existe ninguna compatibilidad con la profecía utópica en el sentido de que Internet habría de generar una democracia de tipo ateniense”.73 Con los anteriores planteamientos teóricos, Dorantes puntualiza que el ciberespacio es un nuevo ámbito interactivo-incorpóreo que opera con base en 68 Stephen Coleman y Jay Blumer, op. cit., p. 9. 69 Diana Saco, Cybering Democracy: Public Space and Internet, Estados Unidos, University of Minnesota Press, 2002, p. XV. 70 Ibid, p. XVI. 71 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 72 Diana Saco, op. cit., p. XXV 73 Ibid, p. XXVI. 28 sus propias y específicas leyes físicas, cuya paradójica naturaleza le otorga la “capacidad de, por un lado, promover y, por el otro, inhibir la comunicación interactiva entre muchos con otros muchos en el ciberespacio social”.74 De acuerdo a los comentarios anteriores se desprende el planteamiento de una comunicación política en línea más alejada de la utopía de la Red, con lo que Dorantes argumenta que “la investigación y la discusión sobre la materia deben abordarse, entre otros aspectos, a partir del papel que las múltiples herramientas de comunicación que componen la Interred representan, ya sea para mejorar o dañar la democracia”.75 Por ello, Dominique Wolton, Director de Investigaciones del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, asegura que Internet “realmente no es el Big Brother, pero tampoco es la utopía fraternal con la que muchos sueñan”.76 5.- Exceptuados del progreso: la fisura ciberespacial Al igual que en el espacio social físico, en el ciberespacio existe la desigualdad social que deviene de “las inequidades en el acceso a las nuevas tecnologías de información y comunicación, de manera particular Internet, y su utilización”77 , con lo que damos paso a la noción de la Sociedad de la Información y el Conocimiento (SIC). De acuerdo con Crovi, la SIC se presenta como “una sociedad cuyo capital básico es la inteligencia colectiva y la información distribuida en todos lados, continuamente valorizada y puesta en sinergia en tiempo real”.78 Para la autora, la “información es una suerte de materia prima, de dato o suceso, que puede ser transmitida socialmente por medio de procesos de comunicación, o sea, a través del intercambio simbólico de significados”.79 Incluso para el jurista español, José Julio Fernández, catedrático de la Universidad de Santiago de Compostela en España, entre las diversas TIC 74 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 75 Ibid, (en prensa). 76 Dominique Wolton, Internet ¿y después?, Gedisa Editorial, Barcelona, 2000, p. 99. 77 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 78 Delia Crovi Druetta, et al., Sociedad de la información y el conocimiento: entre lo falaz y lo posible, Argentina, La Crujía Ediciones, 2004, p. 43. 79 Ibid, p. 44. 29 destaca que el “saber aprovechar Internet para eliminar barreras que impidan la participación ciudadana y, con ello, involucrar en la vida pública a los grupos que históricamente han sido marginados o que han mostrado desinterés por participar en los capítulos de la vida democrática del país”80, es fundamental hoy en día por parte del ejercicio de gobierno. Sin embargo, la idea de un conocimiento compartido por todos y fortalecido por las TIC se limita en el momento en que: […] la mayor parte de los desarrollos tecnológicos de las SIC (tanto su parte dura, hardware, como su parte blanda o lógica, software) se producen en los países del primer mundo. En ese contexto de acceso tecnológico y producción desigual, el discurso oficial avala un concepto de brecha digital identificado con una promesa de desarrollo o desafío para los países periféricos, quienes deben instrumentar programas tendientes a superarla.81 Asimismo, “no se puede pasar por alto que las nuevas tecnologías mediáticas no son universales; es decir, no operan igual en todos los ámbitos geográficos, no son usufructuadas por todas las personas, ni en todos los casos generan los mismos efectos”.82 Por ello, la brecha digital o división digital (digital divide) es entendida como la “separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países…) que utilizan las nuevas tecnologías de la información como una parte rutinaria de su vida diaria y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que aunque las tengan no saben cómo utilizarlas”.83 En este mismo sentido, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico define este término como la “brecha entre individuos, hogares, empresas y áreas geográficas en los diferentes niveles socioeconómicos, con relación a las oportunidades de acceso a las TIC y el uso de internet para una amplia variedad de actividades”.84 80 José Julio Fernández Rodríguez, op cit., p. 13. 81 Delia Crovi Druetta, op cit., p. 43. 82 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 83 Serrano Santoyo, Arturo y Martínez Martínez, Evelio, La brecha digital: mitos y realidades, México, Universidad de Baja California, 2003, p. 17. 84 Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Understanding the digital divide, [en línea], p. 5, Dirección de Ciencia, Tecnología e Industria, 2001, Dirección URL: 30 En efecto, la brecha digital también depende de la capacidad económica, el capital cultural y tecnológico, los antecedentes de adopción de los nuevos medios, edad, actitudes, hábitos y costumbres de los usuarios, entre otros aspectos, pues estas variables plantean enormes diferencias para su usufructo, tanto entre países, sociedades e individuos.85 Dorantes explica que el concepto conocido como brecha digital aparece al mismo tiempo en que se iniciaba el proyecto Minitel en Francia, a finales de la década de los 70 y principios de los 80, que hace referencia a la diferencia socioeconómica entre aquellas comunidades que tienen accesibilidad a las nuevas TIC, particularmente Internet. Su importancia es tema de análisis relevante: […] no solo en razón de que el acceso al conocimiento e información, incluso al entretenimiento, es una garantía social; sino que este servicio debe ser proveído de manera igualitaria a todos los ciudadanos con objeto de aumentar la movilidad social, la participación política y la gobernabilidad, en los estados democráticos.86 Por ello, partamos del hecho de que la brecha digital está ligada, no sólo al suministro y entrega de software y hardware o al acercamiento físico con las computadoras, sino al sistema social en el que la tecnología es utilizada y que puede marcar una diferencia para la ejecución y mejoramiento de procesos y trabajos; por ende, los factores a los que se avoca son, además de tecnológicos, una interrelación entre el “lenguaje, alfabetización y educación, y las estructurasinstitucionales de la comunidad [para lograr] un significativo acceso a la tecnología”87 cuando ésta es proporcionada. A su vez, el rezago al acceso a las TIC se da a nivel de poseer dispositivos electrónicos, conductores de electricidad y tener cierto grado de alfabetización; en cuanto al primer término, Warschauer apunta que, en una visión estrecha, el pensar en las TIC es pensar, per se, en el acceso que se puede tener a través de dispositivos electrónicos; sin embargo, este acceso también se conforma por las http://www.oecd.org/document/51/0,3746,en_2649_33757_1814131_1_1_1_1,00.html, [consulta: 12 de julio de 2011]. 85 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 86 Ibid, (en prensa). 87 Mark Warschauer, Technology and Social Inclusion: Rethinking the Digital Divide, Estados Unidos, Instituto de Tecnología de Massachusetts, 2003, p. 6. http://www.oecd.org/document/51/0,3746,en_2649_33757_1814131_1_1_1_1,00.html 31 habilidades personales de los individuos, las conexión eléctricas disponibles y la comprensión del uso de Internet en el campo social. Por lo tanto, la presencia de la computadora en países desarrollados o no, sólo se convierte en un factor técnico para la reducción de la brecha digital en cuestión material, pero que desdeña los factores de educación y capacitación para su uso. En este sentido: Lo que está en juego no es el acceso a las TIC en el sentido estricto de tener un equipo en algún establecimiento, sino más bien el acceso en un sentido mucho más amplio, de ser capaces de utilizar las TIC para fines significativos personales o sociales.88 Por otro lado, el factor de posesión de conductores se refiere al requerimiento de conexión a una línea de suministro que precisa de pagos constantes para su funcionamiento; la electricidad, el servicio telefónico y la televisión por cable, son ejemplo de ellos. Al mismo tiempo, un tercer factor va de la mano a la posesión de dispositivos y conductores: la alfabetización; esta última característica, definida por la RAE como el “conocimiento básico de la lectura y la escritura”,89 se desarrolla sólo si existe una codificación de la información a través de habilidades individuales y el desarrollo del lenguaje, el cual se da en una estructura social organizada con oportunidades de educación y recursos para el sistema educativo, para que el individuo pueda sacar un provecho integral de las TIC. De hecho, Warschauer hace hincapié en que estos factores “contribuyen a un efectivo uso de las TIC […] pues la presencia de estos recursos ayuda a asegurar que puedan ser bien utilizadas y explotadas”90 para la promoción del desarrollo y la inclusión social. No obstante, Dorantes apunta que lo que se cuestiona es si las TIC han impactado en la reducción de las desigualdades entre las sociedades que se encuentran a uno y otro lado de la globalización. 88 Ibid, p. 32. 89 Cfr. Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, Madrid, 2001, 2368 pp. 90 Mark Warschauer, op cit., p. 48. 32 Como se ha mencionado anteriormente, este autor recapitula que el aprovechamiento de las TIC se encuentra condicionado, entre otros aspectos, por la existencia y disponibilidad de una infraestructura de telecomunicaciones y redes, por la accesibilidad general a los servicios que ofrece la tecnología y por el capital cultural disponible; esto es, por las habilidades y conocimientos para hacer un uso adecuado de ella. La ausencia de esta última circunstancia suele llamársele analfabetismo o exclusión digital. Al término opuesto se le llama inclusión digital. Cabe señalar que el vocablo de la brecha digital suele ser aplicado tanto a niveles locales, regionales y globales, en términos de la dicotomía entre incluidos y excluidos del espacio digital.91 Otra explicación del concepto de la inclusión social digital-tecnológica se refiere a la “habilidad para acceder, adaptar y crear nuevo conocimiento”92, a partir de la información emanada de las tecnologías de comunicación, las cuales pueden “contribuir a mejorar la educación, el gobierno y el cuidado de la salud”.93 De igual manera, Dorantes añade que el concepto se emplea para indicar las diferencias entre aquellos grupos que tienen acceso a contenidos digitales de calidad y aquellos que no lo poseen. Aunado a lo anterior, Chadwick escribe que la brecha digital “define un mundo binario de bienestar, sociedades posindustriales informatizadas, por un lado, y sociedades pobres, semi industrializadas o industrializadas, por el otro.”94 Este es uno de los primeros conceptos con que se inicia la reflexión alrededor del tema del impacto social de las TIC. Desde entonces, escribe Kemly Camacho, investigadora de la Fundación Acceso y profesora de la Universidad de Costa Rica, “se percibe que estas tecnologías van a producir diferencias en las oportunidades de desarrollo de las 91 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). 92 Mark Warschauer, op cit., p. 9. 93 Ibid, p. 32. 94 Chadwick, Andrew, Internet Politics: States, Citizens, and New Communication Technologies, Oxford University Press, Nueva York, 2006, p. 51. 33 poblaciones, lo que provocará una distancia entre aquellas que tienen acceso a las mismas y las que no lo poseen”.95 Esto da pie a un fenómeno dicotómico del participante incluido-excluido en el ciberespacio —producto de la limitación de los “inmunes al progreso”96—, para acceder a los medios y participar en la esfera pública virtual. En un análisis más amplio, la brecha del ciberespacio se relaciona, entre otros aspectos, con el acceso a Internet; en este sentido, de acuerdo con Natalia Volkow, especialista de la London School of Economics and Political Science, también es necesario concebir el desarrollo de las TIC enmarcadas dentro de cuatro dimensiones aplicativas, con el objeto de evaluar la brecha digital en un país: el comercio electrónico, la Sociedad de la Información, el gobierno electrónico y la Sociedad del Conocimiento, donde se identifica a Internet como “la biblioteca universal virtual”.97 Por otro lado, las principales barreras de los individuos para acceder a Internet, según Jan Van Dijk y Kenneth Haacker, profesores de la Universidad de Twente, son la mental, la material, la educativa y la de las oportunidades98; de igual manera, Karen Mossbergery, profesora de la Universidad de Illinois, junto con otros teóricos, distingue cuatro brechas de orden digital: acceso desigual, capacidades disímiles, oportunidades económicas inequitativas y divisiones democráticas entre los calificados para utilizar la Red e incrementar así su participación política y su influencia. 99 95 Kemly Camacho, La brecha digital, [en línea], Vecam, Francia, Dirección URL: http://vecam.org/article550.html, [consulta: 23 de septiembre de 2010]. 96 Michael Harrington, The Other America: Poverty in the United States, Touchstone, Nueva York, 1997, p. 13. 97 Natalia Volkow, “La brecha digital, un concepto con cuatro dimensiones”, [en línea], p. 2., Boletín de Política Informática, N. 6, 2003, Dirección URL: http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/tecnologia/brecha.pdf [consulta: 17 de octubre de 2010]. 98 Jan Van Dijk y Ken Hacker, “The Digital Divide as a Complex and Dynamic Phenomenon”, Ponencia presentada en la Conferencia Número 50 de la Asociación Internacional de Comunicación, México, 15 de junio de 2000, p. 1. Dirección URL: http://www.utwente.nl/gw/vandijk/research/digital_divide/Digital_Divide_overigen/pdf_digitaldivide_website.pdf [consulta: 8 de noviembre de 2010]. 99 Cfr. Karen Mossberger, et al., Virtual Inequality: Beyond the Digital Divide, Washington, D.C., Georgetown University Press, 2003, pp. 192. http://vecam.org/article550.html http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/tecnologia/brecha.pdf http://www.utwente.nl/gw/vandijk/research/digital_divide/Digital_Divide_overigen/pdf_digitaldivide_website.pdf http://www.utwente.nl/gw/vandijk/research/digital_divide/Digital_Divide_overigen/pdf_digitaldivide_website.pdf 34 Algunos autores critican el concepto de brecha digital argumentando que su aparición y debate ha dado lugar a una manipulación de parte de los países desarrollados para justificar y expandir sus mercados digitales a nivel global.100 Asimismo, Nicholas Garnham, profesor de la Universidad de Westminster, reprueba la conceptualización del fetichismo tecnológico, el cual sostiene que la apropiación de tecnología novedosa habrá de superar, per se, los problemas que se derivan del acceso inequitativo; también reprocha que la accesibilidad a la Red está configurada por las relaciones de poder en el sistema social.101 Por su parte, Wilhem avanza sobre el terreno común descrito por las definiciones tradicionales de brecha digital, al señalar que, debido a su carácter heterogéneo y dinámico, debe distinguirse como un espacio donde “la marginalidad posee diversos grados de magnitud”.102 La perspectiva anterior se suma al Reporte Global de Tecnología en Información 2010-2011 del Foro Económico Mundial, el cual “estudia el impacto de la innovación y las nuevas tecnologías en la productividad y el desarrollo”103, así como la factibilidad de las ventajas que devienen de la incorporación de las TIC en 138 países. Mediante el índice conocido como NRI (Networked Readiness Index) se identifican los factores que permiten que los países analizados “se beneficien plenamente de las nuevas tecnologías en sus estrategias de competitividad y la vida diaria de sus ciudadanos”104 y se compone por tres categorías: 1. Las condiciones favorables de los entornos nacionales para el desarrollo de las TIC y la difusión, entre ellos, del clima empresarial general, algunos aspectos regulatorios y la infraestructura humana y material necesaria para las TIC. 100 Cfr. Benjamin M. Compaine, The Digital Divide: Facing a crisis or creating a myth?, Massachusetts, The MIT Press, 2001, pp. 357. 101 Nicholas Garnham, Capitalism and Communication: Global Culture and the Economics of Information, Londres, Sage, 1990, pp. 224, notado en Andrew Chadwick, Op. Cit., p. 51. 102 Anthony Wilhem, Democracy in the Digital Age: Challenges to Political Life in Cyberspace, Nueva York, Routledge, 2000, p. 69. 103 Foro Económico Mundial, The Global Information Technology Report 2010-2011: Transformations 2.0, [en línea], p. 3., Ginebra, SRO-Kundig, Dirección URL: http://www3.weforum.org/docs/WEF_GITR_Report_2011.pdf [consulta: 14 de enero de 2012]. 104 Ibid, p. IX. http://www3.weforum.org/docs/WEF_GITR_Report_2011.pdf 35 2. El grado de preparación e interés en el uso de las TIC por parte de los tres principales grupos de interés nacionales en una sociedad —los individuos, el sector empresarial y el gobierno— en sus operaciones y actividades diarias. 3. El uso efectivo de las TIC por las tres partes interesadas.105 Para los años 2010-2011, los cinco países con mayor nivel en el NRI eran: Suecia (5.6); Singapur (5.59); Finlandia (5.43); Suiza (5.33) y Estados Unidos (5.33); por su parte, México ocupaba el lugar número 78 con un puntaje igual a 3.69.106 Por otro lado, bajo la perspectiva de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés), el acceso a las TIC son un requisito necesario para una SIC incluyente; por ello, para evaluar y medir la capacidad de los ciudadanos de un país en materia de acceso y utilización de las TIC, en el año 2003 esta organización global generó el Índice de Acceso Digital (IAD), como indicador que se ha conformado a partir de ocho variables clasificadas en cinco categorías: calidad, infraestructura, conocimiento, asequibilidad y utilización.107 Con base en estos indicadores, según datos publicados por Internet World Stats, sitio en red que mide el uso internacional de Internet, en México hay una penetración del Internet de 30.7%,108 mientras que el Banco Mundial menciona que por cada 100 habitantes el 31%109 son usuarios con acceso a la red; para ambas organizaciones, nuestro país está conformado, grosso modo, por poco más de 113 millones de habitantes, por lo que estaríamos hablando, en promedio, del 30.8% de internautas, es decir, de aproximadamente 34.8 millones de usuarios de 105 Ibid, p. X. 106 Ibid, p. XIX. 107 Unión Internacional de Telecomunicaciones, Nuevo índice de acceso digital: evaluar el potencial de las TIC en el mundo, [en línea], Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2003, Dirección URL:http://www.itu.int/itunews/manager/display.asp?lang=es&year=2003&issue=10&ipage=digitalA ccess&ext=html#1 [consulta: 21 de octubre de 2011]. 108 Internet World Stats, Mexico and Central America, [en línea], 2012, Dirección URL: http://www.internetworldstats.com/central.htm#mx, [consulta: 18 de enero de 2012]. 109 Banco Mundial, Data: Internet Users (per 100 people), [en línea], Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2007-2011, Dirección URL: http://data.worldbank.org/indicator/IT.NET.USER.P2, [consulta: 9 de enero de 2012]. http://www.itu.int/itunews/manager/display.asp?lang=es&year=2003&issue=10&ipage=digitalAccess&ext=html#1 http://www.itu.int/itunews/manager/display.asp?lang=es&year=2003&issue=10&ipage=digitalAccess&ext=html#1 http://www.internetworldstats.com/central.htm#mx http://data.worldbank.org/indicator/IT.NET.USER.P2 36 Internet en nuestro país. Luego entonces, con estos datos podemos inferir que la brecha digital se conformaría, aproximadamente, por 78.2 millones de mexicanos sin acceso a la red. La cifra anterior se inserta en el panorama global de la penetración de Internet en las grandes regiones económicas mundiales que, de acuerdo con Internet World Stats, para diciembre de 2011 presentaba los siguientes valores relativos: EUA/Canadá (78.6%); Oceanía/Australia (67.8%); Europa (61.3%); Latinoamérica (39.5%); Middle East (35.6%); Asia (26.2%) y África (13.5%).110 En cuanto al total de la población mundial estimada en 6, 930, 055, 154 personas, la penetración alcanzaba en esa fecha el 32.7%111, y México, en relación con Latinoamérica, el 30.7%, ocupando así el onceavo lugar en la región, superado por Perú, cuya penetración alcanzó el 31.3%112. Tomando como punto de partida los datos anteriores y las definiciones esbozadas de brecha digital, el especialista en comunicación política digital, Gerardo L. Dorantes,113 concluye que la diferenciación tradicional y maniquea entre quienes tienen y quienes no (have y have not) ha dejado de ser útil para el análisis sobre la materia, ya que no considera el más amplio contexto cultural, educativo e informacional en que la persona se encuentra inmersa, así como las variables independientes para determinar sus diversas posibilidades de acceso y participación en red. 110 Internet World Stats, Internet Usage Statistics, [en línea], 2012, Dirección URL: http://www.internetworldstats.com/stats.htm, [consulta: 19 de enero de 2012]. 111 Idem. 112 Ibid, Latin American Internet Usage Statistics, [en línea], 2012, Dirección URL: http://www.internetworldstats.com/stats10.htm, [consulta: 19 de enero de 2012]. 113 Gerardo L. Dorantes, op. cit., (en prensa). http://www.internetworldstats.com/stats.htm http://www.internetworldstats.com/stats10.htm
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