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DIAPOSITIVAS 3 SOCIOLOGIA CRIMINAL_f427fa0420ee5d52261c7ac038886f52 - Elizabeth Hernández

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Sociología Criminal
Etiquetado, conflicto, condiciones sociales 
y económicas
Teoría del etiquetamiento y control 
social
EL ETIQUETADO Y EL CONFLICTO SOCIAL
Se agrupa un conjunto de perspectivas criminológicas desarrolladas a partir de los años
sesenta, que incluye la teoría del etiquetado, las teorías críticas y las nuevas teorías
feministas.
Cada uno de estos sectores teóricos presenta, como es lógico, especificidades y matices
propios.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
A ésta teoría se le denomina igualmente como teoría de la reacción social,
la cual es acreditada a Labeling Approach.
Algunos defensores de la teoría del etiquetado han encontrado un
antecedente de esta teoría en Durkheim, ya que en algunos de sus textos
se refirió a los procesos de construcción de la delincuencia y a la
normalidad de la misma.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Como ha aumentado, estos crímenes se han hecho más raros; pero
también muchos actos que herían ese sentimiento han penetrado en el
derecho penal al que no pertenecían primitivamente, calumnias,
injurias, difamación, dolo, etc. (Durkheim, 1986).
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Según Tannembaum el delito era el resultado de dos definiciones diferentes
de un determinado comportamiento, la definición del propio delincuente y la
de la sociedad, de la siguiente manera (Schmalleger, 1996) “Este conflicto,
procede de una divergencia de valores.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Una de las obras de mayor influencia sobre los teóricos del etiquetado fue el
trabajo de Erving Goffman, de 1961, Internados (Goffman, 1987).
La pretensión de Goffman fue examinar el impacto de las instituciones
totales sobre la vida de los internados en ellas. La institución total es, según
Goffman, un ambiente que elimina la distinción entre el trabajo, el tiempo
libre y el descanso.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Al igual que para los teóricos originarios de la escuela de Chicago, su
metodología fundamental es la observación directa y el trabajo de campo.
Focalizan su atención sobre los procesos de conversión de los individuos
en desviados o, lo que es lo mismo, los procesos de creación de la
desviación. Para Matza (1981),
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Desde un punto de vista nominal o de diccionario, desviarse es salirse fuera,
por ejemplo, de un camino o de un apauta, lo que puede implicar salirse de la
claridad del camino, la distancia al camino, los auspicios bajo los cuales el
camino se construye o recomienda, según que uno se salga del camino solo
o en compañía de otros, según el castigo que se le inflija, según los motivos
que se atribuyan a los que se salen; en suma, hay muchos tipos de
desviación y la desviación es, en cierta medida, una cuestión de grado.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Así pues, el presupuesto central del etiquetado se contrapone a la
concepción de la delincuencia como un hecho fáctico, cuya consecuencia
sería el control social. La delincuencia es más bien el resultado de los
procesos de control social (Scull, 1989).
En estos procesos los desviados y los delincuentes se convierten en la
principal fuente de etiquetamiento sobre la que operan los mecanismos y
sistemas de control (Giddens, 1993).
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Lemert (1981) introdujo una distinción conceptual importante en la teoría del
etiquetado, diferenciando entre desviación primaria y desviación secundaria.
La desviación primaria corresponde a la primera acción delictiva de un
sujeto, que puede tener como finalidad resolver alguna necesidad, por
ejemplo económica,
La desviación secundaria se refiere a la repetición de los actos delictivos,
especialmente a partir de la asociación forzada del individuo con otros
sujetos delincuentes como resultado de su detención, de su procesamiento
y de su encarcelamiento.
Teoría del etiquetamiento y control 
social
Concklin (1995) ha esquematizado la teoría del etiquetado.
La perspectiva del etiquetado propone que una vez que se produce la
desviación primaria es decir, una infracción de la norma) el individuo
puede ser catalogado como desviado o delincuente.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Las causas que llevan a una persona a delinquir son múltiples; en la
lite- ratura se refieren desde las derivadas de una conducta criminal
irracional, o de un comportamiento sociológico anormal, hasta las que
se derivan de la conducta racional de un individuo que busca
maximizar su beneficio (Becker, 1968).
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Así, una persona decidirá cometer un delito si la utilidad esperada por
delinquir es mayor a la utilidad que puede obtener si dedica tiempo y
recursos a otras actividades (Becker, 1974), por lo que podría decirse que
una persona decide dedicarse a actividades ilegales después de una
evaluación de rentabilidad.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Las causas económicas y sociales del crimen
En la literatura existen distintos enfoques sobre las causas
socioeconómicas del delito. En general, las teorías sobre los determinantes
del crimen dependerán del énfasis que se ponga en la herencia biológica,
la educación familiar y el desencanto social (Becker, 1968).
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Si se entiende que los sujetos que delinquen son agentes racionales que
responden a incentivos que les permiten maximizar su función de utilidad, se
partirá de la idea de que un indi- viduo antes de delinquir realiza una
evaluación de los costos y beneficios que implica dedicarse a actividades
criminales (Becker, 1968).
Esas oportunidades se pierden cuando se presenta una recesión económica
y, en consecuencia, son altas las tasas de desempleo en el mercado laboral
de actividades legales (Duha T. Altindag, 2012.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Ehrlich (1973) y Becker (1968) proponen una función de oferta de delitos para
analizar las variables que explican la cantidad de delitos en un periodo dado.
En ambos casos la cantidad de delitos que un individuo estará dispuesto a
realizar dependerá de las siguientes variables: i) La probabilidad de ser
aprehendido, ii) La severidad del castigo, iii) El ingreso que se obtie- ne por
realizar actividades legales y iv) Otras variables socioeconómicas (educación,
distribución del ingreso, entre otras).
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Entre los determinantes económicos del crimen, estos se ubican
directamente en las condiciones del mercado laboral (resultado de
variables macroeconómicas), y específicamente en los salarios y niveles
de empleo.
En América latina, Hojman (2002) en un estudio para Argentina, no
encuentra evidencia de rela- ción entre desempleo y delincuencia (sí entre
desigualdad y delincuencia).
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Respecto a los determinantes sociales, Espinosa A. et al. (2009) en un
estudio sobre México en 2005 señalan que los crímenes violentos tienen
determinantes sociodemográficos, mientras que aquellos contra la propiedad
tienen determinantes económicos.
También encuentran que los determinantes de la delincuencia en general en
México en 2005 son los ingresos, la proporción de población urbana con
respecto al total y la probabilidad de que los delincuentes sean castigados.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
El crimen limita el crecimiento económico porque la violencia implica costos
directos, que tienen que ver con la pérdida de vidas humanas y del patrimonio
de las víctimas, pero también con los gastos para prevenir la violencia, los
gastos en seguridad pública, el procesamiento de delincuentes, y los gastos
de atención a las víctimas, entre otros.
Estos cambios en las oportunidades de ingresos que tiene la población
afectan a lasganancias y pérdidas netas que los individuos consideran para
tomar decisiones sobre el tiempo que dedicarán a actividades legales o
ilegales.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
La actividad delictiva también tiene efectos en el ni- vel de empleo. Según
datos de la consultoría ARegional y proyecciones de la Procuraduría
General de la República PGR, en el año de 2008 alrededor de 468.000
personas se dedicaban a actividades relacionadas con actividades del
narcotráfico, con lo cual esta actividad se ubica como el quinto mayor
empleador del país.
Condiciones Sociales y 
Económicas para el delito
Entre las causas socioeconómicas que determinan el crecimiento del crimen
en México, tiene una gran relevancia el desequilibrio que existe entre el
logro de objetivos individuales (monetarios) y los medios para alcanzarlos
(las instituciones y sus normas, entre las que se encuentra la familia, la
política, la religión y la educación), prevaleciendo la búsqueda del éxito
monetario ante unas instituciones sociales debilitadas.
Cultura y delincuencia
Cultura y delincuencia 
En América Latina, la pobreza y la falta de educación son factores adversos
que cuando actúan unos sobre otros pueden llegar a ser precursores de
delitos. Las últimas encuestas confirman que la inseguridad es uno de los
grandes problemas, el índice de homicidios se ha duplicado desde 1980
hasta alcanzar niveles que podrían calificarse de epidémicos.
La poca oferta de estudios en escuelas públicas de los niveles en cuestión,
aunado al incremento de la tasa de desempleo ha ocasionado diversos
problemas colaterales de tipo político, económico y social que afectan directa o
indirectamente a la propia sociedad:
Nos enfrentamos ante un grupo de jóvenes entre 16 y 25 años que
prácticamente se encuentran en un estado de ociosidad.
Discriminación y baja autoestima ya que estos jóvenes se enfrentan a
prejuicios de sus semejantes al no contar con los recursos necesarios para
sustentar sus necesidades básicas.
Cultura y delincuencia 
Consumo de drogas. Según la Encuesta Nacional de Adicciones 20083
entre los adolescentes en tan sólo 6 años creció 50%, el promedio de
edad está entre los 12 y 25 años en una relación de hombres y mujeres
de 3:1, quienes recurren a las drogas como medio de escape y solución a
sus problemas. Los jóvenes pelean más con sus pares y llegan a cometer
delitos violentos.
Problemas emocionales y deficiencias cognitivas. Estos jóvenes enfrentan
retos difíciles y emocionalmente son más susceptibles. Muchos de ellos
carecen de las destrezas básicas para vivir en sociedad.
Cultura y delincuencia 
Al no tener actividades como el estudio o el empleo se convierten en
potencialmente vulnerables ante los grupos delictivos ya que estos pueden
ofrecerles una forma de vivir diferente.
Se convierten en un lastre tanto para sus familias como para la sociedad y
el propio gobierno.
Cultura y delincuencia 
La delincuencia juvenil tiene un carácter multifactorial y son los jóvenes que
están en situación de marginación, de pobreza o calle los que ingresan tanto al
reformatorio como a las cárceles, es por ello que se debe realizar un análisis
correcto de cada problema.
La tasa de delincuencia se ha incrementado a 7,500 victimas por cada 100 mil
habitantes a nivel nacional, la edad promedio en la que participan los jóvenes
actualmente es de 15 a 25 años.
Cultura y delincuencia 
CAUSAS
Los problemas anteriormente descritos se presentan por la inequidad
económica. Así podemos ver que en los informes del INEGI y del CONEVAL
sobre el estado de la pobreza patrimonial y alimentaria en México, se reporta,
50,5 millones de individuos, se encuentran en una situación de pobreza
patrimonial y, quizás más dramático aun, que casi 20 millones de personas
están en una situación de pobreza alimentaria.
Cultura y delincuencia 
Por lo tanto, el bienestar individual se ha subordinado a un ilusorio bienestar
nacional, en donde lo que menos ha existido es la igualdad de oportunidad
de acceso a los mercados de bienes y servicios y, particularmente, a los
mercados educativo, de salud y laboral, en donde se ha privilegiado a unos
cuantos.
Cultura y delincuencia 
Una de las principales causas para que la conducta de los jóvenes se
incline hacia la delincuencia es la condición en la que se encuentran
respecto al grado de ingresos y la falta de oportunidades en las
instituciones educativas, un ambiente familiar inadecuado o violencia
intrafamiliar.
Cultura y delincuencia 
Como lo señalan los resultados de la Encuesta de Victimización y
Eficiencia Institucional, realizada en el D.F., y el Estado de México, por el
CIDE, la falta de oportunidades de empleo y estudio para los jóvenes,
representa el factor principal para que éstos opten por la delincuencia.
Es decir, un joven que no tiene oportunidad alguna para integrarse de
manera activa en el mercado laboral, está expuesto a caer en este tipo de
actividades ilícitas.
Cultura y delincuencia 
Cultura y delincuencia 
La situación de estancamiento y abandono en que se encuentra el sector
educativo en México, se explica por la conjunción de la carencia presupuestal
impuesta por los gobiernos neoliberales, que colocaron a la educación pública
entre los últimos sitios de su lista de prioridades, y la corrupción, que en el
sexenio pasado y en lo que va de la presente administración, ha tenido una
de sus expresiones más vergonzosas en la entrega de la Secretaría de
Educación Pública, al grupo político que controla el Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación (SNTE).
La pobreza tiene como consecuencias el desempleo, deficiencias educativas
y delincuencia entre otras.
En México el nivel de inseguridad ha aumentado considerablemente en los
últimos años ya que los pobres necesitan dinero para obtener alimentos y
otros productos indispensables, al verse impedidos de conseguirlo de forma
lícita, recurren al delito. Con esto, las capacidades y oportunidades de los
adolescentes se ven recortadas de manera drástica, y sus riesgos de salud
aumentan.
Cultura y delincuencia 
Teoría de la subcultura
Teoría de la subcultura 
Las subculturas juveniles han tenido un papel relevante en el cambio
social desde mediados del siglo XX, mientras adolescencia y juventud
iban conformándose como grupo social autónomo y etapas vitales de
referencia.
En este cometido, los ídolos mediáticos han auspiciado la génesis,
dotación de estilos y valores específicos de cada subcultura; y en su
función totémica, han influido durante generaciones, constituyéndose en
iconos culturales.
Adolescencia y juventud son etapas del ciclo vital en las que aumenta la
necesidad de adscripción, identificación y de sentirse parte del grupo; a
menudo con rebeldía, cuestionando las normas del mundo adulto.
La adolescencia es “descubierta” a finales del siglo XIX y se “democratiza” en
la primera del siglo XX; siendo la segunda mitad del mismo el que ha
presenciado la aparición de la juventud como sujeto activo: una nueva etapa
en la vida, en la que el individuo es actor protagonista de la escena pública
(Feixa, 2006: 51).
Teoría de la subcultura 
Subculturas y tribus, inmersas en su culto a la imagen, la estética y lo
mediático, proveyeron de cobijo a la juventud, ante la crisis generacional
y “la intemperie que ofrece la vida urbana y el proceso de
despersonalización en las grandes ciudades, hasta extenderse de forma
internacional y entre varias generaciones.
Teoría de la subcultura 
En la sociedad tres detonantes aportarían el resto: la generalización de un
mercado juvenil internacional con el rock and roll, la primera revolución
político-cultural protagonizada por la juventud del Mayo Francés y la
contracultura de los movimientos Beetnick y Hippie en los EE.UU.
Es decir, ídolos y subculturas se encuentran fuertemente enraizados a la
individualización que se produce en la sociedad postindustrial,en donde las
identidades “a la carta”, sustituyen la estandarización en el terreno de la
producción y también de la cultura y los estilos de vida como vehículos de
identificación más potente.
Teoría de la subcultura 
Se considera cultura por tanto, un sistema simbólico como representación de
ideas, actitudes, juicios, anhelos y creencias; en donde los símbolos son a su
vez abstracciones de la experiencia fijadas en normas perceptibles y
representaciones concretas de todo ese conjunto de aspectos (Izquieta, 200:
160).
Por otra parte, la cultura puede ser analizada desde perspectivas
contrapuestas: sobre su continuidad frente a su dinamismo, la autonomía
frente a su dependencia, y desde contenidos y ámbitos específicos.
Teoría de la subcultura 
Las subculturas cuando se expresan en un territorio específico dan lugar
a la tribu urbana, que se constituye en unidad étnica con una
homogeneidad cultural, lingüística, de valores, residencia y en su
sentimiento de pertenencia. Haciéndose esencial para sus miembros los
símbolos comunes, ciertas tradiciones y ritos.
Teoría de la subcultura 
Principio de comunidad emocional
Subculturas y tribus urbanas deparan emociones fuertes, aunque efímeras;
sujetas a un carácter “agregativo”. Es el predominio de la lógica del “eros” en
la postmodernidad, sobre la del “logos” de lo moderno; que explicaría la
hipersexualidad de los ídolos populares recientes, como Amy Winehouse,
Beyoncé, Rihanna, Shakira, Ricki Martin, etc., que dotan de un fuerte
erotismo los videoclips como modo único de trasgresión (tal como lo hace
Lady Gaga a imitación de Madonna).
Teoría de la subcultura 
Principio de sociabilidad dispersa
Se trata de una forma de relación, en la que antes que la ideología, la
racionalidad o el contenido que aglutina, se antepone el ambiente del
momento, la atmósfera y el “feeling”. De ahí la gran mezcla de tribus de
tendencias dispares y sin vocación de continuidad en los mismos centros
de ocio, al calor de fenómenos multitudinarios y a modo de catarsis
neotribal.
Teoría de la subcultura

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