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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO MAESTRÍA EN ANTROPOLOGÍA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS/ INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ANTROPOLÓGICAS REPRESENTACIONES SOCIALES DE LA MILPA Y LA CAÑA DE AZÚCAR ENTRE CAMPESINOS DE LAS ROSAS, CHIAPAS. TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRA EN ANTROPOLOGÍA PRESENTA: CRYSTEL SOFÍA DÍAZ DÍAZ DIRECTOR DE TESIS DR. JAIME TOMÁS PAGE PLIEGO PROIMMSE-IIA-UNAM SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS. MAYO DE 2015 An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 1 ÍNDICE Agradecimientos 3 INTRODUCCIÓN 5 CAPÍTULO I- MARCO TEÓRICO: LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 14 1.1- La propuesta de Denise Jodelet 16 1.1.1- Las esferas de interacción: subjetividad, intersubjetividad y trans- subjetividad 19 1.2- Milpa y caña de azúcar como paisajes agrarios 25 1.3- Sobre la noción de Cosmovisión 26 1.3.1- La milpa en Mesoamérica 27 1.3.2-La propuesta de Johana Broda 27 1.4- Sobre el concepto de Intencionalidad 32 1.5- Los campesinos 33 CAPÍTULO II-LAS ROSAS: REFERENCIAS HISTÓRICAS, GEOGRÁFICAS Y ECONÓMICAS 35 2.1- Conformación histórica y étnica del poblado 35 2.2- Viendo los mapas 44 2.3-Aquí el clima está bueno 48 2.4- Espacios de convivencia 50 2.4.1- De médicos y mal de ojo 52 2.4.2- De sacerdotes y dueños 54 2.4.3- Los trabajos y los días 56 2.5- Los campesinos y la tierra 57 CAPÍTULO III- PAISAJES AGRARIOS: LA MILPA Y LA CAÑA DE AZÚCAR 60 3.1- Los paisajes agrarios: la milpa y caña de azúcar 60 3.2-En Pinola: La milpa se hace por costumbre 62 3.2.1- Ciclo agrícola de la milpa 67 3.3- Aquí en Pinola, la caña es de la dicha 88 3.3.1- Ciclo agrícola de la caña 94 An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 2 CAPÍTULO IV- LAS REPRESENTACIONES SOCIALES 108 4.1- Las y los pinoltecos entrevistados 108 4.1.- Representaciones sociales de la milpa 113 4.2- Representaciones sociales de la caña de azúcar 122 REFLEXIONES FINALES 127 FUENTES DE INFORMACIÓN 134 An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 3 Agradecimientos Concluir esta tesis no habría sido posible sin el apoyo de muchas personas que estuvieron, directa e indirectamente, en algún momento del proceso. Va a ellos y ellas mi gratitud: -A todas y todos aquellos que, con su trabajo y sus impuestos, hicieron posible que tuviera una beca a través de CONACYT para poder estudiar la maestría en Antropología del Programa de Investigaciones Multidisciplinarias de Mesoamérica y el Sureste (PROIMMSE-IIA-UNAM) del 2012 al 2014. -Sin duda alguna, el agradecimiento especial a mi asesor y director de tesis, Dr. Jaime Tomás Page Pliego: por su paciencia, sus observaciones, la confianza, las sugerencias y todo el tiempo dedicado a este trabajo y a mis dudas. -Agradezco a mi lectora y a mis lectores: Dra. Alma Amalia González, Dr. Ronald Nigh Nielsen, Dr. Ramón Mariaca y Dr. Óscar Sánchez, por sus invaluables observaciones y aportaciones para la mejora de mi trabajo. Gracias, sobre todo, por compartir su tiempo y su experiencia. Todas las omisiones son solo responsabilidad mía. -A mis maestras y maestros: Ernesto Vargas, Justus Fenner, Gabriel Ascencio, Ramón González, Celia Ruíz, Andrés del Ángel, Rubén Orantes, Enriqueta Lerma y Otto Schumann (Qepd), por contribuir a mi formación académica. -A las compañeras del área administrativa del PROIMMSE: Gaby, Paty y Lulú por la calidez de su apoyo. - A Emma, Antonio y María Elena de biblioteca y librería. Porque los libros son, siempre, el lugar más seguro. -A mi madre, por su solidaridad. -A mis abuelos, las raíces. - A Juan, por el amor y la energía de vida. - A mis compañeras de la maestría: Erica Arena, Ariadna Ramos, Claudia Ichin, Herlinda Méndez, Karla Pérez y Víctor Díaz por el apoyo, su cariño y por el café nuestro de cada día. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 4 Este trabajo está dedicado a la gente de Pinola, en especial a don Manuel, doña Esperanza, doña Cecilia, don José Luis, don Pablo y doña Carmen, por ser árboles de buena sombra, por compartir conmigo su palabra, su caminar, por enseñarme a echar tortilla, por contarme historias, por el tzeheb y la panela, por dibujarme el pasado y por haber germinado en mí, una semilla. A los pinoltecos que hacen milpa pa´ luchar A los pinoltecos que saben de lo amargo de la caña de azúcar An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 5 INTRODUCCIÓN La tesis que da inicio con estas letras es el resultado de mi paso por el programa de la maestría en Antropología del PROIMMSE-IIA-UNAM, sede San Cristóbal de Las Casas. Fueron muchos los cambios que, en el camino, experimentó este documento. El fenómeno de estudio que en un principio se pensó (y delineó, ingenuamente) detrás del escritorio se fue modificando, transformando y reconstruyendo desde la primera temporada de trabajo de campo, siendo, al final, definido contundentemente por el trabajo etnográfico. El tema, por supuesto, no está concluido con esta tesis, por el contrario, quedan aún muchas preguntas por responder. Parto pues del posicionamiento de que toda investigación es un proceso inacabado que genera nuevas dudas e inquietudes. La decisión de trabajar con campesinos del municipio de Las Rosas (antes Pinola), Chiapas, obedeció, primero, a lo que consideré urgente: oír a las personas que aún hacen milpa y tratar de entender por qué “resistir”, conservar y seguir sembrando “su maicito” como muchos le llaman… Así pues, la propuesta inicial de la investigación estaba centrada solo en los campesinos milperos; sin embargo, desde las primeras conversaciones y entrevistas (realizadas durante el primer periodo de trabajo de campo), de la voz de los campesinos surgía, de manera paralela al tema de la milpa o incluso, en varios casos, como piedra de toque: la caña de azúcar. Si bien y aunque la elección inicial del tema obedeció a varios factores (tanto profesionales, como académicos y personales) fue el mismo trabajo de campo, la voz de los campesinos, las charlas, las entrevistas, las notas en el diario y la revisión documental, los que fueron modificando y (finalmente) construyendo el tema tal y como se presenta en este documento. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 6 Construyendo el fenómeno de investigación México se ubica entre dos grandes áreas biogeográficas que lositúan como el quinto país en biodiversidad y uno de los doce considerados megabiodiversos del mundo. Esta condición además de la complejidad biológica implícita, conlleva a saberlo como culturalmente diverso; dado que, aunado a los recursos naturales, existen conocimientos tradicionales asociados, éstos conservados y transmitidos por sociedades indígenas y campesinas de todo el país. (Toledo y Barrera Bassols, 2008; Leff, 2004; Boege 2008). En un inicio, las preguntas de investigación derivaron de esta discusión. Empero, diversos procesos globales (políticos, económicos, sociales y culturales) han permeado en la estructura de las sociedades indígenas y campesinas a través de distintos mecanismos, derivando en procesos de penetración y cambio cultural. El ámbito agrícola en México es un ejemplo de estas transformaciones, baste revisar los cambios en el uso de suelo, los proyectos de reconversión productiva, el extractivismo, la inserción de semillas mejoradas, los monocultivos, el paulatino “abandono” del campo mexicano, entre otros aspectos (González Jácome: 2007:75). Entre muchos pueblos campesinos, la milpa tradicional además de estar profundamente arraigada en la construcción de las identidades culturales, es – indudablemente- parte medular de la dinámica económica y alimenticia de los pueblos que aún la hacen. Concibiéndola de acuerdo con Terán (sf. :54) como sistema técnico “involucrando actividades que van desde la selección del monte hasta el agradecimiento de la cosecha”; como sistema productivo “involucrando actividades como la cacería, la apicultura, la ganadería de monte, recolección de especies, agricultura en el solar, pequeño comercio, producción de artesanías, trabajo asalariado y la migración laboral”; de manera particular para este documento, concibiendo la milpa como sistema socio-cultural dado que “abarca la familia, la comunidad, la cosmovisión, el conocimiento, los valores, las manifestaciones rituales, y las prácticas y costumbres asociadas a la alimentación”. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 7 Por otro lado, la industrialización, la modernidad de la agricultura tecnificada (en el caso de esta tesis, específicamente se abordará el monocultivo de la caña de azúcar) ha derivado en distintos cambios no solo en la dinámica productiva y económica, sino en las pautas culturales de los campesinos chiapanecos; pautas que muchas veces logran modificar, desplazar o reconfigurar las subjetividades en torno al cómo, cuándo y porqué “hacer milpa”. Estos (algunos sutiles y otros radicales) cambios en la agricultura tradicional, además de tener un impacto ambiental (por el uso de agroquímicos, fertilizantes, erosión del suelo, entre otros aspectos) inciden en los aspectos culturales relacionados con las prácticas de conservación, siembra, cosecha y consumo del sistema milpa (frijol, chile, calabaza, hierbas comestibles y medicinales), que implica participación familiar en el trabajo, interpretación de la naturaleza, conocimientos climáticos, noción de persona, cuidado, selección y conservación de semillas, modos y maneras de cocinar y comer, normas, valores, emociones y percepciones (Hernández X. 1980; Terán y Rasmussen, 1994; Esteva, 2003). A partir del panorama anterior se plantearon las siguientes preguntas de investigación: -¿Cuáles son las representaciones sociales que los campesinos tienen en torno a la milpa y la caña de azúcar en Las Rosas, Chiapas? -¿Cuáles son, para los campesinos milperos, los elementos de la cosmovisión presentes en las prácticas milperas? -¿Cuáles son las concepciones que los campesinos cañeros tienen en torno a la siembra de caña de azúcar y sus implicaciones culturales y económicas? Preguntas que se consolidaron después con la revisión documental sobre, primero, la dinámica económica y cultural de la milpa en un pueblo con raíces tseltales; y segundo, de los cambios culturales y económicos que los campesinos de la zona han experimentado a raíz de la dinámica agrícola impuesta por la caña de azúcar An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 8 como un monocultivo destinado al Ingenio Azucarero Pujiltic (ubicado a poca distancia del pueblo de Pinola). Después del trabajo documental y la bibliografía revisada en algunos cursos de la Maestría1, decidí acudir a la noción de Representaciones Sociales (RS) con la propuesta teórica de Denise Jodelet y situándome en el campo de la Antropología para analizar, correlacionar y discutir la información obtenida en el trabajo de campo. La propuesta de Jodelet de las tres esferas de interacción permite pensar discutir y analizar las RS desde las particularidades de la subjetividad, pero también desde la interacción diaria (intersubjetividad) y en la complejidad del colectivo (trans- subjetividad). Las hipótesis planteadas fueron: - Las actividades agrícolas en Las Rosas están vinculadas con procesos históricos, culturales, económicos y sociales presentes en los discursos y las prácticas cotidianas. -Existen elementos de la cosmovisión relativos a la conservación, siembra y consumo de la milpa que se reflejan en las narrativas y prácticas actuales de los campesinos de Las Rosas. -En la actualidad, para los campesinos milperos, la connotación que tiene el maíz en el mito de creación sigue vigente y se vincula con distintas dinámicas culturales. -La siembra de caña de azúcar en Las Rosas se encuentra dentro de una lógica agroindustrial en la que existen relaciones sociales y económicas desiguales dentro de las cuales está inserto el campesino cañero. En este sentido, se planteó como objetivo general de la investigación: Documentar y analizar las representaciones sociales de la milpa y la caña de azúcar entre campesinos de Las Rosas. Para esto, se acudió a la etnografía como camino y como meta. 1 “Paisajes agrarios” “Perspectivas socio-antropológicas en el estudio del territorio” y “Antropología médica”. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 9 Una investigación antropológica desde mi formación en Lengua y Literatura Hispanoamericana implicó (además del reto disciplinario inherente) cruzar fronteras y ciertas particularidades metodológicas. En un inicio pensé en el corpus de la tradición oral2 como fuente y puente para acercarme al fenómeno de estudio; sin embargo, el dinamismo de la lengua (y su realidad como reflejo de la cultura) me llevó a pensar en el discurso diario -el cotidiano- para conocer las representaciones sociales de los milperos y de los cañeros. Entendiendo aquí, que el discurso “presupone un sistema de relaciones sociales y un conjunto de conocimientos culturales previamente establecidos” (Rodríguez Salazar, 2001:85). Los instrumentos empleados para la recolección de datos durante el trabajo de campo estuvieron en constante retroalimentación. Las guías de entrevistas (estructuradas y semiestructuradas) obedecieron a temáticas específicas: la historia del poblado, los tseltales fundadores y los mestizos, el pueblo y sus espacios de convivencia, el surgimiento del ingenio Pujiltic y las características de los paisajes agrarios. Los periodos de trabajo de campo dependieron tanto de los tiempos del propio programa de la maestría como (primordialmente) de los tiempos propuestos por los entrevistados. Las narrativas presentadas provienen de hombres y mujeres adultos y fueron registradas en el diario de campo, grabadora, cuaderno de notas y cámara fotográfica.2 De acuerdo con Carlos Montemayor (1996:9) "el complejo proceso idiomático y cultural que se ha dado en llamar 'tradición oral' sólo puede explicarse cabalmente a partir del arte de la lengua, pues en estricto sentido, la tradición oral es cierto arte de composición que en las culturas indígenas tiene funciones precisas, particularmente la de conservar conocimientos ancestrales a través de cantos, rezos, conjuros discursos o relatos." En este sentido y si bien el contexto de la zona de estudio no es exclusivamente indígena, considero que la definición de Montemayor contribuye a comprender la importancia de los mitos y los referentes a ellos presentes en la oralidad cotidiana. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 10 Los espacios de interacción con los y las entrevistadas fueron los terrenos con milpa, con caña de azúcar, el molino de nixtamal, cocinas, el atrio y escaleras de la iglesia, caminatas por el mercado y el parque central. Los primeros acercamientos a los entrevistados3 estuvieron enmarcados por cierto aire de duda y cuestionamiento ¿Se trataba de algún proyecto productivo? ¿Por qué y- sobre todo- para qué quería yo saber sobre la milpa y sobre la caña de azúcar? ¿Podían ellos –a través de mí- “bajar” recursos para algún proyecto? ¿Era ingeniera agrónoma? ¿Antropología, para qué? Preguntas que poco a poco dieron paso a frases del tipo “Ya vino la muchacha a platicar” “Es una muchacha que viene a platicar” “Vení, aquí te espero para que platiquemos” “Aquí te esperamos”, “Seguro que sí ¡Platiquemos!”. Así pues, en el mercado o en el molino de nixtamal, las señoras me platicaban sobre los modos y maneras de comer el maíz. En las escaleras de la iglesia, en los terrenitos4, en el taller o al caminar con los señores me platicaban sobre las herramientas para sembrar, sobre el cómo se aprendía hacer milpa y caña, de los hijos que estudiaban, de los padres que les heredaron las tierras, de los primeros pobladores, de las apariciones del Sombrerón, de lo que alguna vez la tierra les dio, lo que les da y lo que no se ve más. Siendo sin duda, fue la memoria histórica el primer puente establecido con los entrevistados. 3 Las características que se buscaron/comunes entre los entrevistados fueron: -Ser o haber sido campesino. No ingenieros o autoridades involucradas en la dinámica agrícola desde las instituciones. -Ser propietarios (por herencia o por compra) de los terrenos. -Experiencia familiar en el trabajo agrícola (ser hijos o padres de campesinos). -Haber nacido en el poblado o haber llegado a él a temprana edad. -Vivir en la cabecera municipal. -Sembrar maíz nativo, hacer milpa. -Sembrar caña de azúcar, ingresar su cosecha al Ingenio y pertenecer a una organización. 4 “Terrenito” fue la designación local más común empleada por los entrevistados para referirse a sus parcelas. Independientemente de la extensión. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 11 El resultado del proceso anterior es este estudio de caso estructurado en cuatro capítulos. En el Capítulo I, titulado Marco teórico: Las representaciones sociales, se presentan líneas generales en torno a la propuesta de Denise Jodelet para abordar las Representaciones Sociales (RS) desde tres esferas de interacción. Esta propuesta y su flexibilidad, considero, posibilitan su aplicación y discusión desde la Antropología. Haciendo mención de que la milpa y la caña de azúcar se abordarán como paisajes agrarios, dado que a través del trabajo etnográfico se comprendieron como complejos construidos a través de relaciones sociales, históricas y económicas. Observando a partir del trabajo de campo y el análisis de las entrevistas, que ciertos elementos de una cosmovisión tseltal (en la milpa) y una intencionalidad económica (en la caña de azúcar) permean en la construcción de las representaciones sociales que los campesinos tienen en torno al “hacer” milpa y “sembrar” caña de azúcar. El objetivo del capítulo II Las Rosas: Referencias históricas, geográficas y económicas, es dar un panorama general (breve) de aspectos históricos, geográficos y económicos del municipio de Las Rosas (Pinola), Chiapas. Considerando que el contexto es el marco en el que caminan, trabajan y viven los campesinos; y en el que se construyen, toman forma y se transforman las representaciones sociales. El contexto permite conocer, leer y comprender las representaciones sociales en interrelación con elementos históricos, económicos y geográficos, y éstas, a su vez, son un reflejo del mismo. En este capítulo se delinea el escenario local de los campesinos milperos y los cañeros y para esto se presentan características generales del municipio y de sus pobladores tratando de describir su historia, quiénes son, dónde se ubican, cuáles son sus festividades, sus servicios médicos, su historia con las tierras y sus relaciones laborales y económicas. Así también, hablar de campesinos en un pueblo con raíces tseltales que (en muchos de los casos) se asume como mestizo implica acercarse a los contrastes que se viven y se reproducen en la cotidianidad; por tal razón, se describen espacios como el mercado y las calles. En este trabajo se usan An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 12 indistintamente los nombres de Las Rosas y Pinola dado que sus habitantes así lo hacen. En el capítulo III Los paisajes agrarios: la milpa y la caña de azúcar, se describe el paisaje agrario milpero y el paisaje agrario cañero. El capítulo fue construido respetando (y procurando) que los paisajes fueran descritos, en su mayoría, por los mismos campesinos, es así que las páginas buscan reflejar esa voz, sus historias, sus experiencias… capítulo –finalmente- en el que fungí como “oyente”. Mi lectura de los paisajes agrarios fue eso. La lectura de un texto (Geertz, 1973) construido por esos campesinos que, ya fuera en escaleras de la iglesia, en la calle o en las parcelas, iban recordando, escribiendo y reescribiendo una historia heredada, una historia presente y una historia que para algunos, tiene un futuro un tanto incierto. Por último, el capítulo IV Las representaciones sociales de la milpa y caña de azúcar, está construido con base en esquemas y las expresiones discursivas obtenidas y extraídas de las entrevistas que reflejan la propuesta teórica argumentada en el capítulo I. Mi propósito con esta tesis no es acudir a un ideal bucólico del agro chiapaneco, sino presentar los matices, las contradicciones y las tensiones que esos campesinos del día a día viven en el tan complejo campo mexicano; tampoco se buscó presentar una (tajante) relación dicotómica entre la milpa tradicional y la caña de azúcar; dado que para los campesinos, las relaciones, tensiones y convivencias vividas en estos paisajes agrarios no son necesariamente así. Por el contrario, ambos paisajes reflejan adaptaciones y estrategias de los campesinos. En esta tesis presento una reconstrucción histórica del municipio, un acercamiento a su configuración étnica así como la descripción de los espacios cotidianos pues consideré que son elementos que se van entrelazando y esa lectura articulada permite el análisis y comprensión relacional de las RS “...una lectura articulada de la realidad... al dar preeminencia a las relaciones posibles por encima de las relaciones teóricas, exige considerar de forma abierta y crítica cada aspecto An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generatePDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 13 de la realidad, así como su relación con los demás aspectos que la integran” (Zemelman, 1987:18-19). Los campesinos viven la milpa y la caña de azúcar desde sus historias personales y colectivas, a veces buenas, a veces estables, algunas críticas, otras severas, pero lo que aquí se busca es presentar eso: su propia manera de vivir, nombrar y manufacturar sus paisajes agrarios. Tanto en la caña como en la milpa hay matices, gustos, elecciones, obligaciones tensiones, cariños y recelos…siendo estas, finalmente, sus Representaciones Sociales. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 14 CAPÍTULO I- MARCO TEÓRICO: LAS REPRESENTACIONES SOCIALES Las Representaciones Sociales (en adelante RS) en tanto estructuras de pensamiento, discurso y acción (Abric, 2004) están presentes en las creencias, las prácticas diarias y los discursos en torno a los paisajes agrarios, en una relación espacio-temporal dialéctica. Abordadas desde la antropología permiten un acercamiento a las particularidades, contrastes, tensiones, diferencias y similitudes vividas por los campesinos en torno a la milpa y la caña de azúcar en Las Rosas. Lo anterior conduce la discusión a indagar tanto sobre los procesos individuales como los colectivos; es decir, los procesos subjetivos, intersubjetivos y trans-subjetivos 5 implícitos. La noción de Representaciones Sociales permitirá conocer (o al menos acercarse) a las maneras en las que la gente vive sus prácticas agrícolas en la vida cotidiana. Aunque muchos de los conocimientos agrícolas son adquiridos de manera transgeneracional y social, existen elecciones individuales que conducen a los campesinos a conservarlos, reproducirlos o transformarlos. Se emplea la noción de RS aseverando que en cada uno de los paisajes agrarios descritos subyace un conjunto de elementos que los diseñan, conservan o transforman. Así, en el paisaje milpero la “costumbre” (no como sinónimo de cosmovisión, pero sí como una manera de representación cotidiana de ésta), se encuentra como escenario (como esfera trans-subjetiva) mientras que el paisaje cañero está definido por una intencionalidad económica (esfera trans-subjetiva). A manera de antecedentes, fue Emile Durkheim (1898 en Araya, 2002) quien, desde la sociología, formuló la noción de representaciones para abordar distintos fenómenos construidos en colectividad. Por su parte (en el ámbito de la psicología), Serge Moscovici (1961) las concibió como: 5 Sobre el uso de los conceptos consultar el apartado siguiente. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 15 Sistemas de valores, nociones y prácticas que proporcionan a los individuos los medios para orientarse en el contexto social y material para dominarlo, son un cuerpo organizado de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres [y mujeres] hacen inteligible la realidad física y social, se integran en un grupo o en una relación cotidiana de intercambios (Moscovici 1979:11-24). Uno de los aspectos que diferencia la propuesta entre los dos autores es el carácter de “plasticidad” que propone Moscovici, que remite a que las representaciones sociales son capaces de movilizarse y cambiar continuamente; a su vez, el adjetivo “social” en sí mismo implica pensarlas con connotaciones compartidas y en constante dinamismo. En las RS, discurso y práctica se generan mutuamente (Abric 1994, en Araya 2002:12). Ahora bien, al margen de los orígenes disciplinarios del término, en décadas recientes y debido a lo que considero un matiz de flexibilidad y posibilidad de adecuación -tanto conceptual como metodológica- que la noción permite, la producción académica en torno a las RS es vasta y diversa, encontrando estudios en campos no solo de la psicología, sino en el ámbito de la educación, salud, comunicación, ciencias ambientales, entre otras disciplinas que retoman su pertinencia como “una manera de interpretar y de pensar nuestra realidad cotidiana, una forma de conocimiento social” (Jodelet 1986). Este conocimiento es una forma de percibir, razonar, actuar y está socialmente elaborado (Araya 2002) así, tanto las prácticas propias de la agricultura tradicional como las de la agroindustria son construidas socialmente en contextos espacio-temporales (dinámicos y flexibles), en los que la acción individual está imbricada necesariamente a la acción colectiva. Jodelet (1986) propone la idea de concebirlas como conocimiento de sentido común, lo cual remite a pensar en: Un conocimiento generado, apropiado y reconfigurado por los sujetos y los grupos mediante la integración de ese conocimiento en el universo social, material y de las ideas… Los sujetos que conforman un conjunto social dentro del cual comparten los mismos o similares An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 16 rasgos culturales, [como por ejemplo rasgos morales o ideológicos adquiridos y reforzados a lo largo de trayectorias de vida en los confines de un mismo entorno local] elaborarán una suerte de “fondo común” de términos, ordenamientos, explicaciones y postura ideológica y éticamente favorables o antagónicas con respecto a ciertos fenómenos o sucesos determinándolos dentro de los límites de un razonamiento lógico consensuado o mejor dicho compartido colectivamente (Macías 2012: 79). 1.1- La propuesta de Denise Jodelet Los conocimientos en torno a las prácticas agrícolas son resultado de complejos procesos sociales en los que los saberes se van compartiendo, intercambiando, transformando y reconfigurando. Cada continuidad, reconfiguración e innovación pasa por procesos colectivos de socialización que los valida o los anula. Para acercarme a las representaciones sociales acudo a la propuesta de Denise Jodelet (1984, 1986) quien considera que: En tanto fenómenos […] se presentan bajo formas variadas, más o menos complejas. Imágenes6 que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que sucede, e incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver (Jodelet en Moscovici 1986). En este sentido vale la pena mencionar la importancia cultural de la milpa en Mesoamérica, esto debido a que las prácticas milperas van más allá de una actividad agrícola per se sino que a lo largo de los siglos ha implicado también un vínculo, una relación simbiótica entre las personas y la milpa, relación que muchas veces se encuentra en los discursos míticos y en los cotidianos. 6 El subrayado es mío y obedece al énfasis en los conceptos An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 17 Así pues, se acude a las representaciones sociales entendiéndolas como: Sistemas de significaciones que permiten interpretar el curso de los acontecimientos y las relaciones sociales, expresan la relación que los individuos y los grupos tienen con el mundo y los otros, están inscritas en el lenguaje y en las prácticas, es una construcción con base a códigos perceptivos y cognoscitivos complementados con la experiencia histórica, la memoria colectiva y el contexto en que se vive. La representación (valores, ideas y prácticas)sobre el mundo tiene su expresión en los discursos, relatos y la lógica, con los cuales los individuos se interpretan [subjetividad], interpretan al otro [intersubjetividad], al mundo [trans-subjetividad] y en consecuencia, se representan (Jodelet, 2000:10). Abordar la noción de representaciones sociales en el ámbito de la antropología implica precisar que éstas no significan necesariamente homogeneidad en torno a un fenómeno7, sino significatividad. Esto es que, si bien son sociales, pasan necesariamente por el tamiz individual y si bien pueden existir coincidencias, el corpus de aspectos individuales puede marcar, determinar o influir en la existencia de matices y diferencias. La relación-tensión dialéctica entre lo individual y lo colectivo (característico de la propuesta de Moscovici en 1961) encuentra un punto de confluencia si las RS son abordadas al mismo tiempo, como propone Jodelet (1986) como proceso y producto. Precisando que las prácticas no “determinan” los comportamientos como tales, sino que previo a las prácticas necesariamente hay un proceso interpretativo que se inserta en la estructura de las representaciones sociales, por tanto, estas pueden ser consideradas también como medios de reapropiación subjetiva y objetiva de significados sociales. Proceso reflejado en los discursos y en las expresiones cotidianas. 7 Aunque si bien es cierto, están construidas dentro de contextos sociales, los consensos y disensos son parte de su particularidad también. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 18 El campesino (milpero y cañero) en Las Rosas, está inserto en una red dinámica, puesto que en las actividades agrícolas interactúan distintos ámbitos de la vida social como el carácter ritual y religioso de ciertas ceremonias, el control y el poder sobre los medios de producción, la relación con el medio ambiente y la distribución sexual y familiar del trabajo (entre otros). Implicando que cada acción (individual) llevada a cabo en torno a la milpa o la caña tiene connotaciones también colectivas. En este sentido: “los sujetos deben ser concebidos no como individuos aislados, sino como actores sociales activos” (Jodelet 2008:51). Ahora, dado que las prácticas agrícolas implican sistemas de conocimiento transmitido de forma intergeneracional y que además son dinámicos, considero que las RS permiten un acercamiento a estas dinámicas no solo en el plano de “lo que se cree” sino de la acción práctica diaria. Los campesinos definen, construyen, configuran, reconfiguran sus acciones y discursos en función de lo que para ellos representa “el hacer” milpa y “sembrar” la caña de azúcar. Así, la continuidad (no homogénea, sino diversa y social) de la milpa y la caña refleja una práctica aceptada que cubre no solamente una necesidad social y económica sino que está inserta en la cultura, entendida aquí como: El proceso de continua producción, actualización y transformación de modelos simbólicos a través de la práctica individual y colectiva, en contextos históricamente específicos y socialmente estructurados y que pasa por las experiencias sociales y ”los mundos de vida” de los actores en interacción (Giménez, 2005:70).8 Es necesario hacer énfasis en que la vida cotidiana de los campesinos (en cuanto a agricultura) está enlazada con una realidad económica global, lo que implica la necesidad de leer esa vida cotidiana en sus distintos contextos. El acercamiento a las prácticas milperas y cañeras desde las RS permite no solo una mirada a lo local, sino que significa una posibilidad de acercarse/enlazarse a fenómenos agrícolas más amplios: la agroindustria y la agricultura tradicional. 8 Esto dado que se abordan la milpa y la caña como sistemas socio-culturales. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 19 Ahora bien, tanto el contenido como la estructura de las representaciones sociales varía dependiendo de factores individuales (edad, género, actividades, etc.) y sociales (actividades económicas, adscripción religiosa, política) diversidad que derivará en coincidencias y disidencias dentro de las RS (dinámicas) que se verán reflejadas en las maneras en las que los campesinos ven, nombran, construyen, configuran y reconfiguran los elementos que construyen los paisajes agrarios de la milpa y la caña de azúcar (configurados así como individuales y al mismo tiempo colectivos). 1.1.1- Las esferas de interacción: subjetividad, intersubjetividad y trans- subjetividad Para Jodelet (2008) las RS están situadas en tres esferas de discusión: subjetiva, intersubjetiva y trans-subjetiva. - La subjetividad: Está a nivel del individuo, es de naturaleza cognitiva y emocional. -La intersubjetividad: Implica la interacción entre las personas, intercambio dialógico, transmisión de la información, construcción del saber, expresión de acuerdos o divergencias, creación de significados o resignificaciones consensuales. -La trans-subjetividad: Abarca individuos y grupos, contextos de interacción, lo que es común para el colectivo, recursos del aparato cultural para la interpretación del mundo, criterios de codificación y clasificación de la realidad, repertorios para construir significados compartidos (Jodelet, 2008: 50-54). Las dos primeras remiten: A los procesos a partir de los cuales el sujeto se apropia de y construye representaciones de naturaleza cognitiva y emocional indisociables; aquí se distinguen las representaciones que el sujeto elabora activamente de las que integra pasivamente por la presión social, la interacción-comunicación y el intercambio dialógico con los otros (2008: 51, 52). An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 20 La relación que los campesinos han establecido con la tierra y con cultivar, involucra aspectos de índole emocional, experiencial y esto es resultado de una construcción situada en un contexto histórico, así: La subjetividad lleva a considerar los procesos que operan a nivel de los individuos, lo que corresponde a los procesos por los cuales el sujeto se apropia de y construye tales representaciones, pueden ser de naturaleza cognitiva y emocional, y depender de una experiencia en el mundo de vida (Jodelet, 2008:52). El cúmulo de conocimientos derivados está involucrado también en la noción de persona que el campesino milpero tiene, así, y para este caso, “el nivel subjetivo permite examinar cómo los significados se articulan con la sensibilidad, los intereses, los deseos, emociones, así como el funcionamiento cognitivo“ (Jodelet 2008: 52). Ahora bien, los conocimientos en torno a las dinámicas de trabajo agrícola son generados y adquiridos en una relación constante de intercambio e interacción, relación en la que se producen saberes, acuerdos o divergencias, así: La esfera de la intersubjetividad remite a situaciones que, en un contexto determinado, contribuyen a establecer representaciones elaboradas en la interacción entre sujetos, especialmente las elaboraciones negociadas y producidas en común a través de la comunicación verbal directa (Jodelet 2008:53). Por su parte, la esfera de la trans-subjetividad: Se compone de elementos que atraviesan tanto el nivel subjetivo como el intersubjetivo, su escala abarca tanto a los individuos y a los grupos como a los contextos de interacción, las producciones discursivas y los intercambios verbales, remite a todo lo que es común para los miembrosde un mismo colectivo (Jodelet 2008:53). La esfera de la trans-subjetividad en la milpa está constituida por elementos de la cosmovisión tseltal; en cuanto a la caña, es una intencionalidad económica la que permea e, incluso, estructura el paisaje agrario. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 21 El “hacer milpa” puede ser visto en la confluencia de las tres esferas, ya que las razones del campesino milpero no son de índole exclusivamente económica, sino que están profundamente arraigadas en “la costumbre” (remitiendo a la trans- subjetividad) y la emotividad9 (subjetividad) mismas que se retroalimentan y comparten en la interacción e intercambio con los demás (intersubjetividad) insertándose en la esfera de lo que social y culturalmente es compartido, negado o aceptado, encontrando (en este caso) esa “costumbre” un sustento en elementos de la cosmovisión de los tseltales fundadores del pueblo (trans-subjetividad). En el esquema siguiente es posible observar variables que construyen cada una de las esferas: 9 De acuerdo con Mariaca (2007) en el manejo y conservación de la milpa tradicional están implicados el sentimiento, el cariño y la dedicación. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 22 Esquema 1: Esferas de pertenencia y construcción de las representaciones sociales de la milpa. Subjetividad: (A nivel del individuo, es de naturaleza cognitiva y emocional: intereses, deseos, emociones) -Historia personal -Concepción sobre el trabajo -Vinculos emocionales con la tierra -Noción sobre sí mismo -Experiencia Transubjetividad: (Abarca individuos y grupos, contextos de interacción, "lo que es común para los miembros del colectivo", recursos del aparato cultural para la interpretación del mundo, criterios de codificación y clasificación de la realidad, repertorios para construir significados compartidos): -"La costumbre" -La cosmovisión: sacralidad de la tierra, la relación simbólica -La identidad como campesinos Intersubjetividad: (Interacción entre las personas, intercambio dialógico, transmisiónd e la información, construcción del saber, expresión de acuerdos o divergencias, creación de significados o resignificaciones consensuales): -Decisiones familiares sobre la siembra, la cosecha y el consumo -Relaciones de intercambio de conocimientos entre campesinos -Organización y participación familiar en el trabajo agrícola -Experiencia -Soberania alimentaria -Importancia sobre el consumo -Ética familiar sobre el consumo An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 23 Por su parte, la producción de caña de azúcar está inserta en la dinámica agroindustrial, haciendo que su valor tanto económico como cultural esté, de inicio y en buena manera, permeado y definido por instancias ajenas al productor- campesino, así, las prácticas, los tiempos y los modos de “sembrar caña” están definidos por una intencionalidad económica (Mançano, 201010) del Ingenio azucarero de Pujiltic remitiendo a lo que Jodelet (1986) mencionaba en torno a que “… las RS pueden estar definidas de acuerdo a las ideologías dominantes que reproducen esquemas de pensamiento socialmente establecidos de visiones estructuradas” (Jodelet 1986 en Galeano 2010 :66). Así, sembrar caña implica que el campesino, a nivel individual, involucre una serie de supuestos de índole personal (esfera subjetiva) que se producen, reproducen, transforman, configuran, reconfiguran, desaparecen o reafirman a partir de la relación entre los sujetos que comparten la actividad cañera (intersubjetividad) y que se definen, en muchos casos, desde la dinámica de la agroindustria (como aparato cultural) misma que genera “conocimiento” común a un colectivo (trans- subjetividad). El siguiente esquema refleja las variables identificadas en las esferas pertenecientes a las RS de la caña de azúcar: 10 Revisar en páginas siguientes An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 24 Esquema 2: Esferas de pertenencia de las representaciones sociales de la caña de azúcar. Subjetividad: (A nivel del individuo, es de naturaleza cognitiva y emocional: intereses, deseos, emociones) -Necesida de ingresos económicos. -Concepto de desarrollo -Identidad como campesino o como agricultor -Experiencia -Necesidades de servicios médicos Trans-subjetividad (Abarca individuos y grupos, contextos de interacción, "lo que es común para los miembros del colectivo", recursos del aparato cultural para la interpretación del mundo, criterios de codificación y clasificación de la realidad, repertorios para construir significados compartidos) -Intencionalidad económica -Dinámica de la agroindustria -La organización social-jerárquica dentro del ingenio Pujiltic -Idea de prestigio Intersubjetividad: (Interacción entre las personas, intercambio dialógico, transmisión de información, construcción del saber, expresión de acuerdos o divergencias, creación de significados o resignificaciones consensuales) -Las organizaciones de productores cañeros -El mercado -Experiencias compartidas An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 25 Pensar en las tres esferas de construcción e interacción sitúa las representaciones en el decurso de las relaciones sociales y permite situarlas de manera simultánea con semejanzas pero también con particularidades entre sí, de ahí su pertinencia en la antropología, debido a que: Las representaciones socialmente compartidas, los esquemas cognitivos, las ideologías, las mentalidades, las actitudes, las creencias, y el stock de conocimientos propios de un grupo determinado, constituyen formas internalizadas de la cultura, resultantes de la interiorización selectiva y jerarquizada de pautas de significados por parte de los actores sociales (Giménez 2005: 45,46). Pensar en las RS de las prácticas agrícolas lleva también a considerar el rol del sujeto en relación a sí mismo, a un grupo y a un contexto más amplio; lo anterior las sitúa como sistemas, considerando que la caña de azúcar y la milpa se entenderán no solo como sistemas productivos sino en el plano cultural, económico e histórico. Las RS cumplen fines prácticos de entendimiento, comunicación y acción (Rodríguez y Pérez, 2006). En este sentido: Toda experiencia vivida o representada en un contexto de relaciones entre dos o más miembros de un grupo como ocurre en el ámbito doméstico, familiar o laboral, o entre estos y las instancias o instituciones, está determinada histórica, cultural y socialmente por un contexto social mayor (Macías, 2012: 63). 1.2- Milpa y caña de azúcar como paisajes agrarios La milpa y la caña de azúcar (en este documento) se abordan como paisajes agrarios, esto de acuerdo con Nogué (en López Levy y Ramírez, 2012: 36) para quien “el paisaje es un producto social, resultado de una transformación colectiva de la naturaleza y la proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado”. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 26 Considerando que: El paisaje contribuye a naturalizar y normalizar las relaciones sociales y el ordenterritorial establecido. Al crear y recrear los paisajes a través de signos con mensajes ideológicos se forman imágenes y patrones de significados que permiten ejercer el control sobre el comportamiento, dado que las personas asumen estos paisajes “manufacturados” de manera natural y lógica, pasando a incorporarlos a su imaginario y a consumirlos, defenderlos y legitimarlos (Nogué en López y Ramírez, 2012:36-38). Se abordan entonces los paisajes agrarios entendiéndolos como “una totalidad que resulta de la combinación de múltiples elementos físicos y humanos, y de una trayectoria histórica determinada” (Ortega 2000: 351). Pensar y leer la milpa y la caña de azúcar como paisajes agrarios permite de nuevo, situarlos no solo como sistemas productivos sino como sistemas socio-culturales. 1.3- Sobre la noción de Cosmovisión Cuando a los campesinos entrevistados se les preguntó: ¿Por qué hacen milpa? la respuesta de varios coincidió en que “… se hace porque así es la costumbre” (entendida como una manera de representarla) en este sentido, considero que “esa costumbre” encuentra su razón de ser en el corpus de conocimientos contenidos en la cosmovisión, tema que ha estado presente en los anales de la antropología mexicana de las últimas décadas y que por su complejidad puede conducir a discusiones etnográficas, antropológicas, sociológicas, estéticas y arqueológicas (Camacho, 2012) , así, se hace necesario hacer aclaraciones pertinentes en cuanto a la noción que se empleará. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 27 1.3.1- La milpa en Mesoamérica Como mencionan Terán y Rasmussen (1994), el policultivo mesoamericano, la milpa, está asociada a la llamada santísima trinidad11 alimenticia: maíz (Zea mays L.), frijol (Phaseolus spp.) y calabaza (Cucurbita spp.) esto sumado a otras especies que dependen tanto de las condiciones climáticas, topográficas, hidrológicas así como de las elecciones, decisiones y necesidades alimenticias de las familias campesinas. Mesoamérica tiene entre las causas principales de su unidad histórica la generalización y el desarrollo del cultivo del maíz. Su cosmovisión se ha ido construyendo durante milenios en torno a la producción del maíz (López Austin, 1994:14). Y también podríamos añadir el frijol como segundo eje, puesto que el sistema milpa como marca identitaria de los pueblos mesoamericanos no es solo maíz, sino frijol, calabaza, chile y lo que permitan (y definan) el clima, la tierra, las necesidades alimentarias, las decisiones culinarias y económicas de las familias campesinas. La importancia económica, cultural y alimentaria del sistema milpa (del náhuatl milli: sementera y pa: en) conlleva pautas de conservación, actualización e innovación que las familias campesinas hacen de acuerdo a las variantes locales y regionales; recalcando que los elementos de la cosmovisión no son homogéneos ni conforman una única “versión” sino que se van transformando y adaptando constantemente. 1.3.2-La propuesta de Johana Broda Sin duda uno de los referentes bibliográficos sobre el tema de cosmovisión en México es Alfredo López Austin, quien aborda (entre otros aspectos) la relación que, entre los pueblos mesoamericanos, se establece entre el cuerpo humano, tiempo, espacio, universo y la cosmovisión. Aunque en el trabajo de campo 11 Aunque vale la pena precisar que no es una triada solamente, sino que implica una combinación mucho más amplia que depende de la elección del campesino, del clima, del espacio y de los usos culinarios. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 28 realizado se identificó esta relación12, en este documento se acude a la propuesta de Broda (1991,1995, 1996, 2001,) pues se describen paisajes agrarios y es la autora quien en su obra aborda temas relacionados a dinámicas agrícolas, la geografía sagrada, las deidades vinculadas y el entorno como elementos claves de la cosmovisión mesoamericana. Empero, considero interesante mencionar que (en sí mismo) el tema de la cosmovisión y las prácticas agrícolas permiten la confluencia de distintas voces dado que hablar de la existencia del “corazón y la enfermedad en el maíz” remite a la obra de López Austin (1979) en cuanto a la relación del cuerpo humano. La explicación en torno a la ubicación geográfica que los campesinos hacen remite a la geografía espacial abordada por Hermitte (1961). Y en general, la relación con el medio ambiente y en específico a la construcción y relación diaria con el entorno permiten establecer vínculos con la obra de Johana Broda. Para la autora (1995) es el trabajo agrícola de los pueblos indígenas un constante escenario que permite la recreación, reconstrucción, reconfiguración y adaptación dinámica de la cosmovisión; para Broda ésta se refiere a: “Una visión estructurada en la cual los miembros de una comunidad combinan de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que viven y sobre el cosmos en que sitúan la vida del hombre” (2001:16) de las mujeres y de las familias campesinas en conjunto. En lo referente a agricultura tradicional (teniendo en cuenta sus matices y adaptaciones locales y regionales) esta se comprenderá como aquella que es: Transmitida oralmente y por demostración de agricultor a agricultor, familiar y/o comunitario, se enriquece con la experimentación, modificación de prácticas, implementos, semillas, y calendarios, conservando aquellas que tienen éxito. El uso de los multicultivos, y de heterogeneidad genética en lugar de materiales genéticos 12 Al nombrar las partes de la planta, los entrevistados mencionaron “corazón, pies, enfermedad” An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 29 uniformes es preferido en este tipo de agricultura (Hernández X., 1980 en Kato y Mapes, 2009:23). Para su relación con la cosmovisión, la propuesta de Broda (1991, 1995) permite conducir la discusión en torno a los elementos de [la “noción”] del ambiente y el quehacer agrícola, abordando la sacralidad, particularidades climáticas, temporalidad, la petición de la lluvia, los “dueños de la tierra” así como los vínculos que a través de la memoria histórica, las y los campesinos han relacionado con la tierra y con el “hacer su milpa”. Para la autora: La práctica milenaria de la agricultura del maíz entre las culturas indígenas ha permitido la reproducción de una cosmovisión inspirada en ella y los fenómenos relacionados con ésta, como el conocimiento del medio ambiente, el crecimiento del maíz, la fertilidad de la tierra, la preocupación por el clima, por atraer la lluvia (Broda 2001 en Gámez, 2012: 62). De acuerdo con esto, es posible encontrar esos atisbos de la cosmovisión en la manera en la que los campesinos calculan y actúan en el tiempo; en los conocimientos culinarios heredados generacionalmente entre mujeres campesinas; en el consumo, la experimentación, el cuidado y en general en los modos y las maneras en torno al cómo, al qué y al porqué “hacer milpa”. La cosmovisión se recrea, reformula, reconstruye en el actuar cotidiano, en el habla de todos los días, en las maneras y los tiempos de preparación de la comida, en el andar diario de los campesinos por su tierra, en sus decisiones, sus convicciones, sus paradojas y claro, también sus contradicciones; mismas que se ven reflejadas en las maneras en las que el paisaje milpero se ha conservado y al mismo tiempo transformado,reflejando cómo la cosmovisión se recrea colectivamente (intersubjetividad y trans-subjetividad) y se modifica, a veces, An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 30 individualmente (subjetividad) en una constante dinámica de experimentación y tensión. Para lograr un acercamiento a la cosmovisión se acudió a la tradición oral manifestada en expresiones discursivas cotidianas así como también a los mitos recopilados por Esther Hermitte (1970). Cabe mencionar que si bien éstos representan una aportación importante a la antropología chiapaneca y constituyen, hasta ahora, (y de acuerdo con la investigación documental realizada) el único documento etnográfico que reúne mitos de Las Rosas y que, sumado a esto, en ellos hay elementos que actualmente siguen presentes (reconfigurados, pero presentes) es imprescindible mencionar que es también en el discurso cotidiano donde se encuentran vigentes elementos de una matriz cultural mesoamericana en la que la cosmovisión se presenta no como algo estático sino como cambiante y con elementos rechazados, reconfigurados, adaptados o continuos. En las prácticas y discurso diario, los campesinos expresan elementos presentes de esa cosmovisión, que (como se señalará en el capítulo siguiente), corresponde a los tseltales fundadores del pueblo. Cabe mencionar que en este documento, la cosmovisión en tanto “visión del mundo estructurada” es concebida en un marco de construcción colectiva. Precisando pese a esto, que la versión de un solo individuo no condensa la multiplicidad de transformaciones de esos elementos de cosmovisión presentes (Gámez, 2012), por esta razón, además de los mitos en los que el maíz (como eje rector de la milpa) está presente, se acudió a expresiones de uso cotidiano que remiten no solo a lo que considero una matriz cultural más amplia, sino a distintas temporalidades y conocimientos heredados y transmitidos en relaciones intergeneracionales (entre el consenso y el disenso). El arraigado vínculo entre la milpa y los campesinos está manifestado en actitudes, expresiones y actividades cotidianas que además de recrear continuamente la cosmovisión, van reforzando la identidad como campesinos y An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 31 como tseltales tanto en lo individual como en el colectivo. La milpa pues, contribuye a la recreación del grupo. La cosmovisión en los estudios antropológicos de la zona de estudio En los anales de la Antropología mexicana, el tema de cosmovisión ha tenido una particular popularidad debido a cierta tendencia de la Antropología en México en la década de 1950: el estudio de los pueblos originarios. La vorágine etnográfica de la época dio resultados en cuanto al tema de la cosmovisión entre pueblos indígenas de Chiapas. Como ejemplo puede mencionarse a Calixta Guiteras (quien como parte de un proyecto más amplio dirigido por Sol Tax) realizó una etnografía en Chenalhó con la cosmovisión como “eje”13. Sobre el tema de la cosmovisión en Chiapas la bibliografía antropológica es abundante: Villa Rojas, 1947; Guiteras, 1965; Bricker, 1966 y 1973; Laughlin, 1975; Vogt 1982 por mencionar (citados en Medina 2000). En los años de 1960 y 1961 dos investigadores de la Universidad de Chicago, Marcelo Díaz de Salas y Esther Hermitte14, [bajo la influencia de Guiteras] realizaron también investigaciones en las que abordaron algunos aspectos de la noción de cosmovisión (en constante construcción). El primero en Venustiano Carranza, el antiguo pueblo de San Bartolomé de los Llanos; y la segunda en el pueblo tseltal de Pinola, (actualmente llamado Las Rosas). Para el caso particular de Pinola, Esther Hermitte en 1970 y como parte y resultado del proyecto Harvard publicó “Poder sobrenatural y control social y en un pueblo maya contemporáneo” etnografía en la que documenta una serie de mitos de origen narrados por los pinoltecos. Esther Hermitte, actualmente, aún aparece en la mente de algunos ancianos pinoltecos como “Una gringa que venía, era amiga de Rigo cuando yo era chiquito, yo la conocí” (DJL. Entrevista. Diciembre 2012). 13 En “Los peligros del alma” Calixta Guiteras explora la cosmovisión de los tseltales de los pedranos de Chenalhó, esto, a través de lo narrado por Pedro Arias Sojom. 14 “Poder sobrenatural y control social en un pueblo maya contemporáneo”. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 32 1.4- Sobre el concepto de Intencionalidad Por su parte, la lógica de funcionamiento (económica y organizativa; estatal y nacional) de la agroindustria cañera (y lo que genera culturalmente en la vida del campesino y del paisaje) coincide con lo que Mançano (2010) define como Intencionalidad ( la palabra “intencionalidad” remite, según el Diccionario de la Lengua española, a “cualidad de intencional” como término de uso cotidiano) permitiendo ajustar/adecuar el término a los modos y maneras con los que una clase hegemónica define, delinea e interviene en la construcción de un espacio (en este caso en un paisaje agrario) por tal, al hablar de la caña de azúcar agrego la cualidad de “económica” a la intencionalidad que: Determina la representación del espacio. Es un modo de comprensión que un grupo, una nación, una clase social o una persona, utiliza para poder realizarse, es decir, materializarse en el espacio... El espacio se comprende según la intencionalidad de la relación social que lo creó. Cuando hablamos de paisaje cañero hablamos de un paisaje construido a partir de las necesidades, intereses y normatividad de la agroindustria, conformada ésta por un sector industrial y por el sector agrícola. El primero remite al sector capitalista o agroindustrial; mientras que el segundo está constituido por los productores, estos son los campesinos, los pequeños y grandes propietarios y que, de manera genérica, son llamados “cañeros o agricultores”, “nosotros como productores solo en lo que es la caña pues, en lo demás ya no nos metemos, eso es ya del ingenio” (DJL. Entrevista. Junio 2013). La historia misma de la producción cañera en Las Rosas está delineada por una necesidad económica regional. Esta realidad contextual, histórica y económica conduce a pensar que el concepto de intencionalidad económica aquí retomado permite acercarse a la esfera de la trans-subjetividad, ya que son esos lineamientos de la agroindustria (una jerarquía social, hegemónica) los que permean en la An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 33 producción, el calendario agrícola así como las decisiones de producción, consumo y venta. En el paisaje milpero los campesinos entrevistados deciden y llevan a cabo una serie de acciones a partir de lo que les dicta “la costumbre”, misma que remite a: concebir a la tierra con un halo de sacralidad y como ser vivo, a considerar al maíz como “persona”, a respetar, pedir y agradecer al Dueño de la tierra, a respetar las cuevas, a agradecer y pedir a San Miguel por la lluvia, a saberse y decirse iguales que los árboles y las semillas. Un paisaje delineado desde la cosmovisión. En el paisaje de la caña de azúcar pensar en una intencionalidad económica cobra sentido cuando el que siembra es visto como productor-proveedor de materia prima, campesino dependiente de una agroindustria en la que hay jerarquía establecida y hasta cierto punto quizá inamovible. Con base enlo presentado en las páginas anteriores es posible aseverar que: la propuesta teórica de las representaciones sociales (desde las tres esferas) permite, desde la antropología, explorar -desde el propio discurso de las personas y desde las relaciones cotidianas- cómo lo individual, lo interpersonal y lo colectivo, se interrelacionan. Afirmando que tanto la milperos como los cañeros establecen y crean redes de significados (Geertz, 1993) en el trabajo agrícola. 1.5- Los campesinos El término en este documento implica y demanda presiones. En principio el uso obedece a la autodenominación, puesto que los entrevistados se asumieron, primero, como campesinos y a partir de lo sembrado como: milperos, cañeros, productores y los menos, como agricultores. Mencionando que no se aborda el término desde la homogeneidad; por el contrario, el universo de estudio de este documento son los campesinos desde la heterogeneidad, determinada ésta tanto por su posición socio-económica, sus elecciones en torno a lo sembrado y cosechado así como su autodenominación. El término en esta tesis reúsa pensarlos desde un ideal bucólico que los asuma y estereotipe como sujetos pertenecientes a culturas prístinas propias de un An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 34 pasado inalterable y menos aún, desde la lucha tajante entre tradición y modernidad. A través de las RS es posible ver al campesino como agente activo de su proceso de construcción identitaria, es decir, considero que la milpa y la caña de azúcar permiten dialogar con el campesino pinolteco inserto en un contexto de formación y transformación constante. La diversidad de condiciones y circunstancias de los entrevistados15 invalida per se una definición totalizante o única del campesino pinolteco, puesto que la autodefinición (conceptual y ontológica) está referida a variantes locales y regionales (Núñez, 2002). Para fines metodológicos en esta tesis se consideraron como variables las siguientes características: “productor agrícola, propietario de la tierra [aunque esto no lo excluya de relaciones de subordinación], control sobre el terreno [no siempre sobre la producción] que cultiva tanto para la subsistencia como la venta de excedentes” (Wolf, 1982). Las RS presentadas en este texto coinciden con que: una de las características principales del campesinado es el hecho de que corresponde a un modo de vida, una combinación de varios elementos. Solamente si comprendemos que se trata de una combinación de elementos y no de algo sólido y absoluto, es que comenzaremos a entender realmente lo que es. Porque, si buscamos una realidad fija, no la vamos a encontrar en el campesinado (Shanin en Bartra: 2010). Las entrevistas se realizaron en unidades domésticas en las que la fuerza de trabajo está diversificada y en las que el conflicto no es por el acceso o la tenencia de la tierra, sino que, los consensos y disensos están en torno a lo producido. 15 Económicas, históricas e identitarias. En el capítulo IV se presenta una breve biografía de los entrevistados de las que rezuma ésta heterogeneidad. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 35 CAPÍTULO II-LAS ROSAS: REFERENCIAS HISTÓRICAS, GEOGRÁFICAS Y ECONÓMICAS Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos. Jorge Luis Borges Para la elaboración de este capítulo además del trabajo de campo se consultaron fuentes bibliográficas, hemerográficas, se acudió a la memoria histórica y a datos de instituciones gubernamentales. Las entrevistas (estructuradas y semi estructuradas) se realizaron con campesinos pinoltecos que viven en la cabecera municipal, algunos siembran milpa ahí, otros en “tierra fría”16 (en poblados entre seis y diez kilómetros de la cabecera) y algunos siembran caña “allá abajo” ( la zona de producción cañera está a pocos kilómetros), teniendo todos en común el hecho de vivir en “el pueblo” en la cabecera municipal. La información presentada contribuirá a entender las RS provistas de su contexto y no como datos abstractos; conocer las condicionantes históricas contribuye a comprender tanto los procesos de continuidad y cambio agrícola como las RS desde una perspectiva relacional. 2.1- Conformación histórica y étnica del poblado Originalmente el poblado de Las Rosas era tseltal, aunque es considerada tanto por habitantes como para la designación estatal, como mayoritariamente mestiza17. De acuerdo con Gómez (2004: 40) “Pinola era uno de los principales y más antiguos municipios tseltales”, dentro del área tseltal sur. En la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo (1568) narra que “Los primeros que vinieron fueron los de la poblazón que se dice Zinacantán, y 16 La denominación local que hacen los pobladores sobre la ubicación geográfica es a partir de la distancia, altitud y clima. 17 Autores como Gómez (2004) y Sánchez (2011) lo mencionan como tseltal. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 36 Copanahuastla, e Pinola, e Gueguistlán, e Chamula, y otros pueblos de la lengua zoque y todos dieron obediencia a su Majestad” (Capítulo CLXVI: 525). En 1595 el poblado era un anexo de la Ciudad Real, ubicándose: “A dos leguas de camino bien cuidado y situado en medio de cerros y barrancos, con buena agua y clima… Buenas siembras…y preferencia para hacer sementeras de chile y frijol y buenos regadíos de caña dulce”.18 En realidad la historia colonial de Pinola no es muy distinta a la de otros poblados tsotsiles y tseltales de Chiapas. Siguiendo el rastro en la historia, es posible saber que en 1660 hubo una importante movilidad demográfica causada por epidemias y abusos. En 1698 se hallaban casi desiertos algunos poblados de los llanos, entre ellos Istapilla y Pinola (García de León, 1985). En 1800 se registraba un total de 701 indígenas habitantes del poblado (Tanck 2005 en Pedrero 2009:124). Para 1815, Pinola pertenecía a la Jurisdicción de Ciudad Real y Partido de Los llanos. Por decreto de 7 de julio de 1837, Chiapas quedó dividido políticamente en cinco distritos: Centro, Sur, Norte, Oeste y Noroeste, subdivididos en trece partidos (Centro, Huixtán, San Andrés, Comitán, San Bartolomé, Ocosingo, Chilón, Palenque, Simojovel, Tuxtla, Tonalá, Ixtacomitán y Zoques) quedando Pinola en el de San Bartolomé (Trens 1999, Pineda 1999, en Pedrero 2009). De acuerdo con datos presentados por Pedrero (2009) “Pinola estaba habitado por 1135 habitantes zendales en 1838. En enero de 1844, el Departamento de Chiapas se dividió en siete distritos quedando Pinola en el Distrito Sur, en el partido de Los llanos 44).19 Un recorrido por los topónimos permite un acercamiento a distintos momentos de la historia. Desde su fundación hasta ahora, cada uno de sus nombres habla de 18“Relación de la visita a diversos pueblos y conventos de la Provincia de Chiapas hecha por el fraile Visitador Tomás Torres, por mandato del Obispo de la dicha Provincia” 1595. Manuscrito de la Hemeroteca “Fernando Castañón” ICACH. En Molina, Virginia 1976. 19 “En noviembre de 1883 el estado se dividió en 12 Departamentos formando Pinola parte del de San Cristóbal de Las Casas y para 1910 formaba parte del Departamento de Comitán en donde la formación de las primeras haciendas estuvo a cargo de los frailesdominicos. Aunque es posible encontrar testimonios de la existencia de fincas en estas tierras en 1892” En el Archivo Histórico Diocesano. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 37 una historia particular que va mostrando las transformaciones del poblado mismo: Muk`ul ak `il, que en tseltal significa: Llano grande; San Miguel Pinola: Tierra de extranjeros (pues llegaron a vivir personas de Teopisca, Soyatitán, Socoltenango y Amatenango) aunque “platican los viejitos, que antes consumían mucho de ese maíz dorado, porque antes no había café, y eso se tomaba, el pinole, por eso se llama Pinola20”. De acuerdo con Carlos Montemayor (2007:223), la raíz pinolli-pinole significa: maíz tostado; y la raíz pinotl: extranjero o persona que habla una lengua distinta. Hasta que por asignación de Flavio Guillén, gobernador del Estado (1912- 1913)21 se “… elevó el pueblo de Pinola a la categoría de Villa” (Hermitte, 1968: XI). Y aunque desde 1987 la designación oficial ya no ostenta el “Villa”, en las calles es común escuchar “aquí en Villa”, “soy de Villa”] así como el “vonós a Pinola o aquí en mero Pinola” entre otras expresiones. Un lento pero contundente proceso de reconfiguración étnica se refleja también en los distintos nombres del poblado. Y en este sentido, el primer nombre merece especial atención, ya que (de acuerdo con testimonios y con la revisión documental) fueron tseltales los que fundaron el pueblo. Fueron asomando, uno que otro ladino La llegada de los ladinos a los poblados mayas y zoques del estado a partir de la época colonial fue un fenómeno multifactorial que considero debe leerse acorde a las particularidades tanto históricas como geográficas de la región. El término ladino “surge en la época colonial para referirse al indio que hablaba castellano a la perfección” (Taracena, 2006) en estas páginas se emplea a partir del uso local que hacen las y los entrevistados; para ellos, los ladinos son los mestizos: los no indígenas. 20 Diario de campo. Crystel Díaz. Mayo 2013. 21 Durante este periodo de gobierno en Chiapas, el nombre náhuatl de varios municipios fue cambiado, por mencionar Pinola dio paso al nombre de Villa de las rosas y Zapaluta dio paso al nombre de Trinitaria. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 38 Si nos remontamos a documentos referidos al cambio de poderes de Ciudad Real a Tuxtla en 1824, Vicente Pineda decía que: Para la prosperidad y adelanto de la antigua Provincia, Ciudad Real no sólo ha dado sus capitales, sino también lo más precioso de su ser, sus hijos… [que] se han diseminado para fundar la generalidad de los pueblos de ladinos que hoy existen en el Estado… son colonias de Ciudad Real, las siguientes poblaciones que nombramos en orden a su posición geográfica, por convenir así a nuestro relato: Comitán, San Bartolomé, Chiapa, Tuxtla, Ocosingo, Chilón, Yajalón, Simojovel, Jitotol, Socoltenango, Pinola (Esponda, 2006: 119). Otra de las razones de la llegada de los ladinos obedece a la cercanía de Pinola con los poblados del antiguo Camino Real (la población de Pinola era atendida por el convento de Copanaguastla), pues su ubicación geográfica propició que comerciantes que inicialmente iban “de paso” se establecieran en el poblado, ya que algunos cuentan que muchos ladinos llegaban a vender productos (carne de res22, madera, ropa, entre otros) y poco a poco se fueron asentando en el poblado. Eran puros tulares, pura ciénega…había puro indito, no se entendía lo que hablaban. Tenían unas casonas grandes hechas de zacate, con paredes de puro palo…vestidos con calzones, bien bordados todos y sus camisas. Ya después fueron asomando uno que otro ladino y otro, otro, otro… Asomando poco a poco. Puro indito era el que mandaba aquí. Se iban muriendo aquí y aquí se iban criando sus hijos (DM. Entrevista. Dic. 2012). Otra de las razones remite a la época de la Revolución Mexicana23. Hay quienes cuentan que muchas personas: 22 Al respecto, en entrevistas se narró que “antes aquí no muy se comía la carne, de viejos morían los toros, pero así empezaron poco a poco a traer carne seca” (DM, DE. Entrevista. Dic. 2012) 23 Las implicaciones de la Revolución Mexicana en Chiapas son complejas, por tanto no se maneja aquí una temporalidad fija ni cerrada. Sobre el tema, consultar Justus Fenner y Miguel Lisbona, 2010. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 39 Vinieron huyendo, había mucha guerra. Eran dos bandos: carranzas y mapaches24. Aquí vivía puro indito, puro tseltal, puro de manta. Fue cuando vino mucha gente de otros lados, de Las Margaritas y de otros lados y aquí se fueron quedando ya…Vinieron por la revolución” (D.M. Entrevista. Marzo 2013). Este periodo tuvo implicaciones en la población rural de todo el país, y en Chiapas esto se reflejó en la dinámica de las fincas y los baldíos. El necesario reconocimiento de las particularidades de cada región conduce la discusión a tomar este elemento solo como un posible factor, puesto que distintas dinámicas demográficas de poblados cercanos y la expansión de actividades agrícolas y comerciales aunadas a los conflictos por tierras hicieron de Pinola una especie de lugar de refugio para quienes iban huyendo. Aunado a esto, resulta de especial interés revisar la dinámica de las fincas en la zona como posible factor que influyó en la llegada tanto de ladinos como de mayas de otras regiones. Así, “todavía en 1900, el 81.26% de los habitantes de Pinola eran considerados mayas (tseltales principalmente) mientras que para 1990 el número de hablantes de alguna lengua en este mismo municipio- rebautizado Las Rosas- se reducía a un 10.77%” (Viqueira 1995:33). Actualmente, la población total del municipio, según cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2010) es de 25,530 personas, de las cuales 3,415 hablan una lengua originaria y está considerado como un municipio con alto grado de rezago social y marginación. El número de hablantes del tseltal es bajo en relación a la población total del municipio; siendo ésta no solo una realidad reflejada en lo lingüístico sino en las maneras de convivencia cotidiana (al menos en apariencia). 24 El movimiento de los mapaches, estuvo encabezado por hacendados y delahuertistas que luchaban contra las fuerzas de Carranza. Este movimiento fue debilitado en 1926 bajo el gobierno de Calles. Sobre el tema véase Lisbona y Fenner, 2010. An evaluation version of novaPDF was used to create this PDF file. Purchase a license to generate PDF files without this notice. http://www.novapdf.com/ 40 Esta aseveración surge a partir de observar que al recorrer calles cercanas al único mercado y aunque es posible ver a indígenas vestidos con calzón y camisa de manta (vestimenta de los tseltales que fundaron y poblaron originalmente el llano), en realidad es (al menos a simple vista) una minoría e incluso, una excepción.25 Así también, vale la pena mencionar que son hombres (sobre todo ancianos) los que usan el traje indígena, mientras que el traje de las mujeres, solo se recrea en la memoria. Aunado a esto, los pobladores que se asumen, se dicen y se saben tseltales son adultos y ancianos, cuyos hijos y nietos, en muchas ocasiones, se asumen y se dicen ladinos, en una dinámica que remite a la descrita por Esther Hermitte (1968)
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