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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES SECUESTRO SEMÁNTICO COMO HERRAMIENTA DE PODER: LA DOMINACIÓN ISRAELÍ SOBRE PALESTINA A PARTIR DE LOS ACUERDOS DE OSLO T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN RELACIONES INTERNACIONALES P R E S E N T A : LUCERO SAALIN CASTREJÓN MATADAMAS DIRECTOR DE TESIS: DR. MOISÉS GARDUÑO GARCÍA Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2017. UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. AGRADECIMIENTOS La presente investigación es resultado de mucho esfuerzo, tiempo y sentimientos encontrados. Algunos momentos de inspiración, otros de estrés y, debo decir, unos cuantos de cierta frustración. Pero ahora puedo decir que ¡por fin terminé la tesis! No obstante, ello no hubiese sido posible sin el apoyo de ciertas personas, así que empecemos con los agradecimientos. A mis padres, porque sin ellos, literalmente, yo no estaría aquí. Por ser los pilares que me sostienen, por apoyarme incluso en aquellos momentos en los que mis decisiones difieren de las suyas. Por todo. A mis hermanos, por las risas y las peleas. Por acompañarme, alentarme, cuidarme y regañarme. Quiero agradecer especialmente a Petite, porque además de actuar como la hermana mayor en innumerables ocasiones, es por ella que ésta tesis tiene portada. A mi asesor en particular y al jurado en general, por los comentarios y sugerencias que mejoraron en gran medida mi trabajo. A Carlos y Antonio, por ser mis padres sustitutos, por los consejos y las llamadas de atención, porque sé que siempre podré contar con ellos. A Dulce, Mario y Zareth, por enseñarme que ni el tiempo ni la distancia pueden dañar una amistad cuando ésta es verdadera. A Zule, por las largas caminatas y las conversaciones infinitas, por los detalles, por estar junto a mí siempre y a pesar de todo. A Lucía, por permitirme ser parte de su vida, por todos los momentos que hemos compartido y por todos los planes que tenemos juntas. A mis amigos de la facultad, por ser diferentes, por las charlas y las reflexiones, por ayudarme cuando lo requiero. A Jess y Val, por escucharme y aconsejarme, por volverse parte de mi familia. A Ray, por inspirarme. A Diego, por darme una mano cuando más la necesito, por ser mi cómplice en todo momento. A Arturo, por mostrarme una faceta de mí que no conocía. Finalmente quiero dedicar este trabajo a dos personas que, donde quiera que estén, estoy segura de que son las más felices de verlo concluido. Julia, José Luis, muchas gracias por todo. ÍNDICE INTRODUCCIÓN. ................................................................................................... 1 1.- El secuestro semántico desde el estructuralismo. ....................................... 9 1.1.- Construcción de significados y secuestro semántico. ......................... 10 1.2.- La construcción de significados en las Relaciones Internacionales contemporáneas. ........................................................................................ 22 1.3.- Una introducción al discurso y las prácticas de dominación en la cuestión palestina-israelí. ........................................................................... 32 1.4.- Las respuestas palestinas. ................................................................. 42 2.- La cuestión palestina-israelí, una revisión histórica a través de las narrativas. ....................................................................................................... 50 2.1. La partición de Palestina, ¿nakba o independencia? .......................... 54 2.2.- Ocupación y resistencia. ..................................................................... 67 2.3.- Las falacias de Oslo; hacia la normalización de la violencia. ............. 78 3.- Secuestro semántico como forma de dominación israelí en el caso palestino a partir de los Acuerdos de Oslo...................................................... 92 3.1.- ¿Terrorismo o resistencia? ................................................................. 95 3.2.- Entre las urnas y las armas. ............................................................. 105 3.3.- El mito del reconocimiento. ............................................................... 117 Conclusiones. ...................................................................................................... 128 ANEXOS .................................................................................................................. I FUENTES DE CONSULTA .................................................................................... VI 1 INTRODUCCIÓN. La presente investigación propone el uso del secuestro semántico como metodología para estudiar fenómenos sociales, debido a que la manipulación de significados resulta sumamente útil dentro de las dinámicas de poder. Lo anterior ha sido demostrado a lo largo de la historia, y uno de los ejemplos más claros, considerando nuestra área de interés, es la constante inestabilidad que se vive en la zona denominada Medio Oriente, en donde el discurso político de los Estados, apoyado por los medios masivos de comunicación, sirve como justificación de una serie de ataques, intervenciones, bloqueos, etc., siempre en nombre de la democracia, la civilización, el desarrollo, el crecimiento e incluso los derechos humanos, en una región que es de sumo interés por su riqueza energética y posición geopolítica estratégica. Siguiendo esta línea, nuestra labor como científicos sociales al tratar de aproximarnos a dicha región es, en primera instancia, dejar de concebirla como un monolito y empezar a pensarla como una zona diversa que responde a dinámicas internas y externas, las cuales no siempre son compatibles con las cosmovisiones de lo que suele llamarse ―la sociedad occidental.‖ Para ello, debemos hacer a un lado los estereotipos y juicios de valor que han surgido alrededor del área. Con este objetivo en mente, antes de adentrarnos a la revisión de Medio Oriente y del caso palestino-israelí, en el cual se centra nuestra investigación, exploremos un poco la relación entre comunicación y poder. La comunicación, y por ende el lenguaje, es un elemento fundamental en la estructuración de las sociedades, ya que es la base del establecimiento de relaciones de cualquier tipo. Siguiendo esta línea, cabe resaltar la importancia que tiene el estudio de los procesos de comunicación al momento de analizar relaciones de poder. 2 Según Manuel Castells, el poder es ―[…] la capacidad relacional que permite a un actor social influir de forma asimétrica en las decisiones de otros actores sociales de modo que se favorezcan la voluntad, los intereses y los valores del actor que tiene el poder‖.1 Asimismo, el autor señala que a pesar de que la coacción constituye una fuente básica de poder, ésta no puede afianzar la dominación a menos que tenga la capacidad para generar consentimiento o resignación respecto al orden existente, es decir, que sea capaz de influir en elpensamiento. Ahora bien, debemos tener en cuenta que el pensamiento es un proceso que tiene lugar cuando el cerebro transforma estímulos, con el objetivo de garantizar la supervivencia y el bienestar del individuo. De esa forma, el cerebro construye y almacena patrones de respuesta a determinadas situaciones, generando así modelos de pensamiento.2 En ese sentido ―construimos la realidad como reacción ante acontecimientos reales, internos o externos, pero nuestro cerebro no se limita a reflejar dichos acontecimientos, sino que los procesa de acuerdo con sus propios modelos‖.3 En otras palabras, el proceso de pensamiento está determinado por la forma en la que interactuamos con el entorno. Así, retomando la idea de que la comunicación es la base sobre la cual el ser humano establece relaciones e interactúa con el exterior, podemos establecer que ésta tiene una influencia fundamental en la forma en la que pensamos. Analizar el proceso de comunicación implica una tarea titánica que rebasa los objetivos de este trabajo, debido a ello nos centraremos en lo correspondiente al discurso, específicamente a su capacidad para construir significados. Siguiendo a Van Dijk, podemos definir discurso como una interacción verbal que engloba tres dimensiones principales, a saber: el uso del lenguaje, la 1 Manuel Castells, Comunicación y poder, España, Alianza Editorial, 2009, p. 33. 2 Ibídem, pp. 191-193. 3 Ibídem, p. 193. 3 comunicación de creencias (cognición) y la interacción en situaciones de índole social.4 Ahora bien, ―los discursos pueden estar condicionados por los contextos, pero también ejercen influencia sobre ellos y los construyen. Esto es, los discursos son una parte estructural de sus contextos, y sus estructuras respectivas se influyen mutua y continuamente‖.5 Lo anterior debido a que ―los contextos son construcciones mentales (con una base social), o modelos en la memoria. Como el significado y otras propiedades del discurso también se manejan mentalmente, esto explica el vínculo fundamental entre el discurso y el contexto […]‖.6 De esa forma podemos modificar e incluso construir realidades mediante el significado del discurso. Sin embargo, dichos significados no están dados a priori, sino que son asignados tanto por los emisores como por los receptores de los mensajes, en un proceso que involucra una serie de elementos tanto personales como contextuales. Como resultado, ―una ideología puede retomar por su cuenta los términos usuales, pero asignándoles un sentido que sale de lo común […]‖7 modificando así la idea que dicho término expresa. Justamente esa posibilidad de ―secuestrar‖ o modificar significados es el eje sobre el que gira nuestra investigación. En lo que respecta a Medio Oriente, observamos que la narrativa dominante que gira en torno a esta región se ha caracterizado por describirla como aquel lugar donde suceden todo tipo de actos ―inhumanos‖ y en contra de las tan apreciadas libertades del llamado mundo occidental. Sin embargo, vale la pena adentrarnos un poco en su historia para tratar de comprender esa zona que nos parece tan ajena a este planeta. 4 Teun A. Van Dijk, “El estudio del discurso” en Teun A. van Dijk (Comp.) El discurso como estructura y proceso. Barcelona, Gedisa, 2003, p. 23. 5 Teun A. van Dijk, “El discurso como interacción en la sociedad” en Teun A. van Dijk (Comp.) El discurso como interacción social. Estudios sobre el discurso II. Una introducción multidisciplinaria, Barcelona, Gedisa, 2000, p. 38. 6 Ibídem, p. 38. 7 Oliver Reboul, Lenguaje e ideología, México, Fondo de Cultura Económica, 1986, p. 170. 4 El surgimiento de ―Medio Oriente‖ no fue más que una construcción conceptual cuyos orígenes se remontan al inicio del Siglo XX, otorgada a una zona de interés estratégico para diversos centros de poder. Lo anterior debido a su riqueza natural y a su posición geopolítica como puente entre Asia, África y Europa, así como punto de convergencia tanto de los países capitalistas y el otrora mundo socialista, y de importantes rutas marítimas. De igual forma, la creación (imposición) de un nuevo Estado (Israel) en 1948, históricamente legitimado, mediante la construcción de discursos, por la resolución 181 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se vio envuelta en una serie de mitos que iban desde la afirmación de que los palestinos abandonaron sus tierras, hasta el argumento que sugiere que los palestinos no eran más que un grupo de árabes provenientes de Siria que se instalaron en el territorio, atraídos por el esplendor de la sociedad judía; sin dejar de lado el ―bíblico derecho‖ de los judíos de situarse en esas tierras, así como el argumento de ser merecedores de un Estado luego de la persecución histórica que han sufrido, la cual alcanzó su clímax con la shoa (holocausto) durante la Segunda Guerra Mundial. Además, resalta un elemento en común en todos estos mitos: la intensión de invisibilizar a los palestinos, despojarlos de una historia propia y, por ende, eliminar la responsabilidad que tuvieron tanto la ONU como las potencias occidentales en su pretensión de crear un Estado de la nada, y de los judíos de ir avanzando y apoderándose, gradualmente, de más territorio. Por otra parte, la instauración de Israel no respondió a una delimitación geográfica adecuada y derivó en la división arbitraria de familias y sociedades ya establecidas. Es muy probable que esa falta de unidad territorial trajera consigo una serie de dificultades al momento de intentar administrar un Estado, por lo que la expansión podría verse como una forma de unificar el territorio. Sin embargo, es evidente que 5 Estamos ante la crisis de una pretendida modernidad exitosa que habría de llevarnos a la igualdad, a la fraternidad y a la libertad; a todos esos procesos que marcaron en su momento un rompimiento histórico […] pero que al mismo tiempo estaban construyendo una racionalidad, una manera de construir el mundo desde una manera de pensar el mundo, que hoy se nos ha mostrado no solamente injusta e inequitativa, sino fundamentalmente insustentable.8 Otro elemento a rescatar es la historia del pueblo judío, la cual se ha visto envuelta en una serie de persecuciones, rechazo, destierro e incluso exterminio, situaciones que aportaron las condiciones necesarias para que pudieran colocarse a sí mismos en el papel de víctimas, al tiempo que legitimaban su derecho a poseer un Estado propio y así justificar su intensión de apoderarse de Palestina. Una estrategia perfectamente estructurada y funcional. Todo lo anterior fue utilizado por Israel y por las potencias occidentales para facilitar el establecimiento de asentamientos que le permitieran al nuevo Estado incrementar su extensión territorial, lo que derivó en el desplazamiento de gran cantidad de palestinos hacia Estados vecinos, ocasionando así nuevos problemas: los refugiados que los países aledaños ya no son capaces de absorber, la destrucción de las sociedades palestinas y una política discriminatoria hacia estos. Es en este contexto que, bajo presión de Estados Unidos, se firmaron los Acuerdos de Oslo el 13 de septiembre de 1993, entre el representante de la OLP Mahmoud Abbas y el Ministro de Relaciones Exteriores israelí Shimon Peres. Mediante dicho acuerdo, la OLP, y en consecuencia Palestina, aceptó la existencia de Israel y negoció el retiro de los asentamientos. Cabe mencionar que los acuerdos se realizaron con una clara ventaja de Israel y que éste sigue sin cumplir con lo pactado, lo que de nuevo derivó en secuestro semántico: se consideraba a la OLP como la legítima representante del pueblo palestino y de sus intereses, cuando la realidad era que muchos no estaban de acuerdocon la organización por considerar que ésta había vendido la lucha de resistencia 8 Enrique Leff, “Sustentabilidad, diversidad cultural y diálogo de saberes”, en Discursos sustentables, México, Siglo XXI, 2008 p. 82. 6 sostenida desde hace años. Asimismo, el reconocimiento de Israel implicaba aceptar todo el discurso que éste había articulado para justificar la ocupación. Fue así que surgió Hamas como alternativa a la OLP, buscando reivindicar la lucha y las exigencias de Palestina, situación que en unión con la negativa de la comunidad internacional de reconocer a Palestina como Estado, y la securitización de la agenda internacional luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, dieron pie a la creación de un nuevo discurso que posicionó a Hamas como un grupo terrorista que amenaza la seguridad nacional de Israel, lo que justifica los ataques israelíes por ser utilizados en legítima defensa y como respuesta a los bombardeos palestinos a su territorio. Toda esta narrativa ha sido ampliamente difunda por los medios masivos de comunicación, los cuales crean el ambiente perfecto en el imaginario de la sociedad internacional para continuar con la hostilidad hacia los palestinos, sin considerar elementos como el hecho de que el poderío militar de Israel ni siquiera puede ser comparado con las armas palestinas, así como tampoco pueden compararse las pérdidas tanto materiales como humanas que han tenido uno y otro. Ahora bien, Israel ha logrado convencer a gran parte de su población de mantener y continuar con la ocupación debido a las ideas que ha difundido, no sólo en su territorio sino entre la comunidad judía alrededor del mundo. A pesar de que en el discurso ha utilizado al judaísmo como elemento de cohesión social, los intereses en juego son, más que religiosos, meramente políticos, en donde la seguridad ha sido el eje sobre el que se justifican la mayoría de las acciones israelíes, terminando así con la convivencia relativamente pacífica que mantenían los árabes y judíos que vivían en Palestina antes de 1948. Lo anterior debido a que en el momento en el que ―la <<defensa de la comunidad>> debe ser prioritaria frente a cualquier otro compromiso […] Las comunidades […] se convierten en instrumentos orientados principalmente a la 7 perpetuación de la división, la separación, el aislamiento y el extrañamiento.‖9 Situación que se vio reflejada en los ataques que surgieron tanto por parte de los palestinos como de los israelíes. Por otra parte, si bien es cierto que Palestina fue aceptada como Estado observador de la ONU en 2012 y que las demandas por parte de la sociedad internacional en contra de las acciones israelíes han ido en aumento, aún falta mucho por hacer para poder terminar con un conflicto en el que los únicos que pierden son los ciudadanos de a pie, quienes ven destruidos sus hogares, asesinados a sus familiares y pisoteada su calidad de seres humanos. Considerando lo hasta ahora expuesto, es claro que las Relaciones Internacionales, en la teoría como en la práctica, se ven obligadas a llevar a la mesa de análisis un fenómeno que ha rebasado tanto a la regulación internacional como a las instituciones que pugnan por la paz y la cooperación mundial, atendiendo la gravedad que representan la cantidad de muertos, heridos, desplazados y despojados que han resultado de los diversos conflictos en esta parte del mundo, y que ponen en duda la narrativa democrática, pacífica, liberal y de respeto que caracteriza a los diferentes actores internacionales. Asimismo, consideramos que el estudio del secuestro semántico, como metodología para el análisis del poder, se presenta a los internacionalistas como una oportunidad de abordar las estructuras y dinámicas de conflicto que se desarrollan en el sistema internacional, mediante el análisis del lenguaje que se utiliza en los diferentes discursos y que es reflejo de una constante guerra de significados. Una vez afirmado que la manipulación de conceptos ha servido como herramienta para conseguir y mantener el poder, cabe preguntarnos: ¿cómo se ha utilizado el secuestro semántico, respecto a la representación de Palestina, en beneficio de los grupos de poder israelíes? Asimismo, el presente trabajo tratará 9 Zygmunt Bauman, “¿Múltiples culturas, una sola humanidad?”, en Comunidad. En busca de seguridad en un mundo hostil. Trad. Jesús Alborés, España, Siglo XXI, 2006, p. 38. 8 de responder ¿de qué forma el secuestro semántico ha perpetuado la ocupación israelí en Palestina? En ese sentido, nuestra investigación plantea dos hipótesis: 1) La narrativa israelí reproducida por la academia y los medios de comunicación ha creado, en el imaginario colectivo de su sociedad, la idea de que la ocupación del territorio palestino es legítima y justificable. Y 2) La manipulación de conceptos por parte de los grupos de poder israelíes y palestinos ha impedido un avance significativo en el proceso de negociación, lo cual ha envuelto a ambas sociedades en una serie de enfrentamientos que pareciera no tienen solución. Finalmente, nuestros objetivos son: analizar las formas mediante las que el secuestro semántico se ha utilizado como forma de dominación; entender cómo el secuestro semántico influye en el pensar y el accionar de la opinión pública internacional respecto al conflicto; explicar la forma en la que los grupos de poder israelíes y palestinos han manipulado los conceptos y las ideas para justificar sus acciones; y reflexionar sobre los resultados que han obtenido israelíes y palestinos al hacer uso del secuestro semántico. Para ello, el presente trabajo se encuentra estructurado en tres capítulos. El primero busca abordar, de manera general, la relación que existe entre el lenguaje y la sociedad, haciendo énfasis en la construcción de significados y su utilización como herramienta para ejercer poder. Posteriormente, el segundo apartado tiene como objetivo revisar la forma en la que se ha narrado el conflicto palestino-israelí en diferentes etapas. Juntas, estas dos secciones nos permitirán sentar las bases, tanto teórico-metodológicas como históricas, para poder analizar (en el tercer segmento) qué hay detrás de los discursos que han servido a la sociedad internacional como medio de aproximación al conflicto, a partir de los Acuerdos de Oslo. 9 1.- El secuestro semántico desde el estructuralismo. “El poder se construye, como cualquier realidad, en las redes neuronales del cerebro. El poder se genera en los remolinos de la mente.”10 El lenguaje es la base sobre la cual el ser humano establece relaciones y construye sociedades, en ese sentido, al hablar nos posicionamos en un momento histórico determinado, nos reconocemos en un plano espacio-temporal específico, nos definimos cultural e ideológicamente y nos asumimos como miembros de una sociedad concreta. Es ahí donde radica la importancia del análisis del lenguaje para las ciencias sociales. Siguiendo esta línea, el presente capítulo tiene el objetivo de revisar, grosso modo, cómo funciona el lenguaje y en general el proceso de comunicación, para, posteriormente, continuar con el desarrollo de nuestra tesis: el significado no es algo inherente a la lengua y puede ser manipulado y utilizado como herramienta para ejercer poder. Lo anterior debido a que el lenguaje es, al mismo tiempo, reflejo y hacedor de las estructuras mentales, tanto de las personas como de los grupos sociales. Asimismo se intentará resaltar la importancia de la construcción de significados, en específico del secuestro semántico, en el análisis de fenómenos internacionales, ya que entre otras cosas nos permite entender cómo se justifican y legitiman los conflictos en este plano.De ahí que nos basemos en la teoría estructuralista y, específicamente, en la aportación que hace Saussure al afirmar que: […] aunque los significados de muchas acciones u objetos puedan parecer naturales, siempre se fundan en presuposiciones o convenciones compartidas. Aunque esto es obvio en el caso de los signos lingüísticos, también es cierto de otros signos y por lo tanto al tomar la lingüística, destinada a estudiar los sistemas de reglas que subyacen al habla, por su propia naturaleza, obligará al analista a 10 Manuel Castells, Comunicación y poder, Op. Cit., p. 202. 10 tomar en consideración la base convencional de los fenómenos que investiga y, cuando éste actúe así, se encontrará con que está ocupándose, como el lingüista, de relaciones, es decir, de estructuras.11 Siendo así, el capítulo se divide en 3 sub-apartados: el primero busca esbozar cómo funciona el proceso de comunicación tanto a nivel individual como social y de qué forma se lleva a cabo el secuestro semántico. Una vez hecho esto, el segundo apartado, La construcción de significados en las Relaciones Internacionales contemporáneas, justifica la necesidad de analizar el lenguaje en el campo de las ciencias sociales en general y las Relaciones Internacionales en particular. Finalmente, en Una introducción al discurso y las prácticas de dominación en la cuestión palestina-israelí, se plantea cómo el secuestro semántico ha sido recurrente a lo largo de éste fenómeno político internacional. 1.1.- Construcción de significados y secuestro semántico. Iniciaremos definiendo el secuestro semántico como la apropiación de conceptos o ideas por parte de grupos en el poder, con el objetivo de manipularlos y otorgarles otro significado que justifique y/o facilite la satisfacción de sus intereses mediante el control ideológico de la sociedad. Ahora, para poder entender cómo funciona el secuestro semántico necesitamos analizar, por lo menos de manera general, el proceso de comunicación, tanto a nivel individual y mental como en la esfera social y del imaginario colectivo. Así como la forma en la que se construyen los significados. Con ese objetivo retomaremos a Manuel Castells, para quien ―la comunicación se produce activando las mentes para compartir significado. […] [Considerando a la mente como] un proceso de creación y manipulación de imágenes […] (visuales o no) en el cerebro.‖12 Dichas imágenes son el resultado 11 Citado por David Robey, Comp., Introducción al estructuralismo, Madrid, Alianza Editorial, 1976, p. 41. 12 Manuel Castells, Op. Cit., pp. 191-192. 11 de una serie de estímulos e interacciones, entre el cuerpo y el entorno, procesados por el cerebro, que dan como resultado la construcción de la realidad y la experiencia personal del individuo. Es por ello que Antonio Damasio afirma que ―[…] un organismo provisto de mente forma representaciones neurales que pueden transformarse en imágenes, manipularse en un proceso llamado pensamiento y finalmente influir en la conducta ayudando a predecir el futuro, a trazar planes conforme a esa previsión y a elegir la acción siguiente.‖13 En ese sentido, la importancia de las ideas o representaciones mentales radica en su potencial capacidad para motivar una acción, la cual adquiere significado cuando se vincula al razonamiento y a las emociones que, en última instancia, definen cómo vivimos. Ahora bien, dichas imágenes mentales: […] son confeccionadas por una compleja maquinaria neural de percepción, memoria y razonamiento. A veces la construcción se extrae del mundo exterior al cerebro -esto es, del mundo que está adentro y alrededor de nuestro cuerpo- con alguna ayuda de la memoria pasada. Así sucede cuando generamos imágenes perceptuales. Otras, la construcción es dirigida desde el interior del cerebro, mediante nuestro suave y silencioso proceso pensante, de arriba hacia abajo, por decirlo así. Ocurre, por ejemplo, cuando recordamos una melodía o visualizamos una escena con los ojos cerrados sin que importe si repite un acontecimiento real o uno imaginario.14 Aunado a esto, las emociones influyen en la asociación que realiza el cerebro entre los estímulos recibidos y las experiencias almacenadas en la memoria, tanto si éstas fueron adquiridas directamente por el sujeto o heredadas culturalmente. 15 Y es justamente esa capacidad que tiene nuestra mente de almacenar y relacionar experiencias indirectamente adquiridas, la que abre la posibilidad de la manipulación de ideas. Porque 13 Antonio Damasio, El error de Descartes, Barcelona, Editorial Crítica, 2007, p. 110. 14 Ibid., p.118. 15 Manuel Castells, Op. Cit., pp. 194-195. 12 En el lenguaje [que es nuestra forma de interacción social], las palabras se asocian en campos semánticos. Estos campos semánticos se refieren a marcos conceptuales. Así pues, el lenguaje y la mente se comunican por marcos que estructuran narraciones que activan redes cerebrales. […] las estructuras de los marcos […] se basan en la experiencia, y surgen de la organización social que define los roles sociales en una cultura y después queda incorporada a los circuitos cerebrales.16 En otras palabras, nuestro pensamiento está estructurado en marcos conceptuales que se van formando mediante conexiones neuronales a partir de experiencias propias, información recibida, e influencia cultural. “El enmarcado es el proceso de <<seleccionar y resaltar algunos aspectos de los acontecimientos o asuntos y establecer relaciones entre ellos con el fin de promover una determinada interpretación, evaluación y/o solución>>.‖17 De esta forma, cada vez que nos enfrentamos a situaciones parecidas, nuestro pensamiento activa marcos específicos que nos permiten interpretar y reaccionar ante lo que está sucediendo. Es así como aprendemos y aprehendemos el mundo y, por ende, como definimos nuestra forma de vida. Ahora, las emociones juegan un papel fundamental en el proceso de comunicación y, en consecuencia, en nuestra forma de aprender y concebir la realidad, esto en parte se debe a cuestiones biológicas. Las emociones son respuestas químicas y neurológicas que nuestro cerebro produce al ser estimulado; el ser humano posee un sistema de seis emociones básicas que se activan mediante la interacción con el entorno y lo ayudan a reaccionar y a sobrevivir: miedo, asco, sorpresa, tristeza, alegría e ira. Además la capacidad emocional está directamente relacionada con la racionalidad: nosotros evaluamos las situaciones de forma emocional, y mientras mayor sea nuestra ansiedad ante los acontecimientos, mayor será nuestra incertidumbre y esto activará mecanismos de alerta que nos obligarán a evaluar los hechos de forma racional.18 16 Ibid., pp. 197-198. 17 Ibid., p. 218. 18 Ibíd., pp. 202-203. 13 Siguiendo a Castells, las emociones son sumamente útiles en lo que respecta a la transmisión de ideas, debido a que al ser estimuladas por determinado mensaje, activan el razonamiento, definen el marco de comprensión y ponen en marcha la acción. Con todo, el efecto del mensaje no tiene siempre el mismo resultado pues depende en gran medida de otros elementos, como los sentimientos específicos del receptor al momento de recibirlo, así como del momento mismo. ―Lo que define su impacto es la capacidad de un conjunto de estímulos determinado para activar una estructura específica. […] La información y la emoción se mezclan tanto a la hora de construir los mensajes […] como en la mente de cada persona.‖19 Mencionamos también que nuestra mente es capaz de almacenar experiencias de forma indirecta, pues bien, ello se debe a lapresencia de neuronas espejo. Estas neuronas reciben su nombre debido a que activan patrones neuronales aun cuando no recibimos el estímulo de manera directa, sino por ―acto reflejo‖. Entonces, ―[…] cuando uno percibe el dolor de los otros se movilizan automáticamente los mismos circuitos neuronales afectivos que cuando siente su propio dolor.‖20 Esto gracias a que los estímulos activan los marcos cerebrales, entonces, si se logra transmitir un estímulo adecuado que genere un impacto emocional considerable, la información quedará grabada en nuestra mente. De esta forma, mientras más estímulos en el mismo sentido recibamos, el marco mental activado se reforzará.21 Lo anterior resulta de gran utilidad cuando se busca movilizar cierta acción, activando determinadas emociones en los receptores del mensaje, con el objetivo de generar empatía o rechazo hacia algo o alguien. En suma, este proceso es fundamental cuando hablamos de legitimidad. Pasemos ahora a revisar lo correspondiente al significado. Castells lo define como un atributo del simbolismo y lo relaciona directamente con el contexto. Y si 19 Ibíd., pp. 210-211. 20 Gary Olson, “De las neuronas espejo a la neuropolítica moral” en Revista Polis, núm. 20, vol. 7, Chile, Universidad Bolivariana de Chile, 2008, p. 314. 21 Manuel Castells, Op. Cit, p. 216. 14 retomamos la idea de que nuestro pensamiento surge a partir de marcos conceptuales y de que nos es imposible pensar en algo que no se vincule a una referencia almacenada en nuestra mente (baste intentarlo, al tratar de pensar en algo que nos pareciera tan ajeno como un extraterrestre, lo concebiremos otorgándole características que nos sean familiares, por ejemplo ojos, boca, y en casos más comunes toda una fisonomía humana), podemos asumir entonces que ―[…] el significado de una palabra […] deriva de la imposición de estructura sobre el continuo del pensamiento, a priori confuso e incipiente.‖22 Dicho de otro modo, nuestro cerebro construye significados al activar marcos mentales específicos y establecer relaciones entre estímulos, experiencias propias y almacenadas, y emociones. Este proceso no se limita a las palabras, lo mismo ocurre cuando tenemos acceso a un mensaje o discurso, la imagen mental que obtenemos no es el reflejo exacto del mismo, sino la interpretación que hacemos al combinar la información que recibimos con las experiencias que almacenamos, la forma en la que concebimos la realidad y el contexto en el que nos desenvolvemos, dando como resultado la producción de significado. Gracias a esto, Los símbolos más poderosos no se encuentran en teorías complicadas […] Esos símbolos se encuentran en las imágenes y en los sonidos que conectan con las experiencias grupales primarias de cosas que fomentan el orgullo o la satisfacción o bien con las fuentes de miedo o repulsión… El significado está envuelto en emociones; está lejos de la fría racionalidad.23 Con todo ello, podemos decir que la forma en la que se estructuran los marcos mentales está directamente relacionada tanto con la experiencia personal del sujeto como con el entorno y grupo social en el que se desenvuelve, creando así una compleja relación dialéctica entre lenguaje y contexto 24 que permite establecer ciertos patrones de regularidad en la forma de pensar de los miembros de determinada sociedad, dando pie a lo que se conoce como imaginario 22 David Robey, Op. Cit., p. 24. 23 Manuel Castells, Op. Cit., p.258. 24 En el siguiente apartado se abordará la importancia de dicha relación. 15 colectivo, que no es otra cosa más que la manera en la que determinado grupo percibe e interpreta la realidad. Porque, El organismo -constituido por la asociación cuerpo-cerebro- interactúa con el entorno como un conjunto, no siendo dicha interacción resultado de la acción independiente del cuerpo o del cerebro. Pero eso no es todo: los organismos complejos, como el nuestro, no sólo interactúan o generan las meras respuestas espontáneas o reactivas externas que colectivamente se conocen como conducta; también producen respuestas internas, algunas de las cuales constituyen las imágenes -visuales, auditivas, somatosensoriales, por ejemplo-, […] base de la mente.25 Asimismo, cuando nos comunicamos, lo que expresamos, al final, son esos modelos mentales que resultan de nuestra interpretación y representan la base de nuestro discurso. Para echar andar el proceso ―seleccionaremos algunas creencias como pertinentes para la comunicación en el contexto en cuestión, las cuales servirán como entrada para la construcción del significado (local y global) de nuestro discurso.‖26 De ahí que en el estudio del discurso surja el concepto de implicatura para referirse a esa dimensión del significado que es producto del proceso mental anteriormente expuesto, y que no mantiene una relación a priori con las palabras. Un ejemplo claro de esto es la ironía, esas expresiones que cobran un sentido diferente al ser introducidas en un contexto en el que, normalmente, no tendrían cabida. No obstante, la posibilidad de construir significado no elimina la importancia y el impacto de la dimensión formal de las palabras, es decir, en qué momento específico recurrir a términos como rebeldes, manifestantes u opositores, en lugar de otros, para incrementar el impacto de lo dicho. Una vez esbozada la importancia de la comunicación a nivel individual y subjetivo, pasemos al ámbito colectivo y del contexto. Éste término, a pesar de ser ampliamente utilizado en ciencias sociales, se caracteriza por su ambigüedad y, 25 Antonio Damasio, Op. Cit., p. 109. 26 Teun A. van Dijk, “El estudio del discurso”, Op. Cit., p. 44. 16 en ciertas ocasiones, inmovilidad. Con esto nos referimos a que aún cuando suele ser tomado en cuenta al momento de analizar fenómenos sociales, muchas veces el contexto se considera como las condiciones dadas de determinada sociedad en un momento específico. Sin embargo, es común pasar por alto el hecho de que los contextos no sólo influyen sino que son influenciados por el grupo social, y por tanto se encuentran en constante construcción, así como su relación con las ideas compartidas del mismo. Nosotros, al estar enfocados en el estudio del discurso y el lenguaje, utilizaremos el concepto de van Dijk. Entonces, entenderemos el contexto como ―[…] una selección de las propiedades discursivamente relevantes de la situación comunicativa.‖27 Ello no implica que ignoremos el hecho de que existen muchos elementos que, aunque no lo parezcan, pueden ser socialmente relevantes, por ejemplo: la elección de la vestimenta, la decoración o incluso la ubicación de los asistentes a determinada reunión. Pero para el tema que nos ocupa únicamente tomaremos en cuenta aquello que influya en la producción, transmisión e interpretación de los mensajes. Otro rasgo importante es el hecho de que, para van Dijk, la influencia que el contexto tiene sobre el proceso de comunicación es indirecta, en el sentido de que no concibe al contexto como las condiciones objetivas que se relacionan con el sujeto, sino como las interpretaciones que éste hace de la situación social. He ahí el énfasis en la palabra relevante en su definición, el autor afirma que el género, la clase social, el cargo, el rol social, en fin, todos los elementos que suelen englobarse en el contexto, tendrán relación con el discurso sólo en la medida en la que los sujetos implicados los consideren importantes. Y con esto, una vez más, subrayamos la importancia de los modelos mentales. Paralelamente, el estudio del lenguaje a nivel social no puede dejar de lado el análisis de las ideologías. Más allá del debateque existe en torno a este concepto y su contraposición al conocimiento, la ideología puede considerarse en 27 Teun A. van Dijk, Sociedad y discurso: cómo influyen los contextos sociales sobre el texto y la conversación, Barcelona, Gedisa, 2011 p. 19. 17 términos más flexibles. Siendo así, la entenderemos como ―[…] una forma de autorrepresentación (y representación de los Otros) que resume las creencias colectivas y, por lo tanto, los criterios de identificación de los miembros del grupo.‖28 Es por esto que toda ideología tiene una concepción parcial que se opone a las demás. Así, las ideologías representan la base de la memoria social o colectiva, aunque ello no impide que existan subgrupos con variantes de la ideología general e individuos dentro del grupo que tengan opiniones propias respecto a temas concretos.29 Hay que mencionar también que el simple hecho de comprender una oración, otorgarle coherencia e interpretar un texto, en fin, comunicarse, no sería posible sin la existencia de un marco de conocimiento sociocultural común, el cual queda reflejado en la forma, el estilo, las palabras que utilizamos y las ideas que expresamos, al tiempo que se enriquece y modifica gracias a esas mismas acciones. Dicho de otra forma, las ideologías no sólo determinan lo que decimos y cómo lo decimos, sino el sentido con el que lo hacemos, porque, a fin de cuentas, ―[…] la ideología no es el pensamiento del individuo; es el hecho de que este pensamiento se sitúa en un ‗ya pensado‘, que lo determina sin que él lo advierta.‖30 Aunado a ello, como afirma Reboul, las ideologías siempre están al servicio del poder, ya sea el establecido o el que se busca establecer, y con esto no hacemos referencia únicamente al poder político, como suele pensarse, sino a cualquier tipo de relaciones que impliquen subordinación por razones de género, ―raza‖, clase social, edad, credo, etc. Por consiguiente, la importancia de las ideologías gira en torno a que otorgan sentido al mundo para los miembros de cierto grupo y, en consecuencia, son la base de las prácticas sociales de los mismos. Luego entonces, estos marcos de pensamiento y conducta nos proporcionan cierto sentido de la identidad, que además de fungir como elementos 28 Teun A. Van Dijk, Ideología y discurso: una introducción multidisciplinaria, Barcelona, Ariel, 2003, pp. 27- 28. 29 Ibíd., p.24. 30 Olivier Reboul, Op. Cit., p. 20. 18 cohesionadores de un grupo, funcionan como diferenciadores de los demás, es decir, nos definen a nosotros y nos separan de ellos. Pero hablar de identidad requiere una serie de consideraciones que salen de los objetivos del presente trabajo, por lo que únicamente retomaremos la idea de que ―[…] no sólo somos, lo que somos en función de los rasgos que nos caracterizan, además hay que tomar en cuenta la percepción que los otros tienen de nosotros.‖31; y la definiremos como ―[…] una estructura de múltiples capas y facetas, siempre sujeta a la influencia de procesos en desarrollo.‖32 Esto nos será de mucha utilidad cuando abordemos lo correspondiente al orientalismo. Por otro lado, además de las ideologías, la memoria social se compone de fundamentos comunes que, a diferencia de las primeras, son aceptados por todos los miembros de una cultura sin ser cuestionados, se dan por hecho. En esta esfera surgen las normas y valores, y aún cuando éstos pueden aparecer de distintas formas dentro de la misma cultura, lo que cambia es su interpretación (que da pie al surgimiento de creencias ideológicas), pero el valor se mantiene. Por ejemplo, la justicia puede percibirse de manera diferente según se aborde desde una visión académica, social o religiosa. Ahora, ni las ideologías ni los fundamentos comunes son inherentes al ser humano, sino que los miembros del grupo social los aprehenden en la medida en la que interactúan y se asumen como parte de ese grupo: se identifican. Si aceptamos esto podemos apoyar la idea de van Dijk respecto a que los discursos, en sus diferentes niveles: desde los que se generan de forma interpersonal hasta los que están dirigidos a un público más numeroso, pueden codificar las ideologías del grupo.33 Al mismo tiempo, cabe mencionar que la comunicación no siempre se utiliza como una forma de transmitir información o ideas, tal es el caso de la típica 31 David Sarquís, “La cuestión de la identidad detrás de los procesos de construcción social” en Tecnológico de Monterrey, Perspectiva Global, México, 2013, p. 5. 32 Ibíd., p. 10. 33 Teun A. van Dijk, Ideología y discurso: una introducción multidisciplinaria Op. Cit., p. 63. 19 referencia al clima que suelen hacer las personas para iniciar una conversación o romper un ―silencio incómodo‖, sin embargo siempre está encaminada a la acción: socializar, en este caso. Considerando lo hasta ahora expuesto, podemos establecer que una de las variables clave en la estructuración de los marcos mentales es el poder. Éste, en su acepción más simple, puede considerarse como la capacidad que tiene un actor de influir en las decisiones de otro, de forma que el primero resulte beneficiado. En ese sentido, […] la forma esencial de poder está en la capacidad para moldear la mente. La forma en que sentimos y pensamos determina nuestra manera de actuar, tanto individual como colectivamente. Es cierto que la coacción y la capacidad para ejercerla, legítimamente o no, constituyen una fuente básica de poder, pero la coacción por sí sola no puede afianzar la dominación. La capacidad para lograr el consentimiento o al menos para instilar miedo y resignación respecto al orden existente es fundamental para imponer las reglas que gobiernan las instituciones y las organizaciones de la sociedad.34 Es por esto que la comunicación resulta esencial para estructurar marcos mentales que respondan a intereses concretos. Ahora bien, más allá de expresar nuestros deseos de forma clara mediante órdenes, peticiones o sugerencias, podemos influir en el pensamiento de alguien de una manera más sutil, y es ahí donde entra en juego el lenguaje, ya sea en su variante oral, escrita o pictórica. Si esto es así, la relación entre comunicación y poder se basa en la capacidad de construir significado, estimular emociones, y activar modelos mentales específicos que dirijan acciones favorables a los intereses de quien produce el mensaje, lo que a su vez disminuye la necesidad de ejercer violencia (legítima o no) como medio de control. Y es justamente aquí donde entra en juego el secuestro semántico, modificando el significado de conceptos clave, o utilizándolos de forma descontextualizada, con el objetivo de satisfacer dichos intereses. Esto es importante si consideramos que las expresiones de resistencia 34 Manuel Castells, Op. Cit., p. 24. 20 surgen de manera más fácil y visible cuando la sociedad se enfrenta a situaciones violentas que cuando el control se ejerce de forma ―oculta‖. De manera que influir en la forma en la que piensan y actúan las personas resulta un medio mucho más eficaz y duradero de ejercer poder. Siguiendo esta línea, la producción del mensaje tiene que considerar los intereses y valores del sujeto que lo está elaborando y las características y valores de la audiencia objetivo. Ello para asegurar, por un lado, que se exprese de forma explícita o implícita el objetivo del emisor, y por otro que el o los receptores logren generar significado y responder de la forma deseada.35 Llegados a este punto cabe aclarar que cuando analizamos el significado de un discurso no importa sólo el fondo del mensaje, sino la forma en la que se presentael mismo. Esto es, las frases exclamativas, los adverbios de duda, de negación, de afirmación, y las interjecciones, son utilizadas por el emisor para influir de algún modo en el comportamiento del interlocutor.36 Hay que mencionar, además, la relevancia de la interpretación que éste último realiza y que depende de los elementos anteriormente expuestos, a saber: conocimiento empírico, experiencias almacenadas, marcos mentales, emociones, ideologías y contexto en el que se desenvuelve. Es así como se abre la posibilidad de moldear los marcos de pensamiento, estableciendo relaciones específicas entre palabras, imágenes mentales y sentimientos concretos en contextos determinados. Un claro ejemplo de lo anterior puede ser la propaganda política, que busca el apoyo o rechazo hacia determinado actor, relacionándolo ya sea con la responsabilidad del estado actual de su sociedad o con la esperanza de alcanzar un futuro mejor. Conviene subrayar que una de las características distintivas del ser humano es la capacidad para imaginar el futuro, por lo que la esperanza es fundamental al momento de activar marcos mentales, asimismo, el odio, la ansiedad, el miedo y la euforia son 35 Ibíd., p. 276. 36 Adelso Yáñez, “El enunciado y el contexto enunciativo: hacia la pragmática” en Comunicación, núm. 002, vol. 11, Cartago, Costa Rica, Instituto Tecnológico de Costa Rica, enero-junio, 2000, p. 5. 21 particularmente estimulantes y se retienen en la memoria a largo plazo, en consecuencia, son los sentimientos que generalmente se busca producir.37 En resumen, las estructuras de los marcos mentales pueden moldearse haciendo uso del lenguaje, al estimular ciertas emociones y razonamientos que otorguen sentido al mensaje. Lo anterior es posible debido a que el discurso no tiene un sentido intrínseco, sino que éste es asignado por los usuarios del lenguaje 38 y es esta la característica que permite hacer uso del secuestro semántico. Lo anterior es posible debido a que, como se argumentó más arriba, los significados se construyen a partir de la interpretación que el ser humano hace de las palabras, tal vez existan ciertos conceptos cuyo significado sea más o menos homogéneo para gran cantidad de grupos culturales, por ejemplo, al hablar de una taza, una mesa o un árbol se generan ideas parecidas respecto a lo que son y cuál es su uso, claro está que ni siquiera palabras tan comunes poseen un alcance global. No obstante, en las esferas de la filosofía, las leyes y la política, es imposible eliminar la variedad de significados, y es justamente esa falta de precisión conceptual la que permite servirse de ellos. 39 Esa ambigüedad conceptual y la posibilidad de aprovecharnos de ella queda comprobada con el surgimiento de disciplinas como la pragmática y la retórica, que están encaminadas a analizar la producción de significado intencional, cómo se utiliza y cuáles son sus alcances. Veamos ahora cómo se relaciona el lenguaje en el estudio de la sociedad internacional. 37 Manuel Castells, Op. Cit. pp. 207-215. 38 Teun A. Van Dijk, “El estudio del discurso”, Op. Cit., p. 31. 39 Marian Dobrosielski, “Logika a Retoryka”. Traducción de Jadwiga Kaminska en Chaïm Perelman y Olbrechts-Tyteca, Retórica y lógica, México, UNAM, 1959, p. 430. 22 1.2.- La construcción de significados en las Relaciones Internacionales contemporáneas. Ya hemos hablado acerca de cómo funcionan el lenguaje y la comunicación, así como de su importancia a nivel individual, pero ¿por qué sería útil para un científico social, más aún para un internacionalista, detenerse a reflexionar sobre estos temas? El presente apartado tratará de responder esta pregunta. Es de sobra sabido que el ser humano es un animal social, y el lenguaje es el principal medio que tenemos para relacionarnos, luego entonces su importancia radica, de entrada, en nuestra necesidad de comunicarnos para construir sociedades. Entendiendo a éstas como el resultado de una serie de interacciones (ya sea conflictivas o de negociación) entre diferentes actores, que permiten la instauración de instituciones y estructuras en diversos niveles: desde formas de aprehender el mundo, hasta normas de comportamiento y relaciones de poder. Ahora, la influencia que tiene el lenguaje en este proceso de construcción social se debe a la relación que existe entre las ideologías y las narrativas, las cuales han servido para justificar y sostener estructuras de poder, tanto en el grupo social más pequeño: la familia, como en los grandes imperios que han surgido a lo largo de la historia. Esto está y ha estado presente en la sociedad internacional, y Europa es el ejemplo por excelencia: la autorrepresentación de los europeos como el centro del mundo trajo consigo un proceso de colonización que se sustenta en dos pilares (conocer o entender y sentir), y que se traduce en el control de la economía, la autoridad, la naturaleza, el género y la sexualidad, y la subjetividad y el conocimiento.40 Lo anterior gracias a la expansión de una ideología totalizadora que invisivilizaba al ―otro‖, y establecía las lenguas y categorías de pensamiento válidas para los ―seres humanos‖. 40 Walter Mignolo, Desobediencia epistémica. Retórica de la modernidad, lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad., Buenos Aires, Ediciones Del Signo, 2010, p. 12. 23 La ruptura temporal en la propia historia de Europa (invención del concepto de Edad Media) y la ruptura espacial (con los bárbaros musulmanes, judíos, indios y negros) se conjugó con la invención de jerarquías de seres y de lugares: por ejemplo, las lenguas y los saberes que no estaban encapsulados en latín y griego, era (sic) descartados. Las personas que no conocían el alfabeto latino o que creían en dioses que no era el Dios, fueron convertidos en paganos y bárbaros. 41 Pero aún con el advenimiento de la modernidad y el racionalismo, el pensamiento dual que dividía a Europa del resto del mundo se mantuvo gracias a la idea de ―exterioridad‖. En palabras de Mignolo, la ―exterioridad‖ no es el afuera ontológico, si no el afuera conceptual construido por la retórica de la modernidad y que debe ser conquistado, colonizado, dominado y convertido en los principios del progreso; o bien eliminado (el lenguaje árabe, el lenguaje aymará, la religión Islámica, los conceptos indígenas de organización social y económica, etc.).42 Así, la idea de modernidad está íntimamente relacionada con el colonialismo (tanto geográfico como mental), incluso al interior de las colonias y de Europa. En este último caso, la distinción y exclusión que sufrieron los judíos desencadenó una serie de fenómenos, dentro de los que destaca, debido al tema que estamos tratando, la creación de Israel. De la misma forma, una vez que terminó la Segunda Guerra Mundial y Estados Unidos desplazó a Europa, en un nivel discursivo, como el centro de occidente, la dualidad metrópoli/colonia se remplazó por la de desarrollado/subdesarrollado. Paralelamente, la relación que se creó entre los conceptos de capitalismo, libertad, democracia, progreso, etc. y, por otra parte, los de comunismo, represión, autoritarismo, atraso, etc., permitieron mantener la idea de ―exterioridad‖ y, por tanto, una estructura jerarquizada. Todo ello envuelto en una narrativa que colocaba al progreso (en su concepción moderna-capitalista- keynesiana) como el fin último que todos podían, más aún, debían alcanzar. 41 Ibid., p. 61. 42 Ibid., pp. 41-42. 24 En consecuencia, el discurso emitido desde los centros de poder en las diferentes etapas de la historia (contada desde ―occidente‖)establece una ruptura tanto en el tiempo como en el espacio: Mientras que los bárbaros co-existían en el espacio, a los primitivos, subdesarrollados y emergentes se los sitúa en un ‗antes‘ (subdesarrollados, emergentes) aunque co-existan en el ‗ahora‘. Así, lo ‗primitivo‘ y lo ‗tradicional‘ aparecen como ‗objetos‘ fuera de Europa y fuera de la modernidad. […] La invención del primitivo es simultánea, en la conciencia Europea, con la invención del oriental. El orientalismo exotiza al bárbaro en el espacio mientras que el primitivo ‗desnuda‘ al bárbaro y lo remite a los orígenes de la humanidad. Todas ellas son variadas estrategias de construcción de la exterioridad: esto es, el afuera inventado por la retórica de la modernidad en el proceso de creación de su mismo adentro.43 Durante la Guerra Fría, y paralelamente a la distinción capitalista/comunista, se creó una nueva fórmula: oriental/occidental. Al igual que las dualidades anteriores, esta idea llevaba implícita una serie de relaciones de poder. ―Los primeros (occidentales) dominan, los segundos (orientales) deben ser dominados. Y esto normalmente significa que su territorio debe ser ocupado, que sus asuntos internos deben estar férreamente controlados y que su sangre y sus riquezas deben ponerse a disposición de un poder occidental.‖44 Lo anterior se remite al hecho de que el orientalismo concibe a Oriente como objeto de estudio, luego entonces, lo coloca como una entidad pasiva, inmutable, homogénea y cognoscible. Si a esto añadimos la premisa de que el conocimiento otorga poder, aquel que ―tiene conocimiento sobre Oriente‖ se sitúa a sí mismo en una posición de ventaja, la cual es y ha sido legitimada mediante el discurso y el control de los medios de comunicación. De ahí que se haya generado una representación del oriental (al igual que del bárbaro, el primitivo y el subdesarrollado) de manera unidireccional, estereotipada y que claramente no 43 Ibid., p. 64. 44 Edward W. Said, Orientalismo, Barcelona, Debolsillo, 2008, p. 63. 25 considera la imagen que aquellos denominados orientales tienen de sí mismos. Porque […] la práctica universal de establecer en la mente un espacio familiar que es <<nuestro>> y un espacio no familiar que es el <<suyo>> es una manera de hacer distinciones geográficas que pueden ser totalmente arbitrarias. Utilizo la palabra <<arbitrario>> porque la geografía imaginaria que distingue entre <<nuestro territorio y el territorio de los bárbaros>> no requiere que los bárbaros reconozcan esta distinción. A <<nosotros>> nos basta con establecer esas fronteras en nuestras mentes; así pues, <<ellos>> pasan a ser <<ellos>> y tanto su territorio como su mentalidad son calificados como diferentes de los <<nuestros>>.45 Por supuesto que ninguno de los procesos que hemos descrito poseen cortes temporales delimitados, es decir, si bien la división oriente/occidente tuvo su auge en el periodo de la Guerra Fría, fue una idea que comenzó a gestarse mucho tiempo antes, y que estaba directamente relacionada con el establecimiento de áreas de influencia desde principios del siglo XX, época en la que también podemos identificar las primeras referencias a Medio Oriente. No obstante, con la caída del muro de Berlín y el desmantelamiento de la Unión Soviética en la última década del siglo, el orden mundial se reestructuró en torno a un solo polo de poder, a saber: Estados Unidos. Así, con la disolución del bloque del Este, Occidente también comenzó a desdibujarse en un contexto de globalización en el que las industrias culturales jugaron un papel sumamente importante. Con el surgimiento de internet y la expansión de un estilo de vida a ―todos los rincones del planeta‖, la idea de Occidente perdió sustento en el sentido de que ya no tenía una contraparte. Sin embargo, los ataques del 11 de septiembre de 2001 trajeron consigo un nuevo orden mundial basado en la seguridad: la época de la guerra contra el terror. Y, a su vez, ese nuevo orden modificó las formas de producción de conocimiento. […] El gradual surgimiento de Estados Unidos como superpotencia global necesitaba, y generó, un nuevo modus operandi de recolección de información, 45 Ibid., p. 87. 26 estrategias globales, y justificación ideológica durante la Guerra Fría, y lo llamó ―Estudios de Área‖; con el colapso de la Unión Soviética en 1991 y, una década después, el surgimiento de la ―guerra global contra el terror‖ estadounidense, incluso la fase de Estudios de Área dejó de ser válida, o útil. La mutación gradual de los orientalistas pasados de moda a los especialistas en Estudios de Área, están ahora transmutando en una clase de propagandistas descarados, en cercana colaboración con estrategas de Think Tanks […].46 De este modo, la securitización de la agenda internacional, aunada al ―bombardeo‖ de los medios de comunicación que transmitieron una y otra vez las imágenes de los ataques y la caída de las torres gemelas, además de la retórica surgida en torno a la necesidad de combatir al terrorismo, permitieron y legitimaron una serie de intervenciones y acciones violentas, como la invasión de Iraq en 2003. En suma, los discursos que componen la historia oficial están estrechamente relacionados con las estructuras de poder y, al final, con procesos de colonización, dejando de lado que esa otredad de la que se diferencian posee su propia historia y sus propias narrativas. Así, Aunque la modernidad no es simplemente un fenómeno europeo y está inexorablemente atada a las colonias, […] la retórica de la modernidad sí es un relato europeo presentado principalmente por hombres de letras europeos, filósofos, intelectuales, oficiales del Estado como si la modernidad fuera un fenómeno europeo. Esta idea, que en verdad es solamente la mitad de la historia, se propagó y ganó veracidad y así logró ocultar la otra mitad. El truco mágico fue el de conseguir ocultar su propia geo- y corpo-política del conocimiento47 y ocultar también que la modernidad es la época histórica narrada como tal por cuerpos que la habitan […].48 46 Hamid Dabashi, Post-orientalism. Knowledge and Power in Time of Terror, New Brunswick, Transaction Publishers, 2009, p. 106. Traducción propia. 47 Mignolo define la geo-política como la relación existente entre el espacio y la forma de pensar, “la clasificación-identificación imperial/colonial histórica de nuevos sujetos de conocimiento y de entendimiento”, y afirma que “se es donde se piensa”. Mientras que la corpo-política hace referencia al “cuerpo pensante”: color, género, sexualidad. 48 Walter Mignolo, Op. Cit., p. 57. 27 [Por ejemplo] desde el Caribe, se verá que la modernidad no sólo necesita la colonialidad sino que la colonialidad fue y continúa siendo constitutiva de la modernidad. No hay modernidad sin colonialidad. Desde Inglaterra, sólo se verá la modernidad y, en las sombras quedarán las ―cosas malas‖ como esclavitud, explotación, apropiación de la tierra, las cuales se suponen son ―corregidas‖ con el ―avance de la modernidad‖ y la democracia (ejemplo, la política de Estados Unidos en Irak [sic]) cuando todos arriben al estadio en el que justicia e igualdad se apliquen a todos. […] La diferentes perspectivas no son solamente cuestión de los ojos sino también de la conciencia, de una localización física y de un diferencial de poder; aquellos que miran desde el pico de la montaña ven el horizonte y el lago, mientras que quienes habitan el lago ven el agua, los peces y las olas rodeadas de montañas pero no el horizonte.49 Y esta forma de ejercer poder es tan efectiva que incluso las ideas de liberación y emancipación están enmarcadas en la lógica de la modernidad,que más allá de reivindicar al otro, lo ―reconocen‖: asumen que está ahí pero que debe ser asimilado. De esta forma, se busca extender la democracia y el capitalismo neoliberal a todos los rincones del planeta. Esto es un fenómeno que podemos identificar incluso en nuestros días, la televisión, el cine, la música, los diarios, las revistas, el arte, etc. son medios que pueden ser utilizados para difundir ideas y estructurar formas de pensar que legitimen relaciones de poder. Un ejemplo claro es el semanario Charlie Hebdo que se caracteriza por su sátira religiosa y que recientemente fue atacado luego de publicar una ofensiva caricatura de Muhammad. Del mismo modo, Hollywood se ha encargado de colocar a Estados Unidos como el objetivo por excelencia de todo tipo de ataques, que al final sale victorioso gracias a las heroicas acciones bélicas de sus fuerzas armadas. Paralelamente, los grandes medios de comunicación a nivel mundial, que representan la principal forma en la que la población tiene acceso a la información, se caracterizan por el continuo uso de imágenes violentas e historias lacrimógenas para comunicar lo que pasa en el mundo. Como ejemplo basta recordar la gran 49 Ibíd., p. 51. 28 cobertura que se le ha dado a hechos como los atentados del 9/11, la guerra en Siria, los recientes ataques en París, etc. O cómo la serie de revoluciones surgidas en diferentes países de Medio Oriente alrededor de 2011 fueron catalogadas como ―la primavera árabe‖, haciendo referencia a un ―renacer‖ de aquellos países que se encontraban ―dormidos‖ bajo el yugo de regímenes autoritarios y que, por fin, empezaban a buscar el camino hacia la democracia y la libertad. Sin embargo, ese discurso pro-libertad y democracia que envolvió a dichas revoluciones se mostró a favor de los golpes militares luego de que los procesos democráticos llevaran al poder a organizaciones como los Hermanos Musulmanes en Egipto, por mencionar un caso particular. En ese sentido, el uso de términos como terrorista o luchador en pro de la libertad en los discursos de los grandes líderes políticos internacionales, son un reflejo de diferentes opiniones, ideologías y relaciones de poder. ―En todos los niveles del discurso encontramos entonces ‗huellas‘ de un contexto en el que las características sociales de los participantes desempeñan un papel fundamental, se trate del género, la clase, la filiación étnica, la edad, el origen, la posición u otros rasgos que determinan su pertenencia a un grupo.‖50 Esto se debe a que la memoria colectiva puede servir como mecanismo de poder, ya que está constituida por un conjunto de tácticas y técnicas socialmente determinadas para recordar y olvidar. Así, Estudiar la formación social de la memoria es estudiar los actos de transmisión que hacen posible recordar en común, tales como: el discurso de la historia oficial, la canción popular, los mitos, las tradiciones orales, los rituales de la vida cotidiana y las ceremonias conmemorativas, entre otras múltiples prácticas discursivas y no discursivas.51 50 Teun A. van Dijk, “El estudio del discurso”, Op. Cit., p. 46. 51 María del Carmen de la Peza, “De la canción de amor a la retórica de lo amoroso: la constitución de la memoria colectiva” en Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, núm. 003, vol. II, Colima, México, Universidad de Colima, junio, 1996, p.65. 29 Entonces, aquello que pareciera ser un simple texto, historia, discurso o costumbre, en realidad, es parte de una estructura social específica que otorga importancia a ciertos aspectos, que posee un sistema de valores delimitado, que dice muchas cosas pero calla otras, que establece las pautas de lo que se debe recordar y lo que no, en fin, lo que es relevante y lo que, sencillamente, no importa. Dicha estructura, característica de cada sociedad, suele generar conflictos entre grupos. Pero esto no siempre es así, también puede darse el caso de que diferentes grupos culturales se relacionen de forma cooperativa y, por tal motivo, debemos dejar de lado el prejuicio de que todo conflicto social se debe a estas diferencias. Cabe aclarar también que no sólo los gobiernos ostentan poder, estos, muchas veces, se ven presionados por otra clase de grupos que van desde empresas hasta movimientos sociales, y cuyos intereses varían en gran medida. Pero sin importar las características ni los objetivos de quien tenga el poder, siempre se buscarán mecanismos que aporten legitimidad, y no hay mejor manera de conseguirla que mediante la construcción de significado. En el ámbito político esta estrategia es ampliamente utilizada, y para ello hay que enfocar la atención no sólo en el emisor sino en la audiencia: Para formular mensajes eficaces hay que identificar la(s) audiencia(s) objetivo que convenga a la estrategia política. A fin de ejecutar esta estrategia, es esencial obtener información que sea relevante tanto para la audiencia como para el mensaje y saber cómo utilizar esta información para lograr los objetivos del actor político. […] la política mediática es un importante elemento de una forma más amplia de política: la política informacional, el uso y el procesamiento de la información como instrumento decisivo para crear poder.52 Y es así como diariamente estamos expuestos a información sesgada o manipulada que busca legitimar acciones y conducir la opinión de la sociedad hacia la aprobación o el rechazo de tal o cual actor. Incluso en sociedades 52 Manuel Castells, Op. Cit., pp. 265-266. 30 totalitarias, las ideologías y la construcción de consentimiento hacia el orden existente son de suma utilidad. Siguiendo esta línea, resulta interesante la propuesta de Mulgan acerca de las fuentes del poder del Estado, a saber: violencia, dinero y confianza. La violencia concentrada en el ejército, la riqueza en el tesoro público y la confianza en la capacidad de moldear el pensamiento a través de los sistemas de educación y comunicación. De las tres fuentes de poder, la más importante para la soberanía es el poder sobre las ideas que dan lugar a la confianza. La violencia sólo puede usarse de forma negativa; el dinero sólo puede usarse de dos formas: dándolo o quitándolo. Pero el conocimiento y las ideas pueden transformar las cosas, mover montañas y hacer que el poder efímero parezca permanente.53 En suma, el lenguaje y el discurso como herramientas para ejercer poder mediante el control del pensamiento, son utilizados en todos los niveles de la sociedad, desde la interacción familiar hasta las grandes reuniones internacionales, en el seno de la ONU, por ejemplo. De ahí que sea tan común escuchar que ―la comunidad internacional‖ pugna por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, cuyo máximo responsable es el Consejo de Seguridad (luego entonces la paz y la seguridad internacionales recaen en las decisiones de 5 países: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia); por la cooperación para el desarrollo; defender la ley internacional; proteger los derechos humanos y distribuir ayuda humanitaria. Todos ellos parecieran ser objetivos dignos de reconocimiento, pero no hay que olvidar que todos implican dos partes: una que proporciona la ayuda (generalmente las grandes potencias económicas) y otra que la recibe, claro está, con todas las condiciones que ello implica. De esta forma, una serie de acciones como las intervenciones, el envío de tropas a determinado país, los bloqueos económicos, el derecho o no de los 53 Geoff Mulgan, citado en Manuel Castells, Op. Cit., pp. 40-41. 31 países de pertenecer a cierta organización,etc., van acompañadas de un conjunto de discursos que hacen referencia a ―combatir el terrorismo y la delincuencia‖, ―la defensa de la democracia, la libertad y los derechos humanos‖, la búsqueda del ―desarrollo‖ mediante el crecimiento económico, las diferencias culturales y la existencia de grupos radicales como causa directa de los conflictos, el ―riesgo‖ de que ciertos países tengan acceso a energía nuclear o desarrollen tecnología en determinadas áreas, etc. Pero se ocultan datos como la importancia geoestratégica de algunas regiones, el apoyo (en materia económica, armamentística y de entrenamiento) que reciben dichos grupos radicales, los acuerdos ―tras bambalinas‖ en la mayoría de las negociaciones, en fin, pocas veces salen a la luz los verdaderos intereses. Aun así, el tipo de mensajes y la forma en la que son presentados a la sociedad permiten generar cierto consenso que legitima y da continuidad a dichas acciones, y ello depende, en gran medida, de la generación de valor. […] como la lógica de creación de valor, en tanto que expresión de dominación, es global, quienes tengan un impedimento estructural para existir globalmente están en desventaja con respecto a aquellos cuya lógica sea inherentemente global. Esto tiene una considerable importancia práctica porque está en el origen de las crisis del estado-nación de la era industrial (no del estado como tal, porque cada estructura social genera su propia forma de estado).54 Recordemos que aquellos que ostentan el poder son quienes deciden qué es valioso y que no, quién merece ser escuchado y quién no, cuáles causas tienen que ser apoyadas y cuáles no, y todo ello nos lleva a una lógica de invisibilizar al otro que nos permite entender por qué un atentado terrorista en París fue motivo de conmoción internacional, mereció aparecer en, prácticamente, todos los medios de comunicación a nivel mundial e incluso tener un filtro con los colores de la bandera francesa para tu foto de perfil en facebook, mientras que los ataques en Somalia y Líbano pasaron desapercibidos para la mayoría. 54 Ibíd., pp. 55-56. 32 No obstante, la voz de ciertos grupos en desventaja también ha encontrado la forma de hacerse escuchar, y para ello internet ha sido de gran ayuda. Así, podemos afirmar que ―[…] el discurso es una parte intrínseca de la sociedad y participa de todas sus injusticias, así como de las luchas que se emprenden contra ellas.‖ 55 En consecuencia, la transformación del pensamiento de las personas aparece como la opción a seguir si se quiere equilibrar la balanza de poder. Y para ello los medios de comunicación, incluyendo internet, son de suma importancia, ya que son la vía por la que la gente obtiene la mayor cantidad de la información que recibe.56 1.3.- Una introducción al discurso y las prácticas de dominación en la cuestión palestina-israelí. Hasta ahora ya hemos hablado de la relación que existe entre poder y lenguaje, en un proceso que abarca desde el funcionamiento de la mente hasta la creación de valor y la estructuración de sociedades jerárquicamente organizadas. Pues bien, ―este control consensuado se logra a través de los medios de comunicación de masas, la educación, la religión y la cultura popular, a medida que las clases subordinadas asimilan ciertas ideas como ‗sentido común‘.‖57 Esto es claramente observable cuando abordamos el tema del Islam, ya que tanto la academia como los medios de comunicación nos han llevado a tener una concepción reduccionista y, en la mayoría de los casos, peyorativa de dicho concepto. Tal como lo aborda Edward Said en su obra Cubriendo el Islam: En lugar de erudición, por lo general encontramos solo periodistas que hacen extravagantes afirmaciones que a su vez son recogidas de inmediato y llevadas al paroxismo por los medios de comunicación. Sobre su trabajo planea el escurridizo concepto (al que aluden a menudo) de <<fundamentalismo>>, una palabra que ha llegado a ser asociada casi automáticamente al islam, […]. Las asociaciones 55 Teun A. van Dijk, “El estudio del discurso”, Op. Cit.., p. 50. 56 Esta idea servirá como base de futuras investigaciones. 57 Gary Olson, Op. Cit., p. 321. 33 deliberadamente creadas entre el islam y el fundamentalismo aseguran que el lector medio llegue a ver el islam y el fundamentalismo como la misma cosa en esencia. Con la tendencia a reducir el islam a un puñado de reglas, estereotipos y generalizaciones acerca de la fe, su fundador y todos sus fieles se perpetúa el énfasis en cualquier hecho negativo asociado a él: su violencia, su primitivismo, su atavismo, sus amenazantes cualidades.58 Ello se debe tanto a la objetivación del islam que ya hemos abordado cuando tocamos lo correspondiente al orientalismo, como al fin que subyace cada acercamiento al mismo. Es decir, el estudio de Medio Oriente y del islam, por lo general, persigue intereses políticos concretos, se muestra interés en esta área cuando se presenta algún fenómeno que afecte o pueda llegar a impactar en las ―sociedades occidentales‖ y no por un interés en la región per se, lo que deriva en la invisibilización y deshumanización del otro: ―[…] la sabiduría convencional ha visto a los palestinos como meros refugiados realojables, y no como una fuerza política capaz de tirar por tierra cualquier razonable previsión de los acontecimientos que se iban a producir en Oriente Próximo.‖59 A la vez, se elimina cualquier tipo de autonomía y dinámica interna en las sociedades de Medio Oriente, dando como resultado que cualquier fenómeno que se presente en ellas se considere, únicamente, en relación con Occidente. Los ejemplos van desde la llamada crisis de los rehenes en Irán (1979) hasta la actual guerra en Siria. Siendo así, valdría la pena detenerse a reflexionar sobre la información que nos proporcionan los diferentes medios de comunicación. La ―enorme oferta‖ a la que tenemos acceso en materia de información y entretenimiento pareciera facilitarnos la tarea de estar al día de lo que sucede alrededor del mundo, no obstante, esa gran variedad de programas, noticieros, diarios, etc., forma parte de una pequeña cantidad de corporaciones. 58 Edward Said, Cubriendo el Islam, Barcelona, Random House Mondadori, 2005, pp. 38-39. 59 Ibíd., p. 119. 34 Según el ranking elaborado por el Institute of Media and Communications Policy, las 10 corporaciones que más facturaron en 2014 fueron: Comcast (EE.UU), Google Inc. (EE.UU), The Walt Disney Company (EE.UU), News Corp. (EE.UU), DirectTV (EE.UU), Viacom Inc. (EE.UU), Time Warner Inc. (EE.UU), Sony Entertainment (Japón), Bertelsmann SE & Co. (Alemania) y Apple Inc. (EE.UU).60 Nos enfocaremos en las corporaciones inmiscuidas en el ámbito de la información. Comcast tiene a su cargo MSNBC, el tercer canal de noticias más visto en Estados Unidos durante 2013, 61 además la compañía tiene una histórica y estrecha relación con instituciones de apoyo a la comunidad judía. Su presidente y Director Ejecutivo Brian Roberts, judío, y su familia, han apoyado diferentes causas, entre ellas la reestructuración de la sinagoga de Eastern State Penitentiary, y el Elijah Cummings Youth Program in Israel.62 Por otro lado, Walt Disney Company es mundialmente reconocida en el ámbito del entretenimiento, lo que pocos saben es que la compañía tiene a su cargo la American Broadcasting Company (ABC), la cual posee una filial dedicada a informar a la población: ABC News. El actual director de Walt Disney Company, Robert A. Iger es judío. El presidente de News Corp., Rupert Murdoch podría ser, según Forbes, el magnate de los medios más poderoso del mundo. Conservador y defensor de Israel,
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