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Diagnostico-de-pneumocystis-en-un-hospital-de-tercer-nivel-con-un-sistema-de-gestion-de-calidad

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
 FACULTAD DE QUÍMICA 
 
“DIAGNÓSTICO DE PNEUMOCYSTIS EN UN HOSPITAL DE 
TERCER NIVEL CON UN SISTEMA DE GESTIÓN DE CALIDAD” 
 
TESIS 
QUE PARA OBTENER TÍTULO DE: 
QUÍMICO FARMACÉUTICO BIÓLOGO 
 
 
PRESENTA: 
DANIEL ARIAS BARRERA 
 
 MÉXICO, D.F. 2015 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
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JURADO ASIGNADO 
PRESIDENTE: ABEL GUTIERREZ RAMOS 
VOCAL: MISAEL GONZALES IBARRA 
SECRETARIO: GERARDO GARCIA CAMACHO 
1er. SUPLENTE: MARIA DEL CARMEN URZUA HERNANDEZ 
2er. SUPLENTE: BEATRIZ RUIZ VILLAFAN 
SITIO DONDE SE DESARROLLO EL TEMA 
LABORATORIO DE PARASITOLOGÍA Y MICOLOGÍA DEL INSTITUTO 
NACIONAL DE PEDIATRÍA 
ASESOR DEL TEMA: 
M. en A. GERARDO GARCIA CAMACHO 
 
____________________________________ 
SUPERVISOR TECNICO 
Q.F.B. ELENA CRUZ GARDUÑO 
 
______________________________________ 
SUSTENTANTE 
DANIEL ARIAS BARRERA 
_________________________________________ 
 
Índice 
1. Resumen………………………………………………………………………………………….1 
2. Introducción…………………………………………………………………………………….4 
2.1 Justificación………………………………………………………………………….10 
3. Marco teórico…………………………………………………………………………………..12 
3.1 Pneumocistosis…………………………………………………………………….12 
3.2 Organismo……………………………………………………………………………12 
3.3 Morfología y Ciclo biológico………………………………………………..14 
3.4 Reservorio………………………………………………………………………….17 
3.5 Distribución geográfica……………………………………………………..18 
3.6 Prevalencia de P. jirovecii a nivel 
mundial…………………………………………………………………………………….18 
3.7 Prevalencia de P. jirovecii en México en pacientes 
VIH……………….…………………………………………………………………………..20 
3.8 Origen de la infección……………………………………………………….21 
3.9 Modo de transmisión………………………………………………………….22 
3.10 Interacción de P. jirovecii con las células del 
hospedero…………………………………………………………………………………23 
3.11 Factores predisponentes………………………………………………….25 
3.12 Poblaciones en riesgo………………………………………………………26 
3.13 Respuesta inmune a la neumonía por Pneumocystis jirovecii 
(PCP)…………………………………………………………………………………………31 
3.14 Manifestaciones clínicas………………………………………………….33 
3.15 Profilaxis………………………………………………………………………….38 
3.16 Toma de muestra……………………………………………………………40 
3.17 Diagnóstico……………………………………………………………………….44 
3.18 Tratamiento………………………………………………………………………55 
3.19 Control de calidad…………………………………………………………….59 
3.19.1 Control de calidad fase pre-examen………………….60 
3.19.2 Control de calidad fase examen…………………………65 
3.19.3 Control de calidad fase post-examen………………..67 
3.20 Manejo de residuos clínicos……………………………………………..67 
3.20.1 Manejo de los RPBI………………………………………………69 
3.20.2 Manejo de residuos peligrosos CRETI………………….76 
4 Hipótesis…………………………………………………………………………………………….84 
5 Problema……………………………………………………………………………………………85 
6 Objetivos……………………………………………………………………………………………86 
7 Materiales y Métodos………………………………………………………………………..87 
7.1 Diseño del estudio………………………………………………………………..87 
7.2 Definiciones operacionales………………………………………………….87 
7.3 Población………………………………………………………………………………87 
7.4 Criterios de inclusión……………………………………………………………87 
7.5 Criterios de exclusión………………………………………………………….88 
7.6 Variables………………………………………………………………………………88 
7.7 Construcción de base de datos………………………………………….90 
7.8 Fase pre-examen……………………………………………………………….91 
7.9 Fase examen……………………..………………………………………………91 
7.9.1 Diagrama 1. Preparación de muestras para IFD y 
ATO………………………………………………………………………………….92 
7.9.2 Diagrama 2. Tinción de Inmunofluorescencia 
directa……………………………………………………………………………..93 
7.9.3 Diagrama 3. Tinción con azul de O-
toluidina………..………………………………………………………………..94 
7.10 Interpretación de resultados………………………………………….95 
7.10.1 Inmunofluorescencia directa (IFD)…………………….95 
7.10.2 Tinción con azul de O-toluidina………………………….96 
8 Resultados……………………………………………………………………………………….97 
8.1 Disposición de los residuos de la IFD……………………………….114 
8.2 Disposición de los residuos de la tinción de azul de O-
toluidina……………………………………………………………………………………..114 
9 Discusión…………………………………………………………………………………………..116 
10 Conclusiones………………………………………………………………………………….138 
11 Anexo…………………………………………………………………………………………….141 
11.1 Anexo A.1 Tabla de criterio de recepción de muestras para 
pacientes hospitalizados. Laboratorio de Parasitología y Micología 
(Criterios para tinción de azul de O-
toluidina)………………………………………………………………………..………….142 
11.2 Anexo A.2 Tabla de criterio de recepción de muestras para 
pacientes hospitalizados. Laboratorio de Parasitología y Micología 
(Criterios para inmunofluorescencia 
directa)……………………………………………………………………….……………..143 
11.2 Anexo B Tabla de validación de muestras de pacientes 
hospitalizados…………………………………………………………………………….144 
11.3 Anexo C Hoja de reporte del sistema electrónico del 
laboratorio………………………………………………………………………………….145 
11.4 Anexo D Tinción con blanco de calcoflur………………………….146 
11.5 Anexo E Tinción de Giemsa……………………………………………….147 
11.6 Anexo F Tinción de Papanicolaou……………………………………….148 
11.7 Anexo G PCR para detección de P. jirovecii……………………….150 
11.8 Anexo H Tinción de Gomori-Grocott (metenamina de 
plata)…………………………………………………………………………………………….152 
11.9 Anexo I Preparación de reactivos……………………………………….154 
11.10 Anexo J Glosario……………………………………………………………….157 
 11.11 Anexo K. Morfologia de P. jirovecii observada en base al 
metodo de deteccion 
……………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………162 
12 Referencias…………………………………………………………………………………….166 
 
 
1 
 
Resumen 
Pneumocystis jirovecii, es el microorganismo fúngico oportunista 
considerado como la causa más importante de neumonía con un alto 
índice de morbi-mortalidad que afecta a individuos con 
inmunodepresión severa. El tratamiento depende de su diagnóstico 
oportuno, ya que es difícil de cultivar en medios de cultivo 
microbiológicos y es necesario utilizar otros métodos de detección como 
son la inmunofluorescencia directa (IFD) y la técnica de reacción en 
cadena de la polimerasa (PCR) que a pesar de ser métodos costosos 
permiten detectar bajas cargas micóticas que empleando otras técnicas 
pudieran no ser detectadas. 
En México la información epidemiológica reportada en la literatura sobre 
esta patología se encuentra desactualizada o enfocada solo a un grupo 
de la población inmunodeprimida, por tal motivo se realizó un análisis 
descriptivo a partir de los datos recopilados de muestras de tracto 
respiratorio referidas al Laboratorio de Parasitología y Micología, 
procedentes de 222 pacientes con diagnóstico clínico confirmado de 
alguna patología que con lleve algún grado de inmunodepresión que 
acudieron al Instituto Nacional de Pediatría entre el periodo de 2004 a 
2013. La descripción contempló el perfil poblacional de pacientes, la 
técnica de diagnóstico empleada y el número de casos positivos. 
De los 222 pacientes evaluados 24 pacientes dieron positivo a la prueba 
de detección de P. jirovecii identificándose los siguientes factores 
epidemiológicos en la población evaluada: en relación al género no se 
observó predisposición, en relación a la edad los grupos en los que se 
presentó con mayor frecuencia son de 0-3 años, los pacientescon 
diagnóstico de leucemia aguda linfoblastica (LAL) son los más 
susceptibles a padecer neumonía por Pneumocystis jirovecii (PCP) y en 
2 
 
relación a la temporada se identificó que en Invierno se presentó el 
mayor número de casos positivos de PCP. 
En base a los resultados se recomienda la implementación de un 
protocolo de diagnóstico que se aplique a cualquier paciente que tenga 
algún grado de inmunodepresión y que presente un cuadro clínico de 
neumonía (fiebre, disnea, tos, pérdida de peso e insuficiencia 
respiratoria) además de que cuenten con los siguientes factores 
predisponentes cuenta de CD4
+ inferior a 200 células/mL, LDH sérica 
elevada, gasometría arterial que muestre hipoxemia o hipocapnia y en la 
radiografía de tórax se observe un infiltrado pulmonar intersticial que 
afecta a campos medios. 
En relación a las condiciones de la muestra se recomienda utilizar tanto 
muestras de lavado broncoalveolar (LBA) como de esputo inducido 
evaluando la celularidad para asegurar que sea una muestra de calidad 
y en relación a las pruebas de diagnóstico se recomienda la 
implementación de técnicas como el PCR que a pesar de ser costosa 
permite evaluar el avance de la pneumocistosis ya que puede detectar 
diferentes niveles de cargas micóticas que pueden pasar desapercibidos 
por otras técnicas. 
Finalmente para optimizar las técnicas empleadas actualmente en el 
laboratorio se recomienda controlar los siguientes puntos críticos: 
asegurar la competencia tanto del personal del laboratorio como del 
personal médico de primer ingreso, asegurar que la muestra enviada al 
laboratorio sea de calidad (revisión macro y microscópica), en caso de 
no poder completar la serie de 3 muestras de LBA sustituir las muestras 
restantes por muestras de esputo inducido (asegurando su calidad 
microbiológica) para evitar reducción de la especificidad y sensibilidad 
de las técnicas de diagnóstico, tiempo de acción del hidróxido de potasio 
3 
 
(KOH) suficiente para mucolizar la muestra sin dañar las estructuras, 
procesamiento de la muestra en una campana de flujo laminar para 
reducir las fuentes de contaminación, manejo de controles positivos 
comerciales o caseros, modificación del área de trabajo para reducir la 
exposición luminosa de las muestras para IFD, revisión periódica de 
reactivos como el KOH, reactivo de sulfatación y colorante de azul de O-
toluidina. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
Introducción 
Las complicaciones pulmonares constituyen la principal causa de 
morbilidad y mortalidad en pacientes con inmunodeficiencias primarias y 
secundarias1. Entre estas complicaciones encontramos a las 
enfermedades fúngicas invasoras (EFI) las cuales son causadas en su 
mayoría por Candida albicans y Aspergillus fumigatus. Dentro de las EFI 
la infección por Pneumocystis jirovecii son mucho menos frecuentes, 
pero la mortalidad es mayor, bien porque se realiza un diagnóstico de 
certeza tardío, el tratamiento se instaura cuando los daños orgánicos 
son irreversibles o porque el tratamiento no es suficientemente eficaz2. 
Los microorganismos que hoy se conocen como Pneumocystis se 
observaron por primera vez en 1909 por Carlos Chagas, mientras 
investigaba una nueva enfermedad que afectaba a los trabajadores que 
estaban tendiendo las vías del ferrocarril central en el estado brasileño 
de Minas Gerais. Chagas observó en los pulmones de cobayos que 
fallecían a los 5 días de ser inoculados con sangre que contenía un 
nuevo "tripanosoma" humano, la presencia de numerosas formas 
esquizogónicas que interpretó de modo erróneo como una parte del ciclo 
vital del Trypanosoma cruzi, que él denominó por ello Schizotrypanum 
cruzi. Antonio Carini director en ese momento del Instituto Pasteur de 
São Paulo, un año después hizo una descripción similar de quistes en el 
pulmón de ratas infectadas con Trypanosoma lewisi. Sin embargo, 
quizás ante la sospecha de que los quistes pertenecieran a un 
organismo desconocido, envió muestras histológicas a su colega del 
Instituto Pasteur de París, Charles Louis Alphonse Laveran, uno de los 
parasitólogos de mayor prestigio mundial que había recibido el Premio 
Nobel en 1907 por sus estudios sobre paludismo.3 
5 
 
En el Instituto Pasteur dos discípulos de Laveran, el matrimonio 
Delanöe, investigando en ratas de las cloacas de París que no estaban 
infectadas por tripanosomas, observaron quistes similares en los 
pulmones de estos animales. De esta forma en 1912 revisando las 
publicaciones previas y las preparaciones de Carini, que esos peculiares 
quistes observados por Chagas y Carini correspondían en realidad a un 
nuevo género y especie desconocidos sin relación con los tripanosomas. 
El matrimonio Delanöe sugirió para el nuevo microorganismo el nombre 
de Pneumocystis carinii. Pneumo- por su tropismo por el pulmón; -cystis 
por su morfología característica, y carinii en honor del Dr. Antonio Carini 
que les había facilitado sus preparaciones histológicas. El matrimonio 
continuó sus investigaciones y realizaron numerosos experimentos, los 
cuales revelaron que el nuevo organismo se transmitía por vía aérea; 
confirmaron su tropismo por el pulmón y sugirieron su afinidad con la 
familia de las Coccidias, organismos del orden de los esporozoos. 3 
En 1938 Ammich y Benecke reconocieron una forma de neumonía de 
origen desconocido que afectaba típicamente a niños prematuros y(o) 
malnutridos, la cual se denominó neumonía intersticial de células 
plasmáticas y adquirió proporciones epidémicas en Europa Central en el 
preludio de la Segunda Guerra Mundial y en los años inmediatamente 
posteriores. En pleno apogeo de la guerra, dos científicos holandeses, 
van der Meer y Brug demuestran por primera vez una asociación 
histológica entre la neumonía intersticial de células plasmáticas y 
Pneumocystis, aunque su descubrimiento pasó casi inadvertido. Una 
década después, tres investigadores checos, Vanêk, Jírovec y Lukes 
hallaron la etiología de esta forma de neumonía, por lo que son 
considerados con frecuencia como sus primeros descubridores3. 
En ese momento se pensaba que Pneumocystis solo afectaba a niños y 
no es hasta el inicio de la década de los sesenta cuando comienzan a 
6 
 
describirse en EUA los primeros casos de neumonía por Pneumocystis 
jirovecii (PCP) en pacientes adultos sometidos a quimioterapia o 
radioterapia por procesos neoplásicos, así como sujetos con defectos 
congénitos de la inmunidad4. Entonces no se disponía de estudios que 
evaluaran el impacto real de la PCP. Sería en 1974, cuando Peter Walzer 
realizó el primer estudio amplio, al recopilar datos de 194 casos 
confirmados de PCP. Esta investigación arrojó que la malnutrición era un 
factor de riesgo para desarrollar la enfermedad y demostró además que 
esta podía presentarse en los pacientes con leucemias, linfomas, 
tumores sólidos y con trasplantes, lo que abrió las puertas a la 
investigación en esos grupos poblacionales5. 
Entre los años 1970 y 1980 resultaron muy importantes los estudios 
sobre Pneumocystis, porque unido al conocimiento alcanzado mediante 
la microscopia electrónica y los métodos de tinción existentes (plata 
metenamina de Gomori y Giemsa), aparecieron los primeros estudios 
con anticuerpos aislados de sueros de ratas. Los resultados fueron 
realmente sorprendentes, porque los anticuerpos procedentes de los 
sueros de ratas no reaccionaban con Pneumocystis obtenidos de 
humanos, pero sí lo hacían con otros procedentes de ratas. Estas 
diferencias inmunológicas condujeron a Frenkel en 1976, a plantear la 
hipótesis de que la especie de Pneumocystis que afectaba al hombre era 
diferente de la que infectaba a las ratas, a pesar de no poseer 
diferencias morfológicas distinguibles. El nuevo nombre propuesto sería 
Pneumocystis jirovecii en honor al científico checo Otto Jirovec, quien en 
1951 relacionarael patógeno con la neumonía que aparecía en los niños 
prematuros y malnutridos6. 
El nombre no fue aceptado al inicio. La primera evidencia de diferencias 
moleculares entre los organismos de Pneumocystis en humanos y 
animales de laboratorio provino del análisis del tamaño de las proteínas. 
7 
 
Sin embargo, la variabilidad inter-especies en el tamaño de las proteínas 
dificultó la diferenciación de estas, posiblemente por la modificación 
proteica mediada por el hospedero, presencia de microorganismos 
muertos o contaminación con patógenos diferentes.7 
Los análisis del ADN proporcionaron la evidencia de la divergencia 
genética entre las especies de Pneumocystis. Las secuencias de mARN 
de la subunidad 18S de Pneumocystis obtenido del humano y el 
obtenido de la rata difieren en 5%. Muchos otros genes o fragmentos de 
éstos han sido analizados. En todos los casos, la secuencia de los genes 
difiere entre especies. Más aún, experimentos en ratas, ratones y 
primates han demostrado la especificidad de especies de Pneumocystis 
para su hospedero.7 
En el año 2001, en el Taller Internacional sobre Parásitos Oportunistas, 
el grupo de expertos discutieron la nomenclatura de Pneumocystis y 
propusieron renombrar al microorganismo P.carinii como una especie 
dentro del género Pneumocystis, y abrieron las guías de creación de 
nuevos nombres para especies. Pneumocystis jirovecii fue elegido para 
designar a la especie que infecta a los humanos y Pneumocystis carinii 
para una de las dos especies que infectan a las ratas.7 
La clasificación taxonómica de Pneumocystis ha sido problemática desde 
su descubrimiento y ha cambiado a lo largo de los años. Como se ha 
comentado, tras su identificación y durante muchos años Pneumocystis 
fue considerado como un protozoo, debido a sus características 
morfológicas, su resistencia a los antifúngicos clásicos y su respuesta al 
tratamiento con pentamidina. Sin embargo, en 1970, Varva y Kucera 
sugieren, basados en estudios ultraestructurales, que Pneumocystis 
puede ser un hongo. Ellos plantearon un prolongado debate sobre la 
8 
 
naturaleza de este microorganismo que se vería esclarecido con el 
advenimiento de las técnicas de biología molecular.8 
 
La primera evidencia molecular de que este microrganismo es un hongo 
fue aportada por Edman y otros en 1988. Estos investigadores 
encontraron que la secuencia nucleotídica del gen 16S del ARN 
ribosómico de Pneumocystis presentaba mayor similitud con la de los 
hongos que con la de los protozoos.8 
 
Además, otros genes importantes como la subunidad mayor del ARN del 
ribosoma mitocondrial (mt Lsu rRNA, siglas en ingles) y otros 7 genes 
contiguos mostraron una significativa homología con sus respectivos 
genes en los hongos. Otras evidencias importantes se identificaron; 
entre otras, se destaca la presencia de un tercer factor de elongación en 
la síntesis proteica, elemento necesario para realizar este proceso en los 
hongos, que se encuentra ausente en el resto de los organismos 
eucariotas. Finalmente, la timidilato sintasa (TS) y la dihidrofolato 
reductosa (DHFR) en Pneumocystis son dos enzimas diferentes, 
mientras que en los protozoos es una proteína con doble función.8 
 
Actualmente las especies de Pneumocystis están clasificadas dentro del 
Phylum Ascomicota, en una única clase, orden y familia 
(Pneumocystidomicetos, Pneumocystidales y Pneumocystidae, 
respectivamente).7 
 
Se han descrito extensamente las características clínicas de la neumonía 
producida por este (dificultad para respirar, fiebre y tos no productiva) 
agente en pacientes VIH positivos de todas las edades, sin embargo, 
hay poca información acerca de los cuadros presentados en el escenario 
9 
 
de otro tipo de enfermedades que producen inmunocompromiso en el 
paciente pediátrico.9 
Es debido a esta variedad de presentaciones clínicas que el diagnóstico 
de neumonía por Pneumocystis puede resultar difícil de identificar y un 
verdadero reto si se pretende diagnosticarla solo por la clínica del 
paciente, porque diferentes infecciones comparten signos y síntomas 
similares.3 Por estas razones su diagnóstico definitivo se basa en la 
detección microscópica del microorganismo en una gran variedad de 
muestras del tracto respiratorio, mediante coloraciones (Giemsa, azul de 
toluidina, Gomori-Grocott) o inmunofluorescencia directa (IFD), esta 
última considerada la técnica de preferencia para el diagnóstico de la 
enfermedad4,5. Debido a que este hongo no es cultivable, es necesaria la 
implementación de nuevos métodos como son las técnicas de biología 
molecular (PCR) para la detección del mismo, que en conjunto con los 
métodos actuales, proporcionen un diagnóstico precoz de la enfermedad 
9. 
 
Desde ese momento hasta la actualidad Pneumocystis jirovecii continúa 
siendo uno de los patógenos oportunistas más importantes que afectan 
a individuos con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y 
pacientes con inmunosupresión debida a otras causas, en los que 
produce una neumonía grave con una alta tasa de morbilidad y 
mortalidad.8 
 
 
 
 
 
10 
 
Justificación 
La infección por P. jirovecii es una micosis oportunista que se presenta 
en pacientes con algún tipo de inmunosupresión. En el laboratorio de 
Parasitología y Micología del Instituto Nacional de Pediatría se realiza su 
detección a través de pruebas de inmunofluorescencia directa y de 
tinción con azul de O-toluidina, pero la búsqueda del hongo solo es 
realizada cuando el médico tratante solicita su búsqueda intencionada. 
Sin embargo la solicitud de este estudio ha ido decreciendo a pesar de 
que en los datos estadísticos reportados por el instituto en el año 2012 
muestran lo siguiente10: 
 Entre las principales causas de consulta por primera vez se 
encuentran los Tumores (Neoplasias) con 1029 casos y 
Enfermedades del sistema respiratorio con 490 casos.10 
 Neumonía no especificada con 1060 casos, Leucemia linfoblástica 
aguda con 396 casos cuadran en las principales causas de 
urgencias calificadas.10 
 La realización de 39 procedimientos de trasplante (16 trasplantes 
renales y 23 de medula ósea).10 
 Como principales causas de mortalidad encontramos los Tumores 
(neoplasias) con 48 defunciones, Enfermedades del sistema 
respiratorio con 23 defunciones y Enfermedades de la sangre y de 
los órganos que afectan el mecanismo de inmunidad con 9 
casos.10 
Lo que indican en estos datos es que la gran parte de la población del 
Instituto presenta un grado de susceptibilidad a ser infectado ya que los 
pacientes con tumores (Neoplasias), enfermedades autoinmunes, 
leucemia linfoblástica aguda y aquellos con procedimientos de trasplante 
de cualquier órgano son sometidos a tratamientos (quimioterapia e 
11 
 
inmunosupresores) que ocasionan algún grado de inmunosupresión 
convirtiéndolos en posibles candidatos a ser infectados por P. jirovecii. 
Además el cuadro clínico que presentan los pacientes con 
pneumocistosis es poco específico y al ser poco frecuente comparado 
con otras infecciones oportunistas es fácil que pase desapercibido o sea 
subdiagnosticado. 
Por tales motivos es necesario en primer lugar informar a los médicos la 
existencia de esta patología, en segundo lugar identificar si es que 
existen los criterios utilizados por los médicos para seleccionar a los 
pacientes a los que se les solicita el estudio y en caso de que no sean 
los adecuados corregirlos o completarlos y en tercer lugar identificar 
puntos críticos de las técnicas de detección de P. jirovecii para que el 
resultado obtenido sea rápido y confiable. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
12 
 
Marco Teórico 
Pneumocistosis 
La pneumocistosis o neumonía causada por el hongo microscópico 
Pneumocystis jirovecii (“Pneumocystis pneumonia” = PCP), es una 
enfermedad respiratoria cosmopolita que afecta a pacientes que 
atraviesansituaciones de inmunosupresión intensa. Es probablemente, 
la afección respiratoria más grave que se observa con mayor frecuencia 
en este tipo de pacientes en el mundo. Con gran impacto en los 
primeros años de la pandemia de SIDA, la PCP plantea aún importantes 
problemas diagnósticos, terapéuticos y preventivos.8,11 
 
 
 
 
 
Organismo 
Pneumocystis jirovecii es un hongo atípico, extracelular, ubicuo, 
unicelular, no cultivable y con marcado estenoxenismo. Usualmente se 
encuentra restringido a los pulmones, aunque se ha demostrado su 
presencia en otras regiones del cuerpo. En la actualidad se han 
Figura 1: Pulmones de conejo infectado con Pneumocystis en 
donde se observan focos hemorrágicos rojo oscuro (flechas) 
tomada de Préma Rahagopalan- Levasseur et al., 19989 
13 
 
registrado casos de PCP en todos los continentes del mundo, excepto en 
la Antártica12. 
 
 
 
 
Debido a que este microorganismo no es cultivable en medios de rutina 
y solo se ha podido cultivar por periodos cortos de tiempo en líneas 
celulares no se ha podido estudiar a profundidad sus características, sin 
embargo, de las investigaciones que se han realizado hasta ahora 
permitieron identificar algunas de las características de P. jirovecii como 
son8 : 
 El principal componente de la membrana es colesterol.8 
 Presenta resistencia a la Anfotericina B (Debido a la carencia de 
ergosterol en la membrana).8 
 La MSG (Glicoproteína Mayor de Superficie) es la más abundante 
en el organismo.8 
Figura 2: Quistes de P. jirovecii en el tejido pulmonar teñidos con 
plata metanamina y hematoxilina y eosina. Las paredes de los 
quistes están manchadas de negro; los cuerpos intraquísticos no 
son visibles con esta mancha. Tomada de 
ttp://www.cdc.gov/dpdx/pneumocystis/gallery.html13 
14 
 
 La MSG desempeña un papel en la evasión de la respuesta inmune 
debido a que presenta gran variedad antigénica.8 
 Las proteínas PCSTE20 y la PCMAPK son otras proteínas 
importantes en el patógeno, ya que participan en los cambios 
morfológicos, el ciclo sexual y en la unión del hongo a las células 
del epitelio alveolar.8 
 La proteína PRT1 desempeña una función relevante relacionada 
con la degradación de moléculas exógenas y con los procesos de 
variación antigénica.8 
 La proteína de choque térmico 70 (hsp 70) es otra de las proteínas 
más abundantes, se involucra en procesos relacionados con el 
estrés, con un papel esencial en el metabolismo del hongo.8 
 Se sospecha que la DHPS (Dihidropteroato sintetasa) brinda 
resistencia a las sulfamidas.8 
 Tiene alrededor de 15 cromosomas lineales con un tamaño 
aproximado entre los 300 y 700 Kb.8 
 
Morfología y Ciclo Biológico 
Pneumocystis jirovecii posee los organelos típicos de una célula 
eucariota que son: un núcleo verdadero rodeado por una membrana, 
mitocondrias y un sistema endomembranoso bien desarrollado que 
comprende un retículo endoplásmico complejo con sáculos 
especializados, lisosomas y un aparato de Golgi.14 
15 
 
 
 
 
 
 
Las formas tróficas (2 a 8 µm de diámetro), mononucleadas, ameboides, 
con pared celular fina y presencia de filópodos se transforman en 
esporocitos redondeados (3 a 6 µm) y luego en ascas (4 a 6 µm) que 
cuando maduran, contienen ocho esporas o ascosporas y abandonan el 
quiste por un orificio preformado. Los esporocitos presentan tres 
estadios de desarrollo (precoz, intermedio y tardío) en función del 
número de núcleos (hasta 8 núcleos) y de la estructura de la pared 
celular. La primera división es haploide y ocurre en el esporocito precoz, 
en el que se observan complejos sinaptonemales lo cual demuestra que 
esta división es reduccional o meiótica. En el esporocito intermedio se 
agrega una capa media poco densa rica en β-glucanos y una membrana 
plasmática que perdurara en el quiste maduro o asca.14 
Figura 3: Vista esquemática de una forma trófica de P. 
jirovecii tomado de Wanderley de Souzal et al., 200515 
16 
 
Las formas tróficas jóvenes emergen del asca y se adhieren a los 
neumocitos tipo 1 y reinician el ciclo. En ellas ocurre el proceso de 
fusión nuclear por conjugación y se restituye la diploidía.14 
 
 
 
 
Figura 4: Ciclo biológico de P. jirovecii tomado de 
www.cdc.gov/dpdx/pneumocystis/13 
17 
 
 
 
 
Reservorio 
Algunos estudios han demostrado la presencia de fragmentos de ADN de 
Pneumocystis en muestras de agua de diferentes procedencias así como 
en el aire, pero no se ha podido comprobar que estos medios sean 
reservorios o fuentes de infección para este patógeno. 
Los pacientes con PCP pueden actuar como fuente de infección, así 
como los niños en los que los estudios seroepidemiológicos han 
demostrado altas tasas de exposición desde edades muy tempranas. Se 
evidencia, además la presencia de genotipos similares en ambas 
poblaciones. Sin embargo en los últimos años muchas pruebas han 
revelado que P. jirovecii está presente de forma más extendida entre 
los seres humanos.11, 17 
Figura 5: Ciclo biológico de P. jirovecii tomado FEMS Yeast Res 
11 (2011) 2-1716 
18 
 
Distribución Geográfica 
La pneumocistosis es una enfermedad fúngica cosmopolita. Hace 
algunos años se creía que era menos frecuente en regiones tropicales 
que en regiones templadas o frías. Sin embargo, trabajos más recientes 
han demostrado que cuando se usan los medios adecuados para el 
diagnóstico la prevalencia de la PCP en países tropicales es comparable 
a la observada en otras regiones. 17 
 
 
 
Prevalencia de P. jirovecii a nivel mundial 
Antes de la década de 1980 y la aparición de la pandemia de VIH, eran 
reportados menos de 100 casos de neumonía por Pneumocystis jirovecii 
anualmente en los Estados unidos, principalmente en pacientes 
inmunosuprimidos, como los oncológicos que recibían quimioterapia, 
pacientes que recibían inmunosupresores y desnutridos severos.18 
Pneumocistosis 
Figura 6: Mapa de distribución de P. jirovecii a nivel mundial 
(Infección cosmopolita) 
19 
 
Tras la aparición del VIH y previamente al uso de terapia antiretroviral 
altamente activa, se presentaba con una elevada frecuencia. 
Específicamente, la neumonía por Pneumocystis ocurría en 12 al 40% 
de estos pacientes, los cuales llegaron a sumar de 20,000 a 50,000 
casos al año.18 
En la actualidad, con las nuevas terapias antirretrovirales, cada año la 
neumonía por Pneumocystis jirovecii afecta de 15 a 28% de los 
individuos con SIDA de todas las edades, según la Centers for Disease 
Control and Prevention (CDC).18 
Asimismo, desde 1990, los programas de antibioticoterapia preventiva o 
profilaxis con Trimetroprima-Sulfametoxazol han disminuido 
significativamente la prevalencia de PCP en los más de 886 575 sujetos 
infectados por SIDA en Estados Unidos.18 
Poco se sabe de la epidemiologia de este tipo de neumonía en países en 
desarrollo.18 
Los estudios en población pediátrica solo incluyen pacientes VIH-
positivos. En niños africanos menores de 6 meses que fallecen por SIDA, 
Pneumocystis jirovecii se encuentra en 51%. La prevalencia reportada 
en Sudáfrica por Zar y cols, es de 9.9%, en este estudio se observó que 
los niños que desarrollan neumonía por P. jirovecii no recibían profilaxis 
con Trimetroprima-Sulfametoxazol, y se observó además en este grupo 
una elevada morbimortalidad.18 
Debido a que este cuadro es clínicamente inespecífico, la infección es 
subdiagnosticada en los países en desarrollo.18 
En la población general, la incidencia de neumonía por Pneumocystis 
jirovecii es de 0.3 por un millón por año.18 
20 
 
En Europa, la PCP continúa siendo la enfermedad indicativa de SIDA 
más frecuente. El estudio EuroSIDA revelo que la PCP se mantuvo, 
como tal, entre 1994 y 1998.19 Sin embargo, en este estudio que 
incluyo 7300 pacientes VIH-positivos de 52 centros europeos, se 
demostró que el número de casos nuevos aparecidos entre estos años 
descendióde 49 en 1994, a 10 en 1998.20 
Prevalencia de P. jirovecii en México en pacientes VIH positivos 
La recopilación de Casanova en 2006, incluye: 
 En 1989, en el centro Médico “La Raza” del Instituto Mexicano del 
Seguro Social (IMSS) se analizó una serie de 131 casos de 
pacientes con SIDA en el Hospital de Infectología y reportando el 
diagnóstico de Pneumocystis jirovecii en un 13% sin especificar 
metodología diagnóstica. Para 1992, el mismo Centro Medico, 
realizó otro estudio prospectivo de pacientes con diagnóstico de 
SIDA y neumonía intersticial que demostró a Pneumocystis 
jirovecii en 51% de 128 pacientes en un periodo de 18 meses.14 
 Durante el Congreso Internacional del SIDA celebrado por la CDC 
en Roma en 1991, se describieron 177 defunciones en cuatro 
hospitales de la Ciudad de México, cuyas autopsias demostraron a 
Pneumocystis jirovecii en el 24% de los casos.14 
 El Instituto Nacional de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos 
(INDRE) informó en su boletín mensual que para el 31 de 
diciembre de 1991 existían 844 casos de PCP en 6914 pacientes 
con SIDA, lo que representa el 12.21%.14 
El Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), institución 
de alta especialidad perteneciente a la Secretaria de Salud (SS), 
enfatizó en 1998 la importancia que reflejó el desplazamiento en la 
atención médica para pacientes con SIDA en relación con 
21 
 
manifestaciones respiratorias por neumonía o enfermedad pulmonar 
obstructiva (EPOC); y para 1999, consideró al SIDA como la primera 
causa de morbilidad por enfermedad infecciosa y la segunda causa de 
mortalidad general detrás del cáncer pulmonar, siendo la neumonía la 
causa principal de morbilidad y mortalidad en los pacientes infectados 
con el VIH.14 
Otro estudio retrospectivo sobre la frecuencia de las diferentes 
infecciones oportunistas pulmonares de pacientes con manifestaciones 
respiratorias diagnosticados con SIDA ingresados en el INER entre 1991 
y 2001, resaltó las tres primeras causas de hospitalización: neumonía 
por Pneumocystis jirovecii como la más frecuente, en segundo lugar la 
tuberculosis pulmonar y finalmente las neumonías causadas por 
diversos agentes etiológicos como bacterias y otras micosis.14 
Origen de la infección 
Durante varios años se consideró que la PCP se producía por la 
reactivación de una infección latente ante una situación de 
inmunosupresión en el hospedero. Esta hipótesis se apoyaba en la alta 
seroprevalencia encontrada en niños. No obstante, otros trabajos que 
utilizaron técnicas moleculares permitieron evidenciar que las 
recurrencias de PCP en pacientes con SIDA se producían por subtipos 
diferentes de P. jirovecii como lo demostraba el hecho de que sus 
genotipos no fueran iguales, al analizar tanto el gen mitocondrial como 
las regiones ITS (internal transcribed spacer ´espaciador transcrito 
interno´) del ácido ribonucleico ribosómico nuclear; esto apoya la 
existencia de infecciones de novo. En esta misma línea, la hipótesis de 
una latencia prolongada también se cuestionó luego de que se observara 
en modelos animales que el microorganismo desaparecía de los 
pulmones tras la curación de una neumonía. Así, en un estudio realizado 
22 
 
en 5 ciudades de EE.UU. se encontró relación entre el genotipo de 
Pneumocystis y el lugar de residencia, pero no con el lugar de 
nacimiento de los sujetos con PCP, lo que apoya la idea de una 
transmisión de persona a persona en contra de la hipótesis de una 
reactivación latente. 17 
Modo de transmisión 
El modo exacto de transmisión de Pneumocystis no ha sido del todo 
esclarecido y la forma infectiva aún no se identifica por lo que se ha 
propuesto un modelo similar al de Mycobacterium tuberculosis. Se 
plantea la vía aérea como vehículo, considerando que las formas tróficas 
del hongo con un tamaño de 2 a 4 µm, similar al bacilo tuberculoso (1-
3 µm), pueden ser expectorados por el paciente infectado y mediante el 
aerosol son adquiridas por los sujetos susceptibles19. 
 
 
 
 
 
Figura 7: Modo de transmisión de P. jirovecii Modificada de 
http://informacionprehospitalaria.blogspot.mx/2013/06/tuberculosis-
pulmonar.html21 
23 
 
Interacción de P. jirovecii con las células del hospedero 
En un hospedero infectado, Pneumocystis existe casi siempre en los 
alveolos pulmonares. Los trofozoítos se unen a las membranas 
plasmáticas de las células del epitelio alveolar, a través de 
interdigitación de sus membranas celulares. El análisis ultraestructural 
muestra que la adherencia es por aposición estrecha de las superficies 
celulares sin fusión de las membranas o cambios en las partículas intra-
membranosas. Estudios realizados con células epiteliales muestran que 
la adherencia de Pneumocystis no altera a la célula epitelial alveolar ni 
su función de barrera.7 
 
 
 
 
Pneumocystis mantiene vida extracelular dentro de los alveolos 
pulmonares, probablemente obteniendo nutrientes esenciales del fluido 
alveolar o de otras células.7 
Figura 8: Ilustración de micrografía electrónica de la relación 
entre el alveolo y P. jirovecii (T= trofozoítos, AL= Lumen 
alveolar y EI célula epitelial tipo I). Tomado de Kun Young Kwon 
et al ., 199822 
24 
 
La unión de Pneumocystis a la célula epitelial alveolar es facilitada por la 
fibronectina y la vitronectina, presentes en el fluido alveolar. Estas 
proteínas cubren a la superficie del hongo y posteriormente median su 
unión, probablemente a través de integrinas, así como de receptores 
epiteliales fijadores de manosa. La interacción de Pneumocystis con la 
célula epitelial alveolar y macrófagos alveolares desencadena una 
respuesta celular tanto en el hongo como en las células del hospedero. 
Está demostrado que la unión del hongo a la célula epitelial alveolar 
aumenta la proliferación, a través de la activación de vías de 
señalización mediadas por cinasas. La adherencia del hongo también 
inhibe el crecimiento de las células epiteliales pulmonares a través de 
vías de regulación dependientes de ciclinas.7 
Los macrófagos alveolares son fagocitos residentes que median la 
eliminación del hongo del pulmón. Los macrófagos alveolares cultivados 
de roedores pueden fijar y captar al hongo, a través de la interacción de 
sus receptores de manosa con la glicoproteína mayor de superficie de 
Pneumocystis, así como a través de la interacción de los receptores de 
dictina-1 del macrófago y el β-glucano del hongo. Las IgG pueden 
facilitar esta interacción célula-hongo a través de la opsonización del 
hongo. El papel esencial de los macrófagos en el control de la PCP ha 
sido demostrado en modelos animales. La eliminación del hongo está 
alterada significativamente en animales depletados de macrófagos. Al 
bloquear la apoptosis de los macrófagos inducida por Pneumocystis se 
aumenta la resistencia del hospedero a la infección al permitir que los 
macrófagos eliminen al hongo prolongando la supervivencia en el 
modelo animal. La fagocitosis, el estallido respiratorio y la activación de 
los macrófagos alveolares están alterados en los individuos infectados 
por el VIH.7 
25 
 
El control inmunológico de Pneumocystis también involucra la 
producción de quimiocinas y citosinas inflamatorias producidas por los 
macrófagos alveolares y las células epiteliales. La evidencia muestra que 
las moléculas de β-glucano de la pared celular de Pneumocystis son 
componentes importantes que conducen al inicio de la respuesta 
inflamatoria en la PCP. Los macrófagos expresan receptores a β-
glucano, incluyendo a la dictina-1, al TLR-2 y a CD11b/CD18 (CR3) cuya 
unión inicia una cascada de señalización que resulta en la activación de 
NF-Кb y la subsecuente estimulación de la expresión de genes de la 
respuesta inflamatoria, como el del TNF y la IL-8. Los receptores de 
dictina-1 y de CR3 están ausentes en las células epiteliales y los que 
participan en dichascélulas son receptores para lactoseramida y otros 
más, que incluyen a los TLRs, y que inician la señalización inflamatoria 
en respuesta a los β-glucanos.7 
Factores Predisponentes 
La mayoría de caso de pneumocistosis está relacionado con pacientes 
portadores de VIH-SIDA. Hay reportes de que en los pacientes que no 
recibe profilaxis, la infección puede estar presente en un 80% de los 
casos.11 
Con el advenimiento de la terapia HAART (Higly active antiretroviral 
therapy), el número de casos de pneumocistosis ha disminuido de modo 
considerable, así como con la quimioprofilaxis a base de pentamidina y 
sulfonamidas. Hoy en día se considera que en pacientes sin diagnóstico 
confirmatorio de VIH positivos, la infección se presenta entre 20-30%.11 
El segundo grupo de importancia es el de los inmunocomprometidos por 
diversas causas como: neoplasias hematológicas (leucemias y linfomas), 
otros tipos de cáncer, pacientes trasplantados, alcoholismo crónico, 
desnutrición severa y pacientes debilitados con largas estancias 
26 
 
hospitalarias. En este grupo de enfermos el porcentaje de 
pneumocistosis es mayor que en el VIH-SIDA, se calcula entre 40-50% 
y su pronóstico es peor.11 
 
Poblaciones de Riesgo 
La identificación de Pneumocystis con un método sensible como es la 
PCR ha permitido demostrar la presencia de este microorganismo en 
diferentes muestras biológicas tales como lavado broncoalveolar, 
esputo, lavado orofaríngeo o material nasofaríngeo en sujetos sin 
manifestaciones clínicas ni radiológicas de neumonía. Esta situación ha 
sido denominada con diferentes términos como colonización, estado de 
portador asintomático (carrier) o infección subclínica y se ha observado 
en distintos grupos poblacionales17: 
I. Pacientes VIH: Un estudio realizado en una cohorte de 172 
sujetos infectados por el virus se encontró una prevalencia de 
colonización del 68% y se identificaron como factores de riesgo las 
concentraciones de linfocitos CD4 inferiores a 50 x106/L y la 
ausencia de quimioprofilaxis con cotrimoxazol. En otro estudio que 
incluyo a 91 pacientes con infección por VIH, tabaquismo y la 
ciudad de residencia fueron los factores asociados a la 
colonización por Pneumocystis que apareció en el 46% de los 
casos. El periodo durante el que los pacientes con infección por 
VIH pueden permanecer colonizados se desconoce en la 
actualidad, pero se sospecha que puede ser prolongado. Este 
hecho, junto con la alta prevalencia de colonización, convierte a 
estos pacientes en un grupo importante como posible reservorio y 
fuente de transmisión para otros sujetos susceptibles.17 
27 
 
 
II. 
 
 
III. Pacientes con enfermedades pulmonares crónicas: Algunos 
de estos, al ser expectoradores crónicos habituales, podrían ser un 
eslabón importante en la transmisión de P. jirovecii a otros 
individuos. De hecho, se han identificado genotipos similares del 
hongo entre pacientes con enfermedades pulmonares crónicas se 
ha descrito una prevalencia de colonización del 40.5% en los 
casos con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y del 
21.5% en los casos de fibrosis quística. En pacientes con 
enfermedad intersticial pulmonar la colonización observada es del 
33.8% en la neumopatÍa intersticial idiopática; el 19.8% en la 
sarcoidosis, y el 37% en otras enfermedades intersticiales 
pulmonares. Se considera que el uso de corticoides puede ser un 
factor de riesgo independiente para la colonización de estos 
Figura 9: Interacción entre células T CD4+ y virus de VIH. 
Tomada de http://www.thebody.com/content/art30304.html23 
 
28 
 
sujetos. Está bien establecido que la PCP desencadena una intensa 
respuesta inflamatoria, de tal forma que la gravedad del cuadro 
clínico es independiente de la cantidad de hongo en los pulmones. 
En esta misma línea, se ha observado en modelos animales que la 
colonización produce respuesta inflamatoria, que sucede desde 
etapas muy iniciales de la infección. En los monos portadores del 
virus de la inmunodeficiencia del simio, la colonización por 
Pneumocystis provoca inflamación de las vías aéreas, con 
aumento de citosinas pro inflamatorias y neutrófilos en el lavado 
broncoalveolar, así como deterioro de la función pulmonar. En 
pacientes con EPOC se ha descrito una prevalencia de colonización 
más elevada entre aquellos con estadios más avanzados de la 
enfermedad. Así, la prevalencia de colonización fue del 36.7%, en 
pacientes en estadio IV de la clasificación GOLD (Global Initiative 
for Chronic Obstructive Lung Disease) frente al 10% en los 
estadios II o III de la clasificación GOLD. Estos datos demuestran 
un papel de la colonización por P. jirovecii como cofactor en la 
progresión de la EPOC17 
 
IV. 
 
Figura 10: Comparación de un pulmón sano contra un 
pulmón con bronquitis crónica. Tomada de 
http://www.galenusrevista.com/Terapias-farmacologicas-
para-la.html24 
29 
 
V. Personal sanitario: Uno de los primeros trabajos descritos en la 
literatura sobre este tema no logro detectar la presencia de P. 
jirovecii en el lavado orofaríngeo de una pequeña muestra de 
profesionales en contacto con pacientes con PCP. Sin embargo, 
estudios posteriores en los que se utilizaron frotis nasal y aspirado 
nasal o esputo inducido comprobaron la existencia de colonización 
transitoria en profesionales sanitarios, como médicos y enfermeras 
que atendían a pacientes con PCP. Un amplio estudio que evaluó 
la presencia de colonización mediante la utilización de muestras de 
enjuague orofaríngeo de 164 profesionales sanitarios que 
desarrollaban su trabajo en diferentes áreas de un hospital 
universitario encontró una alta prevalencia de colonización del 8% 
entre los trabajadores que atendían pacientes inmunodeprimidos y 
niños, los que podrían ser la fuente de infección para estos 
profesionales. A su vez, el personal sanitario colonizado puede 
convertirse también en una fuente de transmisión para individuos 
susceptibles dentro del ambiente hospitalario, como indica la 
reciente demostración de la capacidad de transmisión de 
Pneumocystis desde sujetos inmunocompetentes colonizados.17 
 
 
 
 
 
Figura 11: Personal médico en contacto con pacientes. 
Tomada de 
http://medicablogs.diariomedico.com/diariomedico/2011/01
/19/la-gripe-a-h1n1-ya-esta-en-las-uci/ 
30 
 
VI. Mujeres embarazadas: se ha estudiado la colonización por P. 
jirovecii y se ha descrito una prevalencia del 15% en un estudio 
que evaluó a 33 gestantes en el tercer trimestre del embarazo. La 
colonización en esta población se ha relacionado con las 
alteraciones de la inmunidad celular y humoral que ocurren 
durante el embarazo y que podrían provocar algún grado de << 
leve de deficiencia del sistema inmune>>. Un punto importante 
para resaltar es que la colonización en las mujeres gestantes 
puede representar un reservorio con especial riesgo para 
transmisión al recién nacido. En este sentido, se demostró en un 
modelo animal que Pneumocystis podía detectarse en frotis oral 
del 80% de los ratones 2 h después de su nacimiento y 
prácticamente en todos a las 48h. En los seres humanos se han 
descrito genotipos iguales del hongo en cuadros concomitantes de 
PCP de una madre y de su hijo de un mes de edad, lo que apoya 
la hipótesis de la transmisión maternofilial.17 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 12: Madre e hijo con baja respuesta inmune. 
Tomada de 
http://www.mediosrioja.com.ar/test/articulo.php?nid=1
762226 
31 
 
Los datos de estudios recientes demuestran que los individuos sanos 
pueden ser colonizados y servir como reservorio para el hongo. En el 
modelo animal se demostró mediante PCR y estudios histológicos que 
Pneumocystis puede proliferar en el pulmón de ratones 
inmunocompetentes que actúan como reservorios y fuentes de 
infección. En seres humanos, un único estudio ha detectado la presencia 
de ADN de P. jirovecii en el20% de los lavados orofaríngeos de una 
muestra de 50 individuos sanos. Se necesitan estudios más amplios que 
establezcan la prevalencia de la colonización por Pneumocystis en la 
población general y sus implicaciones epidemiológicas.17 
Respuesta inmune a la neumonía por Pneumocystis jirovecii 
(PCP) 
Los patrones de reconocimiento estimulan la liberación de quimiocinas 
y citosinas inflamatorias, las cuales promueven el reclutamiento y 
activación de neutrófilos y linfocitos.7 
Los linfocitos “T” CD4+ son esenciales para el control de la infección por 
P. jirovecii. La depleción de los linfocitos “T” CD4+ en ratones aumenta 
la susceptibilidad a la infección y la cual se resuelve cuando dichos 
ratones son repoblados con linfocitos “T” CD4+ esplénicos. La 
reconstitución de los linfocitos “T” CD4+ coordina la respuesta 
inflamatoria del hospedero al reclutar y activar a células efectoras 
adicionales como los monocitos y los macrófagos, las cuales son 
responsables de la eliminación del hongo. En contraste a los linfocitos 
“T” CD4+, los linfocitos “T” CD8+ tienen un papel más controversial en 
la defensa contra Pneumocystis. La reconstitución de los linfocitos “T” 
CD8+ en ratones con inmunodeficiencia combinada severa no protege 
contra la infección, y los ratones silvestres depletados de linfocitos “T” 
CD8+ son resistentes.7 
32 
 
Sin embargo los linfocitos “T” CD8+ pueden proporcionar un efecto 
benéfico, particularmente en la deficiencia crónica de los linfocitos “T” 
CD4+. Por ejemplo en estudio de ratones depletados de linfocitos “T” 
CD4+ y “T” CD8+ desarrollan una infección más severa en comparación 
de aquella que desarrollan los ratones depletados únicamente de 
linfocitos “T” CD4+.7 
La respuesta inflamatoria puede ir en detrimento del hospedero, como lo 
muestra el modelo de ratones con inmunodeficiencia combinada severa 
infectados con Pneumocystis que tienen preservada la función pulmonar 
hasta que la enfermedad alcanza un estadio tardío y que son 
reconstituidos con células esplénicas intactas y desarrollan una 
respuesta inflamatoria intensa mediada por linfocitos “T” CD4+ y “T” 
CD8+, ocasionando alteraciones en el intercambio gaseoso y de la 
función pulmonar. Tanto los linfocitos “T” CD4+ y “T” CD8+ pueden 
ocasionar una respuesta inflamatoria deletérea en el hospedero. La 
reconstitución de linfocitos “T” CD4+ en ratones con inmunodeficiencia 
combinada severa puede resultar en una respuesta inflamatoria 
exagerada que conduce a la muerte del hospedero. Otras 
investigaciones demuestran que la hipoxia y el daño pulmonar en 
ratones dependen de la presencia de linfocitos “T” CD8+ en el pulmón.7 
Además de los linfocitos T, los neutrófilos también participan en la 
inflamación pulmonar durante la PCP. El reclutamiento de neutrófilos 
está estrechamente relacionado con la lesión pulmonar en humanos. La 
IL-8 está relacionada con la infiltración de neutrófilos y alteraciones del 
intercambio gaseoso durante la PCP severa en humanos. Los niveles de 
IL-8 en lavados bronquioalveolares pueden ser predictor de la falla 
pulmonar y la muerte por PCP. Los neutrófilos reclutados liberan 
proteasas y especies reactivas del oxígeno (ERO), que lesionan 
directamente a las células epiteliales y a las células del endotelio 
33 
 
capilar. Sin embargo, en ratones depletados de linfocitos “T” CD4+, 
Pneumocystis induce una lesión pulmonar similar en ratones con 
función fagocítica normal o alterada, sugiriendo que la inflamación 
mediada por los linfocitos “T” CD8+ puede ser la responsable directa de 
la lesión pulmonar, más que la inflamación mediada por los neutrófilos 
durante la PCP en modelos de ratón.7 
 
 
 
 
Manifestaciones clínicas 
La pneumocistosis afecta típicamente a sujetos con intensa 
inmunodepresión causada por alteraciones importantes en los 
mecanismos humorales y celulares de la respuesta inmune. La 
enfermedad se manifiesta por lo general como una neumonitis bilateral 
con infiltración intersticial difusa. La taquipnea con disnea progresiva, la 
tos en general seca y la cianosis son los síntomas habituales. A pesar de 
la sintomatología funcional con frecuencia, los signos físicos pueden ser 
discretos. De la misma manera, la radiografía torácica puede ser 
prácticamente normal en casi un tercio de los pacientes con SIDA que 
presentan pneumocistosis. La presión parcial arterial de oxigeno (PaO2) 
esta disminuida y se considera que cuando es inferior a 50 mm de Hg es 
Figura 13: Quistes de P. jirovecii 
(flecha) pegados a un macrófago. 
Tomado de Préma Rajagopalan-
Levasseur., 199822 
34 
 
un signo de mal pronóstico. La PaCO2 con frecuencia es normal en el 
primer episodio, pudiendo a veces estar ligeramente disminuida, 
asociada, al comienzo del cuadro, con una tendencia a la alcalosis 
respiratoria. La actividad láctico-deshidrogenasa (LDH) sérica está por lo 
general aumentada.8, 27,28 
El cuadro clínico descrito varía en función de la forma clínico-
epidemiológica. En efecto, la edad, el contexto epidemiológico y las 
patologías subyacentes responsables de la depresión inmunitaria, 
condicionarán la expresión clínica de la infección por Pneumocystis, lo 
que permite distinguir cuatro formas clínico-epidemiológicas principales 
de esta enfermedad8, 27,28: 
1) Forma asintomática: Este grupo de formas clínicas se encuentra 
aún mal definido. Se acepta en general que la primoinfección por 
Pneumocystis puede considerarse como una colonización 
subclínica. Sin embargo, el hongo podría ser responsable, al 
menos en parte, de algunos cuadros respiratorios conocidos como 
muerte súbita y la apnea del lactante. En realidad la 
primoinfección que se detecta por la aparición de anticuerpos 
séricos frente a Pneumocystis, ha sido poco investigada. Al mismo 
tiempo, durante largo tiempo se consideró que los sujetos 
inmunocompetentes, en los que frecuentemente se constata la 
presencia de anticuerpos frente a Pneumocystis, son “portadores 
sanos” del parasito pudiendo, en casos de inmunosupresión, 
desarrollar pneumocistosis a partir de hipotéticas formas 
parasitarias latentes. Sin embargo varias observaciones recientes 
contradicen esta hipótesis8, 27,28: 
a) Los métodos de detección molecular del hongo (PCR) han 
demostrado que los sujetos inmunocompetentes son 
raramente portadores de Pneumocystis. 8, 27,28 
35 
 
b) Los hospederos inmunocompetentes en contacto estrecho 
con pacientes con PCP pueden infectarse transitoriamente 
con Pneumocystis por vía aérea, pero al cabo de algunas 
semanas eliminan totalmente al hongo. 8, 27,28 
c) Los hospederos experimentales “convalecientes” 
(=roedores de laboratorio con PCP cortico-inducida a los 
que se les interrumpe la administración de 
corticoesteroides) eliminan totalmente la infección con la 
recuperación de sus defensas inmunitarias. 8, 27,28 
d) La identificación con técnicas moleculares de líneas 
fúngicas genéticamente diferentes responsables de 
episodios sucesivos de pneumocistosis en un mismo 
paciente, sugieren que esta enfermedad resulta con más 
frecuencia de infecciones de novo (origen exógeno), que 
de la reactivación de hipotéticas formas latentes (origen 
endógeno). 8, 27,28 
En cambio, los pacientes inmunodeprimidos pueden ser portadores de 
Pneumocystis (“colonizados”) sin desarrollar obligatoriamente una 
pneumocistosis, del mismo modo que los pacientes inmunocompetentes 
que presentan patologías pulmonares crónicas (enfermedad pulmonar 
obstructiva crónica, lesiones tuberculosas residuales, etc.). En estos 
pacientes, la intensificación de la depresión inmunitaria y la influencia de 
otros factores, por ejemplo, alteraciones de la composición del 
surfactante pulmonar, podrían facilitar la proliferación fúngica 
posibilitando el desarrollo de una pneumocistosis de origen endógeno. 8, 
27,28 
2) Pneumocistosis infantil epidémica o neumonía intersticialplasmocitaria: Esta forma clínica se observó durante y después 
de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo en los países 
36 
 
centroeuropeos. Entre las décadas de 1950 y 1960, se aparecieron 
también brotes epidémicos infantiles de pneumocistosis en Irán, 
Vietnam y Chile. Esta neumonitis, que afectaba a niños 
prematuros o con malnutrición proteico energéticas. Estos 
pacientes presentaban taquipnea, disnea progresiva y cianosis 
típicamente periorbital y perioral, que se instauraba 
gradualmente. A este cuadro, que podía evolucionar sin fiebre ni 
tos, se asociaba diarrea y alteraciones del estado general con 
anorexia y adelgazamiento. En los niños no tratados la mortalidad 
de esta neumonitis se situaba alrededor de 25%, y se 
desarrollaron algunas formas graves de evolución aguda que 
conducían a la muerte en pocos días. 8, 27,28 
 
3) Pneumocistosis esporádica del paciente inmunodeprimido: 
Esta forma, que se observa en pacientes de cualquier edad con 
intensa inmunodepresión, es la más frecuente en la actualidad. La 
inmunodepresión puede ser causada por afecciones congénitas 
(disgammaglobulinemias, síndrome de inmunodeficiencia 
combinada grave o SCID del inglés Severe Combined 
Immunodeficiency Disease), adquirida (SIDA, neoplasias, 
enfermedades inflamatorias crónicas o granulomatosas que 
precisan corticoterapia intensa y prolongada), o de terapias 
inmunodepresoras usadas para inhibir el rechazo de órganos 
trasplantados o para tratar canceres (leucemias, linfomas, 
tumores sólidos). Entre 1981 y 1989, la mayoría de los pacientes 
con SIDA desarrollaban pneumocistosis graves, fatales sin 
tratamiento específico. La incidencia de la pneumocistosis 
asociada al SIDA disminuyó considerablemente con la introducción 
de protocolos quimioprofilácticos basados principalmente en la 
administración sistemática de TMP/SMX. 8, 27,28 
37 
 
Sin embargo, aun hoy, esta enfermedad es la afección pulmonar 
grave más frecuente en los pacientes con infección VIH y con 
menos de 200 linfocitos CD4+/µL. Aunque existen reportes de 
niños infectados por ese virus pueden desarrollar la enfermedad 
con 400 linfocitos CD4+/µL. 8, 27,28 
Clínicamente, en los pacientes inmunodeprimidos por el SIDA u 
otras causas, la disnea progresiva y la cianosis se asocian con 
fiebre y tos. El periodo entre el inicio de los síntomas y el 
diagnóstico etiológico es más breve en los pacientes infectados por 
el VIH (5 a 10 días) que en los enfermos con SIDA (más de 25 
días). La radiografía torácica suele mostrar los típicos infiltrados 
intersticiales difusos bilaterales, pero las imágenes atípicas 
(infiltrados unilaterales o localizados, lesiones nodulares o 
cavitarias) son raras en estos pacientes. 8, 27,28 
 
4) Pneumocistosis extrapulmonar: Pneumocystis puede 
diseminarse desde el pulmón a otros órganos induciendo lesiones 
secundarias en los órganos de la economía. Las lesiones 
pulmonares pueden ser indetectables cuando las localizaciones 
extrapulmonares son diagnosticadas, como ocurre en la 
histoplasmosis diseminada y en otras micosis respiratorias 
causadas por hongos dimorfos. 8, 27,28 
Ganglios linfáticos, bazo, hígado, corazón y medula ósea son los 
órganos afectados con más frecuencia aunque Pneumocystis se 
ha encontrado también en cerebro, páncreas, timo, tiroides, 
retina, coroides, oído externo y medio, apéndice, piel y otros 
órganos. Las lesiones extrapulmonares son en general nodulares, 
evolucionando hacia la necrosis y la calcificación. Entre 2-3% de 
los pacientes con infección VIH y pneumocistosis podrían 
38 
 
desarrollar esta forma clínica que por otra parte, resulta 
excepcional en niño. 8, 27,28 
Profilaxis 
En 1989, la quimioprofilaxis con dosis bajas de Trimetroprima-
Sulfametoxazol demostró ser efectiva al reducir el riesgo de neumonía 
por Pneumocystis jirovecii en los pacientes vulnerables. El beneficio de 
la misma se ha demostrado ampliamente en estudios aleatorizados.18 
La dosis recomendada es de 150 mg/m2 de superficie corporal por día, 
durante 3 días consecutivos a la semana.18 
La profilaxis primaria es aquella que se inicia en pacientes que ya han 
presentado un episodio de pneumocistosis, la secundaria se refiere a la 
profilaxis en pacientes con historia de episodios recurrentes.18 
En los pacientes con pneumocistosis que no reciben este esquema de 
profilaxis, puede presentarse recaída en el 50% de los casos.18 
La quimioprofilaxis primaria y secundaria se recomienda en todos 
aquellos pacientes portadores de infección con VIH con conteo de CD4 
inferior al umbral ajustado para la edad o con un porcentaje de células 
CD4+ de 20% o menos del total de los linfocitos en sangre periférica. Es 
seguro suspenderla cuando este conteo se normalice como resultado de 
la terapia antirretroviral. Antes de la aparición de la terapia 
antirretroviral combinada la quimioprofilaxis eran prolongadas y el 
paciente comenzaba a presentar efectos secundarios, como rash.18 
La profilaxis también ha sido eficaz en niños inmunosuprimidos que 
padecen cáncer, síndromes de inmunodeficiencia congénita y receptores 
de trasplantes de órganos.18 
39 
 
Se administra a la misma dosis que en los pacientes VIH-positivos tres 
días consecutivos a la semana.18 
Aunque hay una variación considerable en las fallas de la 
quimioprofilaxis reportadas, las infecciones severas y decesos por 
pneumocistosis en pacientes con esquemas profilácticos son 
infrecuentes.18 
En los pacientes con hipersensibilidad al TMP-SMX la alternativa es la 
diamino-difenil-sulfona (DDS).18 
Tabla 1: Régimen profiláctico en contra de la PCP29 
Tratamiento Medicamento Dosis y Vía de 
administración 
Comentarios 
Primera elección Trimetroprima-
Sulfametoxazol 
 
 
Trimetroprima-
Sulfametoxazol 
80-160 mg diarios 
400-800 mg diarios 
Vía oral o 
intravenosa. 
 
160 mg 3 veces a 
la semana. 
800 mg 3 veces a 
la semana. 
Vía oral o 
intravenosa. 
Contraindicación en 
los casos de alergia 
a sulfamidas. 
Opción 
alternativo 
DDS 
 
 
 
 
 
 
DDS + 
pirimetamina 
 
100 mg diarios vía 
Oral. 
 
 
 
 
 
50 mg diarios vía 
oral 
50 mg por semana 
Contraindicación en 
los casos de 
deficiencia de G6PD 
Posible reacción 
cruzada con alergia 
a sulfas. 
 
Contraindicación en 
los casos de 
deficiencia de G6PD 
40 
 
 
 
 
 
Atovacuona 
 
 
 
Pentamidina 
 
 
+ 25 mg de 
leucovorin por 
semana. 
 
 
 
750 mg 2 veces al 
día por vía oral. 
 
 
300 mg al mes. 
Posible reacción 
cruzada con alergia 
a sulfas. 
 
Biodisponibilidad 
incrementada con 
dieta alta en 
grasas. 
 
Administrar en 
decúbito para 
optimizar la 
distribución en 
pulmón. 
 
Toma de Muestra 
Las muestras empleadas para el diagnóstico de la pneumocistosis son 
muestras del tracto respiratorio bajo como son: Esputo espontaneo o 
inducido y Lavado Broncoalveolar. A continuación se menciona el modo 
de recolección y recomendaciones para que la muestra sea 
representativa30: 
1) Esputo: Instruir al paciente para que tosa con fuerza y 
profundamente, con el fin de obtener una muestra que provenga 
del tracto respiratorio inferior la cual debe expectorar 
directamente en un recipiente estéril de boca ancha de tapa de 
rosca. Es importante evitar que la muestra consista únicamente de 
saliva contenida en la cavidad oral.30 
Después de la obtención de la muestra se recomienda llevar la muestra 
al laboratorio en los primeros 15 minutos después de la recolección, no 
exceder de dos horas y mantenerla a temperatura ambiente.30 
Tabla 1: Régimen profiláctico en contra de la PCP continuación…29 
41 
 
Las recomendaciones para que sea una muestra de calidad son: 
 Recoger los esputos matinales, en ayunas, pues son los más 
concentrados y representativos.30 
 Instruir al paciente para realizar cepillado de dientes y 
lavado de lengua solo con agua.30 
 Realizarnebulización con solución salina normal.30 
 Para pacientes pediátricos incapaces de producir un esputo, 
la terapeuta respiratoria debe obtener la muestra a través 
de succión.30 
 Evitar que solo sea saliva o suero fisiológico.30 
2) Lavado Bronco-Alveolar (LBA): Es un método desarrollado en 
1960 como medio para extraer el exceso de secreciones en 
algunas patologías pulmonares, como las bronquiectasias y la 
fibrosis quística. Su aplicación diagnóstica comenzó en la década 
de los 70. Tiene la ventaja de explorar un territorio pulmonar 
mucho mayor que la técnica con catéter protegido. Utilizando 
cultivos cuantitativos, tiene una sensibilidad del 60 al 100% y una 
especificidad del 66 al 100%.31 
Para obtener la muestra se enclava el broncoscopio en el bronquio 
del segmento pulmonar radiográficamente afectado y se instilan 
volúmenes variables de suero fisiológico estéril en cantidades que 
oscilan entre 20 y 100 mL. Después de cada instilación se hace 
una aspiración para recuperar el máximo volumen del líquido 
posible. El procedimiento no está estandarizado, en el sentido de 
que no está establecida la cantidad de suero fisiológico a instilar ni 
el número de alícuotas necesarias. El volumen de muestra 
obtenido depende del volumen instilado y puede variar entre 10 y 
100 mL.32 
42 
 
Se considera que para tener una buena eficacia diagnostica el 
volumen de líquido recuperado debe ser superior al 30% del 
introducido e idealmente no inferior a 60mL. Se considera que el 
suero instilado lava y obtiene material de alrededor de un millón 
de alveolos (el 1% de la superficie pulmonar). La primera porción 
de líquido aspirado debe descartarse para el estudio microbiológico 
ya que suele contener un exceso de células escamosas y ciliadas. 
El último líquido aspirado es el que mejor representa el 
contenido alveolar.32 
 
 
 
 
Figura 14: Procedimiento de toma de LBA tomada 
http://www.biosino.org/bodyfluid/fluid.jsp?bf=Bronchoal
veolar%20lavage%20fluid33 
43 
 
Las recomendaciones para que la muestra de LBA sea útil para el 
diagnóstico son: 
 Realizar exploraciones previas (Radiografías de tórax 
correctas, TAC) para decidir el segmento más idóneo para 
practicar el LBA.31,32 
 Para prevenir posibles complicaciones, es aconsejable que al 
enfermo se le hayan practicado: gasometría, espirometría, 
función renal y estudios de coagulación.31,32 
 Realizar el LBA durante el curso de una 
broncofibroscopía.31,32 
 Como liquido de lavado, emplear suero salino isotónico a 
temperatura ambiente.31,32 
 En el caso de pacientes pediátricos el volumen instilado 
debe adaptarse a la edad y el peso; se recomienda de 1-2 
mL por Kg en tres alícuotas. 31,32 
 Se recomienda el aporte sistemático de oxígeno; en todo 
caso, es necesario, como mínimo, el control de la SaO2.
 31,32 
 La broncoscopia se practica con la pre medicación, anestesia 
y técnicas habituales31, 32. 
 La posición del enfermo puede ser sentado o en decúbito, 
excepto si se pretende hacer un diagnóstico bacteriológico, 
en cuyo caso es preferible el decúbito para disminuir el flujo 
de secreciones orofaríngeas al árbol bronquial. 31,32 
 El LBA puede realizarse en cualquier territorio. Si la 
afectación es pulmonar difusa, se suele elegir el lóbulo 
medio o la língula por una más fácil recuperación de líquido 
y una menor repercusión sobre la PaO2. En caso contrario 
debe escogerse el segmento de mayor afectación o de 
previsible mayor rendimiento. 31,32 
44 
 
 El LBA se hace antes que otras técnicas (biopsia, cepillado o 
punción) que pueden provocar hemorragias y falsear los 
resultados del LBA. 31,32 
 Si se pretenden realizar estudios bacteriológicos, el LBA 
debe practicarse directamente, antes de explorar todo el 
árbol traqueo bronquial y, a ser posible sin haber aspirado 
secreciones, para mantener limpio el canal interno del 
fibroscopio. 31,32 
Diagnóstico 
El diagnóstico se debe sospechar en todo paciente con alguna 
inmunosupresión y dificultad respiratoria, infiltrado intersticial e 
hipoxemia. La radiografía de tórax generalmente muestra un infiltrado 
bilateral intersticial; sin embargo, puede presentarse formas atípicas 
como infiltrado unilateral, cavitación, derrames y nódulos. La 
radiografiar de tórax tiene una sensibilidad de 61 a 100% y esta puede 
ser normal en 11 a 39% de los casos. La combinación de la radiografía 
de tórax y la medición de la capacidad de difusión pulmonar para el 
monóxido de carbono tiene un valor predictivo del 97.5%. Otro método 
de diagnóstico lo constituye el rastreo con galio que ofrece una mayor 
sensibilidad y especificidad diagnóstica que los estudios radiográficos 
convencionales; sin embargo, se requieren de más estudios para 
establecer su utilidad real. El estudio de los gases arteriales revela 
hipoxemia (con gradiente alvéolo-arterial de oxigeno mayor de 30 
mmHg) y elevación de la deshidrogenasa láctica (DHL) sérica mayor a 
1000-2000 Ul/dL, aunque este hallazgo no es especifico de PCP.8 
El diagnóstico definitivo requiere de la identificación del microorganismo 
obtenido de tejido pulmonar o de secreciones de tracto respiratorio. La 
biopsia transbronquial de pulmón y la biopsia a cielo abierto son los 
45 
 
métodos de diagnóstico más sensibles y específicos; sin embargo al ser 
procedimientos que implican un mayor número de complicaciones se 
prefiere trabajar con muestras de lavado bronquio-alveolares, que son 
menos invasivas y son obtenidas mediante broncoscopia flexible 
debido a que los pacientes producen poca secreción y esta 
generalmente contiene un bajo número de microorganismos.8 
Las técnicas de laboratorio empleadas para la detección de 
Pneumocystis en muestras de lavado bronquial, lavado bronquio-
alveolar, esputo inducido o esputo espontaneo son (ver anexo J): 
 Examen directo al fresco sin tinción: La observación de los 
exudados espumosos provenientes de alvéolo pulmonar de 
pacientes con PCP, que muestran una morfología microscópica de 
“panal de abejas”, permitiendo un diagnostico fiable de la 
infección por P. jirovecii. Esta metodología de bajo coste y de 
rápido empleo es de suma importancia para los laboratorios con 
escasos recursos económicos y que atienden a pacientes con SIDA 
en situaciones de inmunosupresión avanzada.8 
Su sensibilidad depende del tipo y la cantidad de muestra 
utilizada, así como del número de microorganismos presentes.8 
 
 Tinciones (ver anexo del D al F): En la tabla se presentan las 
ventajas y desventajas de las tinciones empleadas en la detección 
de P. jirovecii 8 
 
 
 
 
46 
 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de Pneumocystis 
jirovecii 
Técnica Estructura que 
detecta 
Ventajas Desventajas 
 
 
Inmunofluorescencia34 
(ver diagrama 2) 
 
 
Quistes y 
Trofozoítos 
Se pueden 
obtener 
resultados 
rápidos. 
Costos en reactivos y 
equipo. 
No es necesario 
realizar cultivos. 
Debe ser realizado por 
personal muy 
especializado. 
Se puede 
identificar 
microorganismos 
específicos en un 
grupo mixto. 
Los resultados no son 
100% específicos. 
 
Determina la 
identidad de un 
organismo 
muerto. 
No es cuantitativa 
(IFD). 
 
Es sensible. El tiempo de lectura 
es corto. 
Permite la 
detección in situ 
de los reactantes 
(IFD). 
No se puede 
conservar la laminilla 
para futuras 
observaciones. 
Tinción de Giemsa35 
(ver anexo E) 
Trofozoítos 
 
 
 
 
 
 
 
 
Permite la 
detección de 
múltiples 
microorganismos 
e inclusiones 
virales. 
 
No es especifica 
 
Facilita la 
observación de 
No permite determinar 
la afinidad tintorial de 
47 
 
 
 
 
 
 
los elementos 
celulares de la 
respuesta 
inflamatoria. 
 
las paredes de las 
bacterias, por lo que 
debe ser usada con 
otros procedimientos 
de coloración. 
 Con menos 
artificios de 
técnica debidoa 
la fijación 
química. 
 
 
 
 
 
 
Tinción de 
Papanicolaou32,36 (ver 
anexo F) 
Trofozoítos Una buena 
definición del 
detalle nuclear, 
evidenciando el 
patrón de 
cromatina de las 
células. 
Es una técnica 
laboriosa. 
 
Un aspecto 
transparente de 
los citoplasmas y 
una diferenciación 
celular, que 
permite apreciar 
grados de 
maduración 
celular y actividad 
metabólica. 
 
 
 
Menor estimación de 
neutrófilos. 
 
Poco sensible e 
inespecífico. 
Utiliza gran cantidad 
de reactivos. 
 
Genera muchos 
desechos. 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de 
Pneumocystis jirovecii continuación… 
 
48 
 
 
 
 
 
 
 
 
Blanco de calcoflúor37 
(ver anexo D) 
 
 
 
 
 
 
 
Quistes y 
Trofozoítos 
 
Técnica sencilla. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Costos en reactivos y 
equipo. 
Permite la 
observación 
inmediata de las 
muestras clínicas. 
Su utilidad en el 
diagnóstico de las 
micosis 
superficiales y 
como orientación 
diagnóstica en las 
micosis profunda 
es elevada. 
Su alta afinidad 
por la quitina, 
glucano y celulosa 
lo convierte en 
marcadores 
ideales de la 
estructura fúngica 
ya sea en la 
muestra clínica 
como en el cultivo 
posterior. 
Se trata de un 
método 
diagnostico en 
tiempo real (1-2 
min). 
 
 
 
 
 
 
Falsos positivos con 
fibras vegetales. 
La alta intensidad 
de la 
fluorescencia del 
blanco de 
calcoflúor y su 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de 
Pneumocystis jirovecii continuación… 
 
49 
 
escaso fading 
(escasa perdida 
de intensidad de 
fluorescencia) 
permite la 
detección fúngica, 
desde mínimos 
aumentos y a 
plena luz del día. 
Es una técnica de 
aprendizaje 
rápido que no 
requiere de gran 
experiencia, pues 
los artefactos son 
fácilmente 
reconocidos. 
 
 
 
Tinción de Azul de 
Toluidina O38 (ver 
diagrama 3) 
 
 
 
Quistes 
 
 
Las muestras se 
pueden conservar 
por mucho 
tiempo. 
La vida del reactivo de 
sulfatación. 
 
Es un método 
rápido, sencillo e 
indoloro. 
 
 
 
 
 
 
Es difícil detectar las 
estructuras cuando la 
carga micótica es baja 
(en los pacientes 
inmunocomprometidos 
por causas diferentes 
al SIDA). 
El costo y el 
tiempo utilizados 
son mínimos. 
 
 
La presencia de 
infecciones mixtas, en 
las que otros 
patógenos pudieran 
enmascarar el hongo. 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de 
Pneumocystis jirovecii continuación… 
 
50 
 
Tiñe 
selectivamente 
tejidos bucales 
cancerosos. 
Puede reportar falsos 
negativos por errores 
en la técnica. 
Selecciona el sitio 
ideal para la toma 
de biopsia. 
 
Utiliza reactivos 
corrosivos (ácido 
sulfúrico) e irritantes 
(ácido acético). 
Delimita los 
márgenes 
tumorales y la 
presencia de 
tumores 
satelitales. 
Menor sensibilidad al 
ser comparada con 
IFD o PCR. 
Detección de 
carcinima in situ y 
pequeñas lesiones 
invasivas. 
 
Necesita de un 
monitoreo periódico 
de los reactivos para 
evitar fallas en los 
mismos. 
 
Localización de 
lesiones 
posteriores a la 
cirugía e 
irradiaciones. 
No tiñe mucosas 
normales, con 
excepción del dorso 
de la lengua y surcos 
gingivales. 
Es un método que no 
sustituye a la biopsia. 
 
No tiñe lesiones 
queratósicas, porque 
el colorante no 
penetra. 
 
 
 
 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de 
Pneumocystis jirovecii continuación… 
 
51 
 
PCR (ver anexo 
G)8,39,40 
Detección de 
ácidos 
nucleicos 
Permite la 
detección del 
microorganismo a 
pesar de estar en 
baja 
concentración. 
Se puede reproducir 
solamente partes del 
genoma en donde se 
conoce por lo menos 
una mínima secuencia 
de 20-40 pb 
A partir de una 
muestra pequeña 
se puede obtener 
una cantidad 
considerable para 
el estudio que se 
vaya a realizar. 
Se necesitan 
“primers” específicos 
que sean 
complementarios al 
fragmento que desea 
sintetizar. 
 
El producto se 
puede utilizar 
para clonar, 
secuenciar y 
análisis. 
La polimerización 
puede tener errores al 
sintetizar el ADN. 
Se puede 
amplificar ADN de 
cualquier 
organismo vivo o 
muerto. 
Puede contaminarse 
con otro ADN (puede 
ser del mismo 
investigador o de 
cualquier otro). 
Sus aplicaciones 
son múltiples: 
medicina forense, 
diagnósticos, 
análisis 
prenatales, etc. 
 
Costosas. 
 
Tiene una gran 
sensibilidad y 
especificidad. 
No es de fácil acceso a 
laboratorios de rutina. 
 
Es necesario exportar 
el Kit. 
Tabla 2: Ventajas y Desventajas de las técnicas de detección de 
Pneumocystis jirovecii continuación… 
 
52 
 
 
 Inmunofluorescencia directa (IFD): Esta técnica utiliza anticuerpos 
monoclonales específicos contra determinantes antigénicos de la 
pared de los quistes y trofozoítos de P. jirovecii.8,40,41 
El procedimiento suma la especificidad de la unión antígeno-
anticuerpo a la sensibilidad de un marcador fluorescente ligado 
químicamente al anticuerpo sin alterar su reactividad 
inmunológica.42Tiene una sensibilidad cercana a 100% y una 
especificidad alrededor de 96%. Los anticuerpos monoclonales 
tienen mayor sensibilidad y especificidad en las muestras de 
esputo inducido que las técnicas de tinción convencionales, pero 
esta diferencia es mucho menor cuando se emplean muestras de 
LBA.41 Hay que señalar que la IFD es más cara y consume más 
tiempo para brindar un resultado que las técnicas de tinción 
convencionales. Además, pueden existir reacciones cruzadas de 
antígenos de Pneumocystis con antígenos de Aspergillus sp. Y 
publicaciones recientes constatan un alto porcentaje de falsos 
positivos con esta metodología.40 
 
Otro punto importante es que el personal que trabaja este tipo de 
muestras debe contar con una capacitación adecuada tanto para la 
preparación como su lectura para reducir las posibles fuentes de 
error. Actualmente los anticuerpos disponibles para la detección 
de P. jirovecii están dirigidos a la MSG (Glicoproteína mayor de 
superficie) 9. 
 
 PCR (ver anexo G): Estos métodos pueden ser aplicados a 
cualquier tipo de muestra, alcanzando una sensibilidad y una 
especificidad diagnostica cercana al 100% cuando son utilizados 
53 
 
en muestras de LBA. Los mejores resultados se obtienen 
amplificando un fragmento del gen de la gran subunidad del ARN 
del ribosoma mitocondrial (lsu rRNA mt). 
La PCR puede ser positiva en pacientes inmunodeprimidos sin PCP. 
Estos sujetos, microscópicamente negativos son en general 
considerados como portadores o pacientes “colonizados”. Sin 
embargo, un resultado positivo de la PCR asociado a un resultado 
negativo puede también revelar una autentica pneumocistosis, 
sobre todo en pacientes sin infección de VIH. En efecto, estos 
pacientes suelen hacer episodios de PCP con un número reducido 
de estructuras fúngicas, indetectables microscópicamente. 8, 39,40 
Probamente el principal interés de los métodos moleculares es que 
permiten detectar la presencia del hongo en muestras obtenidas 
de forma menos invasivas que el LBA. En efecto, una técnica de 
PCR anidada detecta el ADN de Pneumocystis en muestras 
obtenidas de forma no invasiva, como el líquido del lavado 
orofaríngeo (LOF). Este tipo de muestras se obtienen por la 
mañana en ayunas antes de que los pacientes procedan a su 
lavado de dientes. Consiste en gargarizar profundamente 10mL de 
solución fisiológica estéril durante 30 a 90 segundos y recoger el 
líquido en un recipiente estéril, llevándolo al laboratorio en menos 
de 1 hora. La especificidad diagnóstica de la detección por PCR es 
de 100%, pero la sensibilidad es inferior comparado con la 
muestra de LBA, aunque puede superar el 75%. Además, la 
disminución de sensibilidad se puede compensar con la repetición 
de la prueba que es bien tolerada por

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