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Cultivos hidropónicos y organopónicos - pal jess

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 Jorge Arce Portuguez 
 
2015 
INTRODUCCIÓN 
 
 
 
La Hidroponía y la Organoponía son técnicas que permiten la producción saludable de 
alimentos y, además, promueven la creatividad de las personas que las practican. En 
estas circunstancias el suelo fértil no es indispensable y cualquier espacio, dentro o 
fuera de la casa, se convierte en un lugar propicio para el cultivo de las plantas. Por 
ser sistemas intensivos, es posible cultivar alimentos en cantidad y calidad aceptables, 
pues al tener un mayor control de las condiciones ambientales, de las plagas y de los 
requerimientos nutricionales, la opción de producir alimentos sanos y saludables es 
mayor que en un campo al aire libre. 
 
Con el propósito de obtener resultados satisfactorios en los dos sistemas, es 
recomendable cultivar plantas de ciclo corto, a fin de cosecharlas lo más pronto posible. 
Entre esas plantas están algunas especies frutales, medicinales y las hortalizas. 
 
Hoy en día, la producción de alimentos sanos y saludables es una necesidad sentida 
por todos los consumidores. Tanto la Hidroponía como la Organoponía cumplen con 
ese propósito y, además, permiten la creación de espacios para la participación de la 
familia, favoreciendo su integración en un ambiente propicio para el aprendizaje de 
nuevos y eficientes modelos de producción de alimentos. Pero las ventajas no se 
quedan solamente ahí, pues también estimulan, entre otras cosas, el ingenio e 
iniciativa en el uso de materiales de desecho (agricultura del reciclaje), 
aprovechamiento de paredes y espacios verticales (agricultura vertical) y la utilización 
de repelentes naturales para el combate de las plagas. 
 
Nuestro deseo es que esta publicación despierte el interés de los lectores y sirva de 
apoyo para quienes deseen incorporarse a la producción de alimentos cuidando su 
salud y la del ambiente. De esa manera estaremos todos contribuyendo a la promoción 
de una agricultura sostenible. 
 
CONSTRUCCIONES ADECUADAS PARA LA HIDROPONÍA Y LA ORGANOPONÍA 
 
 
 
 
Al pensar en una construcción para cultivar plantas en sistemas hidropónicos y 
organopónicos se podría caer en el error de imaginar estructuras y hasta edificios 
sumamente caros y complejos. Afortunadamente esto no es así, pues la construcción 
puede ser tan sencilla y barata como la técnica para cultivar las plantas. 
 
Antes de construir la infraestructura es conveniente considerar lo siguiente: 
 
Localización 
 
Las construcciones deben ubicarse en un lugar llano o ligeramente inclinado para 
facilitar el libre tránsito de las personas, la entrada y salida de insumos así como el 
manejo postcosecha de la producción. 
Si el trabajo se va a realizar en un lugar al aire libre debe considerarse que sea llano, 
con buena cantidad y calidad de luz, poco ventoso, accesible todo el tiempo. Se debe 
contar con agua de buena calidad para realizar los riegos que sean necesarios. 
 
Viento 
 
Durante todo el año el viento debe ser suave a moderado, pues éste es un factor que 
incide directamente en las construcciones y en el desarrollo de las plantas. En lugares 
ventosos es importante construir barreras rompe-vientos para minimizar los daños tanto 
en la infraestructura como en las plantas. 
 
Drenaje 
 
El suelo donde se localiza la construcción debe tener buen drenaje. En caso contrario, 
se deben construir drenajes para evitar la acumulación de agua y los problemas que 
esto podría generar. 
 
Luz solar 
 
Las plantas necesitan cierta cantidad de luz para poder realizar el proceso de la 
fotosíntesis. Si la luz falta las plantas tendrán problemas con su crecimiento. Es 
importante buscar siempre un balance adecuado de luz, a fin de permitir el normal 
desarrollo de las plantas así como una producción aceptable y de calidad. Tan 
importante es la cantidad de luz que recibe la planta como la calidad de la misma. 
 
 
Agua 
 
Este recurso es fundamental, tanto en cantidad como en calidad. Deberá estar 
disponible todo el tiempo. 
 
 Orientación 
 
Siempre que sea posible, las construcciones deben orientarse en la dirección norte-sur 
y las siembras dentro de ellas en la misma dirección. De esa manera habrá un mejor y 
mayor aprovechamiento de la luz solar. 
 
 Lluvia 
 
Si el cultivo se siembra al aire libre, en sustratos sólidos, deberá hacerse en un lugar 
donde la lluvia no sea excesiva, ya que si esto ocurre la solución nutritiva que se 
aplique a las plantas se perderá rápidamente (Figura 1). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Figura 1. Cama para la siembra de plantas al aire libre 
 
 
Altura 
 
La altura de la construcción es fundamental para mantener la temperatura interna 
apropiada. Si la altura es mayor que la recomendada la temperatura interior bajará 
considerablemente. Si la altura es menor, se producirá un incremento interno de la 
temperatura que incidirá directamente en el crecimiento de las plantas. Es 
conveniente hacer pruebas preliminares en cada sitio específico a fin de verificar la 
altura apropiada de la construcción. 
 
Piso 
 
Puede ser de concreto, grava o cualquier otro material que permita el libre tránsito 
de los trabajadores y facilite el drenaje del agua. Si el piso es de tierra debe ser 
bien permeable al agua, a fin de evitar encharcamientos, humedad excesiva dentro 
de la construcción y proliferación de plagas. 
 
Techo 
 
El techo de la construcción debe ser de plástico o de cualquier otro material que 
permita el paso de la luz solar en forma óptima para el crecimiento de las plantas. 
En el mercado se venden diferentes materiales que se usan para ese fin. El plástico 
debe ser especial, capaz de filtrar los rayos ultravioleta, con un calibre adecuado 
para que resista la acción de los rayos solares y dure por lo menos tres años. 
 
Cobertura lateral 
 
En algunos lugares es necesario cubrir las paredes laterales con mallas especiales 
para impedir el paso de insectos, ácaros, pájaros y otros animales. Las mallas 
sirven también para regular la temperatura interna de la instalación y para reducir el 
efecto deshidratante que pudiera provocar el viento. 
 
Ventanas 
 
Dependiendo del diseño de la construcción y del sitio donde se instale, habrá 
necesidad de hacer ventanas en las paredes con el propósito de regular la 
temperatura interna. La cantidad y el tamaño de las mismas dependerá del clima 
imperante en el sitio de la construcción. Las ventanas podrán abrirse y cerrarse 
cada vez que se estime conveniente. 
 
 
Barreras con plantas repelentes 
 
Se recomienda sembrar plantas aromáticas alrededor de las construcciones con el 
propósito de repeler algunos insectos que eventualmente se podrían constituir en 
plagas. Los fuertes olores que despiden estas plantas, principalmente en horas de la 
mañana, no son atractivos para muchos insectos. Esta es una forma eficaz de 
combatir plagas sin contaminar el ambiente. Ejemplos de especies a usar son las 
siguientes: juanilama (Lippia alba), orégano (Lippia graveolens), albahaca (Ocimum 
basilicum), citronela (Cymbopogon nardus), incienso (Tetradenia riparia), zacate de 
limón (Cymbopogon citratus), menta criolla (Satureja viminea). 
 
 
Materiales de construcción 
 
Se requiere que sean de buena calidad. Es recomendable que, cuando se inicie un 
nuevo proyecto, se construya con materiales baratos para luego, con el correr del 
tiempo, realizar los ajustes requeridos. Algunas veces se cae en el error de construir, 
desde el principio, instalaciones muy costosas que luego tendrán que desarmarse y 
ajustarse de acuerdo con las condiciones climáticas de la región. Esto encarece los 
costos del proyecto y provoca frustración.Diseño 
 
El diseño puede ser tan variado como se desee, siempre y cuando cumpla con los 
requerimientos para una buena producción. Es preciso destacar que el diseño, 
cualquiera que sea, debe ser funcional, ajustarse a las condiciones climáticas del lugar 
y satisfacer los requerimientos de luz que las plantas necesitan (Figura 2). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Figura 2. Construcción con techo de plástico y sin cobertura a los lados 
NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS 
 
 
Las plantas necesitan nutrimentos esenciales para su normal desarrollo. De acuerdo 
con Villalobos y Killorn ( 2001), PPI (1998) y Bertsch (1998) éstos son los siguientes: 
 
 Elemento Símbolo químico 
 
Carbono C 
Hidrógeno H 
Oxígeno O 
Nitrógeno N 
Fósforo P 
Potasio K 
Calcio Ca 
Magnesio Mg 
Azufre S 
Zinc Zn 
Manganeso Mn 
Hierro Fe 
Cobre Cu 
Boro B 
Molibdeno Mo 
Cloro Cl 
 
 
El Carbono, el Hidrógeno y el Oxígeno las plantas los obtienen principalmente del aire y 
del agua. Son los llamados nutrimentos no-minerales. 
 
El Nitrógeno, el Fósforo y el Potasio son absorbidos del suelo en grandes cantidades, 
razón por la que se les llama nutrimentos primarios o elementos mayores. El Nitrógeno 
se puede obtener también de la atmósfera. 
 
El Calcio, el Magnesio y el Azufre las plantas los absorben en cantidades medias. 
Reciben el nombre de nutrimentos secundarios. 
 
Los elementos restantes, a saber: Zinc, Manganeso, Hierro, Cobre, Boro, Molibdeno y 
Cloro son indispensables para las plantas, no obstante requerirse en pequeñas 
cantidades. Estos son los llamados micronutrimentos. 
 
Existen algunos elementos que pueden ser beneficiosos para las plantas. Entre ellos 
están: Cobalto (Co), Silicio (Si), Sodio (Na). También existen elementos como el 
Aluminio (Al), el Plomo (Pb) y el Mercurio (Hg) que en concentraciones altas son 
tóxicos para las plantas. 
 
 
Nutrimentos esenciales y síntomas de deficiencia 
 
En el Cuadro 1 se presenta un breve resumen de las funciones de los nutrimentos 
esenciales en el desarrollo de las plantas, así como los síntomas de deficiencia que 
ellas presentan cuando estos nutrimentos no son suministrados en las cantidades 
adecuadas (Villalobos y Killorn, 2001; Arias, 2001; Russo, s.f.) 
 
 
Cuadro 1. Funciones de los nutrimentos esenciales y síntomas de deficiencia en 
las plantas. 
 
 
Nutrimento Funciones 
 
Síntomas de deficiencia 
 
 
 
 
 
 
Nitrógeno 
 
 
▪ Favorece el crecimiento de la 
planta 
▪ Aumenta el tamaño y la 
calidad del fruto 
▪ Favorece la fotosíntesis, la 
respiración y la síntesis de 
aminoácidos y proteínas 
▪ Indispensable en la floración 
de la planta y en la 
fructificación 
▪ Confiere color verde al follaje 
 
 
 
 
▪ Las hojas basales (hojas 
viejas) se tornan amarillentas 
▪ Los frutos son más pequeños 
y maduran lentamente 
▪ La planta reduce el 
crecimiento vegetativo 
▪ Los rendimientos son 
menores 
 
 
 
 
 
 
 
Fósforo 
 
 
 Favorece el crecimiento de las 
raíces y de la parte aérea de la 
planta 
 Favorece la fructificación y la 
maduración de los frutos 
 Es necesario para la 
transferencia y el 
almacenamiento de energía en 
la planta 
 Evita la caída de la planta 
 Aumenta la eficiencia del uso 
de agua 
 Aumenta la resistencia a 
plagas 
 
 
 
▪ Las hojas adultas y sus 
nervaduras presentan una 
coloración rojiza 
▪ La semilla tiene problemas 
para formarse 
▪ El fruto es de mala calidad 
▪ Las hojas se mueren 
lentamente (de arriba hacia 
abajo) 
▪ Los frutos maduran 
lentamente 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Potasio 
 
 
 
▪ Participa en la formación de 
azúcares, almidones, síntesis 
de proteínas y división celular 
▪ Ayuda a que la planta no se 
acame (caiga) 
▪ Aumenta la resistencia a las 
plagas 
▪ Mantiene la turgencia de la 
planta 
▪ Esencial para muchos 
sistemas enzimáticos 
 
 
 
▪ Las hojas se deforman y 
enrollan 
▪ La raíz tiene poco desarrollo 
▪ Las hojas viejas presentan 
clorosis (color amarillo) en los 
bordes y posteriormente 
necrosis (muerte) 
▪ Las hojas son más 
susceptibles de ser atacadas 
por plagas 
 
 
 
 
 
Calcio 
 
▪ Estimula el crecimiento de la 
raíz 
▪ Ayuda a la formación de la 
pared celular 
▪ Permite un mejor desarrollo de 
las flores y de los frutos 
▪ Regula la absorción y el 
transporte de nutrimentos 
▪ Favorece la formación de la 
semilla 
 
▪ Escaso crecimiento de la raíz 
▪ Caída de botones florales, 
flores y frutos 
▪ Las hojas terminales y los 
frutos pequeños se deforman 
▪ La yema terminal se muere y 
el crecimiento se retrasa 
▪ Escasa producción de 
semillas 
 
 
 
 
 
Magnesio 
 
▪ Ayuda a que la absorción del 
Fósforo sea más eficiente 
▪ Favorece el color verde de la 
hoja 
▪ Permite una mejor y mayor 
germinación de la semilla 
▪ Activa algunos procesos 
enzimáticos 
▪ Importante para la síntesis de 
clorofila 
 
▪ Las hojas viejas presentan 
una coloración amarillenta, 
bronceada o rojiza 
▪ Las venas de las hojas tienen 
coloración verde 
▪ Las hojas caen 
▪ Los frutos no cuajan 
 
 
 
 
Azufre 
 
▪ Estimula crecimiento de raíces 
▪ Favorece la formación de pro- 
teínas, clorofila, carbohidratos, 
grasas. 
▪ Estimula crecimiento vegetati- 
vo y producción de frutos 
▪ Ayuda a formar nódulos fijado- 
res de Nitrógeno en plantas de 
▪ Las hojas jóvenes se tornan 
amarillentas 
▪ Lento crecimiento de la planta 
▪ Las venas de las hojas 
resaltan en el envés 
 
 
la familia Fabaceae 
 
 
 
 
Hierro 
 
▪ Es muy importante en la 
síntesis de la clorofila y de las 
proteínas 
▪ Esencial en el proceso de la 
fotosíntesis y de la respiración 
▪ Participa en procesos de 
transferencia de energía 
 
▪ Las hojas jóvenes presentan 
clorosis (color amarillo) 
▪ Las hojas muestran áreas 
necróticas grandes y se 
desprenden de la planta 
▪ Se reduce el crecimiento de la 
planta 
▪ Desprendimiento de frutos 
 
 
 
 
Cobre 
 
▪ Importante en procesos de 
oxidación y reducción 
▪ Participa en la formación de la 
clorofila y en el proceso de la 
fotosíntesis 
▪ Promueve la formación de la 
vitamina A 
 
▪ Las plantas tienen problemas 
con la floración 
▪ Las hojas pierden turgencia 
(se marchitan) y se tornan 
azul-verdosas 
▪ Las hojas desarrollan un color 
amarillo (clorosis) y se 
enrollan 
▪ Las plantas se quedan 
pequeñas 
 
 
 
 
Manganeso 
 
▪ Ayuda en la síntesis de 
clorofila 
▪ Catalizador en las reacciones 
de oxidación-reducción 
▪ Participa en la síntesis de 
proteínas y en la formación de 
ácido ascórbico 
▪ Acelera la germinación de la 
semilla y la madurez del fruto 
 
▪ Color amarillo entre las venas 
de las hojas jóvenes 
▪ Las hojas pueden ser 
delgadas y grandes 
▪ Muerte descendente de 
ramas 
 
 
 
 
Zinc 
 
▪ Necesario para producir 
clorofila e hidratos de carbono 
▪ Ayuda a las sustancias de 
crecimiento y a los sistemas 
enzimáticos de la planta 
 
▪ Manchas cloróticas en el área 
intervenal de la hoja 
▪ Se retrasa el crecimiento 
 
 
 
Boro 
 
▪ Importante para la germinación 
del polen y el crecimiento del 
tubo polínico 
▪ Esencial para la formación de 
las paredes celulares 
 
▪ Atrofia de la planta 
▪ División celular anormal 
▪ El crecimiento terminal 
muestra decoloración y la 
“palmilla” o “roseta” 
▪ Muerte descendente de la 
▪ Importante en la formación de 
proteínas 
 
planta 
▪ Las hojas presentan 
consistencia coriácea (cuero ) 
y pérdida de turgencia 
▪ Los frutos pueden mostrar 
rajaduras y necrosis 
 
 
 
 
Molibdeno 
 
▪ Importante en la fijación del 
Nitrógeno atmosférico por 
parte de microorganismos del 
suelo 
▪ Necesario para convertir el 
fósforo inorgánico a formas 
orgánicas en la planta 
▪ Importante para ayudar a las 
fabáceas (leguminosas) a 
formar nódulos 
 
▪ En las hojas intermedias y 
viejas se observan los ápices 
necróticos y cloróticos 
▪ No hay flores y, si llegan a 
formarse, se desprendensin 
producir frutos 
 
 
 
 
Cloro 
 
▪ Activa varios sistemas 
enzimáticos 
▪ Participa en las reacciones 
energéticas de la planta 
▪ Contribuye al transporte de 
iones como el Potasio, el 
Calcio y el Magnesio 
▪ Ayuda a controlar la pérdida de 
agua por las hojas 
 
 
▪ Varían de acuerdo con el 
cultivo 
▪ En lechuga produce marchitez 
y moteado en las hojas así 
como raíces muy fibrosas 
▪ En tomate se producen 
manchas en el ápice de las 
hojas, clorosis bronceada y 
necrosis en los bordes de las 
hojas 
 
Bibliografía 
Arias, A. 2001. Suelos tropicales. San José, CR. EUNED. 188 p. ISBN 9968-31-092-1 
 
Bertsch, F. 1998. La fertilidad de los suelos y su manejo. San José, C.R. 
Asociación Costarricense de la Ciencia del Suelo. 157 p. ISBN 9968-9780-0-0 
 
Potash and Phosphate Institute (PPI). 1998. Manual de Fertilidad de los suelos. 
Atlanta, Georgia, USA. PPI. 85 p. 
 
Russo, R. sf. Notas sobre Fisiología Vegetal: nutrición mineral. Curso Ciencias 
Naturales II (parte 2). Universidad EARTH, Guácimo, Costa Rica. 
 
Villalobos, E. y Killorn, R. 2001. Nutrición mineral. In Fisiología de la producción de los 
cultivos tropicales: procesos fisiológicos básicos. Fascículo 1. Ed. de la Universidad 
de Costa Rica. San José, C. R. pp.159-198. ISBN 9977-67-676-3 
 LA SOLUCIÓN NUTRITIVA HIDROPÓNICA 
 
Es aquella que provee a la planta los elementos minerales necesarios para su 
adecuado desarrollo. Al momento de su preparación y de su aplicación es conveniente 
tomar en consideración los factores siguientes: 
 
 Temperatura 
 
Si la solución nutritiva se agrega fría (menos de 18 oC) la absorción de los nutrimentos 
por parte de las raíces es menor. Si se agrega caliente (mayor de 30 oC) la tasa de 
absorción de nutrimentos también es menor. La temperatura ideal para agregar la 
solución nutritiva oscila entre 18 oC y 30 oC para la mayoría de los cultivos que crecen 
en las regiones tropicales. 
 
 Oxígeno 
 
Si no hay suficiente oxígeno en la solución las plantas van a carecer de este elemento 
y en poco tiempo podrían morir. También podrían proliferar algunos hongos que 
atacan la raíz (ej. Pythium). Las soluciones nutritivas frías contienen más oxígeno que 
las calientes, aspecto que deberá tomarse en cuenta al momento de agregar el líquido. 
 
 pH 
 
Este factor es clave para lograr una buena producción hidropónica. Se refiere al grado 
de acidez o de alcalinidad presente en una solución hidropónica. Se dice que la 
solución es ácida si su pH está por debajo de 7,0, es alcalina cuando ese valor es 
superior a 7,0 y es neutra cuando su medida es de 7,0. 
La mayoría de las especies de plantas se comportan mejor cuando el pH del sustrato 
oscila entre 5,5 y 6,5. Si los valores de pH son inferiores o superiores a ese rango, 
algunos minerales no serán absorbidos por las plantas, presentándose carencias 
nutricionales que afectarán el crecimiento. 
 
 Aguas duras 
 
Son aquellas que tienen niveles altos de Calcio, Magnesio y Bicarbonatos. Al momento 
de preparar la solución nutritiva es necesario considerar este factor, pues podría 
provocar un aumento del pH por encima de lo normal y provocar toxicidad. Además, 
los niveles de Calcio y de Magnesio serán excesivamente altos, provocando 
intoxicaciones en las plantas. 
 
 
 Conductividad eléctrica (CE) 
 
Mide la capacidad que tiene un material para conducir la corriente eléctrica. En el caso 
de las soluciones hidropónicas, mide la cantidad de sales disueltas en ellas y constituye 
un indicador de la disponibilidad de nutrimentos para las plantas. 
A la CE también se le llama Factor de Conductividad (FC) y se mide en miliohm/cm 
(mohm/cm) o en miliSiemens/cm (mS/cm). Por lo general se acepta que 1mS/cm es 
igual a 10 FC. Otra medida de la CE es ppm (partes por millón) y se acepta que 
1CE=0,64 ppm, aproximadamente. Los niveles de CE son diferentes para cada cultivo. 
Se debe recordar que el agua pura no conduce la corriente eléctrica, pero cuando se le 
agrega una sal, ella tiene la capacidad de conducir. En la Figura 3 se ilustra la forma 
de medir la CE y el pH de la solución hidropónica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Figura 3. Medida de la CE y del pH de la solución hidropónica 
 
 
 Soluciones nutritivas comerciales 
 
Existen muchas soluciones nutritivas estándares que se consiguen en los 
establecimientos comerciales. Son fáciles de usar puesto que ya vienen preparadas. 
Por lo general se venden en dos envases separados. Una de ellas se llama “solución 
hidropónica mayor” en tanto que la otra “solución hidropónica menor”. Basta seguir las 
instrucciones dadas en la etiqueta para aplicarlas correctamente a los cultivos 
sugeridos. 
 
 
Preparación de las soluciones nutritivas 
 
Para que las plantas puedan crecer y producir satisfactoriamente, es necesario 
proveerles los elementos minerales que ellas requieren. Una solución nutritiva bien 
balanceada satisface la demanda de nutrimentos que las plantas necesitan en las 
diferentes etapas de su desarrollo. De ahí que sea indispensable aprender a preparar 
la solución nutritiva que se aplicará a las plantas. Para ello es necesario contar con la 
materia prima apropiada y realizar las mezclas de tal manera que los nutrimentos 
esenciales estén presentes en las cantidades adecuadas. Cualquier persona 
interesada puede formular sus propias soluciones nutritivas teniendo en consideración 
los aspectos siguientes: 
 
▪ adicionar apropiadamente los nutrimentos esenciales que las plantas requieren 
(previamente se debe experimentar con cada especie que se desee producir). 
 
▪ mantener el pH dentro del rango recomendado. 
 
▪ balancear los nutrimentos tomando en consideración las condiciones climáticas 
del lugar, el sustrato a utilizar y el agua empleada en la solución. 
 
Algunas sales minerales empleadas en la preparación de las soluciones nutritivas 
hidropónicas se mencionan a continuación: 
 
- Nitrato de potasio - Nitrato de sodio 
- Nitrato de amonio - Sulfato de hierro 
- Sulfato de magnesio (sal de Epson) - Sulfato de potasio 
- Superfosfato simple - Sulfato de cobre 
- Fosfato de amonio - Sulfato de zinc 
- Sulfato de amonio - Cloruro de potasio 
- Superfosfato triple - Fosfato monoamónico 
- Sulfato de calcio 
 
 
 
Usos de las soluciones nutritivas 
 
Una solución hidropónica que ha dado buenos resultados en la Universidad EARTH es 
la que se detalla a continuación: 
 
a. Solución concentrada mayor (A) (Volumen final 5 litros) 
 
Pesar, por separado, las cantidades de fertilizantes que se indican a continuación: 
 
• Nitrato de potasio (13-2-44)…...………………………… 550 gramos 
• Sulfato de amonio ………………………… ……………. 350 gramos 
• Superfosfato triple ……………………………………….. 180 gramos 
 
Preparación 
- En un recipiente disolver el superfosfato triple en medio litro de agua. 
- En otro recipiente agregar 1 litro de agua y adicionar el nitrato de potasio 
agitándolo constantemente hasta que se disuelva por completo. 
- Mezclar el nitrato de potasio con el superfosfato triple. 
- En otro recipiente agregar medio litro de agua y el sulfato de amonio, agitando 
constantemente hasta lograr que todo el fertilizante se disuelva. Agregar esta 
solución al recipiente que contiene el superfosfato triple y el nitrato de potasio 
disueltos. Agitar vigorosamente. 
- Agregar agua hasta completar un volumen de 5 litros. 
- Tapar la solución y almacenarla en un lugar fresco y oscuro,debidamente 
identificada. 
 
b. Solución concentrada menor (B) (Volumen final 5 litros) 
 
En 1 litro de agua disolver los productos químicos en la cantidad y el orden que se 
menciona a continuación, agitando vigorosamente para lograr su completa disolución: 
 
• Sulfato de magnesio…………………………………………….. 550,0 gramos 
• Sulfato de hierro…………………………………………………. 42,5 gramos 
• Solución de micronutrimentos (*)……………………………… 1,0 litro 
• Ajustar el volumen de agua……………………………………. 5,0 litros 
 
Preparación 
 
(*) Para preparar 5 litros de solución de micronutrimentos se debe proceder a 
mezclar los productos químicos siguientes: 
 
 * 25,0 gramos de sulfato de manganeso 
 * 15,0 gramos de ácido bórico 
 * 8,5 gramos de sulfato de zinc 
 * 5,0 gramos de sulfato de cobre 
 * 1,0 gramo de molibdato de sodio 
 * 5,0 litros de agua 
 
 
 
c. Solución hidropónica completa (A + B) 
Por cada litro de agua se debe agregar 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) 
y 2,5 mililitros de la solución concentrada menor (B). Se debe agitar vigorosamente 
para que la mezcla sea homogénea. Inmediatamente después de realizada la mezcla 
se debe aplicar a las plantas. 
. 
Aplicación de la solución hidropónica completa 
El volumen de solución nutritiva completa a aplicar por metro cuadrado varía entre 2,0 
a 3,0 litros, dependiendo del desarrollo de las plantas y del clima imperante en el lugar 
de producción. 
 
 
a. Aplicación en semilleros que crecen en sustrato sólido 
 
Se utiliza 2,5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 1,3 mililitros de la 
solución concentrada menor (B) en un litro de agua. Esto es debido a que las plantas 
están muy pequeñas y podrían quemarse si se les aplica la dosis completa. Con 1 litro 
de solución se pueden regar aproximadamente 1,0 a 2,0 metros cuadrados. En la 
Figura 4 se muestra la aplicación de la solución nutritiva a plántulas que crecen en 
semilleros. 
 
 
b. Aplicación en plantas que crecen en sustrato sólido 
 
Al momento del trasplante se aplica el fertilizante granulado 10-30-10 a razón de 3 
gramos por planta, alrededor de la misma. En los días posteriores y hasta el día 
anterior a la cosecha, se aplicarán 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 
2,5 mililitros de la solución concentrada menor (B) mezclados en 1 litro de agua. Cada 
planta debe recibir aproximadamente 100 mililitros de solución. La aplicación debe 
realizarse con regadera o con un recipiente apropiado desde que aparece la primera 
hoja verdadera. 
 
 
 
 Figura 4. Aplicación de la solución hidropónica en semilleros 
 
 
 
c. Aplicación en forraje verde hidropónico 
 
La dosis recomendada es de 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 2 
mililitros de la solución concentrada menor (B) disueltos en 4 litros de agua. La 
solución nutritiva se aplica a partir del día 4 y concluye el día 7. Posteriormente solo se 
aplica agua hasta la cosecha (12 días). 
 
 
d. Aplicación en raíz flotante 
 
En este caso el sustrato es el agua. Para calcular la cantidad de solución nutritiva 
completa a agregar se procede de la manera siguiente: 
 
- Medir el volumen de agua a utilizar. Por cada litro de agua agregar 5 mililitros de 
solución concentrada mayor (A) y 2 mililitros de solución concentrada menor (B). 
Cada vez que se agregan las soluciones concentradas se debe agitar 
vigorosamente hasta disolver. 
- Si en el sistema de raíz flotante el agua no recircula, ésta se debe agitar al 
menos cuatro veces al día para facilitar la aireación de las raíces. 
 
 
Frecuencia de aplicación 
 
La solución nutritiva debe aplicarse todos los días. En algunos casos, dependiendo de 
las condiciones climáticas, es necesario hacer la aplicación tanto en la mañana como 
en la tarde. El agua que se utilice debe ser de buena calidad. 
En el sistema de raíz flotante se debe agregar la solución nutritiva cada vez que se 
presenten cambios en el volumen de la solución, en la CE y en el pH. 
 
 
Recomendaciones 
 
• Nunca mezclar la solución concentrada mayor (A) con la solución concentrada 
menor (B) sin la presencia de agua. Primero se debe verter la solución 
concentrada mayor (A) en el agua y luego la solución concentrada menor (B). 
 
• De ser necesario, las soluciones concentradas mayor (A) y menor (B) deben 
guardarse en un lugar seco, fresco y oscuro, en recipientes separados, 
debidamente tapados e identificados. 
 
• Preparar todos los días únicamente la solución hidropónica que se va a utilizar. 
 
 
Otras soluciones hidropónicas 
 
 Si se desea utilizar otra solución hidropónica distinta a la mencionada anteriormente, la 
desarrollada por técnicos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura 
y la Alimentación (FAO, 2000) es una alternativa viable. Consiste en preparar, por 
separado, las soluciones concentradas mayor y menor tal y como se indica a 
continuación: 
 
a. Solución concentrada mayor (A) (Volumen final 10 litros) 
 
- Pesar en una balanza, por separado, las sales siguientes: 
 
• 340 gramos de fosfato monoamónico 
 
• 2080 gramos de nitrato de calcio 
 
• 1100 gramos de nitrato de potasio 
- Medir 6 litros de agua y colocarlos en un recipiente de plástico. 
 
- Colocar dentro del recipiente con agua los 340 gramos de fosfato monoamónico 
y disolverlos. Seguidamente se agregan los 2080 gramos de nitrato de calcio y 
disolverlos. Finalmente se agregan los 1100 gramos de nitrato de potasio y se 
disuelven. Para facilitar la mezcla de las sales se debe agitar constantemente la 
solución teniendo el cuidado de no derramar el líquido. 
 
- Agregar el agua restante hasta completar los 10 litros. Agitar vigorosamente y 
verificar que todas las sales están completamente disueltas. 
 
- Tapar el recipiente, identificarlo y guardarlo en un lugar fresco y seco. 
 
 
b. Solución concentrada menor (B) (Volumen final 4 litros) 
 
- Pesar en una balanza, por separado, los productos químicos que se mencionan 
a continuación: 
 
• 492 gramos de sulfato de magnesio 
• 0,48 gramos de sulfato de cobre 
• 2,48 gramos de sulfato de manganeso 
• 1,20 gramos de sulfato de zinc 
• 6,20 gramos de ácido bórico 
• 0,02 gramos de molibdato de amonio 
• 50 gramos de quelato de hierro 
 
- Medir 2 litros de agua y colocarlos en un recipiente de plástico. 
 
- Agregar al recipiente con agua los productos químicos en el orden siguiente: 
sulfato de magnesio, sulfato de cobre, sulfato de manganeso, sulfato de zinc, 
ácido bórico, molibdato de amonio y quelato de hierro, agitando constantemente. 
Cada vez que se agrega un producto químico es necesario verificar que el 
anterior está totalmente disuelto. 
 
- Agregar el agua restante hasta completar los 4 litros. Agitar vigorosamente 
hasta verificar que todas las sales están completamente disueltas. 
 
- Tapar, identificar y guardar en un lugar fresco. 
 
 
 
c. Solución hidropónica completa (A+B) 
 
Teniendo las soluciones hidropónicas concentradas mayor (A) y menor (B) 
debidamente preparadas, se procede a preparar la solución nutritiva completa que se 
aplicará a las plantas sembradas en los sustratos sólidos. Las cantidades 
recomendadas son las siguientes: 
 
A 1 litro de agua agregar 5 mililitros de la solución concentrada mayor (A) más 
2 mililitros de la solución concentrada menor (B). En los semilleros se debe aplicar la 
mitad de esta dosis 
 
 
Bibliografía 
 
FAO, Oficina Regional de Producción Vegetal. 2000. Hidroponía escolar: solución 
nutritiva. Ed. Juan Izquierdo. Oficina Regional de la FAO para América Latina y el 
Caribe. pp. 22-32. 
 
 
 
 
 
SUSTRATOS PARA CULTIVOS HIDROPÓNICOS 
 
En la Hidroponía se utilizan diferentes materiales para favorecer el crecimiento de las 
plantas. A esos materiales se les llama sustratos y su función principal es darle 
sosténa las plantas, retener el agua y los nutrimentos necesarios para el adecuado 
crecimiento de ellas así como facilitar la aireación de las raíces. 
 
Para que un material sea considerado como sustrato sólido hidropónico debe reunir las 
características siguientes: 
 
• Inerte. No debe contener residuos de materia orgánica. Tampoco macro ni 
microorganismos. No debe reaccionar a la adición de la solución nutritiva. 
 
• Buen drenaje. Debe retener la humedad de tal manera que las plantas crezcan 
bien y debe facilitar el paso del exceso de agua. De esa manera las plantas 
siempre dispondrán de la cantidad de agua necesaria para su normal 
crecimiento. 
 
• Buena aireación. Debe facilitar la aireación de las raíces y el crecimiento de las 
mismas. Con ello se logra un buen desarrollo de las plantas. 
 
• Reutilizable. Debe permitir su reutilización, una vez lavado y desinfectado, para 
disminuir los costos de producción. 
El sustrato hidropónico debe ser barato y fácil de conseguir. Preferiblemente debe ser 
un recurso abundante en el lugar donde se realiza la producción hidropónica. Para ello 
se requiere investigar cuáles materiales son los mejores y están disponibles para 
utilizarlos como sustratos. 
 
 
Preparación del sustrato 
 
Antes de utilizar cualquier sustrato es necesario lavarlo con agua limpia y desinfectarlo. 
Es necesario eliminar todos los residuos de materia orgánica como raíces, frutos, 
hojas, tallos, restos de animales y otros. También es necesario eliminar el suelo. 
 
Una vez que el sustrato está limpio, se deberá colocar en los recipientes o 
contenedores donde se va a realizar la siembra. 
 
Las plantas se podrán sembrar inmediatamente después de lavado y desinfectado el 
sustrato. En la Figura 5 se muestra la mezcla de un sustrato sólido preparado con 
carbón vegetal, fibra de coco y cascarilla de arroz. 
 
 
 
 
Figura 5. Sustrato sólido hidropónico listo para ser utilizado. 
 
Reutilización del sustrato 
 
Un aspecto importante a considerar en la elección del sustrato es que se pueda 
reutilizar tantas veces como sea posible. De esa manera se podrán reducir los costos 
de producción. 
 
Cada vez que se reutilice el sustrato, es estrictamente necesario eliminar todos los 
residuos de la cosecha anterior así como lavarlo y desinfectarlo cuidadosamente, de 
tal manera que se puedan sembrar otras plantas sin que haya riesgo de plagas o de 
intoxicación. 
 
Es deseable que cada vez que se reutilice un sustrato se cambie también la especie 
cultivada, a fin de favorecer el manejo integrado de las plagas (rotación de cultivos). 
 
Se recomienda mezclar bien el sustrato a reutilizar para favorecer su limpieza y 
aireación. 
 
 
 
Limpieza y desinfección del sustrato 
 
La desinfección se puede realizar con agua hirviendo o con una solución de Hipoclorito 
de Sodio al 0,5-1,0%. En el primer caso el agua se agrega al sustrato hasta inundarlo y 
dejar que el agua se enfríe. En el segundo caso el sustrato se inunda con la solución y 
se deja en reposo por aproximadamente una hora, al cabo de la cual se procede a 
lavar el sustrato con abundante agua limpia para eliminar el exceso de Cloro. En 
algunos casos basta con lavar bien el sustrato con abundante agua limpia. 
La limpieza y la desinfección del sustrato se realizan cada vez que se siembra un 
nuevo cultivo y se reutiliza tantas veces como sea posible. 
 
 
 
Sustratos utilizados 
 
Algunos sustratos utilizados en la producción hidropónica son los siguientes: 
 
 Agua. Es un sustrato líquido. Debe ser limpia y de buena calidad. 
 
 Arena de río. Debe lavarse bien antes de usarla para eliminar el suelo y otros 
contaminantes que pudiera tener. 
 
 Aserrín. Debe desinfectarse muy bien antes de usarlo. Para ello se debe hervir 
en agua por 10-15 minutos y eliminar el líquido restante. Hay que considerar 
que algunas maderas tienen resinas tóxicas, dañinas para el crecimiento de las 
plantas. Además, la descomposición del aserrín genera problemas con el 
drenaje y la aireación. 
 
 Carbón vegetal. Es una buena fuente de energía para el crecimiento de las 
plantas. Es liviano, alto en Boro y de lenta descomposición. Su desventaja 
estriba en que es caro. 
 
 Cascarilla (granza) de arroz. Tiene alto contenido de Silicio y su 
descomposición es lenta. Es liviano, facilita la aireación y el drenaje. Tiene 
problemas para retener agua. 
 
 Fibra de coco. Retiene la humedad y facilita la aireación. Es liviana y fácil de 
manejar. Permite un buen crecimiento de las raíces. Su descomposición es 
relativamente rápida, lo que desfavorece el drenaje y la aireación. 
 
 Piedra. La piedra pequeña así como la utilizada en construcción (cuarta, quinta) 
funciona bien como sustrato para el crecimiento de las plantas. Tiene la ventaja 
de que facilita la aireación de las raíces. La desventaja es que no retiene los 
nutrimentos. 
 
 
Mezcla de sustratos 
 
En los cultivos hidropónicos es posible utilizar los sustratos puros o la mezcla de 
dos o tres de ellos. La proporción de la mezcla dependerá del tipo de cultivo, el 
ambiente donde se cultiva (abierto o cerrado) y la disponibilidad de los 
materiales. 
 
Algunos sustratos que han dado buenos resultados en la Universidad EARTH 
son los siguientes: 
 
• Arena de río (lavada con agua). 
• Arena de río + cascarilla de arroz + carbón vegetal (50% + 30% + 20%) 
• Arena de río + carbón vegetal (70% + 30%) 
• Cascarilla de arroz + fibra de coco + carbón vegetal (50% + 30% + 20%) 
 
En esos sustratos se han logrado cultivar plantas como lechuga (Lactuca sativa), 
culantro (Coriandrum sativum), culantro coyote (Eryngium foetidum), pak-choi (Brassica 
chinensis), mostaza (Brassica juncea), albahaca (Ocimum basilicum), cebollino (Allium 
schoenoprassum), tomate (Lycopersicon esculentum), chile picante (Capsicum 
frutescens), apio (Apium graveolens), pepino (Cucumis sativus), melón (Cucumis melo), 
sandía (Citrullus lanatus). 
 
 
 
 
 
 
 LA GERMINACIÓN Y MANIPULACIÓN DE LAS SEMILLAS 
 
 
Antes de establecer los semilleros es conveniente hacer algunas consideraciones de 
interés relacionadas con las semillas. Entre ellas están las siguientes: 
 
 
 ¿Qué es una semilla? 
 
La semilla es el óvulo fecundado de una planta con flor que contiene un embrión, una 
cubierta y un endosperma (no siempre). Este último es el tejido del cual se nutre la 
semilla durante su proceso de germinación (Goldbach, 1980; Mayer y Poljakoff-Mayber, 
1982). Desde el punto de vista de un agricultor, una semilla es, además de la 
consideración anterior, toda aquella estructura de la planta que sirve para la 
propagación de la misma (p.e. raíces, tallos, hojas, bulbos, rizomas, estacas, otros). 
Así, la semilla es el órgano que le sirve a la planta no solo para propagarse sino 
también para perpetuarse en el tiempo. 
 
 
 Manipulación de la semilla 
 
Por ser un organismo vivo y frágil la semilla debe manipularse con mucho cuidado. 
Cualquier maltrato que sufra, por leve que sea, incidirá directamente en su germinación 
y en el posterior desarrollo de la planta. 
 
 
 
 Características de una buena semilla 
 
Las semillas destinadas a la propagación de las plantas deben ser viables, vigorosas y 
con capacidad para germinar. 
 
• Viabilidad. Se dice que una semilla es viable si está viva y tiene 
capacidad para germinar. Esta condición puede ser determinada 
mediante pruebas de germinación o análisis bioquímico. 
 
• Vigor. Es la condición de la semilla que permite una emergencia rápida y 
uniforme, así como el posterior desarrollo de plántulas normales en un 
amplio rango de condiciones de campo. 
 
• Germinación. Es la emergencia y desarrollo de aquellas estructuras 
esenciales que permiten producir una planta normal bajo condiciones 
favorables. 
 
 
 Etapas en la germinación de la semilla 
 
 De acuerdo con Goldbach (1980) para que una semilla germine debe cumplir con los 
requisitos siguientes: 
 
a. Absorciónde agua (imbibición) 
 
El agua se absorbe a través de las aberturas naturales localizadas en la cubierta de la 
semilla (cáscara) y se difunde a través de los tejidos. Las células se hinchan, hay 
aumento de volumen y la cubierta se hace más permeable al Oxígeno y al Dióxido de 
Carbono. 
 
b. Activación enzimática 
 
El agua absorbida en los tejidos activa sistemas enzimáticos los cuales facilitan la 
transferencia de nutrimentos desde los cotiledones o el endosperma hasta los puntos 
de crecimiento del embrión. Además, los sistemas enzimáticos ayudan en la síntesis 
de nuevos materiales. 
 
c. Crecimiento del embrión 
 
La síntesis de nuevos materiales permite que el embrión vaya creciendo poco a poco, a 
expensas de los tejidos de reserva (cotiledones, endosperma). Una vez que la plántula 
está bien desarrollada es capaz de sintetizar su propio alimento. 
 
d. Ruptura de la cubierta (cáscara) 
 
Cuando la semilla absorbe agua y las estructuras internas crecen y presionan hacia 
afuera, la cubierta de la semilla se rompe dando lugar a la salida de los puntos de 
crecimiento. Comúnmente, la raíz primaria (radícula) es la primera en salir. 
 
e. Establecimiento de la plántula 
 
La plántula empieza a establecerse cuando comienza a absorber agua y a fotosintetizar 
por sí misma. Es en este momento cuando el proceso de germinación termina. 
 
 
 Requerimientos para la germinación de la semilla 
 
Mayer y Poljakoff-Mayber (1982) afirman que una semilla podrá germinar si cumple con 
los requisitos siguientes: 
 
a. Madurez. La semilla germinará únicamente si ha completado su desarrollo. 
Semillas inmaduras no germinan. Semillas muy viejas tampoco lo harán. 
 
b. Factores ambientales. Entre los más importantes están: 
 
- Agua. Si no hay agua la semilla no podrá germinar y puede ocurrir su muerte o 
 entrar en un periodo de latencia (reposo). 
 
- Gases. El Oxígeno (O2) es requerido por las semillas para germinar, en tanto 
que el Dióxido de Carbono (CO2) tiene un efecto detrimental en la 
germinación si su concentración es alta. En concentraciones altas el CO2 
favorece la longevidad de las semillas almacenadas. 
 
- Temperatura. La respuesta dependerá de la especie, del cultivar, el lugar donde 
crece la planta, entre otros. La temperatura óptima para la mayoría de las 
especies está entre 15 °C y 30 °C. 
 
- Luz. Tanto la calidad como la cantidad de luz afectan la germinación de muchas 
semillas. Algunas especies no requieren mucha luz, en tanto que otras son 
sensibles a ese factor. 
 
 
 
 Desempacado de las semillas 
 
Con mucha frecuencia se desempacan y siembran inmediatamente las semillas que se 
compran en los establecimientos comerciales, sin tomar en consideración los cambios 
de temperatura, humedad relativa, luz y oxígeno que necesariamente afectan la 
germinación. Antes de sembrar las semillas es preciso extenderlas en un papel 
húmedo por un periodo aproximado de 24 horas, a fin de permitir que las mismas se 
vayan adaptando paulatinamente a los cambios del ambiente (aclimatación de las 
semillas). De esa manera se reduce el deterioro y se conserva el vigor de las semillas. 
Si por alguna razón no se utiliza todo el lote de semillas, el resto debe ser reempacado 
en un envase hermético y almacenado para su conservación en una cámara fría entre 
5 °C y 8 °C, aproximadamente. Cuando se requiera utilizar otra vez las semillas, se 
deberá repetir el procedimiento descrito anteriormente. 
 
 
 
 Cámara de germinación de semillas 
 
Es recomendable colocar las semillas en un lugar cubierto, donde la temperatura y la 
humedad no varíen considerablemente. Se puede construir una sencilla cámara de 
germinación como la que se muestra en la Figura 6. Para ello se requieren unos 
pedazos de madera u otro material y forrar la cámara con un plástico transparente, a fin 
de mantener la temperatura y la humedad relativa adecuadas para la germinación de 
las semillas. Se debe tener la precaución de que una de las paredes quede removible, 
con el propósito de tener fácil acceso a los materiales que están en el interior de la 
cámara. Otra opción consiste en poner las semillas sobre un papel absorbente húmedo 
y meterlo dentro de una bolsa de plástico transparente bien cerrada, cuidando de que 
el papel no se seque para que la germinación de las semillas no se interrumpa. 
 
 
 
 Figura 6. Cámara de germinación de semillas 
 
 
Bibliografía 
 
Goldbach, H. 1980. Conservación de colecciones de semillas. CATIE, Turrialba, 
Costa Rica. Unidad de Recursos Genéticos-Convenio CATIE/GTZ. 42 p. 
 
Mayer, A. Y Poljakoff-Mayber, A. 1982. The germination of seeds. Third edition. 
Pergamon Press. Oxford, England. 211 p. ISBN 0-08-028853-7. 
 
SEMILLEROS PARA CULTIVOS HIDROPÓNICOS 
 
 Sustratos 
 
Un buen sustrato para semilleros es aquel que permite el normal desarrollo de las 
plántulas así como un rápido crecimiento de las mismas. Entre esos sustratos están 
los siguientes: 
- Arena de río lavada (70%) + carbón vegetal triturado (30%) 
- Arena de río lavada (50%) + carbón vegetal triturado (30%) + cascarilla de arroz 
(20%) 
En cada vivero es necesario realizar las mezclas apropiadas para verificar cuáles son 
las mejores, a fin de seleccionarlas como sustratos para los semilleros. 
 
 Llenado de las bandejas 
 
El primer paso es agregar suficiente agua al sustrato hasta que quede bien hidratado. 
Seguidamente se esparce sobre la bandeja hasta llenar todos los hoyos. Luego se 
presiona con un rodillo de madera o con la mano (mano extendida, nunca con la yema 
de los dedos para evitar compactación) para asegurar que todos los hoyos han 
quedado llenos. Luego se retira el exceso de sustrato y se procede a regar con agua 
limpia. Si algún hoyo no ha quedado completamente lleno, se procede a agregar más 
sustrato y más agua. 
 
 Siembra de las semillas en las bandejas 
 
Es altamente recomendable hacer los semilleros en bandejas que tienen hoyos 
individuales, como las que se muestran en la Figura 7. De esa manera se facilitará el 
manejo de las plántulas y no se lastimarán las raíces. Además, la adaptación de las 
plántulas al nuevo sustrato será mejor y más rápida. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 7. Bandejas con hoyos individuales para la germinación de semillas. 
Antes de proceder a la siembra es conveniente verificar el porcentaje de germinación 
de las semillas. Una prueba rápida y sencilla le puede ahorrar tiempo, dinero y 
molestias posteriores. Para realizar una prueba de germinación siga las indicaciones 
sugeridas en el Anexo 1. 
 
Si el porcentaje de germinación de las semillas es alto (mayor de 98%), se procederá a 
sembrar una semilla en cada hoyo de la bandeja. Recuerde que la profundidad de 
siembra de las semillas es muy importante, pues si se entierran mucho la probabilidad 
de que germinen y emerjan se reduce considerablemente. Por lo general se 
recomienda sembrar la semilla a una profundidad no mayor a dos veces su diámetro o 
su grosor. 
 
Una vez que las semillas han sido sembradas se procede a colocar la bandeja en el 
sitio apropiado y a regarlas únicamente con agua limpia. Los riegos con agua limpia 
deben continuar todo el tiempo que sea necesario (mañana y tarde), hasta que las 
semillas germinen y las plántulas salgan a la superficie. El agua es vital en este 
periodo, pues si las semillas carecen de humedad no germinarán. 
 
 
Aplicación de la solución nutritiva 
 
Solo cuando las plántulas hayan salido a la superficie se procederá a aplicar la solución 
nutritiva. Ésta se aplicará una vez al día (en algunos casos dos veces al día). 
 
En el caso de los semilleros se deberá aplicar 2,5 mililitros de solución concentrada 
mayor (A) + 1,3 mililitros de solución concentrada menor (B) en 1 litro de agua limpia. 
 
 
 
IMPORTANTE En días nublados se aplican 2 litros de solución nutritiva pormetro cuadrado y en días soleados se aplican 3 litros. 
 
 
 
La aplicación de la solución nutritiva deberá continuar todos los días hasta que las 
plantas estén listas para ser trasplantadas a su nuevo sustrato. 
 
 
Siembra de las semillas en otros recipientes 
 
Si no se cuenta con las bandejas mencionadas anteriormente, se puede proceder a 
hacer los semilleros en cualquier recipiente que resulte apropiado para tal fin. En ese 
caso deberán tomarse en cuenta las recomendaciones siguientes: 
 
• Seleccionar un sustrato suave, limpio y homogéneo. No deberá tener partículas 
grandes ni pesadas. 
 
• Colocar el sustrato en el lugar donde se van a sembrar las semillas y nivelarlo 
bien. 
 
• Humedecer el sustrato 
 
• Trazar los surcos con el dedo pulgar o alguna herramienta apropiada. 
 
• Sembrar la semilla. Todas las semillas deberán quedar aproximadamente a la 
misma profundidad para favorecer la germinación uniforme 
 
• En cada postura colocar una semilla para facilitar el manejo del semillero. 
 
• Tapar las semillas asegurándose que no queden muy profundas (no más de 2 
veces su grosor o su diámetro). 
 
• Cubrir la superficie con un papel absorbente humedecido. 
 
• Tapar el semillero con un plástico negro (hojas de banano, plátano u otra 
especie o material disponible), para favorecer la germinación uniforme y rápida 
de las semillas. 
 
• Es conveniente revisar que el semillero tenga buena humedad. De no ser así, 
se debe regar con agua. 
 
• Retirar el plástico negro una vez que las semillas hayan germinado. 
 
• Regar con agua y solución nutritiva. 
 
• Trasplantar en el momento oportuno. 
 
 
 
 
 
 
 
TRASPLANTE Y CRECIMIENTO EN SISTEMAS HIDROPÓNICOS 
 
 
Una vez que las plántulas alcancen el tamaño adecuado se deberán trasplantar al 
sustrato definitivo, ya sea líquido (raíz flotante) o sólido. Entre los criterios para realizar 
el trasplante se considera el tamaño de la plántula (aproximadamente entre 5 y 8 cm de 
altura) así como la salida de las primeras hojas verdaderas. 
 
 
 
Recipientes y camas para el trasplante 
 
La Hidroponía industrializada ha desarrollado sus propios recipientes para la 
producción en gran escala. No obstante, la Hidroponía en pequeña escala persigue 
utilizar cualquier recipiente, sin importar su forma y tamaño, con el propósito de 
aprovechar al máximo esos recursos. Así, se pueden emplear recipientes de plástico, 
metal, madera, fibra de vidrio, hule o de cualquier otro material. Es claro que el tamaño 
del recipiente o de los recipientes a utilizar dependerá del espacio disponible y de la 
especie a sembrar. 
 
Los recipientes deberán colocarse en un lugar donde lleguen los rayos del sol, ya sean 
estos directos o indirectos, y deberán contar con sus respectivos drenajes para 
favorecer el desarrollo de las plantas. La altura a la cual deben ser colocados 
dependerá de las condiciones ambientales del lugar, pudiendo variar desde el nivel del 
suelo hasta 1,20 m. 
 
El color de los recipientes no es de mucha trascendencia. No obstante, para lugares 
muy calientes se prefieren los colores claros. 
 
Si se decide construir camas en el suelo se recomienda que el ancho de las mismas no 
sea mayor de 1,20 m y su altura entre 20 cm y 30 cm, aproximadamente. Su longitud 
puede ser tan variable como el espacio lo permita. Deberán contar con buen drenaje. 
 
 
 Aplicación de la solución nutritiva 
 
Inmediatamente después de realizado el trasplante se procede a la aplicación de la 
solución nutritiva completa. Las dosis recomendadas son las siguientes: 
 
- 5 ml de solución mayor (solución A) en 1 litro de agua 
- 2,5 ml de solución menor (solución B) en 1 litro de agua 
 
Ambas soluciones se pueden aplicar mezcladas entre sí o separadas, al sustrato (no a 
las plantas), una inmediatamente después de la otra, debiendo suspenderse dos o tres 
días antes de la cosecha. En la Figura 8 se ilustra la forma de aplicación de la solución 
nutritiva hidropónica en plantas sembradas en diferentes recipientes. 
 
 
 
 
Figura 8. Aplicación de la solución nutritiva a plantas sembradas en sustratos 
sólidos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Reutilización del sustrato sólido 
 
Si el sustrato lo permite, se puede reutilizar las veces que se desee. Después de 
cosechar el cultivo, es necesario lavarlo con abundante agua limpia para eliminar el 
exceso de sales que en él han quedado. De esa manera se elimina el riesgo de tener 
un sustrato saturado con sales que perjudicarán el desarrollo de las futuras plantas. 
Es indispensable eliminar las raíces de las plantas cosechadas así como cualquier otro 
residuo orgánico. Con las raíces desechadas se puede hacer abono orgánico. 
Recuerde 
En días nublados se aplican 2 litros de solución nutritiva por 
metro cuadrado y 3 litros en días soleados 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
CULTIVOS ORGANOPÓNICOS 
 
 
Introducción 
 
La producción de cultivos utilizando sustratos orgánicos sólidos y líquidos es lo que se 
ha dado en llamar Organoponía. Esta técnica de producción de cultivos, que 
aprovecha al máximo los espacios disponibles (sean verticales u horizontales) así 
como los recursos generados en el hogar, la comunidad o la finca, puede convertirse 
en una alternativa barata y eficiente para la producción de alimentos sanos. La 
organoponía permite aprovechar los desechos orgánicos para la elaboración de abonos 
sólidos y líquidos, así como también los desechos inorgánicos que se utilizan como 
recipientes para el crecimiento de las plantas. Algunos suelos degradados, no aptos 
para la agricultura, podrían ser utilizados con éxito si previamente se enriquecen con la 
adición de abonos orgánicos. 
 
La Organoponía promueve el autoabastecimiento de alimentos así como una mejora 
sustancial en la alimentación. Además, la producción sistemática de cultivos 
organopónicos, en cierta escala, puede generar ingresos económicos a los productores 
y fomentar la protección del ambiente. Finalmente, este tipo de producción estimula el 
trabajo en equipo, la solidaridad entre las personas y el amor por el trabajo. 
 
Lugares apropiados para la producción 
 
Cualquier lugar donde haya suficiente luz, buena aireación y se disponga de agua de 
buena calidad, es apta para la producción organopónica de alimentos. Para ello se 
deberán tomar en cuenta las recomendaciones dadas en la sección “Construcciones 
aptas para la Hidroponía y la Organoponía”. Los cultivos deberán seleccionarse de 
acuerdo con las condiciones climáticas imperantes en cada lugar de producción. 
 
La Organoponía no requiere de espacios grandes ni de altas inversiones para ser 
exitosa. A nivel familiar solo se requiere de un pequeño espacio de terreno, deseos de 
aprender y de compartir los conocimientos con otras personas. 
 
 
 
 
Producción en camas (canteros) 
 
La forma y la dimensión de las camas pueden ser tan variadas como se desee. No 
obstante, se recomienda que el ancho no sea mayor a 1,2 m a fin de facilitar el manejo 
de los cultivos. 
Si el suelo donde se construyen las camas es pobre (desde el punto de vista de su 
fertilidad natural), es necesario agregar abonos orgánicos como el compost, 
lombricompost, MM compost, Bokashi, a fin de mejorar las condiciones físicas, 
químicas y biológicas de ese suelo y permitir un adecuado desarrollo de las plantas. 
Es deseable que estos abonos orgánicos se incorporen al suelo al menos 6 meses 
antes de la siembra de las plantas, a fin de enriquecerlo con algunos nutrimentos 
esenciales y permitir su paulatino mejoramiento. La cantidad de abono orgánico a 
agregar puede oscilar desde 1 kg hasta 5 kg por metro cuadrado en la fase inicial. 
Posteriormente se podría ir reduciendo esta cantidad conforme mejoren las condiciones 
físico-químicas y biológicas de ese suelo. En la Figura 9 se observa una cama 
organopónica construida al aire libre.Figura 9. Cama para la siembra de cultivos organopónicos 
 
 
Producción en recipientes 
 
Se pueden utilizar recipientes desechables y de diferentes tamaños. Entre los 
recipientes más comúnmente utilizados están las llantas desechables, los envases 
plásticos y de madera así como los tubos de PVC. Algunas ventajas que ofrecen estos 
recipientes son: pueden reutilizarse por mucho tiempo, pueden manipularse con 
facilidad, permiten tener un adecuado control de la humedad en el sustrato y permiten 
adicionar los nutrimentos con facilidad. 
 
Si bien el color de los recipientes no es un factor limitante para la producción, se 
prefieren aquellos de color blanco pues ellos reducen la temperatura interna del 
sustrato y evitan la quema de las raíces. En la Figura 10 se muestran algunos 
recipientes que pueden ser utilizados para la producción de cultivos organopónicos. 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 10. Recipientes sugeridos para la producción organopónica. 
 
 
 
 
 
 
 
Sustratos 
 
Se utiliza suelo y abonos orgánicos como el MM-compost, el compost, el 
lombricompost y el bokashi. También se utilizan las mezclas de dos o tres de ellos, en 
diferentes proporciones, para mejorar la calidad del sustrato. 
El bokashi es un abono orgánico fermentado, rico en nutrimentos y en microorganismos 
benéficos. No obstante, no se recomienda usarlo fresco porque puede “quemar” las 
plantas. Si se usa mezclado con otros sustratos sus resultados pueden ser 
satisfactorios, siempre y cuando el bokashi agregado se haya fermentado 
completamente. 
 
 
Semilleros 
 
Cualquier recipiente debidamente acondicionado puede ser apto para sembrar un 
semillero. No obstante, se prefieren las bandejas con hoyos individuales de diferentes 
dimensiones, pues ellas facilitan la penetración de las raíces, la buena retención de 
agua y la buena aireación del sustrato. Además, las raíces permanecen intactas al 
momento de realizar el trasplante (Figura 7). 
Los semilleros deben ubicarse en un lugar con alta humedad relativa (mayor de 85%), 
temperaturas entre 20°C y 30°C y buena calidad de luz. En ocasiones es necesario 
utilizar lámparas o bombillos de luz clara para suministrar la cantidad y calidad de luz 
que necesitan las semillas para germinar y las plántulas para crecer. 
 
 
Trasplante 
 
Cumplido el plazo en el semillero, las plantas deben trasladarse a su sitio definitivo. 
Para ello es necesario haber preparado previamente el lugar de siembra y hacer el 
trasplante preferiblemente en las primeras horas de la mañana, a fin de evitar pérdida 
de agua por transpiración. También se puede hacer el trasplante en horas de la tarde 
cuando la temperatura haya descendido. 
Se debe tener especial cuidado de que, al momento de sacar las plantas de la bandeja, 
su raíz quede intacta, sin daño alguno. De esa manera se asegura que la planta no 
sufra mucho estrés al momento de ser sembrada en el nuevo sustrato. Otro cuidado 
que debe tenerse es el de sembrar al mismo nivel del tallo, a fin de evitar problemas de 
exceso de humedad en el mismo y, consecuentemente, la muerte de las plantas. 
Previo al trasplante, la bandeja o lugar donde crecen las plantas debe regarse con 
agua sin que el sustrato llegue a saturarse. De igual manera, el nuevo sustrato donde 
se trasladarán las plantas debe estar humedecido, nunca saturado con agua. En caso 
de que el sustrato se sature con agua, habrá que esperar hasta que drene el exceso 
para iniciar las labores. 
 
 
 
 
NUTRICIÓN DE LAS PLANTAS 
 
Los cultivos organopónicos obtienen del sustrato la mayoría de sus nutrimentos. De 
ahí la importancia de que el sustrato sea lo más rico posible en elementos esenciales, 
los cuales pueden ser suministrados por medio de abonos orgánicos líquidos y abonos 
orgánicos sólidos, ambos utilizados como estimuladores del crecimiento y 
coadyuvantes en el combate de las plagas. 
 
 
Importancia de los abonos orgánicos 
 
En los sistemas organopónicos los abonos orgánicos sólidos y líquidos juegan un papel 
preponderante, pues de ellos dependerá, en buena parte, la producción del cultivo así 
como su calidad. 
 
Existen muchas formas de preparar los abonos orgánicos pero todos ellos tienen la 
característica en común de que son fáciles de hacer y requieren materiales que están 
al alcance de todos. Además, no se necesita de mucho espacio para su elaboración y 
el ahorro de dinero es significativo. 
 
Una buena forma de aprovechar los residuos orgánicos es transformarlos en abonos 
que luego serán utilizados para el crecimiento de las plantas. De esa manera se cuida 
el ambiente y se reducen los costos de producción de alimentos. La adición 
sistemática de abonos orgánicos en los suelos degradados contribuye 
significativamente al mejoramiento paulatino de las condiciones físicas, químicas y 
biológicas de esos suelos. 
 
 
 
Materiales para producir abonos orgánicos líquidos 
 
Para la elaboración de estos abonos es conveniente tomar en cuenta lo siguiente: 
 
- Agua. El agua no debe contener metales pesados como el Aluminio, Arsénico, 
Cobre, Cadmio, Plomo y otros. Debe estar libre de coliformes fecales y otros 
contaminantes. Las concentraciones de Cloro deben ser las permitidas para el 
consumo humano. Se puede utilizar el agua de lluvia recolectada directamente 
en recipientes de plástico. 
 
- Residuos de animales. Se prefiere el uso del estiércol fresco, procedente de 
animales sanos, que no hayan sido tratados con antibióticos ni otros 
medicamentos. Los antibióticos afectan negativamente la vida microbiana del 
suelo. 
 
- Minerales. Deben proceder de fuentes naturales. Se utilizan para enriquecer los 
biofermentos. Aportan elementos esenciales para el crecimiento de las plantas. 
 
- Residuos de plantas. Pueden ser frescos o secos y que no hayan sido tratados 
con plaguicidas 
 
 
 
Abonos orgánicos líquidos 
 
Son sustancias líquidas obtenidas a partir de desechos de plantas, de animales 
o de la mezcla de ambos, que contribuyen notablemente al mejoramiento de la 
salud de las plantas. En ocasiones se agregan algunos minerales naturales 
para incrementar la riqueza de sus nutrimentos. 
Algunas sustancias originadas en el proceso de fermentación son muy ricas en 
energía, las que, al ser absorbidas, nutren a las plantas de tal manera que les 
permiten resistir con éxito el ataque de algunas plagas. 
 
Los abonos orgánicos líquidos son relativamente fáciles de hacer. La idea 
fundamental es conseguir la mayoría de los materiales en la casa, finca o 
comunidad donde se van a utilizar. De esa manera se reducirán 
considerablemente los costos de producción del sistema organopónico. 
 
A continuación se presentan algunos ejemplos de abonos orgánicos líquidos que 
podrían utilizarse en la producción organopónica de cultivos. 
 
 
 
1. Mantillo del bosque y cabezas de pescado 
 
 
Materiales 
 
- 200 litros de agua (colocarlos en un recipiente de plástico) 
- 1 litro de leche (entera es mejor) 
- 20 kg de estiércol de vaca o de caballo (fresco) 
- 5 kg de mantillo de bosque (hojarasca) bien picado 
- 0,5 kg de sal 
- 5 kg de miel de purga (melaza) 
- 0,5 kg de levadura 
- 1,5 kg de cabezas de pescado 
 
 
 
 
Preparación 
 
Moler o macerar bien las cabezas de pescado. Mezclar bien todos los ingredientes con 
el agua. Tapar bien el recipiente. Al cabo de 30 días la mezcla se debe colar (cernir). 
Los residuos se pueden incorporar al sustrato. 
 
Frecuencia de aplicación 
 
Se aplica al suelo dos veces por semana cuando las plantas están pequeñas. En 
plantas adultas se puede aplicar cada 8 días. Se puede usar en cualquier cultivo. Lo 
mejor es rotar con otros caldos o soluciones. 
 
Dosis 
 
- Hortalizas. 1 litro de caldo en 10 litros de agua, aplicados al suelo 
- Plantas perennes. 1 litro de caldo en 5 litros de agua, aplicados al suelo 
 
 
 
2. Sopa de plantas medicinales 
 
Materiales 
 
- Dos especies de plantas medicinales de olor fuerte y dos especies de plantas 
medicinalesde sabor amargo. 
 Ejemplos de plantas medicinales de olor fuerte: juanilama (Lippia alba), menta criolla 
(Satureja viminea), romero (Rosmarinus officinalis), culantro coyote (Eryngium 
foetidum), orégano (Lippia graveolens). 
 Ejemplos de plantas medicinales de sabor amargo: gotas amargas (Ambrosia 
cumanensis), indio desnudo (Bursera simaruba), amargo (Aspidosperma 
spruceanum), hierba mora (Solanum americanum), hombre grande (Quassia amara). 
 
- De las 4 especies seleccionadas pesar 1 kg (pueden ser hojas, corteza o una 
mezcla de ambas) 
- 2 hojas de zábila (Aloe vera) o 2 pencas de tuna (Opuntia ficus-indica) 
- 1 cabeza de ajo (Allium sativum) 
- 1 chile picante mediano (Capsicum frutescens) 
- 10 litros de agua 
 
 
Preparación 
- Picar bien las plantas medicinales seleccionadas así como los ajos y el chile 
picante. 
- Colocar en un recipiente de acero inoxidable o de otro material que no sea 
aluminio. Agregar 10 litros de agua limpia y agitar. Cocinar todos los 
ingredientes permitiendo que la mezcla hierva por aproximadamente 5 minutos. 
El recipiente debe estar bien tapado durante la cocción. 
 
- Enfriar a temperatura ambiente y colar (cernir). Mientras la mezcla se está 
enfriando, agregar el gel de las hojas de zábila o de las pencas de tuna. Estos 
geles deben ser previamente extraídos para no retardar la preparación. 
 
Frecuencia de aplicación 
 
Dependiendo del lugar donde esté localizada la siembra y de las condiciones del 
tiempo, se puede aplicar cada 3 a 4 días al follaje de las plantas, al suelo o ambos. 
 
Dosis 
 
1 litro de concentrado en 10 litros de agua limpia 
 
 
 
 
3. Caldo de estiércol de caballo 
 
 
Materiales 
 
- 100 litros de agua limpia 
- 20 kg de estiércol de caballo (fresco y de animales sanos) 
- 2 litros de leche (preferiblemente entera) 
- 3 kg de melaza (miel de purga) 
 
Preparación 
 
- Disolver, en una parte del agua, el estiércol de caballo y eliminar toda la basura 
flotante. 
- En el agua restante disolver la melaza y la leche. 
- Mezclar el estiércol, la melaza y la leche en un solo recipiente y agitar 
vigorosamente por aproximadamente 20 minutos. 
- Cubrir el recipiente y dejarlo en reposo por aproximadamente un mes. 
 
 
 
 
Frecuencia de aplicación 
 
- Se aplica al suelo cada 3 días. Se puede utilizar en cualquier tipo de plantas. 
Tiene efecto como bioestimulante y como fungicida. 
 
Dosis 
 
- 1 litro del caldo en 5 litros de agua. 
 
 
4. Sopa de Compost o de Lombricompost 
 
Materiales 
 
- 5 kg de compost o de lombricompost 
- 20 litros de agua 
- 1 kg de melaza (miel de purga) 
 
Preparación 
 
- En un recipiente de plástico mezclar el agua con el compost o el lombricompost 
- Agregar lentamente la melaza agitando vigorosamente la mezcla. 
- Colar (cernir) en un recipiente de plástico. 
 
Frecuencia de aplicación 
 
- Se recomienda su aplicación una vez por semana, ya sea al follaje o al suelo. 
- En las especies cuyo órgano de consumo es la hoja, se recomienda su 
aplicación únicamente al suelo. 
 
Dosis 
 
Se puede aplicar a las plantas o al suelo diluyendo 1 litro de sopa en 10 litros de 
agua. 
 
 
 
5. Fermento de hierbas y frutas 
 
Materiales 
 
- 25 kg de hierbas de hoja ancha, bien picadas. Estas hierbas debe ser bien 
suculentas y no deben presentar daño por plagas. 
- 12 kg de cáscaras de frutas dulces bien picadas (por ejemplo: banano, papaya, 
melón, sandía, mango). No usar cítricos. 
- Un recipiente de plástico 
- 4 litros de melaza (miel de purga) 
- 2 litros de suero de leche 
 
Preparación 
- En el recipiente de plástico colocar una capa de hierbas seguida por otra capa 
de cáscaras de frutas. 
- Agregar un poco de melaza y de suero. 
- Seguir agregando capas de hierbas, cáscaras de frutas, melaza y suero hasta 
agotar los ingredientes. 
- Encima de las capas colocar una tabla y un objeto pesado con el propósito de 
hacer presión. 
- Tapar el recipiente con un plástico negro bien amarrado o con la tapa. 
- Dejar en reposo una semana (7 días). 
- Al cabo de una semana recoger el líquido resultante y guardarlo en recipientes 
oscuros bien cerrados. 
 
Frecuencia de aplicación 
 
Se aplica a plantas en crecimiento una o dos veces por semana. 
 
Dosis 
- Para plantas jóvenes se aplica medio litro en 10 litros de agua limpia. 
- Para plantas adultas se aplican 1,5 litros en 10 litros de agua limpia. 
En ambos casos se puede aplicar al sustrato o al follaje de las plantas. 
 
 
6. Abono enriquecido con sales minerales 
 
Materiales 
 
- 20 kg de estiércol (vaca, cabra, cerdo, caballo, otros) 
- 100 litros de agua 
- 1 litro de melaza (o azúcar de tapa de dulce) 
- 1 litro de suero de leche (o yogurt) 
- 700 gramos de roca fosfórica 
- 150 gramos de Bórax 
- 150 gramos de Sulfato de Zinc 
- 200 gramos de Carbonato de Calcio 
- 30 gramos de Sulfato de Cobre 
- 10 gramos de Sulfato de Hierro 
 
Preparación 
- En un recipiente colocar el estiércol, agregar agua y agitar vigorosamente. 
- Colar (cernir) el líquido para limpiar las impurezas. 
- Agregar cada uno de los ingredientes agitando constantemente la mezcla. 
- El Carbonato de Calcio se prepara agregando agua al sólido y agitando 
constantemente. Luego se añade a la mezcla. 
- Dejar en reposo por 3 a 4 semanas en un ambiente anaeróbico (Figura 11). 
 
 Frecuencia de aplicación 
Dos veces por semana alternando con otros abonos orgánicos líquidos. 
 
Dosis 
1 litro en 10 litros de agua limpia, aplicados al sustrato. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Figura 11. Fermentación anaeróbica en recipientes de plástico. 
 
Aplicación de los abonos orgánicos líquidos 
 
Con el propósito de que las plantas crezcan saludables es necesario estar adicionando 
con regularidad los nutrimentos esenciales. La frecuencia de aplicación dependerá del 
sustrato utilizado y de la concentración de nutrimentos en la solución. En términos 
generales se sugiere lo siguiente: 
 
a) 5 % a 10 % de abono orgánico líquido para plantas que crecen en semilleros. 
 
b) 10 % a 15 % de abono orgánico líquido desde el trasplante hasta la cosecha 
(plantas hortícolas). 
 
c) 15 % a 20 % de abono orgánico líquido para plantas perennes. 
 
 
Abonos orgánicos sólidos (Compost) 
 
Para la elaboración de este tipo de abonos se deben considerar los aspectos 
siguientes: 
 
a) Techo protector 
 
En lugares donde llueve mucho es necesario hacer las composteras en un lugar 
cubierto para evitar la pérdida de nutrimentos por lavado y por la putrefacción de los 
materiales. En la Figura 12 se muestra un lugar apropiado para hacer las composteras. 
 
 
 
 
b) Residuos orgánicos 
 
Cualquier residuo orgánico sin contaminación, sea de origen animal o vegetal, se 
puede utilizar para la elaboración de este tipo de abono. Su calidad dependerá de los 
materiales empleados y del cuidado suministrado durante la fase de transformación a 
abono sólido. 
 
 
 
c) Aireación 
 
El Oxígeno es un elemento indispensable para obtener un abono de calidad. La mezcla 
de todos los materiales debe ser homogénea, para permitir una adecuada aireación de 
la compostera. 
 
 
d) Humedad 
 
Este factor, igual que el anterior, es clave para la vida de los microorganismos 
procesadores de la materia orgánica. Tanto el faltante como el exceso de agua 
perjudican seriamente a los microorganismos, pues en el primer caso falta agua para 
los procesos vitales y en el segundo falta oxígeno. La humedad requerida es de 
aproximadamente 45 a 50% durante todo el proceso. La compostera deberá 
humedecerse solamente al inicio y cuando se voltea (cada 8 días), en caso de ser 
necesario. 
 
 
 Figura 12. Lugar recomendado para preparar abonos orgánicos. 
 
 
 
Una forma práctica de saber si la compostera está saturada con agua es coger con la 
mano un poco del abono orgánico y apretarlo fuertemente. Si del puño salen algunas 
gotas de agua la humedad es adecuada, pero si sale un chorro de agua estoes 
indicador de exceso de humedad. De inmediato se debe proceder al volteo (viraje) de 
la compostera para drenarla y permitir que el proceso de compostaje se realice en 
forma adecuada (Figura 13). 
 
 
 
 
Figura 13. Medición empírica de la humedad en la compostera 
 
 
e) Temperatura 
 
No debe superar los 70 oC pues los materiales de la compostera se descomponen 
rápidamente y despiden un olor desagradable. Si la temperatura se mantiene por 
debajo de ese valor, indica que la acción microbiana se está desarrollando en forma 
adecuada. 
 
Cuando la temperatura interna de la compostera es menor de 30 oC indica que el 
proceso no se está realizando en forma adecuada y que el tiempo de descomposición 
de los materiales será mayor. 
 
Durante el compostaje de los materiales se pueden distinguir tres fases de 
temperatura, a saber: 
 
 Mesofílica inicial. En esta fase la temperatura de la pila de compostaje es muy 
parecida a la del ambiente circundante. Esto ocurre en las primeras horas de 
establecida la compostera. 
 
 Termofílica. La temperatura sube hasta 70 oC y en esta fase se produce la 
mayor descomposición de los materiales orgánicos. Por ningún motivo la 
temperatura debe superar ese valor pues los microorganismos benéficos 
presentes corren el riesgo de morir. En esta fase mueren la mayoría de los 
microorganismos patógenos, semillas de arvenses e insectos plaga, pudiéndose 
producir un abono orgánico exento de esos agentes nocivos. 
 
 Mesofílica final. La temperatura interna de la compostera es la misma que la del 
ambiente circundante. Si todo el proceso ha transcurrido con normalidad esta 
fase estará concluyendo aproximadamente ocho semanas después (la duración 
del proceso dependerá, entre otras cosas, de la temperatura del lugar). 
 
f) Volteo de la compostera 
Cada ocho días la compostera deberá voltearse (virarse) con el propósito de 
mantener un buen control de la humedad, la temperatura y la aireación. Este es el 
momento oportuno para agregar agua, si fuera necesario, o para drenar el exceso 
hasta que alcance la humedad deseada. 
g) Altura y longitud de la compostera 
 
La altura de la compostera es un factor que incide directamente en la calidad del abono 
producido. Se recomienda una altura entre 1,20 m y 1,50 m por las razones siguientes: 
 
- Facilita el volteo (viraje) de los materiales 
- Mantiene la humedad, la temperatura y la aireación apropiadas 
- Favorece el compostaje de los materiales y la actividad de los microorganismos 
- Facilita los riegos con agua, en caso de ser necesarios 
 
La longitud de la compostera no es un factor limitante y dependerá del sitio y del gusto 
de quien la confecciona. 
 
h) Medición de la humedad, la temperatura y el pH 
 
Se recomienda dar seguimiento constante a estos tres factores con el fin de obtener un 
abono de calidad aceptable. Si la temperatura de la compostera supera los 70 oC 
deberá voltearse inmediatamente y agregar agua para provocar un descenso de la 
misma. La temperatura final de la compostera deberá ser muy parecida a la del 
ambiente circundante. 
 
El pH del compost dependerá, en buena parte, de los materiales que se utilicen. Lo 
recomendable es que oscile entre 5,5 y 6,5. 
 
 
i) Características físico-químicas del compost 
 
Al finalizar el proceso de compostaje el producto final debe presentar características 
deseables como las siguientes: 
 
- Color oscuro 
- Olor agradable (a tierra fresca) 
- Buen contenido de nutrimentos (macro y micro) 
 
En la Figura 14 se presenta una muestra de abono orgánico recién procesado y listo 
para ser utilizado. 
 
 
 
 
 
 Figura 14. Muestra de abono orgánico listo para ser aplicado a las plantas. 
 
j) Relación Carbono : Nitrógeno (C : N) 
 
En las condiciones tropicales húmedas es deseable que esta relación sea inferior a 
20:1, a fin de permitir que el N sea un nutrimento disponible para las plantas. Cuando 
la relación C : N es superior a 20 : 1 la cantidad de Nitrógeno presente en el compost 
se considera baja, en cuyo caso habrá que agregar ese elemento para corregir las 
deficiencias que se presenten en las plantas. 
 
Importancia del riego 
 
Para cultivos organopónicos que crecen en sustratos sólidos el riego con agua de 
buena calidad es de vital importancia, pues de él depende, en buena parte, el 
crecimiento de las plantas. 
 
Si el cultivo está bajo techo se deben realizar dos riegos por día, uno en la mañana y 
otro por la tarde, en caso de que el riego sea manual. No obstante, deberá mantenerse 
una vigilancia permanente del cultivo para determinar las necesidades de agua y, si 
fuera del caso, aumentar el número de riegos por día. Si en el lugar existe equipo para 
riego, éste deberá adecuarse a las necesidades del cultivo. 
Si el cultivo crece en un lugar al aire libre deberá regarse las veces que sean 
necesarias para mantener el nivel adecuado de humedad en el sustrato. En caso de 
que haya exceso de lluvia, deberán tomarse las precauciones para favorecer el drenaje 
y evitar encharcamientos de agua. 
 
 
 
 
 
 
 
 
MICROORGANISMOS DE MONTAÑA 
 
 
 
En los sistemas organopónicos los Microorganismos de Montaña (MM) se consideran 
valiosos coadyuvantes para la producción de plantas vigorosas y saludables, pues ellos 
aportan, entre otras cosas, vitaminas, nutrimentos y protección contra las plagas. 
 
Los MM crecen en forma abundante en la materia orgánica de los suelos de las 
montañas, bosques y terrenos agrícolas poco disturbados. Son los encargados de 
descomponer la materia orgánica y de permitir que el ciclo de la vida continúe 
indefinidamente. Además, contribuyen a mejorar las condiciones físicas, químicas y 
biológicas de los suelos, combaten organismos patógenos y degradan sustancias 
químicas sintéticas (plaguicidas) aplicadas al suelo. 
Composición de los MM 
 
 
Los MM están compuestos por los grupos siguientes: 
 
a) Bacterias ácido lácticas. Producen ácido láctico que contribuye a solubilizar el 
fósforo en el suelo y permiten que ese elemento esté disponible para las plantas. 
Adicionalmente, ayudan a combatir algunos patógenos del suelo. 
 
b) Actinomicetos. Son hongos que ayudan a controlar patógenos que afectan el 
desarrollo de las plantas. 
 
c) Levaduras. Estas bacterias contribuyen con la síntesis de vitaminas y con la 
activación de otros microorganismos benéficos. 
 
d) Bacterias fotosintéticas. Sintetizan vitaminas y nutrimentos que luego son 
aprovechados por las plantas. Contribuyen a incrementar las poblaciones de 
otros microorganismos (actinomicetos, micorrizas, bacterias fijadoras de 
nitrógeno). 
 
 
 
 
Recolección de los MM 
 
Se debe recolectar únicamente la materia orgánica que está en proceso de 
descomposición (hojas, ramas, frutos, tallos, otros), que no huela mal (podrida) y que 
los microorganismos tengan una coloración blanquecina. La materia orgánica recién 
incorporada no debe recolectarse pues carece de suficientes microorganismos para 
lograr una eficiente descomposición. La materia orgánica que presente 
microorganismos con coloraciones oscuras se debe descartar, pues eso es indicador 
de que estos están viejos y el proceso de descomposición no será el adecuado. 
 
La materia orgánica recolectada deberá colocarse dentro de un recipiente apropiado 
(saco, bolsa, otro) que facilite su manejo hasta el sitio donde será procesada. En la 
Figura 16 se ilustra la recolección de MM. 
 
 
 
 
 Figura 16. Recolección de los MM en un bosque. 
 
 
 
 
Reproducción de los MM 
 
La reproducción se puede realizar tanto en la fase sólida como líquida. A continuación 
se describen ambos tipos de reproducción. 
 
I. Fase sólida 
 
a. El mismo día de la recolección, la materia orgánica y los MM deberán ser 
desmenuzados y colocados encima de una tela limpia y seca, extendida 
preferiblemente en un lugar bajo techo. 
 
b. Por cada 10 kg de materia orgánica desmenuzada se deberá agregar lo 
siguiente: 
 
 
 
4 litros de melaza

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