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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE LETRAS HISPÁNICAS EL METRO ACTUAL Y SUS VÍAS ALTERNAS: FUNDAMENTOS PARA UNA POÉTICA DEL VERSO LIBRE HISPÁNICO Tesis que para obtener el título de licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas presenta: LUIS FLORES ROMERO Asesor: Dr. Israel Ramírez Cruz Ciudad de México, 2017 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 A mis padres: Luis e Inés A mis hermanos: Inti, Pável y Selene 3 AGRADECIMIENTOS A la Universidad Nacional Autónoma de México, por todo lo que me ha brindado. A mi asesor, el doctor Israel Ramírez Cruz, por guiarme en este proceso. A mis maestros, lectores y amigos, Jocelyn Martínez, Arturo Hernández Bravo, César Cañedo y Jorge Gutiérrez Reyna, por su atención. A mi amigo Javier Pulido Luna, por las lecturas y el aprendizaje mutuo. A Leopoldo Laurido, por creer en los versos y en la amistad. A Mario Zendaz, por su fe. A mis amigos, los fritos: Itzel, Souch, Adrián, Chivis y Ana, por crecer y reír juntos. A la Fundación para las Letras Mexicanas, por todo el apoyo y el aprendizaje. A mi querido tutor de poesía, Antonio Deltoro, por ayudarme a explorar y construir una poética. A mi maestro Eduardo Langagne, por su generosidad y su confianza. A mis preciados amigos de ensayadura: José Miguel Barajas y Rodrigo García Bonillas, por la admiración que les tengo. A Eleonora, por su cariño. A Ibán de León, por su cuaderno de nostalgia. A Dianita, por la mariposa. A Luis Pérez, por escuchar mis acentos. A Radio UNAM, por enseñarme a oír dentro y fuera de la cabina. A Luisa Iglesias, por su sonrisa sanadora. A Anita Warhol, por su oído. A mi gran equipo radiofónico, Resistencia Modulada, por inventarnos en el sonido. Al Muerdelenguas, por el aire. A mi amigo Cássio, por acercarme más ao som do Brasil. A mi amiga Lorelí, por caminar juntos en la tesis. A mi querida Adriana, por su amistad que inició gracias a la poesía. A Paola, por nuestros años de amigos. A Alma, por hallarnos. A Pável Granados, por su Doctora. A Lizette Martínez, por su ejemplo. A Ana Martínez, por su bondad. A Andrea Martínez, por el Tío Pepe. A Abraham Peralta, por el gorrión editor. A Karen, por el rap. A Yareli, por otra música. A Atsumi, por el ánimo y la jarana. A Danger, por el compás de cuatro tiempos. A Fernando Jiménez, por la décima. A Tania, por el palíndromo. A Gabriela, por su amor a la comida. A Leslie, por su proximidad. A Pamela, por su aliteración. A Edith, por lo rojísimo. A Yael Escamilla, por enseñarme los primeros versos. A Yael Domínguez, por enseñarme a estar presente. A Diana Luna, por enseñarme a llover. A las puertas de JADE, por descubrirnos. A Emilia, por un carrusel de la buena suerte. A Kari, por lo que aprenderé. A la beca del FONCA, por ese año. A mis maestros, Huberto Batis, Bulmaro Reyes Coria y David Huerta, porque los valoro mucho. A Luis Felipe Fabre, por su Cabaret y su crítica. A mis alumnos del taller de poesía del CCH sur, por compartir. A Lufloro Panadero, por el espejo y el ñerobarroco. A mi abuela, Josefina Sánchez Colín, por su espíritu. A la memoria de mi primo Yautzin, por el señor la noche. A Laura, por el pancito. A mis primos y tíos, por su convivencia. A mis sobrinos, Gurisito, Dado, Dantito y Yoolha’, por niñar la poesía. A mis cuñadas, Viridiana y Miriam, por su gratitud. A Iris Irene, por si algún día viene. A Dios, por ser El Mismísimo. De nuevo a mis tres hermanos, por su amor. Y otra vez a mi papá y a mi mamá, por su sabiduría. 4 ÍNDICE INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 5 CAPÍTULO 1 .............................................................................................................................. 12 EL VERSO LIBRE DESDE SU ESTRUCTURA ................................................................................. 12 1.1 Las regularidades en el verso libre ................................................................................. 12 1.2 Regularidad silábica........................................................................................................ 17 1.3 Regularidad y tendencia acentual .................................................................................. 20 1.4 Regularidad fonética ...................................................................................................... 26 1.5 Regularidad estrófica ..................................................................................................... 29 1.6 Poemas de tendencia métrica ........................................................................................ 32 1.7 Regularidad sintáctica .................................................................................................... 36 1.8 Versículo ......................................................................................................................... 39 1.9 Regularidad semántica y ritmo de pensamiento ........................................................... 41 1.10 Combinaciones y variaciones ....................................................................................... 45 1.11 El tempo ....................................................................................................................... 46 CAPÍTULO 2 .............................................................................................................................. 50 SENTIDOS TEÓRICOS DEL VERSO LIBRE .................................................................................... 50 2.1 Sentido de tradición del verso libre ............................................................................... 50 2.2 Sentido del ritmo en el verso libre ................................................................................. 58 2.3 Sentido de la intuición y la intención sonora en el verso libre ...................................... 64 2.4 Sentido de libertad ......................................................................................................... 69 2.5 Sentido lingüístico del verso libre .................................................................................. 75 2.6 Sentido histórico y sentido sonoro del verso libre ......................................................... 80 2.7 Sentido de distinción del verso libre: verso y prosa ...................................................... 87 2.8 Sentido convencional del verso libre ............................................................................. 99 2.9 Sentido social del verso libre ....................................................................................... 108 CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 115 BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 122 5 INTRODUCCIÓNCuando ingresé a primer semestre, un compañero de la carrera abrió un poemario (cuyo autor era mexicano, nacido en la década de los setenta), leyó en voz alta un par de versos y confesó: “no entiendo por qué el poema está en verso si no suena, parece que no tiene ritmo, los versos son desiguales”. Otro colega le dijo: “es que está en verso libre”, a lo que él repuso: “pero hay poemas en verso libre que tienen ritmo y éste no creo que tenga”. Unos años después, en un taller de poesía, alguien llevó un poema, lo leyó en voz alta, una de las críticas fue: “por qué tu poema está en verso si suena a prosa”. Luego, en ese mismo taller, otro compañero llevó un poema de versificación irregular, recuerdo que lo leyó en voz alta mientras movía la mano derecha como si sostuviera una batuta imaginaria, la cual intentara marcar una extraña armonía en el poema, con ese gesto parecía expresarnos que su poema en versificación irregular tenía una intención rítmica; yo pensé: “si leo un texto en prosa mientras muevo la mano armoniosamente, ¿la prosa adquirirá cualidades propias del verso?” Leer continuamente poemas en versificación regular me había hecho comprender las cualidades métricas. Comencé a identificar endecasílabos, octosílabos, alejandrinos, incluso eneasílabos (no tan comunes en nuestra poesía en lengua española); pude distinguir entre rimas asonantes y consonantes; incluso descubrí poemas donde el factor rítmico era la secuencia organizada de los acentos y no el número igual de sílabas. Al leer poemas en verso libre, podía a veces encontrar tendencias de la métrica tradicional; por ejemplo, en Poemas humanos de César Vallejo abundan los endecasílabos o los versos con una tendencia yámbica. Sin embargo, en otros poemas esas regularidades ya no eran tan evidentes. Descubrí que algunos críticos tildaban de “prosa recortada” los poemas en verso libre desprovistos de estrictas regularidades métricas. Además, mi ejercicio como escritor siempre ha contemplado las formas clásicas de versificación y también el verso libre. Desde esa perspectiva, he reflexionado sobre los aspectos que determinan al poema en verso libre cuando su ritmo pareciera estar más cercano a la prosa. De manera que mi formación académica en literatura, mi experiencia como lector de poesía y también como escritor de poesía (en verso libre y en versificación regular) siempre me ha conducido a investigar sobre los temas de la 6 versificación. Es así como me he dado cuenta de que el verso libre aún no ha encontrado su propio cauce de estudio de forma independiente; las reflexiones en torno a la versificación irregular siempre están hechas a partir de los paradigmas de estudio de la métrica canónica, por ello muchas veces se condena al verso libre o se cuestiona (en ciertos poemas) la validez de la disposición visual en forma de verso y no en prosa. En el presente trabajo exploro varias explicaciones e interpretaciones de la versificación irregular. En un principio, pensé que era imposible hablar en líneas generales del verso libre hispánico, que tenía que sujetarme a un autor y explicar desde una muestra de su obra, en lo posible, el fenómeno. En ese primer intento descubrí que los análisis del verso libre que recaen en sólo un autor (o en algunos poemas de un autor) operan siempre con base en una metodología que se ha extraído de la métrica tradicional; por lo tanto, se procura hablar del verso libre sólo estudiando las cualidades que se desprenden de las formas fijas de versificación. Ello está muy lejos de explicar el funcionamiento del verso libre, sus variantes, sus modalidades. La primera pregunta que surge es: ¿hay tantas clases de versificación irregular como poetas que la practiquen? A lo largo de estas páginas se sostiene lo contrario: existen modos del verso libre los cuales se pueden clasificar tal como existe una clasificación de estructuras métricas tradicionales. Sin embargo, las modalidades versolibristas no siempre responden a los fundamentos trazados desde la métrica tradicional. Debido a que en este trabajo se busca explicar el verso libre desde su estructura (y no desde un autor en específico), los ejemplos de verso libre son variados, no dependen de un poeta sino de las distintas cualidades de la versificación irregular. Además, se intenta establecer pautas propias del verso libre para su análisis, es decir: definir el verso libre no sólo desde los lineamientos de la métrica canónica sino desde el mismo fenómeno de la versificación irregular. Para ello, es importante tomar en cuenta que los criterios de la métrica tradicional no pueden explicar del todo el funcionamiento del verso libre. Como se verá a lo largo de esta tesis, existen formas de versificación que, aun antes del concepto de verso libre, ya presentaban signos de libertad de ciertas cualidades de la métrica canónica. Sin embargo, la mayoría de los ejemplos con los que este trabajo 7 se apoya para presentar las modalidades versolibristas corresponden a textos de poetas hispanohablantes que escribieron en el siglo XX y en lo que va de este siglo. En cuanto a los libros teóricos, mi investigación toma como referencia, principalmente, tres obras: Métrica y poética, bases para la fundamentación de la métrica en la teoría literaria moderna de José Domínguez Caparrós, Estructura y teoría del verso libre de María Utrera Torremocha y El verso libre hispánico de Isabel Paraíso. Tanto en el libro de Utrera Torremocha como en el de Isabel Paraíso existe una clasificación del verso libre relacionada con la métrica tradicional: la clasificación que proponen ambas autoras se desprende del canon métrico; sus reflexiones ayudan a entender la estructura, el funcionamiento y los patrones rítmicos del verso libre tomando como referencia la métrica tradicional. Por su parte, el libro de Caparrós tiene una aportación fundamental que será el eje de esta tesis; en él se afirma que en la poesía hispánica existen varios sistemas de versificación.1 Con base la anterior premisa se desarrolla esta tesis. El verso libre se explicará como un sistema de versificación distinto al de la métrica tradicional, esto implica que sus rasgos característicos y sus motivaciones pueden ser diferentes a las de los poemas de estructuras regulares. Es importante no olvidar que la terminología usada para el estudio del verso libre puede resultar a veces confusa. Esto sucede porque los términos siempre operan tomando como punto de partida la métrica tradicional. En un sentido estricto, la métrica es un conjunto de nociones con las que se estudia el metro; el metro es la medida silábica de un verso; sin embargo, el estudio de la métrica no sólo contempla el metro, sino la distribución acentual, los tipos de estrofas, la rima (aun cuando el rasgo característico de la métrica tradicional sea la medición silábica, es decir, el metro), y, desde un panorama más amplio, estudia también las regularidades sintácticas y semánticas. En esta tesis me refiero al estudio de poemas de estructura fija como métrica tradicional, métrica canónica o versificación regular (se le ha llamado también verso medido).2 Los poemas que salen de dicho canon pertenecen a un sistema que en estas 1 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, Métrica y poética, bases para la fundamentación de la métrica en la teoría literaria moderna, Madrid, UNED, 1988, p. 7. 2 Algunos libros importantes dentro de dicho canon son: Manual de versificación española de Rudolf Baehr, El arte del verso de Tomás Navarro Tomás y Métrica española de Antonio Quilis. 8 páginas nombraré como versificación irregular o verso libre (más adelante, cuando ocupo el término versolibrismo lo hago en su sentido amplio y no sólo como referencia a un movimiento poético). Desde este punto de vista, la métrica tradicional esun sistema de versificación y el verso libre es otro sistema. El estudio del verso se relaciona principalmente con las cualidades sonoras del discurso poético (sílaba, acento, estrofa, rima, repeticiones de sonidos); después, con las cualidades que crean patrones de repetición en otros niveles. Para el nivel sonoro utilizo también el adjetivo fónico (no confundir con lo relacionado sólo a los fonemas), en el cual se engloban las repeticiones, tendencias o variaciones fónicas del verso. Es preciso enfatizar que un ritmo no sólo contempla aspectos fónicos, de allí que en esta tesis se hable también de los ritmos no fónicos del poema en verso libre: ritmos sintácticos y de pensamiento. Aun cuando el estudio de la métrica tradicional se enfoque en los ritmos fónicos, veremos que en el verso libre existen también otro tipo de regularidades. Como el título de este trabajo lo indica, el verso libre hispánico es una concepción fundamentada en una poética, en una serie de pautas y criterios que determinan al ejercicio de la creación de poemas. Existen muchas maneras de concebir la poesía, de pensar qué es poesía y qué no lo es, todo ello se organiza en una poética; ésta incluye los aspectos de la versificación. Las reflexiones y el modo de concebir el verso libre son producto de una poética: una manera de concebir la poesía. Por ello, muchos de los planteamientos vertidos en este trabajo toman como fuente las consideraciones realizadas por poetas que, además de su ejercicio creativo, han realizado aportaciones críticas relacionadas con la versificación. Los juicios estéticos de los poetas operan dentro de un contexto, autores como Haroldo de Campos, Octavio Paz, Josu Landa y Eduardo Milán han escrito sobre su visión de la poesía dentro de una tradición. Si decimos que el verso libre se fundamenta en una poética, ésta se visualiza en los aportes críticos de los poetas mencionados. Aunque Haroldo de Campos (São Paulo, 1929-2003) no escribió en lengua española, considero importante hacer mención de algunos de sus textos críticos porque pertenecen a un momento de la literatura donde el verso libre comenzó a ganar presencia; Haroldo de Campos pertenece al último movimiento de las vanguardias literarias: la poesía concreta. Octavio Paz es uno de los críticos más completos en cuanto a las nociones 9 poéticas relacionadas con la versificación: en dos apartados de El arco y la lira (“El ritmo” y “Verso y prosa”) escribe sobre la naturaleza sonora del poema. Respecto a Josu Landa, su Poética y su ensayo sobre el verso libre son una referencia fundamental a lo largo de estas páginas. Eduardo Milán, por su parte, es un autor cuya crítica es imprescindible para comprender el panorama poético de la poesía en lengua española (hispanoamericano, sobre todo); en muchos de sus ensayos se evidencia una poética sólida y profunda; muchas de sus reflexiones enriquecen estas páginas. Además de los ya citados, otros autores nutren el corpus de esta tesis; aunque pertenezcan a distintas corrientes de pensamiento (estructuralismo, teoría de la recepción), sus aportaciones son tomadas aquí con la finalidad de construir una poética desde la versificación irregular. Los críticos han reflexionado sobre las posibilidades de los estudios métricos desde sus diversas aristas. Se habla de una métrica descriptiva, una métrica teórica, una métrica lingüística y una métrica poética (entiéndase la palabra métrica desde un amplio sentido, no sólo en referencia al estudio silábico del verso o al estudio de las estructuras tradicionales de versificación).3 El presente trabajo se enfoca en una métrica poética del verso libre. A mi parecer, la métrica poética abarca postulados descriptivos, prescriptivos, teóricos y lingüísticos; de hecho, son términos que se emparentan, categorías distintas que dialogan: una métrica teórica puede ser lingüística; en ella, interactúan ejemplos (descripción) y reflexiones prescriptivas (basta revisar, por ejemplo, la métrica de Rudolf Baehr para darnos cuenta que sus análisis descriptivos a veces contemplan recomendaciones de lo que debe hacerse y lo que no en la versificación tradicional). 3 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, en el cuarto capítulo de su estudio Métrica y poética, advierte que “La métrica formalista debe ser calificada, entonces, como métrica lingüística o métrica poética, ya que el estudio del ritmo se incluye en el campo más amplio del estudio del lenguaje poético” (pp. 31-32). Más adelante, anota: “Hacia la métrica teórica se dirigen los trabajos que estudian los principios básicos de la alternancia, y constituyen el sistema de conceptos utilizados por otras ramas. En la métrica descriptiva entran las clasificaciones de versos, descripciones de tipos de versos usados en una época o por un escritor. La métrica histórica, por su parte, estudia los cambios de las formas métricas” (p. 33). Este trabajo apunta hacia una métrica poética: el estudio lingüístico, en sus diferentes niveles, aportará información a los análisis realizados en estas páginas. Principalmente, debemos considerar que la pragmática es un nivel del estudio lingüístico y desde allí también es importante reflexionar sobre el verso libre. 10 Esta tesis está dividida en dos capítulos. El primero se enfoca en la estructura del verso libre. Se plantean las modalidades de éste con base en las tendencias y regularidades. Identificar cuáles son los rasgos productores de un ritmo es uno de los criterios tomados de la métrica tradicional que puede también funcionar como criterio en el verso libre. Este capítulo es una descripción de los modos del verso libre y sus regularidades fónicas, sintácticas y semánticas; cada modalidad del verso libre va acompañada de algún ejemplo de poema escrito en español.4 El segundo capítulo es una reflexión teórica y una mirada a las posibilidades de la versificación irregular más allá de sus rasgos rítmicos. Dicho capítulo guarda más relación con la métrica desde su perspectiva teórica y lingüística. A lo largo de esas páginas se reflexiona sobre cuáles son las implicaciones de la versificación irregular en el papel de la tradición; el surgimiento del verso libre es el resultado de cuestionar la métrica tradicional, ello implica un ejercicio crítico en los escritores, reformular una poética. Además, si entendemos que en el verso libre está implícita la idea del ritmo y de la libertad, es necesario reflexionar sobre ambos conceptos. También se pone de manifiesto que el verso libre posee más sentidos, más allá de su sentido métrico y los rasgos fónicos productores de ritmo. En este capítulo se cuestionará si, en ocasiones, es el ritmo la motivación primordial de la escritura en verso libre. La estructura analizada en el primer capítulo nos ayuda a entender que el verso libre es un sistema de versificación distinto al de la métrica tradicional, ambos sistemas comparten rasgos, pero difieren en otros. El verso libre, además de su relación con los rasgos fónicos, guarda un sentido histórico, uno lingüístico y otro de distinción entre verso y prosa. Este trabajo tiene como finalidad conseguir una comprensión íntegra del verso libre, visto como un sistema de versificación autónomo al de la métrica tradicional. En cuanto a los orígenes del verso libre y los juicios que autores especializados en métrica 4 Las modalidades del verso libre se desprenden de los fundamentos rítmicos; Isabel Paraíso en El verso libre hispánico (pp. 388-389) establece una tipología de la versificación irregular basándose en los ritmos fónicos, sintácticos y semánticos. Esta tipología, con algunas variantes, es la que se presenta de forma detallada en el primer capítulo de esta tesis. En el segundo capítulo se cuestionará dicha categorizaciónbasada solamente en el ritmo: ¿qué tan funcional es el ritmo en la poesía en verso libre?, ¿lo que observamos como ritmo en verso libre no se trata, en ocasiones, de una tendencia? No obstante, como punto de partida, es útil describir los rasgos rítmicos del verso libre para clasificar sus modalidades. 11 han elaborado en torno a éste, recomiendo el resumen histórico de Isabel Paraíso en el libro ya citado.5 En esta tesis se observarán las formas de estructura que ofrece el verso libre, así como sus posibilidades teóricas. Todas las reflexiones que se desprenden del concepto de verso libre ayudan a construir una poética. 5 Véase el primer capítulo de El verso libre hispánico donde la autora realiza una amplia y puntual revisión comentada de textos críticos donde se reflexione sobre el verso libre. 12 CAPÍTULO 1 EL VERSO LIBRE DESDE SU ESTRUCTURA 1.1 Las regularidades en el verso libre A medida que la escritura en verso libre se ha ido normalizando, la crítica ha tenido que replantear su metodología de estudio. José Domínguez Caparrós advierte que el estudio de la versificación debe ir más allá del simple conteo silábico y acentual: “queda claro que el estudio del verso es un estudio lingüístico –estudio del lenguaje poético– y que, por tanto, comprende las mismas parcelas que el análisis del lenguaje”.6 El poema en verso libre exige no sólo una manera especial de estudiarlo, sino también cuestionar los métodos de análisis en los manuales de métrica; tomar en cuenta que los paradigmas del verso libre corresponden a un sistema de versificación distinto que el de la métrica tradicional. Un lector interesado en este tema necesita una métrica, es decir, un manual de versificación irregular,7 donde se expliquen los fenómenos del poema en verso libre de una manera incluyente, un libro que dé herramientas para interpretar los poemas de versificación irregular. Por ello, es necesario plantear una nueva forma de análisis de la versificación irregular. El sistema tradicional de métrica española observa que la regularidad silábica y cierta disposición acentual son los rasgos donde se fundamenta la entidad rítmica del verso. Acento y sílaba son manifestaciones ligadas a la dimensión sonora del poema. Lo que produce ritmo en los versos se localiza, en un primer momento, en el nivel fónico. 6 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, Métrica y poética… op. cit., p. 17. 7 Aun cuando el verso libre surge como la liberación de los cánones de la métrica tradicional, esto no significa que no se pueda realizar un manual donde se expliquen las diversas modalidades de la versificación irregular. El verso libre es un sistema de versificación que requiere de un trabajo descriptivo que sea el equivalente al de las métricas canónicas de Tomás Navarro Tomás o Rudolf Baehr. Desde luego, ya no sería una “Métrica del verso libre”, puesto que el término métrica alude al principal rasgo rítmico de la versificación tradicional: el metro; mientras que, en el verso libre, el metro no es un constituyente primordial. 13 Acento y sílaba son partículas que, al interactuar y agruparse en diversos tipos de secuencia en un plano temporal, le dan al poema un efecto sonoro.8 Además del acento y la sílaba, una métrica tradicional (en lengua española) clasifica al poema tomando también como base las estrofas y las rimas; pues, cuando los versos se agrupan en un poema medido, aparecen estas dos modalidades fónicas. Estrofa, rima, acentos y sílabas son los componentes que analiza la métrica tradicional. Quien se asome a un manual de versificación española, aprenderá a reconocer las rimas, realizar un cómputo silábico, identificar los acentos y observar las estrofas en relación al número de versos que tengan. Estas cuatro cualidades son lazos que pueden sujetar al discurso poético. El verso libre puede ser la renuncia consciente (o intuitiva) de estos cuatro lazos o, bien, puede tratarse del manejo de ciertas regularidades y el desuso de otras. El ritmo es, en el poema, un conjunto de regularidades que se localizan en todos los planos del discurso; regularidades que se desplazan en un tiempo.9 En el nivel fónico tenemos una organicidad de diferentes tipos de producción sonora: sílabas, acentos, rimas, estrofas. Puede haber poemas de regularidad silábica, acentual, fonética (rimas, aliteraciones), de periodos discursivos (estrofa) y, por supuesto, poemas donde estas cuatro aparezcan en conjunto. En el verso libre, estas regularidades figuran en menor o mayor rango. Imaginemos una línea. En la parte izquierda situemos un poema que esté amarrado por completo a las partículas que producen ritmo, mientras que del lado derecho pongamos otro donde no exista ninguna de ellas. El poema del lado izquierdo es absolutamente sonoro, posee todos los componentes rítmicos: todos los versos tienen la misma cantidad de sílabas, todos los acentos caen siempre en el mismo lugar, todas las estrofas tienen el mismo número de versos, las rimas aparecen en un orden invariable. El 8 En esta tesis se hablará de la relación existente entre la lingüística y la métrica; por ahora, es preciso enfatizar que aun cuando ambas disciplinas comparten el objeto de estudio, no comparten el método: en la lingüística (la fonética, particularmente) se estudian los fenómenos sonoros de un habla y lo que se registra de éstos puede tener una carga valorativa por sí misma. La métrica, en cambio, describe los aspectos sonoros en relación con el ritmo en un poema; la carga valorativa de las cualidades sonoras surge cuando existe una secuencia regular de sílabas o disposiciones acentuales. 9 En el segundo apartado del Capítulo 2 de la presente tesis, se hablará más a fondo sobre el ritmo. 14 poema del lado derecho sería algo sonoramente cercano a la prosa: el número de sílabas es variante, los acentos no tienen regularidad, las estrofas no llevan ningún orden o no hay estrofas, la rima ha desaparecido, no hay aliteraciones ni ninguna otra regularidad en los fonemas. Teóricamente, el poema del lado derecho sería el más liberado de toda cuestión sonora, por lo tanto, ya no sería verso, en el sentido del estudio métrico (hay que precisar que este posible esquema sólo describiría el panorama sonoro del texto poético, pero no su valoración con una época, grupo, estética). Entre un poema y otro hay toda una escala de variantes; hay poemas que, mientras más cercanos están del lado izquierdo, son más sonoros; y, mientras más se acercan al lado derecho, son menos sonoros. El verso libre, además de poder observarse como la renuncia a los moldes fijos de la versificación tradicional, es también la oscilación en esta escala de sonoridades. Isabel Paraíso apunta: “la casi totalidad de formas versolibristas basadas en ritmos fónicos son solamente el desarrollo moderno de formas tradicionales preexistentes”,10 y Utrera Torremocha añade: “Desde el punto de vista métrico –no meramente tipográfico, ideológico o sentimental–, tres son básicamente las explicaciones referidas al verso libre: el verso libre aliterativo o con rima, el verso libre acentual y el verso libre que gira alrededor de una medida y sus medidas afines”.11 Entonces, si se toma en cuenta que en el verso libre estos aspectos de la métrica tradicional pueden funcionar como rasgo constitutivo, de forma independiente, es preciso realizar algunas observaciones en torno a cada una de estas particularidades rítmicas. Además, el verso libre contempla patrones rítmicos que se localizan en distintos niveles de la lengua. Beristáin, en su definición de verso, observa que: “el principio que rige la construccióndel verso es la tendencia a la repetición de esquemas rítmicos, métricos, sintácticos, fonológicos –en aliteraciones como la rima– y semánticos”.12 Con esto, la autora nos hace notar que la métrica no sólo se queda en el nivel fónico, sino que, tal como lo dice Caparrós, debe estudiarse desde otros niveles lingüísticos (sintáctico, semántico). 10 Isabel PARAÍSO, El verso libre hispánico, Madrid, Gredos, 1985, p. 387. 11 María UTRERA TORREMOCHA, Estructura y teoría del verso libre, p. 178. 12 Helena BERISTÁIN, Diccionario de retórica y poética, p. 502. 15 Isabel Paraíso se basa en los niveles de la lengua para intentar una tipología del poema en verso libre. Advierte que hay dos modalidades en el verso libre: la primera, basada en la regularidad de patrones sonoros: ritmo fónico; la segunda, en la regularidad de patrones semánticos: ritmo de pensamiento. Cada modalidad, a su vez, se divide en otros segmentos. Así lo ilustra en el siguiente cuadro sinóptico:13 Más que hablar de un estricto sistema de versificación, el presente estudio propone, a nivel de estructura métrica, un sistema de clasificación que permita analizar la función del verso de cualquier poema hispánico escrito en verso libre; una función que responde a cierto tipo de regularidad o propósito estético. Para ello, las modalidades de verso libre propuestas por Isabel Paraíso servirán de punto de partida y referencia, con algunos matices. Como se verá en el siguiente cuadro, Isabel Paraíso habla de verso libre y versificación para estudiar cada categoría; mientras que en esta tesis se hablará de regularidades y tendencias. Con ello se pretende hacer notar que los poemas en verso libre se constituyen, en su estructura versal, por aspectos que se regulan o tienden a aparecer; por ejemplo, el número de sílabas en un verso crea una regularidad cuando se 13 Isabel PARAÍSO, op. cit., 389. 16 repite la misma medida en el siguiente y en el siguiente; o crea una tendencia cuando los demás versos, en su mayoría, conservan el mismo cómputo silábico. Además de las categorías estudiadas por Isabel Paraíso, en este trabajo se añaden otras dos: “Combinaciones y variaciones” y “El tempo”, ambas procuran aportar más aristas al estudio de la estructura del verso libre. Cada apartado de este capítulo primero describirá las categorías que se verán a continuación. Asimismo, se pondrán algunos ejemplos de poetas que, como se dijo en la introducción, escribieron durante el siglo XX y lo que va de nuestro siglo. Veamos el cuadro donde se compara la tipología de Isabel Paraíso con la del presente estudio: ISABEL PARAÍSO EL PRESENTE ESTUDIO Verso libre métrico. Regularidad silábica. Versificación libre de cláusulas. Regularidad y tendencia acentual. Verso libre rimado. Versificación paralelística menor (cuando ésta se fundamente en repeticiones léxicas: anáforas, catáforas y epíforas). Regularidad fonética. Verso libre de base tradicional: versificación libre estrófica. Regularidad estrófica. Verso libre de base tradicional: silva libre, versificación libre fluctuante y canción libre. Poemas de tendencia métrica. Verso de imágenes acumuladas o yuxtapuestas (en el nivel sintáctico). Regularidad sintáctica. Versificación paralelística mayor. Versículo. Verso de imágenes acumuladas o yuxtapuestas (en el nivel semántico). Regularidad semántica y ritmo de pensamiento. [No contemplada por Isabel Paraíso] Combinaciones y variaciones. [No contemplada por Isabel Paraíso] El tempo. Es importante precisar que los poemas en verso libre pocas veces están ligados de forma estricta a uno de los rasgos presentados en el cuadro anterior. Es decir, a diferencia del que escribe, por ejemplo, un soneto, en la escritura del verso libre, las 17 regularidades que se toman no están del todo preestablecidas, no existe un molde inamovible. Por ese mismo motivo, se debe tomar en cuenta que los poemas en verso libre pueden estar constituidos por regularidades o tendencias. Como se dijo líneas arriba, cuando un rasgo (la disposición acentual o el tipo de estrofa) prevalece y se repite sin cambios, se trata de una regularidad; pero cuando dicho rasgo es intermitente, es una tendencia. De hecho, cada categoría que se estudiará en este primer capítulo puede fungir como regularidad o tendencia; sin embargo, en algunos casos, el poema en verso libre es más regular, como cuando combina el mismo número de sílabas, mientras que en otros sólo tiende a repetir un rasgo productor de ritmo. Veamos, entonces, las categorías en la estructura del verso libre. 1.2 Regularidad silábica En sentido métrico, una sílaba es un núcleo sonoro que, al aparecer de forma agrupada, conforma un verso. A diferencia de la fonética, la métrica no describe los sonidos de cada sílaba, sino la cadencia que se produce en su conjunto, su funcionalidad en el verso. Rudolf Baehr así interpreta esta distinción: […] la palabra sílaba es término a la vez de la fonética y de la métrica; sin embargo, no siempre significa lo mismo en uno y otro sentido. […] El verso como entidad y cuerpo rítmico no consiste en palabras sueltas, sino en las unidades rítmicas que éstas forman. La métrica no tiene en cuenta las sílabas que constituyen una palabra, sino que mide las rítmicas.14 Por lo tanto, en un estudio silábico de los versos, no se deben considerar las cualidades aisladas de cada sílaba, sino verlas como componentes que se organizan con una finalidad, en principio, rítmica. Tomás Navarro Tomás afirma algo parecido: Es indispensable para el conocimiento de la métrica familiarizarse con las propiedades de la sílaba en la lengua española, empezando por tener en cuenta 14 Rudolf BAEHR, Manual de versificación española, Madrid, Gredos, 1997, p. 38. 18 que el valor con que tal unidad actúa en el verso es precisamente el que le corresponde en la pronunciación, no siempre coincidente con el que pueda figurar en la representación gramatical y ortográfica de las palabras.15 Esta consideración vista por ambos autores es esencial para los estudios métricos, pues la versificación tradicional en lengua española tiene como componente principal la cantidad silábica de cada verso, es decir: el metro. De hecho, al estudio de la versificación se le conoce como métrica aludiendo a este aspecto del poema. Para evitar confusiones, en este trabajo se hablará de regularidad silábica y no regularidad métrica (términos que en este contexto son sinónimos). La descripción de las formas poéticas establecidas, en la métrica tradicional, se elabora, en primera instancia, considerando el número de sílabas en los versos; la cantidad silábica es la columna donde se clasifica el ritmo en poesía española de versificación canónica; se estudian poemas escritos en heptasílabos, octosílabos, endecasílabos, alejandrinos, etc. ¿Cómo es posible hablar de la regularidad silábica en el verso libre sin que esto parezca contradictorio? Como se dijo en el apartado anterior, el verso libre, en un sentido estructural, puede ser la renuncia a uno o más de los cuatro rasgos fónicos, no estrictamente al metro. De modo que si, por ejemplo, un poema no tiene regularidad en la estrofa (como la silva), pero conserva la rima, cierta disposición acentual y regularidad silábica, ese verso es verso libre en un sentido estructural, aunque no lo sea en un sentido histórico. En cuanto a la renuncia de la rima, es preciso decir que en los estudios de métrica hispánica se denominan poemas en verso blanco o en verso suelto a los que están libres de ella (y a veces también de estrofa). La renunciade la rima existió desde antes de la idea de verso libre. Rudolf Baehr así lo advierte y puntualiza: Hay que distinguir, tanto por su asunto como por la terminología, los versos sueltos clásicos de los versos libres en el sentido del verslibrisme francés, según se introdujo a finales del siglo XIX en la poesía hispánica. […] El uso de versos de medida diferente tiene varios grados en su manifestación que van desde la 15 Tomás NAVARRO TOMÁS, Arte del verso, p. 13. 19 adopción de determinados versos y estrofas poéticas ya existentes (en especial la silva) hasta el sintagma rítmico del poema enteramente libre, que se adapta sin limitaciones a la voluntad de expresión del poeta, como lo hace la prosa.16 La regularidad silábica, en principio, estaría emparentada con el isosilabismo, es decir, con la repetición de versos de una misma medida silábica dentro de un poema. En un sentido de liberación, los poemas que combinan dos o más metros renuncian al isosilabismo; combinación que después se sistematiza. La combinación de dos o más metros en un mismo poema no crea una irregularidad o una liberación total del metro. Lo que sucede, más bien, es que dichas combinaciones forman una nueva regularidad: así como existen poemas escritos solamente en endecasílabos, existen también poemas escritos solamente en endecasílabos y heptasílabos (como las silvas y las canciones) o poemas escritos sólo en pentasílabos, heptasílabos, eneasílabos, y endecasílabos. Tomás Navarro Tomás advierte que la combinación de versos de cinco, siete, nueve y once sílabas se debe a las posibilidades polimétricas que ofrece la silva: Con el modernismo, a medida que la estrofa en general fue perdiendo terreno, las composiciones a modo de silva han ensanchado su representación en frecuencia y variedad de formas. Una de sus modalidades se caracteriza por juntar con el endecasílabo y el heptasílabo otros versos de diferentes medidas.17 En este sentido estructural, el verso libre se puede advertir en la liberación del isosilabismo, además de la regularidad estrófica y de la rima. Pensemos en una silva en verso blanco: la rima desaparece y los endecasílabos se combinan con los heptasílabos. Ahora pensemos en una silva en verso blanco que combine endecasílabos, heptasílabos, pentasílabos y eneasílabos. El resultado sería un poema que se liberó de tres regularidades: el isosilabismo, la rima y la estrofa (gran parte de Muerte sin fin, por ejemplo). Mientras mayor sea la combinación en las medidas de los versos, habrá menor regularidad silábica. Por lo tanto, el poema en verso libre con regularidad silábica (o 16 Rudolf BAEHR, op. cit., p. 80. 17 Tomás NAVARRO TOMÁS, op. cit., pp. 165-166. 20 verso libre métrico, como le llama Isabel Paraíso) no es la combinación indistinta de metros, sino la regularidad de esta combinación. 1.3 Regularidad y tendencia acentual Resaltar el valor del acento en la métrica es consecuencia de un pensamiento latinizante. Así como la agrupación silábica toma diferentes nombres dependiendo de su número, la secuencia acentual también es catalogada y su denominación se toma de la prosodia latina. La poesía latina se medía por sílabas largas y breves, este sistema tiene su equivalente en la disposición de átonas y tónicas en la poesía en lengua española. La versificación en nuestra lengua, en algunos casos, puede tomar como principal rasgo de estructura la distribución regular de las sílabas tónicas. Existen ejemplos paradigmáticos de poemas cuyo ritmo se basa en la disposición acentual; por ejemplo, Laberinto de fortuna de Juan de Mena, el “Nocturno” de José Asunción Silva y “Marcha triunfal” de Rubén Darío. Este tipo de poemas acentuales pueden traer como consecuencia que la crítica los analice con preceptos latinizantes, donde el acento (la combinación regular de sílabas átonas y tónicas) es el núcleo rítmico. Boris Tomachevski nos dice: “Los teóricos que buscaban en las lenguas modernas un equivalente de la longitud, lo encontraban en la acentuación: por consiguiente, la sílaba tónica comenzó a llamarse larga, y la átona breve”.18 Por ello, si las sílabas breves y largas latinas tienen su correspondiente hispánico, las formas poéticas españolas podrían tener también un modelo de la lengua madre. De modo que la poesía acentual (o de regularidad acentual) toma como eje rítmico la repetición de cláusulas (la distribución equidistante de los acentos). Si existe cierta poesía española que pueda clasificarse a partir de su disposición acentual, esto no significa que todas las formas métricas sean adaptables a este tipo de análisis. Sólo es posible hablar de poesía acentual en aquellos poemas que mantienen regularidad en el orden de los acentos, secuencia que, en esos casos, estaría por encima 18 Boris TOMACHEVSKI, “Verso y prosa”, op. cit., p. 115. 21 de la silábica. Dividir las formas métricas en dos grandes grupos, poesía acentual y poesía silábica, resulta poco útil, pues, como ya se dijo, la mayoría de los poemas son escritos tomando en cuenta el factor métrico, es decir, el número de sílabas, y no el factor acentual. La poesía acentual es una técnica poco practicada. Además de los ejemplos de Darío y Asunción Silva, es preciso mencionar el poemario La barcarola de Pablo Neruda, escrito en una versificación acentual basada en pie trisilábico (posiblemente sea el único libro compuesto, casi en su totalidad, en verso libre de regularidad silábica). Para ilustrar dicha secuencia, observemos un poema de ese libro: El amor Te amé sin por qué, sin de dónde, te amé sin mirar, sin medida, y yo no sabía que oía la voz de la férrea distancia, el eco llamando a la greda que canta por las cordilleras, yo no suponía, chilena, que tú eras mis propias raíces, yo sin saber cómo entre idiomas ajenos leí el alfabeto que tus pies menudos dejaban andando en la arena y tú sin tocarme acudías al centro del bosque invisible a marcar el árbol de cuya corteza volaba el aroma perdido.19 Al estar inspirada en las formas latinas, este modelo de versificación puede tomar dos rumbos: los poemas que intentan copiar por completo una estructura latina y los que sólo extraen de ella la secuencia de sílabas largas y breves, a fin de trasladarlas a un intervalo de sílabas átonas y tónicas sin importar el número de sílabas (como es el caso del poema anterior). Tomás Navarro Tomás le llama a este tipo de composición poesía rítmica; Isabel Paraíso, a dicha regularidad la denomina versificación libre de cláusulas20 (definición ambigua por la preposición de, pues pareciera que es una versificación liberada de las cláusulas, y quiere decir lo contrario: verso libre sujeto a cláusulas). Una cláusula es una fracción silábica compuesta por dos o tres sílabas donde la tónica funciona como núcleo. 19 Pablo NERUDA, “El amor” en La barcarola, Barcelona, Debolsillo, 2004, p. 33. 20 Véase en Isabel PARAÍSO, El verso libre hispánico, p. 392. 22 En este tipo de poesía no siempre aparecerán las cláusulas de forma evidente, pues muchas de las palabras en español poseen más de dos sílabas, y al momento de distribuirlas armoniosamente habrá algunas que rítmicamente tengan dos acentos, Joaquín Balaguer observa: Fue tal vez el maestro Gonzalo Correas el primero de los prosodistas españoles que señaló la existencia, en la poesía castellana, de un fenómeno del cual existen pruebas irrefutables en la versificación de Juan de Mena y de otros líricos posteriores: la doble acentuación de las palabras que tienen cuatro o más sílabas, cuando la cadencia del versolo requiere, esto es, la conversión en acento rítmico del que hoy denominan los gramáticos acento secundario.21 Líneas después, el autor ejemplifica con versos del Laberinto de fortuna, como: “sus óperaciones influyen perfectas”, o “provoque tus ojos a lámentación". Habría que agregar que los monosílabos también pueden ser tomados como sílabas tónicas; en “Marcha triunfal”, por ejemplo: “ya viene, oro y hierro, el cortejo de lós paladines”, o “la gloria solemne de lós estandartes”, estos acentos secundarios no se evidencian sólo en un análisis, sino en el mismo momento de lectura. No todos los acentos aparecerán de manera categórica, pero la fuerza de los otros obliga a que éstos se agrupen; desplazamientos que se explican por la inercia de la regularidad: “el ritmo es un impulso, un movimiento, una tendencia, más que un conjunto de simetrías objetivas o de isocronismo real”.22 En estos casos, depende la disposición rítmica del poema para saber cómo se agruparán versos de acentuación dudosa. Por ejemplo, dos versos de “Marcha triunfal”: “los cascos que hieren la tierra / y los timbaleros”. El segundo verso podría ser trocaico “ý-los-tím-ba-lé-ros”, óo-óo-óo,23 pero, en relación con el resto del poema, debe tomarse como verso de pie trisilábico: “y-lós-tim-ba-lé-ros”, oóo-oóo. 21 Joaquín BALAGUER, Apuntes para una historia prosódica de la métrica castellana, Santo Domingo, República Dominicana, 1974, p. 193. 22 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, op. cit., p. 55. 23 Para ilustrar la distribución de sílabas tónicas y átonas, ocupo un grupo de dos y tres grafías que acentúo en la sílaba que corresponde a la tónica. Cada grafía significa una sílaba; cada grupo de grafías van separadas por un guion para mostrar el tipo de cláusulas rítmicas: oóo-oóo, óo-óo. En algunas ocasiones, para enfatizar en la sílaba tónica, marco en negrita la grafía acentuada. 23 Para referirnos al orden acentual en la poesía española, es preciso tener en mente las consideraciones que Tomás Navarro Tomás plantea en su Arte del verso, quien sostiene que “por el carácter de sus cláusulas, el periodo puede ser trocaico, dactílico o mixto”. Este autor analiza, con base en la nomenclatura latina, los seis primeros versos de la “Égloga primera” de Garcilaso, sobre el sexto verso, “de pacer olvidadas escuchando”, dice: “consta de dos cláusulas anapésticas, ooó, una yámbica, oó, y una anfribráquica oóo”; sin embargo, también afirma que “ninguna relación cabe notar entre este confuso cuadro y el suave y armonioso compás de tan famosos versos”.24 En efecto, no hay relación alguna, pues se olvida que el poema está escrito en un soporte de regularidad silábica y no acentual. Sólo es posible distinguir un ritmo basado en cláusulas cuando en los poemas es evidente que los acentos caen en un mismo orden. En cuanto a las cláusulas, tenemos que en un grupo bisilábico hay dos posibles combinaciones: óo (trocaico) y oó (yámbico); en uno trisilábico, son tres: óoo (dactílico), oóo (anfibráquico) y ooó (anapéstico). Navarro Tomás opina que, en nuestro idioma, “el ritmo que cuenta no es el que la gramática sugiere, sino el que el oído percibe”.25 Si una de estas cláusulas se repite, lo que el oído percibiría es una regularidad ya sea bisilábica o trisilábica. De manera que los ritmos acentuales pueden ser binarios o ternarios. Esto quiere decir que las cláusulas bisilábicas se sintetizan en ritmos binarios, sin importar si son versos trocaicos o yámbicos, mientras que las cláusulas trisilábicas se sintetizan en ritmos ternarios, independientemente de que los versos sean dáctilos, anfíbracos o anapestos. Para ilustrarlo, veamos la distribución acentual de las distintas cláusulas. Cláusulas bisilábicas: Verso trocaico: óo óo óo óo óo Verso yámbico: oó oó oó oó oó 24 Tomás NAVARRO TOMÁS, op. cit., pp. 23-25. 25 Ibid. 24 La repetición del verso yámbico y trocaico, para nuestro oído, llega a sonar de forma equivalente: es un ritmo binario. Cláusulas trisilábicas: Verso dactílico: óoo óoo óoo óoo óoo Verso anfibráquico: oóo oóo oóo oóo oóo Verso anapéstico: ooó ooó ooó ooó ooó De la misma forma, la repetición tanto del verso dactílico como del anfibráquico y del anapéstico, para nuestro oído, equivalen a un ritmo ternario. En un artículo, Antonio Pamies, resume un aspecto importante de la propuesta de Navarro Tomás de la siguiente manera: El pie (que Navarro llama cláusula) siempre comienza en un acento, y las sílabas que preceden al primer acento de un verso inicial están en anacrusis. El límite entre cláusulas precede al acento, al igual que la barra del compás precede al ictus musical. Esto permite reducir el número de ritmos: ya no pueden existir ni yambos, ni anapestos, ni anfíbracos, el ritmo sólo podría ser decreciente […]. Una cláusula no puede tener más de tres sílabas, lo que reduce a dos los ritmos posibles en español: trocaico y dactílico.26 Con esta idea se simplifican las reinterpretaciones de la prosodia latina. Esto es útil sólo para los poemas donde evidentemente existan regularidades o tendencias de cláusulas acentuales, pero la gran mayoría no atienden a esta característica. Otra vez debemos partir desde la distinción entre poesía silábica y poesía acentual: la primera es propia de la métrica tradicional y la segunda sólo responde a ejemplos aislados. Gran parte de la poesía silábica no mantiene una secuencia exacta en los acentos, el ritmo no se marca de forma categórica por los apoyos acentuales, sino por una tendencia donde los versos, que poseen la misma cantidad silábica, mantienen algunos acentos en la 26 Antonio PAMIES, “La métrica poética cuantitativo-musical en España”, en Acentos femeninos y marco estético del nuevo milenio, Rafael Corbalán, Gerardo Piña y Nicolás Toscano (eds.), Nueva York, Monografías de ALDEEU, p. 4. 25 misma posición mientras que otros se desplazan; incluso cuando en los poemas existe un orden estricto en la disposición acentual, se llega a decir (en los talleres literarios) que son poemas machacones. A estos ritmos binarios y ternarios podemos llamarles también ritmos de pie bisilábico y pie trisilábico. Veamos ahora un poema en verso libre con tendencia a un ritmo de cláusulas binarias (con un pie bisilábico), de Eduardo Langagne: Percusiones madre madre muerta mi tambor sobre tu tumba madre muerta suena el cuero del tambor sobre tu tumba y mis manos sobre el cuero del tambor sobre tu tumba las uñas de mis manos golpeando sobre el cuero del tambor sobre tu tumba madre muerta la sangre de las uñas de mis manos sobre el cuero del tambor sobre tu tumba la sangre de tu cuello está en las uñas de mis manos que golpean sobre el cuero del tambor sobre tu tumba tumba madre muerta27 En estos versos, el sentido y el sonido se corresponden. La disposición acentual evoca al ritmo del tambor. Se trata de un ritual (más adelante veremos la relación entre rito y ritmo) o la evocación de un ritual creado por la armonía entre sílabas átonas y tónicas: la-sán-gre-dé-tu-cué-llo es-tá en-las-ú-ñas-dé-mis-má-nos. Por esta misma inercia de pie bisilábico, existe una dislocación acentual en la preposición sobre cuando aparece después de la palabra tambor: só-bre el-cué-ro-dél-tam-bór-so-bré-tu-túm-ba. Aunque el poema no posee una estricta regularidad de pie bisilábico, la tendencia de los 27 Eduardo LANGAGNE, “Percusiones” en Donde habita el cangrejo, México, UNAM, 1996. 26 versos donde más se marca el ritmo binario hace que los otros versos se regulen bajo ese criterio. Tal vez en algunas piezasmusicales los ritmos de versificación acentual se adviertan con mayor frecuencia. El rap, principalmente, basa sus composiciones en regularidades de pie bisilábico y trisilábico, mientras que el número de sílabas fluctúa dentro de un compás de cuatro tiempos. Por ejemplo, en estas líneas del colombiano Yoky Barrios se advierte el pie trisilábico: Mi canto sonoro, no soy sólo coro, saforo, devoro, soy choro, soy toro, exploro los moros, también condecoro, no azoro, no imploro, jodoro, decoro, valoro y adoro mi único tesoro, no lloro ni oro, mejor colaboro, ignoro sonoro, cercioro, demoro y lo que es elaboro.28 1.4 Regularidad fonética Las cualidades sonoras secundarias de la versificación tradicional, muchas veces, no desaparecen del todo en el verso libre. La libertad se localiza en prescindir de una forma poética establecida, rescatar algunos rasgos de ésta, o renunciar en diferente grado a las regularidades rítmicas. En verso libre, las reiteraciones fonéticas pueden adquirir mayor nitidez debido a que el poema no está sujeto a módulos rítmicos estrictos, de modo que cuando aparece alguno de ellos, se vuelve evidente. Es común que en el verso libre se conserve aún cierta tendencia silábica o, incluso, acentual, pero no sucede lo mismo con la rima, ésta se omite o no constituye una parte fundamental de la estructura. La rima es un componente fónico que incide en la dimensión gramatical del poema; opera como un factor que tiende a romper una lógica discursiva. Las palabras pueden emparentarse por formar parte de un mismo campo semántico, por pertenecer a una misma categoría gramatical o por compartir algunos de sus sonidos. La rima las emparenta por esta última cualidad, y, al hacerlo, el poema varía su orden gramatical y semántico. 28 Visto en “Yoky Barrios Con Michael Castellanos - 2. Pintura (Figura Publica)” https://www.youtube.com/watch?v=D0PeTR4wzfA consultado en junio de 2016. 27 Desde el punto de vista histórico, la rima “nació probablemente en la poesía cantada, en la que la equisonancia reiteradora debía marcar el final de verso (y también el de hemistiquio) y hacer así más patente la disposición rítmica de la estrofa”.29 Por lo tanto, la rima es una entidad fónica que se ha canonizado y a veces transgrede la sintaxis del poema (esto se visualiza en los encabalgamientos: la unidad de la oración no corresponde a la unidad del verso y por lo tanto la pausa rítmica no corresponde a la pausa sintáctica), pero también se relaciona con el resto de los niveles del lenguaje, como lo refiere Domínguez Caparrós: “la rima es uno de los artificios privilegiados de manifestación de la semántica poética. Pues junto a sus aspectos fónicos y sintácticos (factor que contribuye a la determinación del metro), tiene también aspectos léxicos y gramaticales”.30 La rima es una entidad que organiza palabras por su parecido fónico, pero no es el único recurso de organización sonora. Otros aspectos fónicos, como la aliteración, la paranomasia, las anáforas y catáforas, son igualmente producto de un contagio de rasgos sonoros de las palabras, y esto es lo que en verso libre llega a ser evidente. Aun cuando en el verso libre no aparece la rima (la mayoría de veces), otras empatías sonoras se mantienen. No porque la rima se omita, las reiteraciones de fonemas se omitirán por completo. Las rimas y demás entidades fónicas serán difícilmente el eje principal de construcción del verso libre, aunque sí es posible que sirvan de apoyos rítmicos. Isabel Paraíso advierte que el verso libre rimado “es una forma versolibrista rara aunque persistente”.31 La poesía silábica y poesía acentual (verso libre métrico y versificación libre de cláusulas para Isabel Paraíso) se encuentran en un plano más frecuente que los poemas donde sobresalen los rasgos fonéticos por encima de los acentuales o métricos; no podemos, por tanto, hablar de poesía fonética como hablamos de las dos anteriores. Tomás Navarro Tomás menciona que: 29 Rudolf BAEHR, op. cit., p. 61. 30 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, op. cit., p. 114. 31 Isabel PARAÍSO, op. cit., p. 394. 28 Otros factores fonéticos como el tono o la unidad silábica no desempeñan papel constitutivo en la estructura del verso español. Los efectos fundados en la armonía de las vocales, en la aliteración de las consonantes o en las correlaciones, alternancias, parelelismos, antítesis y demás recursos de la colocación de los vocablos sólo se emplean con función ocasional y complementaria.32 Sin embargo, con la aparición del verso libre, los factores fonéticos, adquieren más peso y en algunos casos ganan mayor presencia en la estructura del verso: “está claro que aunque sea como elementos no canonizados de apoyo del ritmo, los fenómenos de eufonía deben ser tenidos en cuenta por la ‘rítmica descriptiva’”, 33 observa Caparrós. Si la organicidad de los rasgos silábicos y acentuales se pierde, otros habrán de cobrar importancia, al grado que pueden funcionar como unidades evidentes para la estructuración de un poema en verso libre. Aunque la regularidad fonética pocas veces funciona como el factor que estructura la cadencia del poema, hay casos donde así sucede. En estos casos, la repetición de fonemas es el rasgo que sobresale por encima de los acentos y el número de sílabas. Las palabras se juntan por su realidad sonora; son poemas construidos a partir del contagio fónico. Un ejemplo sería este poema de Eduardo Milán: Escribo con la certeza de no ser San Juan. Me lo dijo mi madre: “Serás triste o serás alegre o serás algo así, más general o vago, vete a Vigo, no, a Vigo no. De Vigo vengo yo. Pero ten la certeza de que nunca escribirás un no sé qué que. Serás necesario, nunca suficiente, siéntate”. Y me senté como un hijo de madre brasileña en la brasa de sus rodillas o en la rodilla de sus brasas, no recuerdo bien. Fue de ahí, de una sala solitaria con un piano de cola, de ese falso faisán que en su silencio me negaba, nadie cantaba, que corté por lo más corto, por el camino de abajo, por el atajo. Y decidí ser Milán. Rimaba, iba a contracorriente por el río que conducía, nadie sabía, a contranatura hacia una estancia insegura, 32 Tomás NAVARRO TOMÁS, op. cit., pp. 10-11. 33 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, op. cit., p. 114. 29 ahora. Sahara, ¿volveré algún día a mirarte la cara? Espero, porque mi cara es tu cara. Cosas de arena, arabescos, bosques de tanto árbol –pinabetos– que por puro aroma borran la nostalgia de la arena. La memoria queda, la memoria caída se moría de ganas, desnuda. La memoria queda, la caída queda aunque se quede vestida.34 Este poema se construye a partir de rimas, paranomasias y aliteraciones. Los sonidos se contagian, incluso en la misma evocación del poema: la voz lírica recuerda a su madre y a un verso de San Juan: “un no sé qué que quedan balbuciendo”. Al final, “la memoria queda” como una especie de balbuceo en caída, como la voz de su madre hablando portugués. Caída en portugués se dice “queda”; por ello: “La memoria queda, la caída queda aunque se quede vestida”. 1.5 Regularidad estrófica En los manuales de versificación tradicional es común que la catalogación de estructuras métricas se divida primero en dos grandes grupos: formas no estróficas y formas estróficas. Esta división también puede existir en versificación irregular. Los poemas en verso libre presentan una división estrófica regular, irregular o, bien, carecer de estrofas. Cuando en verso libre las estrofas son regulares (cada estrofa con el mismo número de versos), la libertad radica en otros aspectos como la anulación de la rima o la irregularidad silábicao acentual. Debido a las variaciones del verso libre, existen poemas con versos aislados los cuales tienen una doble función: ser un verso y ser una estrofa. Función que incluso podría llegar a ser triple: un poema compuesto por una sola estrofa la cual se constituye por un solo verso. Es el caso de “Rubio pastor de barcas pescadoras”, poema de Gorostiza, o de “Hoy es siempre todavía”, poema de Antonio Machado. Esto quiere decir que, a diferencia de los poemas de versificación tradicional, en el verso libre las estrofas se componen por uno o más versos. 34 Eduardo MILÁN, Manto, México, Fondo de Cultura Económica, 1999, p. 109. 30 La regularidad estrófica en el verso libre tiene como modelo las estructuras fijas de versificación tradicional; a partir de éstas, se realizan variaciones. Isabel Paraíso menciona que el “verso libre de base tradicional es todo aquel poema que recuerda, por su morfología rítmica, otra forma del patrimonio rítmico hispánico”.35 Cuando el poema en verso libre evoca las estructuras estróficas de la versificación tradicional, tenemos entonces un poema en verso libre con regularidad estrófica. Sabemos que la estrofa es un núcleo que le brinda organicidad al discurso poético. Cuando la estrofa mantiene una relación con la construcción sintáctica, estrofa e idea coinciden; hipotéticamente, entre una estrofa y otra hay un punto y aparte. No siempre es así; sobre todo, en poemas de versificación irregular. Una idea puede ocupar más de una estrofa; incluso existen encabalgamientos entre una estrofa y otra. En cierto sentido, esto ya es un signo de liberación de estructura fija. Por ejemplo, en el siguiente soneto de Borges: Ya no seré feliz. Tal vez no importa. Hay tantas otras cosas en el mundo; un instante cualquiera es más profundo y diverso que el mar. La vida es corta y aunque las horas son tan largas, una oscura maravilla nos acecha, la muerte, ese otro mar, esa otra flecha que nos libra del sol y de la luna y del amor. La dicha que me diste y me quitaste debe ser borrada; lo que era todo tiene que ser nada. Sólo que me queda el goce de estar triste, esa vana costumbre que me inclina al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.36 35 Isabel PARAÍSO, op. cit., p. 395. 36 Jorge Luis BORGES, “1964, II” Obra poética II, Madrid, Alianza Editorial, 2008, p. 153. 31 Este poema con estructura fija presenta algunas variaciones relacionadas con la estrofa; variaciones que reflejan cierta liberación del modelo preestablecido. Además de la diferencia de rimas entre un cuarteto y otro, es interesante el encabalgamiento que existe entre la segunda y tercera estrofa. Esto cobra relevancia cuando sabemos que la forma clásica del soneto exige plantear, desarrollar y cerrar una idea en los cuartetos para abrir otra, a manera de conclusión, en los tercetos. Estructura que en este poema de Borges se transgrede y, al hacerlo, se visualiza una libertad. El poema anterior trasluce las libertades que puede tener un texto en verso libre con regularidad estrófica. Libertades que son más visibles cuando la composición carece de rimas y de regularidades silábicas y acentuales. Por ejemplo, este poema de Juan Gelman: Comentario VI esta secreta unión que pasa en un punto muy interior del alma/ que debe ser donde estás vos/y donde tales son el deleite y la gloria y demás criaturas que pasan/conunidas como aguas de cielo que van a río entrando a mar/o manos que por lados contrarios se hacen una/ o sustento que me sustenta/así me sos como madera en el palito/aunque mayor dolor queda después/y deseo mayor porque crece el amar cuando más se descubre la delicia de vos/y vienen ansias como rayos que abrasan y retardan el morir/y luego sin saber cómo ni cuándo/sin mover mano ni pie/cae un golpe de fuego que hace polvo cuando alentamos cuanto respiramos al interior de esta pasión/ y suelta queda la pena como un animal que también es noticia de vos/tierra mía de la que estoy atado y desatado/ y rara ausencia/rara compañía/ 32 que nadie es sino vos/ y yo como alguno colgado que ni toca tierra ni al cielo puede subir como conciencia de un tormento/ padecer o desdicha/que es gota de agua en el grande océano de la calor de vos/mariposita honda/ libre en la toda luz que das37 En este poema se advierte el verso libre con regularidad estrófica. Se trata de un texto de veintiocho versos agrupados en siete estrofas de cuatro versos cada uno. Cada estrofa (salvo la quinta con la sexta) se encabalga a la siguiente. Al aparecer casi en todos los finales de estrofa los encabalgamientos, se convierten en una regularidad. La regularidad estrófica le otorga una unidad al poema aun cuando las ideas sintácticamente sobrepasen una estrofa. Son cuartetos inspirados en formas de versificación tradicional. Sin embargo, las variaciones son evidentes: no es un poema isosilábico ni mantiene un estricto orden de acentuación (aunque presenta una tendencia yámbica). Por otra parte, se encuentra “liberado” de puntos y comas; el único signo de puntuación son las diagonales que sugieren pausas rítmicas a fin de que el poema mantenga una fluidez organizada tanto por dichas diagonales como por la disposición regular de estrofas. 1.6 Poemas de tendencia métrica El escritor se apropia de ciertos códigos con el fin de interpretarlos, transformarlos. Se dijo, además, que el verso libre no es la renuncia total a las entidades rítmicas del poema, sino el manejo de unas y el desuso de otras. En el verso libre con tendencia métrica, se deben recordar ambas ideas. Aun cuando el verso libre pueda estudiarse como un sistema independiente al de la métrica tradicional, esto no significa que no comparta rasgos este sistema. El verso libre puede tomar como base los códigos de la métrica tradicional a fin de transformarlos y darles un nuevo uso. Existe una tendencia 37 Juan GELMAN, “Comentario VI (Santa Teresa)”, en Poesía reunida I, México, Fondo de Cultura Económica, 2011, pp. 455-456. 33 métrica cuando el autor reincorpora algunos aspectos de la métrica tradicional. El poeta no reproduce cabalmente una estructura predefinida, sino toma algunos rasgos de ésta. En cuestión de sonoridad, toma los modelos rítmicos del poema. Recordemos que el ritmo posee una capacidad evocadora tanto dentro como fuera del poema, Domínguez Caparrós añade: El lector percibe la existencia de un esquema métrico a través de la inercia rítmica, que se crea una vez que se repite, por ejemplo, un acento en una misma posición. Desde el punto de vista del autor, el esquema puede ser descrito como una especie de impulso que domina el material lingüístico dado. Sin esquema no habría ritmo poético, pues las alternancias serían neutras.38 Por medio de dicha inercia se crean regularidades. Un poema repite, por ejemplo, endecasílabos, esto es propiciado por un impulso tanto al interior del texto (un verso de una medida invita a que el otro sea de la misma medida) como afuera de éste (un poema de base endecasilábica evoca a otros poemas escritos con ese metro). Por otro lado, el verso de tendencia métrica toma su esquema en la métrica tradicional, en una medida silábica la cual funciona como el eje donde los versos de otra medida se relacionarán con ella. A este tipo de versificación también se le llama fluctuante. Isabel Paraíso afirma que este modelo métrico “tiene un metro de base, en torno al cual giran los otros metros, por aumento o disminución de sílabas respecto al metro-patrón”.39 En los poemas de tendencia métrica se observa una desautomatización de los aspectos de la métrica tradicional;por ello, existe un diálogo constante entre unos y otros. Incluso, de forma cronológica, el verso libre de tendencia métrica está más próximo a la versificación tradicional. Las primeras prácticas versolibristas en nuestro idioma operan en función de los códigos de la métrica canónica; al respecto, María Utrera Torremocha, considerando los estudios de Tomás Navarro Tomás, advierte que este tipo de verso libre "no se desliga enteramente de los paradigmas tradicionales. Mantiene en considerable proporción los metros conocidos y se sirve ordinariamente de 38 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, op. cit., pp. 58-59. 39 Isabel PARAÍSO, op. cit., p. 397. 34 la rima”.40 Principalmente, son los endecasílabos y heptasílabos (considerando aquí los alejandrinos) los que funcionan como la base. A diferencia de los poemas en verso libre de regularidad silábica, éstos no toman una estricta combinación de metros, sino ocupan uno como influencia para los demás versos. La segunda acepción del diccionario de la RAE nos dice que una tendencia es una “fuerza por la cual un cuerpo se inclina hacia otro o hacia alguna cosa”. El poema es un podría pensarse como un cuerpo el cual es atraído por otros cuerpos y entre ellos comparten sus rasgos. Si la mayoría de los poemas con métrica tradicional en nuestra lengua están escritos en heptasílabos (alejandrinos), octosílabos y endecasílabos, esto se convierte en una tendencia. En verso libre, la tendencia se mantiene en algunos casos: los versos tienden al endecasílabo, por ejemplo, aunque haya otros de diferente medida. Veamos un poema de César Vallejo: Considerando en frío, imparcialmente, que el hombre es triste, tose y, sin embargo, se complace en su pecho colorado; que lo único que hace es componerse de días; que es lóbrego mamífero y se peina... Considerando que el hombre procede suavemente del trabajo y repercute jefe, suena subordinado; que el diagrama del tiempo es constante diorama en sus medallas y, a medio abrir, sus ojos estudiaron, desde lejanos tiempos, su fórmula famélica de masa... Comprendiendo sin esfuerzo que el hombre se queda, a veces, pensando, como queriendo llorar, y, sujeto a tenderse como objeto, se hace buen carpintero, suda, mata y luego canta, almuerza, se abotona... Considerando también 40 María UTRERA TORREMOCHA, op. cit., p. 17. 35 que el hombre es en verdad un animal y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza... Examinando, en fin, sus encontradas piezas, su retrete, su desesperación, al terminar su día atroz, borrándolo... Comprendiendo que él sabe que le quiero, que le odio con afecto y me es, en suma, indiferente... Considerando sus documentos generales y mirando con lentes aquel certificado que prueba que nació muy pequeñito... le hago una seña, viene, y le doy un abrazo, emocionado. ¡Qué más da! Emocionado... Emocionado...41 Es clara la tendencia endecasilábica de este poema. La primera estrofa marcará el ritmo del poema: de las seis primeras líneas, cinco son endecasílabos; la quinta “de días” es un pie quebrado el cual se separa del cuarto verso quizás para marcar más la tendencia métrica. Los endecasílabos continúan conforme avanza el texto, algunos se esconden en versos más largos, como: “procede suavemente del trabajo”, “me da con su tristeza en la cabeza” y “al terminar su día atroz, borrándolo…” Aunque el ritmo de este poema se basa en la tendencia métrica, hay otras regularidades que lo apoyan. En primer lugar, el gerundio al principio de cada estrofa (salvo la última) le da una estructura sintáctica similar a todo el poema: “considerando que…”, “comprendiendo que…”. El poema, además, es un largo planteamiento que funciona a través de la acumulación de imágenes: “el hombre es esto, esto y esto otro”; imágenes que producen un ritmo semántico el cual se resolverá en los últimos versos. El análisis versal de los poemas de tendencia métrica necesita tomar en cuenta los códigos de la crítica enfocada a la versificación tradicional. El poema de tendencia métrica posee una estructura nos remite, en algunos rasgos fónicos, a los poemas de la 41 César VALLEJO, Poemas humanos, Barcelona, Ediciones 29, 1997, pp. 39-40. 36 métrica canónica. Por lo tanto, la crítica de la versificación tradicional no se anula en el estudio del verso libre. 1.7 Regularidad sintáctica Existen aspectos no fónicos de la versificación tradicional que son retomados en el verso libre. Uno de ellos es la relación entre verso y unidad sintáctica. Cuando el discurso poético no se sujeta a las ataduras rítmicas del nivel fónico, la sintaxis cobra una libertad aparentemente cercana a la prosa: el orden de los vocablos ya no responde a un estímulo métrico tradicional, y por lo tanto el discurso tiende a desvirtuarse de la rigidez que esa estructura poética le imponía. Es decir, ya no es preciso alterar la sintaxis para ajustarla al ritmo poético, pues el ritmo suele fundamentarse, en este caso, en la coincidencia sintáctica y versal. Domínguez Caparrós considera dos conceptos al estudiar la métrica en su relación con la sintaxis: En el análisis del verso como manifestación del lenguaje poético, que es el ángulo desde el que la métrica poética analiza las formas versificadas, constituye uno de los campos principales de observación el de la sintaxis rítmica, sobre todo en relación con la sintaxis prosaica. Las relaciones que se establecen entre ambas pueden ser: de desautomatización (cuando no hay una coincidencia: caso extremo es el del encabalgamiento); de motivación (cuando la división rítmica coincide con la sintáctica).42 Al prescindir de las ataduras rítmicas, la sintaxis se libera y esto produce una secuencia natural en el orden de las palabras. Prueba de ello es que el versolibrismo francés prescindía de los encabalgamientos, pues no había razón de utilizarlo porque la sintaxis no se alteraba. En este mismo plano, se podría reflexionar sobre los poemas en verso libre donde se transgrede la sintaxis ya no como una consecuencia de los patrones métricos sino como un recurso poético que tiene validez por sí solo. Es importante recordar el término métrico esticomitia, que significa la coincidencia entre la unidad 42 José DOMÍNGUEZ CAPARRÓS, op. cit., p. 106. 37 sintáctica y el verso. Un ritmo sintáctico, entonces, toma la esticomitia como base de regulación. Si el poema no está sujeto a estrictos moldes silábicos, acentuales, fonéticos o estróficos, la estructura sintáctica no varía y tiende a repetirse a lo largo del poema. Cuando se repite, se crea una regularidad sintáctica; regularidad que, como las anteriores, sucede por el principio de reiteración. Una oración es reforzada por la que sigue y así sucesivamente. Ante poemas de este tipo, se corre el riesgo de caer en una especie de proliferación sintáctica.Eduardo Millán escribe al respecto: “el ejercicio de la forma proliferante comporta un no-final para el poema, que termina casi por agotamiento”.43 Sin embargo, si la sintaxis es poco variable en ciertos casos, esto no significa que el poema se vuelva monótono, la reiteración es parte de la estructura del poema y las repeticiones son contrarrestadas por diversas formas de variación. Pensamos en el poema como discurso que se recibe mediante el oído a manera de canción moderna: el final de cada verso exigirá una pausa, incluso cuando haya encabalgamientos. Cuando la realización del poema es a través de una lectura por medio de los ojos (ya sea en silencio o en voz alta), las pausas pueden tener distinta
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