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comoestamos - Valeria Suarez

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Editores
Gilberto Moncada
Richard Webb
Presentación
Emmanuel Jimenez
Jorge Agüero
Rafael Cortez
Manuel del Valle
Javier Escobal
Pedro Francke
Gillette Hall
Andrés Medina
Jaime Saavedra
Andrés Vinelli
Gustavo Yamada
¿Cómo estamos?
Análisis de la Encuesta de Niveles de Vida
Cuanto
Instituto
El Instituto Cuánto agradece al Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF-
el auspicio, gracias a una contribución de la
Embajada de Canadá en el Perú-ACDI, para la
publicación de este libro. Asimismo, al Banco
Mundial y al Banco Interamericano de Desarro-
llo por el apoyo para la ejecución de las encues-
tas ENNIV realizadas en el Perú.
INSTITUTO CUANTO
Plaza del Ovalo 203-B, San Isidro.
Lima 27, Perú.
 442-3421 Fax: 442-5460.
E-mail: Cuanto.SA@Infobanco.Sprint.Com.
Lima, mayo de 1996.
¿Cómo estamos?
Análisis de la Encuesta de Niveles de Vida
Consejo Directivo
del Instituto Cuánto : Richard Webb
Graciela Fernández Baca
Coordinación de UNICEF : Emma Rotondo
Diagramación : Juan José Manco Yaya
Carátula : Fernando Gagliuffi
Impresión : Editorial Universo S.A.
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INDICE
Presentación 9
La medición de los niveles de vida por las encuestas
de tipo “LSMS”: El contexto internacional
Emmanuel Jimenez
Introducción 21
Pobreza y empleo en el Perú. 23
Los aportes de las ENNIV 1985-1994
Gustavo Yamada
DISTRIBUCION
Ajuste macroeconómico y distribución del 41
ingreso en el Perú, 1985-94
Javier Escobal y Jorge Agüero
Pobreza, crecimiento y desigualdad: Perú 1991 - 1994 61
Andrés Medina
POBREZA
El perfil de la pobreza en el Perú 1994: 95
Método de estimación y resultados
Gilberto Moncada
Tipos de crecimiento y pobreza: Una aproximación 137
Pedro Francke
SERVICIOS SOCIALES
Programas sociales en el Perú: Alcance actual y retos a futuro 157
Pedro Francke
Pautas para la estimación de la demanda de servicios de salud 199
infantil en el Perú: Análisis teórico y empírico
Rafael A. Cortez
Educación pública y educación privada en el Perú: 231
Su impacto relativo sobre los ingresos. Evidencia
basada en encuestas de hogares
Jaime Saavedra
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Acceso a los servicios públicos en el Perú, 1994 275
Manuel del Valle y Andrés Vinelli
El Bienestar social en Lima: Cambios en la estructura 295
de acceso y uso de los servicios sociales, 1985-86 a 1990
Gillette Hall
Referencia de los Autores 322
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Las Encuestas de Tipo “LSMS”
PRESENTACION
La Medición de los Niveles de Vida por las Encuestas de Tipo “LSMS”:
El Contexto Internacional
Emmanuel Jimenez1
El Estudio de Medición de los Niveles de Vida (Living Standards Measurement
Study, LSMS) fue establecido por el Banco Mundial en 1980. Su finalidad fue mejorar la
calidad de los datos sobre los hogares, captados por las oficinas gubernamentales de
estadística de los países en desarrollo. Los principales objetivos del LSMS son medir y
analizar las condiciones de vida de un país, y producir información a nivel de los
hogares y personas sobre los impactos de las políticas gubernamentales (como el ajuste
estructural y los programas de compensación social) en los niveles de bienestar de la
población. En adición, se propone generar una base de información para el estudio de
las relaciones entre los diferentes aspectos del bienestar de los hogares. Por lo tanto, el
LSMS tiene como objetivo facilitar la formulación de políticas y el diseño de acciones
destinadas a reducir los niveles de pobreza. Una motivación adicional es mejorar la
comunicación entre los especialistas en las estadísticas y encuestas de hogares, los
científicos sociales y los que hacen las políticas.
Para alcanzar estos objetivos, las actividades bajo el LSMS han incluido una varie-
dad de tareas, comprendiendo el diseño, la implementación y el análisis de las encues-
tas de hogares en los países en desarrollo. En un inicio, el trabajo se enfocó en la
evaluación de la experiencia en torno a las encuestas de hogares efectuadas antes de
los 80s, identificando la información más útil que debía ser conseguida , y consideran-
do cómo su recolección podría ser realizada. De 1985 a 1995, el trabajo enfatizó la
implementación de las encuestas de hogares, empezando con programas en Costa de
Marfil y Ghana en Africa y Perú. Al crecer el número de las encuestas, creció también
su utilización para analizar los vínculos entre el comportamiento de los hogares, sus
niveles de vida y las políticas que afectan sus vidas. Desde 1991, se prosigue con la
implementación de las encuestas y el análisis, pero con un énfasis en el desarrollo de la
capacidad dentro de los países, para estudiar y recolectar los datos.2
Algunas encuestas de hogares de tipo LSMS han sido realizadas en el Perú, las que
son conocidas como “Encuestas Nacionales sobre Medición de Niveles de Vida” (ENNIV).
Se han efectuado a la fecha las siguientes: 1985-86 (a escala nacional), 1990 (sólo en
1 Jefe, División de Pobreza y Recursos Humanos, Departamento de Investigaciones sobre Políticas,
Banco Mundial, Washington DC 20433, EE.UU.
Quisiera agradecer a Margaret Grosh, Polly Jones, Juan Pardo, Laura Rawlings y Diane Steele por
sus comentarios. Las ideas y conclusiones contenidas en este artículo pertenecen exclusivamente
al autor y no deben atribuirse al Banco Mundial, o a otros individuos.
2 Al principio, el Banco Mundial tenía un rol principal en la implementación de las encuestas. Aho-
ra, el papel protagónico se ha transferido a los países. Sin embargo, el Banco continúa brindando
asistencia técnica y financiera a LSMS a través de las divisiones operacionales, ayudado por una
división central, la de Pobreza y Recursos Humanos en el Departamento de Investigaciones sobre
Políticas (Poverty and Human Resources Division, Policy Research Department, PRDPH) que desa-
rrolló la metodología hace más de una década.
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Jimenez
Lima Metropolitana)3 y nuevamente, con categoría de nacionales las de 1991 y 1994.
La ENNIV-91 cubrió además del Area Metropolitana Lima-Callao, la Costa urbana, la
Sierra urbana y la Sierra rural. La ENNIV-94 abarcó todo el país y sus dominios de
estudio fueron: Area Metropolitana Lima-Callao, Costa urbana, Costa rural, Sierra urba-
na, Sierra rural, Selva urbana y Selva rural. Las encuestas de hogares de 1990, 1991 y
1994 mantuvieron casi el mismo formato que la de 1985-86, con lo cual el consumo
total ha sido definido de idéntica manera en dichas encuestas. En 1995 se ha realizado
una encuesta de hogares de similares características, cuyos resultados se encuentran en
procesamiento.
Los artículos reunidos en este libro utilizan esta información para desarrollar
un perfil dinámico de la pobreza en el país y analizar el impacto de las políticas socio-
económicas sobre el bienestar de la población. Este artículo describe, de una manera
muy breve,4 las características generales de una encuesta LSMS, para servir de marco a
las investigaciones reunidas en este libro.
¿Qué es una encuesta LSMS?
Las encuestas LSMS tienen dos características definidas. La primera de ellas es que
los cuestionarios cubren múltiples tópicos. Ello es debido a que uno de los objetivos
principales del programa consiste en analizar las diferentes relaciones de los diversos
aspectos del bienestar de los hogares. Algunos ejemplos son: el impacto de la educa-
ción del jefe del hogar sobre la nutrición de los hijos, o su efecto en los niveles de salud
o empleo.
En el LSMS se recolectan datos sobre una amplia variedad de características y
atributos asociados a los hogares y a las personas, para identificar su importancia den-
tro del análisis de cada uno de los factores que intervienen en la producción de niveles
diferenciales de calidad de vida.
Por lo anterior, es necesario obtener varios tipos de información acerca de los
hogares. Por esta razón, el LSMS es una encuesta multitemática y multisectorial. El
LSMS reúne datos sobre los diferentes aspectos y dimensiones del bienestar de las per-
sonas y de los hogares, incluidos los ingresos y gastos de las unidades familiares, la
producción propia (negocios del hogar, unidadesde producción agropecuaria, etc.), la
salud, educación, el acceso a bienes y servicios públicos y a los recursos de la propie-
dad común, y otras variables que permiten el análisis de los factores que explican los
diferentes niveles de vida existentes en la sociedad. En concreto, interesa saber no sólo
cuántos pobres hay y dónde viven, sino por qué lo son.
Teniendo en cuenta que los niveles de vida de la población no sólo están asocia-
dos, con las características de los individuos y los hogares, sino también con el conjun-
3 Un aspecto especial de la encuesta ENNIV para Lima Metropolitana, es que provee observaciones
panel entre hogares de las tres encuestas realizadas. Por ejemplo, la ENNIV 1990 captó informa-
ción de 727 hogares idénticos que fueron previamente encuestados en 1985-86. Este mismo poten-
cial existe para relacionar la ENNIV de 1991 ya sea con la encuesta de 1985-86, como con la de
1990 para Lima. Sin embargo, no se dispone aún del archivo de datos con los códigos que permita
esta relación.
4 Para obtener información más detallada, ver Grosh y Glewwe 1995.
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Las Encuestas de Tipo “LSMS”
to de variables socio-económicas del medio en el que viven, el LSMS complementa la
investigación con la recolección de información sobre la comunidad a la que pertene-
cen los hogares, lo que permite observar la presencia, cobertura, calidad y el uso de los
servicios y recursos de las localidades y la infraestructura colectiva de tipo físico y
social.
Para enriquecer la información sobre la comunidad y además, estudiar el peso de
los precios locales en el valor de la canasta de alimentos y demás bienes, en las áreas
rurales de la muestra se administra un formulario de precios, que tiene como objetivo
cotizar los precios de los productos y artículos más importantes en el consumo de los
hogares.
La segunda característica clave de una encuesta LSMS es la calidad de la informa-
ción. El LSMS tiende a establecer diseños en los que se otorga un peso importante a la
necesidad de minimizar los errores no muestrales y a la importancia de focalizar la
atención, más en la calidad que en la cantidad de datos. También, implementa un
conjunto de procedimientos para minimizar los errores, los retrasos y sesgos en la
obtención y procesamiento de la información. La encuesta se acompaña de intensivos
procesos de supervisión, control y monitoreo en todos los niveles y etapas, para asegu-
rar el cumplimiento de las metas de calidad. De esta estrategia forman parte:
- El diseño de un formulario precodificado con un amplio uso de trayectorias
secuenciales (saltos) para minimizar los errores del entrevistador y los supervisores.
- La capacitación intensiva de un grupo de encuestadores y supervisores (por lo
general a través de un curso de tres semanas de duración); y el desarrollo y edición de
manuales instructivos con las normas y procedimientos para el desempeño de sus ta-
reas.
- La implementación de un riguroso sistema de monitoreo y control, cuyos objeti-
vos principales son: prestar apoyo continuo y sostenido a los equipos de trabajo en el
campo, solucionar oportuna y rápidamente los problemas surgidos en el operativo,
detectar errores e inconsistencias en la información obtenida y lograr su máximo grado
de estandarización y comparabilidad, tomar las decisiones técnicas que permitan en
forma oportuna solucionar dificultades y problemas, y, sobre todo, cumplir las metas y
objetivos en el tiempo previsto.
- La descentralización del trabajo de campo, la entrada de datos y la supervisión.
La encuesta es asistida por microcomputadores programados para permitir una rápida
entrada y verificación de datos en el terreno.
Dada la cantidad de información a ser recabada en cada hogar, la encuesta se
administra en dos rondas. En cada una de ellas se efectúa una parte predeterminada del
cuestionario. Para obtener información de la más alta calidad y veracidad, se realiza
una entrevista directa a cada uno de los miembros del hogar, o a las personas más
adecuadas en el caso de los menores de edad. En adición, este procedimiento permite
evitar que la entrevista se concentre en un sólo informante, comprobando así la veraci-
dad de la información. Los errores e inconsistencias detectados en la primera visita son
chequeados y corregidos durante la segunda ronda.
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Jimenez
Las experiencias de las encuestas LSMS
Los objetivos centrales del LSMS se centran en la producción de una amplia base
de información que permita, por una parte, una explicación e interpretación compren-
siva de las condiciones de vida y comportamiento socioeconómico de los hogares, de
las personas que los conforman, y de la comunidades en donde estos residen; y por
otra, estudiar las implicaciones en el diseño de políticas y programas de gobierno des-
tinados a la reducción de los niveles de pobreza.
Por lo general, el programa LSMS ha alcanzado la mayoría de los objetivos origi-
nales en las experiencias realizadas en la última década y el caso de Perú refleja esos
logros. Se puede hablar, en particular, sobre dos aspectos: la factibilidad de
implementación y el uso de la información para el análisis de las políticas económicas.
Factibilidad.- El número y la calidad de las encuestas LSMS muestran que es posi-
ble recolectar datos socio-económicos de los hogares en países en desarrollo. De acuerdo
a la primera columna del Cuadro Nº 1, 18 países han realizado una encuesta. Esta
relación incluye tanto a los más pobres en el mundo como los de Africa, como a los que
están sufriendo una transición enorme en su sistema de gobierno, casos de Rusia y
Africa del Sur. La mayoría de los países cuenta con asistencia financiera externa para
realizar las encuestas y el análisis.
La mayoría de las encuestas comparten características similares. Sin embargo, la
metodología y los procedimientos del LSMS, se vienen complementando, ajustando y
adaptando a las experiencias, características y necesidades de cada país. Los objetivos,
diseños, estrategias de recolección, contenidos y formularios, tamaño de las muestras,
sistema de entrada de datos y prototipos, se elaboraron principalmente a partir de las
experiencias nacionales, las que fueron complementadas con los resultados obtenidos
por encuestas similares en otros países.
Por esta causa, existe una gran variación en los contenidos de una encuesta LSMS.
Las diferencias significan que algunas son más apropiadas en el análisis de asuntos
específicos. El Cuadro Nº 1 resume los países que han implementado las encuestas de
tipo LSMS y las características de las mismas.
 Como se había anotado anteriormente, la aplicación de la metodología del LSMS
en el Perú se denomina ENNIV. La experiencia peruana es un buen ejemplo de cómo
sostener un esfuerzo para implementar una encuesta bastante sofisticada. En los artícu-
los de Moncada y Yamada, contenidos en este volumen, se brinda una descripción más
detallada de los datos para el Perú.
Uso para el análisis.- El LSMS tiene como objetivo facilitar la formulación de polí-
ticas y el diseño de acciones destinadas a reducir los niveles de pobreza. En esta pers-
pectiva, el LSMS es una herramienta de apoyo a las decisiones de política social,
priorización y focalización del gasto, monitoreo y evaluación de programas, además
de ayudar a la medición y estudio de cambios en los niveles de bienestar de la pobla-
ción.
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Las Encuestas de Tipo “LSMS”
Existe una cantidad impresionante de estudios basados en el análisis de los datos
del LSMS. Una lista parcial, finalizada en 1995, incluye alrededor de 320 de ellos
(Grosh y Glewwe 1995). No son solamente estudios académicos. Por ejemplo, el go-
bierno de Jamaica ha utilizado su versión de LSMS para establecer una línea de pobre-
za y diseñar un programa de nutrición focalizado en las poblaciones más pobres del
país.
La información para Perú ha sido también utilizada para el análisis de las políticas
sociales. El Apéndice 1 contiene una lista parcial de estos estudios. Más aún, el resto de
este libromuestra que la ENNIV ha alcanzado los objetivos más altos de los fundadores
del LSMS. Los investigadores peruanos han tenido éxito no sólo en la recolección de los
datos, sino también en su análisis. Una prueba es que la gran mayoría de los artículos
en este volumen fueron escritos por ellos para examinar problemas nacionales.
El éxito en el uso de las ENNIV refleja una política de acceso abierto a los datos,
cualquier investigador o analista puede utilizarlos. Perú sirve como un buen ejemplo
para otros países, cuyos requisitos para acceder a la información impiden su análisis,
especialmente a los investigadores nacionales. Perú ha evitado este peligro. Por eso, y
también por la difusión de los resultados a través de diversas publicaciones, entre ellas
el anuario estadístico “Perú en Números” de Cuánto, y otros estudios, como se puede
ver en la lista parcial del Apéndice 1. El desafío ahora es incrementar esta relación.
Finalmente espero que este libro aliente a otros analistas, tanto en el sector privado
como en el sector publico, en Perú como en otros países, a utilizar las ENNIV para
avanzar en el debate sobre las políticas que afectan el bienestar de la población a través
de la obtención de datos de calidad sobre los hogares.5
5 Para obtener información sobre el acceso a ENNIV, ver Anexo Nº 1, pág. 321, en este libro.
Jimenez
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Las Encuestas de Tipo “LSMS”
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2121212121
INTRODUCCION
Aunque es poco consuelo, y bordea con el humor negro decirlo, no deja de ser
una satisfacción que, entre todos los países golpeados en la última década por la ines-
tabilidad macroeconómica y la deuda externa, sea en el Perú donde mejor se ha estu-
diado al paciente.
Gracias a una serie de encuestas -en especial las ENNIV- se ha logrado documen-
tar en gran detalle y en los principales rincones del país, aún en zonas antes vedadas, la
forma en que la crisis y las medidas de recuperación han venido impactando sobre el
hogar peruano típico.
Y no nos referimos sólo al número excepcional de encuestas sino también a la
calidad de las mismas, a la amplia divulgación de los datos obtenidos y al impresionan-
te volumen de trabajo analítico efectuado con base en ellas, como bien señala en la
presentación a esta edición el señor Emmanuel Jimenez, jefe de la oficina encargada de
tales estudios en el Banco Mundial.
Sin embargo, hay un aspecto en el que no hemos avanzado lo suficiente -el de la
peruanización de los resultados científicos. Es decir el pleno aprovechamiento de nues-
tra propia experiencia: el auto-aprendizaje. Hasta el momento; los estudios menciona-
dos han servido más para ilustrar y orientar a extranjeros y entidades multinacionales,
que para mejorar la gestión económica y social de nuestro propio país. Esto se refleja
en el hecho que la mayor parte de los estudios analíticos efectuados en base a la ENNIV
pertenecen a autores extranjeros, y han sido publicados en el exterior y en inglés.
Con esta colección pretendemos avanzar en el proceso de auto-aprendizaje. Ella
incluye diez trabajos de análisis económico basados en las encuestas ENNIV, nueve
por autores peruanos y uno de una autora norteamericana (Gillette Hall), de los cuales
sólo dos han sido publicados anteriormente (en Apuntes, por Gustavo Yamada y Rafael
Cortez) y todos, por supuesto, en castellano.
La colección se inicia con una esclarecedora descripción crítica e histórica de la
encuestas ENNIV, por Gustavo Yamada. Los siguientes trabajos se han agrupado según
el énfasis de cada autor en los tres temas principales de la colección: la distribución de
gastos (ingresos); la pobreza y los servicios sociales.
En el primer grupo, sobre distribución, se encuentra el ensayo de Javier Escobal y
Jorge Agüero, quienes examinan el impacto de la crisis macroeconómica sobre los
niveles y la distribución del gasto familiar entre 1985 y 1994, relacionando la evolu-
ción del gasto con el consumo de calorías y proteínas, y comparando la experiencia
peruana con la de otros países latinoamericanos. Luego, Andrés Medina desagrega las
causas de la caída en la pobreza entre 1991 y 1994 para descubrir la contribución de la
mejora en la distribución del ingreso familiar.
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Los dos siguientes trabajos se centran en el tema de la pobreza. Gilberto Moncada
estudia las tendencias en el nivel de la pobreza y el efecto de aplicar distintas
metodologías de medición. Pedro Francke aplica una metodología para estimar las
elasticidades de distintos tipos de crecimiento y sus efectos sobre la pobreza. El ejerci-
cio muestra que para crecimientos del 5 por ciento anual del PBI, la pobreza se reduci-
ría en todos los escenarios plausibles.
Sobre el tema de los servicios sociales Pedro Francke, en un segundo ensayo,
evalúa la política social del gobierno comparando los distintos programas sociales.
Rafael Cortez expone las tendencias del gasto e indicadores de salud en niños menores
de 5 años, y analiza los factores que influyen en el comportamiento de la demanda de
salud. Jaime Saavedra a su vez, evalúa el impacto relativo del tipo de gestión -pública
o privada- de la institución educativa sobre el ingreso de sus egresados, mostrando que
los que asistieron a escuelas privadas se ven favorecidos también con más años de
escolaridad y con padres de mayor nivel de educación, reciben además mayor entrena-
miento ocupacional y viven en comunidades con mayor educación promedio.
Manuel del Valle y Andrés Vinelli tratan sobre el acceso de los hogares a los servi-
cios públicos. El estudio, descriptivo y econométrico, ratifica la situación precaria de la
disponibilidad de los servicios públicos en el Perú. Finalmente, Gillette Hall analiza el
tema del bienestar y acceso a los servicios públicos desde una óptica dinámica, entre
1986 y 1990, descubriendo una mejora generalizada pero inequitativa de los servicios.
Esperamos sorprender y estimular a estudiosos y funcionarios con esta publicación
sobre nuestra propia capacidad analítica; así como aportar al nutrido potencial de es-
clarecimiento y conocimiento que constituye las bases de datos de las ENNIV, que
recién empiezan a ser aprovechadas.
Gilberto Moncada
Richard Webb
POBREZA Y EMPLEO EN EL PERU:
LOS APORTES DE LAS ENNIV 1985-1994*
Gustavo Yamada
* Una versión preliminar de este ensayo fue presentada en el Seminario “Información
sobre Población y Pobreza para Políticas Sociales” organizado por el INEI. Agradezco
los comentarios de los panelistas de dicho evento y la valiosa colaboración de José
Luis Ruiz.
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Yamada
Resumen
El autor evalúa las contribuciones de las cuatro ediciones
de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición de Nive-
les de Vida (ENNIV) a la investigación y diseño de políticas
económicas y sociales en el Perú durante la última década.
Asimismo, se enumeran las principales líneas de desarrollo
futuro en el seguimiento de niveles de vida, a partir de la expe-
riencia de la ENNIV, y bajo el supuesto de contar ahora con
mayores recursos materiales y humanos para tal cometido.
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Pobreza y Empleo en el Perú
POBREZA Y EMPLEO EN EL PERU:
Los aportes de las ENNIV* 1985-1994
Introducción
La severa crisis económica que vivió el país durante casi dos décadas afectó de
manera drástica la capacidad institucional y la disponibilidad de recursos para seguir
avanzando en el desarrollo de estadísticas económicas y sociales en el Perú. Es más, en
muchos casos ni siquiera se pudo mantener el nivel de desarrollo de estadísticas ya
alcanzado. Así, algunas encuestas de seguimiento importantes se dejaron de realizar en
varios años y las metodologías de muchos indicadores quedaron desactualizadas.
En medio de esa crisis que nos afectó a todos, tuvimos la suerte de que varias
versiones de la ENNIV se llevaran a cabo en el Perú. Ellas nos han mantenido informa-
dos de la situación en una serie de indicadores de niveles de vida (gastos e ingresos y
necesidades básicas insatisfechas) y su evolución en la última década. Sin embargo,
debido a restricciones presupuestales, la ENNIV ha sido más ambiciosa en contenidos
(número de secciones y preguntas) que en cuanto al número de familias encuestadas.
No obstante sus limitaciones, la ENNIV ha sido la fuente de consulta obligada de
investigadores y formuladores de política económica y social en la última década. Su
flexibilidad, el avance de la microcomputación y el grado de suficiencia que muchas
instituciones locales han alcanzado en el manejo de este tipo de información, han
posibilitado que la ENNIV sea la encuesta de mayor uso en los últimos años en el país.
Allí se encuentra la prueba palpable de su utilidad.
El presente ensayo evalúa de manera tentativa las principales contribuciones a
nuestro conocimiento del nivel de vida de los peruanos sobre la base de las diversas
versiones de la ENNIV. Asimismo, se enumeran las principales líneas de desarrollo
futuro en el seguimiento de niveles de vida, a partir de la experiencia de la ENNIV, y
bajo el supuesto de contar ahora con mayores recursos materiales y humanos para tal
cometido. Este escenario parece razonable en vista de laprioridad política que tienen
los temas de pobreza y sectores sociales en la actualidad.
* Encuestas Nacionales de Hogares sobre Medición de Niveles de Vida diseñadas originalmente por
el Banco Mundial y aplicadas sucesivamente en el Perú por el Instituto Nacional de Estadística e
Informática (INEI) y Cuánto S.A.
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Yamada
1. La ENNIV a lo Largo de una Década
La ENNIV surge como un programa del Banco Mundial para medir los niveles de
vida en los países en desarrollo. La LSMS (Living Standards Measurement Survey), como
se le conoce originalmente en inglés, desarrolló un cuestionario tipo que sería poste-
riormente adaptado y ampliado a las necesidades puntuales de cada país que
implementara la encuesta. Perú tuvo la suerte de ser el segundo país a nivel mundial,
después de Costa de Marfil, en llevar a cabo una ENNIV. El INEI realizó un trabajo muy
profesional al respecto. Se tomó el marco muestral de la Encuesta de Nutrición y Salud
que se había efectuado en 1984 para determinar una muestra de 5,000 hogares repre-
sentativos a nivel nacional que fueron entrevistados entre julio de 1985 y julio de 1986.
Dicha versión de la ENNIV fue poco utilizada en nuestro país, probablemente
porque la crisis nos terminó desviando a todos a quehaceres diversos de corto plazo,
conocidos comúnmente como “estrategias de sobrevivencia”. El INEI llegó a publicar
un resumen de tabulados principales de la encuesta y el INP y el BCRP utilizaron la
ENNIV para confeccionar estudios sobre la pobreza. Sin embargo, donde más florecie-
ron los estudios a partir de la ENNIV fue en la sede del Banco Mundial en los Estados
Unidos. Estudios sobre diversos aspectos de los niveles de vida se realizaron en parale-
lo para los casos del Perú y Costa de Marfil. Existe una serie de trabajos de portada
verde que compilan la mayor parte de dichas investigaciones y que, a propósito, las
principales bibliotecas del país deberían tener en forma completa.
Las postrimerías del gobierno anterior sirvieron de marco para la realización de
una segunda ENNIV, pero esta vez sólo en el caso de Lima metropolitana. Durante
junio y julio de 1990, Cuánto S.A. encuestó a 1,500 familias limeñas. Eran tiempos de
aumentos de precios con ribetes hiperinflacionarios y se hacía difícil capturar informa-
ción sobre variables monetarias sin distorsiones exorbitantes. A pesar de sus limitacio-
nes, los resultados de esta segunda encuesta y su comparación con la primera influye-
ron enormemente en la opinión de políticos y economistas acerca del costo social de
las políticas heterodoxas. Asimismo, la investigación económica se vio beneficiada por
el componente de panel que tenía esta encuesta y que permitía hacer un seguimiento a
un grupo numeroso de familias encuestadas cinco años antes.
Entre octubre y noviembre de 1991 se llevó a cabo otra versión de la ENNIV. La
motivación por parte del Banco Mundial para financiar esta nueva encuesta era la
necesidad de tener un perfil actualizado de los pobres y los pobres extremos en el Perú,
a fin de diseñar e implementar estrategias efectivas de alivio a la pobreza. Lamentable-
mente, restricciones presupuestales hicieron que dicha encuesta no abarcara los domi-
nios geográficos de la Costa rural y de la Selva, entrevistándose a un total de 2,308
hogares. No obstante, los diversos diagnósticos de pobreza llevados a cabo hasta 1994
tenían como referente fundamental los resultados de dicha encuesta.
Recién entre los meses de mayo y julio del año pasado se ha podido llevar a cabo
la segunda gran ENNIV nacional, recolectándose información acerca de 3,623 hogares
representativos a nivel nacional. El financiamiento complementario del Banco Intera-
mericano de Desarrollo permitió cubrir los dominios geográficos ausentes en la edición
de 1991. La flexibilidad de la ENNIV, el avance de las computadoras personales y el
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Pobreza y Empleo en el Perú
mayor entrenamiento de nuestros profesionales locales han permitido que la demanda
por la ENNIV se haya incrementado enormemente. En la actualidad, a menos de 6
meses de depositar en disquetes la información base de esta ENNIV, 15 instituciones
peruanas ya disponen de ella para la investigación y discusión de políticas económicas
y sociales.
Como decíamos en la introducción, las ENNIVs han sido más ambiciosas en con-
tenidos (el cuestionario contiene más de medio millar de preguntas) que en tamaños de
muestra. Por ejemplo, la última versión de la ENNIV cuenta con las siguientes seccio-
nes y tópicos de interés:
1 Ficha del hogar: género, edad, lengua materna de los miembros del hogar.
2 Vivienda: características, régimen de propiedad, materiales y gastos del
hogar en vivienda.
3 Educación: años de escolaridad, materiales educativos, gastos del hogar en
educación, cursos de capacitación para el trabajo, educación preescolar.
4 Salud: enfermedades, tipo y frecuencia de consultas, gastos del hogar en
salud, cobertura de vacunaciones, embarazos, métodos anticonceptivos.
5 Actividad económica: trabajo principal y secundario durante los últimos
siete días y doce meses, búsqueda de trabajo suplementario, otras activida-
des económicas del individuo.
6 Migración: cambios en lugar de residencia y razones que lo motivaron,
migración interna y migración internacional.
7 Actividad económica independiente: ingresos y gastos de la empresa fami-
liar, stock de capital e inventario.
8 Gastos e inventario de bienes: gastos diarios del hogar, bienes semiduraderos
y servicios, inventario de bienes durables, gastos por transferencia.
9 Consumo alimentario: gasto en alimentos del hogar, autoconsumo y
autosuministro alimentario.
10 Otros ingresos: pensiones recibidas, ingresos financieros, transferencias.
11 Ahorro y crédito: depósitos en el sistema financiero, acciones, bienes mue-
bles e inmuebles.
12 Alimentación diaria de los miembros del hogar: lugar de provisión del de-
sayuno, almuerzo y cena.
13 Actividad agropecuaria: producción agrícola y forestal, insumos agrícolas,
producción pecuaria.
14 Salud infantil y antropometría: lactancia, ablactancia, diarrea y otras enfer-
medades, talla, peso, perímetro braquial.
Se han realizado trabajos publicados y no publicados acerca de todas las seccio-
nes de la encuesta a lo largo de sus cuatro versiones. Nosotros vamos a enfatizar en este
ensayo dos áreas relacionadas con las prioridades de política económica y social en los
próximos años: 1) la pobreza y la satisfacción de necesidades básicas de educación,
salud y vivienda y, 2) el empleo, entendido como la fuente principal de ingresos para
sostener un nivel de vida adecuado para las familias peruanas.
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Yamada
2. Pobreza y Necesidades Básicas Insatisfechas
La primera gran contribución de la ENNIV fue que a partir de ella se pudieron
realizar estudios detallados de la pobreza en el Perú. El primer trabajo al respecto fue
efectuado en el Banco Mundial por Glewwe 1. Sin embargo, dicho estudio definió a la
población pobre y pobre extrema como el 30% y 10% de los peruanos con los menores
gastos per cápita ajustados, y procedió más bien a construir un perfil de la pobreza con
las características socioeconómicas del pobre en comparación con las del resto de la
población. Los principales trabajos posteriores realizados con ENNIVs, tales como INP
(1990), Instituto Cuánto (1991), (1993), (1995), Banco Mundial (1993) y BCRP (1993),
tomaron definiciones más convencionales de pobreza. Es decir, pobres eran aquellos
individuos cuyos gastos familiares per cápita no alcanzan a cubrir una canasta mínima
de consumo (la línea de la pobreza) y, a partir de allí, se calculó la incidencia de la
pobreza en el país. Ese dato no se había estimado para el Perú desde aquel trabajo
pionero de Altimir (1982) para toda América Latina con información de principios de
los años setenta.
Los estimados del INP con la ENNIV de 1985-86 arrojaron que 54% de los perua-
nos eran pobres, mientras que el cálculo del BCRP fue de 40% 2. El INP, además, com-
binó la metodología de la líneade la pobreza con indicadores de necesidades básicas
insatisfechas arribando a una tipología de la pobreza con un método integrado. De
acuerdo con esta metodología que se ha atribuido a Kaztman 3, los pobres crónicos
(tanto por línea de la pobreza como por necesidades básicas insatisfechas) eran 40.7%
de la población, los pobres recientes (sólo por línea de la pobreza) eran 13.5%, los
pobres por carencias inerciales (sólo por necesidades básicas insatisfechas) eran 16.5%
y la población en condiciones de integración (no pobre por ninguno de los dos concep-
tos) alcanzaba el 29.3% de todos los peruanos.
Las posteriores ediciones de la ENNIV han permitido recalcular los índices de
pobreza (medidos por línea de la pobreza) para 1990, 1991 y 1994 y han generado más
de una discusión sobre la evolución de la pobreza en la última década en el país. Sin
embargo, parecería haber un consenso implícito en el sentido que el perfil de la pobre-
za (las características de la población pobre) no se ha alterado significativamente4. En
este sentido, las ENNIVs nos han permitido tomar conciencia de las diferencias funda-
mentales en los niveles de vida de los pobres y no pobres en el país.
1 Glewwe, Paul, La distribución del bienestar económico en el Perú en 1985-86, Estudio de medi-
ción de los niveles de vida, Documento de Trabajo 42S, Banco Mundial, 1988.
2 Dos posibles factores que explicarían parte de dichas diferencias son: 1) el cálculo del INP incluyó
la magnitud de la pobreza de los tres departamentos que no se consideraron en la muestra por
problemas de seguridad y, 2) el INP comparó los gastos totales con una canasta mínima total
(alimentos más un estimado para otros bienes y servicios), mientras que el BCRP comparó los
gastos en alimentos con la línea de pobreza alimentaria.
3 Katzman, Rubén, “La heterogeneidad de la pobreza, el caso de Montevideo”, en Revista de la
CEPAL 37, abril 1989.
4 No obstante, resulta necesario emprender un estudio sistemático de todas las ediciones de la ENNIV
para evaluar los avances en el acceso del pobre a servicios básicos de educación, salud y vivienda
durante la última década.
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Pobreza y Empleo en el Perú
En primer lugar, la ENNIV estima la distribución geográfica de la pobreza (ver
Gráficos Nº 1 y 2). En 1994 existían 11.3 millones de peruanos pobres. La mayor con-
centración de ellos (3 millones) estaba en la Sierra rural. Sin embargo, debido al conti-
nuado proceso de urbanización por el que ha transitado el país, 2.4 millones de pobres
residen en Lima metropolitana y 2.2 millones de ellos viven en el resto de la Costa
urbana. Por otro lado, existen 4.6 millones de pobres extremos y la preponderancia de
la Sierra rural en este caso es todavía muy clara, pues dos millones de pobres extremos
residen en dicha región. Mientras tanto, Lima metropolitana alberga a 300 mil pobres
extremos y en el resto de la costa urbana habitan casi 700 mil pobres extremos.
Gráfico Nº 1
Gráfico Nº 2
Pobreza Crítica por dominios geográficos, 1994
11,285Lima metropolitana
2,402
Costa urbana
2,165
Costa rural
623
Sierra urbana
1,578
Sierra rural
3,059
Selva urbana
557
Selva rural
901
(Miles de personas)
Pobreza Extrema por dominios geográficos, 1994
4,595Lima metrop.
303
Costa urbana
676
Costa rural
296
Sierra urbana
483Sierra rural
2,043
Selva urbana
205
Selva rural
589
(Miles de personas)
3030303030
Yamada
Los perfiles de la pobreza construidos a partir de la ENNIV muestran con nitidez la
asociación entre la pobreza y el grado de satisfacción de necesidades básicas (ver Cua-
dro Nº 1). En primer lugar, se ha corroborado la relación fundamental entre los ingresos
de la familia y el nivel de educación de sus miembros adultos, pues los jefes de hogares
pobres en el país tienen mucha menor educación que los jefes de los hogares no pobres
(6.42 versus 9.84 años de educación promedio en 1991).
Resulta esperanzador que las diferencias en tasas de asistencia escolar no sean
marcadas de acuerdo con la ENNIV 1991. En el rango de 6 a 10 años, el 95% de los
niños que provienen de hogares pobres asiste a la escuela, mientras que el 99% de los
niños de hogares no pobres asiste a la escuela. Esta diferencia se hace imperceptible
cuando los niños alcanzan el rango de 11 a 14 años. Por supuesto que estas tendencias
hacia la igualdad de oportunidades a través del acceso generalizado a la educación
esconden diferencias en la calidad de educación entre colegios públicos y privados, y
entre zonas urbanas y rurales.
En el caso de la salud, un resultado un tanto sorprendente es que la prevalencia de
enfermedades es similar o hasta menor en familias pobres respecto de aquella en fami-
lias no pobres. La ENNIV 94 encontró que el porcentaje de individuos que ha sufrido
enfermedades en el mes previo a la encuesta era de 30.8% en el caso de la población
Cuadro Nº 1
Perfil de la Pobreza
(Porcentaje)
Pobres No pobres
Educación
Años de educación del jefe de hogar (1991) 6.42 9.84
Tasas de asistencia escolar de niños entre 6 y 10 años (1991) 95 99
Salud
Individuos que reportan enfermedades (1994) 31 30
Individuos que reportan enfermedades (1985) 40 43
Vivienda y Servicios Básicos
Viviendas con techo de concreto en Lima (1994) 30 70
Viviendas con techo de tejas en Sierra rural (1994) 52 57
Hogares con agua potable en Lima (1994) 60 90
Hogares con desagüe en Lima (1994) 54 86
Hogares con alumbrado eléctrico en Lima (1994) 95 98
Hogares con agua potable en la Sierra rural (1994) 53 55
Hogares con desagüe en la Sierra rural (1994) 40 60
Hogares con alumbrado eléctrico en la Sierra rural (1994) 21 42
Fuente: ENNIV 1985-86, 1991 y 1994.
Elaboración: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico.
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Pobreza y Empleo en el Perú
pobre y 29.9% en el caso de la población no pobre. Es más, en la ENNIV de 1985, los
pobres reportaban una menor probabilidad de enfermarse que los no pobres (39.7%
versus 42.8%). Estos resultados se atribuyen a las diferencias en la autopercepción de
enfermedades entre pobres y no pobres. Sin embargo, las diferencias entre pobres y no
pobres se empiezan a registrar en relación con la frecuencia de consulta médica de la
población enferma. Sólo uno de cada tres enfermos pobres realizó una consulta médi-
ca, mientras que un poco más de la mitad de los enfermos no pobres acudieron a
centros de salud.
Sobre la vivienda, la ENNIV nos enseñó que no había mayor diferencia entre po-
bres y no pobres en cuanto al régimen de su tenencia. Así, por ejemplo, en Lima de
1990, menos de uno de cada cinco hogares pobres estaba en vivienda alquilada, todos
los demás contaban con viviendas propias de-jure o de-facto (invasión). En el caso de
los hogares no pobres, el 27.4% de ellos alquilaba sus viviendas. Las diferencias son
marcadas en relación con los materiales de construcción de la vivienda, sobre todo en
las zonas más urbanizadas del país. Por ejemplo, en 1994, en Lima metropolitana sólo
el 30% de los pobres tenía viviendas con techos de concreto, mientras que el 70% de
las viviendas de hogares no pobres gozaban de dicha característica. No obstante, estas
brechas se disipan en la Sierra rural, donde menos del 1% de los hogares pobres y no
pobres tienen viviendas con techos de concreto. Tampoco las diferencias en cuanto a
techos de tejas son drásticas (52.4% y 57% de las viviendas de hogares pobres y no
pobres respectivamente tienen techos construidos con dicho material).
Las brechas son importantes en el acceso a los servicios de agua potable, desagüe
y electricidad. Sólo el 60% de los hogares pobres en Lima tiene abastecimiento de agua
potable dentro de su vivienda, mientras que casi el 90% de los hogares no pobres
gozan de dicho servicio. El 54.4% de hogares pobres tienen red pública de desagüe
dentro de la vivienda, mientras que el 85.5% de los hogares no pobres tienen dicho
privilegio. En el acceso a electricidad, felizmente la ENNIV ha registrado diferencias
menores: el 95% y 98% de los hogares pobres y no pobres respectivamentetienen
alumbrado eléctrico. En la Sierra rural, el acceso al agua potable es restringido para
hogares de toda condición: el 53.2% y 55% de los hogares pobres y no pobres respec-
tivamente se abastecen de pilones y pozos. En cuanto a los servicios de desagüe, la
mayoría de los hogares pobres (60%) no tiene este servicio, mientras que un significati-
vo 40% de los hogares no pobres tampoco dispone de este servicio básico. Por último,
el alumbrado eléctrico está lejos de llegar a la mayoría de los hogares pobres y no
pobres de la Sierra rural (sólo 21% y 42% de los hogares pobres y no pobres respectiva-
mente lo tienen).
Las varias ediciones de la ENNIV a lo largo del tiempo también permiten elaborar
historias sobre lo que ha sucedido con la magnitud de la pobreza en la última década.
El debate reciente en el país se concentró en los resultados entre 1991 y 1994. Sin
embargo, la historia se remonta más atrás.
La ENNIV de Lima metropolitana de junio-julio de 1990 fue la primera ocasión
para evaluar lo que había pasado con la pobreza en todo un lustro. Glewwe y Hall5
realizaron dicho trabajo para el Banco Mundial y generaron mucho revuelo en dicho
5 Glewwe, Paul y Gillette Hall, Poverty and Inequality during Unorthodox Adjustment, The Case of
Peru, 1985 to 1990, Washington, D.C.: The World Bank, LSMS, Working Paper 86, 1992.
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Yamada
organismo con sus resultados. Aquí en el Perú, Cuánto (1991) también daba a conocer
lo que había sucedido con los niveles de vida de los peruanos en tan sólo cinco años.
Los gastos reales de las familias limeñas se habían reducido, en promedio, en 55% y la
incidencia de la pobreza había aumentado de 17% a 45%. Se argumentó por entonces
que la hiperinflación reinante en 1990 no permitía comparar las cifras a través del
tiempo. Sin embargo, el cálculo de la incidencia de la pobreza no es sensible a esta
posible distorsión, pues se comparan los gastos nominales con canastas valorizadas en
el mismo momento del tiempo.
Mucho se especuló sobre el costo social del programa de estabilización de agosto
de 1990 (mundialmente conocido como Fujishock). Pocos han utilizado la evidencia a
la mano de las ENNIVs para comparar, por ejemplo la incidencia de la pobreza en Lima
metropolitana en junio-julio de 1990 (situación preajuste) con aquella de octubre-
noviembre de 1991 (situación postajuste). Dicho ejercicio arroja un crecimiento en la
pobreza de Lima metropolitana de 45% a 49%. Esta tendencia es consistente con la
evolución real de los sueldos y salarios captados por el Ministerio de Trabajo. Es decir,
es cierto que la pobreza aumentó, pero bastante menos en comparación con los efectos
directos de la política heterodoxa de los años ochenta.
Una nueva edición de la ENNIV entre mayo y julio de 1994 se ha justificado
plenamente. A pesar que la economía peruana estaba creciendo desde 1993, los
indicadores sociales limitados que maneja principalmente el Ministerio de Trabajo se-
ñalaban una visión fragmentada y hasta contradictoria de lo que estaba pasando con la
economía y los indicadores sociales en el Perú. El retrato de 1994 que dibuja la ENNIV
es la primera evidencia sobre los verdaderos efectos que está teniendo la actual política
económica sobre el nivel de vida de los peruanos.
La comparación de la incidencia de la pobreza nacional en 1994 con los resulta-
dos para 1991 circularon en plena campaña electoral causando encendidos debates.
Aunque la estimación de los niveles de pobreza puede variar ligeramente dependiendo
de la definición de canasta que se tome y del tipo de ajuste per cápita que se efectúe,
existe consenso entre los investigadores del país respecto a que la pobreza se ha redu-
cido entre 1991 y 1994 en alrededor de seis puntos porcentuales (de 55.1% a 49.6%).
Por otro lado, la indicencia de la pobreza extrema ha disminuido de 23.9% a 19.5%.
Estas reducciones en pobreza se sustentan en incrementos en los gastos de consumo
reales muy importantes (entre 20% y 30%) que pasan cualquier prueba de significancia
estadística.
Por otro lado, si se quiere responder a la pregunta ¿cuánto de reducción de la
pobreza es realmente atribuible a la política económica actual?, se pueden tomar las
cifras de Lima metropolitana de 1990 y 1994. En este sentido, la pobreza en la ciudad
capital en 1994 (38%) es claramente menor que en 1990 (45%). Ciertamente, la ENNIV
también permite retroceder nuestros cálculos hasta 1985-86 y comprobar que estamos
a mitad de camino en la tarea de recuperar los niveles de vida de mediados de los años
ochenta.
Además, la flexibilidad de la ENNIV posibilita realizar proyecciones de la evolu-
ción de pobreza en los próximos años. En un cálculo que he realizado recientemente6
6 Yamada, Gustavo, “Crecimiento económico y reducción de la pobreza hasta el 2000”, en Debate,
julio-agosto 1995.
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Pobreza y Empleo en el Perú
concluyo que un crecimiento promedio anual de 5% en el PBI global durante los próxi-
mos cinco años, y asumiendo que no habrán mayores cambios en la distribución del
ingreso nacional, la pobreza extrema en el Perú disminuirá hasta una tasa de 11.3% en
el año 2000, afectando a 3 millones de peruanos.
Quizás la contribución más importante de la ENNIV es que con sus cifras se ha
logrado la sensibilización de la opinión pública respecto de las magnitudes de la pobre-
za y pobreza extrema en el país. Tengo la impresión de que la comunidad profesional y
los líderes de los diversos sectores del país conocen mejor las cifras de la pobreza y
pobreza extrema en el Perú que el propio PBI per cápita anual en dólares (la magnitud
de este último indicador ha pasado al terreno de la especulación y controversia debido
a los problemas heredados de la hiperinflación y del debate acerca del tipo de cambio
apropiado para su conversión a dólares).
3 Empleo y Mercados de Trabajo
De acuerdo con la ENNIV, un 58.7% de los jefes de hogares pobres en el Perú tiene
un empleo independiente o también llamado autoempleo. Por su parte, un 27.4% de
los jefes de estos hogares se emplea en actividades dependientes. Esta diferencia de
porcentajes se aminora mientras más urbana sea la región que se analice. Así, en Lima
metropolitana, el 45.6% de los jefes de hogares pobres es autoempleado, mientras que
el 30.9% de los mismos posee un trabajo asalariado. En cambio, en la Sierra rural, el
14.7% de los jefes de hogares pobres labora en actividades dependientes, mientras que
el 80.2% de los mismos se desempeña en actividades independientes.
En el caso del trabajo dependiente asalariado, la ENNIV ha servido para estudiar
con mucha precisión las fuentes de variación de las remuneraciones entre individuos.
Tal como sucede en todas partes del mundo, las diferencias en variables básicas de
capital humano (tales como los años de educación y experiencia laboral) explican
cerca de la mitad de toda la dispersión salarial. La ENNIV ha posibilitado el cálculo de
los retornos a la educación en el sector asalariado de nuestro país después de mucho
tiempo. Stelcner, Arriagada y Moock7, Rodríguez8 y otros trabajos han encontrado que
por cada año de educación adicional en el Perú, el trabajador recibe alrededor de 10%
más de remuneración.
Por otro lado, la evidencia no ha sido contundente hasta el momento para demos-
trar si existe alguna diferencia en estos retornos de acuerdo con el nivel educativo. Por
el contrario, sí se ha encontrado evidencia estadística significativa acerca de las dife-
rencias de retornos a la educación pública en relación con la educación privada.
Saavedra9 ha demostrado que los retornos a la educación privada superan en por lo
menos 3 puntos porcentuales los retornos a la educación pública.
7 Stelcner, Morton; Ana-María Arriagada y Peter Moock, Wage Determinants and School Attainment
among Men in Peru, The World Bank, Living Standards Measurement Study, Working Paper 38,
1988.
8 Rodríguez, José, Retornos económicos de la educación en el Perú, Lima: Pontificia Universidad
Católica del Perú, Documentos de Trabajo, 1993.
9 Saavedra,Jaime, Essays on Education and Earnings: The Case of Peru, 1985-1991, Ph.D. Dissertation,
Columbia University, Department of Economics, 1995.
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Yamada
Nos encontramos en las primeras etapas de investigación en el país acerca de la
relación entre los retornos a la educación y el ciclo económico. Saavedra ha demostra-
do que los retornos a la educación se redujeron entre 1985 y 1991, es decir, durante
una fase depresiva de la economía. Por su parte, existe evidencia preliminar -Yamada
(1995)- acerca de la recuperación de los retornos a la educación en los últimos años, en
paralelo con la reactivación de la economía. En este sentido, los retornos a la educa-
ción en el Perú serían procíclicos.
Un segundo tema laboral que se ha tratado profusamente con las ENNIVs es el rol
de la mujer en el mercado de trabajo. King y Khandker10, entre otros, han encontrado
que la inversión en la educación de las mujeres aumenta su participación y productivi-
dad en el mercado de trabajo más que inversiones similares en la educación de los
hombres. Estas inversiones también reducen la tasa de fertilidad y mejoran la educa-
ción de los niños, la salud y nutrición de todos los miembros de la familia. En cuanto a
las diferencias salariales por género, Felices y Montalván11 encontraron que en 1991
existía un 46% de diferencia en el promedio de remuneraciones en contra del trabajo
femenino. Se estimó que 18 puntos de esta diferencia se debían a una menor educación
promedio y a una menor experiencia laboral efectiva de las mujeres. Sin embargo, los
28 puntos restantes se deberían a una menor retribución a los niveles de capital huma-
no de las mujeres, lo que sería un indicio importante de la discriminación por género
en el mercado laboral.
El empleo en el sector público en comparación con el empleo privado ha sido otro
tema desarrollado con las ENNIVs. Van der Gaag, Stelcner y Vijverberg12 realizaron un
estudio paralelo de remuneraciones público-privadas para los casos del Perú y Costa de
Marfil. Recientemente, Ruiz13 utilizó la ENNIV 1991 para establecer econométricamente
que los empleados públicos ganaban menos en ese sector que en un empleo alternativo
en el sector privado. Este hecho sucedía a pesar que el sector público ofrecía retornos
positivos a la habilidad política. Por otro lado, si bien los empleados públicos tenían un
mayor retorno a la educación que aquellos del sector privado, este efecto era contra-
rrestado por los mayores retornos a la experiencia en el sector privado, de manera que
quedaban en inferioridad de condiciones. Así, la predicción de ingresos señalaba que
un trabajador del sector público ganaba la cuarta parte de lo que hubiese podido reci-
bir como remuneración en el sector privado.
10 Ver King, Elizabeth M., Does Education Pay in the Labor Market?, The Labor Force Participation,
Occupation, and Earnings of Peruvian Women, The World Bank, Living Standards Measurements
Study, Working Paper 67, 1990; y Khandker, Shahidur R., Labor Market Participation, Returns to
Education, and Male-Female Wage Differences in Peru, The World Bank, Policy, Research, and
External Affairs, Working Papers, WPS 461, July 1990.
11 Felices, Guillermo y Georgette Montalván, Participación en el mercado laboral y determinantes de
las remuneraciones por género; revisión teórica y evidencia empírica para Lima metropolitana,
1991, Trabajo de investigación para la obtención del Bachillerato en Economía, Lima: Universidad
del Pacífico, 1994.
12 Van der Gaag, Jacques, Morton Stelcner, y Win Vijverberg, Public-Private Sector Wage Comparisons
and Moonlighting in Developing Countries, Evidence from Cote d’Ivoire and Peru, The World
Bank, Living Standards Measurement Study, Working Paper 52, 1989.
13 Ruiz Pérez, José Luis, Comparación de las remuneraciones entre el sector público y el sector priva-
do, evidencia para Lima metropolitana, Trabajo de investigación para la obtención del Bachillerato
en Economía, Lima: Universidad del Pacífico, 1994.
3535353535
Pobreza y Empleo en el Perú
Debido a la importancia del sector de autoempleo y empresas familiares informa-
les en las ciudades de los países en desarrollo, la ENNIV se diseñó para tener una
sección especial dedicada a este sector. En el caso peruano se han realizado preguntas
acerca de hasta tres empresas familiares con un registro detallado del tipo de negocio,
número de familiares y no familiares involucrados, ingresos, gastos, stock de capital e
inventario. Moock, Stelcner y Musgrove14 fueron los primeros en trabajar dicha sección
y comprobar que también en este sector la educación y la experiencia laboral tenían
retornos similares a los del sector formal asalariado. De esta manera, se demostraba
que el nivel de educación alcanzado no era sólo una credencial en el mercado de
trabajo sino que aumentaba significativamente la productividad de los individuos -
véase también Ramos15-.
Trabajé mi tesis utilizando profusamente esta sección. La literatura de desarrollo
no había dado su veredicto final en cuanto a qué representaba este sector de autoempleo
para la economía. Por un lado, existía la hipótesis extrema que consideraba al autoempleo
como un refugio involuntario para los individuos que no podían acceder al sector for-
mal asalariado. En el otro extremo teníamos la hipótesis de Hernando de Soto que
afirmaba que en este sector se desarrollaban voluntariamente los empresarios que ne-
cesita el país para su desarrollo capitalista. Utilizando las ENNIVs de 1985-86 y 1990,
mi tesis demostró que este sector es tan flexible que incorpora ambas realidades a la
vez, aunque la gran mayoría de autoempleados obtiene ingresos superiores a su costo
de oportunidad en el sector asalariado formal16. En estos momentos estoy actualizando
dicha investigación con las versiones 1991 y 1994 de la ENNIV, debido a la importan-
cia estratégica que se está otorgando al sector de la microempresa (véase Yamada y
Ramos17).
En suma, la información tan rica y completa recopilada por las diversas ENNIVs ha
permitido darle contenido empírico al debate sobre el autoempleo y la informalidad en
el Perú y en el Tercer Mundo y a otros tantos temas de economía laboral (tales como los
retornos a la inversión en educación, el rol de la mujer y diferencias por género y la
realidad del empleo público en el país), que tienen la mayor importancia para el diseño
de políticas económicas y sociales eficaces que coadyuven al desarrollo sostenido del
país.
14 Moock, Peter, Philip Musgrove, y Morton Stelcner, Education and Earnings in Peru's Informal Nonfarm
Family Enterprises, The World Bank, Living Standards Measurements Study, Working Paper 64,
1990.
15 Ramos Li, Marlon, El rol de la educación en el mercado de trabajo: capital humano o credencialismo,
Trabajo de investigación para la obtención del Bachillerato en Economía, Lima: Universidad del
Pacífico, 1994.
16 Yamada, Gustavo, Autoempleo e informalidad urbana: teoría y evidencia empírica de Lima metro-
politana, Cuadernos de Investigación Nº 22, Lima: Centro de Investigación de la Universidad del
Pacífico, 1994. Véase también Yamada, Gustavo, Urban Informal Self-Employment in Developing
Countries: Modeling an Evidence from Lima, Perú, 1985-1990, Ph.D. Dissertation, Columbia
University, Department of Economics, 1994.
17 Yamada, Gustavo y Marlon Ramos Li, “Una radiografía de las empresas familiares de Lima metro-
politana”, en Punto de Equilibrio, Lima: Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico,
setiembre 1994.
3636363636
Yamada
4. Lo que Falta por Hacer
La evidencia recopilada en este ensayo es más que suficiente para probar que las
ENNIVs son hoy por hoy herramientas de trabajo (ahora cómodamente instaladas en
una computadora personal de escritorio) de muchos investigadores peruanos y extran-
jeros interesados en el análisis de problemas y posibilidades para elevar el nivel de vida
de los peruanos. Por supuesto que se puede y se debe avanzar sobre la base de esta
experiencia valiosa. Así, por ejemplo, varios especialistasen el tema de encuestas con-
sideran que deberían eliminarse algunos módulos del cuestionario cuya utilidad infor-
mativa ha sido muy poca hasta el momento. Por mi parte, como usuario de la ENNIV,
quisiera que en el futuro se consolidaran algunos de los siguientes aspectos:
Eliminar la estacionalidad de las ENNIVs
Hemos tratado de hacer investigación y política económica y social en el país con
resultados de niveles de vida tomados a veces durante todo un año, a veces en un
período de junio a julio, otras veces entre octubre y noviembre y, finalmente, entre
mayo y julio. Muchas actividades del país tienen una fuerte estacionalidad, siendo los
casos más evidentes los de la agricultura y el comercio. También creo recordar por
trabajos de PRISMA que la desnutrición infantil presenta una marcada estacionalidad a
lo largo del año. Por tanto, deberíamos tratar de uniformar el momento de la encuesta
de aquí en adelante. Si los recursos lo permiten, lo ideal sería hacer encuestas a lo largo
de todo el año. Si ello no es posible, las próximas ediciones de ENNIV deberían volver
a hacerse entre mayo y julio para ser comparables con la encuesta de 1994.
Aumentar la representatividad de la ENNIV a niveles más pequeños del territorio
del país
La investigación ha avanzado mucho con el tamaño de muestra actual de las
ENNIVs, pero la política social concreta sólo obtiene una idea general del territorio en
el que se está desenvolviendo y no de la zona específica de atención (salvo en el caso
de Lima metropolitana). Por tanto, si se desea que la ENNIV se convierta en una herra-
mienta útil para la reducción integral de la pobreza por departamentos o regiones, se
necesita una ampliación importante del tamaño de su muestra.
Incorporar una encuesta de consumo efectivo de alimentos
Un área importante en la que se debe avanzar dentro de la estructura de una
encuesta de hogares como la ENNIV es en el consumo real de alimentos. Desde la
ENCA de 1972 no ha habido ninguna encuesta que registre el consumo real de alimen-
tos de las familias a nivel de todo el país. En este sentido, nuestros cálculos de pobreza
tienen un margen de error importante si lo que nos interesa son las familias que efecti-
vamente consumen menos calorías y proteínas que las mínimamente recomendadas
por los especialistas nutricionales.
Mejorar el trabajo de panel
Si bien la ENNIV fue diseñada con un componente explícito de panel, creemos
que no se ha tomado el suficiente cuidado en el monitoreo de este aspecto de la en-
cuesta. Dada la prioridad de la política social en el país, debemos hacer un monitoreo
continuo de la evolución del nivel de vida de las familias del país y una muestra
longitudinal de familias es una herramienta necesaria para dicho propósito.
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Pobreza y Empleo en el Perú
Tener una encuesta de hogares tipo ENNIV en forma permanente
Por último, sería ideal que la ENNIV se institucionalizara como una encuesta per-
manente de seguimiento de los niveles de vida de las familias peruanas y que se llevara
a cabo en forma anual de ser posible. Las cuatro versiones anteriores de la ENNIV han
demostrado que es posible seguir de cerca el estado y la evolución del bienestar de las
familias peruanas con un presupuesto de recursos razonables. En este sentido, el retor-
no de la inversión en una ENNIV más permanente está garantizado.
3838383838
Yamada
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