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Entre-la-temporalidad-y-la-eternidad-comentario-sistematico-a-Historia-y-dogma-de-Maurice-Blondel

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE 
MÉXICO 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ACATLÁN 
 
ENTRE LA TEMPORALIDAD Y LA ETERNIDAD. COMENTARIO 
SISTEMÁTICO A “HISTORIA Y DOGMA” DE MAURICE BLONDEL 
 
TESIS 
 
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
LICENCIADO EN FILOSOFÍA 
 
PRESENTA 
ADRIÁN MONDRAGÓN ORTUÑO 
ASESOR: DR. ALEJANDRO SERGIO FRANCISCO POMPOSO GARCIA 
 
 
 SANTA CRUZ ACATLÁN, ESTADO DE MÉXICO, AGOSTO 2018 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Entre la temporalidad y la eternidad. 
Comentario sistemático a “Historia y Dogma” 
de Maurice Blondel 
 
 
 
 
 
 
 
A mi madre, Eva Ortuño Carbajal, a quien le debo todo. 
Al Dr. Alexandre de Pomposo, quien me ha redimido y con 
quien tengo una deuda eterna. 
 
“No la tendrá de las cosas de esta vida, pero la sentirá 
mucho mayor por las de la otra. Pero ésta es una sed 
que se anhela tener y que en sí misma lleva a la 
satisfacción. Es una sed que no ahoga más que las 
cosas terrenas y que, al quedar satisfecha por la obra de 
Dios, uno de los mayores dones que Él puede hacernos 
es aumentar la necesidad de seguir bebiéndola.” 
Santa Teresa de Ávila 
 
 
 
 
 
Agradecimientos 
 
El presente trabajo hubiera sido imposible sin el apoyo incondicional de mi madre. 
Tampoco hubiera sido posible sin la ayuda del Dr. Alexandre de Pomposo, quien me ha brindado 
y me ha ayudado a entender y vivir el mayor bien entre los hombres, la amistad. La generosidad 
del Dr. Alexandre ha sido en todos los aspectos, en lo académico me ha permitido tomar más de 
una veintena de cursos diferentes con él en varias instituciones, además de congresos y coloquios. 
El profesor suele comentar que “las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra”. En efecto, el 
ejemplo del profesor, con su coherencia entre lo que dice y lo que hace, su integridad como 
persona, su virilidad al evitar injusticias, lo hacen alguien admirable y a emular, pero más que 
nada es una persona buena. 
También tengo mucho que agradecer al Dr. Roberto Sánchez Valencia que me ha 
permitido tomar cerca de una decena de cursos diferentes con él, en la UNAM y en la 
Universidad del Claustro de Sor Juana. El profesor Roberto se ha mostrado dispuesto a ayudarme 
con complicaciones que tuve con el registro de tesis, además de que sus comentarios y clases han 
enriquecido de gran manera este trabajo. El Dr. Alexandre y el Dr. Roberto son las dos personas 
que conozco que más saben sobre el cristianismo y ha sido un privilegio contar con su invaluable 
apoyo. 
Mi agradecimiento también a mi hermana, Laura Mondragón Ortuño, que ha sido mi 
némesis y mi acicate a lo largo de nuestras vidas. 
Hay personas que me han ayudado de muy diferentes formas y a quienes les estoy muy 
agradecido: Azucena Martínez Guzmán, Joyce Y. Parrilla Morales, Isalia Ortuño Carbajal, 
Taurino Mondragón García, Marcia Marisol Zapata Vélez, Lucia Alvarado, Victoria Becerril, 
Irene García, Dioselina Mondragón Ayala, Martha G. Argueta Velázquez, Rubén Gómez Flores, 
Alicia Mondragón Mondragón, Luis Flores Villa, Consuelo García García, José Mondragón 
Mondragón, Lucas Mondragón Mondragón. Por todos los mencionados y por muchos más, que 
aunque omito están presentes de una u otra manera, doy gracias a Dios porque están presentes en 
mi vida. 
Debo mencionar a la misma UNAM, que a pesar de todas sus dificultades y carencias es 
una institución de gran generosidad y motor invaluable en el desarrollo del país y de la vida de 
millones de personas, sin su existencia habría sido muy poco probable que siquiera iniciara 
estudios a nivel universitario, y he comprobado que es el caso de muchísimas otras personas. Su 
espíritu ha dejado su marca y espero lograr reflejar esos ideales. 
 
 
I 
 
 
 
 
Índice 
 
 
Introducción…………………………………………………………………………….................1 
1. Blondel y la crisis modernista……………………………………………………….……….....9 
1.1.1 Sobre la vida de Blondel…………………………………………………….……9 
1.1.2 La talla filosófica de Maurice Blondel: L’Action (1893)……..…………….……13 
1.2 La crisis modernista…………………………………………………………………. 19 
1.2.1 El modernismo…………………………………………………………….…….21 
1.2.2 Tendencias y diferencias en el movimiento modernista…………………….…..22 
1.2.2.1 El modernismo en Alemania………………………………………….……23 
1.2.2.2 El modernismo en Inglaterra……………………………………………….24 
1.2.2.3 El modernismo en Italia…………………………………………………....25 
1.2.2.4 El modernismo en Francia…………………………………………….…....28 
1.2.3 Los casos de Tyrrell y Loisy: El libro gris y los libros rojos…………………....29 
1.2.3.1 Tyrrell y el libro gris…………………………………………………….…29 
1.2.3.2 Loisy y los libros rojos….....………………………………………………33 
2. La ciencia galopante y el anquilosado clero....………………………………………………..44 
II 
 
2.1 La emergencia de una nueva mentalidad……………………………………………..45 
2.1.1 La ciencia crítica, sus nuevos métodos y la resistencia al cambio…………..…..52 
2.1.2 Búsqueda de libertad y nacimiento de una nueva consciencia………………….54 
2.2 Las nociones de ciencia y de hecho histórico…………………………………….….58 
2.2.1 Las nociones de las ciencias: antigua y moderna………………………….……58 
2.2.2 Precisiones de Blondel sobre lo que se debe considerar como “hecho”………...67 
2.3 Los dogmas en el modernismo………………………………………………….……76 
2.3.1 La versión del dogma modernista según Pascendi y Providentissimus Deus…..77 
2.3.2 El reino de los cielos, las fuentes de los Evangelios y el dogma cristiano según 
Loisy………………………………………………………………………….....83 
2.3.3 La figura de Jesucristo según Tyrrell y Loisy……………………………….....85 
3. Las nociones de Iglesia en el modernismo y la postura oficial de la Iglesia……………….....87 
3.1 La visión modernista de la Iglesia……………………………………………………87 
3.2 La Iglesia y el Evangelio según Loisy…………………………………………….....91 
3.3 La condena de la Iglesia al modernismo………………………………………….....93 
3.3.1 Las cartas encíclicas……………………………………………….…………...93 
3.3.1.1 Aeterni Patris………………………….…………………….……………..94 
3.3.1.2 Inmortale Dei……………………………….……………….……………..95 
3.3.1.3 Libertas praestantissimum…………………………….…….……………..97 
3.3.1.4 Rerum novarum…………………………………………………………….99 
3.3.1.5 Au milieu des solicitudes……………………………….………………....101 
3.3.1.6 Depuis le jour……………………………………………………………..103 
3.3.1.7 Testem Benevolentiae……………………………………………………..104 
III 
 
3.3.1.8 Syllabus Errorum os nostrae aetatis errores y Quanta cura………….….104 
3.3.1.9 Pieni l’animo……………………………………………………………...106 
3.3.1.10 Lamentabili sine exitu y Pascendi…………………………….………....107 
3.3.2 El juramento antimodernista……………………………………………….…..112 
3.4 La asfixia del pensamiento………………………………………………………….115 
4. La parcialidad de las visiones…………………………………………….…………………..121 
4.1 Las soluciones incompletas e incompatibles……………….…………..…………..123 
4.1.1 Extrincesismo…………………………………………………………..………124 
4.1.2 Historicismo………………………………………………………………..…..128 
5. La revisión de algunos eslabones del cristianismo en el historicismo según Blondel…….…138 
5.1 Los eslabones de la cadena del cristianismo por el historicismo según Blondel.…..139 
5.2 Crítica a la apología historicista…………………………………………….……….155 
6. El papel vital y el fundamento filosófico de la Tradición…………………………..………..167 
Conclusiones………………………………...…………………………………………...……...201 
Bibliografía…………………………………………………………………………….……......205IV 
 
 
 
1 
 
Introducción 
 
Las relaciones entre las ciencias y las religiones han estado presentes a lo largo de la historia, 
pero no siempre han sido relaciones muy amistosas; sobre todo en la época moderna se ha estado 
desarrollando la idea de que incluso son antagonistas. Realmente las ciencias y las creencias 
religiosas suelen verse como campos excluyentes: a diferencia de estas últimas, las ciencias 
buscan entender la realidad por medio de métodos y teorías que puedan dar cuenta de los muy 
diversos fenómenos que se dan en la misma, tratando de probar, experimentar, producir, 
reproducir y predecir el comportamiento de esos fenómenos. Los científicos crean y modifican 
tanto sus herramientas mentales como las tecnologías necesarias para mejorar sus indagaciones. 
En cambio, en el ámbito de la religión, parece ser que lo único que se pide es creer, y muchas 
veces aún en detrimento de la inteligencia y de sus dudas legítimas. Ciertamente las ciencias 
tienen su punto de partida en las preguntas, que al igual que la filosofía nacen de una curiosidad y 
un deseo de entender el cómo y el porqué de las cosas. El valor de las ciencias es incalculable y 
nuestro mundo se ha moldeado en gran medida gracias a ellas: las tecnologías son su aplicación y 
desarrollo. No siempre ha sido así, pero las ciencias se han afianzado y poco a poco han ganado 
terreno en todos los ámbitos, siendo hoy por hoy la herramienta más fiable que tenemos para 
abordar la realidad fenoménica. 
 Las religiones, como bien lo apunta el Dr. Alexandre de Pomposo, en sus clases y 
conferencias, proceden de una manera diferente, pues no parten de preguntas, sino que parten de 
respuestas, los dogmas. A diferencia de las ciencias, las religiones parece ser que se han 
desarrollado y han aparecido desde la prehistoria del hombre. Si bien hay culturas que no parecen 
haber desarrollado algún tipo de religión también parecen ser las menos. Sin lugar a dudas las 
religiones han jugado un papel muy importante en el desarrollo de la humanidad, su historia es 
tan larga y diversa que podemos encontrar aspectos tan variopintos y de todo tipo en las 
sociedades en las que se han desarrollado. Las investigaciones siguen sorprendiendo a quienes 
tienen el prurito de entrar en ese fascinante y muchas veces muy desconcertante universo. 
Aunque lo realmente fascinante es el hecho de la existencia de las religiones, pues se han 
desarrollado en todos los continentes y en todas las épocas, y hasta donde sabemos los humanos 
somos los únicos que necesitamos y hacemos religiones (en cambio la ciencia y la filosofía no se 
2 
 
han dado siempre, ni toda cultura las ha necesitado para persistir y desarrollarse, podemos decir 
incluso que es con los griegos con quienes ambas nacen). Las religiones se suelen 
institucionalizar para garantizar la salvaguarda de verdades consideradas muy importantes, 
verdades denominadas dogmas que son respuesta a las más íntimas necesidades del hombre, 
verdades que son revelaciones otorgadas a los hombres por una fuerza superior a la humana. La 
importancia de la religión es enorme, sin lugar a dudas, un buen observador puede constatar que 
los valores que se promueven permean la totalidad de la sociedad en la que se desarrolla una 
religión. Dotan de una cosmovisión y de identidad a sus miembros, dan sentido a las fuerzas de la 
naturaleza, a fuerzas consideradas sobrenaturales, al bien y al mal. La religión da una respuesta al 
misterio de la muerte, subsana y ayuda con sus rituales a resignarse a las pérdidas. Las religiones 
le dan sentido a la vida y a la muerte del hombre, a sus sufrimientos, a sus deseos, a sus temores, 
a lo conocido y a lo desconocido. Ocasionalmente es posible reflexionar acerca de los dogmas e 
incluso cuestionar su sentido, hasta cierto punto, pero las más de las veces, dentro del ámbito 
religioso, se aceptan esas verdades reveladas o, si no es así, se es excluido de ese ámbito, es decir, 
si no se aceptan esas verdades, simplemente no se pertenece a esa religión. 
La manera de proceder es muy diferente entre las ciencias y las religiones, sin embargo, 
ambas pretenden dar una explicación de la realidad. Ciencias y religiones han desarrollado 
postulados, lógicas, estructuras mentales, formas de ser. La sociedad occidental en la que vivimos 
actualmente se ha nutrido fuertemente de esos sistemas de pensamiento, tenemos una fuerte 
influencia de parte del cristianismo, tanto consciente como inconscientemente. Además, las 
ciencias están cada vez más presentes en la vida de cada individuo a través de las tecnologías; 
esto se puede explicar por el hecho de que las personas en general suelen beneficiarse de los 
avances tecnológicos que echan mano de la ciencia, pero eso no significa que sepan de ciencia. 
De alguna manera se da un contrasentido, ya que el pensamiento y el actuar crítico que debería 
caracterizar a las ciencias se han difuminado a tales extremos que frecuentemente para terminar 
una discusión se apela a las ciencias, convirtiéndolas en la nueva autoridad o en el nuevo 
dogmatismo incuestionable. Hay que revitalizar a la crítica y hacer una crítica de la crítica, no 
para desacreditarla, sino para tener una consciencia más clara de sus posibilidades y de sus 
límites. 
3 
 
El cristianismo es una religión que se pretende histórica. Esto significa que se da una 
injerencia concisa de Dios en el tiempo y, así, pretende que los relatos de los Evangelios son 
ciertos, que Cristo y sus apóstoles existieron, que los milagros y proezas narradas realmente 
ocurrieron. La Iglesia por mucho tiempo se había proclamado la única detentora de esos 
conocimientos. Sin embargo, las ciencias se han desarrollado de manera muy exitosa desde hace 
algunos siglos y han ampliado sus ámbitos de investigación a todo tipo de terrenos, y esto incluye 
a los ámbitos religiosos. Sin lugar a dudas las ciencias tienen algo qué decir sobre esos ámbitos. 
La historia tuvo un fuerte desarrollo en el siglo XIX consolidándose como una disciplina 
fundamentada en procesos científicos. De esta manera, la historia ha echado mano de sus 
recursos para tratar de entender los fenómenos religiosos, remontándose a los orígenes del propio 
cristianismo y más atrás. Hoy día es difícil dudar de la importancia de esas investigaciones. Sin 
embargo, constatamos en la actualidad que muchas investigaciones y sus conclusiones, que se 
nos presentan como científicas, llegan a ser contradictorias entre sí, lo cual no sucede pocas 
veces. La aplicación de un método cualquiera en un ámbito específico se debe pensar y calibrar 
muy bien para tratar de forma justa el fenómeno que se pretende comprender. La discusión sobre 
los temas que tratamos sigue siendo muy vigente, se escriben miles de artículos y de libros cada 
año, hay instituciones dedicadas a esos temas, seminarios en universidades, congresos, etc. Es un 
asunto presente en el corazón del cristianismo por ser una religión histórica, pero es una cuestión 
presente en todas las religiones monoteístas y en muchas otras. 
En el presente trabajo revisamos una de las mayores crisis de la Iglesia Católica Romana en 
su historia, la muy penosa crisis modernista. Esa revisión servirá para contextualizar el trabajo de 
un gran filósofo francés, Maurice Blondel (1861-1949), pensador muy agudo al que, por la 
diversidad de sus temas y por la profundidad con la que los trata, se le ha llamado el Hegel 
francés. Sin embargo es un filósofo ampliamente desconocido en muchos países, como México, 
por una doble censura: por una parte fue segregado en el mundo intelectual francés de finales del 
siglo XIX, invadido por la perspectiva positivista, o sea con un fuerte prejuicio antirreligioso 
(aunque, hay que decirlo también, no del todo injustificado), por declararse abiertamente católico; 
y, por si fuera poco, segregado a su vez por las autoridades de la Iglesia (Iglesia a la queBlondel 
dedicó muchos de sus esfuerzos en defender) que lo acusaban de modernista y no sólo eso, sino 
de ser el filósofo del modernismo, siendo el personaje más peligroso de todos los modernistas 
(nunca se hizo abiertamente la acusación, pero por el contenido de las encíclicas de la época 
4 
 
pueden rastrearse los personajes aludidos). Desde hace varios años su figura se ha estado 
reivindicando, sobre todo en Europa, pero sigue siendo muy desconocido en nuestro continente. 
La proscripción de ideas y hasta de personas es algo muy común incluso en nuestros días. No es 
extraño que se reconozca la genialidad de algún personaje después de muerto y muchas veces el 
reconocimiento llega mucho tiempo después, y si es que llega… Por desgracia hay muchos 
personajes de los que jamás tendremos un eco, y muchas de las veces porque la sociedad en la 
que vivió no lo supo apreciar, o peor aún, decidió borrarlo, olvidarlo, ignorarlo. En sus clases, el 
Dr. de Pomposo, nos recuerda que lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia. 
Retomar los escritos de Blondel, es decir, del filósofo de Aix, enriquece la discusión actual de 
muy diversos temas, la sutileza de su pensamiento y su erudición bien podrían hacer de él un 
clásico en la filosofía. Retomarlo no es un simple acto de justicia, sino que es el reconocimiento 
de que sus ideas son importantes en nuestros esfuerzos actuales por alcanzar una mayor claridad 
por comprender la realidad de la que formamos parte. Blondel apuntaba alto, buscaba 
comprender al hombre en su realidad integral. Para ver el alcance de sus ideas ayuda 
aproximarnos al mundo en que vivió y cómo lo vivió, tratando de entender desde su muy 
particular punto de vista, el de su pensamiento original, que trató de comprender todas las 
dimensiones que abarcan y que constituyen al hombre. Siendo el mismo Blondel un 
incondicional devoto de sus creencias religiosas, además de ser extremadamente honesto en todos 
los planos, le era imposible renegar de esa enorme ambición, la mayor de todas según él, que es 
Dios. El tema de la Verdad, con mayúscula, es un tema al que pocos filósofos se atreven a 
enfrentar, por resbaladizo, a pesar de ser el tema filosófico por antonomasia. Sin embargo, 
podemos decir que es un tema al que la totalidad de los grandes pensadores le han dedicado 
bastante tiempo, trabajo y esfuerzos, eso sí, bajo la forma de diversos tratamientos sucedáneos y 
circunstanciales, aunque no todos muchas páginas y tinta. 
En este trabajo revisamos uno de los primeros escritos de Blondel, Historia y dogma, que 
primeramente vio la luz como una serie de artículos; comentamos varias de las ideas plasmadas 
en esos artículos de cara a una serie de problemas y dificultades que surgen cuando se pretende 
estudiar tópicos que incumben tanto a la historia como a la fe. Sin embargo, abordar las temáticas 
religiosas desde el ámbito de las ciencias plantea dificultades que no sólo son de método, sino 
que son de índole filosófico, muy profundas y de las que no se suele tener conciencia, ideas que 
permean el sentido y los resultados de las investigaciones. Blondel mostrará los límites y 
5 
 
alcances de la ciencia histórica. Demostrará que el historiador siempre tiene una filosofía 
subyacente en su trabajo, quiéralo o no, y puede ser consciente o no de esa filosofía. Pero esas 
condiciones inciden en el curso de las investigaciones y de sus resultados. Veremos que las ideas 
o concepciones que se tienen sobre la ciencia inciden en nuestra forma de hacerla: hay una 
recursividad, una reflexión que la ciencia suele omitir en sus análisis, pero que la filosofía tiene 
presente. 
En el primer capítulo hacemos una revisión sobre la figura de Blondel, necesaria no sólo por 
el hecho de ser poco conocido, sino para tratar de entender su contexto y ver de manera más justa 
las dimensiones de su pensamiento. Para complementar lo dicho sobre su vida, hacemos una 
revisión breve del contenido de su primera obra importante, La acción (1893), que contiene su 
método y su filosofía, los cuales aplicará después a problemas concretos. Para complementar el 
contexto desarrollamos lo que fue la denominada crisis modernista, ampliamente desconocida (y 
se pueden sospechar los motivos de la parca difusión de su conocimiento) y que fue una crisis 
muy intensa en el corazón de la Iglesia católica. Describiremos los diferentes matices que tomó 
en los países en que se desarrolló y comentaremos algo sobre los personajes más representativos 
del modernismo en cada país. Por supuesto que el énfasis lo ponemos en Francia, donde la 
discusión tuvo un carácter predominantemente intelectual. En dicha crisis veremos la abigarrada 
gama de tomas de postura por parte de los contemporáneos de Blondel, y revisaremos en especial 
las ideas de un par de personajes tachados de modernistas: George Tyrrell y Alfred Firmin Loisy. 
Considerados dos de los modernistas más radicales, Tyrrell fue un teólogo jesuita inglés que 
terminó desarrollando una especie de misticismo y gnosticismo; Loisy fue un teólogo e 
historiador francés que aplicó el método crítico en sus investigaciones llegando a conclusiones no 
muy ortodoxas. Nos centraremos especialmente en el trabajo de Loisy, por ser el personaje con 
quien Blondel entabla la polémica. El texto que comentamos en este trabajo es una respuesta a 
uno de los trabajos de Loisy, L'Évangile et l'Église. Retomaremos los temas tratados en ese 
escrito por Loisy que nos ayudarán a contrastar y a entender mejor los comentarios de Blondel. 
En el segundo capítulo abundaremos sobre uno de los aspectos de la crisis modernista, sobre 
el éxito apabullante de las ciencias y su avance en todos los campos del conocimiento, sobre la 
reestructuración mental de la sociedad y sobre la resistencia del clero al ver afectados sus 
intereses. Es bien conocido el desarrollo exponencial que han tenido las ciencias en los últimos 
6 
 
siglos, sin embargo, no es muy bien conocido el desarrollo de las nociones que tenemos de 
ciencia, tarea en la que la mayoría de los científicos no suelen prestar mucho interés. Existen 
honrosas excepciones, como Henri Poincaré, matemático genial que, el primero, reconocía que 
era una tarea a la que le ha prestado más atención la filosofía. En esta sección revisaremos 
algunas de las ideas expuestas por Blondel sobre las nociones de ciencia, donde muestra las 
diferencias entre la noción de la ciencia antigua y la ciencia moderna. Blondel mostrará que al no 
tener presentes esas distinciones se crean híbridos que acarrean problemas y dificultades que 
pueden atravesar una investigación desde sus planteamientos hasta sus conclusiones. Para seguir 
el hilo de la discusión en torno a las ciencias, decidimos ubicar en esta parte algunas precisiones 
que hace Blondel en lo que debe considerarse como un hecho. Blondel precisará lo que debe 
considerarse como un hecho y crea una escala para considerar su peso o su relevancia, pero va 
aún más allá, al mostrar que los diferentes hechos están entrelazados e interactúan entre sí y que 
se fortalecen unos a otros. Enseguida, de estas reflexiones de Blondel, exponemos algunos de los 
tópicos tratados por Loisy y Tyrrell, quienes abordan asuntos histórico-religiosos con pretensión 
de ser objetivos y de hacer un trabajo científico. Esta exposición ayudará a entender de dónde 
parte Blondel para sus críticas. 
En el tercer capítulo revisamos la visión que los personajes tachados de modernistas tienen 
sobre la Iglesia. Retomamos a Loisy y sus ideas concernientes a las relaciones existentes entre la 
Iglesia y el Evangelio. Aprovechando la ocasión de que hablamos sobre la Iglesia decidimos 
ubicar aquí la visión y la postura oficial de la Iglesia. Tratando, en lo posible, de ser lo más 
imparciales, hemos decidido exponer, de manera muy amplia, el contenido de algunas de las 
encíclicas más relevantes de esos años, entorno a los diferentes conflictos que se presentaron en 
el modernismo, aunque nos centraremos muy en especial en el decreto del Santo Oficio 
Lamentabili y en la encíclica Pascendi. La razón de ello es porque son los escritos que condenan 
de forma abierta el modernismo e incluso lo proveen de identidad. Trataremos también de las 
desastrosas medidas tomadas por parte de la Iglesia y de sus muy lamentables consecuencias. El 
escándalo que sólo fue opacado por una nueva tragedia sin precedentes, la Primera Guerra 
Mundial o la Gran Guerra. 
En el capítulo cuarto retomamos las ideas de Blondel. En esta parte comentamos porciones 
amplias de la primera parte de Historia y dogma, tratando de seguir el razonamiento de Blondel e 
7 
 
intentando destacar los aspectos epistemológicos en las formas de razonar descritas. En esta parte 
veremos cómo es que Blondel plantea el problema de las relaciones entre los hechos históricos y 
las verdades reveladas. El filósofo de Aix muestra las dos maneras de proceder más comunes, 
para ello incluso las destila y nos las presenta en su estado más puro: el extrinsecismo y el 
historicismo. Nuestro filósofo pondrá al desnudo, desde el principio, las deficiencias de estas dos 
maneras de proceder, dejando a la vista las carencias y los excesos que ambas cometen en su 
forma más pura, mostrando además las carencias filosóficas de ambas. Primeramente examinará 
el extrinsecismo y mostrará lo superpuestos que deja a los hechos y a los dogmas. Después 
examinará más detenidamente el historicismo, que tiene pretensiones científicas, y que de alguna 
forma es a donde se desea dirigir la crítica. Blondel muestra que tampoco el historicismo logra 
unificar los hechos con los dogmas, pero está consciente de que su razonamiento quizás no 
persuada a muchos, por lo que se dispone en una segunda parte a hacer una revisión minuciosa de 
su manera de proceder en casos concretos. 
En el capítulo cinco, comentamos la revisión que hace Blondel de varios de los temas 
tratados por el historicismo y que atañen al cristianismo. En una primera parte se admite la lógica 
del historicista y se procede a la revisión de varios temas, los cuales son los mismos que Loisy 
trata en L'Évangile et l'Église y que expusimos, sobre todo, en los capítulos dos y tres. Blondel 
desmenuza el trabajo del historiador historicista y muestra el esqueleto de su método y el sistema 
nervioso de su pensamiento. Blondel es riguroso en su examen y hace seguir al historicista en su 
lógica hasta las últimas consecuencias. En una segunda parte, veremos cómo nuestro filósofo 
desarrolla lo que sería la apologética del historicismo, y nuevamente empujará a su lógica a llegar 
hasta el final. La conclusión, ya anticipada, es que no le es posible al historicismo dar el paso 
enorme de los hechos a lo divino, no logra pasar de lo natural a lo sobrenatural. 
El sexto capítulo es la tercera parte de Historia y dogma. En esta parte Blondel desarrolla una 
alternativa a las soluciones incompletas e incompatibles. Consciente de la parcialidad de las otras 
visiones, introduce el elemento de la Tradición, en la cual ve la incorporación de la vida de la 
religión y por lo tanto de la acción, que sería el elemento que unificaría las diversas partes 
estudiadas. Blondel introduce su filosofía de la acción por medio de un elemento muy 
descuidado, pero que será la clave para que todos los elementos cobren su pleno sentido y se 
reconozcan plenamente en sus interacciones. Las conclusiones que presentará Blondel son muy 
8 
 
fuertes, pero sin lugar a dudas su lógica ha sido impecable y se ha mantenido coherente. La 
descripción de la realidad religiosa concuerda en cada punto con la recreación hecha por Blondel. 
Nosotros comentamos sus ideas tratando de mostrar el alcance de las mismas. 
 
9 
 
1. Blondel y la crisis modernista 
 
La integridad y originalidad del pensamiento de Maurice Blondel es destacable. Y es de 
sorprender que un filósofo de su calidad y profundidad sea prácticamente desconocido en 
nuestros territorios y en nuestro tiempo. Aunque es una situación que se entiende en parte por los 
acontecimientos que le tocaron vivir en su época. Al filósofo de Aix, como se le conoce a 
Blondel, le tocó vivir un silenciamiento en vida y que duró incluso después de su muerte. Un 
silencio y una relegación doble, por parte del ámbito de la Iglesia que lo tachó de modernista y lo 
vio como un enemigo; y por parte del ámbito filosófico, que por ser un filósofo abiertamente 
religioso y católico simplemente no se le tomaba en cuenta, como si no tuviera nada importante 
que decir. Hoy día las obras de Blondel se han rescatado y es principalmente gracias a la 
honestidad de varios filósofos, teólogos y personajes de cultura que han logrado ver la 
profundidad y originalidad de este pensador. 
 
1.1.1 Sobre la vida de Blondel 
 
El futuro filósofo de Aix nace en Dijon, en la Borgoña francesa el dos de noviembre de 1861. 
Nace en el seno de una familia acomodada con fuertes raíces católicas, Blondel se adhiere a la fe 
que profesa su familia y que permeará su forma de ser, de pensar y actuar. Realizará sus estudios 
secundarios en el Liceo de la misma ciudad que le vio nacer, donde tendrá una fuerte influencia 
de Alexis Bertrand, con quien descubre a Leibniz y a Maine de Biran, Blondel retomará varias 
ideas de su profesor desarrollándolas de forma original. Le brindará reconocimiento dedicándole 
a Bertrand su tesis latina sobre Leibniz. Ya en la Universidad, Blondel obtendrá la licenciatura en 
letras y tendrá un bachillerato en derecho por la Universidad de Dijon, ahí conoce a Henri Joly1 y 
profundiza en la obra de Leibniz, descubriendo lo que él llamará la célula germinal de su 
 
1 Jules-Charles-Henri Joly (1839 – 1925) filósofo y sociólogo francés, conocido en su tiempo por sus obras de 
criminología. Obtiene su doctorado en letras en 1869, y en 1883 ocupa la silla de filosofía en la Sorbona de París; en 
1903 es elegido miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, miembro de la Sociedad de economía 
social; en 1895 es vicepresidente de la Liga nacional contra el ateísmo; en 1900 es presidente de la población y 
comuna francesa de la Croix-Blanche; en 1905 es presidente de la sociedad de prisiones. Sus obras e intereses 
abarcaron muy diversas áreas: psicología y psicología comparada, filosofía, criminología, filosofía religiosa, 
socialismo cristiano, vidas de los santos. 
10 
 
pensamiento, el vínculum substantiale. Se perfilan sus ideas y decide abandonar la carrera de 
derecho y opta por dedicarse a la filosofía. En 1881 y con 20 años es aceptado en la prestigiosa 
École Normale Superieure, por lo que tiene que dejar a su familia y se va a vivir a París, donde 
tendrá una estancia de tres años. En 1885 realizará varios viajes y se presentará tres veces 
consecutivas al Concours d’Agrégation des Lycées, que es un concurso para obtener una cátedra 
en la enseñanza media. En 1886 obtiene la aggrégation en filosofía y tendrá sus primeras 
experiencias docentes en los liceos de Chaumont, Monteauban y Aix-en-Provence. 
En 1889 se le concede un permiso para dedicarse a la redacción de las tesis latina y francesa 
que eran necesarias para obtener el doctorado. En 1893, Blondel presenta sus tesis: la latina De 
vinculo substantiali et de substantia composita apud Leibnitium;2 y la francesa L´Action. Essai d´ 
une critique de la vie et d´une science de la practique. 3 Blondel pasó varios inconvenientes para 
que fuera aceptado el tema de la acción, pues no se consideraba un tópico propio de la filosofía, 
se le hizo saber a Blondel que la filosofía se dedicaba al pensamiento, no a la acción. Blondel 
argumentó el porqué de su decisión, y finalmente aceptaron el título y el tema de su tesis. 
Después de entregar la tesis hubo varios jueces en el examen de doctoradoque no estaban 
dispuestos a aprobar tal trabajo. A pesar de todas las dificultades Blondel se graduó con honores. 
Hay que mencionar que el ambiente de la École era de un abierto menosprecio, y hasta un 
desprecio hacia la religión, legado de la revolución francesa y producto de la misma historia de 
Francia, además, el contexto universitario era de un cientificismo positivista y de un 
inmanentismo racionalista que iba ganando fuerza. Ambiente y actitudes que causaron a Blondel 
malestares físicos y morales, que fueron un aguijón que impulsó al joven filósofo en la dirección 
que tomó, ya que para él la unidad de la realidad humana no podía ser resuelta satisfactoriamente 
en partes inconexas o con relaciones arbitrarias. Por fortuna encontró amistades y aliados en la 
misma universidad, tanto colegas como profesores, y de estos últimos es necesario mencionar al 
menos a dos que influyeron de forma significativa en el desarrollo de su pensamiento y en el 
 
2 La tesis latina como se mencionó más arriba se la dedica a Alexis Bertran. Se puede encontrar en: Blondel, M., 
Œuvres complètes, I, Les deux thèses, editado por C. Troisfontaines, P.U.F., Paris, 1995, texto bilingüe latín-francés. 
3 Blondel, Maurice. L´Action. Essai d´une critique de la vie et d´une science de la pratique. París, Alcan, 1893. Cabe 
mencionar que L´Action se editó y publicó el mismo año, aunque con unos cuantos ajustes y complementos al texto 
original que Blondel presentó en su examen. La primera edición se agotó en dos años y no hubo una segunda 
reimpresión. A la muerte de Blondel se realizó una segunda reedición anastática: L´Action (1983), Paris, PUF, 1950. 
Recogida después en el volumen I de las Œuvres complètes de Blondel, cfr. la nota 2. Hay traducción al español: La 
acción (1893) Ensayo de una crítica de la vida y de una ciencia de la práctica, BAC, Madrid, 1996. Introducción, 
versión y notas de Juan María Isasi y César Izquierdo. 
11 
 
rigor de su trabajo: Léon Ollé-Laprune y Émile Boutroux. Con León Ollé-Laprune4 sintió la 
compañía de un hombre que compartía su fe de forma sincera y profunda. De él aprendió que la 
mirada del espíritu es siempre solidaria con la vida del ser.5 Para Ollé-Laprune la fe no reniega de 
la explicación racional de sus principios, pero considera que no es un asunto de saber, si no que 
concierne más a un acto de la voluntad, lo que conlleva un compromiso del hombre en su 
totalidad y que revitaliza sus facultades. Blondel retomará esas ideas para elaborar su filosofía de 
la voluntad, misma que será explicada en el siguiente apartado. A Ollé-Laprune será dedicada la 
tesis de L’Action, en reconocimiento a su influencia y en agradecimiento. El otro personaje y no 
menos importante es Émile Boutroux6, Blondel encontró en él a un maestro de historia y de 
historia de la filosofía, fue su director de tesis, presidente del jurado de tesis y sobre todo un 
amigo y un apoyo que jamás faltará. Con Boutroux, Blondel aprendió el rigor de la reflexión 
filosófica, por él fue que el trabajo de Blondel, que en un principio era apologético, se convirtió 
en un trabajo real y estrictamente filosófico. No está de más mencionar que después de recibirse 
Blondel con honores del doctorado, no fue acogido por su colegio, su solicitud fue rechazada 
alegando falta de rigor filosófico. Mal entendido que se irá disipando, aunque durante dos años le 
será negada la posibilidad de poder ejercer la enseñanza a nivel superior. Gracias a la 
intervención de Boutroux y la influencia de uno de sus primos, Raymond Poincaré que ejercía el 
cargo de ministro de educación pública, es que en abril de 1895, Blondel es nombrado profesor 
en la universidad de Lille, después en diciembre de 1896 recibirá un nombramiento para la 
 
4 Léon Ollé-Laprune (1839 – 1898) enseñó filosofía a la luz de la fe católica. Sus ideas eran opuestas al racionalismo 
cartesiano y al determinismo positivista; se interesaba por el papel de los sentimientos y de la voluntad en las 
creencias. Llegó a defender y desarrollar diferentes ideas en sus obras, como por ejemplo: en 1881, en Essai sur la 
moral d’Aristote, defenderá las ideas aristotélicas del eudemonismo frente a las teorías kantianas. En 1890, en La 
philosophie et le temps présent, arremete contra la espiritualidad deísta y argumenta a favor del derecho del 
pensamiento cristiano de ir más allá de los datos de la “religión natural” e iluminar la filosofía por los datos de la 
religión revelada. En 1897 es electo miembro de la Academia de Moral y Ciencias Políticas en la sección de 
filosofía. Cfr. Biografías y vidas, http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/olle_laprune.htm, 2004-2016. Y el 
artículo de Wikipédia sobre Ollé-Laprune, https://fr.wikipedia.org/wiki/L%C3%A9on_Oll%C3%A9-Laprune, 23-
02-2106. 
5 «la vue de l’esprit est toujours solidaire de la vie de l’être». Lacroix, Jean, Blondel sa vie, son œuvre avec un exposé 
de sa philosophie, París, Presses Universitaires de France, 1963, p. 3. 
6 Étienne Émile Marie Boutroux (1845 – 1921) filósofo francés destacado en temas de ciencia. Miembro de la 
Academia francesa y comandante de la Legión de Honor. En 1876 se casa con Aline Catherine Eugénie Poncairé, 
hermana del célebre matemático, científico y filósofo Henri Poincaré. Boutroux enseñará filosofía en las 
universidades de Montpellier, después en la de Nancy, continuará en la École Normal Supérieure y fue catedrático de 
historia de la filosofía moderna en la Sorbona de París desde 1885. Ingresó en la Academia de ciencias morales y 
políticas en 1898. Fue director en 1902 de la Fundación Thiers, que devendrá la Fundación Dosne-Thiers (fundación 
dedicada a dar acogida a los estudiantes universitarios franceses más brillantes a lo largo de su carrera). En 1912 es 
invitado a ocupar el sillón número 32 de la Academia Francesa por sus destacadas aportaciones a la filosofía. Entre 
sus alumnos destacan Henri Berr, Henri Bergson, Émile Durkheim, el mismo Blondel. 
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/olle_laprune.htm
https://fr.wikipedia.org/wiki/L%C3%A9on_Oll%C3%A9-Laprune
12 
 
Facultad de Letras de Aix-Marseille (Bouches du Rhône), donde impartirá clases hasta su retiro 
prematuro en 1927. 
Sin embargo es necesario hacer mención de algunos sucesos anteriores a su entrada en la 
Facultad de Letras de Aix-Marseille. El rechazo que recibió Blondel, por parte de la escuela 
donde se doctoró, le obligó a replantearse su situación. El nueve de septiembre de 1893 Blondel 
escribe una carta a M. Bieil, sacerdote de Saint-Sulpice, donde le pide consejo y le expone sus 
dudas sobre su vocación: Blondel confiesa sentirse atraído por el sacerdocio, sin embargo, se ve 
en la necesidad de ayudar a abrir las puertas de la mente de los no creyentes a los misterios de la 
fe. Necesidad que no cree poder satisfacer como quisiera, si es que tomara los hábitos, ya que él 
desea acercar los hombres a la fe desde el corazón de la mera filosofía.7 El diecisiete de 
septiembre de ese mismo año, Blondel obtuvo respuesta a su petición: Bieil y otros consejeros 
supieron interpretar su solicitud de guía y le instaron a permanecer en el camino de la filosofía y 
seguir trabajando como laico. 
Unos meses después su vida tendría un nuevo giro, pues se casará con Rose Royer que 
conoce en Quincy, siendo la cuñada de Adéodat Boissard8, amigo de Blondel y profesor de la 
Facultad Católica de Lille. La boda se llevó a cabo el 12 de diciembre de 1894. El feliz 
matrimonio tuvo tres hijos: Charles que nace el diecisiete de octubre de 1895, después nace 
Elizabeth el doce de noviembre de 1898 y, por último, André que nace el veinte de diciembre de 
1902. La familia se instalará definitivamente en Aix-en-Provence a comienzos de 1897, cuando 
es nombrado profesor en la Facultad de Letras de Aix-Marseille. 
Como ya se mencionó,Blondel se retirará por motivos de salud de su catedra en 1927, una 
ceguera y una sordera en aumento le impedirán continuar en la Facultad de Letras de Aix-
Marseille (Bouches du Rhône). Sin embargo permanecerá en Aix, trabajando sus ideas y 
desarrollando su obra, la ceguera y la sordera progresarán causando varios tipos de dificultades al 
filósofo de Aix, lo que no impide que su inteligencia y su espíritu se mantengan muy vivos y 
ardientes hasta el final de sus días. Con 88 años y con planes de trabajo que ya no verían su 
término, Blondel muere el 4 de Junio de 1949. 
 
7 Isasi, Juan María, “Maurice Blondel”, en Isasi, Juan María, Xosé Manuel Domínguez Prieto y José Luis Vázquez 
Borau, Blondel, Zubiri, Nédoncelle, Salamanca, Fundación Emmanuel Mounier, 2003, pág. 25. 
8 Adéodat Boissard (1870 – 1938) jurista y político francés. Fue cofundador de Las semaines sociales, una 
organización laica de investigación y de formación, y fue promotor del catolicismo social. 
13 
 
 
1.1.2 La talla filosófica de Maurice Blondel: L’Action (1893) 
 
El pensamiento y la obra de Blondel son coherentes a través del tiempo, sus estudiosos ven 
cierta unidad en todo su trabajo, sin embargo, y quizás más por comodidad para estudiarlo que 
por otra cosa, suele dividirse su obra en tres periodos: una primera época de juventud,9 se 
encuentra conformada por La acción y sus obras escritas aún un poco después de la condena al 
modernismo por parte del clero, recuperada en parte en Les premiers écrits de Maurice Blondel;10 
la segunda etapa, llamada de transición, está marcada por precauciones, cautelas y serenidad, que 
son en gran medida consecuencia de las medidas antimodernistas de la Iglesia. En este segundo 
periodo no hubo grandes obras, sus artículos y estudios parece que se centraron en asuntos 
históricos, sobre filosofía religiosa, asuntos socio-políticos y asuntos de educación, al parecer fue 
un tiempo de incubación y duró hasta la aparición de los grandes volúmenes; el tercer periodo, 
que podríamos llamar de madurez, comienza con la aparición de los primeros volúmenes de lo 
que sería conocido como la tetralogía y que llega hasta la muerte del filósofo. Comenzó con la 
aparición en 1934 de dos volúmenes de La Pensée, en 1935 L’Étre et les êtres, dos volúmenes de 
L’Action en 1936 y 1937 (en el segundo volumen se recupera L’Action de 1893 con algunas 
modificaciones) respectivamente y otros dos volúmenes de La Philosophie et l’Esprit Chrétien en 
1944 y 1946, de la que esperaba escribir un tercer volumen, pero la salud de Blondel ya no se lo 
permitió. En 1950 un año después de su muerte apareció Exigences Philosophiques du 
 
9 Para esta parte retomamos de lo dicho por César Izquierdo en su estudio preliminar de La acción (1893). También 
algunas ideas de Jean Lacroix de su texto Maurice Blondel; sa vie, son œuvre avec un exposé de sa philosophie, 
Presses Universitaires de France, Paris, 1963. Y retomamos algunos comentarios de André Léonard, Fe y filosofías; 
para un discernimiento intelectual cristiano, trad. Alexandre S. F. de Pomposo García, (en prensa). También 
recurrimos a algunos artículos de Wikipedia. 
10 Blondel, Maurice, Les premiers écrits de Maurice Blondel: Lettre au directeur des Annales de Philosophie 
Chrétienne; Lettre sur les Exigences de la Pensée Contemporaine en Matière d´Apologétique et sur la Méthode de la 
Philosophie dans l´Etude du Problème Religieux; L´Illusion Idéaliste; Principe Éleméntaire d´une Logique de la Vie 
Morale; Histoire et Dogme; De la Valeur Historique du Dogme, Presses Universitaires de France, Paris, 1956. 
14 
 
Cristianisme,11 que recoge un par de artículos anteriores, preparados para su edición por 
Blondel.12 
La obra que pretendemos comentar en este trabajo es del primer periodo. La acción es la 
obra donde Blondel desarrolla su filosofía, Historia y dogma son en cierta medida una aplicación 
a un problema concreto de esa filosofía, por lo que sería bueno dar un esbozo de lo que hay en La 
acción. 
Blondel intenta resolver un fuerte conflicto planteado por Kant sobre la separación entre las 
ciencias y la libertad, no resuelto de modo satisfactorio por el filósofo de Königsberg. Blondel 
está influenciado por Maine de Biran13 que consideraba que no había conocimiento propiamente 
que no estuviera desarrollado por un fuerte vínculo con la acción de la voluntad, poniendo un 
énfasis fuerte en el aspecto subjetivo. La libertad del hombre jugará un papel muy importante 
frente al determinismo positivista reinante. Aunque las ciencias avanzan a pasos agigantados y la 
tecnología facilita en innumerables modos la vida de los hombres, parece que no logran 
responder de forma satisfactoria a los anhelos más profundos del corazón humano. De manera 
muy acertada, André Léonard ubica a Blondel como el mejor y más equilibrado representante de 
la vía antropológica. Kant ya había presentado la idea del alma, la idea del mundo y la idea de 
Dios como las tres grandes ideas de la razón, pero será Hegel quien hará la reflexión sistemática 
sobre esos tres ejes de la filosofía.14 Hegel creará una terna de silogismos que hacen que cada una 
de esas ideas tenga prioridad, por lo que a cada término le asigna un significado, así, el mundo 
 
11 Blondel, Marice, Exigencias Filosóficas del Cristianismo, traducción y prefacio Jorge Hourton, Editorial Herder, 
Barcelona, 1966. 
12 Jorge Hourton P. hace un breve comentario de las obras del tercer periodo y de las ideas en general de Blondel 
en el prefacio a Exigencias filosóficas del Cristianismo, págs. 9-19. 
13 Marie François Pierre Gontier de Biran, nació el 29 de noviembre de 1766 en Bergerac y murió el 20 de julio de 
1824 en Paris. Filósofo, matemático y precursor de la psicología, pertenecía a la corriente de espiritualismo francés, 
hijo de médico, su abuelo y bisabuelo habían sido alcaldes de Bergerac. Adopta el nombre de Maine de Biran en 
1787, nombre de una tierra de su padre. Se licencia en la universidad de Poitiers en derecho civil y canónico, fue 
parte de la defensa del Palacio de Versalles en 1792, se retira a sus tierras en Grateloup, pero después empieza a 
viajar por toda Europa. Es un amante de las ciencias, sobre todo de la física y la biología. Distinguida figura local por 
sus servicios como administrador del departamento de Dordogne tras la caída de Roberspierre, la creación de la 
Sociedad Médica de Bergerac, su participación en la comisión de los siete y otras actividades, pero lo que más lo 
distinguió en el ámbito filosófico fueron sus esfuerzos por dar una base a las ciencias del hombre. Merleau-Ponty 
verá en sus obras el germen de lo que será la fenomenología, algunos lo ven como precursor de Freud y del 
espiritualismo francés. Fue condecorado con la legión de honor en 1818. 
14 Léonard, André, Fe y filosofías; para un discernimiento intelectual cristiano, traducción del Dr. Alexandre S. F. de 
Pomposo García, (en prensa). En el capítulo liminar se expone el plan de la obra y el sentido de los tres silogismos 
de Hegel, que dan paso a las vías desarrolladas por Léonard. 
https://en.wikipedia.org/wiki/K%C3%B6nigsberg
15 
 
viene a ser la naturaleza (N), el medio social y cultural que englobaría la historia; el alma, es lo 
que vive en el hombre y que constituye el misterio íntimo de su espíritu (E), de su libertad de su 
conciencia, de su subjetividad; y Dios, que sería el Logos (L) el ser subsistente y personal de la 
divinidad, lo que viene de más allá del mundo y del espíritu del hombre. Según se combinen 
estos términos darán paso a algunos silogismos, en los cuales se pondrá el acento en el término 
medio y aportará una visión de las relaciones entre los diferentes elementos. Así, Léonard habla 
de tres formas o vías de abordar la totalidad: la víacosmológica (L-N-E), que pone el énfasis en 
la naturaleza y la historia, además de ser la más natural, y por lo mismo es la más antigua; la vía 
antropológica (N-E-L), que pone a la libertad del espíritu del hombre como el término bajo el 
cual se entiende a la naturaleza y a las verdades eternas, la naturaleza es de donde se desprende 
esa singularidad que es el hombre, y a su vez muestra que es por él que los dogmas cobran 
sentido, pues las verdades son reveladas al hombre y para el hombre. Esta vía es la más reciente 
temporalmente, pues es hasta hace poco que se ha vuelto la atención en la estructura de nuestra 
manera de conocer; y la tercera manera es la vía metafísica (E-L-N), la vía más englobante y 
totalizadora, donde el logos o Dios juegan un papel central y que bajo ese término es que se 
entienden a la naturaleza y al espíritu humano, donde son instrumentos del plan de la revelación 
de Dios o del logos en su eterna verdad, bondad y belleza. Esta tercera vía también es de las 
primeras en aparecer, ya desde la antigüedad, las sociedades han preservado conocimientos y 
verdades consideradas divinas o trascendentales, reconociendo su valor más allá de lo utilitario. 
En estas vías o silogismos juegan e interactúan las ideas de la razón de forma diferente, 
combinándose y dando prioridad a algún aspecto.15 Blondel pertenece a la vía antropológica que 
centra sus esfuerzos en mostrar la importancia de la libertad humana, de la subjetividad y de su 
finitud, sin embargo abre las puertas a la vía metafísica. Blondel a través de su obra muestra que 
su gran preocupación es el sentido de la vida del hombre, ya en la acción se pregunta desde los 
primeros reglones si la vida humana tiene un sentido y el hombre un destino, pero mostrará que la 
libertad del hombre para realizarse necesita del mundo natural, de su determinismo y de sus 
ciencias. La dialéctica de Blondel no es reduccionista, sino que mantiene a los elementos 
diferentes en interacción sin combinarlos en un tercero, pero sí enriqueciéndose mutuamente. La 
 
15 Cfr. Ibíd. pág. 36, donde se expone el sentido de estos silogismos, Léonard a su vez se basa en § 575-577 de la 
Enciclopedia de las ciencias filosóficas; en compendio para uso de sus clases. Nosotros consultamos la versión en 
español con edición, introducción y notas de Ramón Valls Plana, Alianza Editorial, Madrid, 1999, págs. 603-604. 
16 
 
acción es una obra amplia y muy rica, es difícil hacer una semblanza justa, pero para tener una 
idea sobre el contenido y la filosofía de la acción haremos un breve comentario del índice: 
En una primera parte ¿Existe un problema de la acción? se subdivide en dos capítulos: el 
primero es de qué modo se pretende que el problema moral no existe. Donde se plantea el 
problema y explora las salidas negativas a la acción que niegan la existencia de un problema, el 
diletantismo y el estetismo. El diletantismo es la postura especulativa que niega de entrada la 
metafísica y con ello los problemas morales, negando el querer cualquier fin, y donde la 
abstención sería la única postura válida; El segundo capítulo trata de cómo no se logra suprimir el 
problema moral. El esteta corresponde a la parte práctica del diletantismo, buscando 
experimentar y ser todo sensación y todo experiencia, sin moverse por algún fin y despreciando 
incluso todas las sensaciones y experiencias, pues son nada. Blondel llevará esos razonamientos a 
sus últimas consecuencias mostrando que querer y buscar algún fin es inevitable. Además 
muestra que no es posible suprimir el problema moral. 
La segunda parte, la solución del problema de la acción ¿es negativa? Se subdivide a su vez 
en dos capítulos: el primero, cómo se pretende hacer de la nada la conclusión de la experiencia, 
el término de la ciencia y el fin de la ambición humana; el segundo capítulo se subdivide a su vez 
en dos subapartados, el primero: no existe una solución negativa del problema de la acción. Lo 
que oculta la consciencia o la voluntad de la nada. Y el segundo subapartado: la orientación 
natural de la voluntad, ¿comporta el problema de la acción una solución positiva? Blondel sigue 
con las soluciones negativas al problema de la acción y ahora revisa las posturas pesimista y 
nihilista, mostrando las inconsistencias lógicas de esas posturas. En el primer capítulo muestra 
cómo se pretende hacer de la nada la conclusión de la experiencia, el término de la ciencia y el 
fin de la ambición humana; el segundo capítulo está dividido a su vez en dos, muestra en el 
primer subapartado la imposibilidad de una solución negativa y en el siguiente apartado se 
reorienta a la búsqueda de la naturaleza propia de la voluntad, preparando el camino a la 
investigación de lo qué es la acción, una síntesis de dos voluntades, una que quiere y una querida, 
que se desarrollarán más ampliamente. 
La tercera parte trata ya el fenómeno de la acción, subtitulado: cómo se trata de definir la 
acción sólo con la ciencia y de reducirla al orden natural. Se subdivide en cinco etapas que a su 
17 
 
vez se subdividen en tres capítulos cada una.16 La primera etapa habla del desarrollo de las 
ciencias naturales, y empieza de manera fenomenológica, yendo de las intuiciones sensibles a la 
ciencia subjetiva. El primer capítulo trata de la inconsistencia de la sensación y de la actividad 
científica; el segundo trata de la incoherencia de las ciencias positivas y la mediación de la 
acción. Mostrando las relaciones constantes entre las ciencias deductivas y las experimentales, 
aquí Blondel muestra la imposibilidad de eliminar el elemento subjetivo de las ciencias positivas 
y aún más, mostrando que es a ese elemento al que deben de subordinarse. Blondel muestra que 
las ciencias son incapaces de llegar al fondo más íntimo de los seres y de las cosas, pues 
buscaríamos en vano la respuesta al problema de la vida, pero hay un impulso que habría que 
buscar y que es el mismo el que sostiene, envuelve y desborda a las ciencias positivas, por lo que 
hay que seguir buscando. El tercer capítulo aborda los elementos de la consciencia y la ciencia 
subjetiva de la acción. Muestra que es en la consciencia donde confluyen todas las fuerzas de la 
naturaleza, que la consciencia echa mano del determinismo científico y que la voluntad va más 
allá de ese determinismo para ponerse a actuar. La consciencia se muestra tan o más real que 
cualquier otro fenómeno, quedando abierta al mundo de la ciencia. La segunda etapa de este 
capítulo trata del umbral de la consciencia a la operación voluntaria. Dividida a su vez en tres 
capítulos: la concepción de la acción; la razón de la acción; la determinación de la libertad y la 
producción de la acción. Se explora un cierto determinismo subjetivo necesario en aras de la 
libertad, la cual solo se conserva y desarrolla superándose a sí misma. El determinismo aclara 
algo sobre la acción, pues es necesario para que esta se manifieste, pero aún hay oscuridades. La 
tercera etapa de esta parte trata del esfuerzo intencional a la expansión exterior de la acción, 
subdividido en: el cuerpo de la acción y la fisiología subjetiva; la acción del cuerpo y la 
psicología del organismo; la sinergia interior y la construcción de la vida individual por medio 
de la acción. Trata de la acción y construcción de la vida individual, que, sin embargo, tampoco 
logra ser completa y satisfactoria. La cuarta etapa trata de la acción individual a la acción social, 
trata de la generación, fecundación y reproducción de las acciones humanas, subdividido en los 
capítulos: la expansión inmediata y la expresión sensible de la acción; la coacción; influencia y 
cooperación. Donde se expone la riqueza de la acción colectiva, del desarrollo de la sociedad y 
sus beneficios, donde la expansión de la libertad individual se complementa con la libertad de los16 Ciertamente hace recordar a Hegel con las divisiones tripartitas, en la fenomenología del espíritu. Léonard 
también lo comenta, además de que la fenomenología es el desarrollo de Hegel por la vía antropológica, el 
personaje de esa obra es la consciencia desenvolviéndose. 
18 
 
demás. La quinta etapa de esta tercera parte trata de la acción social a la acción supersticiosa, de 
la unión de las voluntades y de la extensión universal de la acción, subdividida en: la unidad 
voluntaria y la acción fecunda de la vida en común, o familia, patria y humanidad; la extensión 
universal de la acción, o las formas escalonadas de la moral natural; y la acción supersticiosa, o 
de cómo el hombre intenta acabar la acción y bastarse a sí mismo. Esta parte muestra las proezas 
de la acción en común, pero muestra que también fracasan en el intento de completar al hombre, 
ya hay un intento por ir más allá de la realidad fenomenológica, aunque parece que todo cae del 
lado negativo, El filósofo de Aix mostrará que saldrá lo más positivo de todos esos esfuerzos. La 
dialéctica que muestra esas transformaciones de lo negativo en positivo es otro de los aspectos 
por los que se compara a Blondel con Hegel. 
La cuarta parte de la obra es el ser necesario de la acción, con el subtítulo de los términos 
del programa del destino humano están planteados de manera forzosa y de modo voluntario. 
Subdividido en dos secciones, la primera es el conflicto, subdividido en tres momentos: el 
primero es la voluntad contradicha y vencida, o el fracaso aparente de la acción querida; el 
segundo momento es la voluntad afirmada y sostenida, o la indestructibilidad de la acción 
voluntaria; el tercer momento es el único necesario, o la inevitable trascendencia de la acción 
humana. Esta parte muestra el desarrollo de la acción y el aparente fracaso del hombre, pues le es 
imposible detenerse, imposible retroceder, imposible avanzar solo, por lo que para superar este 
momento tiene que pasar por “el único necesario”. Pero la exigencia es mayúscula, el hombre 
para ser debe manifestar su voluntad y ante la libertad debe elegir trascender, dejando de ser lo 
que es, renaciendo constantemente. La segunda sección de esta parte es la alternativa, 
subdividido en dos opciones: la primera es la muerte de la acción; y la segunda es la vida de la 
acción o los sucedáneos y los preparativos de la acción perfecta. La acción no está del todo en el 
orden natural, pero no logra sobrepasarlo tampoco, para lograrlo debe ceder al único necesario, 
que sería la única manera de alcanzar lo que realmente quiere, los actos humanos son 
insuficientes, pero se tiene la necesidad de completarlos. La posibilidad de hacerlo está en la 
alternativa de aceptar o no a Dios internamente, de forma personal y libre. 
La quinta parte es el acabamiento de la acción, el término del destino humano. Que se 
subdivide en tres capítulos: el primero es la noción de dogmas y de preceptos revelados y la 
crítica filosófica; el segundo capítulo es el valor de la práctica literal y las condiciones de la 
19 
 
acción religiosa; y el tercer capítulo es el vínculo del conocimiento y de la acción en el ser. Esta 
quinta parte fue añadida por Blondel para su publicación, no estaba en la tesis defendida para el 
doctorado. En esta parte se intenta redondear lo dicho en la cuarta parte y aborda temas de orden 
teológico y religioso, que son los temas que retomará en sus próximos escritos, incluyendo el 
texto que pretendemos comentar. 
La revisión muy somera del índice de la acción de Blondel debería orientarnos en su lógica y 
en sus intenciones, que de una u otra forma son constantes a lo largo de su vida: encontrar el 
sentido a la vida y al ser del hombre, sin suprimir ninguno de sus aspectos. 
 
1.2 La crisis modernista 
 
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX el desarrollo de las ciencias y sus éxitos 
constantes en prácticamente todos los terrenos, hizo que las sociedades modificaran su forma de 
pensar y con ello su forma de ver e interpretar el mundo. Sin embargo, esa nueva mentalidad 
invadió también el ámbito religioso. La Iglesia católica apostólica romana detectó peligros en 
diferentes frentes de los cuales se creía la legítima y hasta la única autoridad. Los nuevos 
cuestionamientos directos e indirectos, hicieron que la Iglesia se pusiera en guardia, aunque las 
peleas desgarrantes se dieron de forma interna. Se dio una crisis que es necesario revisar y tratar 
de entender, pues se vincula de forma muy estrecha con la problemática y la génesis de Historia y 
Dogma. Esto arrojará luz sobre las dificultades a las que se enfrentaban en esa época los hombres 
de fe, los filósofos, los científicos y demás personajes. Dificultades y problemas que no se han 
resuelto del todo y que siguen siendo motivo de acalorados debates. 
Las crisis son situaciones límite en las que se pretende dar una respuesta o se hacen intentos 
de resistir a las dificultades que se enfrentan en el momento de dicha crisis. La Iglesia ha pasado 
por muchas crisis y es seguro que seguirán surgiendo dificultades y amenazas mientras exista el 
cristianismo. Claude Tresmontantt hace patente el beneficio que las crisis le han reportado al 
cristianismo, pues es a través de las crisis como el pensamiento cristiano ha tomado consciencia 
de su propio contenido y de sus exigencias teológicas y filosóficas. Esa toma de consciencia y 
construcción de identidad son resultado del refinamiento del pensamiento al compararse y 
20 
 
contrastarse con otras filosofías y maneras de pensar externas, e incluso al comparar las 
diferencias internas. Al interior es el contraste de ideas consideradas como herejías, entendidas 
éstas como interpretaciones inexactas del contenido de la revelación y del pensamiento de la 
Iglesia. Tresmontantt hace un breve recuento de algunas crisis, que sería bueno tener presente 
para contrastar algunas de las diferencias y similitudes que se dan de cara a la crisis modernista:17 
en los primeros siglos del cristianismo las dificultades fueron de índole teológico, el cristianismo 
no estaba bien definido y convivió con sistemas dualistas y gnósticos18 a la par de que desde su 
nacimiento se dio el encontronazo con las filosofías helenísticas, principalmente el platonismo, el 
estoicismo y diversas escuelas neoplatónicas; en el siglo XIII se dio una nueva crisis, el 
encuentro con los árabes que tenían en su haber la asimilación de Aristóteles y desarrollaron un 
diferente neoplatonismo. El cristianismo se fortaleció y superó las dificultades de ese momento 
gracias a personajes como san Alberto Magno, Buenaventura, Tomás de Aquino, Juan Duns 
Escoto y otros tantos que dejaron un gran legado a la humanidad con sus grandes obras del 
pensamiento; en el renacimiento se da otra crisis. Las ciencias empíricas son las que hacen los 
nuevos cuestionamientos a los teólogos cristianos, y son los problemas cosmológicos y de otras 
ciencias la muestra de la mezcla de asuntos filosóficos y científicos que aún no están bien 
delimitados, las fronteras de ambas formas de conocimiento son permeables. Gran parte del 
movimiento renacentista se debe al cansancio social del régimen rígido del medioevo con su 
teocentrismo, por lo que se plantea sustituir al mismo por una visión más libre y centrada en el 
hombre, se retoman elementos del mundo grecorromano tratando de refrescar el ambiente 
monótono que se había mantenido en la edad media. La imagen de la Iglesia se encontraba 
debilitada a causa de los cismas y de los movimientos heréticos. En esa época se desarrollará el 
protestantismo, que en gran parte debe su triunfo al hartazgo de imposiciones y abusos por parte 
de la jerarquía eclesiástica. El balance final de esa crisis no es favorable para la Iglesia católica 
romana; y a fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX se da la llamada crisis modernista, 
donde las ciencias experimentalesprogresan rápidamente. 
 
 
17 Cfr. la introducción de Tresmontantt, Claude, La crisis modernista, Editorial Herder, Barcelona, 1981. 
18 Sobre la conformación de los dogmas y del desarrollo del pensamiento cristiano el Dr. Sánchez Valencia hace un 
análisis muy interesante. Sánchez Valencia, Roberto, De la heterodoxia a la ortodoxia. Hacia una historia 
hermenéutica de los dogmas nicenos, Universidad Iberoamericana, A. C., Ciudad de México, 2007. 
21 
 
1.2.1 El modernismo 
Como ya hemos mencionado, a pesar de ser considerada una de las mayores crisis de la 
Iglesia católica, es de sorprender que no se conozca de ella, exceptuando quizás a algunos 
personajes que hayan estudiado el desarrollo de la Iglesia, es raro escuchar sobre esa crisis. 
Quizás se deba en parte a que es una lastimosa página negra en la historia de la Iglesia, que fue 
un tema tabú durante bastante tiempo en el que toda la sociedad estaba involucrada, pero del que 
nadie hablaba si no fuera para denostarlo de manera automática. Por ello hay que responder ¿qué 
es el modernismo?, y ¿en qué consistió? Podemos decir de una forma muy amplia que el 
modernismo es el deseo de modernización, de poner al día las ideas y tradiciones de antaño con 
las tendencias contemporáneas actuales o modernas. Ese es el modernismo de base que de una u 
otra forma es una constante, siempre presente, al que se enfrenta toda sociedad cambiante y todo 
individuo en esa sociedad, replanteando tradiciones, ideas y creencias. Siempre está ese deseo, y 
en cierta medida esa necesidad de adaptarse a los tiempos presentes. 
La Iglesia que siempre ha sido lenta en asimilar los cambios, anquilosada por siglos de 
manejarse de la misma manera, conservaba una inercia cómoda. La Iglesia no se encontraba 
dispuesta a ceder los privilegios que había adquirido después de siglos de trabajo: la Iglesia era 
en muchas partes del mundo, y sobre todo en el llamado mundo occidental, no sólo autoridad 
espiritual y moral, sino también autoridad política, económica, incluso con poder de participar en 
la toma de decisiones sobre asuntos científicos. Prácticamente la Iglesia tenía la posibilidad de 
zanjar problemas de cualquier índole, su poder era omnipresente. No es de extrañarse que la 
Iglesia se aferrara a los privilegios que durante siglos disfrutó. Podemos decir en un sentido muy 
general que el modernismo es el encuentro de esa Iglesia en inercia y anquilosada con un 
presente que vive y se inspira en modelos que se han desarrollado al margen de las creencias 
religiosas. 
El aceptar los presupuestos, los métodos y los resultados de las nuevas ciencias ponían en 
riesgo las interpretaciones de la doctrina ortodoxa, ya que era cuestionada de forma directa la 
revelación, la inspiración y la primacía absoluta de la palabra de Dios. La teoría de la evolución 
cobraba fuerza y parecía ir contra la creación, según algunas interpretaciones. La historia 
experimentaba cierto auge y abonaba ese tipo de ideas, a la vez se postulaba la posibilidad de la 
evolución de los dogmas y de la Iglesia. 
22 
 
El mantenerse al margen del desarrollo de las ciencias implicaba quedar relegado, y por el 
otro lado, el aceptar a pie juntillas la interpretación ortodoxa hacía imposible cualquier trabajo 
científico. Mantener íntegro el plan de la revelación cristiana a la vez que preparar un estado 
nuevo de la historia divina en la época de las ciencias era muy difícil. 
 
1.2.2 Tendencias y diferencias en el movimiento modernista 
 
Otro elemento que tendrá gran influencia en el desarrollo de la crisis modernista es el papel 
de las filosofías alemanas. Kant en primer lugar, seguido de Schleiermacher y del idealismo 
alemán: Fichte, Schopenhauer, Schelling, Hegel. Serán un referente y punto de contraste, baste 
recordar que después de Hegel no se volverá a pretender hacer un sistema de filosofía completo, 
por lo que había una auténtica crisis en filosofía. La escolástica era predominante en los países 
católicos y no permitía al pensamiento avanzar, el tomismo era el modelo a seguir y la filosofía a 
defender, fuera de ello lo demás se consideraba vanidades o errores, pues con Tomás de Aquino 
se había llegado a las más altas cumbres del pensamiento a las que se podía llegar, por lo que no 
había más que buscar, ese era el límite del que ni se podía ni se debía pasar. Un tanto por esas 
limitaciones es que las novedades eran atractivas y no hay nada más apetecible que lo prohibido. 
Las ideas provenientes de la India habían influido desde antes en el pensamiento alemán, los 
textos que de alguna manera podemos llamar metafísicos y místicos de la India llegaban en 
traducciones primero en latín y rápidamente se difundieron en inglés, alemán y francés. Los 
textos contenían ideas que empataban en gran medida con el neoplatonismo. Es posible ver la 
impronta de estos textos en el desarrollo del idealismo alemán. 
Hay que mencionar que la crisis modernista no se manifestó en todo el mundo ni tampoco de 
la misma manera en los lugares donde se desarrolló (ese es quizás uno de los motivos que ayuda 
a entender el por qué no se sabe mucho de esta crisis). Fue un fenómeno exclusivo de Alemania, 
Gran Bretaña, Italia y Francia, fuera de estos territorios se presentaron algunos casos aislados. Es 
necesario detenernos un poco para ver las diferencias del movimiento en cada uno de esos países, 
pues aunque el caso en el que nos centraremos es el de Francia, por ser donde se ubican Blondel 
y sus trabajos, es importante tener una idea del panorama general. 
23 
 
 
1.2.2.1 El modernismo en Alemania 
 
En Alemania durante el siglo XIX predominó el liberalismo universitario y un reformismo 
católico. Sin embargo, a pesar de ser varios los pensadores alemanes los que influyen en el 
pensamiento modernista, los alemanes contemporáneos cuando se dio la crisis se aislaron, por lo 
que no habrá una comunicación real con los intelectuales de los demás países. Alemania cuenta 
en sus filas con uno de los hombres al que se le proclama como progenitor de la crisis 
modernista, Ignaz von Döllinger.19 Hijo y nieto de eminentes físicos y médicos, intelectual de 
gran talla que por poco crea un nuevo cisma en la Iglesia de su natal Baviera, aunque muy a pesar 
suyo, ya que sus esfuerzos se encaminaron más al diálogo y reconciliación de las Iglesias 
cristianas. Döllinger pertenece a un periodo ligeramente anterior a lo que fue propiamente la 
crisis modernista, su educación en la vanguardia de la ciencia de su tiempo, sus discusiones de 
alto nivel, su capacidad de convocatoria, sus desacuerdos con el clero de la Iglesia católica 
romana, así como su excomunión le hacen un digno progenitor del modernismo. Sin embargo 
parece ser que no hubo gran repercusión de sus ideas en Francia, que es donde centramos nuestra 
atención. Alemania será un caso aparte por su aislamiento en esa época, en el caso con Francia 
será por la memoria fresca de la guerra franco-prusiana de 1870-1871, guerra que dio como 
resultado la conformación del Imperio Alemán.20 La comunicación será aún más rara con 
Inglaterra e Italia. El orgullo y el nacionalismo del naciente Imperio Alemán crecían a la par que 
 
19 Johann Joseph Ignaz von Döllinger nació el 28 de febrero de 1799 en Bamberg, Baviera y muere el 14 de enero de 
1890 en Munich. Teólogo e historiador católico. Ultramontanista en su juventud, será más próximo a Lamennais y 
los católicos liberales franceses en su madurez, ya que compartirá las ideas de modernización de la Iglesia católica. 
Opositor del protestantismo, buscó la conciliación del catolicismo y el anglicanismo junto con otros teólogos 
británicos. Después de proclamarse el dogma de la inmaculada concepción en 1854 y después de las batallas por la 
independencia de Italia en 1861, se opuso a la continuación delpoder temporal del Papa. Döllinger se convertirá en 
la cabeza de la oposición sobre la infalibilidad del Papa. En 1870 reúne un consejo donde se oponen a los decretos 
del Vaticano, el arzobispo de Munich le ordenará retractarse y someterse, pero él se negará a hacerlo por lo que es 
excomulgado por el arzobispo. La excomunión causó conmoción en el ambiente universitario, Döllinger recibirá el 
apoyo de sus compañeros de las universidades de Oxford, de Edimburgo, de Marburg y de Viena. Será elegido 
rector de la universidad de Munich. 
20 La guerra franco-prusiana se libró del 19 de julio de 1870 al 10 de mayo de 1871, entre el Segundo Imperio 
francés (y por la tercera República francesa a la caída del imperio) y el Reino de Prusia (apoyado por la 
confederación de Alemania del Norte y los reinos aliados de Baden, Baviera y Württemberg). Guerra que ganaron 
los prusianos y sus aliados. Entre sus consecuencias está la creación del Imperio Alemán y el inicio de la tercera 
República francesa. Que pese a perder la guerra, la República francesa fue el régimen republicano más importante 
de Europa. 
24 
 
su economía. En el año de 1900, Alemania entra en una carrera naval pretendiendo competir con 
Gran Bretaña que en esos momentos era la mayor potencia naval. Las posibilidades de una guerra 
entre las dos naciones aumentaban. En el caso con Italia las relaciones son muy limitadas, pues 
las guerras y las tensiones son constantes entre las dos naciones emergentes. 
 
1.2.2.2 El modernismo en Inglaterra 
 
En el caso de Gran Bretaña, la enorme isla de Europa, tendrá a uno de los personajes más 
representativos y radicales del modernismo, George Tyrrell. Tyrrel se convirtió del calvinismo al 
catolicismo en 1879, incursionó en los campos de la teología y de la filosofía de la religión. A 
Tyrrell se le ha reservado un apartado en el capítulo presente, ya que tratar de entender su caso y 
su radicalismo ayudará a comprender los extremos a los que se llegó en la crisis. Junto con él, 
una de las figuras importantes fue su biógrafa Miss Maude Petre,21 quien será difusora de las 
ideas de Tyrrell después de que éste muera. Un tercer personaje importante y que colocamos con 
los ingleses es el Barón Friederich von Hügel, hijo de un diplomático austriaco, considerado un 
hombre de gran cultura y gran corazón, desarrolló gran parte de su carrera en el Reino Unido. 
Aun sin haber obtenido ningún título universitario o haber ejercido cargo alguno en la jerarquía 
de la Iglesia es considerado uno de los pensadores católicos más influyentes de su tiempo.22 El 
Barón von Hügel será el mayor promotor y animador de los debates en el desarrollo del 
modernismo. Las habilidades políticas del Barón, sus múltiples contactos, el dominio del alemán, 
del inglés, del francés e italiano, además de su enorme y sincero interés en los temas en disputa le 
 
21 Maude Dominica Mary Petre nació el 4 de agosto de 1863 en la finca de Coptfold Hall cerca de la villa de 
Margaretting, Essex, falleció el 16 de diciembre de 1942 en Londres. Sus abuelos eran el décimo tercero Barón 
Petre y el cuarto Conde de Wicklow. Miss Petre a la edad de 22 años hará un viaje a Roma para instruirse en el 
pensamiento de Santo Tomás y estudiara con los manuales de la neo-escolástica. En 1890 se unió a las Hijas del 
Corazón de María, una comunidad fundada en Francia durante la revolución, por lo que era más liberal que otras 
congregaciones, pues se permitía a sus integrantes vivir en sus casas y usar ropas comunes, no hábitos. Fue 
nombrada superiora local en 1896 y provincial en 1900. En 1907 después de la publicación de su libro Catholicism 
and Independence: Being Studies in Spiritual Liberty, se le negó el permiso para renovar sus votos en la comunidad 
de las Hijas del Corazón de María. Sus relaciones serán cada vez más tensas con la jerarquía eclesiástica debido a su 
simpatía por Tyrrell. 
22 Friedrich Maria Aloys Franz von Hügel nace el 5 de mayo de 1852 en Florencia, Italia, cuando su padre Charles 
von Hügel era embajador de Austria en la Toscana. La madre de Friedrich, Elizabeht Farquharson era escocesa 
convertida al catolicismo romano. Cuando Friedrich cumple 15 años la familia va a vivir a Inglaterra donde se 
asentaran de forma definitiva. El Barón muere el 27 de enero de 1925. 
25 
 
harán ser el principal enlace entre varios de los muy diversos individuos que se vieron envueltos 
en el modernismo. Es importante mencionar a un cuarto personaje que tuvo enorme influencia, el 
cardenal John Henry Newman.23 Newman, que pertenecía a la Iglesia anglicana antes de 
convertirse al catolicismo, llegó a afirmar que el Papa era el mismo anticristo, de lo que se 
desdijo años después de su conversión, criticando y refutando cada afirmación que había hecho. 
El final de su vida coincide con los primeros años de la crisis modernista, sin embargo, sus ideas, 
bien y mal entendidas permearon en la mente de varios de los personajes involucrados 
directamente en la crisis y han tenido desde entonces fuertes repercusiones. Newman fue 
nombrado cardenal por el Papa León XIII y recientemente ha sido beatificado. El cardenal es un 
personaje que mostró su fidelidad a la Iglesia católica, sin embargo muchas de sus ideas tuvieron 
fuertes críticas y muchas de ellas empatan con las desarrolladas incluso por Blondel, sin embargo 
parece ser que cada cual desarrolló sus ideas de forma independiente. Los personajes de 
Inglaterra tuvieron gran influencia sobre todo en la Iglesia anglicana, pero también quedaron 
prácticamente aislados en el debate modernista con el continente. La mayor excepción será el 
Barón von Hügel que con sus constantes viajes y fecunda comunicación con las principales 
cabezas consideradas modernistas será un personaje central en el desarrollo del modernismo. 
 
1.2.2.3 El modernismo en Italia 
 
El caso del modernismo en Italia se caracteriza por el recurso de la propaganda y la 
movilización de las masas. Los asuntos políticos y sociales ocupan el primer puesto, siguen la 
inercia del movimiento del Risorgimento,24 la intransigencia de la Iglesia es mucho más marcada 
 
23 John Henry Newman nació en Londres el 21 de febrero de 1801, fallece en Birmingham el 11 de agosto de 1890. 
Presbítero anglicano convertido al catolicismo en 1845. León XIII le otorgo la dignidad de cardenal en el Reino 
Unido en 1879. El 22 de enero de 1991 es considerado Venerable por el Papa Juan Pablo II y el 19 de septiembre 
del 2010 es beatificado por el Papa Benedicto XVI. 
24 El Risorgimento italiano, conocido también como la Unificación de Italia o como la Reunificación italiana, 
haciendo alusión a la unidad de la antigua Roma creada por el primer emperador romano, César Augusto (Cayo 
Julio César Octaviano ‒Gaius Lulius Caesar Octavianus─ quien adoptó varios nombres y suele llamársele Octavio). 
En el tercer capítulo dedicado a las encíclicas diremos algo más sobre éste tema y de la situación de los Papas y del 
Vaticano en Roma. 
26 
 
que en los otros países.25 Participarán algunos sabios y sacerdotes jóvenes en la controversia 
intelectual, sin embargo el rezago educativo en Italia es patente, los debates no son tan originales 
y profundos, a pesar de que la sede del pontificado se encuentra ahí. Dos son los nombres más 
representativos en Italia: Romolo Murri y Ernesto Buonaiuti.26 El desarrollo del pensamiento de 
Murri27 se encuentra estrechamente relacionado con la Iglesia. En un principio fue “güelfista”28 
en lo político y en lo religioso, poco a poco modificará sus ideas de forma autónoma respecto a 
las ideas y políticas del clero. Una de sus principales ideas era la de que el cristianismo maduraba 
una forma de política y ésta era la democracia. Si bien lo que destacó fue su actividad política, lo 
cierto es que buscaba que fuera algo más amplio, que fuera algo

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