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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN LINGÜÍSTICA “Enseñanza y representaciones sociales de la expresión escrita: un acercamiento a profesores universitarios de Francés Lengua Extranjera (FLE)” TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE MAESTRA EN LINGÜÍSTICA APLICADA PRESENTA: MARISOL DE LA CRUZ HERNÁNDEZ TUTORA : DRA. NOËLLE ANNIE GROULT BOIS CENTRO DE ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS Ciudad Universitaria, CD.MX. Agosto 2016 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 AGRADECIMIENTOS Agradezco en primer lugar a Dios por mi vida, por las muchas bendiciones que he recibido, una de ellas fue cursar la Maestría en Lingüística Aplicada en la mejor universidad del país y por permitirme culminar este ciclo con tantas satisfacciones. Quiero agradecer a mi esposo, gracias Willy por tu amor, confianza y apoyo en esta etapa de mi vida, por impulsarme siempre a seguir adelante, por ayudarme a levantarme cuando mis ánimos decaían, por creer siempre en mí, GRACIAS. A mi tutora Noëlle Goult, quien con sus conocimientos fue guía y apoyo importantísimo en este trabajo, fue además amiga, impulsora y consoladora. GRACIAS por su confianza. A mi motor, mi familia, porque con un simple: “¿cómo va la tesis?” me motivaban a seguir esforzándome. A mis hermanos, hermanas, luser, suegros y cuñados gracias por estar pendientes, interesados y confiados en mi capacidad de culminar este trabajo. Papis esto es por ustedes, porque me enviaron a la escuela, se esforzaron en darme estudios, se preocuparon por mi preparación, sembraron la semilla del conocimiento en mí y ahora “ya no quiero ser burra”. A la Mtra. Elsa López, Dra. Laura García, Dra. Silvia López y Mtra. Victoria Zamudio, gracias por aceptar leer mi tesis y por sus comentarios que fueron enriquecedores para este trabajo. A mis maestros y compañeros de la maestría, porque durante dos años con sus aportaciones en clases enriquecieron mis conocimientos, a aquellos que me compartieron lecturas, a los que tomaron parte de su tiempo para ayudarme y orientarme en este proceso, a los que me dieron palabras de aliento; me llevo grandes amistades, a todos MIL GRACIAS. 3 Agradezco especialmente al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por la beca con la que fui beneficiada durante dos años al estar la Maestría en Lingüística Aplicada de la UNAM en el Programa de Excelencia. Su apoyo fue fundamental para realizar mis estudios de maestría. 4 ÍNDICE SINOPSIS .............................................................................................................................. 7 1. INTRODUCCIÓN ......................................................................................................... 8 1.1 Planteamiento del problema y justificación ............................................................. 8 1.2 Preguntas de investigación y objetivos .................................................................. 11 1.3 Organización de la tesis ......................................................................................... 12 2. LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES ................................. 13 2.1 Historia e influencias teóricas en la Teoría las Representaciones Sociales ........... 13 2.2 La Teoría de las Representaciones Sociales .......................................................... 18 2.3 El concepto y las características de las representaciones sociales ......................... 19 2.3.1 El sentido común ............................................................................................ 24 2.3.2 El contenido de las representaciones sociales ................................................ 26 2.3.3 Las funciones de las representaciones sociales .............................................. 27 2.4 Construcción de las representaciones sociales....................................................... 29 2.4.1 La objetivación y el anclaje ............................................................................ 30 2.5 Enfoque procesual y enfoque estructural ............................................................... 31 2.5.1 Núcleo central y elementos periféricos........................................................... 33 2.6 Técnicas de recolección y análisis de las representaciones sociales...................... 34 2.6.1 Teoría Fundamentada y representaciones sociales ......................................... 37 2.7 Representaciones sociales y prácticas.................................................................... 39 3. LA EXPRESIÓN ESCRITA ...................................................................................... 44 3.1 Períodos históricos de la concepción y enseñanza de la expresión escrita ............ 48 3.1.1 Enfoques basados en el producto.................................................................... 48 3.1.2 Enfoques basados en el escritor ...................................................................... 50 3.1.3 Enfoques orientados en el lector ..................................................................... 51 3.2 Modelos cognitivos de la expresión escrita ........................................................... 52 3.2.1 El modelo de Flower y Hayes......................................................................... 53 3.2.2 Otros modelos cognitivos ............................................................................... 57 3.3 Escritores novatos y experimentados ..................................................................... 59 3.4 La expresión escrita en segundas lenguas.............................................................. 60 3.5 El rol del profesor en la enseñanza de la expresión escrita .................................... 61 5 3.6 ¿Por qué la expresión escrita es un objeto de representación social? .................... 65 4. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN......................................................... 67 4.1 El estudio................................................................................................................ 67 4.2 Los instrumentos .................................................................................................... 67 4.2.1 Diseño y aplicación de los instrumentos ........................................................ 68 4.3 El contexto institucional del trabajo de investigación ........................................... 72 4.3.1 El Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras ........................................... 72 4.3.2 El Departamento de Francés del CELE .......................................................... 73 4.3.3 El curso de francés en el CELE ...................................................................... 74 4.4 Los sujetos.............................................................................................................. 75 5. ANÁLISIS Y RESULTADOS .................................................................................... 78 5.1 Descripción del análisis .........................................................................................78 5.2 Discusión de los resultados .................................................................................... 79 5.2.1 Contexto de aprendizaje de la expresión escrita en francés ........................... 80 5.2.2 La expresión escrita en la vida cotidiana ........................................................ 85 5.2.3 Contexto de la práctica docente ...................................................................... 87 5.2.4 La expresión escrita y la expresión oral ......................................................... 96 5.2.5 Definición de expresión escrita ...................................................................... 97 5.2.6 La importancia de la expresión escrita ......................................................... 103 5.2.7 Elementos que pueden beneficiar u obstaculizar la expresión escrita .......... 105 5.2.8 Emociones alrededor de la expresión escrita ................................................ 107 6. CONCLUSIONES ..................................................................................................... 109 6.1 Conclusiones de la investigación ......................................................................... 109 6.2 Conclusión del trabajo de tesis ............................................................................ 114 Anexos ................................................................................................................................ 118 A. Cuestionario ............................................................................................................. 118 B. Guión de entrevista .................................................................................................. 122 C. Vaciado de datos de cuestionario ............................................................................ 123 Bibliografía ........................................................................................................................ 127 6 ÍNDICE DE ESQUEMAS Y TABLAS ESQUEMAS Esquema 1. Modelo de producción escrita (Flower y Hayes, 1980) .................................... 54 Esquema 2. Del escritor al texto escrito ............................................................................... 55 Esquema 3. Proceso de la escritura....................................................................................... 56 Esquema 4. Esquema resultado del análisis con la Teoría Fundamentada ........................... 80 Esquema 5. Elementos de las representaciones sociales .................................................... 112 TABLAS Tabla 1. Niveles comunes de referencia: cuadro de autoevaluación. ................................... 46 Tabla 2. Escritores experimentados y novatos ..................................................................... 59 Tabla 3. Claves de los sujetos ............................................................................................... 76 Tabla 4. Sujetos de estudio agrupados por variables ............................................................ 77 Tabla 5. Palabras del ejercicio de asociación ..................................................................... 100 Tabla 6. Palabras del ejercicio de metáfora: “escribir es como…” .................................... 101 Tabla 7. Palabras del ejercicio de metáfora: “la expresión escrita en segundas lenguas es como…”.............................................................................................................................. 102 Tabla 8. Palabras del ejercicio de metáfora: “trabajar la expresión escrita en clase es como…”.............................................................................................................................. 102 file:///D:/SALVAR/Documents/Maestría/+CUARTO%20SEMESTRE/proceso%20de%20titulación/BORRADOR%20FINAL%20AGOSTO.docx%23_Toc457605546 file:///D:/SALVAR/Documents/Maestría/+CUARTO%20SEMESTRE/proceso%20de%20titulación/BORRADOR%20FINAL%20AGOSTO.docx%23_Toc457605547 7 SINOPSIS Este trabajo de tesis relaciona la Teoría de las Representaciones Sociales y la habilidad de expresión escrita (EE). Los objetivos de la investigación fueron identificar y caracterizar la forma en que los docentes se representan y enseñan la expresión escrita en los cursos de Francés Lengua Extranjera (FLE) del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y determinar si existe relación entre las representaciones sociales de los docentes acerca de la expresión escrita y las formas en que llevan a cabo su enseñanza. Se trabajó con 15 profesores de FLE a quienes se aplicó un cuestionario y una entrevista semidirigida; a los datos obtenidos se aplicó un análisis con la ayuda de la Teoría Fundamentada de Glaser y Strauss (1967). A partir del análisis se obtuvieron los elementos de las representaciones sociales de los docentes: información acerca de la EE, importancia de la EE en la vida personal y profesional, un aprendizaje difícil de la EE y sus prácticas docentes; también se encontró que dentro de la representación social de la expresión escrita existe un conflicto entre los elementos que la constituyen. Se concluyó que las prácticas docentes han influido la representación social de los profesores acerca de la expresión escrita, tanto que hasta forman parte de ella ; no así a la inversa, ya que en lo que respecta a la influencia de la representación hacia las prácticas, éstas se ven condicionadas por otros elementos, sobre todo los elementos independientes del contexto de trabajo de los profesores. Sin embargo, es posible que poco a poco la representación esté influyendo cada vez más a las prácticas y los elementos independientes del contexto de trabajo de los profesores estén perdiendo peso, pues encontramos que los profesores se esfuerzan por llevar a cabo una mejor práctica de la enseñanza de la expresión escrita gracias a los conocimiento s que tienen y los logros que han obtenido a través de ella. 8 1. INTRODUCCIÓN Esta tesis se centra en las representaciones sociales de la expresión escrita desde la perspectiva del profesor de Francés Lengua Extranjera (FLE). Este tema de investigación surgió debido a que como profesora de francés he tenido bajo mi cargo a alumnos a quienes me correspondía preparar exclusivamente en esta competencia y me percaté de los múltiples problemas que hay al enseñarla. Muchas veces se ignora lo que significa e implica la expresión escrita y lo que se necesita para que ésta sea enseñada y aprendida, y nos percatamos de ello sólo cuando tenemos un acercamiento más directo como ha sido mi caso. Delmastro y Di Pierro (2009) hacen unos comentarios acerca de la escritura que me parecen relevantes como primer panorama: La escritura, destreza adquirida formalmente en la escuela, es una competencia compleja que amerita entrenamiento y práctica continua, tanto en el caso de la lengua materna como en la lengua extranjera. El proceso de enseñanza y aprendizaje de la escritura debe ser cuidadosamente comprendido y abordado por los docentes a fin de que estos puedan orientar e inducir de manera adecuada el desarrollo de esta destreza por parte de los estudiantes. (p.12) Como profesores tenemos a nuestro cargo el desarrollo de las diferentes competencias, entre ellas la expresión escrita. En el proceso de enseñanza-aprendizaje, el profesor juega un rol muy importante pues éste tiene definidas ciertas posturas, cuenta con cierto conocimiento y con representaciones que influirán en la manera en cómo lleve a cabo la enseñanza. Esta investigación buscó capturar las representaciones sociales que los profesores tienen acerca de la expresión escrita y acercarse a su propia descripción de có mo llevan a cabo las prácticas de la enseñanza de dicha competencia. 1.1 Planteamiento del problema y justificaciónMi experiencia como docente me ha mostrado que la expresión escrita es una habilidad que ha sido relegada en la enseñanza de segundas lenguas. Uno de los problemas es que no se le dedica el tiempo necesario a la enseñanza y práctica de esta habilidad, y otro 9 es la forma en que esta enseñanza y práctica se realizan. En el salón de clases, la práctica de la expresión escrita se hace de manera muy esporádica y tal vez no de la mejor manera; esto puede tener algunas explicaciones como: falta de tiempo, condiciones del programa institucional, objetivos del curso, material utilizado o bien puede que al profesor no le guste o no le interese trabajar esta habilidad. Según Valdés, Haro y Echevarriarza (1992), la mayoría de los profesores estiman que la escritura es una habilidad secundaria que no es tan importante como la expresión oral, y su práctica se reduce a la producción o a la transcripción de oraciones correctas. Como consecuencia de esta realidad, en las clases se aplica menos tiempo a la producción escrita y más a cuestiones orales; en la base de esta jerarquización influye fuertemente el peso que los enfoques comunicativos le otorgan generalmente a la oralidad (Moreno, Zurita y Moreno, 1999). Por otro lado, los profesores que sí trabajan la expresión escrita, se centran tradicionalmente en el producto (texto final) y no en el proceso. Cassany (1990:73) comenta que “en los cursos tradicionales se enseña cómo debe ser el producto escrito: cuáles son las reglas de gramática, qué estructura debe tener el texto, la ligazón de las frases, la selección del léxico, etc.”, los profesores al fijarse sólo en el producto, suelen dejar de lado la enseñanza y práctica del proceso y las estrategias que implica la producción escrita. Esta atención focalizada en el producto se nota también al momento de la evaluación; Buyse (2006) menciona que después del trabajo del alumno, el docente le devuelve el texto corregido, con anotaciones que difícilmente el alumno podrá descifrar por sí solo, y que además habrá perdido todo interés fuera del momento mismo de la composición del texto. Todo esto plantea un problema, pues la enseñanza de la expresión escrita no consiste simplemente en pedir textos y evaluarlos cuando estén terminados sino que requiere de un acompañamiento en el proceso, y el valor del proceso de escritura es igual o mayor al del producto final. Por ejemplo, si un profesor pide la redacción de una disertación, la deja para casa, luego la recibe, le hace anotaciones y la devuelve al alumno; este último se limita a corregir las anotaciones hechas por el profesor, las cuales regularmente son gramaticales; ni el profesor, mucho menos el alumno, reflexiona si el 10 proceso de escritura fue correcto y productivo, o si utilizó algunas estrategias para redactar su texto, las cuales más adelante podría recuperar al redactar otros textos; al parecer estos puntos no son enseñados ni evaluados. Si bien muchas veces no es posible hacer la práctica de la expresión escrita de manera tan frecuente en el salón de clases, si además se hace de una manera inadecuada no resulta en una enseñanza fructífera; en consecuencia, los alumnos no desarrollan correctamente esta habilidad y pueden llegar a niveles avanzados en otros aspectos de la lengua y carecer de las herramientas que les permitan escribir un texto correctamente. La competencia de la producción escrita ha ocupado un lugar central dentro de la lingüística aplicada y sigue siendo un tema de debate que suscita gran interés como campo de investigación, donde se busca clarificar cómo funciona dicha destreza y determinar cuáles son las pautas a seguir en su enseñanza/adquisición (Hyland, 2002). Sin embargo, no todas las áreas han sido cubiertas; en el campo de la psicolingüística y de la psicología cognitiva, la investigación en escritura es vista como el “pariente pobre” y ésta no avanza so pretexto que se considera una actividad complicada (Fayol, 1997, en Favart y Olivé, 2005). Por lo tanto, es relevante continuar con las investigaciones en el campo, a fin de llegar a las áreas que aún no han sido abordadas. Es importante la investigación en la enseñanza de la expresión escrita, ya que para desarrollar esta habilidad es necesario contar con instrucción, como bien lo dice Brown (2001:335): “La escritura es un conjunto de procedimientos del pensamiento, esquemas y revisión que requieren el desarrollo de determinadas destrezas que no son desarrolladas de forma natural”. Al ser una habilidad que requiere entrenamiento, el método didáctico que se utilice es crucial para su desarrollo, esto nos lleva a poner el foco en el cómo se lleva a cabo la enseñanza de esta competencia. El profesor es uno de los actores principales del proceso de enseñanza. En la práctica docente, el profesor toma decisiones que están influenciadas por la forma en cómo concibe el objeto que está enseñando y lo que representa para él. He aquí donde entran las representaciones sociales, una forma de conocimiento socialmente elaborado y compartido, que tiene un fin práctico y que participa en la construcción de una realidad común a un conjunto social (Jodelet, 1989). Los profesores en general se identifican en un grupo o 11 tendencia determinados, deciden adherirse a uno u otro en función de las representaciones que compartan sobre temas en particular. En su toma de decisiones influirán también su historia personal, su experiencia y su contexto de trabajo (Groult, 2010). Los sujetos de la investigación, profesores de Francés Lengua Extranjera, están relacionados en su día a día con la enseñanza de la expresión escrita pues es una de las habilidades que se debe desarrollar en el curso de acuerdo a los objetivos de éste. Podemos suponer que los profesores comparten las representaciones sociales con respecto a la expresión escrita y es posible que eso influya en su toma de decisiones y dirija sus actos dentro del aula de clase. Una de las funciones de las representaciones sociales es guiar acciones, pero a su vez las acciones forman o refuerzan las representaciones. Conocer las representaciones sociales de los profesores ayudará a conocer los puntos en los que se tiene que trabajar para mejorar la enseñanza de la expresión escrita. Estudiar la enseñanza de la expresión escrita resulta importante, pues “nos guste o no, vivimos en una sociedad alfabetizada, donde no sólo resulta temerario pretender sobrevivir sin escritura, sino que nuestra propia mente piensa con signos gráficos, y nuestra comunidad se mueve por impulsos discursivos visuales” (Cassany, 1999: 12). 1.2 Preguntas de investigación y objetivos Esta investigación se guió durante todo su proceso en busca de respuestas a las siguientes interrogantes: ¿Cuáles son las representaciones sociales de la expresión escrita que manejan los docentes de francés hispanohablantes del CELE de la UNAM? ¿Cómo describen dichos docentes su propia enseñanza de la expresión escrita? ¿Existe relación entre las representaciones sociales de la expresión escrita que tienen los docentes y sus prácticas de la enseñanza de la misma? Los objetivos de investigación fueron: Identificar y caracterizar la forma en que un grupo de docentes se representan y enseñan la expresión escrita en los cursos de FLE del CELE. Determinar si existe relación entre las representaciones sociales de estos docentes acerca de la expresión escrita y las formas en que llevan a cabo su enseñanza. 12 1.3 Organización de la tesis Esta tesis está organizada en 6 capítulos. El primero, que acabamos de presentar, se dedicó a la introducción de la investigación; se planteó el problema y se presentaron argumentos acerca de la importancia del estudio de las representaciones sociales de los profesores de FLE acerca de la expresión escrita. Así mismo, se anotan las preguntasy los objetivos que guiaron esta investigación. El segundo capítulo retoma los puntos más relevantes de la Teoría de las Representaciones Sociales. Se comienza con un esbozo histórico donde se describe cuáles fueron los autores que influyeron con la formación de la teoría. Posteriormente, se profundiza en el concepto de representación social, sus características, funciones, y componentes. Finalmente, se cierra con los enfoques, los métodos de recolección de datos y análisis utilizados dentro del estudio de las representaciones sociales. Se añade además un apartado donde se describe la influencia de las representaciones en las prácticas docentes, esto se consideró pertinente pues esta característica es medular para esta investigación. El tercer apartado se centra en la expresión escrita. Comienza con un recuento de las diferentes etapas por la que ha pasado la escritura y los métodos utilizados para su enseñanza. Se llega hasta los modelos cognitivos y se describen varios de ellos, especialmente el de Flower y Hayes (1980) ya que éste fue precursor en el área. Posteriormente, se describe la expresión escrita en lenguas extranjeras, las diferencias entre los escritores experimentados y novatos y el rol del profesor en la formación de los mismos. Se cierra el capítulo con la justificación de por qué la expresión escrita es considerada un objeto de representación social. En el capítulo cuatro, denominado metodología, se describe el estudio, el contexto en el cual se llevó a cabo, los sujetos y el proceso de elaboración y aplicación de los instrumentos. En el quinto capítulo se describe el análisis de los datos, se exponen y discuten los resultados para posteriormente en el capítulo seis presentar las conclusiones de la investigación así como las conclusiones del este escrito. Al final, se anexa la bibliografía, los ejemplos de los instrumentos y el vaciado de datos del cuestionario. 13 2. LA TEORÍA DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES Como mencionamos en la primera parte de este trabajo, las representaciones sociales son una parte fundamental de esta investigación; a continuación definiremos qué son las representaciones sociales y su origen. 2.1 Historia e influencias teóricas en la Teoría las Representaciones Sociales En los años sesenta surgieron en algunos países diversas formas de rebelión social que escapaban a las explicaciones de las ciencias sociales, en particular, a las que la psicología social podía proporcionar. Esta última enfrentaba, además de esta falta de soluciones, otros problemas disciplinarios como su multiplicidad de enfoques teóricos, falta de relevancia social, sesgos en sus investigaciones, entre otros (Álvarez, 2004). Es en este contexto cuando surge en Francia una nueva teoría dentro de la psicología social: la “Teoría de las Representaciones Sociales”, basada sobre todo en el conocimiento del sentido común. Su iniciador fue Serge Moscovici, quien realizó una tesis doctoral llamada “La psychanalyse, son image, son public” (1961) y que posteriormente sería profesor de la École des Hautes Études en Sciences Sociales de Paris. Contrario a lo que podríamos pensar al leer el título de su tesis doctoral, ésta no trataba precisamente del psicoanálisis, sino era sólo un estudio para ilustrar el fenómeno de cómo se elabora el pensamiento social a través de lo que Moscovici denominó representaciones sociales (Álvarez, 2004). Se reconoce a Serge Moscovici como el creador de la teoría, sin embargo es pertinente mencionar que para llegar al surgimiento del concepto de representaciones sociales, él se inspiró en otros autores. Resulta interesante y fundamental conocer aquellas ideas que dieron forma a su teoría, por lo que a continuación presentaremos los autores y teorías por los que se vio inspirado. Moscovici retomó el término representaciones colectivas del sociólogo francés Emile Durkheim para acuñar uno nuevo al que denominó representaciones sociales. Veamos algunos elementos destacados del trabajo de Durkheim: distinguió las representaciones individuales de las representaciones colectivas; asignó objetos de estudio 14 distintos para la psicología y la sociología: mientras que la psicología se ocuparía de las representaciones individuales, la sociología se encargaría de las representaciones colectivas; y estableció la existencia de ciertas representaciones, que constituyen la vida mental de los individuos y la vida colectiva de las sociedades. En su artículo “Representaciones individuales y representaciones colectivas” (1898), además de la definición de los procesos mentales individuales, sentó las bases para la propuesta de ciertas formas de ideación colectiva que permean la sociedad. Durkheim criticaba las teorías psicológicas y antropológicas que explicaban las peculiaridades étnicas y culturales a partir de la raza, el instinto, la herencia, es decir, según la sociobiología de la época. Para él, el entorno natural de los seres humanos era la sociedad dentro de la cual se generan creencias, normas, lenguajes y rituales compartidos colectivamente, que mantienen unidas a las personas y que existen antes, durante y después de la vida de cada individuo (Moscovici, 1990). Moscovici, inspirado por las ideas de Durkheim, retoma el concepto de representaciones colectivas; no obstante, este concepto estaba impregnado de un fuerte sociologismo, lo que resultaba incompatible con el intento de Moscovici de explicar el sentido común elaborado por los sujetos sociales; además el autor encontraba ciertas vaguedades en la definición por lo que hizo más que un cambio de adjetivo al concepto de Durkheim. Al nuevo concepto, Moscovici le da una especificidad en el campo de la psicología social, define las representaciones con mayor precisión, les da mayor flexibilidad y dinamismo, las coloca en el marco de las sociedades contemporáneas, las asocia con nuevas formas de pensamiento que generan las sociedades actuales y no sólo las limita a los saberes tradicionales. Además, describe cómo se construyen colectiva y socialmente e incluye en su construcción a los procesos de comunicación; también plantea un método para su análisis, en fin, hace de ellas la base de una psicología social del conocimiento (De Alba, 2004). De Alba (2004) hace una extensa descripción de lo que diferencia el concepto de Moscovici con el de Durkheim; en los siguientes párrafos procuraremos desglosar las diferencias más destacadas. Comencemos con el interés de cada autor: mientras que 15 Durkheim coloca su atención sobre los hechos sociales como una totalidad y establece que estos debían estudiarse separados de los individuos, como formas superiores que tienen características y leyes propias; Moscovici centra su atención en la construcción del pensamiento social, la manera en que los individuos forman teorías ingenuas de la realidad para interpretar el mundo que los rodea y que les sirven de guías de acción, de comunicación y de interacción con los otros. Otra diferencia es la importancia asignada al sujeto : para Durkheim el sujeto prácticamente no contaba, ya que asignaba las representaciones colectivas a producciones sociales ya establecidas como los mitos, las creencias, las leyendas y las religiones; para Moscovici es imposible la separación del individuo de la sociedad y la sociedad del individuo. Este último pone especial atención al sujeto como constructor de sus representaciones a partir de los gestos de la vida cotidiana de cada persona, de su palabra, sus relaciones sociales, su forma de ver el mundo, sus comunicaciones, sus conocimientos formales e informales, sus experiencias y sus afiliaciones a diversos grupos. En este sentido, su nuevo concepto establece un nuevo vínculo entre lo individual y lo colectivo. Moscovici, además de interesarse en los contenidos de las representaciones, se preocupapor los procesos de construcción de las mismas a través de las interacciones, pone el foco de análisis en las formas en que las representaciones se generan y se transforman socialmente, lo que las hace dinámicas, flexibles y actuales. Estas últimas propiedades no estaban presentes en el concepto de Durkheim, ya que él las veía como una vasta clase de ideas, una categoría general que pretendía englobar toda forma de pensamiento. Al decir esto, no significa que el saber tradicional quede descartado del concepto de representaciones sociales, pues los individuos recurren tanto a los conocimientos tradicionales como a los científicos para formarlas. Otro punto de diferencia es que para Durkheim la sociedad penetra en la conciencia del individuo y lo regula ejerciendo un fuerte poder de coerción social, no obstante, para Moscovici la noción de coerción es menos fuerte pues considera que a pesar de que los individuos están profundamente influenciados por la sociedad, también cuentan con el beneficio del libre arbitrio, por lo que construyen sus representaciones con cierta flexibilidad, combinando diferentes conocimientos a su manera. 16 Si bien hablamos de que Moscovici tomó como base de su teoría el concepto de representaciones colectivas desarrollado por Durkheim, también hemos presentado que existen varias diferencias entre los conceptos, entonces ¿en qué otros autores o teorías se basó Moscovici para desarrollar este nuevo concepto? Moscovici (1989) identifica otras tres influencias teóricas que lo indujeron a plantearse la Teoría de las Representaciones Sociales: Lucien Lévy-Brühl y su estudio sobre las funciones mentales en sociedades primitivas; Jean Piaget y sus estudios sobre la representación del mundo en los niños y las niñas; y las teorías de Sigmund Freud sobre la sexualidad infantil (Araya, 2002:20). Lévy-Brühl revierte los estudios sobre los mitos o formas de pensamiento de las sociedades primitivas que mostraban un tejido de supersticiones y absurdos que eran atribuidos a las limitaciones de las personas y a su incapacidad de razonar; el autor sostiene la idea de que no se puede postular la existencia de una inteligencia única y universal, ya que es imposible convertir las formas superiores de pensamiento, seleccionadas una por una, en leyes universales de la mente humana, pues el pensamiento o la mentalidad difieren de una sociedad a otra (Araya, 2002). Lévy-Brühl abandona la idea de que los absurdos y las supersticiones fueran resultado de la incapacidad de razonamiento de las personas y considera que debemos poner nuestra atención en el conjunto de creencias e ideas que tienen una coherencia propia. Se trata de mecanismos psicológicos y lógicos diferentes en dos tipos de sociedades: la primitiva y la civilizada; mientras que la primera se orienta hacia lo sobrenatural, la segunda se funda sobre siglos de ejercicios rigurosos de inteligencia y reflexión. Estas mentalidades atribuidas a tipos sociales diferentes permitió a Moscovici focalizar la atención sobre las estructuras intelectuales y afectivas de las representaciones pues según Lévy-Brühl, las representaciones sociales son racionales al parecer de los miembros de una cultura, pero no es necesario que lo sean en el mismo sentido, o según la misma lógica, para otra cultura (Araya, 2002). Moscovici también valoró las ideas de la psicología de Piaget, quien de la misma manera que Lévy-Brühl, no consideraba inferior el pensamiento primitivo, postulaba que el pensamiento del niño era diferente al de los adultos, pero no inferior. En concreto, los 17 aportes que Moscovici rescata de la teoría piagetiana son: 1. la especificidad de las representaciones en términos psíquicos y 2. la importancia del lenguaje en los procesos de construcción de la inteligencia. No obstante, Piaget estudió la construcción de la representación desde su desarrollo individual-social y no desde su desarrollo social-grupal; por esta razón, algunos estudios sobre la Teoría de las Representac iones Sociales señalan que también los aportes de la sicología sociocultural de Vygotsky influyeron en la obra de Moscovici (Araya, 2002; Castorina, 2005). A pesar de que Moscovici se basó en las propuestas teóricas de Lévy-Brühl y Piaget en relación con las representaciones, el proceso de las representaciones sociales es en cierta manera diferente a los trabajos de dichos autores, ya que Moscovici no analiza las diferencias del pensamiento común y el civilizado sino que reivindica el conocimiento del saber popular como la base para el conocimiento científico a través de la comunicación y el intercambio social. Finalmente, hablemos de la influencia de Sigmund Freud, quien captó el interés de Moscovici con sus estudios sobre las teorías sexuales del niño (1908). Freud muestra que los niños comienzan a crear teorías a través de las historias (las cuales en su mayoría contienen algo de falsedad) que les son contadas por los padres al tratar de responder a la pregunta: ¿de dónde vienen los bebés? Los niños en su curiosidad creen sólo parte de estas historias y comienzan una búsqueda de información para poder aclarar sus dudas, llega un momento en la vida en que conocen la verdad y la interiorizan, del mismo modo en que fueron interiorizando las verdades parciales que se proporcionó a lo largo del tiempo. Este estudio de Freud muestra el proceso de interiorización que cambia el trabajo colectivo (en este caso las historias) que se ha hecho por la sociedad y le da un aspecto individual, marcando el carácter de la persona. Dicho de otra forma, las representaciones pasan de estar en la vida social a estar en la vida individual, de un nivel consciente a un nivel inconsciente (Jodelet, 1989:94). A pesar de que el análisis de Freud del ser humano como ser social ejerció gran influencia en las reflexiones de Moscovici, la teoría de las representaciones sociales no se ocupa del inconsciente, no es ésta su preocupación. Araya (2002:24) menciona que: 18 Cuando Moscovici decide integrar su concepto representación a lo social, es decir, cuando adjetiviza la representación como una representación social está remitiendo a un elemento básico de su teoría: toda representación social contribuye al proceso de formación de las conductas y de orientación de las comunicaciones sociales, elemento que, sin lugar a dudas, retomó de los aportes de Freud. Estos no fueron los únicos autores que aportaron a la creación de la Teoría de las Representaciones Sociales; podemos encontrar además los nombres de Fritz Heider, con sus estudios sobre la psicología del sentido común; y Berger y Luckmann, con su propuesta de la construcción social, entre otros. Como nos hemos podido percatar, la Teoría de las Representaciones Sociales tuvo varias influencias alrededor de su construcción, a continuación se hablará a detalle de la teoría ya constituida y del concepto de representaciones sociales. 2.2 La Teoría de las Representaciones Sociales La duración de un tema de investigación se encuentra entre los 5 y 10 años antes de desaparecer. Es sorprendente, incluso perturbador, que el nuestro sea una excepción. El que los investigadores estén ligados a una teoría por más de 30 años sería difícil de explicar si esta teoría no expresara cierta verdad o no tocara algo profundo (Moscovici, 1993). La Teoría de las Representaciones Sociales es un intento por recuperar la especificidad del conocimiento de sentido común, se sitúa en la encrucijada entre lo psicológico y lo social, uniendo las relaciones sociales con aspectos cognitivos del lenguaje y la comunicación; no concibe a las personas como determinadas únicamente por procesos lógicos de pensamiento, sino que el proceso representacional está guiado por una lógica de sentido común, marcado por las condiciones sociales de donde emerge. La teoría es además un testimonioelocuente del renacimiento del interés por los fenómenos colectivos y más precisamente por las reglas que rigen el pensamiento social (De Alba, 2004; Abric, 2001). El punto de partida de la Teoría de las Representaciones Sociales es la idea de Moscovici (1969) de que el sujeto y el objeto no están separados uno de otro. Esta teoría plantea que no hay una división entre los universos exterior e interior del individuo (o del grupo). Una respuesta no es estrictamente una reacción al estímulo, es el origen del mismo. Entonces podemos decir que si un individuo (o un grupo) expresa una opinión respecto a un 19 objeto, dicha opinión en cierta forma es constructiva del objeto, lo determina; es decir, el objeto por sí mismo no existe, es y existe para un individuo o grupo y en relación con ellos (Abric, 2001). Moscovici nos dice que la sociedad está compuesta de una multitud de individuos diversos debido a que en las personas habita una sociedad compuesta por los personajes imaginarios o reales con quienes lleva a cabo un diálogo interior; para él es ahí donde se libra la batalla entre lo individual y lo colectivo. La psicología social vendría a ser la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad, cuyo objeto de estudio serían todos los fenómenos relacionados con los sistemas de representaciones y actitudes que forman la realidad social, así como todos los fenómenos relacionados con la comunicación (De Alba, 2004). El campo de estudio de las representaciones sociales se ha expandido considerablemente en el curso de las últimas cuatro décadas, asignando con ello un lugar importante a la teoría tanto al interior de la psicología social como en otras esferas de las ciencias sociales (De Alba, 2004). Existen tres escuelas principales para el estudio de las representaciones sociales: una centrada en los procesos cognitivos de las representaciones, otra centrada en su estructura y la última centrada en las condiciones de producción y circulación de las mismas (Banchs, 2000), de éstas tres líneas se hablará más adelante. En lo que respecta a América Latina, se ha desarrollado mayormente la primera escuela y podemos encontrar instrumentos teóricos y hasta metodológicos para definir su objeto específico, permitiendo al mismo tiempo la investigación empírica y la intervención (Jodelet, 2000). 2.3 El concepto y las características de las representaciones sociales Cuando me pidieron definir la noción de Representaciones Sociales, contesté sinceramente que existen problemas profundos y graves para entenderlas y que deberíamos tratar juntos de resolver estos problemas a través de la investigación (Moscovici, 1993). En el texto “Notes toward a description of social representations” (1998), Moscovici comenta que el término de las representaciones sociales toma raíces de la antropología, de la sociología, de la psicología social, de la historia y de la filosofía, y que busca con este término definir el campo de la comunicación y del pensamiento cotidiano de 20 las personas. El mismo Moscovici ha mencionado la dificultad de explicar el concepto de representaciones sociales, es por ello que en este apartado primero presentaremos algunas definiciones presentadas por diferentes autores relevantes, sin esperar abarcar en unas cuantas palabras lo que significan. Más adelante mencionaremos las características de las representaciones sociales con el fin de tener un panorama más amplio y claro. Moscovici (1961:27) comenta que las representaciones sociales son “[…] un cuerpo de conocimientos y una de las actividades psíquicas gracias a las cuales los hombres vuelven la realidad física y social inteligible, se insertan en un grupo o en las relaciones cotidianas, liberan los poderes de su imaginación”. Jodelet (1989:36) agrega que estos conocimientos son elaborados socialmente y compartidos con un objetivo práctico que concurre a la construcción de una realidad común para un conjunto social. Para Abric (1987:64) las representaciones sociales son a la vez “producto y proceso de una actividad mental por la que un individuo o un grupo reconstruye la realidad que enfrenta y le atribuye una significación específica”. Según Castorina (2005) estas producciones colectivas son socialmente compartidas y desbordan la conciencia individual; aquí encontramos su carácter implícito, ya que los individuos no tienen conciencia de s u existencia como representación, llegan como una imposición sin apelación en tanto estos desconocen su origen y su función social. Este carácter implícito, de acuerdo a Markova (1996), detiene al sujeto en las formas de pensamiento existente prohibiéndole el pensamiento libre y forzando una manera concreta de concebir el mundo pero aunque el sujeto se vea fuertemente influenciado por las representaciones, hay que recordar que tiene libre albedrío por lo que el efecto de coerción también es producto de las decisiones tomadas por el sujeto. Moscovici (1961) insiste en diferenciar las representaciones sociales de otro tipo de conocimiento socialmente elaborado como lo son las modas, las corrientes políticas, las corrientes religiosas, la ciencia y otros (aunque las representaciones sí estén impregnadas de ello), pues las representaciones son más específicas. Éstas tienen que ser un conjunto que englobe de forma coherente los valores, las actitudes, las creencias y los conocimientos; en otras palabras, no son opiniones o imágenes que copian los objetos exteriores, sino son un acto creativo de adquisición y organización de conocimientos e 21 ideas destinadas a la interpretación de lo real. Las representaciones no son sociales porque sean similares o diferentes en cada individuo de la sociedad sino porque son generadas y practicadas colectivamente (Moscovici, 1993). Jodelet (2000) presenta una serie de propiedades de las representaciones sociales que nos servirán como guía para adentrarnos más en el tema. Conforme las presentamos iremos añadiendo información aportada por otros autores respecto a cada característica. La primera propiedad que menciona Jodelet es que las representaciones sociales conciernen al conocimiento del sentido común, que se pone a disposición en la experiencia cotidiana. Esta característica es parte de las ideas originales de Moscovici, quien también mencionó que las representaciones son un género de sentido común que responde a la necesidad del hombre contemporáneo de comprender el mundo físico y social en el cual habita (Moscovici, 1961). Según Moscovici (1961), todos somos “sabios amateurs” elaborando “filosofías del sentido común” a partir de la combinación de conocimientos científicos socializados, de creencias, del saber tradicional, de las ideologías o de otros sistemas de pensamiento con los cuales hemos estado en contacto. Si bien se habla de que las representaciones sociales son una modalidad del conocimiento común, valdría la pena preguntarnos ¿qué es el conocimiento del sentido común en términos de representaciones sociales? Más adelante tomaremos un espacio para desarrollar este concepto. Otra propiedad que les es atribuida a las representaciones sociales, es que permiten interpretar los acontecimientos y las relaciones sociales, así mismo expresan la relación que los individuos y los grupos mantienen con la sociedad y los otros. En otras palabras, las representaciones sociales, ya no son sólo el vínculo entre el sujeto y el objeto, cuestión que Moscovici considera reduccionista, ahora se agrega el elemento de la sociedad, creando una relación terciaria: sujeto individual-sujeto social-objeto, que también puede ser interpretado como: Ego-Alter-Objeto (Álvarez, 2004). Ahora bien, ¿cómo podríamos describir esta relación? Comencemos hablando de la relación del sujeto con el objeto. Una representación social es centralmente una representación de algo para alguien, Jodelet (1989)explica que representar es un acto del pensamiento donde un sujeto se relaciona con un objeto, lo cual puede ser una persona, una 22 cosa, un evento material, psíquico o social, una idea, una teoría, etcétera. Esta relación conlleva un sistema de evaluación por parte del sujeto que determina al objeto; el objeto no existe por sí mismo, sino por la representación que el sujeto tiene de él (Berruecos, 2000). La representación que el sujeto tiene del objeto no es una copia fiel de la realidad, es una realidad reestructurada, incluye las características objetivas del objeto, las experiencias anteriores del sujeto, y su sistema de normas y actitudes hacia él. Esto le da a la representación una visión funcional del mundo, lo que permite al individuo o al grupo dar sentido a sus conductas, entender la realidad mediante su propio sistema de referencias y adaptarse (Abric, 2001). Cualquier objeto o fenómeno puede llegar a ser un objeto de representación social. La representación social se elabora sólo alrededor de las personas, hechos y objetos que son significativos para las personas; sin embargo, esto no significa que la Teoría de las Representaciones Sociales estudie lo que sea, más bien investiga los fenómenos sociales que han llegado a ser, por una razón o por otra, un fenómeno de preocupación pública, son temas que se piensan y se comentan, que causan tensión y provocan acciones (Markova, 2003). Ahora, veamos la relación con el sujeto social. La representación supone un sujeto activo y este sujeto tiene una textura psicológica sometida a las reglas que rigen los procesos cognitivos, los cuales a la vez están determinados directamente por las condiciones sociales en que la representación se elabora o se transmite, aquí entra su componente social. Las representaciones son sociales porque basándose en ellas las personas crean sus propias realidades sirviéndoles además para comunicarse e identificarse. Las representaciones permiten crear redes sociales de elaboración y transmisión de información. Llevan inmersas las explicaciones causales del sentido común del medio que el grupo y/o comunidad ha establecido como verdaderas. De tal manera que las representaciones, unidas a los hechos, construyen las creencias que caracterizan y dan homogeneidad al grupo y/o comunidad. (Álvarez, 2004:49) 23 Siendo que las representaciones sociales son tanto individuales como colectivas, sonaría lógico primero estudiar las representaciones de los individuos aislados para luego estudiar la de los individuos en grupo, sin embargo, el individuo separado de su grupo no es más que una abstracción, entonces no se trata de las representaciones del individuo y las representaciones del grupo, sino más bien las representaciones de los individuos dentro de un grupo o expresándolo (Moscovici, 1993:56). Así, las representaciones primero son sociales y luego individuales, debido a que se elaboran con base en un proceso cognitivo individual pero tomando como referencia el medio. Jodelet también menciona que las representaciones sociales son forjadas en la interacción y el contacto con los discursos que circulan en el espacio público, es decir, están inscritas en el lenguaje y las prácticas; y a su vez, funcionan como lenguaje en razón de su función simbólica, codificando y categorizando lo que compone el universo de nuestra vida. La importancia de la comunicación y el lenguaje es fundamental en las representaciones, ya que éstas no están fundadas en las cosas y situaciones sino en las comunicaciones acerca de estos fenómenos. Tan importante es la comunicación que las representaciones son socialmente transferidas antes de ser adquiridas por los individuos; es el mismo proceso de comunicación que da forma y transforma nuestras representaciones (Moscovici, 1993). Las representaciones sociales son generadas y adquiridas; “ya no se trata de entender la tradición, sino la innovación, ni una vida social ya hecha, sino en curso de construcción” (Moscovivi, 1989:82). Así las representaciones sociales se crean y recrean en la vida cotidiana, se alimentan de las novedades, de los conocimientos científicos; se originan a partir de otras representaciones o emergen a través de la comunicación de una nueva teoría científica o de una transformación artística. Siempre están insertas en un contexto social y corresponden a necesidades y prácticas, con frecuencia se alejan de los saberes antiguos. Las representaciones no son las mismas para todos ni para siempre, se modifican en la medida en que se producen fisuras y cambios culturales o sociales (Álvarez, 2004; Castorina, 2005). Este proceso de elaboración y reelaboración las hace dinámicas, dado que 24 constituyen en sí mismo un proceso creativo y cognitivo que trata de entender las circunstancias que rodean a la persona y al grupo (Álvarez, 2004). Es en especial esta característica que hace la diferencia con lo que eran las representaciones colectivas. Finalmente, cerramos con una característica que no por estar al final es menos importante, de hecho en el marco de esta investigación resulta fundamental y es aquella que dicta que las representaciones sociales son guías para la acción. Las representaciones sociales son “[…] programas de percepción, construcciones con status de teoría ingenua, que sirven de guía para la acción e instrumento de lectura de la realidad ” (Jodelet, 2000: 10). Una representación funciona como un sistema de interpretación de la realidad, es un sistema de pre-decodificación puesto que determina un conjunto de anticipaciones y expectativas; además rige las relaciones de los individuos con su entorno físico y social, determinando sus comportamientos o sus prácticas (Abric, 2001). Esta última característica nos permite suponer que las acciones que los docentes llevan a cabo al momento de enseñar la expresión escrita, están mediadas por las representaciones sociales que ellos tienen de esta competencia. Como se anticipó en uno de los párrafos anteriores, pasemos a desarrollar con más profundidad el concepto de sentido común. 2.3.1 El sentido común Cuando nacemos, ya estamos inmersos en un ambiente simbólico y cultural, no basamos todo en nuestras propias experiencias. Los fenómenos culturales son transmitidos de generación en generación, sin mucho esfuerzo individual y sin muchos cambios, a través de las experiencias diarias, la comunicación, la memoria colectiva y las instituciones. Este conocimiento se queda grabado en nuestro sentido común y gracias a él, sabemos intuitivamente qué tipo de cosas son o no son comestibles, usamos categorías morales como buenas o malas y aprendemos a entender significados específicos de las palabras (Markova, 2003). Una de las características del sentido común es que este tipo de conocimiento es tomado como cierto, no deja espacio para dudas, ya que ha sido establecido socialmente a través de generaciones. Moscovici dice que el sentido común es un sentido social, lo que lo 25 convierte en un recurso fundamental para la Teoría de las Representaciones Sociales al ser ésta una teoría del conocimiento social (Markova, 2003). Una de las formas de comprender qué es el conocimiento del sentido común, es comparándolo con el conocimiento científico. El sentido común ha sido uno de los principales recursos para el desarrollo del conocimiento científico, sin embargo, ha sido tratado como inferior. Markova (2003) comenta que el conocimiento científico suele relacionarse con la racionalidad, mientras que el sentido común se relaciona con la falta de racionalidad, pero no es tanto así, más bien cada uno está basado en diferentes tipos de racionalidad. Estos dos tipos de conocimiento son irreductibles en uno solo y uno no puede sustituir al otro. Moscovici argumenta que el sentido común y el conocimiento científico son dos conocimientosesencialmente diferentes pero complementarios. Moscovici diferencia claramente al conocimiento científico del saber de nuestra vida cotidiana. El conocimiento científico pertenece al universo reificado, es decir, otorga rigor y verificación a los conceptos, establece criterios para invalidar o confirmar sus hipótesis y cuenta con reglas lógicas que permiten encontrar la única respuesta correcta a un problema. El pensamiento del sentido común pertenece al universo consensual, ofrece mayor libertad y creatividad; no requiere verificación ni sigue reglas lógicas, modifica sus conceptos según su utilidad en la vida cotidiana; las creencias acarreadas por las generaciones y la comunicación son la base de su credibilidad. Es por ello que el sentido común no produce conceptos válidos universalmente, sino representaciones válidas para cada caso en particular (Castorina, 2005, 2008). En la actualidad se habla de un nuevo sentido común. Antes, la ciencia estaba basada en el sentido común, ahora el sentido común es la ciencia puesta en lo común. La comunicación social ha roto las barreras que separaban el conocimiento científico del común, ya no es posible hablar de un hombre ingenuo por oposición al científico. El nuevo sentido común es un conocimiento de “segunda mano” que crece asimilando esos elementos de distinta procedencia y fundándose en ellos (Moscovici, 1984). El concepto de sentido común es importante pues forma parte fundamental de las representaciones sociales y por lo tanto también es relevante para este estudio puesto que la 26 información que rodea a la expresión escrita está impregnada también de este tipo de conocimiento. 2.3.2 El contenido de las representaciones sociales Hablemos del contenido de las representaciones sociales, para lo cual Moscovici (1961) describe tres dimensiones: a) actitudinal, b) informativa, c) campo de representación, donde se reúnen las otras dos dimensiones. a) La dimensión actitudinal contiene la postura evaluativa afectiva que se toma ante el medio y/u objeto, la valorización que hace de él la persona y las implicaciones emocionales que despierta (Paez, 1991; Echebarria, 1991). Es la orientación global positiva o negativa, favorable o desfavorable de una representación. La identificación de este componente no presenta dificultades ya que el discurso contiene un valor que por consenso social se reconoce como positivo o negativo, lo que hace a la dimensión actitudinal la más evidente de las tres dimensiones (Araya, 2002). b) La dimensión informativa concierne a los conocimientos que tiene una persona o grupo sobre un objeto o situación social determinada; involucra el conocimiento cualitativo, cuantitativo, cómo se organizan estos conocimientos y la forma de comunicarlos. Esta dimensión conduce, necesariamente, a la riqueza de datos o explicaciones que sobre la realidad se forman las personas en sus relaciones cotidianas (Araya, 2002: 40). c) El campo de representación contiene lo que se conoce como elementos “fijos” y elementos “alternables o secundarios” (Abric, 1984, 1989, 1993; Doise, 1990). Se refiere a la ordenación y a la jerarquización de los elementos que configuran el contenido de la representación social, es decir, se trata del tipo de organización interna que adoptan esos elementos cuando quedan integrados en la representación. En suma, constituye el conjunto de actitudes, opiniones, imágenes, creencias, vivencias y valores presentes en una misma representación social (Araya, 2002). 27 El campo de representación resulta ser la dimensión más interesante y original, por ende se convierte en la más difícil de comprender; es una dimensión que debe analizarse en función de la totalidad del discurso y no sólo en un párrafo o en una frase (Araya, 2002). En síntesis, conocer o establecer una representación social implica determinar qué se sabe (información), qué se hace o cómo se actúa (actitud) y cómo se interpreta (campo de la representación). Estas tres dimensiones, halladas por Moscovici, forman un conjunto que tan sólo pueden separarse para satisfacer las exigencias propias del análisis conceptual. Conocer el contenido de las representaciones es relevante para esta investigación pues se podrá tener un acercamiento al conocimiento de los docentes acerca de la expresión escrita, la actitud hacia la misma y cómo ésta información se reúne en el campo de representación. Se podrá además realizar una comparación entre esta información y las prácticas docentes de los sujetos a fin de ver si estas últimas se ven influenciadas por su representación. 2.3.3 Las funciones de las representaciones sociales Las representaciones sociales cumplen diferentes funciones, para presentarlas bajo un orden, tomaremos como guía las cuatro funciones principales de las que nos habla Abric (2001): 1. Función de saber: permiten entender y explicar la realidad. El saber del sentido común permite a los actores sociales adquirir conocimientos nuevos e integrarlos en un marco comprensible para ellos, de tal forma que tenga coherencia con su funcionamiento cognitivo y sus valores (Abric, 2001); esta función también se le conoce como adaptativa ya que permite resolver los problemas de sentido que surgen en la práctica social, integrando lo extraño a un sistema de creencias ya establecido (Moscovici & Hewston, 1984 en Castorina, 2005). Por otra parte la función de saber también facilita la comunicación social, ya que sirve como código de comunicación entre las personas (Álvarez, 2004). 2. Función identitaria: define la identidad y permite la salvaguarda de la especificidad de los grupos. 28 “Las representaciones tienen la función de situar a los individuos y a los grupos en el campo social. Elaboran una identidad social y personal gratificante; es decir compatible con los sistemas de normas y valores social e históricamente determinados” (Mugny & Carugati, 1985:183 en Abric, 2001). Esta función también es llamada normadora, en la medida en que sirve en la creación de la identidad de los grupos y la diferenciación entre los mismos. La identidad de un grupo, definida por las representaciones sociales, va a desempeñar un papel importante en el control social sobre cada uno de sus miembros, en particular en los procesos de socialización (Abric, 2001). Álvarez (2004) menciona en un solo apartado la función de orientación de comportamientos de las representaciones sociales y su papel de justificadoras de los mismos. Sin embargo Abric (2001) presenta estas funciones divididas: 3. Función de orientación: conduce los comportamientos y las prácticas. Esta función ya la habíamos abordado un poco en las características de las representaciones sociales. Recordemos que la representación social es una guía para la acción; este proceso de orientación de las conductas resulta de tres factores esenciales: a) La representación interviene directamente en la definición de la finalidad de la situación, determinada a priori. La representación de la tarea determina el comportamiento del grupo independientemente de la realidad objetiva de la tarea (Abric, 2001). b) La representación produce igualmente un sistema de anticipaciones y expectativas. La representación no depende del desarrollo de una interacción, más bien la precede y determina; por lo que el mismo comportamiento podría ser interpretado de forma radicalmente diferente según la naturaleza de la representación que ya ha sido elaborada por el sujeto. c) La representación es prescriptiva de comportamientos o prácticas obligadas. Define lo lícito, tolerable o inaceptable en un contexto social dado. 4. Función justificadora: permite justificar a posteriori las posturas y los comportamientos. 29 Las representaciones intervienen también luego de la acción, y permiten a los actores explicar y justificar sus conductas en una situacióno en consideración a otros individuos. Hasta aquí las funciones de las representaciones, pasemos a cómo se construyen. 2.4 Construcción de las representaciones sociales Moscovici (1961) menciona que la elaboración de las representaciones es un proceso en el cual en un primer momento se lleva a cabo la selección de la información que circula en el medio social, en una segunda instancia esta información es asimilada y posteriormente ésta es hecha propia basándose en criterios grupales-sociales para luego integrarla al medio a través de su actividad cotidiana, ya cargada con la lógica del sentido común, y nombra estos procesos como objetivación y anclaje. Wagner y Elejebarrieta (1997) distinguen tres modos diferentes de producción de las representaciones sociales; el primero es el que recién mencionamos: la objetivación y anclaje, lo cual se lleva a cabo con la divulgación de los avances científicos en la comunidad y ésta al no poder asimilar la novedad con sus conocimientos existentes, da lugar a un proceso de transformación de la teoría; el segundo modo de producción se refiere a su construcción a través de la historia de las prácticas sociales que proporcionan a los sujetos la identidad social propia de una comunidad específica; el tercero es el surgimiento por la confrontación social entre los grupos sobre aspectos conflictivos de la vida social (en Castorina, 2005). Araya (2002) también asigna la construcción de las representaciones sociales a la objetivación y el anclaje pero además menciona que se forman a partir del fondo cultural acumulado en la sociedad a lo largo de su historia, estando dicho fondo constituido por las creencias compartidas, los valores básicos y las referencias históricas y culturales que conforman la memoria colectiva y la identidad de la propia sociedad. Otro medio es a través del conjunto de prácticas sociales que se encuentran relacionadas con las diversas modalidades de la comunicación social, por lo tanto considera que es en los procesos de comunicación social donde principalmente se construyen las representaciones sociales. 30 Retomemos a continuación los conceptos de objetivación y anclaje y veamos más a detalle de qué tratan estos procesos de formación de las representaciones sociales. 2.4.1 La objetivación y el anclaje La objetivación y el anclaje son procesos complementarios por los cuales se forman las representaciones sociales (Moscovici, 1961). La objetivación trata de un procedimiento mediante el cual las nociones abstractas se materializan en función tanto de nuestra propia experiencia y creatividad personal, como de las normas y valores sociales. De este modo la palabra se corresponde con el objeto; y una vez materializados los conceptos, podemos comunicarlos, utilizarlos en nuestra práctica cotidiana para comprender o resolver problemas (Jodelet, 1989 en De Alba, 2004). El procedimiento de objetivación está constituido por tres etapas. La primera incluye la selección que permite retener cierta información afín con el grupo de pertenencia; la segunda etapa, conocida como la esquematización estructurante, es donde se crea el núcleo figurativo que asigna una significación particular a los elementos seleccionados y descontextualizados y les permite establecer características “fijas” que serán elementos claves para representar al objeto; por último la tercera etapa llamada naturalización, integra esos elementos en la realidad del sentido común y dota a la representación de un estatus de evidencia (Berruecos, 2000; Álvarez, 2004). Por otra parte, el anclaje es el proceso que hace que un objeto extraño sea asociado a formas ya conocidas; las personas utilizan las categorías de pensamiento ya construidas para darle sentido a los objetos nuevos que aparecen en el campo social. Este proceso conlleva una reestructuración de la información con la que ya contamos y una re-asociación de conceptos y preceptos, esto con el fin de que el elemento nuevo sea integrado a las categorías ya establecidas, adaptándose al sistema de valores, normas y principios que rigen la vida colectiva (De Alba, 2004). Según Moscovici, es en el anclaje donde encontramos un elemento creativo de las representaciones sociales pues al insertar un elemento nuevo a un sistema de conocimientos o ideas pre-existentes, hay un cierto margen de intervención del individuo, pues es él quien combina, crea y recrea sus categorías precedentes para interpretar lo extraño (De Alba, 2004). 31 Moscovici emplea la figura de un comité de decisión colectiva para mostrar cómo las representaciones sociales son elaboradas. Los miembros de este comité elaboran sus votos y pueden expresar un rango amplio de opiniones, donde cada uno de los miembros sabe que los otros pueden votar y que pueden cambiar sus pensamientos y combinar sus opiniones, y que el resultado final vendría a ser el mutuo esfuerzo de todos los participantes expresado en un sentido de compromiso. Cada propuesta individual es vinculada con la acción del grupo, que la transforma de tal forma que pueda ser comprensible y aceptable por todos los integrantes. Es mediante este proceso que una representación toma todas las formas cognitivas y los contenidos que son aceptados por el grupo (Álvarez, 2004: 37). Una vez constituidas, las representaciones sociales pueden ser estudiadas desde diferentes enfoques, los dos principales son el enfoque procesual y el enfoque estructural, los cuales serán abordados en el siguiente apartado. 2.5 Enfoque procesual y enfoque estructural Pereira de Sa (1998) identifica tres líneas principales en el estudio de las representaciones sociales; una es la desarrollada por Denise Jodelet en estrecha cercanía con la propuesta original de Moscovici, que parte de la complejidad de las representaciones y se conoce como el enfoque procesual; otra línea es la desarrollada en Aix en Provence por Jean Claude Abric conocida como enfoque estructural, la cual dio pie a la teoría del núcleo central y se centra en el estudio de la estructura de las representaciones sociales. La tercera línea, más sociológica, es la desarrollada en Ginebra por William Doise, centrada en las condiciones de producción y circulación de las representaciones sociales (Pereira de Sá, 1998:74; Banchs, 2000). Las dos líneas que han sobresalido y que tienen una tradición de trabajo con mayor fuerza y difusión son los enfoques procesual y estructural. En el primer caso el estudio se centra sobre los contenidos, su sentido y su significación, mientras que en el segundo caso, el estudio se centra sobre los procesos de formación y la organización de estos contenidos (Banchs, 2000). En el caso específico de esta investigación, se decidió trabajar sobre los contenidos de las representaciones pero cabe aclarar que el hecho de dirigirse hacia en estudio de su 32 contenido no descarta que puedan ser aportados datos que se acerquen a su estructura. De hecho Abric (1994:19) señala que “el análisis de una representación, la comprensión de su funcionamiento necesita en consecuencia obligatoriamente un doble abordaje: el de su contenido y el de su estructura” (En Banchs, 2000). Según describe Banchs (2000), la idea de la existencia de estos dos modos de abordaje de las representaciones sociales surgió por la semejanza con la división que existe entre el Interaccionismo Simbólico Procesual de la Escuela de Chicago y el Interaccionismo Simbólico Estructural de la Escuela de Iowa. Sin embargo, aclara que ésta es una analogía a medias, ya que si bien el estudio procesual se asimila mucho a la postura de la Escuela de Chicago, no sucede lo mismo por el lado del estudio estructural. Veamos algunos aspectos de cada enfoque para comprender mejor hacia dónde se encamina cada uno de ellos. La aproximación procesual se centra más en el aspecto constituyente que en el aspectoconstituido de las representaciones sociales, considera que para acceder al conocimiento de las representaciones sociales se debe entender al ser humano como productor de sentidos, y focalizarse en el análisis de las producciones simbólicas de los significados del lenguaje, a través de los cuales los seres humanos construimos el mundo en que vivimos, se interesa en el objeto de estudio, en sus vinculaciones sociohistóricas y culturales específicas (Banchs, 2000). Para el enfoque procesual, las vías de acceso al conocimiento son a través de métodos de recolección y análisis cualitativo de datos y la triangulación, combinando múltiples técnicas, teorías e investigadores para garantizar la confiabilidad en las interpretaciones. Con la triangulación, más que validar las interpretaciones, se busca la profundización y la ampliación del objeto de estudio (Banchs, 2000). Por otra parte, en la aproximación estructural se estudia la estructura de las representaciones sociales con la finalidad de comprobar la teoría del núcleo central. Este enfoque se caracteriza por buscar en el estudio de las representaciones sociales, metodologías para identificar su estructura o su núcleo y por desarrollar explicaciones acerca de las funciones de esa estructura. El enfoque estructural hace uso del método 33 experimental o bien de análisis multivariados que permiten identificar la estructura de la representación (Banchs, 2000). A pesar de que esta investigación no se centra en el enfoque estructural, vale la pena hablar un poco acerca del núcleo central y los elementos periféricos de una representación pues la teoría del núcleo central ha tenido una fuerte influencia y ha aportado mucho a la Teoría de las Representaciones Sociales. 2.5.1 Núcleo central y elementos periféricos Jean Claude Abric, destacado investigador en el campo de la teoría de las representaciones sociales y profesor emérito de la Universidad de Aix-Marseille, profundizó en la idea del “núcleo figurativo” de Moscovici agregando el matiz de la jerarquía y organización, lo que dio como resultado la teoría del núcleo central. En esta teoría los elementos constitutivos de las representaciones sociales se presentan como un conjunto jerarquizado y se propone que toda representación está organizada por elementos periféricos que se encuentran alrededor de un núcleo central. El núcleo central es el elemento unificador y estabilizador de la representación. Es el elemento más estable de la representación por lo que garantiza la permanencia en contextos movibles y evolutivos. Éste será el elemento que más resistirá al cambio y en consecuencia cualquier modificación del núcleo central ocasionará una transformación completa de la representación (Abric, 2001). Es en el núcleo central donde se ubican aquellos elementos que dan sentido a la representación, son autónomos, sobresalientes y producen significados periféricos e imágenes asociadas con ellos (Moscovici, 2003). De acuerdo con Abric (1992), este sistema central es esencialmente social, y se relaciona con las condiciones históricas, sociológicas e ideológicas. El núcleo central realiza dos funciones principales: una función generadora ya que crea y transforma la significación de los otros elementos constitutivos de la representación; y una función organizadora ya que determina la naturaleza de los lazos que unen dichos elementos (Abric, 2001). 34 Por otra parte, encontramos el sistema periférico, cuya determinación es más individualizada y contextualizada, está más asociado a las características individuales y al contexto de cada individuo. El sistema periférico representa una diferenciación en función de lo vivido y por lo mismo, una heterogeneidad de contenido y de comportamiento; permite la adaptación y la integración de las experiencias cotidianas; sin embargo, esta flexibilidad no lo hace un elemento menor de la representación, al contrario, constituyen una parte esencial del contenido de la representación. El sistema periférico es el lado más accesible de la representación y también lo más vivo y concreto; es fundamental puesto que asociado al sistema central le permite anclarse en la realidad (Abric, 2001). Los elementos periféricos se organizan alrededor del núcleo central y están en una relación directa con él; su presencia, su ponderación, su valor y su función están determinados por el núcleo. Estos elementos están jerarquizados, es decir su cercanía al núcleo puede variar, entre más cerca se encuentren más fuertes son. Los elementos periféricos responden a tres funciones esenciales: función de concreción, la cual resulta del anclaje de la representación a la realidad y permite añadirle términos concretos, comprensibles y transmisibles de inmediato; función de regulación que permite la adaptación de la representación a las evoluciones del contexto; y finalmente la función de defensa, que protege al elemento central de modificación, por lo tanto la transformación de una representación se opera generalmente mediante la transformación de sus elementos periféricos. Con la teoría del núcleo central, Abric intenta dar respuestas a la frecuente crítica por la falta de precisión del concepto de representación social, poniendo de relieve una cierta organización de las mismas (Castorina, 2005). 2.6 Técnicas de recolección y análisis de las representaciones sociales Después de conocer la Teoría de las Representaciones Sociales, una pregunta importante que surge es ¿cómo debe llevarse a cabo el estudio de las representaciones sociales? Si bien no existe un manual de cómo llevar a cabo la investigación, sí se han señalado algunos principios fundamentales. 35 Las representaciones, dado que son sociales, deben ser estudiadas colectivamente y de éstas deben extraerse datos actitudinales, emocionales, formas de comunicación, de explicación causal y comportamiento del sujeto ante el objeto. Las representaciones obtenidas deben interpretarse en el contexto de donde han sido extraídas (Abric, 1989). En el análisis, se debe intentar explicar no sólo las características de las representaciones sino también el proceso mediante el cual se arraigan al grupo y finalmente, se deben señalar las derivaciones teóricas de lo encontrado. Moscovici (1993) también recomienda que las investigaciones sean transculturales con el fin de observar los cambios que tienen las representaciones del objeto en diferentes culturas. Si bien el estudio de las representaciones sociales busca privilegiar siempre el objeto de estudio y no el método, sí es importante realizar un abordaje metodológico variado y con principios rigurosos, de tal manera que permitan a otros investigadores replicar el estudio en cuestión. La recolección de las representaciones y el análisis de los datos obtenidos no es una tarea fácil, la elección de una metodología es determinada, por supuesto, por consideraciones empíricas (naturaleza del objeto estudiado, tipo de población, imposiciones de la situación, etcétera), pero también y de manera fundamental por el sistema teórico que sustenta y justifica la investigación (Abric, 2001). A lo largo de la historia de las representaciones se han utilizado múltiples instrumentos, tal como encuestas, análisis de contenido, entrevistas semi-directivas y no directivas, encuestas abiertas y cerradas, entre otros. El estudio de las representaciones sociales necesita métodos que identifiquen los elementos constitutivos de la representación y la organización de esos elementos, identificando el núcleo central de la representación. Un estudio ideal de representaciones sociales que abarcara tanto el enfoque procesual como el estructural debería realizar una aproximación multimetodológica organizada en tres tiempos sucesivos: 1. La identificación del contenido. 2. El estudio de las relaciones entre elementos y su jerarquía.
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