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La libertad ds Imprenta no tl«ne mis limites quo el respeto i la vida privada, la moral y á la pal pública.—Art. 7 ° da la Constitución. Periódico Independiante de combate. Director: RICARDO FLORES MAGON. Cuando lo Ropilbllcü pronuncie su voz soberana, aorá forioao someterso~¿ dimitir.—GAMBETTA. , «Jefe de Redacción: Juan Sarabia. AÑO I.—2a ÉPOCA. 305 "W. Mueva Street.—I*. O,jüox, II33.—©l«l Pboiic. 384-3 R. Administrador: SAN ANTONIO, TEX. E. U. A.—Enero 21 de 1905. Enrique Flores M agón TOMO I I I . - N o 12. Entered a» sccoiid-clims matter, Noveinbcr 5 I904, a* Uie post office nt Sau Antonio, Xexaa, uiider tlie Ac* of Congress o< Mareta 9, La conflagración del porvenir. Conservadores, científicos y reyístas. El clericalismo ha sido nuestra gangrena secular. El clero ha, sido iempre el obstáculo par nuestra li- bertad y la remora de, nuestro progreso. El clero, siempre ambi- cioso de preponderancia y de domi- nio, ha sido pac{fico,cuando con la paz ha medrado, pero ha sido tras- tomador, ha provocado l a revuelta intestina y la invasión extranjera cuando se ha'pretendido disminuir sus privilegios y poner coto á sus rapiñas. El clero ha sido el anate- matizador y el asesino de nuestros héroes más gloriosos y ha sido el glorificador y el cómplice.de nues- tros más odiados tiranos. ' ' No es extraño vef al clero confor- me con el Gobierno actual. La paz tuxtepecana ha sido tan fecunda en bienes para el clero y los conserva- dores, como letal para las energías de la Nación. El clero ha colabora- • do eficazmente en la gigantesca obra de abyección que el Gral. ^Díaz ha llevado á cabo para sostener su Dic- tadura, y en cambio el Autócrata ha concedido al clero el derecho de violar todas las leyes, que es la su- ma de todos los privilegios. La cle- rigalla sé envanece de vulnerar constantemente las Leyes de Refor ma con actos de culto externo, con el uso público de trajes talares, con* la existencia de centenares de con-í iventos, con la acumulación de bie- nes, etc, etc, y los individuos y los órganos del Partido Conservador no ©cuitan su admiración y su cariño p"ó"r el Gral. Díaz. El clero está sa- tisfecho porque domina al Dictador, porque tiene impunidad para sus explotaciones y sus crímenes, por- que puede pisotear impunemente la gran obra liberal de Juárez y porque ha obtenido la preponderancia£polí- tica que ha sido su eterna ambición. Ahora bien ¿cuál será la actitud del clero el día no lejado que el de- crépito Dictador desaparezca? ^Co- mo obrarán los conservadores ante la rebelión que irremisiblemente ha- brá de levantarse contra el Gobier- no ilegítimo de Ramón Corral? La respuesta es sencilla para quien haya observado los últimos acontecimientos políticos en que de algún modo ha figurado la minús- cula personalidad de Corral: Cuan - do la Convención Nacionalista lan- zó la Candidatura del desconocido sonorense, la Nación en masa pro - testó, sintiéndose ultrajada por el encumbramiento de ese obscuro personaje, y solamente la prensa clerical enlodó sus columnas copian do las adulaciones que los periódi - eos semioficiales tuvieron para Co - rral. Es fácil comprender que la elevación de este sujeto fue cónsul - tada por el Gral. Díaz al Clero y aceptada, si es que no había sido re- comendada por éste. Corral imita - rá al Gral. Díaz, según lo ha re"pe - tido constantemente, y por tanto, conservará al clero todos los privile- gios de que goza con el actual Dic- tador. Además, por su insignifican- cia personal, por su falta de presti- gio y de fuerza propios, Corral np se- rá más que el instrumento de Par- tido que lo sostenga en el Poder, y esto bastaría para que el Clero se empeñara en sostener 4 Corral, si para ello no hubiera les demás ra- zones que hemos expuesto. Cuando muera el Gral. Díaz, el pueblo, para hacer efectivas sus li- bertades, no tendrá en rigor que lu- char contra Corral, sino contra el Clero, el eterno aliado/ de los tira- nos¿ elimplacable buitre de los pue- blos. *** El Gral. Díaz, que por la traición y la brutalidad desorganizó al Par- tido Liberal para impedir que esa honrada fracción política lo arroja- ra de la Dictadura; el Gral. Díaz que siempre procuró aplastar al único. Partido que si hoy existiera organizado, evitaría las tremendas catástrofes que se vislumbran en el futuro, ha permitido en cambio el desarrollo de dos grupos que nin- gún provecho y sí grandes males han causado y causarán á la Na- ción, pues se caracterizan por el m4s repugnante personalismo y su existencia es sólo el producto de bajas ambiciones. Nos referimos á los grupos cien- tífico y reyista, que no permanece- rán inactivos á la muerte del Dicta- dor, ya que se odian y han jurado exterminarse. Los Científicos no tentarán la aventura de rebelarse contra Corral para llevar á la Presidencia á su antiguo Jefe, el débil Ministro Li- mantour. Los científicos no tienen convicciones y lo único que les in - teresa es que el Gobierno sea co- rrompido, para que les llene de oro las faltriqueras. Como el clero, han sido beneficiados por la Dictadura, y como el clero "se unirán á Ramón Corral paaa conservar- y aun au- mentar sus negocios, sus concesio- nes, sus empleos. ' El clero, los científicos y Ramón Corral se apoyarán mutuamente porque siendo todos ellos elementos de tiranía y temiendo las vengan- zas del pueblo, es natural que en su unión busquen la fuerza necesa- ria para imponer á la nación la nue- va Dictadura y para1 contrarrestar los empujes revolucionarios de las inmensas masas populares. *** El reyismo es enemigo de Corral porque el reyismo quiere adueñarse del Poder. El reyismo odia á los científicos por envidia, porque todos los cien tíficos son ricos, mientras que cas: todos los reyistas son miserables. El único millonario del reyismo es el Jefe de la pandilla: Bernardo Re- yes. El héroe del 2 de Abril en Mon- terrey sueña con lá Presidencia. No lo han curado de su ambición ni los inumerables fracasos que componen su triste carrera política ni la tem- pestad de odios que se agita en tor no suyo y que él mismo desencade- nó con su tiranía siniestra y ensan- grentada. Bernardo Reyes ha jurado tirani- zar al pueblo mexicano, ha jurado diezmarlo 'y saquearlo, ha jurado vengarse del desprecio con que hoy lo flagela la nación. Bernardo Re- yes, cobarde para levantarse ante el Gral. Díaz, aunque lo odia y lo ataca en sus periódicos de un modo vergonzante, solo espera que el Dic- :ador se hunda en la fosa, para lan- zarse á la revuelta. Bernardo Reyes se rebelará con- tra los científicos, es decir, contra Corral; el pueblo también se rebe- ará contra Corralj pero Reyes y el pueblo serán enemigos entre sí, por- que el pueblo luchará por la liber- :ad y Reyes combatirá por entroni- zarse él mismo. El pueblo, para inplautar el Go- bierno Constitucional y democráti- co con que sueña la nacióu, necesi- tará someter al clero, y enviar á Bernardo Reyes al patíbulo que lo reclama. Vencidos el clero y Bernardo Re- yes, el país podrá estar seguro de su triunfo^ pues los científicos no significan tuerza ninguna y Ramón Corral, aislado, no tiene más repie- i ientación que la muy modesta de simple figura decorativa. La autoridad, que debiera ser la encargada de velar por los intere- ses y vidas de los habitantes, se en- trega al vandalismo y al asesinato. Autorida- des cafre 5. No hay un lugar de la Repúbli- ca donde no impere la tiranía en to- das sus -formas. El Prefecto Político de Badira- guato, Sin., un tal Eligió Abitia, tiene abrumados á los ciudadanos. Ese individuo es hijo de un anti- gup_cacique de Badiraguato, hom- bre de perversos instintos que des pedido de la Prefectura ha aprove- chado -ra-presencia de su hijo-en ella para continuar extorsionando á los vecinos. ~~~ Eligió Abitia, aprovechándose del puesto que ocupa, dirije una gavi- lla de bandidos que merodea por el Distrito. Roba descaradamente el ganado de los vecinos diciendo que se t rata de animales mostrencos. Impone castigos injustos á las per- sonas que no se doblegan ante él, ó que se nieganá prestar a lgún servi- cio á su padre ó al presidente Mu- nicipal, un rufián que responde al nombre de Pedro Castro y es tio su- yo-, . . . . . . ... . . . . . . . . , Abitia es un bribón redomado que manda matar á los ciudadanos honrados que se rehusan á pertene- cer á su camarilla de lacayos. Hace unos dias que intentó asesi- nar á uno de los vecinos más carac- terizados de Badiraguato, emplean- do el sistema que emplea Bernardo Reyes para deshacerse de sus ene- migos políticos. Ofreció determi- nada cantidad á un individuo, pe- ro su criminal proposición fue re- chazada y el individuo avisó á la víctima del peligro en que se encon- traba. Abitia fue acusado hace poco de haber dado tormento á un pobre hombre, por sospechas de ser éste el autor de un pasquín que el P re - fecto bandolero encontró en su bal- cón. Abitia quedó convicto y con- feso del delito por el cual se le acu- só, se le suspendió en sus funciones por unos cuantos dias y después el imbécil Gobernador Cañedo lo per- donó, pues está probado que los de- lincuentes se protejen. Un dia, un valeroso ciudadano, despreciando los peligros, se le en- caró al bandolero Abitia y después de reprocharle su criminal conduc- ta, lo desafió. Pero la cobardía es común en los tiranos, y Abitia no aceptó. Una hora después se apos- taban en los caminos varios policías para asesinar al digno ciudadano que había tenido la entereza de de- safiar al cobarde déspota. Lo que ocurre en Sinaloa no es más que un reflejo de lo que ocurre en la República bajo el gobierno de Porfirio Díaz. Las logias reyistas. Bernardo ReyeB oontinúa su labor d6 intriga para escalar la Presiden- cia de la República. Obligó á su hijo Rodolfo á que re- flnnoiara la cátedra de Derecho Constitucional en la Escuela Nacional cU, Jurisprudencia. Rodolfo marohara df-ntro de poco á Monterrey desde don- d-. dirijlrá los trabajos encaminados á la elevación de su padre. Bernardo Reyes por su parte, no pierde tiempo y procura la formación ds nuevas logias reyístas no solo en Monterrey sino en todas las poblado- ras de alguna importancia en la Re- p-lblieaj ' |E1 General Jesús Alonso Flores, n vista consumado, es qtiien dirige la pjlítiea de las logias reyistas que se e! tan formando en el país. Esas Itígia» han nombrado á Ber- nardo ReyeÉTinspector general y de él rveiben inspiración y consejo. Nuestros correligionarios no deben {.«rder de vista los movimientos de i^rnardo Reyes, que comienza á pre- (jerarse para asaltar la silla presi- dencial. Damos esta noticia para que no se Uejen sorprender aquellos de nuestros o.^religionarios que sean masones. Tribuirles corrompidosJ El Gobierno de Blas Escontrfa se ha distinguido por su pésima admi- nistración de Justicia, más aún, por su corrupción escandalosa en el im- portante ramo judicial. En los tribunales potosinos, más que en cualesquiera otros, se nota esa corrupción dé la justicia, que es inelu dible resultado de toda tiranía. El di- nero y la consigna reinan como dos soberanos en esos tribunales envilecí dos, que son instrumentos, ante todo, del Gobernante que los utiliza en sus venganzas, y en seguida del que tenga mas monedas para inclinar á su favor un platillo déla simbólica balanza. El Presidente del Tribunal Supremo de Justicia, José de Jesús Jiménez, es el¡primero en dar ejemplo de mercan- tilismo, el primero en comerciar con el puesto que ocupa. Es á la vez liti- gante y magistrado; patrocina nego- cios que él mismo falla, naturalmente á su favor, y percibe emolumentos co- mo abogado, del público, y sueldo del Estado, por el cargo judicial que pé- simamente desempeña. Los otros Ma- gistrados del Tribunal Supremo imi- tan1 al Presidente y como él litigan, violando preceptos terminantes de la Constitución local. Jiménez fue acusado ante la Legisla- tura, por su conducta delictuosa-, pe- ro fue absuelto por consigna de Es- contria. El y los otros Magistrados tienen una soeiedad tenebrosa con el cleri- cal Primo Feliciano Velázquez, abo- gado menos- que mediano y Director del papasal mocho "El Estandarte" subvencionado por Monte» de Oca y Escontría. El contrato social de es- tos explotadores de la justicia consta de dos cláusulas sincillísimas: los Ma- gistrados fallan á favor de Primo Fe- liciano, cuanto negocio lleve éste á los Tribunales, y Primo Feliciano divide las exhorbitantes ganancias de su pro- fesión con los Magistrados. Así se ve que Velázquez no pierde jamás un ne- gocio, no obstante la bien conquista- da fama de nulidad jurídica de que goza el clerical abogado. Seguro de su influencia, Velázqnez se comprome- te á triunfar en los casos más difíciles y en los más turbios asuntos, y triun- fa, siempre que se le pague bien. En muy poco tiempo se ha enriquecido. La corrupción, la putrefacción ab- Boluta del Tribunal Supremo, el pri- mero del Estado, tiene naturalmente qne reflejarse en los tribunales infe- riores. El hecho que vamos á relatar lo demuestra. El Sr. Leónides Rosas, vecino de Soya Verde y de tránsito en C. del Maíz, S. L. P. promovió ante el Juzga- do de lo Instancia de ese Distrito un juicio ordinario cobre nulidad de uoa testamentarla, contra D. Felipe Ro- sas. El apoderado de éste promovió con tal motivo una providencia pre cantoria para asegurar el pago de las costas que pudieran causarse en ese juicio, y desde luego se dictó y llevó á cabo el secuestro precautorio de to- dos los bienes de D. Leónides Rosas, con lo que este seflor quedó sin ele- mentos, y sólo con grandes sacrificios pudo continuar el juicio El embargo sufrido por Don Leó- nides es de todo puDto ilegal, pues el promoventeDon Felipe Aguilar lo so- licitó para asegurar el pago de unas costas que todavía, DO se causan, ni se conoce su monto ni se sab<» si el em- bargado saldrá condenado á pagar- las, y aparte de esto el citado promo- vente no justificó su personalidad ni su derecho para gestionar; la fianza que otorgó carece de Jos timbres de ley, lo que la nulifica; no consta lâ idoneidad del fiador, no entabló Agui- lar su demanda por tnes mil pesos, á lo que supone ascenderán las cuotas, dentro del término de tres dias que fl ja la ley, y en general, DO ajustó sus promociones á los preceptos' legales. Fundado ea estas razones y en otras que detalla ampliamente en su escrito respectivo, el Sr. Leónides Rosas pi- dió que se levantara el embargo que estaba sufriendo, y el Juez 29 Popular Magdaleno Martínez, en Marzo del año pasado, mandó en consulta los autos al Asesor legal, Lie. Esteban Ruiz, Juez de Ia Instancia de Río Ver- de, quien se separó del Juzgado, en- tregándolo al Lie. Moisés García. Pasó el tiempo, y oomo los autos no se devolvían, se libró oficio recorda- torio al Juez de Rio Verde, y Moisés García contestó que ni en el archivo ni en los inventarios según los cuales le hizo entrega» el Lie Ruiz, existían ios autos de ¡*» providencia precauto- ria. Se preguntó por oficio á Ruiz que había sido de esos autos, y no contestó, aunque se asegura que al se- pararse del Juzgado dejó en él los re- feridos autos. El extravío de ese expediente impli- ca la comisión de un delito, y todo hace comprender que ese extravio no es casual sino intencional y llevado á cabo por los enemigos de Don Leoni- dez Rosas, que cuentan con el apoyo de un personaje político que quiere perjudicar al embargad^. Don Leónides Rosas ha compareci- do ante el Tribunal Supremo de Justi- cia del Estado, denunciando el hecho y pidiendo que se abra una averigua- ción y se aplique á los culpables el castigo á que se han hecho acredores. ¿Se hará justicia? • • Si D. Leónides Rosas estuviera pa- trocinado por Primo Feliciano Veláz- quez, vería triunfar su causa, aunque ella fuera la más innoble y la más in- justa; si tuviera una recomendación de Montes de Oca ó del tartufo Escon- tria, también obtendría el triunfo; si se presentara con los bolsillos reple- tos de oro ante las miradas codicio- sas de los venales Magistrados, triun- faría también. Pero como DO tiene más apoyo que el derecho ni más am- paro que la razón, lo más probable es que veapisoteada lá justicia que lo asiste por ese alto Tribunal potosino donde sólo hay corrupción en vez de conciencia y mercantilismo en lugar de rectitud. Parece que nuestro artículo «La Corte de los Milagros» no agradó mucho á Viesca y á sus paniagua- dos, cosa que no tiene nada de ex- traño, porque en ese artículo diji- mos más de una verdad amarga á la pandilla de bellacos que oprime al noble pueblo de San Pedro, Coah. El pasquín que sostiene Adalber- to Viesca con los fondos del Muni- cipio, nos llena de injurias en su úl- timo número. El truhanesco cír- culo oficial está rabioso porque lo hemos exhibido, porque lo hemos desnudado, porque hemos descu- bierto su lepra y su hediondez. La inmunda hampa que se sostiene sa- queando la Tesoreria de San Pedro y explotando la inmoralidad y el vicio, se enfureció con nuestro artí- culo porque en él empleamos el ar- re: la verdad. ¿Quién podrá tomar en cuenta as defensas del pasquín'' Hablar de la nitidez de Viesca es hablar del perfume de una letrina, pretender que Hickmau y Me-ndívil sean ho- norables es pretender que la pureza resida en los estercoleros. Adalberto Viesca es un malvado. Sus abusos como autoridad, sus ra- piñas en el Tesoro público y sus múltiples infamias,, para las qne lia buscado la complicidad del bando- lero Juan Guajardo, le habrían abierto las puertas de un -presidio en cualquier pais donde hubiera un átomo de honradez gubernativa. Ricardo Hickinan es un tahúr de profesión, y además, cuenta en su historia hazañas que le hubieran acarreado gran prestigio entre los patibularios miembros de la Colonia de la Bolsa, Ricardo Hickman ha sido Forprendido in fragantí', com- prando algodón robado, á las doce de la noche, y ha estado por esto varios meses en la cárcel. Hick- man instigó á su hijo mayor para que robara á la casa de Bahnsen; el chico fue procesado, pero se sotó que la familia disfrutó de comodi- dad y abundancia. Hickman ase- sinó cobardemente al joven José Eduardo Gámez, y aunque fue pro- cesado por este crimen, lo salvaron las influencias de Viesca. Hickman, por medio de, fraudes y trampas, despojó de sus bienes y dejó en la miseria á la familia de D. Jesús Mier, y llevó su desfachatez hasta exhibir públicamente las alhajas de la familia despojada. Hickman ha estado más de ocho veces en la cárcel por delitos del orden común; alguna vez se ha proporcionado el placer imbécil de dirijir anónimos á las familias de San Pedro; hoy ga- rrapatea ditirambos inverecundos en honor de Viesca que le concede por $200.00 mensuales la exclusiva del juego, y vive del desplumadero que tiene establecido en el hotel de Arscnio Cubillas Gutiérrez. Hickman no tiene el menor de- recho para .hablar de honradez y dignidad y las ' ̂ nrias de mujer- zuela ebria que ni., dirige, ni nos hieren ni provocan siqu: 'ra nuestra cólera: sencillameutenosc^san as- co. José M. Mendívil es un redoma- do bellaco, con el agravante de la dipsomanía, y no habrá quién haga caso de él. En un tiempo se fingió independiente y sacó buen dinero á los oposicionistas, en calidad de préstamo, y cuando lo hubo dilapi- dado en cantinas y prostíbulos, fue á venderse á Viesca, que lo aceptó con los brazos abiertos. No sólo no ha pagado Mendívil á los oposicio- nistas el dinero que les estafó, sino que los insulta descaradamente en su papasal. Vive recorriendo las cantinas, á caza de amigos que le obsequien una copa. A este infeliz podríamos callarlo con algunas bo- tellas de tequila. ma que más teme y que más la hie-1 (ras circulares. MUY IMPORTANTE Suplicamos á n 7/csí? os ama bles ¡7ibs- criptores se si 1 van enviarnos síes pa- \gos tan pronto como les ¡Uguc nucsito ' aviso. I A las personas que reciban nues- tro aviso y ya hayan enviado sus pa- gos, ¡es agradeceremos nos dispensen, pues es fácil que se nos /tata escapa- do algún aviso por ser ciciido ti nú- | mero de nombres que tenemos en lista- Es preciso no olvidar que todos los I envíos deben hacerse precisamente á Ricardo Flores Magón 50j W, 1 Nueva Sí., y no 405 como equivoca- damente aparece en algunas de núes- .1 *:. REGENERACIÓN. La Dictadura se Inmoralidad esoaudalosa, El asunto que en estos momentos llama poderosamente la atención pública, es la acusación que el Pro- curador de Justicia del Distrito Fe- deyal hizo la seniaun pasada contra los Magistrados de la 4.1 Sala del Tribunal Superior, formada por Emilio Alvarek como presidente y los Lies. Kuiilio Zubiaga, y Martín Mayora. Se acusa á la Sala de haber ab. suelta á un reo que, convicto y con- feso del delito de robo, había sido condenado en primera instancia. El periódico de Spíndola que es el encargado de formar 6 de des- truir reputaciones según conviene al Dictador, consigna el hecho co- mo para dar á entender que el Go- bierno se preocupa por exijir res- ponsabilidades á los funcionarios para moralizar la administración, La actitud del periódico de Spín- dola resulta imbécil, porque los me- xicanos sabemos á que atenernos sobre la moralidad de la adminis- tración de Díaz en la que no creen ni los niños. La nueva Ley de Or- ganización de Tribunales ha moti- vado infinidad de procesos contra jueces arbitrarios y venales que han violado la ley. En virtud de esos procesos se han encontrado irregu- laridades sertas que ameritaban un castigo para los funcionarios respon- sables, y todavía no se da el caso de que uno de esos delincuentes ha- ya sido castigado. El Diario de Jurisprudencia casi todos los dias publica una sentencia absolutoria. Bajóla administración de Porfi- - rio Díaz no se hacen efectivas las responsabilidades, y por lo tanto, es ridículo, es necio, es odioso que El Imparcial quiera prestigiar á sus amos cQn méritos que no tienen. La acusación presentada por el procurador de Justicia del Distrito Federal contra Emilio Alvarez y los Magistrados Zubiaga y Mayora, no obedece indudablemente á un ele- vado y sano y confortable anhelo de purificación judicial. En el fon do de esa acusación debe haber algo no tardaremos en cono-sucio que cer. Hacía algunos meses que Emilio Alvarez Había perdido algo del afec- to de que disfrutaba por parte del Dictador y muy especialmente del Ministro de Justicia Justino Fernán- dez, y aun se rumoraba que para el año actual nada significaría para la judicatura dicho individuo. El Gobierno encontró en la abso- lución del reo convicto y confeso de robo un pretexto para hundir á Emilio Alvarez, y así lo ha liecho tocando á los otros dos Magistrados parte de la desgracia en que se ve envuelto Alvarez. Hay en todo esfe asunto mucho de repugnante y mucho de sucio. Emilio Alvarez era el Presidente de la Sala, y sabido es que el Dicta- dor pone en esos puestos principa- les á los individuos que, por su ser- vilismo, son los más á propósito pa- te de banco para ponerla á su ser; vicio, '• ' Los Magistrados no pudieron des- confiar de Euiilio Alvarez, tautopor el carácter de Presidente de la Sala que tenía como por el favor especial que era público y notorio gozaba de parte de! Ministro Justino Fernán dez, quien le estaba agradecido por los servicios íntimos que recibía de él. Nadie ignoraba la calidad de esos servicios, ni la estima que á Alvarez le valían., • Estos hechos revelan la inmorali- dad que corroe como una llaga á la administración de Porfirio Díaz. Si en nuestra infortunada Patria fuese respetada la ley por los gobernantes, no se habría dado un caso como el que en estos momentos tiene escan- dalizada á la sociedad. Los Magistrados, los Diputados, los Gobernadores, los Jueces, los Presidentes Municipales, todos los funcionarios de elección popular pierden su personalidad, pierden su iniciativa y pierden su honradez tan pronto como asumen un cargo que deben al favor del Autócrata y no al voto del pueblo. Para sostenerse en los puestos qtie como mera gracia obtienen los fun- cionarios, tienen que poner sordina á su conciencia; tienen que endure cerse el rostro para que la> vergüen za no se los encienda, y si su cora- zón es noble, tienen que envilecerlo convenientemente; y si su dignidades rígida, hay que doblegarla, hay que macerarla, hay que torturarla. Mediante esa extraña disciplina cuando el funcionario conveniente mente amaestrado sabe tener moda' les de caballero y sentir como laca yo, entonces medra, entonces hac< carrera y puede pasear triunfalmente su alma enlodada. Porfirio Díaz es el culpable de escándalo dado por la 4a Sala de Tribunal Superior. El ha procura' do que los funcionarios no ajusten sus determinaciones á los precepto, de la ley sino á los términos de la consigna, y los, Magistrados acusa- dos creyeron en el caso de la abso- lución del reo convicto y confesc del delito de robo, que Emilio Al varez les llevaba esa vez la consig na como tantas otras veces habí; ocurrido, apresurándose á cumpli mentarla para no aparecer como de sobedientes al mandato del César ó de su Ministro. Porfirio Díaz es el culpable de ese escándalo, porque en virtud de su tar- tuferia que lo obliga á fingir pureza republicaua cuaudo oficia de Dic- tador, no da él abierta y francamen- te las consignas, sino que echa ma- no del rodeo vergonzante, y sus in- elices lacayos no saben distinguir uaudo.se trata de una consigna ó cuando se trata del interés exclusi- o de sus conocidos instrumentos. No es el primer caso que se re- ;istra en la historia <le la jesuítica tiranía tuxtepecana, de que Ips in- dividuos reconocidos como instru- mentos de Díaz abusen del favor íiriibíado de servidor confidencial ó w Porfirio Dínz trata de sustituir ¡tu© de sus lacayos, por convenir así su política, De todas maneras, la Dictadura se lia exhibido, deforme, purulenta, uueutnble. Ha sacado á luz sus y luí concluido por con- vencer de que su organismo se des- barata á fuerza de corrupción y ele podredumbre. Ln acusación contra la 4a Sala «o güinca el comienzo de una era de* regeneración, porque si así fuese, los demás Salas estarían igualmen- e acusadas, y los Jueces todos jto estarían también, y los Diputad estarían alojados en las bartolinas y el Dictador y sus Ministros y sus obernadores estarían respondiendo de sus delitos 06cíales. No hay que abrigar esperanza al gima de regeneración en nuestra Patria mientras Porfirio Díaz per- uanezca en el Poder, porque esa permanencia significa que se burla la ley, que se burla al pueblo, que los funcionarios seguirán escalando los puestos según la flexibilidad de sus espaldas. Mientras en nuestra Patria valga más la abyección que la dignidad, no habrá esperanza de regenera ción. Mientras valga más la recomen- dación que el mérito, no habrá es- peranza de regeneración. Mientras valga más la repugnante conducta de un marido ó de un pa- dre Complacientes que el voto popu- lar, no habrá esperanza de regeneL ración. Por otra parte, no creemos qutt se castigue á Emilio Alvarez. La» responsabilidades son ilusorias, por- que sí se hicieran efectivas tendrían que ser descubiertas muchas com- plicidades siniestras, muchas coin¿ placeadas culpables. Ligados para hacer todo el mali posible á la Patria, los funcionarios no pueden castigarse los unos á loS otros. Emilio Alvarez dejará un puesto para ser favorecido por otro por convenir así á la política de la Dictadura, y se habrá representado una comedia más en la que los ac- tores forzados son los funcionarios que sin vigor para erguirse y pro testar indignados contra la -farsa hacen el papel de reos, convencidos como los histriones de que al termi- nar el acto no sefátí más desgracia dos que cualquier mortal. úe i ra dar á conocer á sus colegas el sentido en que los tiranos desean que se fallen los negocios. El Pre- sidente de cada Sala es el que direc- tamente recibe las consignas y las comunica á los Magistrados. Emilio Alvarez abusando de su preponderancia, aconsejó á sus co- legas que absolviesen al reo convic- to y confeso de robo. Los Magis- trados atendieron el consejo poTque creyeron que era la consigna que había recibido Alvarez, y absolvie- ron. No puede ser más escandaloso el asunto, porque si los desdichados Magistrados atendieron las indica- ciones de Alvarez, se debió á que el funcionario mexicano que no obede- ce una consigna es destituido, ellos creyeron que Alvarez, como en otras ocasiones, no obraba por sí mismo, sino por mandato del Dic- tador ó de Justino Fernández. A muy serias y á muy tristes re- flexiones inducen los hechos apun- tados, porque ellos hacen fortalecer la convicción de que el pueblo me- xicano se asfixia en un medio de corrupción y de crimen. La Justi cia, que debiera permanecer invio- lable, es monoseada por ios tiranos y por todo aquel que tiene un biiie ¡can inclementes. La Sra, Mercedes Guillé» solía ugar lotería de tablas con su fami- ia y algunas nifiitna para distraerse. Súpolo el Gobernador y fulgiendo moialidatl aprehen- diese á la señora y se la multase, : La'infamia se qonstiuió porque sé rátaba de personas humildes que se distraían honestamente. En cam- bio, cuando el Gobernador y su pandilla se entregan. á los excesos orgiásticos que •acostumbran, no hay quien Ose molestarlos. I Así se gobierna bajo la adminis- tración de Díazl ' • « 1 • » » 1 — México Pacificado. son niás civilizados que las autori- dades. • • * , » • LOS WlCiOS ñ Uiin circular Este es el título de un interesante libro escrito por el conocido escritor Sr. Adolfo Duclós-Salinas. El autor expone en la obra de que se trata la maquiavélica labor de Porfirio Díaz, y delinea acerta- damente la fatídica' figura de Bei> nardo Reyes. Cuantos deseen conocer las artes de que se valió En Campeche ya no se soporta 1 tiranta del Gobernador García. Si- guiendo el sistema del Centro de re- pletar las arcas del Erario en pro- vecho propio y á costa de la indus- tria, del comercio, de la agricultu- ra y de la salud del pueblo, ha au- las isa- Porfirio Díaz para imponerse y tiranizar, así como ver en sus detalles la obra de sangre de Bernardo Reyes, pue- den conseguir su objeto leyendo el libro «MÉXICO PACIFICADO » La obra cuesta en la República Mexicana: * ^ Por Exprese, C. O. D. . . .$6,00 moneda mexicana. > Por Correo, pago adelantado, $5 00 moneda mexicana. Para los pedidos cürijirse precisa- mente al SR. ADOLFO DUCXÓS SA- WNAS, 418 K. THIRD ST., SAINT LOUIS, Mo., E. U. de A. Generosidad de los yaquis. Los periódicos del Gobierno han reanudado la ingrata tarea de deni- grar á los yaquis, llamándoles ban- didos y pidiendo para esa enérgica raza todos los suplicios y todos los anatemas. Conocidos son ya por todos los mexicanos los justos motivos que obligaron á -los yaquis á levantarse en armas. El Gobierno en unión de algunos aventureros rapaces los despojaron de sus terrenos. Pidie- ron los yaquis que se les hiciera jus- ticia y como no se les atendió, han tenido que hacerse justicia por sí mismos. Ese fue el origen de la guerra del yaqui, guerra que ha producido al- gunos millones de pesos á Ramón Corral, Rafael Izábal y al idiota Gral. Luis E. Torres. Estos hechos son sabidos de me- moria por los periodistas de alqui- ler; no desconocen esos envilecidos escritores que es santa y es justa la causa que defienden los yaquis, así como es salvaj-e la guerra que se les hace. Los yaquis no son bandidos- Des- enera cion Jauttriry 2Xth X905. Subscriptíon rates: Per anfluirt,, , , ,¡ Per 6 tÚQÜtus, „ „' $3, ••I, OQ IO gold. mentado los impuestos á un límite I pojados de sus propiedades tienes de que gozan para su exclusivo pro- vecho. El Magistrado Andrés Horcasitas, de funesta memoria, abusó más de ana vez de su papel de portador de consignas, logrando sorprender á la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El hediondo Heriberto Barrón, abusó del mismo modo cuando el fatídico Bernardo Reyes fue Minis- tro de la Guerra. El mismo Emilio Alvarez antes del caso que ha provocado el actual escándalo, abusó de su papel de portador de consignas, no una. sino mil veces sin haber sufrido castigo. ¡Cuántas veces ha abusado Alfre- do Chavero del servilismo de los emasculados Diputados fingiendo consignas que no ha recibido! Y hasta hoy, nunca se había cas- tigado á los eunucos,lo que signifi- ca que en el fondo del escándalo ac- tual debe haber algo sucia relacio- nado con la cenagosa política dicta- torial. La acusación presentada por el Procurador de Justicia del Distrito Federal, no significa que en nuestra Patria se inicie una era de regenera- ción. Esa acusación sencillamente significa que Justino Fernández t>¡ que 110 se pueden resistir. Varias casas "de comercio han suspendido sus negocios y el pueblo emigra en busca de pan y de garantías. Ni en la vergonzosa época del ba- randihuio afligieron á Campeche tantos males como en la actualidad. Bajo la tiranía del gobernador Gar- cía no se ha inaugurado una sola obra material. Las escuelas públi- cas están en el mayor abandono. Los maestros ganan quince pesos al mes, pero un Director protegido del que. subsistir de algún-modoya que el Gobierno los redujo á la miseria. No emplean la violencia sino cuan- do son atacados. Hace algunos días los yaquis sor- prendieron á unos carreros en un En los Estados del Sur dé los Es* todos Unidos, especialmente cu Te- xas, los mexicanos pobres son obje- to por parte de los americauos de los más duros tratamientos. Se les equipara 5 veces á ios negros, se les niega el respeto y la considera- ción que se les guarda á *jos indivi- duos de etras nacionalidades, y todo el lujo de injusticia, de ofensa y desdén que con ellos gastan los americanos, no hace que uno solo de ios Cónsules de Porfirio Díaz le- vante una protesta, formule una queja, haga una enérgica reclama- ción al ver lesionada en cada mexicano ultrajado y despojado de sus garantías, á la misma nación cuyo decoroé xije que sus ciudada- nos sean en todas partes respetados. De Rulevíile, Mississipi, tenemos correspohdeadas que pintan la tris- te situación á que se ven reducidos nuestros compatriotas pobres, sin tín apoyo áé parte de los Cónsules, DÍ de las autoridades americanas que los ven con recelo, y que por razones de nacionalidad se inclinan en sus simpatías del lado de sus pai- sanos. ' Un americano mató á un mexi- cano y aun no se ha hecho justicia. A tres/mexicanos los mandaron azo- tar capataces yankees so pretexto de que los mexicanos no querían piscar, Contrataron algunos ran- cheros americanos trabajadores me- xicanos para sus piscas y habién- dose comprometido apagarles pasa- je de regreso y un jornal de 65 á 75 es, faltaron á su compromiso dán- doles menor jotnal, negándose áen- tregarles el pasaje de regreso, y re- bajándoles todavía en sus .pagos de diez á quince pesos á los que se se- paraban del trabajo antes de termi- narse la pisca; aun cuando hubiese expirado el plazo del contrato y por lo mismo los mexicanos hubie- sen tenido el derecho de separarse; derecho tanto más grande y justifi- cado, cuanto que con ellos se habían violada los_contratos conforme á los cuales se habían comprometido á trabajar. Esto pasa en Ruleville, Mississipî y esto mismo pasa con variantes po- co esenciales en todos los lugares donde trabajan mexicanos en los Estados del Sur. Los mexicanos son robados, ve- jados, asesinados, viven sin garan- tías expuestos^, los brutales proce- dimientos de amos sin entrañas, y en el entretanto los Cónsules y el Gobierno de Porfirio Díaz no hacen otra "cosa que íeñdTf parias af yan- kee. Y cuando las quejas de los nacionales residentes en el extranje- ro llegan á tal punto que obliguen al inepto Gobierno á volver la cara y á oirías, aunque sea para fingir Director y Propietario Ricardo Flores Mogón. CONDICIONES: Su pttWIca lo» sábados. El númsto «jaita vala cinco centavos oro on les Estados Unidos do] Norte y dl«l canta vos pla- ta en la República Mexicana. Los prados de subscripción ion como SIEUSI En los Estados Unidos del Norts por un somoo- tre, pago adelantado '" • $ t . 10 Oto, Por un anp, pajo adelantada 2. 00 oro. En IB Ropilbllca Moxlcana por un semestre • pago adolontado $ 2. 40 plata. Por un año, cago adelantado 4. SO u El el unto do ejemplares vals pira los Agentes: En la República Moxlcana. $ 7. 00 plata, En los Estados Unidos dsl Norto— 3. 00 oro. Loa envíos do diñara puodon hacerse por Otra Postal Internacional, por Express, on Billetes de Banco 6 an Timbres Postales. NOTA.. JSstoa precios se aplican á las personas qw manaan pagar dircctavMn* le sus subscripciones stn nacesidad dte co- hrarles. A las versónos & quienes estufemos núes tro periódico y %o manden pagar, se les cargartí un vexnie por ciento sobre los pre- cios arriba expresados. Para todo asunto áiríjifse al Director, hombres que él se complace en en- cumbrar, ha juzgado que el reme- dio á tan grave mal como es la des- población de ntíéstro suelo y el ul- traje1 á nuestra nacionalidad, seré» mediará con la repetida y constante publicación de circulares semejan- tes á la qué con fecha 21 de Dicietn- breésepidió á los Gobernadores ha- ciendo ver los riesgos é infortunios que al mexicano que se expatria le aguardan en el extranjero, con el objeto de que con tal aviso sea cau- to y se prevenga contra tales peli- • gros evitándolos con solo dejar de hacer un viaje de ilusorias ventajas y de'positivos desastres. Y después del consejo peregrino que Corral cree eficaz si lo Tepite de tiempo ent iempo, el inepto Ministro sigue .entregado á las usuales ocupa- ciones de enriquecerse y de opri- mir. En artículos especiales tratare- mos el problema demasiado grave para ser solucionado por la expedi- ción de una estulta circular de .un Ministro ámodorradoj por mere- cer la atención seria de los mexica- nos que debemos ya, ante los nume- rosos síntomas de desorganización de nuestrPaatria, acudirá vigorosos reactivos que nos permitan rehacer la nacionalidad agonizante por la asfixia de la opresión y de la mise- ria, i punto cerca de la Colorada. Los yaquis pudieron matar á los carre- ros y robar todas las mercancías y no hicieron eso. El yaqui ¡jue -fun- gía de jefe, ordenó' á los carreros que abrieran las cajas que contu- vieran víveres y ropa. Los yaquis robernador gana doscientos veinte I tomaron lo necesario, y en seguida pesos mensuales por vivir en la hol-. hizo el jefe que cerraran nuevainen- ;anza y en la disipación, Como en el resto del país, no hay justicia y los j ueces son lacayos. Las calles de la ciudad de Campeche son basu- reros inmundos, los gendarmes unos cafres y los funcionarios supe- riores son señores de horca y cuchi- llos. El juego y la embriaguez hacen rápidos progresos en Campeche. En la Lonja se reúnen los funcionarios, los ricos, los parásitos del Goberna- doT y se entregan á toda clase de juegos prohibidos por la ley. El Go- bernador mismo es de la partida, y juega y se divierte tanto en la Lon- ja como en el Hotel ng 7 y en la Quinta de Calixto Peña, provocan- do el escándalo de las personas honradas, En esas orgías hay riñas y escán- dalos, y en la actualidad el Gober- nador está herido de una mano. A pesai de ese desenfreno que tiene indig-nada á la sociedad pechana, el Gobernador finge mo- ralidad y otdeoa á sus esbirros que te las cajas, ordenando á su segundo que escribiera al dueño de los ca - rros que no culpara á los carreros de la falta de mercancías, porque él y sus compañeros las habían toma- do por necesidad. Los yaquis poseen sentimientos nobles como no los tienen nuestras autoridades. Un individuo que ha- bía sido autoridad en un pueblo de Sonora, y como tal había castigado cruelmente á los yaquis, fue sor- prendido por éstos entre Hermosillo y Ures. Estaba ya para ser justa- mente ahorcado ese sujeto, cuando se presentó un yaqui que .pidió se librara de la muerte al individuo en cuestión por haber recibido alguna vez un favor de él. Los yaquis ol- vidaron sus justos rencores y pusie- ron en libertad al prisionero, Izábal, p"r el contrario, se com- place en torturar é los yaquis y en en hacer sufrir á las mujeres indias arrancándoles sus pequeñuelos. Bueno será que se vayan conven- que las atiende, toma ese Gobierno medidas que por lo inútiles irritan, que por lo imbéciles lo exhiben. El Cónsul de San Diego propone al Gobierno que se prohiba la sali- da demexicanos que año por año en número de veinte á treinta mil, huyen del atropello y de la barba- rie de las autoridades mexicanas, buscando refugio y garantías en Estados Unidos. Propone el creti - no, que á las víctimas de las incon- tables infamias del hacendado, del negrero y de la autorid cómplice de aquellos, no les quede ni el recurso de huir aunque sea para encontrar aquí otros suplicios y otras injusti- cias, que con ser muchos son menos mil veces que aquellos de los que se libran, al abandonar la Patria. Corral, obtuso y rudo, desprovis- to de todo conocimiento del fenóme- no que produce el éxodo de los me- xicanos á extraño suelo, ocupado en frivolos banquetes cuando no en el afanoso arreglo de negocios como el restablecimiento de las casas de jue- go, que no por ser inmorales dejan de rendirle pingües ganancias; en- tretenido entre el ocio y el placer, mareado por la adulación ó preocu- pado por la intriga para que no se le escape de las manos la soñada Pre- sidencia, Corral, repetimos, ígno- nante con esa ignorancia supina que JUSTO CHANTACE. Han caído sobre nosotros las in- dignaciones de la canalla. Los fá- mulos de los Gobernantes, los poli- ticastros de alquiler, los escritorzue- los- que se- venden * eomO" hetairas; nos insultan y nos calumnian para defender á sus amos. Un limpiabotas de Bernardo Re- yes, el conocido chantagista Justó Cárdenas que publica en Laredo, Tex, «El Demócrata Fronterizo,» se muestra rabioso porque lo hemos exhibido como instrumento del en- sangrentado tirano de Nuevo León, y publica un articulejo estúpidamer- te calumnioso en que trata de herir, no solo á nosotros, sino también á los Sres. Ing. Camilo Arriaga y Lie. Jesús Flores Magón. Aunque el articulejo ramos á cieado los serviles de que los yaquis j el Dictador procura que tengan los no mere- ce atención, ramos á referirnos brevemente á las imputaciones de Cárdenas, para que ese mentecato, no tenga más [tarde el recurso de decir que aceptamos sus acusacio- nes imbéciles y que nuestro silencio obedeció, no al desprecio que nos * r inspira su autor, sino á impotencia para contestarle. Bien sabido es que el Sr. Arriaga sufrió una solapada confiscación de sus bienes, por parte del Gobierno, yen la actualidad no tiene capital, ai grande ni exiguo, y en conse- cuencia, no puede el Sr. Arriaga pagarnos porque luchemos contra la Dictadura. Si el Sr. Arriaga tuvie- ra capital, nos ayudaría indudable- mente, pues es nuestro amigo y sos- tiene la misma causa que nosotros, y su'ayud^ no tendría nada de par- ticular para que la ocultáramos. La dizque infame denuncia que hicimos de Don Jesús Medina, des- pués de juramentos sagrados, es puro romanticismo de folletín. Ja- más hemos tenido ligas con D. Je- sús Medina, ui compromisos, ni mu* cho menos juramentos sagrados. .„ Apenas conocemos.á e*e. señor, Que el Lie. Jesús Flores Magón dirigió la acusación contra Bernar- do Reyes, es mentira, La acusa* ción la hizo el Club Liberal «Pon- ciano Amaga» al que representaron REGENERACIÓN los Srcs. IIIR. Camilo Arringa y tic» Antonio Dítví Soto y Gnma, que se cousUtuyQron en parto acusadora. $1 Ljc. Flores Mngón no ingresó al bufete del l,ic, Velasco después dé dicha acusación^ sino que en él es- taba mucho ñutes (más de treis nfios) de qu«¿ Ucrwürdo Reyes asesinara si pueblo eü Monterrey. Quo de in _, noche á la , mañana resultó el L,ic, Flores Mcigón propietario de ni ir chas casas en Mixcoac, es una bur- da; falsedad. .La. única casa que tiene dicho abogado, la ha poseído siempre. » Solo en el idiotismo de Justo Cár- denas puede caber la idea de que .Bernardo Reyes, á quien tanto he*, mos fUacado^siempre, haya, regala- do cosas al tííc. Flores Magón y lo liaya colocado en el bufete del Lie. Velasco. Justo Cárdenas hace alarde de su mercantilismo periodístico y á cuan- . tos quieren escucharlo les cuenta que, más que por su propio apelli- do, se le couoce por un mote que lo pinta á maravilla. Me dicen Justo Chanlage—excla- ma elfolieulario, con cierto orgullo rufianesco y/sonriendo picaresca- mente. , Así son todos los corifeos del his- trionesco y ensangrentado reyismo. • « « » • Un fracasó del servilismo Barbarle clerical. f — — — .En, Ojocaliente, Zac, las autorida- des ostentan oínioamenle su servilismo y pretenden que todos los veo'nos de ese pueblo se dea pojen de su dignidad y desempocen ante el Gobernador Pankhurst el pspel de laoayos. Pankhurat fuó á México, y á su re- greso á. Zacatecas, tenia que pasar por Berrizabal, Estación del F. C. Central que, dista una ó doi leguas de Ojocallente. Con tal motivo laslauto- ridades de ese lugar, por medio de a- viso público, ordenaron que todos los TeoiDOS de Ojocaliente, que .tuvieran caballo ó carruaje, estaban obligados áconcurrir a la Estación de Berriozá,- foal para hacer una recepción al Go- bernador, cuando éste pasara por allí. Muchos se resistieron á obedecej or- den tan arbitraria y tan estúpida, pe- ro pagaron caro su independencia, pues se les impuso una multa de $5 00, Después de muchos trabajos se consi- guió llevar á la Estación un centenar de ginetes, unos'diez cochecillos y dos , carros que conducían la Banda Muni cipaí. Las autoridades organizadoras no acertaban á dariuna formación co- rrecta á la comitiva de aduladores forzados, y cuando se avistó la loco- motora reinaba la mayor confusión .entre los manifestantes. Lo más chus •eo-del caso es que el tren en que ve- nía Piinkhurst ni siquiera se detuvo en Berriózábal, sino que se pasó de largo, dejando á los aduladores con un palmo de narices. La moebería característica del Go- bierno de Pacikhurst, que .se e&tá.ma- nifestando mucho más clerical que Genaro García, puede palparse en Ojo- caliente donde la& autoridades e9tán al serviaio de los frailes. Tienen los curas en la Iglesia de Ojocaliente una cruz que les dejaron los jesuítas, cruz que pasaba, por mi- lagrosa eutre los fanáticos, quienes depositaban constantemente limosnas en el cajón de una mesita que susten- taba dicha cruz Una vez desapare- ció'la mesita esa, que contenía 45.00, y los frailes pusieron el grito en el cielo, heridos en lo más sensible: en su avaricia. El áía 1L fle Diciembre se aprehendió á un muchacho de unos quince años de edad, que confesó ha- berse apoderado de los $45.00, devol viendo $30.00. que todavía le queda- ban. Hasta aquí nada hay de extraño. Lo inicuo, lo infame es que no obs- tante que ese muchacho había confe- sado su culpabilidad, el Comandante de Acordaba de Ojocaliente, lo' sacó de la cárcel á las once de la noche, lo llevó al Panteón y allí lo martirizó cruelmente. Al siguiente día, 12 de Diciembre, de gran fiesta eclesiástica, se celebraba en la Iglesia del lugar una solemne función religiosa. La Banda Municipal tocaba en el atrio de 1 a Iglesia y ea el Coro había otra or- questa. La plaza estaba llena de gen- té, el templo estaba de bote en bote, y ea los momentos en que un predicador «seguraba que estaba condenado en vida el que había cometido el sacrile^ glo de apoderarse del dinero de la Igle sia, el infeliz reo, pálido y tembloro- so, conducidq por cuatro gendarmes pistola en mano y por el personal áé Juzgado de 1̂ Instancia, fue paseado por la plaza, sin duda para que todos vieran el poder délos frailes, que do- minan por completo al clerical Juez OthóndeJ. Rosales/ No concluyó aquí el suplicio del po bre muchacho, que, como hornos di- cho, apenas tiene quince aQos, sino que esa noche lo sacó de nuevo el Co- mandante de la/Acordada y otra ve: lo martirizó en el panteón. Es natural que la autoridad persiga al responsable de un delito y lo casti- gue conforme á^la ley; pero es inicuo, es Infame que sólo por halagar los odios de secta, se dé tormento y se exhiba aparatosamente a un delln cuente, cometiendo, no ya una injus- tloiB, sino un verdadero acto de bar- barle que horroriza a cualquier alma honrada. El Gobierno de los científicos. l*d que puedo esperar la piilría <to Ramón Corral. Lns ultimas elecciones en Coa- uiilci y Oaxaca hau venido d de- mostrar qué el puebloes apto para a democracia, desmintiendo las ase- veraciones de la prensa semioficial que asegura que el conjunto de la población de la República está com- puesta de rnasas apáticas para las cuales el ejercicio de los derechos es una carga pesada de la que se des- pojan gustosas. El embuste que la tiranía propala por medio de sus órganos, fue des- mentido en diferentes municipali- dades de Coahuila.en que el pueblo derrotó legal y honradamente las candidaturas oficiales. Lo mismo aconteció en la ciudad de Oaxaca, segúu oportunamente informamos, y tanto en Coahuila como en Oaxaca la voluntad popu- lar fue cínicamente burlada por la autoridad que, en nuestropaís, es la expresión del abuso, del fraude, de la violencia y del crimen. En diversas municipalidades de Oaxaca "\el pueblo \ ejercitó igual- mente sus derechos electorales, y siempre Ja chieana de la autoridad dejó burlado al pueblo. En Juchitán, el pueblo se propu- so elegir sus funcionarios. ELele- mento'oficial, apoyado por Emilio Pimentel, con bastante anticipación comenzó á trabajar por la reelección de Juan Puerto, que con agravio de la justicia desempeña el puesto de Juez de ia Instancia del Distrito. Juan Puerto es un individuo que se distingue por su depravación como funcionario; vende la justicia con cinismo de mercader; ejercita ven- ganzas aprovechándose de su inves- tidura. X Juan Puerto fue Jefe Político de Juchitán durante la ignominiosa ad- ministración de Martín Cacle. Imbé- cil y rudo como Martín González, su permanencia|en la Jefatura fue un amago constante á la sociedad y un continuo ultraje á la civilización. quien encarceló inmediatamcute á los quejosos. En otros Distritos de Oaxaca el pueblo ejercitó sus derechos electo- rales y en todos salió burlado. (^Emilio Piuieutel está exasperan- do al pueblo. Como cttnltfico, Pi- mentel quiere dinero, repletar sus bolsillos,, nadar en monedas, sin preocuparse por la procedencia de la riqueza. Pimentel tiene tratos con un tal Silvestre Newton. Este individuo trat'ó de adquirir hace algún tiempo una gran extensión de terreno que en la costa de Jamiltepec dejó un filántropo al morir, para que con las rentas se fomentase la instruc- ción pública. Los terrenos los tiene arrendados un sujeto llamado Dámaso Gómez, quien fraudulentamente trató de venderlos á Newton en ochocientos mil pesos, conviniendo ambos en dar á Pimentel la suma de cien rail pesos para que no se opusiera á la criminal operación. Pimentel, como científico, aceptó el negocio; pero co- mo los vecinos de Jamiltepec se opu- sieron á que se llevara á cabo esa obra de vandalismo, el Gobernante tuvo que acudir á los habituales procedimientos de nuestros funcio- narios. El jesuíta Gobernador envió á Jamiltepec como Juez á un idiota llamado Andrés Pantoja para que autorizase la venta, cosa que hasta la fecha no se ha podido efectuar porque el pueblo ha recurrido á un abogado que lo represente contra la rapacidad de Pimentel, de Newtou, de Gómez y de Pantoja. La insaciable codicia de Pimentel no reconoce límite y la nerviosidad de sus uñas lo impele al despojo. Mientras se resuelve el negocio de los terrenos de la costa de Jamil- tepec, Newton y Pimentel buscan por otros rumbos presas que devo- rar. Newton se dirigió á la Mix- Cuando el -pueblo oaxaqueño, ¡ t e c a y t r a^6 e l a ñ o p a s a d 0 de adue- cansado de soportar á Martín Gon- j ñ a r s e d e l o s extensos terrenos co- zález se decidió á sacudirse la tira- nía de ese lacayo de Díaz, Puerto amenazó, encarceló y consignó al ' ( j r a servicio dejas armas á cuanto ciu-1 E 1 Ayuntamiento que terminó el dadano honrado cayó en sus garras. • 3 I d e Diciembre anterior se opuso enérgicamente á que se cometiera por Newton y Pimentel esa obra de múñales de Tlaxiaco, ricos en exce- lentes yacimientos de carbón de pie- Martín González cayó al fin, pe- ro Puerto aduló á Pimentel y este gobernante jesuíta lo dejó en el puesto á pesar de las quejas justí- simas que se levantaron contra él. Un año continuó en la Jefatura has- ta que, considerando Pimentel que era grande el escándalo que el de- pravado funcionario provocaba, lo destituyó, nombrándolo Juez de ia Instancia del Distrito, según la costumbre del Dictador de nombrar funcionarios á los individuos que solo en los presidios merecerían es- tar. Contra el corrompido Juez se pre- paró á luchar el pueblo juchiteco, saliendo victoriosa en los comicios la candidatura popular á favor del Sr. Lie Rafael Ma Cano. El frau- de no se hizo esperar, porque con sorpresa unánime supo el pueblo dias después, que había salido elec- to el odioso Juez Puerto, burlando - se de ese modo las autoridades del pueblo, de la ley y de la honradez. En Cuicatlán, sucedió un fraude semejante. El_pueblo lanzó su can- didatura municipal y luchó por ella y votó en las elecciones. Pero e¡ Jefe Político del Distrito que quiere adjudicarse unos terrenos, se pro- puso formar un Ayuntamiento que lo ayudase en su latrocinio, y por esa razón, á pesar de'haber triunfa- do la candidatura popular, cínica- mente fueron falseados los votos á pesar de las enérgicas protestas de los cuicatecos honrados. El Jefe Político de Cuicatlán es un hombre dotado de un cinismo re- pugnante. A nadie oculta sus pla- nes de querer enriquecerse á costa del pueblo. El, su Secretario y una pandilla de aventureros han tratado de despojar á varios vecinos de sus terrenos. Por ese delito se quejaron los ve- cinos, pero Pimentel no les hizo aprecio, por el contrario, dando muestras de una maldad refinada, remitió la acusación al Jefe Político, bandolerismo. Pinieutel pensó que imponiendo un Ayuntamiento servil lograría su objeto y á imponer ese Ayunta- miento se dedicó. Contó para ello con el servilismo del Jefe Político de Tlaxiaco,' Salvador Bolaños Ga- cho. El pueblo de Tiaxiaco compren- dió que era preciso ©ponerse á la candidatura oficia], y al efecto, lu- chó briosamente por derrotar esa candidatura y hacer que triunfara la suya, cosa que logró. Pero la autoridad, como en las Municipali- dades de Coahuila, como en la ciu- dad de Oaxaca, como en Juchitán, como en Cuicatlán, como en todo; los lugares en que el pueblo ejercitó sus derechos el año pasado, se bur- ló de la voluntad popular cínica y brutalmente, y un grupo de eunu- cos presididos por Emiliano C. Gó- mez forman el nuevo Ayuntamiento de Tlaxiaco, dispuesto á ayudar á Pimentel. Ahora se ha querido dar una nueva faz al asunto de los terrenos carboníferos. Pretextando el nue- vo Ayuntamiento trabajar por el bienestar del pueblo, ha dispuesto repartir errtre los vecinos indigen- tes los dichos terrenos. Esa medida no conduce á otra co- sa, que á poner pequeñas fraccione en manos de personas á quienei después se les comprarán por una bagatela. El plan está formado. Los pobres recibirán unos cuanto: metros de tierra que poco después tendrán que enagenar por la fuerza á favor de Newton y de Pimentel, ingresando al Ejército los renuen- tes. La administración de Emilio Pi- mentel ba resultado más prostituida que la de Martín González, y el pueblo oaxaqueño debe luchar en los próximos comicios contra la ree- Mexican News and Advertising Bureau. - • * • • < • • . • 415 MAIN AVHNUH.—P. O. J5ox 627.- The papers vvishiug to obtain advertising of American busiuess liouses should seud their rates to us. The advertisers uiay direct thcmselves to us for rales iu both Spanish and American'publications. AARON JOIINSON. MANAGKR. Mexican News and Advertising Bureau. 415 MAIN AVENUE P. O. BOX, 627. Los periódicos mexicanos que deseen buscar anuncios de casas ame- ricanas, deben enviarnos sus tarifas y condiciones. Los anunciantes diríjanse á nosptros en solicitud de precios de avisos en periódicos tanto mexicanos como americanos. AARON JOHNSON, GERENTE. lección de su hipócrita tirano, que ha colocado en los puestos públicos á funcionarios que deshonran, ó ha permitido que continúen los que ya estaban.. En el Centro ocupa la Jefatura Política Tirso Inurreta, que por su conducta de galeote era odiado en Tabasco.Inurreta llegó á Oaxaca harapiento y famélico, y hoy, des- pués de unos dos años de empleo, tiene una fortuna nada desprecia- ble. En Miahuatlán, un soldadón imbécil ocupa la Jefatura desde que Díaz escaló la Presidencia. En Ejutla, ha sido impuesto1 un indivi- duo inepto para todo'trabajo digno, pero habilísimo para atraerse las simpatías de sus amos por los ser- vicios íntimos que presta. Ea-Tla- xiaco, Bolaños Cacho solo se preo- cupa por enriquecerse y así sucesi- vamente. La tiranía de Pimentel es odiosa por su hipocresía, y da una pálida idea de lo que sufriría el país si los liberales permitiéramos que Ramón Corral sucediera á Porfirio Díaz. Pimenteles cien/í/ico, grupo de cual es jefe Ramón Corral. REYES M I - LLONARIO. Hacer dinero á toda costa es la pa- sión que domina á nuestros gobernan- tes, sia preocuparles que con sus ri- quezas mal habidas consigan el ana- tema y la deshonra. Entre los gobernantes menos escru- pulosos para enriquecerse, fig-ura Ber- nardo Reyes, que no solo recurre al sistema vulgar de atesorar bienes puesto en práctica por los demás fun- cionarios, sino que, como Emilio Pi- mentel, logra sacar ventaja de los vi- cios, de la, prostitución y de las bajas pasiones fomentándolos y ensanchán- dolos «Chapa Gómez y Quiroga» es la ra> zón social de los dueños de las casas de juego que existen en Monterrey, siendo Bernardo Reyes el socio prin cipa.1 y quien obtiene las mejores ga> naDcias. En Monterrey hay garitos hasta en las plazas principales, donde sin reca- to , ! s i Q pudor se roba al pueblo de UDa macera infame. Hace doce años que se ejercita día á día esa explotación indigna y en ese tiempo Reyes, Chapa Gómez y Quiro- ga se han enriquecido con los rendi- mientos de los prostíbulos. Reyes, fingiendo honradez oculta sus ganan- cias, no sucediendo lo mismo con Chapa Gómez y Quiroga que hacen pública ostentación de las suyas. Para formar una idea del vandalis- mo de los tahúres, basta observar el lujo oriental que Be procuran en Mon- terrey los socios del Gobernador Ni los grandes rentistas, ni los más poderosos millonarios aventajan en lujo y en derroche á Chapa Gómez y Quiroga. Sus carruajes y caballos son los mejores de Monterrey. Son dueños del Teatro <Juárez> que les Im- portó ciento cincuenta mil petos. Son dueños de muchas fincas y terrenos en el centro de la ciudad y en distintos puntos del Estado de Nuevo León. Tan tnmeniaraente ricos te han he- cho esos explotadores que pueden ha- cer desembolsos fabulosos de dinero en efectivo como no pueden hacerlo ni los banqueros. Durante el mes de Diciembre anterior y los primeros dias del presente Enero, han compra- do al contado lo siguiente: el «Hotel del Golfo,» en cincuenta mil pesos; un terreno de Bernardo Reyes situado en la esquina sudeste de la Plaza del 5 de Mayo, en cuarenta mil pesos; un te- rreno en veinte mil pesos; al Sr. Lie1 Vicente Garza, Cantú, unos terrenos en sesenta mil pesos, y hace unos cuantos dias compraron en ciento víinte mil pesos dos grandes casas en la Plaza de Colón, una conocida con el nombre de «La Bola» y es en la que viven los socios de Bernardo Reyes y otra que está ocupada por el «Monte de Piedad.» El comercio está escandalizado por- que no hay negociante honrado que en las actuales aflictivas circunstan- cias pueda verificar transacciones de tanta importancia, y pasma que Cha- pa Gómez y Quiroga que hace doce años reventaban de miseria en la Pe- n'tenciaría de Monterrey, en donde se encontraban extÍDgaiendo una conde- na que por robos y asesinatos les ha- bía impuesto la autoridad judicial, puedan hoy ofender á los hombres honrados con los esplendores de una riqueza adquirida por medio de la más vil explotación. Bernardo Reyes conoció en el presí dio á Chapa Gómez y Quiroga y se asoció á ellos para establecer garitos en Monterrey y en Tampico. En este puerto los tahúres poseen un yatch magnífico. El Gobernante de Nuevo León en atención á que sus instintos sanguina- rios son inegables, ha procurado no ocultarlos: pe^o sí se preocupa por aparecer como honrado en el sentido de no enriquecerse por medio de odio- sas maquinaciones. En tal virtud, finge pobreza y OGulta como un ogro los millones amasados con \¿grimas, eon sangre, con la desolación de las familias y la supina miseria del pue- blo nuevoleonés. Bernardo Reyes tiene la mitad de las ganancias del jurgo; tiene también la mitad de lo que Miguel Cárdenas distrae del Tesoro del Estado de Coa- huila; tiene las acciones que les exige, á título gratuito, á los concesionarios de las industrias establecidas en Mon- terrey. Esas acciones están puestas á nombre de diversos testaferros. En compañía de Marín Peña, indi- viduo encargado de ejecutar las obras materiales, distrae los fondos desti- nados á mejoras. Marín Peña es Re- gidor y se eccarga desde hace diecio- cho años de la construcción de edifi- cios públicos, y en ese tiempo es in- calculable lo que ha ganado y com- partido con Bernardo Reyes. La construcción del Palacio del Go- bierno Ib cuesta ya al Estado más de seiscientos mil pesos y lo construido no representa ni trescientos mil. Bernardo Reyes extrema la rapiña á un grado inaudito. Con el pretexto de la construcción del Palacio del Go- bierno, explota el trabajo de los pre- sos y dispone, en su provecho, de los materiales del Estado. En la Penitenciaría se construyen con materiales del Estado y por los obreros presos,» puertas y otros obje- tos que se dice destinados al Palacio del Gobierno, Biendo en realidad ven- didos é diferentes personas. Las puertas de la casa del conocido roylsta Vicente Púrriflo fueron hechas de) modo Indicado, esto es, diciendo que cataban destinadas al Palacio en construcción. Algunos colegas han dicho en estos últimos dias que Bernardo Reyes es pobre. Bernardo Reyes es uno de los hombres más ricos de la República. M reyismo ha < atronado los aires con acusaciones de latrocinio formu- ladas contra el corrompido grupo científico. Es que el reyismo es* tartu- fo, porque si los científicos se entregan á toda suerte de fraudes y de especu- laciones turbias, Reyes y sus com- pinches se entregan á su vez á explo- taciones que, por su vileza, baríai en- rojecer de vergüenza á la truhanería misiéa. Bajo una administración como la de Porfirio Díaz no puede haber funcio- narios pobres. Gran oportunidad. /Hiñas de carbón. Recientemente se ha abierto una mi- na nueva eu Cannel, Texas, '24 millas al N O. de Laredo, que ofrece más ventajas que ninguna otra de las co- nocidas. El carbón es sumamente grueso Cualesquiera hombre traba- jador puede ganarse de $1.50 á $2 00 oro por dia pues se paga la Tonelada á $1.00 oro. La maquinaria es la más tmoderna que s>e ha conocido, puede sacar 300 ó 400 Toneladas por día. Al contratista que saque más de 05; Toneladas por mes se le paga á ~~> cts. yarda de cuele 3 slgunas otras garan- ías.,. La Poderosa Sanadora. reputación es bien conocida en todo este país, acaba de establecerse permaneatem-'Dte en San Antonio, Te- xas Sana todas las enfermedades, sin aplicar drogas, también cura á. cualquiera distancia por medio del maravilloso poder del Espíritu con el cual fue Qaeida. Ella es la mejor adivinadora en el Sur, siéndola séptima hija, de la sép- ¡ tima hija I Nunca hierra «n ca miliar la suerte Doctora ALVESSA MATTHEWS. Calle S Laredo 70K.— Antiguo teló- fono 808-1 R Clases de La Piofesora Josefa Guevara en- seña Taquigrafía en dos meses. Precios cómodos De 7 y) a. ni. á 8 30 p ni, indel Bosque N«,> 19. México, D F. ^ lú iT , •..V,1 „ , • ; • ,. • V •• . i , 1 , ' ' f ' , , • ' • . ' ' , . • , _ . , • , • „ ; , j „,;,„ .«i^«i>\.. .«--. ' \ t '»i>«"'"" i i ' -"- ' l ' -J '" i- l i , í '4 l":*"' ' l v i> iV'""' ' '""' i"""-' '"' ' ' REGENERACIÓN; '> i ¿ Crímenes e infamias en Coahuila. l'n mentís a los «(hiladores. San Pedro I Rl oaolouzg-o de San Pedro está do plácemes. Muestro querido y valien- te colega <1S1 Domóoratu,,» Arcano dol Club DomocriUlco «Benito Juárez» ha tonido quo suspender tompnralmon- te su publicación porno enoontrar unii Imprenta quo 90 arriesgue & ha- cerlo. Kl terror sembrado por Vlosca y sus aj udnntes, hace quo los Indepen- dientes no encuentren ayuda en al pu- nas personas que temen ser porjudioa- das on sus intereses. Todos oonooon la perversidad del Circulo gobiernista y temen per víctimas do venganzas in- fames. Sin embarco, la falta de «El Demó- crata» no durará mucho tiempo. Bien han probado ya su temple los inde- pendientes, y es seguro que vencerán esto, dificultad y no tardarán mucho en reanudnr la publicación dol simpá- tico y valeroso oolega La ausencia del órgano du la oposi- ción ha ensoberbecido al papasal «Las Noticias» que recibe una subvención de $00.00 mensuales, los que natural- mente, no salen del bolsillo de Vlesca, sino del Tesoro Muñid pal. Rl pape- lucho gobiernista se desata en inju- rias contra los independientes, sobre todo contra el Sr. Dr. Candelario Du- ran, pero pierde el tiempo, porque la sociedad honrada nunca tomará en cuenta, para negar su estimación á personas honorables, la calumnia asa- lariada de un ebrio estafador como Mandívil y de un tahúr ladrón como Ricardo Hlckman, que es uno de los autores del robo de $5,000.00 á la casa de J. H. Bahn en y Cía. Para que Hick- man y Mendívil tuvieran derecho a ejercer de censores, sería preciso que lavaran la mancha de vicios y dalin- cuencias con que han cubierto sus nombres deshonrados. Un picaro de cuenta llamado José Carraón, ventajosamente conocido en una ouonta a Gregorio ContreraB, qulon, por bsfar ouf orino, hUo & BU vez la oneomlonda A, otra perdona que ofootuó ol cobro y se quedó o"u el di- noro. La mujer roo!amó BU dinero 4 CoDtreras, y cuando supo lo que ha- bía pasado, no quiso esperar explica.- clones y fue í. quejarse ootíel Cacique Medollfn quien puso & D. Gregorio un corto pln?,o para que entregara la BU~ mu do quo había dispuesto ol quo la oobró. Contreras siguió enfermo, no pudiendo hacer agencia ninguna para conseguir el dinero, y entonces Adal- berto Vlesoa, que htlbia tomado o artas en el asunto, dictó arbitrariamente or- den de aprehensión oontra D. Grego- rio, al que, por motivos desconocidos quería perjudicar á toda costa. La víctima pidió amparo contra los bru- tales procedimientos de Viesca, y esto hecho enfureció míls al cacique <juo desde luego se dirigió & Saltillo & ver á, Cardonas solicitando de este mal Gobernante la venia para Cometer una infamia con el Sr. Contreras, al que acusó de. picaro, de ratero, de vicioso y de mil falsedades más. Cárdenas, que es complaciente con sus cómplices de explotación y tiranía, atendió al calumniador Viasca, y ordenó luego al bandolero Juan Guajardo que fue- ra con su Acordada & San Pedro aprender &. Contreras y que lo llevara á Saltillo. La orden de Contreras fue ejecutada puntualmente. El ban- dido Gnajardo aprehendió á D. Gre- gorio Contreras, que aun estaba con- valeciente de su enfermedad;lo tuvo un día rigurosamente incomunicado, y al siguiente lo unió a otros presos que la \cordada llevaba á. Saltillo. En el camino, Coctreras fue víctima de inu- mer&bles vejaciones y de amenazas de muerte, y cuando llegó á la Capi- tal de Coahuila, su salud estaba que- brantada por completo. En Saltillo permaneció preso bastante tiempo, y sólo por estar enfermo no fue consig. i nn tabernas y garitos y ami^o íntimo de Adalberto Viesca, ha sido nombrado policía secreto, con $50.00 al mes. Su misión es delatará los oposicionistas, y por ahora se dedica á indagar con ahinco quién ó quienes proporcionan las verídicas y detalladas informa- ciones de REGENERACIÓN. ) Mientras ese papanatas pierde el tiempo en pesquisas que no le han de dar el menor resultado, vamos á refe- rir algunos hechos que dejamos pen- dientes la semana pasada y que son la. mejor contestación á los ataques que nos dirigió el infeliz grafómano Andrés Viesca, pariente del cacique de San Pedro. Una mujer encomendó el cobro de nado al servicio de las armas. Des- pués de muchas gestiones y ruegos, el Gobernador Cárdenas puso en liber- tad %\ Sr. Contreras 1 con la condición de que no fuera á vivir á, San Pedro para que no disgustara á Viesca, sino á Parras, donde, en pfeeto, se encuen- tra ahora D. Gregorio Contreras al borde del sepulcro, pues las vejacio- nes y malos tratamientos de que fue víctima por culpa de Adalberto Vies- ca, le produjeron una gravísima en- fermedad. Aunque el grafómano Viesca lo nie- gue por defender á su pariente, es un hecho que las autoridaden de Coahui- la merecen la horca. Parras. And ros L. V lesea, nuestro ltnbóoll nsultudor,era Soorotarlo del Ayunta- miento do Ptuu'as cuando pasó lo quo vamos (I roforlr, que lo consta como lo constan todas las fechorías de su pa- lente Adalberto Viesoa. SI el foliou'- ano do «Las Noticias* tuviera algún deooro, no hubiera osado nunca defen- der al Gobierno de nuestros justos ataques. Hace tiempo llegó á Parras la Acor- dada quo o&pltanoa el bandolero Juan Guajardo, conduciendo algunos presos y el cadáver de un andana, ou- yo nombro nunca llegó & saberse y al cual asesinó Guajardo por haberlo en- contrado on unos agostaderos de Regidor de Farra». El honrado C. Manuel Rodrigue^, quo fungía de Juez V>, considerando quo Be trataba de' un crimen, dispuso se hiciera una averiguación en toda forma y aunque no aprehendió á Gua- jardo y cómplices, porque no lehubiei ra sido posible tal cosa, logró por otros medios que la Acordada se de- turiera en Parras. Mientras. Be efeo- tuaba la averiguación el Presidente Munloipal Eduardo Lobatón.esorlbjó a Miguel Cárdenas, informándole (le lo que pasaba, y el Gobernador con- testó inmediatamente que se suspen- diera todo procedimiento en aquel asunto. La averiguación quedó, pues, pendiente, y el Sr. Juez Rodríguez se separó del cargo que desempeBaba, sin duda porque no quiso ser cómpli- ce y encubridor de nn crlmeD. . Más tarde se supo la verdad. Al Re- gidor de que arriba se habla le habían robado unas reses, y él encomendó 4 Guajardo que buscara á los malhe- chores. El bandido encontró al an- ciano en los agostaderos del referido Regidor y lo declaró desde luego au- tor del robo, asesinándolo sin piedad, Casualmente pasaba por allí un arrie- ro y Guajardo lo obligó á llevar en uno d9 sus burros el cadáver, aun ca- liente, del anciano muerto, y entró á Parras dando un espectáculo que ho rrorizaba. Cárdenas favorece incondieioDal- mente á Guajardo y deja impunes los crímenes del bandido, para que éste no descubra los sangrientos servicios que ha prestado al Gobernador de Coahuila. tan.a jugar; hace pooole gafaron ftl infeliz $12.00, pi-oduoto do una'pistola quo ol gendarmo habla vendido, quizá despnfiB de robársela, pues no es fácil que la. hublora obtenido legamente, cuando no gana más que $16.00 men- suales de sueldo. A un vendedor de carne; que esta frento a la tienda dol Juey,, lo llaman también, le dan vino, y luego, lo Incitan á jugar, ganándo- le cuanto trae. A un pobre barbero llamado Justino Luéranos también le ganaron baos poco, no solo el dinero, sino hasta las navajas y la frazada. No sólo en la tienda dol Juez se juega, sino también en la cantina de Raimun- do Mleiy que está situada frente á la Plaza Principal, y en otros muchos lugares. El Presidente Municipal Tomas Zer- tuohe Tro vi Ro tiene un gran Depósito de1 Aloohol y ha obligado á todos JOB cantineros de la villa a que sólo en su 'Depósito compren el vino, y otros ar- Imitación del Gobovnador, los funoio- norlos judlolalos sólo proauraneq los puestos que desempeñan su luoroó la satisfacción do sus caprichos, pero no el bien, publico ni el prestigio de la Viesca En este desventurado pueblo. Ricar- do Hicktnan encontraría muchos con- géneres. El juego está en su apogeo. Un Juez del lugar, llamado Qioni sio Farías, tiene una tienda de aba- rrotes y en ella ha establecido casa de juego. Ha amaestrado á sus depen- dientes en- el' manejo^ de la baraja'y entre todos atraen al garito, para des plumarios, á cuantos tienen á su al canee. Al gendarme defpunto todas las nochos lo emborrachan y lo invl tlculos vende.de comercio que él también El único que en Viesca realiza ga- nancias^ fabulosas es el Presidente Zertuohe Trevifio. A los que com- pran üalcaméh'íe á' él sus efectos de comercio, no les cobra patente; y á los que no le compran, les duplícala con- tribución. Con áste procedimiento, ha arruinado Zertuche á muchos comer- :iantO3. Otros medios de explotación usa es- te oaoique rapae. • Hace tiempo orde- nó á los gendarmes que redujeran á prisión á cuanta persona encontraran en la calle después'de las 10 de la no- che. Como Zertuche no dio á cono- cer al publico su disposioión, nadie trató de cuidarse», y al dia siguiente la cárcel -resultó llena de gente de am- bos sexos. Los que pudieron pagar una fuerte multa, quedaron libres; los demás fueron llevados á unos cerros que distan cuatro ¡kilómetros de Vies- oa, á trabajar, los hombres arrancan- do piedra y las mujeres) haciendo' tor- tillas de harina p a r a l a comida, que consistía en Una tortilla y una taza, de yerba-anis por cabeza. Naturalmen- te, la piedra arrancada era para Zer- tuche. Este cínico explotador alquila el. local de la cárcel ¿ara usos parti- culares, y se embolsa la renta; saca tnensualmente de multas como $100.00 que van directamente á su bolsillo; carga $30.00 al mes de alumbrado, cuando este no le cuesta más que $7.00; hace figurar sueldos de gendarmes de $3(5.00 y no paga más que $15,00, y así por el estilo- Zertuéhe hace gendarmes á indivi- duos que están en la cárcel por rate- rías ú otros delitos, y que dándose por satisfechos con quedar libres, se resignan á dividir su sueldo con su generoso salvador. Saltillo En la Justicia, como en todos los ra- mos del Gobierno de Miguel Cárde- nas, reina la mayor corrupción. A Rafael Flores es Juez V? Menor, y al mismo tiempo dirige encubiertamente & alguna de las partes en los juicios civiles que so ventilan en su Juzgudo. Hace di as qué una Sonora do apellido Huerta demandó á una mujer de la vi- da alegre ante el Juez Flores, por, cierta cantidad que la segunda adeu- daba á la primera. El día para el cual ambas fueron oitndus, llegó pri- mero al Juzgado, lamujerzuela y el Juez, por razones que es fácil com- prender, le estuvo aconsejando lo quo debía contestar á la demanda. Esto fue visto por una persona que iba a representar a la demandante, y á quien el Juez no oonooia. Cuando la Sra. Huerta se enteró de los mnnejoB del Juez, comprendió que perdería inami- siblemente, y para evitarse gastos y trabajos inútiles, prefirió dejar pen diente el asunto, perdiendo el dinero que reclamaba. En materia orlmlnal, el Juez Flores es de lo más apático. Por pereza no práotlca diligencias Im- portantes, y aunqua del ourso del pro- ceso se desprenda la inocencia de un reo, se tarda afios en sentenoiar y si se le pide justicia contesta cínicamen- te que no lo hace porque está ocupa do en el asunto que le ha recomenda- do tal 6 cual personaje ó amigo. El Juez 2<? Menor, Severláno Gon- zález León, se distiDgue por su carác- ter dlsoolo y su lenguaje de carrete- ro. Apenas lleva once días de fungir como Juez y ya el público no soporta BU irritante despotismo. González León, ,por brutalidad ingénita y por "alardear de poderío, mandaconduolr con la luerza publioa á algunos i f lices demandados por asuntos mera- mente civiles, que no ameritan pena corporal. Su Secretario, de acuerdo con él, comienza ádlrijir negocios que se tramitan en el mismo Juzgado, con lo que se obtienen buenas gaaaneins. La Instrucción Pública progresa só- lo para beneficio de los favoritos de Cárdenas. Un periódico asalariado encomiaba la protección que el Go- bernador imparte á la juventud eatu diosa, y hablaba de los jóvenes que en la Capital de la República y en los Estados Unidos se eduoan con pénalo nes del Gobierno de Coahuila. No és cierto que Cárdenas proteja el estudio-. Hay muchos jóvenes, ver- daderamente aptos y talentosos, aun- que pobres, que no han logrado el me- Oftece enviar conio prima la obra UÁREZ qomo lo descríbela Histo-1 ia y como lo pinta el Diputado Bul- nes» por el Lie'.; R. Prida, á toda per- ona que se subscriba ál periódico, ta obra vale en las librerías $1.75. fíl preóíb de la subscripción á «El Tercer Imperio» es $1.75 por seines- :re y todo pedido debe hacerse al Ap. 2176 6 al Chapitel de Monse- rrate, no 4, y precisamente á I. A- rriola.—México,—D. F. ñor apoyo del Gobierno do por eso su carrera. y han p*rdi- Los que tíe nen pensión no es porque sean "pobres ni inteligentes, sino sencillamente por- que son hijos dé los favoritos de Cár- denas. ' Los alumnos Emilio Cárdenas, San chez, Agüero, Cerna, Aleasio , {Miguel y Ricardo), Fuentes, Verain, Azuela, MontaBés, Duran, Charles y Carde ñas, son hijos de personas pudientes y de al tos empleados del Gobiernos qui disfrutan muy'buenos, sueldos. Estos jóvenes no necesitaban pensión, y la que se lesda por favoritismo» perjudi ca á los que por su pobreza y su ta lento necesitaban y merecían más la ayuda del Gobierno para educarse. Sería una locura pretender que ba jo el Gobierno'de Cárdenas se practi cara alguna vez la equidad. LE1SE REME81C1ÍN. erio. Testimonio Layra, Palo Pinto Co., Texas. Enero 9 do 1005. Ea atención bajo & la honradez de (mls oircunstáncia9, y demás atribu- tos que en mi concurrieron' acerca de mi enfermedad. Habiendo yo tenido Una enfermedad que me dominaba en mi trabajo y me postraba en cualquier sitio, y además me estaba gravando y las medicinas pasándome como por alimento, y habiendo tenido noticia de la Sr* doctora que reside en, San An- tonio, Texas, tuve que consultar á. ella, donde me dijo que me garantiza- ba la cura, y «u efecto, he qúeda'do tan bueno y sano como si nada hubie- se tenido, Así pronostico dirigiéndome é to- dos mis conciudadanos que aclamemos á cuestea sanadora con entera satis- facción, probando que no necesita me- dicinas para curar á cualquiera dis- tancia que sea, por medio de su virtud mental, y siempre aclamaremos & nuestra sanadora en lo sucesivo de todaí^/las enfermedades, declarando como -testigos de mi residencia á los seQores que siguen. • Sin más soy de Ud. su atento y S . S . . • • . . - , . • • • " . . ' • MIGUEI, ESTRADA. FIUBERTO REYNÁ, FRANCISCO MARTI NBZ. • • ' " « , » — — Alexander y Rodríguez. 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Le he hecho 24 consultas y hoy me en- cuentro enteramente sana sin tomar medicinas. • En efecto, mi curación fue hecha absolutamente por consultas, sin que jamás estuviera yo en su pre- sencia. TOMASA GUERRERO DB LÓPEZ. Arroyo de León, Condado de Me- dina. ñ QUIEN INTERESE- Con sumo-placer daré testimonio al gran poder para sanar enfermeda. des, que posee la Dra. Alvessa Matthews. Ella curó á mi esposa milagrosamente después de que yo había gastado centenares de pesos sin resultado. Había tenido varias operaciones en San Antonio, pero su enfermedad creció hasta que su peso llegó á ser de 115 libras cuan- do la,traje á la Dra. Alvessa Maf thews. Ahora pesa 170 libras. La gran Doctora nunca la dio alguna medicina. Yo soy un ranchero bien cono' cido y con gusto contestaré cual" quier
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