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La libertad do Imprerto no lleno más limites que ol respeto 4 la vida prWado, la moral y á la paz públIca.-Art. 7 ° de la Constitución. Periódico Independiente de combate, Director: RICARDO FLORES MAGON. Cuando la República tronuncle su voz soberana aer¿ forróse aomoUrso r̂ dimitir -GAMBETTA. Jefe de Redacción: ' ,' - - JuanSarabia. AÑO I.—«a ÉPOCA. 5O5 W. Nuevu Street. 1». O. Box, Ilj3.-Ol«l Plfitue, 38»-» K. SAN ANTONIO, TEX. E. U. A.—Enero 14 de 1905 Administrador: Enrique Flores Magon T O M O I I I - N < > 1 1 . ¡"'I Eutercd a» second-cluss matter Novcmbcr 5,1904, a« the post office nt Sin» Antonio, Beatas, uuder «lie Act of coutrress ol Murcli 3,1870. La conflagración del porvenir. Responsabilidades de! Gral. Díaz. I-I A El'Gral, Díaz, en su egoismo in- menso, en su maldad insondable de tirano, no se ha conformado con adueñarse del poder á perpetuidad y con causar á la Patria, durante su vida, todos los niales que van aparejados al despotismo. El Dic- tador ha querido que después de su muerte, la Patria sufra todavía; ha stñado con pro>ectarsu despotismo más allá déla tumba, y con su sis- :ema de opresión implacable, lejos de preparar al país para la tranqui- lidad y el bienestar, lo ha prepara- do para los trastornos, para las con- vulsiones y las catástrofes. El problema de la sucesión del ral. Díaz es pavoroso, y ni los an- tecedentes ni las circunstancias, en que quedará el país á la desapari^ ción del Autócrata, autorizan á su- poner que pueda resolverse pacífica- mente. A su muerte, el Gral. Díaz deja 'lía pueblo enterara ente desorgani- zado, sin Partidos Políticos, sin Je- fes, sin hombres que culminen en el Gobierno ni fuera de él, sin pren-- sa, sin opinión pública, sin uno ¿6- lo.de los elementos que serían pre- cisos para que en medio del orden se verificara el cambio radical de Gobierno que es inevitable en el porvenir. L,a nación, tanto tiempo y tan férreamente encadenada, al verse libre del déspota, no se encontrará en disposición de tolerar más tira- nías; por el contrario, reaccionará en contra de ellas de un modo na- tural, irremediable, y sentirá impe- riosa, dominante, avasalladora, la aspiración-suprema de la libertad: Esa aspiración se siente ya, se formula y se expresa por todas par- tes; pero los actos que deben reali- lizarla se aplazan para cuando el Gral. Díaz haya dejado de existir. Unos no se lanzan desde luego á la lucha, porque son creyentes más ó menos convencidos de esa leyerida ,e omnipotencia y de terror con que a envuelto el Autócrata su nombre, falta de un derecho divino que ducir en prestigio de su tiranía; "otros, los más, se han detenido al observar la senectud extremada del déspota, esperando ver cubiertos muy pronto su cuerpo, de tierra, y su nombre, de maldiciones. Cuando el Dictador caiga para no levantarse más; cuando la Natura- leza compasiva nos salve, ya que nosotros no supimos salvarnos, del impl'*cab'e opresor; cuando desapa- rezca el único que por diversas ra- zones ha sido obstáculo para toda actividad política, ¿quién podrá de- tener los desbordados anhelos de li- bertad que estallarán entonces en el corazón del pueblo con el ímpetu de las lavas en el seno del volcán? ¿quién podrá siquiera encauzar ha- cia la serenidad y el raposo esos an- helos ardientes y locos que no po- drán reconocer freno ni dique? La libertad regularizada y hecha costumbre, es tranquila y solemne; la libertad que se obtiene con la niuerte de úa déspota y se practica á rafz de una tiranía, es obligada- mente desenfrenada, fogosa, pudie- ra decirse orgiástica. El hecho no tiene nada de extraño para quién conozca la ley vulgar de las accio- nes y reacciones, Cuando la bala de Czolgoz hizo un cadáver del' Presidente McKin- ley, Roosevelt ascendió al Capitolio, sin que la tranquilidad pública se alterara en los Estados Unidos y sin que la desaparición del Presidente provocara trastornos en la vida del pueblo americano. Es que Roose- velt era el elegido del pueblo y na- die pensó en disputarle -el puesto para el que lo había destinado la voluntad popular. ¿Estamos en México en el mismo caso? No. En México, el pueblo no ha ele- gido al que deba suceder al Gral. Díaz, como no ha elegido tampoco al Dictador. I> institución de la Vicepresidencia sólo se estableció para ser burlada por el capricho del Autócrata, como todas las demás instituciones republicanas sólo se conservan en nuestra patria para ser ultrajadas por las practicas de la monarquía El Gral. Díaz, no satisfecho de oprimirnos durante su vida, quiere que, después de su muerte, siga pe- sando sobre nosotros su fatídica ti- ranía, y ha nombrado por bando so- lemne y previa farsa electoral, al que debe ser nuestro opresor en el futuro. Er.Gral. Díaz, ciego de soberbia, ha creído que él tiene más derecho que el pueblo mismo para elegir al Gobernante que lo ha de suceder; ha hecho á 1©6 mexica- nos el ultraje de considerarlos un rebaño sin discernimiento y sin vo- luntad, y ha legado el Poder al más inservible dé sus fávoritósV *' ¿Olvidará el pueblo el ultraje? ¿Respetará la voluntad testamenta- ria del Dictador? ¿Quién es R^món Corral para que la Nación se someta á su dominio humildemente, sin oposición y sin protesta? ¿Qué merecimientos pue- de aducir este pobre hombre para ocupar el primer puesto de la Re- pública? , Hace veinticinco años, fue perio- dista en una aldea de Sonora. «El Fantasma,» que no pudo ser enton- ces más insignificante, ha venido á alcanzar celebridad en los albores del siglo XX y de él han tomado los periódicos actuales fragmentos que ruborizan al idioma y que Co- rral ve reproducidos con infantil sa tisfacción. Hay un lapso de som- bra, que otros se encargarán de alumbrar, tras del cual surge á la vida pública el foliculario alamense. El escritorzuelo ha llegado á capi- talista. Ocupa el Gobierno 'y re- produce en Sonora los hechos con que Bernardo Reyes ha enlutado á Nuevo León. Sostiene la campaña del Yaqui, formando parte de un triunvirato tenebroso, y de impro- viso, es llevado á la Capital de la República, donde pasa desapercibi- do para el pueblo, distinguiéndose apenas por la brutal deportación á Yucatán de dos jóvenes liberales. Cuando la mano del Gral. Díaz lo levantó bástala Vicepresidencia, el país se preguntó quien era aque- lla nulidad afortunada, y ebta pre- gunta se repetirá cuando Ramón Corral pretenda sentarse en la Silla que deje vacante el Dictador. El pueblo no podrá deslumhrarse con el decantado mérito que en- cuentran los lacayos en una juven- tud de medio siglo. La nación no podrá encontrar gloria, como la prensa asalariada, en que Corral haya sido el favorito del tirano. Corral es un cero. No se le res- peta ni se le teme, ni se le conceden siquiera los honores del odio. Se le desconoce, se le desprecia quizá, y el pueblo mexicano, al sentirse li- bre del Gral. Díaz, obrará para afir- mar su libertad como ti Ramón Co- rral no existiera. Y si el pigmeo quiere oponerse á que la Patria rompa sus cadenas; si toma á lo serio su carácter de lega- tario, si pretende hacer efectiva la herencia de despotismo que en mala hora pensó dejarle el ensoberbecido Dictador, ¡ay del pigmeo! Su ambición tropezará con un pueb'o sediento de libertad y harto de yugos; con un pueblo más anhe- lante de represalias que dispuesto á nuevas esclavitudes. Pero Corrql uo lo comprende. Ha caido en la necedad jde creerse grande y se empeña en desconocer que debe su encumbramiento á la degeneración senil del Autócrata y su improvisado renombre al di cero de la nación derrochado entre im- púdicos lacayos. El conflicto es inevitable. Corral sueña con el poder y acaricia amo- rosamente la idea de obtenerlo cuando muera el Dictador; el pue- blo sueña, con la libertad y acaricia férvidamente la esperanza de con- quistarla cuando el Dictador desa- parezca. Corral ha anunciado que imitará al Gral. Díaz: será un tira- no. El pueblo no quiere tolerar más yugos: será un rebelde. Vendrá el choque, la cruenta lu- cha, la tremenda conflagración, que solo terminará con laderrota defi- nitiva de alguno de los contendien- tes. El pueblo triunfará al fin; del caos tendrá que surgir esplendorosa- mente la libertad, pero no por eso serán menos lamentables las con- vulsiones y las catástrofes que agi- tarán al país por un tiempo más ó menos prolongado. No constituye Corral la causa ú- nica de los trastornos futuros, pues aj amparo del Gral Dú<z y por su culpa, se han formado otros elemen- tos de disolución de que próxima- mente nos ocuparemos, y que con- tribuyen á agravar los peligros del porvenir. El caos y la revuelta; las lágrimas y la sangre derramadas en abun- dancia sobre los campos nacionales: eso deberemos al Gral Díaz después de su muerte. Nuestro porvenir está preñado de sombras. Es siniestro, pero inevita- ble, y debemos acostumbrarnos á recibirlo tal como se presenta. Si ,conocemos los peligros, mejor sa- bremos defendernos de ellos. Ya que el Gral. Díaz con su e- gpismo inmenso, nos arroja sin re- medio á la revolución, nosotros los liberales, debemos prepararnos, de- bemos organizamos para tomar ma' ñaña la defensa de la Patria contra todos los que pretendan subyugarla. A Un fraude escandaloso. y para, satisfacer esa pasión, empleala i lolencia y llega hasta, el «'rimen. 1 fael Herrera Vaca,Lo que Agutí el o debería hacer, si QO Mí. Damos las gracias á nuestros co- rreligionarios que se han servido enviarnos tarjetas de felicitación de año nuevo. Igualmente nosotros deseamos á nuestros correligionarios un feliz año, que lo será indudablemente sí en él logramos ver libre y dichosa á nuestra Patria, PntilihurHt lo tole- ra a lo aprbveclm. Con los débiles el Gobierno se mues>tra arrogante, impetuoso, colé- rico, no admite que se le contradiga y todo lo arrolla y todo lo aplasta Con los fuertes el Gobierno es sumiso hasta la cobardía, respetuo- so hasta la humillación, obsequioso hasta el servilismo. Cuando el Gobierno ó sus cues- tores tienen que habérselas cou un contribuyente pobre, las malas pa- labras, las amenazas brutales y aun la violencia acompañan á siis peti- ciones de pago. En cambio, cuando se trata de al- gún poderoso, el Gobierno y sus cuestores emplean zalamarías feli- nas para: no atraerse las cóleras de los plutócratas soberbios. La Compañía Miuera de Mazapil tenía que haber comenzado á pagar sus contribuciones por valor de cin- co uril y tantos pesos mensuales, pero el Gerente de la Compañía a- menazó á Pankhurst con acusarlo con Díaz si no lo eximía del pago de esa contribución. Pankhurst, te- meroso, ha librado del pago á la poderosa empresa, á la que suplicó que, en cambio de los cinco mil y tantos pesos mensuales, pu&íera quince tocos de luz incandescente de treinta y dos bugías en las calles de Concepción del Oro. Como se ve, el Tesoro del Estado pierde una buena suma mensual- mente, pues quince focos no pueden valer cinco mil pesos al mes. La complacencia .del Gobernador Eduardo G. Pankhurst suscita con- jeturas que no libran á Pankhurst del anatema de las personas hon- radas. / Pankhurst es débil y por eso ce- dió á las exigencias de la poderosa Compañía,y entonces no merece más que el calificativo de cobarde, ó bien se mostró complaciente con la Compañía porque puede porcibir parte de los cinco mil y tantos pesos qué deberían ingresar mensúalmen- te al Tesoro de Zacatecas, y en este caso Pankhurst resulta ser un aven- tajado émulo de Miguel Cárdenas ¿Cree Porfirio Díaz que actos co- mo el que dejamos apuntado pueden dar algún prestigio á su corrompida administración? El pobre pueblo paga sus contri- buciones y perece de hambre, mien- tras las poderosas compañías y los funcionarios sobornables continúan una orgía de cerca de treinta años, que se prolonga indefinidamente si no aos decidimos á ser viriles. La Cempañía de Mazapil comete un fraude indigno del que pasticipa, ó cuando menos, consiente, el mo- cho Gobernador de Zacatecas. He a q u í un c a s o que se nos comunico, h u b i e r a pe rd ido por i'i mpleto la \ 1 r- de Zamora. Al fallecimiento del Sr. Li<?. DOD kruerua., sería retirarse do uu puesto que solo debiera sf r ocupado por per- Nicolás Dávalos, quedó á la sucesión sonus honradas de dicho seflor una gran paito <lo HacieLda de San Simón. Katro los herederos quedaron di)s hijos varo- nes menores de edad. El abuelo materno de fotos, qiiB lle- va el nombre de Rafael Márquez. Mo- ra, y es el padre de la viuda que dejó á su muerte el Sr. Davalo", se apro- vechó del ascendiente que sobre su hl I Parece que Pedro Arguelles, el ja t")LÍa para que se le antojara la I Gobernador de Tamaulipas, ha de- Mleotras Porfirio Dm/. estóenel Po- der, sneo lograra que haya justicia El cinismo de Arguelles. Hacienda. Márquez Mora estuvo durante va- rios míos disponiendo del producto de la Hacienda sin dar cuenta á nadie de sus operaciones y aprovechándose do todos los rendimientos, y por i'ilti- mo pretendió hacer un ruinoso contrato que acarrearía la ruina de los jóve- nes herederos Uno de los heredetos, el joven Es- tanislao DiWalos, previendo la ruina, se dec.dió á administrar por sí mismo sus intereses, y al tfecto, se presentó en Septiembre anterior manifestando a su abuelo que en virtud de haber llegado á la mayor edad, se disponía á tomar posesión de su propiedad. Márquez Mora se negó á,entregar al joven Dávalos lo que Je pertenecía, y aun pretendió expulsarlo de la linca: peí o" viendo que su nieto insistía, en reclamar sus derechos, ofreció entre- gar la Hacienda siempre que se le re- galasen cincuenta mil pesos que dijo le correspondían por haber adminis- trado la finca. Hay que tener en cuenta que Mora no tenía derecho á reclamar, porque duraite varios años él se apropió to- dos los rendimier,to<! i\c la Hacienda Merecía, más bien jr á la cárcel por su latrocinio en lugar de recibir un rega- lo de cincuenta mil pesos. El joven Dávalos se negó & obse- quiar las inicuas pretensiones del abuelo. Este, furioso porque se le es- capaba, de una fortuna, corrió á ver á Francisco de P. Aguado, Jefe Político de Zamora, á quien ofreció una parte de los cincuenta mil pesos si obliga- ba á su nieto á entregar el dinero. Aguado, que sueña con ser capita- lista, aceptó el sucio negocio, y arbi- trariamente ordenó al Presidente Mu- nicipal del pueblo de IxteáD, inmedia- to á la Hacienda, la aprehensión del joven Dávalos y de su servidumbre. El joven Davalas legró escapar de las garras del tiranuelo, pero poco des- pués cayó en poder de Rafael L. Huer- ta, uno de los bandoleros que están al servicio de Aguado, y tuvo'que com- parecer ante éste, siendo entf tees víc- tima de los mas crueles ultrajes. Aguado es un rufián, y como rufián, injurió al indefenso joven y lo amena- zó con enviarlo á la cárcel si no da- ba á su rapaz abuelo los cincueLta mil pesos El joven Dávalos se negó con energía á dejirse robar de un mo- do tan cobarde, con lo que se exaspe- ró el inverecundo Aguado hasta tra- tar de golpear á su víctima. El joven Dávalos fue consignado á UDO de los jueces letrados del lugar, quien lo puso inmediatarrente en li- bertad por no haber delito alguno que perseguir. La víctima elevó un escrito de queja á Aristeo Mercado y ni siquiera reci- cidido exhibirse cínicamente como protector de los asesinos del perio- dista Vicente Rivero Kcheagaray. A su instrumento Longona lo puso en el Congreso de Tamauli- pas provocando el escándalo de to- da la nación. A los polkías cómplices de Lon- gona los puso eu libertad á pesar de haber sido condenados á diez años de prisión. Hizo más Argue- lles, envió á Tatnpieo á esos bandi- dos; pero un escrito enérgico del Sr Emilio Rivero Echeagaray ma- nifestando que se haría justicia por su propia mano si esos bandidos osaban presentársele, y las protestas justísimas de la sociedad indignada, decidieron á Pedro Arguelles á re- tirar á sus bandoleros de ese Puer- to. A Francisco Viñas y Dr. Maria- no Treviño que figuraron como cómplices del asesinato del Sr. Ri- vero Echeagaray y de los crímenes á sangre fría perpetrados en el Hos- pital y el Panteón para borrar las huellasde sus depravaciones y de las de L,ongoria y los policías ban- doleros acaban de ser agraciados, Viñas con la Presidencia Municipal^ de Tarnpico, y Treviño con gajes de toda clase. Ha Puesto de Visitador Político en Tarnpico á un tal Antonio C. Guzmáu, para que proteja á sus apreciables facinerosos. Este Guz- nián se ha dado á conocer muy pron- to como amigo de enriquecerse coa los caudales públicos y sus latroci- nios se distinguen por lo descarados y.audaces, pues en los. garitos y prostíbulos donde dilapida lo que distrae de los fondos públicos, hace alarde de sus fechorías. Siguen ocupando sus puestos los demás bandoleros cómpheesde Lon- goria, de Treviño y de Viñas. En el Hospital, Nicasio Valdés y Gonzalo Palomera; en sus empleos déla Cár- cel, Valentín Ortega y sus hijos; en los juzgados, Antonio Clkirinos y la cáfila de huizacheros que; ayudaron en los crímenes; en el Ban'o Merca- do, el nauseabundo Agustín Vio- lante y su hampa, y en la Tesore- ría para sostener á la citada chusma de holgazanes bandoleros, Santiago L, Zubieta, que á su vez es sosteni- do por esa mafjia hedionda que tie- MO CÍNICO. LAS AUTORIDADES PATIBULARIAS. Más de una ve2 hemos dicho que en- tre las autoridades que pesan sobre nuestra desventurada Patria, hay in- dividuos que debet ían arrastrar la ca- dena cuando por la enormidad de sus crímenes no se hubiesen hecho acree- dores á la guillotina ó á la horca. El Gral. Díaz ha tenido que rodear- se de esa clase de individuos, porque son aptos para desempefiar cierta cla- se de comisiones que los hombres non rados se reusarían & cumplir. En Zamora, Mica., es Jefe Político un tal Francisco de P, Aguado, per 6OQ8J0 de patíbulo que cuenta con el decidido apoyo de Arlíteo Mercado, Gobernador de Mlchoacán. Aguado tiene la pasión del dinero, bió contestación, "HÍZO después un 1 n e P e d r o Arguelles á su servicio viaje á Morelia para poner su queja I A e s t a t u r b a pertenecen los hijos personalmente, pero el estúpido g-0-1 del Coronel Agapito Villegas. Juan bernante no hizo aprecio de ella. Des ¡ Villegas es Juez del Registro Civil. ilusionado volvió el joven Davales ] Ha matado cobardemente á muchas j Creyó que había justicia y se conven- j personas y á otras les ha arrebata- ció de que nuestra Patria está á mer-j do sus bienes. A Don Alfredo ced de todos los malhechores. Raynaud lo asesinó del modo más F r a n c i s c o de P A g u a d o ge z a d e SÍE- , •, . , 1 , , & . , , . cobarde para robarle sus propieda- , guiar estimación por parte de Aristeo , . , ,. . . . „ Mercado, * ha prometido seguir las I d e s >' e l d e h t O r l U e d ü l m P u n c S e j rojas huellas de Bernardo Re: es. Xo ! h a T o b a d o l o S t e r r e n o í l d e Andonae- ¡ asombrará, pues, que dentro de algu- ¡ £ u i H a convertido en hipódromo ¡nosdiasse haya comenzado á derra- 1 el Panteón Gonzalo Villeg-s fue- mar sangre en el Distrito de Zamora < hasta hace poco comandante de po- hci'4, ,y como policía mató, robo, violó. En cambio á los dos jueces co- rrectos, los Sres Lies. Porfirio Flo- . , , ,. , , res y Teófilo Z Garza, que fueron vte salvado del patíbulo por el Jefe r . , , • - - , T Político, su cómplice. fieles a la justicia en el asunto Lon- Luque atrepella, viola, roba, asesi- gona-Rivero hcheagaray, se en- na bajo el amparo de Francisco de P. cuentran postergados eo C \ ícto- Aguado. , ria bajo la mirada inquisitorial de- Aguado ejerce en estos momentos Pedro Arguelles. una persecución feroz contra vario» Esta podredumbre forma el arma- veolnos de Cbllchota á quienes ere* , ó s o s t ¡ e D e d a f d a responsable» de habernos enviado lo» , . ;, . „ . . ,, i t o relativos al atontado de que . á l a üistnonesca Dictadura de Por- por orden del bandolero Aguado. Aguado tiene k su servicio á un tal Pedro Luque, individuo que por sus en.presas de bandolerismo fui- varías veces sentenciado, siendo la última i D r m s re tntado e que . ei víctima el honorable Sr. Don Ka,., fino Díaz. Hay mucho de charlatanismo eu el reclamo que por todas partes se hace de los supuestos méritos que se atribuyen al Dictador. Las frnses laudatorias para el Dictador, como estereotipadas, apa- recen exactamente iguales en los periódicos de Francia, en los de In- glaterra, en los de listados Unidos ó en los de las otras naciones donde como en México, lia y periodistas sin dignidad que deshonran sus plu- mas con la más abyecta adulación. Porfirio Díaz paga sus reclamos, como los fabricantes de potingues, de pildoras ó de emplastos más 6 menos maravillosos pagan los suyos. No hay difeiencia entre el merolico que se hace anunciar como profesio- nista sobrenatural y el tirano que se lince pasar como demócrata aus tero. Como lu.s fabricantes, el Dictador padece la fiebre del anuncio. Se anuncia en los periódicos, se anun- cia en los ferrocarriles, eu lo.s mu- ros, eu los almanaques, en las caje- tillas de citanos, eu los palillos de dientes, y el anuncio múltiple y monstruoso consume gruesas sumas que salen de las arcas del Erario de antemano repletadas con el J i ñe- ro ávidamente extraído de los bol- sillos del pueblo. I Ningún tirano había caído en la manía del anuncio como el Dicta- dor. Lanza folletos, libros, hojas sueltas. Como los empresarios de circo organiza desfiles de anuncio, convites grotescos de comparsas de alquiler que públicamente hacen la apología del Autócrata. La Prensa nos ha dado á conocer un nuevo sistema empleado por Díaz para anunciarse. Con motivo de la última reelección y toma de posesión del Gobierno, los Cónsu- les mexicanos en el extrajere han derrochado el dinero á manos lle- nas en recepciones-anuncios, en banquetes-reclamos donde el dinero del pueblo se lia convertido eu champagne, en música, en flores, en orgía, en embriaguez sin consi- deración a que la Patria se hunde al peso de la Deuda. Un gobernante probo no necesita recurrir al escándalo pagado para darse á conocer de un modo que so- lo á los saca-muelas se les perdona. La sencillez republicana resulta se- riamente lastimada con el bombo de circo arrabalero con que á diario ofende á los mexicanos el Dictador. Un buen gobernante no cecesita derrochar el dinero del pueblo para . crearse un prestigio artificial que solo puede impresionar á los imbé- ciles. Porfirio Díaz en cerca de treinta años de gobernar no ha podido crearse una reputación sólida, y se ha visto obligado á recurrir al en- gaño profusamente publicado y espléndidamente retribuido. Para el Dictador el anuncio ha si- do una necesidad, y es un hecho comprobado que á mayor anuncio ha correspondido mayor opresión en nuestra Patria. A medida que los años pasan, la tiranía se acentúa y se hace más dolorosa y es imposible impedir que de los pechos torturados se escapen los ayes. Con el transcurso del tiempo las cadenas se multiplican y es imposible impedir que choquen unas con otras provocando sordos rumores. El látigo al caer sobre las espaldas; los cerrojos de las pri- siones corriendo continuamente pa- la policía al chocar contra los crá- neos de los ciudadanos y el chas- quido de las armas de fuego funeio- uaudo sin cesar en obsequio de la Ley Fuga, producen un estrépito que la tiranía se ve en la necesidad de apagar con la música de sus fes- tines, con los ditirambos de los es- critorzuelos y los himnos ensordece- dores de los lacayos cínicos. A medida que la tiranía se ha ido extremando, la adulación ha ido en aumento. lia sido preciso ensor- decer con kossanas venales para que no se perciban los gritos de cólera de lo.s oprimidos; ha sido menester el estridor de homéricas carcajadas para no oir las imprecaciones de los vejados, ha sido forzoso para la tiranía aplaudir delante del estertoi, reír cuando los lastimados gimen, derrochar, embriagarse, enloquecer- se cuando todo es tristeza y cuando la miseria cercena la vitalidad de la raza. Si Porfirio Díaz fuera un buen gobernante no habría tenido nece- sidad de gastar las reutas públicas para pagar los vicios de burgueses porcinos como Rafael Reyes Spín- dola, dedicados á embrutecerá las masas. Si Porfirio Díaz fuera uu buen de las calles descompuestas Llovía d, torrentes y\esa miseria se arrastraba dolorósa sobré "el lodo porln Compañía de Tranvías, arrancan- do gritos de compasión á los espec- tadores condolidos. Cuando la fatigada comitiva IJe- gó al Palacio del Gobierno, Piuien- tel que hacía horas se quebraba la cabeza aprendiendo de memoria Un speach alusivo, quedó profundamen- te deseó asolado al ver que el ptLe- blo no se había uuido á los pobres forzados que pisaban con rabia el lodo de la calle maldiciendo in pe- to d los tiranos, que obligan á los desheredados, á las víctimas de to- das las explotaciones y de todas las infamias, á, servir de comparsas eu los actos carnavalescos con que' pretenden ¡necios! crearse uu pres- tigio enlodado de tiempo atrás. Ante una docena de rostros soño- lientos comenzó á hablar Pimeutel y hubiera durado horas su mal a- prendida peroración, si los conti- nuados bostezos y las marcadas se- ñales de impaciencia, de fatiga y de cólera por parte de los inanifestrn- tes forzados, no le hubieran indica- do que era necesario dar pronto fin á la tarsa. Descorazonado quedó el tiranue- lo. ¡Creía el bueu hombre que una manifestación de protesta contra REGENERACIÓN haría que los oaxaqiKtios en masa se asociaran á sus policías! ¿Ignora el desventurado gobernante no se "habría minchado ¡ f e m a n t e que al pueblo oaxaque- en nuestros Consulados la bandera | ñ o !e r e p U g D a e l "« V l l l ^o? ~ , , , , , i recuerda qup ese pueblo viril 1 nacional con el champagne de las I ^ ' . , i i ' i ! alguna vez al Autócrata Díaz? bacanales con que se celebro la ree-: " lección. Si Porfirio Díaz fuera un buen gobernante no se anunciaría, como un compone-Jntesos, en los almana- ques de los fabricantes extranjeros de medicinas de patente. Si Porfirio Díaz fuera un buen gobernante no tendría necesidad de mover con oro las plumas deshon- radas de los escritorzuelos extran- jeros. Si Porfirio Díaz fuera un buen gobernante, no habría ofendido el sentimiento nacional ordenando á Bulnes que injuriara la memoria de Juárez, con el perverso fin de apa- recer más grande que el Benemé- rito. El buen gobernante por la sola virtud de sus acciones se justifica. Benito Juárez uo necesitó del recla- mo dispendioso para ser honrado on el título de Benemérito de Amé- rica ni gastó el dinero del pueblo en anuncios charlatanescos. Pero Porfirio Díaz necesita atur- dir á todo el mundo y aturdirse él misino. Aturdir á todo el mundo para que no pare mientes en la ca- rroña que se encumbre cou la púr- pura del César. Aturdirse él mis- mo para no escuchar las tremendas acusaciones de su conciencia. En su intimidad ese hombre de- be sentirse agobiado por mil remor- dimientos enormes. Sus faltas gi- gantescas deben roerle sin cesar, y por eso hace que se le inciense, y por eso hace que se le cante, por eso procura distraerse con las li- breas de sus lacayos, con los arras- tramientos de sus funcionarios rep- tiles, con las hipérboles hediondas de sus intelectuales como Díaz Mi- rón, como Manuel Flores, como Francisco Bulnes, y cuenta de an- temano como todos los culpables con la absolución del clero traidor, aliado incondicional de todos lo¡ déspotas. El Dictador, mientras viva, con tinuaiá gastando el dinero del pue- blo en oropelarse. Tiene razón: si se exhibiese como es, los hombres engañados tiempo ha que hubierar ra cerrar las puertas detrás de las. visto el índice severo con que lo se- víctimas que entran; los garrotes de ñala la Justicia indignada. n a comedí a odiosa! pimentel no se ««formó con ia rechifla con que fue recibida esa Cualquiera diría que Emilio Pi- mentel es más cuerdo que Bernardo Reyes y aun que el misino Gral. Díaz, pero los hechos lian venido á demostrar que el clerical Goberna- dor saborea con deleite c imítalas! «Protesta.» Había avanzado hacia el ridículo y acabó por hundirse en él. El día 2 del corriente se improvi- só Pimentel una manifestación po Inurreta no quiso, quedarse sin que á él,—el odiado Jefe Político,— se le presentasen los manifestantes. Ordenó á sus subalternos que obli- gasen á los pobres hombres que componían la calenda á que fue- sen á saludar lo. Y así se verificó. Los rezagados en el pago de la ca- pitación tuvieron que estrechar la mano del lobo que los acorrala, lo.s acosa y los mete á la cárcel. La infame comedia ha despresti- giado todavía más al clerical Pi- nentel, al bandido Tirso Inurreta y Í|1 hipócrita Jo<-é Inés Dávila. Los tiranos no pueden inventar algo que no sea la vulgar y trillada manera de incensarse, tan dê ptíVs- ígiada, que los hace más odiosos. Un lacaya indignado. En el papasalillo Las Noticias que subvencionan las autoridades de San Pedro, Coah., á las que ataca- mos con toda justicia, aunque con menor duieza de la que merecieran, encontramos un pretensioso cuanto mal hilvanado artículejo en que un badulaque llamado Andrés L. Vies- ca ataca destempladamente á RE- GENERACIÓN. El mísero foliculario, á falta de buenas razones qué esgrimir contra nosotros, amontona en su articulejo todos los baboseados estribillos con que los escritores de alquiler han pretendido pulverizar, sin ' conse- guirlo, los efectos de nuestra' labor democrática y justiciera. Se nos lla- ma ambiciosos, despechados, cobar- des y hasta enemigos de la Patria, y no se nos lanza á la faz una prue- ba—una sola- de nuestra ambición, ni se exhibe la causa de nuestro despecho, ni se da la razón de nues- tra cobardía, ni se demuestra con fundamentos que nos confundan nuestra carencia absoluta de patrio- tismo. Un imbécil, herido con el flagelo que dejamos caer sóbrelas espaldas de su pariente, busca hospitalidad en las columnas de un pasquín en- vilecido, y desde allí nos injuria con ese odio mezquino que sienten litcia los espíritus libres, las natu- ralezas irredimiblemente esclavas con esa rabia venenosa que lo viri y lo digno provoca en los emascula dos y en los abyectos; con ese furor <jüé acusan., sin. pruebas> y culpan sin justificación! Hace cuatro nfios que nuestra asendereada ambición pone hiato ri- cos alaridos eu la garganta enlodada de los eunucos; lince . cuatro años que la estulticia de los serviles nos imputa despechos y traiciones; y en todo ese tiempo no han podido exhi- bir los adi ladores una comproba- ción siquiera de las miserias que nos atribuyen.. SI somos ambicio- sos ¿por qué no se nos arrojan al rostro las pruebas de nuestra ambi- ción? Si somos despechados ¿por qué no se publica la causa engen' dradora de nuestro despecho? ¿Cuando hemos solicitado un pues- to, uua concesión, un favor, de la corrompida Dictadura que fustiga- mos? Precisamente «os enorgulle- cemos de lo contrario. Heaios su frido vejaciones y despojos porque jamás nos hemos humillado, porque nunca hemos querido vendernos. La falta de garantías para el ejer cicio de nuestros derechos, nos obli- gó á buscar libertad en este país, y desde aquí atacamos, no á la Pa- tria, como declaman los asalariados, sino á sus opresores, á sus verdu- gos. ¡Miserablecosa sería la Patria, si ella estuviera personificada eu la patibularia falange de los que la o- primen y la deshonran! No; atacar á los déspotas no es atacar á la Pa- tria; desenmascarar á los tiranos no es perjudicar aja Patria. Semejan- te aberración solo puede ser procla- mada por escritorzuelos bellacos que llevan su impudicia ultrajante hasta euearnar la augusta grande- za de la Patria en la despreciable pequenez de los que la profanan y la venden. El pariente de Adalberto Viesca que sin duda por recomendación de este cacique, nos insulta, declara exagerados é injustos nuestros car- gos al Gobierno, que según él, de- bieran rechazarse a prioti. El des- venturado defensor de la Dictadura debería tener eu cuenta que noso- tros no atacamos sin prueba, como los que á nosotros nos insultan. Cuando fustigamos al criminal, pre- sentamos el crimen; cuando flagela- mos al opresor, exhibirnos la infa- mia. En este mismo número damos á conocer algunas fechorías de Adal- berto Viescay de sus paniaguados, que sou la mejor justificación de nuestros ataques y que entrañan la negación rotunda de esa impecabi- idad gubernamental—que con tan poca fortuna preconiza el grafóma- no Andrés Viesca. Ya que este individuo es un vago de profesióu que solo puede vivir á a sombra de sus parientes acomo- dados, podía confeccionar en sus largos ocios algo que no fuera sola- mente, como lo que ha publicado, una exhibición de su servilismo y una patente de su intelectualidad de topo. Los gobiernistas de San Pedro El Sr. BivÁIHo llega. Nuestro inteligente correligiona- rio, el Sr. Dr. Alfredo Ortega, se ha servido obsequiamos un ejemplar de la Tesis que presentó al Jufado Calificador en su examen profesto- ual de MetHcioü, HonieQpAtica. Dicha Tesis es interesaute por- que refuta con singular tino y ta- lento los errores eu que incurrió el Maestro Gabino Barreda acerca de la homeopatía. La Tesis consta de más de seten- ta páginas nutridas de observacio- nes fecundas. Agradecemos á nuestro correli gtonnrio el valioso obsequio que nos bizo así como lü amable dedicatoria con que lo acompañó. Por nuestra parte felicitamos cor- dialmente al estudioso Doctor, tan- to por su meritorio trabajo cuanto por haber conquistado á fuerza de laboriosidad y de paciencia el me- recido título profesional, LÉASE REGENERACIÓN. Regéúé'jtacíÓ'ü' Jamtary i4th 1905, Sytbscriptiou rutes: Peraúmun $2. 00 gold. ,.,. ,Per 6 months, . . 1; IO ;, Director;, y Propietario Ricardo Flores Magón. CONDICIONES: . S» publlq» loa sábados, g| niímoro suolto vale cinco csntavoa oro on loa Estados Unidos dal Norto y dloz centavos vk • ta en la liopübllca Mexicana. Los proclos de subscripción son como sigue: En los Estados Unidos del Norto por un oomeo- tre, pago adolantado $ 1 ,10 oro. Por un año, paco adelantado 2. 00 oro, En la República Moxlcana por un semestre paso adolantado j-7—-s$ 2. 40 plata. l"or un alio, bagó adelantado 4 . 5 0 ,, JE1 clonlo do olomplaroa vala p^ra loa "Acontes- En U República Moxlcuna. $ V. 00 plata En los Esta'oa Unidos dol Norte— 3. 00 oro, Los envíos de dinero puedan hacerse por Giro Postal Internacional, por Expr«ss, on Billetes do Banco 6 en Tlmbros Postales. NOTA. Estos precios sí u/dicti» <t /UN personas que mandan paga ihrertunu >¡ te sus subscripciones svi iut melad de co- brarles. jL las personas, d quienes uniue>'!< < '>' " e s" tro perioiUco y no manden puyn , «v ítís cargará un vcvnte por ciento ao6ic'»« pre- cios arriba expresados. Para lodo asunto dirijirm, al Jiifector. La situación en Coahuî a. Atroeidades del Gobierno Cardenista. debían convencerse de que solo ridí- culo y desprestigio les acarrea la subvención que dan á Las Noticias. El taliur Ricardo Hickman, soñan1 do en combinaciones para desplu- mar á sus compinches, no atina á redondear un periodo y escribe es- tupideces que dan lástima. El dipsó- mano Mendívil con su solo nombre desacredita al papasal y no cesa de conquistarse el desprecio del pueblo, que lo ve eternamente peregrinando de cantina en cantina, con la espe- ranza de ser obsequiado por los que adula con una copa de alcohol . . . putar. Hizo que los músicos de la | '"enguado que levantan los fulgores banda dtl Estado se disfrazaran de de la verdad en el alma tenebrosa de md.-nas firsasá que recurren aque- d e s a r r 3 p a d o s m u r g u ¡ s t a s . Vistió «le | l o s b a r i o s viles. El imbécil instl- llos gobernantes, que gustan de po- p a i s a n o s á los desdichados gendar- ! t a- >' Pretende que se dé crédito á ' ' " ' ' Recogió de los barrios á po- ¡ l o 1 u e b r o t a d e s u P l u u i a deshonra-ner ellos mismos el turíbulo en ma nos de sus lacayos En nuestro mi mero anterior di- mos cuenta de cierta «Protesta» re- mes- bre.s personas que adeudan varios nie&es de capitación, y previa ame- naza de conducir á la cárcel á esos dactada por orden de Phnentel, for- , l n d i g e n t e s ciudadanos sí no se pres- niulada contra REOENRRACIÓN u b a n ¿ ] a f a r > a i l o s b i z 0 m a r char y firmada por unos degenerados c o n ios gendarmes disfrazados y la c(ue deshonrau á Oaxaea. banda á la cabeza. da; el lacayo anatematiza y quiere que sus rastreras maldiciones en. cuentren eco en la conciencia públi- ca; pero no aduce un motivo para sus insultos ni un fundamento para sus anatemas. ¡Y nada más indigno que la conducta de esos miserables Este es el título de un interesante libro escrito por el conocido escritor Sr. Adolfo Duclós-Salinas- El autor expone en la obra de que se trata la maquiavélica labor de Porfirio Díaz, y delinea acerta- damente la fatídica figura de Ber- nardo Reyes. Cuantos deseen conocer las ma- las artes de que se valió Porfirio Díaz para imponerse y tiranizar, así como ver en sus detalles la obra de sangre de Bernardo Reyes, pue- den conseguir su objeto leyendo el libro «MÉXICO PACIFICADO » La obra cuesta en la República Mexicana: Por Express, C. O. D. . . -gó.oo moneda mexicana. Por Correo, pago adelantado, $5 00 moneda mexicana. Para los pedidos dirí jírse precisa- mente al SR. ADOU'O DUCXÓO SA- LINAS, 418 N. THIBD ST. , SAINT Lot'ts, Mo., E. U. de A. San Pedro Los funcionarios municipales que por sí y ante sí se declararon triunfantes en las últimas eleccio- nes, han tomado posesión de los cargos eu que se reeligieron. Des- pués de haber cometido en las elec- ciones toda clase de fraudes y chi- canas, han prestado sarcásticameute la protesta te guardar'y hacer guar- dar laConstituci6n General, la del Estado y demás leyes que de ellas e- manan. La desfachatez de esos funcionarios no tiene nombre. Con motivo de la denuncia que presentaron algunos miembros del partido independiente, puntualizan- do las infraciones á la Ley Electo ral cometidas por las autoridades de San Pedro y justificando el proceder de los oposicionistas, la Secretaría del Gobierno ordenó que el Juez de Letras del Distrito, Lie. Jacobo Vé- lez, pasara á San Pedro á ¿acer una "averiguación sobre el asunto. El mismo día que, llegó el Juez, tuvo una conferencia reservada con el Presidente Municipal Adalberto Viesca, y en esto se vio un mal au- gurftTpara los independientes. En e- fecto, pronto se comprobó que el Juez estaba obrando por consigna: las au- toridades responsables de notorios a- busos y fraudes electorales, no fue- ron molestadas ni con un interroga- torio; en cambio los cinco miembros del club «Benito Juárez» que eleva- ron la queja que motivó la averi- guación fueron multados con $2 cada uno.- Esa*es la- justicia' del gobierno cardenista. Después de que los ciudadanos son atropellados en sus derechos; después de que se les burla y se les veja, todavía se les castiga por el delito de no ha- berse sometido humildemante á las arbitrariedades de los mandones. Las persecuciones contra los opo- sicionistas no se calman aún. No hace mucho que el brutal Inspector de Policía ordenó la aprehensión del ciudadano independiente Antonio Medina, achacándole el delito de ebtio sedicioso, delito que ha inven- tado el estúpido Inspector exclusi- vamente para los oposicionistas. E Sr. Medina fue sentenciado á un mes de arresto por el arbitrario ca cique Andrés Medellín. Este Me dellín es Regidor 19, pero Viesca para evitarse responsabilidades, lo cu-esta ocupa y que es propiedad Municipio. La cuenta se consigno antes de seí cobrada al ,Sr. Duran, on el objeto de recargarle el iop § , r auuque el Sr. Doctor manifestó lo njusto de tal recaigo, pue&to que 1 Tesorero no le había cobrado con nterioridad para quê se le conside- ara moroso en el pago y puesto que a renta de la casa no era contribu- ción para que pudiera sufrir recargo ninguno, sus razones no le valieron el analfabeta y servil Juez Serra- :o, obedeciendo la consigua de Vies- ca, hizo efectiva la cuenta con los arbitrarios recargos. Un grafómano imbécil se permite negar las infamias y los crímenes que cometen las autoridades de Coa- huila y que hemos estado dando á conocer en REGENERACIÓN. ha dejado en la Presidencia y se sirve de él como instrumento. E Sr. Medina tu estadorigurosamen te incomuuicado todo el tiempo d su arresto. El Sr. Dr. Candelario Duran miembro del Club Democrático «Be nito Juárez» continúa siendo vícti ma de mezquinas venganzas. Pri- mero se le encarceló caprichosamen- te y se le calumnió en el inmundo pasquín que escribe Hickman y subvenciona Viesca; hoy se le ha obligado á hacer injustamente un desembolso. El Tesorero Municipal consignó al Juez 29 Local, Tomás Serrato, una cuenta contra el Sr. Duran por pago de contribuciones de su Botica y renta de le casa que Cuanto hemos .dicho -es, rigmosa--4,£ mente exacto, y á nuestras informa- ciones anteriores, vamos á agregar nuevos hechos, que harán enmude- cer á los turiferarios. Hace poco.tiempo que un pobre hombre llamado Trinidad Salazar" tuvo la desgracia de hacer un tra- bajo para Andrés U. Medellín, hijo del famoso cacique de San Pedro Andrés Medellín. Cuando Salazar cobró su trabajo, Medellín se negó á pagarle y lo injarió, recibiendo del otro contestaciones fuertes, aun- que no tanto coma las merecía el cínico explotador. Este no perdonó á Salazar que reclamara el precio de su trabajo, y poniéndose de acuerdo con los principales mandarines y con el bandido Juan Guajuardo, Je- fe de Acordada, lo mandó á Saltillo para que fuera consignado al Ejér- cito. FáciJ es comprender como se- ría tratado Salazar por la Acordada-. Otro hecho. Gerónimo Hernán- dez, radicado en Torreón, debía u- na cuenta al cacique Adalberto Viesca, de San Pedro. Este comi- sionó al bandolero Guajardo par' que trajera de Torreón á HernáJ dez. y el bandido desempeño guste.. so la comisión, pues deseaba moles- I tar á Hernández, porque éste, que había sido policía, conocía los crí- y menes de Guajardo y sus abusos de menor cuantía, tales como apropiar- se bestias agenas, cobrar sueldos de gendarmes que no existían y iobar- se fondos que le daban para ali- mentación de presos. El Jefe de A- cordada sacó á Hernández de su ca- sa, y lo condujo de Torreón á San Pedro, de noche, por entre el mon- te, golpeándolo y obligándolo á ca- minar al paso de los caballos. En San Pedro lo entregó á Viesca quien, con tan infames procedimienios, lo- gró tener un arreglo con su infeliz deudor. Nos reservamos para otro núme- • ro, por falta de espacio, la relación de otros hechos que, como los ante- rioies, no dejan muy bien parado el prestigio de esas autoridades que en vez de mandar al patíbulo á ban- didos como Guajardo, los utilizan para sus particulares venganzas. Cuatro Ciénegas- En este desdichado Municipio yaco so soporta la tiranía, del arbitrarlo REGENERACIÓN local Narolso Ramo? I ' luovftn oaolquo Vcñuatlano Cnrranza. Este 1 Venuntlano GB ün. ̂ l'Oülittgttiuo Itis'orvl» Wo, quo ftlnrdoa do tenorio, y quo só- lo so proooupa por fn.vorooor BUB par- tipulttros tatoroaoa y los do BUB uml- i, arruinando til pueblo. pretendió quo oj Juez diora un fallo d iímtlto Salinas, Hit Keíuianor~político, unas pertenonolas minera»; porool Juez Ra- mos, con toda veotituú, no hizo la ad- judicáosla. Vettuafclano, fuiioBOi se presentó al Juzgado y oon su carácter ¿e • Presidente .Municipal ordenó Im- poviosamonte al Juez quo obrara eorno lo doota; una voz más el Juez, so mos- tró digno, tiogandoso á obedocer, y al poco tiempo ol Si1. Narciso Ramos tu- ' vd que dejare! Juagado. Como Venustiano es SenaüoiS algu- i nfts veoea va. á México, y deia la Pre- sidenoia Municipal al Regidor V? Ga- minan, Aímaguer, En una de laB au- sencias del Cacique) se ¡.uscitó una ouoitlón do aguas entre R Farrlgno y M. Quintero, y dol asunto conoció Ca- rranza Almaguer, qulon falló en deli- nitiva & favor del último. P»só el tiempo y Venust'ano regresó de la Ca- pital. Comoes amigo de^Ferrígno, no lo pareció tíien que este hubiera sa- lido perdiendo en 1 a cnestl onde aguas. y llamó á Quintproy leord«nó que pa- gara 810 00 de multa por lo que habla pasado con Ferrigoo. En vaco el muí» tado protestó contra la Injusticia y olfgó qae el negóclo estaba ya fallado pot> autoridad cowpétente: Venustia- no le contestó con Insolencia que no necesitaba consejos y lo amona ¿ó con mayores malea, si no desembolsaba los $10.00 No obstaute que el Mtiuleiplo puede sin perjuicio sosfcentr una Escuela de líiBos de primer orden, Venustiano, • por* dilapidar ellos fondos publico», solo ha puesto una mala Escuela, in- ferior á l * de Oo&mpoquees un pueblo •de menos habitantes y menos recursos que Cuatro Ciénegas, El calamitoso Venustiano y el Go- • bernador Cárdenas han hecho que el Munioipio de Ocampo pague la coro- postura de un camino que conduce á, sus ranchos y que solo sirve á dichos íunoionarios. A última hora, el c.on- •tratUta do esa compostura ha salido • • perdiendo, pues solo se le ha pagado parte de lo que importan sus trabajos. • Venustiano aprovecha para sus pro piedades y las de sus amigos toda el agua del pueblo, con gran perjuicio déla mayoría da los vecinos. EJ forma > las candidaturas de los Munícipes, y Tiaoe figurar en ellas á individuos de • la pior ralea que más que desempeñar íuncionas públicas, merecieran estar en un pr«sidlo. Para que nada falte al desprestigio del ponderado Venustiano, hay que Hay ua D, BoaltaolOi Secretorio 4ol Ayuutftttileuto; quo se adjudica y j vendo por au ouonta animales mostren- cos, y quo sólo concurro algunos mi- nutos a BU Soorotnvía, porquo las aventuras tumorosas absoi'von todo su tiempo; y hay un policía, Ftllpo Mar- tínez, que oon el sueldo inloliz do $20. mensuales, ttório tros oiisus, algunos buenos oaballoa, compra lincas • y presta dinero & rédito. So dice quo osto polloíft tionq tratos pooo limpios oon ol TOBOVQVO Muniolpül, y do osto modo so explican ios prodigio» do lo» Torreón Hace poco que el Sr. Dr. José Mn Rodríguez, Presidente del Club' Independiente do Torreón, estuvo á punto de morir asesinado. Dicho fa- cultativo fue llamado á atender á un enfermo que estaba en un hotel; acudió, y cuando aplicaba el termó- metro al paciente, sonó una deto- nación de arma de fuego, el provee til atravesó la puerta que quedaba á'la espalda del doctor y debido ¿ un utensilio de fierro que estaba colgado de la Have de Ja puerta, la bala ya no tuvo fuerza para herir al Sr, Rodríguez. Se lia querido hacer creer que es- te atentado no fue masque un acci- dente; pero es más creíble lo prime- ro que lo segundo, dada la situa- ción actual de la política en Coaliui- la y lo poco escrupulosas que son las autoridades dé ese Estado para suprimir á sus enemigos. Los atentados son la «ota eterna del Gobierno cardenista, y en To- rreón, no sería la primera vez que el Presidente Municipal Lilis Nava- las i rro, mandara dar hombre honrado. la muerte á un Explotación de las vicias. constar que es ULO de los más distinguidos miembros de la pandilla reyista. En tiempo de la 2? Reserva3 "Venustiano fue poo de los más fer- vientes propagandistas de la ridicula institucióTs; hizo reuniones, despotricó { sandeces, y aun- desPtuyó de sus em- pleos á algunis personas que más se- rias y menos imbéciles que él, se ne- garon á figurar en el ignominioso re bafio reservista. Este tipo es uno de los principales íavorifcos de Miguil Cárdenas, y aun se dice que éste, en caso de separarse del Gobierno, recomendará la candi 4atura de Venustiano. Con lo que •bastará para que sobre Venustiano caiga todo el odio del pueblo ooahut- lense. R a m o s Arlzpe. El Presidente Municipal de ese lu- gar, Francisco Morales Rodríguez y el cura Félix Morales, se han conf &- bulado para causar la desgracia del pueblo. Esos dos personajes se han hecho odiosos por sus continuos aten- tados, de los que ligeramente nos va mos á ocup~>\ Hace diez aSos que el Sr. Librado Zertuche vendió al ensotan ado Mora- les un terreno, con excepción de tres álamos. Durante ese tiempo el Sr. Zertuthe estuvo haciendo la poda de los álamos sin inconveniente alguno, pero á últimas fechas, el cura decidió apropiárselos, y sin más trámite, de- claró que eran suyos los álamos y acusó al verdadero duefio, Sr. Zertu- che, por destrucción da árboles. El Juez I1? Local, por co asignadel Presi- dente quienáisu vez la recibió del cu- ra, que lo domina en absoluto, orde- nó la aprehensión del Sr. Ze.tuche y lo tuvo preso un mes, tratándolo co- mo á un criminal. Cuando e! Juzga- do de Letras, conoció el asunto, decla- ró que no había delito que perseguir, con lo que se comprobó la injusticia da los mandarines de Hamos Arizpe. Hace poro murió el Tesorero MUDÍ- •eipal, y el cuerpo edilicio tuvo una- Junta para nombrar al sucesor El Presidente Morales Rodrigut z propu- so para él puesto á Actonio Ramos, un ebrio consuetudinario de costum- bres inmorales á quien el cura reco- mienda , solo porque ayuda misa y acompaña en las parrandas á su pa- ternidad. La mayoría de los muníci- pes no aceptaron el nombramiento de Ramos y fueron injuriados por Mora- lea Rodríguez. Los únicos que lo apro- baron fueron Jesús W> Morales, pri- mo dol Presidente que desempaña la Tesorería de obras materiales y no pBga contribución por sus negocios, y Bomán García, compinche y compa- ñero de negocios turbios del omnipo- tente Cura. El bandolero inurreta. Emilio Pimentel se quiere hacer popular á toda costa y á la vez ga- nar algunos pesos más. Aprove- chando la ausencia de los únicos re- gidores honorables con que contaba el Ayuntamiento de Oaxaca el año anterior, Sre's. Heliodoro Díaz Quin- tas ,y. Dr- Gildardo Gómez, á. cuya moción habían sido prohibidos los garitos que anualmente se instalan durante la segunda quincena de Di- ciembre y parte del presente mes, dio la consigna de que se revocara la disposición, siendo obedecido por sus lacayos, Pimentel quiere hacerse popular explotando las bajas pasiones, pues es indudable que ahora gozará de simpatías entre los tahúres. Ade- más, y es lo que interesa al científi- co sátrapa, aumentará su haber con con los productos del vicio. La administración pimentelista es una de las más corrompidas de la República. La tiranía de Porfirio .Díaz solo puede. producir abortos de esa naturaleza. En Oaxaca la Justicia es una harpía gruñona que está al servicio de los tiranuelos, complaciente con éstos y feroz y huraña con los des- validos. El tipo de esa justicia es el de to- da la República. Tirso Inurreta fue acusado de haber escalado á las doce de la no- che el domicilio del Sr. Plácido Cas- tro. Tirso Inurreta iba acompaña- do de su esbirro Daniel Sontibáñez, Inurreta se introdujo á la recá- mara del Sr. Castro con el propósito de cometer uno de esos actos de vio- lencia que lo hicieron sombríamente célebre en Tabasco, y que pronto conocer án nuestros lectores para que se convenzan de que el Jefe Político del Centro es digno por mil títulos de sentir las caricias del do- gal. Tirso fue acusado de allanamien- to de morada, y el Juez lacayo ante quien se interpuso la acusación fue á consultar el caso con el jesuíta Pi- meotel, quien le ordenó que ni' si- quiera diera entrada á la querella, ¡No podía Pimentel castigar á sus cómplices! El pueblo oaxaqueno debe, sacu- dirse en los próximos comicios esa tiranía que lo deshonra. Eu el Estado de Guerrero, como en todos los que constituyen nues- tra llamada República, sólo impera el absolutismo, y si acaso llega ,á luimifesitarse la voluntad popular, pronto es aplastada por la presióu brutal de lns autoridades. Cam-tido el pueblo de Arcelin, Gro/de sufrir por diez nños A Tri- nidad Alberto Gama y sus pania- guados, decidió arrojarlos del po- der, obteniendo un triunfo comple- to, Pero, los caciques derrotados uo se cóniormarón, y de acuerdo cou el Gobierno, que los proteje, se pusieron á entablar acusaciones ea- lumniohiis contra todos los nuevos funcionarios, electos por el pueblo. El Sr, Juan Albarrán, Presidente Municipal, fue acusado por protec ción de fuga; D. Cipriano ^Castillo, Juez 19 Meuor y D. Eduardo Par- cayo, Regidor 29, por extravío de expedientes de km Juzgados; D. Mi- guel Rodríguez, Secretario de estos, por protección de fuga; D. Nicolás Sama no, que presidió un Colegio Electoral, por interceptación de una linea telefónica y D. Adalberto Sal- gado, ciudadano independiente y popular, que contribuyó á la caída de los Gamistas, por allanamiento de morada. Ninguno de estos delitos ha sido probado. En 1111 careo que tuvo lu- gar entre el Sr. Salgado y sus acu- sadores, .se comprobó que estos ca- lumniaban, y aun fue encarcelado uno de ellos. Pero al poco tiempo se inhibió el Juez que teDÍa la cau- sa y esta pasó al Juez Felipe Gama hermano de los enemigos 'del Sr Salgado. Este Señor, como era natural con tal Juez, ha continuado preso, sin que tenga más delito que el de haber sido digno, procurando el bien de sus conciudadanos y el castigo de los sultaucillos de Arce- Ha. A Suplicamos á 11 ncsit os ama bles subs- criptores se sü van enviarnos sus pa- gos tan pronto como les llegue nuestto aviso. A las personas que reciban nues- tro aviso y ya hayan enviado sus pa- gos, les agradeceremos nos dispensen, pues es fácil que se nos haya escapa- do algún aviso por ser crecido ZI nú- mero de nombres que leñemos en lisia- Es preciso no olvida? que todos los envíos deben hacerse pr¿cis 1' : á Ricardo Flores Magón. Express José G. Godoy. ,—9—» Hemos recibido una artística tar- jeta del Express' José G. Godoy, de la ciudad de México," con" que dicha casa obsequia á su escogida clien- tela. Damos las gracias por el obse- quio. El Tercer Imperio. El próximo numero de "Re generación." Ofrece enviar como prima la obra «JUÁREZ como lo describe la Histo- ria y como lo pinta el Diputad/) Bul- nes» por el Lie, R. Prida, á toda per- sona que se subscriba al periódico. Esta obra vale en laslibrerias $1.75. El precio de la subscripción á «El Tercer Imperio» es $1 75 por semes- tre y todo pedido debe hacerse al Ap. 2176 ó al Chapitel de Monse- rrate, no 4, y precisamente á I. A- rriola.—México,—D, F. Gran oportunidad, Minas úe carbón. Recientemente se ha abierto una mi na Diieva en Cannel, Texas, 21 millas al N O. de Laredo, que ofrece más ventajas que ninguna otra de las co- nocidas. El carbón, es sumamente grueso. Cualesquiera hombre traba- jador puede ganarse de $1 50 á $2 00 oro por día pues se paga la Tonelada á $L0ú oro. La maquinarla es la más moderna que se hn conocido, puede socar 300 ó 400 Toneladas por día. Al contratista que saque más de (¡5 Toneladas por raes se le paga á 73 cts. yarda, de cuele y aJ^unat otras garan- tis»- Mexican news and Bureau. ———415 M A I N AVKNUIC. — P. O. liux 627. The pttper.s WÍSIUIIJÍ to obtniu advortisinj; of American buMuess lumües should send their ratea to UK. The adverüsers uiay dircct thcuiselves to us for rates m both Spauish and Americau pubhcations. AAKONJOHNSON MANAOKR Mexican news and advertising Bureau. — 415 MAIN AVliNUH P. O. BOX, 627.— Los periódicos mexicanos que deseen buscar anuncios de casas ame- ricanas, deben enviarnos sus tarifas y condiciones. Los anunciantes diríjanse á nosotros en solicitud de precios de avisos en periódicos tanto mexicanos como americanos. AAKON JOHNSON, G H I U Í X T E —«s» Pasó el tiempo de los mitos olímpicos. En aquella edad de la Infancia de raundo se creía qae los dioses reina- ban. La superstición luventó los dioses, el antropomorfismo les dio ̂ ida y la estupidez los fingió reyes. El dio"* déla Biblia reinaba sobre un pueblo escogido, hablaba á sus caudillos, legislaba entre los truenos del Sinaí, combatía 4 la cabeza de las hordas errantas del desierta, hacía llover pudras sobre los amaiecitas r a vencidos, permitía que lo derrotaran á la cabeza de seiscientos mil comba- t;>-nt8s, detenía el sol y aparecía sin quemarse, como una salamandra, en- tre las zarzas encendidas del monte Oreb. Los dioses de Grecia combatieron en Trnya. En la India., Brahma se encarnó pa- ra reinar. El dios Sa.mona,odón reinó en Siam. El dios Adad gobernó en Siria. La diosa Cybeles fue soberana en Frigia, Júpiter lo fue de Creta, y Saturno de Grecia. La humanidad se hizo adulta, \ )os dioses abdicaron. Entonces,1 los que entraron á reinar y á combatir se llamaron sus hijos. Para ser rey se necesitaba ser de la estirpe agustade los dioses. Así, Baco, Perseo, Hércules, fueron hijos de dioses. Bómulo era. hijo .de Dios, Alejan- dro fue declarado hijo de Dios en Egipto. Odín lo fue en el norte de Europa. Abulgazi, historiador de los Mogoles, dice que Gengis era nieto'de Aladea, la cual había concebido de un rayo celeste. César se decía des- cendiente de dioses Después, euando a la. luz de la razón que alboreaba, perseguidos por el gri- to de la filosofía y las carcajadas de la humanidad, que salían con sonori- dad abrumadora de la boca de Lu ciano, esos dioses y semidiosas huye- ron despavoridos, dei&ndo de proyec- tar sus espantosas cabezas sobre la tierra. Y el dios del monoteísmo cris- tiano se aisló en su cielo, absorto en su beatitud, y aún quedó flotando eo la oscura conciencia humana, cnal un girón de sombra, como la protección de aquella dinastía de fantasmas, la absurda teoría del derecho divino. La raza de los reyes j emperadores sucedió á la de los semidiosas, y el lá- baro de Constantino, laoriliama traí da por un ángel á San Denis, la am- polleta bajada del cielo por un pi- chón para consagrar á Clovís y los lamparones curados por ios reyes de Inglaterra, sucedieron á las anti- guas fábulas homéricas j orientales dignas de figurar unas y otras al la- do del discurso de la burra de Ha,- laam. Pero un día, el derecho humano puso la mano sobre el (Uredin (/u/no, derri bándolo, como el fíigwite de la leyen- da, a! golpe de honda del mancebo foí j blíco, y después de desgarrar su púr- pura y pisotear su corona, le arraocó la cabe/.a, é vista de las multitudes asembradas: el dcn.thu dinnu abdicó en las manos del pueblo. Entonces surgió una raza, do nuevo» dominadores, degeneración raquítica de los otros, pero representantes sii-m pro de ese funesto atavismo social, que atribuye á »tos iDroUcueocla di- recta en el gobierno de las socieda- des humanas. Estos ya no se apellidaban dioses, úi hijos de dioses, ni con derecho di vino; pero hatíaa á su modestia, la violencia de llamarse delegados de la l'rovidencvt (¡y aquí está ya ei espan- toso vocab'o!) para hacer felices á las naciones, poner en ellas el orden— porque los hombres puramente hutria'- nos no pueden gobernar—y adminis- trar en nombre de esa Providencia los grandes rebaños de hombres que, se- gún ellos, posee en este planeta. Esfcos mayoidomos tuvieron su nombre. ¡Se l lamaron. . ios providenciales'. Algunos de elloB, como en la anti- güedad Pepino, mayordomo de Hilde- rico, se han hecho reyes; pero la ma- yor parte se ha conformado con su democrática divinidad. La Europa, ya bastante civilizada, ao sufrió el azote de la nueva plaga. UQO sólo se presentó enjilla á los co mienzos del siglo, cargado con los 1 laureles de las más épicas victorias! pero á pesar de su genio fue á morir ¡ abatido y sólo en una isla remota . .. La Providencia no se dignó libertar á su delegado, ni intentó reclamo algu- no contra la Gran Bre^aBa por el se- í cuestro de aquel procidencia^ afortuna- 'do. La América latina, tanto tiempo ig- norada, sumida en la sombra intelec- tual por luengos años, dominada por el fanatismo, y por ende ignorante, te- nía que ser, y ha sido, el teatro feliz de estos aventureros políticos. El providerwialümo ha hecho destro-- EOS en ella. No ha habido sargentón insubordi- nado que dé un golpe de cuartel feliz; ni jesuíta que por la traición, el vene- no ó el puñal llegue al poder; ó políti- co ambicioso que quiera perpetuarse en él, que DO se llame providencia'. Los antiguos salteadores tenían su dfos protector: Mercurio. Los asalta- dores de pueblos han imaginado tam- bién su divinidad protectora: la Pro- cidencia. Providencial fue la traición á la Re- pública hacha'por Iturbide; providen- cial el asesinato de Yegros y el se- cuestro del Paraguay por el doctor Francia; providenciales el pvsñal de la mazorca y la dictadura de Rosas; pro- videncial la aventura aleve de Maxi- miliano; providenciales los crímenes de Ga.rcía Moreno, ese tiij relñrc<in<i del fanatismo: providenciales la trai- ción de Kúñex, el veneno de Gaitán, las horcas y su nduiterio, aquel famo- so adulterio, bendito por el Papa j ensalzado por el padre1 Hiflí", ante la tumba recién abierta de i a esposa abandoní da .. El ]>roridtnriahht>to ha, rea rrido ec América todas las escalas, y tenido todos los matices. Ha sido brillante L'in Iturbide: ilus- trado con Francia y Nüue/. brutal rt,n ltosa°. soldadesco con Melgareju. lie- nóeo con Balmaseda, ( íu/mán: ridículo ci>n ido ea ritíuruhft grtuiat' ha*ta el abismo. Ha revestido todas las furraai, d*>8 do el águila h&sta ul insecto. L< 1 s menos oscuros de los ¡iimiihn <K¡/<» setn lof> que eabo/o a<|iii ,\ los publico en época do som- bra! .Viebto de tempestad enrre «leí uno a.) otro extremo de la actlgua Co- ampuloso i-nc Vndue/a. ión de la Ha i ' ia lombia de los héroes. La sombra se espesa' sobre su cielo, y en algunas partes la tempestad es sorda y muda corno en las borrascas polares, donde, según la expresión del narrador fran- cés, el trueno es silencioso. ¡Luz crepuscular alumbra ol hori- üolte! Aliento enervado y frío toca las al- mas. Se siente la aproximación de uo gran peligro: Iti «'M/UVIÓII. Como los altos árboles de la selva bajólas alas del viento, vense intli- nnrse cabezas podeiosas. hay no se evtrafta palidez en los caracteres1 qué rebajamiento moral, qué súbito desfa- llecimiento en las conciencias; qué es- pantosos desmayos de valor... La enfermedad del siglo, el sórdido interés, ha invadido las sociedades. Lo que nos mata, no son las doctri- nas conservadoras, sino los intereses conservadores. La enfermedad reinante PS el miedo. Nadie se atreve á decirla verJad. Todos huyen de verla frente k fren- te. Su semblante augusto los acongoja; su sonora voz los amedranta. Sólo hay lugar para la mueca del bufón y el canto del juglar. Sólo puede escucharse el himno del cortesano, la clásica frase venal, !a apología comprada, el sáfico cantar de los Horacios, y la armoniosa can ción de Tíbulos y Propercios. Sobre la onda de pavor que pasa, sólo se dejan flotar hojas de académi- cos laureles, y flores pálidas despren- didas de las coronas de poetas bucó- licos, marchitas en las orgías del po- der. La ola de la debilidad ahoga la so- ciedad. Se tiene tacto miedo a las grandes acciones como á las grandes pala- bras. Si se ve llegar á un hombre que di- ce la verdad y lanza al viento su fra- se indignada, los miedosos tornan su debilidad en indignación, y la inmen- sa ola estúpida se permite irritarse y ruge y murmura.. El soplo gélido del interés, la indi- ferencia ó el miedo de las capas me- dias de la sociedad, paralizan el es- fuerzo de los pocos periodistas y apostóles que combaten, impidiendo que su verbo candente y el beso déla idea toquen la frente de la pálida v oscura multitud que vegeta en el fon- do. Y asi se vive, esperando iina revo- ¡ lución que no se impulsa, una 1 ibertad I que no se engendra Y üDgíendo fe ! mesiánica, como un trapense ante su í fosa abierta, «la sociedad vive tiritan- ido de miedo,!» hambrienta de silencio. í Escribir la \erdad es un criimu. To- ldo lo viril, lo resistente, Jo franco, lo ! grandioso, se excusa ó se desaprutba. I Se tiene miedo á la dignidad del ! que carece de miedo 1 Secriticaá los gobiernos, pero i\ me- dia vo?; seles insulta, pero inu.i poi'o, y con esta debilidad imbécil se hace sagrado el despotismo, \ < 011 esta complicidad del miedo, traiint ida en falso puuor, sesllencían las livianda- des de los déspotas, tnmanii i PH mu- do respeto a' \icio lo que üYbicra ser protesta atronadora, cwplra (•{ \'Ma hoja dfi parro, puesta p< 1 la h 1 |>icre&ia 10 Mal sob^e las ('fámulo tvs de los t i r anos , ha su io en mu ->- ttiig |»u*-blos la {.Tac fal ta ilf 1< s '. Su'ictitas y Ja <Í! do fuei»¡i df- ios 1 . .t DOS Si a>-i h u b i e r a n procf-(5ido 1 .i< i<> * ' S u e t o n i o , ;,<jU¡í'O s u b i í u . i o s «. • ¡" los ', ¿sar^s? ¿e Víctor > Haluttio, luwuou, \n>r ven- REGENERACIÓN. tura, oso pueril temor al describir la abominacióndo las costumbres romtv, loa, silencios definitivos do la muorto. i hb ¿Lo tuvo Demóstonos onsus Fllípl- oas? ¿L.0 tuvo Clcorón oo sus eutllína- rlus? ¿Kfnbotó la sátira ncernda do Juvo- uulV ¿Ap»<íó In oaroajada soml-jiro tosca ilo UabuluisV ¿La tuvo ol Diintoon su Divina Co- utodiuV , . i ¿Sintió oso vergonzoso dosranyo Víctor ¿upo escribiendo Sus Ctistl- ¡ÍOSV i ¿Lo sintió oa su pluma vigorosa Juan Montftlvo? No. ¿Ks que la pluma de los hombrf a só lo dfibo oouparso en escribir apolo- gías? ¿<¿uó sería entóneos do la severu lilsiot iaV ¿O aquéllos grandes escritoios sólo oran graudes libolUtnsV Hespouda ese orhorio luatñico que se hn foitnudo contra la verdtya hielo- rmt, La libertad so pierde, no por íalta do talentos, sino por falta, de carncte- ro». Uiiy en la mnyorüi de los escritores un amor ilimitado It no tó que falsa reputaciÍQ, quo contiene el anatema en sus plumas, ó lo desata en hipéi- bolos fumívoras, por el temor pueril de verso criticados por lus imaginacio- nes asustadizas, re el i ¡izados ue nues- tras sociedades neuróticas \ pueriles que tienen siempre un santo ojkw pura escritores que DO leen siquiera, ó aja dos por el insulto d« escritorzuelos asalariados de1 poder. Nuestras sociedades Incipientes, ía natlcas, ¡lenas de preocupaciones,, tie- nen un miedo horrible á !a verdad «b- crita Verla desnuda, ¡qué horror) Esos púdicos criterios serían capa- res da arrojar un manto sobre la Ve- nus mutilada de Milo, para no ver su seno desnudo, sus pechos voluptuosos \ sus formas esculturales. Yo üo pertenezco áe^a escuela. Amo la verdad con un amor de artista. Pinto los hombres y los aconteci- mientos con Odelidad gráfica; pongo un adjetivo crnio clavar un dardo, siempre con justicia; y, como dijo el otro, no acostumbro á hacer duhh garlas palubias cni¡ue creo. Las mías se levantan rectas, con to- das sus asperezas. Yo no sey corte- sano de nadie, ni de nada. No habrá, acaso, otro escritor me nos enamorado del favor público que yo. Por eso, sin duda, mi reputación se compone más de odios que de afec- tos. TeDgo un pedestal de enemigo1!. Mi vida ha sido de luchas y de persecu ciones, y ha habido veces de no tener un rincón en que guarecerme, porque no he_sabldo adular ni á los podero- sos ni á las multitudes. Mi carácter me mantiene lejos de los unos y mi educación lejos de las otras. ¿Cortesano de la opinión? ;Bah! Fso sería como cortesano de un hombre. ¿Siervo? ¡Jamás! Ni de uno ni de mu- chos Yo no acepto el tirano todos, ni el déspota uno. Mirando á mi vida se ve que mi es- píritu indomable no lleva la huella de ningún yujro, como mirando á mi cue- llo no se encuentra en él la traza de ningún collar. No nací para la domestieidad. Yo no se mentir ante el Poder, ni ca- llar ante el Deber. Yo no sé de los silencios intencio nales del momento. Sólo comprendo , s Loa acontecimientos y los son impotentes pura huoermo onllar. Sólo la muerto tendría f so poder. No só viviré» los Bllonelosdol opro- bio. El silencio tiilpablo mo quema loa labios ootno los carbonos encondidos al Profeta. Do abí que la divisa do mi vida do- lorosa, y combatiente, haya sidn siem- pre: luchar sin tregua contra ol mal. . ¿«ehaiyluehtn*, lubhaiv.. Interrumpir ol lüinto oou la caron> jada, la hipérbole oon lu realidad, hncer h « sobre los ídolos grotescos, desgarrarles el Inmundo manto paro que so vea la llaga do BUS cuerpos, reir de los dioses en presoneia do los oroyeniee, y hncor palidecer a los dés- potas lanzándolos las verdades oon rumor de tempestad sobre IB frente. Que rujan en su guarida, quo aullan, que insulten. Esta bieo, ¿quién pre- gunta al lobo herido por qi'ó muestra los dientes y gruíloon tu oavornaV |Ir a etmi de tíranos; noble misión! Perseguirlos en sus guaridas, ya sean sepulcros 6 palnelos, poro uo darles tregua. Romper las momias y dosterrur los dioses. Ali( gar ol último fdoio en loa bra- zos doi últimocroyenie. Hacer hix, tnnta luz en la concien- cia human», q\iamafian», cuando ama- nezca, se haya visto desaparecer para sii mpre en PI fúlgido horizonte, la sombra del último providencial trus la huella del último lacayo .. / . M. Vargas Vila. £ protector de 3/telina. Olegario Molina, quo ha encontrado en el Gobierno del Estado de Yucatán un vico filón que explotra, quiere ree- legirse á, imitación del Dictador Díaz I a» Constitución del Estado de Yu- catán todavía no sufre el ultraje que recibió nuestra Curta Magna con la reeleqclijn del Ejecutivo, pero ahora trata Molina de reformar el artículo 09 de dich» Constitución, y para lle- var & cabo su deseo na comepzado por ordenar á los Diputados y otros funcionarios, que arranquen degrado ó por f aerza firmas para calzar un do- cumento que se presentará á la'.Legis- latura del .Estado en solicitud de la reforma. Indudablemente que la conducta de Olegario Molina á ese respecto está íuera del decoro, pero hay una cir cunstancia que la hace todavía más odiosa, y es, la de que el Gobernador científico hace propalar la especia de que el Autócrata apoya sus preteopio- nes. Es que Olegario Molina, aprove< cháodose del terror que inspira el Dictador, divulga el apoyo deque go- za para desarmar á aquellos de sus enemigos que sintiéndose cobardes an te el autor de las desventuras de la Patria, cesarán de luchar contra e enriquecido gobernante cuando sepan que tienen que luchar contraía volun tad de Díaz El ardid de Molina es él trillado ar úid á que reourren. todos loa • sátrapas quo peana sobro los Estados do la Ro- públiou para soícoar laB protostaa do la oposición, logrundo su objeto cuan- do ésta no es viril. Aforturadamonto la oposición yu- oateoa so amostra viril y resuolta. A Yucatán no ha llegada todavía la gtm- greña, de la reelección y estamos st- guvos que, los patriotas hijos de eso Estado, so opondrán á .que m .Constl" tuolúü su Ira la afrento quo, pbr Uo ha ber sido ó tiempo valerosos sufr'itnbs los hijos de los demás Estados de la Federación. Los yucatecos honrados no dobeo desistir tío su empeño porque no de mancille BU Constitución, aun cuando Porürio DÍÜH proteja a Olegario Mo- Jlna. JEs preoiso convencerse de' que los tiranos son débiles ante las mani- festaciones formidables de la voluntad popular. lis indudable quo, si Olegario Molí na pretende que se reforme la Consti- tución del Estado en el sentido de ins- tituir la reelección, el desprestigiado gobernante cuenta do antemano con el apoyo de PoifMo DÍÜÜS, pues todos sa- bemos que los Gobernadores y dentó» funcionarlos son lisa y llanamente la- cayos del Dictador, y que DOÍ lo tan- to, nada, pueden hacer sin consultar antes con el Tirano. Tero no por eso deben dpsm«yar ios yucatecos, por el contrario, hay que redoblar los ethim KOS, que en la lu- cha no ettán solos, y cuentan con las simpatías de sus hermanos de 1< otros Kstados qu« como ellos s,ueflap con la libertad. Olpgarlo Molina no debe permane cer al fr<nte del Gobierno solo porque el Dictador lo proteje, pues esa pro- tección, esoemi-eilo por parte de Por tirio Díaz de que Molina continúe en- vileciendo al Estado, se defe á los magoificos ntproetoa que nuestros go- bernantes han logrado realizar con la desmembración de Yucatán. La protección de que goza Molina, debe s<r considerada por los yucate- cos como un ultraje que DO putde ser perdonado. JESUITISMO SE UN GOBERNANTE A fio por ánoj á'pesar de la. mise in, la ¿egistatura del Estado pro- :úra aumentar los impuestos en pro- recho del Gobernador Cosío y de la camarilla de explotadores que lo adulan, Para aumentar los impuestos acu- le á su acreditado jesuitismo, Fin- giendo moralidad desde lince varios ños ha venido aumentando el im- puesto sobre producción de alcoho- es, aumento que-«n la actualidad es casi del triple de lo que importaba antes. Esto lo lia hecho Cosío con el pretexto de ertabatir la ebriedad, pero en realidad el objeto ha sido aniquilar la pequeña producción en provecho de las grandes fábricas en las que está interesado y pertenecen á sus aduladores, Los pequeños industriales se han visto obligadosá abandonar1 sus in- dustrias embeueficio, no de la mo- ralidad y déla temperancia, sino de os productores de alcoholes en grande esca'a, porque la ebriedad está en bonanza en Querétaro sobre todo entre los empleados de Cosío. Próximamente daretnosá conocer otros detalles de 1a pésima admiuis- traciónde Francisco G. de Cosío, digno colaborador del Dictador LO la' REGENERACIÓN. La Poderosa Ya otras veces hemos dicho qu nuestros gobernantes.se enriquecen rápidamente, á tal grado, que lo: individuos que la víspera de toma posesión de un cargo carecían has- ta de lumbre para calentarse, al día siguiente pueden disponer con hol gura de cantidades uo soñadas, no solo se enriquecen le s funciona ríos, sin* también su ejército d aduladores. El Gobernador de Querétaro, Ing. Francisco G. de Cosío, conoci- do en todo la República por-su cle- ricalismo, y por lo mismo, por su hi- pocresía, tiene sumido á aquel infe- liz Estado en la más lamentable mi- seria. La miseria en Querétaro reviste un carácter alarmante, porque ade- más de tener un gobernante - cleri- cal , pesa sobre la población la obra de rapiña, de embrutecimiento y de prostitución del clero. . Testimonio De gratitud. Layra, Palo Pintó Co. Texas. Enero g de 190-5. 1 En atención bajo á la honradez de mis circunstantes, y de más atri- butos que eu mí concurrieron acer- ca de nji enfermedad. Habiendo yo tenido una enfermedad que me dominaba en mi trabajo y me pos- traba encualqUjier sitio, y además me estaba grabando y las medicinas pasándome como por alimento, y ha- biendo tenido noticia de la Sra doc- tora quien Teside en San Antonio, Tex, tuve que consultar á ella, don- de me dijo que me garantizaba la cura, y en efecto, he quedado tan bueno y sano como si nada hubie- se tenido. Así pronostico dirigiéndome á to- dos mis conciudadanos que aclame- mos á nuestra sanadora con entera satisfacción, probando que no nece- sita medicinas para curar á cual- quiera distancia que sea, por medio de su virtud mental, y siempre aclamaremos á nuestra sanadora en lo sucesibo de todas las enfermeda- des, declarando como testigos de mi residencia á los Srs. que siguen. ' Sin más soy de Ud. su atento y S. S. • MIGUEL ESTRADA. FLLIBERTO REYNA, FRANCISCO MARTÍNEZ. El valiente porlódloo independiente de óombafco que ahora se pubiloa en San Antonio, Tesa», E. TJ., ha honra- do nuestra humilde fiaos», do redacción oon su visita, qae, mucho aproolninos; Loa Idf alos que en poHtioa persigue nuestro distinguido colega, son ideo- ticos á los nuestros en punto & la rali- g'ón qu'e Impera en ol pueblo mt kioa- no. Por eonsig-uiente nos es grato ex- presarlo nuestras simpatías y desearle íells». óxito. jv,.. El Católico Convertido.—Matehuala, S. L P. REGENERACIÓN. Es el nombre, de un nuevo oolf ga que hn. comenzado á puolioa-rse en San Antonio, Texas, por los Sres. Sarabla y Mogón. Es de advertir" que este ookga se publioó en México, y no pudlendo tolerar los abusos que se cometían en contra de] pueblo me- xicano por las autoridades, las com- batía con persistente anhelo, hasta que el Gobi.rno impidió el curso de su publicación, y ahora de nuevo des- de el suelo «.xtranjero extiende el lá- tigo contra los abusos que en su país' natal se cometen, viendo que allí eran reprimidos i>us esfuerzos en cous'giiir ua cambio en el sistema de gobierno Bien veoid", colega, y oon gusto co- rrespondemos el oainbio acostumbra- do, deseándole buena ac< gida. en sue- lo extraño. El Republicano.—Tierra Amarilla N. M, REGENERACIÓN—LA PUNZADA. Fatigado 6l país de no ver surgir en todas partes sino publicaciones mer' cenarlas'y serviles, ba de haber logra- do un respiro de satisfacción viendo en la lisa del periodismo nacional dos nuevos semanarios de tendencias fuer- temente nceotuadas hacia el jacobinis- mo, de lectura confortable y de aesn drado patriotismo. Nos referimos á REGENERACIÓN' de Saa Antonio, Texas y á LA PUN- ZADA de Puebla. Es el primero un campeó a esforzado la democracia á que %&a adictos se han mostrado sus redactores, los Sres Ricnrdo Plores Magón y Juan Sarabia; debido á la opresión en que gime entre nosotros la libertad de im- prmta, resolvieron éstos proseguir sa campaña en territorio americano, pe- ro haciendo la protesta de que llevan rán por norma el' bien de la Patria y respetarán su Ley Fundamental ;quie- re'decir, emdretderán una campaña contra el mal Gobierno sin traspasar él artículo 19 Constitueior>a>, El otro coleguita, como lo manifies ta su lema, será guasón, pf-ro amigo de la verdad, y "en los cuatro números que lleva de vida ha cumplido como bueno. AlfredoSu director lo es el Sr. Quesnel. Saludamos eordialmente á nuestr liberales colegas, deseándoles que presten buenos y numerosos servicios á la noble causa que taa maltrecha han de jado,los mochos y- los tiranos 'El Ahuizoté Jacobino.—México, D. F **# Damos las gracias & nuestros ama bks colegas por su atención, Cuya reputación es bien conocida en todo esto-país, acaba de establecerse permanentemente en San Antonio, Te- xas Sana todas las enfermedades, sin aplicar drogas, tutnbién cura á cualquiera distancia por medio del maravilloso poder del Espíritu oon el cual fue nacida. Ella es la roej^r adivinadora en el Sur, siendo la séptima hija de la sép- t'ma hija. Nuaca hierra t n o amblar la suerte Doctora ALVESSA MATTHEWS'. Calle 8- Laredo 708.—Antiguo telé- fono 808-1 R JULIA V. GOMfiZ Cura toda clase de enfermedades" y trata con eopecl»lidad las enfermeda- des de Parto. Precios módicos. Fino trato. 211 S. Laredo St San AntociOi Tex* LA CIENCIA QTJE REVELA LOS AZARES DEL DESTINO. Shakespeare dice: las Estrellas- arriba de nos dominan nuestras- condiciones. Envíe la fecha de su nacimiento y 25 es. y ec'birá una Leyenda General de su viia. S. E. Va'demar, San Antonio, Texas. 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Arroyo de León, Condado de Me- dina. ñ QUIEN INTERESE- Con sumo placer daré testimonio al gran poder para sanar enfermeda. des, que posee la Dra; Alvessa Matthews. Ella curó á mi esposa milagrosamente después de que yo había gastado centenares de pesos sin resultado. Había tenido varias operaciones en San "'Antonio'," pero su enfermedad creció hasta que su peso llegó á ser de 115 libras cuan- do la traje á la' Dra. Alvessa Maf thews. Ahora pesa 170 libras. La gran Doctora nunca la dio alguna medicina. Yo soy un ranchero bi«n cono" cido y con gusto contestaré cual- quier pregunta á cualquier tiempo acerca de la enfermedad de mi es" posa. Falls City, Tex. THEODOR KNIEYSKY. Solicitamos AGENTES para anuncios IKuestros agentes. Es la mejor Escuela de Negados fat a ambos sexos. Cursos de Inglés y Ta- quigrafía comeicial. Precios cómodos Colocaríones aseguradas para los gra- duados. Pídanse Catálogos. G. E. MELLIFF, Director. S. Antonio, Tex. Álamo Insnrauce sPELUQUERIfí DEfíLBINO NMRRRO. 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