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Regeneración N 2 [2 Epoca Año I -12 Noviembre 1904-Mexico] - Nora Salinas Sandoval

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U llbortid di) IrnpfSht* lio t|«n« mJi llmHs* <iu« el ro ía lo i I* rlda privad»,
noraly i li pai pvibllc*-Arl. 7 ° d« I» Constitución.
9 r
Periódico Independiente de combate.
Director: RICARDO FLORES MAGON
Cuando la República pronuncio su voi sobaran», gari forioao tomaterka ¿
dlmlllr.—GAMBETTA.
Jefe do Rbdaoototi]
i rabia.
OI'ICINASt 509 W. Nueva ©trcet.—1». O. Udx, II33.
AÑO l.—iií ÉPOCA. SAN ANTONTO, TEX. E. U. A.—Noviembre 12 de I 9 o 4
Administrador:
Enrique Flores Magon
TOMO111.-N9 2.
Y EL PORVENIR DE Lfl PftTRIfl.
Los soñadores ó los tontos que
teñían esperanzas Ae que el Gral.
Díaz se preocupara alguna vez por
eí Futuro de la Patria, habrán teni-
do que curarse de su ilusión desde
que* contemplaron la elevación de
Ramón Corral á la
ciá de la República.
Vicepresiden-
Sería preciso
adolecer de cretinismo incorregible,
para no ver en la imposición de Co-
rral la mejor prueba de que el Gral.
Díaz no piensa en el porvenir del
, pueblo mexicano, sino sólo en»,ro-
bustecer su Dictadura, en tiranizar-
nos férreamente mientras le quede
un soplo de vida y en hacernos
Sentir; hasta después de su muerte,
el peso de su despotismo. .,
JEjn la cuestítón de la Vicepresi-
dencia, los mexicanos hemos sufri-
do un desengañe más
Cuando se inicióla reforma Cons-
. ..titucional que creaba el, puesto de
'Vicepresidente, la nación sintió un
gran alivio, y en la expectación y
én la ansiedad del pueblo, hubo
mucho de esperanza y de alegría.
tos qué ño\. están enteramente de-
, cepcionados,-como nosotros lo-esta-
mos* del gobierno porfirista, creye-
rtin que había Uejgado'el momento
_eü qüé-élJCÍrál.- Díaz devolvería al
j de "sus Íibertadgí=5t
lé permitiría prepararse por sí mis-
mo stTpórvénir; creyeron que ha-
bría una tregua en el centralismo,
eri la absorción de fa'cultades, en la
violación del sufragio, én la guerra
al periódico y al Club, y que de esa
tregua-resultaría la expresión libre
y franca de la voluntad nacional y
1 íá elección para la Vicepresidencia
de ún ciudadano merecedor del ca-
rifio del pueblo, digno de la con-
fianza general, y capaz, por sus mé-
ritos, por su inteligencia, jsor su
carácter,. de> salvar á.. la Patria del
espantoso caos en que lá dejará for-
zosamente sumergida la administra-
ción- personalista del Gral. Díaz;
creyeron, en una palabra, que la
creación de la Vicepresidencia era
la garantía del porvenir.
Se engañaron. El" Gral. Díaz ha
llegado á un extremo inconcebible
de tiranía, y á un grado, * también
inconcebible, de desprecio por los
mexicanos. Para el Dictador, noso j
tnos ciudadanos; ni siquiera hom-
bres. Ha decidido tratarnos como
á rebaño, y nos dejará en manos de
Ramón Corral, como tm pastor de-
jaría sus ovejas en manos de otro
jpastor. N©' se ha preocupado t i
Oral. Díaz de tomarnos parecer a-
cerca del hombre que nos goberna-
rá cuando él desaparezca; no se ha
cuidado de saber si ese hombre nos
es querido á odioso, no ha pensado
si lo aceptaremos ó lo rechazare-
mos. Sencillamente nos lo ha im-
puesto: ha hecho legado de la Pre-
sidencia en favor de Ramón Corral,
como si la Presidencia fuera propie-
dad suya; no se ha conformado con
tiranizarnos, sino que ha designado
-á Corral para que nos'tiranice en
lo futuro; no le ha bastado hacer-
nos sufrir por 27 años su propia
Dictadurapha querido obligarnos á
soportar en el pgrvenir el gobierno
de su favorito Corral.
La Vicepresidencia, en estas con-
diciones, más que una garantía, es
un nuevo peligro para el futuro de
la Nación. Nadie puede tomar á lo
serio las necedades de la prensa
f asalariada, que dá por asegurado el
'porvenir con la creación de la Vice»
presidencia, L.& Vicepresldencia le-
gal sería una salvación; pero la Vi-
cipresidencia de nombre, no puede
significar nada. Tener un Vicepre-
sidente elegido por el pueblo, sería
tranquilizador); tener un Vjcepresi
dente despreciado por el pueblo, es
amenazador. La idea de que Corral
nos gobernará, sólo porque al Gral.
Díaz se le antojó legarle la Presi-
dencia, es idea vergonza que causa-
rá la felicidad de los serviles; pe-
ro que en las condencias honradas
provqcará formidables rebeliones.
Corral ha llegado á la Vicepresi-
dencia, con disgusto de la nación
entera. Sü candidatura fue silbada
ruidosamente en 1a Convención Na-
cionalista y tuvo que ser impuesta
á fuerza de chicanas y de abusos
pues hasta los individuos nada in-
dependientes que formaban esa Con-
vención, le manifestaron su hostili-
dad! Fuera de la Convención, el
pueblo lanzó ¡mueras! á Corral y
todo mundo manifestó su desagrado
hacia el favorito del Gral. Díaz-
La prensa, tan acobardada en estos
tiempos, se atféviSá criticar al can-
didato y hasta los periódicos cleri-
cales y gobiernistas como El País,
censuraron duramente la exaltación
de,Corral á uirpue'sto que está muy
lejos de merecer." Tales manifesta-
ciones én un país oprimid^
es un crimen pensar" contra la opi-
nión del Gobierno, donde nadie se
atreve á levantar la voz contra la
tiranía; donde todos soportan siem
pre los excesos del poder; tales ma-
nifestaciones, decimos, son tremen-
damente significativas, como- que
representan el prólogo de la catás-
trofe en que se verá envuelto Co-
rral, el día que le falte el apoyo de
Don Porfirio.
La nación siente repugnancia por
Corral, y éste individuo no-ha he-
cho nada absolutamente por tornar
esa repugnancia en simpatía ó por
disminuirla siquiera. Lejos de ello.
Corral ha esbozado para su proba-
ble Gobierno un programa que ni
uno solo de los mexicanos puede
aplaudir. Corral ha dicho, en diver
sas ocasiones, que siempre procurará
imitar fielmente al Gral. Díaz y se-
guir su política, _y esta declaración
siniestra, desoladora, sombría, bas-
ta para que la nación mexicana mi-
re á Ramón Corral con la mirada
torva con que se contempla á un
enemigo* Seguir la política del Grai.
Díaz es seguir la política del terror;
de la persecución, del crimen; tó*
implantar una segunda Dictadura,
calcada de la primera; con sus mis-
mas envidias, tronchando la exis
teneia de los ciudadanos eminentes;
con sus mismas cobardías, cegando
la vida ¿e los hombres valerosos,
con sus mismas infamias, abogando
las libertades públicas'entre las pes-
tilencias de la abyección y la igno-
rancia; con sus mismas traiciones,
arrebatando ra tierra á los mexica-
nos, para entregarla á la rapiña de
ios extranjeros. Tal es el programa
de Corral: imitará al G'ral. Díaz;"es
decir, sustituirá la tiranía de Don
Porfirio con su propia tiranía; es
hará el dueño de México; pondrá y
quitará funcionarios; violará lab
leyes; regalará territorio á los yan-
quis; se enriquecerá faDulosamente;
ss hará elogiar en todas las lenguas,
mandará injuriar á los héroes, y
cuando le llegue su turno de morir,
designará á su vez al más inepto de
su» favoritos para que siga opri-
miendo á la nación mexicana,
Ahora bien; tanto el Gral. Díaz
al liacer el legadodela Presidencia,
como Ramón Corral al aceptarlo,
se han olvidado de que el pueblo
mexicano existe Dínz y Coiral se
engañaron si creen que no deben
contar para nada con el pueblo, en
un asunto que, como el de la Vice-
presidencia, atañe al porvenir de la
nación. Es cierto que los 27 años
de Dictadura poifirista h«n dado su*
amargos frutos y nos han procura-
do mucho de envilecimiento y de
gnominia; pero á pe^ar de todo, el
pueblo mexicano no ha llegado al
extremo de abyección, al exceso de
miseria moral, ni colmo de pasivi-
dad que Corral y Díaz le suponen,
creyendo que aceptará ron'manse-
dumbre de carnero la Dicttdura de
un personajillo ignorado que recibió
el poder por herencia y que no tu-
vo más méritos para su elevación,
que ser el favorito de úri tirano.
El Gral. Díaz, conquistóla Presi-
dencia á sangre y fuego y á fuego y
sangre ha mantenido su conquista.
Corral ni siquiera tiene el prestigio
déla brutalidad en su exaltación al
poder: sube por el favor, y caerá
cuando el favorecedor no esté pre-
sente para sostenerlo.
El Gral. Díaz ha creado un Go-
bierno personalista que con él tiene
que desaparecer infaliblemente; la
turba de nulidades que componen
ese gobierno,se derrumbará cuando,
le falte el apoyo del Gral. Díaz.
Corral correrá la suerte de todas
esas nulidades, pues no tiene ni mé
ritos, ni fuerzas propios, para man-
tenerse en la altura.
Debiera-avergonzarse Ramón Co-
rral de que"todos los elogios que de
él se hacen, consistan en decir que
es el preferido de D. Porfirio, pues
esos elogios revelan que Corral, por
sí mismo es una insignificancia, de
la que nadie se hubiera ocupado si
el Gral. Díaz no tiene la humorada
de nombrarlo su heredero en la Pre-
sidencia. Esa insignificancia de Co-
rral, puesta de relieve por los mis-
mos aduladores, será su pérdida en
el futuro.'
Las naciones se inclinan ó ante
los redentores, por la admiración; ó
ante los tiranos, por el terror. Pero
nunca se han inclinado ante las nu
lidades por ningún motivo, ni si-
quiera por la recomendación de un
redentor ó de un tirano.
México se inclinó ante el acero
ensangrentado, ante las hecatombes,
ante los calabozos, ante las opre-
siones de Porfirio Díaz; pero no se
inclinará ante la sombra, ni ante los
favoritos, ni ante las disposiciones
testamentarias de Porfirio Díaz. No
se inclinará ante Corral.
El terror que Don Porfirio ha
sembrado por todas partes, se disi-
pará con el último suspiro del Dic-
tador, y Cornil, con su programa
calcado de la tiranía porfirista, que-
dará frente á frente de la nación,
que ya podrá manifestarle clara
mente su hostilidad y arrojarlo de la
Primera Magistratura.
Si el pueblo mexicano hubiera
elegido libremente al Vicepresiden-
te^ éste conflicto del porvenir se ha
bría evitado, pues nada hubiera sido
tan natural y tan sencillri, como que
á la desapirición de Dí¡>z, ocupara
la Presidencia de la República e
ciudadano ya designado de antema
no por el sufragio popular para ese
alto puesto.
Pero con un Vicepresidente como
Corral, que antipatiza al pueblo
que fue elevado por el favor, que
amenaza con una política crimina
y que no tiene un «olo mérito, sen
muy difícil evitar en el futuro las
convulsiones y los trastornos.
La nación hn sufrido la Dictadura
de Porfirio Dínz pero no sufrirá la
de Ramón Corral Si en la Presi-
iltncia Corral .sucede á Dur., el <lts"
quiciuinie1 lo sucederá á Cornil
Próxima ajlicaci te la ley ftp.
Bernardo Reye-i quiere más san-
gre. Reyes p.na la sangre et> como
os hidrópicos para el agua, jamás
e sacia. ,
Hasta hace unos días tenía d«-
Comandante de policía en Lampazos
al bandido José, Ma Correa, á don-
de lo había destinado para ame
drentar por medio de la fuerza ar-
mada á los vecinos inermes
Correa fue un azote para Lam-
pazos El fue quien disparó vario.s
iros'de su pistola sobre el Sr. Ing
D >n Francisco Naranjo (hijo) tra-
ando de asesinarlo én la Estación
del Nacional. Correa fue el testigo
convicto de falsedad en el asunto
del ''Club Liberal Lampacense."
Por esos dos delitos qnedó impune,
:omo lo quedó igualmente por las
depredaciones que ha llevado á ca-
bo por orden de Bernardo'Reyes.
En Lampazos es coidialmente o-
diado Correa, porque detrás de sus
maldades se descubre la acción si-
niestra de Reyes.
Por sus aptitudes para el delito^
Correa fue ascendido á Comandan-
te óo policía, y hace îí&Ts cuantos
dias fue comisionado por Bernardo
Reyes, para hacerse eargo deja
otnandánciá de policía dé Dr. A-
rroyo, N. L.
A nadie que esté al corriente de
cómo se resuelven los asuntos pú-
blicos en Nuevo León, podrá esca-
pársele que la marcha de Correa á
Doctor Arroyo es el resultado de
un plan meditado por Reyes, para
poner en práctica uno de esos ac-
tos que tan triste celebridad le han
dado.
Dentro de pocos dias sabremos
que en Doctor Arroyo ha aumenta-
do ei número de los huérfanos y
de las viudas; que nuevos lutos ha-
brán caído sobre infortunadas fami-
lias, que llorarán desesperadas por
la eterna ausencia dé sus padres, de
sus hermanos ó de sus hijos.
Correa va á continar la sangrien-
ta obra comenzada en Abril último
en la Villa de Gral. Bravo, por los
conocidos instrumentos de Reyes.
Bonifacio Martínez (á) «El Coyote»
y Genaro C. Salinas.
¡Así se gobierna! ¡Así se gobier-
na! ha dicho el Gral. Díaz.
Los torpes designios de Reyes
han podido ser descubiertos. En
Docior Arroyo va á haber escenas
de .nuerte.
¿Qué es lo que hace el Gral. Díaz
ante tanto crimen?
Encogerse sistemáticamente de
hombros y dejar hacer; dejar que
los impulsos vesánicos d<=i Bernardo
Reyes deshonren al país; permitirlo
todo, menos que se le toque á él.
La ley fuga tendrá aplicación una
vez más en el ensangrentado Estado
de Nuevo León.
netamente libtru], y gracias A sus os-
uerzos y lí BU constnnoin, lograron
undar la Escuela Modolo "Reforma,"
para ñiflas.
La noche del 30 del pasado Octubre,
estuvo de fiesta la hlmpátloa pobla-
ción, como que ne verificaba un acto
reveJador de Jos progresos alcanza-
dos por las ahimnas de la Escuela
Reforma" en su anterior ourso es
colar: la repartición ds premios a la,»
alumnas de dicho plantel.
OOD ese motivo, tuvo lugar tina ve
adu literarlo-muslcal, que se llevó a
fecto con toda felicidad, siendo a
plaudídos los números del programa,.
Mucho nos entusiasma que nuestros
correligionarios funden escuelas libe
rales. El fraile oorrompe á la niñez
n sus escuelas. EnseBa á los niQos
á ser hipóorit»s, a ser malos ciudada
nos, á ser egoístas y malvados. La
propaganda del fraileen Ia9 escuelas
es corruptora y de esa corrupción
han sobrevenido males sin fin á nues-
tra Patria. Los Almonte, los Mira
món, los Leonardo Márquez, la tral
ion, la perfidia, todo eso ha nacido
du la propaganda malsana del fraile.
El Gral Díaz se hizo Dictador por-
consejo del clero católico. Díaz es
un cntólico fanatizado.
La Escuela Modelo «Reforma,» está
hábilmente dirigida por laSrlta. Ma-
ría Soledad Gutiérrez, que es una
3rofesora talentosa, liberal y patrio
a.
La Srita. Gutiérrez ha sido frecuen-
temente hostilizada por los retrógra-
dos y los curas. Ha recibido amena-
zas, ha sufrido injurias por parte de
frailes y fanáticos, pero ha permane-
cido firme y abnegada.
El Obispo Silva, personaje grosero
y brutaV en una visita que hizo al
Jaral, ordenó bruscamente & la Srita.
utiérrez que quitara de la fachada
del plantel el rótulo de Escuela Mo-
delo «Refornía,» y pusiese en su lugar
el de ''Escuela del Sagrado Corazón
de Jesús." Alegó el imbécil Obispo
que "Reforma" era un nombre mal
Uto.
Naturalmente, la absurda preten-
sión de Silva fue despreciada.
Felicitamos á nuestros correligio-
narios de Jaral por su liberalismo.
Los liberales
de Jaral.
Un Obispo grosero.
A pesn-r de 1-a propaganda odiosa
que al amparo del Gobierno del Gral
Díaz hae" el corrompido clero cató
Íleo ouDtra las instituciones liberales
.lUestros corrfllglonerloí DO d*-sma
yan ea su tarea de luz y de progreso
Lo* buenos liberales de Jaral, Oto ,
se propusieron fundar UOB escuela
hizo el 10 de este mes, sin que me-
dinra motivo para ello.
listamos acostumbrados á que los
Gobernantes violen las leyes segúa
su mal humor, pero es irritante
por lo escandaloso, que á una auto-
ridad nombrada por el voto popu-
lar, se la destituya porniero capri-
cho.
El Gral Díaz no quiere compren-
der que él y sus empleados (Gober-
nadores, Diputados, Jueces, Jefes
Políticos, etcétera,) estáu exaspe-
rando al pueblo cou tanta arbitra-
itdad.
¿Es así como ha de progresar el
pueblo mexicano?
Indigna, irrita, que de modo tan
descarado se conculquen los princi-
pios. Nuestros padres no hubieran
derramado su sangre si hubieran
sabido que sus sacrificios tendrían
que ser burlados por Díaz, por Re-
yes, por Creel, por Corral y pot
todos los tiranos que ofenden nues-
ra dignidad de hombres libres.
Greel pisoteando
las instituciones.
Sucede á veces que el pueblo,
aun en medio de su indigencia de-
mocrática, logra mediante un es-
fuerzo viril nombrar sus autorida-
des, burlando de ese modo la con-
signa siempre inmcral de los gober-
nantes.
En Bachíniva, Chih., lograron
los ciudadanos hacer triunfar la
candidatura popular, derrotando á
la oficial. Resultó electo Presiden-
te Mnnicipal, el honrado ciudada-
no Don Helicdo-o Olea, buen libe-
ral y decarácter independiente.
La elección se verificó en No-
viembre del año pasado, quedando
disgustados naturalmente el Go-
bierno y cuatro ó cinco infelices,
que contaban con el apoyo oficial
para oprimir al pueblo.
El Sr. Olea se portó en la Presi-
dencia Municipal como buen demó
crata- No extorsionó, no persiguió,
no atropello.
Esos méritos, unidos al de no ad-
mitir consignas, y acumulados á la
circunstancia de haber sido electo
el Sr. Olea por el pneblo, tenían
furioso á Luis Terrazas, el Gober-
nador de Chihuahua, y después á
Creel, suplente de Terrazas.
Terrazas, que arnque educado
en cuartel, no es tan impulsivo co-
mo Bernardo Reyes, no encontra-
ba manera decente de deshacerse <f<
una autoridad que había sido legí-
timamente elegida.
Pero llegó Creel al Gobierno de
Chihuahua como suplente de Terra-
zas, y Creel, como «científico,» no
tuvo escrúpulos para destituir a
Sr. Olea del puesto de Presidente
Municipal de Bachíniva, cosa que
La expulsión
de PimenteL
El servilismo insuflado por ' la
Dictadura del Gral. Díaz en los es-
píritus pequeños, ha dado una no-
ta repugnante en Oaxaca.
Avergüenza que en un Estado
patriota, como el de Oaxaca, pue-
da heber caracteres mezquinos que
,0 deshonren. .
Emilio Pimentel, Gobernador
del Estado, es miembro|de la «Aso-
cíScRfrTJuárez» de la ciudad de
Oaxaca. -
La Asociación acordó protestar
contra las injurias que Bulnes lan-
zó contra el Benemérito Benito
Juárez, y al efecto se redactó una
protesta que Emilio Pimentel se ne-
jó á firmar.
En la Asociación hay "algunos
hombres dignos cuyo liberalismo se
sintió seriamente ofendido con el
desaire grosero del Gobernador cle-
íical, y pidieron la expulsión del
(científico)) gobernante fundándo-
íe en el Reglamento déla sociedad.
Desgraciadamente, la mayoría
de los miembros está compuesta de
burócratas famélicos, y por esa cau-
sa, la expulsión de Pimentel no
fue aprobada.
Repetimos que es una vergüen-
za para Oaxaca, que haya indivi-
duos tan cobardes como los que no
se atrevieron á aprobar la expul-
sión del hombre indigno de ocupar
el solio gubernativo, que Benito
Juárez supo ennoblecer.
Enviamos nuestra felicitación £
los oaxaqueños dignos que pidie-
ron la expulsión. Oaxaquefios asi,
son dignos de haber nacido en ít
tierra del Benemérito.
S. nuestras
•res.
Suplicamos á las personas que re-
ciban REGENERACIÓN, se sir-
van enviar desde luego el precio que
les corresponde pagar por sus stebs-
cripciones, teniendo en cuenta que si
no mandan pagar, les hatemos el re-
cargo de un í@- veinte por dente
como gastos de cobranza y giraremos
contra ellas con el recargo indicado.
A las personas que reciban RE-
GENERACIÓN y no deseen susbs-
cribitse, les agradeceremos que nos de-
vuelvan los ejemplares que hayan re-
cibido, para evitamos el que les gire-
mos per el valor de ellos.
V
El clericalismo
del Gral. Díaz.
Mucho so ha hnblndo en los últi*
•sos veintisiete nfi< h <lel pretendido
llbcrnlinno del Guil. Din?,.
Bastarían esos veintisiete oflos de
tirnnín pnrn echar por tierrn In re
pntnción libeml del Presidente, por-
que la tinuiín nunca puede ser libe-
nil, Î a tiranta siempre es liberti-
cida.
Paro imponerse, las tininfas tie-
nen que asesinar la libertad, y el
fue asesina lo libertnd, no puede ser
liberal.
El Gral. Díoz no solo ha asesina-
do la libertad; ha dado muerte al
espíritu liberal del pueblo. Pnrn lo-
gro rio, le ha sido preciso corromper
las conciencias per medio de los pe-
riódicos que asolaría, y proteger
abierta y ostentosamente al clero
católico, que sólo medra- y echa ro-
bustas raíces bajo los gobiernos ti-
ránicos.--
El Gral. Díaz ha comprendido
que la milicia es impotente para
sostener una tiranía, cuando el frai-
le no da la mano al soldado, cuando
no veiificau MÍ uuión maldita el ba-
ble y el bonete.
De abí esa unión» ese maridaje,
ese contubernio del íoldado y el
fraile, que ha sido desde el comien-
zo de las scckdades Lumanas el
grillete puesto al pié de los pueblos
para aprisionarlos, y lassembras
que invaden los cerebros de los
hombre, para imbecilizarlos y envi-
lecerlos.
Nuestros males presentes se de-
ben á esa unión creada por la tira-
nía. Lss tiiacías, no ptadkndo con-
tar con las fuerzas del pueblo, tie-
nen necesidad déla fuerza del cleri-
oalitmo. El clericalismo tiene su
fuerza en su maldad. Ensombrece,
ahoga toda aspiración, enseña á
obedecer sin examen, sin discusión.
El clericalismo enseña la sumisión
á todo poder político, por más que
éste ultraje, veje, humille, 6 asesi-
ne. El clericalismo, por lo tanto,
engeña á ser abyecto, vil, hipócri-
ta.
Esas facultades embrutecedoras
del clericalismo son los méritos que
aa encontrado en él el Gral. Díaz,
y por eso es por lo que lojbalaga,
lo adula, lo protege.
El Gral. Díaz es clerical por edu-
cación, por temperamento y por
conveniencia.
Axiomática es la insuficiencia
intelectual del autócrata. TJnos>
mezquinos estudios maldigeridos en
su primera juventud, forman el ba-
gaje intelectual del Presidente
Díaz. Sin noción de la vida, sin es-
tudio de los hombres, sin examen
de las cosas, su espíritu ha cami-
nado á tientas en las sombras de su
raquítica instrucción, sin encontrar
las causas de los fenómenos de la
naturaleza ó de las sociedades.
Era forzoso que un cerebro que
andaba á rastras por falta de luz,
quisiera levantarse por medios mís-
ticos, ya que sus facultades senso-
riales eran como débiles pajas va-
gando en las tinieblas.
El misticism© era una necesidad
para el Gral. Díaz, y por eso siem-
pre ha sido ferociente católico.
Otra circunstancia ha contribui-
do además á fortalecer esa propen-
sión mística del Gral. Díaz: su tem-
peramento.
Como Bernardo Reyes, el GTal.
Díaz es un esclavo de la emotivi-
dad. La rtflexión en él queda re-
zagada sin siquiera poderle pisar
los talones á la emoción. El Gral.
Díaz obra por simpatías ó antipa-
tías; por debilidad mental no dis-
cierne, no estudia, no discute. Su
sistema de gobernar indica clara-
mente la simplicidad de sus ideas y
se reduce á hacer ,el bien á los que
adulan, á los que se humillan; y
perseguir á los que no adulan ni se
humillan.
Y cuando persigue, encarcela,
oprime ó veja ¿qué explicación
puede dar á su conciencia de esos
setos tiránicos, si su intelectualidad
es impotente para discernir? ¿Cómo
reconciliarse con la conciencia des-
pués de atropellar ó de vejar,
cuando el cerebro está ocupado por
lss sombrah?
No le queda al Gral,.Diez otro
recurso que acudir al catolicismo
pnrn efectuar un acto de contrición
poi los pvciulo» cometidos, pues los
ennw 5c hnn empeiyido en predicar
que mi arrepentimiento sincero sal-
va de las hornnzofl del infierno. El
Gral. Díaz se arrepiente cada cinco
minutos; pero el atropello queda en
pié, la vejacióu ha&ido consumada*
L,a conveniencia ha Hecho tam-
bién que el Gral. Díns sen clerical.
¿Qué apoyo sano podría tener el
Gral. Díaz cuando ha violado las
leyes, ha dado muerte á los dere-
chos y hn pesado á su capricho so-
bre la nación?
No podía encontrar otro apoyo
que el del clero, que se distingue
por su corrupción y su envileci-
miento.
Desde antes de llegar á la Presi-
dencia de la Rípública, el Gral.
Díaz era un buen amigo del clero.
Empujado por el clero se rebeló
contra t i Gobierno esencialmente
liberal del Benemérito Benito Juá-
rez, contra quien lanzó injurian an-
te las cuales las de Eulue& parecen
galanterías.
Su rebelión fracasó.
Empujado otra vez por el clero,
ê rebeló contra ti Gobjemo demo-
crático de Don Sibat-tián Lerdo de
Tejada. Lerdo de Tejada, verdade-
ro patriota, se retiró al Extranjero
para que no se derramase sangre
por él.
Poifirio Díaz imperó desde en-
tonces sostenido por el clero. To-
das las leyes liberales han sido vio-
ladas en provecho de la Dictadura
y del clero.
Los conventos ostentan su pros-
titución en toda la extensión de la
República Mexicana. Las Leyes de
Reforma son pisoteadas á cada ins
tante, por clérigos disolutos, ó bea-
tas histéricas, ó autoridades que
desempeñarían á maravilla la vil
función de los sacristanes.
Las familias honradas sufrenconstantemente el amago de la lu-
juria del fraile, que mánchala hon-
ra de las mujeres sin- sufrir una
multa, sin ir á un calabozo ó á la
horca.
Todo eso lo permite el Gral.
Díaz, para no-perder á su aliado.
El clerr» impone gobernantes.
Todos los Estados de la República
están regidos por Gobernadores ig-
norantes y fanáticos que no tienen
otro mérito que el de ser fieles á la
Iglesia y al Gral. Díaz.
El Gral. Díaz no es liberal, por-
que si lo fuese no sería Dictador ni
compartiría con el clero el Gobier-
no de la nación.
Es preciso que.ésto lo,compren-
dan los liberales que viven engaña-
dos por los absurdos que á diario
propala la prensa gobiernista. Es
necesario que los liberales sepamos
que ningún bien puede esperar la
Patria de un Gobierno cemo el del
Gral. Díaz, que pisotea las institu-
ciones republicanas en obsequio del
clero traidor.
iiWlBl—i
Los mexicanos"
se niegan a traba-
jaren el Mississipui.
En los campos algodoneros del
Mississippi, trabajaban antigua-
mente los negros, y .:uando estos
faltaron, fueren á trabajar allí los
mexicanos.
Pero los mexicanos fueron mal
tratados y mal pagados, y hoy se
niegan á prestar sus servicios en el
Mississippi.
Hacen muy bien nuestros compa-
triotas en negarse á trabajar donde
se les explota, dende se les roba su
salario y donde no se les trata con
el respeto que merece la dignidad
de todo hombre. Su conducta debe
ser imitada, pues.es necesario hacer
comprender á los yankees que el
mexicano, aunque su Gobierno lo
tiene abandonado y aunque sus
cónsules no lo protejen, es capaz,
por su propio esfuerzo, de hacer
respetar sus derechos y de hacer
valer su trabajo. Los mexicanos,
quienquiera que sean y donde quie-
ra que se encuentren, no deben per-
mitir huniillaeiones ni explotacio-
nes, Es preciso que bagamos respe-
tar nuestra nacionalidad.
Una nulidad
con fortuna.
LA U/VCrKNDA HJOLI-
OA SAQUEADA
Según lus noticias quo toiumiiB,
OUDBIMU> do soportar ol jnul giibloroo
do Mlguol GnrdtSHi», ol puoblo ilo
OoiUiull» BO propara á lurhur briosa-
monto contra la roolecolón do OBUI fu-
nesto porsunajo.
Mltfxiol Cardonas debo ol puosto quo
ocupa á Borourdo Rfyos. Cárdenas
ora on I8t>3 ua aijogacUto inslgnlflonn.
to, alo tulocto, sin historia, sin Uus-
tmolón, fOao y bacal.
Su miseria oro extifmn; BUB ambi-
ciónos no traspasaban las fronteras
do sus ipudostiiH uecosldndea. Hublo-
ra sido un regular otcriblonto do No-
tada ó hubiera desempeñado & con-
clonóla tal vez el puesto do archivero
do una parroquia, si circunstancias
provid©L,oi»]es no lo hubieran puesto
en oumlno de su medro porgocal snlo-
oáadolo on ol GobJorno dol Estado de
Coflhulla.
La insignificancia es nociva en el
Poder porque ol insignificante DO tie-
ne prestigió a'guno quo conservar,
ni historia honrosa que guardar Incó-
lume, ni simpatías viejas quo culti-
var, ni compromisos morales que
cumplir Por eso es pop lo que Mi-
guel Cárdenas ha sido nocivo al Es-
tado de Ce abulia.
C< mo U (109 los Gobernudoies, DO
se ha prtecupado más que de gn-an
ge»!se la benevolecola del Oral. Díaz
y pin a i< grarln, ha tlmnlzbdo.
CAtdfnas e8 \in femoroeo de Ber
narf'o Eeyea. Este fue quien 1© sacó
(ie la ohbcuridad, de la insignificun
cía, de la mistria.
Se dice que Cárdenas es tributario
de Bernardo Rfyes, qukn recibe dt
aquel 930 T00.00.cs. anuales.
Sea c< mo fuere, lo cieitoes que Re-
yes elevó & Cárdenas.
En diez aHosde administración car-
denista, Cothuila se ha hundido, co
mo está hundido Nuevo León. Ber
nardo Reyes lia sido el Gobernador
afectivo de Ctehtiila Reses ha nom-
brado los fuccionarics coanuilenses,
Jos • diputados coahuilenseB 'y hasta
los esiribiettís y mezos de las ofici
ñas eoahuüenses,
CuaDto decreto ha sido expedido
por el Gobierno de Coahuila, ha pasa-
do antes por la censura de Rejes Be-
yes ha sido el factótum; Cárdenas el
instrumento!. . -,<•,..
La gestión administrativa de Cár-
denas ha sido un perpetuo desbara-
juste, un continuo desorden, donde
han podido encontrar las manos ra-
paces, amplio campo para satisfacer
sus apetitos. •
-Con pretextos baladfes h'aa sido
gravadas las rentas del Estado, para
satisfacer necesidades persoiales en
cambio de la múeria genera],
FrtUxtaLdo aliviar el mal estade
del Tesoro coahuileDse y la necesidad
de empietder algunas mejoras mate
ríales. Cárdelas coc'raió en el Ex
tranjero unfH piéstiio de
ft2.COO.000 00 es.
El Tescro no fxp< rímenlo alivio al
guco con ese empréstito ni se ejeciata-
IOD las obras materiales para las que
se contrató.
Los dos millones de pesos segueta
ron en im ferrocarril'que''une' & Sahi
lio con las propiedades minerab de*
Sr. Wi'liam Purcell en las qup está
interesado Miguel Cérdtnas, y erj
otras obras de provecho paxtícular.
Aparte de este empréstito, las rectas
del Estado han sido gravadas con di
ferentes ctmpii files extranjeras, al
grado de que la penuria es endémi-
ca en las arcas del Ehtsdo y que solo
se encuentra dinero en los bobillos
del Sr. Gobernador, porqués! Miguel
Cárdenas es torpe para adminibtrar
la hacienda pública, es habilísimo
para fementar la privada Cárdenas
que antes de entrar á funcionar como
Gobernador de Co*hulla, veía con bo
n-or las alburas aurórales porque
ellas le anunciaban el comienzo de un
nuevo dia de estrtchecís pecuniarias,
cuenta hoy con una fortuna ao me
ñor de cuatro millones de pesos.
La administracién de CárdeDas ha
sido fatídica. Como en Nuevo León,
los cadalsos se han multiplicado al
paso de la Acordada.
Las repisas, las injusticias, las
exacciones, todas las •violencias y to-
das las maldades, han pajeado su
iapuDÍdad por Coahuila con e-vidente
agravio de la civilización.
Por todo eso, los coahuilensesjion-
rados, los que no roban, los que no
ejercen de veidugos, los que no reci-
ben dinero de Cárdenas para delatar
á sus hermanes, los independientes, en
fin, que quieren lf gar á sus hijos un
Estado librado de manchan y de ver
gODzosos estigmas, se proponen lu-
iharcon brio para elevar al puesto
de Gobernador del Estado al Sr. L'c
Prumencio Fuentes, liberal honrado
~y modesto.
REGENERACIÓN ve COD gusto es-
ta reacción de civismo. La Patria ne-
cesita para ter feliz, que todos tus hl
jos se interesen por los negocios pú
bucos.
Una cosa deseamos; que los coshni
|fD6e«, naciendo á un IB^O esa cos-
tumbre penosa pBra los hombre» de
honor, de martber enctmUióo á con*
ferenciar con Porfirio Dtas para que
lrt« libro d» un tlranuolo, sis pongan A
trtibujnr oon vlf?oi*}lnuopom.11onteiii<m-
to dul coi-rompido olomonto ollolul,
No ou vtino b.*o tranaourrldo onyea
do trolnta nflOB de tlrnnín, Ella HOB
<lt<lui linbur bnnefíniW 'qm>' tleittp'r'o «u
Inmoral ó indigno flo eludaílfthoiih«i>n
rodas y libran, duponer los doroohos
oonutltuolonalo» parft. íOHcItar- grtwln
do la Autoocdol». Loo oludadauoM to-
üomoa ol (lorecho do remover gobw-
nautos, y opinitorínmoB \mu, V11VJEO> si
vohiütarlameiifco nos dp^pojasoiao» tl«
oso doreobo par a que un «xtruíio obra-
so on nuostro nombro.
Ba Bido costumbre *>n nuostro pulí.
ffraoliiB A la eomipolón moral oreada
pop Porfirio Díaz, someter at arbitrio
do la Dlctndur» tuonto mgoeit, solo
dobe BO>> resuelto por la «colón popu-
lar. Usa OQHUnnbre ea dlsolvonto, es
inmoral y os citminal, porque ella
sii ve para fortalecer a la tiranía.
E»a costumbre ha servido tumblco
para comprobar que Díiz se burla de
los ciudadanos ouatido se humillan
ante 61 en solioitud de grada. Influí
dad de comisiones do todos los Esta-
dos han marchado & solicitar do la
Dictadura la remooión do sus gobor*'
nantes y sólo han obtenido la hurai-
Unción y la ; vergüenza que arorreao
IOB actos no viriles,' puesto que sus
t'rumíelos han continuado opnmién
dolos, asesinándolos, robándolos y
prostituyendo sus hogares.
Los coahuilenses dtben tener pré-
senle que liuaiJiarse ante Díaz, es
indigno de h< mbies bien nacidos
Los llbepaleis dabt-tno» congratular
ros del movimiento que se Inicia en
Co*buila y nupstro deber es ayudar
oí n todas nuestras energías á nues-
tros hprtnatoa depse Kstndo.
REGENERACIÓN está a las órde-
' es do tedo movímltnto cívico, que
tiendaal engrandecimiento de la de-
mecracia.
Siempre se fue
Plutarco Órnelas.
LO QUE EL GRAL. DÍAZ ORDENA
A LOS t ONSÜLES.
Al fin se decidió á marcharse
Plutarco Órnelas, con gran satisfac-
ción de los mexicanos de esta ciu-
dad, que deseaban librarse de ese
Cónsul apático y perfectamente inú-
til, que en 26 años de empleo no
hizo el más leve servicio á la colo-
nia mexicana.
Si bien nos felicitamos y felicita-
mos á los mexicanos de San Anto-
nio por la marcha de Plutarco Or
nelas, no podemos menos que dar
el pésame á los de San Francisco,
Cal, que con un Cónsul cemo éste,
van á estar peor que- si^io tuvieran
ninguno. Nuestros compatriotas de
San Fiaucisco verán á Órnelas dis-
frutando alegremente d̂e su sueldo,
solazándose en diversiones y pa-
seos, gozando de la vida; pero no
lo verán trabajando y luchaudo poi
el bienestar ó el mejoramiento de
los mexicanos.
, El Dr. Órnelas salió de San An̂
tonio el día 8 del actual. Lo subs-
tituye en el Consulado su hermano
Don Enrique Órnelas,' de quien
hemos oído juicios muy favorables,
que esperamos ver confirmados por
los hechos.
Ya que de Cónsules tratamos no
será por demás hablar aquí de una
cosa importante. Sabemos que to-
dos los Cónsules de México en es-
te país tienen órdenes expresas de
Don Porfirio para que procuren no
disgustar al Gobierno de los Esta-
dos Unidos. Tienen prohibido am-
parar las reclamaciones de mexica-
nos y hacer protestas contra las au-
toridades yaukees cuando estas
atrepellan á nuestros compatriotas.
El conocido servilismo del Gral.
Díaz para con los americanos expli
ca estas órdenes inicuas, y estas ór-
denes explican á su vez la indife-
rencia de los cónsules mexicanos
para protejer á los hombres de su
misma raza.
No sabemos si Don Enrique Ór-
nelas tendrá ya estas instrucciones
ni si estará dispuesto á cumplimen-
tarlas. Nosotros desearíamos que
las esperanzas que han puesto en
él los mexicanos se vieran realiza-
das. Rri todo caso, juzgaremos su
conducta, cualquiera que sea, con
nuestra acostumbrada imparciali-
dad.
>»«•«» * ~
Bernardo Reyes
Persigue a la Prensa
Digna actitud de
••El colmillo VmUUeo."
Bernardo R#y<g ro so sienta satis-
f. cho de si mUmo el dift que no co>
mete a'gúo fxcpgo dictatorial,^, Ber*
nardo Reyes «tlá siempre al eofeho
rto una opoittiuridud'-pttYa
un derecho^ p»va tiltiajnr \m
l á b
La ultima hiuuttn do]
ffo^orpanlú, que. í\% llo^n^o & nuestro
«oaoolmkmtd, tuyo'lugar- lnjs*jiitt(3ft
tmsudiv y consistió* on rWjw ttl,A«
ponto d\\ El Colmillo PAblieo ouantoii
«jemplarcs toníádo osa p&rlíSulco, que
provocó las ijran de, Don Barnartlo,
porque se ocupiv en exhibir al fumaU-
oo y desprostlRlndo reyUm«, dUt<r¿
Hiéndase por su virilidad y su buoa
juicio.
Bornardo Royos se irrita cuando un
periódico independiente dioo alguaa
verdad acerca de bu persona, o de BU
partido. No puedo sufrir quo la re-
QUordeh.suB taQnltOR íraoinua ni q\\é
lo auguren mía probables desastres;
no puedo tolerar qtio le hablon do sus
ruines ambiciones, de sus imposibles
ensutuos y de su patente desprestigio.
No pudo» on conseouonola, tolwur A
El Colmillo Público, que honrada y
ODérgloamente ha presentado ante ol
pueblo los anteoídentes'sombríos y
lns miserias actúalos y los peligros
futuros dol royiBino.
Si, loa Redactores del citado sema-
nnrlo hubieran estado en Monterrey,
Reyes los hubiera alojado en la Pe
nltenoiaría y los hubiora tratado oo
mo acostumbra tratar siempre á los
poriodlstaa: Jo peor posible. Pero no
los tuvn á su alcance, y se "vio en la
noeesidad de Gotíormarso Con r-eeojer
el número 60 de El Colmillo Públko
El utentado es palpable; reoojor, sin
mi tivo legal alguno, los ejemplares
de ua periódico que no contiene nada
delictuoso; despojar á un agente de
esos ejemplares qu» le costaron su di
ñero; atropeilar la ley, las garantías
indi viduales y hi ata. la propiedad;
solo por desaht gar un odio ó por sa-
t'sfaeer un capricho del gobernante,
es acto que causaría rubor aun cafre;
poro que á Bernardo Keyes le parece
enteramente natural,
No hay que' olvidar qun el Gral.
Díaz dijo á, Reyes en ocasión solem-
ne: i Así, se gobierna! . •
Todavía Hablaremos de "'El Colmi-
llo Público," no ya para lamentar la
persecución de que es víctima, sino
para felicitarlo por su actitud levan-
tada y"dJgoa en un asunto en que has-
ta hoy sólo habíamos encontrado
humillación y cobardía, sin tropezar
con la hermosa notadiseordante de la
virilidad y la honradez. -
Nos referimos alas fiestas presiden-
ciales, que se1 preparan para Dieieia-
bre -próximo. El servilismo* oficial;
deseoso de llevar su contagio á todas
partes,"invitó á la Preá'si da íá Capi-
tal á que tomara su número respecti-
vo en los festejos que se harán á Por-
firio Díaz, conm'otivo de su perpetua-
ción en el poder. La J'AsociacIÓQ de
Periodistas" recibió la invitación, y
convocó desde luego á una junta. El
objeto de esa junta no fue discutir si
se aceptaba ó no la invitación, qué
era el trámite indicado, pues podía
haber, como hubo, personas que no'
estuvieran dispuestas á adular al
Gral. Díaz n*i á rebajar la dignidad
de la Prensa tomando puesto entre el
rebaflo de serviles que desfilará el W
de Diciembre bajo los balcones del
Palacio Nacional. Pero no, los repór
ters de la ''Asociación" dieron por
aceptado el convite y convocaron sim-
plemente para acordar la mejor ma
ñera- de rendir sus homenajes al Dio
,tadorv ,„ , .,,. „ .,.,. s „._„,,,,, Jt > + .„_.,. n
En vista de tal cireunst;ai)eia, núes
tro honrado cul» ga "El Colmillo Pú.
blico" ¡no concurrió á la junta, ni
nombró representante, pues, • según
manifiesta, reprueba los festejos que
los aduladores van á hacer á Don
Porfirio. Dice nuestro apreciable co-
lega:" Siendo nosotros, "El Col-
millo Público," demócratas y libera-
les puros y de convicción,"enemigos
del el erícaliítmo y ¿el miiitar'smo,
mal pudiéramos felicitarnos ni felici-
tar al Gral. Díaz, por un hecho que
entraSa la negación de la Democracia
y que significa la catalepsia de la Li
bertad, el imoerio del clericalismo y
el reinado del militarismo por seis
años más."
Tiene razón "El Colmillo Publico"
v nosotros lo felicitamos por haber
dado la nota discordante en el con-
cíert'» de los servilismos, délas de
gradaciones y de las bajezas. Su ac
titud honrada,, patriótica, viril, es
merecedora de aplausos en estos tiem-
pos en que una ola de cobardía y de
abyección envuelve todas las almas
y doblega todas las cabezas á las
plantas de Porfirio Díaz, el opresor
de nuestra patria.
•« • * -
MUERAS A CÁRDENAS.
En una manifestación,* 'pública
efectuada etí Matamoros de la La-
guna, Coab.., los ciudadanos vito-
rearon al candidato popular para
Gobernador del Estado Sr. Lie,
Fruniendo Fuentes, y lanzaron vi-
gorosos «mueras» al inepto y servil
Gobernador Miguel Cárdenas, pro-
tegido de Bernardo Reyes.
Felicitamos cordialmente á los
c'ignos ciudadanos de Matamoros de
la Laguna por su civismo. Los
pueblos que manifiestan virilmente
60 desagrado por los tiranos, son
pueblos dignos de ser libres,
MA»« lOK KN
AT >niic FOST OVPICIC ov SAN
TGNIO,' T(tXAS. AS SKC(JN» CI.ASS:
MATTMU, IN NOVEMimi}. £ th.1904.
ene ración
Novombqr 12 th 10»
S ubaorl pfcUm, ratos!
I*ornnoura.,.,,. , .1 2. oOgold.
Por fl months 1. 10 ,,
Director y Proplotarlo Rionrdo
Ploro» M'agón. . • .
do Johuson Bros. v
X sspublicólo,
sabidos. El niimoro auslto vals cinco contovos oro
on lo?Es\ados Unidos dst Norte y dl«i cent&vos pla-
ta on la Iíopilbllca Mexicana..
L6» precios «le subscripción ion como algua!
En ios Estados Unidos do) Norto por un ••mal'
tro. jago adelantado — — $ 1. 10 oro.
Por un ano, paso adelantado 2. 00 oro.
En la República Mexicana por un «emestr»
paga adelantado———'• $ 2. 40p!*ta,
forunaño, paco adelantado 4, 50 „
Los envión de dinero pueden hacerse por Ciro
Postal Internacional, por Exprosj, en DHletti d*
Banco ¿ an Timbres Postales.
NO?A. Estos precios se aplican á las
ptirsonus que -inanaunpagar directamen-
te sus steíiscitpítones s»n necesidad de «>-
bravies.
Alas personas á quienes en oievwa nues-
tro periódico y no manden pagar, se les
cargará«« vemta por ciento sobre los J»'í-
eío* aiTiba üsprebuáos y se les girará con
el recargo »»d)c«(ío,
A ka Agentes se les abona el veinte,por
tie'nto.
Para todo ositnío dirijirse al Director.
fct, SR. FRANCISCO PINNEY ES
MUESTRO AGK'NTJÍ EN MBXICO.
Vita elección en los
•Sstodos UnidOB
La noche del 8 al 9 del actual se co-
nocid el «-esultado d«, las elecciones
para Presidenta de los Estados Uni-
dos. '
Hemos visto un espectáculo que
nunca conocimos en nuestra patria,
no obstante que nuestra patria se lla-
ma República y no obstante que nos-
otros nos llamamos ciudadanos. He-
mos, contemplado un espectáculo de
democracia.
El día 8, y sobre todo la noehe, fue-
ron de ansiedad inmensa. Todos se
preocupaban por ei resultado del es-
crutinio que estaba verificándose. La
gente se agolpaba frente & las ofioi-
oin&B'Se los pariódlcos' que, de mo-
mento en momento, recibían y daban
a-conocer al público telegramas que
sefralaban las peripecias~cléT escruti-
nio. La curiosidad devoraba los áni-
mos y, las emociones se sucedían vio-
lentas» Tan pronto la mayoría ée vo-
tos estaba á favor-de" Parker, candi»
dato del Partido Demócrata, c,omo_4_
favor de Roosevelt, candidato del Par-
tido Bepublicano. Se'igbóraba quien
triunfaría al fia, pues Jos nombres
da los dos candidatos salían casi con
igual frecuencia de la urna. Quien
•aseguraba la Vitoria de Roosevelt,.'.
quien la de Parker. Por fin, el telé-
grafo transmitid la última noticia, y
una gran emoción conmovió de un
extremo & otro, el organismo inmen.
so de la. nación Americana: *1 Partí
do Demóerata estaba vencido; Teodo-
ro Rooseyelt era el Presidepte, Cons-.,v
titucional m los Estados Unidos.
¡Qué diferencia entre este espectácu-
lo imponente, grandioso, democráti-
co, y las ridiculas farsas electorales
con que se ultraja al pueblo en maes-
tra patriial
En México una ele?eión presiden-
cial ño provoca emociones, ni ansie-
dades, ni dudas. En México, la tira-
nía ha impedido el democrático fun-
cionamiento de los partidos políticos,
y todos sabemos 'que siempre y o-
bligadamente ha de triunfar en la e-
leeerón presidencial, el único y eter-
no candidato que desde hace 27 afios
ensombrece nuestro horizonte con su
fatídica figura, Todos sabemos en
México que Porfirio Disz seba de im-
poner brutalmente en el puesto que
usurpó á Lerdo de Te jada, y por ,eso
aQte ntie&ras pretendidas elecciones
no mentimos curiosidades ni ansieda-
des; cuando más sentimos indigna-
ción.
Pero aun no lo hemos perdido todo.
Si luchamos honrada y patriótica-
mente contra la tiranía, podemos
restablecer en nuestra patria querida
el reinado de la Democracia.
Culta diversión.
Teatro Salón de la Unión.
Compañía dramática dirijida por
el Sr. Francisco E. Solórzano.
El sábado 12 se pondrá en es-
cena el drama en tres actos titu-
lado «El Conspirador del Rey» ó
«La batalla de las Damas,» y el do-
mingo la preciosa comedia «Los dul-
ces de la Boda» y la zarzuelita
[Quién fuera libre!
Los precios de entrada serán de
25 es.
BUSQUJESE
II próximo numero de "Ro-
generación."
RRGKNRRACION.
Él Gobierno no ha Procurado evitarla.
Bo oftlouln uu mu» do 1)0,000 ol nuiue
ro du mexicano» qno ntiunhmiutQ ubnn-
doiiui) el tovíltoriopdtrJo, \>nvti venir »
•amentar pon nú contlnftoot? do trnbn-
Jo, la rlquozn y «1 poderlo do la nuolon
Aiuerlonun.
, Ean douproporotonnilu enilgruolon OH
alnrpinnto, y es tnn sUrnlÜcntlv», y tan
•erln, qu« on México, pala do la Inillfo
»onoln, dondo unsau doenpoxclbldo» los
MPntoi uias Kravod, bu llegado a iwpo •
neruo a li» oonaklernclou de todoa; do
todoB, monos dol Qoblorno, quo Bloin
pre ha hooho gnla do impasibilidad, ai
••que no do alogria, .unto lúa grandes
deaventuras do ln nucion. r
La emigración do inexlpnnoa a IOB Es-
tados Unido» os íiotunhnonto un gravo
prablotnn, nacional, y no eutí» solo, sino
ligado con otroa muchos problemas que
U mala administración porflrtetu ha
oroado, dojnndo n lou inoxi cunos el trn
bajo <Jo resolverlos en ol futuro. Y me-
noa ninlo al el Gobierno se concretara a
ao roBOlver esos problemas: lo peor de
todo es que impide qne loa otros truttu
* do resolverlos, y si acaso pone on ellos
la mano, es BOIO para agravarlos.
Tal ba sucedido en el asunto de la
emigración. Se observo que millares
de trubHJudores-saliati, y salen de Mexi
co, cuando en̂ Mesíco, sepun lo olmos
proclnujnr eternamente, faltan brazos
para lu agricultura, pftra la industria,
para 1» minería Y esto causo Pxtrufié-
za y alarmo, pues u nadie podiu pare
cerle natural que los trabajad orea aban
donen uu país donde sobra el trabajo, y
que los brazos tan solicitados en Mé-
xico, desdeñen el seguro «iiupleo,
para venir a ofrecerse a la explotación
de loa propietarios yanltees Se coin
prendieron los perjuicios que México
infria con OBI» emigración fabulosa, y
la voz general reclamo una medida para
«vitarla o cuando menos reducirla.
Fue entonces, —después de seis meses
de que la cuestión se trataba en publi
'co, — cuando el Gobierno se vio obligado
a intervenir. Esta intervención como era
natural, DO modifico en lo mas mínimo
ti aspecto del problema, .no disminuyo
•n gravedad y no tuvo mas resultado
visible qne poner en ridiculo al Secreta
• río de Gobernación En efecto; la in-
tervención del Gobierno en el asunto de
la emigración, se redujo a ana circular
" llena de falsedades1 y tonterías que el
.'Ministro'Corral dirigió a los .Goberna-
dores recomendándoles que le dieran la
mayor publicidad posible para orne su
contenido llegara a conocimiento de loa
' trabajadores mexicanos. L& Circular
aconsejaba a los trabajadores qne nú
-salieran de México, y les contaba que
• sn Estados Unidos los mexicanos son
pésimamente tratados; que son abáselo
nados por los contratistas; que estos les
pagan menos de lo que les babian pro-
^metido; y que la tierra yan&ee, es, en
una palabra, el infierno del bracero me-
xicano.
Esa Circular movería a riea si no pro -
Tocara indignación, si no revelara el
profundo desden con -íjue mira el Go
bierao IOB asuntos que mas hondamente
debieran afectarlo. Fue preciso que la
opinión publica señalara con insistencia
la gravedad de la emigración, paia qiw
ol Gobierno se ñjara en «lia. Era ne-
• •cesario hacer algo para ealtnar la ansie-
dad general, y Don Porfirio, ocupado
' «n su sexta reelección, encomendó al
Ministro Corral la tarea <de .estudiar el
asunto y resolverlo.
Corral, incapaz d<e comprender las
complicaciones del organismo social; in
eapaz de encontrar y aun de buscar la
causa de un fenómeno determinado, no
*io 'en el problema de la emigración
«¡no lo «xterior, lo palpable, lo qne
Teian basta las gentes mas superficiales
y vulgares. Para Corral el problema
•e encerraba en el-beebn de que los me
sicanos se iban a (os Estados Unidos, y
nada mas. El Ministro de Goberna-
ción nunca pudo imaginar en BU sim
plicismo que la emigración fuera el re
aullado de las condiciones políticas y
•conomicaa del pais, y por tanto., no
tuvo en cuenta esos factores, paca la
solución del problema. Corral vio sen-
cillamente qne los mexicanos se iban, y
considero que todo quedaba arreglado
•on decirles que no se fueran, como lo
hizo en sn infantil circular, calum-
niando, de paso, a los Estados Unidos.
Su intelectualidad precaria, su ilustra-
ción demasiado modesta, su espirita
inaccesible a los estudios arduos y pro-
fundos, no le permitieron descabrir en el
asunto de la emigración lo qne ünbisra
descubierto cualquier mediano obser-
rador.
Todos nos preguntamos lo que a Co •
rral no se le ocurio preguntarse: ¿por
qne emigran los mexicanos en tan enor-
me cantidad? ¿porque millares de nues-
tros compatriotas se arrancan de en
•nelo natal y se dirigen, en penosa pe
regrinacion, hacia un pais desconocido
donde BUS costumbres serán extraóus,
exótico eu idioma y despreciada su na-
cionalidad? ¿por que estas caravanas de
emigrantes no prefieren el calor de la
patria; por que no aceptan el trabajo
qne nuestros agricultores, nuestros in
dustriales y nuestro* mineros dieren te-
ner de ¿obra? ¿Por que rechazan los
ofrecimientos de los propietariositiesi
canos, que están continuamente solici-
tando brazo»?
I Ab I La contestación a eitag pregan'
t u , ci Awar/tB, et doloroia, es unabtl»".
Loa brnooroa tiioxloauoa nbnndonan
su patria,, porquo on BU ptvtrl» eo los
oprime, no hn exploto, ao ka voju. Lun
proplutarioB tnoxlounoB ofrecen trabajo,
al i poro trabajo púrn uiorvoa o pura
buatluH, DO pura hombros qjio tougun
un utoiuo elqulora de dignidad, Al tra-
bajmtor, on Moxioo, BO lo paga por lo
común un jornal de $0.9(5 puntavotíi se
lo impon» un/» labor do enterco liorna»
su lo priva do todo derecho y todít ga
ritntln y se lo somato • n IID código do
ootnplnconufus y do ubyoculoncs. Ese
hombro no es dueño de si mismo: es du
su limo, y cuanto lo pertenuoa ea tutu
blon do su amo, Bso hombro os victi-
ma de BU sofior, ou BU trubajo, on su
persona, basta on sn hognr. El amo lo
roba, lo maltrata, y no respeta on su
bratalidnd infamo, ni ol pudor do la
o do la bija dol infoliz jornaleroj
Y | «y de el si so rebela I El proploto.-
rio tlono on mi apoyo al frailo, y el frui-
lo predica al jornalero una doctrina de
abyecta resignación; el propietario tio-
ne en su apoyo al Ciiciquo, y ol cacique
du tormento al esclavo que tuvo la oa»-
diiv do i'obelurse contru/Bl ultrajador de
su honra.
El trabajador on México tiene lft Obli-
gación de dejnrse explotar; ¿qne extra-
ño es que caiintos pueden escapar de
esa situación iiorritilu lo hiiga», aun a
costa tío grandes sacrificios?
Los Estndos Unidos, con todo y sus
tnnlos 'tratamientos al mexicano, so;i
el paraíso para esos pobres trubajudoies
que huyen, no de Ui patria, BÍDO de la
miseiia, del látigo, del tormento y de
la muerte. Por lo demna, hay mucho
(lo faleo en la circular de Corral, con
respecto a los Estados Unirlos, y Corral
propalo eBas falsedades a sabiendas,
pues bastante conoce este pais, para
que haya asentadu de buena fe en su
circular, lae tiradas sombrías con que
pretende amedrentar a los mexicanos.
Es verdad que, debido a la aptUia de
los Cónsules, el mexicano es aquí vic-
tima a veces de injusticias y atropellos;
pero no cabe duda de que, a pesar de
todo, su situación es mucho mejor qne
la que pudiera tener eu su pobre patria
Aquí los jornales son en lo general de
$1.00; y un peso, oro, tiene mas poder de
adquisición qne $2 00 mexicanos. Quien
gana, aqui $30,00 .vive mucho mejor que
quien gana en México "160.— Agregúese
a esto que el trabajo no pasa de diez ho-
ras al dia (con frecuencia son menos;)
que la libertad «s completa; y que no
hay caciques descarados y brutales que
impongan contribuciones y trabajos for
zadoa; que consignen al Ejercito; qne
asalten los hogares y violen el pudor de
las familias. Aun admitiendo que el
mexicano es sistemáticamente atrope-
llado, siempre parecería "preferible ser
aqui humillado y oprimido por $1.00
diario, qne ser en México agotado, a-
tormentado y deshonrado por $0.25 al
dia.
Si el Gobierno mexicano quisiera
poner un termino a ese éxodo desola-
dor de nuestros compatriotas; en vez
de publicar cirL-uhires llenas de em-
bustes, se preocuparía por evitar, cas-
tigándolas, las explotaciones, las arbi-
trariedades, las infamias de que es
victima el trabajador., !Pero esto no lo,
liara el Gral Díaz, porque tendría qae
comenzar por suprimirse el mismo.
Su tiranía es la que ba creado esa si-
tuación desastrosa ,parn el pueblo, y esa
situación no puede mejorar mi.entriw
exista la Dictadura con su falange
maldita de lacayos, de caciques, de
favoritos y de esbirros.
La emigración continuara. La des
población de Mexicu se seguirá -efec
tu&ndo sordamente, desaladamente
fatalmente, y la oirenlar ridicula del
adocenado Corral, salo se apreciara co
ino una prueba del dufinito desprecio
coa que el Gobierno de Porfirio Diaz
contempla las ansiedades del pueblo y
las lagrimas de la Patria.
Asesina-
tos en frío.
Una de las razjs más viriles que
pueblan la República, es la de los
yaquis que habitan en Sonora.
Esa raza viril está próxima á des-
aparecer en virtud de la guerra sin
cuartel que le ba declarado nuestro
Gobierno.
No vamos á dar á conocer en este
número los turbios motivos que ha
tenido el Gobierno para hostilizar
á los yaquis. No tenemos espacio
para tacto.
Setía interminable hablar en un
solo número de los despojos que
han sufrido los indios yaquis de sus
tierras, para satisfacer la sed de ri
quezas de tres ó cuatro ambiciosos
favoritos del Gral. Díaz.
Los yaquis se levantaron en ar-
mas por defender sus propiedades/
despuérf de haber agotado todos \oh
rnedloB. pacíficos que pusieron en
ju*>go para no ser despojado», E*.
Gobierno ao atendió les quejan jus.
tísltnns <le loa indios; por el contra-
rio, envió A Sotiorn tropan que pro-
tegiesen A los bandolero» enrique-
cidos con' lM tiérmH de loa (ldum-
parados indios.
Rrn natural que los yuquis, eu
vistn del despojo; y en vistn de que
la fuerza del Gublerno en lugar de
proteger &. las vícthnaa, estsibn de
parte de los victimarlos, se levnn-
tosen en nrmns parn defender sus
derechos arrebatados por ln fücrzn.
Los yuquis son valientes, son al
tivos, y por eso no se hnu sóuieti-
do.Redwman ana tlcnna, y como
tleucu conciencia de mis derechos
de propiedad bollados, no ceden y
luchan sin de.scanso']contm las bien
armadas fuerzas de la Dictadura
Pero esn roza está próxima n pe-
recer de un modo que Indigna. Ya
no libran combates con ella lfts tro
pns federales porque están couven-
cidas de que los yaquis son valien-
tes. Ahora, en lugar de que t>e
efectúen combates en Sonora, se ase-
sina en frió á indios pacíficos que
trabajan eu las Haciendas.
Diariamente aparecen en los pe-
riódicos noticias referentes á eje-
cuciones en frió llevadas á cabo en
personas, de \aqius que sirven en
las haciendas de Sonora, y El Mun-
do, periódico qne sostiene el Go
bienio con <:1 dinero del pueblo,
agrava el e:-cái)dalo sirviendo á s>iih
lectores grabados que representan
las escenas de caríbales á que se
entregan las autoridades y sus
agentes aiesinaudo indios pacíficos
Esos actos de barbarie se rom
plican con mil atentados más. Al-
gimos individuos se entregan en
México á un trá6co odioso, que
consiste en vender indios yaquis á
los henequeneros de Yucatán ó á
los vegueros de las tierras cálidas.
Con ese motivo realizan ganancias
fabulosas con menoscabo de la civi-
lización.
Por falta de espacio TJO hablamos
extensamente de todos los crímenes
que se han cometido y conitnúan
cometiéndose en perjuicio de una
raza altiva y viril.
-Tiempo hay para hablar, y ha-
blaremos para que se sepa como
cumple el Gobierno dé" México con
los mandatos de la civilización.
Suplicamos á ?iuestros lectores se
sirvaji dispensatnos qiie en algunos
artículos de este númera-yayan mu-
chas palabras sin. los debidos acentos
Esto fue debido á que. por recargo de
babajo, tuvimos que mandar hacer
unapatte de la planta d una casa
americana, donde no hay letras acen-
tuadas , purs sabido es que en la escr i-
tura inglesa no se usan acentos. En lo
sucesivo, nos empeiiai emos por cor ye
gir á nuestio semanario de toda defi-
ciencia.
plے)o siglo XX.
Una dama castigada
como bestia de carga y
un periodista a punto
de ser asesinado.
Los funcionarios del Gral. Diaz
•dieron últimamente un eacaradalo
¡Reduciendo a prisión a la Sra.
•Guadalupe Rojo viuda d-e Aihra-
rado, Editora -de nuestro colega
"J-DAN PANADERO," periódico in-
dependiente que se publiea en la
ciudad de México-
La Sra. Rojo viuda de Alvara
do fue aprehendida en las ofieá
lias de eu periódico por policías
groseros, que no la permitieron
ni tomar sus alimentos y llevada
a la eareel de Belem, donde tam-
bién se le privo de sus alimen-
tos.
La prisión de la Hra. Rojo de
Alvarado Hevada a cabo con re-
finamiento de crueldad y de bar-
barie, ae debe a unas correspon-
dencias publicadas en " J U A N ' P A -
NADÉHÍO" en laa que se denuncia-
ban los sucios manejos de un tin
terillo de Yanfcepec, Estado de
Morelos, que en unión de la¿ au-
toridades de esa población hacia
victimas de sus pilladas a los ve-
cinos.
Un Juez de Yautepec exhorto
al Juez Alberto Lombardo, de
México, para que procedieraa
encarcelar a la Sra. Rujo por ha-
ber dicho la ver Jad en su perió-
dico, y el Juez Lombardo, que ha
demostrado tener notable» apti-
tudes de laoayo, obedeció el ex>
horto do BU oornpailot'o do Yauto-
poo y lu. .oonaÍRiui quo Dina ha
dado a uu» subordinad OH para quo
übrün aórt uiiurgitv cuando «o fcrn-
te (Ift posterior1 ól jbrlnoipío do nu-
torldad.
Pura ol Qml. Din?. USáo puedo
Hor inanolnulo, dongurnido, onlo-
dado, niunoü la autoridad, Si un
funoionurlo roba, asoainti, viola o
incurro on mil delitos, mullo puo-
do denunciar a la autoridad la-
drona o asüfiina Bin sor onoorrado
on, lu úarool o apaleado y aun
rtfl08Írw(lo oomo auoodio o. loa po-
riodietaa Olmos y ControniB, Or-
(lofiez, Valados, Rivero Eohoaga-
ruy y olon mas que han ptvgado
oon su vida eu uaior a la ver-
dad.
Hay quo notar que el poriodioo
do lu Sra. Rojo do Alviirado so
publioa en la ciudad do Mexioo.
En oonsoouenoia, si la 8rn. oo-
metio ulgun delito por medio do
BU periódico, que no lo cometió,
puosto que denunoiar los torpes
manojos de un tinterillo bribón
que ayudado por las autoridades
de Yuutopeo poza de impunidad,
es aooion meritoria; pero BÍ a pe-
nar de la moralidad que entraña
la exhibición de los verdugos del
pueblo, fuera punible e»ii Halu-
dable exhibición, debería haberse
ejprcitado en México la acción
penal, poi- ser el lugar donde se
cometió el supuesto delito de im-
prenta y no en Yuutepeo.
Sin embargo, oomo I09 jueces
de México no conocen Dereoho,
porqjua no existe en nuestro pais
el Derecho, el Juez Lombardo
obsequio el exhorto de su colega
de Yautepec, ante quien ee inter-
puso acusaoion contra la Señora
Rojo de Alvarado.
La Sra. Rojo quedo, pues, a
disposioion del Juez de Yautepeo.
Una compañía de la policía
rural del Estado de Morelos, llego
a Mex.ico y extrajo de la cárcel a
la Sra. Rojo, conduciéndola a pie
por. las oall.es de la ciudad, entre
hombres armados y montados a
caballo, hasta la Estaoion del
Ferrocarril Interoceánico, distan-
te cuatro-kilómetros de la cárcel
de Belem.
Da vergüenza que en nuestra
Patria llegue el odio del Gobierno
a la Prensa independiente hasta
el grado de ultrajar a las damas
oomo no se ultrajan ni a las bes-
tias.
Isros apena dar a conocer estos
detalles porque han ocurrido en
nuestra Patiia; pero es preciso
hablar, es necesario exhibir, es
forzoso desnudar a la Urania.
Callar ante el atentado es consen-
tir en el. No denunciar al crimi
nal es hacerse reo de complicidad,
fes inmoral. El silencio ante el
crimen equivale a alentarlo para
que continué ejercitando su in-
famia.
Debilitada la Sra. Rojo por la
falta de alimentos que sus ver-
dugos se negaron a permitirla
tomar; agotada por la estancia
en.una bartolina húmeda y negra
de tinieblas y de inmundicia,
marcho penosamente entre los
bandoleros acreditados de poli-,
oias que la obligaron a caminar
con la misma rapidez que sus
caballos.
En. Yautepec, la orueldad tras-
paso los limites de la barbarie.
Las insolentes autoridades cele-
braron >con risotadas y alcohol la
llegada de la victima, que fue
encerrada en un 'Calabozo. El
Jefe Político d6 Yautepec, cóm-
plice de los latrooinios del tinte-
rillo aousador, injurio a la dama
como saben hacerlo los rufianes.
Sritas. hijas de la Sra.
Rojo siguieron a su infortunada
madre hasta Yautepec. Alli so-
licitaron de las autoridades ha-
blar con la .Sra. Si las Sritas.
uubiesen solicitado esa gracia de
Bernardo Reyes o de algún Piel
Etoja, tal vez hubieran sido ob-
sequiadas. Pero como se trataba
<!e las autoridades de Yautepeo,
jerotí desairadas groseramente.
Por fortuna para la civilización,
la Justicia Federal arranco de la?
garras de aquellos cafres a la
Sra. Rojo de Alvarado.
Por el mismo asunto, fueron
reducidos a prisión en Mexioo el
Sr. Leonardo H. Pardo, Direotor
del oolegu denunciado, y en Vau>
topeo IOH honmdoa
tírua. Julio M. CnrdonuH y \)v
Nfuiuiül Vilohln, UHÍ oomo uno»
pupolorua oiiourRiuloíi do vomlor
ol poríodloo
Folioltatnoa ulnoortunonto a. lu
nprooiablo Sra. Rojo do Alvarado
por liiibor encapado do miiyorott
torturas • Jgimltiientü felloitMuoa
» nuoatro estimado tímido ol Sr
Nostor Gonsuloz por hubor logru-
do quo lu Juatioiu Fodorul mtipu-
ruso a sii defensa
Rostimos a,ulp protestar oohtru
ol dolito do <lo8» oíviliznoion oo-
metido por el Juez Alberto Lom-
bardo, lu polioin du lu oiudud do
Moxioo y lus nutoridndos do YIIU-
opoo, que eo oeburon on lu fcJru.
Rojo por ol deapooho quo loa pro
dujo no hftbor podido nseainur ul
Sr. Purdo, oomo lo leninn proJJ
yeotndo
lleohoa oaonndaloHoa de esta
oíase, son üoraunea en Mexiao,
donde yu no Human lu atención
en fuerza do la oostumbro.
¿llanta ouundo lograremos ver
libre a nuestru querida Patria?
El arle ba
jo la tiranía.
—> • * —
Las tirunifis militares crean
empie una utinoHlVni iistixiai»!«•
que ahoga todo poiismnU'iito, so-
foca toda iniciativa, impide laa
manifestaciones de la belleza. |or-
norte la moralidad, mala todo lo
que es sano, lo qne es bello y
grande, en beneficio déla auiori-
dad militar, despótica, ignorante,
presuntuosa.
Bajo esa clase de tiranías las
manifestaciones intelectuales re-
sultan raquíticas, enfermizas, por-
que la falta de libertad todo lo
aridece.
En México, donde hace veinti-
siete años, impera una tiranía mi-
litar, la vida intelectual es mez-
quina cuando no se manifiesta,
supurando lodo, en obras laudato-
rias en bonor del Dictador.
Una falange de poetastros y de
escritorzuelos hambrientos de pan
y ahítoi'a'i'estulticia, asaltan los
primeros puestos de la intelectua-
lidad mexicana a donde lle"au lle-
vados de la mano por el Di "r
o los prohombres, que envaneei-
dos~üün las estrofas y las clausulas
untuosffs que llegan hasta ellos
como vapores de estiércol, otor-
gan su protección a hombres que
se estropean los sesos meditando
adulaciones e indignidades.
El intelectual digno, el hombre
de talento qne no se, arriesga a
encanallar sus facultades,mentales
con adulaciones a los gobernantes,
vive postergado o perseguido.
En un medio de esa naturaleza,
la intelectualidad nacional no |)tm
de florecer, Uno que otro yerba-
jo literario aparece de tiempo eu
tiempo, mas apto para nutrir acé-
milas que pura robustecer cere-
bros
Y cuando aparece uua obra con
marcadas tendencias moralizado-
ras, capaces de hacer reaccionar a
los espíritus en el sentido de la
perfección, ti Gobierno se alarma,
persigue a los autores y destruye
la obra o impide su publicación.
Eso ha pasado en México en es
tos últimos dias
Loa Sres. Alfonso Cravioto y
Luis Jaso, de la ciudad de México,
escribieron un libreto parazaizue-
la, titulándolo "El Verdadero Sua-
rez."
En dicho libreto, lus autores
caricaturizaron donosamente al
libelista Francisco Bulnes, ponien-
do de relieve la megalomanía de
''científico" farsante.
Los autores llevaron su líbrelo
a todos los empresarios de tfHfros
de la ciudad de México y cuando
iba a ser puesta en escena en el
Teatro '"Renacimiento," la autori-
dad ordeno que se retirara del
cartel el nombre de la obra que ja
estaba anonciada.
La inquina del Gobierno contra
el libreto de los Sres. Alfonso
Oraiiolo y Luis Jaso, se explica
por las lionsitleractoiies Briba lit-
clrns. Pero hny mas; BUMIIÍO el
Gral. Diaz el verdadero antor ih>|
libro que Fraiicísno Bnlnes escri-
bió trotando de deshonrar la me»
moría del Benemérito Benito Jua
rt-?,, |iur<|iio el Grnl. Din/, ordmo
tuilncH que, «>BUIIII>IIMMI t*l Ulm>, u»
podlu permitir ul Gobierno <]un n
piiftUtru <n\ ont'lüuluru a (tu Inulru-
imuito.
Iluy otro aaunU) quo u
no Uro <JIK> lim tiinniuH mtliUrrH
non cÜoiiocH vmn lluvur ul ouibru-
y lu corrupción a lou
Hobro IOH CIIUICN |)CHIIII.
El Sr. Julio H. Urangii cHcribio
en lu ohi'imi <lo Mexioo uu libreto
pura ziimichi, tiltilundolo "Por un
beso."
Ln olu'ilik «e represento on va
rio» leal roe de lu Capital. Bu fon
do CBOtiniíiIincnto mornl y «ontno
verior, forliíhialia loa IMICUOH B«MI
timientoH.
Kl iiulor (Icanrrollo uno dp esos
(IrunuiB de cuartel, tan común cu
en Mexioo, donde el pobre sol dudo
ndemuH ilo ser un forzudo urrtuicu
do del auno de flii fumiUu puníquo
con el fiiHÜ en lus mnnoe 6oet«u-
^a u Uv Dictiulurn, es trutnilo oo
ino Ix'.sliu a ]>itlos y iv IUIW,ON.
El soldado, en México, tienr goe
consiMilir que wns snperiores ul
trrtjon n sus mujeres, a sus bernia
ñas y a sus ninilrpfi. írii el sol-
lado se indiana y mntit justa-
mente al iiuI (ir di> Hu (Icalum-
ru, es juzgado hruuilmeiite iuu
jueces militares, cuja jnrlspru
er'.cíii rala encerrada en loa aiti-
tilus miilcantt's de la Ordenanza
leí Mjcrcilo.
Ifil soldado qne en defensa de en
honra, mata, es fusilado.
Sobre un asuiito semejante es-
cribió el íSr. Uranga su libreto
Por un beso."
La obia canso sensación. Ul
autor fue justamente aplaudido,
porqne sapo conmover, sapo lle-
gar al corazón del publico; pinto
con verdad las desventuras «le la
clase humilde, la venalidad de los
jueces, la arrogancia alcohólica
del militarismo enfatuarlo, y la
brutalidad de la jnsticia militar
puesta eu manos de abogadüoB
analfabetas como Telesforo Ocam-
po.
El Gral. Díaz no pndo ver tran-
quilamente que el publico mexica-
no ennobleciese su espirita oon
repreaetrtaciones de obras como
"Por un beso," v ordeno a su Mi-
nistro de la Gueira, Frailesco Za-
cariaa Mena, qn., Prohibiese lare-
resentucion de m
lie aqui como se sofoca militar-
mente todo ideal de belleza y de
perfección, )' como se estrangula
por la soldadesca todo anhelo y
toda manifestación de verdad.
La adulación es lo único qne
puede prosperar bajo las tiranías
y el servilismo el tínico que puede
respirar sin molestia su atmosfera
maldita,
Literal "Ipacio Raife"
Se participa á todos los socios del
Club Liberal IGNACIO RAMÍ-
REZ, que en lo sucesivo las juntas
tendían lugar en los altos de ¡a Bo-
tica delDt. Treviño, esquina délas
calles de Santa Rosa y Buena Vista.
San Antofiio, Tex., Noviembre^
ro de 1904
El 2* Vocal:
/osé Ángel N. Flores..
LOS PROVI-
DENCÍELES.
Iturbide.
Fue un soldado atrevido á quien
se le ocurrió un dia hacerse trá-
gico
No teniendo cosa alguna en la
cabeza, resolvió ponerse en ella una
corona
Militar valeroso, imaginación ro-
mancesca, a la cual había deslum-
hrado la reciente historia de Bona-
parte, resolvió imitarlo
No habia vendido á Italia pero
hizo su dieciocho brumaiio.
Imitar el crimen es más fácil que
conquistar la gloria, pues para lo
primero basta la audacia; para Jo
segundo, se necesita el genio y éste
no s» dá íilvestre
Servir á la libertad para perdeils
luego, ha sido la vu-ja teoría de los,
explotadores de los pueblos.
Aristóteles dijo- todos los grandes
tiranos han sido an/tguos demagogas
Iturbide no sirvió á la libertad
sino para servirse luego de ella
\
• \ .
Kiivtlelto cu Id baiuleia tricolor,
aquel soldado nudnr» soñaba con ln
púrpura.
Ku la intemperie do los rampa-
ineiilüfl j>ei>Mibu cu IOM etiplemloreH
ilcl truno, y 'cautil hncin el con
umbldou iks?nensu.rudu.
Nunca amó Kinceratneutt; la dc-
mocructa y cuntido escribió en sus
bandera^ el Pian de Jgualas tic
teítt en ellas el perfil siniestro del
odioso Fernando VII.
1f\\6 separatista, pero uo republi-
cano. Aspiraba A crear un Impe-
rio para ¿1; no uu pnf.s pura, la li-
bertad.
Traicionó prinienuneuu» á la uio-
anrqutu y á la república después.
Con Rtiíz de Apodacn, cotí Gue-
rrero, ecu O'Ponojú siempre fue
monárquico. Su último suefio fuó
«I Imperio
Los prctorianos han sido los pa-
dres de los Emperadores, y lo fue-
ron é su vez de Iturbide.
Un día, aquel soldado se hizo
César proclamado por su (ejército,
y la República quedó asesinada á
sus pies.
Conlo era déspota, tuvo á su ser-
vicio las dos fuerzas de toda tira-
nía; <sl clero y el ejército: la supre-
ma lejanía de la conciencia.
Uü congreso'de curas y soldados
puso en sus sienes una corona, y él
se creyó rey.
Bste sueño fue fugitivo, como un
sueño de amor.
Un dfa el déspota despertó con el
ruido de su imperio sietemesino que
se desplomaba al eco de los clarines,
- y al grito de los soldados de Santa
Anna.
Al abrir los ojos encontró á la Re-
pública firme, erguida, de pié, y no
volvió á ver su faz augusta sino pa-
ra ser perdonado por ella.
Lá libertad no se dignó vengar-
se.
Solitario, sin' gloria y sin corona,
aquel imperador exótico, más des-
graciado que Dionisio, tomó el ca-
mino del destierro y fue á vivir en-
tre los lazzarones de Ñapóles.
La Europa'monárquica, ese nido
de odios coronados, que anda siem-
pre en busca'dé traidores para un-
glrliw, y de los americanos trauttfu-
t;iis de la libertad pnra alentarloii en
sus suefios tic dominio, recibió a I-
liubhle con honores de rey. /
T,OÜ DOTUOIICH y lew Hnpsburgosi,
que lian odiado jilempre como mo-
naieua la república» trataron de 1=
Riinl a igual ni soldado que lu habí»
traicionado, Con lluimparte hicieron
lo mismo. | Democracia <lel delito!
Kl pseudo emperador .sufrió uu
vértigo.
Sopló sobre su cabeza desvaneci-
da todo el tropel de sueños de atn-
bidón, y p repujado por la,» mimos
tembloiosms «le esos reyc.-s thorlbun
dos, que sin fuerza para sostener su
propio cetro, pensaban en fabricar
otros en América, aquel soñador Im-
perial se lanzó de nuevo & la aven-
tura, üüü^i.
Había hecho elsdrama: le faltaba
sucumbir en la tragedla. ¡§$2$$
La corona de Moctezuma lo
atraía como la boca de un abismo,
La ambición le torjó el miraje....
Un dia, remendó su roto manto
de Emperador, y abandonando el
azul y tranquilo golfo de Ñapóles,
se dirigió con rumbo al oscuro y
tortuoso camino mexicano, cuyas
espantosas corrientes ponen pavor
en el áuimo de los más serenos ma-
rinos»
Iba en busca de su coroua.
Era un fantasma camihando á
uu precipicio,
Clareaba indeciso el dia.
La ciudad dormía tranquila.
Adelante el oscuro inmenso mar,
como desperezándose al beso pri-
mero de la luz; allá, el perfil verde
oscuro de la arboleda, y encima
plomizas nubes, cual si el dia qui-
siese tardar en aparecer.
Por una playa cercana á la ciu-
dad entre el ruido del mar que ruge
amenazante, y los gorgeos de las
aves que despiertan acariciadas por
la débil luz, avanza un grupo de
hombres.
Son soldados.
Al llegar á una arboleda se de-
tienen, y de emnedio de ellos se
hace salir un hombre vestido con
esmero y de inagestuoso andar;
colócasele á-Ta sombra de una pal-
mn; vémluiuide los ojón, y el oficial
lince lan fatídicas NeflflH . . . .
Un fogonazo . , ,' una detona-
ción . . . y el hombre 4 tierra, „
|Iturbide habla muerto! , , ,
La Uepúblicn que lo linbía per-
donndo primero, lo castigó ni fin.
Kii su primera intentona lo pr'o-
tegió la fortuna; m la segundo, lo
ftbraeó la muerte ftl desembarcar.
Declarado fuero de la Jey y a-
preliendido al poner el pie en tie-
rra, aquel soñador que iba en bita-
ca de un trono halló un patíbulo.
|La pdrpura se troco en sudarloí....
1 Con el tirano incorregible in ley
fue inflexible!
Ái levantar aquel cadáver im>
perinl, sobre su frente no había de-
jad.ohuella alguna la corona; sólo
hnbía en ella un punto negro, un
agujero, por el cual salía mucha
sangre.
Kl plomo de una bala había de-
jado huella mas honda que el oro
de la diadema.
Aquella herida era el dedo del
pueblo, que estaba sobre aquella
frente coronada.
Era el primer acto del Imperio
cu América.
El último serla eu Qnerétaro.
J. M. VARGAS V1LA.
SE SOLICITAN AGENTES
EN LA REPÚBLICA MEXICA-
NA Y EN LOS ESTADOS UNÍ-
DOS
Lo pe fe la Prensa tarada,
«REGENERACIÓN.» '
Ha llegado 6 nuestra mesada Re-
daoolón una hoja anunciando la pró-
xima- reaparición del valiente sema-
nario de aquel nombre, que por al-
gún tiempo se publicó en la Repúbli-
ca.
Su personal sera integrado de la
manera "siguiente: Director', Ricardo
Flores Magtfü, Jófe dé Redación,
Juan Sarabia, ^Administrador. En-
rique Flores Magón. Las oQcinas de
la publicación han quedado instala-
das en San Antonio, Tex. B. TJ. de A.
505 W. Nueva Street, P. O. Box 1133.
Los precios de subscripción han si-
do - puestos al alcance de todas las-
fortunas, pues que solamente costará
$2.40. por semestre y $4.50. por -aflo.
flluooruriuwto doBenmof) quo nuestro
futuro colega tonga vina larga vida, y
no vuelva A encontrar tanto oi«vtr&<
llampo como lo Bitoeilló<m Moxloo.
'ltevtstn Pojwtor.— Monlfei-wy, N, L.
HKOlGNKttAOION.
Saldrá ol próximo 5 do Noviembre,
bajo la dlroaolón <lal patriota. JiArlo-
dliia Sr. D. ttlcful» Floro» Wkgóri.
La Punzada,—Puoblá.
&o tlntiHolk para el próximo 6 46
NovjembKi 1& ríífparlolóti dtfl ftn<5rrii«
ooISonÜnnarlo REGMNBRACION, «n
San Antonio, Toxa».
roauuolriudol odUtítt «
& oftrjfo do los Un»trado« y oo-
noaidos pprloíUsttva tuexlonuotí, Juun
bl y lUonrdoFloreij Mnpon.
NTCHAOION nhvü. rnimnniwlo
JÍUHUOO Independiente y d« combato
y loa predios do Hubscrlpulón los H1<
gulentea;
TJo Bomostro 9'¿ 4<).
Un arto 4.fio.
Ndmoro auolio p i¿. ^
A los ftffonlia ió 1«« abonara oí 20
por olonto.
iláff«nab los pedido* d 60f> W.Nuo-
vn Stroot P. O Box 1133,
8«m Án^nlo, Texa», B. Ü. A..
JÍ¿i\adUitnió. -Mohlotrúy, ÍJ.' j j .
, ,'• , , ' . • • * * . . . •" t
las graolas A nueatros oatl-
ab oolefraa por aua boodadfti pa-
ra con uosotroa.
por oimnlon
oatfa a hui->ti>p ulüánoo huoemos g
nos do ln wstliuHolón do mi<introti nmn-
blf» oolt'^ait, oon qulocoa UOH unon lo»
hui>Hd«l uomiinlaarlflnio y dftlos rali-
tno^ dfasóosdo vor a1¿i\a <1U ÍÓIÍJS, ro¿-
petada y Rrundo A nuoslra quorldla
pord onuriolbé '
cri ostó tiíoriótiíoo.
Bonlioimel
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¿LNOTCIESE ¥d.
^REGENERACIÓN^
Circulará en la República
Mexicana y en el sur de los 3
ESTADOS UNIDOS.
DE ST. LOUIS, MISSOURI

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