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U llbortid di) IrnpfSht* lio t|«n« mJi llmHs* <iu« el ro ía lo i I* rlda privad», noraly i li pai pvibllc*-Arl. 7 ° d« I» Constitución. 9 r Periódico Independiente de combate. Director: RICARDO FLORES MAGON Cuando la República pronuncio su voi sobaran», gari forioao tomaterka ¿ dlmlllr.—GAMBETTA. Jefe do Rbdaoototi] i rabia. OI'ICINASt 509 W. Nueva ©trcet.—1». O. Udx, II33. AÑO l.—iií ÉPOCA. SAN ANTONTO, TEX. E. U. A.—Noviembre 12 de I 9 o 4 Administrador: Enrique Flores Magon TOMO111.-N9 2. Y EL PORVENIR DE Lfl PftTRIfl. Los soñadores ó los tontos que teñían esperanzas Ae que el Gral. Díaz se preocupara alguna vez por eí Futuro de la Patria, habrán teni- do que curarse de su ilusión desde que* contemplaron la elevación de Ramón Corral á la ciá de la República. Vicepresiden- Sería preciso adolecer de cretinismo incorregible, para no ver en la imposición de Co- rral la mejor prueba de que el Gral. Díaz no piensa en el porvenir del , pueblo mexicano, sino sólo en»,ro- bustecer su Dictadura, en tiranizar- nos férreamente mientras le quede un soplo de vida y en hacernos Sentir; hasta después de su muerte, el peso de su despotismo. ., JEjn la cuestítón de la Vicepresi- dencia, los mexicanos hemos sufri- do un desengañe más Cuando se inicióla reforma Cons- . ..titucional que creaba el, puesto de 'Vicepresidente, la nación sintió un gran alivio, y en la expectación y én la ansiedad del pueblo, hubo mucho de esperanza y de alegría. tos qué ño\. están enteramente de- , cepcionados,-como nosotros lo-esta- mos* del gobierno porfirista, creye- rtin que había Uejgado'el momento _eü qüé-élJCÍrál.- Díaz devolvería al j de "sus Íibertadgí=5t lé permitiría prepararse por sí mis- mo stTpórvénir; creyeron que ha- bría una tregua en el centralismo, eri la absorción de fa'cultades, en la violación del sufragio, én la guerra al periódico y al Club, y que de esa tregua-resultaría la expresión libre y franca de la voluntad nacional y 1 íá elección para la Vicepresidencia de ún ciudadano merecedor del ca- rifio del pueblo, digno de la con- fianza general, y capaz, por sus mé- ritos, por su inteligencia, jsor su carácter,. de> salvar á.. la Patria del espantoso caos en que lá dejará for- zosamente sumergida la administra- ción- personalista del Gral. Díaz; creyeron, en una palabra, que la creación de la Vicepresidencia era la garantía del porvenir. Se engañaron. El" Gral. Díaz ha llegado á un extremo inconcebible de tiranía, y á un grado, * también inconcebible, de desprecio por los mexicanos. Para el Dictador, noso j tnos ciudadanos; ni siquiera hom- bres. Ha decidido tratarnos como á rebaño, y nos dejará en manos de Ramón Corral, como tm pastor de- jaría sus ovejas en manos de otro jpastor. N©' se ha preocupado t i Oral. Díaz de tomarnos parecer a- cerca del hombre que nos goberna- rá cuando él desaparezca; no se ha cuidado de saber si ese hombre nos es querido á odioso, no ha pensado si lo aceptaremos ó lo rechazare- mos. Sencillamente nos lo ha im- puesto: ha hecho legado de la Pre- sidencia en favor de Ramón Corral, como si la Presidencia fuera propie- dad suya; no se ha conformado con tiranizarnos, sino que ha designado -á Corral para que nos'tiranice en lo futuro; no le ha bastado hacer- nos sufrir por 27 años su propia Dictadurapha querido obligarnos á soportar en el pgrvenir el gobierno de su favorito Corral. La Vicepresidencia, en estas con- diciones, más que una garantía, es un nuevo peligro para el futuro de la Nación. Nadie puede tomar á lo serio las necedades de la prensa f asalariada, que dá por asegurado el 'porvenir con la creación de la Vice» presidencia, L.& Vicepresldencia le- gal sería una salvación; pero la Vi- cipresidencia de nombre, no puede significar nada. Tener un Vicepre- sidente elegido por el pueblo, sería tranquilizador); tener un Vjcepresi dente despreciado por el pueblo, es amenazador. La idea de que Corral nos gobernará, sólo porque al Gral. Díaz se le antojó legarle la Presi- dencia, es idea vergonza que causa- rá la felicidad de los serviles; pe- ro que en las condencias honradas provqcará formidables rebeliones. Corral ha llegado á la Vicepresi- dencia, con disgusto de la nación entera. Sü candidatura fue silbada ruidosamente en 1a Convención Na- cionalista y tuvo que ser impuesta á fuerza de chicanas y de abusos pues hasta los individuos nada in- dependientes que formaban esa Con- vención, le manifestaron su hostili- dad! Fuera de la Convención, el pueblo lanzó ¡mueras! á Corral y todo mundo manifestó su desagrado hacia el favorito del Gral. Díaz- La prensa, tan acobardada en estos tiempos, se atféviSá criticar al can- didato y hasta los periódicos cleri- cales y gobiernistas como El País, censuraron duramente la exaltación de,Corral á uirpue'sto que está muy lejos de merecer." Tales manifesta- ciones én un país oprimid^ es un crimen pensar" contra la opi- nión del Gobierno, donde nadie se atreve á levantar la voz contra la tiranía; donde todos soportan siem pre los excesos del poder; tales ma- nifestaciones, decimos, son tremen- damente significativas, como- que representan el prólogo de la catás- trofe en que se verá envuelto Co- rral, el día que le falte el apoyo de Don Porfirio. La nación siente repugnancia por Corral, y éste individuo no-ha he- cho nada absolutamente por tornar esa repugnancia en simpatía ó por disminuirla siquiera. Lejos de ello. Corral ha esbozado para su proba- ble Gobierno un programa que ni uno solo de los mexicanos puede aplaudir. Corral ha dicho, en diver sas ocasiones, que siempre procurará imitar fielmente al Gral. Díaz y se- guir su política, _y esta declaración siniestra, desoladora, sombría, bas- ta para que la nación mexicana mi- re á Ramón Corral con la mirada torva con que se contempla á un enemigo* Seguir la política del Grai. Díaz es seguir la política del terror; de la persecución, del crimen; tó* implantar una segunda Dictadura, calcada de la primera; con sus mis- mas envidias, tronchando la exis teneia de los ciudadanos eminentes; con sus mismas cobardías, cegando la vida ¿e los hombres valerosos, con sus mismas infamias, abogando las libertades públicas'entre las pes- tilencias de la abyección y la igno- rancia; con sus mismas traiciones, arrebatando ra tierra á los mexica- nos, para entregarla á la rapiña de ios extranjeros. Tal es el programa de Corral: imitará al G'ral. Díaz;"es decir, sustituirá la tiranía de Don Porfirio con su propia tiranía; es hará el dueño de México; pondrá y quitará funcionarios; violará lab leyes; regalará territorio á los yan- quis; se enriquecerá faDulosamente; ss hará elogiar en todas las lenguas, mandará injuriar á los héroes, y cuando le llegue su turno de morir, designará á su vez al más inepto de su» favoritos para que siga opri- miendo á la nación mexicana, Ahora bien; tanto el Gral. Díaz al liacer el legadodela Presidencia, como Ramón Corral al aceptarlo, se han olvidado de que el pueblo mexicano existe Dínz y Coiral se engañaron si creen que no deben contar para nada con el pueblo, en un asunto que, como el de la Vice- presidencia, atañe al porvenir de la nación. Es cierto que los 27 años de Dictadura poifirista h«n dado su* amargos frutos y nos han procura- do mucho de envilecimiento y de gnominia; pero á pe^ar de todo, el pueblo mexicano no ha llegado al extremo de abyección, al exceso de miseria moral, ni colmo de pasivi- dad que Corral y Díaz le suponen, creyendo que aceptará ron'manse- dumbre de carnero la Dicttdura de un personajillo ignorado que recibió el poder por herencia y que no tu- vo más méritos para su elevación, que ser el favorito de úri tirano. El Gral. Díaz, conquistóla Presi- dencia á sangre y fuego y á fuego y sangre ha mantenido su conquista. Corral ni siquiera tiene el prestigio déla brutalidad en su exaltación al poder: sube por el favor, y caerá cuando el favorecedor no esté pre- sente para sostenerlo. El Gral. Díaz ha creado un Go- bierno personalista que con él tiene que desaparecer infaliblemente; la turba de nulidades que componen ese gobierno,se derrumbará cuando, le falte el apoyo del Gral. Díaz. Corral correrá la suerte de todas esas nulidades, pues no tiene ni mé ritos, ni fuerzas propios, para man- tenerse en la altura. Debiera-avergonzarse Ramón Co- rral de que"todos los elogios que de él se hacen, consistan en decir que es el preferido de D. Porfirio, pues esos elogios revelan que Corral, por sí mismo es una insignificancia, de la que nadie se hubiera ocupado si el Gral. Díaz no tiene la humorada de nombrarlo su heredero en la Pre- sidencia. Esa insignificancia de Co- rral, puesta de relieve por los mis- mos aduladores, será su pérdida en el futuro.' Las naciones se inclinan ó ante los redentores, por la admiración; ó ante los tiranos, por el terror. Pero nunca se han inclinado ante las nu lidades por ningún motivo, ni si- quiera por la recomendación de un redentor ó de un tirano. México se inclinó ante el acero ensangrentado, ante las hecatombes, ante los calabozos, ante las opre- siones de Porfirio Díaz; pero no se inclinará ante la sombra, ni ante los favoritos, ni ante las disposiciones testamentarias de Porfirio Díaz. No se inclinará ante Corral. El terror que Don Porfirio ha sembrado por todas partes, se disi- pará con el último suspiro del Dic- tador, y Cornil, con su programa calcado de la tiranía porfirista, que- dará frente á frente de la nación, que ya podrá manifestarle clara mente su hostilidad y arrojarlo de la Primera Magistratura. Si el pueblo mexicano hubiera elegido libremente al Vicepresiden- te^ éste conflicto del porvenir se ha bría evitado, pues nada hubiera sido tan natural y tan sencillri, como que á la desapirición de Dí¡>z, ocupara la Presidencia de la República e ciudadano ya designado de antema no por el sufragio popular para ese alto puesto. Pero con un Vicepresidente como Corral, que antipatiza al pueblo que fue elevado por el favor, que amenaza con una política crimina y que no tiene un «olo mérito, sen muy difícil evitar en el futuro las convulsiones y los trastornos. La nación hn sufrido la Dictadura de Porfirio Dínz pero no sufrirá la de Ramón Corral Si en la Presi- iltncia Corral .sucede á Dur., el <lts" quiciuinie1 lo sucederá á Cornil Próxima ajlicaci te la ley ftp. Bernardo Reye-i quiere más san- gre. Reyes p.na la sangre et> como os hidrópicos para el agua, jamás e sacia. , Hasta hace unos días tenía d«- Comandante de policía en Lampazos al bandido José, Ma Correa, á don- de lo había destinado para ame drentar por medio de la fuerza ar- mada á los vecinos inermes Correa fue un azote para Lam- pazos El fue quien disparó vario.s iros'de su pistola sobre el Sr. Ing D >n Francisco Naranjo (hijo) tra- ando de asesinarlo én la Estación del Nacional. Correa fue el testigo convicto de falsedad en el asunto del ''Club Liberal Lampacense." Por esos dos delitos qnedó impune, :omo lo quedó igualmente por las depredaciones que ha llevado á ca- bo por orden de Bernardo'Reyes. En Lampazos es coidialmente o- diado Correa, porque detrás de sus maldades se descubre la acción si- niestra de Reyes. Por sus aptitudes para el delito^ Correa fue ascendido á Comandan- te óo policía, y hace îí&Ts cuantos dias fue comisionado por Bernardo Reyes, para hacerse eargo deja otnandánciá de policía dé Dr. A- rroyo, N. L. A nadie que esté al corriente de cómo se resuelven los asuntos pú- blicos en Nuevo León, podrá esca- pársele que la marcha de Correa á Doctor Arroyo es el resultado de un plan meditado por Reyes, para poner en práctica uno de esos ac- tos que tan triste celebridad le han dado. Dentro de pocos dias sabremos que en Doctor Arroyo ha aumenta- do ei número de los huérfanos y de las viudas; que nuevos lutos ha- brán caído sobre infortunadas fami- lias, que llorarán desesperadas por la eterna ausencia dé sus padres, de sus hermanos ó de sus hijos. Correa va á continar la sangrien- ta obra comenzada en Abril último en la Villa de Gral. Bravo, por los conocidos instrumentos de Reyes. Bonifacio Martínez (á) «El Coyote» y Genaro C. Salinas. ¡Así se gobierna! ¡Así se gobier- na! ha dicho el Gral. Díaz. Los torpes designios de Reyes han podido ser descubiertos. En Docior Arroyo va á haber escenas de .nuerte. ¿Qué es lo que hace el Gral. Díaz ante tanto crimen? Encogerse sistemáticamente de hombros y dejar hacer; dejar que los impulsos vesánicos d<=i Bernardo Reyes deshonren al país; permitirlo todo, menos que se le toque á él. La ley fuga tendrá aplicación una vez más en el ensangrentado Estado de Nuevo León. netamente libtru], y gracias A sus os- uerzos y lí BU constnnoin, lograron undar la Escuela Modolo "Reforma," para ñiflas. La noche del 30 del pasado Octubre, estuvo de fiesta la hlmpátloa pobla- ción, como que ne verificaba un acto reveJador de Jos progresos alcanza- dos por las ahimnas de la Escuela Reforma" en su anterior ourso es colar: la repartición ds premios a la,» alumnas de dicho plantel. OOD ese motivo, tuvo lugar tina ve adu literarlo-muslcal, que se llevó a fecto con toda felicidad, siendo a plaudídos los números del programa,. Mucho nos entusiasma que nuestros correligionarios funden escuelas libe rales. El fraile oorrompe á la niñez n sus escuelas. EnseBa á los niQos á ser hipóorit»s, a ser malos ciudada nos, á ser egoístas y malvados. La propaganda del fraileen Ia9 escuelas es corruptora y de esa corrupción han sobrevenido males sin fin á nues- tra Patria. Los Almonte, los Mira món, los Leonardo Márquez, la tral ion, la perfidia, todo eso ha nacido du la propaganda malsana del fraile. El Gral Díaz se hizo Dictador por- consejo del clero católico. Díaz es un cntólico fanatizado. La Escuela Modelo «Reforma,» está hábilmente dirigida por laSrlta. Ma- ría Soledad Gutiérrez, que es una 3rofesora talentosa, liberal y patrio a. La Srita. Gutiérrez ha sido frecuen- temente hostilizada por los retrógra- dos y los curas. Ha recibido amena- zas, ha sufrido injurias por parte de frailes y fanáticos, pero ha permane- cido firme y abnegada. El Obispo Silva, personaje grosero y brutaV en una visita que hizo al Jaral, ordenó bruscamente & la Srita. utiérrez que quitara de la fachada del plantel el rótulo de Escuela Mo- delo «Refornía,» y pusiese en su lugar el de ''Escuela del Sagrado Corazón de Jesús." Alegó el imbécil Obispo que "Reforma" era un nombre mal Uto. Naturalmente, la absurda preten- sión de Silva fue despreciada. Felicitamos á nuestros correligio- narios de Jaral por su liberalismo. Los liberales de Jaral. Un Obispo grosero. A pesn-r de 1-a propaganda odiosa que al amparo del Gobierno del Gral Díaz hae" el corrompido clero cató Íleo ouDtra las instituciones liberales .lUestros corrfllglonerloí DO d*-sma yan ea su tarea de luz y de progreso Lo* buenos liberales de Jaral, Oto , se propusieron fundar UOB escuela hizo el 10 de este mes, sin que me- dinra motivo para ello. listamos acostumbrados á que los Gobernantes violen las leyes segúa su mal humor, pero es irritante por lo escandaloso, que á una auto- ridad nombrada por el voto popu- lar, se la destituya porniero capri- cho. El Gral Díaz no quiere compren- der que él y sus empleados (Gober- nadores, Diputados, Jueces, Jefes Políticos, etcétera,) estáu exaspe- rando al pueblo cou tanta arbitra- itdad. ¿Es así como ha de progresar el pueblo mexicano? Indigna, irrita, que de modo tan descarado se conculquen los princi- pios. Nuestros padres no hubieran derramado su sangre si hubieran sabido que sus sacrificios tendrían que ser burlados por Díaz, por Re- yes, por Creel, por Corral y pot todos los tiranos que ofenden nues- ra dignidad de hombres libres. Greel pisoteando las instituciones. Sucede á veces que el pueblo, aun en medio de su indigencia de- mocrática, logra mediante un es- fuerzo viril nombrar sus autorida- des, burlando de ese modo la con- signa siempre inmcral de los gober- nantes. En Bachíniva, Chih., lograron los ciudadanos hacer triunfar la candidatura popular, derrotando á la oficial. Resultó electo Presiden- te Mnnicipal, el honrado ciudada- no Don Helicdo-o Olea, buen libe- ral y decarácter independiente. La elección se verificó en No- viembre del año pasado, quedando disgustados naturalmente el Go- bierno y cuatro ó cinco infelices, que contaban con el apoyo oficial para oprimir al pueblo. El Sr. Olea se portó en la Presi- dencia Municipal como buen demó crata- No extorsionó, no persiguió, no atropello. Esos méritos, unidos al de no ad- mitir consignas, y acumulados á la circunstancia de haber sido electo el Sr. Olea por el pneblo, tenían furioso á Luis Terrazas, el Gober- nador de Chihuahua, y después á Creel, suplente de Terrazas. Terrazas, que arnque educado en cuartel, no es tan impulsivo co- mo Bernardo Reyes, no encontra- ba manera decente de deshacerse <f< una autoridad que había sido legí- timamente elegida. Pero llegó Creel al Gobierno de Chihuahua como suplente de Terra- zas, y Creel, como «científico,» no tuvo escrúpulos para destituir a Sr. Olea del puesto de Presidente Municipal de Bachíniva, cosa que La expulsión de PimenteL El servilismo insuflado por ' la Dictadura del Gral. Díaz en los es- píritus pequeños, ha dado una no- ta repugnante en Oaxaca. Avergüenza que en un Estado patriota, como el de Oaxaca, pue- da heber caracteres mezquinos que ,0 deshonren. . Emilio Pimentel, Gobernador del Estado, es miembro|de la «Aso- cíScRfrTJuárez» de la ciudad de Oaxaca. - La Asociación acordó protestar contra las injurias que Bulnes lan- zó contra el Benemérito Benito Juárez, y al efecto se redactó una protesta que Emilio Pimentel se ne- jó á firmar. En la Asociación hay "algunos hombres dignos cuyo liberalismo se sintió seriamente ofendido con el desaire grosero del Gobernador cle- íical, y pidieron la expulsión del (científico)) gobernante fundándo- íe en el Reglamento déla sociedad. Desgraciadamente, la mayoría de los miembros está compuesta de burócratas famélicos, y por esa cau- sa, la expulsión de Pimentel no fue aprobada. Repetimos que es una vergüen- za para Oaxaca, que haya indivi- duos tan cobardes como los que no se atrevieron á aprobar la expul- sión del hombre indigno de ocupar el solio gubernativo, que Benito Juárez supo ennoblecer. Enviamos nuestra felicitación £ los oaxaqueños dignos que pidie- ron la expulsión. Oaxaquefios asi, son dignos de haber nacido en ít tierra del Benemérito. S. nuestras •res. Suplicamos á las personas que re- ciban REGENERACIÓN, se sir- van enviar desde luego el precio que les corresponde pagar por sus stebs- cripciones, teniendo en cuenta que si no mandan pagar, les hatemos el re- cargo de un í@- veinte por dente como gastos de cobranza y giraremos contra ellas con el recargo indicado. A las personas que reciban RE- GENERACIÓN y no deseen susbs- cribitse, les agradeceremos que nos de- vuelvan los ejemplares que hayan re- cibido, para evitamos el que les gire- mos per el valor de ellos. V El clericalismo del Gral. Díaz. Mucho so ha hnblndo en los últi* •sos veintisiete nfi< h <lel pretendido llbcrnlinno del Guil. Din?,. Bastarían esos veintisiete oflos de tirnnín pnrn echar por tierrn In re pntnción libeml del Presidente, por- que la tinuiín nunca puede ser libe- nil, Î a tiranta siempre es liberti- cida. Paro imponerse, las tininfas tie- nen que asesinar la libertad, y el fue asesina lo libertnd, no puede ser liberal. El Gral. Díoz no solo ha asesina- do la libertad; ha dado muerte al espíritu liberal del pueblo. Pnrn lo- gro rio, le ha sido preciso corromper las conciencias per medio de los pe- riódicos que asolaría, y proteger abierta y ostentosamente al clero católico, que sólo medra- y echa ro- bustas raíces bajo los gobiernos ti- ránicos.-- El Gral. Díaz ha comprendido que la milicia es impotente para sostener una tiranía, cuando el frai- le no da la mano al soldado, cuando no veiificau MÍ uuión maldita el ba- ble y el bonete. De abí esa unión» ese maridaje, ese contubernio del íoldado y el fraile, que ha sido desde el comien- zo de las scckdades Lumanas el grillete puesto al pié de los pueblos para aprisionarlos, y lassembras que invaden los cerebros de los hombre, para imbecilizarlos y envi- lecerlos. Nuestros males presentes se de- ben á esa unión creada por la tira- nía. Lss tiiacías, no ptadkndo con- tar con las fuerzas del pueblo, tie- nen necesidad déla fuerza del cleri- oalitmo. El clericalismo tiene su fuerza en su maldad. Ensombrece, ahoga toda aspiración, enseña á obedecer sin examen, sin discusión. El clericalismo enseña la sumisión á todo poder político, por más que éste ultraje, veje, humille, 6 asesi- ne. El clericalismo, por lo tanto, engeña á ser abyecto, vil, hipócri- ta. Esas facultades embrutecedoras del clericalismo son los méritos que aa encontrado en él el Gral. Díaz, y por eso es por lo que lojbalaga, lo adula, lo protege. El Gral. Díaz es clerical por edu- cación, por temperamento y por conveniencia. Axiomática es la insuficiencia intelectual del autócrata. TJnos> mezquinos estudios maldigeridos en su primera juventud, forman el ba- gaje intelectual del Presidente Díaz. Sin noción de la vida, sin es- tudio de los hombres, sin examen de las cosas, su espíritu ha cami- nado á tientas en las sombras de su raquítica instrucción, sin encontrar las causas de los fenómenos de la naturaleza ó de las sociedades. Era forzoso que un cerebro que andaba á rastras por falta de luz, quisiera levantarse por medios mís- ticos, ya que sus facultades senso- riales eran como débiles pajas va- gando en las tinieblas. El misticism© era una necesidad para el Gral. Díaz, y por eso siem- pre ha sido ferociente católico. Otra circunstancia ha contribui- do además á fortalecer esa propen- sión mística del Gral. Díaz: su tem- peramento. Como Bernardo Reyes, el GTal. Díaz es un esclavo de la emotivi- dad. La rtflexión en él queda re- zagada sin siquiera poderle pisar los talones á la emoción. El Gral. Díaz obra por simpatías ó antipa- tías; por debilidad mental no dis- cierne, no estudia, no discute. Su sistema de gobernar indica clara- mente la simplicidad de sus ideas y se reduce á hacer ,el bien á los que adulan, á los que se humillan; y perseguir á los que no adulan ni se humillan. Y cuando persigue, encarcela, oprime ó veja ¿qué explicación puede dar á su conciencia de esos setos tiránicos, si su intelectualidad es impotente para discernir? ¿Cómo reconciliarse con la conciencia des- pués de atropellar ó de vejar, cuando el cerebro está ocupado por lss sombrah? No le queda al Gral,.Diez otro recurso que acudir al catolicismo pnrn efectuar un acto de contrición poi los pvciulo» cometidos, pues los ennw 5c hnn empeiyido en predicar que mi arrepentimiento sincero sal- va de las hornnzofl del infierno. El Gral. Díaz se arrepiente cada cinco minutos; pero el atropello queda en pié, la vejacióu ha&ido consumada* L,a conveniencia ha Hecho tam- bién que el Gral. Díns sen clerical. ¿Qué apoyo sano podría tener el Gral. Díaz cuando ha violado las leyes, ha dado muerte á los dere- chos y hn pesado á su capricho so- bre la nación? No podía encontrar otro apoyo que el del clero, que se distingue por su corrupción y su envileci- miento. Desde antes de llegar á la Presi- dencia de la Rípública, el Gral. Díaz era un buen amigo del clero. Empujado por el clero se rebeló contra t i Gobierno esencialmente liberal del Benemérito Benito Juá- rez, contra quien lanzó injurian an- te las cuales las de Eulue& parecen galanterías. Su rebelión fracasó. Empujado otra vez por el clero, ê rebeló contra ti Gobjemo demo- crático de Don Sibat-tián Lerdo de Tejada. Lerdo de Tejada, verdade- ro patriota, se retiró al Extranjero para que no se derramase sangre por él. Poifirio Díaz imperó desde en- tonces sostenido por el clero. To- das las leyes liberales han sido vio- ladas en provecho de la Dictadura y del clero. Los conventos ostentan su pros- titución en toda la extensión de la República Mexicana. Las Leyes de Reforma son pisoteadas á cada ins tante, por clérigos disolutos, ó bea- tas histéricas, ó autoridades que desempeñarían á maravilla la vil función de los sacristanes. Las familias honradas sufrenconstantemente el amago de la lu- juria del fraile, que mánchala hon- ra de las mujeres sin- sufrir una multa, sin ir á un calabozo ó á la horca. Todo eso lo permite el Gral. Díaz, para no-perder á su aliado. El clerr» impone gobernantes. Todos los Estados de la República están regidos por Gobernadores ig- norantes y fanáticos que no tienen otro mérito que el de ser fieles á la Iglesia y al Gral. Díaz. El Gral. Díaz no es liberal, por- que si lo fuese no sería Dictador ni compartiría con el clero el Gobier- no de la nación. Es preciso que.ésto lo,compren- dan los liberales que viven engaña- dos por los absurdos que á diario propala la prensa gobiernista. Es necesario que los liberales sepamos que ningún bien puede esperar la Patria de un Gobierno cemo el del Gral. Díaz, que pisotea las institu- ciones republicanas en obsequio del clero traidor. iiWlBl—i Los mexicanos" se niegan a traba- jaren el Mississipui. En los campos algodoneros del Mississippi, trabajaban antigua- mente los negros, y .:uando estos faltaron, fueren á trabajar allí los mexicanos. Pero los mexicanos fueron mal tratados y mal pagados, y hoy se niegan á prestar sus servicios en el Mississippi. Hacen muy bien nuestros compa- triotas en negarse á trabajar donde se les explota, dende se les roba su salario y donde no se les trata con el respeto que merece la dignidad de todo hombre. Su conducta debe ser imitada, pues.es necesario hacer comprender á los yankees que el mexicano, aunque su Gobierno lo tiene abandonado y aunque sus cónsules no lo protejen, es capaz, por su propio esfuerzo, de hacer respetar sus derechos y de hacer valer su trabajo. Los mexicanos, quienquiera que sean y donde quie- ra que se encuentren, no deben per- mitir huniillaeiones ni explotacio- nes, Es preciso que bagamos respe- tar nuestra nacionalidad. Una nulidad con fortuna. LA U/VCrKNDA HJOLI- OA SAQUEADA Según lus noticias quo toiumiiB, OUDBIMU> do soportar ol jnul giibloroo do Mlguol GnrdtSHi», ol puoblo ilo OoiUiull» BO propara á lurhur briosa- monto contra la roolecolón do OBUI fu- nesto porsunajo. Mltfxiol Cardonas debo ol puosto quo ocupa á Borourdo Rfyos. Cárdenas ora on I8t>3 ua aijogacUto inslgnlflonn. to, alo tulocto, sin historia, sin Uus- tmolón, fOao y bacal. Su miseria oro extifmn; BUB ambi- ciónos no traspasaban las fronteras do sus ipudostiiH uecosldndea. Hublo- ra sido un regular otcriblonto do No- tada ó hubiera desempeñado & con- clonóla tal vez el puesto do archivero do una parroquia, si circunstancias provid©L,oi»]es no lo hubieran puesto en oumlno de su medro porgocal snlo- oáadolo on ol GobJorno dol Estado de Coflhulla. La insignificancia es nociva en el Poder porque ol insignificante DO tie- ne prestigió a'guno quo conservar, ni historia honrosa que guardar Incó- lume, ni simpatías viejas quo culti- var, ni compromisos morales que cumplir Por eso es pop lo que Mi- guel Cárdenas ha sido nocivo al Es- tado de Ce abulia. C< mo U (109 los Gobernudoies, DO se ha prtecupado más que de gn-an ge»!se la benevolecola del Oral. Díaz y pin a i< grarln, ha tlmnlzbdo. CAtdfnas e8 \in femoroeo de Ber narf'o Eeyea. Este fue quien 1© sacó (ie la ohbcuridad, de la insignificun cía, de la mistria. Se dice que Cárdenas es tributario de Bernardo Rfyes, qukn recibe dt aquel 930 T00.00.cs. anuales. Sea c< mo fuere, lo cieitoes que Re- yes elevó & Cárdenas. En diez aHosde administración car- denista, Cothuila se ha hundido, co mo está hundido Nuevo León. Ber nardo Reyes lia sido el Gobernador afectivo de Ctehtiila Reses ha nom- brado los fuccionarics coanuilenses, Jos • diputados coahuilenseB 'y hasta los esiribiettís y mezos de las ofici ñas eoahuüenses, CuaDto decreto ha sido expedido por el Gobierno de Coahuila, ha pasa- do antes por la censura de Rejes Be- yes ha sido el factótum; Cárdenas el instrumento!. . -,<•,.. La gestión administrativa de Cár- denas ha sido un perpetuo desbara- juste, un continuo desorden, donde han podido encontrar las manos ra- paces, amplio campo para satisfacer sus apetitos. • -Con pretextos baladfes h'aa sido gravadas las rentas del Estado, para satisfacer necesidades persoiales en cambio de la múeria genera], FrtUxtaLdo aliviar el mal estade del Tesoro coahuileDse y la necesidad de empietder algunas mejoras mate ríales. Cárdelas coc'raió en el Ex tranjero unfH piéstiio de ft2.COO.000 00 es. El Tescro no fxp< rímenlo alivio al guco con ese empréstito ni se ejeciata- IOD las obras materiales para las que se contrató. Los dos millones de pesos segueta ron en im ferrocarril'que''une' & Sahi lio con las propiedades minerab de* Sr. Wi'liam Purcell en las qup está interesado Miguel Cérdtnas, y erj otras obras de provecho paxtícular. Aparte de este empréstito, las rectas del Estado han sido gravadas con di ferentes ctmpii files extranjeras, al grado de que la penuria es endémi- ca en las arcas del Ehtsdo y que solo se encuentra dinero en los bobillos del Sr. Gobernador, porqués! Miguel Cárdenas es torpe para adminibtrar la hacienda pública, es habilísimo para fementar la privada Cárdenas que antes de entrar á funcionar como Gobernador de Co*hulla, veía con bo n-or las alburas aurórales porque ellas le anunciaban el comienzo de un nuevo dia de estrtchecís pecuniarias, cuenta hoy con una fortuna ao me ñor de cuatro millones de pesos. La administracién de CárdeDas ha sido fatídica. Como en Nuevo León, los cadalsos se han multiplicado al paso de la Acordada. Las repisas, las injusticias, las exacciones, todas las •violencias y to- das las maldades, han pajeado su iapuDÍdad por Coahuila con e-vidente agravio de la civilización. Por todo eso, los coahuilensesjion- rados, los que no roban, los que no ejercen de veidugos, los que no reci- ben dinero de Cárdenas para delatar á sus hermanes, los independientes, en fin, que quieren lf gar á sus hijos un Estado librado de manchan y de ver gODzosos estigmas, se proponen lu- iharcon brio para elevar al puesto de Gobernador del Estado al Sr. L'c Prumencio Fuentes, liberal honrado ~y modesto. REGENERACIÓN ve COD gusto es- ta reacción de civismo. La Patria ne- cesita para ter feliz, que todos tus hl jos se interesen por los negocios pú bucos. Una cosa deseamos; que los coshni |fD6e«, naciendo á un IB^O esa cos- tumbre penosa pBra los hombre» de honor, de martber enctmUióo á con* ferenciar con Porfirio Dtas para que lrt« libro d» un tlranuolo, sis pongan A trtibujnr oon vlf?oi*}lnuopom.11onteiii<m- to dul coi-rompido olomonto ollolul, No ou vtino b.*o tranaourrldo onyea do trolnta nflOB de tlrnnín, Ella HOB <lt<lui linbur bnnefíniW 'qm>' tleittp'r'o «u Inmoral ó indigno flo eludaílfthoiih«i>n rodas y libran, duponer los doroohos oonutltuolonalo» parft. íOHcItar- grtwln do la Autoocdol». Loo oludadauoM to- üomoa ol (lorecho do remover gobw- nautos, y opinitorínmoB \mu, V11VJEO> si vohiütarlameiifco nos dp^pojasoiao» tl« oso doreobo par a que un «xtruíio obra- so on nuostro nombro. Ba Bido costumbre *>n nuostro pulí. ffraoliiB A la eomipolón moral oreada pop Porfirio Díaz, someter at arbitrio do la Dlctndur» tuonto mgoeit, solo dobe BO>> resuelto por la «colón popu- lar. Usa OQHUnnbre ea dlsolvonto, es inmoral y os citminal, porque ella sii ve para fortalecer a la tiranía. E»a costumbre ha servido tumblco para comprobar que Díiz se burla de los ciudadanos ouatido se humillan ante 61 en solioitud de grada. Influí dad de comisiones do todos los Esta- dos han marchado & solicitar do la Dictadura la remooión do sus gobor*' nantes y sólo han obtenido la hurai- Unción y la ; vergüenza que arorreao IOB actos no viriles,' puesto que sus t'rumíelos han continuado opnmién dolos, asesinándolos, robándolos y prostituyendo sus hogares. Los coahuilenses dtben tener pré- senle que liuaiJiarse ante Díaz, es indigno de h< mbies bien nacidos Los llbepaleis dabt-tno» congratular ros del movimiento que se Inicia en Co*buila y nupstro deber es ayudar oí n todas nuestras energías á nues- tros hprtnatoa depse Kstndo. REGENERACIÓN está a las órde- ' es do tedo movímltnto cívico, que tiendaal engrandecimiento de la de- mecracia. Siempre se fue Plutarco Órnelas. LO QUE EL GRAL. DÍAZ ORDENA A LOS t ONSÜLES. Al fin se decidió á marcharse Plutarco Órnelas, con gran satisfac- ción de los mexicanos de esta ciu- dad, que deseaban librarse de ese Cónsul apático y perfectamente inú- til, que en 26 años de empleo no hizo el más leve servicio á la colo- nia mexicana. Si bien nos felicitamos y felicita- mos á los mexicanos de San Anto- nio por la marcha de Plutarco Or nelas, no podemos menos que dar el pésame á los de San Francisco, Cal, que con un Cónsul cemo éste, van á estar peor que- si^io tuvieran ninguno. Nuestros compatriotas de San Fiaucisco verán á Órnelas dis- frutando alegremente d̂e su sueldo, solazándose en diversiones y pa- seos, gozando de la vida; pero no lo verán trabajando y luchaudo poi el bienestar ó el mejoramiento de los mexicanos. , El Dr. Órnelas salió de San An̂ tonio el día 8 del actual. Lo subs- tituye en el Consulado su hermano Don Enrique Órnelas,' de quien hemos oído juicios muy favorables, que esperamos ver confirmados por los hechos. Ya que de Cónsules tratamos no será por demás hablar aquí de una cosa importante. Sabemos que to- dos los Cónsules de México en es- te país tienen órdenes expresas de Don Porfirio para que procuren no disgustar al Gobierno de los Esta- dos Unidos. Tienen prohibido am- parar las reclamaciones de mexica- nos y hacer protestas contra las au- toridades yaukees cuando estas atrepellan á nuestros compatriotas. El conocido servilismo del Gral. Díaz para con los americanos expli ca estas órdenes inicuas, y estas ór- denes explican á su vez la indife- rencia de los cónsules mexicanos para protejer á los hombres de su misma raza. No sabemos si Don Enrique Ór- nelas tendrá ya estas instrucciones ni si estará dispuesto á cumplimen- tarlas. Nosotros desearíamos que las esperanzas que han puesto en él los mexicanos se vieran realiza- das. Rri todo caso, juzgaremos su conducta, cualquiera que sea, con nuestra acostumbrada imparciali- dad. >»«•«» * ~ Bernardo Reyes Persigue a la Prensa Digna actitud de ••El colmillo VmUUeo." Bernardo R#y<g ro so sienta satis- f. cho de si mUmo el dift que no co> mete a'gúo fxcpgo dictatorial,^, Ber* nardo Reyes «tlá siempre al eofeho rto una opoittiuridud'-pttYa un derecho^ p»va tiltiajnr \m l á b La ultima hiuuttn do] ffo^orpanlú, que. í\% llo^n^o & nuestro «oaoolmkmtd, tuyo'lugar- lnjs*jiitt(3ft tmsudiv y consistió* on rWjw ttl,A« ponto d\\ El Colmillo PAblieo ouantoii «jemplarcs toníádo osa p&rlíSulco, que provocó las ijran de, Don Barnartlo, porque se ocupiv en exhibir al fumaU- oo y desprostlRlndo reyUm«, dUt<r¿ Hiéndase por su virilidad y su buoa juicio. Bornardo Royos se irrita cuando un periódico independiente dioo alguaa verdad acerca de bu persona, o de BU partido. No puedo sufrir quo la re- QUordeh.suB taQnltOR íraoinua ni q\\é lo auguren mía probables desastres; no puedo tolerar qtio le hablon do sus ruines ambiciones, de sus imposibles ensutuos y de su patente desprestigio. No pudo» on conseouonola, tolwur A El Colmillo Público, que honrada y ODérgloamente ha presentado ante ol pueblo los anteoídentes'sombríos y lns miserias actúalos y los peligros futuros dol royiBino. Si, loa Redactores del citado sema- nnrlo hubieran estado en Monterrey, Reyes los hubiera alojado en la Pe nltenoiaría y los hubiora tratado oo mo acostumbra tratar siempre á los poriodlstaa: Jo peor posible. Pero no los tuvn á su alcance, y se "vio en la noeesidad de Gotíormarso Con r-eeojer el número 60 de El Colmillo Públko El utentado es palpable; reoojor, sin mi tivo legal alguno, los ejemplares de ua periódico que no contiene nada delictuoso; despojar á un agente de esos ejemplares qu» le costaron su di ñero; atropeilar la ley, las garantías indi viduales y hi ata. la propiedad; solo por desaht gar un odio ó por sa- t'sfaeer un capricho del gobernante, es acto que causaría rubor aun cafre; poro que á Bernardo Keyes le parece enteramente natural, No hay que' olvidar qun el Gral. Díaz dijo á, Reyes en ocasión solem- ne: i Así, se gobierna! . • Todavía Hablaremos de "'El Colmi- llo Público," no ya para lamentar la persecución de que es víctima, sino para felicitarlo por su actitud levan- tada y"dJgoa en un asunto en que has- ta hoy sólo habíamos encontrado humillación y cobardía, sin tropezar con la hermosa notadiseordante de la virilidad y la honradez. - Nos referimos alas fiestas presiden- ciales, que se1 preparan para Dieieia- bre -próximo. El servilismo* oficial; deseoso de llevar su contagio á todas partes,"invitó á la Preá'si da íá Capi- tal á que tomara su número respecti- vo en los festejos que se harán á Por- firio Díaz, conm'otivo de su perpetua- ción en el poder. La J'AsociacIÓQ de Periodistas" recibió la invitación, y convocó desde luego á una junta. El objeto de esa junta no fue discutir si se aceptaba ó no la invitación, qué era el trámite indicado, pues podía haber, como hubo, personas que no' estuvieran dispuestas á adular al Gral. Díaz n*i á rebajar la dignidad de la Prensa tomando puesto entre el rebaflo de serviles que desfilará el W de Diciembre bajo los balcones del Palacio Nacional. Pero no, los repór ters de la ''Asociación" dieron por aceptado el convite y convocaron sim- plemente para acordar la mejor ma ñera- de rendir sus homenajes al Dio ,tadorv ,„ , .,,. „ .,.,. s „._„,,,,, Jt > + .„_.,. n En vista de tal cireunst;ai)eia, núes tro honrado cul» ga "El Colmillo Pú. blico" ¡no concurrió á la junta, ni nombró representante, pues, • según manifiesta, reprueba los festejos que los aduladores van á hacer á Don Porfirio. Dice nuestro apreciable co- lega:" Siendo nosotros, "El Col- millo Público," demócratas y libera- les puros y de convicción,"enemigos del el erícaliítmo y ¿el miiitar'smo, mal pudiéramos felicitarnos ni felici- tar al Gral. Díaz, por un hecho que entraSa la negación de la Democracia y que significa la catalepsia de la Li bertad, el imoerio del clericalismo y el reinado del militarismo por seis años más." Tiene razón "El Colmillo Publico" v nosotros lo felicitamos por haber dado la nota discordante en el con- cíert'» de los servilismos, délas de gradaciones y de las bajezas. Su ac titud honrada,, patriótica, viril, es merecedora de aplausos en estos tiem- pos en que una ola de cobardía y de abyección envuelve todas las almas y doblega todas las cabezas á las plantas de Porfirio Díaz, el opresor de nuestra patria. •« • * - MUERAS A CÁRDENAS. En una manifestación,* 'pública efectuada etí Matamoros de la La- guna, Coab.., los ciudadanos vito- rearon al candidato popular para Gobernador del Estado Sr. Lie, Fruniendo Fuentes, y lanzaron vi- gorosos «mueras» al inepto y servil Gobernador Miguel Cárdenas, pro- tegido de Bernardo Reyes. Felicitamos cordialmente á los c'ignos ciudadanos de Matamoros de la Laguna por su civismo. Los pueblos que manifiestan virilmente 60 desagrado por los tiranos, son pueblos dignos de ser libres, MA»« lOK KN AT >niic FOST OVPICIC ov SAN TGNIO,' T(tXAS. AS SKC(JN» CI.ASS: MATTMU, IN NOVEMimi}. £ th.1904. ene ración Novombqr 12 th 10» S ubaorl pfcUm, ratos! I*ornnoura.,.,,. , .1 2. oOgold. Por fl months 1. 10 ,, Director y Proplotarlo Rionrdo Ploro» M'agón. . • . do Johuson Bros. v X sspublicólo, sabidos. El niimoro auslto vals cinco contovos oro on lo?Es\ados Unidos dst Norte y dl«i cent&vos pla- ta on la Iíopilbllca Mexicana.. L6» precios «le subscripción ion como algua! En ios Estados Unidos do) Norto por un ••mal' tro. jago adelantado — — $ 1. 10 oro. Por un ano, paso adelantado 2. 00 oro. En la República Mexicana por un «emestr» paga adelantado———'• $ 2. 40p!*ta, forunaño, paco adelantado 4, 50 „ Los envión de dinero pueden hacerse por Ciro Postal Internacional, por Exprosj, en DHletti d* Banco ¿ an Timbres Postales. NO?A. Estos precios se aplican á las ptirsonus que -inanaunpagar directamen- te sus steíiscitpítones s»n necesidad de «>- bravies. Alas personas á quienes en oievwa nues- tro periódico y no manden pagar, se les cargará«« vemta por ciento sobre los J»'í- eío* aiTiba üsprebuáos y se les girará con el recargo »»d)c«(ío, A ka Agentes se les abona el veinte,por tie'nto. Para todo ositnío dirijirse al Director. fct, SR. FRANCISCO PINNEY ES MUESTRO AGK'NTJÍ EN MBXICO. Vita elección en los •Sstodos UnidOB La noche del 8 al 9 del actual se co- nocid el «-esultado d«, las elecciones para Presidenta de los Estados Uni- dos. ' Hemos visto un espectáculo que nunca conocimos en nuestra patria, no obstante que nuestra patria se lla- ma República y no obstante que nos- otros nos llamamos ciudadanos. He- mos, contemplado un espectáculo de democracia. El día 8, y sobre todo la noehe, fue- ron de ansiedad inmensa. Todos se preocupaban por ei resultado del es- crutinio que estaba verificándose. La gente se agolpaba frente & las ofioi- oin&B'Se los pariódlcos' que, de mo- mento en momento, recibían y daban a-conocer al público telegramas que sefralaban las peripecias~cléT escruti- nio. La curiosidad devoraba los áni- mos y, las emociones se sucedían vio- lentas» Tan pronto la mayoría ée vo- tos estaba á favor-de" Parker, candi» dato del Partido Demócrata, c,omo_4_ favor de Roosevelt, candidato del Par- tido Bepublicano. Se'igbóraba quien triunfaría al fia, pues Jos nombres da los dos candidatos salían casi con igual frecuencia de la urna. Quien •aseguraba la Vitoria de Roosevelt,.'. quien la de Parker. Por fin, el telé- grafo transmitid la última noticia, y una gran emoción conmovió de un extremo & otro, el organismo inmen. so de la. nación Americana: *1 Partí do Demóerata estaba vencido; Teodo- ro Rooseyelt era el Presidepte, Cons-.,v titucional m los Estados Unidos. ¡Qué diferencia entre este espectácu- lo imponente, grandioso, democráti- co, y las ridiculas farsas electorales con que se ultraja al pueblo en maes- tra patriial En México una ele?eión presiden- cial ño provoca emociones, ni ansie- dades, ni dudas. En México, la tira- nía ha impedido el democrático fun- cionamiento de los partidos políticos, y todos sabemos 'que siempre y o- bligadamente ha de triunfar en la e- leeerón presidencial, el único y eter- no candidato que desde hace 27 afios ensombrece nuestro horizonte con su fatídica figura, Todos sabemos en México que Porfirio Disz seba de im- poner brutalmente en el puesto que usurpó á Lerdo de Te jada, y por ,eso aQte ntie&ras pretendidas elecciones no mentimos curiosidades ni ansieda- des; cuando más sentimos indigna- ción. Pero aun no lo hemos perdido todo. Si luchamos honrada y patriótica- mente contra la tiranía, podemos restablecer en nuestra patria querida el reinado de la Democracia. Culta diversión. Teatro Salón de la Unión. Compañía dramática dirijida por el Sr. Francisco E. Solórzano. El sábado 12 se pondrá en es- cena el drama en tres actos titu- lado «El Conspirador del Rey» ó «La batalla de las Damas,» y el do- mingo la preciosa comedia «Los dul- ces de la Boda» y la zarzuelita [Quién fuera libre! Los precios de entrada serán de 25 es. BUSQUJESE II próximo numero de "Ro- generación." RRGKNRRACION. Él Gobierno no ha Procurado evitarla. Bo oftlouln uu mu» do 1)0,000 ol nuiue ro du mexicano» qno ntiunhmiutQ ubnn- doiiui) el tovíltoriopdtrJo, \>nvti venir » •amentar pon nú contlnftoot? do trnbn- Jo, la rlquozn y «1 poderlo do la nuolon Aiuerlonun. , Ean douproporotonnilu enilgruolon OH alnrpinnto, y es tnn sUrnlÜcntlv», y tan •erln, qu« on México, pala do la Inillfo »onoln, dondo unsau doenpoxclbldo» los MPntoi uias Kravod, bu llegado a iwpo • neruo a li» oonaklernclou de todoa; do todoB, monos dol Qoblorno, quo Bloin pre ha hooho gnla do impasibilidad, ai ••que no do alogria, .unto lúa grandes deaventuras do ln nucion. r La emigración do inexlpnnoa a IOB Es- tados Unido» os íiotunhnonto un gravo prablotnn, nacional, y no eutí» solo, sino ligado con otroa muchos problemas que U mala administración porflrtetu ha oroado, dojnndo n lou inoxi cunos el trn bajo <Jo resolverlos en ol futuro. Y me- noa ninlo al el Gobierno se concretara a ao roBOlver esos problemas: lo peor de todo es que impide qne loa otros truttu * do resolverlos, y si acaso pone on ellos la mano, es BOIO para agravarlos. Tal ba sucedido en el asunto de la emigración. Se observo que millares de trubHJudores-saliati, y salen de Mexi co, cuando en̂ Mesíco, sepun lo olmos proclnujnr eternamente, faltan brazos para lu agricultura, pftra la industria, para 1» minería Y esto causo Pxtrufié- za y alarmo, pues u nadie podiu pare cerle natural que los trabajad orea aban donen uu país donde sobra el trabajo, y que los brazos tan solicitados en Mé- xico, desdeñen el seguro «iiupleo, para venir a ofrecerse a la explotación de loa propietarios yanltees Se coin prendieron los perjuicios que México infria con OBI» emigración fabulosa, y la voz general reclamo una medida para «vitarla o cuando menos reducirla. Fue entonces, —después de seis meses de que la cuestión se trataba en publi 'co, — cuando el Gobierno se vio obligado a intervenir. Esta intervención como era natural, DO modifico en lo mas mínimo ti aspecto del problema, .no disminuyo •n gravedad y no tuvo mas resultado visible qne poner en ridiculo al Secreta • río de Gobernación En efecto; la in- tervención del Gobierno en el asunto de la emigración, se redujo a ana circular " llena de falsedades1 y tonterías que el .'Ministro'Corral dirigió a los .Goberna- dores recomendándoles que le dieran la mayor publicidad posible para orne su contenido llegara a conocimiento de loa ' trabajadores mexicanos. L& Circular aconsejaba a los trabajadores qne nú -salieran de México, y les contaba que • sn Estados Unidos los mexicanos son pésimamente tratados; que son abáselo nados por los contratistas; que estos les pagan menos de lo que les babian pro- ^metido; y que la tierra yan&ee, es, en una palabra, el infierno del bracero me- xicano. Esa Circular movería a riea si no pro - Tocara indignación, si no revelara el profundo desden con -íjue mira el Go bierao IOB asuntos que mas hondamente debieran afectarlo. Fue preciso que la opinión publica señalara con insistencia la gravedad de la emigración, paia qiw ol Gobierno se ñjara en «lia. Era ne- • •cesario hacer algo para ealtnar la ansie- dad general, y Don Porfirio, ocupado ' «n su sexta reelección, encomendó al Ministro Corral la tarea <de .estudiar el asunto y resolverlo. Corral, incapaz d<e comprender las complicaciones del organismo social; in eapaz de encontrar y aun de buscar la causa de un fenómeno determinado, no *io 'en el problema de la emigración «¡no lo «xterior, lo palpable, lo qne Teian basta las gentes mas superficiales y vulgares. Para Corral el problema •e encerraba en el-beebn de que los me sicanos se iban a (os Estados Unidos, y nada mas. El Ministro de Goberna- ción nunca pudo imaginar en BU sim plicismo que la emigración fuera el re aullado de las condiciones políticas y •conomicaa del pais, y por tanto., no tuvo en cuenta esos factores, paca la solución del problema. Corral vio sen- cillamente qne los mexicanos se iban, y considero que todo quedaba arreglado •on decirles que no se fueran, como lo hizo en sn infantil circular, calum- niando, de paso, a los Estados Unidos. Su intelectualidad precaria, su ilustra- ción demasiado modesta, su espirita inaccesible a los estudios arduos y pro- fundos, no le permitieron descabrir en el asunto de la emigración lo qne ünbisra descubierto cualquier mediano obser- rador. Todos nos preguntamos lo que a Co • rral no se le ocurio preguntarse: ¿por qne emigran los mexicanos en tan enor- me cantidad? ¿porque millares de nues- tros compatriotas se arrancan de en •nelo natal y se dirigen, en penosa pe regrinacion, hacia un pais desconocido donde BUS costumbres serán extraóus, exótico eu idioma y despreciada su na- cionalidad? ¿por que estas caravanas de emigrantes no prefieren el calor de la patria; por que no aceptan el trabajo qne nuestros agricultores, nuestros in dustriales y nuestro* mineros dieren te- ner de ¿obra? ¿Por que rechazan los ofrecimientos de los propietariositiesi canos, que están continuamente solici- tando brazo»? I Ab I La contestación a eitag pregan' t u , ci Awar/tB, et doloroia, es unabtl»". Loa brnooroa tiioxloauoa nbnndonan su patria,, porquo on BU ptvtrl» eo los oprime, no hn exploto, ao ka voju. Lun proplutarioB tnoxlounoB ofrecen trabajo, al i poro trabajo púrn uiorvoa o pura buatluH, DO pura hombros qjio tougun un utoiuo elqulora de dignidad, Al tra- bajmtor, on Moxioo, BO lo paga por lo común un jornal de $0.9(5 puntavotíi se lo impon» un/» labor do enterco liorna» su lo priva do todo derecho y todít ga ritntln y se lo somato • n IID código do ootnplnconufus y do ubyoculoncs. Ese hombro no es dueño de si mismo: es du su limo, y cuanto lo pertenuoa ea tutu blon do su amo, Bso hombro os victi- ma de BU sofior, ou BU trubajo, on su persona, basta on sn hognr. El amo lo roba, lo maltrata, y no respeta on su bratalidnd infamo, ni ol pudor do la o do la bija dol infoliz jornaleroj Y | «y de el si so rebela I El proploto.- rio tlono on mi apoyo al frailo, y el frui- lo predica al jornalero una doctrina de abyecta resignación; el propietario tio- ne en su apoyo al Ciiciquo, y ol cacique du tormento al esclavo que tuvo la oa»- diiv do i'obelurse contru/Bl ultrajador de su honra. El trabajador on México tiene lft Obli- gación de dejnrse explotar; ¿qne extra- ño es que caiintos pueden escapar de esa situación iiorritilu lo hiiga», aun a costa tío grandes sacrificios? Los Estndos Unidos, con todo y sus tnnlos 'tratamientos al mexicano, so;i el paraíso para esos pobres trubajudoies que huyen, no de Ui patria, BÍDO de la miseiia, del látigo, del tormento y de la muerte. Por lo demna, hay mucho (lo faleo en la circular de Corral, con respecto a los Estados Unirlos, y Corral propalo eBas falsedades a sabiendas, pues bastante conoce este pais, para que haya asentadu de buena fe en su circular, lae tiradas sombrías con que pretende amedrentar a los mexicanos. Es verdad que, debido a la aptUia de los Cónsules, el mexicano es aquí vic- tima a veces de injusticias y atropellos; pero no cabe duda de que, a pesar de todo, su situación es mucho mejor qne la que pudiera tener eu su pobre patria Aquí los jornales son en lo general de $1.00; y un peso, oro, tiene mas poder de adquisición qne $2 00 mexicanos. Quien gana, aqui $30,00 .vive mucho mejor que quien gana en México "160.— Agregúese a esto que el trabajo no pasa de diez ho- ras al dia (con frecuencia son menos;) que la libertad «s completa; y que no hay caciques descarados y brutales que impongan contribuciones y trabajos for zadoa; que consignen al Ejercito; qne asalten los hogares y violen el pudor de las familias. Aun admitiendo que el mexicano es sistemáticamente atrope- llado, siempre parecería "preferible ser aqui humillado y oprimido por $1.00 diario, qne ser en México agotado, a- tormentado y deshonrado por $0.25 al dia. Si el Gobierno mexicano quisiera poner un termino a ese éxodo desola- dor de nuestros compatriotas; en vez de publicar cirL-uhires llenas de em- bustes, se preocuparía por evitar, cas- tigándolas, las explotaciones, las arbi- trariedades, las infamias de que es victima el trabajador., !Pero esto no lo, liara el Gral Díaz, porque tendría qae comenzar por suprimirse el mismo. Su tiranía es la que ba creado esa si- tuación desastrosa ,parn el pueblo, y esa situación no puede mejorar mi.entriw exista la Dictadura con su falange maldita de lacayos, de caciques, de favoritos y de esbirros. La emigración continuara. La des población de Mexicu se seguirá -efec tu&ndo sordamente, desaladamente fatalmente, y la oirenlar ridicula del adocenado Corral, salo se apreciara co ino una prueba del dufinito desprecio coa que el Gobierno de Porfirio Diaz contempla las ansiedades del pueblo y las lagrimas de la Patria. Asesina- tos en frío. Una de las razjs más viriles que pueblan la República, es la de los yaquis que habitan en Sonora. Esa raza viril está próxima á des- aparecer en virtud de la guerra sin cuartel que le ba declarado nuestro Gobierno. No vamos á dar á conocer en este número los turbios motivos que ha tenido el Gobierno para hostilizar á los yaquis. No tenemos espacio para tacto. Setía interminable hablar en un solo número de los despojos que han sufrido los indios yaquis de sus tierras, para satisfacer la sed de ri quezas de tres ó cuatro ambiciosos favoritos del Gral. Díaz. Los yaquis se levantaron en ar- mas por defender sus propiedades/ despuérf de haber agotado todos \oh rnedloB. pacíficos que pusieron en ju*>go para no ser despojado», E*. Gobierno ao atendió les quejan jus. tísltnns <le loa indios; por el contra- rio, envió A Sotiorn tropan que pro- tegiesen A los bandolero» enrique- cidos con' lM tiérmH de loa (ldum- parados indios. Rrn natural que los yuquis, eu vistn del despojo; y en vistn de que la fuerza del Gublerno en lugar de proteger &. las vícthnaa, estsibn de parte de los victimarlos, se levnn- tosen en nrmns parn defender sus derechos arrebatados por ln fücrzn. Los yuquis son valientes, son al tivos, y por eso no se hnu sóuieti- do.Redwman ana tlcnna, y como tleucu conciencia de mis derechos de propiedad bollados, no ceden y luchan sin de.scanso']contm las bien armadas fuerzas de la Dictadura Pero esn roza está próxima n pe- recer de un modo que Indigna. Ya no libran combates con ella lfts tro pns federales porque están couven- cidas de que los yaquis son valien- tes. Ahora, en lugar de que t>e efectúen combates en Sonora, se ase- sina en frió á indios pacíficos que trabajan eu las Haciendas. Diariamente aparecen en los pe- riódicos noticias referentes á eje- cuciones en frió llevadas á cabo en personas, de \aqius que sirven en las haciendas de Sonora, y El Mun- do, periódico qne sostiene el Go bienio con <:1 dinero del pueblo, agrava el e:-cái)dalo sirviendo á s>iih lectores grabados que representan las escenas de caríbales á que se entregan las autoridades y sus agentes aiesinaudo indios pacíficos Esos actos de barbarie se rom plican con mil atentados más. Al- gimos individuos se entregan en México á un trá6co odioso, que consiste en vender indios yaquis á los henequeneros de Yucatán ó á los vegueros de las tierras cálidas. Con ese motivo realizan ganancias fabulosas con menoscabo de la civi- lización. Por falta de espacio TJO hablamos extensamente de todos los crímenes que se han cometido y conitnúan cometiéndose en perjuicio de una raza altiva y viril. -Tiempo hay para hablar, y ha- blaremos para que se sepa como cumple el Gobierno dé" México con los mandatos de la civilización. Suplicamos á ?iuestros lectores se sirvaji dispensatnos qiie en algunos artículos de este númera-yayan mu- chas palabras sin. los debidos acentos Esto fue debido á que. por recargo de babajo, tuvimos que mandar hacer unapatte de la planta d una casa americana, donde no hay letras acen- tuadas , purs sabido es que en la escr i- tura inglesa no se usan acentos. En lo sucesivo, nos empeiiai emos por cor ye gir á nuestio semanario de toda defi- ciencia. pl€í)o siglo XX. Una dama castigada como bestia de carga y un periodista a punto de ser asesinado. Los funcionarios del Gral. Diaz •dieron últimamente un eacaradalo ¡Reduciendo a prisión a la Sra. •Guadalupe Rojo viuda d-e Aihra- rado, Editora -de nuestro colega "J-DAN PANADERO," periódico in- dependiente que se publiea en la ciudad de México- La Sra. Rojo viuda de Alvara do fue aprehendida en las ofieá lias de eu periódico por policías groseros, que no la permitieron ni tomar sus alimentos y llevada a la eareel de Belem, donde tam- bién se le privo de sus alimen- tos. La prisión de la Hra. Rojo de Alvarado Hevada a cabo con re- finamiento de crueldad y de bar- barie, ae debe a unas correspon- dencias publicadas en " J U A N ' P A - NADÉHÍO" en laa que se denuncia- ban los sucios manejos de un tin terillo de Yanfcepec, Estado de Morelos, que en unión de la¿ au- toridades de esa población hacia victimas de sus pilladas a los ve- cinos. Un Juez de Yautepec exhorto al Juez Alberto Lombardo, de México, para que procedieraa encarcelar a la Sra. Rujo por ha- ber dicho la ver Jad en su perió- dico, y el Juez Lombardo, que ha demostrado tener notable» apti- tudes de laoayo, obedeció el ex> horto do BU oornpailot'o do Yauto- poo y lu. .oonaÍRiui quo Dina ha dado a uu» subordinad OH para quo übrün aórt uiiurgitv cuando «o fcrn- te (Ift posterior1 ól jbrlnoipío do nu- torldad. Pura ol Qml. Din?. USáo puedo Hor inanolnulo, dongurnido, onlo- dado, niunoü la autoridad, Si un funoionurlo roba, asoainti, viola o incurro on mil delitos, mullo puo- do denunciar a la autoridad la- drona o asüfiina Bin sor onoorrado on, lu úarool o apaleado y aun rtfl08Írw(lo oomo auoodio o. loa po- riodietaa Olmos y ControniB, Or- (lofiez, Valados, Rivero Eohoaga- ruy y olon mas que han ptvgado oon su vida eu uaior a la ver- dad. Hay quo notar que el poriodioo do lu Sra. Rojo do Alviirado so publioa en la ciudad do Mexioo. En oonsoouenoia, si la 8rn. oo- metio ulgun delito por medio do BU periódico, que no lo cometió, puosto que denunoiar los torpes manojos de un tinterillo bribón que ayudado por las autoridades de Yuutopeo poza de impunidad, es aooion meritoria; pero BÍ a pe- nar de la moralidad que entraña la exhibición de los verdugos del pueblo, fuera punible e»ii Halu- dable exhibición, debería haberse ejprcitado en México la acción penal, poi- ser el lugar donde se cometió el supuesto delito de im- prenta y no en Yuutepeo. Sin embargo, oomo I09 jueces de México no conocen Dereoho, porqjua no existe en nuestro pais el Derecho, el Juez Lombardo obsequio el exhorto de su colega de Yautepec, ante quien ee inter- puso acusaoion contra la Señora Rojo de Alvarado. La Sra. Rojo quedo, pues, a disposioion del Juez de Yautepeo. Una compañía de la policía rural del Estado de Morelos, llego a Mex.ico y extrajo de la cárcel a la Sra. Rojo, conduciéndola a pie por. las oall.es de la ciudad, entre hombres armados y montados a caballo, hasta la Estaoion del Ferrocarril Interoceánico, distan- te cuatro-kilómetros de la cárcel de Belem. Da vergüenza que en nuestra Patria llegue el odio del Gobierno a la Prensa independiente hasta el grado de ultrajar a las damas oomo no se ultrajan ni a las bes- tias. Isros apena dar a conocer estos detalles porque han ocurrido en nuestra Patiia; pero es preciso hablar, es necesario exhibir, es forzoso desnudar a la Urania. Callar ante el atentado es consen- tir en el. No denunciar al crimi nal es hacerse reo de complicidad, fes inmoral. El silencio ante el crimen equivale a alentarlo para que continué ejercitando su in- famia. Debilitada la Sra. Rojo por la falta de alimentos que sus ver- dugos se negaron a permitirla tomar; agotada por la estancia en.una bartolina húmeda y negra de tinieblas y de inmundicia, marcho penosamente entre los bandoleros acreditados de poli-, oias que la obligaron a caminar con la misma rapidez que sus caballos. En. Yautepec, la orueldad tras- paso los limites de la barbarie. Las insolentes autoridades cele- braron >con risotadas y alcohol la llegada de la victima, que fue encerrada en un 'Calabozo. El Jefe Político d6 Yautepec, cóm- plice de los latrooinios del tinte- rillo aousador, injurio a la dama como saben hacerlo los rufianes. Sritas. hijas de la Sra. Rojo siguieron a su infortunada madre hasta Yautepec. Alli so- licitaron de las autoridades ha- blar con la .Sra. Si las Sritas. uubiesen solicitado esa gracia de Bernardo Reyes o de algún Piel Etoja, tal vez hubieran sido ob- sequiadas. Pero como se trataba <!e las autoridades de Yautepeo, jerotí desairadas groseramente. Por fortuna para la civilización, la Justicia Federal arranco de la? garras de aquellos cafres a la Sra. Rojo de Alvarado. Por el mismo asunto, fueron reducidos a prisión en Mexioo el Sr. Leonardo H. Pardo, Direotor del oolegu denunciado, y en Vau> topeo IOH honmdoa tírua. Julio M. CnrdonuH y \)v Nfuiuiül Vilohln, UHÍ oomo uno» pupolorua oiiourRiuloíi do vomlor ol poríodloo Folioltatnoa ulnoortunonto a. lu nprooiablo Sra. Rojo do Alvarado por liiibor encapado do miiyorott torturas • Jgimltiientü felloitMuoa » nuoatro estimado tímido ol Sr Nostor Gonsuloz por hubor logru- do quo lu Juatioiu Fodorul mtipu- ruso a sii defensa Rostimos a,ulp protestar oohtru ol dolito do <lo8» oíviliznoion oo- metido por el Juez Alberto Lom- bardo, lu polioin du lu oiudud do Moxioo y lus nutoridndos do YIIU- opoo, que eo oeburon on lu fcJru. Rojo por ol deapooho quo loa pro dujo no hftbor podido nseainur ul Sr. Purdo, oomo lo leninn proJJ yeotndo lleohoa oaonndaloHoa de esta oíase, son üoraunea en Mexiao, donde yu no Human lu atención en fuerza do la oostumbro. ¿llanta ouundo lograremos ver libre a nuestru querida Patria? El arle ba jo la tiranía. —> • * — Las tirunifis militares crean empie una utinoHlVni iistixiai»!«• que ahoga todo poiismnU'iito, so- foca toda iniciativa, impide laa manifestaciones de la belleza. |or- norte la moralidad, mala todo lo que es sano, lo qne es bello y grande, en beneficio déla auiori- dad militar, despótica, ignorante, presuntuosa. Bajo esa clase de tiranías las manifestaciones intelectuales re- sultan raquíticas, enfermizas, por- que la falta de libertad todo lo aridece. En México, donde hace veinti- siete años, impera una tiranía mi- litar, la vida intelectual es mez- quina cuando no se manifiesta, supurando lodo, en obras laudato- rias en bonor del Dictador. Una falange de poetastros y de escritorzuelos hambrientos de pan y ahítoi'a'i'estulticia, asaltan los primeros puestos de la intelectua- lidad mexicana a donde lle"au lle- vados de la mano por el Di "r o los prohombres, que envaneei- dos~üün las estrofas y las clausulas untuosffs que llegan hasta ellos como vapores de estiércol, otor- gan su protección a hombres que se estropean los sesos meditando adulaciones e indignidades. El intelectual digno, el hombre de talento qne no se, arriesga a encanallar sus facultades,mentales con adulaciones a los gobernantes, vive postergado o perseguido. En un medio de esa naturaleza, la intelectualidad nacional no |)tm de florecer, Uno que otro yerba- jo literario aparece de tiempo eu tiempo, mas apto para nutrir acé- milas que pura robustecer cere- bros Y cuando aparece uua obra con marcadas tendencias moralizado- ras, capaces de hacer reaccionar a los espíritus en el sentido de la perfección, ti Gobierno se alarma, persigue a los autores y destruye la obra o impide su publicación. Eso ha pasado en México en es tos últimos dias Loa Sres. Alfonso Cravioto y Luis Jaso, de la ciudad de México, escribieron un libreto parazaizue- la, titulándolo "El Verdadero Sua- rez." En dicho libreto, lus autores caricaturizaron donosamente al libelista Francisco Bulnes, ponien- do de relieve la megalomanía de ''científico" farsante. Los autores llevaron su líbrelo a todos los empresarios de tfHfros de la ciudad de México y cuando iba a ser puesta en escena en el Teatro '"Renacimiento," la autori- dad ordeno que se retirara del cartel el nombre de la obra que ja estaba anonciada. La inquina del Gobierno contra el libreto de los Sres. Alfonso Oraiiolo y Luis Jaso, se explica por las lionsitleractoiies Briba lit- clrns. Pero hny mas; BUMIIÍO el Gral. Diaz el verdadero antor ih>| libro que Fraiicísno Bnlnes escri- bió trotando de deshonrar la me» moría del Benemérito Benito Jua rt-?,, |iur<|iio el Grnl. Din/, ordmo tuilncH que, «>BUIIII>IIMMI t*l Ulm>, u» podlu permitir ul Gobierno <]un n piiftUtru <n\ ont'lüuluru a (tu Inulru- imuito. Iluy otro aaunU) quo u no Uro <JIK> lim tiinniuH mtliUrrH non cÜoiiocH vmn lluvur ul ouibru- y lu corrupción a lou Hobro IOH CIIUICN |)CHIIII. El Sr. Julio H. Urangii cHcribio en lu ohi'imi <lo Mexioo uu libreto pura ziimichi, tiltilundolo "Por un beso." Ln olu'ilik «e represento on va rio» leal roe de lu Capital. Bu fon do CBOtiniíiIincnto mornl y «ontno verior, forliíhialia loa IMICUOH B«MI timientoH. Kl iiulor (Icanrrollo uno dp esos (IrunuiB de cuartel, tan común cu en Mexioo, donde el pobre sol dudo ndemuH ilo ser un forzudo urrtuicu do del auno de flii fumiUu puníquo con el fiiHÜ en lus mnnoe 6oet«u- ^a u Uv Dictiulurn, es trutnilo oo ino Ix'.sliu a ]>itlos y iv IUIW,ON. El soldado, en México, tienr goe consiMilir que wns snperiores ul trrtjon n sus mujeres, a sus bernia ñas y a sus ninilrpfi. írii el sol- lado se indiana y mntit justa- mente al iiuI (ir di> Hu (Icalum- ru, es juzgado hruuilmeiite iuu jueces militares, cuja jnrlspru er'.cíii rala encerrada en loa aiti- tilus miilcantt's de la Ordenanza leí Mjcrcilo. Ifil soldado qne en defensa de en honra, mata, es fusilado. Sobre un asuiito semejante es- cribió el íSr. Uranga su libreto Por un beso." La obia canso sensación. Ul autor fue justamente aplaudido, porqne sapo conmover, sapo lle- gar al corazón del publico; pinto con verdad las desventuras «le la clase humilde, la venalidad de los jueces, la arrogancia alcohólica del militarismo enfatuarlo, y la brutalidad de la jnsticia militar puesta eu manos de abogadüoB analfabetas como Telesforo Ocam- po. El Gral. Díaz no pndo ver tran- quilamente que el publico mexica- no ennobleciese su espirita oon repreaetrtaciones de obras como "Por un beso," v ordeno a su Mi- nistro de la Gueira, Frailesco Za- cariaa Mena, qn., Prohibiese lare- resentucion de m lie aqui como se sofoca militar- mente todo ideal de belleza y de perfección, )' como se estrangula por la soldadesca todo anhelo y toda manifestación de verdad. La adulación es lo único qne puede prosperar bajo las tiranías y el servilismo el tínico que puede respirar sin molestia su atmosfera maldita, Literal "Ipacio Raife" Se participa á todos los socios del Club Liberal IGNACIO RAMÍ- REZ, que en lo sucesivo las juntas tendían lugar en los altos de ¡a Bo- tica delDt. Treviño, esquina délas calles de Santa Rosa y Buena Vista. San Antofiio, Tex., Noviembre^ ro de 1904 El 2* Vocal: /osé Ángel N. Flores.. LOS PROVI- DENCÍELES. Iturbide. Fue un soldado atrevido á quien se le ocurrió un dia hacerse trá- gico No teniendo cosa alguna en la cabeza, resolvió ponerse en ella una corona Militar valeroso, imaginación ro- mancesca, a la cual había deslum- hrado la reciente historia de Bona- parte, resolvió imitarlo No habia vendido á Italia pero hizo su dieciocho brumaiio. Imitar el crimen es más fácil que conquistar la gloria, pues para lo primero basta la audacia; para Jo segundo, se necesita el genio y éste no s» dá íilvestre Servir á la libertad para perdeils luego, ha sido la vu-ja teoría de los, explotadores de los pueblos. Aristóteles dijo- todos los grandes tiranos han sido an/tguos demagogas Iturbide no sirvió á la libertad sino para servirse luego de ella \ • \ . Kiivtlelto cu Id baiuleia tricolor, aquel soldado nudnr» soñaba con ln púrpura. Ku la intemperie do los rampa- ineiilüfl j>ei>Mibu cu IOM etiplemloreH ilcl truno, y 'cautil hncin el con umbldou iks?nensu.rudu. Nunca amó Kinceratneutt; la dc- mocructa y cuntido escribió en sus bandera^ el Pian de Jgualas tic teítt en ellas el perfil siniestro del odioso Fernando VII. 1f\\6 separatista, pero uo republi- cano. Aspiraba A crear un Impe- rio para ¿1; no uu pnf.s pura, la li- bertad. Traicionó prinienuneuu» á la uio- anrqutu y á la república después. Con Rtiíz de Apodacn, cotí Gue- rrero, ecu O'Ponojú siempre fue monárquico. Su último suefio fuó «I Imperio Los prctorianos han sido los pa- dres de los Emperadores, y lo fue- ron é su vez de Iturbide. Un día, aquel soldado se hizo César proclamado por su (ejército, y la República quedó asesinada á sus pies. Conlo era déspota, tuvo á su ser- vicio las dos fuerzas de toda tira- nía; <sl clero y el ejército: la supre- ma lejanía de la conciencia. Uü congreso'de curas y soldados puso en sus sienes una corona, y él se creyó rey. Bste sueño fue fugitivo, como un sueño de amor. Un dfa el déspota despertó con el ruido de su imperio sietemesino que se desplomaba al eco de los clarines, - y al grito de los soldados de Santa Anna. Al abrir los ojos encontró á la Re- pública firme, erguida, de pié, y no volvió á ver su faz augusta sino pa- ra ser perdonado por ella. Lá libertad no se dignó vengar- se. Solitario, sin' gloria y sin corona, aquel imperador exótico, más des- graciado que Dionisio, tomó el ca- mino del destierro y fue á vivir en- tre los lazzarones de Ñapóles. La Europa'monárquica, ese nido de odios coronados, que anda siem- pre en busca'dé traidores para un- glrliw, y de los americanos trauttfu- t;iis de la libertad pnra alentarloii en sus suefios tic dominio, recibió a I- liubhle con honores de rey. / T,OÜ DOTUOIICH y lew Hnpsburgosi, que lian odiado jilempre como mo- naieua la república» trataron de 1= Riinl a igual ni soldado que lu habí» traicionado, Con lluimparte hicieron lo mismo. | Democracia <lel delito! Kl pseudo emperador .sufrió uu vértigo. Sopló sobre su cabeza desvaneci- da todo el tropel de sueños de atn- bidón, y p repujado por la,» mimos tembloiosms «le esos reyc.-s thorlbun dos, que sin fuerza para sostener su propio cetro, pensaban en fabricar otros en América, aquel soñador Im- perial se lanzó de nuevo & la aven- tura, üüü^i. Había hecho elsdrama: le faltaba sucumbir en la tragedla. ¡§$2$$ La corona de Moctezuma lo atraía como la boca de un abismo, La ambición le torjó el miraje.... Un dia, remendó su roto manto de Emperador, y abandonando el azul y tranquilo golfo de Ñapóles, se dirigió con rumbo al oscuro y tortuoso camino mexicano, cuyas espantosas corrientes ponen pavor en el áuimo de los más serenos ma- rinos» Iba en busca de su coroua. Era un fantasma camihando á uu precipicio, Clareaba indeciso el dia. La ciudad dormía tranquila. Adelante el oscuro inmenso mar, como desperezándose al beso pri- mero de la luz; allá, el perfil verde oscuro de la arboleda, y encima plomizas nubes, cual si el dia qui- siese tardar en aparecer. Por una playa cercana á la ciu- dad entre el ruido del mar que ruge amenazante, y los gorgeos de las aves que despiertan acariciadas por la débil luz, avanza un grupo de hombres. Son soldados. Al llegar á una arboleda se de- tienen, y de emnedio de ellos se hace salir un hombre vestido con esmero y de inagestuoso andar; colócasele á-Ta sombra de una pal- mn; vémluiuide los ojón, y el oficial lince lan fatídicas NeflflH . . . . Un fogonazo . , ,' una detona- ción . . . y el hombre 4 tierra, „ |Iturbide habla muerto! , , , La Uepúblicn que lo linbía per- donndo primero, lo castigó ni fin. Kii su primera intentona lo pr'o- tegió la fortuna; m la segundo, lo ftbraeó la muerte ftl desembarcar. Declarado fuero de la Jey y a- preliendido al poner el pie en tie- rra, aquel soñador que iba en bita- ca de un trono halló un patíbulo. |La pdrpura se troco en sudarloí.... 1 Con el tirano incorregible in ley fue inflexible! Ái levantar aquel cadáver im> perinl, sobre su frente no había de- jad.ohuella alguna la corona; sólo hnbía en ella un punto negro, un agujero, por el cual salía mucha sangre. Kl plomo de una bala había de- jado huella mas honda que el oro de la diadema. Aquella herida era el dedo del pueblo, que estaba sobre aquella frente coronada. Era el primer acto del Imperio cu América. El último serla eu Qnerétaro. J. M. VARGAS V1LA. SE SOLICITAN AGENTES EN LA REPÚBLICA MEXICA- NA Y EN LOS ESTADOS UNÍ- DOS Lo pe fe la Prensa tarada, «REGENERACIÓN.» ' Ha llegado 6 nuestra mesada Re- daoolón una hoja anunciando la pró- xima- reaparición del valiente sema- nario de aquel nombre, que por al- gún tiempo se publicó en la Repúbli- ca. Su personal sera integrado de la manera "siguiente: Director', Ricardo Flores Magtfü, Jófe dé Redación, Juan Sarabia, ^Administrador. En- rique Flores Magón. Las oQcinas de la publicación han quedado instala- das en San Antonio, Tex. B. TJ. de A. 505 W. Nueva Street, P. O. Box 1133. Los precios de subscripción han si- do - puestos al alcance de todas las- fortunas, pues que solamente costará $2.40. por semestre y $4.50. por -aflo. flluooruriuwto doBenmof) quo nuestro futuro colega tonga vina larga vida, y no vuelva A encontrar tanto oi«vtr&< llampo como lo Bitoeilló<m Moxloo. 'ltevtstn Pojwtor.— Monlfei-wy, N, L. HKOlGNKttAOION. Saldrá ol próximo 5 do Noviembre, bajo la dlroaolón <lal patriota. JiArlo- dliia Sr. D. ttlcful» Floro» Wkgóri. La Punzada,—Puoblá. &o tlntiHolk para el próximo 6 46 NovjembKi 1& ríífparlolóti dtfl ftn<5rrii« ooISonÜnnarlo REGMNBRACION, «n San Antonio, Toxa». roauuolriudol odUtítt « & oftrjfo do los Un»trado« y oo- noaidos pprloíUsttva tuexlonuotí, Juun bl y lUonrdoFloreij Mnpon. NTCHAOION nhvü. rnimnniwlo JÍUHUOO Independiente y d« combato y loa predios do Hubscrlpulón los H1< gulentea; TJo Bomostro 9'¿ 4<). Un arto 4.fio. Ndmoro auolio p i¿. ^ A los ftffonlia ió 1«« abonara oí 20 por olonto. iláff«nab los pedido* d 60f> W.Nuo- vn Stroot P. O Box 1133, 8«m Án^nlo, Texa», B. Ü. A.. JÍ¿i\adUitnió. -Mohlotrúy, ÍJ.' j j . , ,'• , , ' . • • * * . . . •" t las graolas A nueatros oatl- ab oolefraa por aua boodadfti pa- ra con uosotroa. por oimnlon oatfa a hui->ti>p ulüánoo huoemos g nos do ln wstliuHolón do mi<introti nmn- blf» oolt'^ait, oon qulocoa UOH unon lo» hui>Hd«l uomiinlaarlflnio y dftlos rali- tno^ dfasóosdo vor a1¿i\a <1U ÍÓIÍJS, ro¿- petada y Rrundo A nuoslra quorldla pord onuriolbé ' cri ostó tiíoriótiíoo. Bonlioimel i ¿LNOTCIESE ¥d. ^REGENERACIÓN^ Circulará en la República Mexicana y en el sur de los 3 ESTADOS UNIDOS. DE ST. LOUIS, MISSOURI
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