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Descarga de manera gratuita nuestra aplicación web para poder acceder a contenido multimedia. Para acceder al contenido multimedia, enfoca con la cámara de tu móvil o tablet los códigos QR insertados a lo largo de este manual. Para descargar nuestra aplicación web, enfoca los códigos QR que aparecen a continuación: Android Apple MANUAL AMIR TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA (12.ª edición) ISBN 978-84-17567-45-3 DEPÓSITO LEGAL M-22153-2019 ACADEMIA DE ESTUDIOS MIR, S.L. www.academiamir.com info@academiamir.com DISEÑO, MAQUETACIÓN E ILUSTRACIONES Iceberg Visual Diseño, S.L.N.E. Nuestra mayor gratitud a Alberto Argón, alumno de la academia, por haber realizado de manera desinteresada una revisión de erratas de nuestros manuales de 11.ª edición, que ha permitido mejorar esta 12.ª edición. Nuestro agradecimiento al servicio de Traumatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid, por la cesión de imágenes para el manual. La protección de los derechos de autor se extiende tanto al contenido redac- cional de la publicación como al diseño, ilustraciones y fotografías de la misma, por lo que queda prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso del propietario de los derechos de autor. http://www.academiamir.com mailto:info%40academiamir.com%20?subject= 5 AUTORES DIRECCIÓN EDITORIAL RELACIÓN GENERAL DE AUTORES FRANCO DÍEZ, EDUARDO (23) CAMPOS PAVÓN, JAIME (12) RUIZ MATEOS, BORJA (43) SUÁREZ BARRIENTOS, AIDA (46) SÁNCHEZ VADILLO, IRENE (4) GALLO SANTACRUZ, SARA (24) SESMA ROMERO, JULIO (28) AMMARI SÁNCHEZ-VILLANUEVA, FADI (6) ADEVA ALFONSO, JORGE (1) ALEDO-SERRANO, ÁNGEL (2) ALONSO PEREIRO, ELENA (3) ALONSO SANZ, JAVIER (4) ÁLVAREZ ANDRÉS, EVA (5) AMMARI SÁNCHEZ-VILLANUEVA, FADI (6) ANTÓN MARTIN, MARÍA DEL PILAR (7) ANTÓN SANTOS, JUAN MIGUEL (8) ARREO DEL VAL, VIVIANA (4) BALBACID DOMINGO, ENRIQUE J. (4) BARRIO GIMÉNEZ, PABLO (9) BATALLER TORRALBA, ÁLEX (9) BENAVENT NÚÑEZ, DIEGO (4) BERNAL BELLO, DAVID (10) BUZÓN MARTÍN, LUIS (1) CABELLO MURGI, FRANCISCO JAVIER (11) CABRERA MARANTE, ÓSCAR (12) CAMPOS PAVÓN, JAIME (12) CANO-VALDERRAMA, ÓSCAR (13) CARDOSO-LÓPEZ, ISABEL (14) CARRILLO TORRES, PILAR (9) CASTRO RODRÍGUEZ, JAVIER (15) CAZORLA-MORALLÓN, DIEGO (16) CIFRE SERRA, PERE JOSEP (17) CORRALES BENÍTEZ, CARLOS (4) CUESTA HERNÁNDEZ, MARTÍN (13) CUÑO ROLDÁN, JOSÉ LUIS (10) DÁVILA GONZÁLEZ, PABLO (18) DE MIGUEL-CAMPO, BORJA. (12) DELGADO MÁRQUEZ, ANA MARÍA (12) ESTEBAN-SÁNCHEZ, JONATHAN (19) EZCURRA DÍAZ, GARBIÑE (20) FERRE-ARACIL, CARLOS (21) FORTUNY FRAU, ELENA (22) FRANCO DÍEZ, EDUARDO (23) GALLO SANTACRUZ, SARA (24) GANDÍA GONZÁLEZ, MARÍA LUISA (4) GARCÍA CARRERAS, ALEJANDRO (1) GARCÍA SEBASTIÁN, CRISTINA (23) GARCÍA-ESCRIBANO MARTÍN, FLORENCIO (13) GIMÉNEZ VALLEJO, CARLOS (25) GÓMEZ ROMERO, MARÍA (26) GÓMEZ-MAYORDOMO, VÍCTOR (13) GÓMEZ-PORRO SÁNCHEZ, PABLO (21) GONZÁLEZ ROCAFORT, ÁLVARO (4) GREDILLA-ZUBIRÍA, ÍÑIGO (27) GUIJARRO VALTUEÑA, AINHOA (21) HERRERO BROCAL, MARTA (28) IBÁÑEZ-SANZ, GEMMA (17) IGUALADA BLÁZQUEZ, CRISTINA (1) IRLES VIDAL, CARLOS (29) LALUEZA BLANCO, ANTONIO (12) LÓPEZ FLÓREZ, LUZ (1) LÓPEZ-SERRANO, ALBERTO (16) LORENZO HERNÁNDEZ, MIGUEL (29) LOUREIRO AMIGO, JOSÉ (9) LOZANO GRANERO, CRISTINA (23) LUENGO ALONSO, GONZALO (12) MAGDALENO TAPIAL, JORGE (30) MANJÓN RUBIO, HÉCTOR (23) MARTÍN DOMÍNGUEZ, FRANCISCO MANUEL (6) MARTÍN GUIJARRO, DIEGO (31) MARTÍN RUBIO, INÉS (21) MARTÍNEZ DÍEZ, JOSÉ MANUEL (4) MARTOS GISBERT, NATALIA (5) MELÉ NINOT, GEMMA (32) MOGAS VIÑALS, EDUARD (33) MONJO HENRY, IRENE (4) MUERTE-MORENO, IVÁN (13) NAVARRO ÁVILA, RAFAEL JOSÉ (12) ORTIZ SALVADOR, JOSÉ MARÍA (29) OTAOLA ARCA, HUGO (10) PADULLÉS CASTELLÓ, BERNAT (9) PAREJO CORTÉS, VÍCTOR (34) PASCUAL GUARDIA, SERGI (35) PASCUAL MARTÍNEZ, ADRIANA (36) PEÑA MORENO, ANA (1) PÉREZ SÁNCHEZ, EZEQUIEL JESÚS (37) PÉREZ TRIGO, SILVIA (12) PINILLA SANTOS, BERTA (38) PINTOS PASCUAL, ILDUARA (39) PIRIS BORREGAS, SALVADOR (12) PLASENCIA RODRÍGUEZ, CHAMAIDA (4) RABIH KHANJI, USAMAH (1) RAMIRO MILLÁN, PATRICIA (40) RAMOS JIMÉNEZ, JAVIER (23) RIVERO SANTANA, BORJA (4) RODRÍGUEZ-BATLLORI ARÁN, BEATRIZ (41) ROMERO MOLINA, SALVADOR (42) RUIZ MATEOS, BORJA (43) SÁNCHEZ DELGADO, LAURA (44) SÁNCHEZ MORENO, JOSÉ MANUEL (45) SÁNCHEZ VADILLO, IRENE (4) SESMA ROMERO, JULIO (28) SEVILLA-RIBOTA, SERGIO (44) SOUTO SOTO, AURA DANIELA (21) SUÁREZ BARRIENTOS, AIDA (46) TABEAYO ÁLVAREZ, ELOY (4) TAJIMA POZO, KAZUHIRO (47) TALLAFIGO MORENO, FERNANDO LEOPOLDO (6) TARAMINO PINTADO, NOELIA (12) TEIGELL MUÑOZ, FRANCISCO JAVIER (8) TORRES FERNÁNDEZ, DAVID (12) TOUZA FERNÁNDEZ, ALBERTO (48) UDONDO GONZÁLEZ DEL TÁNAGO, MARÍA (49) VALTUEÑA SANTAMARÍA, JARA (50) VÁZQUEZ GÓMEZ, FELISA (51) VÁZQUEZ GÓMEZ, JULIO ALBERTO (52) VELASCO TAMARIZ, VIRGINIA (12) VILLANUEVA MARTÍNEZ, JAVIER (8) VÍQUEZ DA SILVA, RODRIGO (42) H. G. U. Gregorio Marañón. Madrid. H. Ruber Internacional. Madrid. H. U. del Sureste. Arganda del Rey, Madrid. H. U. La Paz. Madrid. H. U. Severo Ochoa. Madrid. H. U. Virgen del Rocío. Sevilla. Phoenix Children´s Hospital. Phoenix, EE.UU. H. Infanta Cristina. Parla, Madrid. H. Clinic. Barcelona. H. U. de Fuenlabrada. Madrid. H. U. i Politecnic La Fe. Valencia. H. U. 12 de Octubre. Madrid. H. C. San Carlos. Madrid. H. Ntra. Sra. de América. Madrid. H. U. Reina Sofía. Córdoba. H. U. San Juan de Alicante. Alicante. H. U. de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona. H. de Manacor. Mallorca. H. U. de Getafe. Madrid. H. U. Germans Trias i Pujol. Badalona. H. U. Puerta de Hierro. Madrid. H. U. Son Espases. Palma de Mallorca. H. U. Ramón y Cajal. Madrid. H. Can Misses. Ibiza. Centre d’Ophtalmologie Sainte Odile. Alsacia, Francia. H. U. Joan XIII. Tarragona. H. Quironsalud A Coruña. La Coruña. H. G. U. de Alicante. Alicante. H. Central U. de Valencia. Valencia. H. G. U. de Valencia. Valencia. H. U. de Móstoles. Madrid. H. U. Sagrat Cor. Barcelona. H. U. Vall d’Hebron. Barcelona. H. U. de Girona Dr. Josep Trueta. Girona. Parc de Salut Mar. Barcelona. H. U. Infanta Elena. Madrid. Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones, PSMAR. Barcelona. Psiquiatra en ámbito privado. Madrid. H. U. Fundación Jiménez Díaz. Madrid. H. C. U. Lozano Blesa. Zaragoza. H. U. de La Princesa. Madrid. H. U. Virgen de la Victoria. Málaga. H. Central de la Cruz Roja. Madrid. H. U. Río Hortega. Valladolid. H. U. Virgen de las Nieves. Granada. Clínica U. de Navarra. Madrid. H. U. Fundación Alcorcón. Madrid. H. U. de Torrejón. Madrid. H. U. de Basurto. Bilbao. H. C. U. de Valladolid. Valladolid. H. U. HM Montepríncipe. Madrid. H. Infantil U. Niño Jesús. Madrid. (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15) (16) (17) (18) (19) (20) (21) (22) (23) (24) (25) (26) (27) (28) (29) (30) (31) (32) (33) (34) (35) (36) (37) (38) (39) (40) (41) (42) (43) (44) (45) (46) (47) (48) (49) (50) (51) (52) 7 ORIENTACIÓN MIR Rendimiento por asignatura (preguntas por página) Número medio de preguntas (de los últimos 11 años) Eficiencia MIR (rendimiento de la asignatura corregido por su dificultad en el MIR) La importancia de esta asignatura a lo largo de la historia del MIR ha sido variable. En la actualidad el número de preguntas oscila entre las 4 y las 11 preguntas. Un gran porcentaje de éstas son de los tres primeros temas: generalidades, fracturas y luxaciones de miembro superior e inferior. La mayoría de las preguntas se plantean en forma de caso clínico y su dificultad suele ser media o baja. Preguntas aisladas en dife- rentes convocatorias han tenido una dificultad mayor, pero no es lo normal. Es también habitual que se incluya una pregunta vinculada a imagen de esta asignatura, por lo tanto es importante prestar aten- ción a las imágenes incluidas tanto en este manual como en el de Radiología. El tema del paciente politraumatizado resume conceptos de diferentes asignaturas respecto al diagnósticoy tratamiento de este tipo de pacientes. Es un tema cuya importancia ha aumentado en los últimos años y es recomendable repasarlo (además de durante el estudio de Traumatología) cuando se finalice el estudio de otras asignaturas (Neurología, Cirugía General, Cardiología, Neumología, etc.). 1,2 7 5 Tema 8. Traumatología y ortopedia del raquis 0 1 0 0 1 0 0 1 1 1 Tema 7. Lesiones del sistema nervioso periférico año 1 0 0 1 0 0 0 1 2 1809 10 11 12 13 14 15 16 17 19 0 0 0 0 1 1 2 2 0 1 1 Tema 6. Lesiones de partes blandas Tema 4. Traumatología y ortopedia infantil Tema 9. Ortopedia del adulto Tema 3. Fracturas y luxaciones de la extremidad inferior año Tema 2. Fracturas y luxaciones de la extremidad superior 12 10 9 9 9 8 8 8 5 5 2 2 1 2 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 0 1 1 2 3 1 2 1 2 0 0 1 0 1 0 1 1 Tema 10. Manejo del paciente politraumatizado 1 1 1 0 1 0 2 0 1 1 1 Tema 1. Generalidades de las lesione óseas traumáticas Tema 5. Tumores musculoesqueléticos 1 1 2 1 0 0 0 1 1 1 1 2 1 0 0 1 0 1 1 0 2 1 0 2 0 1 0 2 0 1 1 Distribución por temas Tendencia general 2009-2019 Importancia de la asignatura dentro del MIR Eficiencia MIR de la asignatura DG ETCD MCNMGC NR ED HMPQNFTM UR DMOR OFIMRM IFPD 1 - eficiente + eficiente 2,6 2,8 3,3 3,7 5 5,3 5,4 5,4 5,8 5,9 6 6,3 6,4 6,5 6,6 6,8 7,5 7,7 10 6983 1111 7 9 4 6 8 1809 10 11 12 13 14 15 16 17 19 2,67% 2,67% 3,13% 2,06% 1,99% 1,83% 7,30% 4,09% 5,88% 7,18% 6,68% 7,94% 4,20% 5,35% 8,25% 4,43% 4,93% 10,20% 4,55% 4,66% DG ET CD IF MC NM NR GC ED HMNF RM PD PQ TM DM UR OR OF IM 9 ÍNDICE TEMA 1 GENERALIDADES DE LAS LESIONES ÓSEAS TRAUMÁTICAS ...........................................................13 1.1. Generalidades ........................................................................................................................................ 13 1.2. Consolidación ........................................................................................................................................ 13 1.3. Clínica y diagnóstico general de las fracturas ......................................................................................... 15 1.4. Tratamiento general de las fracturas ...................................................................................................... 15 1.5. Complicaciones generales de las fracturas ............................................................................................. 16 Autores: Gonzalo Luengo Alonso, Alberto Touza Fernández, Ainhoa Guijarro Valtueña. TEMA 2 FRACTURAS Y LUXACIONES DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR ..........................................................21 2.1. Clavícula ................................................................................................................................................ 21 2.2. Escápula ................................................................................................................................................ 21 2.3. Húmero ................................................................................................................................................. 21 2.4. Fracturas de antebrazo .......................................................................................................................... 23 2.5. Fracturas de los huesos del carpo .......................................................................................................... 26 2.6. Fracturas de los huesos de la mano ....................................................................................................... 27 2.7. Luxaciones de la extremidad superior ..................................................................................................... 27 Autores: Alberto Touza Fernández, Gonzalo Luengo Alonso, Fadi Ammari Sánchez-Villanueva. TEMA 3 FRACTURAS Y LUXACIONES DE LA EXTREMIDAD INFERIOR ..........................................................31 3.1. Fracturas de la cintura pélvica ................................................................................................................ 31 3.2. Fracturas de fémur ................................................................................................................................. 32 3.3. Fracturas de rodilla ................................................................................................................................ 34 3.4. Fracturas de tibia ................................................................................................................................... 35 3.5. Fracturas de tobillo ................................................................................................................................ 35 3.6. Fracturas del pie .................................................................................................................................... 35 3.7. Luxaciones de la extremidad inferior ...................................................................................................... 37 Autores: Gonzalo Luengo Alonso, Alberto Touza Fernández, Ainhoa Guijarro Valtueña. TEMA 4 TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA INFANTIL ....................................................................................39 4.1. Introducción .......................................................................................................................................... 39 4.2. Traumatismos infantiles ......................................................................................................................... 39 4.3. Trastornos del desarrollo ........................................................................................................................ 40 Autores: Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Ainhoa Guijarro Valtueña, Cristina Igualada Blázquez. TEMA 5 TUMORES MUSCULOESQUELÉTICOS ...............................................................................................45 5.1. Introducción .......................................................................................................................................... 45 5.2. Estudio diagnóstico ................................................................................................................................ 45 5.3. Principios terapéuticos ........................................................................................................................... 46 5.4. Características básicas de cada tumor .................................................................................................... 47 Autores: Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Carlos Corrales Benítez, Eloy Tabeayo Álvarez. TEMA 6 LESIONES DE PARTES BLANDAS .....................................................................................................53 6.1. Introducción .......................................................................................................................................... 53 6.2. Heridas en piel y tejido celular subcutáneo ............................................................................................ 53 6.3. Lesiones musculotendinosas agudas ...................................................................................................... 54 6.4. Lesiones vasculares ................................................................................................................................ 55 6.5. Lesiones ligamentosas ............................................................................................................................ 55 6.6. Patología inflamatoria no traumática ..................................................................................................... 57 6.7. Enfermedad de Dupuytren ..................................................................................................................... 58 Autores: Alberto Touza Fernández, Carlos Corrales Benítez, Rodrigo Víquez Da Silva. TEMA 7 LESIONES DEL SISTEMA NERVIOSOPERIFÉRICO ............................................................................59 7.1. Anatomía ............................................................................................................................................... 59 7.2. Lesiones del plexo braquial .................................................................................................................... 59 7.3. Lesiones de troncos nerviosos periféricos ............................................................................................... 60 Autores: Alberto Touza Fernández, Fadi Ammari Sánchez-Villanueva, Eloy Tabeayo Álvarez. TEMA 8 TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA DEL RAQUIS ................................................................................64 8.1. Introducción .......................................................................................................................................... 64 8.2. Traumatología del raquis ....................................................................................................................... 64 8.3. Patologías del desarrollo del raquis ........................................................................................................ 66 Autores: Ainhoa Guijarro Valtueña, Gonzalo Luengo Alonso, Rodrigo Víquez Da Silva. TEMA 9 ORTOPEDIA DEL ADULTO ................................................................................................................70 9.1. Introducción .......................................................................................................................................... 70 9.2. Degeneración articular. Síntomas y manejo. ........................................................................................... 70 9.3. Necrosis avascular de cabeza femoral del adulto .................................................................................... 71 10 9.4. Cadera dolorosa del adulto joven o atrapamiento femoroacetabular ..................................................... 72 9.5. Hallux valgus ......................................................................................................................................... 72 Autores: Alberto Touza Fernández, Gonzalo Luengo Alonso, Fadi Amari Sánchez-Villanueva. TEMA 10 MANEJO DEL PACIENTE POLITRAUMATIZADO ...............................................................................74 10.1. Introducción. Definiciones. ..................................................................................................................... 74 10.2. Atención inicial ...................................................................................................................................... 75 10.3. Manejo de la vía aérea ........................................................................................................................... 75 10.4. Estado circulatorio ................................................................................................................................. 75 10.5. Traumatismo craneoencefálico ............................................................................................................... 76 10.6. Traumatismos maxilofaciales .................................................................................................................. 76 10.7. Traumatismo raquimedular y de extremidades o pelvis .......................................................................... 77 10.8. Traumatismo torácico ............................................................................................................................ 77 10.9. Traumatismo abdominal ........................................................................................................................ 77 10.10. Lesiones específicas por animales ........................................................................................................... 77 Autores: Ainhoa Guijarro Valtueña, Eloy Tabeayo Álvarez, José Manuel Martínez Díez. VALORES NORMALES EN TRAUMATOLOGÍA Y CIRUGÍA ORTOPÉDICA ................................................................78 REGLAS MNEMOTÉCNICAS ...................................................................................................................................79 BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................................................80 11 CURIOSIDAD Gerhard Küntscher (1900-1972) fue un traumatólogo alemán que estableció las bases del enclavado endomedular de las fracturas diafisarias de huesos largos. Diseñó un clavo con aristas que permitía tanto el control axial como rotacional de la fractura. Desarrolló su técnica durante la Segunda Guerra Mundial y tras la publicación de sus trabajos fue adoptado como método de elección para el tratamiento de estas fracturas en todo el mundo. Se considera uno de los avances más importantes en la atención del trauma grave del siglo XX. 13 1.1. Generalidades Hablamos de fractura cuando se produce una solución de continuidad en la estructura ósea o cartilaginosa del hueso. Se produce cuando se aplica sobre el hueso una fuerza mayor de la que éste puede soportar. Clasificación Según mecanismo de producción • Alta energía: aplicación de una fuerza intensa sobre el hueso de forma que éste se deforma y, una vez superado su nivel de elasticidad, se fragmenta. La fractura puede provo- carse por un mecanismo directo o indirecto. • Baja energía: fracturas ante mínimos traumatismos puntua- les o repetidos. - Fractura patológica: cuando un hueso se rompe ante un traumatismo leve, por existir una patología que debilita su estructura. Puede ser local como las neoplasias o los quis- tes, o generalizada como la osteoporosis o la enfermedad de Paget. Las fracturas osteoporóticas se dan sobre todo en cadera, columna vertebral y extremidad distal del radio. Globalmente, las más frecuentes son las fracturas verte- brales. Por otro lado, la causa más frecuente de fractura vertebral patológica es la osteoporosis (MIR 09, 91). - Fracturas por estrés o fatiga: el hueso se fractura des- pués de ciclos de microtraumatismos repetidos. Pueden ocurrir sobre hueso sano, generalmente en actividades que someten al hueso a un esfuerzo repetitivo prolongado (deportistas, bailarines, marchas en reclutas –fractura de Deustchländer en el 2.º o 3.er metatarsiano–, etc.). Tam- bién pueden aparecer en hueso enfermo (p. ej., las zonas de Looser-Milkman en el raquitismo o la osteomalacia). Según el trazo Un traumatismo directo suele provocar una fractura lineal (según la energía); un traumatismo indirecto, normalmente por flexión, suele asociarse a aparición de un tercer fragmento (ala de mari- posa); un traumatismo de alta energía o un aplastamiento (o un mecanismo combinado) provocan una fractura multifragmenta- ria; por último, la torsión de hueso lleva un trazo espiroideo. Abiertas y cerradas En las abiertas existe contacto del foco de fractura con el exterior a través de una herida en la piel, mientras que en las cerradas no hay contacto. Tipos de desplazamiento (de los extremos óseos) Angulación Pérdida del alineamiento habitual del hueso afectado; puede producirse en un plano frontal (varo, si la parte distal se acer- ca a la línea media, o valgo, si se aleja) o en un plano sagital (anterior/posterior). (Ver figura 1 en la página siguiente) Rotación Giro del fragmento distal en el eje principal del hueso. Acortamiento Disminución de la longitud del miembro debido a la contrac- ción muscular. Translación Desplazamiento puro del fragmento distal sin angularse ni rotarse. 1.2. Consolidación Tipos de consolidación • Consolidación primaria (“per priman”) o directa: cuando los extremos óseos fracturados están afrontados de forma anató- Este es uno de los temas más importantes. Céntrate especialmente en las indicaciones de tratamiento quirúrgico o conservador, lascomplicaciones más típicas de cada fractura, y la clasificación y tratamiento de las fracturas abiertas. Enfoque MIR Autores: Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de Octubre (Madrid). Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid). Ainhoa Guijarro Valtueña, H. U. Puerta de Hierro (Madrid). Generalidades de las lesiones óseas traumáticas Tema 1 amir://MIR/09/91 Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 14 mica y el foco de fractura no está sometido a ningún tipo de movilización; prácticamente no observaremos callo de fractura. • Consolidación secundaria o indirecta (la más frecuente): en la que los extremos óseos no están en contacto total. Fases del proceso de consolidación 1. Inicial o postraumática. Hematoma importante en el foco de fractura. Aparición de los primeros factores de creci- miento óseo: IL-1 y 6, TGF-ß, PDGF y BMP (estas dos últimas se usan ya en clínica para el tratamiento de los retardos de consolidación). 2. Aparición del callo de fractura. A partir del hematoma inicial. Predominan los vasos sanguíneos sobre osteoblastos y fibroblastos. Otro factor importante es el movimiento: si hay reposo se estimula la aparición de osteoblastos. 3. Osificación. A las 2-3 semanas comienza a degenerar la ma- triz cartilaginosa y se deposita calcio. Tras la calcificación apa- recen células de remodelación: condroclastos y osteoclastos. 4. Remodelación. Sobre las seis semanas, el hueso inicial inmaduro o fibrilar (hueso que salvo en este momento sólo aparece en el ser humano en la época fetal) (MIR), va siendo sustituido por hueso maduro mediante este proceso de remodelación que orienta las trabéculas óseas según las exigencias mecánicas que sufra el hueso (Ley de Wolff). Factores que regulan el proceso de consolidación • Biológicos: factores de crecimiento (TGF-ß y sobre todo BMP) y proteínas de la matriz extracelular favorecen la con- solidación, como también cualquier otro factor bioquímico con función anabolizante que circule por nuestro organismo (hormona de crecimiento, insulina, hormonas tiroideas...), además de las vitaminas A y D. Entre los factores biológicos que dificultan la consolidación, destacan la diabetes, corti- coides (MIR), citostáticos e indometacina (MIR), además de la malnutrición, enfermedades óseas (osteoporosis, Paget), la hipoxia local, el tabaquismo o las infecciones. • Mecánicos: son los más importantes; la distracción o cizalla- miento del foco dificultan e incluso impiden la consolidación. Una carga axial controlada y terapias físicas como los ultra- sonidos han sido efectivas para la mejora de la cicatrización ósea. Cuando un hueso no es capaz de consolidar puede ser necesaria la aplicación de injertos o sustitutos óseos. Terapias para mejorar el proceso de consolidación • Autoinjerto (injerto autólogo): obtenido del propio paciente (cresta ilíaca), se considera el mejor injerto posible, pero su obtención implica morbilidad. Tiene propiedades osteogénicas (contiene células formadoras de tejido óseo), osteoinductoras (contiene factores de crecimiento que pueden estimular la for- mación de hueso) y osteoconductoras (contiene un entramado mineral sobre el que pueden disponerse los osteoblastos). • Aloinjerto: obtenido de cadáver (congelado o liofilizado). Tan sólo posee propiedades osteoconductoras. Puede trans- mitir infecciones, producir reacciones inmunológicas, y al ne- crosarse facilitar la infección quirúrgica. • Biomateriales: son distintas matrices cálcicas sintéticas. No presentan riesgo de infección. Tan sólo tienen propiedades osteoconductoras. • BMP (tipos 2 y 7, sintéticas) y PDGF (obtenido de la sangre periférica del paciente): suelen usarse en combinación con ma- trices cálcicas para aportar sus propiedades osteoinductoras. • Células madre (purificadas desde aspirados de médula ósea): en fase de investigación. En los experimentos, suelen usarse en combinación con matrices cálcicas para aportar sus propiedades osteogénicas, ya que pueden diferenciarse hacia osteoblastos. Tabla 1. Factores que modifican la consolidación ósea. Adaptado de: Rockwood and Greens. Fractures in Adults, 5.ª Edición. Lesión de partes blandas Fracturas abiertas Mecanismo de alta energía Enfermedades sistémicas Malnutrición Deficiencia de vitamina D Tratamiento con corticoides (MIR) Indometacina (MIR) Tabaquismo Carga axial controlada FACTORES QUE FAVORECEN LA CONSOLIDACIÓN FACTORES QUE RETRASAN LA CONSOLIDACIÓN Valgo Normal Varo Figura 1. Fractura con valgo y con varo. Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas 15 1.3. Clínica y diagnóstico general de las fracturas Clínica • Dolor importante. • Tumefacción local. • Impotencia funcional del miembro afecto. • Hematoma local tras un tiempo. • Anemia en caso de pacientes anticoagulados y fracturas de huesos largos. • Deformidad, dependiendo del desplazamiento de la fractura. Diagnóstico • Exploración clínica del paciente y un análisis del mecanismo de producción del traumatismo: para definir realmente las lesiones debemos apoyarnos en pruebas de imagen. • Radiografías: dos proyecciones como mínimo (AP y lateral), e incluir las articulaciones inmediatamente proximal y distal a la región afecta. Existen varias proyecciones típicas del estudio de algunas par- tes del cuerpo (radiografía axial de cadera, transtorácica para húmero proximal, oblicuas para raquis, pie y mano…), así como una larga serie de proyecciones específicas menos im- portantes (túnel carpiano, sesamoideos, acromioclavicular...). • TAC: nos dará una mayor definición del trazo de frac- tura y de la posición de los fragmentos. Es típica su utiliza- ción en fracturas articulares, fracturas sobre hueso esponjoso y fracturas conminutas. Se debe plantear su realización ante fracturas de húmero proximal, calcáneo, vértebras y pelvis, así como ante fracturas dudosas y para planificar una interven- ción quirúrgica. • RMN: utilizada para observar las partes blandas. Ade- más de lesiones musculares, tendinosas, ligamentosas, me- dulares y articulares, nos es muy útil para valorar la extensión tumoral y las zonas de inflamación. Tiene un valor fundamen- tal en el estudio de lesiones meniscales y cartilaginosas. • Ecografía: ayuda a valorar el estado de partes blandas y el contenido de cavidades. Puede contribuir al diagnóstico de le- siones del manguito rotador, lesiones del tendón de Aquiles, hernias musculares, etc. Es muy importante para la valoración articular en los niños (artritis séptica/displasia de cadera). • Gammagrafía: tiene muy alta sensibilidad pero poca especi- ficidad. Contribuye al diagnóstico de fracturas de estrés y del estudio de metástasis. 1.4. Tratamiento general de las fracturas El tratamiento inicial de una fractura se basa en el control del dolor y de la inflamación. Para conseguir estos objetivos lo más importante es realizar una reducción y una inmovilización. • Reducción: consiste en alinear los extremos de un hueso fracturado. Se realiza mediante la aplicación de una tracción en el eje del hueso fracturado. Con esto se consigue aliviar el dolor y disminuir el riesgo de lesiones asociadas, especial- mente las neurovasculares. • Inmovilización: tiene como objetivo mantener la reducción hasta que se decida si el tratamiento definitivo va a ser orto- pédico o quirúrgico. Se denomina intervalo libre al tiempo que transcurre desde que se produce la fractura hasta que recibe tratamiento definitivo, que puede ser ortopédico (conservador) o quirúrgico: Tratamiento ortopédico o conservador Incluye desde la abstención terapéutica (analgesia/reposo) hasta la aplicación de una tracción sostenida del miembro afectado ya sea blanda (adherida a la piel) o transesquelética (el peso actúa traccionando directamente a través de hueso), pasando por todo tipo de vendajes, férulas de yeso, ortesis, corsés o sindactilias. Tratamiento quirúrgico Modalidades de tratamiento quirúrgico Existen cuatro grandes modalidades:• RAFI (reducción abierta y fijación interna): se aborda directa- mente el foco de fractura quirúrgicamente y se estabiliza la fractura con placas, tornillos o cerclajes. El objetivo del trata- miento quirúrgico es realizar reducción y fijación de la frac- tura para favorecer su correcta consolidación, restituir su función, permitir una movilización precoz y disminuir en lo posible la pérdida de función. Se utiliza principalmente para tratamiento de fracturas con afectación articular y en aquellas fracturas que precisen una reducción anatómica. • Reducción cerrada y fijación interna: implica la reducción de la fractura de forma cerrada, sin ver el foco, y la aplicación de un dispositivo de fijación interna, generalmente clavos in- tramedulares. Se utiliza para el tratamiento de fracturas dia- fisarias de huesos largos (fémur, tibia y húmero). Figura 2. Ejemplo de RAFI: fractura de radio distal. Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 16 • Osteosíntesis percutánea: se accede a la fractura a través de pequeños orificios alejados del foco. La fractura se estabi- liza con agujas, clavos intramedulares o placas mínimamente invasivas. Consigue reducciones menos anatómicas (consoli- dación con callo de fractura) pero tiene menos riesgo de pseudoartrosis e infección. Los clavos se utilizan en fracturas diafisarias, sobre todo de la extremidad inferior. Las agujas, en general, se utilizan para el tratamiento de las fracturas infantiles y en fracturas de la mano. • Fijación externa: no se accede al foco de fractura, sino que el fijador la estabiliza mediante el anclaje en hueso en zonas alejadas de la fractura. Se utiliza para la estabilización, provi- sional o definitiva, de algunas fracturas abiertas, para el con- trol de fracturas con grave afectación de partes blandas y para el control de daños en el paciente politraumatizado. (Ver figura 5) Indicaciones de tratamiento quirúrgico Debemos plantearnos la cirugía siempre y cuando pueda mejorar la situación actual del paciente; más allá de esta premisa, podría- mos resumir estas indicaciones en las siguientes (MIR 13, 26): • Algunos tipos de fracturas: - Fracturas inestables: fragmentos óseos sometidos a fuerzas de tensión (olécranon, fractura transversa de rótula…), o con foco conminuto. - Afectación articular (tendencia a la artrosis). Normalmente con más de 2 mm de escalón articular. - Fracturas bilaterales de miembros. - Fracturas que asientan sobre una neoplasia. • Presencia de complicaciones: - Síndrome compartimental. - Lesión neurovascular. - Fractura abierta. - Politraumatizados. - Articulaciones “flotantes”, es decir, aquella articulación con fracturas en las diáfisis proximal y distal a la misma. • Fracaso de tratamiento conservador. 1.5. Complicaciones generales de las fracturas Tema muy preguntado en la historia del MIR. Se pueden dividir en agudas y crónicas. Complicaciones agudas Fractura abierta Toda fractura cuyo foco se expone al medio ambiente a través de una herida en la piel. Conllevan una mayor pérdida hemáti- Figura 4. Ejemplo de osteosíntesis percutánea: fractura de la base del primer metacarpiano. Figura 5. Ejemplo de fijación externa en fractura abierta de tibia y cerrada de fémur. Tabla 2. Complicaciones agudas y crónicas de las fracturas COMPLICACIONES AGUDAS COMPLICACIONES CRÓNICAS • Fractura abierta • Síndrome compartimental • Lesión nerviosa o vascular • Embolismos • Alteraciones de la consolidación • Consolidación viciosa • Necrosis avascular • Síndrome del dolor regional complejo • Miositis osificante COMPLICACIONES AGUDAS COMPLICACIONES CRÓNICAS • Fractura abierta • Síndrome compartimental • Lesión nerviosa o vascular • Embolismos • Alteraciones de la consolidación • Consolidación viciosa • Necrosis avascular • Síndrome del dolor regional complejo • Miositis osificante Figura 3. Ejemplo de reducción cerrada y fijación interna: fractura pertrocanté- rea de cadera derecha. amir://MIR/13/26 Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas 17 ca, un mayor índice de fallo de consolidación y un mayor riesgo de infección (generalmente por estafilococo, aunque también por anaerobios, según el contexto del accidente). La localiza- ción más frecuente es en las fracturas de tibia (MIR). • Clasificación: la clasificación más utilizada para la valoración de este tipo de lesiones es la clasificación de Gustilo. Se basa en el número de centímetros de hueso expuesto; es la más sencilla pero subestima la afectación de las partes blandas: - Grado I: los fragmentos óseos lesionan la piel de dentro a fuera, siendo la herida <1 cm. Tienen un escaso riesgo de infección. Generalmente es suficiente con una cobertura antibiótica con cefalosporinas de primera generación ade- más de una limpieza local intensa. - Grado II: heridas inciso-contusas >1 cm y <10 cm. Tras un desbridamiento y limpieza exhaustiva pueden ser cerradas de forma primaria, aunque deben evitarse las osteosíntesis a través del foco de fractura. Debemos usar cefalosporinas y aminoglucósidos combinados. - Grado III: presenta una herida >10 cm, habitualmente pro- ducida de fuera a dentro debido al mecanismo de fractura, y con gran lesión de las partes blandas adyacentes. Suele requerir la asociación de cefalosporinas y aminoglucósidos. Según la lesión de partes blandas la dividimos en: • IIIA: es posible la cobertura de hueso expuesto con los tejidos lesionados. • IIIB: para cubrir el hueso expuesto son necesarios proce- dimientos de reconstrucción (colgajos). • IIIC: la fractura asocia lesión vascular, independiente- mente del tipo de fractura. Alto riesgo de amputación. • Tratamiento (MIR): - Estabilización del paciente, según precise (Protocolo ATLS: A, B, C, D, E). - Antibioterapia intravenosa precoz. - Profilaxis antitetánica. - Exploración neurovascular distal. - Lavado inicial con suero salino fisiológico, inmovilización provisional con férula y estudio radiográfico. - Toda fractura abierta debe ser explorada en el quirófano, al menos para realizar un lavado con diez litros de suero salino y desbridamiento de todo tejido no viable. Es, junto con la antibioterapia precoz, la medida más efectiva para la prevención de la infección (MIR 18, 173). - Estabilización de la fractura (MIR). En las fracturas diafisarias de tibia I, II y IIIA se recomienda realizar un enclavado endomedular, en caso de ser un hueso largo, como primer tratamiento, salvo si el estado de las par- tes blandas no lo permitiera (en cuyo caso se realizará una fijación externa provisional). A pesar de estas directrices, en casos graves nos podemos plantear la amputación primaria. Para ello se han desarro- llado varias escalas, siendo la más importante la Escala MESS (Mangled Extremity Severity Score), que incluye la edad, el es- tado vascular del miembro afectado, la estabilidad hemodiná- mica, el periodo de tiempo transcurrido desde el accidente y la energía del traumatismo inicial. El paciente candidato a am- putación es aquél con un traumatismo de alta energía, déficit de irrigación del miembro afectado de más de seis horas de evolución, precario estado hemodinámico y edad avanzada. (Ver tabla 3) Síndrome compartimental (MIR 09, 90) Se produce cuando en un compartimento muscular aumenta la presión provocando un descenso de la perfusión capilar, que compromete la viabilidad de los tejidos pudiendo producir necrosis muscular y nerviosa. Este aumento de presión puede estar relacionado con un aumento del contenido del com- partimento (edema, hematoma, tumefacción muscular por esfuerzo, reperfusión tras isquemia (MIR), obstrucción venosa o linfática) o de una limitación en la expansión del mismo Tabla 3. Clasificación y tratamiento de fracturas abiertas (para fracturas de tibia). GRADO I Menos de 1cm de dentro a fuera • Cefalosporinas* • Cierre primario • Tras el lavado y desbridamiento se debe tratar como una fractura cerrada GRADO II • Cefalosporinas/aminoglucósidos*• Cierre tras desbridar • De elección clavo endomedular. Si existen dudas sobre el estado de las partes blandas se recomienda tratamiento secuencial. Primero fijador externo y cambio por clavo en 7-12 días. GRADO III • Cefalosporinas/aminoglucósidos* • Cierre por segunda intención • Fijador externo de entrada en grados IIIB y IIIC 1 cm-10 cm Más de 10 cm de fuera a dentro A B C • Es posible cubrir el hueso • No es posible cubrir el hueso • Existe lesión vascular • De elección clavo endomedular. Si existen dudas sobre el estado de las partes blandas se recomienda tratamiento secuencial. Primero fijador externo y cambio por clavo en 7-12 días. • Fijador externo de entrada • Fijador externo y reparación vascular *En caso de que exista contaminación orgánica como tierra o aguas fecales, se debe añadir una penicilina al tratamiento antibiótico (independientemente del tipo de fractura abierta) amir://MIR/18/173 amir://MIR/09/90 Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 18 (yeso, suturas a tensión). La causa más frecuente de síndrome compartimental es asociado a las fracturas diafisarias de tibia (MIR). La segunda causa son los traumatismos sobre partes blandas. Otras causas típicas son las fracturas de radio distal, las fracturas supracondíleas del codo en los niños y las fracturas de calcáneo. Una causa menos frecuente son las quemaduras (MIR 16, 173; MIR 15, 135). Clínicamente, aparece primero dolor en reposo, que de forma típica aumenta con el estiramiento pasivo de los músculos del compartimento afectado (MIR); después aparecen trastornos sensitivos (parestesias, anestesia). El pulso distal suele estar conservado (MIR) (la afectación vascular es a nivel capilar), salvo que la causa sea una isquemia aguda. La confirmación del diagnóstico se realiza mediante la medición seriada de la presión del compartimento afectado (valor normal 15-20 mmHg). La diferencia entre la presión arterial diastólica (PAD) del paciente y la presión intracompartimental (Pic) (ΔP = PAD - Pic) es un dato más específico que el valor de la presión intracompartimental aislada. Si esta ΔP es <30 mmHg, existe riesgo elevado de lesión tisular. La simple sospecha clínica debe ser suficiente para comenzar el tratamiento, que incluye inicialmente la retirada de todo tipo de vendajes y yesos y la elevación del miembro afectado (MIR 10, 86; MIR). Si los síntomas no ceden, se debe proceder a la monitorización de la presión intracompartimental y el cálculo de la ΔP. Si dicha ΔP es <30 mmHg y continúa descendiendo en la seriación, se debe realizar una fasciotomía del compartimento afecto (MIR). En el caso de que se describa una clínica inequívoca de síndrome compartimental se puede realizar una fasciotomía sin realizar la medición de presiones anteriormente descrita. La aparición de un síndrome compartimental también puede tener lugar en el ámbito deportivo debido al sobreesfuerzo muscular crónico. Suele afectar a la musculatura distal de las piernas (compartimento tibial anterior) y con menos frecuencia en el antebrazo. Si con la disminución de la intensidad del ejer- cicio los síntomas no ceden puede estar indicada la medición de la presión intracompartimental tras el ejercicio, y la realiza- ción de fasciotomía en caso de estar elevada. Secuelas: • Si no se actúa rápidamente aparece necrosis muscular (po- sible sobreinfección, insuficiencia renal por mioglobinuria y retracciones musculares) e incluso nerviosa en casos más avanzados. • Contractura isquémica de Volkmann por síndrome com- partimental a nivel del antebrazo (compartimento muscular anterior profundo), apareciendo deformidad en las articulacio- nes de muñeca y mano (pronación del antebrazo y flexión de todas las articulaciones excepto de las metacarpofalángicas). Lesión nerviosa o vascular Complicación importante que puede condicionar la evolución y supervivencia de la extremidad afectada. Debemos tener en cuenta que el nivel de fractura nos puede orientar sobre las lesiones neurovasculares que podemos encontrar. Por lo tanto, hay que recordar el tronco nervioso o arteria que pasa junto a cada una de las fracturas más frecuentes. Embolismos Por liberación al torrente sanguíneo de aglomerados celulares de pequeño tamaño, que pueden provocar clínica a distancia por obstrucción de vasos sanguíneos. Los más importantes son los producidos por coágulos sanguíneos y por acúmulos de grasa. • Enfermedad tromboembólica venosa (trombosis venosa profunda/tromboembolismo pulmonar): el origen más fre- cuente es una trombosis venosa profunda de miembros infe- riores. Son factores de riesgo: edad avanzada, inmovilización prolongada, alteraciones circulatorias, tabaquismo, obesidad, etc. La prevención se basa en la combinación de medidas físicas y farmacológicas. - Medidas físicas: la más importante es la movilización pre- coz de todo paciente intervenido. También se puede utilizar medias de compresión. - Medidas farmacológicas: anticoagulación profiláctica. Los fármacos más utilizados son las heparinas de bajo peso mo- lecular. También se puede realizar con anticoagulantes orales de acción directa (inhibidores del factor Xa o inhibidores de la trombina). La anticoagulación profiláctica está indicada, en general, en pacientes intervenidos de cirugía mayor (ar- troplastias de cadera y rodilla, cirugía de columna, cirugía de fracturas de miembros inferiores), en pacientes con encama- miento prolongado y en pacientes con inmovilización de un miembro inferior tras una fractura (férulas o yesos). • Embolia grasa (MIR): se asocia a fracturas cerradas de hue- sos largos, sobre todo de miembros inferiores (fémur), no es- tabilizadas (pendientes de intervención) y fracturas inestables de pelvis. Clínicamente, tras un intervalo libre (24h-72h), en el que en ocasiones se ha movilizado al paciente, se apre- cia (criterios mayores de Gurd): - Insuficiencia respiratoria (pO2 <60 mmHg). - Depresión del SNC: alteraciones del nivel de conciencia. - Edema pulmonar. - Petequias difusas en la mitad superior del cuerpo (tórax, axilas y conjuntivas). También puede asociar (criterios menores de Gurd) fiebre, taquicardia, anemia, trombocitopenia, grasa en la orina o el esputo (MIR). La radiología nos ofrece una imagen torácica en “tormenta de nieve”. El tratamiento se basa en la oxigenoterapia (pueden requerir ventilación mecánica), corticoides y estabilización de la fractura cuando la situación respiratoria del paciente lo permita. Figura 6. Embolia grasa. Imagen radiológica típica en “tormenta de nieve”. amir://MIR/16/173 amir://MIR/15/135 amir://MIR/10/86 Tema 1 · Generalidades de las lesiones óseas traumáticas 19 La prevención consiste en la intervención precoz de las fractu- ras de huesos largos de miembros inferiores. Complicaciones crónicas Alteraciones del proceso de consolidación El factor más importante es la inmovilización y tiene gran relevancia el estado vascular (huesos con mala vasculariza- ción, tanto fisiológica como debido al traumatismo o la cirugía, tendrán mayores problemas para consolidar). • Retraso de consolidación: cuando ésta tarda más tiempo del habitual para cada fractura, aunque todavía puede pro- ducirse (3-6 meses tras la fractura). • Ausencia de consolidación: falta de consolidación que no se modificará salvo que actuemos desde el exterior (a par- tir de 9 meses tras la fractura, con ≥3 meses sin mejoría ra- diográfica). Diferenciamos la forma atrófica (extremos óseos afilados y delgados, debido a falta de vascularización) de la forma hipertrófica (extremos óseos ensanchados en “pata de elefante”, debido a exceso de movimiento en el foco) (MIR). Definiremos como pseudoartrosis aquella ausencia de consolidación (ambos términos suelen emplearse como si- nónimos) en la que se forma una nueva articulación con membrana pseudosinovial y movimiento patológico local. También pueden dividirse en sépticas o asépticas, según haya o no gérmenes implicados en su causa.El tratamiento de la ausencia de consolidación es quirúrgico: • Pseudoartrosis atrófica: abordaje del foco para resecar el foco de pseudoartrosis, añadir injerto óseo, en ocasiones vas- cularizado, además de la osteosíntesis rígida. • Pseudoartrosis hipertrófica: es suficiente en principio con la estabilización, y si es posible, favorecer la compresión axial (como con el enclavado intramedular en la pseudoartrosis hi- pertrófica de tibia) (MIR). Consolidación viciosa Incluye aquellas consolidaciones óseas que se alejan de la funcionalidad del miembro, es decir, posiciones no anatómicas (deformidades y limitaciones de recorrido articular) y callos hipertróficos que irritan los tendones o la piel. Necrosis avascular Existe riesgo en aquellos huesos en los que el riego sanguíneo viene comprometido por el trazo de fractura. Suele ocurrir en zonas que, ya de forma fisiológica, tienen un riego sanguíneo deficiente por estar cubiertos por cartílago en casi su totalidad. Es típica del polo proximal del escafoides carpiano, cuerpo del astrágalo, cabeza femoral y humeral (MIR). Suele provocar dolor y se aprecian cambios de densidad ósea en la radiología. Figura 7. Pseudoartrosis atrófica de diáfisis femoral. Figura 9. Pseudoartrosis del escafoides. Figura 8. Pseudoartrosis hipertrófica del 5º metatarsiano. Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 20 Síndrome del dolor regional complejo (distrofia simpáticorrefleja o síndrome de Süddeck) Se produce por una activación mantenida del sistema nervioso simpático en respuesta a una lesión tisular (inmovilizaciones, cirugía, traumatismos). Clínicamente se manifiesta por dolor neuropático intenso y aumento de la actividad simpática que produce alteraciones cutáneas, aumento de la sudoración y edema (MIR). Asocia importantes consecuencias de tipo psico- lógico. Se distinguen dos tipos. • Tipo 1: sin lesión neurológica, más frecuente. • Tipo 2: asociado a una lesión de un nervio periférico. Se pueden distinguir tres fases a lo largo de su evolución, que es lenta (dura más de un año): • Aguda: 2-3 meses. Trastornos de apariencia inflamatoria, dolor intenso, rigidez articular, aumento del sudor y del vello. Radiología normal. • Distrófica: 3-6 meses. Clínica de déficit vascular y contrac- turas fijas. Radiográficamente es típica la osteoporosis par- cheada o moteada. • Atrófica: 6-12 meses. Atrofia cutánea y muscular, deformi- dades. En la radiología hay osteoporosis difusa. El tratamiento es complejo, debe iniciarse de forma precoz y suele realizarse en unidades del dolor. Se basa en tres pilares: • Fisioterapia: manipulación suave para prevenir la aparición de contracturas. • Farmacológico: combinaciones de opioides orales, estabiliza- dores de la membrana sináptica (gabapentina, pregabalina), antidepresivos tricíclicos y agentes alfabloqueantes. Los CO- XIB no son eficaces (MIR 18, 176). • Bloqueos nerviosos: de la cadena simpática. En alguna oca- sión puede estar indicada la realización de una simpatectomía quirúrgica. Prevención: evitar inmovilizaciones prolongadas, muy rígidas (compresivas) y favorecer la movilización precoz en la medida de lo posible. Puede estar indicada la administración oral de vitamina C en fracturas de radio distal. Miositis osificante Formación de hueso ectópico en el espesor de un vientre mus- cular. Suele aparecer en la cara anterior del codo y también en la cadera después de traumatismos importantes (típico de las luxaciones). Los grandes quemados y los pacientes con daño neurológico tienen más riesgo de padecerla. En ocasiones cues- ta diferenciarlos de sarcomas osteogénicos. Suele ser autolimi- tado (tiende a reabsorberse). La extirpación no está indicada de entrada (puede empeorar el cuadro). Cuando un paciente con antecedentes de miositis osificante y va a ser sometido a una operación ortopédica, puede realizarse profilaxis de su apari- ción con indometacina o radioterapia. El síndrome compartimental tiene el pulso conservado a diferencia de la isquemia. La embolia grasa aparece en pacientes jóvenes con fractura de huesos largos intervenidas o pendientes de intervención. Las fracturas son de extremidades inferiores pero la clínica se centra en la parte superior del cuerpo. Recuerda... amir://MIR/18/176 21 Autores: Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid). Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de Octubre (Madrid). Fadi Ammari Sánchez- Villanueva, H. U. Virgen del Rocío (Sevilla). Debemos intentar preservar al máximo la movilidad. Para ello, además de una buena reducción y control del miembro, las inmovilizaciones serán cortas y durante 3-6 semanas como mucho (excepto escafoides). Una inmovilización prolongada aumenta el riesgo de rigidez articular y pérdida de función. 2.1. Clavícula Se produce por traumatismos indirectos, por caídas sobre la extremidad superior (muy típico de caídas desde moto, bicicleta, esquí, etc.). Es la más frecuente del miembro superior y cintura escapular y es la fractura más frecuente del recién nacido. La porción más afectada es el tercio medio. Se desplaza el fragmen- to externo hacia abajo, empujado por el peso del brazo, y el interno hacia arriba, por la tracción de esternocleidomastoideo. Tratamiento • Conservador (más frecuente): con un cabestrillo (Velpeau) o vendaje en 8, tanto para las no desplazadas como en las des- plazadas (MIR 10, 84), mantenido 3-4 semanas. La secuela más frecuente es el callo hipertrófico (repercusion principal- mente estética) y la más grave la lesión del paquete vascular subclavio. Pueden ocurrir lesiones del plexo braquial y desga- rros pleurales en casos aislados. • Cirugía (MIR 17, 200): fracturas muy desplazadas, hombro flotante (asocian lesión del cuello escapular) o de tercio ex- terno, fracturas bilaterales, fractura abierta, lesión vascular y ausencia de consolidación. 2.2. Escápula Las fracturas de escápula son raras. Suelen producirse por trau- matismos directos de alta energía. Las fracturas del cuerpo de la escápula suelen asociarse a otras fracturas de la cintura escapular, fracturas costales y lesiones de partes blandas y con- tusión pulmonar. Su tratamiento es ortopédico la mayoría de las ocasiones. Las fracturas de cuello, articulares, acromion o coracoides se deben intervenir si están desplazadas. 2.3. Húmero Fracturas de húmero proximal Es la región más frecuentemente fracturada, típica de adultos mayores y ancianos (a diferencia de las luxaciones, que ocurren sobre todo en jóvenes). Clínicamente, es típica la aparición (a las 48 horas) del hema- toma o equimosis de Hennequin (MIR), localizado por debajo del deltoides y, en ocasiones, hacia la región lateral del tórax. Para relacionar cada fractura con su tratamiento se divide el húmero proximal en cuatro fragmentos: cabeza (cuello qui- rúrgico), troquíter (tuberosidad mayor), troquín (tuberosidad menor) y diáfisis. Según la Clasificación de Neer, se considera no desplazada aquella fractura con <1 cm de desplazamiento y <45º de angulación. Recordad el riesgo elevado de necrosis avascular en fracturas de cuello anatómico y si se asocian a luxación (fractura-luxación). Tratamiento • Fracturas no desplazadas: tratamiento conservador (cabes- trillo 2 semanas y luego movilización progresiva). • Fracturas en dos fragmentos (ver figura 2 en la página siguiente). - Tuberosidades (troquín o troquíter): osteosíntesis con tor- nillo o cerclaje si desplazamiento >1 cm. - Cuello quirúrgico: osteosíntesis si el contacto es <50%. • Fracturas en tres fragmentos. - Jóvenes: osteosíntesis (agujas, tornillos, clavos o placas). - Ancianos: artroplastia u osteosíntesis, no hay acuerdo (si se asocia a luxación nos inclinaremos por la artroplastia). Figura 1. Fractura de la clavícula en el tercio extenro-tercio medio, que es la zona más frecuente. Fracturas y luxaciones de la extremidad superior Tema 2 Recordad las fracturas con nombre propio más comunes, luxaciones acromio-claviculares yglenohumerales, así como en las fracturas de húmero proximal y radio distal, debido a su alta incidencia. Enfoque MIR amir://MIR/17/200 amir://MIR/10/84 Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 22 • Fracturas en cuatro fragmentos (ver figura 3). - Jóvenes: intentar osteosíntesis. Existe gran riesgo de necro- sis y pueden necesitar una prótesis si esta aparece. - Ancianos: artroplastia. Las fracturas desplazadas de cuello anatómico del húmero presentan riesgo elevado de necrosis avascular (MIR). Si se presentan en pacientes jóvenes está indicada la osteosíntesis. En pacientes mayores se opta por artroplastia parcial (hemiar- troplastia). En el caso de precisar una artroplastia de hombro, esta puede ser: • Parcial (hemiartroplastia): únicamente se sustituye la cabeza del húmero. • Total: - Anatómica: se sustituyen cabeza del húmero y glenoides. Se utilizan en caso de artrosis primaria con manguito rota- dor conservado. - Invertida: una variante de prótesis total que se utiliza en fracturas complejas de húmero proximal y en casos en los que el manguito rotador está dañado o ausente. La com- plicación más frecuente de las artroplastias es la pérdida de movilidad, es necesaria una rehabilitación precoz, y la más grave es la lesión vascular o nerviosa. Fracturas de diáfisis humeral Recordad la posible lesión del nervio radial (durante el traumatismo o la manipulación) (MIR 14, 159; MIR 13, 25; MIR 09, 88; MIR), sobre todo en la fractura oblicua de tercio distal (fractura de Holstein-Lewis). La mayoría de las parálisis radiales en este tipo de fractura son neurapraxias y la recupe- ración suele ser espontánea en 2-3 meses. La lesión del nervio radial puede tener lugar también durante la formación del callo de fractura al ser rodeado por el mismo (MIR). Son frecuentes los casos de pseudoartrosis si la inmovilización no es correcta. Tratamiento • Conservador: mediante férula primero y posteriormente con ortesis conformada. Para fracturas no desplazadas o con des- plazamiento tolerable (angulación en varo o valgo <30º, an- gulación anterior <20º o posterior y <3 cm de acortamiento), fracturas espiroideas y oblicuas largas. • Cirugía (de elección placas o clavos): también se debe inter- venir a los pacientes obesos (por la dificultad de manipulación de la fractura) y las fracturas bifocales. Figura 2. Fractura de troquíter en dos fragmentos. Figura 3. Fractura de cabeza de húmero en cuatro fragmentos Figura 4. Fractura conminuta de diáfisis humeral. amir://MIR/14/159 amir://MIR/13/25 amir://MIR/09/88 Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior 23 Fracturas de húmero distal Estas fracturas pueden ser de la paleta humeral (supracondíleas o supraintercondíleas), afectar a epicóndilo y epitróclea o a los cóndilos. Fracturas de paleta humeral • Tratamiento ortopédico con inmovilización en flexión cuando no están desplazadas. • Cuando hay desplazamiento (el fragmento distal se va ha- cia posterior) o la fractura presenta extensión intraarticular del trazo, requieren tratamiento quirúrgico; la osteosíntesis debe ser muy estable para permitir la rehabilitación precoz. Además de las complicaciones habituales (rigidez, falta de consolidación), puede aparecer síndrome compartimental, osificaciones heterotópicas y lesiones nerviosas (nervio radial de forma aguda y nervio cubital con la evolución a causa de un cúbito valgo residual) o vasculares (arteria humeral). Fracturas de epicóndilo y epitróclea Infrecuentes. Se asocian a luxación de codo. Son quirúrgicas cuando el fragmento impide la reducción de la luxación. Fracturas del cóndilo humeral Si se lesiona todo el cóndilo (fractura de Hahn-Steinthal) se debe sintetizar para evitar artrosis postraumática; cuando la lesión se limita a un arrancamiento osteocondral (fractura de Kocher-Lorenz) se puede optar por extirpar el fragmento y realizar movilización precoz. (Ver figura 6) 2.4. Fracturas de antebrazo Fracturas de cabeza y cuello de radio Fractura por mecanismo indirecto tras caída sobre la palma de la mano. Presentará dolor a la palpación directa y con la pronosupinación y hemartros. Clasificación (Mason) y tratamiento • Fracturas marginales, no desplazadas (grado I): tratamiento conservador y movilidad precoz. (Ver figura 7 en la página siguiente) • Fracturas desplazadas (grado II): osteosíntesis si está limi- tada la movilidad pasiva, bajo anestesia local por infiltración del foco. Si no está limitada, tratamiento conservador. • Conminutas (grado III): osteosíntesis si es posible; en caso contrario, resección de la cabeza en pacientes ancianos con baja demanda funcional, y prótesis en pacientes jóvenes. • Asociadas a luxación de codo (grado IV): debido a la ines- tabilidad local interesa preservar la cabeza radial (osteosínte- sis); si esto no es posible recurriremos a la prótesis de cabeza. Fractura de Essex-Lopresti Fractura de cabeza radial asociada a lesión de la membrana interósea (inestabilidad longitudinal del antebrazo y riesgo de migración proximal del radio) y articulación radiocubital distal. Actuaremos como en una fractura grado IV. (Ver figura 8 en la página siguiente) Figura 5. Tratamiento de una fractura supracondílea de codo mediante osteo- síntesis con placas paralelas. Fractura de Hahn-Steinthal Fractura de Kocher-Lorenz Figura 6. Fracturas de cóndilo humeral. Regla mnemotécnica: en la fractura de Hahn-Steinthal, el fragmento es más grande y se puede coger con la “hand”. En la fractura de Kocher-Lorenz, el fragmento es más pequeño y hay que coger unas pinzas para “kogerlo”. En las fracturas de cuello de radio, debemos intervenir cuando la angulación es >30º para evitar una posterior limitación funcional. Recuerda... Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 24 • Complicaciones: la más frecuente es la limitación de la mo- vilidad (es importante la rehabilitación precoz), también son importantes la inestabilidad del codo y antebrazo, la migra- ción proximal del radio y la lesión del mediano en el codo (MIR), que ocasiona dolor crónico de muñeca (MIR). Fracturas de olécranon Debido a estar sometidas a tensión y a interferir en el aparato extensor del codo, son fracturas que se deben intervenir. Se emplean dos agujas que atraviesan el foco, sujetas con un alambre al fragmento distal (fijación en obenque). La complicación más frecuente de las fracturas de olécranon tratadas con un cerclaje son las molestias relacionadas con el material de osteosíntesis; el tratamiento se basa en la extrac- ción del cerclaje (MIR 16, 146). Como en todas las fracturas del miembro superior, es importante la rehabilitación precoz para evitar la limitación de movilidad. Fracturas de diáfisis Diáfisis de cúbito Fractura por mecanismo directo (bastonazo): cuando no hay otras estructuras lesionadas y no hay desplazamiento se puede tratar de forma ortopédica. Cuando hay desplazamiento del foco o asocia una luxación de cabeza radial (fractura-luxación de Monteggia) se emplea osteosíntesis. • Complicaciones: lesión del nervio interóseo posterior (rama del radial), pseudoartrosis, déficit de prono-supinación y sín- drome compartimental. Diáfisis de radio La fractura diafisaria suele asociar luxación de la cabeza cubital (fractura-luxación de Galeazzi), como la anterior; la síntesis de la fractura reduce también la luxación. Diáfisis de cúbito y radio Habitualmente se fracturan ambas diáfisis cuando el traumatis- mo ocurre a nivel del tercio medio. Se observa una incurvación en el antebrazo además de impotencia funcional (MIR). Esta fractura, en adultos, requiere síntesis con placa y tornillos para recuperar la curvatura fisiológica; de no ser así, no se recupe- rará el rango correcto de pronosupinación. Figura 9. A. Fractura olécranon. B. Osteosíntesis de fractura olécranon con cerclaje más agujas. Figura 10. Fractura-luxación de Monteggia. Figura 7. Fractura tipo I de cabeza de radio. Figura 8. Fractura-luxaciónde Essex-Lopresti. amir://MIR/16/146 Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior 25 Fracturas de la extremidad distal del radio Fracturas producidas por un mecanismo indirecto al caer sobre la mano. El patrón más frecuente es la fractura metafisaria extraarticular (Colles). El tratamiento inicial debe ser conservador mediante reducción cerrada bajo anestesia local e inmovilización con yeso cerrado. Se deben realizar controles radiológicos semanales para descartar la presencia de desplazamiento secundario. El tiempo de inmoviliza- ción es de seis semanas (MIR 19, 34; MIR 11, 94; MIR 09, 86). En aquellas fracturas en las que se produzca un desplaza- miento secundario o en patrones inestables, se debe realizar tratamiento quirúrgico. La opción quirúrgica más utilizada es la reducción abierta y la fijación interna con placa y tornillos; en algunas ocasiones se debe emplear un fijador externo. • Complicaciones: - Agudas: • Síndrome compartimental. • Compresión aguda del nervio mediano. - Crónicas: • Consolidación en mala posición. • Rotura tardía del extensor largo del pulgar: requiere tra- tamiento quirúrgico (transposición tendinosa). • Síndrome de dolor regional complejo. • Epónimos clínicos según el trazo: - Fractura de Colles (la más frecuente): se trata de una frac- tura metafisaria extraarticular del radio distal. El fragmento distal se desplaza hacia dorsal, radial y supinación. Una complicación típica a largo plazo es la lesión del extensor largo del pulgar. Si ésta se produce requiere tratamiento quirúrgico (transposición tendinosa). - Fractura de Goyrand-Smith: fragmento distal hacia volar (pala de jardinero o Colles invertido). - Fractura-luxación de Rhea-Barton: fractura marginal de radio distal. El fragmento puede desplazarse hacia dorsal (Barton verdadero) o hacia volar (Barton invertido), arras- trando al carpo. En ambos casos requiere tratamiento qui- rúrgico, ya que se trata de una fractura-luxación. - Fractura de Hutchinson o del chófer: arrancamiento de la apófisis estiloides radial. Es importante que recuerdes los nombres propios Monteggia y Galeazzi. Recuerda... Colles “DO/RA SU MEDIA EXTENSIÓN LARGA”: DOrsal RAdial SUpinación MEDIAno EXTENSOR LARGO del 1.er dedo Regla mnemotécnica Figura 13. Fractura de Colles. Figura 12. Mecanismo de la fractura de Colles. Figura 14. Mecanismo de la fractura de Goyrand-Smith. Figura 11. Fractura-luxación de Galeazzi. amir://MIR/19/34 amir://MIR/11/94 amir://MIR/09/86 Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 26 2.5. Fracturas de los huesos del carpo El carpo se compone de dos filas de huesos; la proximal incluye escafoides, semilunar, piramidal y pisiforme; la distal incluye tra- pecio, trapezoide, grande y ganchoso. El único hueso con una inserción muscular es el pisiforme (músculo cubital anterior). Fractura de escafoides (más frecuente) Producida por caídas sobre la palma de la mano. La mayoría se producen en el cuello del escafoides. Es típico el dolor a nivel de la tabaquera anatómica (MIR), dolor a la palpación del tubérculo del escafoides y dolor a la compresión axial del primer y segundo dedos. Para el diagnóstico son necesarias proyecciones radiográficas específicas (tres proyecciones). El tratamiento puede ser conservador (yeso durante 8-12 semanas) o quirúrgico (osteosíntesis percutánea con tornillo a compresión). En pacientes en los que existe sospecha clínica de fractura de escafoides con radiografía normal se debe realizar inmovilización y reevaluación del paciente a los 15 días. En ese momento existen tres posibilidades (MIR 10, 85): • No dolor, radiografía normal. Se retira la inmovilización. • Persistencia de dolor con radiografía normal. Solicitar prueba de imagen adicional (TC o RMN) para descartar fractura oculta. • Presencia de fractura. Tratar con yeso o cirugía. Las complicaciones más importantes son la necrosis avascu- lar del polo proximal del escafoides (MIR) (la vascularización del polo proximal es precaria), y la pseudoartrosis (riesgo de artrosis radiocarpiana). En ambos casos está indicado el trata- miento quirúrgico (injerto óseo + fijación). Figura 17. Vascularización del escafoides. El tercio proximal (asterisco) es una zona de vascularización precaria que implica riesgo de pseudoartrosis y de necrosis avascular. Rama palmar superficial Arteria radial Figura 18. Pseudoartrosis de escafoides tratada mediante resección del foco de pseudoartrosis, aporte de injerto autólogo de cresta ilíaca y osteosíntesis con un tornillo. Figura 15. Fractura de Rhea-Barton. Figura 16. Fractura de Hutchinson. amir://MIR/10/85 Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior 27 Fractura de ganchoso Traumatismo directo tras una caída. Presenta dolor en la base de la eminencia hipotenar. Es posible la aparición de clínica del nervio y/o arteria cubital. 2.6. Fracturas de los huesos de la mano Como recuerdo anatómico, la eminencia tenar incluye los mús- culos Separador corto del pulgar, Oponente del pulgar, Flexor corto del pulgar y Aductor del pulgar (SOFA). Fracturas del primer metacarpiano • Fractura-luxación de Bennett: fractura intraarticular de la base del primer metacarpiano. Inestable por la tracción que realiza el separador largo del pulgar. Requiere fijación quirúrgica. • Fractura de Rolando: fractura conminuta de la base del pri- mer metacarpiano. Impera la movilización precoz, aunque puede inicialmente inmovilizarse para control de dolor. Fracturas del resto de metacarpianos • Fractura del boxeador: fractura del cuello del cuarto o quinto metacarpianos por traumatismo a nivel de la cabeza del me- tacarpiano. Con tratamiento conservador consolidan bien. • Fracturas diafisarias: cirugía cuando son inestables, múltiples o en manos catastróficas (recordad que en una mano catas- trófica la primera actuación debe ser la osteosíntesis de las fracturas). (Ver figura 21 en la página siguiente) Fracturas de las falanges Tratamiento conservador tras realizar un alineamiento correcto del dedo (al flexionar cualquier dedo debe apuntar al tubércu- lo del escafoides). Para evitar la rigidez se debe comenzar la movilización a las dos semanas. Se indica la cirugía (agujas o miniplacas) en fracturas muy desplazadas e inestables. 2.7. Luxaciones de la extremidad superior Cuando una articulación se somete a tensión por un desplaza- miento forzado en uno de los planos del espacio, los elemen- tos de contención se lesionan (esguince); cuando fallan por completo y la fuerza traumática sigue actuando, se produce la luxación, dando lugar a una incongruencia articular que, de no retornar a la posición fisiológica, impedirá la función de la articulación afecta. De esto último se deduce que (salvo las luxaciones crónicas y la luxación acromioclavicular), estas lesio-Figura 19. Fractura de Bennett. Figura 20. Fractura de Rolando. Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 28 nes requieran una reducción e inmovilización urgentes, independientemente de la necesidad de actuación quirúrgica posterior. Especial atención requieren las zonas con riesgo importante de necrosis avascular (cabeza humeral y femoral), así como las situaciones en las que no es posible reducir una luxación antigua por la pérdida del espacio articular debido a la retracción de partes blandas y a la fibrosis intraarticular (pér- dida del “derecho a domicilio”). Luxación acromioclavicular Producción típica por caídas sobre el brazo extendido o con choque del hombro contra el suelo. Importante la estabilidad de la zona por los ligamentos acromioclaviculares (estabilidad horizontal) y coracoclaviculares conoide y trapezoide (estabili- dad vertical) (MIR). Recordad que el ligamento coracoacromial no interviene en la estabilidad de la articulación. La estabilidad vertical se ha perdido cuando aparece el signo de la tecla. Clasificación • Grado I: desgarro parcial. • Grado II: rotura de los ligamentos acromioclaviculares.• Grado III: implica rotura adicional de los coracoclaviculares. Para el diagnóstico puede ser útil la radiografía anteroposterior con peso colgando de los brazos. Se emplea tratamiento con- servador (vendaje de Velpeau o cabestrillo) para los grados I y II. En el grado III puede optarse por tratamiento quirúrgico o conservador (resultados a largo plazo similares). En pacientes jóvenes con trabajos que requieran mantener los brazos por encima de la cabeza podemos inclinarnos por la cirugía. Existen más grados de luxaciones, pero de menor importancia para el MIR (grado IV y V). Son casos extremos en los que la clavícula se luxa detrás del acromion (IV) o desgarra el deltoides (V) y se queda en posición subcutánea. Estos son los únicos casos en los que no hay duda de la necesidad de cirugía. Figura 22. Ligamentos de la clavícula. Acromion Ligamento acromioclavicular Ligamento coracoacromial Ligamento coracoclavicular Ligamento transverso superior de la escápula Ligamento conoideoTendón del músculo supraespinoso Apófisis coracoides Ligamento trapezoide Grado I Grado II Grado III Figura 23. Grados de luxación de la articulación acromioclavicular. Figura 21. Fractura del boxeador (cuello del 5º metacarpiano). Tema 2 · Fracturas y luxaciones de la extremidad superior 29 Luxación esternoclavicular La más frecuente es la anterior y la más grave la posterior (com- presión de tráquea y grandes vasos). Tratamiento conservador salvo gran inestabilidad, o deportistas de élite. Luxación glenohumeral La cabeza humeral no es totalmente congruente con la glenoides, por ello existe el rodete gle- noideo o labrum, que típicamente se desinserta cuando se produce la luxación y puede generar inestabilidad residual. También se debe recor- dar que el tendón de la porción larga del bíceps se inserta en la glenoides, en la porción superior de dicho rodete. Como estructuras nobles locales, discurren la arteria axilar, el nervio axilar (circunflejo) y el plexo braquial. Luxacion glenohumeral anterior Es la forma más frecuente (90%). Se produce por un mecanis- mo de rotación externa forzada. La cavidad glenoidea a la pal- pación está vacía (hombro en charretera) (MIR). Las maniobras de reducción se basan en la tracción del brazo y posteriormente la rotación externa del mismo. Existen multitud de técnicas, una de las más utilizadas es la de Kocher (1.º tracción axial, 2.º rotación externa, 3.º aducción del brazo, y finalmente rotación interna). Si es irreductible (por rotura del manguito rotador, interposición del tendón bicipital o encastramiento de la cabeza humeral), habrá que realizar el procedimiento abierto. Valorar, antes y después de la reducción, pulso y sensibilidad distal; también, antes y después, realizar radiografías antero- posterior y transtorácica. Tras la reducción, los pacientes que sólo hayan tenido un episodio de luxación traumática se tratarán con inmovili- zación entre 1 y 4 semanas (en ancianos 1 semana) y reha- bilitación precoz. Ante una luxación traumática recidivante (más de un episodio) está indicada la reparación quirúrgica artroscópica (MIR). Como lesiones anatomopatológicas encontramos la lesión de Bankart (avulsión del rodete glenoideo anteroinferior), respon- sable de las recidivas en las luxaciones de hombro (MIR) y la de Hill-Sachs (fractura por impactación contra la glenoides anterior de la cortical posterior de la cabeza humeral); esta última es menos frecuente. Ambas se asocian a la luxación recidivante. La luxación recidivante de origen traumático aparece ante mínimos traumatismos, es inestable, generalmente en una sola dirección y sólo en el brazo afecto. Las luxaciones recidivantes atraumáticas se deben a laxitud ligamentosa, suelen ser por tanto bilaterales y en cualquier dirección; el tratamiento consis- te en rehabilitación, y en caso de no mejoría clínica se plantea tratamiento quirúrgico. Luxación glenohumeral anterior asociada a fractura Las fracturas asociadas a luxación anterior de hombro son poco frecuentes (<30% de todas las luxaciones). Dentro de ellas, la fractura de la tuberosidad mayor (troquíter) es la más frecuente de todas (MIR 12, 13). El tratamiento consiste en realizar una reducción cerrada y verificar la reducción con una radiografía. Si la reducción es correcta y el fragmento no se encuentra desplazado el trata- miento será conservador (inmovilización con cabestrillo). En el caso de que se encuentre desplazado, se realizará tratamiento quirúrgico (MIR 12, 14). Luxación glenohumeral posterior Se produce por una rotación interna forzada. Se asocia a crisis comiciales y descargas eléctricas (MIR). El hombro aparece en actitud de aducción y rotación interna. En la exploración física es típico el bloqueo de la rotación externa. Puede pasar desa- percibida en un primer momento. La radiografía anteroposte- rior aislada puede parecer normal o mostrar sólo una fractura aislada de troquín. Para distinguirlo se realizan radiografías en el plano de la escápula. Se define luxación inveterada como aquella de más de 3 sema- nas de evolución (pérdida del “derecho a domicilio”). En el hombro es más frecuente en luxaciones posteriores y su trata- miento será quirúrgico si lleva más de 12 semanas; entre 3 y 12 semanas puede ser posible la reducción cerrada. Luxación glenohumeral inferior Muy rara, el brazo puede encontrarse en abducción de unos 30º o de unos 160º (en mástil o luxación erecta). Luxación de codo La segunda luxación en frecuencia en adultos, tras la de hombro, y la primera en niños. Normalmente en sentido posterolateral (otras direcciones son menos frecuentes). Puede asociar fracturas de coronoides o cabeza radial (si comprometen la estabilidad puede que requieran osteosíntesis o sustitución por prótesis) y Figura 25. A. Lesión de Hill-Sachs. B. Lesión de Bankart. Figura 24. Luxación acromioclavicular grado V. amir://MIR/12/13 amir://MIR/12/14 Manual AMIR · Traumatología y Cirugía Ortopédica 30 lesión de ligamento lateral. Si la luxación asocia fractura de coro- noides y fractura de la cabeza radial se denomina triada terrible. Clínicamente, además del dolor y tumefacción, se encuentra desestructurado el triángulo equilátero que forman olécranon, epicóndilo y epitróclea (triángulo de Nelaton). Tras la reducción hay que valorar la estabilidad del codo y, en función de ésta, se decide el tratamiento. Luxaciones del carpo Tras caídas sobre la mano en flexión dorsal; lo más frecuen- te es la luxación del semilunar, que provoca deformidad tipo “dorso de tenedor” y, como complicación importante, puede provocar la lesión del nervio mediano. Se pueden lesionar todos los ligamentos, con lo que el semilunar queda despla- zado a volar con respecto al radio, o mantenerse el ligamento radiolunar dorsal, con lo que el semilunar queda en su posición y los demás luxados a dorsal (luxación perilunar del carpo). Se recomienda el tratamiento quirúrgico, manteniendo la posi- ción con agujas y reparando los ligamentos dañados. Figura 26. Luxación posterolateral de codo. A. Proyección anteroposterior. B. Lateral. 31 Autores: Gonzalo Luengo Alonso, H. U. 12 de Octubre (Madrid). Alberto Touza Fernández, H. U. de Torrejón (Madrid). Ainhoa Guijarro Valtueña, H. U. Puerta de Hierro (Madrid). Fracturas y luxaciones de la extremidad inferior Tema 3 El objetivo del tratamiento es conseguir una fijación estable que permita una movilización precoz del paciente 3.1. Fracturas de la cintura pélvica Fracturas de pelvis La pelvis es una circunferencia oblicua hacia delante, cuya misión es distribuir la carga que soporta el tronco a través del raquis lumbar hacia las piernas, pasando por la cavidad cotiloi- dea. Está formada por el sacro y los dos huesos ilíacos, que se estabilizan con la sínfisis del pubis y los ligamentos sacroilíacos (estabilizador principal de la pelvis); también forman parte del sistema el isquion y el cóccix. Hay que entender la pelvis como un
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