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EutCred as seconrt-cluss matter, I>fovetubcr 51904, n« thc post office at San Antonio, Texas, ander ttae Ac* ot CoiiRreas o< Marcli 3,187»- ' .. . - Nuestra generación, ayuna del calor vivificante de la Libertad, ,di- rije ansiosas miradas bacia el hori - . zonté donde nuestros padres vieron hace cuarenta y ocho años levan- tarse magnífico un sol, cuyos rayos generosos acariciaban por igual al pobre como al rico: la Constitución de 1857.. Nacía la Libertad; despuutaba como una aurora espléndida que te- '- fila de rosa,las lobregueces déla víspera. ¡Cuántas negruras se en- fc noblecieron con los suaves matices . del nuevo clia, y cuántas otras se sintieron ofendidas! El clero, como ave nocturna sor- prendida en pleno campo por la sonrisa del dia naciente, volaba crascitando en busca de la sacris- ~ t ía . El militarismo, fatuo y arro- .'- gante y soberbio, vio con rabia que las del Derecho eran armas más brillantes y más nobles y más fuer- tes que su espada enrojecida. La •- aristocracia rugió, -úe furor cuando comprendió que el lastre de los De- rechos del Hombre hacia más nota- ble la amarillenta - palidez • de sus apelillados pergaminos, y el clero^bradbs á la: abyecciónr- porque ao el militarismo y la aristocracia for- maron una liga de odio y de ven- ganza. ^ ;. • ' i' La siniestra liga intrigó, pero era demasiado bella la aurora para (jue dejara de tener creyentes1 sinceros. Ls siniestra liga se rebeló, y el po- der del pueblo la aplasió. El retroceso tiene armas tan po- derosas Como los cañones, tan mor- tíferos como los sables; una de ellas: la corrupción. Lo que las armas no pudieron hacer, lo logró la co- rrupción. La corrupción mina tro- nos, disuelve sociedades, rinde las fortalezas niejor artilladas. El retroceso buscó al más co- rrompible' de los enamorados de la Libertad. , Lo buscó entre los esta- distas y no lo encontró. Lo buscó entre los pensadores y no lo encon- tró. Lo buscó entre los militares, y allí lo encontró. No era el más ilustrado de los mi- litares, ni el más inteligente, niel más honrado, ni el más patriota. Era el más ambicioso de los milita- res: Porfirio Díaz. Para este soldado, la altura era todo; pero en una democracia sólo al mérito le es permitido ascendej. Entonces traicionó para elevarse. La corrupción triunfó, y aquel sol que nuestros padres vieron le- vantarse magnífico hace cuarenta y ocho años, fue brutalmente apaga? do por la mano encallecida del sol- dado ambicioso. Desde entonces se obscureció el porvenir de la Patria. Vientos de tiranía soplaron sobre la República, y una ciudadanía estéril, penosa y doliente, ha sustituido á aquella ro- busta y hermosa generación que pado de su charca, y desde enton- ces, no se escucha más que el him- no servil y el ditirambo' hediondo de los lacayos. La Libertad había muerto al na - cer. Manos groseras hedentes á sudor y á pólvora desgar-raron su veste y la mancillaron. Y el pue- blo que con orgullo la había saluda' do, porque con heroísmo la había conquistado, sintió caer sobre su cuello noblemente erguido el acica- te del soldado tránsfuga. Así perdimos la Constitución de 1857. Nuestros padres, generosos, la conquistaron para nosotros. ¡ No se imaginaron los patriotas que sus hijos habíamos de permitir que se nos arrebatará la herencia dé liber- tad y de honor que nos legaron! Es preciso que los ciudadanos volvamos por nuestros fueros. Es preciso que abandonemos nuestra indiferencia ó nuestra cobardía si es que queremospjnservar nuestra nacionalidad. • La tiranía que pesa sobre nosotros nos conduce irremi-r siblemente á soportar un yugo ex- tranjero porque estamos acostum- tendremos fuerzas para movernos. Hagamosr un esfuerzo para librar- nos de la tiranía.' • •' . ' ¿ ' En el brumoso porvenir de nues- tra Patria se formula un dilema que es-de vida ó de muerte para núes tra nacionalidad, y todos los que consideremos una honra el llamar- nos mexicanos debemos decidirnos á ser viriles. Ese dilema es toda- vía una salvación, porque decidién- donos por el término á donde nos empuja nuestro honor, habremos salvado nuestra nacionalidad. Sólo en caso de que nos dicidamos á continuar soportando nuestra abr yección pararemos del despotismo de Porfirio Díaz al despotismo de algán tirano extranjero. La salvación está en la reconquis ta de ía Libertad; pero para recon- quistar la Libertad tenemos que ser tan valerosos y tan dignos como nuestros padres. Tenemos que des- pojarnos de esa indiferencia ó de esa cobardía que nos humilla y nos cubre de vergüenza. Tenemos^que encararnos al Autócrata, y con nues- tro verbo indignado obligarlo á que afloje la garra, y con nuestra frase noblemente colérica decidirlo á que devuelva nuestros derechos, y con nuestra actitud digna y resuelta obligarlo á que se aleje de un pues- to que né ha sabido honrar. " Cuando tengamos alguna acusa- ción que formular, formulémosla virilmente, sin hipocresías indignas de un buen ciudadano. Al que ro- ba, llamémosle ladrón; al que mata, llamémosle asesino; al que tiraniza, llamémosle tirano. No tengamos piedad para los dés- potas; denunciémoslos, quitémosles produjo los gigantes de Ayutla yj Ja máscara odiosa con que engañan los colosos de 57. Desde entonces las cárceles se multiplicaron; cada recodo de camino se convirtió en patíbulo; el bastón del gendarme rué convertido en fetiche; el espio- naje se aguzó los oídos; jueces y magistrados de almas latuadas se dedicaron á lucrar*concieuzudamen- te con la Justicia; la autoridad hen- dió con la fusta las carnes del pue- blo; el fraile volvióá Imperaren los bogares y i caer sobre U honra de las familias como un escuerzo eeca- á las personas sencillas. Al vicio hay que descubrirlo para su_ver- güenza; al crimen hay que exhibirlo para prevenir á los hombres honra- dos. Si la frase es punzante como la hoja de un puñal ó amarga como la quina, hundámosla ó hagámosla tragar á los dé.spotas con la convic- ción de que habremos obrado con honradez. Es inmoralidad supina nitdir la frase cuando se pasa á cuchillo á á nuestros ^hermanos, cuando se les Explota, cuando se hace caer el fla- gelo sobre sus espaldas doloridas, cuando se les veja, cuando se tes tiene en la miseria, jruando para ofenderlos en la persona de sus es- posas ó de sus hijas ó de sus herma- nas se les confina al Ejército. El despotismo es verdugo, y á los verdugos.se les aborrece y se les in- juria. Noincurramos en el crimen de perdonarlos. Vargas Vila ha dicho: «Se critica á los gobiernos, pero i media voz; se les insulta pero muy poco, y con esta debilidad imbécil se hace sagrado el despotismo; y con esta complicidad del miedo, tra- ducida en falso pudor, se silencian las liviandades de los déspotas, tor- nando en mudo respeto al vicio lo que debiera ser protesta atronadora contra él. «Esta hoja de parra, puesta por la hipocresía social sóbrelas desnude- ces de los tiranos, ha sido en nues- tros pueblos'la gran falta de los hi- pócritas y la gran fuerza de los ti- ranos. «Si así hubieran procedido Tácito y Suetonio, ¿quién sabría los vicios de los Césares? «Plinio, Cornelio Nepote, Aurelio Víctor y Salustio, tuvieron, por ventura, ese pueril temor al descri- bir la abominación de las costum- bres romanas?. . _ . «Lo tuvo Demóstenes en sus Fi- lípicas? «¿Lo tuvo Cicerón en sus catili- narias? ja^Embotó la sátira acerada de Ju- venal? «¿Apagó la carcajada serai-gro- tesca de Rabelais? «¿Lo tuvo él Dante en su Divina Comedia? - «¿Siulió ese vergonzoso desmayo Víctor Hugo escribiendo sus Casti- gos? «¿Lo sintió en su pluma vigorosa Juan Montalvo? «No. «¿Es que la pluma de los hombres bolo debe ocuparse en escribir apo- logías? "¿Qué sería entonces de la severa historia? «¿O aquéllos grandes escritores sólo eran grandes libelistas? «Responda ese criterio histérico que se ha formado contra la verdad histórica. «La libertad se pierde, no por falta de talentos, sino por falta de paracteres. «Hay en la mayoría de los escri- tores un amor ilimitado á no sé que falsa reputación, que contiene el anatema en sus plumas, ó los^desa- ta en hipérboles fumivoras, por el temor pueril de verse criticados por las imaginaciones asustadizas, re- chazados de nuestras sociedades neuróticas y pueriles que tienen siempre un santo oficio para escrito- res que no leen siquiera, ó ajados por el insulto de escritorzuelos asa- lariados del poder.» , Denunciemos el mal donde quie- ra que esté; persigámoslo hasta su guarida y allí ataquémosle. Nuestra Patria puede llegar á ser muy grande y muy fuerte y muy respetada si sus hijos sacudimos esa bochornosa indolencia que nos ha caracterizado en más de un cuarto de siglo, y tomamos parte activa en los asuntos públicos de la nación, esto es, si cumplimos exactamente nuestro deber de ciudadanos. Sigamos el ejemplo de nuestros padres. No nos conformemos con dírijír nuestras miradas ansiosas ha- cia el horizonte en espera de que la» Ccmstimción reaparezca como una estrella que hubiéramos perdido de vista. Hay que reconquistarla si1 queremos llamarnos mexicanos y. no subditos dtl extranjero. MUY IMPORTANTE—•— Suplicamos á miestros amables subs- triptotes se sirvan enviarnos S7is pa- gos tan pró7ito como les llegue ntusíiv aviso. A laspetsonás que reciban nues- tro aviso y ya hayan enviado stis pa. pos. les agradeceremos ?ios dispensen, pues es fácil que se nos haya escapa- do algún aviso por ser crecido e¿ nú mero de nombres que tenemos en lista' Es preciso no olvida* que todos los envíos deben hacerse precisamente á Ricardo Flores Magón. ¿05 ¡V, Nueva St., y no 405 como equivoca- pamente aparece en algunas de nues- tras circulares. Funcionarios tiranuelos. Los comerciantes ai menu- deo de Guaymas, se quejan,, y con razón, del Tesorero Munici- pal José Rodríguez, Dicho individuo se distingue por su lenguaje de taberna y sus arbitrariedades. Trata con la mayor altanería á los contribu- yentes y se conduce en su oficinas- como en un potrero. Cuando algún contribuyente se •jnferma ó por cualquiera otra causa justificada no puede pagar1 á tiempo el impuesto, José Ro- dríguez lo amenaza éinjuria. El Critetio Público, de Guayma^ dijo hace poco qjue el tal Tesore- ro tenía un carácter inadecuado para el puesto que ocupaba. En lugar de corregirse el altanero personaje^acusó de injurias al Director de dicho colega y el pe- riodista fue encarcelado por un Juez venal y complaciente. .Los comerciantes al menudeo son los que más sufren con las in- jurias del energúmeno. En Sonora, cada funcionaaio se cree con derecho á ultrajar de cualquier modo á lo ciudadanos. Hay en Naco un Administra- dor, de la Aduana que comete ar- bitrariedades á cada paso. Cuan- do algún carro no lleva algún pa- saporte redactado á su gusto, lo declara contrabando. AISr. G. G. Lelevier le fue quitado un carro fabricado en Bacoachi y Cañan ea con materia- les del país y otros importados, porque el Contador de la referida Aduana no quiso dar un papel que amparara dicho carro. De nada sirvieron en este caso los certificados que el Sr. Lelevier llevaba de Cananea, ni otros va- rios documentos que comproba- ban que el carro había sido fabri- cado en territorio nacional; el ca- rro fue declarado contrabando por el cretino Administrador de la Aduana y recogido á su dueño. Atropellos de ese género suce- día á día en Sonora. Por los Suelos. Siempre la Corrupción La dinastía Terrazas, dueña del Estado de Chihuahua, es la personificación de todas las cala- midades. En todos los Ramos de la Administración Pública es- tán colocados miembros de la nu- merosa familia Terrazas, que na- turalmente, más se preocupan por los intereses de la Casta que por los del pueblo. El Inspector General de Ins- trucción Pública del Estado, es yerno del Gobernador Constitu- cional, Concuño del interino En- rique Creel, Director del Hospi- tal "Porfirio Díaz," Director de la Escuela Preparatoria, Kncar- «ado «le la Vacuna. Médico de una Compañía Ferrocarrilera, etc., etc Es fácil figurarse el la menta» ble estado que guardará la Ins- trucción con este doctorcito, que por sus mil empleos, no puede atender á ninguno, que por su pareniesco con el Ejecutivo es más déspota que un señor feudal y que por naturaleza es tonto. Todo el talento de este señor consiste en hacer figurar en la nómina del Hospital nombres de personas que nunca han estado en el establecimiento, y en la nó- mina dé la Preparatoria, como mozo, á ün individuo conocido por loco c incapaz de hacer traba- jo alguno. El inspector de la la Zona es un pobre hombre tan ignorante en materia pedagógica, como pre- suntuoso y envidioso. No puede tolerar que haya Profesores que sepan más que'él, y en conbe- cutíncia sólo admite en las escue- las á los que le igualan ó superan en ignorancia, desechando á. per- sonas útiles, como pasó con los Profesores Halconedo, González Llorca, Pérez y otros- Este in- dividuo abusa de las niñas dé las escuelas, y aun parece que ac- tualmente está envuelto en un proceso; pero como se trata de una niña pobre y él es un favorito del Gobierno, es seguro que no se hará justicia. En Ciudad Juárez se sigue tam- bién el sistema de eliminar á los buenos Profesores, en provecho de los ineptos. Se recordará que en esa pobla- ción hubo una fiesta escolar de cuyo programa suprimió el mo- cho Jesús O. Nájera, Inspector de Instrucción, un número que consistía en la lectura de un bello artículo de Vargas Vila acerca del traidor Iturbide. La prensa censuró con justicia la estupidez de Nájera, y-este individuo, cre- yendo que las censuras prove- nían del Profesor Leopoldo Ro- dríguez Calderón que se ha dis- ting-nido por sus ideas progresis- tas y liberales, ejerció con este señor una venganza que, por lo ruin, es muy digna de un cleri- cal. En*-efecto; el señor Prof Rodrí- g-uez Calderón, que era Director de la Escuela Oficial Superior túm- 1 para niños, Director del Observatorio Meteorológico y Presidente de las Comferencias Pedagógicas, recibió de improvi- so la orden de entregar su Es- cuela á otro Profesor y al mismo tiempo el nombramiento como Director de una Escuela de 2a. clase del pueblo de Aldama. El Inspector Nájera hizo este cambio de acuerdo con el Gober- nador Creel, y con el Inspector General de Instrucción del Esta- do; pero el Señor Prof. Rodríg-uez Calderón no permitió que se le humillara, rebajándolo en su ca- tegoría, y renunció el empleo que se le daba en Aldama, por consi- derarlo incompatible con su dig- nidad profesional. El señor Profesor Rodríguez Calderón, á instancias de los pa- dres de familia, ha fundado en C. Juárez una magnífica Escuela Particular Mixta, con el concun- so de distinguidas Profesoras. El Señor Rodríguez ha probado ser hombre dig-no.-í-cualidad ra- ra en estos tiempos de abyección —y por ello le enviamos nuestro aplauso y recomendamos al pú- blico la Escuela Particular Mixta "Mariano Samaniego," que él di- rige, teniendo las aptitudes nece- sarias, pues es Profesor Nor- malista de la Escuela de Ja- lapa, y durante doce años ha ejercido el Magisterio estando siempre al frente de Escuelas de importancia. Silos Directores de la Insturc- ciófl Pública en Chihuahua si- guen como van, pronto llegarán á ser las Escuelas Oficiales per- fectamente inútiles, si no es que perniciosas. Clases de La Piofesora JosefaGuevara en- stíu Taquigrafía en dos meses. Precios cómodos. De 7.30 a. m á 8 3? p. m. ií»del Bosque No 19. México, D. F. Las coleras Del reyismo ER una oaraoterística del reyismo el coraje en sus maniíestaciones grose- ramente zoológicas. El coraje, que es noble cnando as yergne en defensa dfi un ideal sagrado de justicia y de li- bertad, desciende hasta oscular el lo- do cuando es el producto de la anima- lidad irritada. El reylsmo, cuyo programa encie- rra la satisfacción de los máa vulga- res apetitos, experimenta cóleras tre- mendas contra toda nobleza que se le enfrente, contra toda virtud que te- salga al paso impidiéndole que alar- gue el puño armado ó los dedos ra- paces. El reylsmo es atrabiliario. Bernar- do Reyes como pudiera haberlo hecho un sargento enfadado, golpeó alguna vez en Monterrey á un pobre hombre que le lanzó un ¡muera. 1 Reyes no fuá castigado porque la moral dictatorial prohibe reprimir los delitos de Ios- funcionarios. Reyes, lanzó después á sus esbirros sobre el pueblo que fue pasado á co- chillo en las calles de Monterrey el 3 de Abril de 1903. El gobernante sa- tisfizo sus instintos y no fue castiga- do. Durante el largo tiempo que lleva Reyes de desempeñar cargos oficiales, mil veces ha humedecido sus pufio* con la sangre caliente de mil víctimas, que no han tenido otra culpa que las- timar por medio de acciones dignas loa vulgares instintos del sátrapa de Nuevo León. Naturalmente un jefa atrabiliario debe tener secuaces atrabiliarios. Rafael Dávila, reyista, Diputado j yern© del Gobernador de Nuevo León, provocó hace unas semanas un escán- dalo en la Plaza de Toros de Monte- rrey. SIL insolencia fue virilmente castigada por un ciudadano que le hi- zo rodar desangrándose. El promo- tor del escándalo, Dávila, no fue mo- lestado por la policía. El ciudadano que lo castigó, Sr. Burchard, fue con- ducido ante la autoridad con todo eí lujo de brutalidad y de estupidez que distingue á los esbirros de Reyes. Aurelio Lartigue, reyista, Diputado y redactor del Periódico Oficial de Nuevo Leóo, golpeó A uno de sus arrendatarios en el barrio de San Lui- sito, Monterrey, pnrque no pado obte- ner completa la renta. El pobre arren- datario resultó gravemente herido por el harpagón Lartigue que t i siquiera fu* reprendido. Víctor Garza, hijo de Matías Garza Guerra,—contratista de la alimenta- ción de los presos de la Penitencia- Tía que hace negocio con Reyes,—es- candalizó á principios de esta semana en el pórtico del Teatro, amagó á 1-a policía con una pistola, injuriándola además con palabras propias del es- tado alcohólico en que se encontraba. Garza fue desarmado y conducido en coche—atención que no se tuvo para el Sr. Burcbard cuando escarmentó á Dávila— al puesto de policía Come es hijo del socio de Reyes no se le castigó como merecía, como tampoco se le castigó cuando en la casa públi- ca de una María Luisa hirió á un des- dichado turco que Be vio al borde del sepulcro á consecuencias de la herida. Esta vez, Garza no estuvo ni un día completo en la cárcel. No terminaríamos si enumerásemos todos los atentados impunes de los re- yistas. El día 30 del pasado Enero, en la cantina de Rafael Campa, situada en la esquina sudoeste de la Plazade Hi- dalgo, el lugar más céntrico de Mon- terrey, Carlos Berardi ex-Diputado y ex-Gobernador suplente de Reyes y reyista recalcitrante, hirió alevosa- mente á otro reyista, el Lie. Ignacio Sepúlveda, Oficial Mayor de 1» Secre- taría del Congreso del Estado. Se embriagaban alegremente ruando surgió una disputa,—cosa común entre los serviles,—y Bfrsrdi alevosamente dio alguaos pistoletazos en la cabeaa de su alcoholizado contrincante que cayó bañado en sangre Ya caído Sepúlveda, Berardi le disparó tres balazos y algunos más á la policía que le aprehendió Sepúlveda está gravemente herido en la cabeza y Be- rardl debe estar ya en libertad. M reyismo es rufianesco. Su id°al~- «i aií se quiere llamar á la torpe sed da goces brutales—es llegar al Poder Supremo paraentrpgarfe á todas las depravaciones. De ahí que los uortt- jet del reyismo revistan una uaracte- ríitlca de animalidad que los hace re- pugn&Dtei REGENERACIÓN". % Humanitarismo del Gobierno. «••«• Una visita a la Cárcel de Belén. No hace mucho habló "El Po- Parece que también dictó al- pular" diario subvencionado, de g-unas medidas, para que á la ma- »na visita que hizo Kamón Corral yor brevedad se reformen esas á la cárcel de Belcn. Según el pe- riódico de alquiler, Corral quiso vej" cual era la situación de los presos en esa cárcel inmunda, pa- ra mejorarla hasta donde fuera posible. E9a intempestiva filantropía de 'la Dictadura no puede menos que causar estrañeza, La Dictadura ha probado ser cruel y sanguina- ria. En estos tiempos llamados de paz y de progreso han alcanza- do auge, como nunca, ciertas cos- tumbres inquisitoriales que se- rían considerados como una des- honra por cualquier Gobierno que no fuera el de Porfirio Díaz. Están á la orden del día las con- signaciones al Ejército, que son siempre resultado del odio de los caciques hacia á los ciudadanos honrados. En muchos puntos de la Repúbicla existe la esclavitud, no perseguida, sino abiertamente «.poyada por la autoridad, como en Yucatán, donde el Goberna- dor Molina y los de su familia »on esclavistas. Esos infelices siervos, generalmente reclutados por medio de enganches, reciben un tratamiento infame, que no se da ni á las bestias. En las comi- sarías, en las cárceles, en las ciu- áades y en los campos, es cosa tulgar que se dé tormento á los desdichados que incurren en el odio, ya de las autoridades, ya de los amos, modernos señores feu- dales, para con los que la autori- dad es siempre complaciente. Se han gastado millones de pesos y ae han derramado torrentes de sangre para que el "vastoTerrito- rio Quintana Roo pasara á ser propiedad de cuatro favoritos del Autócrata. Los yaquis fueron despojados de sus termos y ahora son perse- guidos como fieras; se les hace una guerra de exterminio; se les asesina sin formación de causa, j para beneficio de tres explota- dores sin conciencia, se arroja so- bre la Patria el baldón de la bar- barie que se ejercita con una ra- za noble y viril. ~ tes la autoridad inauditas infamias: es 'homicida, es rapaz, es depravada Y de todo eso, especialmente de la jjuerra del.Yaqui, no se horrori- za Ramón Corral, que reserva su .humanitarismo para hacer una risita á la cárcel de Belén, dando lugar á los comentarios bombás- ticos de la prensa asalariada. Lo que "El Popular" ha publi- cado acerca de esta risita, nos da una magní6ca oportunidad para demostrar la barbarie con que sos ha tratado la Dictadura, y es- ta demostración de la brutalidad del Gobierno, apoyada en un tes- timonio oficial, es la mejor con- testación que podemos dar á al- gunos canallas que nos ban acu- sado de cobardía, asegurando que nuestra política es una política sin peligros ' Dice "El Popular:" LAS BARTOLINAS. "En primer lugar, el Sr. Corral tuvo deseos de conocer los depar- tamentos de bartolinas, y para ellas se dirigieron, empezando por las de la parte baja que se- guramente son las peor acondi- cionadas, principalmente en hi- giene. Una por una fueron, abiertas en presencia de los visitantes, que demostraron muy á las claras el disgusto que su vista les causa- ba. En seguida pasaron á los de- partamentos de la parte alta, don- de se hallan otras que si no son propias para el uso á que se l.es destina, en cambio resultan mag- níficas, comparadas con las de la parte baja. El señor Vicepresidente mani- festó su disgusto, principalmente por la falta de limpieza que acn- san los calabozos mencionados. bartolinas, que son una amenaza de muerte contra los infelices que tienen la desgracia de perma- necer en ellas." Ahora bien; nosotros estuvi- mos en esas bartolinas y sufri- mos esa amenaza de muerte de que habla el subvencionado. Para nosotros no hubo humanitarismo, y no porque el Gobierno descono- ciera nuestra situación en esas bartolinas infectas, pues se la hi- cieron conocer nuestrosdefenso- res y casi todos los periódicos de la Capital, aun los clericales, ha- blaron del asunto, declarando que era indigno de un país civilizado el trato refinadamente infame que se nos estaba dando en la pri- sión. De sobra supo el Gobierno como estaban las bartolinas de aba- jo, pero nos tuvo en ellas lo más que putlo, quizá con la caritativa intención de aligerárnosla pesada carga de la existencia. Dice también "El Popular:" LAS GALERAS. "Saben mi estros lector es que los departamentos de este nombre son destinados á dormitorio de los reos. pri- dos Por todas par- se mancha con Hay cuatro ó cinco en la sión de Belén, y entre ellos jastante grandes, pero insufi- cientes para contener el crecido número de individuos que por las noches duermen allí. Esto da lugar á grandes aglo- meraciones que redundan en per- juicio de la salud, y hacen aquel lugar de descanso uno de los más peligrosos y fáciles de propagar cualquier mal. EISr. Vicepresidente hizo no- tar la conveniencia de establecer otra galera de grandes dimen- sipnes donde cómodamente cu- pieran los presos." Alguno de nosotros fue obliga- do á vivir por meses en estas ga- leras, que son de lo más fétido que existe, en ese lugar peligroso, como las llama el periódico vendi- do. En todo país culto el periodista á quien se atribuye un delito de prensa, goza de ciertas conside- raciones y no se le confunde con l o s criminales vulga- res. Solo en México los peno distas independientes, como nos- otros, son encarcelados aunque no cometan ningún delito y son tratados en la prisión peor que los asesinos y los incendiarios. Estos hechos no hablan en fa- vor de la civilización mexicana, y hacen irrisorios esos alardes de filantropía con que la Dictadura pretende ahora deslumhrar á los candidos. Por otra parte, lo que copiamos del mercenario "Po- pular" es un testimonio de que en nuestra labor de periodistas honrados hemos tenido que afron tar algunos peligros. íío somos afectos á hablar ái nosotros mismos, pero tampoco podemos tolerar que la canalla nos calumnie y nos denigre im punemente; y ya que la oportu ni dad se nos presenta, la apro- vechamos para exhibirla bruta- lidod con que el Gobierno nos he tratado. Así juzgará el públio si en nuestra lucha contra la opresión, la cobardía ha estad de nuestra parte 6 de parte de 1 Dictadura. Consideramos que la visita d Corral á la cárcel de Belén no e más que una farsa, un pretexte para el bombo, un timo de hu manitarismo, que probablemente no tendrá ningún resultado bené- fico para los desdichados que per- maneen en esa inmunda prisión Sin embargo, si acaso se realiza algunas mejoras, lo celebrare1 mos y aun lo admiraremos, pue siempre nos causará profund extrañeza que la Dictadura, ta ensangrentada, tan cubierta d infamias, se preocupe alguna ve por la suerte de los desgraciados ü Impopularidad de lo» cientlBcoi* No solo hay corrupción en las al- tas esferas de la administración de Emilio Pimentel. En las bajas ca- pas deesa funesta administración hierve el mismo vicio que corroe al Gobierno de la Nación, como una llaga que hiede á pesar de la púr- pura y del oropel de los déspotas, Hay en Oaxaca uii Tesorero Municipal, hechura de Pimentel, llamado Luis Benavides. Este in- dividuo se distingue por su inutlli» eja saquear! En la Tesorería,— uando tiene que ocurrir á elln,— omprende que es necesario dejar- e explotar por esos parásitos para vitar recargos injustos, órdenes rbitrarias de embargo y otras mil nolestias, Es natural que á ejemplo de las rimeras autoridades los empleados uferiores quieran medrar en sus ¡mpleos. Habiéndose enriquecido n sus puestos el Dictador, los Go- ern adores y todos los funcionarios de elevada categoría, es claro que os subalternos deseen tener parte n el botín que ofrece la República saqueada. Además, en Oaxaca, le cientifitis- no lia dado el ejemplo de cómo se ie explotan los puestos públicos. A esa conducta inmoral debe el ienlijirismo su desprestigio. Por eso es repudiado Pimentel y antipa- iza Ramón Corral. En uno de nuestros números an- teriores exhibimos á la vergüeuzm pública una explotación repugnan- te que se ebtaba haciendo con los retratos del foiiculario Ramón Co- ral. Esa explotación consistía en vender esos retratos á las autorida- des de todos los pueblos de la Re pública, haciendo uso de cierta pre- sión para obligarlas á comprar. En el Estado de Oaxaca es odia- do el cientificismo y por eso la venta de retratos del insignificante Corral ha sido exigua. En Silaca- yoapam y otros muchos Distritos no se puda vender ni un solo retra- to. Eso significa que es inútil querer prestigiar y popularizar de un mo- do que resulta ridículo, á indivi- duos que están á inmensa distan- cia de vivir en el corazón del, .pue- blo. Por falta de espacio nq entramos eu otros detalles de la adtninibtra- ción pimentelista. En el próximo número ID haremos. A los presos se les trata con crueldad. No se les permite fu- mar ni hablar, y el que es sor- prendido haciendo alguna <le es- tas dos cosas es flagelado sin pie- dad, despojado completamente de sus ropas y encerrado, eü un separo rigurosamente incomuni» cado por dos, tres 6 más meses. Por la más leve falta y las más de las veces sin causa, se apalea cruelmente á los presos. El Direc- tor de la prisión, un tal León Bo- lado Garza, goza apaleando per- sonalmente. Olegario Molina ha dispuesto que se maltrate á los presos, pues cree que mienttaa más se les maltrate se conducirán me- jor. Molina atropella la Consti- tución que prohibe los malos tra- tamientos en el interior de las prisiones. Cuando un sentenciado pide la reducción de sti pena por haber observado buena conducta, su so- licitud es rechazada rotundamen- te por Molina, y desde ese mo- mento el preso es objeto de toda suerte de maltratos. Cuando un procesado obtiene •»»» su libertad por considerárseleinocente, Moliua ordena que se retenga al preso por todo el tiem- po que se le antoja, burlándose de ese modo la resolución judi- cial. A los presos, aun á los proce sados, no se les permite que sus familias ó amigos les hagan algún obsequio, ya sea de ropa, de di- nero ó de comida, y la correspon- dencia es violada Director Bolado. por el imbécil Al preso que se queja del mal- trato sufrido, se le agobia á palos. Sería largo referir todas las in- famias á que están sujetos los desdichados presos en Mérida, infamias que Olegario Molina or- dena que se cometan y que son fielmente llevadas á efecto por el rufián Bolado. La administración de Molina se distingue por su inmoralidad y barbarie. sidente Municipal del pueblltMnan-, dóála Cátcel d un individuo que había cometido algunas faltas; sú- polo el Secretario de Iraljrá, y (Júe rleado hacer alarde de poder, orde- nó que se pusiera.en libertad al fal- tlsta, a lo, que uó accedió el Presi- dente, diciendo al 'Secretjarfó'tjue'¿i mandaría en su oficina de 'fehua* can, pero que en Coápárá, ^tras eran las autoridades,y no tenía qué meterse con ellas:., Esta conducta enérgica y muy puesta en razón, encolerizó al Secretario y 6 sus cotn- parleros los empleados de Iralda, quienes ordenaron á la policía que aprehendiera al Presidente Munici- pal. Este, viendo la actitud agre- siva de. los del Secretario, mandó tocarla campana,del pueblo, reu- niéndose mucha, gente con actitud hostil hacia ,1a policía. Se dio avi- so de esta desavenencia á Iralda, y el terrible Jefe Político á la cabeza de un piquete del 99 de Rurales, y perfectamente ebrio, llegó al lugarde los acontecimiento, aprehendiendo á multitudes de personas á quienes condujo á cintarazos, poniéndolas rigurosamente incomunicadas en Tehuacap. Al día siguiente. Iralda hizo sa- ber al Presidente Municipal de Coa- pam que solo mediante una multa de más de cien.pesos, podrían que- dar libres todos los aprehendidos la víspera. Naturalmente, la inulta se pagó, ingresando desde luego á los bolsillos del enérgico Iralda.. , En Ahuacatláa, el Secretario del Ayuntamiento, un Don Gonzalo González, es un insoportable tira- nuelo, que hace y deshacelas cosas á su antojo, sin tomar en cuenta ni á las autoridades superiores á él. Hace poco tiempo que el Presidente Municipal mandó encarcelar á un individuo que habia hecho gran es cándalo en la via pública, y el Se- cretario, sin hacer caso de lo dis- puesto £or su superior, puso en li - bertad a aquel individuo. Este Secretario González había desempeñado igual empleo en Olín- l dd b ó éi La Inmoralidad en Puebla La presencia de Mo- Poder es un ultraje dad y ia complacencia que tiene pa ra consentir las faltas de sus em pleados. A las órdenes de Benavides están dos covachuelos llamados Miguel Cil y Adalberto Avendafio. Estos individuos son para el comercio de Oaxaca una verdadera pesadilla. Abusando del poder que tienen para mortificar de algún modo á los co- merciantes con motivo de las con- tribuciones, entran á los estableci- mientos de comercio como á país conquistado y toman de ellos lo que apeteceu, aguardiente, comida, ro- pa, etcétera. I Infeliz del comerciante que no se La "barbarie en Yucatán Olegario Molina sabe bien que los- puestos públicos son en las actuales circunstancias un filón inagotable, y por esa razón está poniendo en juego toda su activi- dad para lograr que la Legislatu- ra de Yucatán reforme la ConsT- titución del Estado en el sentido de instituir la reelección del Eje- cutivo. El lo del pasado Enero se veri- ficó la apertura del nuevo período de sesiones de la Legislatura Molina leyó su mensaje, bacina- miento de embustes hi] ócríta mente disfrazados, y cuando ter- minó la fastidiosa lectura, hizo uso de la palabra el Presidente del Congreso, Arturo Castillo Rivas,—abogadillo que Molina sa- có de la obscuridad haciéndolo ocupar distintos y cada vez más elevados' puestos,—en contesta- ción al- mensaje. El abogadillo halagó la vanidad de Molina con frases empalagosas que envolvían la más servil adulación y termi- nó su discurso ofreciendo la ree- lección al tirano Entendemos que el pueblo yu- cateco no permitirá que Molina se reelija, lina en el que los yucatecos no deben per- mitir Molina no ha hecho ningún bien-al Estado. Bajo su admi- nistración se mutiló al Ertado arrancándole las dos terceras partes de su territorio. Bajo su gobierno la esclavitud ha llegado hasta el escándalo en las fincas henequeneras. Bajo su Gobier- no se ha acrecentado la miseria del pueblo. Todos los ramos de la admi- nistración están desatendidos porque los funcionarios, á ejem- plo de Molina, solo buscan la ri- queza. Tenemos en cartera datos que demuestran nuestro aserto, pero por hoy solo daremos á conocer el lamentable régimen que se ob- serva en la Penitenciaría "Juá- rez." Contra todo derecho, los proce- sados dependen del Ejecutivo; son encerrados en calabozos hú- me'ios y obscuros; se les obliga á dormir en el suelo; son obliga- dos á trabajos forzados que des- empeñan durante doce horas dia- rias;en los talleres se Ie3 obliga á estaren continuo silencio y ate nerbaja la vista. La alimentación de los presos se compone de garbanzos y frijo- les podridos, porque lop encarga- do de procurar la alimentación, se embolsan una parte de lo que corresponde á los prisioneros. Do» veces al día se reparte esa ezquina ración. Autoridades sin pudor. El susceptible Mucio Martínez que manda á la cárcel á un perio- dista, simplemente porque el perio- dista es honrado, reserva los pues- tos públicos para quienes más se distingan por la falta de esa cuali- dad. Bajo la Dictaduia de Porfi- rio Díaz, la honradez estorba. Parece que por recomendación de Martín Caclito, Mucio Martínez hizo Jefe Político de Tehuacán, Pue,, á uu tal Maurilio Iralda, oriundo de Tlaxiaco, Oax, donde tío hace todavía muchos años que ejercía el modesto pero honrado dfi- cio de mozo de cordel. Hoy qbe la fortuna lo ha elevado un poco, 'e ha entrado á Iralda el mareo, y Febriiwy 4 th 1995. Subscripción ratea; ,« Periannúmu ¡• '. $ Perómonths. . .; C1OÍ2 00 gold; 10 „ • VDÍtedtór '#' Propietario Ricardo flores Magón. p g p tla, donde observó tan pésima ducta que el pueblo en masa le hi- zo una guerra tenaz, le probó todos sus malos actos y lo hubiera condu- cido hasta la Cárcel, si González no hubiera opiado porhuir, , POT dos años no se supo de, él, pero con el cambio de Jefe Político de Zaca- tlán, volvió González al Distrito, obteniendo la Secretaría Municipal de Ahuacatlán, donde se ha hecho » Se publica loi «Abados, El número »uelto vale cinco centavos oro en los Estados Unidos del Norte y dloz centavos pla- ta ontoKspAbllc* Mexicana. . . . • Los precios d« subscripción »on como «Iguo: • En tos Estados Unidos dol Norte por fin Mines- tro, pago «délanudo—*—- $• V, 10 «ró. ' ' Por un «lio, pago adelantado • 2. 00 oro. j En la República Mexicana por un somestre MBOadeWitado—h $ 2. tOplsta. .fot un a5o, cajo adelantado 4. SO „ El clonto da olomplsros valo para los Atentos: En la República Moxlcana. $ 7..00 plato. ' En los Eslárfbs Unidos dol No'rte-^' 3l ÓQ oró. Los onvtoá de dlhard puedan bacana por Ciro Postal Internacional, por Express, err Billetes da Banco 6 en Timbres Postales. . NOTA. Estos precios se aplican d lo< pefsonoa qy& mandan pagar directumm- te sus subscripciones s»n necesidad de co- brarles. ' ' A las personas á quienes ¿nviemos núes tro periódico y no manden pagar, se ke cargará un vevnte por ciento sohre ¿os prt¿ rio» arriba expresados. Para iodo asunto dirijirse ai Director. odioso por abusos. sus graves y continuos Succeptible habia de ser Mucio "Martínez para quitar á los picaros de los puestos públicos y no para perseguirá la prensa honrada. •+»•» La Eiajtieiáail B Presupuesto. MEJORAS MATERIALES HlPOTÉTICAé. ya se sabe lo que es un ser mezqui- no acometido por el delirio de gran- deza. Desde que Iralda ocupa la Jefa- tura se ha dedicado á abusar. Co- menzó por remover á cuanto em- pleado digno había en las oficinas, y los substituyó con gentes de su confianza, ó sean instrumentos de sus explotaciones. Iralda hace ne- gocio con las multas y se ' reserva para su bolsillo lo que paga men- Mialmente ui Sr. Prada poi tener el juego de albures en una cantina céntrica de la ciudad, asi como tam- bién lo que pagan las pulquerías y las casas de asignación, aparte de fuertes sumas que exige á algunos, amenazándolos con enviarlos al Ejército. Por $ioo, - ó $200. -da per- miso á los enganchadores para que saquen gente con destino á las fin- cas henequeneras de Yucatán y á la Costa de Veracruz donde los en- ganchados, como es bien sabido, son tratados peor que bestias. Nin- guno, antes de Iralda, había bus- cado rendimientos de ,ese, inicuo tráfico de carne humana. " El Jefe Político se rodea de gente digna de él. En los Ayuntamien- tos del Distrito ha colocado á indi- viduos déla peor ralea. Un tal Goizueta que está procesado por robo, alcanzó el favor del Cacique, y está empleado en los teléfonos co mo celador de la linea, que nunca revisa y que está en pésimo estado. Pocas veces se encuentra Jralda en su oficina pues por lo regular anda ea giras campestres ó está en una oonocida casa de asignación, donde casi vive, sin el menor respecto á la sociedad. La depravación y la in- moralidad de este mal funcionario son inauditas: en pleno Casino ha hecbo víctimas de sus arrebatos eró- ticos á damas repetables, y es pú- r lwo y notorio que valido de su po- sición oficial pretende obtener los favores de las Sritas. Prolesoras del Dis'ríto. El dÍH 8 de Enero tuvo lugar en el pueblo de Coapani, cercano á Tehuarán. la fit staque anualmente se celebra allí, y a la que concurren muchas familias de Tehuacán, En- tre los que tueron á Cnapan), esta, bao los empleados de Iralda, que, á ejemplo de BU amo. pe embriaga • ron botante. Sucedió oue el Pre- En el periódico oficial del Estado de Morelos, de fecha 17 de Diciem- bre de 1904, se publico un decreto que en lo esencial dice: Artículo único,—Se amplían las Partidas números 30, 112, 202, 490, 49i» 533. 534, 535. 536, 537- 555. del Presupuesto út Gastos vigente, en las cantidades que á continua- ción se expresan. Y entre esas partidas,se hacen notar la 534, que, ,se .amplía .en. $16,40Ó; 37, y la 536, que se am- plía eu $12,900.00. La elasticidad del Presupuesto, de que se aprovechan con exceso todos los actuales Gobernantes, es con frecuencia utilizada por el tin- terillo Cañas, consejero y favorito del Gobernador Alarcón; pero su- cede á veces, como en este caso, que no pasa la pildora, por demasiado gorda. Se aumentan $29-300.46 en dos partidas, dizque paia mejoras mate- riales, pero todo mundo se pregun- ta donde están esas misteriosas obras que se han construido en Mo- relos, y nadie da con la clave del enigma, que está en los bolsillos de Alarcóuy Cenas. Se afirma que en Cuernavaca se hacen unos túntles para extraer agua para surtir la población. El que conozca esa Capital, incluso el Dictador Porfirio Díaz, sabe perfec- tamente que de un lugar llamado «ojos de Gualupita,» hoy Paique «Carmen Romero Rubio dé Díaz,» nacen abundantes fuentes de agua, que entubada y bien repartida, po- dría satisfacer el consumo de Cuer- navaca, aunque esa población tu viera seis veces más habitantes de los que ahora tiene; pero Cañas ro- bó al pueblo de San Antonio, inme- diato á Cuernavaca, el caudal de agua que tenían aquellos habitan- tes para su uso doméstico y rega- dío de sus huertas, á fin de servirse de esa agua como fuerza motriz pa- ra su Empresa Eléctrica; y esto es la causa de la invención y cons- trucción de los referidos túneles. En las principales poblaciones del Estado de Morelos se rematan casas que se encuentran embargadas por contribuciones, y paran en podeT de lo» hijos del tinterillo Cañas y de los hermanos del Gobernador Alar- cón. Gentes de esta clase necesita Por- firio Diez & su servicio para soste- ner BU Dictadura. II Timo de las Cantinas. Gobierno de un tuocbo. La inmoralidad administrativa es característica de los Gobiernos tirá- nicos, Ddnde la ley no existe, doá- de la Voluntad del pueblo es ún mi- to, dpndeno hay respeto ni temor á la opinión pública, es natural que los,fuucionarios abusen y las auto» ridades sé extralimiten en el ejerci- cio del poder. Porfirio Díaz colocó en el Gobier- no de Aguascalientes. á Alejandro Vázquez del Mercado," que ño tiene más méritos que ser mocho y adic- to al Autócrata. Vázquez deTIMer- cado ha colocado á su vez en los puestos públicos á individuos qué le son adictos y loayudan á sostener la tiranía ,pero que carecen por comple- to ,de las aptitudes y moralidad que en un Gobierno honrado serían in- dispensables en los empleados pú- blicos. ' 'v La nota sensacional de Aguasca,- lientes, ea estos últimos días, ha si- do la prisión de varios caballeros, nacionales y extranjeros, de lá bue- - na sociedad, que fueron víctimas del timo de las cantinas, invención reciente enque la Jefatura: Política ha encontrado una mina para arbi- trarse recursos. El timo es sencillo. Se manda que las cantinas se cierren á las nueve de la noche, y si no se cie- rran precisamente á esa hora, si du- ran abiertas un minuto más por despachar á los últimos marchantes, porque no se oyó la campana del re- lox,-6 porque algunos amigos se quedaron conversando adentro, lle- ga la policía, que está en contúma observación, y se lleva á cuantos encuentra. De aqui provienen las multas. Las disposiciones vigentes de po- licía sólo penan al propietario de la cantina que las contraviene; pero seguramente paia.-hacermás fruc-; tuoso el timo, forja el Inspector de Policía un parte falso, que el Jefe Político sostiene á capa y espada, y los amigos ó parroquianos del can- tinero van á la cárcel por ebrios y escandalosos, por injurias á la poli-, cía ó por tahúres de profesión. Se siente en la sociedad bastante malestar, que aumenta de día en día con las arbitriariedades que co- meten varios personajes, pequeños algunos como los comisarios y el Al- caide de la Cárcel* que tiene instin- tos neronianas; mayores otros como el Inspector de Policía, que se rige por los reglamentos dé la ciudad de México, en desacuerdo completo con los de Aguascalientes y otros más altos aun como el Jefe. Político, que ha tenido la habilidad de ha - cerse odioso en el cortísimo tiempo que lleva de desempeñar su encar- go, y como el Gobernador Vázquez del Mercado que tolera y sostiene á todos esos malos servidores del pue- blo. La Jefatura Política es un puesto delicado, qne solo debía confiarse á personas honorables, de ilustración y criterio, educadas y apreciabies; y no á hombres como el actual Jefe Político, que no teniendo en su abono más que una carta de reco- mendación y un -carácter altanero y despótico, ha caído muy pronto en el más absoluto desprestigio. El timo de las cantinas no lo bon- r^ por cierto ni honra tampoco á la yá bastante mala Administración de Vázquez del Mercado. Hogar feliz—» , El hogar de nuestro amigo D. Jaco- bo Ayala Vlllarreul y eu npreclable esposa la Sra. Juana de Ayala Villa- r-real, de Laredo, Texas, e»t& do pís- ceme» por el nacimiento, aoaeoldo el 16 de Enero anterior, de una nlnita & la que se pu«o el nombre de Jacob», Felfelterooí ¿lcidlcboios pidrcí. REGENERACIÓN DILEMA. , La (uarza os «1 derecho de las boetias. . ' . ' ¡ Y ese derecho de las bestias es el hoy priva sobre el mundo; Bu este momento de estupor y de desolación universales, en que ..¿óu sus manos negras las tinieblas «ierran el horizonte ante uuestros ojos hambrientos de esperanza, no •e ye por todo el haz de la tierra •ltío'ldsfuerzas tumultuosas del, pi- llaje preparándose át cbi¿l>ate 6 marchando á la conquista. \ " ' Gbiño inmensas aves 'de, presa» ellas caen sobre los pueblos iner- mes 6 desprevenidos y' los devo- ran; impasibles ante esos vencidos que piden ¡gracia 1, cerrados los oí- dos al clamor ,det todas las miseri- oordias v Con las águilas y los vientos des- cienden en tromba impetuosa la muerte y la desolación sobre la tie - rrá, , ,,' , ¿ e ellas es el dotolriio amplio del inundo, que tiembla bajo este deseo inhumano.de rapiña y de extermi- nio, Las turbas carniceras pasan sem- brando la muerte, y Su espada se retuerce, asesinando la libertad en las profundas fuentes de la vida. Y ya.feliz ,1a .conquista, hermana sitibunda de la muerte por entre el polvo de los pueblos que su arado iebibró de infames ruidas,1 extin- guiendo en ellos "todo germen ya- lioso de vidas futuras . , - . , , En Filipinas, la taza vencida es exterminada por el agua, hierro y por ei fuego por el .Na- iie, ni los niños de pecho, obtienen gracia ante los conquistadores aira- los, bajo cuyos pies de bárbaros «eptentrionales perece una civiliza - cion de biglos, , . . . Entre la gíe- )}Á'ensangrentada yace el corazón Ae\o$ héroes,' exterminados por la conquistad Los herederos de Wash- ington eclipsan el horror de los conquistadores asidos. Y allí don- de'no llega la pica de Atila, ascitn- éé 'lentamente la muía de Filipo. Vencen por el oro los corazones que no fueron dignos de ser traspasados por el hierro, y deshonran las almas que tío fueron dignasde morir. . . Comprar la victoria al precio del crimen no es comprar la gloria, es deshonrarla. alemanes en África, aun cas- tigados por la derrota, marchan á exterminar las razas inferiores¿ que no son capaces de civilizar y tienen tiempo de deshonrarse por mano de sus príncipes, entregados al heroico tport de hacer blanco de sus tiros el cráneo de los vencidos indefensos. Y así deshonrania civilización; en w&epopeya que no puede ni siquie- ra apellidarse barbarie, porque le falta el hferoismo, que ha sido siem pre la virtud de la barbarie. , Bn el Transvaa!, la raza vencida perece ó se dispersa, recofdando No hay más salud para el venado que • , (una y es no esperar del wncedor ninguna Xa China siente él esfuerzo de la conquista desesperada, ensangren- tar sus campos y profanar sus tem - píos, Y espera el fin- del duelo formidable para saber quién ha de áevorarla, ,qué,,.fa.uces mutilarán Ja " coíá'dérdragóni I,os valles silenciosos y monaca- les del Thibet ¿no han sentido bajar hasta ellos y caer sobre el palacio de los Lamas las águilas de la con- quista, descendiendode sus altos cerros, furiosas como si las crestas de las montañas sagradas hubieran aido piedras para afilar sus garras? El espíritu de los conquistadores •parece presa de una embriaguez de »agre . . . . y como leones en la «elva entran en el pillaje. El contagio bélico gana toaos los corazones, i,os grandes gestos de la violencia y la conquista llenan el horizonte. No se ven sino manos tendidas hacia la rapiña y hacia la muerte. La crispatura de "la codi- cia y del coraje descompone los ros- tros/sobre los cuales la muerte de Caín recuerda el horror del hombre primitivo. Las palabras han per- dido su significación augusta. No se habla si ao de héroes, es decir, de kombres de violencia y de matanza' Los más sangrientos gestos del fu ror humano se consideran bellos. Y la barbarie hace recular, asom- brada, la pobre piedad humana á los límites del olvido. ¿Qué podrán contra estos hechos abrumadores y tangibles las sonori- dades oratorias de los apóstoles de la piedad y de la paz? Nada. I$s la hora del furor en los fuer- tes. ¡ La hora del temor para los débi- les! Ellos son los acechados. ¡Y serán los devorados! {.Qué piensan ante este movimien- to de regresión á los instintos pri- mitivos los pueblos de la América latina, tan débiles y codiciados, ya mutilados y vencidos? Marchando de espalda por un lla- no eín senderos, acorralados entre (a selva y la conquista ¿qué piensan? Ante esta condensación de peli- gros que desciende sobre ellos, ¿bao de permanecer inmóviles, aguar- dando la ola negra que ha de devo- rarlos? v ¿Permanecerán inertes ante este huracán de catástrofes que^Uena el mundo y conmueve las más hondas frpfundidades? ¿Volverán los o jes hacia el peligro y mirándolo de frente sabrán esqui- varlo ó vencerlo? ' " i ¿Cuál es el peligro de la América latina? , El, PSUGRO Alguien, desde lo alto de sus so- berbias' demencias» 'denunció al mundo occidental el peligro amari- llo. Y la Europa se prepara contra él. Esas olas de tártaros feroces que caen, con el rostro contra el suelo, en los fangosos llanos de Mandchu - ria, son algo más que las vanguar- dias del pillaje. Esos esclavos ar- mados, bestias de pasividad, que caen así en montón anónimo é m- forme, los puños alzados contra la suerte adversa, al pie de los muros negros y las fachadas de oro áe los lós'grándes templos mongólicos so», )a muralla que levanta el miedo de una raza amenazada y decrépita, frente al empuje, de, otra raza que avanza con el esplendor de un sol levante, • ' ' • ' ' En ese mar de sangre se ahoga la rebelióu de un crepúsculo contra un cielo oriental resplandeciente de au- roras. • Y he aquí que hace cerca de tres lustros yo vengo anunciando á los pueblos latinos de América el peli- gro yankee. Y con sus ojos turbios por bru - mas de esclavitud ellos no lo vie - ron. Desde la soledad de mis dolores y mi ostracismo, sobre las playas del infortunio y del destierro, por todos los climas donde la tempestad em- pujó mi barca, mi grito anunciador y denunciador no se ha callado . . . . . Donde quiera que he puesto el pie he hecho tribuna de las tablas de mi barca rota por los naufra- gios, y desde ella he anunciado á la A marica hispana la llegada de los bárbaros. . *. . . Ella no me oyó, Y los bárbaros llegaron. Ellos han quitado los más bellos florones á la Corona secular de la la- tinidad, vencida y dispersa en las selvas del trópico. Ellos hatr mutilado á México, aprisionado á Cuba, conquistado á Puerto Rico y despedazado ~á Co- lombia con el Tobo audaz de Pana- má.- -• ' . ' . - • . El águila azteca tiene ya una ala rota y aprisionada eu el pico del águila sajona.— La estrella solitaria cautiva, cayó, como un pez dormido, en la red de uro de aquellos pescadores de pue- blos. Las turbas hambreadas y esque- léticas .que en diaria dolorosa emi- gración dejan las costas de Puerto Rico, anuncian al mundo cómo la raza invasora y rapaz persigue, ani quila y destruye la pobre raza ven - cida, que se'les entregó allí como un rebaño. . La irouía cruel del. insulto.res- ponde al gemido de los que, deba - dándose en una tenaza de Hércules, osan reclamar el derecho sagrado de la vida al derecho brutal de la conquista. Eu Panamá no es la raza latina la vencida y humillada: e\la no ha- bía echado allí raíces. Pero mueve á piedad esa triste raza negra creci- da allí en aluvión cosmopolita, sor- prendida y vendida al yankee por las manos delictuosas de un ,cucio aventuiero. Aquellos tristes siervos del Océa- no que Buneau Varilla vendió en Washington á tanto por cabeza co - mienzan ya á temblar bajo el látigo del amo La raza conquista- dora romperá pronto bajo sus pies ese triste girón de razas africanas abrumándolas con la misma ley del desprecio, que hace de^negro ame- ricano el más doloroso de los pa- rias ¡Pobre pueblo vencido! ¡Triste fragmento de Colombia despedaza- da! Mutiladores de México, expolia- dores del Istmo, ellos tienen el cue- llo de la América prisionero con esa tenaza formidable. Y continúan apretando y estran- gulando á esos pueblos que se deba- ten prisioneros en ese círculo de hierro, amenazando su exigencia efímera que, despojada de la fuerza parece no tener una sombra de de- recho para cubrirse. ¿Cómo alzarnos cómo organizar- nos, cómo defendernos ante esta.- avanzadas de hoy. débil anuncio de las que vendrán mañana paTa des- pojar, anonadar y extirpar nuestra raza vencida sin fuerza y sin cohe- sión? ¿Cómo prepararnos para residir y para vencer ame esta alba profunda. «Iba át sangre, ame este enigma de fuego que no» cerca, poniéndonos el pavoroso dilema de luchat 6 abdí- carf Vencer ó dtsapatecer. No es posible otra solución. ¡Vencer! ¿Y nuestra debilidad? Pero ¿por qué somos débiles? Porque estamos aislados, oisjun- tos y dispersos, Y así, extraviados, divididos, di- seminados:, como tribus aventadas por el huracán de una maldición bíblica, somos un campo abierto á la conquista, y con los ojos cerrados ante el abismo, nada pensamos, na- da hacemos párá organizar tíos an- te la invasión de los bárbaros, para repeler á ,Atila y á Agárico, para es- cribir con nuestra prudencia pági- nas de previsión antes de desapare- cer, escribiendo un poema rojo de heroísmo estéril ante la obra inexo- rable de devastación que viene so- bre nosotros. El dolor tiene admoniciones trá- gicas. Inclinados sobre el abismo, como siutiendo el eucanto del vértigo, los pueblos de América parecen uo es- cuchar la advertencia que el destino les hizo cuando con la mutilación de Colombia la lanza'de los barba - ros se clavó en sus entrañas. ¿Cómo no oír este toque de clarín que compendia toda nuestra vida en su siniestra vibración? Prever 6 desaparecer. ¿Y cuál es la palabra de previ -' sión? L A UNION. 1 Unión de esos pueblos todos bajo! el estandarte glorioso de la raza. Unión estrecha y fraternal de los | pueblos de la América latina, basta hoy ferozmente encelados y disper- sos. Unión de esos países con la madre patria, unión estrecha y fi- lial ante el espanto y el peligro, frente al furor y al odio del contra - rio. Aproximación á la Italia y á la Francia, las dos hijas mayores de sú raza. • Como una continuación del Con- greso Hispano-Americano, reunido en 1900 en Madrid, convocar un Congreso Ibero-Americano para reunirlo en Caracas. Santiago ó Buenos Aires, con diputados de Es- paña y k América latina, exclusiva- mente, sin mezcla exótica' con la raza invasora y voraz, como ha su- cedido en todos los Congresos' del pérfido pan-americanismo, ideado por el yankee y secundados por nuestros políticos intonsos y pueri- les. . . . Invitar á ese Congreso de pensa- dores, publicistas y periodistas que en Francia y eu Italia secundan es- te pensamiento déTa unión. Promover de una manera cons - tante y pertinaz el movimiento de una grande emigración española é italiana hacia nuestros bosques ubé- rrimos y nuestros llanos desiertos, Y para ello dar nuevas y generosas leyes de emigración que no con- viertan en parias desventurados á aquellos que van hacia nosotros en busca de trabajo y de fraternidad.A la diplomacia protocolaria, apo- Hilada y vacua, suplirla con una mejor organización consular, activa, ilustrada, conocedora de las necesi- dades comerciales, industriales y agrícolas, de esos países, y los de aquende el mar. Dar, por.medio de tratados espe- ciales y de nuevas leyes aduaneras, las mayores franquicias posibles al comercio de España y los otros paí- ses de la Unión, hasta boicotear y colocar en una inferioridad marcada el comercio yankee y germánico, que tiene acaparadas las mejores plazas de nuestra América. 'Promover con el intercambio de productos el intercambio de ideas, y unirnos por los intereses, por el ce- rebro y por el corazón. Aliarnos, es decir, amarnos y ayudarnos. Unirnos, es decir, salvarnos. He ahí la obra. Trabajar por ella es la única obra digna de los hombres de Estado, los pensadores, los conductores de con- ciencias, «n esta época menguada, en que todo se empequeñece, hasta los más altos ideales, y en que entre la polvareda de una ruina total, nuestros pueblos parecen haber per- dido todo: hasta la conciencia de la vida. En necesario no coasentir en esta muerte social, en este desapareci- miento lento de la raza, en esta to- tal abdicación de los corazones, este envilecimiento de las almas, que no muestran ante el peligro sino el ine- luctable horror de una absoluta in- diferencia. Es necesario reaccionar contra la inercia de esos pueblos que, renun- ciando á las justicias humanas, pa- recen esperarlo todo del milagro, y sólo traen con su marasmo un acre- centamiento mayor de sus calami- dades. Es necesario arrojar al abismo el hacha mellada de las ideologías, é ir directamente á la acción. Nuestros invasores son los zorros escapados de los arenales de Carta- go. nosotros somos loba iones de los del Lacio y cachorros de los leones de Castilla. Sepámoslo probar. Frente á los mercenarios de Atníl- car aléenos la sombra de Rscipión. Mexican News and Advertising BurEau. 415 M A I N AVKNUK, — P. O. Box 627. The papers wishing to obtaiu advertising of American busincss liouses should send their rateS to us. The advertisers toa y direct tuemselves to us for rates in both Spanlsh and American publications. AARON JOHNSON. MAJNAGER. Mexican News and Advertising Bureau. 415 MAIN AVENUE P. O. BOX, 627. Los periódicos mexicanos que deseen buscar anuncios de casas ame- ricanas, deben enviarnos sus tarifas y condiciones. Los anunciantes diríjanse á nosotros en solicitud de precios de avisos en periódicos tanto mexicanos como americanos. AARON JOHNSON, GERENTE. Es necesario combatir al yankee ó declararnos francamente sus escla- vos, To be or not to be. Pero en caso de decidirnos por la esclavitud, tener siquiera el yalor de proclamar altamente nuestra in - famia. Y probar claramente al mundo que los leones de Castilla no deja- ron descendientes en nuestras sal- vas, donde manadas de orangutanes bélicos se dejan domesticar, apre- tando entre las manos las bellotas de oro que los conquistadores les arrojan, y alzando al viento sus co- las como estandartes de victoria; la triste victoria de la animalidad do- mesticada por la fuerza Anticiparse á la derrota es el tris- te recurso de los pueblos que no me- recen ni el honor áe ser vencidos. Luchar 6 abdicar. Vencer 6 peí ectr. Uninios 4 morir. La unión ó la Muerte. ¡He ahí el inexorable dilema! Es necesario escoger. Escojamos. J. M. VARGAS V I I A . Despiltarros Corraleseos. Autoridad que se enriquece Nos informan de la población de Texcoco, (Estado de México,) que Corral, ei impopular Vice- Presidente de la República, ha tomado en arrendamiento, para asilar enfermos, la casa propie- dad del tristemente célebre Vul- frano Vázquez, pagando de renta —coa dinero del Tesoro, se en- tiende,—la enorme suma de cien- to cincuenta pesos, cuando en todo tiempo lo más que ha producido esa casa ha sido la cantidad de treinta pesos. Pero Vázquez tiene 2a suerte de todos los hombres que se con- ducen mal: en vez de estar en un presidio por haberse aprovecha- do de una fuerte suma de dinero —delito que se comprobó oficial- mente—se le obsequian ciento cincuento pesos mensuales por Una casa que valdrá una fortuna, pero que en el pueblo en que está ubicada no puede producir la ca- nongía que ¡e regala Corral. El presuntuoso Vázquez, igno- rante en grado sumo, tiene una conciencia más negra que la con- ducta de Bernardo Reyes; y si- guiendo ese camino tortuoso é inmundo de todos los que se arrastran, ha llegado de humilde peluquero y maestro de Escuela de última categoría á Jefe Políti- co; pero ha. carecido, como es de comprenderse, de merecimien- tos. Supo ser servil, abyecto y degradado, y subió de condición social, presentando esa faz truha- nesca de quienes sin ser nadie y sin valer nada se olvidan de su pasado para tiranizar y hostigar á los infelices. S\i temperamento es despótico y trata con altanería á cuantos desgraciados tienen que acercár- sele con motivo del inmerecido puesto que ocupa; su condición moral es de lacayo y se humilla y se degrada ante los proceres; y por último su ilustración esta en- cerrada en los embrionarios co- nocimientos que adquirió cuando fue profesorcillo, No está por demás precisar que Ja adquisición hecha por vásquez de la casa en cuestión, se debe á las economías realizadas con un presupuesto de egresos muy superior al de sus ingre- sos. • • » *• México Pacificado. Este es el título de un interesinte libro escrito por el conocido escritor Sr. Adolfo Duelos-Salinas. El autor expone en la obra de que se trata la maquiavélica labor de Porfirio Díaz, y delinea acerta- damente la fatídica figura de Ber- nardo Reyes. Cuantos deseen conocer las ma- laxarles de que se valió Porfirio Díaz para imponerse y tiranizar, así como ver en sus detalles la obra de sangre de Bernardo Reyes, pue- den conseguir su objeto leyendo el libro «MÉXICO PACIFICADO » La obra cuesta en la República Mexicana: Por Express, C. O. D. . . .$6.00 moneda mexicana. Por Correo, pago adelantado, $5 00 moneda mexicana. Para los pedidos dirijirse precisa- mente al SR. ADOLFO DUCLÓS SA- LINAS, 418 N. THIRD S T , SAINT LUISO, Mo., E. U. de A. LA MAFFIA DE LAS AUTORIDADES. ———.,»> —_— La tiranía no se modera, Las autoridades de México han constituido una especie de maffia te- nebrosa, una liga compacta, íormida, ble, que es como una férrea cadena entre la que se ahogan los más nobles impulsos del pueblo mexicano. Entre todas las autoridades, desde el Dicta- dor hasta el uitímo funcionario, hay un lazo de uníóü que nadie rompe y que todos, grandes y pequeños, tratan de conservar siempre vigoroso, por- que comprenden que ese lazo los for- talece. El resultado de esta maffia es que las autoridades quelacopstím- yense sostengan, se elogien y se ayu- den en admirable reciprocidad F4 Dictador sostiene á todo trance á los individuos que tiene en los puestos pú- blicos, aunque contra ellos se levan- ten las más tremendas y justas acuaa- ciones;y esos protegidos del Dictador se desvelan, naturalmente, por la pros peridad del despotismo. El pueblo es la víctima de esta es- pantos» solidaridad de los tiranos Para los dolores del pueblo, no hay piedad; para las quejas del pueblo, DO hay justicia; los verdugos se han confabulado: Ja autoridad es eómpH ce de la autoridad, el funcionario es encubridor de, funcionario. En Coahuila lo remos. Miguel Cár- denas, contra al que se han endereza- do los ataques de la opinión pública indigaada, es sostenido por el Gral Díaz, que profesa Is doctrina de bur- lar siempre la voluntad del pueblo. Y Miguel Cárdenas sostiene á su vez á loa caciques que en to^as las pobla- ciones del Estado, tiranizan y abusan y extorsionan,captándose el odio de todos los ciudadanos. Es inútil esperar que las primeras autoridades castiguen á los fur.cioDa- nos iiííeriorfs; es candor acusar á los pequeños tiranuelos ante los altos des poias Hay que acusarlos á todos »Dte ei pueblo, y esto es lo que hacemos nos- otros, spgnros de que solo el pueblo podrá castigar á los opresores La Urania de Miguel Cárdena*,lejoa de moderarse ante el disgusto creciente do !os cofchuilensea, parece empeñar se en hac«.r«e más odiosa, más desen frenada, más Insoportable. Día por día se descubren nuevos abisos, qot- vaa agotando la ya bastante merma- da paciencia del pueblo. En SHD Pedro, Coah , los emplea- du» públicos seli"D despujado de to du respeto al purblo con cujo dinero comen. HA Secretario ilel Ayunta miento, Leoncio Alcalá, relabra por sus hnzañaB en 1& Ciírcel de mujeres, ha estado componiendo su casa con trabajo de toi presos y materiales del, 'municipio. El Inspector de Policía Isaac Valdés, también tiene presos i su servicio en su casa y ea el campo: impune multas que se apropia y asi raísmo se queda con los depósitos de dinero qoe la policía recoge á los «brios. Se ha adjudicado una buena vacaque se ie di6 en depósito, discul- pándose con que 8e le perdió el ani- mal, que era de un preso. Ei tenien- te de la Policía, Francisco Sandoral, tambiéa trae presos con sus carretas y en otros servicios particulares. El padre del teniente tiene un contrato <jon"el municipio, que le paga mensuál- mente una buena suma por hac?r la limpieza d^ la ciudad, y este sea.>r en Yezde poner mozos por sn cuenta., ee a provecta de los prpsos que le f a.r¡ilíta su Wjo, y á los que no les da ni un centavo. El Alcaide de la Cárcel, Ana&tasid Borrego, que se pan?e« á UeadírU por sus aficiones báquicas, nunca es- tá en su puesto. Ei soberano de la pri- sión es el Sub-Aíoaide Matilde Gómez que, como todos, medra con o' cargo. Gómez tiene en el interior de la Cár- cel una tienda.en qns vende á ¡os pre- sos diferentes artículos de necesidad á precios exhorbitantes; tiene á su dis- posición tres presos que semanaria- mente manufacturan gran cantidad de cigarro de boja, al que no pone Gó- mez los timbres de ley, y en cambio obliga á otros presos pobres que ha- cen cigarro, á que le compren estam- pillas y timbren debidamente sn pro- ducto. Gómez tiene empleado como cabo UP guardia á un ct-inoiDal llamado Wau- r.eio Sifuentes que violó á una niña, y este individuo ha introducido en la Cárcel barajas que alquila por (K>.2ñ diarios, dundo lugar A qup, por cues tiones del juego, se susciten frecn«n- tes riñas, que el Sub-Alcaide procura ocultar á las autoridades superlo-reb. para evitar toda intervención en sn& dominios. Un pobre hombre llamado Atilano Vázquez es deudor de una cueul» A Salinas Hermanos, Lorenzo de \c- [leyes y Juan Milán (éste .Iu>r Sj píente del .1 IÍ?.«• ado '¿9 ) [>., aCre»áu res, queriendo hacen fecti va lacufDta de Vázquez fueron á solicitar <lni cu cique Audrés Medellía una orden d< aprebonhlrtn cintra el deudor: fl caci que (KUioáió h orden y el .r.f-lir VA?< qii"/. (u¿ encame!a . i l 11 <]-• )a mxaeru mis Injusta. No hsee mucho ttii« íotda que T irlila el centro d*»l Marcado oándea puso el r»b 1 en ccocmtpn da Moaellín, pfUieBíio la bu«f e, d» lo fu>- / tiene e U> 8<-a 13JI 1& ^̂ ladrones; poro ol OBolqno, con grosora altanería, contestó 6 la potoo 'muJai- que no lo molestara, que probablo- monto no ftabtft tal robo y (j\ic ja po- liciano so habla do ooupar do nquol asunto. Es naUu-a.1 que la policía, no porslga i los malhoohoros. La policía, poror lea del luspcoWr Vtvldóa, ao OQU»a oa doBpojiu1 á lósobrlos do lo quo llevan y on los oamlnosquó van A los ran- ohos, registra (I cuantos pasan y reco- ge las botellas do soto) quo oon fro ouenolu. llevan los arriaros y los co- merciantes ambulantes. Esas boto- UQB de vino van & pararon manos del inspector Valdést quo echa ol sotol en garrafones y luego lo benofloia tran quilamecte. Miguel Cardonas, como lodos los déspotas, quiere que se le ame; poro nada hace per merecer el earlfío del pueblo. Nunoa 86 ha visto qüo un gobernante pueda Inspirar car)fio con actoB da brutalidad; mucho menos lo logrará Cárdenas, que en medio de sus múltiples defectos, no tiene, como algunos tiranos, una sola cualidad. Para ser querido por sus conciudada- nos y conquistar popularidad, Car denas no ha encontrado otro recurso, que perseguir implacablemente i cuantos tienen la honradez de DO sor sus part'darlos El din 10 del pasado Enero laeron expulsados del Ateneo Fuente, de Sal tillo, más de cuarenta estudiantes, sencillamente porque demostraron ser desafectos al Gobernador. Sucedió lo siguiente, Un joven ooa- hullense salió para México a conti- nuar sus estudios, y los que hablan sido sus compaSeros en el Ateneo de Saltillo, lo acompasaron en el tren hasta un punto llamado La Angostu- ra. La juventud es Blncera, estusias- ta y valerosa, Éntrelas efusionSSTde la despedida, se kabló de la situación política, y aquellos jóvenes, dignos.y patriotas, eaardeoldos por la justa có- lera que el despotismo provoca en las almas honradas, lanzaron por varias vecos, el grito viril de [Muera Carde nasl que sintetlr.a los anhelos de los oprimidos. Cuando el Gobernador tuvo conocí miento del hecho, mandó expulsar ¡ los dignos estudiantes que, como deci mos, eran más de cuarenta., Nuestros gobernantes solo toleran á los abyectos. Lapolitica de conciliación. Las esposas de los hombres públicos Nuestro programa de lucha 00 puede variar en nada: es el pro- grama del ideal humano perse- guido á través de los tiempos de las edades; es el ansia suprema é inacabable de liber. ad, sin la cual no es posible la existencia. . Conculcada la libérrima Cons- titución de 1857, pisoteadas y pro- anadas las sabias Leyes de Ré- íonna, violados todos loa dere- chos ^prerrogativas, el México de hoy presenta un muy triste espectáculo de abyección,y vasa- llaje. ' En el actual momento históri- co se ejercita con el pueblo me- xicano la más odiosa de las tira- nías, la <jue gravita en torno <le las conciencias. No es posible creer en nada no ble, ni alto, ni digno dentro de un medio asfixiante en el cual yacen por tierra todos los triunfos y Ia9 conquistas todas del partido libe- ral. Un orador del partido científico tuvo la audacia de asaltar la tri- buna del pueblo, en ocasión so- lemnísima. Fue en un 18 de Ju- lio; fue en la fecha memorable ea que toda nuestra Patria Mebiera pensar como un solo hombre, y no tener otro objetivo que el de imitarlas excelsas virtudes de] egregio patricio que ños enseñó con sus prédicas y con su ejem- plo que la idea liberal—indepen- dencia absoluta de todas las tute- las—es la única que hace digno; y fuertes álos pueblos. Si los triunviros de Paso del Norte no hubiesen sido liberales, no habrían tenido, como tuvieron, plena conciencia de su misión, la Patria mexicana hubiera sido maculada por la implantación de! trono del aventurero de ojos azu- les y de cabellos de oro. El orador científico que no es tan cretino para que dejara de com prender la infamia de su papel pretendiólo absurdo é imposible lo que no se logra ni se obtiene justificar la traidora política de conciliación! Porfirio Díaz autor solo y úni- co del inmoral contubernio de 1 Iglesia y del Estado, ordenó á su lacayo Pineda que hiciese el pa- negírico de la tiranía, pues solo la tiranía es capaz de concebir la unión del Estado y de la Iglesia. Kra natural entonces que Pi neda, haciendo juegos malabares con la razón y con la lógica, la emprendiese en contra del senti- do raro, y con lugares comunes y frases de estampilla y conclusio- nes obligadas, llegara á deducir que la complacencia con el Clero era Ja suprema felicidad para la Patriat Pero lo más doloroso de esta situación no está en los procede- res de la turba famélica de los po- íticos sin pudor y sin conciencia que rodean al Dictador; se en- cuentra- en el hógar.clel ex'-prb- nunciádoi en donde su esposa que no ha comprendido su altísi- ma misión, es la que mina y está echando por tierra la titánica obra de los cíclopes de la Refor- ma. Se dice—y este hecho ya pasó ala categoría de autoridad de co- sa juzgada—que la nueva Carlota ha aristocratizado no solo la perso- na sino los sentimientos del sol- dado que cumplió en parte cuan- do la época de la Intervención. En esta arlstocrátización e9tá la clave aparente del enigma, si no hubiera otrascausales deter- minantes del cambio de ideas. Desde luego, y es necesario que lo digamos de una vez, no admi- timos tal aristocracia en México, dentro de la verdadera y genui- na acepción de la palabra, pues- to que" n¡£> podemos aceptar como aristócratas a algíTnos individuos cuyas fortunas se deben á oríge- nes vandálicos, Los Escanden deben su holga- da posición social á un ruidoso fa lio de la Justicia [?] mexicana, sin el cual fallo, dada la ineptitud notoria y la crasa y supina igno- rancia de todos ellos, estarían á estas fechas olvidados ó sirvien- do empleos mediocres para no perecer. Recuérdese el ruidoso pleito Amor-Escandón defendi- do con tanta habilidad por un ho- norable Abogado. Recuérdese igualmente que el actual Gober- nador del Distrito Federal, hace pocos años se encontraba en situa- ción tan aflictiva que su crédito no valía ni diez pesos plata. En la actualidad posee una gran fortu- na siendo dueño de palacios y ha ciendas. Mas no seguiremos reseñando la historia de los sujetos que constituyen la élite de la sociedad mexicana, Todas estas fortunas que se pasean en magníficos ca- rruajes salpicando con el lodo que arrojan las pezuñas de los friso- nes á la miseria pública, tienen un origen bastardo. Pues en garras de estos adve- nedizos de las grandezas munda- nas se encuentra la esposa del Dictador, Y como los privilegia- dos, los'capitalistas, son conser- vadores por linstinto, con sus ideas rancias y pervertidas han llevado al reptil ensotanado la Palacio del Déspota,, En plena decadencia senil el Dictador, acosado por los remordí' mien'tos tic su conciencia, piensa, que es ya tléñi po de arreglar su alma para sq felizmente próxi- mo viaje. Ha buscado, solicitado y obte- nido el concurso político del frai- le, porque el fanatismo es el me- dio más práctico y eficaz para em- brutecer y dominar á las masas analfabetas, Y en esta tarea es activamente secundado por su es- posa, decidida protectora de cle- rigosyde monjas. Nuestra soi-*di$sant aristocra- cia ha sido siempre fanática y ab- yecta; y como este es hoy el ele- mento dominante en la cosa pú- blica de nuestra Patria, lógica- mente resuita que el Dictador tiene que ser clerical, Ahora bien, cualquier fanatis- mo conduce siempre al error; pe- ro el fanatismo religÍQs,Q,Jle.ya.. .al mayor y más grave de los males que afligen á la Humanidad: á la pérdida de la libertad de concien- cia, la que trae aparejada una de- gradante abyección, Sin el concurso del fraile, Por- firio Díaz no habría llegado nun- ca al summun de poder que aterro- riza. El Czar de todas las Rusias con ser el representante de un poder absoluto y tener en sus ma- nos el poder temporal y espiri-. tual, no domina lacosapública en la forma y manera tan absolutas como lo hace el dictador de Méxi- co. En estos momentos y bajo la dirección de Gopón, los siervos rusos se han erguido ante el tire- no y le han pedido en un supra- mo anhelo de vida social, algo de libertad. Las calles de San Pe- tersburgo han quedado cubiertas de cadáveres el domingo 22 • del •mes pasado, y confiamos en que la sangre deramada no será esté- ril en sus frutos, pues la voz del pueblo, el único soberano posible en la tierra, cuando se deja-oir, Se impone y hay que obedecerlo de grado ó por fuerza. ¿Entre nosotros,dominados por la fuerza bruta de las bayonetas y atemorizados por la voz de un Clero corrompido, surgirá un hombre que nuevo Juárez, nos conduzca al augusto y .bendeci- do templo de nuestra Libertad? Creemos que sf sucederá. La señora de Díaz que gusta tanto de imitar lo qtie ae hace en Europa, debe tomar ejemplo de la esposa del Presidente ¿é la Re- pública.ÍTrancesa; Citando la. la- bor eminentemente patriótica de Walde'ck Rousseau 'y de Combés de arrojar del terntprio francés á las Congregaciones religiosas, comenzaba á producir sus frutos, el Clero francés llego á la con- ciencia de numerosas y distin- guidas damas de la mejor socie- dad parisiense, y estas señoras, en aparatoso tropel de títulos y dignidades, asaltaron el Palacio del Elíseo, creyendo, dominar las ep'ergías del Presidente de la epiíblica, por "medio dé su es- posa, pues supusieron que ésta ejercería, suficiente influencia en el espíritu del marido, para ha- cerle olvidar sus deberes como patriota y como Jefe de una na- ción. El mundo entero no habrá ol- vidadola digna respuesta de Ma- dame Loubet: "Señoras,— di- jo—mi misión pertenece al ho- gar; nada tengo, que ver y nada puedo hacer en los asuntos polí- ticos de nuestra Patria." Bien podía la señora Díaz apro- vechar las enseñanzas de este saludable ejemplo, sin prestar oídos á las perversas insinuacio- nes del Clero Católico^ y Rodríguez. Desfuin vender ni pueblói "mexicano magnífleos' solares on diferentes par» tes del Occidente do la ciudad, situados B»tWi 61 pity. Hall,' ,'íhe Union itátoaV: COf y, West Bnd y on oualesqulora' otra parto que ol comprador deseo, no- sotros DOS encargamos ele nacer la , compra n precios módloos. En las purtoS altadas t o nomos solaros en ven- ta especial desde $20.00 hasta $200.00. Olll BaatHoustooSt. 200 San Antonio, Texas' Sanlntonio Barber College. 7(6-718 W. St. Se necesitan hombresj> mujeres tu- este Colegio para aprender el negocm de Barbería, SE NECESITAN hombres que quieran rasurarse y cortarse el peí* gratis. S®* Se invita á todos , San Antonio Batber College. SE NECESITAN hombres que deseen rasurarse en el Departamento de Graduados. ¡ El precio por rasurar es dej cen- tavos. Por corlar el pelo 10 eentavos. 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La gente me instó - chos más fácil de curarse por medjo pue8de que yo había gastado centenares A ^ ^ " f ^ . f * ^ ^ " " ^ x '* tes Üel Paí* do depositarla en "manos de un que tomara esta materia en consíde- de la-mente: nunca han sido, ni da pesos sin resultado Habla tenido va- vessa Quiero hacei algunas tratamiento y como puedo curará si dudáis de mi honradez no auiero descubrí que no era ningún incon- sistema nervioso y causa al sistema ^Túbras'^La gran Doctora nunw. la m^^eza eran terribles Lehehe- uua distancia, etc. Con respecto á vuestro patrocinio. * veniente para mí y se quería menos rebelarse contra la introducción de dió alguna medicina , che 24. consultas y hoy me encuentro esta ultima diré que Marcoiii fue El trabajador es digno de su re- concentración que cualesquier otro ° . . , _, uu ueijuauaiia en manos ue uu que lomara esca maiena en consme- uc ia IUCULC. UUUÍJÜ JI»U wuu, m u»f«wi«> o«<» •<«<»«•>*"" ^.w™. ™..w »* . . . , , , . . ^ ., ^ ^ , . , „ „ , „ _ ,_ -„_,•„_ ___ nrno-UQ riasope-racitsnai en Son Antonio, pero la manas, tenía mucha, fe en ella als explicacio- buen hombre,» hasta que seáis cu- ración, por «Buera Suerte» trabaje nunca serán curadas por Drogas. e7ljeOTnet}ad cretttí Ziosta ?ue su vesollegó principio, pero fue persuadido á po- IÍ método de rado. Yo soy mi propio banquero, .sobre el particular cuatro años y En efecto, las drogas debilitan el á*erdeU5 libran cuando la traje á la nerme bajo su ana. Los dolores en , s . . . . . . . . . . . / . / . ctcfAma M<arTríncrt tr nanea al c i t toma TíTíít AtVeSSÜ. j}IattiWlD8 AjlOTa VeS& • / / ' *ÍJ' r . i., t . boy un ranchero bien conocido y con enteramente sana sin tomar llamado locu cuando dijo que ha- compensa,
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