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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE QUÍMICA MÉXICO, D.F. 2011 TRABAJO ESCRITO VÍA CURSOS DE EDUCACIÓN CONTÍNUA Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : QUÍMIC A F AR MACE ÚT IC A BIÓLOGA P R E S E N T A : MARÍA GUADALUPE FUENTES ESCAMILLA “IMPACTO DEL REQUISITO DE RECETA PARA LA VENTA DE ANTIBIÓTICOS EN MÉXICO” UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. JURADO ASIGNADO: PRESIDENTE: GEORGINA MARGARITA MAYA RUIZ VOCAL: MARÍA DEL SOCORRO ALPÍZAR RAMOS SECRETARIO: RAÚL LUGO VILLEGAS 1er. SUPLENTE: MARÍA EUGENIA IVETTE GÓMEZ SÁNCHEZ 2° SUPLENTE: JORGE RAFAEL MARTÍNEZ PENICHE SITIO DONDE SE DESARROLLÓ EL TEMA: SISTEMA BIBLIOHEMEROGRÁFICO UNAM ASESOR DEL TEMA: MARÍA DEL SOCORRO ALPÍZAR RAMOS FIRMA SUSTENTANTE: MARÍA GUADALUPE FUENTES ESCAMILLA FIRMA IMPACTO DEL REQUISITO DE RECETA PARA LA VENTA DE ANTIBIÓTICOS EN MÉXICO DEDICATORIAS Y AGRADECIMIENTOS GRACIAS A DIOS Y TODOS LOS ÁNGELES QUE DÍA A DÍA BENDICEN E ILUMINAN MI CAMINO. A mis padres Licenciado Antonio Fuentes Ramos (q.e.p.d.) y Profesora Estela Escamilla Villarruel, por darme la vida, por ser el mejor ejemplo de superación y por su amor incondicional. A mis abuelos paternos Licenciado José Fuentes (q.e.p.d.) y Teresa Ramos (q.e.p.d.), por su fortaleza. A mis abuelos maternos Santiago Escamilla (q.e.p.d.) y Consuelo Villarruel (q.e.p.d.) por todos sus cuidados, su alegría, su apoyo, su cariño y comprensión. A mi hermana Licenciada Estela Arminda Fuentes Escamilla (q.e.p.d.) por ser la fortaleza de mi hogar, te extraño. A mis hermanos Licenciada Blanca Elizabeth Fuentes Escamilla, Doctora Jéssica Selene Fuentes Escamilla y José Antonio Fuentes Escamilla, porque nunca dejen de luchar para alcanzar sus metas. A mis sobrinos Ilse, Mariana, Patricio y Santiago por ser la alegría de mi hogar, esperando que sean personas de provecho, que estudien y salgan adelante, los quiero mucho. A mis cuñados Aída Silva, Humberto Uriel y Juan José Alonso por su amor a mi familia. A mis padrinos Ingeniero Ernesto Miranda López y Eva López Urrutia, por su apoyo, por transmitirme su sabiduría y todos sus consejos. A mis tíos Silvia Escamilla, Yolanda Argumedo, Carmen Medina, Salvador Escamilla, Ricardo Escamilla, Francisco Escamilla, Mario Rosete, Alejandro Méndez y Jorge Manuel Hernández Pérez por todas sus atenciones y apoyo moral. A mis primos Doctores Heidy Fuentes, Verónica Villarruel, Gildardo Villarruel, Ignacio Villarruel, Jaime Villarruel, Gerardo Martínez e Hiram Escamilla, por todo el respaldo y la fortaleza que me han brindado. A todos mis profesores de la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México Con mi profundo cariño y respeto por todas sus enseñanzas. A mi asesora M. en F. María del Socorro Alpízar Ramos, por toda su paciencia, motivación y sabiduría. A mis sinodales y jurado Que sin saber cumplen un sueño muy anhelado. A mis amigos Lilia Vargas, Mayra Argumedo y Alejandro Ramírez por estar conmigo en todo momento con su cálida energía y por sus palabras de aliento. A mi amiga M. en I. Marisol Membrillo, por ser el principal apoyo para terminar mi carrera, alentarme para obtener mi título profesional y por su paciencia. A mi amiga Damaris García (q.e.p.d.) porque fuiste una gran guerrera ante la vida, extraño nuestras charlas. A mis amigos Lupita, Dalia, Ana, Elia, Roberta, Virginia, Josefina, Lidia, Bety, Rocío, Silvia, Chepis, Emilia, Paty, Gaby, Sandy, Maru, Liliana, Gonzalo, Ale, Víctor, David, y Carlos por todas las experiencias compartidas y los momentos inolvidables juntos. A mis amigos Jesús y Julio por ser ellos mismos, unos verdaderos artistas, por brindarme su amistad y apoyo. A mi amiga Claudia Uriel, por sus desvelos, su paciencia para ayudarme a terminar y darle forma a éste sueño. A todos los doctores que me han brindado su atención y su tiempo. Por alentarme a cumplir mis metas y por su apoyo invaluable. Índice. Página CAPÍTULO 1 Introducción. 1 Objetivos. 3 CAPÍTULO 2 2 Bacteriología. 4 2.1 Bacterias. 4 2.2 Morfología bacteriana. 4 2.3 Estructura bacteriana. 5 2.4 Pared celular de las bacterias. 7 CAPÍTULO 3 3 Antibióticos. 9 3.1 Definición de antibiótico. 9 3.2 Clasificación de antibióticos. 9 3.3 Factores que establecen la sensibilidad y resistencia de microorganismos a antimicrobianos. 11 3.4 Resistencia bacteriana. 12 3.5 Selección de antibióticos. 14 3.5.1 Métodos para evaluar la sensibilidad de un microorganismo a los antimicrobianos. 16 3.5.2 Factores Farmacocinéticos. 17 3.5.3 Vías de administración. 19 3.5.4 Uso actual de los antimicrobianos en la terapéutica de infecciones. 20 3.6 Factores del huésped. 29 3.6.1 Mecanismos de defensa del huésped. 29 3.6.2 Factores locales. 29 3.6.3 Edad. 30 3.6.4 Factores genéticos. 31 3.6.5 Embarazo. 32 3.6.6 Alergia a fármacos. 32 3.6.7 Trastornos del sistema nervioso. 33 3.7 Principales clases de antibióticos. 33 3.7.1 Sulfonamidas, trimetoprima-sulfametoxazol, quinolonas y fármacos contra infecciones de vías urinarias. 33 3.7.2 Penicilinas, cefalosporinas y otros antibióticos ß-lactámicos. 363.7.3 Aminoglucósidos. 39 3.7.4 Inhibidores de la síntesis de proteína y otros antibacterianos. 41 CAPÍTULO 4 4 Información general sobre el tema. 43 4.1 El Instituto Nacional de Salud Pública crea un documento de regulación y promoción para el uso adecuado de antibióticos en México. 43 4.2 La estrategia mundial de la OMS para contener la resistencia a los antibióticos publicada en 2001. 43 4.3 En qué consiste la Resistencia a antibióticos. 44 4.3.1 Costo de la Resistencia. 46 4.4 Regulación en México Ley General de Salud artículos 226 y 227. 47 4.4.1 Artículo 226 de la LGS. 47 4.4.2 Artículo 227 LGS. 48 4.5 Legislación sobre antibióticos en América latina Oficina Sanitaria Panamericana. 49 CAPÍTULO 5 5 Industria Farmacéutica. 52 5.1 Mercado global de antibióticos. 52 5.2 Enfermedades más frecuentes en México y porque utilizan antibióticos en enfermedades virales. 53 5.3 Venta y automedicación con antibióticos. 54 5.4 Calidad y seguridad de los antibióticos. 54 5.5 Consecuencias del uso inadecuado de antibióticos. 55 5.6 Ventas de antibióticos en México. 56 5.6.1 Antibacterianos sistémicos. 56 5.6.2 Penicilinas de amplio espectro. 56 5.6.3 Penicilinas de amplio espectro inyectables. 56 5.6.4 Cefalosporinas. 57 5.6.5 Trimetoprima y agentes similares. 57 5.6.6 Macrólidos y similares. 57 5.6.7 Fluoroquinolonas. 57 5.6.8 Penicilinas de medio y bajo espectro. 57 5.7 Venta de antibióticos en América Latina. 58 5.8 Tipos de antibióticos que existen medicina de patente, y genéricos intercambiables. 59 CAPÍTULO 6 6 Regulación de antibióticos en México por receta. 60 6.1 Acuerdo por el que se determinan los lineamientos a los que estará sujeta la venta y dispensación de antibióticos. 60 6.2 Relación de antibióticos; considerados dentro de la fracción IV del Artículo 226 de la Ley General de Salud. 62 CAPÍTULO 7. 7 Implementación de la norma para la venta de antibióticos con receta médica en México. 64 CAPÍTULO 8. 8 Seguimiento de la norma para el uso de antibióticos en México. 66 8.1 Comité Consultivo multidisciplinario. 66 8.2 Estrategias dirigidas al cumplimiento de la legislación. 66 8.3 Procedimientos de aprobación de medicamentos según la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios. (COFEPRIS) 67 8.4 Revisar el contenido y el funcionamiento del Cuadro Básico con el objetivo de promover el uso racional de los medicamentos. 68 8.5 Implementar sistemas eficientes de vigilancia epidemiológica del uso de antibióticos y de resistencia bacteriana. 68 8.5.1 Desarrollar sistemas de vigilancia sobre el uso de antibióticos en los ámbitos médico y veterinario. 68 8.5.2 Desarrollar sistemas de vigilancia sobre la resistencia bacteriana en el sector médico (hospitalario y extra-hospitalario) y en el sector veterinario. 68 CAPÍTULO 9 CONCLUSIONES. 70 BIBLIOGRAFÍA. 72 ANEXOS. 73 Anexo 1 Relación de antibióticos; considerados dentro de la fracción IV del Artículo 226 de la Ley General de Salud. 73 Capítulo 1 Introducción. El 27 de mayo de 2010, La Secretaría de Salud publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo por el que se determinan los lineamientos a los que estará sujeta la venta y dispensación de antibióticos. Esta nueva disposición definitivamente creará un gran impacto en la industria farmacéutica, especialmente en las farmacias ubicadas en el territorio nacional. Desafortunadamente, la sociedad mexicana se ha acostumbrado a que en las farmacias le vendan medicamentos sin receta, fomentándose así la automedicación y la prescripción por parte de despachadores de farmacias. En el caso de los antibióticos esto impacta a la población desde el punto de vista de salud pública, debido a que se crea resistencia bacteriana. Según datos de la industria farmacéutica, los mexicanos consumimos antibióticos indiscriminadamente (cerca 960 millones de dólares anuales). Adicionalmente, diversas investigaciones concluyeron que más del 50% de los antibióticos se vendían sin receta médica y representaba el segundo lugar en ventas anuales de las farmacias privadas del país, lo que se consideraba un 14.3 % 1. La racionalización en la venta de antibióticos significará una prueba para las farmacias, pues aquellas que no reaccionen de manera eficiente a la medida corren el riesgo de perder competitividad e incluso podrían extinguirse. Los establecimientos farmacéuticos deberán implantar una nueva logística con herramientas ideales que les permitan la ejecución del nuevo reordenamiento del manejo de antibióticos en México, lo cual incluirá tener un registro de entradas y bajo éste nuevo contexto el médico de la comunidad podría recobrar importancia pues generará una relación de confianza con los pacientes de áreas ó regiones 1 Dreser A, Wirtz V J, Corbett KK, Echániz G. Uso de antibióticos en México: revisión de problemas y políticas. SaludPública Mex 2008;50 supl 4:S481-S482 1 2 específicas lo que beneficiará a las farmacias que se alíen con ellos para el surtido de recetas. En las Farmacias de Similares, la consulta cuesta $20.00 cantidad que no es demasiado representativa para el paciente y en el mismo lugar se compra la medicina a un costo menor que en cualquier consultorio particular pues ahí deben pagar una consulta de aproximadamente $250.00 más el costo del medicamento. El artículo 226 dela Ley General de Salud (LGS) señala la regulación de la venta de medicamentos clasificados como grupo IV (donde se incluyen los antibióticos) con prescripción médica. Sin embargo, en la práctica esta regulación no se hace cumplir. La principal razón que se ha argumentado para permitir la venta de medicamentos del grupo IV sin receta es asegurar el acceso a los medicamentos en los sectores más pobres de la población, los cuales no tienen acceso a servicios médicos2. También habrá un impacto en los bolsillos de los consumidores ya que, quienes no tengan seguridad social, deberán acudir a consulta médica y en caso necesario, se les receten antibióticos y de esa forma poder comprarlos en las farmacias. Esta disposición que exige una receta médica para el surtido de antibióticos, conducirá en el corto plazo a una reducción en la venta de antibióticos en las farmacias ubicadas en la República Mexicana, así como en la automedicación lo que redundará en minimizar la resistencia bacteriana. 2 Ley General de Salud México, D.F. 1989 p.114-115 3 1.1 OBJETIVOS 1. Analizar aspectos básicos del acuerdo por el que se determinan los lineamientos a los que estará sujeta la venta y dispensación de antibióticos en México. 2. Demostrar el impacto del requisito de receta para la venta de antibióticos, en la industria farmacéutica, la población, los dispensadores de farmacias y para profesionales del área médica. 4 Capítulo 2 Bacteriología 2.1 Bacterias. Los seres vivos estamos clasificados en dos grandes reinos: animal y vegetal; existe otro subgrupo llamado protista en el cual se incluyen a los hongos, bacterias y algas. Los virus son un grupo aparte, debido a que no son seres vivos, son un cúmulo de material genético, ya sea ADN ó ARN, que sólo se vuelven activos una vez dentro de la célula de un ser vivo. Se denomina microorganismo a todo ser vivo imperceptible a simple vista y para su estudio se requiere de equipos que magnifican la imagen, llamados microscopios. Por lo tanto la microbiología es la rama de la biología (bios=vida, micros=pequeño, logos=estudio ó tratado) que estudia a los microorganismos. Cuando hablamos de bacteriología nos referimos a la rama de la biología que se dedica al estudio, comportamiento y existencia de las bacterias. 2.2 Morfología bacteriana. Las bacterias son organismos unicelulares, que varían ampliamente de forma, de acuerdo con las especies. Las células redondas ó esféricas de cualquier especie son llamadas cocos. Las células alargadas de cualquier especie se denominan bacilos. Las células ovoides de forma intermedia entre cocos y bacilos, se llaman cocobacilos. Hay también dos tipos de células espirales: unas que son mas ó menos rígidas (espirilos), y otros que son más flexibles (espiroquetas). Existen las llamadas ―bacterias cuadradas‖ (bacterias cuadradas y planas) y ―bacterias tipo caja‖ (bacterias angulares de formas variadas). Finalmente están los 5 actinomicetos, la mayoría de cuyas especies crecen como filamentos finos parecidos a hongos llamados hifas; un agrupamiento ó masa de hifas se denomina micelio. Se ha propuesto que las morfologías persistentes que se encuentran entre las bacterias actuales reflejan las propiedades bioquímicas y biofísicas del polímero de la pared celular denominado peptidoglicano al igual que el control genético implicado en la biosíntesis de éste polímero. Las células bacterianas se miden habitualmente en micrómetros, m (1 m=0.001 mm). Según las especies, las células pueden estar en parejas, en grupos irregulares, en cadenas ó filamentos, también se encuentran en paquetes regulares de cuatro, ocho ó más células, ó en forma empalizada, un cierto número de células alargadas dispuestas adyacentemente en hilera lateral. En algunas especies las células forman tricomas. En la naturaleza, ciertas bacterias forman agregados celulares estables de especies mixtas llamados consorcios. Formas y disposiciones de bacterias. 2.3 Estructura bacteriana. Las bacterias no son similares en su estructura, las células de diferentes especies pueden diferir tanto en su estructura fina (ultraestructura) como en su composición química; por ésta razón no hay una bacteria típica. 6 Las bacterias por lo general poseen el cromosoma celular (proyecto genético) una estructura de ADN normalmente en forma de lazo, que está extensamente plegada formando un cuerpo llamado nucleoide. Bañando el nucleoide existe un fluido complejo, el citoplasma, que llena el interior celular. El citoplasma contiene ribosomas; cuerpos diminutos implicados en la síntesis de proteínas; a veces también hay gránulos de reserva de nutrientes. El nucleoide, el citoplasma, los ribosomas y los gránulos de reserva se encuentran rodeados por un saco membranoso, la membrana citoplásmica (también llamada membrana celular ó membrana plasmática). La capa rígida (mecánicamente resistente más exterior es la pared celular. La membrana citoplásmica y la pared celular se conocen conjuntamente como envuelta celular. Entre la membrana citoplásmica y la pared celular está la llamada región periplásmica. El flagelo es un apéndice proteico fino parecido a un pelo, implicado en la movilidad celular y está anclado por estructuras especializadas a la envuelta celular. A nivel molecular las bacterias utilizan estrategias sutiles y sofisticadas que implican un alto grado de organización estructural y funcional. Esquema de una bacteria. 7 2.4 Pared celular de las bacterias. En la mayoría de las bacterias existe una capa externa dura: la pared celular que protege el delicado protoplasto del daño mecánico y de la lisis osmótica, la pared también determina la forma celular. Un protoplasto aislado es esférico, independientemente de la forma que tuviera su célula original. Adicionalmente, la pared celular actúa como ―filtro molecular‖, una barrera de permeabilidad que excluye diversas moléculas (incluyendo algunos antibióticos). La pared celular juega un papel activo en la regulación del transporte de iones y moléculas. Las paredes celulares de distintas especies pueden diferir ampliamente en grosor, estructura y composición. Sin embargo, únicamente existen dos tipos principales de pared celular; el tipo de pared de una célula dada puede determinarse generalmente mediante la reacción frente a ciertos colorantes. Así cuando se tiñe con cristal violeta y yodo, las células con un tipo de pared retienen el colorante mientras que, en las mismas condiciones, las del otro tipo no lo retienen, quedando decoloradas. Este importante procedimiento de tinción fue descubierto empíricamente en 1880 por el científico danés Christian Gram. Las bacterias que retienen el colorante (debido a que poseen el primer tipo de pared) se llaman bacterias Gram-positivas; las que pueden ser decoloradas (por tener el otro tipo de pared) se denominan bacterias Gram-negativas. Tinción de Gram. 8 En la tabla se muestran algunos ejemplos de nombres de bacterias Gram- negativas y Gram-positivas3. Gram-negativa Gram-positiva Aeromonas Bacillus Bacteroides Clostridium Bordetella Lactobacillus Brucella Listeria Escherichia Propionibacterium Haemophilus Staphylococcus Pseudomonas Streptococcus Salmonella Streptomyces Thiobacillus Streptoverticillium 3 Singleton Paul, ―Bacterias en Biología, Bacteriología y Medicina‖; editorial Acribia, S.A. Zaragoza España, 2004, pp. 7-10 y 20,21. 9 Capítulo 3 Antibióticos 3.1 Definición de antibiótico. En el sentido más estricto, los antibióticos son sustancias producidas por diversas especies de microorganismos (bacterias,hongos, actinomicetos) que suprimen el crecimiento de otros microorganismos. El uso común a menudo extiende el término antibiótico para incluir antimicrobianos sintéticos, como sulfonamidas y quinolonas. Se han identificado cientos de antibióticos y han sido llevados a la etapa en que tienen utilidad en la terapéutica de enfermedades infecciosas. Los antibióticos muestran diferencias notables en sus propiedades físicas, químicas y farmacológicas, así como en sus espectros antibacterianos y en sus mecanismos de acción. Los conocimientos de los mecanismos moleculares de la réplica bacteriana, de hongos y virus han facilitado la obtención racional de compuestos que interfieren en los ciclos vitales de microorganismos. 3.2 Clasificación de antibióticos. Clasificación y mecanismo de acción. Se han propuesto algunos esquemas para clasificar y agrupar a los antimicrobianos, y en todos ha habido excepciones y superposiciones. Desde el punto de vista histórico, la clasificación más común se ha basado en la estructura química y mecanismo de acción propuesto, y así se consideran: 1) Compuestos que inhiben la síntesis de la pared bacteriana; entre ellos están penicilinas y cefalosporinas, que guardan semejanza estructural, y también medicamentos disímbolos como cicloserina, vancomicina, 10 bacitracina y los antimicóticos del tipo azol (p. ej., clotrimazol, fluconazol e itraconazol) 2) Compuestos que actúan de modo directo en la membrana celular del microorganismo y que afectan su permeabilidad y permiten la fuga de compuestos intracelulares; entre ellos están los detergentes, como polimixina y los antimicóticos poliénicos nistatina y anfotericina B, que se ligan a esteroles de la pared del germen. 3) Medicamentos que afectan la función de las sub-unidades ribosómicas 30S y 50S y causan inhibición reversible de la síntesis proteínica; estos productos bacteriostáticos incluyen cloranfenicol, tetraciclinas, eritromicina, clindamicina y pristinamicinas. 4) Compuestos que se unen a la sub-unidad ribosómica 30-S y alteran las síntesis de proteínas, todo lo cual culmina en la muerte del microorganismo; incluyen los aminoglucósidos. 5) Medicamentos que afectan el metabolismo del ácido nucleico; como las rifamicinas (p.ej., rifampicina) que bloquean a la polimerasa de RNA, y las quinolonas, que inhiben a las topoisomerasas. 6) Antimetabolitos; como el trimetoprim y las sulfonamidas, que bloquean enzimas esenciales del metabolismo del folato. 7) Antivirales de varias clases, entre ellas: a) análogos de ácido nucleico, como aciclovir o ganciclovir, que inhiben de manera selectiva a la polimerasa de DNA viral, y zidovudina o lamiduvina, que inhiben a la inversotranscriptasa; b) inhibidores de la inversotranscriptasa no nucleósidos, como nevirapina o efavirenz, y c) inhibidores de otras enzimas virales esenciales, por ejemplo, inhibidores de la proteasa de VIH o de la neuraminidasa del virus de la influenza. Es probable que surjan categorías adicionales conforme se eluciden más mecanismos complejos. El mecanismo preciso de acción de algunos antimicrobianos se desconoce. 11 3.3 Factores que establecen la sensibilidad y resistencia de microorganismos a antimicrobianos. El tratamiento antimicrobiano exitoso de una infección depende de varios factores. En los términos más simples, la concentración de antibióticos en el sitio de infección debe bastar para inhibir el crecimiento del microorganismo lesivo, si las defensas del huésped están intactas y son activas, quizá sea suficiente un efecto inhibidor mínimo, como el que proporcionan los bacteriostáticos (esto es, fármacos que interfieren con el crecimiento del microorganismo ó con la replicación de éste último, pero que no lo matan). Por otro lado, si las defensas del huésped quedan alteradas, es posible que se requiera destrucción mediada por antibióticos (o sea un efecto bactericida) para erradicar la infección. La concentración del medicamento en el sitio de infección no sólo debe inhibir al microorganismo, sino también permanecer por debajo de la concentración tóxica para células de seres humanos. Si puede lograrse esto, el microorganismo se considera sensible al antibiótico. Cuando es imposible alcanzar sin riesgos una concentración inhibidora o bactericida, el microorganismo se considera resistente a ese fármaco. La concentración alcanzable para un antibiótico en el suero típicamente guía la selección de límite para designar a un microorganismo como sensible ó resistente por medio de pruebas de sensibilidad in vitro. Sin embargo la concentración en el sitio de infección puede ser mucho más baja que las cifras séricas alcanzables (p. ej., líquido vítreo del ojo o líquido cefalorraquídeo). Los factores locales (pH bajo, concentración alta de proteínas) también logran alterar la actividad farmacológica. Por tal razón, el medicamento puede tener eficacia apenas satisfactoria o ser ineficaz a pesar de que en las pruebas estandarizadas in vitro muy probablemente se indique que el microorganismo es ―sensible‖. Por el contrario, las concentraciones del fármaco en la orina suelen ser mucho mayores de las observadas en plasma, así los microorganismos señalados como ―resistentes‖ pueden ―reaccionar‖ a la terapeútica si las infecciones se limitan a las vías urinarias. 12 3.4 Resistencia bacteriana. Para que un antibiótico sea eficaz, debe llegar a su blanco, unirse al mismo e interferir con su función. La resistencia bacteriana a un antimicrobiano cae dentro de tres categorías generales: 1) El fármaco no llega a su blanco. 2) El medicamento es inactivo. 3) El blanco está alterado. La membrana externa de las bacterias gramnegativas es una barrera de permeabilidad que impide la entrada de moléculas polares grandes a la célula. Las moléculas polares pequeñas incluso muchos antibióticos, entran a la célula por medio de canales hechos de proteínas llamadas porinas. La falta de canales de porina apropiado, ó la mutación ó la pérdida del mismo, puede lentificar la entrada del medicamento a la célula ó evitarla, lo que reduce la concentración eficaz del fármaco en el sitio blanco. Si el blanco es intracelular y el medicamento requiere transporte activo a través de la membrana celular, una mutación ó un estado ambiental que suprime éste mecanismo de transporte puede conferir resistencia. Por ejemplo, la gentamicina se transporta de manera activa a través de la membrana celular, la energía para éste proceso es proporcionada por el gradiente electroquímico a través de la membrana celular. Este gradiente es generado por las enzimas respiratorias que acoplan el transporte de electrones y la fosforilación oxidativa. Una mutación de una enzima de esta vía o las condiciones anaerobias (el oxígeno es el aceptor de electrón terminal de esta vía, y su falta reduce la energía potencial a través de la membrana) disminuye la cantidad de gentamicina que entra a la célula, lo cual origina resistencia. Las bacterias también tienen bombas de flujo de salida que pueden transportar fármacos hacia fuera de la célula. La resistencia a la tetraciclina y a antibióticos β- lactámicos es un ejemplo de un mecanismo de bomba de flujo de salida. 13 La inactivación del fármaco es el segundo mecanismo general de resistencia a medicamentos. La resistencia bacteriana a aminoglucósidos y a antibióticos β- lactámicos a menudo se debe a producción de enzimas modificadoras del aminoglucósido, y de β-lactamasa, respectivamente. Una variación de éste mecanismo es el fracaso de la célula bacteriana para convertir un fármaco inactivo en su metabolito activo. Esta es la base del tipo más frecuente de resistencia a la isoniazida en Mycobacterium tuberculosis. La alteración del órgano blanco puede deberse a una mutación de blanco natural (resistencia a fluoroquinolona), modificacióndel órgano blanco (tipo de resistencia de protección ribosómica a macrólidos y tetraciclinas), o sustitución con una alternativa resistente para el órgano blanco natural, susceptible (resistencia a la metilcilina para el estafilococos). Este mecanismo de resistencia se debe a reducción de la unión del medicamento por el blanco crítico ó sustitución de un nuevo blanco que no se une al fármaco, por el blanco natural. La resistencia puede adquirirse por mutación y selección, con un paso vertical del rasgo hacia las células hijas. Para que la mutación y la selección sean exitosas en la generación de resistencia, la mutación no puede ser letal, ni debe alterar de manera apreciable la virulencia. Asimismo, para que el rasgo se difunda, el mutante original ó su descendencia tiene que transmitirse de manera directa; de otro modo, la mutación debe ser ―redescubierta‖ por un mutante no relacionado dentro de una cepa sensible. Más a menudo, la resistencia se adquiere por medio de transferencia horizontal de determinantes de resistencia desde una célula donadora, con frecuencia de otra especie bacteriana, por medio de transducción, transformación ó conjugación. La resistencia que se adquiere por medio de transferencia horizontal puede diseminarse de manera rápida y amplia sea por medio de diseminación clonal de la cepa resistente en sí, o mediante transferencias genéticas adicionales desde la cepa resistente hacia otras cepas sensibles. El gen que codifica para la β- lactamasa estafilocócica, codificado por plásmido, tal vez se ha transferido en muchas ocasiones, porque se encuentra ampliamente distribuido entre gran número de cepas no relacionadas, y se ha identificado también en enterococos. Las β-lactamasas clase A, codificadas por plásmido, de bacterias gramnegativas 14 también se han difundido ampliamente hacia Escherichia coli, Neisseria gonorrhoeae y especies Haemophilus. 3.5 Selección de antibióticos. La selección óptima de antimicrobianos para combatir enfermedades infecciosas exige estudios clínicos y un conocimiento detallado de los factores farmacológicos y microbiológicos. A menudo la decisión de utilizar antibióticos se hace a la ligera, sin considerar la identidad del posible microorganismo infectante ó de las características farmacológicas del medicamento. Los antibióticos se utilizan en tres formas generales, como terapeútica empírica, como terapia definitiva y como tratamiento profiláctico ó preventivo. Si se usan de manera empírica o como terapéutica inicial, el antibiótico debe atacar a todos los microorganismos patógenos posibles, porque no se ha identificado al microorganismo o microorganismos infectantes. A menudo se utilizan combinaciones de fármacos ó de un solo compuesto de amplio espectro. Sin embargo, una vez identificado el agente infectante habrá que emprender la antibioticoterapia definitiva, es decir, un régimen de baja toxicidad y con espectro preciso para completar el ciclo terapéutico. Cuando está indicado un antimicrobiano, la meta es seleccionar un producto que sea activo de manera selectiva contra los microorganismos infectantes más frecuentes y que tenga la mínima capacidad de ocasionar toxicidad o reacciones alérgicas al individuo que lo recibe. La primera decisión del médico es saber si realmente está indicada o no la administración del antimicrobiano. Muchos facultativos de manera casi automática relacionan la fiebre y las infecciones tratables y recetan antimicrobianos sin hacer mayores valoraciones; la práctica anterior es irracional y potencialmente peligrosa. El diagnóstico puede ser ―disimulado‖ si no se obtienen muestras adecuadas para cultivo antes del tratamiento. Los antibióticos pueden causar toxicidad grave, y en el uso no juicioso de antimicrobianos favorece la selección de microorganismos resistentes. Por supuesto, a menudo es imposible la identificación definitiva de una infección bacteriana antes de iniciar tratamiento. Si no existe una indicación clara, con frecuencia se utilizan los antibióticos si el cuadro es grave y es muy problable 15 que el hecho de no usarlos culmine en la imposibilidad de dominar una infección que puede causar la muerte. El comienzo de la antibioticoterapia empírica óptima exige conocer los microorganismos infectantes más frecuentes y su sensibilidad a los antimicrobianos. Diversas técnicas son útiles en la selección de un régimen antibiótico. El cuadro clínico puede sugerir la identidad del microorganismo específico, es esencial conocer los microorganismos que tienen más probabilidades de causar infecciones específicas en un huésped dado. Además, se cuenta con métodos de laboratorio sencillos y rápidos para estudiar los tejidos infectados. El más útil y antiguo en la identificación inmediata de bacterias es la coloración de Gram realizada en las secreciones de líquidos corporales infectados. Los métodos como el mencionado permiten ―reducir‖ la lista de posibles microorganismos patógenos y así lograr una selección más racional en la antibioticoterapia inicial. Sin embargo, en muchas situaciones la identificación inadecuada de la morfología del microorganismo infectante no permite elaborar un diagnóstico bacteriológico específico y tal vez sea inapropiada la selección de un antibiótico de ―espectro reducido‖, sobre todo si la infección puede ser letal. En tales casos, está indicado un antimicrobiano de amplio espectro mientras se aísla e identifica el microorganismo. Siempre que el clínico afronte el dilema de emprender un tratamiento y sólo posea un diagnóstico bacteriológico presuncional, es necesario obtener muestras para cultivos del sitio probable de infección, y de sangre, si la bacteremia es una posibilidad, o antes de instituir farmacoterapia. Para un tratamiento definitivo, el régimen debe cambiarse a un antimicrobiano más específico (de espectro estrecho) una vez que se ha aislado un microorganismo y se conocen los resultados de las pruebas de sensibilidad. 16 3.5.1 Métodos para evaluar la sensibilidad de un microorganismo a los antimicrobianos. Pueden observarse amplias variaciones en la sensibilidad de diferentes cepas de la misma especie bacteriana a los antibióticos. La información acerca del tipo de sensibilidad del microorganismo infectante tiene importancia para la selección apropiada del fármaco. Se cuenta con diversas pruebas para determinar la sensibilidad de una bacteria a los antimicrobianos. Las más utilizadas son las de difusión en disco, los métodos de dilución en agar o en caldo y sistemas de pruebas automatizados. La técnica de difusión en disco aporta datos cualitativos ó semicuantitativos solamente acerca de la sensibilidad de un microorganismo particular a un antibiótico preciso. El método se realiza al aplicar discos de papel filtro, impregnados con cantidades específicas del fármaco en la superficie de placas de agar, en las que se ha hecho un cultivo (en estrías). Después de 18 a 24 horas de incubación se mide el diámetro de una zona clara de inhibición alrededor del disco.Dicho diámetro depende de la actividad del fármaco contra la cepa de la prueba. Los valores estandarizados para tamaños de zona para cada especie bacteriana y cada antibiótico permiten clasificar el aislado clínico como resistente, intermedio ó sensible. Los métodos de dilución utilizan antibióticos en concentraciones diluidas de modo seriado, en agar sólido o caldo que contiene un cultivo del microorganismo que se busca identificar. La concentración mínima del medicamento que evita la proliferación visible después de 18 a 24 horas de incubación se conoce como la concentración inhibidora mínima (MIC), y se llama concentración bactericida mínima (MBC) la cifra más pequeña que genera una disminución de 99.9 % en el número de bacterias. No se ha definido la utilidad de la MBC comométodo clínico. En los sistemas automatizados también se cultiva un método de dilución en caldo. La densidad óptica de un cultivo en caldo del aislado clínico incubado en presencia de fármaco se mide por medio de densitometría de absorbancia. Si la densidad del cultivo excede una densidad óptica umbral, ha ocurrido un 17 crecimiento a esa concentración de fármaco. El MIC es la concentración a la cual la densidad óptica permanece por debajo del umbral. 3.5.2 Factores Farmacocinéticos. La actividad in vitro, aunque crítica, es sólo una guía respecto a si un antibiótico tiene probabilidades o no de ser eficaz en una infección. El tratamiento exitoso también depende de alcanzar una concentración del fármaco que baste para inhibir una bacteria ó para matarla en el sitio de la infección. El tratamiento exitoso también depende de alcanzar una concentración del fármaco que baste para inhibir una bacteria o para matarla en el sitio de la infección, sin dañar al huésped. Para alcanzar esta meta, hay que valorar algunos factores farmacocinéticos y del huésped. El sitio en que está la infección en gran medida puede ser el elemento que rija al fármaco y a la vía de administración que se escojan. La concentración mínima del medicamento que se alcanza en el sitio infectado debe ser casi igual a la concentración inhibidora mínima (MIC) del microorganismo infectante, aunque en muchos casos es conveniente obtener ―múltiples‖ de dicha concentración, en la medida de lo posible. No obstante, hay datos que sugieren que incluso cifras subinhibidoras de antibióticos pueden estimular la fagocitosis y ser eficaces. Las observaciones mencionadas y otras similares pueden explicar el porqué algunas infecciones curan incluso cuando no se obtienen concentraciones inhibidoras mínimas, pero con la terapéutica antimicrobiana debe buscarse la obtención de cifras antibacterianas del fármaco en el sitio de infección durante el intervalo que media entre la administración de una y otra dosis; ello se logra sólo si se comprenden y utilizan los principios farmacocinéticos y farmacodinámicos. El acceso de los antibióticos a los sitios de infección depende de múltiples factores. Si la infección se localiza en el líquido cefalorraquídeo (LCR), el fármaco debe penetrar la barrera hematoencefálica y muchos de los antimicrobianos polares no poseen dicha capacidad a pH fisiológicos; algunos como la penicilina G, son transportados activamente al líquido cefalorraquídeo (LCR) por un mecanismo de transporte aniónico en plexo coroideo. Las concentraciones de penicilinas y cefalosporinas en LCR suelen ser sólo de 0.5 a 5 % de los valores en equilibrio estable valoradas de manera simultánea en plasma. No obstante, la 18 integridad de la barrera hematoencefálica disminuye durante la infección bacteriana activa; las uniones ocluyentes en los capilares cerebrales se abren, con lo cual hay un incremento extraordinario en la penetración, incluso de fármacos polares. Conforme se erradica la infección y desaparece la reacción inflamatoria, la penetración se revierte a lo normal. Lo anterior puede surgir en tanto persisten microorganismos viables en LCR, razón por la que no se debe disminuir la dosis del fármaco conforme mejora el enfermo, hasta que se suponga ó corrobore que el LCR se encuentre estéril. La penetración de medicamentos en sitios infectados casi siempre depende de difusión pasiva. De éste modo, la velocidad ó ritmo de penetración son directamente proporcionales a la concentración de compuesto libre en plasma ó en líquido extracelular. Por tal motivo, los medicamentos ligados extensamente a proteínas no penetran en la misma magnitud en que lo hacen los que están ligados en menor grado. Los fármacos que se unen ávidamente a proteínas poseen menor actividad porque sólo la fracción libre del medicamento puede interactuar con su objetivo. Tradicionalmente, la dosis de antibióticos y la frecuencia de dosificación de los mismos se han seleccionado para alcanzar actividad antibacteriana en el sitio de la infección durante la mayor parte del intervalo de dosificación. Sin embargo, existe controversia en cuanto a si el efecto terapéutico logrado por actividad antibacteriana relativamente constante es superior al alcanzado por medio de concentraciones máximas altas seguidas de periodos de actividad subinhibidora. En cierta medida, ello depende de si un compuesto inhibe a la proliferación bacteriana, que depende de la concentración ó del tiempo. Por ejemplo, la actividad de los antibióticos β-lactámicos depende sobre todo del tiempo, en tanto que los aminoglucósidos depende de la concentración. La actividad también puede estar determinada por el microorganismo específico y el sitio de infección. Los estudios en los animales con meningitis sugieren que la administración intermitente de antibióticos β-lactámicos tal vez sea más eficaz (eficacia equivalente, originada de una menor cantidad de fármaco) al parecer, la actividad constante es mejor en otras infecciones experimentales. Los datos de estudios sugieren que los aminoglucósidos, en una sola dosis grande al día, son tan eficaces como cuando se les administra con mayor frecuencia y son menos 19 tóxicos. Los estudios en pacientes sugieren también que proporcionar de manera continua aminoglucósidos ocasiona toxicidad innecesaria. Es esencial conocer también el estado de los mecanismos de eliminación de fármacos que tiene un enfermo individual, sobre todo cuando las concentraciones plasmáticas ó tisulares excesivas de los medcamentos pueden ocasionar toxicidad grave. Casi todos los antimicrobianos y sus metabolitos son eliminados de modo fundamental por riñones. Se cuenta con nomogramas específicos para facilitar el ajuste de la dosis a muchos compuestos, en sujetos con insuficiencia renal. El terapeuta debe tener enorme cuidado cuando utilice aminoglucósidos, vancomicina ó flucitosina en sujetos con decremento de la función renal, porque todos los productos mencionados se eliminan de manera exclusiva por mecanismos renales y su toxicidad guarda relación con su concentración en plasma y tejidos. Si ocurre toxicidad renal por un fármaco que se depura mediante los riñones, y no se tiene cuidado, puede surgir un círculo vicioso. En el caso de fármacos que se metabolizan o excretan por el hígado (eritromicina, cloranfenicol, metronidazol, clindamicina), se necesita disminuir la dosis en sujetos con insuficiencia hepática. 3.5.3 Vías de administración. Se prefiere en la medida de lo posible, la administración oral de los antibóticos pero suele recomendarse la parenteral en individuos muy graves, en quienes se necesita alcanzar concentraciones predecibles del fármaco. 20 3.5.4 Uso actual de los antimicrobianos en la terapéutica de infecciones. I. Cocos Grampositivos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Staphylococcus aureus Abscesos Bacteriemia Endocarditis Neumonía Osteomielitis Otras Sensibles a meticilina Nafcilina u oxacilina Una cefalosporina (G1) Vancomicina Clindamicina Un macrólido Trimetoprim- sulfametoxazol+ rifampicina FQ(GP)+rifampicina Resistentes a meticilina Vancomicina Quinupristina- dalfopristina Linezolid Con sensibilidad intermedia a vancomicina Quinupristina- dalfopristina Linezolid Vancomicina+ nafcilina u oxacilina Streptococcus pyogenes (Grupo A) Faringitis Escarlatina Otitis media, sinusitis Celulitis Erisipelas Neumonía Bacteriemia Síndrome similar al choque tóxico Otras infecciones sistémicas Penicilina Amoxicilina Una cefalosporina (G1) Vancomicina Un macrolido Clindamicina Streptococcus (grupo viridians) Endocarditis Bacteriemia Penicilina G± Gentamicina Ceftriaxona Vancomicina Streptococcus agalactiae (grupo B) Bacteriemia Endocarditis Ampicilina o penicilina G± gentamicina Una cefalosporina (G1) Vancomicina Meningitis Ampicilina o penicilina G± gentamicina Ceftriaxona o cefotaxima - Streptococcus bovis Endocarditis Bacteriemia Penicilina G ± Gentamicina - - 21 I. Cocos Grampositivos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Streptococcus (especies anaerobias) Bacteriemia Endocarditis Absceso cerebal y de otro tipo Sinusitis Penicilina G Una cefalosporina (G1) Clindamicina Vancomicina Streptococcus pneumoniae (neumococo) Neumonía Artritis Sinusitis Otitis Sensibles a penicilina (concentración inhibidora mínima [MIC] < 0.1 µg/ml) o con resistencia intermedia (MIC≥0.1 y <1.0) Penicilina Amoxicilina Una cefalosporina (G1) Un macrólido Clindamicina Trimetoprim- sulfametoxazol Resistentes a penicilina (MIC≥ 1.0) Ceftriaxona o cefotaxima Vancomicina Penicilina Clindamicina FQ (GP) Trimetoprim- sulfametoxazol Meningitis Endocarditis Otras infecciones graves Sensibles a penicilina (MIC < 0.1) Penicilina Ceftriaxona o cefotaxima Vancomicina Resistencia intermedia a la penicilina (MIC ≥ 0.1 y <1.0) Cefotaxima o ceftriaxona Vancomicina - Resistentes a penicilina G (MIC ≥ 1.0) Vancomicina + rifampicilina o ceftriaxona o cefotaxima Ceftriaxona o cefotaxima + rifampicina - II. Cocos Gramnegativos Moraxella catarrhalis Otitis Sinusitis Neumonía Amoxicilina+cla- vulanato Ampicilina+sul- bactam Trimetoprim- sulfametoxazol Una cefalosporina (G2 o G3) Ciprofloxacina Tetraciclina Eritromicina 22 II. Cocos Gramnegativos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Neisseria gonorrhoeae (gonococos) Uretrtis o cervicitis no complicada Ceftriaxona Cefixima Ciprofloxacina o levofloxacina Cefoxitina Doxiciclina Especti- nomicina Neisseria meningitidis (meningococos) Meningitis Penicilina G Ceftriaxona o cefotaxima Cloranfeni- col Estado de portador (postramiento) Rifampicina Ciprofloxacina Ceftriaxona III. Bacilos Grampositivos Bacillus anthracis ―Pústula maligna‖ Neumonía Penicilina G Eritromicina Doxiciclina Una cefalospori na (G1) Cloranfeni- col Corynebacterium diphtheriae Faringitis Laringotraqueítis Neumonía Otras lesiones locales Un macrólido Clindamicina Una cefalospori na (G1) Rifampici- na Estado de portador Un macrólido - - Especies de Corynebacterium aerobias y anaerobias (difteroides) Endocarditis Cuerpos extraños infectados Bacteriemia Penicilina G ± un aminoglucósido Vancomicina Rifampicina + penicilina G Ampicilina-sulbactam - Listeria monocytogenes Meningitis Ampicilina o penicilina G ± gentamicina Trimetoprim- sulfametoxazol - Bacteriemia Ampicilina o penicilina G ± gentamicina Trimetoprim- sulfametoxazol Eritromici- na Cloranfeni- col Erysipelothrix rhusiopathiae Erisipeloide Penicilina G Eritromicina Doxiciclina Cloranfeni- col Clostridium perfringens y otras especies Gangrena gaseosa Penicilina G Cefoxitina, cefotetán, ceftizoxima Clindamicina Imipenem Cloranfeni- col Doxiciclina Clostridium tetani Tétanos Penicilina G Vancomicina Clindamicina Doxiciclina 23 III. Bacilos Grampositivos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Clostridium difficile Colitis por antibióticos Metronidazol (oral) Vancomicina (oral) - IV. Bacilos Gramnegativos Escherichia coli Infección de vías urinarias Ciprofloxacina o levofloxacina Una cefalosporina (G1) Una penicilina + un inhibidor de penicilinasa Un aminoglucósido Aztreonam Nitrofuran- toína Trimeto- prim- sulfameto- xazol Otras infecciones Bacteriemia Ciprofloxacina o levofloxacina Una cefalosporina (G1) Un aminoglucósido Una penicilina + un inhibidor de penicilinasa Trimeto- prim Sulfameto- xazol Especies de Enterobacter Infecciones de vías urinarias y de otros órganos Timetoprim- sulfametoxazol Ciprofloxacina Imipenem Cefepima Un aminoglucósido Una penicilina de amplio espectro Proteus mirabilis Infecciones de vías urinarias y de otros órganos Ampicilina o amoxicilina Una cefalosporina Ciprofloxacina Un aminoglu- cósido Proteus, otras especies Infecciones de vías urinarias y de otros órganos Una cefalosporina (G3) Ciprofloxacina Una penicilina + un unhibidor de ß- lactamasa Aztreonam Imipenem Pseudomona aeruginosa Infecciones de vías urinarias Una penicilina de amplio espectro Ceftazidima o cefepima Ciprofloxacina Tobramicina Aztreonam Imipenem o merope- nem Neumonía Bacteriemia Una penicilina de amplio espectro + tobramicina Ceftazidima o cefepima + tobramicina Ciprofloxacina + una penicilina de amplio espectro Aztreonam + tobramicina Imipenem + tobramicina Klebsiella pneumoniae Infecciones de vías urinarias Una cefalosporina Un aminoglucósido Mezlocilina o piperacilina Trimeto- prim sulfameto- xazol Ciprofloxa- cina u ofloxacina Neumonía Una cefalosporina Ciprofloxacina Aztreonam Una penicilina + un inhibidor de penicilina- sa Imipenem 24 IV. Bacilos Gramnegativos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Salmonella Fiebre tifoidea Fiebre paratifoidea Bacteriemia Ciprofloxacina o levofloxacina Ceftriaxona Trimetoprim- sulfametoxazol Ampicilina Cloranfenicol Gastroenteritis aguda Ningún tratamiento Ciprofloxacina Ningún tratamiento o trimetoprim- sulfametoxazol Ningún tratamiento o ampicilina Shigella Gastroenteritis aguda Ciprofloxacina Trimetoprim- sulfametoxazol Ampicilina Serratia Diversas infecciones nosocomiales y por oportunistas Imipenem Cefoxitina Una cefalosporina (G3) Una penicilina de amplio espectro Aztreonam Acinetobacter Diversas infecciones nosocomiales Imipenem Un aminoglucósido Una cefalosporina (G3) Trimetoprim- sulfametoxazol Haemophilus influenzae Otitis media Sinusitis Neumonía Epiglotis Meningitis Trimetoprim- sulfametoxazol Amoxicilina- clavulanato Cefuroxima axetil Ceftriaxona o cefotaxima Cefuroxima axetil Amoxicilina o ampicilina Trimetoprim- sulfametoxazol Ampicilina- sulbactam Ciprofloxacina Azitromicina Haemophilus ducreyi Chancroide Ceftriaxona Trimetoprim- sulfametoxazol Eritromicina Ciprofloxacina Una sulfonamida Doxiciclina Brucella Brucelosis Doxiciclina+ gentamicina Doxiciclina+ rifampicina Trimetoprim+ rifampicina Trimetoprim - sulfametoxazol ± gentamicina Cloranfenicol Yersinia pestis Peste Estreptomicina ± una tetraciclina Doxiciclina Ciprofloxacina Cloranfenicol Yersinia enterocolitica Yersiniosis Trimetoprim- sulfametoxazol Una cefalosporina (G3) Ciprofloxacina u ofloxacina Sepsis Un aminoglucósido Cloranfenicol Francisella tularensis Tularemia Estreptomicina Doxiciclina Cloranfenicol Ciprofloxacina 25 IV. Bacilos Gramnegativos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Pasteurella multocida Infección de heridas (mordeduras de animales) Abscesos Bacteriemia Meningitis Amoxicilina - clavulanato Penicilina G Doxiciclina Ceftriaxona Vibrio cholerae Cólera Doxiciclina Ciprofloxacina Trimetoprim-sulfametoxazol Cloranfenicol Flavobacterium meningosepticum Meningitis Vancomicina Trimetoprim- sulfametoxazol Rifampicina Pseudomonas mallei Muermo Estreptomicina + una tetraciclina Estreptomicna + cloranfenicol - Pseudomonas pseudomallei Melioidosis Ceftazidima o ceftriaxona Trimetoprim - sulfametoxazol Imipenem Cloranfenicol - Campylobacter jejuni Enteritis Ciprofloxacina Un macrólido Clindamicina Campylobacter fetus Bacteriemia Endocarditis Gentamicina Ampicilina Ceftriaxona Imipenem Ciprofloxacina u ofloxacina Meningitis Ampicilina Ceftriaxona Cloranfenicol Fusobacterium nucleatum Faringitis ulcerosa Absceso pulmonar, empiema Infecciones en genitales Gingivitis Penicilina G Clindamicina Metronidazol Una cefalosporina (G1) Eritromicina Doxiciclina Cloranfenicol Cefoxitina Calymmatobacterium granulomatis Granuloma inguinal Doxiciclina Trimetoprim- sulfametoxazol - Streptobacillus moniliformis Bacteriemia Artritis Endocarditis Abscesos Penicilina G Estreptomicina Doxiciclina Eritromicina Cloranfenicol Legionella pneumophila Enfermedad de los legionarios Azitromicina Una fluoroquinolona Eritromicina o claritromicina Trimetoprim - sulfametoxazol Doxicilina V. Bacilos ácido- resistentes Mycobacterium aviumintracellulare Enfermedad diseminada en SIDA Claritromicina + etambutol Rifabutina + etambutol ± ciprofoxacina Amikacina Mycobacterium tuberculosis Infecciones pulmonares, miliares, renales, meníngeas y tuberculosas de otra índole Isonazida + rifampicina + pirazinamida + etambutol Isoniazida + rifampicina Rifampicina + etambutol + pirazinamida 26 VI. Espiroquetas ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Mycobacterium leprae Lepra Dapsona + rifampicina Clofazimina Levofloxacina Amoxicilina- clavulanato Claritromicina Treponema pallidum Sífilis Penicilina G Doxiciclina - Treponema pertenue Pian Frambesia Penicilina G Estreptomicina Doxiciclina - Borrelia burgdorferi (enfermedad de Lyme) Eritema crónico migratorio- piel Doxiciclina Amoxicilina Ceftriaxona Azitromicina o claritromicina Etapa2: manifestaciones neurológicas cardiacas y artríticas Ceftriaxona Penicilina G Tetraciclina Borrelia recurrentis Fiebre recidivante Doxiciclina Eritromicina Penicilina G Leptospira Enfermedad de Weil Meningitis Penicilina G Doxiciclina - VII. Actinomicetos Actinomyces israelii Lesiones cervicofaciales, abdominales, torácicas y de otro tipo Penicilina G Ampicilina Doxiciclina Eritromicina Nocardia asteroides Lesiones pulmonares Abscesos cerebrales Lesiones de otros órganos Trimetoprim- sulfametoxazol Minociclina ± una sulfonamida Imipenem Amikacina Amoxicilina- clavulanato Ceftriaxona VIII. Microorganismos diversos Ureaplasma urealyticum Uretritis inespecífica Doxiciclina Un macrólido - Mycoplasma pneumoniae Neumonía atípica Doxiciclina Un macrólido - Rickettsia Tifo Tifo murino Enfermedad de Brill Fiebre manchada de las Montañas Rocosas Fiebre Q Ricketsiasis pustulosa Doxiciclina Cloranfenicol - Chlamydia psittaci Psitacosis (ornitosis) Doxiciclina Cloranfenicol - Chlamydia trachomatis Linfogranuloma venéreo Doxiciclina Azitromicina Trimetoprim- sulfametoxazol - Tracoma Azitromicina Doxiciclina - Conjuntivitis por inclusión (blenorrea) Azitromicina Doxiciclina Una sulfonamida Uretritis inespecífica Cervicitis Azitromicina Doxiciclina Amoxicilina Levofloxacina 27 VIII. Microorganismos diversos ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Chlamydia pneumoniae Neumonía Diclociclina Azitromicina o claritromicina Una fluoroquinola - Pneumocystis carinii Neumonía en huésped inmunodeficiente Enfermedad leve a moderada Trimetoprim- sulfametaxazol Trimetoprim- dapsona Clindamicina- primaquina Atovacuona Enfermedad moderadamente grave o grave Trimetoprim- sulfametaxazol Pentamidina Clindamicina -primaquina Trimetrexato IX. Hongos Especies de Candida Candidosis cutánea o vaginal Fluconazol Nistatina Itraconazol - Candidosis oral Fluconazol Clotrimazol Nistatina Itraconazol - Infección profunda Anfotericina B Fluconazol - Coccidioides immitis Diseminada (no meníngea) Anfotericina B Fluconazol Itraconazol - Meningitis Anfotericina B Fluconazol Itraconazol - Histoplasma capsulatum Enfermedad pulmonar crónica Itraconazol Anfotericina B Fluconazol Diseminada Anfotericina B Itraconazol - Blastomyces dermatitidis Todas Itraconazol Anfotericina B - Paracoccidioides brasiliensis Todas Itraconazol Anfotericina B seguida de una sulfonamida - Sporothrix schenckii Cutánea Yoduro Itraconazol - Extracutánea Anfotericina B Itraconazol - Especies de Aspergillus Invasivas Anfotericina B liposómica Itraconazol Anfotericina B Agentes causales de mucormicosis Todas Anfotericina B - - Cryptococcus neoformans No meníngea Ninguno o anfotericina B - - Meningitis Anfotericina B ± flucitosina Fluconazol X. Virus Citomegalovirus Retinitis en pacientes con SIDA Ganciclovir Foscarnet Cidofovir Virus de la hepatitis B Hepatitis crónica Interferón alfa Lamivudina - - 28 X. Virus ENFERMEDADES SELECCIÓN DE ANTIMICROBIANOS Primera Elección Segunda Elección Tercera Elección Virus de la hepatitis C Hepatitis crónica Interferón alfa + ribavirina Interferón alfa - Virus del herpes simple Enfermedades de genitales Aciclovir - - Queratoconjuntivitis Trifluridina Aciclovir Idoxuridina Encefalitis Aciclovir - - HVS neonatal Aciclovir - - HSV mucocutáneo en huésped inmunodeficiente Aciclovir Foscarnet - Virus de inmunodeficiencia humana SIDA Positividad de anticuerpos contra VIH y número de linfocitos CD4 menor de 500 células/mm³ 2 NRTI + PI 2 NRTI + NNRTI NRTI + NNRTI + PI Virus del papiloma humano Papiloma genital Interferón α - - Influenza A Influenza Rimantidina Amantadina Zanamivir Oseltamivir Virus sincitial respiratorio Neumonía y bronquiolitis de la lactancia Ribavirina (aerosol) - - Virus de varicela- zoster Herpes-zoster o varicela en huésped inmunodeficiente; en embarazo Aciclovir Foscarnet - Varicela o herpes-zoster en huésped normal Ningún tratamiento Aciclovir Famciclovir Valaciclovir - - La selección de compuestos específicos contra diversas infecciones desencadena de modo inevitable discusiones y desacuerdos por las diferencias en criterios o en experiencias clínicas personales; en ocasiones se cuenta con varios medicamentos de igual eficacia entre los que se debe escoger alguno, de manera que la elección de uno y no de otro podría ser arbitraria. Los tipos de sensibilidad de los microorganismos varían de manera amplia según el hospital o la clínica en la cual se prescriba el medicamento.4 4 Goodman & Gilman ―Las Bases Farmacológicas de la Terapéutica‖ 9º ed., editorial McGraw-Hill Interamericana S.A, 1996 pp. 1161-1176. 29 3.6 Factores del huésped. A menudo, factores innatos o propios del huésped pueden ser los determinantes no sólo del tipo de fármaco escogido, sino también de la dosis, vías de administración, riesgos y naturaleza de los efectos adversos y eficacia terapéutica. 3.6.1 Mecanismos de defensa del huésped. Un aspecto fundamental de la eficacia terapéutica de los antimicrobianos es el estado funcional de los mecanismos de defensa del huésped. Los aspectos humoral y celular de la inmunidad son importantes. Factorescomo inadecuación de tipo, calidad y cantidad de las inmunoglobulinas; alteración del sistema inmunitario de tipo celular o algún defecto cualitativo o cuantitativo en los fagocitos pueden generar ineficacia terapéutica a pesar de utilizar compuestos por lo demás adecuados y útiles. En huéspedes inmunocompetentes, la infección a menudo puede curarse meramente al suspender la multiplicación de los microorganismos (un efecto bacteriostático). Si hay alteraciones de las defensas del huésped, la actividad bacteriostática puede ser inadecuada, y es posible que se requiera un fármaco bactericida para que haya curación. 3.6.2 Factores locales. La curación de una infección con antibióticos depende del conocimiento de la forma en que los factores locales en el sitio de la infección modifican la actividad antimicrobiana del fármaco. La actividad antimicrobiana puede estar muy reducida en el pus, que contiene fagocitos, restos celulares y proteínas que se unen a los medicamentos o crean condiciones desfavorables para la acción de los mismos. Los cúmulos grandes de hemoglobina en hematomas infectados pueden ligar penicilinas y tetraciclinas y, de éste modo, aminorar su eficacia. El pH en cavidades abscedadas y otros sitios infectados cerrados (espacio pleural, LCR y orina) casi siempre es bajo o ácido, con lo cual hay pérdida extraordinaria de la actividad antimicrobiana de aminoglucósidos, eritromicina y clindamicina. Sin embargo, algunos fármacos como clortetraciclina, nitrofurantoína y metenamina son más activos en el medio ácido comentado. El medio anaerobio que priva en cavidades abscedadas también puede disminuir la actividad de los aminoglucósidos; disminuye la penetración de los antimicrobianos en áreas 30 infectadas como las cavidades de abcesos porque también es menor el riego sanguíneo. El tratamiento adecuado de los abscesos por lo común obliga a efectuar drenaje operatorio. La presencia de un cuerpo extraño en un sitio infectado aminora en grado sumo la posibilidad de obtener buenos resultados con los antimicrobianos. Las células fagocíticas perciben como extraño el material protético (p. ej., válvulas cardiacas protéticas, articulaciones protéticas, marcapasos, injertos vasculares, y diversos cortocircuitos vasculares y del sistema nervioso central [SCN]). En un intento por ejercer su acción fagocítica y destruirla, dichas células se desgranulan, por lo cual se agotan las sustancias bactericidas en su interior. De éste modo, los fagocitos en cuestión son relativamente ineficaces para destruir bacterias patógenas. Las bacterias también pueden residir dentro de los fagocitos, lo que evita que queden expuestas a casi todos los antimicrobianos. También hay pruebas de que las bacterias que se adhieren a material protético resisten a la destrucción por bactericidas. Las infecciones que surgen por cuerpos extraños se caracterizan por recaídas frecuentes e ineficacia de antibióticos incluso a altas dosis y por largo tiempo. Para que se obtengan buenos resultados con ellos, casi siempre se necesita extraer el material extraño. Los agentes infecciosos que residen dentro de los fagocitos (parásitos intracelulares) se protegen de la acción de los antimicrobianos que penetran escasamente en el interior de las células; ello puede constituir un problema en infecciones originadas por Salmonella, Brucella, Toxoplasma, Listeria y M. tuberculosis, y en algunos casos incluso en infecciones causadas por Staphylococcus aureus. Ciertos antibióticos, por ejemplo, fluoroquinolonas, isoniazida, trimetoprim-sulfametoxazol y rifampicina, penetran bien en las células y pueden alcanzar concentraciones intracelulares que inhiben a microorganismos patógenos que residen dentro de células, o que los matan. 3.6.3 Edad. La edad del enfermo constituye un factor determinante en las propiedades farmacocinéticas de los antimicrobianos. En el neonato, están poco desarrollados los mecanismos de eliminación y en particular la excreción por riñones y la 31 biotransformación por hígado, y esta situación priva sobre todo en el prematuro. El hecho de no hacer ajustes, tomando en consideración las diferencias correspondientes a dichos grupos de edad, puede generar consecuencias desastrosas. Es posible que los ancianos depuren menos los medicamentos que se eliminan por vía renal, debido a reducción de la depuración de creatinina. Asimismo, quizá metabolicen fármacos con menor rapidez, lo que los predispone a concentraciones altas y en potencia tóxicas de medicamentos en comparación con las observadas en pacientes más jóvenes. Los ancianos a menudo tienen más probabilidades de sufrir toxicidad a concentraciones de fármacos por lo demás seguras, como sucede para la ototoxicidad por aminoglucósidos. Los factores propios del desarrollo también pueden regir el tipo de reacción adversa al medicamento. Las tetraciclinas se unen ávidamente a dientes y huesos en desarrollo, y su uso en niños de corta edad puede ocasionar retardo en el crecimiento óseo y manchas ó hipoplasia en el esmalte dental. Las fluoroquinolonas se acumulan en cartílago de huesos en desarrollo y afectan su crecimiento. Después de utilizar sulfonamidas en neonatos, puede surgir kernicterus (disfunción neurológica inducida por la bilirrubina) porque este tipo de fármacos establece competencia eficaz con la bilirrubina para ocupar los sitios de unión en la albúmina plasmática. La aclohidria en niños de corta edad y en pacientes geriátricos o la administración de antiácidos puede disminuir la absorción de antimicrobianos orales (p. ej., mayor absorción de penicilina G y disminución de la absorción del ketoconazol). 3.6.4 Factores genéticos. Al recetar y administrar antibióticos es necesario considerar algunas anormalidades genéticas ó metabólicas. Diversos fármacos, como sulfonamidas, nitrofurantoína, cloranfenicol y ácido nalidíxico, pueden producir hemólisis aguda en individuos con deficiencia de deshidrogenasa de glucosa-6-fosfato. Las personas que presentan acetilación rápida de la isoniazida pueden tener concentraciones subterapéuticas de dicho fármaco en plasma. 32 3.6.5 Embarazo. La gestación conlleva a un mayor peligro de reacción a antimicrobianos por parte de la madre y el feto. La administración de estreptomicina a la embarazada se ha relacionado con hipoacusia en el producto. Las tetraciclinas afectan huesos y dientes del feto. La embarazada que recibe dichos fármacos puede presentar necrosis adiposa aguda letal del hígado, pancreatitis y también lesión renal. El embarazo quizá también altere la farmacocinética de algunos antibióticos. La mujer que amamanta puede transmitir por la leche algunos antimicrobianos. El ácido nalidíxico y las sulfonamidas en la leche materna han ocasionado hemólisis en niños con deficiencia de deshidrogenasa de glucosa-6-fosfato. Además, las sulfonamidas, incluso en cantidades pequeñas, en la leche humana pueden predisponer al niño que las recibe a sufrir kernicterus (se trata de una afectación neurológica causada por el depósito a nivel cerebral de bilirrubina no conjugada). 3.6.6 Alergia a fármacos. Los antibióticos, en particular los β-lactámicos, tiene la particularidad de provocar reacciones alérgicas. Los individuos con el antecedente de alergia tópica al parecer son sensibles sobre todo a la aparición de tales reacciones. También se ha vinculado a las sulfonamidas como el trimetoprim, la nitrofurantoína y la eritromicina con reacciones de hipersensibilidad y, en especial, erupciones. El antecedente de anafilaxia (reacción inmediata) o pápulas y edema laríngeo (reacción acelerada) impide su uso, salvo en situaciones extremas que amenazan la vida. Las cutirreacciones, en particular a la penicilina, pueden ser útiles para predecir si surgirán reacciones que llegan a ser letales. Sin embargo, la utilidadde los métodos mencionados es controvertida. Los antimicrobianos como otros fármacos, causan ―fiebre por medicamentos‖ que puede ser tomada erróneamente como signo de persistencia de la infección. 33 3.6.7 Trastornos del sistema nervioso. Los individuos con predisposición a convulsiones están en peligro de sufrir crisis motoras localizadas o mayores, cuando reciben dosis altas de penicilina G. La neurotoxicidad de la penicilina y otros antibióticos β-lactámicos guarda relación con concentraciones aumentadas de los fármacos en LCR (Líquido cefalorraquídeo). Casi siempre se observa en sujetos con insuficiencia renal que reciben dosis grandes de los compuestos mencionados. La disminución de la función renal incrementa las concentraciones de penicilina en LCR medio de dos mecanismos: una menor eliminación de la penicilina plasmática por riñones, con lo cual aumenta el gradiente de concentración para la difusión pasiva al interior de LCR, y acumulación de ácidos orgánicos (en la uremia), que inhiben de manera competitiva el mecanismo de transporte en el plexo coroideo que elimina penicilina y otros ácidos orgánicos del líquido cefalorraquídeo. Los individuos con miastenia grave u otros problemas neuromusculares son sensibles al efecto de bloqueo neuromuscular que poseen aminoglucósidos, polimixinas y colistina. Las personas a quienes se aplica anestesia general y que reciben un compuesto de bloqueo neuromuscular son particularmente sensibles a presentar los efectos tóxicos de dicho antibiótico. 3.7 Principales clases de antibióticos. 3.7.1 Sulfonamidas, trimetoprim-sulfametoxazol, quinolonas y fármacos contra infecciones de vías urinarias. Las sulfonamidas se utilizan básicamente en el tratamiento de infecciones de vías urinarias; en combinación con el trimetoprim, se usan para combatir otitis, bronquitis, sinusitis y neumonía causada por Pneumocystis carinii. La aparición de resistencia a estos medicamentos ha limitado su utilidad en otras situaciones. La vía de eliminación es mediante la orina y pequeñas cantidades se presentan también en las heces, bilis, leche materna y otras secreciones. Aproximadamente 60 % del trimetoprim y 25 a 50 % del sulfametoxazol administrados se excretan por orina en término de 24 horas. Se ha observado que 66 % de la sulfonamida no está conjugada. También se excretan metabolitos del 34 trimetoprim. Las velocidades de excreción y las concentraciones de ambos compuestos en orina disminuyen de manera signficativa en personas con uremia. Las quinolonas tienen un amplio espectro de actividad antimicrobiana contra bacilos gramnegativos como los estafilococos y cocos gramnegativos aerobios por su biodisponibilidad después de ingerirlos, constituyen una clase importantísima de antibióticos. También se utilizan para el tratamiento de infección en vías urinarias, prostatitis, enfermedades venéreas de transmisión sexual, osteomielitis y diarrea bacteriana. No se recomienda en niños ni en mujeres embarazadas por la posibilidad de que induzcan alguna artropatía. Las vías de eliminación difieren entre las quinolonas. La excreción por riñones predomina en el caso de ofloxacina, lomefloxacina y cinoxacina; pefloxacina, ácido nalidíxico, esparfloxacina, grepafloxacina y trovafloxacina se eliminan por vías extrarrenales. Se necesitan ajustes de dosis en sujetos con insuficiencia renal en el caso de cinoxacina, norfloxacina, ciprofloxacina, ofloxacina, enoxacina y lomefloxacina, pero no para ácido nalidíxico, grepafloxacina, trovafloxacina y pefloxacina. Ninguno de estos medicamentos es eliminado eficazmente por diálisis peritoneal o hemodiálisis. En sujetos con insuficiencia hepática, debe utilizarse otra fluoroquinolona que no sea trovafloxacina, grepafloxacina o pefloxacina. 35 Estructura química de varias sulfonamidas y quinolonas5. 5 http://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/summary/summary.cgi?cid=33613 03-agosto-2011 http://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/summary/summary.cgi?cid=33613 36 3.7.2 Penicilinas, cefalosporinas y otros antibióticos ß-lactámicos. Los antibióticos ß-lactámicos son productos útiles que se recetan frecuentemente y comparten una estructura y un mecanismo de acción común, es decir, la inhibición de la síntesis de la pared de peptidoglucano de la bacteria. Entre sus clases importantes cabe referir a las penicilinas G y V, muy activas contra cocos grampositivos sensibles; penicilinas resistentes a penicilinasa como la nafcilina, con efectos contra Staphylococcus aureus productores de penicilinasa; ampicilina y otros medicamentos con un espectro más amplio contra microorganismos gramnegativos, y penicilinas de espectro ―extendido‖ como ticarcilina y piperacilina que poseen acción contra Pseudomona aeruginosa. La penicilina G se excreta vía renal, aunque una pequeña parte lo hace por bilis y otras vías. Las cefalosporinas se clasifican por ―generaciones‖; la primera de ellas incluye compuestos con actividad contra microorganismos grampositivos, pero moderada contra gramnegativos; la segunda generación comprendió productos con actividad mayor contra gramnegativos y algunos medicamentos con efectos contra anaerobios; la tercera generación tiene compuestos con menor actividad contra grampositivos y posee acción más intensa contra Enterobacteriaceae, y un subgrupo activo contra P.aeruginosa; la cuarta generación cuenta con cefalosporinas con un espectro similar a las de tercera generación, pero presentan mayor estabilidad a la hidrólisis por ß-lactamasas. La cefalosporinas se excretan principalmente por el riñón; por lo que hay que modificar sus dosis en personas con insuficiencia renal. El probenecid hace lenta la secreción tubular de casi todas ellas. La cefpiramida y la cefoporazona se excretan por la bilis. Cefalotina, cefapirina y cefotaxima son desacetiladas in vivo y sus metabolitos poseen menor actividad antimicrobiana que los compuestos originales. Los metabolitos desacetilados también se excretan por los riñones. Los inibidores de ß-lactamasa como el clavulanato se utilizan para ampliar el espectro de las penicilinas contra microorganismos productores de dicha enzima. Los carbapenems poseen el espectro antimicrobiano más amplio entre todos estos 37 antibióticos, mientras los monobactams tienen un espectro contra gramnegativos que se asemejan al de los aminoglucósidos. La resistencia bacteriana a los ß-lactámicos sigue en aumento con un ritmo impresionante. Entre los mecanismos de resistencia están no solamente la produción de ß-lactamasa que destruyen los antibióticos, sino alteraciones en las proteínas que se ligan a la penicilina, lo mismo que disminuciones de a) la penetración activa del antibiótico a la célula, y b) la salida activa de la misma. 38 Estructura química de diversas penicilinas6. 6 http://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/summary/summary.cgi?cid=33613 03-agosto-2011. http://pubchem.ncbi.nlm.nih.gov/summary/summary.cgi?cid=33613 39 3.7.3 Aminoglucósidos. Los aminoglucósidos son aminociclitoles con actividad inhibidora bactericida de la síntesis proteínica. Son relativamente tóxicos en comparación con otras clases de antibióticos pero siguen siendo útiles, para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias gramnegativas aerobias. La estreptomicina es un medicamento importante para tratar la tuberculosis. Dentro de estos antibióticos encontramos la gentamicina, tobramicina, amikacina, netilmicina, kanamicina, estreptomicina y neomicina. Los aminoglucósidos
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