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Doillon, David - El Magonismo y La Revolución Mexicana en la prensa ácrata y radical francófona - Judith Reyes Luna

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A mediados de la década de 1900, Ricardo Flores Magón y 
sus compañeros, férreos opositores del régimen de Porfirio 
Díaz, iniciaron un proceso de radicalización ideológica hacia 
posiciones anarquistas que los llevaron a pugnar por derro-
car la dictadura porfirista a través de la revolución. Cons-
cientes de que una revolución sólo existe en la medida en 
que se habla de ella y recibe apoyo exterior, los rebeldes 
desarrollaron una estrategia de comunicación internacional 
con el objetivo de desacreditar al viejo dictador, sensibilizar 
a la opinión pública sobre la situación de México y, sobre 
todo, atraer el apoyo del movimiento revolucionario mun-
dial, principalmente del francés.
A través de un puntual estudio introductorio y un mi-
nucioso registro, esta antología da cuenta del cauce y los 
avatares de la relación, solidaria y conflictiva a la par, que se 
estableció entre los militantes de ambos continentes. Asi-
mismo, ofrece al lector la oportunidad de atisbar la percep-
ción extranjera sobre México y su devenir durante esta 
época convulsa y plena de cambios.
 COLECCIÓN 
HISTORIA
SERIE GÉNESIS
El magonismo y la Revolución 
mexicana en la prensa ácrata 
y radical 
francófona
David Doillon
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El magonismo y la Revolución mexicana 
en la prensa ácrata y radical 
francófona
•
Colección Historia
•
serie génesis
El magonismo y la Revolución mexicana 
en la prensa ácrata y radical 
francófona
•
David Doillon
INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
Traducción: Tomás Serrano
Edición: Jacinto Barrera
Diseño de portada: Jorge García
Primera edición: 2013
D.R. © Instituto Nacional de Antropología e Historia 
 Córdoba 45, col. Roma, C.P. 06700, México, D.F. 
 sub_fomento.cncpbs@inah.gob.mx
ISBN: 978-607-484-382-8
Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial 
de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía 
y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización 
por escrito de los titulares de los derechos de esta edición.
Impreso y hecho en México.
Doillon, David.
El magonismo y la Revolución méxicana en la prensa ácrata y radical francófona / 
David Doillon. – México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2013.
336 p.; 23 cm. – (Colección Historia. Serie Génesis)
ISBN: 978-607-484-382-8
1. Anarquismo y anarquistas – Prensa – México. 2. Magonismo – Historia. 3. Prensa 
anarquista – Francia – Historia. 4. México – Historia – Revolución, 1910-1917 – 
Ricardo Flores Magón. I. t. II. Serie.
LC: F1233.5 / D64 / 2012
Índice
•
Agradecimientos 9
La prensa ácrata francesa y el magonismo: 
entre solidaridad y conflictos 11
1907 61
1908 73
1909 89
1910 93
1911 115
1912 209
1913 287
1914 303
1916 309
1927 317
Lista de los artículos publicados sobre el magonismo 
y la Revolución mexicana en la prensa ácrata 
y radical francófona 319
9
Agradecimientos
•
A Rachel Viné y Freddy Gomez por sus lecturas atentas y consejos 
pertinentes.
Al personal de los archivos, en particular a Marianne Enckell y 
Fréderic Deshusses (cira Lausana); Franck Veyron (bdic); Mieke Ijzer-
mans (iisg); Gilbert Roth (cira Marsella) y Anthony Lorry (cedias-
Museo Social) por su diligencia.
A Claudio Albertani, Jean-Marc Delpech, Guillaume Davranche y 
Eric Jarry por los documentos e información que me facilitaron.
A Antonia Fontanillas por el acceso a sus archivos personales.
A Jacinto Barrera Bassols por haber posibilitado este libro.
11
La prensa ácrata francesa y el magonismo:
entre solidaridad y conflictos
•
A partir de la segunda mitad de la década de 1910, los opositores al re-
gimen de Porfirio Díaz, reunidos en la Junta Organizadora del Parti-
do Liberal Mexicano (joplm), entablan un proceso de radicalización 
ideológica hacia posiciones anarquistas que los lleva a propugnar el 
derrocamiento del viejo dictador a través de una revolución. Pero 
comprendiendo con rapidez que una revolución de la que no se habla 
no existe y que si no recibe apoyo exterior se muere, Ricardo Flores 
Magón y sus compañeros establecen una estrategia de comunicación 
internacional con la meta de atraer el apoyo —moral y financiero— 
del movimiento revolucionario mundial, sensibilizar las opiniones pú-
blicas sobre la situación particular de México y desacreditar al viejo 
dictador. Esa decisión no es solamente táctica, responde también a la 
evolución de la joplm hacia concepciones internacionalistas: la Re-
volución mexicana ha de correr fuera del cuadro estricto del país y 
tener repercusiones sobre el porvenir del proletariado mundial.
Así, para la joplm llamar la atención del fuerte movimiento obrero 
francés, cuyo componente anarquista está a la vanguardia, constituye, 
entre otros, un objetivo importante. De este modo se crean lazos entre 
militantes de ambos lados del Atlántico. Se intercambia correponden-
cia y se establece un servicio de canje entre Regeneración, el periódico 
editado por los pelemistas, y las publicaciones militantes galas, permi-
tiendo la circulación de información.
Cuando estalla la revolución en México las noticias transmitidas 
por Regeneración suscitan en los medios revolucionarios y ácratas fran-
ceses un verdadero interés, y varios periódicos difunden noticias al 
12
respecto. Muy entusiastas, varios militantes se movilizan, en el curso de 
1911, para lograr una solidaridad internacional hacia los compañeros 
mexicanos; sin embargo, rápidamente los radicales galos se dividen 
en cuanto a la natura y las perspectivas del conflicto: ¿será una revo-
lución pólitica, demócratica y burguesa, o una revolución social, co-
munista y anarquista? Tal es el fondo de la cuestión que los opone. Al 
centro de la controversia se encuentran el plm y su periódico, Regene-
ración. Así, mientras unos ponen todo en obra para apoyarlos, otros se 
interrogan sobre su cáracter anarquista, minimizan su contribución al 
conflicto y dudan de la información que transmite.
Los textos reunidos en esta antología dan cuenta de esta doble rela-
ción, solidaria y conflictiva, entre los revolucionarios de ambos mundos. 
Nos permiten sumergirnos en los modos de pensar de la época y en las 
múltiples discusiones que agitaban entonces los medios revolucionarios. 
También nos permiten observar qué se pensaba sobre México durante 
esa época, fuera de sus fronteras. Además, abren, esperémoslo, nuevos 
campos de investigación sobre diversas temáticas: ideologías, redes, re-
laciones periodísticas, etc. Así, para entender mejor los debates que los 
libertarios franceses opusieron respecto a la cuestión mexicana, nos pa-
reció imprescindible iniciar con el relato de los acontecimientos.
Después de hacer una rápida presentación de la prensa libertaria 
francesa y de sus principales actores, veremos cómo, tras el entusiasmo 
compartido, surgen divergencias entre los militantes franceses y cómo 
se desprenden distintas interpretaciones y actitudes. Presentaremos, 
para concluir, algunas reflexiones.
La prensa libertaria francesa
Tomando como base, para definir el nacimiento de un movimiento 
anarquista autónomo en Francia —separado de las otras corrientes del 
socialismo tanto en su programa como en sus tácticas—, el Congreso 
del Centro, el 22 de mayo de 1881, y el Congreso de Londres, en julio 
del mismo año, se puede considerar que el primer periódico anarquista 
francés fue Le Droit Social, de Lyon, cuyo primer número es publicado 
el 12 de febrero de 1882.1 A pesar de un cierto éxito —alcanza una 
1 En realidad, el primer periódico anarquista francés fue La Révolution Sociale, publicado 
en París entre el 12 de septiembre de 1880 y el 18 de septiembre de 1881, pero como fue 
13
tirada de 7 000 ejemplares— deja de existir cinco meses después, tras 
24 números.2 Apartir de ahí, como consecuencia del desarrollo de 
las teorías ácratas en el seno del movimiento obrero francés, surgen, en 
pocos meses, una multitud de hojas y títulos.
Después de Lyon3 el centro de la propaganda anarquista se traslada 
a París, donde se publican decenas de periódicos.4 La instalación de 
Le Révolté en la capital francesa es un acto importante para la consoli-
dación de la prensa ácrata en esta ciudad, e incluso en el resto del país. 
Este periódico había sido fundado por Pierre Kropotkine el 22 de fe-
brero de 1879 en Ginebra. Al final de 1883, por invitación de Elisée 
Reclus, Jean Grave,5 entonces joven militante, sucede a Kropotkine, 
que necesita más tiempo para sus estudios. Después de un año y medio 
en Suiza, Grave se muda con el periódico a París en abril de 1885. 
Castigado con una fuerte multa por haber organizado una lotería sin 
autorización, cambia su título, a partir del 3 de septiembre de 1887, a 
La Révolte. Bajo su dirección, este periódico se convierte en uno de los 
más importantes órganos ácratas de habla francesa, tanto por su tirada 
—8 000 ejemplares en 1887, de los cuales se venden unos 6 000— como 
por su regularidad y su seriedad. Sus lectores no se limitan sólo a los 
medios obreros, provienen también de los medios literarios y artísticos.6 
un periódico financiado por el prefecto de policía Louis Andrieux, destinado a engañar a 
los militantes, lo excluimos.
2 Jean Maitron, Le mouvement anarchiste en France, t. I, París, Gallimard, 1992, p. 142.
3 Según Jean Maitron, la proximidad con Suiza y la Fédération Jurassienne, donde germi-
naron las concepciones anarco-comunistas, constituye una de las razones que explican por 
qué surgió en Lyon la prensa anarquista. Otra explicación reside en el hecho de que esta 
ciudad se encontraba en una región de fuerte crecimiento industrial y poseía una larga 
tradición artesanal. (J. Maitron, op. cit., p. 143.)
4 Entre ellos, señalemos al Terre et Liberté. Como muchos de sus colegas, su existencia es 
efímera, a causa de la represión y de los problemas financieros. Desparece, tras 18 números, 
el 14 de febrero de 1885.
5 Jean Grave (1854¯1939) fue un publicista, editor, teórico y militante anarquista de gran 
influencia. Según Charles Laisant, un amigo suyo, Jean Grave se caracterizó por ser un 
“trabajador incansable y enérgico pero capaz de una testarudez terrible y parecía no poder 
admitir equivocarse”. (Carole Reynaud-Paligot, “Les Temps Nouveaux” 1895¯1914, Un 
hebdomadaire anarchiste au tournant du siècle, Pantin, Éditions Acratie, 1993, p. 17.) Como 
veremos más adelante su carácter tendrá consecuencias tanto en sus relaciones con el plm 
como en su apreciación de la Revolución mexicana.
6 Contaba entre sus suscriptores a Anatole France, J. K. Huysmans, Stéphane Mallarmé, 
Remy de Gourmont. (Jean Maitron, op. cit., p. 144.)
14
La Révolte desarrolló un papel fundamental, ya que fue uno de los dia-
rios que mayor difusión dio a la doctrina anarquista.
Otro periódico importante en esa época fue Le Père Peinard, de 
Émile Pouget. Distinto de La Révolte, menos doctrinario y más agita-
dor, se dirige de manera muy directa a la clase laboral, con un tono 
incendiario y muy popular, invitándola a levantarse contra sus explo-
tadores. Su tirada es similar a La Révolte. Ambos títulos tienen un al-
cance nacional, y a veces internacional, además, cabe señalar que no 
sólo en París, sino en todo el territorio francés, se multiplican los ór-
ganos de la prensa libertaria. En general, casi todos los grupos tienen 
un periódico.7
De manera más o menos abierta, todos esos periódicos se presen-
tan como partidarios de la “propaganda por el hecho” y de la acción 
violenta de los oprimidos en contra de sus enemigos: burgueses, magis-
trados, representantes del clero o del orden. Como consecuencia de 
dicha propaganda, inicia un ciclo de violencia y, entre 1892 y 1894, nu-
merosos atentados (Ravachol, Auguste Vaillant, Émile Henry, Sante 
Geronimo Caserio) tiñen de sangre a Francia. El resultado es nefasto. 
En lugar de favorecer el advenimiento de la sociedad anarquista, ese 
periodo marca un retroceso del desarrollo del movimiento libertario. 
La represión y el arsenal legislativo adoptado por las autoridades, co-
nocido como las “leyes malvadas”, impiden por un breve tiempo toda 
propaganda anarquista y llevan a muchos militantes al destierro, par-
ticularmente hacia Inglaterra.
El 4 de mayo de 1895 La Révolte de Jean Grave reaparece bajo el 
nuevo título de Les Temps Nouveaux. Gracias a una fuerte red de co-
laboradores en los medios militantes —Pierre Kropotkine, los herma-
nos Elisée, Élie y Paul Reclus, Paul Delesalle, W. Tcherkessof, André 
Girard, Marc Pierrot, Michel Petit, Pierre Monatte, Augustin Hamon, 
Fortuné Henry—, artísticos —los pintores y dibujantes Jules Grand-
jouan, Frantisek Kupka, Félix Vallotton, Kees Van Dongen, Maximi-
lien Luce, Camille Pissarro, Paul Signac y el fotógrafo Félix Nadar— 
y literarios —Bernard Lazare, Paul Adam, Lucien Descaves, Octave 
7 Al respecto, puede consultarse a René Bianco, “Un siècle de presse anarchiste d’expression 
française (1880¯1983)”, tesis de doctorado, Universidad de Aix-Marseille, 1987, 7 vols. 
En http://bianco.ficedl.info se pueden consultar las fichas de los centenares de periódicos 
referidos por Bianco.
15
Mirbeau, Adolphe Retté—, el periódico obtiene gran prestigio. Su ti-
rada alcanza los 7 000 ejemplares, de los cuales se venden entre 3 000 
y 5 000 números. Defensor austero e intransigente del comunismo 
anarquista, guardián de la doctrina “pura” frente a la dispersión de las 
tendencias, el periódico es criticado a causa de su ortodoxia y de su 
sectarismo por numerosos libertarios que, irónicamente, califican a 
Grave de “Papa de la calle Mouffetard” (donde tiene su sede el perió-
dico). Sin embargo, su cuidado, su rigor, la calidad de los textos publi-
cados y su longevidad8 lo convierten en uno de los más importantes 
órganos de la prensa anarquista de su tiempo.
En la misma época, Sébastien Faure funda, el 16 de noviembre de 
1895, Le Libertaire. Suspendido unos seis meses, cuando Faure toma la 
dirección, en 1899, del diario Le Journal du Peuple dedicado al “caso 
Dreyfus”,9 se publica luego con regularidad hasta el verano de 1914.10 
La tirada y el número de lectores son similares a los de Les Temps Nou-
veaux. Entre sus colaboradores se encuentran militantes como Pierre 
Martin,11 Louis Matha, Émile Pouget; periodistas anarquistas o anar-
quizantes como Victor Méric, Gustave Hervé, Miguel Almereyda; poe-
tas como Laurent Tailhade o escritores como Han Ryner. Le Libertaire 
difunde una visión menos doctrinaria y más abierta del anarquismo 
que Les Temps Nouveaux y acoge a varias concepciones. Sin embargo, 
con el tiempo evoluciona, convirtiéndose hacia 1910 en el órgano ofi-
cioso de la naciente Federación Comunista Revolucionaria, e implicán-
dose más en las luchas sociales de su tiempo.
Como consecuencia de la multiplicación de las tendencias, nuevos 
periódicos surgen, inspirados cada uno por posiciones distintas. Por un 
 8 Se publica sin interrupción durante casi 20 años, hasta el 8 de agosto de 1914.
 9 Víctima de un error judicial y del antisemitismo que reina entonces en Francia, el ca-
pitán Dreyfus, acusado de ser un espía a favor de Alemania, es destituido de su grado y 
condenado a cadena perpetua. Este caso divide al país durante casi 12 años, provocando 
una serie de crisis políticas y sociales. Se oponen, por un lado, un campo republicano y 
progresista, “partidario” de Dreyfus, al que se integran los anarquistas, y por otro lado, la 
derecha conservadora y reaccionaria. Finalmente, en 1906, es reconocida la inocencia de 
Dreyfus.
10 Reanuda su publicación entre las dos guerras mundiales. Entre 1944 y 1953 se publica, 
de nuevo, como órgano de la Federación Comunista Libertaria.
11 Pierre Martin (1856¯1916). Obrero textil, fotógrafo ambulante y activo militante anar-
quista. Bajo su dirección, a partir de 1910,Le Libertaire apoya de manera decidida al plm.
16
lado, los individualistas, que hasta ahora habían participado en Le Li-
bertaire, fundan en 1905, en torno a Albert Libertad, el periódico 
L’anarchie, en el que colaboran Paraf-Javal, E. Armand, Victor Kilba-
tchiche,12 Rirette Maitrejean, André Lorulot y Alzir Hella. El perió-
dico se convierte en defensor del ilegalismo, del vegetarianismo, de las 
experiencias de vida comunitaria, al tiempo que combate con virulen-
cia al sindicalismo, al que considera un nuevo ejército. Tiene bastante 
influencia ya que su tirada se aproxima a los 7 000 ejemplares.
Por otro lado, tras la época de los atentados, la inclinación de mu-
chos anarquistas franceses por entrar en los sindicatos, considerados 
como una nueva y eficaz herramienta para derribar al capitalismo, pro-
sigue. Se cimientan entonces las bases teóricas y prácticas del sindica-
lismo revolucionario, que encuentra su auge, en 1906, con la Carta de 
Amiens de la joven Confederación General del Trabajo (cgt). En el 
campo de la prensa, esto se traduce en la participación de los militan-
tes libertarios en los periódicos obreros y sindicalistas. Prueba de esa 
unión es que Émile Pouget se vuelve, en 1907, el principal redactor de 
la Voix du Peuple, vocero de la cgt. En abril de 1911 aparece La Bataille 
Syndicaliste. Este órgano oficioso de la cgt agrupa esencialmente a la 
tendencia sindicalista revolucionaria, así como a algunos anarquistas. 
Colaboran Victor Griffhueles, Charles Malato, Alphonse Merrheim, 
Alfred Rosmer, Pierre Monatte. El periódico existe hasta 1915, época 
en la que, inclinándose hacia las tesis nacionalistas, cambia su título 
por La Bataille, antes de desaparecer poco tiempo después. Este diario 
tiene, entre 1912 y 1913, una tirada de más de 40 000 ejemplares, y sus 
ventas se situan entre 22 000 y 30 000 números.
Paralelas a estas publicaciones específicamente ácratas, existen va-
rias revistas y periódicos con fuerte tinte libertario en las que partici-
pan anarquistas de fama. La Revue Blanche, revista vanguardista, reúne 
durante los años 1889-1903 a los mejores escritores y artistas de la 
época. La Guerre Sociale, fundada en 1907 por Gustave Hervé,13 en la 
que colaboran socialistas y anarquistas, se caracteriza por un antimili-
12 Victor Kilbatchiche se volverá años más tarde famoso bajo el seudónimo de Victor 
Serge.
13 Gustave Hervé (1871¯1944). Profesor de historia, se adhiere a la Sección Francesa de 
la Internacional Socialista (sfio) —antecesor del Partido Socialista— y a la Confedera-
ción General del Trabajo (cgt).
17
tarismo virulento14 y por ser un ardiente defensor de la huelga general. 
Les Hommes du Jour se dedica, entre 1908 y 1919, a analizar la actua-
lidad mediante retratos de grandes personajes del mundo político, li-
terario y artístico.
Al lado de esas publicaciones nacionales y estables, existen tam-
bién, como en la época anterior a los atentados, centenares de publi-
caciones locales y efímeras publicadas en toda Francia por grupos de 
militantes.
Durante ese periodo en el que no existe ninguna organización de 
tipo nacional, los periódicos anarquistas cumplen funciones esenciales. 
Sirven de lazo constante entre los grupos y los individuos, difundiendo 
y transmitiendo información. También constituyen el principal instru-
mento de divulgación de las bases teóricas y doctrinarias del anarquismo 
entre la clase obrera, estimulando la propaganda y la agitación. Además, 
se hacen eco de las luchas proletarias, huelgas e insurrecciones lleva-
das a cabo tanto en Francia como en el resto del mundo. Por ello, la 
Revolución mexicana no pasa desapercibida y está presente en cierta 
medida en las columnas de la prensa ácrata francesa.
Los magonistas y la prensa francesa
En razón de su interés, como periodistas y militantes, por la situación 
mundial y por las consideraciones que se libraban sobre México fuera 
de sus fronteras, los editores de Regeneración se mostraron siempre 
atentos a la prensa internacional, fuera burguesa o revolucionaria, y en 
particular francesa. Ya desde 1901 aparecen en Regeneración muestras 
de interés por la lectura de periódicos franceses, como Le Jour.15 En 
1905, Le Journal,16 de París, y el periódico socialista L’Humanité17 son 
citados en sus páginas. Sin embargo este fenómeno no es nada excep-
cional, pues Francia gozaba en aquel entonces de la imagen de un país 
14 Sin embargo, después de la conversión de Hervé al nacionalismo, el periódico evolu-
ciona, a partir de 1912, hacia un patriotismo exacerbado, partidario de la guerra contra 
Alemania.
15 “La prensa en el extranjero”, Regeneración, núm. 12, México, 31 de octubre de 1901, 
pp. 3-4.
16 “Carta del insigne Gorki a la Oficialidad rusa”, Regeneración, núm. 20, Saint Louis, 18 
de marzo de 1905, p. 3.
17 “Una carta de Gopon”, Regeneración, núm. 49, Saint Louis, 7 de octubre de 1905, p. 1.
18
de libertad, con tradición democrática y con aspiraciones revolucio-
narias, y su prensa se beneficiaba de un eco importante en el mundo.
Consecuencia de la evolución ideológica y de la radicalización de 
la joplm, se nota, a partir de 1907, y sobre todo de 1910, un mayor 
interés por la prensa revolucionaria y ácrata gala. Aunque la lectura 
de la prensa burguesa no se abandona totalmente —como la de Le 
Temps de París—18 otros títulos llaman en adelante la atención, entre 
ellos Les Temps Nouveaux,19 Le Libertaire,20 La Guerre Sociale, La Bataille 
Syndicaliste,21 La Vie Ouvrière,22 L’Ère Nouvelle,23 Les Hommes du Jour24 
y Le Mouvement Socialiste.25
Es entonces cuando el plm decide desarrollar una estrategía de co-
municación internacional con el objetivo de dar a conocer la lucha 
que libra, atraer el apoyo de los revolucionarios del mundo entero y 
desestabilizar el régimen de Porfirio Díaz desacreditándolo. En el pri-
mer número del nuevo periódico editado por el plm, Revolución, pu-
blicado en Los Ángeles, California, el primero de junio de 1907, se 
anuncia que:
un grupo secreto de libertarios en el que figuran reputados escritores norte-
americanos, franceses, rusos, españoles e italianos, se ha constituido en Estados 
Unidos para fungir de Comité central en la cruzada de extensísima propa-
18 “All Caught in Net of Land Monopoly”, Regeneración, núm. 112, Los Ángeles, 19 de oc-
tubre de 1912, p. 4; “Mexican Notes”, Regeneración, núm. 156, Los Ángeles, 13 de septiem-
bre de 1913, p. 4.
19 “Votos de gracia”, Revolución, núm. 11, Los Ángeles, 10 de agosto de 1907, p. 1; “Nues-
tra labor y la prensa honrada”, Revolución, núm. 26, Los Ángeles, 14 de diciembre de 
1907, p. 3; “Movimiento Sociale Internacionale”, Regeneración, Sezione italiana, núm. 8, 
Los Ángeles, 2 de septiembre de 1911, pp. 2-4; “Movimiento Sociale Internacionale”, 
Regeneración, Sezione italiana, núm. 9, Los Ángeles, 9 de septiembre de 1911, pp. 2-3; 
“Movimiento Sociale Internacionale”, Regeneración, Sezione italiana, núm. 13, Los Ángeles, 
7 de octubre de 1911, pp. 3-4.
20 “Movimiento Sociale Internacionale”, Regeneración, Sezione italiana, núm. 4, Los Ánge-
les, 5 de agosto de 1911, pp. 2-3.
21 “Movimiento de Solidaridad”, Regeneración, núm. 46, Los Ángeles, 15 de julio de 1911, p. 3.
22 “Libros y revistas”, Regeneración, núm. 51, Los Ángeles, 19 de agosto de 1911, p. 3.
23 “Homenaje a Francisco Ferrer”, Regeneración, núm. 54, Los Ángeles, 9 de septiembre 
de 1911, p. 2.
24 “Francisco Ferrer”, Regeneración, Sezione italiana, núm. 13, Los Ángeles, 7 de octubre de 
1911, p. 1.
25 “All Caught in Net of Land Monopoly”, op. cit.
19
ganda que se ha iniciado ya para denunciar ante el mundo entero el despo-
tismo de Porfirio Díaz y demostrar que la causa de los revolucionarios mexi-
canos es justa y acreedora á la simpatía universal.26
Su meta es clara: “exhibir por medio de la tribuna y la prensa, la abo-
minable Dictadura que agobia a México”.27 Entre los individuos invita-
dos a participar en tal obra, figuran varios anarquistas de fama interna-
cional,28 entre ellos, Luis Bonafouxy Quintero29 y Charles Malato,30 
quien tiene la responsabilidad de representar al plm en Europa.31
La acción de aquel comité se concreta rápidamente, ya que a fina-
les de junio se publica, en Les Temps Nouveaux, el primer artículo en 
Francia sobre la cuestión mexicana. Este texto, firmado por Vindex,32 
expone las desdichas del pueblo mexicano bajo el yugo de Porfirio Díaz. 
Sumamente crítico del dictador, trata de la condición de los peones y 
de los obreros así como de la represión que sufren los opositores al 
26 “Excelente propaganda”, Revolución, núm. 1, Los Ángeles, primero de junio de 1907, p. 1.
27 Idem.
28 Hay razones para creer que también participó en tal comité el famoso anarquista de 
origen cubano Fernando Tarrida del Mármol (1864¯1915), si bien no hemos podido encon-
trar las fuentes necesarias para comprobarlo.
29 Luis Bonafoux y Quintero (1855¯1918) fue un famoso periodista y escritor. Aunque no 
se reivindicaba del anarquismo, actuó como libertario y tenía muchos amigos entre ellos. 
Dirigió y colaboró en varios periódicos tanto en Francia como en España, Cuba y Puerto 
Rico. Denunció los crímenes de la Corona española en contra de sus opositores y fue un 
ardiente defensor de la independencia de las Antillas.
30 De origen siciliano, Charles Malato (1857¯1938) fue una importante figura del movi-
miento libertario francés e internacional. Teórico y militante activo, tuvo una gran influen-
cia en los círculos anarquistas. Colaboró en decenas de revistas y periódicos y publicó 
varios libros. Con su amigo Luis Bonafoux, estuvo muy implicado en la lucha contra el 
reino español y fue partidario de la independencia de Cuba. (Ricardo Flores Magón lo 
consideraba como “uno de los más inteligentes anarquistas de este siglo”. Ricardo Flores 
Magón, “De todo el mundo se escucha el aplauso para los que luchan bajo la Bandera 
Roja en los campos mexicanos”, Regeneración, núm. 59, Los Ángeles, 14 de octubre de 
1911, p. 2.
31 “En México. Un movimiento social y revolucionario”, L’Humanité, París, 24 de julio de 
1907, p. 3.
32 Quizá detrás de este seudónimo se esconda Paul Robin (1837¯1912). Miembro del 
Consejo General de la Primera Internacional en Londres, fue partidario de Bakounine 
frente a Marx. De regreso a Francia, se dedica a la pedagogía libertaria, dirigiendo una 
escuela y desarrollando sus teorías. En 1896, funda el periódico Régénération, órgano de 
la Liga de regeneración humana, defensora de las teorías neo-maltusianas.
20
régimen. Poco después, Luis Bonafoux firma un texto similar en El 
Heraldo de Madrid.33 Al siguiente mes, el periódico anticlerical pari-
siense L’Action y el diario socialista L’Humanité, fundado en 1905 por 
Jean Jaurès, publican notas al respecto.34 En septiembre, L’Humanité 
dedica tres columnas a “La opresión política y social en México”.35
Interés por la situación mexicana y unidad 
de los libertarios franceses en torno 
a los rebeldes mexicanos del plm
Los primeros tiempos (1907¯1910)
Pareciera entonces que se inicia una verdadera campaña a favor de los 
rebeldes mexicanos. En dos meses, varias publicaciones han dado in-
formaciones sobre la situación mexicana. Los editores de Revolución 
se muestran entusiastas en cuanto a este apoyo y reproducen algunos 
de los artículos.36 Sin embargo, este interés no se extiende significati-
vamente. Quizá el encarcelamiento, en agosto de 1907, de Ricardo 
Flores Magón, Antonio I. Villarreal y Librado Rivera haya provocado 
una ruptura de las relaciones con el continente europeo, o al menos 
limitado las comunicaciones al quedar detenida una parte importante 
de la dirección liberal.
Hasta 1910, son pocos los órganos que publican informaciones rela-
tivas a México. L’Humanité enmudece. Los Almanach de la Révolution, 
en sus ediciones de 1907 y 1908, mencionan brevemente los sucesos 
de Cananea y Río Blanco. En marzo de 1908, Charles Malato redacta 
un largo artículo en Les Documents du Progrès respecto a la condición 
miserable de los indígenas. En noviembre de 1908, Le Libertaire publica 
33 Artículo reproducido en “Lo que publicó Bonafoux”, Revolución, núm. 11, Los Ángeles, 
10 de agosto de 1907, p. 3.
34 L’Action, fundado en 1903, fue un periódico “Republicano, anticlerical y socialista”, 
órgano oficioso de la Asociación nacional de los libres pensadores de Francia. Artículo 
reproducido en “La fama de Porfirio por el orbe vuela”, Revolución, núm. 15, Los Ángeles, 
21 de septiembre de 1907. “En México. Un movimiento social y revolucionario”, 
L’Humanité, op. cit.
35 “En México. La opresión política y social”, L’Humanité, París, 7 de septiembre de 1907, 
p. 2.
36 “En México. La opresión política y social”, Revolución, núm. 15, Los Ángeles, 21 de 
septiembre de 1907, p. 2.
21
una serie de artículos de Hypolite Havel en los que, haciendo eco de 
la situación en Estados Unidos, dedica algunas líneas a los revolucio-
narios mexicanos. Sólo Les Temps Nouveaux difunde de manera bastan-
te regular, por iniciativa de Aristide Pratelle,37 informaciones sobre las 
condiciones políticas y sociales de México. Reproduce también algu-
nos textos o manifiestos procedentes de miembros del plm, así como 
artículos y cartas de Manuel Sarabia.
Cabe señalar aquí el papel fundamental jugado por Aristide Pratelle, 
quien desde esa época se vuelve un ardiente defensor de la causa de 
los revolucionarios mexicanos. Según parece, entabla relaciones pro-
gresivas con algunos de ellos o de sus defensores. A principios de 1910 
mantiene contacto y recibe información de la Political Refugee Defense 
League, cuyo secretario es entonces John Murray.38
En sus artículos, Pratelle trata la situación de los trabajadores del 
campo y de la organización del movimiento obrero. Denuncia la repre-
sión contra Ricardo Flores Magón y sus compañeros del “Partido Libe-
ral Revolucionario”39 —a quienes califica de “Mártires de la libertad 
mexicana”—40 y la complicidad, en este proceso, de las autoridades es-
tadounidenses y mexicanas.41 Alabando la actividad de la prensa obrera 
estadounidense, critica virulentamente el papel de la prensa burguesa 
mexicana, y sobre todo norteamericana, por su campaña de desinfor-
37 Aristide Pratelle (1877¯1942) fue un periodista y militante libertario. Escribió varios 
artículos sobre cuestiones científicas. Su interés por las cuestiones internacionales lo llevó 
a interesarse por la situación mexicana. Tan importante es el número de textos que pu-
blicó sobre la Revolución mexicana y la actividad del plm que se le podría dedicar a él 
solo una antología.
38 Aristide Pratelle, “El caso Fornaro”, Les Temps Nouveaux, núm. 22, París, 5 de marzo 
de 1910, p. 3.
39 Aristide Pratelle, “Movimiento internacional. Estados Unidos. Los revolucionarios 
mexicanos”, Les Temps Nouveaux, núm. 20, París, 12 de septiembre de 1908, pp. 7-8. Esta 
designación, utilizada también por Charles Malato, quizá pueda responder a un deseo 
de captar la atención de sus lectores. De otra manera, parece evidente que el hecho de 
evocar el destino y la lucha de un “partido liberal” a un público de militantes y simpati-
zantes anarquistas no hubiera suscitado mucha adhesión.
40 Aristide Pratelle, “Movimiento internacional. México. Una infamia”, Les Temps Nou-
veaux, núm. 35, París, 26 de diciembre de 1908, p. 5.
41 A. Pratelle, “Movimiento internacional. Estados Unidos. Los revolucionarios mexica-
nos”, op. cit.
22
mación sobre los pelemistas, particularmente a Los Angeles Times y a 
Los Angeles Examiner, propiedad, respectivamente, de los magnates y 
dueños de innumerables empresas y posesiones en México, Harrison 
Gray Otis y William Randolph Hearst. Pratelle denuncia así la rela-
ción privilegiada que existe entre los capitalistas norteamericanos y el 
gobierno de México, además de las concesiones ventajosas que éste 
último les otorga en perjuicio del pueblo trabajador.42 A pesar de las 
numerosas dificultades, Pratelle profetiza que, al final, gracias a la labor 
de los revolucionarios, el viejo tirano será derrocado.Considera que no 
es más que una cuestión de tiempo: “El reino de la bestia negra llega 
a su fin, a pesar de lo que dicen sus panegíricos. El dictador caerá 
pronto y para siempre, y su caída será terrible”.43
Y, según Pratelle, esa caída será aún más terrible porque sus conse-
cuencias son imprevisibles y pueden llevar a grandes trastornos. En 
consecuencia, le parece muy importante apoyar a los miembros del 
plm que, según dice, “son hombres muy interesantes”, a pesar de que 
“han conservado algunos prejuicios estadistas y legales, que segura-
mente perderán —ojalá así sea—, cuando puedan dedicarse a un es-
tudio más profundo de las necesidades y de las tendencias de la raza 
humana”.44
No obstante esa reserva, y sin conocer los debates en el seno de 
la joplm al respecto de su adhesión secreta a las teorías anarquistas, 
Pratelle olfatea —y lo señala— el potencial libertario que emana, 
tanto de esta organización45 como del posible proceso revolucionario 
en México. Por eso, aprovechando una charla que anima en París en 
abril de 1910 sobre la condición de los trabajadores en México, lla-
ma a la solidaridad internacional con los revolucionarios mexicanos.46 
A pesar de sus esfuerzos, el entusiasmo queda, en ese momento, muy 
limitado.
42 Aristide Pratelle, “Movimiento internacional. México. Los entretelones de la Dictadura 
porfirista”, Les Temps Nouveaux, núm. 24, París, 10 de octubre de 1908, pp. 4-5.
43 Idem.
44 Aristide Pratelle, “Una Rusia americana, México”, Les Temps Nouveaux, núm. 26, Pa-
rís, 30 de abril de 1910, pp. 2-3.
45 Esto explica también la denominación de “Partido Liberal Revolucionario”.
46 A. Pratelle, “Una Rusia americana, México”, op. cit.
23
Los primeros tiempos de la revolución (1910 ¯1911): 
un entusiasmo compartido
Será hasta finales de 1910 que la prensa francesa obrera, e incluso 
burguesa,47 se convierta en testigo de manera regular de la cuestión 
mexicana. En la edición de Regeneración del 29 de octubre de 1910, 
Antonio I. Villarreal cita algunas revistas —Les Temps Nouveaux, La 
Revue des Revues, La Grande Revue y L’Express—48 que, a instancia de 
Manuel Sarabia, han sostenido una campaña en contra de Porfirio 
Díaz. Si bien hay que relativizar el impacto de esta campaña —que 
por lo general, salvo Les Temps Nouveaux, sólo consistió en uno o dos 
artículos sobre el tema—, en cierta medida, la imagen de Díaz como 
guardián del progreso y del orden se desvanece en la opinión pública 
francesa.
Pocos días después del 20 de noviembre, fecha del levantamiento 
maderista, la prensa anarquista hace eco del principio de la lucha. El 
26 de noviembre, en un artículo publicado en Les Temps Nouveaux 
—“La rebelión de los Mayas”—, Aristide Pratelle, siempre atento a 
los sucesos del otro lado del Atlántico, declara:
En estos momentos, el fuego que anida bajo las cenizas desde hace tiempo 
acaba de iniciar un nuevo incendio en todo México. Las rebeliones de Pue-
bla, de Zacatecas, la revolución que acaba de abarcar a todo el norte de Méxi-
co son algunos de sus síntomas. Los que luchan con tanto denuedo en contra 
de la tiranía porfirista cuentan con toda nuestra simpatía. Esperemos sólo que 
la Revolución Mexicana, política en sus inicios, tome lo antes posible un 
carácter puramente económico y social.49
En su edición del 4 de diciembre, Le Libertaire anuncia que la revo-
lución ha empezado y afirma que tiene, según sus informaciones, un 
47 Entre los periódicos burgueses que dieron noticias sobre la revolución destacan Le 
Temps, L’Intransigeant, La Revue, Le Journal, Les Débats y París-Journal. La prensa regional, 
entre ella La Dépêche de Toulouse y Le Petit Marseillais, también informó. Quizá influyó en 
las decisiones editoriales el hecho de que Fernando Tárrida del Mármol haya colaborado 
en L’Intransigeant y Le Temps, de París, así como en La Dépêche de Toulouse.
48 Antonio I. Villarreal, “Notas editoriales”, Regeneración, núm. 9, Los Ángeles, 29 de 
octubre de 1910, p. 2.
49 Aristide Pratelle, “La rebelión de los mayas”, Les Temps Nouveaux, núm. 14, París, 26 
de noviembre de 1910, pp. 1-2.
24
“carácter socialista, e incluso anarquista”.50 En enero, Francis Delaisi,51 
alias Cratès, denuncia, en la revista Les Hommes du Jour, el recibi-
miento de José Yves Limantour por parte de las autoridades francesas 
y el repentino silencio de la prensa burguesa sobre el movimiento re-
volucionario mexicano. Según afirma, se trata de no asustar a los es-
peculadores franceses en un momento en que el gobierno de México 
busca contratar empréstitos en el extranjero.52
Sin embargo, a pesar de esas noticias, la prensa anarquista está a la 
expectativa. Tanto las informaciones publicadas desde finales de ene-
ro en L’Humanité, como las destiladas en la prensa burguesa, que pre-
sentan el conflicto como una lucha por la democracia, no bastan para 
estimular su interés.
Hace falta esperar cinco meses tras el inicio de la revolución para que 
evolucione la situación. En un artículo publicado en abril de 1911 en la 
revista Les Hommes du Jour, Pratelle revela que sus deseos están cum-
pliéndose. Señala que aparecen divisiones entre los anti-porfiristas y 
anuncia que “cierto número de revolucionarios liberales”, que no quieren 
contentarse con un simple cambio de presidencia, rechazan a Madero. 
Entonces, según dice, la revolución toma un curso interesante ya que 
“presenciamos por primera vez un despertar general del proletariado 
de México que lucha y muere por la defensa de sus intereses de clase”.53
El interés por los acontecimientos en México crece. Le Libertaire 
señala el ensayo de Pratelle54 y Les Temps Nouveaux publican varios 
artículos breves en su rúbrica internacional. Pero hay que esperar unas 
semanas más para que los militantes franceses tengan conciencia del 
carácter particular de la Revolución mexicana.
Finalmente es Jean Roule55 quien, en La Bataille Syndicaliste del 10 
de mayo, hace descubrir al público francés cuáles son los verdaderos 
retos de la lucha en México:
50 “Señal de los Tiempos”, Le Libertaire, núm. 6, París, 4 de diciembre de 1910, p. 3.
51 Francis (François-Almire) Delaisi (1873¯1947) fue un escritor, publicista y economista 
francés. Colaboró en La Guerre Sociale, La Vie Ouvrière y La Bataille Syndicaliste.
52 Cratès, “El académico-financiero o cómo el orden reina en México”, Les Hommes du 
Jour, núm. 158, París, enero de 1911.
53 “La Intervención”, Les Hommes du Jour, París, primero de abril de 1911.
54 Ernest Duté, “¿Cuál revolución?”, Le Libertaire, París, 8 de abril de 1911, p. 2.
55 Ese apellido es probablemente un seudónimo. Así se llama el personaje principal —un 
anarquista— de la obra de teatro de Octave Mirbeau Los malos pastores. Entre mayo y 
25
se desarrolla un drama cuya importancia es considerable para el socialismo 
internacional. Por el momento no se trata de saber si un presidente va a ser 
sustituido por otro […] Se trata de saber si el comunismo va a triunfar en México; 
se trata de saber si se va a practicar allí la expropiación de los propietarios de 
tierras y de los capitalistas industriales a favor de los trabajadores.56
El publicista presenta entonces el papel del plm en la contienda y los 
objetivos que persigue:
la verdadera insurrección, la que pone en peligro a Díaz, la que lleva a cabo 
todo México, en el Norte y en el Sur, desde Baja California hasta Yucatán, 
no es obra [de Madero]. Es la obra del Partido Liberal Mexicano, cuya sede 
es aún provisional en los Estados Unidos, en Los Ángeles, y cuyo órgano es 
Regeneración.
A pesar de su nombre, este partido, llamado liberal, es de hecho un par-
tido obrero y socialista. Su objetivo inmediato no es, como en el caso de los 
maderistas, reemplazar a un hombre con otro hombre, sino el de devolver a 
los trabajadores las vastas propiedades agrícolas, las haciendas […] Ellos quie-
ren devolver la tierra a quienes la cultivan […] Se trata de un programa de 
expropiación en extremo claro cuya realización puede tener efectos incalcu-
lables nosólo en América sino incluso en nuestra vieja Europa.57
En la información y agitación de los medios revolucionarios france-
ses quizá haya jugado cierto papel Félix Nieves, un anarquista cubano, 
expulsado de Argentina y refugiado en París. En una carta fechada del 
22 de abril, la joplm le pide intervenir, aprovechando sus relaciones en 
los círculos obreros y libertarios, y hacer traducir y divulgar el “Mani-
fiesto a los trabajadores del Mundo”.58
Fuera o no por su iniciativa, el 20 de mayo, Les Temps Nouveaux y 
Le Libertaire publican cada uno un manifiesto firmado por los libertarios 
mexicanos del plm, destinado a explicar “a los trabajadores del mun-
julio de 1911, escribe en La Bataille Syndicaliste una serie de artículos entusiastas a favor 
de la Revolución mexicana, resaltando su carácter expropiador y comunista y la acción 
del plm.
56 Jean Roule, “Una Revolución social va a dar inicio en México”, La Bataille Syndicaliste, 
núm. 14, París, 10 de mayo de 1911, p. 1.
57 Idem.
58 Carta de la joplm a Félix Nieves, archivos de la policía de París, expediente El movi-
miento revolucionario en México, 22 de mayo de 1911.
26
do” el sentido de la lucha que emprendieron.59 Muy impresionado por 
el tono y la meta que persiguen los compañeros mexicanos —“eman-
cipar a los trabajadores [por] la obra de los trabajadores mismos, des-
truir la cadena de salario, expropiar la tierra y los útiles de trabajo para 
entregarlos al pueblo, sin distinción de sexo”—, Le Libertaire comenta 
con admiración: “su causa es nuestra causa, es la causa de todos los 
desheredados, es la causa de todos los explotados […] ¡Qué coopera-
ción formidable sería para nuestra liberación la cooperación de todo 
un pueblo emancipado! […] ¡Qué gran ejemplo para los demás! ¡Qué 
espléndido preludio para la emancipación general!”60
Los lectores franceses de la prensa ácrata y sindicalista revolucio-
naria se enteran entonces de que hay anarquistas en México, reunidos 
en el Partido Liberal Mexicano y comprometidos en la lucha armada. 
Aristide Pratelle no se había equivocado cuando, ya en 1907, había des-
cubierto tendencias libertarias en los liberales mexicanos.
Por iniciativa de la Federación Comunista Revolucionaria (fcr), 
cuyo secretario es Eugène Martin, y de Le Libertaire, se inicia una “ardien-
te campaña” a favor de los “insurrectos socialistas mexicanos”.61 Un 
mitin de solidaridad con “nuestros hermanos mexicanos” es anunciado 
para el 20 de mayo de 1911,62 en el cual tomarán la palabra oradores 
famosos como Victor Griffuehles y Francis Delaisi. La fcr redacta un 
manifiesto titulado “Una revolución social” en el que se afirma que 
“la Revolución mexicana es comunista” ya que “la población agrícola 
entera está levantada y se erige en contra de todos los poderes al grito 
soberbio de ‘Tierra y Libertad’”.63
59 Les Temps Nouveaux inserta en sus columnas la traducción de “Solidaridad. A los revo-
lucionarios y trabajadores del Mundo”, publicado en Regeneración, núm. 35, Los Ángeles, 
29 de abril de 1911, p. 3. Le Libertaire publica el “Manifiesto a los trabajadores de todo el 
Mundo” del plm, firmado el 3 de abril y reproducido en Regeneración, núm. 32, Los 
Ángeles, 8 de abril de 1911, p. 1, inicialmente traducido y reproducido la semana prece-
dente, el 13 de mayo, en Le Réveil socialiste-anarchiste de Ginebra.
60 “Por la revolución mexicana”, Le Libertaire, núm. 30, París, 20 de mayo de 1911, p. 2.
61 Michel Petit, “En México”, Les Temps Nouveaux, núm. 4, París, 27 de mayo de 1911, p 1.
62 Sin embargo, en La Bataille Syndicaliste, núm. 24, París, 20 de mayo de 1911, p. 4, 
se anuncia que, a causa de una reunión importante, se aplaza el mitin para la semana 
siguiente.
63 Fédération Communiste Révolutionnaire (fcr), “Una Revolución social”, La Bataille 
Syndicaliste, núm. 33, París, 29 de mayo de 1911, p. 2.
27
Demostrando que “la Revolución no es una imposibilidad y que el 
Comunismo no es una utopía” la lucha emprendida en México debe 
servir, según sus autores, de ejemplo a los obreros y campesinos fran-
ceses. El manifiesto concluye afirmando, de manera muy voluntarista, 
que en caso de intervención norteamericana:
Los comunistas revolucionarios de Europa se opondrán al estrangulamiento 
de la Revolución mexicana […] Si un gobierno extranjero manifiesta sus 
intenciones de ponerse al servicio de los capitalistas mexicanos, la Solidari-
dad internacional deberá fortalecerse y por todos los medios —incluidos los más 
violentos— individuales o colectivos.64
Este manifiesto es reproducido en carteles de gran tamaño (900 × 
1 260 mm) con un tiraje de 2 000 ejemplares. Los militantes están in-
vitados a comprarlo por lotes para pegarlo en las paredes de todas las 
ciudades y pueblos de Francia. El pedido se efectúa a la dirección de 
Eugène Martin.65 Sin embargo, los repetidos llamamientos para adqui-
rirlos nos dejan suponer que la propuesta no fue un éxito.66
Siendo también la revolución una cuestión de dinero, la fcr, Le 
Libertaire, Les Temps Nouveaux y La Bataille Syndicaliste se organizan 
para recoger fondos y publican anuncios pidiendo ayuda económica. 
El 25 de mayo de 1911, la fcr anuncia que hace circular “a la aten-
ción de los camaradas de taller, listas de suscripción para venir en apoyo 
de nuestros amigos mexicanos que hacen una revolución por ‘Tierra 
y Libertad’”.67 Entre el primero de julio y el 12 de agosto de 1911, Les 
Temps Nouveaux68 y La Bataille Syndicaliste detallan las sumas recibidas. 
Los donativos proceden de individuos y sindicatos, como el de los zapa-
teros que dio diez francos.69 Durante un mitin, el 12 de julio de 1911, 
64 Idem.
65 Idem.
66 La Bataille Syndicaliste, núm. 37, París, 2 de junio de 1911, p. 4; núm. 55, 20 de junio de 
1911, p. 4.
67 “Federación Revolucionaria Comunista”, La Bataille Syndicaliste, núm. 29, París, 25 de 
mayo de 1911, p. 4.
68 Les Temps Nouveaux, núm. 9, París, primero de julio de 1911; núm. 10, 8 de julio de 
1911; núm. 12, 22 de julio de 1911; núm. 15, 12 de agosto de 1911.
69 “Donativos para los revolucionarios mexicanos”, La Bataille Syndicaliste, núm. 25, París, 
21 de mayo de 1911, p. 4.
28
se recogen doce francos entre la asistencia.70 El 15 de julio, Regenera-
ción anuncia haber recibido veinte francos de La Bataille Syndicaliste 
“cuyos $8.80 oro es su donativo para el fomento del Partido Liberal 
Mexicano”.71 Relata también que el compañero Roudsehteim, residen-
te en París, mandó cuatro francos con una carta en la que asegura que 
“desde luego hará todo lo que esté a su alcance en favor de la causa”.72 
En septiembre, Pierre Martin, en nombre de Le Libertaire, envía 150 
francos a Regeneración.73 En noviembre, recibe de Les Temps Nouveaux 
$9.25.74 En su carta a Pierre Martin, Ricardo Flores Magón le agradece 
por el apoyo recibido desde Francia.75
En ese momento, los lectores de la prensa ácrata frecuentemente 
tienen acceso a noticias sobre el conflicto mexicano. Una correspon-
dencia y un servicio de intercambio se establecen entre Le Libertaire y 
Regeneración, permitiendo reducir el retraso de información. Apoyán-
dose en las noticias obtenidas, que cruzan con las procedentes tanto 
de la prensa anarquista norteamericana como burguesa, Le Libertaire 
empieza a dedicar, casi semanalmente, varias columnas a la Revolución 
mexicana. Les Temps Nouveaux y La Bataille Syndicaliste76 siguen con 
bastante asiduidad la evolución de la situación. Otras revistas como 
L’Ère Nouvelle o La Vie Ouvrière dedican algunos párrafos al asunto. 
Fuera de Francia, la prensa radical francófona de diversos países —entre 
ella Le Réveil socialiste-anarchiste de Ginebra; la Voix du Peuple, publica-
da en Lausana y Ginebra, Suiza; La Société Nouvelle en Mons, Bélgica y 
L’Emancipation, en Lawrence, Massachussets, órgano de la Federación 
franco-belga de los Industrial Workers of the World (iww)— evoca 
también los hechos, reproduciendo textos y manifiestos del plm.
70 “Recibido para los revolucionarios mexicanos”, Les Temps Nouveaux, núm.12, París, 
22 de julio de 1911, p. 3.
71 “Movimiento de Solidaridad”, op. cit.
72 Idem.
73 Corresponde a $28, 50. “Administración”, Regeneración, núm. 57, Los Ángeles, 30 de 
septiembre de 1911, p. 3.
74 Rafael Romero Palacios, “Administración”, Regeneración, núm. 65, Los Ángeles, 25 de 
noviembre de 1911, p. 3.
75 Carta de Ricardo Flores Magón a los editores de Le Libertaire, reproducida en “La revo-
lución mexicana”, Le Libertaire, núm. 1, París, 28 de octubre de 1911, p. 2.
76 Este diario aparece el 27 de abril de 1911. Evoca por primera vez el tema de la Revolu-
ción mexicana en una breve nota el 3 de mayo de 1911.
29
Este periodo se caracteriza por un entusiasmo casi generalizado a 
favor del plm y de su acción. Con el objetivo de agravar las dificulta-
des financieras del régimen mexicano, y facilitar así la acción de los 
revolucionarios libertarios, varios textos, que describen una situación 
peligrosa para los intereses de la burguesía y del capitalismo interna-
cional, tratan de asustar a los inversores y accionistas franceses que 
tienen intereses económicos en México:
En cuanto a ustedes, que viven de sus rentas, ingenuos de todas las especies, 
cuyas economías captadas por los sinvergüenzas de las finanzas, han servido 
para apoyar al tirano Díaz y al demagogo Madero, prepárense para rendirnos 
cuentas. No volverán a ver su dinero, se lo ha tragado el abismo sin fondo de 
las finanzas mexicana. Sobre todo, no crean que los revolucionarios serán lo 
bastante ingenuos como para resarcir las deudas contraídas por los gobernan-
tes oficiales.77 Allí a donde nuestros amigos mexicanos regresan, los bancos 
acaban incendiados, las prisiones son demolidas, los ricos son ejecutados.78
Ante la toma de Ciudad Juárez y la caída del régimen de Díaz, se 
acusa a la prensa burguesa, que afirma que el conflicto, tras la victoria 
de Madero, está a punto de terminar, de difundir mentiras, “puesto que 
no es por un cambio de personal gubernamental por lo cual el Partido 
Liberal Mexicano ha tomado las armas, es para subvertir el orden ca-
pitalista, es para hacer la Revolución, la verdadera Revolución”.79
Los articulistas manifiestan entonces grandes esperanzas. Jean Roule, 
en La Bataille Syndicaliste, considera que la situación nunca fue tan 
alentadora. Estima que los acuerdos de Ciudad Juárez concluyen el 
ciclo de la revolución política y dan paso al verdadero inicio de la re-
volución social, oponiendo ahora a “Madero, representante del capi-
talismo americano y de los intereses de los hacendados, y el Partido 
liberal, representante de los campesinos mexicanos”.80
77 En la versión publicada en Le Libertaire, utilizan el término “burgueses” en lugar de 
“oficiales”.
78 fcr, “Una Revolución social”, op. cit. Citamos también los artículos siguientes: Cratès, 
“El académico-financiero o cómo el orden reina en México”, op. cit.; Jean Roule, “En 
México. La Revolución proletaria sucede a la Revolución burguesa”, La Bataille Syndica-
liste, París, 29 de junio de 1911, p. 3.
79 fcr, “Una Revolución social”, op. cit.
80 Jean Roule, “En México, Díaz ha dimitido. Situación clara”, La Bataille Syndicaliste, 
núm. 31, París, 27 de mayo de 1911, p. 2.
30
Después de Díaz, Madero se transforma en el objeto de todos los 
ataques. Es descrito como un millonario, un burgués, un ambicioso, 
un capitalista, un “vendido”,81 que sólo quiere preservar el sistema de 
explotación. Cuando éste desata la represión, a partir de junio, contra 
las tropas liberales82 y luego, en julio, contra la directiva del plm, se ve 
irremediablemente comparado a Díaz, tachado de asesino, verdugo, re-
negado y traidor. Mientras tanto se glorifica el Partido Liberal —llama-
do a veces, para evitar toda clase de confusión, Partido Libertario—.83 
Le Libertaire, que dedica un gran espacio para reproducir informaciones 
procedentes de Regeneración, exalta el heroísmo de los luchadores, in-
formando de hazañas, como la de Baja California. Sus redactores84 
demuestran voluntad de asociarse a la lucha del plm, considerando 
a los “mártires” caídos en la lucha por la emancipación de los trabaja-
dores mexicanos como suyos.85 Según afirma entonces el periódico, el 
movimiento expropiador y comunista consigue infinitas victorias y 
progresa sin cesar. En un artículo publicado en Les Temps Nouveaux, 
Michel Petit insiste sobre el interés que podría tener la emigración de 
obreros cualificados europeos a México, beneficiando tanto a la revo-
lución como al país, al que llevarían sus experiencias de lucha social 
y sus conocimientos industriales, pero igualmente a los propios inmi-
grantes, que podrían gozar de buenas condiciones de vida.86
Esta campaña llama la atención de los militantes franceses, cuya 
imaginación se ve estimulada por el entusiasmo de los relatos. Así pues, 
varios compañeros manifiestan su intención de emprender el viaje 
para unirse con los insurrectos. En la edición del 17 de junio de Les 
Temps Nouveaux, Jean Grave dice haber recibido numerosas cartas de 
81 Aristide Pratelle, “El verdadero Madero”, La Bataille Syndicaliste, núm. 192, París, 4 de 
noviembre de 1911, pp. 1-2.
82 J. Roule, “En México. La Revolución proletaria sucede a la Revolución burguesa”, op. cit.
83 “En México. La guerra social”, Le Libertaire, núm. 37, París, 8 de julio de 1911, p. 2; “En 
México. Una hora histórica”, Le Libertaire, núm. 43, París, 19 de agosto de 1911, p. 2.
84 Salvo algunas excepciones, por lo general los artículos publicados en Le Libertaire sobre 
la Revolución mexicana no están firmados, lo que dificulta la identificación de los autores 
de los textos y da paso abierto a las suposiciones.
85 “En México. La Revolución en marcha”, Le Libertaire, núm. 47, París, 16 de septiembre 
de 1911, p. 2.
86 M. Petit, “En México”, op. cit.
31
compañeros pidiendo informaciones al respecto.87 La redacción escri-
be entonces a los editores de Regeneración sobre las modalidades de 
alistamiento. Manuel Garza le contesta que, desgraciadamente, el plm 
no tiene de momento los fondos suficientes para pagarles el viaje a los 
compañeros franceses y equiparlos, que no existen hojas de alistamien-
to y que más vale para ellos que esperen el resultado de la lucha.88
En realidad, en el momento en que los anarquistas galos se entu-
siasman por la Revolución mexicana y se comprometen a ayudar al 
movimiento libertario no puede dudarse que sus esperanzas de victo-
rias ya se desvanecen. Consecuencia de su voluntad de seguir la lucha 
armada, el presidente interino Francisco León de la Barra, de acuerdo 
con Madero, envía tropas federales y contingentes maderistas para 
luchar contra los focos de resistencia. Los rebeldes magonistas pier-
den el control de la península de Baja California. En el resto del terri-
torio, las otros focos son progresivamente vencidos y desmantelados.
La caída de Mexicali y Tijuana, y la detención de la joplm en Los 
Ángeles, gracias a la complicidad estadounidense, son acogidas, con 
angustia y tres semanas de retraso, por Le Libertaire.89 Pero el optimis-
mo aumenta. La semana siguiente, Tijuana es calificada de “derrota 
parcial”,90 hecho que no implica el fin de la rebelión. Al contrario —y 
de eso está convencido Le Libertaire—, el comunismo está en marcha 
en todo México, donde varias unidades, fueran o no magonistas, si-
guen, a pesar de la represión orquestada por el “demagogo” Madero, la 
lucha:
Los insurrectos expropian la tierra, los víveres, los productos de todo tipo, las 
armas, el dinero de las cajas públicas, y les reparten a los trabajadores atroz-
mente explotados y muertos de hambre, los productos de su propio esfuerzo 
[…] La que ahora se lleva a cabo es, por supuesto, una revolución social 
87 [Jean Grave], “La Revolución Mexicana”, Les Temps Nouveaux, núm. 7, París, 17 de 
junio de 1911, p. 3.
88 Carta de Manuel G. Garza a Les Temps Nouveaux, 20 de julio de 1911, publicada en 
“Movimiento Internacional. México”, Les Temps Nouveaux, núm. 16, París, 19 de agosto 
de 1911, p. 5.
89 “En México.La Revolución en peligro”, Le Libertaire, núm. 38, París, 15 de julio de 
1911, p. 2.
90 “En México. La Revolución continúa”, Le Libertaire, núm. 39, París, 22 de julio de 
1911, p. 3.
32
económica y para nada política […] Una gran hora histórica ha sonado en el 
mundo: se trata de saber si la sociedad comunista, en potencia en México, 
verá definitivamente la luz.91
En septiembre de 1911, Regeneración agradece los esfuerzos de la 
prensa revolucionaria internacional, entre ella Les Temps Nouveaux:
Los compañeros que laboran en todos estos periódicos son incansables, de 
una abnegación a toda prueba, tan presto se han dado cuenta del carácter del 
movimiento de los libertarios mexicanos, hacen todo lo posible por darlo a 
conocer al mundo entero, despertando la solidaridad entre todos los trabaja-
dores, sentimiento que ya hace sentir sus efectos, y por el que al fin alcanza-
remos la victoria.92
Sin embargo, William C. Owen se muestra menos entusiasta que sus 
compañeros y considera insuficiente la propaganda realizada en Fran-
cia. Si saluda al Libertaire por sus esfuerzos, lamenta que Les Temps 
Nouveaux y La Guerre Sociale no dediquen más espacio a la cuestión 
mexicana.93 Escribe entonces a Aristide Pratelle para advertirlo.94 De 
hecho, el entusiasmo compartido tardará poco en decrecer.
La unidad rota: polémicas y divisiones en torno 
a la Revolución mexicana y al Partido 
Liberal Mexicano
Algunas notas discordantes empiezan a surgir. En la edición de Les 
Temps Nouveaux del 15 de julio de 1911, Jules Fontaine denuncia la 
campaña de calumnias emprendida por los socialistas norteamericanos 
que, después de haber defendido a los partidarios del Partido Liberal, 
ahora los tratan de “bandidos” y apoyan a Madero. Concluye afirmando 
91 “En México. Una hora histórica”, op. cit.
92 “Movimiento de Solidaridad”, Regeneración, núm. 53, Los Ángeles, 2 de septiembre 
de 1911, p. 3.
93 “Above all, be practical”, Regeneración, núm. 57, Los Ángeles, 30 de septiembre de 
1911, p. 4.
94 Extracto de una carta de Wiliam C. Owen a Aristide Pratelle, 14 de septiembre de 
1911, publicado en “En México”, Le Libertaire, núm. 50, París, 7 de octubre de 1911, 
p. 2.
33
que “los magonistas necesitan [una] ayuda que no encontrarán entre 
nuestros políticos socialistas”.95 No está equivocado.
Mes y medio más tarde, L’Humanité rompe el silencio en que había 
caído desde los acuerdos de Ciudad Juárez. Adopta la misma posición 
que sus compañeros estadounidenses y emite serias críticas firmadas 
por Antonio Fabra Ribas respecto a la acción magonista.96 Los dos 
artículos posteriores del publicista, publicados en febrero y julio de 
191297 —que en adelante constituirán prácticamente las únicas refe-
rencias que dará el diario socialista sobre la revolución—,98 tienen 
como objetivo descalificar al plm.99 Fabra Ribas, que lo acusa de “ultra-
revolucionario e imposibilista”, lamenta el sacrificio de unos “idealis-
tas” e “iluminados”. Lo considera inútil, pues la revolución que preco-
nizan es, según afirma, imposible.100 Además, acusa al Partido Liberal 
de ofrecer con su actitud un pretexto a una eventual intervención 
estadounidense, por lo que pide al movimiento revolucionario inter-
nacional no intervenir en una cuestión, según él, “exclusivamente 
mexicana”.101 Artículos suyos serán reproducidos también en La Jus-
 95 Jules Fontaine, “Movimiento internacional. Estados Unidos. La Revolución en Méxi-
co”, Les Temps Nouveaux, núm. 11, París, 15 de junio de 1911, p. 6.
 96 Antonio Fabra Ribas, “Una guerra social en México. La Rebelión del Partido Liberal. 
Episodios de una lucha trágica”, L’Humanité, París, 29 de agosto de 1911, p. 1.
 97 Antonio Fabra Ribas, “La Revolución en México. Todo el país está levantado. Ciudad 
Juárez en poder de los insurrectos”, L’Humanité, París, 29 de febrero de 1912, pp. 1-2; 
Antonio Fabra Ribas, “La guerra civil en México. Una lucha fratricida. Cuál debe ser la 
actitud de los revolucionarios”, L’Humanité, París, 15 de julio de 1912, p. 1.
 98 Rosendo Salazar relata que en 1915 el periodista Geo Brémond de L’Humanité vino a 
visitar la Casa del Obrero Mundial en México. Rosendo Salazar, Las pugnas de la gleba, 
México, 1974, primera parte, p. 91.
 99 Incluso intenta recuperar a W. C. Owen, citando una frase suya fuera de contexto, 
para justificar sus afirmaciones. A. Fabra Ribas, “La guerra civil en México. Una lucha 
fratricida. Cuál debe ser la actitud de los revolucionarios”, op. cit.
100 A. Fabra Ribas, “Una guerra social en México. La Rebelión del Partido Liberal. Epi-
sodios de una lucha trágica”, op. cit. A pesar de las diferencias ideológicas que oponen a 
socialistas y anarquistas, es posible ver en la actitud de Fabra Ribas una revancha sobre 
los anarquistas. En efecto, Fabra Ribas no había podido impedir que en España la Fede-
ración catalana Solidaridad Obrera se convirtiera en Confederación Nacional del Tra-
bajo (cnt), organización partidaria del comunismo libertario, ni había logrado que se 
adhiriera a la Unión General de Trabajadores (ugt), central sindicalista de obediencia 
socialista.
101 A. Fabra Ribas, “La guerra civil en México. Una lucha fratricida. Cuál debe ser la acti-
tud de los revolucionarios”, op. cit. La historia puede mostrarse cruel; veinticinco años 
34
ticia Social, de Reus, en España. Aunque los dirigentes liberales no 
podían estar sorprendidos por tal actitud, las críticas emitidas desde 
Europa, reflejo del conflicto surgido con los socialistas de Estados Uni-
dos, no deja de irritarles. Antonio de P. Araujo afirmará: “Miente el 
Señor Rivas [sic], que parece un completo burgués, aunque sin cinco 
pesetas”.102
Otras dudas se manifiestan en el periódico L’Anarchie. Así, a princi-
pios de agosto, los redactores se muestran escépticos en cuanto a la posi-
bilidad de instaurar en México “la ciudad anárquica, a balazo limpio”.103 
Más tarde, en un artículo firmado por Le Guêpin, L’Anarchie se burla 
de los boletines de Regeneración por usar términos como “ejército li-
beral” o “patria”.104 Es verdad que, por la intransigencia de su actitud 
antimilitarista y antipatriota, a L’Anarchie le cuesta entender la tácti-
ca seguida por el plm. Hay que añadir que el periódico individualista 
siempre se mostró muy crítico hacia todas las posiciones adoptadas 
por otras corrientes del anarquismo, fueran comunistas o sindicalistas.
Críticas mucho más serias, relacionadas con las emitidas por el pe-
riódico italoamericano la Cronaca Sovversiva,105 surgen en Francia, y 
éstas tendrán graves repercusiones. Basado, entre otras fuentes, en el 
relato de un grupo de italianos que viajaron a Baja California para 
unirse con los insurrectos, pero que se desilusionaron con la situación 
que encontraron —una Tijuana llena de cow-boys y de aventureros—, 
la Cronaca pone en duda el carácter social de la revolución y emite 
reservas en cuanto a la actividad del plm y su ideología anarquista.
En la edición del 22 de julio de Les Temps Nouveaux, Jean Grave, 
al tanto de la posición de la Cronaca, pone en duda, a través de inte-
rrogantes, la información transmitida por Regeneración:
más tarde, Antonio Fabra Ribas será ministro de la República española y victima del 
fascismo, entre otras razones por la no-intervención de la comunidad internacional, y en 
particular de sus compañeros del Frente Popular Francés.
102 Antonio de P. Araujo, “Las calumnias de los socialistas políticos”, Regeneración, Los 
Ángeles, 31 de agosto de 1912, p. 1; reproducido en Antonio de P. Araujo, “Las calum-
nias de los socialistas políticos”, Le Libertaire, núm. 48, París, 28 de septiembre de 1912, 
pp. 3-4.
103 “Revista de los Periódicos. Le Libertaire”, L’Anarchie, Romainville, 11 de agosto de 
1911, p. 4.
104 Le Guêpin, “Cosas de México”, L’Anarchie, Romainville, 31 de agosto de 1911, p. 3.
105 Periódico fundado por Luigi Galleani en 1903 en Barre, Vermont.
35
Hemos recibido la información más contradictoria acerca de los aconteci-
mientos que tienen lugar en México […]En opinión de algunos, se trata de 
una revolución social que continúa; tomas de posesión de la tierra han teni-
do lugar. Según otros, el movimiento ha sido derrotado con la llegada al 
poder de los jefes de la insurrección. A los amigos que tienen información 
cuya autenticidad pueden controlar, les pedimos que la comuniquen a nues-
tros lectores.106
La semana siguiente, Le Libertaire contesta a Grave que bastaría que 
leyera Regeneración para tener noticias exactas de los acontecimientos 
en México. El periódico parisino se indigna también ante la informa-
ción difundida por el grupo de italianos en la Cronaca. Quizá esos in-
dividuos, afirma burlándose de ellos, esperaban encontrar “una gran 
ciudad y une ejército de anarquistas acogiéndolos con himnos anar-
quistas, y convencidos que una semana o dos bastarían para instaurar 
la anarquía en todo México”.107
Por fin, Charles Malato interviene firmando un texto muy elogioso 
de la acción de los pelemistas.108 Al explicar que la evolución ideoló-
gica del plm tiene razones tácticas, intenta aclarar las cosas.
Mientras Le Libertaire se dedica en varias ocasiones a denunciar la 
información, juzgada calumniosa, emitida por la Cronaca Sovversiva, 
subrayando el poco fundamento que tiene, Les Temps Nouveaux, al 
parecer poco convencido por los argumentos de su colega, se convier-
te en defensor de la posición asumida por el periódico italoamericano. 
A partir de septiembre de 1911, Jean Grave publica en sus columnas 
varios textos que ponen en duda el carácter expropiador y social de la 
Revolución mexicana y la acción del plm.
Según Léon Morel, las noticias publicadas en Regeneración son exa-
geradas. Si reconoce que México se encuentra en plena revolución, 
“tampoco hay que hablar de una revolución social, ni que existe ya 
una sociedad comunista, etc., como afirman de manera fácil algunos 
106 [Jean Grave], “México”, Les Temps Nouveaux, núm. 12, París, 22 de julio de 1911, p. 3.
107 “En México. Los libertarios siguen en batalla”, Le Libertaire, núm. 40, París, 29 de julio 
de 1911, p. 3.
108 Charles Malato, “Los libertarios mexicanos”, Le Libertaire, núm. 40, París, 29 de julio de 
1911, p. 1. W. C. Owen elogia el artículo de Malato en “Above all, be practical”, op. cit.
36
de nuestros compañeros”.109 Lo que le permite a Jean Grave concluir 
que “el movimiento revolucionario de México no existe más que en 
el deseo de los compañeros de Los Ángeles que, sin duda, toman sus 
deseos por realidades”.110
Las semanas siguientes se publican dos artículos, firmados por E. 
Rist,111 sumamente escépticos en cuanto a las perspectivas libertarias 
de la revolución. Además, dando lugar a sus prejuicios etnocentristas, 
el redactor afirma que no surgirá de los indígenas “la idea de progreso 
humano. Ellos desconocen todo del mundo moderno y no pueden ser 
los pioneros de una revolución social”.112
Al considerar a México como un país agrario, poco industrializado, 
es decir, atrasado, Rist deduce que las condiciones para llegar al comu-
nismo no están reunidas. Asimismo, Les Temps Nouveaux reproduce 
un artículo de un colaborador de la Cronaca, A. Cavalazzi,113 que, 
basándose en documentos anteriores expedidos por el plm, intenta 
demostrar que Ricardo Flores Magón y sus compañeros son imposto-
res ya que “el Partido Liberal Mexicano nunca ha sido un partido li-
bertario”. Según dice Cavalazzi, su órgano, Regeneración, reproduce de 
manera ligera informaciones “alarmistas” sobre la situación, mientras no 
existe —insiste— la posibilidad de una verdadera revolución social.114
Le Libertaire sigue su defensa del plm. Confiando en Regeneración, 
denuncia la actitud de Les Temps Nouveaux y de la Cronaca, casi los 
únicos periódicos ácratas del mundo —Estados Unidos, Brasil, Argen-
tina, Cuba, Portugal, Italia—, entre ellos Mother Earth, Era Nuova, 
Cultura Proletaria, en no reconocer el caráracter excepcional del pro-
ceso revolucionario en México.115 Igualmente Le Libertaire condena, en 
109 Jean Grave y Léon Morel, “Movimiento internacional. México”, Les Temps Nouveaux, 
núm. 21, París, 23 de septiembre de 1911, p. 6.
110 Idem.
111 E. Rist, “La Situación en México”, Les Temps Nouveaux, núm. 22, París, 30 de sep-
tiembre de 1911, pp. 1-3; E. Rist, “Movimiento internacional. México”, Les Temps Nou-
veaux, núm. 23, París, 7 de octubre de 1911, p. 5.
112 E. Rist, “La Situación en México”, op. cit.
113 A. Cavalazzi, “México”, Les Temps Nouveaux, núm. 29, París, 18 de noviembre de 
1911, pp. 6-7.
114 Idem.
115 “En México. Por el Comunismo”, Le Libertaire, núm. 49, París, 30 de noviembre de 
1911, p. 2.
37
varias ocasiones, la actitud de La Guerre Sociale, al que considera un 
adversario más por desinteresarse de la cuestión mexicana.116 Poco 
tiempo antes, Pierre Martin había escrito a Ricardo Flores Magón:
A pesar de la desconfianza y de la sospecha que han pretendido sembrar so-
bre vuestro movimiento algunos libertarios malencaminados, nosotros siem-
pre os hemos tenido confianza, porque hemos comprendido que los hombres 
que marchan a la lucha no solamente para obtener una transformación polí-
tica, sino también para obtener una transformación social por medio de la 
expropiación, no pueden ser otra cosa que militantes sinceros y dignos de 
interés.117
Ricardo Flores Magón le contestó, agradeciéndole su apoyo cuando:
algunos que se dicen anarquistas […] buscan todas las ocasiones para ridiculi-
zar nuestros esfuerzos, para sembrar la duda y la desconfianza entre compañe-
ros, mientras que otros, que se dan también el adjetivo de libertarios, hacen 
una conspiración con el silencio y pretenden ignorar lo que pasa en México, y 
se comportan de la misma manera que la prensa burguesa interesada.118
De manera general, Le Libertaire se identifica con la línea política de 
Regeneración. Recalcando el carácter agrario del movimiento revolu-
cionario,119 considera, al igual que su homólogo de Los Ángeles, que 
la Revolución mexicana es, en esencia, comunista y expropiadora, 
porque “los indígenas tienen una larga práctica del comunismo”.120 
Estimando que la lucha armada traerá más beneficios que las huelgas 
u otros medios, el periódico galo defiende las posiciones insurreccio-
nistas del plm:
116 Père Barbassou, “En México. Una Revolución agraria”, Le Libertaire, núm. 12, París, 
12 de enero de 1912, p. 2.
117 Carta de Pierre Martin a los editores de Regeneración, septiembre de 1911, reproducida 
en R. Flores Magón, “De todo el mundo se escucha el aplauso para los que luchan bajo la 
Bandera Roja en los campos mexicanos”, op. cit.
118 Carta de Ricardo Flores Magón a los editores de Le Libertaire, op. cit.
119 “La Revolución Mexicana. Apenas empieza ¡La tierra para todos! Tal es el grito del 
pueblo rebelado”, Le Libertaire, núm. 15, París, 3 de febrero de 1912, p. 2.
120 “En México”, Le Libertaire, núm. 50, París, 7 de octubre de 1911, p. 2.
38
Si bien la huelga de los mineros ingleses es de un gran interés para nosotros, 
¿la revolución mexicana no es acaso infinitamente más interesante a fin de 
cuentas? Los huelguistas no pretenden más que una ligera mejora material: 
una vez adquirida la reforma, volverán tan tranquilos a sus minas; de huelga 
en huelga, de reforma en reforma, ¿cuánto tiempo les será necesario —¡siglos 
quizá!— antes de alcanzar por estos medios el comunismo libertario?
Los campesinos mexicanos, en cambio, van directo al objetivo: en varios 
lugares, se apoderan de los medios de producción para su uso en común y aho-
ra todo parece demostrar que ningún gobierno podrá ya desviarlos de este 
objetivo.121
De igual modo, su apreciación de las otras facciones revoluciona-
rias es similar a la de Regeneración. Además de Madero, calificado de 
burgués, Vásquez Gómez es designado como un “político”,122 Orozco 
como un “ambicioso”,123 Carranza, un “aspirante a dictador”.124 Sólo 
los zapatistas, considerados como verdaderos revolucionarios, reciben 
su aprobación. Si en un principio Le Libertaire formula ciertas reservas 
en relacióncon Emiliano Zapata,125 como lo haría con cualquier líder 
revolucionario, al final considera, al igual que La Bataille Syndicaliste, 
que sus partidarios actúan como verdaderos comunistas al expropiar 
las haciendas armas en mano.126
Le Libertaire manifiesta grandes esperanzas en las posibilidades inme-
diatas de la revolución, si bien con el tiempo su posición irá evolucio-
nando. Según el periódico, la Revolución mexicana constituye un 
acontecimiento fundamental —“la primera sociedad comunista en 
su cuna”—127 y la compara, por su importancia, tanto con la “Gran 
121 “La Revolución Mexicana. La revolución no deja de crecer, se consolida cada vez más 
como expropiadora”, Le Libertaire, núm. 21, París, 16 de marzo de 1912, p. 2.
122 “La Revolución Mexicana. ¿Qué es el zapatismo? El futuro de la revolución”, Le Liber-
taire, núm. 25, París, 13 de abril de 1912, p. 2.
123 “La Revolución Mexicana. Continúan el combate y la expropiación. Es la gran revo-
lución en marcha”, Le Libertaire, núm. 35, París, 29 de junio de 1912, p. 2.
124 “La Revolución Social en México”, Le Libertaire, núm. 48, París, 27 de septiembre de 
1913, p. 3.
125 “La Revolución Mexicana. ¿Qué es el zapatismo? El futuro de la revolución”, op. cit.
126 “La Revolución Mexicana. Apenas empieza ¡La tierra para todos! Tal es el grito del 
pueblo rebelado”, op. cit.; “El socialismo a las puertas de México”, La Bataille Syndicaliste, 
París, 27 de noviembre de 1911, p. 1.
127 “En México. La Revolución en peligro”, op. cit.
39
Revolución” francesa128 como con la Comuna de París:129 “podemos 
afirmar que desde el movimiento de la Comuna de 1871, el movi-
miento más importante para la clase obrera que tengamos que regis-
trar es sin duda la insurrección proletaria mexicana, así como conti-
núa en los momentos actuales”.130
Considerando que “el éxito de nuestros amigos mexicanos depende 
de la solidaridad internacional”,131 Le Libertaire llama sin parar a los 
trabajadores franceses a apoyar al movimiento armado, porque su 
victoria traerá beneficios a los proletarios del mundo entero. Podría 
constituir, en efecto, según el periódico, el preludio a la revolución 
mundial. Por eso, semana tras semana, Le Libertaire considera como 
un deber relatar los sucesos en México,132 lamentando el poco interés 
que estos acontecimientos generan, a pesar del entusiasmo original, 
en el resto de la prensa radical francesa.133
En varias ocasiones, Regeneración felicita al Libertaire por su actitud 
de decidido apoyo, tan diferente de la línea adoptada por Les Temps 
Nouveaux.134 Le agradece difundir sus posiciones135 y reproduce, de 
vez en cuando, extractos de sus artículos,136 e incluso textos comple-
128 “La Revolución Mexicana”, Le Libertaire, núm. 25, París, 26 de abril de 1913, p. 3.
129 “La Revolución Mexicana”, Le Libertaire, núm. 46, París, 14 de septiembre de 1912, p. 3.
130 “En México. El comunismo o la muerte”, Le Libertaire, núm. 45, París, 2 de septiembre 
de 1911, p. 2.
131 “En México. Victorias libertarias”, Le Libertaire, núm. 51, París, 14 de octubre de 1911, 
p. 2.
132 “En qué punto se encuentra la revolución mexicana se preguntan con ansia los com-
pañeros, cada semana, al abrir el Libertaire, el único periódico en Francia que se da a la 
tarea de informarlos acerca de los acontecimientos que se llevan a cabo desde hace más 
de seis meses en México.” (“La Revolución Mexicana. Apenas empieza ¡La tierra para 
todos! Tal es el grito del pueblo rebelado”, op. cit.)
133 “La Revolución Mexicana. Por doquier combates y expropiaciones. El impulso liber-
tario. ¿Y la intervención norteamericana?”, Le Libertaire, núm. 22, París, 23 de marzo de 
1912, p. 2.
134 “Culled at Random from Various Exchanges”, Regeneración, núm. 60, Los Ángeles, 21 
de octubre de 1911, p. 4; “Precious Time Lost”, Regeneración, núm. 75, Los Ángeles, 3 de 
febrero de 1912, p. 4; “Solidaridad universal”, Regeneración, núm. 76, Los Ángeles, 10 
de febrero de 1912, p. 3.
135 Por ejemplo cuando trata de “traidores” a Antonio I. Villarreal y Juan Sarabia. “Notas 
de Solidaridad”, Regeneración, núm. 63, Los Ángeles, 11 de noviembre de 1911, p. 3.
136 “En México. Una Revolución agraria”, op. cit., reproducido en “Solidaridad universal”, 
Regeneración, núm. 76, Los Ángeles, 10 de febrero de 1912, p. 3; “Solidaridad universal”, 
Regeneración, núm. 79, Los Ángeles, 2 de marzo de 1912, p. 3, reproduce un extracto de 
40
tos.137 Considera a Le Libertaire como “uno de los verdaderos perió-
dicos anarquistas de París”,138 “el periódico anarquista más leído en 
París”139 y el que tiene “el cuerpo de redacción más interiorizado de 
la Revolución mexicana que se pueda encontrar en la República 
francesa”.140
En esta relación privilegiada, W. C. Owen ocupa un papel impor-
tante, ya que sigue con atención las publicaciones francesas. Incluso 
entabla correspondencia con Aristide Pratelle, de la cual se reproduce 
una parte en Le Libertaire.
Pratelle no demora en publicar artículos sobre el tema mexicano 
en varios periódicos, como en La Bataille Syndicaliste141 o en Le Réveil 
socialiste-anarchiste, de Ginebra (Suiza), en el que redacta una serie de 
artículos sobre la historia reciente de México.142 El último, considera-
do como muy informado por W. C. Owen,143 está reproducido en Le 
Libertaire y luego en Regeneración.144 En él, Pratelle afirma que:
El gran mérito del Partido liberal revolucionario mexicano, y particularmente 
de los hermanos Ricardo y Enrique Magón, habrá sido el de conocer bien esta 
tendencia instintiva de todo un pueblo oprimido hacia la expropiación de la 
“La Revolución Mexicana. Apenas empieza ¡La tierra para todos! Tal es el grito del pue-
blo rebelado”, op. cit.
137 “La Revolución Mexicana”, Le Libertaire, núm. 25, París, 26 de abril de 1913, p. 3, 
reproducido en “Revisando la prensa”, Regeneración, núm. 148, Los Ángeles, 5 de julio de 
1913, pp. 2-3; C. Malato, “Los libertarios mexicanos”, op. cit., reproducido en Carlo 
Malato, “I Libertarii Messicani”, Regeneración, Sezione italiana, núm. 11, Los Ángeles, 23 
de septiembre de 1911, pp. 3-4.
138 “Revisando la prensa”, 5 de julio de 1913, op. cit.
139 “Revisando la prensa”, Regeneración, núm. 170, Los Ángeles, 27 de diciembre de 1913, 
p. 3.
140 “Los compañeros presos en Texas”, Regeneración, núm. 172, Los Ángeles, 10 de enero 
de 1914, p. 1.
141 A. Pratelle, “El verdadero Madero”, op. cit.
142 Esta serie de artículos, dedicada a la historia y a la situación política, económica y social 
mexicana bajo el porfiriato, fue publicada en Le Réveil socialiste-anarchiste de Ginebra, pe-
riódico dirigido por Luigi Bertoni, entre el 22 de julio de 1911 y el 10 de febrero de 1912.
143 Carta de William C. Owen a Aristide Pratelle publicada en “La Revolución Mexica-
na”, Le Libertaire, núm. 30, París, 25 de mayo de 1912, p. 2. Vid infra.
144 Aristide Pratelle, “El Reinado de Díaz. XV. Regeneración”, Le Réveil socialiste-anarchiste, 
núm. 325, Ginebra, 10 de febrero de 1912, p. 4, reproducido en “La Revolución Mexica-
na. Regeneración”, Le Libertaire, núm. 18, París, 24 de febrero de 1912, p. 2 y luego en 
“Solidaridad Mundial”, Regeneración, núm. 82, Los Ángeles, 23 de marzo de 1912, p. 3.
41
riqueza social, y de aprovecharse de las circunstancias para impulsar la revo-
lución hacia una dirección diametralmente opuesta a la de las reformas polí-
ticas y a la de reemplazar un tirano por otro tirano. La revolución mexicana, á 
pesar de lo que se diga en contrario, es una revolución económica y social.145
Con todos esos esfuerzos, Le Libertaire se muestra seguro de que “el 
compañero Grave no seguirá negándose por mucho tiempo ante la 
evidencia”.146 A primera vista, parece que sus deseos se cumplen.
Después de sus duras críticas y tras un periodo de silencio, Les Temps 
Nouveaux publica, en febrero de 1912, un artículo del famoso anarquis-
ta Fernando Tárrida del Mármol. En completa oposición a lo expuesto 
anteriormente en ese periódico, el autor percibe la Revolución mexica-
na como un “movimiento

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