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09 VISTAS AUXILIARES - Guillermo Aldana Rosales

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ficies inclinadas y verdadera forma, leer el
punto IV. 1,3 Representación de planos, del
capítulo IV.
Fig. 11-24 Perspectiva de un sólido cuyas caras son
paralelas a los planos de proyección.
Cuando se proyectan sólidos, por e-
jemplo (fig. 11.24 y 11.25). se comprueba
que las tres vistas obtenidas son idénticas al
objeto; así ocurre porque el sólido por sus
formas y en consecuencia sus superficies,
llamadas comúnmente caras," resultan ser
Fig. 11-25 Proyección ortogonal del sólido, obte-
niéndose caras en su real dimensión.
paralelas a los planos de proyección. No re-
sulta igual si el sólido tiene una o dos caras
inclinadas a uno de los tres planos de pro-
yección; en ese caso, las caras inclinadas re-
sultarán siempre de menor superficie a la
del sólido, figura 11.26.
Fig, 11-26 Perspectiva del sólido, una de las caras
es inclinada, se indica la dirección y posición co-
mo debe ser observada.
1 1 . 3 . 1 . V E R D A D E R A FORMA O
M A G N I T U D
Cuando se trate de hallar la verdadera
forma* de una de las caras del sólido que
resulta ser inclinada a dicho plano de pro-
yección, se determina un plano auxiliar que
resulta ser paralelo a la superficie inclinada.
En el sólido de la figura 11.26 se fija la di-
rección perpendicular que corresponde a di-
cha superficie para ser observada en su ver-,
dadera magnitud.
Para facilitar la interpretación y solu-
ciones sobre superficies inclinadas, debe-
mos proceder primero al planteo de los pla-
nos de proyección, figura 11.27, y poste-
riormente situar el sólido de la figura 11.26
en relación a ellos, para luego hacer partici-
par el plano auxiliar, que resultará ser para-
lelo a la cara del modelo.
A los fines mencionados y con la ayu-
da de la perspectiva isométrica, logramos
simplificar de una manera sencilla y objeti-
va la solución requerida. Situado al fren-
te el plano vertical, a la derecha el plano de
perfil y al pie ubicamos el plano horizontal,
procedemos a la proyección del sólido, o-
mitiendo las líneas de proyección* en los
tres planos, y comprobamos que la cara o
superficie (A) es menor en las proyecciones
de frente y planta, por ser ellas inclinadas
a los mencionados planos de proyección.
TECKJico E -
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Para lograr una proyección igual a la cara 
inclinada del sólido, debemos hacer partici­
par un plano auxiliar que resulte ser parale­
lo a dicha cara o superficie; éste es dibujado 
con líneas de ejes a los efectos de mejor in­
terpretación y localización. Si efectuarhos 
l: 1royección ortogonal, o sea las tres vis­
tas normales del sólido en cuesti(?n, figura 
ll.28, ubicándolo de manera distinta, lo
cual no dificulta de manera alguna para la
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A 
B 
Fjg. II-28 Proyección ortogonal del sólido, plateo 
para ubicar el plano auxiliar. 
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,/ 
./." f. 
,,, . 
'Fig. 11-27 Perspectiva del 
conjunto; de los planos 
de proyección y auxiliar. 
del sólido y de la "verda· 
dera forma" de la super• 
ficie inclinada. 
solución que nos proponemos realizar, 
comprobamos de igual manera que la pro­
yecci6n en planta de la superficie (A), co­
mo la proyección de perfil de la misma ca­
ra, resulta en el p lanteo de la figura 11.27, 
menor que la del sólido, con lo cual com­
probamos que no es posible obtener por 
medio de los tres planos de proyección una 
superficie igual se ésta resulta ser inclinada 
a ellos. 
En base a las proyecciones de la figura 
II.28, procederemos a la solución en tres
pasos para hallar la verdadera forma o mag­
nitud de la superficie (a). Paralelo a la incli­
nación de la cara oblicua tra:z;aremos un pla­
no auxiliar ubicado a 90º de la línea imagi­
naria perpendicular a la superficie inclinada 
(A). Como segundo paso, figura II.29, pri­
mero trazaremos una línea ·paralela al plano 
determinado, de una longitud igual a la aris­
ta de la superficie (A), limitada por los pun­
tos 2 y 3, iniciando en sus extremos per­
pendiculares indefinidos. El.tercer paso, fi-
j 
' 
)
l
25
B
Fig. 11-29 Proyección ortogonal del sólido, segun-
do paso para determinar la verdadera forma o
magnitud.
gura 11.30, procederemos a fijar el ancho de
la superficie en cuestión; nos basta con me-
dir el ancho del sólido y por consiguiente
la superficie limitada por los puntos 1 y 2,
indicada de manera notable por medio de
una flecha; completando, obtendremos el
el perímetro de la cara o superficie, deno-
minándose verdadera forma,o magnitud. .
Como variante al tema de superficies
inclinadas, se plantea el caso de un sólido
que tiene dos caras inclinadas a los planos
de proyección, figura 11.31; en dicha pers-
pectiva se han destacado las dos caras incli-
nadas, suponiendo estar contenidas en dos
planos auxiliares independientes entre sí,
debe entenderse con ellos una forma esque-
mática del problema.
En la figura 11.32 se plantea en forma
exacta el depurado de la proyección orto-
gonal y la verdadera forma o magnitud de
una de las caras inclinadas del sólido; se ha
indicado la traza* del plano auxiliar. El
Fig. 11-30 Proyección ortogonal del sólido, tercer
paso, obtención de la verdadera forma.
procedimiento a seguir es idéntico al enun-
ciado en las figuras 11.28, 11.29 y 11.30.
Por último, de acuerdo al sólido de la
figura 11.33, representando en perspectiva
Fig. 11-31 Perspectiva de
conjunto esquemático,
proyección de los tres
planos, del sólido y verda-
dera forma.
xfer
26
Fig. 11-32 Depurado de la proyección, plano au-
xiliar y verdadera forma o magnitud.
isométrica, el cual contiene una cara incli-
nada, destacada con líneas más gruesas y el
adicional de una línea imaginaria que repre-
senta la perpendicular a la cara inclinada y
por consiguiente al plano auxiliar que debe-
rá ser trazado. Se procede a la proyección
figura 11.34, de las tres vistas y se adopta el
ras 11.35 y 11.36, como así también los de
las figuras 11.37 y 11.38, se debe proceder
como en los casos descriptos anteriormen-
te. Es interesante hacer notar que en las fi-
guras 11.33, 11.34,11.35,11.36,11.37 y 11.38,
las caras inclinadas se han dispuesto en tal
forma que la verdadera forma o magnitud
Fig. 11-33 Perspectiva del sólido con
una cara inclinada.
Fig. 11-34 Proyección ortogonal, ver-
dadera forma o magnitud, y plano
auxiliar en la vista anterior.
sistema conocido para hallar la verdadera
forma o magnitud.
En los sólidos que se presentan, figu-
debe ser planteada en distintas ubicaciones
con referencia a los planos de proyección,
comprobando con ello la exactitud del mé-
todo empleado.
27
Fig. 11-35 Perspectiva del sólido con una ca-
ra inclinada.
Fig. 11-36 Proyección ortogonal, verdadera
forma, y plano auxiliar en la vista lateral.
Fig. 11-3 7 Perspectiva del sólido con una ca-
ra inclinada.
II. 3. 2. VISTAS AUXILIARES DE
PIEZAS MECÁNICAS
No siempre las piezas mecánicas pre-
sentan formas en las cuales sus caras resul-
tan ser paralelas a los planos de proyección,
especialmente las de fundición, forjadas,
etc. Si sometemos a este tipo de piezas, el
dibujo de proyección ortogonal, resultará
evidente que obtendremos vistas de caras
Fig. 11-38 Proyección ortogonal, verdadera
forma y plano auxiliar en la vista lateral.
o superficies inclinadas, por no resultar pa-
ralelas a los planos de poryección o al reba-
timiento a que ha sido sometida la pieza.
Si bien esto es exacto, también debe com-
prenderse que la vista resultante no es acon-
sejable a los efectos de una correcta inter-
pretación. La utilización de planos auxilia-
res que resultan paralelos a las superficies
inclinadas de las piezas mecánicas, se ha de-
sarrollado en el punto II.3.1 verdadera for-
28
Fig. 11-39 (abajo)
Fig. 11-40 (centro a-
• rriba)
Fig. 11-41 (derecha)
Fig. 11-42 (izquierda)
ma, del presente capítulo, en este caso se
reemplaza al sólido por piezas reales.
Con carácter de introducción, efectua-
remos a la pieza, el dibujo en proyección
ortogonal de las vistas, superior o planta,
figura 11.39, anterior o frente, figura 11.40,lateral izquierdo, figura 11.41 y lateral de-
recha, figura 11.42, notando a simple obser-
vación que en las vistas, superior y las late-
rales izquierda y derecha, los extremos no
resultan ser del largo igual, comprobándolo
con la vista anterior o frente.
Si procedemos a la utilización de pla-
nos auxiliares, se obtendrá una vista que
resulta aceptable y exacta, respondiendo a
las necesidades de una correcta interpreta-
ción. La figura 11.43 representa la vista an-
terior o frente, paralelamente a las inclina-
ciones de sus extremos; se indica una línea
de eje que representa a la traza del plano
en que se efectúa el rebatimiento, éste se
realiza de la siguiente manera: proyectare-
mos los puntos a y b perpendiculares a la
superficie del extremo derecho; luego me-
gura
nea
lo c\n
de 1;
misr,
rior,
las í
ento
posii
nade
nido
en f
mué
com
izqu
corr
Fig. 11-43 (centro) La vista anterior, será la que permita plantear la ubicación de los
planos, para determinar la verdadera forma.
Fig. 11-44 (derecha); Fig. 11-45 (izquierda)
Verdadera forma o verdadera magnitud o superficie real de los lados inclinados.
del
ble,
je; I
vez
med
i
dimos el ancho de la vista superior de la fi-
gura 11.39, y lo transportamos sobre la lí-
nea a' y b', logrando el mismo ancho, con
lo cual queda limitada la superficie del ex-
tremo derecho del soporte; para los detalles
de la corredera abierta, se procederá de la
misma manera que para la superficie exte-
rior, una vez terminado como lo ilustran
las figuras 11.44 y 11.45. Se podrá apreciar
entonces que si nuestra vista se dirige en
posición perpendicular al extremo mencio-
nado, comprobaremos que el dibujo obte-
nido es idéntico a lo que estamos viendo
en forma directa por medio visual.
La vista superior de la figura 11.46 nos
muestra un soporte para eje fijo cuya base
comprenden ángulos de 45° y 60°; la de la
izquierda es el tipo de agujero alargado o
corredera, para encontrar en el momento
29
El método a emplear para hallar la ve'r-
dadera forma de las dos caras laterales del
soporte descripto, es el indicado en los pá-
rrafos anteriores, teniendo en cuenta que
debe ser dibujado en una posición tal que
los extremos inclinados sean observados en
la vista anterior o frente, como lo indica
la figura 11.47; la explicación resulta senci-
lla y clara a los efectos de indicar las cotas
o medidas que son necesarias para su cons-
trucción; en resumen, las verdaderas formas
son indicadas por las figuras 11.48 y 11.49.
La vista anterior de la figura 11.50, nos
ilustra un codo con brida a 45°, fundido en
acero; esta pieza resulta ser de uso común
en las instalaciones de cañerías para la con-
ducción de líquidos o gases. Por tener la
brida superior a una cierta inclinación, re-
sulta necesario dibujar la verdadera forma
Fig. 11-46 (abajo) Vista superior en donde
se observan las proyecciones de las caras
inclinadas del soporte.
Fig. 11-47 (arriba centro) Vista anterior y
disposición de los planos, para hallar la
verdadera forma de las caras inclinadas.
Fig. 11-48 (izquierda); Fig. 11-49 (derecha)
Verdadera forma de las caras laterales
e inclinadas.
del montaje una posición exacta, y regula- utilizando el sistema anteriormente emplea-
ble, siendo la derecha el alojamiento del e- do. No sólo'logramos dibujar la brida incli-
je; la base horizontal queda ajustada una nada con las formas reales, figura II.51, sino
vez fijada la posición segura y correcta por que al mismo tiempo obtenemos una co-
medio de cuatro bulones de fijación. rrecta ubicación de los agujeros que servi-
30
rán de alojamientos para los bulones de su-
jeción. Con el objeto de simplificar, es nor-
mal dibujar media brida* en su forma ver-
dadera, siempre que la cantidad de aguje-
ros resulte número par, figura 11.52.
La perspectiva de la figura 11.53 nos
ilustra una pieza, cuya base deslizable por
medio de una guía central, su cuerpo en u-
Fig. H-50 (izquierda/ Vista
del codo que permite rebatir
la brida inclinada y hallar la
verdadera forma.
Fig. 77-37 (centro) Vista del
codo que permite rebatir la
brida inclinada y hallar la
verdadera forma.
Fig. ¡1-52 (derecha) Variante
simplificada de la verdadera
forma, por ser simétrica.
na determinada altura, adquiere una incli-
nación que servirá de sustentación para alo-
jar a otra pieza con la que formará un con-
junto mecánico.
Debido a la forma, se hace necesario,
aplicar el método adoptado anteriormen-
te, determinar la verdadera forma de la
parte superior inclinada. Para ello se debe
Fig. ¡1-53 (izquierda) Perspectiva isomé
trica de la pieza, que nos permite
observar sus características.
Fig. ¡¡-54 (centro abajo)
Fig. ¡1-55 (centro arriba)
Fig. 77-56 (derecha) Proyección
ortogonal de las tres vistas normales y
disposición para hallar la verdadera forma.
Fig. 11-57 (derecha arriba) Verdadera forma
o magnitud.
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Fig. 77
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31
realizar la proyección ortogonal en sus vis-
tas superior, figura 11,54, la anterior o fren-
te, figura 11.55, y por último la vista lateral
izquierda, figura 11.56, sierfde ésta la que
permitirá platear la realización de la verda-
dera forma, figura 11.57.
11.4. REPRESENTACIÓN DE
ROSCAS-TORNILLOS
TUERCAS
El sistema de roscado entre piezas, to-
davía no ha sido superado, siendo éste uno
de los mejores medios de que nos valemos
para lograr el armado o montaje de piezas
que forman un conjunto. Los elementos de
unión que más aplicación tienen en las cons-
trucciones mecánicas, son sin duda: el bu-
lón, perno roscado y tornillo. Tanto las pie-
zas como los elementos de unión, han reci-
bido el labrado de un determinado sistema
de filetes de rosca que resulta demasiado
trabajoso dibujar en sus formas reales.
Debido al uso universal de este medio
mecánico, puede considerarse que casi to-
das las piezas mecánicas, tienen como parte
integrante de la misma, una rosca. Por todo
ello se hace imprescindible la aplicación
convencional de la rosca, para el logro de
una simplificación en tales casos. De ello
nos habla la norma DIN 27, del año 1920,
siendo una de las primeras y de mayor difu-
sión, actualizada en 1969. La norma IRAM
4520, actualizada en 1974, en sus términos
y ejemplos son similares. Con ejemplos de
aplicación, se transcribe la norma DIN 27,
cedida para tal fin por el Comité de Normas
del Centro de Ingenieros Alemanes en la
República Argentina.
II. 4. I. EXTREMOS CÓNICOS O
BOMBEADOS
"Las roscas macho y hembra de todas
las clases de roscas se representan según fi-
Fig. 11-59
guras 11.57 a 11.60. Si se han de dibujar ex-
presamente la forma de la rosca, por ejem-
plo para rosca trapecial, se puede hacer esto
según figura 11.61 ó se puede dibujar parte
a escala ampliada como detalla una parte
del perfil de la rosca".
Fig. 11-60
Fig. 11-58; Fig. 11-59; Fig. 11-60.
Representación convencional de roscas exteriores
(macho)
"En dirección del eje, visto sobre el
extremo de la rosca, se representan de igual
modo los extremos cónicos y bombeados,
(Fig. 11.58 y 11.59).
Fig. 11-58;
Fig. 11-61 Representación convencional de rosca,
con ¡a indicación especial del tipo de filete.

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