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23 ficies inclinadas y verdadera forma, leer el punto IV. 1,3 Representación de planos, del capítulo IV. Fig. 11-24 Perspectiva de un sólido cuyas caras son paralelas a los planos de proyección. Cuando se proyectan sólidos, por e- jemplo (fig. 11.24 y 11.25). se comprueba que las tres vistas obtenidas son idénticas al objeto; así ocurre porque el sólido por sus formas y en consecuencia sus superficies, llamadas comúnmente caras," resultan ser Fig. 11-25 Proyección ortogonal del sólido, obte- niéndose caras en su real dimensión. paralelas a los planos de proyección. No re- sulta igual si el sólido tiene una o dos caras inclinadas a uno de los tres planos de pro- yección; en ese caso, las caras inclinadas re- sultarán siempre de menor superficie a la del sólido, figura 11.26. Fig, 11-26 Perspectiva del sólido, una de las caras es inclinada, se indica la dirección y posición co- mo debe ser observada. 1 1 . 3 . 1 . V E R D A D E R A FORMA O M A G N I T U D Cuando se trate de hallar la verdadera forma* de una de las caras del sólido que resulta ser inclinada a dicho plano de pro- yección, se determina un plano auxiliar que resulta ser paralelo a la superficie inclinada. En el sólido de la figura 11.26 se fija la di- rección perpendicular que corresponde a di- cha superficie para ser observada en su ver-, dadera magnitud. Para facilitar la interpretación y solu- ciones sobre superficies inclinadas, debe- mos proceder primero al planteo de los pla- nos de proyección, figura 11.27, y poste- riormente situar el sólido de la figura 11.26 en relación a ellos, para luego hacer partici- par el plano auxiliar, que resultará ser para- lelo a la cara del modelo. A los fines mencionados y con la ayu- da de la perspectiva isométrica, logramos simplificar de una manera sencilla y objeti- va la solución requerida. Situado al fren- te el plano vertical, a la derecha el plano de perfil y al pie ubicamos el plano horizontal, procedemos a la proyección del sólido, o- mitiendo las líneas de proyección* en los tres planos, y comprobamos que la cara o superficie (A) es menor en las proyecciones de frente y planta, por ser ellas inclinadas a los mencionados planos de proyección. TECKJico E - 24 L ,¡P .. ,-> ••• ••' ,, ,., f ' 9 ,, •'' ,,, \ Para lograr una proyección igual a la cara inclinada del sólido, debemos hacer partici par un plano auxiliar que resulte ser parale lo a dicha cara o superficie; éste es dibujado con líneas de ejes a los efectos de mejor in terpretación y localización. Si efectuarhos l: 1royección ortogonal, o sea las tres vis tas normales del sólido en cuesti(?n, figura ll.28, ubicándolo de manera distinta, lo cual no dificulta de manera alguna para la 4 [] 1 3 2 1 ,-- -,z A B Fjg. II-28 Proyección ortogonal del sólido, plateo para ubicar el plano auxiliar. . ,✓ ,/ ,/ ./." f. ,,, . 'Fig. 11-27 Perspectiva del conjunto; de los planos de proyección y auxiliar. del sólido y de la "verda· dera forma" de la super• ficie inclinada. solución que nos proponemos realizar, comprobamos de igual manera que la pro yecci6n en planta de la superficie (A), co mo la proyección de perfil de la misma ca ra, resulta en el p lanteo de la figura 11.27, menor que la del sólido, con lo cual com probamos que no es posible obtener por medio de los tres planos de proyección una superficie igual se ésta resulta ser inclinada a ellos. En base a las proyecciones de la figura II.28, procederemos a la solución en tres pasos para hallar la verdadera forma o mag nitud de la superficie (a). Paralelo a la incli nación de la cara oblicua tra:z;aremos un pla no auxiliar ubicado a 90º de la línea imagi naria perpendicular a la superficie inclinada (A). Como segundo paso, figura II.29, pri mero trazaremos una línea ·paralela al plano determinado, de una longitud igual a la aris ta de la superficie (A), limitada por los pun tos 2 y 3, iniciando en sus extremos per pendiculares indefinidos. El.tercer paso, fi- j ' ) l 25 B Fig. 11-29 Proyección ortogonal del sólido, segun- do paso para determinar la verdadera forma o magnitud. gura 11.30, procederemos a fijar el ancho de la superficie en cuestión; nos basta con me- dir el ancho del sólido y por consiguiente la superficie limitada por los puntos 1 y 2, indicada de manera notable por medio de una flecha; completando, obtendremos el el perímetro de la cara o superficie, deno- minándose verdadera forma,o magnitud. . Como variante al tema de superficies inclinadas, se plantea el caso de un sólido que tiene dos caras inclinadas a los planos de proyección, figura 11.31; en dicha pers- pectiva se han destacado las dos caras incli- nadas, suponiendo estar contenidas en dos planos auxiliares independientes entre sí, debe entenderse con ellos una forma esque- mática del problema. En la figura 11.32 se plantea en forma exacta el depurado de la proyección orto- gonal y la verdadera forma o magnitud de una de las caras inclinadas del sólido; se ha indicado la traza* del plano auxiliar. El Fig. 11-30 Proyección ortogonal del sólido, tercer paso, obtención de la verdadera forma. procedimiento a seguir es idéntico al enun- ciado en las figuras 11.28, 11.29 y 11.30. Por último, de acuerdo al sólido de la figura 11.33, representando en perspectiva Fig. 11-31 Perspectiva de conjunto esquemático, proyección de los tres planos, del sólido y verda- dera forma. xfer 26 Fig. 11-32 Depurado de la proyección, plano au- xiliar y verdadera forma o magnitud. isométrica, el cual contiene una cara incli- nada, destacada con líneas más gruesas y el adicional de una línea imaginaria que repre- senta la perpendicular a la cara inclinada y por consiguiente al plano auxiliar que debe- rá ser trazado. Se procede a la proyección figura 11.34, de las tres vistas y se adopta el ras 11.35 y 11.36, como así también los de las figuras 11.37 y 11.38, se debe proceder como en los casos descriptos anteriormen- te. Es interesante hacer notar que en las fi- guras 11.33, 11.34,11.35,11.36,11.37 y 11.38, las caras inclinadas se han dispuesto en tal forma que la verdadera forma o magnitud Fig. 11-33 Perspectiva del sólido con una cara inclinada. Fig. 11-34 Proyección ortogonal, ver- dadera forma o magnitud, y plano auxiliar en la vista anterior. sistema conocido para hallar la verdadera forma o magnitud. En los sólidos que se presentan, figu- debe ser planteada en distintas ubicaciones con referencia a los planos de proyección, comprobando con ello la exactitud del mé- todo empleado. 27 Fig. 11-35 Perspectiva del sólido con una ca- ra inclinada. Fig. 11-36 Proyección ortogonal, verdadera forma, y plano auxiliar en la vista lateral. Fig. 11-3 7 Perspectiva del sólido con una ca- ra inclinada. II. 3. 2. VISTAS AUXILIARES DE PIEZAS MECÁNICAS No siempre las piezas mecánicas pre- sentan formas en las cuales sus caras resul- tan ser paralelas a los planos de proyección, especialmente las de fundición, forjadas, etc. Si sometemos a este tipo de piezas, el dibujo de proyección ortogonal, resultará evidente que obtendremos vistas de caras Fig. 11-38 Proyección ortogonal, verdadera forma y plano auxiliar en la vista lateral. o superficies inclinadas, por no resultar pa- ralelas a los planos de poryección o al reba- timiento a que ha sido sometida la pieza. Si bien esto es exacto, también debe com- prenderse que la vista resultante no es acon- sejable a los efectos de una correcta inter- pretación. La utilización de planos auxilia- res que resultan paralelos a las superficies inclinadas de las piezas mecánicas, se ha de- sarrollado en el punto II.3.1 verdadera for- 28 Fig. 11-39 (abajo) Fig. 11-40 (centro a- • rriba) Fig. 11-41 (derecha) Fig. 11-42 (izquierda) ma, del presente capítulo, en este caso se reemplaza al sólido por piezas reales. Con carácter de introducción, efectua- remos a la pieza, el dibujo en proyección ortogonal de las vistas, superior o planta, figura 11.39, anterior o frente, figura 11.40,lateral izquierdo, figura 11.41 y lateral de- recha, figura 11.42, notando a simple obser- vación que en las vistas, superior y las late- rales izquierda y derecha, los extremos no resultan ser del largo igual, comprobándolo con la vista anterior o frente. Si procedemos a la utilización de pla- nos auxiliares, se obtendrá una vista que resulta aceptable y exacta, respondiendo a las necesidades de una correcta interpreta- ción. La figura 11.43 representa la vista an- terior o frente, paralelamente a las inclina- ciones de sus extremos; se indica una línea de eje que representa a la traza del plano en que se efectúa el rebatimiento, éste se realiza de la siguiente manera: proyectare- mos los puntos a y b perpendiculares a la superficie del extremo derecho; luego me- gura nea lo c\n de 1; misr, rior, las í ento posii nade nido en f mué com izqu corr Fig. 11-43 (centro) La vista anterior, será la que permita plantear la ubicación de los planos, para determinar la verdadera forma. Fig. 11-44 (derecha); Fig. 11-45 (izquierda) Verdadera forma o verdadera magnitud o superficie real de los lados inclinados. del ble, je; I vez med i dimos el ancho de la vista superior de la fi- gura 11.39, y lo transportamos sobre la lí- nea a' y b', logrando el mismo ancho, con lo cual queda limitada la superficie del ex- tremo derecho del soporte; para los detalles de la corredera abierta, se procederá de la misma manera que para la superficie exte- rior, una vez terminado como lo ilustran las figuras 11.44 y 11.45. Se podrá apreciar entonces que si nuestra vista se dirige en posición perpendicular al extremo mencio- nado, comprobaremos que el dibujo obte- nido es idéntico a lo que estamos viendo en forma directa por medio visual. La vista superior de la figura 11.46 nos muestra un soporte para eje fijo cuya base comprenden ángulos de 45° y 60°; la de la izquierda es el tipo de agujero alargado o corredera, para encontrar en el momento 29 El método a emplear para hallar la ve'r- dadera forma de las dos caras laterales del soporte descripto, es el indicado en los pá- rrafos anteriores, teniendo en cuenta que debe ser dibujado en una posición tal que los extremos inclinados sean observados en la vista anterior o frente, como lo indica la figura 11.47; la explicación resulta senci- lla y clara a los efectos de indicar las cotas o medidas que son necesarias para su cons- trucción; en resumen, las verdaderas formas son indicadas por las figuras 11.48 y 11.49. La vista anterior de la figura 11.50, nos ilustra un codo con brida a 45°, fundido en acero; esta pieza resulta ser de uso común en las instalaciones de cañerías para la con- ducción de líquidos o gases. Por tener la brida superior a una cierta inclinación, re- sulta necesario dibujar la verdadera forma Fig. 11-46 (abajo) Vista superior en donde se observan las proyecciones de las caras inclinadas del soporte. Fig. 11-47 (arriba centro) Vista anterior y disposición de los planos, para hallar la verdadera forma de las caras inclinadas. Fig. 11-48 (izquierda); Fig. 11-49 (derecha) Verdadera forma de las caras laterales e inclinadas. del montaje una posición exacta, y regula- utilizando el sistema anteriormente emplea- ble, siendo la derecha el alojamiento del e- do. No sólo'logramos dibujar la brida incli- je; la base horizontal queda ajustada una nada con las formas reales, figura II.51, sino vez fijada la posición segura y correcta por que al mismo tiempo obtenemos una co- medio de cuatro bulones de fijación. rrecta ubicación de los agujeros que servi- 30 rán de alojamientos para los bulones de su- jeción. Con el objeto de simplificar, es nor- mal dibujar media brida* en su forma ver- dadera, siempre que la cantidad de aguje- ros resulte número par, figura 11.52. La perspectiva de la figura 11.53 nos ilustra una pieza, cuya base deslizable por medio de una guía central, su cuerpo en u- Fig. H-50 (izquierda/ Vista del codo que permite rebatir la brida inclinada y hallar la verdadera forma. Fig. 77-37 (centro) Vista del codo que permite rebatir la brida inclinada y hallar la verdadera forma. Fig. ¡1-52 (derecha) Variante simplificada de la verdadera forma, por ser simétrica. na determinada altura, adquiere una incli- nación que servirá de sustentación para alo- jar a otra pieza con la que formará un con- junto mecánico. Debido a la forma, se hace necesario, aplicar el método adoptado anteriormen- te, determinar la verdadera forma de la parte superior inclinada. Para ello se debe Fig. ¡1-53 (izquierda) Perspectiva isomé trica de la pieza, que nos permite observar sus características. Fig. ¡¡-54 (centro abajo) Fig. ¡1-55 (centro arriba) Fig. 77-56 (derecha) Proyección ortogonal de las tres vistas normales y disposición para hallar la verdadera forma. Fig. 11-57 (derecha arriba) Verdadera forma o magnitud. rea tas te, izq per der dav de par; que uni( truc Ion, zas bidc de i trab mee das intej ello com una nos sienc sión, 452C y eje apüc cedic i Fig. 77 -%;";< ' •• .""™'S ,̂ \* ' 31 realizar la proyección ortogonal en sus vis- tas superior, figura 11,54, la anterior o fren- te, figura 11.55, y por último la vista lateral izquierda, figura 11.56, sierfde ésta la que permitirá platear la realización de la verda- dera forma, figura 11.57. 11.4. REPRESENTACIÓN DE ROSCAS-TORNILLOS TUERCAS El sistema de roscado entre piezas, to- davía no ha sido superado, siendo éste uno de los mejores medios de que nos valemos para lograr el armado o montaje de piezas que forman un conjunto. Los elementos de unión que más aplicación tienen en las cons- trucciones mecánicas, son sin duda: el bu- lón, perno roscado y tornillo. Tanto las pie- zas como los elementos de unión, han reci- bido el labrado de un determinado sistema de filetes de rosca que resulta demasiado trabajoso dibujar en sus formas reales. Debido al uso universal de este medio mecánico, puede considerarse que casi to- das las piezas mecánicas, tienen como parte integrante de la misma, una rosca. Por todo ello se hace imprescindible la aplicación convencional de la rosca, para el logro de una simplificación en tales casos. De ello nos habla la norma DIN 27, del año 1920, siendo una de las primeras y de mayor difu- sión, actualizada en 1969. La norma IRAM 4520, actualizada en 1974, en sus términos y ejemplos son similares. Con ejemplos de aplicación, se transcribe la norma DIN 27, cedida para tal fin por el Comité de Normas del Centro de Ingenieros Alemanes en la República Argentina. II. 4. I. EXTREMOS CÓNICOS O BOMBEADOS "Las roscas macho y hembra de todas las clases de roscas se representan según fi- Fig. 11-59 guras 11.57 a 11.60. Si se han de dibujar ex- presamente la forma de la rosca, por ejem- plo para rosca trapecial, se puede hacer esto según figura 11.61 ó se puede dibujar parte a escala ampliada como detalla una parte del perfil de la rosca". Fig. 11-60 Fig. 11-58; Fig. 11-59; Fig. 11-60. Representación convencional de roscas exteriores (macho) "En dirección del eje, visto sobre el extremo de la rosca, se representan de igual modo los extremos cónicos y bombeados, (Fig. 11.58 y 11.59). Fig. 11-58; Fig. 11-61 Representación convencional de rosca, con ¡a indicación especial del tipo de filete.
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