Vista previa del material en texto
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS COLEGIO DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS TESINA QUE PARA EGRESO DE LA CARRERA DE ESTUDIOS LATINOAMERICANOS PRESENTA CORINA EUNICE REYES ALDACO LOS MAPAS ANTIGUOS DEL FONDO MEXICANO DE LA BIBLIOTECA NACIONAL DE FRANCIA ASESOR MTRO. ANUAR MALCOM MÉXICO AGOSTO 2014 1 http://www.acatlan.unam.mx/file_download/357/Escudo-UNAM-1024x1151.png UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Con gratitud infinita del que cumple un sueño al Mtro Anuar Malcom y a mis sinodales. A mis padres, hermana, novio y amigos sin quienes este esfuerzo hubiera sido posible. 2 Índice Introducción ................................................................................................. 4 Capítulo 1 ...................................................................................................... 8 Capítulo 2 .................................................................................................... 15 Capítulo 3 .................................................................................................... 24 Conclusiones .............................................................................................. 63 Bibliografía ................................................................................................. 66 3 INTRODUCCIÓN En el año 2009 comencé mi actividad profesional como becaria en el proyecto de investigación: Bibliografía del Patrimonio Edificado de México del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, en él desempeñé tareas que motivaron de alguna forma este trabajo como: la búsqueda de bibliografía referente al patrimonio edificado en todo lo amplio de la Biblioteca Nacional. El sumergirse en lo vasto de los acervos de una Biblioteca Nacional, puede enamorar a cualquiera, pero también perderlo en su inmensidad de conocimiento, exactamente para lo cual era necesaria la realización de esta bibliografía comentada, que haría más sencilla la búsqueda de información especializada a los usuarios de la Biblioteca Nacional de México. Gracias a la dirección de este proyecto por parte de la Dra. Ramona Pérez Bertruy es que entendí la importancia que los acervos de esta biblioteca y de otras alrededor del mundo, tienen como patrimonio histórico, que se mantiene vivo cada vez que alguien lo consulta y hace investigación sobre ellos. Representando el territorio que actualmente ocupa México, existe un vasto acervo de mapas antiguos que se encuentran en la Biblioteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional y en otros acervos de Bibliotecas de otros países como Estados Unidos, España, Inglaterra y Francia, principalmente, siendo los más estudiados los que se encuentran en nuestro territorio y en el estadounidense (Urroz, 2012: 9). Dichos mapas datan del periodo de contacto de las culturas precolombinas con los españoles, la posterior conquista y la organización territorial colonial. Los estudios relativos a los mapas antiguos hechos en este continente son aún pocos con respecto a la cantidad de estudios, libros y revistas que existen en Europa sobre este tema. Los mapas antiguos más investigados en México son relativos al periodo colonial y a la región central de nuestro país, difiriendo de las investigaciones estadounidenses que se han centrado en los 4 mapas antiguos referentes al periodo de contacto con las culturas precolombinas, primordialmente la maya. Así, el presente estudio resulta ser el primero en revisar en conjunto y desde el enfoque de la geografía cultural, a los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. Éste es un esfuerzo por analizar primero los elementos simbólicos de la organización territorial precolombina expresada por el tlacuilo (especialista indígena), y luego de la organización territorial colonial expresada, en la mayoría de los casos, por el mismo especialista, lo que hace que los mapas antiguos de los primeros años de la Colonia resulten tan interesantes por la cantidad de información histórica y espacial que de su estudio se puede obtener. (Fernández Christlieb, 2006:17) Debido a las pocas investigaciones sobre la organización territorial precolombina, es que seguimos viendo a Mesoamérica como una región que organizaba el espacio de manera homogénea en varios altepetl integrados por números diversos de calpulli. Pero ¿a qué se debió la variedad de calpulli en un altepetl? ¿Acaso todas las culturas precolombinas mesoamericanas organizaban el espacio en altepetl? Un primer acercamiento a la reflexión de estos temas en México fue el libro de Christlieb Fernández, Territorialidad y paisaje en el altepetl del siglo XVI, donde se analiza la propuesta del altepetl en mapas antiguos de la Biblioteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, libro que motivó mi interés de estudiar más a detalle los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia desde la óptica de la geografía cultural, con el fin de ubicar los territorios representados en los mapas antiguos del siglo XVI en la geografía actual, analizando los elementos del paisaje que a través del tiempo han permanecido en estos territorios. Cabe mencionar que la importancia de abordar desde los Estudios Latinoamericanos esta temática, y el hacerlo a través de los mapas antiguos de un fondo europeo, radica en hacer patente un proceso de colonialismo que 5 persiste, donde el patrimonio histórico de un país latinoamericano (como los mapas objeto de este estudio) de facto no le pertenece. Por otro lado, resulta pertinente esta investigación ya que actualmente en México, como en toda América Latina, se está recrudeciendo el proceso de privatización de los paisajes naturales y culturales como parte de la implantación de un modelo económico neoliberal. Fenómeno que inicia en los años noventa del siglo pasado con la entrada de capitales extranjeros en la compra-venta de terrenos ejidales, federales y de reserva ecológica, cercanos o limítrofes a las áreas arqueológicas con poco avance de excavación, entre otros lugares. Esto fue posible gracias a las modificaciones al artículo 27 constitucional (en el caso de México), aunadas a la firma de tratados internacionales de comercio con instituciones internacionales que promovieron la apertura económica de las economías, esto a cambio de renegociar las deudas externas y de otorgar préstamos para el “desarrollo”. Ante estos embates, los pobladores de las zonas afectadas han encontrado distintas formas de conservar y defender sus territorios, siendo una de las más efectivas, la promoción de los paisajes naturales y culturales para ser reconocidos como patrimonio mundial por parte de la UNESCO, organización que inició acciones en este sentido en 1972, luego de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial. Por lo tanto,el análisis de los elementos del paisaje físico y cultural que a través del tiempo han permanecido en nuestros territorios puede ayudar a su protección (Stanislaw, 2011: 8), y para este propósito, los mapas antiguos de este acervo resultan excelentes fuentes primarias. Un primer paso para utilizar los mapas, es clasificarlos por temporalidad y luego por lugar representado, esto con el objetivo de encontrar rasgos comunes que se observen en cada periodo, lo cual puede darnos luz sobre los distintos momentos y formas de asentamiento de las culturas precolombinas tuvieron en Mesoamérica. 6 Para llevar a cabo este proceso de clasificación, dividiré este trabajo en tres apartados. El primer capítulo responderá a las preguntas: ¿Qué entendemos por mapas? Y, ¿por qué podemos considerar mapas antiguos a cierta parte de los documentos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia? El resolver estas cuestiones proporcionará el marco teórico y conceptual del trabajo. En el segundo capítulo se abordará la forma de representar el territorio en los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional para determinar si son distintas, además se establecerán los territorios representados y la temporalidad de dichos mapas. En el tercer capítulo se aplicarán las propuestas del geógrafo John Brian Harley para la deconstrucción de los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, para concluir con ciertos planteamientos que se pudieron reflexionar a partir del análisis de este conjunto de mapas antiguos y enunciando algunas cuestiones que deben abordarse para profundizar en el estudio de los mapas antiguos de este importante acervo. 7 CAPÍTULO 1 Al estudiar los mapas antiguos pertenecientes a un fondo, la primera pregunta a hacernos es: ¿qué entendemos por un mapa? La palabra mapa, proviene del término latino “mappa” que significa tela, aunque las representaciones de los territorios antiguos no siempre se plasmaron sólo en este material, tenemos noticia de pinturas rupestres que representan rutas de cacería, de pequeños mapas nórdicos labrados en dientes de morsa. (Cartografía Histórica, 1992:28) En el continente americano, el interés por plasmar rutas de intercambio y movilidad y las formas de los asentamientos humanos, data desde el Preclásico, con la hechura de “maquetas arqueológicas” o petrograbados a escala de los asentamientos urbanos próximos, de caminos y reservorios de agua dulce, que localizados en las cimas de los cerros, servían como marcadores astronómicos y geográficos. (Stanislaw, 2011:9) Pese a la importancia de la representación de estos datos en mapas antiguos, la mayor parte de los estudios histórico-geográficos tienden a relegar estos mapas, junto con cuadros y fotografías a un tipo de evidencia de menor categoría que la palabra escrita (Rivera Novo, 1992:11). Este es el caso de varias de las investigaciones relativas a denominados “códices” de carácter geográfico, debido a su falta de escala y precisión, pero que al igual que los mapas medievales europeos de la misma temporalidad, tampoco presentan escala. (Harley, 2005:71) Y es que es hasta finales de la Edad Media es cuando en Europa empiezan ya a circular cuatro clases de mapas: 1) Los mapamundi de origen monástico, que portaban gran cantidad de elementos iconográficos cargados de simbología cristiana. 2) Las cartas portulanas. 8 3) La cartografía de Ptolomeo, realizada con una red de meridianos y paralelos 4) Los mapas regionales y locales, aunque fueran escasos. (Rivera Novo, 1992:26). Los descubrimientos geográficos y la conquista militar y colonización realizados por España en el Nuevo Mundo, trajeron a la Corona española la necesidad de conocer con el mayor detalle posible las dimensiones y las características climáticas, hidrológicas y topográficas de sus posesiones, de modo que se lograra su mejor control y aprovechamiento. En este sentido, las Relaciones Geográficas de la Nueva España constituyen ejemplos del afán por el conocimiento y control geográfico de las colonias. Estas Relaciones Geográficas se hicieron a partir de las respuestas a los cuestionarios que enviaron las autoridades coloniales en 1569, complementados en 1577 con 50 preguntas más; todo con el objetivo de elaborar un gran mapa topográfico, basado en la colección de mapas de los pueblos y de las reseñas histórico-geográficas que sobre las diversas provincias españolas se obtuvo. (Cartografía Histórica, 1992:40) Los aspectos que se solicitaban a través del cuestionario eran diversos, sin embargo, destaca para nuestro estudio la pregunta 10, que pide informar del sitio de los pueblos de españoles y solicita se dé “signo en pintura de las calles y plazas y otros lugares señalados de monasterios, como quiera que se pueda rasguñar fácilmente en un papel, en que se declare qué parte del pueblo mira al medio día o al norte. El suelo, pastos, árboles y aprovechamientos y ríos que hay en ellas”. (Delgado López, 2003:77) Sin embargo, los requerimientos antes mencionados dieron por resultado la elaboración de mapas de contenidos y estilos muy diversos, lo que hizo imposible realizar el mapa topográfico de la Nueva España. No obstante, la labor no resultó inútil, estas Relaciones Geográficas fueron clasificadas en 1997 dividiendo los 78 mapas que las componen de la siguiente manera: 9 1) Mapas que describen un espacio urbano por medio de una sola dimensión, acompañados por una visión del entorno inmediato al poblado. 2) Mapas con paisaje esquematizado en tres dimensiones, a la manera “renacentista”. (Delgado, 1997:119). Esta clasificación se retoma para este estudio y se complementa con otros elementos para aplicarla a los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. Después de realizada la clasificación en 1997, se encontraron en distintos acervos otros mapas manufacturados que parecen ser parte de la respuesta a los cuestionamientos de La Corona. Estos otros mapas eran desconocidos, ya que a partir del siglo XVI, los códices mesoamericanos se dispersaron por diversas ciudades de mano de coleccionistas particulares, lo cual resultó en la pérdida de una gran parte de este patrimonio. Poco a poco estas colecciones han sido dadas a conocer o donadas por las familias de los coleccionistas, quienes en muchos casos saben poco del tesoro histórico que resguardan. Este es el caso de la Biblioteca Nacional de Francia, que posee una colección de mapas antiguos única, entre los cuales se notan códices de una importancia excepcional, como el Xolotl o el Lienzo de Tetlama. Conservados en la sala de los manuscritos orientales, ese fondo constituye una de las más ricas colecciones de manuscritos pictográficos mexicanos debido al número y la calidad de los manuscritos indígenas tradicionales que tiene, por lo cual es el segundo acervo más importante del mundo, después de la colección del Museo de Antropología e Historia de México. Los mapas antiguos de este fondo vienen de las antiguas colecciones reunidas por Ixtlixóchitl, Sigüenza y Góngora, Boturini, Veytia, León y Gama y Pichardo, adquiridos en México durante la primera mitad del siglo XIX, pasando 10 en 1889 a manos del coleccionista Eugéne Goupil, hasta que su viuda cedió la colección a la Biblioteca Nacional de Francia en 1898. En 1891 Eugéne Boban, primer estudioso del fondo, redactó su “Catálogo Razonado”, señalando su importancia histórica y dando números de orden a los manuscritos, números que fueron conservados como números de registro, por la Biblioteca Nacional. (Galarza Joaquín, 2009: 3)Fue Henri Omont quien escribió el segundo catálogo de la colección en Paris en 1899, el cual apareció en la Revista de las Bibliotecas para dar conocer estos documentos, buscando que se efectuarán mayores investigaciones sobre ellos. Sin embargo, es hasta 1999 cuando el CONACYT con el proyecto Amoxcalli, digitaliza el Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, para poner al alcance de los investigadores mexicanos especializados y público interesado, las imágenes de los originales, así como los primeros estudios de los mismos con ayuda de la elaboración de un diccionario de 45.279 glifos. Gracias a este proyecto, se realizaron investigaciones que sirven como fuentes bibliográficas importantes para este trabajo como: el Plano Topográfico de Santa María Ixcatlan por Itzel González de la ENAH, el Mapa Tlotzin por la Dra. Luz María Mohar del CIESAS, el Mapa de San Salvador Tizayuca por el Dr. Sergio Sánchez de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (Proyecto Amoxcalli, 2003). La decisión de realizar el presente análisis desde la geografía cultural, responde a que es desde este enfoque que se realizaron los primeros análisis de los paisajes culturales de la América Precolombina en 1925 en Estados Unidos (por el profesor Carl O. Sauer, Director del Departamento de Geografía de la Universidad de Berkeley, California). Sauer y su grupo de investigación, entre los que se encontraba el geógrafo inglés John Brian Harley, pusieron en el lugar central de la geografía cultural, el análisis de las huellas que dejan en el paisaje natural las acciones productivas 11 y de reproducción los diferentes grupos humanos, con el objetivo de reconstruir históricamente el medio natural y la organización de las fuerzas humanas que modifican el paisaje, la identificación de regiones culturales homogéneas. (Urroz, 2012:99) Este enfoque rebasó los muros de Berkeley y perduró más allá de la muerte de su fundador al difundirse en los centros de estudio sobre la Geografía Precolombina en la Universidad de Wisconsin en Madison, la Universidad de Louisiana y la Universidad de Texas en Austin, influenciando también asociaciones latinoamericanas y americanas como: la Asociación Americana de Geógrafos y la Conferencia de Geógrafos Latinoamericanos. Cabe mencionar, que el enfoque culturalista ha sido centro de diversas críticas a lo largo del siglo pasado, mismas que tomaré en cuenta. Por otro lado, añadiré a este enfoque la propuesta de la geografía cultural marxista, que aunque no ha tenido como objeto de estudio los mapas antiguos, aporta a su análisis al considerar que el paisaje cultural y el físico deben de ser considerados con una totalidad orgánica, como una unidad dialéctica en la que ambas partes se relacionan a través de la producción humana, que reproduce la naturaleza como medio humano y a los humanos como seres sociales. Así, los elementos que coexisten en el mismo paisaje, forman un todo indivisible, susceptible de ser deconstruido en su dimensión representacional en los términos que propone Edward Said: estilo, figuras del discurso, circunstancias históricas y sociales y su concreción material como objeto cultural. (Mendoza, 2000:9) Esto quita del centro del análisis la cuestión de las distorsiones que los mapas antiguos presentan respecto de las representaciones modernas, de forma que los mapas antiguos no son sólo objetos de colección, sino formas simbólicas de representación propios de la cultura de donde surgen. (Harley, 2005:37) Estos planteamientos nos permiten mirar con nuevos ojos los antiguos territorios americanos, abriendo paso a nuevas interpretaciones sobre la continuidad del paisaje basadas en la formulación y/o contrastación de los 12 modelos que sobre las múltiples formas de organizar los territorios precolombinos se pueden realizar con ayuda del método deconstructivo aplicado a los mapas antiguos (Mendoza, 2000: 8). Ya que la percepción del espacio difiere de una cultura a otra, los paisajes representados en estos mapas antiguos nos presentan una construcción cultural del paisaje, una forma de ver, de mirar-el mundo, con notables matices de una microrregión a otra en Mesoamérica. El concepto de paisaje es aquí entendido como la expresión visible de un sistema de organización espacial o territorial que incluye elementos del medio físico y social o cultural, producto de la transformación colectiva de la naturaleza. El paisaje representa entonces la proyección cultural de una sociedad en un espacio determinado, caracterizado no sólo por una determinada materialidad (formas de construcción, tipos de cultivos), sino también por la traslación al paisaje de sus valores y creencias. (Fernández Christlieb, 2006:35) Tomando como herramienta interpretativa al paisaje, como retrato de una realidad en espacio y tiempo específicos, los mapas antiguos pueden ser cuidadosamente analizados como imágenes o retratos del mundo, esenciales en la reconstrucción de lugares del pasado. El método deconstructivo de Harley para entender el significado de los mapas, parte de considerar los documentos cartográficos como un texto que se debe decodificar. La reconstrucción exige realizar una lectura más detallada y profunda del texto cartográfico, como una búsqueda de significados alternativos, por lo cual me propongo examinar dichos mapas a través los siguientes elementos interpretativos: El estudio contextual del corpus de mapas El estudio comparativo de la forma de representar sus elementos topográficos, ríos y caminos. 13 Y el reconocimiento de los diferentes rasgos representados en el mapa en el “lugar real”. (Harley, 2005: 39) 14 CAPÍTULO 2 Para llevar a cabo el método deconstruccionista de Harley acerca del estudio de un cuerpo de mapas que estén relacionados temporal y regionalmente, fue necesario analizar las investigaciones que desde distintas disciplinas se han hecho sobre los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia y establecer los aportes de cada una al tema que nos ocupa; en este sentido, la temporalidad se mostró en algunos casos incierta, no así los territorios representados. Algunos de mapas resultarán de gran interés para la arqueología, ya que ubican edificaciones prehispánicas como pirámides y juegos de pelota; otros resultarán más interesantes para la historia regional del Estado de México, Guerrero, Distrito Federal y Morelos, ya que muestran rutas migratorias de sus primeros pobladores, rutas comerciales, fauna y flora posiblemente endémica, así como los antiguos límites establecidos después de la conquista. [Ver Cuadro 1] Nombre del mapa Estado actual representado Año aproximado de realización Códice Xólotl Estado de México 1542- 1546 Lienzo de Tetlama Morelos, Guerrero y Estado de México 1700 Plano de Hueyapan Morelos 1574 Códice Azcatitlán Distrito Federal 1590 Historia de Ayotzingo Estado de México, Distrito 1635 15 Federal, Morelos y Guerrero Mapa de Sigüenza Mapa de Coatlán Distrito Federal Morelos , Estado de México y Guerrero 1680 1560 Plano de Ixtcatlan Oaxaca 1580 Plano de Texcoco Estado de México 1700 Códice Veinte Mazorcas Guerrero 1743 Mapa de Cuauhtinchan Puebla 1553 Mapa de San Matías Tlalancalco Mapa de San Salvador Tizayuca Puebla Puebla 1700 1750 Cuadro 1 (Elaboración Propia) 16 Del total de mapas antiguos digitalizados del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, los porcentajes de representación fueron: 17 Del total de mapas antiguosdigitalizados del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, la mayoría se realizó en los inicios de la colonia: Para cada mapa se registró la información que se presenta en la tabla 1, con número 1 se registró cuando la respuesta resultaba SI y con número 0 cuando el elemento NO estaba presente en el mapa. En cuanto a la información registrada se puede observar el gran interés que a lo largo de la colonia se tuvo por representar o guiarse a través de los elementos orográficos del paisaje, así como mostrar claramente los caminos seguidos a lo largo de la historia, restándole importancia a las leyendas sobre quién o en qué momento se realizaron estos mapas. 18 Sobre el número de elementos e importancia de cada mapa para la historia regional, estos varían mucho según el caso. Los límites territoriales o mojoneras también se mostraron como algo importante que señalar en cada paisaje. Destaca que sólo 5 de los 23 mapas no mostraron elementos hidrológicos, en este sentido faltaría hacer análisis arqueológicos para cada caso, para saber si existieron cuerpos de agua en los territorios representados en el momento aproximado de elaboración de estos mapas antiguos. Este estudio podría contraponerse a la teoría del altepetl o complementarla, debido al supuesto que ahora se tiene de que las culturas precolombinas, casi sin excepción, se establecieron cercanas a los cuerpos de agua necesarios para su subsistencia. (Fernández Christlieb, 2006:41) Sobre si el paisaje se representó en una o varias dimensiones, se observa que a inicios de la colonia se utilizó más en una sola dimensión, aunque en general, todos los mapas antiguos aquí estudiados en mayor o menor medida, presentaron sombreados que dan perspectiva y que, según Harley, indica mayor a culturización por parte del tlacuilo dibujante que tiende a la forma de representar española. 19 Tabla 1 (Elaboración propia) Los elementos hidrológicos se representaron de las distintas formas siguientes: a) Ríos 20 b) Manantiales Los elementos orográficos se representaron de las distintas formas siguientes: 21 Los caminos dentro del cuerpo de mapas se mostraron así: 22 Como se puede observar el dibujo de los símbolos para representar cada uno de los elementos geográficos anteriores varían considerablemente de un mapa antiguo a otro, pero a pesar de las variaciones de estilo en estos mapas, se observa también la voluntad de los tlacuilos de ser claros con respecto a los elementos geográficos a los que se estaba haciendo referencia en cada caso. 23 CAPÍTULO 3 En este apartado se han ordenado los mapas según temporalidad de realización y características de trazado, para llevar acabo el método interpretativo de Harley en cada uno de ellos.1 1. CODICE XÓLOTL Es un mapa texcocano que relata la historia de los reyes texcocanos, desde el caudillo Xólotl hasta Nezahualcóyotl; las migraciones y asentamientos de grupos étnicos de diferentes regiones que se vinieron dando en la cuenca del Valle de México. Elaborado en papel de amatl, con láminas de aproximadamente 42 por 48 cm, se calcula que se pintó aproximadamente entre 1542 y 1546. (Broda Johanna, 1989: 51) Está formado por nueve documentos historiográficos y un mapa que ofrece una panorámica del valle de México, orientado con el Este arriba; las montañas al borde del valle están en la parte superior y el lago está en la parte inferior. Texcoco está localizado a la izquierda y los hechos están ligados a los sitios en que ocurren. El mapa 1 muestra la entrada de Xólotl y sus partidarios al valle de México, desde el noroeste, enfatizando claramente que Xólotl era el primero de los chichimecas en entrar al valle y a reclamar las tierras vacías que encontró. También indica que Xólotl examinó las ruinas toltecas de Tula, hecho que legitima el reclamo de tierra hecho por Xólotl. El propósito de crear el Códice Xólotl fue la necesidad de legitimar la reinstalación de Nezahualcóyotl y el gobierno que él fundó. Texcoco había tenido mejores inicios y con más derechos sobre la tenencia de la tierra del Anáhuac, antes que los sojuzgadores del Valle de México. (Alva Ixtlixochitl, 1975: 245) 1 El número que parece antes del nombre del mapa antiguo, corresponde al número de clasificación con el que se encuentran clasificados en el Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. 24 Este códice estuvo en poder de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, siendo una de sus principales fuentes utilizadas para elaborar su "Historia de la nación chichimeca". 25 26 • J!-l<, "''1#)' , 375 MAPA DE CUAUHTINCHAN NO.1 Se trata de un mapa cuyos glifos toponímicos están dispuestos de una manera irregular y aparentemente ilógica. (Galarza y Yoneda, 1982:13) Luis Reyes, quien le dio el nombre de Mapa de las conquistas chichimecas debido a los hechos registrados en el documento, afirma que el tema central de este mapa es la llegada de los chichimecas a Cuauhtinchan en el año de 1 174d.C., quienes vienen de Chicomóztoc contratados como mercenarios por los tolteca-chichimecas. También se describen las conquistas que estos realizaron y el territorio que se les entregó como forma de pago, lugar en donde se establecieron. El mapa comprende lo que actualmente es Cholula y el pico de Orizaba (Este-Oeste), el cerro Pinal y la cordillera del Tentzo (Norte-Sur). (Reyes García, 1988:13) El río que prácticamente atraviesa todo el territorio representado, nos ubica geográficamente, ya que nos dice que el territorio señalado está en las inmediaciones del río Atoyac. Las líneas punteadas simulan caminos y ayudan a enlazar dos glifos o escenas. En este mapa se pueden observar caminos de diversos tipos; los cuales suman un total de 24: 1) Huellas de pies en una dirección. Nos indican dirección, enlace, migración y sentido de lectura. 2) Huellas de pies con direcciones contrarias Nos indican movimiento, correspondencia. 3) Huellas de pies con líneas en una dirección, acompañadas de flechas en la misma dirección. Además de indicarnos dirección, enlace y sentido de lectura, nos indican ataques de guerra en un solo sentido. Yoneda propone la siguiente lectura del mapa: 27 En la tierra donde pasa el río Atoyac, hay varios caminos de guerra. Esta región está delimitada por la Malinche; Cholula y el Pico de Orizaba. Así mismo se encuentra un grupo muy importante de jefes chichimecas de muy alta jerarquía quienes, desde Tollan Calmecahuacan comandan la conquista de este territorio. Los grandes glifos van guiando de atrás hacia adelante en la lectura. (1982:76) 28 29 25 PLANO TOPOGRÁFICO DE HUAYAPAN Compuesto por una única lámina de papel amate de 42 cm de altura y de 38 cm de largo, tiene dos caras: por un lado lleva un mapa en el cual ciertos topónimos llevan glosas en náhuatl y por el otro, un pequeño texto redactado en castellano, por el cual sabemos que en 1574 se reunieron los principales del pueblo de Hueyapan por una causa en particular, para la que el mapa se hizo o este pudo ser reutilizado. (Robinson, 1982: 245) La región representada son las faldas del volcánPopocatépetl ubicado en la sección central norte, su color blanco-azul ilustra la nieve y su gran tamaño, en comparación con los otros cerros, nos indica la importancia de su ubicación, indicando el Norte. El río representado en la sección central del mapa es el Amatzinac, que corre entre los pueblos de Tetela del Volcán y Hueyapan, en el actual estado de Morelos. Una línea va uniendo varios glifos toponímicos. La línea está formada por huellas de pies, que fueron adjuntadas sobre otras huellas de pies anteriores, definiendo los límites de los pueblos y sus estancias, ya que según la Relación Geográfica de Tetela y Hueyapan, de 1581, dice: “En los montes de estos pueblos, que llegan hasta las cenizas del volcán, sobre los cuales tuvieron estos dos pueblos grandes diferencias de tierras” (Bustos Trejo, 1997:65) En este mapa los topónimos van acompañados de iglesias que indican la ubicación de un pueblo, esta forma de ubicar los pueblos se observa también en el Mapa de Cuauhtinchan. La orientación hacia el Norte nos hace pensar que es el fruto de una cierta aculturación, tomando en cuenta que se analizado que en documentos prehispánicos, Oriente tenía mayor importancia debido a los rituales relacionados con el tránsito del sol. 30 31 ( -' /' • --• ~ L " • , 1. v > \ . , J.-.. ..... , _ · 4 ·~ ... t r '~JI~0~3 -.J' ~"' •. ~ ~ .1:'''''''''''1 ~ j , ...... 4. '~ "'l\ .. ' - ' , > . , .;:. ... , - , .. - [ - .> .. e .) ~ > r • ~ , ! , ; V -- '. " 391 CÓDICE VEINTE MAZORCAS Este mapa refiere a la región conocida como la mixteca-nahua-tlapaneca con información relevante de los pueblos de Ixcateopan, Izcuinatoyac y Chimaltepec, en el actual estado de Guerrero. El mapa consta de una sola hoja de papel ficus y carece de sombreados, mide 76 x 51 centímetros, fue presentado durante el proceso de un litigio en 1743. (Vindel Francisco, 1991:67) Es de señalar que existe una cuerda horizontal que divide al manuscrito en dos. En la parte superior de la hoja se advierten glosas mixtecas junto a las mojoneras y en la parte inferior se ubica las glosas en náhuatl y español. Esta división en el códice, al parecer, está marcando geográficamente una frontera lingüística entre los mixtecos y los nahuas. En cuanto a lo representado, es uno de los dos mapas de la colección del Fondo que presenta construcciones representativas del mundo indígena como una pirámide y un juego de pelota y sólo tres construcciones cristianas. Aunque el mapa se encuentra dividido en dos por un río, dibujado al estilo europeo. Llama la atención también la presencia del marco de 17 mojoneras representadas por pequeños montículos con una cruz encima (no visible en todos los casos). 32 33 103 Plano topográfico de Santa María Ixcatlán Es una sola hoja de papel europeo que mide 43 cm de ancho x 60 cm de largo, que registra glosas en español y náhuatl. El texto que se encuentra en el verso del documento nos permite ubicar la fecha de su realización, siendo ésta el 14 de noviembre de 1580; estuvo a cargo del corregidor Gonzalo Velásquez de Lara, a quien un año antes (1579) se le encargó la elaboración de la Relación Geográfica de Ixcatlán, Quiotepec y Tecomahuaca, ambos por mandato del virrey Martín Enríquez de Almanza. (Mundy Bárbara, 1998:183) La ubicación geográfica se pudo determinar con base en el análisis de los glifos y de las glosas que aparecen asociadas a ellos, que por su tamaño parecen ser los de mayor importancia: Coixtlahuaca, Huautla e Ixcatlá, localidades que se encuentran en el actual estado de Oaxaca, en la región conocida como Mixteca Alta, pertenecientes a los actuales distritos de Coixtlahuaca, Nochixtlán y Teotitlán del Camino respectivamente, precisando así la orientación del mapa, el cual debe verse horizontalmente, girándolo a la izquierda de modo que los topónimos de Coixtlahuaca y Huautla queden en la parte inferior que correspondería al Sur e Ixcatlán en la parte superior que correspondería al Norte. (Cortez Claude, 1991:230) Un rasgo característico de los mapas provenientes de esta región son los caminos con manchas, a lo largo de este camino se encuentran ocho mojoneras, representadas por cerros, petates y piedras como bases toponímicas, que marcan los linderos del pueblo que está a la derecha, formado glíficamente por una iglesia y una bola de algodón que en náhuatl se dice ichcatl y que da nombre al lugar, Ixcatlán. 34 35 59-64 CÓDICE AZCATITLAN Realizado sobre 25 folios de papel europeo en la última parte del siglo XVI según Boturini quien en su "Catálogo del museo histórico indiano", incluyó en su obra Idea de una nueva historia general de la América septentrional; se refiere al Códice Azcatitlan como: …Otro Mapa en papel europeo de 25 fojas, quizás traducido de otro antiguo. Explica la Historia Mexicana; la venida de sus gentes a la Nueva España; mansiones que hicieron en los lugares, con caracteres de los años y símbolos de los días; la llegada de los españoles… (Galarza Joaquín, 2009:56) Es posible que en la elaboración del códice hayan tomado parte dos tlacuilos diferentes, ya que hay dos calidades gráficas desde la página 7 hasta la página 26 y de la 27 a la 50. En estos mapas se incursiona en el campo de la perspectiva con el sombreado para dar mayor volumen a las imágenes y en las figuras humanas dotándolas de movimiento equilibrándolas en el espacio. De la hoja 7 a la 27, trata de la migración de los mexica desde su salida de Aztlán, hasta la llegada a Tenochtitlan, reseña los pormenores de la prolongada peregrinación, al ir pasando por diferentes sitios. 36 Hoja 7 37 Hoja 9 38 7 r T t , f ~ F, Hoja 11 39 I .' ~ ' . • !-- ~ - .,. .... .. '1; ~~ .... ..,¡ i .. • • • Hoja 13 40 •• ~.~. ~ • Hoja 15 41 Hoja 17 42 Hoja 19 43 Hoja 21 44 Hoja 23 45 Hoja 25 46 • 't í' -- ~ ---- r 102 Mapa de Coatlán Elaborado sobre papel europeo, consta de una lámina de 60 x 62 centímetros. En una de las restauraciones parte del mapa quedó empalmado, lo que no permite que se aprecie totalmente una de las mojoneras representadas. (Lockhart James, 1999:145) En la parte externa y alrededor del mapa se observan nueve importantes poblaciones identificadas por el tamaño de sus topónimos y porque al lado de cada una de ellas están representadas capillas que indican los poblados y la importancia de estos asentamientos, tenemos así: Tlachco, Acamiztla, Tenango, Teticpac y Pilcaya en Guerrero, así como Tonatico, Tzompahuacán y Malinalco en el Estado de México y Cuernavaca en Morelos. (Pizano Juan, 2006:76) Se pueden observar una serie de aproximadamente cincuenta topónimos, que en ocasiones representan mojoneras, en otras son los accidentes geográficos como ríos, cuevas o cerros, como el cerro del Huixteco cercano a Taxco o el río que delimita Pilcaya. Llama la atención el detalle conel que el tlacuilo anotó diversos elementos de la naturaleza, como los cerros en que hace la diferenciación si la cima es redonda o terminada en punta o las diversas formas y texturas de las piedras. Las glosas parece que fueron agregadas en esta reutilización del códice, pues llama la atención que éstas se localizan únicamente en las cabeceras principales y en la zona de colindancia de Coatlán con los pueblos del estado de México y Guerrero, en donde se sitúan las estancias, mientras las otras zonas del códice carecen de glosas. Al reverso expresa que en el mapa se registran las “tierras y términos del dicho pueblo” y se localizan cuatro estancias que están en conflicto. 47 Es probable que se haya elaborado en la segunda mitad del siglo XVI, pues en el año de 1560 los indios del pueblo de Teticpac interpusieron una queja ante las autoridades donde acusaban a los indios de los pueblos de Coatlán, Tenango y Nochtepec de introducirse en sus tierras y términos “contra la posesión y costumbre” (AGN, Tierras, vol. 18, exp. 31560). A partir de este conflicto para acreditar sus derechos sobre la tierra las partes presentaron pinturas. Con base en este mapa y con la premisa de que el mapa se refiere a Coatlán del Río, investigadores de los centros regionales del INAH de Morelos y Guerrero, realizaron un proyecto arqueológico dividiendo el amplia área representada en el mapa en diez áreas más pequeñas. En los resultados parciales de la investigación surge Coatlán del Río como un importante sitio rector, especialmente para la época final del Posclásico. Los materiales obtenidos señalan que la zona de Coatlán tuvo una gran importancia con una relación directa a Xochicalco desde fines del Clásico y con un control o zona de paso, para las influencias culturales de la zona de Guerrero y los valles de Toluca, Morelos y México, y viceversa (Arana, Proyecto Coatlán 15) 48 49 10 LIENZO DE TETLAMA Está hecho en papel europeo. La temporalidad del mismo aún es incierta, pero la plástica utilizada en su elaboración hace suponer su fábrica durante la mitad de la época colonial. Conformado por láminas de .60cm de ancho, que unidas alcanzan un largo aproximado de 2.60m. Tiene una concepción en el espacio en donde varias superficies dibujadas se localizan en diversos planos perpendiculares al de la tierra o concebidos horizontalmente siguiendo la superficie de la base como ríos, canales y caminos". (Galarza Joaquín, 2009:92) Ofreciendo una vista de planta y otra múltiple (de frente y de perfil) y en diversos sentidos y orientaciones, imprimiendo volumen y perspectiva. La información central versa sobre el proceso de conquista. Los topónimos que se presentan son cerros, pueblos y otros lugares. Se mencionan 23 nombres de cerros, 50 nombres de lugares y pueblos y 4 cabeceras coloniales. Resaltaremos aquí 12 topónimos que refieren elementos identificables en la actualidad en los actuales estados de Morelos, Guerrero y Estado de México. El mapa está dividido en cinco relatos que en conjunto conforman la historia de las conquistas de la región por tlatoque mexica. El lazo grafico representado permite identificar los pueblos pertenecientes a un área específica gobernada por el Tlahtoani que la encabeza. El camino nos lleva a distinguir dos secciones, una que trata la época prehispánica y la otra, la época colonial. En la primera (sección izquierda) aparece Chimalpopoca y Nezahualpilli. Al parecer, intermediando ambas secciones se encuentra Moctezuma, que como último tlahtoani gobernó en el período de conquista española. En la segunda sección (sección derecha), sobresalen los gobernadores indios durante la época colonial. La distinción temporal entre gobernantes está marcada por la presencia, ausencia, tipo de vestuario de los personajes. 50 51 89-6 MAPA DE SIGUENZA Formó parte de la colección de Sigüenza y Góngora, quien lo obtuvo de Duarte en 1680. Pasó después a manos de Lorenzo Boturini en cuya colección fue inventariado en 1743 como 4-4. Estuvo fuera del Museo desde 1867 o 71 hasta 1904 en que fue restituido (Fernández Christlieb, 2004:87). Hecho en papel amate el original y la copia en papel europeo El camino y 60 nombres de lugar escritos con glifos asociados grupos a círculos verdes que representan el número de años transcurridos en cada lugar lo hicieron ser conocido también como Mapa de la Pereginación de los Aztecas. Se han reconocido ciertos lugares de la actual Ciudad de México como: Iztacalco, “en los hornos para la sal”; Mixiuhcan, “el lugar de la que parió”; Tlaltelolco pintado como un montículo de tierra, y el lugar final de la migración: Tenochtitlan, pintado como un nopal sobre una círculo verde en el punto de cruce de dos canales de agua pura Atl Inepanehuiyan. Al gran cerro de Chapultepétl llegan las dos líneas paralelas de caminos y de ahí salen también, Chapultepétl es la referencia para el resto de los elementos en el mapa. Las plantas, repetidas delimitan un espacio donde abundan los tules y los carrizos, distinguiendo este espacio del de la izquierda, en donde sólo existe la tierra. En todo el mapa se encuentra presente lo que Galarza llamó “Perspectiva Indígena Tradicional” (2009:5) la superposición de planos en el espacio, para simultáneamente dar la apariencia de profundidad y establecer prioridades de lectura. Se puede ver que el relato fluye según el camino que inicia en los pies del grupo de hombres y concluye en Tenochtitlan. 52 53 84 HISTORIA DE AYOTZINGO Conformado por 11 hojas de papel europeo, de las cuales sólo 2 son mapas, narra la historia de los actuales municipios de Chalco y de Temamatla desde la llegada de los conquistadores, hasta 1635, en la hoja 1 se representaron seis conventos, de ellos, el del centro y por tanto el principal, representa a Ayotzingo, varios caminos fueron trazados, uniendo a los conventos entre sí, se representó a una vasta cantidad de árboles y entre ellos o fuera de, unos cuadrados. (García Romero, 2002:63) En la hoja 7 se representa el interior de la localidad del pueblo de Ayotzingo, ya que se ve en su representación el convento como imagen central, un extenso cuerpo de agua, accidentes geográficos, una serranía y un cerro, así como representación de flora que marca limites, entre ellos un nopal y tres árboles, un par de objetos hechos por la mano del hombre, me refiero, aparte del convento, a una construcción o casa y a una estaca de madera. ( Kagan Richard, 1998:98) 54 Hoja 1 55 l:l ¡:t Cl a a a cr Hoja 7 56 107 PLANO TOPOGRÁFICO DE TEXCOCO En una sola lámina de papel europeo que mide 59 x 63 cms., con glosas en español y topónimos escritos en náhuatl, señala dos de los barrios antiguos de Texcoco: Tlaxincan y Tlaquechpan. (Galarza, Joaquín, 2009:67) Los topónimos muestran un cambio en su diseño en el cual se modificó la forma tradicional de anotar a un cerro para indicar un lugar, ya que si bien los animales que dan el nombre de lugar aparecen sentados sobre cerros. La forma de representar construcciones hace una distinción ente las casas tradicionales indígenas y una especialmente decorada para señalar seguramente el rango de principales o nobles, esta construcción es singular por que alrededor de la misma aparece lo que sería un muro y una especie de barda hecha con árboles. Lo que nos indica ya una idea de la propiedad privada. A todo lo largo del documento una corriente de agualo atraviesa en el margen izquierdo lo que seguramente está indicando su cercanía con el Lago de Texcoco. Sin haber sido estudiado con anterioridad este mapa abre nuevos caminos para conocer los conflictos a los que se enfrentó la nobleza indígena de Texcoco en una temporalidad aún no determinada con certeza, pero que debido a la forma de representar el paisaje se puede intuir se hizo a mediados de la colonia. 57 58 I"'.Y" ",te"" ~ .'i. -<;;. 1.,- 419_4 Mapa de San Matías Tlalancalco, Puebla Elaborado en tela de maguey o cañamo batido, cuyo color original es amarillo bajo. Muestra renglones escritos en idioma mexicano que estan en el interior y calce del templo más grande que dicen: “Mapa que pertenece a este pueblo de San Matias de la casa o casas subterraneas”. Esta es la casa amada de San Matias de las casas subterraneas año de mil quinientos cincuenta del año cipactli”. Se trata de la representación geográfica de la ubicación del templo y la demarcacion de los límites posesionales. En medio del mapa se observan dos líneas de color negro que corren de poniente dentro de las cuales se cuentan diez y seis plantas en acción de camino y tres dicciones de idioma mexicano que a la letra dicen: “Camino grande que va a México” . Este mapa antiguo aún espera ser investigado a detalle ya que sólo se cuenta con la versión paleográfica realizada por Elia Rocío Hernández Andón y Edgar Carro Albarrán para el proyecto Amoxcalli-CIESAS 59 60 ~ l , : 4 '., .¡:'¡ ii ~ .. { 1 • • • • .. <L • • • .. "-- ppp I .......................... ........ _. • • i _ .. - ." -" " , 1- ~ -' l. o .-. • o 9+ 1. 419_6 Mapa de San Salvador Tizayuca Techaloyan El mapa de San Salvador Tizayuca fue elaborado en la primera mitad del siglo XVIII. Muestra un recorrido por la cabecera y sus barrios; presenta glosas en las dos lenguas (español y náhuatl). (Galarza Joaquín, 2009:97) En el mapa se observa el pueblo de San Salvador Tizayuca rodeado de casas, delimitado por caminos que pasan entre cerros. La delimitación está señalado por marcas de huellas de pies que señalan el sentido del camino y los puntos en que se establecieron los linderos del territorio. Asimismo, aparecen tres personajes, dos de ellos con vara de justicia que presentan un documento a don Pedro Quauhnatotiutzin, que parece ser la autoridad indígena de mayor jerarquía. 61 62 , , , , , , l CONCLUSIONES Como se ha analizado, los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia presentan diversos aspectos del entorno físico, como flora, fauna, orografía e hidrología de los territorios que actualmente ocupan los Estados de Morelos, Guerrero, Estado de México, Puebla, Oaxaca y el Distrito Federal, así como aspectos de la organización territorial y social presentes al momento de su elaboración. Desde la óptica actual, la exactitud matemática de la escala y la ubicación de sitios en un mapa según coordenadas geográficas, son considerados requisito indispensable en la cartografía, lo cual no implica que los diseños espaciales que no cumplan con esto no deban ser considerados mapas, pues como hemos visto en este fondo de mapas la localización de los sitios puede estar subordinada o en función de la estructura que se otorga al mundo en determinadas cosmovisiones. Los mapas analizados muestran gamas de posibilidades para su uso de acuerdo a lo representado, desde aquél en que los sitios simplemente están mencionados mostrando una ubicación espacial apenas vinculada con la localización real, hasta aquéllos en los que la ubicación y entendimiento de las mojoneras resultan muy importantes. Así, estos mapas antiguos se nos presentan como documentos útiles para la reconstrucción de los paisajes mesoamericanos y sus continuidades en los paisajes actuales. No sólo como ilustraciones que nos remiten a un pasado muerto, sino que nos pueden dar claves para la interpretación de la realidad colonial que los diferentes grupos mesoamericanos tuvieron al momento del contacto y conquista de sus territorios. Como generalidad se encontró que la mayoría de los mapas antiguos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia, tomaron como eje de orientación el Oriente-Poniente (con el Oriente en la parte superior), dando 63 mayor énfasis al movimiento diario aparente del sol (rumbo donde “se levanta” y donde “se oculta”), en vez de al Norte como actualmente se utiliza. Otra generalidad encontrada fue la combinación de rasgos estilísticos que al momento de representar territorios hicieron difícil establecer claramente estilos cartográficos para cada grupo mesoamericano, lo anterior se debe en buena medida al sistema abierto del conocimiento que tuvieron estos grupos en varios momentos de su historia, patente en la incorporación frecuente de elementos de otros grupos, tendencia que ciertamente continuó durante la época colonial. La deconstrucción de los mapas antiguos mesoamericanos, como propuesta analítica permite detectar el cambio geográfico y abordar a los territorios a partir de fuentes documentales geográficas de remoto origen, brindando la posibilidad de identificar y analizar aquellos elementos del paisaje que han perdurado hasta nuestros días, lo cual podrá ayudar en la defensa del patrimonio cultural y natural de los territorios representados, de ahí la importancia y necesidad de profundizar en la investigación de cada uno de los mapas aquí estudiados. Así, quedan pendientes investigaciones futuras que necesariamente tendrán que hacerse en conjunto, debido a la amplitud del trabajo por hacer y a la necesidad del trabajo interdisciplinar para abordar las líneas de investigación que a continuación se proponen: Simbología de los mapas antiguos del siglo XVI del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. Simbología de los mapas antiguos del siglo XVII del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. Historia cartográfica de Morelos del siglo XVI- XVII Historia cartográfica de Puebla del siglo XVI- XVII 64 Historia cartográfica del Estado de México del siglo XVI- XVII Historia cartográfica de Guerrero del siglo XVI-XVII. Historia cartográfica de Oaxaca del siglo XVI- XVII. Los mapas antiguos del siglo XVI del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia y los mapas antiguos del siglo XVI de la Biblioteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, coincidencias y diferencias. La concepción espacial en el siglo XVI en México. Modelos de asentamiento urbano en Mesoamérica. Y estudios geo-históricos de los mapas de este acervo que han sido poco estudiados, línea de investigación que desarrollaré personalmente para el caso del Mapa de Hueyapan durante mis labores en la maestría en geografía en la UNAM. A lo largo de esta tesina hemos observado que estos mapas guardan información que fuentes escritas por diversos motivos omiten, por lo tanto, este trabajo es apenas la semilla que muestra la calidad de la información que guardan los mapas antiguos de este fondo, y muestra que pueden ser utilizados como fuente documental básica para la interpretación y reconstrucción de paisajes naturales y culturales, y el estudio de sus cambios geográficos. En estas tareas, los mapas antiguos adquieren ventaja sobre otro tipo de documentos, debido a que la mayor parte de ellos fueron elaborados por indígenas (tlacuilos) que no reflejaron del todo la visión española del paisaje, sino que añadieron a estos mapas su propia percepción del paisaje, de ahí su valor histórico inigualable.65 BIBLIOGRAFÍA Alva Ixtlixochitl, Fernando de (1975). “Sumaria relación de la historia general de esta Nueva España desde el origen del mundo, hasta la era de ahora, colegida y sacada de las historias, pinturas y caracteres de los naturales de ella, y de los cantos antiguos con que la observaron”, en Obras históricas, edición, estudio introductoria y apéndice documental de Eduardo O’Gorman, México, UNAM-IIH, Vol. I, (serie de historiadores y cronistas de Indias, 4). Broda, Johanna (1989) “Geografía, clima y observaciones de la naturaleza en la Mesoamérica prehispánica”. Ernesto Vargas (Ed.) Las máscaras de la cueva de Santa Ana Teloxtoc. Universidad Nacional Autónoma de México- Instituto de Investigaciones Antropológicas. México. Pp.35-51. Bustos Trejo, Gerardo (1997) “Relaciones geográficas de Indias. Un ejemplo de Geografía como objetivo pragmático”. Geografía y Desarrollo. Revista del Colegio Mexicano de Geografía A. C. Núm. 14. México. pp. 59-65. Cartografía Histórica del Encuentro de Dos Mundos (1992). INEGI, México e Instituto Geográfico Nacional, España. Cortez, Claude (1991). Geografía histórica. Instituto Mora-Universidad Autónoma Metropolitana. México. p. 230. Delgado López, Enrique (2003). “Paisaje y cartografía en la Nueva España. Análisis de dos mapas que acompañan al corpus de las relaciones Geográficas (1577-1583)”. Estudios de Historia Novohispana Vol. 28. Instituto de Investigaciones Históricas-Universidad Nacional Autónoma de México. México. pp. 77-102. ________ (1997). “Rasguños en el papel” Un proceso histórico-geográfico de la imagen del mundo de América y de la Nueva España”, tesis de la maestría de Historia de México, México, UNAM, FFyL. 66 Fernández Christlieb, Federico y García Zambrano, Ángel J. (Coord., 2006). Territorialidad y paisaje en el Altépetl del siglo XVI. Fondo de Cultura Económica-Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México. México. _________ (2004). El desarrollo regional y la organización del espacio, siglos XVI al XX. Universidad Nacional Autónoma de México-Editorial Océano. México. Galarza Joaquín (2009). Catálogo de documentos del Fondo Mexicano de la Biblioteca Nacional de Francia. México, CIESAS-Amoxcalli. García Romero, Arturo y Muñoz Jiménez, Julio (2002) El paisaje en el ámbito de la geografía. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Geografía, México. Harley, John Brian (2005). La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografía. Fondo de Cultura Económica. México. Kagan, Richard L. (1998). Imágenes urbanas del mundo hispánico 1493- 1780. Ediciones Viso. España. Lockhart, James (1999). Los nahuas después de la conquista. Historia social de la cultura de la población indígena del México central, siglos XVI-XVIII. Fondo de Cultura Económica. México. Mendoza Vargas, Héctor (Coord., 2000). México a través de los mapas. Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Geografía. México. Mundy, Bárbara E. (1998). “Mesoamerican cartography”. David Woodward y G. Malcolm Lewis (Ed.) The history of cartography. The University of Chicago Press. Vol. 2, Libro 3. pp. 183-256. 67 Nogué, Joan y Albet, Abel (2004). “Cartografía de los cambios sociales y culturales”. Juan Romero (Coord.) Geografía Humana. Procesos, riesgos e incertidumbres en un mundo globalizado. Ariel. Barcelona, España. pp. 159- 202. Pizano, Juan Pedro (2006). Tepeapulco en el siglo XVI: del altépetl prehispánico al pueblo colonial: los cambios en el paisaje. Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Filosofía y Letras-Colegio de Historia (Tesis de Licenciatura en Historia). México. Proyecto Amoxcalli (2003) Códices digitales, CIESAS, ENAH, México. Reyes García Luis (1988). Cuauhtinchan del siglo XII al XVI, FCE-CIESAS, México. Rivera Novo, Belen y Luisa Martín-Merás (1992). Cuatro siglos de cartografía en América, Madrid, MAPFRE. Robinson, Arthur H. (1982).Early thematic Mapping in the History of Cartography, Chicago and London, University of Chicago Press. Stanislaw Iwaniszewki Silvina Vigliani (2011). Identidad, paisaje y patrimonio, INAH- ENAH- DEH, México. Urroz Kanán, Raquel (2012). Mapas de México, contextos e historiografía moderna y contemporánea, CONACULTA- Instituto Veracruzano de la Cultura, México. Vindel, Francisco (1991). Mapas de América en los libros españoles de los siglos XVI al XVII (1503-1798), Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores. Yoneda Keiko (1982). Los mapas de Cuauhtinchan y la historia cartográfica prehispánica, Archivo General de la Nación, México. 68 Portada Índice Introducción Capítulo 1. Capítulo 2. Capítulo 3. Conclusiones Bibliografía