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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO ESPECIALIDAD EN MEDICINA INTERNA FUNDACION CLINICA MEDICA SUR FACULTAD DE MEDICINA “Coagulación Intravascular Diseminada y el uso de criterios diagnósticos, en pacientes críticamente enfermos” TESIS PARA OPTAR POR EL GRADO DE: ESPECIALISTA EN MEDICINA INTERNA SUSTENTANTE: FERNANDA SOFÍA GARCÌA MIRANDA TUTOR: DRA. NIDIA PAULINA ZAPATA CANTO MÉXICO, CIUDAD DE MÉXICO JULIO 2017 Lorenap Texto escrito a máquina Lorenap Texto escrito a máquina Lorenap Texto escrito a máquina UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. - 4 - ÍNDICE Sección Página I. Introducción 2 II. Marco teórico 4 1. Fisiopatología de la CID 7 2. Prevalencia y pronóstico de la CID 9 3. Diagnóstico de la CID 14 4. Tratamiento de la CID 16 5. CID en pacientes oncológicos 17 III. Objetivos 21 1. Objetivo primario 21 2. Objetivo secundario 21 3. Justificación 22 IV. Hipótesis 23 V. Diseño del estudio 24 VI. Métodos 22 1. Muestra 22 2. Criterios de inclusión 23 3. Criterios de exclusión 23 4. Criterios de eliminación 23 5. Definición de variables 24 6. Método de recolección de datos 25 VII. Análisis estadístico 26 VIII. Resultados 27 IX. Discusión y Conclusiones 33 X. Bibliografía 34 2 I. INTRODUCCIÓN La coagulación intravascular diseminada (CID) es un síndrome caracterizado por un desbalance en las vías de la coagulación, anticoagulación y fibrinólisis. Causando microtrombosis y sangrado que facilita la falla orgánica y con ella la muerte. Los principales factores causales de la CID y es la expresión sobre el endotelio vascular del factor tisular y la expresión de citocinas proinflamatorias. La CID es un evento común en los pacientes críticos. Llegando a presentarse entre el 19 y 34% de los pacientes críticamente enfermos, dentro de ellos aproximadamente 1-5% de los pacientes oncológicos, siendo porcentajes mucho más altos en algunas malignidades específicas. El diagnóstico se realiza mediante alteraciones clínicas y de los estudios de coagulación. Durante décadas el diagnóstico se ha realizado por la sospecha clínica ya que no se cuenta con un estándar de oro para el diagnóstico de esta enfermedad. Se han realizado esfuerzos para realizar el diagnóstico de una forma más objetiva. Por esta razón se han desarrollado múltiples puntajes dentro de ellos el del ministerio de salud y bienestar social japonés (JMSHW), el de la sociedad internacional de trombosis y hemostasia (ISTH) y el más reciente de toda el de la asociación de medicina aguda japonesa (JAMM). Diversos estudios de validación retrospectiva y prospectiva se han realizado con los diversos puntajes. Pero poca información disponible hay sobre la utilidad de estos en pacientes oncológicos o sobre la superioridad de uno u otro puntaje. El tratamiento de la CID es complejo ya que depende de la fase de la CID ante la cual nos encontremos y de el predominio de la clínica, trombosis o hemorrágica. 3 Dentro del tratamiento la piedra angular es tratar la enfermedad de base. Pero dentro de las medidas de soporte específicas en el tratamiento de la CID están el uso de anticoagulantes en pacientes con clínica compatible con deposición extensa de fibrina o trombosis, como por ejemplo en púrpura fulminans o isquemia acral. En pacientes con clínica de hemorragia grave activa se puede llegar a requerir uso de plasmas frescos congelados, plaquetas o concentrados de factores de la coagulación. La depleción de antitrombina III se puede corregir con concentrados de antitrombina III en casos graves que no mejoran con el tratamiento previamente descrito. El uso de antifibrinolíticos en general no se recomienda para el tratamiento de la CID, excepto en casos de leucemia promielocitica y en algunos casos de CID asociada a malignidad o trauma con hiperfibrinólisis. A pesar del mejor tratamiento ofrecido el pronóstico de la CID es funesto. Se estima una mortalidad entre 40 y 80%. Por lo que el diagnostico oportuno y el tratamiento oportuno y adecuado son determinantes fundamentales en la sobrevida del paciente. 4 II. MARCO TEÓRICO 1. Fisiopatología de la CID La coagulación intravascular diseminada (CID) es un síndrome caracterizado por la activación de la coagulación dependiente de factor tisular (FT) inducida por citocinas proinflamatorias, control inapropiado de las vías de la anticoagulación y de la supresión de la fibrinólisis mediada por el inhibidor del activador del plasminógeno tipo 11. Lo cual deriva en un desbalance entre la coagulación, anticoagulación y la fibrinólisis llevando a disfunción y falla orgánica (Fig 1)1,10. En la patogenia de la trombosis en la CID se reporta que la exposición del factor tisular lleva a la activación del factor IX y X con la consiguiente activación de la trombina (factor II) lo que lleva a la formación de fibrina y su deposición en los vasos de pequeño y mediano calibre. A su vez la disminución de los anticoagulantes naturales con lo antitrombina III, proteína C y el inhibidor de la vía del factor tisular promueven mayor formación y deposición de fibrina. Por otro lado el aumento del inhibidor del activador del plasminógeno tipo 1 (PAI-1) lleva a una supresión de la fibrinólisis lo que lleva a una inadecuada remoción de los productos de degradación de la fibrina (FDP) y de la fibrina en la vasculatura (Figura 2). 5 Por el otro lado el consumo de plaquetas y de los diferentes factores de la coagulación es lo que hace que se presente clínicamente como hemorragia. LA CID se presenta en múltiples circunstancias clínicas (Tabla 1), especialmente en aquellas que cursan con una respuesta inflamatoria vascular importante y disfunción endotelial2 entre estas se encuentran sepsis, neoplasias sólidas y hematológicas, trauma, quemaduras extensas, síndrome de HELLP, abrupto placentario, embolismo de líquido amniótico, algunas anormalidades vasculares y reacciones graves tóxicas, alérgicas e inflamatorias1,3. Tabla 1. Condiciones clínicas asociadas a CID Sepsis Trauma -Trauma cráneo encefálico -Embolismo graso -Quemaduras Cáncer -Tumores sólidos 6 -Enfermedades mieloproliferativas Complicaciones obstétricas -Embolismo de líquido amniótico -Síndrome de HELLP -Abrupto placentario Enfermedades vasculares -Hemangiomas gigantes -Aneurismas aórticos Toxinas Reacciones inmunológicas -Anafilaxia -Reacción hemolítica transfusional -Transplante Infarto miocárdico/ Enfermedad vascular cerebral Dentro de las características clínicas de la CID varían en un espectro continúo entre la trombosis y la hemorragia. Presentando habitualmente microtrombosis y hemorragia en sitios de punción, sistema nervioso central o gastrointestinales1. En la CID existe el concepto de compensación. Se conoce como CID descompensada aquella que presenta las características clínicas y en parámetros de laboratorio que dejan claro la presencia de este desbalance previamente citado entre las vías de la coagulación anticoagulación y fibrinólisis3. Aunque hay casos enlos que no es tan evidente de forma clínica, principalmente en pacientes gravemente enfermos pero no de forma crítica o aguda. Durante años esta clase de más sutil de enfermedad no se consideraba CID, a pesar de presentar un claro desbalance en las vías procoagulantes, anticoagulantes y de fibrinólisis demostrada mediante la alteración de los exámenes de laboratorio. Actualmente se le conoce como CID compensada. Y se ha demostrado que a pesar de presentar una clínica mucho más sutil su pronóstico es similar al de la CID descompensada11. 7 2. Prevalencia y pronóstico de la CID La CID se encuentra en un 19% al 34% de los pacientes ingresados una terapia intensiva. Es una enfermedad más comúnmente asociada a pacientes con diagnóstico de ingreso de tipo médico (44%), principalmente la sepsis o causas infecciosas hasta en un 34% de los casos y en el 19% causas traumáticas como trauma grave o quemaduras. Y solamente en un 29% etiologías quirúrgicas9,10. La presencia de CID es un factor ensombrecedor del pronóstico. Se ha mostrado un aumento significativo de la mortalidad en estos pacientes. La mortalidad de los pacientes con CID es mayor, aproximadamente del 40% contra el 16% en aquellos pacientes críticos sin diagnóstico de CID 9,10. Algunos estudios han ido más allá, al afirmar que la CID es un factor independiente de mortalidad y el aumento de 1 punto en el puntaje de CID de la ISTH aumenta el riesgo de mortalidad (OR 1.22) 9. Otros estudios no han encontrado esta asociación de causalidad independiente. Pero exista o no un aumento independiente del riesgo de mortalidad secundario a la presencia de CID, lo que sí es indiscutible es el importante aumento en la mortalidad que esta patología confiere. Debido al mal pronóstico que confiere la CID descompensada. Mucho se ha estudiado recientemente sobre la CID compensada y la mortalidad en este grupo de pacientes. Pareciera que independientemente del estado de compensación la CID es un claro factor de riesgo para mortalidad. En el grupo de pacientes con CID compensada la mortalidad reportada se aproxima al 80%, similar a lo reportado en la CID descompensada11. Y elevando el riesgo de mortalidad importantemente contra aquellos pacientes críticos sin CID la cual se reporta en el 29%. La progresión de CID compensada a descompensada es del 21% presentándose 24 horas antes la fase compensada en algunos pacientes11. El tiempo medio del diagnóstico a la muerte en CID descompensada es de 5 dìas y en pacientes con CID compensada 6 días11. Este tiempo podría ofrecer una importante ventana, para el diagnóstico temprano y un tratamiento más oportuno. 8 En los supervivientes puede permanecer elevado el puntaje de CID hasta por 3 días tras la recuperación9. En estos pacientes también se han reportado mayores tiempos de estancia intrahospitalaria y en terapia intensiva, lo cual eleva de forma importante los costos de tratamiento en este grupo de pacientes. 9 3. Diagnóstico de CID El diagnóstico de CID se realiza clínicamente y mediante el uso de puntajes predictores. Hasta la fecha no hay un estándar de oro para el diagnóstico de CID. Los primeros criterios diagnósticos desarrollados fueron los del Ministerio de Salud y Bienestar Social de Japón (JMHW) en 1987, los cuales nos se han adoptado por algunas limitaciones en el ámbito clínico8,9. El puntaje propuesto por el Ministerio de Salud Japonés se encuentra en la Tabla 2. Consideran un puntaje compatible con CID en presencia de malignidad hematológica un puntaje ≥4 y en casos no asociados a malignidad hematológica un puntaje ≥7. Tabla 2. Criterios diagnósticos propuestos por el ministerio de salud y bienestar japonés (JMHW) Criterio Puntaje Enfermedad base compatible 1 pt Datos de hemorragia Asociado a malignidad hematológica: 0 pts No asociado a malignidad hematológica: 1 pt Falla orgánica asociada a trombosis 1 pt Radio TP ≥1.25: 1 pt ≥1.67: 2 pts Fibrinógeno ≤1.5 g/L: 1 pt ≤1 g/L: 2 pts FDP ≥10μg/mL: 1 pt ≥20μg/mL: 2 pts ≥40μg/mL: 3 pts Conteo plaquetario Asociado a malignidad hematológica: 0 pts No asociado a malignidad hematológica ≤120x109: 1 pt ≤80x109: 2 pts ≤50x109: 3 pt 10 No fue hasta el 2001 que la Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) propuso sus criterios diagnósticos, los cuales han sido criticados por su poca sensibilidad para diagnosticar CID de forma temprana9,10. Por lo que realizar otro set de criterios diagnósticos para CID compensada en 200511. En 2006 la Asociación de Medicina Aguda Japonesa (JAAM) desarrollo sus propios criterios diagnóticos13. Actualmente contamos con estos cuatro sistemas diagnósticos para CID descompensada y uno para CID compensada. En los pacientes oncológicos el diagnóstico es especialmente complejo, ya que hay una activación crónica y gradual de las vías de la coagulación, lo que lleva a un consumo subclínico de plaquetas y factores procoagulantes4. Los criterios para diagnóstico de CID descompensada de la ISTH se encuentran en la Tabla 310. Para este puntaje es necesario contar con laboratorios de coagulación básicos entre los que se encuentran: conteo plaquetario, tiempo de trombina, fibrinógeno y productos de degradación de la fibrina (FDP). A estos resultados se les otorga un puntaje, que de ser ≥5 puntos se considera compatible con CID descompensada9. Tabla 3. Criterios diagnósticos propuestos por la sociedad internacional de trombosis y hemostasia (ISTH) Criterio Puntaje Enfermedad predisponente Indispensable TP ≥3 segundos: 1 pt ≥6 segundos: 2 pts Fibrinógeno ≤1 g/L: 1 pt FDP Aumento moderado: 2 pts Aumento importante: 3 pts Conteo plaquetario ≤100x109: 1 pt ≤50x109: 2 pts En los estudios prospectivos de validación del sistema de puntaje de la ISTH para CID descompensada se encontró una sensibilidad del 91% y especificidad del 97%9. 11 Algunos estudios han realizado comparaciones entre ambos sistemas de diagnósticos (ISTH vs. JMHW). Encontrando un porcentaje de concordancia para pacientes con CID del 67.4% y en pacientes sin CID del 98% 8. Los criterios de la ISTH parecieran ser más específicos pero menos sensibles, siendo débiles en el diagnóstico temprano de la CID o de CID compensada8. Dentro de las críticas más fuertes a estos sistemas diagnósticos está el hecho de que solo presentan un alto rendimiento diagnóstico para CID descompensada. Por lo que en 2005 se propuso la escala diagnóstica para CID no descompensada de la ISTH11. Para el diagnóstico de la CID compensada, es necesario contar con la entidad clínica asociada a CID y perfil anormal de las pruebas de coagulación Tabla 4. Tabla 4. Criterios diagnósticos modificados para CID de la ISTH Criterio 0 puntos 1 punto 2 puntos 3 puntos Conteo plaquetario ≥100x109 50-99 x109 <50 - Actividad TP Owren ≥60% 30-59% <30% Dímero D (mg/L) ≤2.0 - 2.1-8.0 >8.0 Fibrinógeno (g/L) ≥1.0 <1.0 En el estudio de validación de estos criterios se encontró que un puntaje de ≥5 puntos otorga una sensibilidad de mortalidad del 40% y una especificidad del 93%, con un valor predictivo positivo del 78%. Las alteraciones en la proteína C (PC) y la antitrombina III (AT) son altamente sugestivos de CID compensada y a pesar que estos marcadores podrían aumentar la confianza del diagnóstico, el puntaje sin estos criterios parece ser suficiente para el diagnóstico. Otorgando una concordancia positiva del 100%11. En 2006 la asociación de medicina aguda Japonesa (JAAM) propuso y valido prospectivamente sus criterios diagnósticos para CID12 (Tabla 5). 12 Tabla 5. Criterios diagnósticos de CID por la asociación de medicina aguda japonesa (JAAM) Criterio Puntaje No. De criterios de SIRS ≥3: 1 pt Conteo plaquetario <80x109 o disminución >50% en 24 horas: 3pts ≥80x109 y <120 x109 o disminución >30% en 24 horas: 1 pt Radio TP ≥1.2: 1 pto FDP ≥25 mg/dL: 3 pts ≥10 y <25 mg/dL: 1 pto Reportan que su algoritmo es el más sensible, diagnosticando el 65.2% de los casos vs 40.3% del JMHW y el 28.2% del ISTH, incluyendo más del 97% de los casos diagnosticados por ambos sistemas (JMHW e ISTH)12. Tanto el sistema original como el revisado (sin fibrinógeno) son útiles para el diagnóstico de CID. A diferencia de los criterios previos este sistema agrega el número de criterios de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS) presentes12. En 2016 se realizaron la unificación de criterios de CID de la JAAM con proteína C y PAI-I (Tabla 6). En este grupo de criterios se agregan marcadores de daño endotelial, mejorando el valor predictivo para mortalidad, con una sensibilidad del 84.6% y especificidad del 80.3%. Tabla 6. Criterios unificados de CID basados en los criterios de la JAAM A Criterios de SIRS ≥3 puntos 1 punto B Conteo plaqueterio 120000-80000 μL 1 punto <80000 μL 3 puntos C PDF 10-25 μg/mL 1 punto >25 μg/mL 3 puntos D INR ≥1.2 1 punto E Actividad de la proteína C 20%-40% 1 punto <20% 3 puntos F PAI-I >150 ng/mL 3 puntos A + B + C + D + F ≥9 puntos CID positiva 13 < 9 puntos CID negativa Dentro de los parámetros de laboratorio que se muestran útiles para el diagnóstico de CID independientemente del uso de los criterios diagnósticos propuestos, por su alta sensibilidad, destaca el conteo plaquetario y su tendencia y los productos de degradación de la fibrina (PDF)8,10. Prácticamente todos los estudios han encontrado un pobre valor predictivo en el fibrinógeno por lo que su utilidad en la clínica a pesar de su inclusión en la mayoría de los criterios diagnósticos desarrollados es poco útil8,10- 12. Otros laboratoriales de especial utilidad para el diagnóstico de CID es la presencia de una onda bifásica de TTPa, la cual confiere una sensibilidad del 88% y especificidad del 97%, llegando a presentarse, en el 19% de los casos, 48 horas antes de la positivización de los puntajes9. La medición rutinaria de AT podría ser muy útil principalmente para vigilar la actividad de efecto de la heparina, en el tratamiento, pero esta poco disponible de forma habitual en el ámbito clínico14. La reducción de la actividad ADAMST-13 y elevación de trombomodulina soluble (TM), activador del inhibidor 1 del plasminógeno (PAI-1) y del propéptido del factor de von Willebrand, se observan habitualmente en DIC y confieren valor pronóstico14. A pesar de que no contamos con un estándar de oro, las guías para el diagnóstico y tratamiento de la CID, recomiendan con un grado de evidencia moderada, el uso rutinario de cualquiera de los criterios diagnósticos y repetir los puntajes para monitorizar los cambios dinámicos en el paciente14. Ya que no parece haber diferencias significativas para la predicción de CID con cualquiera de los criterios diagnósticos ISTH, JHMW o JAAM15. 14 4. Tratamiento en CID El tratamiento habitual de la CID incluye el uso de anticoagulantes, plasma, sustitutos plaquetarios y concentrados de factores de la coagulación, según la situación clínica lo requiera13. Aunque la piedra angular del tratamiento es la corrección del trastorno desencadenante y el diagnóstico temprano. Hay múltiples reportes en los que la CID se autolimita un vez que el tratamiento adecuado para la condición predisponente se instaura14. Dentro de las medidas de soporte necesarias se encuentran el uso de sustitutos plaquetarios. Se recomienda su uso con hemorragia activa y trombocitopenia <50x109 L o en pacientes con alto riesgo hemorrágico, con un conteo plaquetario menor a 20 x109 L 14. Este último rango es de importancia fundamental para aquellos pacientes oncológicos que serán o fueron sometidos a quimioterapia. Cuando el paciente presenta hemorragia activa y tiempos de coagulación (TP/TTPa) prolongados más de 1.5 veces lo normal o fibrinógeno <1.5 g dL. Se sugiere el uso de plasmas frescos congelados a una dosis de 15 a 30 mL/kg14. Es importante considerar que la cantidad de volumen infundido en los pacientes que reciben plasmas frescos congelados a estas dosis puede ser muy alto, se deberá estar especialmente pendiente a la uresis, el balance hídrico y datos clínicos de sobrecarga hídrica para evitar complicaciones. En caso de que no se encuentre disponible el plasma y el paciente se encuentre con hemorragia activa se recomienda el uso de concentrado protrombínico14. El uso de crioprecipitados o concentrados de fibrinógeno se recomiendan solamente en casos de persistencia de la hemorragia a pesar de haber recibido plasmas frescos congelados y continuar con hipofibrinogenemia (<1.5 g dL)14. Los anticoagulantes a dosis terapéuticas se recomiendan cuando la clínica de trombosis es la predominante. Se prefiere el uso de heparina fraccionada, ya que se demostró una mejoría en los síntomas de sangrado del 33% contra 19% en el grupo 15 de heparina convencional y con mejor efectividad medida por ATIII, con un margen de seguridad del 93.4%, en el tratamiento de la CID16. Por el alto riesgo de enfermedad tromboembólica que confiere la CID se considera un estándar de tratamiento la profilaxis mecánica y farmacológica siempre y cuando sea posible, en caso de encontrar contraindicaciones se recomienda como uso profiláctico solo medidas mecánicas. Dentro de los tratamientos que se pueden llegar a utilizar como terapias de salvamento, pero actualmente son poco aplicables, por costos y falta de evidencia, es la administración de AT, TM recombinante humana. No se recomienda el uso de antifibrinólitico en pacientes con CID, salvo en estados hiperfibrinolíticos como leucemias o trauma14. 16 5. Coagulación intravascular diseminada en pacientes oncológicos A pesar de que es conocida la asociación entre enfermedades neoplásicas y la presencia de CID. La frecuencia reportada en la literatura varía entre el 1% de CID descompensada alcanzando el 32% de CID descompensada para tumores sólidos. De forma clásica se han descrito casos de CID en el 15 a 20% de los pacientes con cáncer metastásico11,12,16. Para tumores hematológicos, se ha reportado una prevalencia del 15 al 20% en leucemias linfocíticas agudas y del 30% en leucemia mielocíticas agudas, principalmente en promielocítica donde se presenta hasta en el 90% de los casos5-7,16-17. La primera vez que se describieron trastornos trombohemorrágicos en pacientes con cáncer fue en 1865. Más tarde en 1977 Sack realizó un estudio donde caracterizó las complicaciones trombohemorrágicas en pacientes con enfermedades neoplásicas. Encontrando como manifestación más común trombosis en el 62%, trombosis venosa migratoria en el 53% y sangrado excesivo en el 41%. En este estudio los tumores sólidos más frecuentemente encontrados fueron páncreas (24.2%), pulmón (19.8%), próstata (12.6%), estómago (11.6%), leucemias agudas (9.3%) y colon (4.9%)21. En 2001 Sallah realizo un estudio prospectivo encontrando una prevalencia de CID del 6.8%, diagnosticada por criterios ISTH, en pacientes con tumores sólidos. La manifestación clínica más común encontrada por este grupo de investigadores fue hemorragia masiva en el 59%, trombosis en el 34% y una clínica mixta en el 7%. Los tumores sólidos más frecuentes eran adenocarcinomas, principalmente aquellos originados en el sistema gastrointestinal, pero también siendo comunes pulmón, mama y próstata. Encontraron como factores independientes género masculino, edad >68 años, estadios clínicos avanzados y necrosis tumoral. La supervivencia reportada en este estudio fue significativamente menor en los pacientes que presentaron CID, en estadios clínicos avanzados 9 meses y en estadios clínicos iníciales 16 meses, contra aquellos pacientes con enfermedad avanzadasin CID 14 meses y estadio clínico I o II 44 meses18. 17 Realizar el diagnóstico de CID en pacientes oncológicos es un gran reto clínico. Ya que muchos de ellos presentan CID compensada y los puntajes diagnósticos se validaron para el diagnóstico de CID descompensada17. Otro factor que dificulta el diagnóstico en este grupo de pacientes es la falta de validación de estas herramientas en este grupo de pacientes ya que las escalas diagnósticas excluyeron de sus estudios de validación a los pacientes con enfermedades neoplásicas malignas17. Dentro de los estudios que mayor rendimiento diagnóstico se encuentra un conteo plaquetario bajo, pero principalmente la tendencia persistente a la baja de las plaquetas. Se recomienda seguir a los pacientes en riesgo con biometrías hemática y perfil de coagulación que incluya Dímero-D y fibrinógeno. La frecuencia del seguimiento variará según la situación clínica del paciente lo requiera. El diagnóstico de CID compensada o asintomática se realizará con cambios dinámicos significativos en los parámetros de laboratorio22. Algunos factores que pueden añadir dificultad al diagnóstico es la influencia que tenga la enfermedad maligna por si misma, en la función hepática y medular. Los pacientes oncológicos que no presentan afección hepática directa, habitualmente presentan niveles de fibrinógeno normales o elevados al igual que niveles óptimos de plaquetas, si la función medular se encuentra conservada9-12. Fisiopatologicamente se ha descrito que algunos tumores sólidos presentan moléculas procoagulantes de superficie, como el procoagulante asociado a cáncer, que es una cisteín-proteasa con propiedades que activan el factor X de forma independiente a la vía intrínseca o extrínseca de la cascada de coagulación3, 17. También hay generación de factor tisular que activa el factor VII y con ello la activación del factor Xa, por parte de monocitos y macrófagos en la superficie tumoral y una sobreexpresión en las células endoteliales tumorales17. Es de importancia el papel que juegan las citocinas proinflamatorias y el factor de necrosis tumoral, que junto con el tratamiento quimioterapéutico, activan vías procoagulantes19. 18 El endotelio vascular dañado en los pacientes oncológicos, ya sea por el mismo proceso oncológico o por los tratamientos antitumorales como radioterapia o quimioterapia, afectan importantemente al sobre expresar factor tisular y disminuir su actividad anticoagulante, con disminución de la expresión de proteína C, inhibidor del factor tisular y trombomodulina4,19. Principalmente en pacientes con daño endotelial por el uso de angioaccesos, como catéteres venosos centrales, y en aquellos pacientes que recibieron tratamiento con agentes antiangiogénicos, como el bevacizumab. Con respecto al tratamiento de la CID la literatura es basta y confusa, ya que la heterogeneidad de las causas del CID y de sus manifestaciones clínicas, hace que el tratamiento sea complejo y controversial. Se recomienda habitualmente clasificar las manifestaciones clínicas en procoagulantes, hiperfibrinolíticas y subclínica o compensada (Tabla 7). Al igual que realizar estatificación de riesgo trombótico y hemorrágico22. Tabla 7. Tipos específicos de CID asociada a cáncer y sus manifestaciones clínicas Tipo de cáncer Cáncer de páncreas Adenocarcinomas Leucemia mieloide aguda Cáncer de próstata Otros Mecanismo predominante Trombosis Hemorragia Ninguna Presentación clínica Isquemia arterial Livedo reticularis Llenado capilar retardado Neuropatía y colitis isquémica TVP/TEP Endocarditis no infecciosa Equimosis Púrpura seca y húmeda Hemorragia intracraneal Sangrado de tubo digestivo Hemorragia de mucosas Solo alteraciones de laboratorio: Trombocitopenia Hipofibrinogenemia Anemia hemolítica microangiopática 19 Tratamiento Tratamiento antitumoral específico Anticoagulación Tratamiento antitumoral específico Terapia transfusional Tratamiento antitumoral específico Profilaxis anticoagulante El reconocimiento y diagnóstico temprano junto con el tratamiento y control de la cusa desencadenante de CID, son la piedra angular del tratamiento del CID22. Específicamente en el paciente oncológico con CID, si la terapia antitumoral especifica puede ser tolerada debe de iniciarse. En 2014, Hwang demostró mejorar los síntomas asociados a CID en el 42% de los pacientes tratados con quimioterapia y prolongar la supervivencia de los pacientes con CID y adenocarcinoma gástrico de 9 días a 61 días al agregar quimioterapia al mejor tratamiento de soporte20. Dentro del tratamiento es importante que si el paciente se encuentra con hemorragia activa, se le realizará un procedimiento invasivo o tiene cifras bajas de fibrinógeno o plaquetas, será necesario reponer crioprecipitados, concentrados plaquetarios o plasma fresco congelado. En estos casos se recomienda mantener balances neutros a negativos y obtener controles de plaquetas y fibrinógeno una hora después de la reposición, para asegurar un aumento de 5 a 10 mg/dL de fibrinógeno por crioprecipitado transfundido y un aumento de 5,000 a 10,000 mcL por unidad plaquetaria17. Las guías recomiendan transfusión de plaquetas en pacientes con hemorragia activa, para mantener un conteo plaquetario superior a 50x109 L y transfusión de plasma fresco congelado a una dosis de 15-30 ml/kg y en pacientes hipervolémicos preferir concentrado protrombinico. En caso de que se presente hipofibrinogenemia <1.5g/L transfundir dos crioprecipitados o concentrado de fibrinógeno22. En pacientes sin hemorragia pero alto riesgo hemorrágico transfusión de concentrados plaquetarios para mantener conteos >20 x109 L, excepto en LPA que se requerirá un conteo plaquetario >30 x109 L. 20 En cuanto la anticoagulación será necesario iniciar dosis terapéuticas en pacientes con clínica de trombosis, sin hemorragia y manteniendo los niveles de fibrinógeno mayores a 100 y conteo plaquetario mayor a 50,000 mcL. En aquellos pacientes con contraindicaciones absolutas y trombosis de miembros pélvicos se recomienda colocación de filtro de vena cava. A pesar de que en algunos ensayos clínicos se ha mostrado superioridad de la heparina fraccionada sobre la heparina convencional, por su corta vida media se sugiere el uso de ésta última y realizar el traslape una vez que la condición clínica se encuentre más estable. 21 III. Objetivos 1. Objetivo primario Conocer la incidencia de CID en pacientes ingresados a la Unidad de Terapia Intensiva y Unidad de Cuidados Coronarios de la Fundación Clínica Médica Sur, del 1ero de enero de 2014 a marzo 2017. 2. Objetivos secundarios Conocer la incidencia de CID en pacientes oncológicos ingresados a la Unidad de Terapia Intensiva de la Fundación Clínica Médica Sur, del 1ero de enero de 2014 a marzo 2017. Conocer el tratamiento y desenlaces que presentan los pacientes con CID ingresados a la Unidad de Terapia Intensiva de la Fundación Clínica Médica Sur, del 1ero de enero de 2014 a marzo 2017. Conocer las características de la población con diagnóstico de CID ingresados a la Unidad de Terapia Intensiva de la Fundación Clínica Médica Sur, del 1ero de enero de 2014 a marzo 2017. 3. Justificación A pesar de que en estudios de validación se cuenta con incidencias observadas aproximadas del 20%, en la práctica clínica la coagulación vascular diseminada es una entidad subdiagnósticada, independientemente de contar con los laboratoriales necesarios para el diagnóstico. Se han realizado pocos estudios en población crítica general. Es importante conocer la prevalencia real y las características demográficas de los pacientes con CID en nuestra sede. 22 Al igual que demostrarla utilidad de los puntajes diagnósticos y su asociación con mortalidad y otros desenlaces clínicos de importancia. Para realizar un diagnóstico temprano. Lo que conferirá la posibilidad de instaurar el tratamiento adecuado y oportuno, llegando a disminuir la mortalidad, días de estancia en UTI y la frecuencia de falla orgánica asociada. IV. Hipótesis La prevalencia de CID en nuestra terapia intensiva es similar a la reportada en la literatura. El uso de las escalas diagnósticas asegura un diagnóstico temprano de CID. V. Diseño del estudio Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal, retrospectivo, no aleatorizado, abierto, retrolectivo. VI. Métodos 1. Muestra Se realizó cálculo de muestra para estimar proporciones asumiendo una distribución normal, con un error alfa de 5% y un nivel de confianza del 90% y asumiendo una prevalencia del 20%, la reportada en la literatura. Se requerían de 174 pacientes. Realizamos un muestreo no aleatorizado por conveniencia, alcanzando 37 pacientes. Se incluyeron a todos los pacientes ingresados a la unidad de cuidados intensivos 23 (UTI) de la fundación clínica Médica Sur quienes cumplieran criterios de inclusión y diagnóstico de CID por cualquiera de las tres escalas diagnósticas reportadas en la literatura (la del ministerio de salud y seguridad social japonés (JMHW), la asociación japonesa de medicina aguda (JAAM) y la sociedad internacional de trombosis y hemostasia (ISTH)). 2. Criterios de inclusión Se incluyó a todos los pacientes ingresados a la UTI de la fundación clínica Médica Sur del 1ero de enero de 2014 al 1ero de marzo de 2017, quienes contaran con los laboratoriales necesarios para realizar diagnóstico de CID (biometría hemática, tiempos de coagulación, fibrinógeno y dímero D) y quienes cumplieran con diagnóstico de CID por cualquiera de las escalas diagnósticas: La del ministerio de salud y seguridad social japonés (JMHW), la asociación japonesa de medicina aguda (JAAM) o la sociedad internacional de trombosis y hemostasia (ISTH). 3. Criterios de exclusión -No contar con los estudios de laboratorio básicos para el diagnóstico de CID (Biometría hemática, tiempos de coagulación, fibrinógeno y dímero D). -Expediente incompleto. 4. Criterios de eliminación -Diagnóstico de hepatopatía crónica -Trastornos de la coagulación (trombofilias) congénitos o adquiridas previamente conocidas - Uso crónico de anticoagulantes - Exposición a bomba de circulación extracorpórea. 24 5. Definición de variables Independientes Dependientes Variable Tipo, Escala Variable Tipo, Escala Genero Nominal dicotómica Puntaje ISTH Cuantitativa continua, puntos Edad Cuantitativa continua, años Puntaje JAAM Cuantitativa continua, puntos Motivo de ingreso Nominal Puntaje JMHW Cuantitativa continua, puntos Motivo de ingreso UTI/UCC Nominal Estado clínico de CID Nominal APACHE Cuantitativa continua, puntos Requerimientos transfusionales Cuantitativa continua discreta, número de paquetes SOFA Cuantitativa, continua, puntos Uso de anticogulantes Nominal dicotómica Dímero D Cuantitativa continua, Uso de concentrado de fibrinógeno Cuantitativa continua discreta, número de concentrados Fibrinógeno Cuantitativa continua Uso de concentrado protrombínico Cuantitativa continua discreta, número de concentrados Plaquetas Cuantitativa continua, Uso de Ácido aminocapróico Cuantitativa continua discreta, gramos TP Cuantitativa continua, segundos Uso de crioprecipitados Cuantitativa continua discreta, número de crioprecipitados TTPa Cuantitativa continua, segundos Falla orgánica Ordinal INR Cuantitativa continua Días de VMI Cuantitativa continua, días Causa asociada a CID Nominal Días de estancia UTI/UCC Cuantitativa continua, días Días de estancia intrahospitalaria Cuantitativa continua, días Mortalidad Nominal, dicotómica 25 6. Método de recolección de datos Previa autorización de este estudio por el comité de Ética de la fundación Clínica Médica sur. Se recolectaron todos los resultados de Fibrinógeno y Dímero D solicitados en el periodo comprendido del 1ero de enero de 2014 al 1ero de marzo de 2017, provenientes de las Unidades Críticas de la fundación clínica Médica sur. Se corroboró la existencia de conteo plaquetario, INR y TP del mismo día de la toma de fibrinógeno y dìmero D. Para todos aquellos pacientes que contaran con todos los estudios de laboratorio se calcularon los puntajes diagnósticos (ISTH, JMHW y JAAM). Aquellos pacientes que contaban con puntaje diagnósticos de CID y contaran con criterios de inclusión en ausencia de criterios de exclusión se incluyeron al estudio. Se eliminaron a los pacientes que cumplieran con los siguientes criterios: hepatopatía crónica, uso crónico de anticoagulantes, exposición a bomba de circulación extracorpórea y presencia de trombofilia previa conocida o trastorno de la coagulación crónico. 26 No se hizo uso de ningún material con el que se pudiera afectar la confidencialidad de nuestros pacientes. No contamos con datos para reconocimiento, seguimiento o contacto de los mismos. Se estudiaron las causas de ingreso, comorbilidades y características basales de la población. Se analizó el subtipo clínico de CID y su tratamiento. Dentro de los desenlaces se estudió mortalidad, días de estancia intrahospitalaria, días de estancia en unidad de cuidados críticos, presencia de falla orgánica, días de ventilación mecánica invasiva. VII. Análisis estadístico Se utilizó estadística descriptiva. Medidas de tendencia central (media y mediana) y de dispersión (desviación estándar y cuartiles); dependiendo de la distribución poblacional (paramétrica o no paramétrica). Para la estadística inferencial, utilizamos X2 o prueba exacta de Fisher para las variables categóricas y la prueba t de Student o U de Mann-Whitney para las variables continuas, según la distribución obtenida por Shapiro-Wilk. Se tomó como significativa un valor de p <0.05. 27 VIII. Resultados De los 7 mil registros a quienes se les solicitó Dímero D y fibrinógeno del 1ero de enero de 2014 al 1ero de marzo de 2017, provenientes de las Unidades Críticas de la fundación clínica Médica sur, solo 47 pacientes cumplieron criterios de inclusión. Se excluyeron 10 casos: 3 por falta de expedientes físicos para recabar datos, 6 casos de pacientes con diagnóstico de hepatopatía crónica y 1 paciente con trombofilia en estudio. El número total de ingresos a la Unidad de cuidados intensivos en el periodo estudiado fue de ____, por lo que la frecuencia calculada de CID fue de ____. Siendo significativamente menor que la reportada en la literatura internacional. Esta diferencia podría deberse al alto ingreso de pacientes sin factores de riesgo para la patología, la alta frecuencia de hepatopatías en nuestra población y los sesgos correspondientes asociados a los estudios retrospectivos, principalmente sesgo de selección. De nuestros 37 pacientes incluidos en el estudio el 51.4% fueron hombres. La edad promedio fue 57 años. Los scores pronósticos de mortalidad y gravedad APACHE II 19.8 ± 8.64 y SOFA 10 ± 3. El resto de las variables demográficas de la población se muestran en la Tabla 1. Tabla 1. Variables demográficas Sexo Masculino, n (%) 19 (51.4%) Edad, años 57.38 ± 16.68 Antropométricas Peso, Kg 71.56 ± 15.71 Talla, m 1.68 (1.62-1.71) IMCa, kg/m2 25.8 (23.1-28.1) Gravedad SOFAb, puntos 10.62 ± 3.75 Apache II, puntos 19.86 ± 8.64 a Índice de masa corporal b Sequential organ failure assessment score 28 Las causas de ingreso al hospitalización más común fue por patología oncológica (Grafica 1). Los diagnósticos de ingreso a UTI que se encontraron con mayor frecuencia fueron las causasinfecciosas siendo en 46% de los casos, como se muestra en el Gráfico 2. Tabla 2. Comorbilidades Enfermedad renal crónica 1 (2.7%) Hemiplejia 1 (2.7%) Enfermedad de tejido conectivo 2 (5.4%) Enfermedad acido péptica 2 (5.4%) Cardiopatía isquémica 2 (5.4%) VIHa/SIDAb 2 (5.4%) EPOCc 3 (8.1%) Enfermedad vascular periférica 3 (8.1%) Insuficiencia cardiaca 4 (10.4%) Leucemia 4 (10.4%) Dislipidemia 5 (13.5%) Diabetes mellitus 7 (18.9%) Evento vascular cerebral 7 (18.9%) Hipertensión arterial 18 (48.6%) Cáncer sólido 17 (45.9%) a Virus de inmunodeficiencia humana b Síndrome de inmunodeficiencia adquirida c Enfermedad pulmonar obstructiva crónica La comorbilidad (Tabla 2) que con mayor frecuencia presentó nuestra población fue cáncer. Tuvimos 22 casos oncológicos 19 de ellos tumores sólidos, afectando a 17 (45.9%) pacientes y 4 casos de leucemia. Dos casos de leucemia mieloide aguda, una de ellas una leucemia promielocitica, una leucemia linfoblástica y el último caso una leucemia T. El 84% de los tumores sólidos se encontraban activos durante la estancia del paciente en la unidad de cuidados críticos. Los estadios clínicos de éstos fueron: EC I (5.2%), II (10.5%), III (26.3%) y IV (57.8%). Las tres leucemias B presentaron al diagnóstico infiltración a sistema nervioso central y la leucemia T infiltración a piel. 29 El SOFA promedio de la población fue de 10 puntos, encontrándose más frecuentemente afectados el sistema Hematológico con falla en 19 pacientes (51.3%) e insuficiencia en 14 pacientes (37.8%); y el sistema respiratorio encontrando falla en 8 pacientes (21.6%) e insuficiencia en 28 pacientes (75.6%). El sistema menos frecuentemente afectado fue el Neurológico encontrando un Glasgow de 15 puntos en el 67.5% de la población. El promedio de APACHE II fue 19.8 ± 3.75. Dentro de los laboratorios de ingreso se encontró tombocitopenia en 33 pacientes (89%), hipofibrinogenemia <100 en 7 pacientes y alteración en el TP en 23 pacientes correspondiente al 19% de la población y en el INR en 31 pacientes (83.7%). Las medidas de tendencia central y dispersión las reportamos en la Tabla 3. Tabla 3. Parámetros de laboratorio de pacientes diagnosticados con CID Dímero D, ng/mLa 8140 (5390, 18600) Fibrinógeno, mg/dLb 198 (115, 318) Plaquetas, 106/microlitro 56 (35, 70) Hemoglobina, g/dLd 9.64 ± 2.54 Hematócrito, % 25.65 ± 7.91 Leucocitos,103/microlitro 8.7 (2.7, 14.8) Neutófilos, % 80% (65%, 90%) Linfocitos, % 8% (5%, 18%) Tiempo parcial de tromboplastina activada, sege 43.2 (36.6, 67.5) 4% 18% 13% 9% 4%4%4% 9% 9% 4% 4% 18% Adenocarcinoma Pulmonar Adenocarcinoma de Pancreas Primario Peritoneal Adenocarcinoma de colon Cervicouterino Neuroendocrino Carcinoma Timico Germinal Testiculo Carcinoma urotelial Adenocarcinoma de recto Carcinoma de tiroides Leucemias Gráfico 3. Patología oncológica 30 Tiempo de protrombina, sege 15.7 (14.3, 21.1) INRf 1.43 (1.28, 1.79) a nanogramos sobre mililitro b miligramo sobre decilitro c gramos sobre decilitro e segundos f radio internacional normalizado El síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS), como lo define la escala JAAM, se encontró en el 51.3% de los pacientes. Siendo más frecuente las alteraciones en la frecuencia cardiaca y leucocitosis, ambos presentes en 29 pacientes (78.3%), como se muestra en la Tabla 4. Tabla 4. Criterios de Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica Criterio presente Frecuencia cardiaca 28 Alteración respiratoria 13 Temperatura 14 Leucocitos 29 a Frecuencia cardiaca >90 lpm b Frecuencia respiratoria >20 rpm o pCO2 <32 c Temperatura >38ºC o <36º C d Leucocitos > 12,000 cel/mm3, < 4000 cel/mm3 o >10% bandas Las patologías de base asociadas a CID se muestran en el Gráfico 4. 28 2 15 5 1 Sepsis TCE grave Cáncer Malignidad hematológica EVC Gráfico 4. Causas asociadas a CID 31 La mediana y rango intercuartilar de los escalas diagnósticas fue: JMHW (4-7), JAAM 5 (4-6) y ISTH 5 (4-5) Tabla 5. Tabla 5. Escalas diagnósticas JMHWa 17 (45.9%) ISTHb 22 (59.4%) JAAMc 34 (91.8%) a Escala diagnóstica del ministerio de salud y seguridad social japonés b Escala de la sociedad internacional de trombosis y hemostasia c Escala de la asociación japonesa de medicina aguda En la Tabla 6 se muestran las manifestaciones clínicas más frecuentemente presentadas por los pacientes con CID. El 62% de los pacientes presentaron datos clínicos compatibles con hemorragia, 24% trombótica y 32% se presentaron de forma asintomática. Tabla 6. Manifestaciones clínicas Hemorragia 23 (62%) Hemorragia intracraneana 4 (10.8%) Hemorragia gastrointestinal 13 (35.1%) Púrpura 7 (18.9%) Equimosis 4 (10.8%) Púrpura húmeda 3 (8.1%) Hemorragia sitios punción 2 (5.4%) Hemorragia alveolar 1 (2.7%) Epistaxis 2 (5.4%) Hemoperitoneo 2 (5.4%) Hematuria 7 (18.9%) Trombosis 9 (24.3%) Tromboembolia pulmonar 2 (5.4%) Isquemia acral 1 (2.7%) Trombosis microcirculatoria 3 (8.1%) Trombosis vena cava 1 (2.7%) Isquemia intestinal 2 (5.4%) Asintomático 12 (32.4%) El porcentaje de pacientes que recibieron las diferentes estrategias terapéuticas está establecido en la Tabla 7. Más de la mitad de los pacientes recibieron transfusión de plaquetas y concentrados eritrocitarios, solo una tercera parte recibió concentrado de fibrinógeno. Dentro de los pacientes que recibieron las diferentes estrategias terapéuticas el promedio de requerimiento transfusionales fueron los siguientes: Requerimiento de plaquetas mediana de 3 (0-4) aféresis plaquetarias, plasmas frescos congelados mediana 5 (2-13), concentrados eritrocitarios 5 (3-8) y concentrados de fibrinógeno 3 (3-5). 32 Los crioprecipitados se administraron con una media de 2 frascos (1-3), el complejo protrombínico fue de 5 frascos (2-5) y el ácido aminocaproico con gramaje medio de 12.5 gr (6-22.5). Tabla 7. Tratamiento otorgado a los pacientes con CID Anticoagulación terapéutica 2 (5.4%) Anticoagulación profiláctica 10 (27%) Concentrado Fibrinógeno 7 (18.9%) Complejo protrombínico 11 (29.7%) Ácido aminocaproico 12 (32.4%) Vitamina K 6 (16.2%) Factor VII recombinante 2 (5.4%) Desmopresina 5 (13.5%) Etamsilato 1 (2.7%) Transfusión Plaquetas 21 (56.8%) Plasma fresco congelado 10 (27%) Concentrado eritrocitario 27 (73%) Crioprecipitados 13 (35.1%) De los 37 pacientes con diagnóstico de CID encontramos presencia de falla orgánica múltiple en el 67.5% de la población. 28 (75.6%) pacientes llegaron a requerir ventilación mecánica invasiva, con una duración media de 6 días con un rango entre 2 y 9 días de ventilación mecánica invasiva. Los días de estancia intrahospitalaria fue de 21 días con un rango de 7 a 35 días y los días de estancia en UTI fueron 5 (2-10) días. La mortalidad general fue de 48.6% y la mortalidad asociada directamente a CID solo el 3.5%. Las causas de mortalidad más frecuentes se muestran en la Tabla 8. Tabla 8. Causas de Mortalidad Hemorragia 2 (5.4%) Falla orgánica múltiple 9 (24.3%) Falla cardiaca 2 (5.4%) Insuficiencia respiratoria 2 (5.4%) Choque séptico 2 (5.4%) Cáncer 1 (2.7%) En el análisis comparativo encontramos diferencias significativas en cuanto a la gravedad de los pacientes a su ingreso a la unidad de cuidados intensivos encontrando valores promedio de SOFA (12 vs 9 p=0.022) y APACHE (23.28 vs 16.63, p= 0.021) significativamente mayor en aquellos pacientes que murieron con respecto aquellos que sobrevivieron respectivamente. Al igual se encontró una mayor cantidad de días de ventilación mecánica y una menor estancia intrahospitalaria en los pacientes que fallecieron. Las diferencias 33 significativas se muestran en la Tabla 9. El resto de los parámetros cuantitativos (parámetros de laboratorio, puntajes diagnósticos y número de requerimientos transfusionales), no fueron diferentes entre ambos grupos. Tabla 9. Diferencias significativasencontradas según estado vital al egreso Vivos Muertos p SOFAa, puntos 9 ± 3.8 12 ± 3.2 0.022 APACHE II, puntos 16.63 ± 8.1 23.28 ± 8.1 0.021 Días de ventilación mecanica invasiva 1 (0-4) 5 (2-9) 0.16 Días de estancia intrahospitalaria 33 (11-38) 10 (2-31) 0.46 a Sequential organ failure assessment score 34 IX. Discusión y Conclusiones A pesar de ser un estudio con múltiples limitaciones, la principal siendo el sesgo de selección y el no haber contado con una muestra suficiente. Es un estudio valioso por ser el primero en su clase en México. Es una zambullida en un tema complejo, una patología de difícil diagnóstico, sospecha, tratamiento y con un pronóstico sombrío. Para el diagnóstico de CID se sugiere el uso rutinario de escalas diagnósticas en pacientes con riesgo de desarrollarla. Nuestro estudio encontró que la escala que con mayor frecuencia se encuentra positiva es la escala de la asociación japonesa de medicina aguda (JAAM), a pesar de que la más usada y difundida es la escala de la ISTH. Es importante destacar que la alteración de parámetros laboratoriales más frecuentemente encontrada, hasta en el 89% de los casos, es la trombocitopenia <100x106/microlitro. Por lo que podríamos suponer que este parámetro puede ser útil en el tamizaje para los pacientes con factores de riesgo para desarrollar CID. Y en aquellos con trombocitopenia y factores de riesgo, se justificaría la toma de TP, INR y Dímero D de forma rutinaria. Cabe destacar que no mencionamos el uso del Fibrinógeno ya que en este estudio solo 7 pacientes (19%) de los pacientes se encontraron con un FBG menor de 100, por lo que junto con la evidencia actual, consideramos de poca utilidad su uso de forma rutinaria. Y sugerimos su uso dirigido en pacientes con puntajes limítrofes. La mayoría de nuestros pacientes presentaron clínicamente datos de CID hemorrágico, lo cual es compatible con lo reportado en la literatura. Esto probablemente se deba al sesgo de diagnóstico en los pacientes críticos que presentan hemorragia no explicada por otras causas. El 32% de nuestros pacientes se encontraron asintomáticos, lo cual explicamos por la alta frecuencia de pacientes oncológicos, en quienes está ampliamente descrita la presentación de CID crónica. La CID es una situación clínica con una alta mortalidad, la reportada en nuestra población es del 48.6%. Dentro de las diferencias encontradas entre los pacientes que murieron y los que sobrevivieron, llaman la atención las diferencias en los scores pronósticos de mortalidad y los días de VMI. Lo cual sugiere que aquellos pacientes que fallecieron desde su ingreso se encontraban en un estado de mayor gravedad, con mayor falla orgánica y requerimientos de VMI. 35 X. Bibliografía 1. 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Resultados IX. Discusión y Conclusiones X. Bibliografía
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