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UNIVERSIDAD NACIONAL
AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Descripción neuropsicológica de la percepción
 visual en el color y la forma geométrica
en pacientes con hemianopsia homónima
TESIS
Que para obtener el título de 
Licenciada en Psicología
Presenta:
DIANA LETICIA SIFUENTES BECERRIL
Directora:
Dra. Maura Jazmín Ramírez Flores
Revisora:
Dra. Itzel Graciela Galán López
Sínodo:
Lic. Asucena Lozano Gutiérrez
Mtra. Azalea Reyes Aguilar
Mtro. Gerardo Ruíz Moncada
MÉXICO D.F. 2016
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
2 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Este trabajo es la culminación de mucho esfuerzo y dedicación, que no pudo haber sido posible por el 
principal apoyo de mi familia, Antonio, Leticia y Mary. Así mismo a mi directora Maura y asesora de 
Itzel que me ayudaron a guiarme en este proceso de aprendizaje. 
Gracias Palomilla por permanecer, es un gusto compartir mi vida con ustedes. Pau, Ilse, Clau y Sandy; 
gracias por ser y estar. 
Agradezco mucho a la gente que tuvo una aparición decisiva en la elección de esta bella profesión, a las 
personas que con su compañía se construyeron momentos inolvidables en el transcurso de la carrera, así 
como a aquellas que al terminar mis estudios me ofrecieron su confianza para trabajar con ellas hombro 
con hombro y construir así nuevos proyectos para el futuro. 
¡GRACIAS TOTALES A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO! 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
CONTENDIO 
RESUMEN ........................................................................................................ 5 
ANTECEDENTES TEÓRICOS ..................................................................... 7 
1. SENSACIÓN Y PERCEPCIÓN .......................................................................................................................... 7 
1.1 Percepción visual................................................................................................................................. 8 
2. LA LUZ, EL ESTÍMULO BÁSICO DE LA PERCEPCIÓN VISUAL .......................................................................... 9 
3. BASES ANATÓMICAS Y FISIOLÓGICAS DE LA PERCEPCIÓN DEL ESTÍMULO LUMINOSO ................................ 12 
3.1 Anatomía y fisiología de la visión ...................................................................................................... 12 
3.1.1 Movimientos oculares ..................................................................................................................... 21 
3.2.1 Vías pregeniculadas ........................................................................................................................ 22 
3.2.2 Vías visuales postgeniculadas ........................................................................................................ 24 
3.2.2.1 Vías P, M, y K, vías previas al análisis cortical .......................................................................... 27 
4. LÓBULO OCCIPITAL, ANÁLISIS CORTICAL Y EL PRINCIPIO DE LA PERCEPCIÓN VISUAL ............................... 29 
4.1 División de la corteza occipital ......................................................................................................... 30 
4.2 Percepción cortical del color ........................................................................................................... 38 
4.3 Percepción cortical de las figuras geométricas ................................................................................ 40 
5. PROCESOS NEUROPSICOLÓGICOS DE LA VISIÓN ......................................................................................... 45 
5.1 Vías del “Qué” y “Dónde” ............................................................................................................... 45 
5.2 Lesiones en vía ventral, agnosias visuales ........................................................................................ 49 
5.3 Lesiones en las vías dorsales, agnosias espaciales .......................................................................... 52 
6. LESIONES EN LA ARTERIA CEREBRAL POSTERIOR. INFARTO Y MALFORMACIÓN ARTERIOVENOSA ............. 55 
6.1 Hemianopsia homónima, problema de percepción visual ................................................................. 58 
6.2 Percepción de color y forma geométrica en la hemianopsia homónima ........................................... 62 
JUSTIFICACIÓN Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................ 66 
MÉTODO ........................................................................................................ 67 
OBJETIVOS ..................................................................................................................................................... 67 
HIPÓTESIS ..................................................................................................................................................... 67 
DEFINICIÓN DE VARIABLES ............................................................................................................................. 68 
TIPO Y DISEÑO DE ESTUDIO ............................................................................................................................ 68 
MUESTRA ....................................................................................................................................................... 69 
INSTRUMENTOS .............................................................................................................................................. 70 
PROCEDIMIENTO............................................................................................................................................ 79 
ANÁLISIS ESTADÍSTICO .................................................................................................................................... 82 
RESULTADOS ............................................................................................... 84 
DISCUSIÓN .................................................................................................. 106 
DIFERENCIAS PERCEPTUALES EN COLOR Y FORMA GEOMÉTRICA EN PERSONAS CON HH Y SIN HH ................... 107 
CALIDAD DE FUNCIONALIDAD VISUAL EN PACIENTES CON HH ....................................................................... 112 
RELACIÓN ENTRE PARÁMETROS DE LA PRUEBA BORB Y PARÁMETROS DE LA PRUEBA DE PERCEPCIÓN DE FIGURAS 
GEOMÉTRICAS REALIZADA............................................................................................................................. 113 
CONCLUSIONES ........................................................................................ 114 
4 
 
SUGERENCIAS ........................................................................................... 115 
APORTACIONES Y LIMITACIONES .................................................... 116 
REFERENCIAS ........................................................................................... 117 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
RESUMEN 
La percepción visual es el producto psicológico que implica el significado, las 
relaciones, el contexto, el juicio y la memoria; cuando esta se encuentra alterada la realidad 
puede cambiar, como en las personas con diagnóstico de hemianopsia homónima (HH). 
Esta condición de vida consiste enla pérdida de la visión de una mitad del campo visual, lo 
que resulta en la alteración del movimiento ocular, lectura y desviación de la línea media; 
sin embargo dependiendo de la ubicación de la lesión se podrían presentar problemas de 
tipo perceptual en estímulos visuales básicos, como forma geométrica o color, hasta en 
estímulos complejos como rostros. Por lo que el objetivo de la presente investigación es el 
describir la percepción de estímulos visuales básicos como la forma geométrica y el color 
en pacientes con HH por etiología isquémica o por malformación arteriovenosa, así como 
comparar el desempeño perceptual de los pacientes con participantes control. Se obtuvo 
una muestra de 20 adultos, 10 participantes control y 10 participantes con HH. Se diseñaron 
pruebas específicas para la exploración de la percepción visual en cuanto a saturación de 
color y tamaño de formas geométricas. Los resultados muestran diferencias significativas 
en la percepción visual de la figura geométrica entre los participantes con HH y sin HH en 
la discriminación jerárquica de los tamaños y en la organización espacial. En la percepción 
de color, por el contario, no se obtuvieron diferencias significativas entre los participantes, 
exceptuando la organización en grados de saturación del color azul, donde el grupo con 
HH obtuvo mayores errores. Así mismo se mostraron diferencias en el tiempo de resolución 
de todas las tareas, ya que los participantes con HH invirtieron el doble de tiempo que los 
participantes sanos. En conclusión, los pacientes con HH presentaron mayores deficiencias 
en la organización espacial y jerárquica de tamaños, así como mayor tiempo de resolución 
6 
 
en tareas de búsqueda de estímulos. Estas deficiencias observadas en los pacientes 
provocan una baja calidad de funcionalidad visual con altos grados de dependencia para 
realizar sus actividades diarias. 
 
Palabras clave: hemianopsia homónima, color, forma geométrica, percepción 
visual. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
ANTECEDENTES TEÓRICOS 
1. Sensación y Percepción 
El concepto de sensación como objeto de estudio fue elaborado por primera vez por 
Charles Bell en 1811 y François Magendie entre 1811 y 1822, demostrando que las 
funciones sensoriales estaban mediadas por un conjunto de nervios que eran diferentes a los 
que se encargaban de las funciones motoras. Actualmente se conceptualiza la sensación 
como el proceso inicial de detección y codificación de la energía ambiental, es decir es el 
contacto inicial entre el organismo y su ambiente. En sí las sensaciones se refieren a ciertas 
experiencias inmediatas, fundamentales y directas, se relacionan con la conciencia sobre las 
cualidades y atributos vinculados con el ambiente, que generalmente se producen a partir de 
estímulos físicos simples y aislados. En la producción de la sensación intervienen los 
siguientes elementos (Urtiba-Vicario, 1999; Luna & Tudela, 2006; Schiffman, 2004): 
a) El estímulo, es la energía específica para cada tipo de sensación. 
b) Los receptores, son elementos para captar las modificaciones del entorno, estos 
están situados en la periferia. Así mismo se utiliza este término para referirse a las 
proteínas que fijan neurotransmisores, hormonas y otras sustancias, como una 
primera etapa en la iniciación de las respuestas fisiológicas específicas. 
c) Las fibras nerviosas aferentes, ubicadas en el nervio periférico y en la médula 
espinal. 
d) El tálamo, estructura subcortical la cual es utilizada como “estación de relevo” de 
los impulsos nerviosos en curso hasta la corteza cerebral. 
8 
 
e) Las áreas sensitivas receptoras de la corteza cerebral conectadas con diversas áreas 
de asociación, donde el impulso se interpreta y puede almacenarse en forma de 
memoria. 
Por otro lado, el concepto de percepción es diferente y tardó más tiempo en definirse. El 
filósofo inglés Thomas Reid fue uno de los primeros teóricos que conceptualizó el término 
“percepción”, este incluye dos elementos que no estaban presentes en la sensación; el 
primero era una concepción del objeto y el segundo era una convicción de la existencia del 
objeto. Actualmente el concepto de percepción se refiere al producto de procesos 
psicológicos en los que están implicados el significado, las relaciones, el contexto, el juicio 
y la memoria. Según la fisiología actual, la percepción es el resultado de la integración 
intracerebral de los impulsos nerviosos que provienen de los órganos de los sentidos, lo que 
permite al organismo adaptar su comportamiento en función de las modificaciones del 
ambiente (Urtiba-Vicario, 1999; Luna & Tudela, 2006; Schiffman, 2004). 
En resumen, la percepción a diferencia de la sensación no está determinada 
exclusivamente por los impulsos sensoriales, sino que depende de la estructura de las 
actividades del sistema nervioso central (Urtiba-Vicario, 1999). 
1.1 Percepción visual 
Es la elaboración de una descripción simbólica del mundo físico a partir del patrón de 
luz reflejada por los diferentes elementos que lo componen (Ortíz, 2007): 
a) Luminosidad: la respuesta del sistema visual a la cantidad (intensidad) de la luz 
emitida o reflejada por un objeto. 
9 
 
b) Visión de color: la respuesta del sistema visual a los rayos de las ondas de luz 
emitidas o reflejadas por los objetos. 
c) Límites visuales: la respuesta del sistema visual a la distribución espacial de la luz, 
centrándose en los límites espaciales de los objetos, márgenes y perímetro. 
d) Contraste: la respuesta visual de la interacción de la luminosidad y límites. 
Los cuales son percibidos dentro de una “constancia perceptual” (Ortíz, 2007): 
a) Constancia de tamaño: si un objeto se aleja de nosotros, la imagen empequeñece. 
b) Constancia de forma: si la perspectiva de un objeto cambia, la proyección de su 
forma cambia, la percepción de la forma no. 
c) Constancia de color: si cambian las condiciones de iluminación, la composición 
espectral de la superficie cambia, pero no se percibe un cambio de coloración de las 
mismas. 
2. La luz, el estímulo básico de la percepción visual 
La luz es una forma de energía electromagnética radiante, denominados fotones, la cual 
es medida por quantums (cuanto); la cantidad de fotones emitidos determina la intensidad 
de energía que es radiada. Por lo que la luz es descrita por su longitud de onda e intensidad 
(Schiffman, 2004). 
Longitud de onda 
Alude a la distancia física de un solo ciclo de onda medido de un pico a otro. El 
efecto subjetivo de las diferentes longitudes de onda es la percepción de diferentes colores 
(matices). Al considerar la luz como onda permite relacionarla con el espectro 
10 
 
electromagnético, este comprende longitudes de onda desde 10-14 (nm) nanómetros hasta 
los 108 nm. Las longitudes de onda corta (10-14 nm a 10-7 nm) comprenden las ondas 
gamma, rayos X y rayos ultravioleta; las longitudes de onda larga (10-2 nm a 105 nm) ubican 
a los circuitos de corriente alterna (energía eléctrica) y a las ondas de radio. En condiciones 
normales el ojo humano percibe un espectro visible entre los 300nm y 760 nm, este rango 
constituye una septuagésima parte del espectro total; la razón de que se perciba solamente 
una limitada porción del espectro tal vez se deba a la filtración de la luz por la capa de 
ozono (15 millas por encima de la Tierra), de modo que el 80% de la energía solar que llega 
a la Tierra se encuentra entre los 300nm y 1100nm. Dentro del espectro visible de luz al 
que el ojo humano responde, se encuentran las ondas de longitudes cortas, que presentan 
una apariencia violeta (400nm) o azuladas (480 nm), mientras que las longitudes de onda 
larga tendrán un aspecto anaranjado (610 nm) o rojo (700nm); otros colores como el verde 
(540 nm) o el amarillo (580 nm) ocupan posiciones intermedias. Estas longitudes de onda 
se representan en la figura 1 (Luna y Tudela, 2006;Schiffman, 2004). 
 
11 
 
 
Figura 1. Espectro electromagnético (Díaz-Ramón, 2014) 
Intensidad 
Es la cantidad radiante que contiene la fuente luminosa. El efecto psicológico que 
ejerce la intensidad en el observador se llama brillantez. Sin embargo la diferencia entre 
intensidad y brillantez, es que la primera hace referencia a la estimulación física, es decir 
una propiedad física de la luz, y la segunda a su efecto psicológico correspondiente. La 
medición de la intensidad de un estímulo luminoso requiere tomar los siguientes aspectos 
(Schiffman, 2004): 
a. Radiancia: es la cantidad de luz proveniente de una fuente luminosa. 
b. Iluminancia: cantidad de luz que incide sobre una superficie. 
c. Luminancia: cantidad de luz reflejada en una superficie iluminada. 
12 
 
3. Bases anatómicas y fisiológicas de la percepción del estímulo luminoso 
3.1 Anatomía y fisiología de la visión 
Cuando la luz incide en el ojo diferentes procesos neurales comienzan, convirtiendo el 
impulso neural en una imagen que es procesada dentro de la corteza cerebral. A 
continuación se describirán los componentes estructurales del ojo, ilustrando sus estructuras 
en la figura 2 (Schiffman, 2004; Valadéz-Rodríguez, 2006; Waxman, 2011). 
a) Globo ocular: es una cavidad protectora del cráneo, con forma globular de cerca de 
20mm de diámetro. 
b) Esclerótica: es una cubierta blanca opaca y resistente de aproximadamente 1mm de 
grosor que envuelve la parte exterior del globo ocular. 
c) Córnea: es una membrana translúcida que se ubica en la parte delantera del ojo. En 
la córnea pasan los rayos de luz que son reflejados. 
d) Coroide: es una segunda capa del globo ocular ligada a la esclerótica de 0.2mm de 
grosor y que consta de vasos sanguíneos que ofrecen una fuente importante de 
nutrientes para el ojo. Así mismo esta permite la absorción de la luz, reduciendo los 
reflejos del globo ocular, que podrían provocar que la imagen se tornara borrosa. 
e) Iris: se ubica en la coroides formando un disco concéntrico de color, este disco 
regula la cantidad de luz que entra al ojo, produciendo fenómenos de midriasis 
(dilatación) o miosis (contracción) en el tamaño de la pupila. Las condiciones 
generales de iluminación es reflexiva, si se proyecta una luz brillante en el ojo se 
produce el reflejo de Whytt (identificado por el fisiólogo Robert Whytt en 1751); 
que es la contracción inmediata de la pupila en respuesta a una luz brillante. Este 
13 
 
reflejo tiene un valor de diagnóstico neurológico importante, la incapacidad de 
demostrar el reflejo de Whytt podría indicar una lesión neural. 
f) Cristalino: está formado por dos capas, el humor acuoso y humor vítreo. El humor 
acuoso lleva los nutrientes a la córnea y al cristalino; mientras que el humor vítreo, 
ayuda a mantener la forma esférica del globo ocular. El cristalino cambia de forma 
para poder integrar imágenes sobre la retina, enfocando los objetos realizando el 
fenómeno de acomodación. 
I. Músculos ciliares: es un conjunto de músculos unidos al cristalino por 
ligamentos (fibras de la zónula) que controlan la curvatura de este, la cual 
varía dependiendo de la distancia del objeto enfocado. 
g) Retina: es la parte posterior del globo ocular, cubre cerca de 200° del interior de 
este, en ella están contenidos células nerviosas y los receptores fotosensibles que 
absorben energía luminosa y la transforman en actividad neural. La retina se 
encuentra organizada en 10 capas, contiene dos tipos de fotorreceptores (bastones y 
conos) y cuatro tipos de neuronas (células bipolar, células ganglionares, células 
horizontales y células amacrinas). 
14 
 
 
Figura 2. Estructuras anatómicas del ojo externo e interno (The University of Chicago Medical 
Center, 2015; Biodigital human, 2015). 
 
Receptores fotosensibles 
 Los conos son fotorreceptores al color, responsables de la visión diurna y de la 
máxima agudeza visual. Cada cono contiene tres clases de fotopigmentos especializados en 
diferentes ondas de luz; cada una de estas es analizada mediante un fotopigmento llamado 
iodopsina, al recibir el estímulo de luz, una cascada de eventos moleculares activan una 
15 
 
proteína G que cierra los canales de sodio, lo cual produce hiperpolarización de los conos 
que dependerá de tres diferentes tipos de longitud de onda: 
a) Frecuencias bajas 565 nm (color rojo). 
b) Frecuencias intermedias 535 nm (color verde). 
c) Frecuencias altas de 440 nm (color azul). 
Así mismo se cuenta con otro fotoreceptor, conocido como bastones, estos son 
sensibles a bajos niveles de luz y proporcionan la estimulación visual cuando la 
iluminación es baja. El pigmento dentro de los bastones es la rodopsina, un receptor 
especializado de membrana que se enlaza con proteínas G, al igual que los conos, realiza 
una acción en cadena para mantener hiperpolarizado al receptor (Valadéz-Rodríguez, 2006; 
Waxman, 2011). 
La distribución de los fotorreceptores permite establecer dos áreas funcionales, la retina 
central y la retina periférica. La retina central se refiere a la porción localizada a 3mm 
lateralmente a la salida del nervio óptico, denominada fóvea centralis o fosa central. Esta 
capa contiene exclusivamente conos y en ella captan los detalles finos de una imagen, por 
lo que se considera el sitio con mayor agudeza visual. Por otro lado, la retina periférica 
contiene escasos conos y abundante cantidad de bastones encargados de la captación visual 
con poca iluminación, cuando un objeto se desplaza en el campo visual, activa 
secuencialmente a los bastones, dicha activación es interpretada como sensación de 
movimiento (Valadez-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014; Valadéz-Rodríguez, 
2006; Waxman, 2011; Carlson, 2006). 
16 
 
En forma de resumen se muestra en la Tabla 1 la funcionalidad y localización de los 
distintos fotorreceptores, así como una ilustración de los fotorreceptores en la figuras 3. 
Tabla 1. Características de fotorreceptores 
(Valadéz-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014) 
 
 
 SISTEMA DE 
BASTONES 
SISTEMA DE CONOS 
 
 
Función 
Posee mejor desempeño 
funcional en luz de noche o 
tenue. 
La visión de detalles es 
pobre. 
No distingue colores. 
Posee un mejor desempeño 
funcional con luz de día o 
con mucha iluminación. 
La visión de detalles es 
buena 
Distingue colores 
Localización Retina periférica Retina central o fóvea 
 
Campo receptivo 
Grande, debido a la 
convergencia de células 
ganglionares; la cual 
contribuye a la sensibilidad 
a la luz 
Pequeña, solo algunos conos 
convergen en algunas 
células ganglionares; la cual 
contribuyen a la visión de 
detalles. 
17 
 
Figura 3. Dibujo de fotorreceptores en la retina de bastones y conos (Valadéz-Rodríguez & Granados-
Domínguez, 2014) 
 
Células bipolares 
Posteriormente las señales de los fotorreceptores son procesadas mediante neuronas 
intermedias conocidas como las células bipolares, estas conectan la capa profunda y la capa 
superficial de la retina. Se conocen tres variedades de células bipolares (Carlson, 2006; 
Valadéz-Rodríguez, 2006). 
a) Células bipolares de los bastones, conectan solamente con esférulas de bastones. 
b) Conos de células bipolares enanas, conectan con un solo pedículo de un cono. 
c) Aplanadas, conectan con muchos pedículos de diferentes conos. 
 
 
18 
 
Células ganglionares 
Las neuronas bipolares conectan con las células ganglionares. Los axones de estas 
neuronas forman el nervio óptico, quiasma y tracto óptico, encargados de transmitir la 
información a la corteza cerebral. Así mismo existen en la retina células horizontales y 
amacrinas; estas transmiten la información en dirección paralela a la superficie de la retina, 
combinando así mensajes de fotorreceptores adyacentes (Valadez-Rodríguez & Granados-
Domínguez, 2014; Carlson, 2006). 
Las células ganglionares se clasifican en tres (Valadez-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014): 
a) Células X, ubicadas en la mácula lútea y se caracterizan por producir descargas 
tónicas; sus axones llamados fibras maculares realizan sinapsis con las neuronas de 
los seis estratos de la región dorsal y central del cuerpo genicualdo lateral del 
tálamo, así mismo sinaptan con neuronas del área pretectal constituyendo la porción 
aferente de los reflejos pupilares y de la acomodación. 
b) Células Y, se encuentran distribuidas en toda la retina periférica y están ausentes en 
la región macular, se ramifican en la capa plexiforme interna donde establecen 
sinapsis con los axones de las células bipolares de los bastones y con ramificaciones 
de las células amacrinas. Son altamente sensibles a variaciones de la intensidad de 
la luz y al movimiento. Producen descargas que sinaptan con las neuronas de las 
seis capas de las porciones laterales y mediales del cuerpo geniculado para finalizar 
en el colículo superior mesencefálico. Las células X y Y son responsables de la 
capacidad discriminatoria visual. 
19 
 
c) Células W, son conocidas como células ganglionares difusas o polisinápticas debido 
a que realizan cientos de contactos sinápticos con los axones de las células bipolares 
planas que previamente sinaptan con conos y bastones, por lo que recibe impulsos 
de ambos tipos de receptores. Estas células no contribuyen en apariencia a la forma 
de las vías ópticas geniculadas, pues sus axones son enviados solamente al colículo 
y al área pretectal, por lo cual están relacionados a los fenómenos reflejos ante 
estímulos luminosos. 
Células horizontales y amacrinas 
Estas células son del tipo monopolar; las de tipo horizontal constituyen una malla 
horizontal al eje serial de los contactos celulares retinianos con estrechas comunicaciones 
sinápticas tanto con los conos como los bastones. Las células amacrinas son neuronas sin 
axón o unipolares clásicas, se localizan en las porciones superficiales de la capa granulosa 
interna (Valadéz-Rodríguez, 2006). 
 En forma de resumen se clasifica a continuación los diferentes tipos de células de la 
retina en la tabla 2; así como esquemas de la organización retiniana en la figura 4. 
Tabla 2. Tipo de células de la retina 
TIPO DE CÉLULA CARACTERÍSTICAS CELULARES 
Monopolares Células horizontales 
Células amacrinas 
 
Bipolares 
Conos 
Bastones 
Células aplanadas 
20 
 
 
Ganglionares 
Células X o enanas de la retina 
Células Y 
Células W 
(Valadéz-Rodríguez, 2006) 
 
 
Figura 4. Diagrama simple de la organización de la retina. Estructura histológica de la retina. El lado 
izquierdo representa las 10 capas tradicionales. A la derecha los componentes celulares sinápticos. EP= 
Epitelio pigmentario; CCB=Capa de conos y bastones; MLE= Membrana limitante externa; CNE= Capa 
nuclear externa; CPE= Capa plexiforme externa; CNI= Capa nuclear interna; CPI= Capa plexiforme interna; 
CCG= Capa de las células ganglionares; CFNO= Capa de las fibras del nervio óptico; MLI= Membrana 
limitante interna. 1= Vasos coroideos, 2= Epitelio pigmentario, 3= Segmentos externos de los receptores de 
conos y bastones, 4= Núcleos y extremos proximales de los receptores, 5= Zona sináptica de los receptores 
con las células bipolares y horizontales, 6= Cuerpos de células bipolares, 7= Células amacrinas, 8= Zona 
sináptica de la células bipolares, ganglionares y amacrinas, 9= Cuerpos de las células ganglionares, 10= 
Fibras del nervio óptico (Valadéz-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014). 
. 
 
21 
 
3.1.1 Movimientos oculares 
Los movimientos oculares son de tipo reflejo y voluntario, controlados por 
conexiones complejas y organizadas del sistema nervioso central que involucran áreas 
corticales. Los movimientos de cada ojo están regidos por la acción coordinada de seis 
músculos, los cuales inervan el nervio oculomotor (III), el troclear (IV) y el abducens (VI). 
El músculo elevador del párpado superior, es extraocular, debido a que no participa en el 
movimiento ocular. Todos los músculos estriados extrínsecos, se originan en los huesos de 
las órbitas y se insertan en la escalera del bulbo ocular (Rocio-García, 1998). En la tabla 3 
se explica la inervación a cada músculo por cada nervio craneal, así como su 
funcionamiento; la figura 5 muestra la ubicación anatómica de cada músculo. 
Tabla 3. Músculos oculares 
MÚSCULOS INERVACIÓN POR 
NERVIO CRANEAL 
FUNCIÓN-
MOVIMIENTO 
Recto medial III (Nervio oculomotor) Aducción o aproximación 
gira el ojo hacia el lado 
nasal 
Recto lateral VI (Nervio abducens) Abducción o separación, 
gira el ojo hacia el lado 
temporal 
Rectos superiores III (Nervio oculomotor) Aproximación y rotación 
interna 
Rectos inferiores III (Nervio oculomotor) Depresión, aproximación 
y rotación interna 
Oblicuo superior IV (Nervio troclear) Rotación interna, 
depresión y separación 
Oblicuo inferior III (Nervio oculomotor) Rotación interna, 
elevación y separación 
Rectos superiores, Dirigen los ojos hacia el 
22 
 
oblicuos inferiores y 
rectos mediales 
horizonte al mirar un 
objeto a 60cm arriba y a la 
línea media. 
Los 12 músculos en 
reposo 
 Mirar hacia el frente, a un 
objeto en el horizonte. 
(Rocío-García, 1998) 
 
Figura 5. Músculos oculares, en vista lateral del ojo (Dreamstime, 2015). 
3.2.1 Vías pregeniculadas 
Es un conjunto de vías que abarcan estructuras anteriores al tálamo, en específico al 
núcleo genicualdo lateral (NGL); estas son el nervio, quiasma y tracto óptico. Estas se 
ilustran en la figura 6 (Schiffman, 2004; Valadez-Rodríguez & Granados-Domínguez, 
2014): 
a) Nervio óptico: es el producto de la unión de las fibras de las células ganglionares 
de la retina. Surgen en la superficie posterior del bulbo ocular siguiendo un 
trayecto hacia la cavidad orbitaria hasta alcanzar el canal óptico. La lesión total del 
23 
 
nervio óptico puede provocar ceguera en el ojo ipsilateral del nervio lesionado, a 
esta entidad se le conoce como amaurosis. 
b) Quiasma óptico: al penetrar la cavidad craneal, ambos nervios ópticos se 
encuentran muy próximos entre sí y terminan por fusionarse en la línea media 
formando el quiasma óptico. Este está formado por las fibras retinianas de las 
mitades nasales de ambos ojos, por lo que conducen estímulos visuales de ambos 
hemicampos temporales. De los bordes posterolaterales del quiasma se originan las 
cintillas o tractos ópticos. Dada la cercanía que el quiasma mantiene con la 
glándula hipófisis, los tumores de la glándula fácilmente pueden comprimir al 
quiasma produciendo hemianopsia. 
c) Tracto óptico: cada tracto es la suma de fibras de la mitad temporal de la retina del 
ojo del mismo lado y la mitad nasal del lado opuesto, por lo tanto cada tracto 
óptico conduce impulsos nerviosos con información visual de los hemicampos 
homónimos contralaterales. La lesión de alguno de los tractos ópticos produce 
ceguera en el campo nasal ipsilateral del tracto lesionado y en el campo temporal 
del ojo contralateral, lo que ocasiona hemianopsia homónima. 
 
24 
 
Figura 6. Vías pregeniculadas y postgeniculadas. La vía anterior al Cuerpo geniculado lateral es vía 
pregeniculada; la vía posterior al Cuerpo genicualdo lateral es vía postgeniculada (Biodigital 
human, 2015). 
 
3.2.2 Vías visuales postgeniculadas 
 Es aquella vía que recorre a partir del tálamo, el NGL y la corteza occipital. 
Ilustradas en la figura 7. 
a) Núcleo genicualdo lateral (NGL): este núcleo lo conforman seis estratos 
conformados por 2 capas ventrales de largas células, llamadas capas M o 
magnocelulares y 4 capas ventrales de pequeñas células, conocidas como capas P o 
parvocelulares; estas se describirán con mayor detenimiento en el capítulo siguiente. 
En estas subdivisiones, las fibras retinianas se separan de forma que aquellas 
provenientes del ojo contralateral al NGL terminan en las capas 2,3 y 5 mientras 
25 
 
que las del ojo ipsilateral terminan en las capas 1,4 y 6. La ilustración de las capas 
del NGL se aprecian en la figura 9. Tradicionalmente se consideraba que el NGL 
enviaba proyecciones exclusivamente al área visual primaria (V1) ó 17 de 
Brodmann, sin embargo actualmente se acepta que las fibras geniculadas también 
presentan proyecciones a la corteza pre-estriada (áreas 18y 19 de Brodmann), al 
núcleo pulvinar talámico y al colículo superior mescencéfalico. Funcionalmente, el 
NGL se encarga de realizar un primer análisis de la información visual mediante la 
discriminación del movimiento y de algunos componentes de la luz como el color 
(Valadez-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014; Daw, 2006; Carlson, 2006; 
Baars & Gage, 2010). 
 
 
26 
 
 
 
Figura 7. Vía postgeniculada. Representación de fenómeno anatomofuncional de la retinotopía. 
(Valadéz-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014) 
 
 
b) Núcleo pulvinar talámico: este recibe conexiones aferentes del NGL y se 
interconecta con varias estructuras, la corteza visual primaria y secundaria, la 
corteza temporal superior, corteza auditiva primaria y secundaria (área 41, 42 y 22 
de Brodmann), el lóbulo parietal inferior y áreas de asociación terciarias en los giros 
angular y supramarginal (área TPO). Por la gran variedad de conexiones, el núcleo 
pulvinar participa en fenómenos visuoperceptuales de alto nivel jerárquico como la 
elaboración primaria de las imágenes visuales, el reconocimiento de las distancias 
absolutas y relativas y las representaciones corpóreo-espaciales (Valadéz-
Rodríguez, 2006; Valadez-Rodríguez & Granados Domínguez, 2014). 
27 
 
3.2.2.1 Vías P, M, y K, vías previas al análisis cortical 
Como se mencionó anteriormente las vías corticales visuales tiene sus 
respectivos orígenes en dos clases diferentes de células ganglionares y bipolares 
retinianas, las del tipo M (magnocelulares), P (parvocelulares) y K (koniocelulares), 
las cuales serán explicadas a continuación e ilustradas en la figura 8. 
 
a) La vía P tiene su origen en las células bipolares enanas, para posteriormente 
transmitir la información visual por medio de las células ganglionares, las cuales 
envían información a las capas P del NGL que a su vez proyecta sobre la capa 
4Cβ de la corteza visual primaria. Esta vía posee una velocidad de conducción 
lenta y reaccionan de forma continua sostenida; así mismo cuenta con pequeños 
campos receptivos centro-periferia que en consecuencia reaccionan a detalles 
precisos y finos de estimulación estacionarios. Las células P están relacionadas 
con la fóvea, así como con la visión de forma y color, principalmente en el 
envió de la información de color (Luna & Tudela, 2006; Schiffman, 2004; Zeki, 
1995). 
b) La vía M, tiene su origen en las células bipolares difusas que envían su 
información a las células ganglionares parasol, donde estas envían su 
información a las capas magnocelulares del NGL y de ahí proyecta sobre la capa 
4Cα y 4B de la corteza visual primaria. Esta vía posee una velocidad de 
conducción rápida y responden de forma abrupta. Estas células sinaptan con los 
bastones y con algunos conos, por lo que contribuyen muy poco en la función de 
agudeza visual, pero proporciona la principal información de luminosidad 
28 
 
escotópica y fotópica, así como la relación espacial del movimiento de los 
objetos (Luna & Tudela, 2006; Schiffman, 2004; Zeki, 1995). 
c) Vía K, esta vía se origina en las células ganglionares bi-estratificadas, las cuales 
proyectan la información sobre las capas K (situadas entre las células P y M del 
NGL) y desde ahí a las zona de gotas (blobs) en las capas 2 y 3 de la corteza 
visual primaria. Esta vía transmite información oponente relacionada con los 
conos de onda corta, por lo que responde a la codificación del par de colores 
azul-amarillo (Luna & Tudela, 2006; Waxman, 2011). 
Figura 8. Esquema de vías visuales geniculadas a partir de las células ganglionares de la retina 
que integran la vía P para color y forma, la vía M para el movimiento y la vía K para la 
codificación de colores azul-amarillo. (Valadéz-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014). 
 
29 
 
A partir del análisis específico de la información visual que realizan estas vías, se 
constituye la base para contestar “¿Qué es lo que veo?” y “¿Dónde está lo que veo?”. 
Preguntas importantes que hay que resolver para percibir el ambiente. 
4. Lóbulo occipital, análisis cortical y el principio de la percepción visual 
El lóbulo occipital forma el polo posterior del hemisferio cerebral, descansa bajo el 
hueso occipital de la parte posterior del cráneo. En la superficie medial del hemisferio, el 
lóbulo occipital se distingue del lóbulo parietal mediante el surco parieto-occipital. No 
existen surcos o marcas que separen de manera clara la corteza occipital de la corteza 
parietal o temporal dentro de la superficie lateral del hemisferio. Sin embargo dentro del 
análisis cortical de la información visual existen tres áreas que realizan estos procesos; 
estas se ilustran en la figura 9 (Kolb & Whishaw, 2003). 
a) Surco calcarino, contiene la mayoría de la corteza primaria. Divide las mitades 
inferiores y superiores de la corteza visual. 
b) Giro lingual, se encuentra en la superficie ventral del hemisferio. Este giro incluye 
regiones corticales de V2 y VP. 
c) Giro fusiforme, al igual que el giro lingual se ubica en la parte ventral del 
hemisferio. Este giro incluye el área V4. 
30 
 
 
Figura 9. Áreas corticales del análisis de la información visual (Kolb & Whishaw, 2003). 
 
 
4.1 División de la corteza occipital 
La corteza occipital contiene 6 diferentes áreas visuales clasificadas por Korbinian 
Brodmann en la corteza del macaco; estas son V1, V2, V3, V4, MT (conocida como V5) y 
V6, ilustradas en la figura 10. 
 
Figura 10. Áreas funcionales visuales (Valadéz-Rodríguez, 2006) 
 
31 
 
Área visual primaria, V1 
Es el área donde confluyen los impulsos originados de las neuronas del NGL. Los 
estudios metabólicos que emplean la enzima citocromoxidasa han permitido conocer que la 
corteza V1 responde a estímulos de color, líneas y movimiento (Valadéz-Rodríguez & 
Granados-Domínguez, 2014). 
Los pioneros en la investigación de la percepción de los estímulos visuales fueron 
David Hubel y Torsten Wiesel, en 1981 se les galardonó con el premio Nobel de Medicina 
y Fisiología por el descubrimiento de campos receptivos circulares con regiones de 
activación y desactivación concéntricas, mostrando que los campos receptivos visuales 
poseen propiedades lineales. Esto significa que los estímulos primariamente resueltos por la 
corteza son líneas, barras y diversos segmentos rectangulares con bordes definidos. En 
cuanto a los campos receptivos se encontraron que cada uno responde a cierta angulación o 
tipo de estímulo (Schiffman, 2004). 
a) Células simples: responden a una barra de luz (segmento recto, pequeño y 
alargado) o un borde. La barra debe de tener un determinado sitio con cierta 
orientación. Si el ángulo de esta se altera en 15°, la respuesta celular 
disminuye. 
b) Células complejas: los campos receptivos de estas células suelen ser más 
grandes que los de las células simples, así mismo poseen una cierta 
orientación. El estímulo orientado puede presentarse en cualquier parte del 
campo visual, así mismo estas responden al movimiento derecha-izquierda. 
32 
 
c) Células hipercomplejas: posee campos receptivos con sensibilidad óptima al 
movimiento y a estímulos orientados específicamente; pero que responden a 
una determinada longitud, por lo que responden a los cambios en los límites 
de las cosas. Las células hipercomplejas son particularmente útiles para 
detectar puntas, esquinas y bordes. 
Hubel y Wiesel, propusieron una organización funcional que resumía las 
preferencias oculares de orientación. Según Hubel, las seis capas de la corteza están 
organizadas en módulos o hipercolumnas que se distribuyen de formaperpendicular a la 
superficie (Schiffman, 2004). 
Las capas II y III de V1 responden a las diferentes frecuencias del color. Las 
neuronas de esta capa tienden a agruparse formando una especia de diminutas manchas 
redondas que se profundizan adoptando la forma de cilindros abarcando las dos capas (II y 
III); estos grupos están separados por rendijas cuyas células responden a la orientación de 
las líneas, lo cual es la base del reconocimiento de las formas (Valadéz-Rodríguez & 
Granados-Domínguez, 2014). 
Recientemente se han descubierto neuronas que responden a líneas atravesadas y 
derivadas como cruces, esquinas, figuras en “Y” o discontinuidades en la orientación; estas 
fueron encontradas en la corteza visual primaria del gato y del mono. Las respuestas de 
estas células es 3 veces más intensa y con una latencia menor que a la respuesta de una 
barra. Por lo tanto parece natural suponer que los detectores de orientación de barras y de 
líneas cruzadas, son empleadas por la corteza visual primaria para el procesamiento de 
información de las formas (Shevelev, Kamenkovich, & Sharaev, 2003). Dentro de este 
33 
 
reconocimiento Shevelev y colaboradores (2003) proponen que el reconocimiento de 
figuras geométricas formado por líneas rectas de cierto umbral podrían revelar un rol para 
detectar características de segundo orden (esquinas), debido a la comparación de la 
orientación de líneas. Esta hipótesis se confirmó en su estudio, donde figuras sin una parte 
de la línea era reconocidas de manera exitosa, que cuando se omitían ángulos. 
Finalmente, la capa IV de V1 se divide en capa 4A y 4B. Esta última se caracteriza 
por poseer un grupo de neuronas que se agrupan formando “parches” de forma irregular 
que responden al movimiento (Valadéz-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014). 
Área visual V2 
Está situada alrededor de la corteza estriada, es conocida como corteza pre-estriada 
o área V2. Esta se divide en dos, una parte que representa la retina superior (campo visual 
inferior), ubicada en el cuneus, bordeando el labio superior de la cisura calcarina, y la otra 
parte representa la retina inferior (campo visual superior) que se sitúa en la circunvolución 
lingual. Esta última también se conoce como área secundaria pues recibe impulsos de V1 
(directa o de la vía pulvinar), donde las capas II y III agrupan a las neuronas por zonas 
funcionales, clasificando las formas de las líneas en dos categorías, gruesas y delgadas. Las 
líneas gruesas son sensibles al movimiento, mientras que las delgadas al color. Las 
neuronas en las líneas delgadas reciben fibras de las columnas V1 y envían sus axones a V4 
ubicado en el giro fusiforme, una región de transición occipitotemporal en la cara 
inferomedial del hemisferio. Por otro lado las neuronas de los parches de la capa IV B de 
V1, sensibles a movimientos se conectan tanto con las líneas gruesas de V2 como con la 
zona V5 llamada MT y V3. Así mismo se ha reportado la importancia de V2 en su capa 6 
34 
 
para el reconocimiento del objeto, vital para la formación de recuerdos, más no para su 
almacenamiento (Schiffman, 2004; Zequi, 1995; Valadez-Rodríguez & Granados-
Domínguez, 2014; López-Aranda, y otros, 2009). 
Tercer complejo visual (Área visual V3) 
Es una región localizada enfrente de V2 y V5. La expresión “complejo” significa 
que aún existe la controversia de la localización exacta del área V3. Nieuwenhuys y 
colaboradores (2007) divide el área V3 en área dorsal (V3d), dirigida al lóbulo parietal y 
área ventral (V3v, área posterior ventral VP). Adicionalmente de estas subdivisiones, se 
incluye V3A (área accesoria), localizada en la parte dorsal cerca del surco parieto-occipital, 
esta comparte representación en el meridiano vertical con V3d. 
Lui y colaboradores (2006) consideran a V3d parte de una gran área llamada área 
dorsomedial (DM), la cual contiene la representación total del campo visual. Estas neuronas 
responden a un movimiento coherente de largos patrones que cubre grandes porciones del 
campo visual. V3v o VP, posee conexiones débiles provenientes de V1 y conexiones 
fortalecidas de la cortea temporal inferior, la cual cubre una completa porción del campo 
visual (Rosa-Marcello & Tweedale, 2000). 
Se ha llegado a concluir de forma general que la funcionalidad de V3 es igual a la 
de V2, ya que analiza la forma y orientación de los objetos y la relaciona con el 
movimiento. Estos impulsos viajan por la vía M llegando a las capas magnocelulares del 
NGL y de estas a la capa 4B de V1 hacia el área V3 ó V2. (Schiffman, 2004; Zequi, 1995; 
Valadez-Rodríguez & Granados-Domínguez, 2014). 
 
35 
 
Área visual V4 
 Es un área especializada en el procesamiento del color. Recibe un input de la región 
foveal en V1, aunque el más importante proviene de V2. Al igual que V3, V4 posee una 
subdivisión dorsal (V4d) y ventral (V4v). V4d es continua a la parte parafoveal de V3d, así 
como lo es V4v de V3v. Estas dos zonas representan regiones complementarias al campo 
visual, V4v constituye el campo superior y V4d el inferior (Hansen, Kay, & Gallant, 2007; 
Zequi, 1995). Aparte de realizar un análisis del color, también lo desarrolla para la forma, 
debido a que los impulsos pasan por las capas parvocelulares del NGL y proyectan sobre 
las neuronas de las intercolumnas de V1 y las interlineas de V2, para dirigirse al área V4 
para realizar un análisis más elaborado (Valadez-Rodríguez & Granados-Dominguez, 
2014). Zhou & Desimone (2011) describieron características de V4, observando que 
responde a estímulos específicos de color y forma geométrica durante la búsqueda visual. 
Así mismo se ha descrito que V4 proporciona la información sensorial bottom-up acerca de 
las características de los estímulos mientras que el Área Frontal de los Ojos (AFO, Área 8 
de Brodmann) proporcionará una respuesta atencional top-down, dirigiendo a los ojos al 
estímulo con las características procesadas por V4. Estos investigadores proponen a V4 
como un área que guía los movimientos oculares en la búsqueda de los estímulos. 
Área V5 o MT (Temporal media) 
Oculta en la cisura temporal superior, en la parte anterior del complejo V4 se ubica 
V5. Es un área especializada en el análisis del movimiento, que recibe un input directo de 
V1, tanto en la zona anterior como en la inferior (Schiffman, 2004; Zequi, 1995). 
 
36 
 
Área V6 
 Ubicada en la parte dorsal del surco parieto-occipital, V6 posee un rol importante 
en la ubicación visoespacial, para monitorear el movimiento ocular y modular el 
movimiento egocéntrico, esto se realiza mediante la extracción de pistas visuales para 
representar el auto- movimiento, así como las claves de posición del movimiento global de 
los objetos (Cardin, Sherrington, Hemsworth, & Smith, 2012). De la misma forma Pitzalis 
y colaboradores (2012) descubrieron que esta área era fuertemente activada durante 
movimientos de señalización o alcance de objetos. 
Nomenclatura de áreas de Brodmann occipitales 
a) Área 17: ubicada en los bordes superior e inferior del surco calcarino hasta 
extenderse hasta el polo occipital. Corresponde a la corteza visual primaria (V1) 
siendo la zona donde finaliza las radiaciones ópticas procedentes del NGL que a su 
vez transmiten la información procedente de los receptores visuales de la retina. El 
grosor de esta corteza es de 1.5 mm, histológicamente es considerada una corteza 
granular. La destrucción bilateral de esta corteza produce ceguera cortical, mientras 
una lesión lateral puede producir hemianopsia homónima del campo visual 
contralateral, metamorfopsia (distorsión de la forma y tamaño del objeto) y pérdida 
de la percepción de profundidad (Portellano, 2005; Valadez-Rodríguez & Granados 
Domínguez, 2014). 
b) Área 18 y 19: son consideradas áreas de asociación secundarias. Constituyen las 
áreas extraestriadas corticales (Portellano, 2005): 
37 
 
i. El área 18se conoce como región paraestriada, relacionada con la síntesis de 
la información visual. Constituida por numerosas fibras interhemisféricas 
que conectan ambos hemisferios. 
ii. El área 19 se encuentra inmediatamente por detrás y por encima del lóbulo 
parietal y temporal respectivamente. Es el lugar de la integración multimodal 
de las informaciones visuales, sistemas auditivos, sensoriales, así como sede 
de la memoria visual junto a las áreas posteriores del lóbulo temporal. 
Como se puede observar ambas áreas tienen el objetivo de integrar la 
información visual, percibir la información visoespacial y del movimiento. En el 
hemisferio izquierdo estas áreas se encargan de interpretar los signos gráficos que 
tienen sentido lingüístico como letras y palabras, dirige funciones cognitivas y 
asociativas; mientras que en el hemisferio derecho interpretan signos no lingüísticos 
como figuras geométricas, es decir procesos de discriminación y de comparación de 
datos sensoriales. La interpretación global, abstracta y lingüística de las imágenes se 
producen gracias a la comunicación de los dos hemisferios por medio de las fibras 
del esplenio del cuerpo calloso (Valadez-Rodríguez & Granados-Dominguéz, 2014; 
Albert, Reches, & Silverberg, 1975). 
 La ubicación espacial de las tres áreas de Brodmann divididas 
citoarquitectónicamente se encuentran ilustradas en la figura 11. 
38 
 
 
Figura 11. Áreas citoarquitectónicas del lóbulo occipital (Publishing, 2015) 
 
4.2 Percepción cortical del color 
 La percepción o la visión del color es la capacidad de percibir y discriminar entre 
las diferentes composiciones de longitudes de onda. El color es una característica viva del 
ambiente, que no sólo especifica un determinado atributo fundamental o cualidad de las 
superficies o de los objetos, sino que también tiene profundos efectos de carácter estético y 
emocional (Prado-Serrano, Camas-Benítez, & Laredo-Mendiola, 2008). 
 El procesamiento del color se divide en dos etapas; en la primera etapa las células 
de los conos se activan mediante combinación de ondas de luz que entran a los ojos, 
obteniendo tres tipos de células (Nijboer, van Zandvoort, van der Smagt, Lemmens, & de 
Haan, 2007): 
 Cortos: S (420 nm). 
39 
 
 Medianos: M (534 nm). 
 Largos: L (564 nm). 
 En la segunda etapa la activación de los conos se combina con la de las células 
ganglionares de la retina produciendo un espacio tridimensional del color oponente. La 
primera dimensión corresponde a la de la luminancia, esta es determinada mediante la suma 
de activación de conos M y L (M+L). La segunda dimensión representa una activación 
diferencial de M y L (M-L), la cual es un proceso básico para distinguir los colores. Y la 
tercera dimensión resulta de la activación de conos de contraste de M y L (S-(M+L). 
Posteriormente se dirigen hacia la vía lateral del NGL para finalizar en la corteza visual 
izquierda, las cuales relacionan y recuperan información de la selectividad al color. En V1 
se realiza una selectividad aproximada del 40%, en V2 del 25% y en V4 del 55% (Witzel 
& Gegenfurtner, 2013; Nijboer, van Zandvoort, van der Smagt, Lemmens, & de Haan, 
2007). 
 En un estudio de Hitoshi y colaboradores (2007), se mostró la superioridad del 
hemisferio derecho en la detección de colores. Las deficiencias en la detección de color se 
encontraron con mayor frecuencia en el campo visual contralateral a una lesión derecha 
postero-occipital, que en las lesiones izquierdas. La ceguera al color ha sido reportada en 
pacientes con daño en el campo visual izquierdo. Sin embargo en cuanto al efecto de 
luminosidad y contrate, no se encontró que el hemisferio derecho contribuyera a la 
detección de estos parámetros. 
40 
 
4.3 Percepción cortical de las figuras geométricas 
La forma es el estudio de figuras rígidas, sus propiedades y su relación entre una y otra. 
Las investigaciones más comunes se refieren a las figuras espaciales, como una esfera o 
unos cubos; y figuras planas, como un círculo, triángulo, cuadrado, rectángulo, rombo y 
elipse entre otras. Las figuras geométricas se encuentran en un plano bidimensional y todo 
lo que nos rodea son formas (Lugo-Mateos, 2013). 
La percepción de formas se fundamenta mediante la psicología de la Gestalt. Esta teoría 
fundamenta a la organización en percibir características globales y coherentes del ambiente 
visual con base en la colocación, localización e interacción de sus partes componentes. Max 
Wertheimer, en base a la traducción de Michael Wertheimer, describió un conjunto de 
principios Gestalt de agrupamiento ilustrado en la figura 12 (Schiffman, 2004; Olvera-
Trejo, 2001; Luna & Tudela, 2006). 
a) Proximidad: los elementos más próximos tienden a agruparse entre sí formando 
unidades perceptivas distintas 
b) Semejanza: los elementos más semejantes tenderán agruparse entre sí. Y la 
conjunción de varias dimensiones llevará a un agrupamiento más o menos potente. 
c) Emergencia: surge cuando se percibe un objeto y le damos una interpretación a 
partir de la información previa que se conoce. 
d) Cierre: las formas cerradas tienden a percibirse con preferencia a las formas 
abiertas. 
e) Buena continuación: se tiende a percibir cambios suaves en la estimulación con 
preferencia a cambios pronunciados 
41 
 
f) Destino común: los elementos que presentan una misma pauta de movimiento se 
percibirán como formando una misma unidad perceptiva, únicamente este concepto 
aplica a elementos en movimiento. 
g) Conectividad uniforme: se refiere a la percepción de una sola unidad cuando los 
elementos que la forman parecen estar conectados físicamente. 
h) Simetría: es la prioridad en el agrupamiento perceptual se asigna a la figura más 
natural, equilibrada y simetría que a la figura asimétrica. 
i) Relación entre figura y fondo o multi-estabilidad: el cerebro no puede interpretar un 
objeto como figura o fondo al mismo tiempo. Depende de la percepción de la 
imagen a observar, se puede dar más de una interpretación. 
j) Invarianza: es el reconocimiento de los objetos independientemente de su posición. 
 
42 
 
 
 
Figura 12. Principios de la teoría de la Gestalt (Braungardt, 2014) 
 
Las áreas corticales encargadas de la percepción del la forma geométrica son: 
a) Complejo occipital lateral (Lateral occipital complex, LOC): localizado en el banco 
lateral del giro fusiforme, en su parte ventral y dorsal. Este responde a la variedad 
de formas y de objetos, especialmente a las que no se encuentran mezcladas o 
43 
 
revueltas, sin embargo esta respuesta no es suficiente para determinar el 
reconocimiento total del objeto. Lesiones en esta zona, dan como resultado una 
variedad de déficits en el reconocimiento de objetos (Baars & Gage, 2010). Estudios 
recientes de Grill-Spector, Kourtzi & Kanwisher (2001) indican que el LOC podría 
contener dos subdivisiones, una caudal-dorsal (LO) y una ventral-anterior en el giro 
fusiforme. LO está situada en la parte posterior de MT en el surco lateral-occipital y 
se extiende al surco inferior-temporal posterior. La parte anterior-ventral de LOC 
(Loa o pFs) está localizada en el giro fusiforme posterior medial, extendiéndose 
también al surco temporal occipital ubicada en el área V4. Esto reveló que la región 
dorsal-caudal (LO) es sensible a la percepción del tamaño y localización de los 
objetos. La ubicación cortical de esta área se ilustra en la figura 13. 
 
Figura 13. Complejo occipito parietal (LOC) (Grill-Spector, Kourtzi, & Kanwisher, 2001) 
 
 
44 
 
b) Área fusiforme de la cara (Fusiform face area, FFA): esta área se localiza en la parte 
lateral del giro fusiforme medial, teniendo una mayor respuesta a los estímulos de la 
forma a la cara humana, que a la de los animales, caricaturas y otra variedad de 
estímulos como manos, cuerpo, ojos, etc (Baars & Gage, 2010).Kanwisher & Yovel 
(2006) descubrieronque 97% de las neuronas en esta región responden a las caras que a 
otra clase de objetos. Esta área se ilustra en la figura 14. 
 
Figura 14. Área fusiforme de la cara (FFA) (Lopera-R, 1998). 
 
c) Área parahipocampal del lugar (Parahippocamal place area, PPA): es un área que se 
ubica en la parte posterior medial del lóbulo temporal, que responde a escenas 
complejas como cuartos, paisajes y calles, la actividad de respuesta no depende de 
objetos discretos, sino de la superficie de la escena en el espacio; por eso el nombre 
de PPA, ya que se realiza un reconocimiento del lugar, ejecuta la relación de la 
información perceptual actual con la de los lugares almacenados anteriormente en la 
45 
 
memoria (Epstein, Harris, Stanley, & Kanwisher, 1999; Baars & Gage, 2010). La 
representación cortical de esta área se ilustra en la figura 15. 
 
Figura 15. Área parahipocampal de lugar (PPA) (Epstein, Harris, Stanley, & Kanwisher, 1999) 
 
5. Procesos neuropsicológicos de la visión 
5.1 Vías del “Qué” y “Dónde” 
El concepto de “vías corticales”, vías del “qué” o ventral y del “dónde” o dorsal fue 
introducido por Ingle y Schneider, donde sugieren que el procesamiento visual es 
segmentado en dos vías subcorticales hacia el mescencéfalo, una vía relaciona la 
localización del estímulo y su orientación, y otra vía responde a la identificación del 
estímulo. Underleider y Mishkin en 1987 propusieron que esta organización de vías 
corticales tiene su origen en V1 (de Hann & Cowey, 2011). 
La vía ventral, como su nombre indica, está situada ventralmente terminando el 
lóbulo temporal. Estas señales se dirigen del área V1 hacia áreas dorsales extraestriadas, 
46 
 
V2, V3 y V4 hacia áreas del lóbulo temporal inferior; esta vía se le conoce como la vía del 
“Qué”, ya que procesa la información del color, forma e identidad del objeto visual. 
Proceso que enfatiza la estabilidad e invariabilidad de las propiedades de los objetos. Su 
lesión causa problemas tales como acromatopsia, agnosia visual general, alexia, 
prosopagnosia y algunas variedades de topografognosia. Esta vía ventral se ilustra en la 
figura 16 (Zequi, 1995; Binkofski & Buxbaum 2013). 
Por otro lado la vía dorsal se encarga de localizar los objetos, por lo que también se 
le conoce como la vía del “Dónde”, corresponde al tracto occipitoparietal dorsolateral e 
inicia sus proyecciones desde el área V1 continua en MT y V3A; áreas importantes para 
dirigir el movimiento y estereoscopía; finaliza esta vía en regiones parietales que incluyen 
el área temporal superior medial (TSM) y área temporal del fundus superior, polisensorial 
temporal superior (PTS), ambas áreas interviene en los movimientos oculares de búsqueda 
y rastreo; las áreas intraparietal ventral (IPV), intraparietal lateral (IPL), intraparietal mesial 
(IPM) e intraparietal anterior (IPA), se encargan de la manipulación del objeto y atención 
visual; así como el área prefrontal inferoparietal de la parte dorsal (Zequi, 1995; Binkofski 
& Buxbaum 2013). 
Lesiones en esta vía afecta los movimientos oculares de búsqueda, realización 
correcta con movimientos de los brazos para alcanzar objetos, velocidad en discriminación, 
percepción de movimiento complejo y la exactitud en codificar el espacio visual, 
akinetopsia, heminegligencia, astereopsis y síndrome de Ballint (Barton, 2010; Baars & 
Gage, 2010). El recorrido de la vía dorsal se ilustra en las figuras 16. 
47 
 
 
Figura 16. Vías ventrales y dorsales. CTI= Corteza temporal inferior. CPP= Corteza parietal posterior (Orbe, 
2011). 
Estudios recientes de Binkofski & Buxbaum (2013) han descubierto que esta vía 
dorsal se divide en dos vías más en la vía dorso-dorsal y dorso ventral: 
a) Procesamiento del objeto en la vía dorso-dorsal: esta vía es la más inmediata o 
directa para la acción de alcance de objetos. El déficit asociado a lesiones de la vía 
dorso-dorsal resulta ataxia óptica (AO), caracterizada por realizar una acción de 
“sobre-alcance” a un objeto que se encuentra en el campo visual periférico. Se 
observó que pacientes con OA activan áreas de regiones parietales superiores y 
occipito-parietales, en el lóbulo parietal superior, surco intraparietal y surco parieto-
occipital. 
b) Procesamiento de la vía ventro-dorsal: esta vía procesa información sensoriomotora 
basada en la representación del objeto. Lesiones en esta vía producen daños de tipo 
cognitivo de representación de la acción que requiere el conocimiento del uso del 
48 
 
objeto. Este déficit se le conoce como apraxia de miembros, caracterizado por un 
déficit en la planeación anticipatoria, como el caso del uso incorrecto de 
herramientas. Se ha observado que lesiones en el área intraparietal lateral interfieren 
en el uso correcto del objeto. 
Por lo tanto existen dos diferentes sistemas de acción: un sistema bilateral especializado 
en acciones que dependen de la estructura del estímulo (tamaño, forma y orientación), 
relacionados al sistema dorso-dorsal. Y un sistema lateralizado izquierdo enfocado a la 
habilidad y funcionalidad del objeto-relacionado con la acción, mediados por la vía ventro-
dorsal (Binkofski & Buxbaum 2013). Estas vías se ilustran en la figura 17. 
 
Figura 17. Esquema de la localización de la vía dorso-dorsal (Rojo) y ventro-dorsal (verde) y vía ventral 
(azul) (Binkofsky y Fink 2005). 
 
49 
 
5.2 Lesiones en vía ventral, agnosias visuales 
Las lesiones corticales en las vías visuales presentarán características específicas 
dependiendo la ubicación del daño. Las lesiones en la vía ventral dan como consecuencia 
agnosias visuales, que consisten en dificultades en el reconocimiento visual del objeto u 
otras categorías relacionadas como personas, objetos o colores, estando suficientemente 
conservada la agudeza visual (Baars & Gage, 2010; Portellano, 2005). 
Dentro de las agnosias visuales se encuentran (Benson, 1989; Ardila & Roselli, 2007; 
Portellano, 2005; Barton, 2010; Unzueta-Arce, et al., 2012): 
a) Acromatopsia: es el defecto de la percepción de colores por lesiones del sistema 
nervioso central en ausencia de enfermedad de la retina. El defecto en la percepción 
del color se puede observar en un hemicampo o en todo el campo visual. La 
acromatopsia conlleva a una pérdida de la corteza asociativa en la porción occipito-
temporal del cerebro, usualmente envuelve al polo occipital. Generalmente este 
desorden de color es usualmente relacionado con una disfunción en el hemisferio 
derecho, sin embargo no se ha sustentado del todo. 
b) Agnosia al color o acromatognosia: este término ha sido sugerido para dos tipos de 
defectos donde el paciente no puede decir el nombre del color cuando se le presenta 
o señalar el color cuando el nombre se le es dado, sin embargo la visión del color 
per se está intacta, demostrando la habilidad de ordenar en grupo los colores de 
forma correcta (relación de colores). El problema no es un daño del lenguaje 
primario, sino un síndrome de alexia occipital comúnmente presentado en la 
hemianopsia homónima derecha. La lesión envuelve las vías sensoriales izquierdas 
50 
 
(produciendo así un defecto visual en campo visual derecho) y el esplenio del 
cuerpo calloso o los tractos que forman el esplenio, que atraviesan la materia blanca 
del hemisferio izquierdo (Geschwind & Fusillo, 1966; citado de Benson 1989). 
Mientras el color es percibido de forma correcta en el hemisferio derecho, esta 
información no puede ser transmitida al hemisferio izquierdo para la interpretación 
lingüística (nominación). 
c) Anomia al color: esta categoría es frecuentemente confundida con agnosia al color, 
ambos son un defecto de nominación de color (Damasio, 1985; citado de Benson 
1989). Sin embargo existen diferencias; ya que en esta patología los pacientes 
fallarán en nombrar los colores pero señalarán de manera correcta el color cuando el 
nombre se les proporcione, al contrario dela agnosia al color. La anomia al color 
está casi siempre asociada con algún tipo de afasia posterior. 
d) Agnosia visual aperceptiva: postulado por Lissaeuer (1889) como un fallo en el 
reconocimiento debido a una distorsión de estímulos a nivel sensorio-perceptual. 
Individuos con agnosia visual perceptiva no pueden copiar, nombrar o reconocer 
objetos visualmente pero los pueden identificar de forma táctil o auditivamente. Así 
mismo no pueden realizar tareas construccionales, copiar dibujos o identificar 
rostros. Sin embargo identifican correctamente el color, intensidad de luz, dirección 
y dimensión del estímulo visual (Benson & Greenberg, 1969; citado de Benson 
1989). La etiología generalmente es por hipoxia, edema cerebral o daño metabólico. 
Muchos investigadores insisten que la agnosia visual perceptiva no es una agnosia 
real, sino un desorden de la vía de representación sensorial. 
e) Agnosia a las formas: poseen problemas para ver figuras o formas geométricas, 
debido a un problema en la representación en las propiedades básicas como 
51 
 
curvatura, superficie y volumen. Algunos autores proponen que este déficit se 
podría deber a una alteración del proceso perceptivo cortical no puramente 
agnósico, por lo que sería más adecuado utilizar el término de “pseudoagnosia 
a las formas”. 
f) Agnosia visual de integración general: los pacientes pueden percibir formas 
elementales pero no las pueden integrar como un todo perceptual. Los pacientes 
realizan interpretaciones de lo que perciben sin poder reconocer el estímulo. Esto es 
consecuencia de un infarto en la corteza occipital o por atrofia cortical posterior. 
g) Agnosia de transformación: se caracteriza por una incapacidad para mantener 
una adecuada constancia del objeto, motivo que dificultaría asociar dos 
imágenes de un mismo estímulo desde diferentes planos de presentación 
visual. 
h) Alexia agnósica: es conocida como alexia óptica, alexia pura o alexia occipital; esta 
es una agnosia visual para las palabras. El paciente puede reconocer letras pero no 
leer palabras, conservando la escritura espontánea, al igual que su capacidad de 
escribir al dictado. La alexia sin agrafia se asocia con hemianopsia, defectos en el 
reconocimiento de los colores (acromatognosia) y simultagnosia. Este déficit es 
asociado a una lesión en el lóbulo occipital izquierdo, en particular la 
circunvolución lingual y el esplenio del cuerpo calloso. 
i) Prosopagnosia: es una forma de agnosia visual específica para rostros familiares, 
donde el paciente debe recurrir a aspectos como la voz o la vestimenta, para 
identificar a alguien. Es un déficit selectivo de la identidad del rostro, aunque se 
puede conservar (no siempre) la capacidad de interpretar otros tipos de información 
52 
 
facial, como la expresión emocional, la edad y el sexo. Existen diferentes variantes 
de prosopagnosia: 
i. Dificultad para el reconocimiento de caras conocidas 
ii. Incapacidad para reconocer el propio rostro ante el espejo, siendo esta de 
mayor gravedad. 
iii. Azoognosia, consistente en la incapacidad para reconocer animales de 
compañía, o distinguir los de una misma especie entre sí. 
iv. Dificultad para reconocer una determinada categoría de objetos, marcas 
comerciales o logotipos previamente conocidos. 
La prosopagnosia causada por lesión del hemisférico derecho es más grave que la 
del lado izquierdo, aunque la gravedad será mayor cuando sea una lesión bihemisférica. Un 
daño occipital derecho impide la percepción de las caras, mientras que la lesión temporal 
derecha, impedirá su memorización. La lesión de áreas posteriores del hemisferio izquierdo 
imposibilitará atribuir un significado semántico a las caras conocidas. 
5.3 Lesiones en las vías dorsales, agnosias espaciales 
Estas agnosias como su nombre lo indica envuelve dificultades espaciales, es la 
incapacidad perceptual para reconocer e integrar la información espacial sin que exista una 
alteración sensorial primaria. Incluye alteraciones en el reconocimiento de la orientación de 
líneas, defectos en la percepción de profundidad, alteraciones en el manejo espacial y fallas 
en la memoria espacial. Lesiones parietales y parieto-occipitales derechas dan como 
resultado este tipo de agnosias (Ardila & Roselli, 2007; Baars & Gage, 2010). 
53 
 
Dentro de las agnosias espapciales se encuentran las siguientes: 
a) Síndrome de Balint: se caracteriza por una deficiencia en la atención espacial, es un 
trastorno de los movimientos oculares voluntarios constituido por tres elementos: 
 
i. Apraxia de la mirada o apraxia oculomotora: es la incapacidad de realizar 
movimientos oculares voluntarios para mantener los ojos fijos en un 
estímulo. Los movimientos oculares se realizan al azar, sin que haya una 
búsqueda determinada. 
ii. Ataxia óptica: es la incapacidad de tomar un objeto, el cual no se debe a un 
defecto motor o sensorial en las extremidades. La mano llega en forma 
imprecisa al objeto, ya que existen problemas para calcular la distancia. 
iii. Defectos en la atención visual: es la incapacidad de prestar atención a 
estímulos novedosos porque la mirada se fija en otro estímulo; por lo que 
impide ver simultáneamente varios estímulos en el mismo campo visual, 
independiente de su tamaño y de la distancia que los separe. 
 
b) Trastornos de la percepción espacial 
i. Localización de estímulos: es la incapacidad de localizar estímulos, el 
paciente no puede determinar diferencias y semejanzas de posición de 
estímulos presentados. Se asocia con lesiones del hemisferio derecho del 
lóbulo parietal. 
ii. Percepción de profundidad: es la incapacidad de estimar distancia y alcanzar 
con la mano objetos presentado en el campo visual (ataxia óptica). Los 
54 
 
pacientes corren el riesgo de ser considerados ciegos, debido a que no 
pueden determinar las distancias entre ellos y los objetos. Esté déficit se 
relaciona a lesiones parieto-occipital bilaterales. 
iii. Orientación de líneas: la orientación visoespacial de líneas muestran una 
preferencia del hemisferio derecho para esta habilidad, y sugiere la 
participación del lóbulo parietal, que desempeña una función integradora 
visual, y del lóbulo frontal que realiza una integración postural. 
 
c) Trastornos en la manipulación espacial o apractoagnosia: es un defecto de 
integración, transformación y uso de la información espacial que no pueden ser 
atribuidos a fallas perceptuales ni de memoria, por lo general se asocia este tipo de 
trastornos a lesiones del hemisferio derecho (Ardila & Roselli, 2007; Benson, 
1989). 
i. Agnosia espacial unilateral o negligencia espacial unilateral: se refiere a la 
falta de respuesta ante estímulos presentados en el campo visual 
contralateral a una lesión, sin que haya una dificultad motora o sensorial 
primaria que la justifique. Este tipo de agnosia es parte de un síndrome 
conocido como de hemi-inatención; quienes lo presentan son incapaces de 
dirigir la atención hacia el lado contralateral a la lesión cerebral, defecto que 
se puede observar tanto en la percepción de estímulos del medio como en la 
percepción de su esquema corporal. 
ii. Pérdida de conceptos topográficos: es la incapacidad de comprender, 
manipular y emplear marcas geográficas externas, asociadas con 
determinada posición espacial. Estas alteraciones se relacionan con lesiones 
55 
 
en la unión parieto-temporo-occipital de ambos hemisferios, en la región 
posterior derecha de la circunvolución parahipocámpica, la cual es clave 
para adquirir información de marcas topográficas (edificios, paisajes, etc.). 
Esta región con la circunvolución lingual y la fusiforme desempeñan un 
papel importante en la identificación de marcas topográficas. 
iii. Amnesia topográfica: se caracteriza por reconocer las señales topográficas, 
pero se olvida su ubicación espacial,es decir, un sujeto puede identificar las 
casas y calles de su vecindario, pero ha olvidado en qué dirección se 
encuentra su casa; ignora su ubicación espacial específica. Esto es difícil 
diferenciar entre amnesia y agnosia topográfica, pues ambas se manifiestan 
como desorientación espacial. Hasta la fecha no se ha identificado con 
exactitud la región anatómica correspondiente a la amnesia topográfica, 
debido a que existe una superposición con las regiones de la agnosia 
topográfica. 
6. Lesiones en la arteria cerebral posterior. Infarto y malformación arteriovenosa 
 La circulación posterior se origina en el par de arterias vertebrales y de la arteria 
basilar, la cual suministra al tálamo, lóbulo occipital, mescencéfalo, cerebelo y el tronco 
cerebral. Las terminaciones de la arteria basilar se encuentran en la cisterna mescencefálica, 
con las ramas perforantes provenientes del diencéfalo, y la bifurcación de las arterias 
cerebrales posteriores (ACP). Las ACP se combinan con las arterias comunicantes 
posteriores (ACoP), las cuales continúan su camino hasta la corteza occipital y temporal 
(Lekic & Chizobam, 2012). La figura 18 ilustra los territorios corticales que ocupa la ACP. 
56 
 
 
Figura 18. Territorios ocupados por la arteria cerebral posterior (ACP) (Valadéz-Rodríguez, 2006). 
 
Infarto cerebral 
Un ictus o infarto cerebral es caracterizado por una aparición rápida de signos 
focales neurológicos con duración mayor a 24 horas o que conducen a la muerte. Esta 
definición incluye un desde el infarto hasta la hemorragia cerebral (Markus, 2012). 
El infarto hemorrágico es aquel que resulta de una interrupción de la integridad de 
los vasos sanguíneos; por malformaciones vasculares, traumas y neoplasmas (Rare & Kahn, 
2012). 
El infarto isquémico posee un porcentaje de ocurrencia del 80%, causada por trombos 
atriales, estenosis carótida o factores genéticos, debido a padecimientos como la 
enfermedad de grandes vasos, pequeños vasos y embolia cardiaca (Markus, 2012). 
En México la principal causa del infarto cerebral es la arteroesclerosis, asociada a 
hipertensión, diabetes, obesidad, aumento de colesterol, triglicéridos y tabaquismo; donde 
57 
 
la mayor incidencia son las personas menores de 50 años (Infartos cerebrales por sobrepeso 
y obesidad, 2013). 
Malformación arteriovenosa 
Las malformaciones vasculares cerebrales o arteriovenosas (MAV) son errores 
congénitos en la morfogénesis vascular originados por disfunciones en el proceso 
embrionario de maduración capilar, que resultan en la malformación de canales arteriales, 
venosos o capilares con o sin la presencia de comunicaciones arteriovenosas directas. De 
manera general estas lesiones constituyen un problema de salud, pues representan entre el 
1% y el 8% de las causas de las enfermedades cerebrovasculares, con una incidencia 
general promedio de 1 caso nuevo por cada 100 000 habitantes cada año, un riesgo de 
hemorragia anual del 2 al 4%, una edad de aparición más temprana y un índice de 
incapacidad por hemorragia próximo al 50% (Fernández-Melo, y otros, 2002). 
Las formas de presentación más comunes de las MAV son: la hemorragia 
intracraneal en un 50%, las convulsiones en un 30%, el déficit neurológico y la cefalea, 
ambos con un 10%; estas pueden aparecer de forma independiente, aunque por lo general 
se presentan de manera combinada (Fernández-Melo R., y otros, 2002; Fernández-Melo R., 
y otros, 2003). 
Estas dos etiologías de daño cerebral la ACP representa el 25% de lesiones 
cerebrales, donde en un 84% de los casos presentará pérdida visual o problemas en la 
percepción visual, dentro de las que se encuentra la hemianopsia homónima, eje central de 
esta investigación. 
58 
 
6.1 Hemianopsia homónima, problema de percepción visual 
Dentro de los pacientes con enfermedades neurológicas existe una prevalencia del 
20% al 40% de presentar alguna afectación en la percepción visual; por lo que esta 
investigación se ubicó hacia el estudio de estos problemas, enfocándose en la hemianopsia 
homónima. La hemianopsia (proviene del tres vocablos del latín, hemi-mitad, a-sin y ópsis-
visión) es la pérdida de la visión de una mitad del campo visual, es la ceguera en la mitad 
del campo visual de uno o ambos ojos (Rocio-García, 1998; Grunda, Marsalek, & 
Sykorova, 2013). 
Existen distintos tipos de hemianopsia según la lesión presentada, estas se ilustran en la 
figura 19 (Olvera-Trejo, 2001; Rocio-García, 1998): 
1. Hemianopsia unilateral: puede ser nasal o temporal en un solo ojo, como 
consecuencia de la lesión parcial del nervio óptico del mismo lado. Este tipo de 
lesión no es común, puesto que es poco probable la lesión parcial del nervio, 
afectando solamente la mitad de las fibras. 
2. Hemianopsia homónima (HH): esta lesión puede ser derecha o izquierda, 
consistiendo en la pérdida de la visión de las mitades homólogas (derechas o 
izquierdas) de ambos campos visuales, como consecuencia de la afectación de las 
fibras nasales de un ojo y de las temporales del ojo contralateral. Debido a la forma 
de separación de las fibras de las vías ópticas, la HH de un lado será causada por 
lesión retroquiasmática del tracto, del tálamo (NGL), de las fibras 
geniculocalcarinas o de la corteza visual primaria. 
3. Hemianopsias heterónimas: 
59 
 
I. Hemianopsia binasal: es un tipo raro de hemianopsia, caracterizada por la 
pérdida de la visión de ambos campos nasales, por lesión de la totalidad de 
las fibras bilaterales temporales. 
II. Hemianopsia bitemporal: es la pérdida de la visón de los campos nasales en 
ambos ojos por afectación de las fibras nasales, a nivel del quiasma óptico. 
 
Figura 19. Esquema que representa las principales afectaciones de las vías geniculocalcarinas en las 
diferentes partes de su tracto marcado con líneas rojas y a la derecha se muestra la deficiencia del campo 
visual. 1= Amaurosis; 2= Hemianopsia temporal; 3= Hemianopsia homónima derecha (sin manifestación de 
problemas perceptuales cognitivos); 4= Cuadrantanopsia homónima superior derecha; 5= Hemianopsia 
homónima derecha (con manifestación de problemas perceptuales cognitivos); 6= Cuadrantanopsia 
homónima superior derecha (con manifestación de problemas perceptuales cognitivos) (Valadéz-Rodríguez & 
Granados-Domínguez, 2014). 
 
La HH puede ser congénita, pero en general se adquiere debido a un infarto, lesión 
cerebral traumática, tumores, infecciones o por cirugía. La patogénesis de la HH incluye 
mayoritariamente infartos cerebrales en el 70% de los casos, la ubicación del infarto puede 
variar, siendo el más común el que se presenta en el lóbulo occipital (Grunda, Marsalek, & 
Sykorova, 2013): 
60 
 
a. Lóbulo occipital en el 40% de los casos 
b. Lóbulo parietal en el 30% de los casos 
c. Lóbulo temporal en 25% de los casos 
d. Tractos ópticos y NGL 5% de los casos 
e. El 7% de de los casos de infarto cerebral occipital se afectan ambos 
hemicampos, provocando una ceguera cortical. 
De acuerdo a Kerkhoff (1999, citado de Grunda, Marsalek, & Sykorova, 2013) los 
problemas de conducta visual importantes que presentan estos pacientes son: 
a) Movimientos oculares no coordinados (incluyendo movimientos sacádicos), que 
provocan una exploración y búsqueda espacial ineficiente; así mismo imposibilita la 
capacidad de caminar sin tropezarse o chocar entre obstáculos (carros, personas, 
etc.). De la misma forma causa déficit cognitivos en la extracción de la información 
de la escena visual. 
b) Déficit en la lectura (Alexia hemianóptica), debido a una pérdida de campo 
parafoveal, que causa una reducción de la “ventana perceptual” para la lectura. Esta 
es un área central del campo visual, donde las letras son reconocidas mediante una 
sola fijación de los ojos. Lo cual corresponde a 13 caracteres del lado derecho y 6 
del lado izquierdo (lectura de derecha a izquierda). Las letras izquierdas

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