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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE PSICOLOGÍA DETERMINAR LAS ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS EN PACIENTES CON CÁNCER DE MAMA EN ESTADIO CLÍNICO IV, CON DOLOR T E S I S PARA OBTENER EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN PSICOLOGÍA P R E S E N T A BLANCA SELENE GUZMÁN CASTELLANOS DIRECTOR DE TESIS: DR. JOSÉ ANTONIO TALAYERO URIARTE REVISOR DE TESIS: DR. ROBERTO PEIMBERT RAMOS MAYO 2010 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 Dedicada: A mi abuela materna (+) Juana Sánchez Soto, quien motivo el tema para la realización de mi tesis, quien padeció y sufrió los estragos del cáncer de mama a su máxima expresión, por ella y por las mujeres que sufren esta enfermedad y sus derivaciones. 3 Agradecimientos: Con amor y gratitud a la amiga, compañera, Madre y Padre a la vez, que me ha dado amor, paciencia, comprensión, apoyo, cuidados día a día para lograr mis más grandes sueños, mi madre Sra. Blanca Castellanos Sánchez. A mi hermana Roxy, por ser la persona que ha compartido el mayor tiempo a mi lado, porque en su compañía las cosas malas se convierten en buenas, la tristeza se transforma en alegría y la soledad no existe. A mi hermano Everardo y familia quienes me brindaron un apoyo incondicional. A Ricardo Sánchez Castro por su amor, apoyo, comprensión y experiencia profesional brindados durante todo este tiempo. Mi agradecimiento por su apoyo en tiempo y conocimientos a todas las personas que contribuyeron a la realización de esta tesis: Dr. José Antonio Talayero Uriarte Director de Tesis, Dr. Roberto Peimbert Ramos Revisor de Tesis, Sinodales Mtro. Celso Serra Padilla, Dra. María del Rocío Avendaño Sandoval, Lic. Jorge Álvarez Martínez. Del Instituto Nacional de Cancerología al Dr. Kuauhyama Luna Ortiz, Dr. Ricardo Plancarte Sánchez, Lic. Ana Ma. Gutiérrez Chimal. Agradezco a dos grandes Instituciones, Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México y al Instituto Nacional de Cancerología por el crecimiento personal y profesional y el soporte institucional para la realización del presente trabajo de Investigación. Así mismo comparto este sueño hecho realidad con mi Padre Everardo Guzmán Cristalinas quien ocupa un lugar especial en mi vida. 4 Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades. Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616) Escritor español . 5 Índice Dedicatoria ………………………………………………………………………………………… pág. 2 Agradecimientos …………………………………………………………………………………. pág. 3 Introducción ………………………………………………………………………………………… pág. 7 MARCO TEÓRICO CAPÍTULO I CÁNCER DE MAMA Y DOLOR….……………………………………………. pág. 8 1.1 Antecedentes 1.2 Etiología del cáncer 1.3 Cáncer de mama 1.4 Factores de riesgo 1.5 Epidemiología del cáncer de mama 1.6 Tipos de cáncer de mama 1.7 Estadificación para el cáncer de mama 1.8 Síntomas del cáncer de mama 1.9 Definición de dolor 1.10 Teorías del dolor 1.11 Etiología del dolor 1.12 Clasificación del dolor según su duración y etiología 1.13 Fisiología del dolor 1.14 Dolor por cáncer de mama 1.15 Importancia del control del dolor por cáncer 1.16 Aspectos psicológicos que influyen en la percepción del dolor CAPÍTULO II ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS……………………………………… pág. 32 2.1 Definición 2.2 Perfil psicológico del paciente oncológico 2.3 Reacciones emocionales en las diferentes fases de la enfermedad 2.4 Efectos psicosociales de cada tipo de tratamiento 2.5 Trastornos psicoafectivos por cáncer de mama CAPÍTULO III CUIDADOS PALIATIVOS Y TANATOLOGÍA…………………………….... pág. 52 3.1 Antecedentes de los Cuidados Paliativos 3.2 Clínicas del Dolor y Cuidados Paliativos en México 3.3 Definición de Cuidados Paliativos 3.4 Objetivos de los Cuidados Paliativos 3.5 Definición de paciente terminal 3.6 Generalidades psicoafectivas del paciente terminal 3.7 Tanatología 3.8 Definición de tanatología 6 3.9 La muerte, el morir y el duelo 3.10 Definición de duelo 3.11 Modelos teóricos de la comprensión del duelo 3.12 Formas diferentes del duelo 3.13 Síntomas del duelo 3.14 La experiencia de la pérdida CAPÍTULO IV METODOLOGÍA………………………………………………………………… pág.67 3.1 Objetivo general 3.2 Pregunta de investigación 3.3 Hipótesis 3.4 Definición de variables 3.5 Sujetos 3.6 Criterios de inclusión 3.7 Escenario 3.8 Tipo de investigación 3.9 Equipo 3.10 Material 3.11 Procedimiento CAPÍTULO V ANÁLISIS ESTADÍSTICO Y RESULTADOS …………………………….. pág.70 CAPÍTULO VI DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES ...……………………………...……….. pág. 78 Referencias ……………………………………………………………………………. pág. 80 Anexos …...……………………………………………………………………………… pág. 83 7 Introducción La salud es, además de uno de los derechos fundamentales del ser humano, un valor esencial para el bienestar familiar y el desarrollo social y económico de una nación; así mismo, es una condición indispensable para la auténtica igualdad de oportunidades en la población. El cáncer de mama es sin duda uno de los principales problemas de salud, que afecta tanto a las poblaciones con mayor desarrollo económico y humano, como a las que presentan rezagos. Se considera que una de cada nueve mujeres lo tendría a lo largo de su vida. Es la causa del 3% de las muertes entre la población femenina. Su presentación es poco frecuente en menores de 30 años, aumenta alrededor de los 40 años y se estabiliza posteriormente para volver a presentar un pico de incidencia por encima de los 55 años. El avance tecnológico y la modernización hicieron posible el desarrollo industrial y la urbanización a nivel mundial, con lo que México registró el siglo pasado cambios sustanciales en su estructura y dinámica poblacional que lo han llevado a una transición demográfica y epidemiológica. Entre los cambios más importantes destacan la reducción progresiva y continua de la mortalidad (particularmente de la infantil), el abatimiento de la fecundidad y el incremento de la esperanza de vida. Así, la pirámide de población se ha modificado presentando un angostamiento relativo en su base y un mayor crecimiento de los grupos de adolescentes y de mujeres en la etapa post – reproductiva. Por tales motivos, es innegable la transición epidemiológica de las enfermedades infecto – contagiosas a una alta y progresiva incidencia de patologías crónico – degenerativas, como el cáncer de mama, que ocupa el segundo lugar como causa de mortalidad general en nuestro país, acompañado frecuentemente de dolor. 8 CAPÍTULO I CÁNCER DE MAMA Y DOLOR 1.1 ANTECEDENTES La humanidad ha tenido relación con las enfermedades oncológicas durante toda su historia; así, el estudio de restos egipcios antiguos de la necrópolis situada cerca de Gizeh, demostró que hace unos cinco mil años (2 700 a. C.) se identificarontumores óseos. Sin embargo, a pesar de su amplia diseminación, el cáncer parece haber sido relativamente raro en todo el mundo al principio de nuestra era, quizá la esperanza de vida limitada durante los primeros siglos previno al hombre de alcanzar la era del cáncer. No obstante, los tumores son mencionados en la medicina egipcia, en el Papiro de Ebers (1 500 a. C.) y en el Papiro de Edwin Smith, el antecedente más antiguo conocido en cirugía. Al tratar de determinar la causa del cáncer, existieron numerosas interpretaciones en la era hipocrática, muchas de las cuales han incluido un gran aporte de imaginación y misticismo, así como de confusión en el escaso conocimiento. Etimológicamente el término “cangrejo” (karkinos) fue aplicado a los tumores malignos por los antiguos griegos, adoptado por lo romanos y aceptado en la actual nomenclatura de los tumores. Se le dio el nombre de cáncer a un sobrecrecimiento debido a que: “como un cangrejo, tiene proporcionalmente pinzas en ambos lados de su cuerpo”. Refiriéndose a observaciones sobre tumoraciones mamarias. Hipócrates describió algunas manifestaciones clínicas sugestivas del cáncer mamario invasor en estadios terminales. Una segunda referencia de tumores mamarios se encuentra en el volumen relacionado con las enfermedades de la mujer, el cual inicia una de las primeras descripciones de la historia natural de esta enfermedad. Los médicos griegos y romanos observaron diferentes tipos de tumores. Herodoto describió empíricamente la historia natural del cáncer mamario en esa época, evidencia inicial de un diagnóstico tardío y ausencia de tratamiento. La influencia griega fue trasmitida a Galeno; alrededor del año 200 d. C., a pesar de que predominaban sus hipótesis de origen humoral de la enfermedad, empíricamente se describió la primera evidencia de la influencia de los estrógenos en relación con la etiología de la enfermedad y las primeras intervenciones en relación con el tratamiento, observando que el cáncer mamario era más frecuente después de la menopausia. Aulus Cornelio Celsus, en el siglo I d. C., contribuyó a la construcción teórica en el conocimiento de esta enfermedad al señalar el proceso irritativo de cualquier índole como un factor de riesgo. Aplicó el nombre de disqueratosis al tumor mamario y señaló que la “irritación del tumor por intervenciones médicas imprudentes resultan peligrosas para la paciente”. Leónides de Alejandría (200 d. C.) describió la retracción del pezón como un signo diagnóstico del cáncer mamario. Aetius de Mesopotamia (Amida) también nombra las úlceras fagedénicas y las úlceras malignas. Él describió inicialmente algunas lesiones metastásicas a hueso. 9 A inicios de la etapa del Renacimiento, Ambrosio Paré (1510-1590), influido por Galeno, reconoce la relación que existe entre el cáncer mamario y la extensión axilar ganglionar de la enfermedad. Marco Aurelio Severino (1580-1634) contribuyo tempranamente al diagnóstico diferencial de tumores benignos y malignos de la mama. Durante esa época, los primeros anatomistas como Vesalio, Falopio y Leonardo da Vinci, realizaron grandes esfuerzos para desechar las doctrinas humorales de Galeno. Paracelso dio un gran paso para lograrlo; sin embargo, fue Andrés Vesalio (1514 – 1564), anatomista belga, uno de los primeros en oponerse vigorosamente a las doctrinas antiguas de Galeno y descartó su vieja anatomía. La publicación de la obra De humanis corporis fabricada en 1543 marca el inicio de la anatomía moderna. En México, los aztecas (siglo XII a XVI) estaban familiarizados con el cáncer y lo llamaban “coalocatl”. Recomendaban para su tratamiento la cirugía y después colocaban cataplasmas. La trepanación fue el procedimiento quirúrgico más utilizado por lo aztecas, mayas y toltecas. (Teran, 1999). En 1522, Hernán Cortes construyó el actual Hospital de Jesús y para fines del siglo XVI existían más de 150 hospitales, sin que se reconocieran progresos con relación al cáncer. Los primeros avances oncológicos modernos nacen en 1809 con un médico rural de Danville, Kentucky, quien realizaba la primera extirpación quirúrgica de un tumor ovárico con éxito, posteriormente, en la segunda mitad del siglo XIX, Billroth, Czerny, Koch, Haksted y otros desarrollaron procedimientos quirúrgicos oncológicos, muchos de los cuales predominan con mínimos cambios en la actualidad. En 1943, el Centro de Cáncer de Yale introduce en la práctica médica los alquilantes como los primeros agentes antineoplásicos en linfomas al observar el efecto mielosupresor que ocasionaba el gas mostaza durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Así podemos considerar, que a principios del siglo, el panorama de la oncología se encontraba definido en Europa, donde florecían el Royal Mariden Hospital, el Midleessex y el Chiristie Hospital en Inglaterra, la Fundación Curie en Francia, el Radiumhemet en Suecia y en Estados Unidos el Roswell Park (1898), el Sloan – Kettering Cancer Center (1906/1939), el Nacional Cancer Institute (1937), el M.D. Anderson Cancer Center (1941) y el Danar Farbar (1947). En nuestro país se iniciaba el interés, por la oncología en grupos de Guadalajara y Mérida. En 1922, en el Hospital General de México, se inauguro el pabellón 12 para enfermos con cáncer, en 1946, se funda el Instituto Nacional de Cancerología y en 1961, el Hospital de Oncología del Instituto Mexicano del Seguro Social. Posteriormente aparecieron servicios de oncología en diversos hospitales generales como el Hospital Militar, Hospital 20 de Noviembre, Centro Medico de Occidente en Guadalajara y en otros estados como Puebla, Monterrey, etc. 10 1.2 ETIOLOGÍA DEL CÁNCER El cuerpo está compuesto por varios tipos de células las cuales normalmente se dividen en una forma ordenada para producir más células, sólo cuando son necesarias; el cáncer es un grupo de enfermedades (más de 100 tipos) que ocurre cuando las células se vuelven anormales y se dividen sin control ni orden. Puede originarse a partir de cualquier tipo de células en cualquier tipo de tejido y en consecuencia duplicarse dando lugar a una población de células hijas que se producen sin control y de forma desenfrenada con capacidad de invasión y destrucción a otros tejidos. Todos los cánceres empiezan en las células. Las células son las unidades básicas que forman los tejidos del cuerpo. Por tanto el cuerpo esta compuesto por varios tipos de células las cuales normalmente se divide en una forma ordenada para producir más células sólo cuando son necesarias. Hay tres tipos de células normales: 1. Células en división continuas 2. Células terminales diferenciadas destinadas a morir sin división 3. Células sin división que pueden reingresar al ciclo celular si un estímulo apropiado (células en fase Go). El ciclo celular comprende 4 fases: G1, S, G2, Mitosis. En los tumores puede haber un acortamiento del ciclo celular, un incremento de la proliferación celular o decremento en el promedio de la pérdida celular. Pero a veces, este proceso ordenado de división de células se descontrola, células nuevas se siguen formando cuando el cuerpo no las necesita, cuando esto pasa las células viejas no mueren cuando deberían morir por lo que estas células que no son necesarias pueden formar una masa de tejido, llamada tumor, los tumores pueden ser de dos tipos benignos y malignos. Los tumores benignos no son cancerosos. Generalmente se pueden extraer (extirpar) en la mayoría de los casos, estos tumores no vuelven a crecer. Las células de los tumores benignos no se diseminan o riegan a otros tejidos o partes del cuerpo. Los tumores malignos son cancerosos. Las células en estos tumores pueden invadir el tejido a su alrededory diseminarse (regarse) a otros órganos del cuerpo. Cuando el cáncer se disemina o riega de una parte del cuerpo a otra, se llama metástasis. La oncología es el estudio de las enfermedades neoplásicas (del griego ONCOS= tumor, masa, bulto), refiriéndose a una gran variedad de tumores de naturaleza maligna, potencialmente letales, agrupadas por regla general bajo el término de cáncer. 11 Los agentes etiológicos son el origen directo de la transformación maligna y desencadenan diversos mecanismos genéticos y bioquímicos que conducen al desarrollo de una tumoración; a este proceso se le conoce como carcinogenesis u oncogenesis. Los agentes etiológicos parecen propiciar el desarrollo del cáncer a través de sus efectos carcinogenos simultáneos en dos diferentes clases de genes. La primera incluye a los genes que intervienen en el control de la proliferación celular (protooncogenes y genes supresores). La segunda incluye a los agentes que no dañan a los genes, aunque potencian de manera selectiva el crecimiento de las células tumorales. Es necesario, pero no suficiente, que una célula acumule varias mutaciones, por lo regular a lo largo de varios años, para superar la oposición a la proliferación. La esencia de la transformación neoplásica radica en que las mutaciones permitan a la célula y sus descendientes acumular y perpetuar alteraciones que le confieran ventajas proliferativas sobre las células normales. Además de las propiedades derivadas de las ventajas proliferativas, el factor que distingue a una neoplasia maligna de una benigna es la capacidad de producir metástasis. Para adquirir su carácter maligno es necesario que algunas mutaciones adicionales posibiliten que alguna de estas células emigren y diseminen la enfermedad en otras partes del cuerpo. Al final las células neoplásicas, en forma directa o indirecta, deterioran los órganos vitales del cuerpo y ello conduce a la muerte del individuo. 12 1.3 CÁNCER DE MAMA Los senos están situados sobre los músculos del pecho que cubren las costillas. Cada seno está formado por 15 ó 20 lóbulos. Los lóbulos contienen muchos lobulillos. Los lobulillos contienen grupos de glándulas diminutas que pueden producir leche. La leche fluye de los lobulillos al pezón por unos tubos delgados llamados conductos. El pezón está en el centro de un área oscura de piel llamada la areola. El espacio entre los lobulillos y los conductos está lleno de grasa. Los senos tienen también vasos linfáticos. Estos vasos van a unos órganos pequeños, redondos, llamados ganglios linfáticos. Hay grupos de ganglios linfáticos cerca del seno en la axila, arriba de la clavícula, en el pecho detrás del esternón y en muchas otras partes del cuerpo. Estos grabados muestran las partes del seno, los ganglios y vasos linfáticos cerca del seno. El cáncer de mama es la consecuencia de la aparición de un grupo de células mamarias con capacidad de invasión y destrucción a otros tejidos, caracterizadas por el crecimiento tisular incontrolado, las cuales se dedican a utilizar toda la energía que les llega en reproducirse. El proceso pasa inicialmente por una fase de crecimiento local, pero se estima que puede pasar de 2 a 3 años hasta que se haga el fenómeno de la metastatización. Cuando el cáncer se propaga, sigue manteniendo el nombre de la parte donde se originó. Por ejemplo, si el cáncer del seno (mama) se propaga a los pulmones, sigue siendo cáncer de seno, no cáncer de pulmón. La razón específica por la cual se produce cáncer de mama permanece desconocida. Pero el cáncer de mama, como la mayoría de los tumores malignos, resulta de la acumulación de trastornos genéticos que producen cambios en las células, haciéndolas capaces de proliferar y diferenciarse de manera autónoma, además de ser inmortales, pues las células normales están programadas para morirse al cabo de un tiempo determinado, el que se ve postergado por los trastornos genéticos causantes del cáncer. 13 1.4 FACTORES DE RIESGO Las investigaciones han demostrado que mujeres con ciertos factores de riesgo tienen más probabilidad que otras de padecer cáncer de seno. Un factor de riesgo es algo que puede aumentar la posibilidad de padecer una enfermedad. Los estudios han encontrado los siguientes factores de riesgo para el cáncer de seno: Edad: Las probabilidades de padecer cáncer de seno aumentan conforme la mujer envejece. La mayoría de los casos de cáncer de seno ocurren en mujeres de más de 60 años. Esta enfermedad no es común antes de la menopausia. Antecedentes personales de cáncer de seno: La mujer que ha tenido cáncer en un seno tiene un riesgo mayor de padecer esta enfermedad en su otro seno. Antecedentes familiares: El riesgo de una mujer de presentar cáncer de seno es mayor si su madre, hermana o hija, tuvo cáncer de seno. El riesgo es mayor si ese familiar tuvo cáncer antes de los 40 años. El que otros familiares del lado de la madre o del padre tengan cáncer de seno puede también aumentar el riesgo de una mujer. Ciertos cambios en el seno: Algunas mujeres tienen células en el seno que se ven anormales al microscopio. El tener ciertos tipos de células anormales (hiperplasia atípica y carcinoma lobulillar in situ (CLIS) ) aumenta el riesgo de cáncer de seno. Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer de seno. Estos genes incluyen el BRCA1, BRCA2 y otros. En las familias en las que muchas mujeres han tenido la enfermedad, las pruebas pueden mostrar algunas veces la presencia de cambios genéticos específicos. Antecedentes relacionados con la reproducción y la menstruación: En cuanto más edad tiene la mujer cuando da a luz a su primer hijo, mayores son sus probabilidades de cáncer de seno. Las mujeres que empezaron su menstruación (primer período menstrual) antes de los 12 años tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Las mujeres que entraron en la menopausia después de los 55 años de edad tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Las mujeres que nunca tuvieron hijos tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Las mujeres que reciben terapia hormonal con estrógeno más progestina después de la menopausia parecen tener también un riesgo mayor de cáncer de seno. Estudios grandes, bien diseñados, han mostrado que no hay una relación entre el aborto o la interrupción del embarazo y el cáncer de seno. 14 Raza: El cáncer de seno se diagnostica con más frecuencia en mujeres de raza blanca que en latinas, asiáticas o afroamericanas. Radioterapia al pecho: Las mujeres que han tenido radioterapia al pecho (incluyendo a los senos) antes de los 30 años tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Esto incluye a mujeres que han recibido tratamiento con radiación para linfoma de Hodgkin. Los estudios muestran que cuanto más joven era la mujer cuando recibió el tratamiento de radiación, tanto mayor es el riesgo de que padezca cáncer de seno más tarde en su vida. Densidad del seno: El tejido del seno puede ser denso o graso. Las mujeres de más edad cuyas mamografías muestran tejido más denso tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Obesidad o sobrepeso después de la menopausia: La posibilidad de tener cáncer de seno después de la menopausia es mayor en las mujeres que son obesas o tienen sobrepeso. Inactividad física: Las mujeres que son inactivas físicamente en su vida pueden tener un riesgo mayor de cáncer de seno. La actividad física puede ayudar a reducir el riesgo al prevenir el aumento de peso y la obesidad. 1.5 EPIDEMIOLOGÍA DEL CÁNCER DE MAMA En promedio, cada día 25 mujeres son diagnosticadas de cáncer mamario en México. Hasta ahora, no existe país alguno donde se haya logrado revertir o atenuar la tendencia creciente del número de pacientes a quienes afecta esta neoplasia maligna. El panoramaes poco alentador, ya que los factores de riesgo hasta ahora identificados con el desarrolló del cáncer mamario (como edad temprana de la menarca, nuliparidad, edad tardía de la menopausia, antecedentes familiares de cáncer mamario, etc.), en México y en otros países no son susceptibles de modificación; de hecho, parecen estar relacionados con cambios deseables como una mejor nutrición, la disminución de la fertilidad, la postergación de la edad al nacimiento del primer hijo y otros más. El diagnóstico temprano es, por el momento, la única herramienta útil y ha permitido que los países desarrollados mantengan constante la tasa de mortalidad por cáncer mamario, a pesar de que la incidencia haya seguido en aumento. Esta situación contrasta con el caso de México, donde la mortalidad por cáncer mamario estandarizada por edad, entre 1990 y 1998, se elevó de 13.16 por 100 000 mujeres entre 25 y más años en 1990, a 15.12 en 1998. (26) De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en los últimos años el cáncer se ha definido como un problema mundial de salud pública. Cerca de 6 millones de personas mueren cada año de cáncer en el mundo y aparecen 10 millones de casos nuevos por la misma causa. En el 2002, se estimó que 24.6 millones de personas en el mundo lo padecían y la mortalidad asociada a esta enfermedad causó el deceso de 6.7 millones de individuos durante este año. De igual forma, durante el 2000 se documentaron 10 millones de nuevos casos y se prevé que para el 2020 se presentara cerca de 15 millones de nuevos casos al año. 15 Las estadísticas más recientes apuntan que los cánceres, en su conjunto, afectan por igual a sociedades desarrolladas que a países en desarrollo. En México mueren cerca de 55 000 mil personas de cáncer cada año, lo cual la convierte en la segunda causa de muerte en el país; durante el periodo 1999 a 2003, esta entidad contribuyó a 12% de mortalidad general, ocupando 11.3% de la mortalidad en hombres y 14.6% en mujeres. El cáncer de mama es más frecuente en los países desarrollados y en las áreas urbanas que en las rurales. Ello apunta a factores ambientales y estilos de vida. Pero al mismo tiempo, se ha observado que en 5-10% de los casos hay historia familiar, lo cual sugiere una susceptibilidad genética (mutaciones heredadas), que de hecho se han corroborado con el descubrimiento de los genes BRCA-1 y BRCA-2, que con mucha frecuencia se asocian con cáncer de mama y ovario. (14) El cáncer de mama ocupa el segundo lugar en frecuencia entre las neoplasias malignas de las mujeres; representa 10.9% de los casos de cáncer. En 2002 se diagnosticaron más de 11 000 casos, para una tasa de incidencia de 22.4 por 100 000 mujeres (Dirección General de Epidemiología, 2001). La mortalidad debida a este tipo de cáncer fue de 10.5 por cada 100 000 mujeres mayores de 15 años y ocupó también el segundo lugar después del cáncer de cérvix (Dirección General de Epidemiología, 2001). En México el 10% de las pacientes tienen enfermedad metastásica al momento del diagnóstico y hasta 75% sufre recurrencia sistemática. En un estudio transversal realizado en 256 mujeres entre 1994 y 1996 en tres hospitales público de tercer nivel en la Ciudad de México. Demuestran que la mayoría de las mujeres con cáncer mamario son diagnosticadas en estadios avanzados, de manera tal que se reduce importantemente sus posibilidades de curación y sobrevida. A este respecto se estima que cerca de 96% de las mujeres diagnosticadas con tumores in situ (estadio 0) o estadio I sobreviven al menos cinco años posterioridad al diagnóstico; en contraste, solamente 20% de las mujeres con tumores en estadio IV (que ya tiene metástasis dístales) y 75% de aquellas que se encuentran en estadios II y III (con metástasis regionales) pueden sobrevivir durante un período igual. La situación actual nos sugiere que la mortalidad por cáncer mamario en México mantendrá sus tendencia al incremento, tal y como ha sucedido durante las últimas décadas, a menos que se logra aumentar la proporción de mujeres diagnosticadas en la etapa de los tumores in situ, para lo cual se requiere orientar la atención médica a la prevención, ampliar la cobertura y desarrollar un vasto esfuerzo entre la población susceptible de desarrollar la enfermedad. 16 1.6 TIPOS DE CÁNCER DE MAMA Dentro de los tumores malignos, existen varios tipos en función del lugar donde se produce el crecimiento anormal de las células y el estadio del mismo. Los tumores pueden ser localizados o haberse extendido, a través de los vasos sanguíneos o mediante los vasos linfáticos, y haber dado lugar a metástasis, es decir, a un cáncer en un órgano distante al originario. A continuación se dará una clasificación y descripción de los tipos de cáncer de mama que podemos encontrar. Carcinoma ductal in situ se origina en las células de las paredes de los conductos mamarios. Es un cáncer muy localizado, que no se ha extendido a otras zonas ni ha producido metástasis. Por este motivo esta enfermedad “premaligna” puede extirparse fácilmente. La tasa de curación ronda el 100%. DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD EN MUJERES POBLACIÓN EN EDAD PRODUCTIVA (15 A 64 AÑOS) ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 2007 CAUSA DE MUERTE MUJERES Orden Clave CIE-10 1/ Descripción Defunciones Tasas 2/ A00 - Y98 Total 69,957 199.9 01 E10-E14 Diabetes mellitas 13,119 37.5 02 I20-I25 Enfermedades isquémicas del corazón 4,217 12.1 03 K70, K72.1, K73, K74, K76 Cirrosis y otras enfermedades crónicas del hígado 3,355 9.6 04 C50 Tumor maligno de la mama 3,120 8.9 05 I60-I69 Enfermedad cerebrovascular 3,106 8.9 06 C53 Tumor maligno del cuello del útero 2,463 7.0 07 N00-N19 Nefritis y nefrosis 2,025 5.8 08 a/ Accidentes de vehículo de motor (tránsito) 1,763 5.0 09 I10-I15 Enfermedades hipertensivas 1,494 4.3 10 C16 Tumor maligno del estómago 1,077 3.1 R00-R99 Causas mal definidas 617 1.8 Las demás causas 33,601 96.0 1/ Causas de muerte según códigos de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud. Décima Revisión (CIE-10) OPS-OMS. 2/ Tasa por cada 100 mil mujeres en edad productiva. a/ Códigos CIE-10 para causas de muerte por accidentes de vehículo de motor (tránsito): V19.4-V19.6, V12-V14 (.3-.9), V20-V28 (.3-.9), V29-V79 (.4-.9), V80.3-V80.5, V81.1, V82.1, V83-V86 (.0-.3), V87.0-V87.8, V89.2, V89.9 , Y85.0 Nota: Para la construcción de las tasas se utilizó la Base de Datos de Defunciones 2007. INEGI/Secretaría de Salud y Proyecciones de la población de México, 2005-2050. Consejo Nacional de Población. México, 2006. Fuente: Secretaría de Salud. Dirección General de Información en Salud. 17 Esta ilustración muestra el carcinoma ductal in situ Carcinoma ductal infiltrante (o invasivo) es el que se inicia en el conducto mamario pero logra atravesarlo y pasa al tejido adiposo de la mama y luego puede extenderse a otras partes del cuerpo. Es el más frecuente de los carcinomas de mama, se da en el 80% de los casos. Carcinoma lobular in situ se origina en las glándulas mamarias (o lóbulos) y, aunque no es un verdadero cáncer, aumenta el riesgo de que la mujer pueda desarrollar un tumor en el futuro. Se suele dar antes de la menopausia. Una vez que es detectado, es importante que la mujer se realice una mamografía de control al año y varios exámenes clínicos para vigilar el posible desarrollo de cáncer. Carcinoma lobular infiltrante (o invasivo)comienza en las glándulas mamarias pero se puede extender y destruir otros tejidos del cuerpo. Entre el 10% y el 15% de los tumores de mama son de este tipo. Este carcinoma es más difícil de detectar a través de una mamografía. Esta ilustración muestra células cancerosas que se han diseminado fuera del conducto y han invadido tejidos cercanos dentro del seno 18 Carcinoma inflamatorio es un cáncer poco común, tan sólo representa el 1% del total de los tumores cancerosos de la mama. Es agresivo y de rápido crecimiento. Hace enrojecer la piel del seno y aumentar su temperatura. La apariencia de la piel se vuelve gruesa y ahuecada, como la de una naranja, y pueden aparecer arrugas y protuberancias. Estos síntomas se deben al bloqueo que producen las células cancerosas sobre los vasos linfáticos. (14) 1.7 ESTADIFICACIÓN PARA EL CÁNCER DE MAMA De acuerdo al American Joint Comité on Cancer (AJCC), se da el Sistema de Estatificación para el Cáncer de Mama TNM: Sistema de Clasificación TNM Estadio Tamaño del Tumor Ganglio Linfático Metástasis 0 Tis N0 M0 I T1 N0 M0 IIA T0 N1 M0 T1 N1 M0 T2 N0 M0 IIB T2 N1 M0 T3 N0 M0 IIIA T0 N2 M0 T1 N2 M0 T3 N1 M0 T3 N2 M0 IIIB T4 N0 M0 T4 N1 M0 T4 N2 M0 IIIC Cualquier T N3 M0 IV Cualquier T Cualquier N M1 A continuación se explicara cada una de las siglas dadas en la tabla anterior. (5) Tumor Primario (T): TX Tumor primario que no puede ser evaluado T0 Sin evidencia de tumor primario Tis (DCIS) Carcinoma Ductal in situ Tis (LCIS) Carcinoma Lobular in situ T1 Tumor de 2 cm o menos en su dimensión más grande T2 Tumor mayor a 2 cm pero menor a 5 cm en su dimensión más grande T3 Tumor mayor de 5 cm en su dimensión más grande T4 Tumor de cualquier tamaño con extensión directa a 1) pared del pecho 2) piel 19 Nodos Linfáticos Regionales (N): Clínico NX Nodos linfáticos regionales que no pueden ser evaluados N0 Nodo linfático no regional metastático N1 Metástasis a nodo(s) linfático axilar ipsilateral movible N2 Metástasis en nodos linfáticos axilares ipsilaterales fijos, o en apariencia clínica de nodos mamarios ipsilaterales internos en ausencia de evidencia clínica de nodos linfáticos axilares con metástasis N3 Metástasis en nodos linfáticos ipsilaterales infraclaviculares con o sin nodos linfáticos envolventes o en apariencia clínica de nodos linfáticos mamarios ipsilaterales internos y con la presencia de evidencia clínica de metástasis en nodos linfáticos axilares; o metástasis en nodos linfáticos supraclaviculares ipsilaterales con o sin nodos linfáticos axilares o mamarios internos envolventes. Patologicos (pN) pNX Nodos linfáticos regionales que no pueden ser evaluados pN0 Metástasis en nodos linfáticos no regionales pN1 Metástasis en 1 a 3 nodos linfáticos axilares y/o en nodos mamarios internos con enfermedad microscópica detectada por la disección de un nodo linfático centinela pero no clínicamente aparente pN2 Metástasis en 1 a 4 nodos linfáticos axilares, o en apariencia clínica de nodos linfáticos mamarios internos en la ausencia de metástasis en nodos linfáticos axilares pN3 Metástasis en 10 o más nodos linfáticos axilares, o en nodos linfáticos infraclaviculares, o en apariencia clínica de nodos linfáticos mamarios internos ipsilaterales en la presencia de uno o más nodos axilares linfáticos positivos; o en más de tres nodos axilares linfáticos con metástasis microscópica clínicamente negativa en nodos linfáticos mamarios internos; o en nodos linfáticos ipsilaterales supraclaviculares. Metástasis Distante (M) MX Metástasis distante que no puede ser evaluada M0 Sin metástasis distante M1 Metástasis distante 20 ESTADÍO 0: CÁNCER DE SENO NO INVASIVO O IN SITU: Carcinoma Ductal in situ (DCIS): las células cancerosas están localizadas dentro de un conducto y no han invadido el tejido adiposo circundante del seno. Carcinoma Lobular in situ (LCSIC): También se le llama neoplasia lobular y a veces se clasifica como cáncer de seno en etapa 0. Las células anormales crecen dentro de los lobulillos (glándulas que producen leche), pero no atraviesan las paredes de los mismos. La mayoría de los especialistas en atención de los senos no consideran a este tipo de carcinoma un verdadero cáncer de seno. ESTADÍO I: El diámetro del tumor es 2 cm (aproximadamente ¾ de pulgada) o menos y no se ha propagado a los ganglios linfáticos de la axila. ESTADÍO II: El tumor mide más de 2 cm. pero no más de 5 cm., se ha propagado a los ganglios linfáticos debajo del brazo en el mismo lado en el que se encontró el cáncer o ambos. Los ganglios linfáticos no están adheridos entre sí ni a los tejidos circundantes. ESTADÍO III: La etapa III está dividida en las subetapas IIIA y IIIB. ESTADÍO IIIA: El o los tumores miden de 5 cm. (más de 3 pulgadas) de diámetro, se han propagado a los ganglios linfáticos (que están adheridos entre sí o al tejido circundante) o ambas situaciones están presentes. ESTADÍO IIIB: En esta etapa se incluye al cáncer de seno de cualquier tamaño que se ha propagado a la piel, a la pared del tórax o a los ganglios linfáticos mamarios internos (ubicados debajo de los senos y dentro del tórax). ESTADÍO IV: Cáncer que, independientemente de su tamaño, se ha propagado (ha hecho metástasis) a lugares distantes, como huesos o pulmones, o a los ganglios linfáticos alejados del seno. (14) 21 1.8 SINTÓMAS DEL CÁNCER MAMA En los estadios iniciales del cáncer de mama la mujer no suele presentar síntomas. El dolor de mama no es un signo de cáncer aunque el 10% de estas pacientes lo suelen presentar sin que se palpe ninguna masa, el dolor también se presenta en otras localizaciones siendo los miembros superiores el principal seguido por el dolor axilar, óseo y torácico. El primer signo suele ser un bulto que, al tacto, se nota diferente del tejido mamario que lo rodea, se suele notar con bordes irregulares, duro, que no duele al tocarlo. En ocasiones aparecen cambios de color y tirantez en la piel de la zona afectada. En las primeras fases, el bulto bajo la piel se puede desplazar con los dedos. En fases más avanzadas, el tumor suele estar adherido a la pared torácica o a la piel que lo recubre y no se desplaza. El nódulo suele ser claramente palpable e incluso los ganglios de los axilares pueden aumentar de tamaño. Los síntomas de estas etapas son muy variados y dependen del tamaño y la extensión del tumor. Otros signos que pueden aparecer son: Dolor o retracción del pezón Irritación o hendiduras de la piel Inflamación de una parte del seno Enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón. Secreción por el pezón, presentándose un mayor porcentaje de secreción hemática, serosa y poca cantidad de secreción láctea sobre todos en las neoplasias dependientes de hormonas (14). 1.9 DEFINICIÓN DE DOLOR La Asociación Internacional para el Estudio y el Tratamiento del Dolor (IASP) define “dolor” como una “experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada o no a un daño tisular real o potencial de los tejidos o descrito en términos de dicho daño. A la anterior definición la IASP añadió las siguientes consideraciones: El dolor es siempre un fenómeno subjetivo; el paciente es el que mejor puede informar de su dolor. La verbalización del dolor se aprende. La expresión frente a una experiencia desagradable (dolor) está modulada por el aprendizaje en el medio en que crece el sujeto. En la experiencia dolorosa no siempre es posible determinar un daño tisular, pudiendo existir razones estrictamente psicológicas. 22 La forma de experimentar el dolor dependerá de los aspectos biológicos y neurofuncionales involucrados, además de variables como: la personalidad, experiencias dolorosas previas, estado socio-cultural,estado emocional en el momento del estímulo nociceptivo e incluso de las experiencias dolorosas de personas cercanas. Al ser el dolor una experiencia multidimensional se pueden distinguir los componentes neurofuncionales que llevan a una mayor o menor repercusión psicoafectiva, cultural, social económica y espiritual. A la suma de estos componentes se le ha denominado “dolor total”. (18). Pero más allá de las definiciones formales el clínico ha de considerar que el dolor es una experiencia somato-psíquica y que en definitiva, dolor es lo que el paciente dice que duele. 1.10 TEORIAS DEL DOLOR Teoría de la Especificidad Representa la concepción predominante durante todo el siglo XIX con respecto a la experiencia de dolor. Los cimientos de esta teoría los podemos encontrar ya en René Descartes (1596- 1650), quien consideraba que el dolor era una experiencia sensorial concreta, independientemente del sistema sensorial del tacto o de los otros sentidos. Sin embargo, la fórmula defensiva de esta teoría la realizó Schiffen en 1858, a partir de sus descubrimientos al realizar diferentes indicios en la médula espinal. De está forma concluyó que el tacto y el dolor eran independientes, ya que al seccionar la materia gris de la médula se eliminaba el dolor pero no el tacto, mientras que las incisiones en la materia blanca de la médula producían una eliminación del tacto pero no del dolor (Bonica y Loeser, 2001). La teoría alcanzó un mayor apogeo con los estudios de von Frey en los que se pretendía identificar los receptores específicos para cada una de las sensaciones (Fernando- Torres, Márquez Espinós y de las Mulas, 1999). Según la teoría de la especificidad, el dolor es un fenómeno puramente físico, un acontecimiento de naturaleza sensorial-fisiológica (Miró, 2003) Se defiende la existencia de unos receptores específicos para el dolor, que trasmiten la información a centros cerebrales también específicos a través de la médula espinal. En este sentido, la teoría propone una correlación casi perfecta entre la magnitud de la lesión y el dolor, es decir, a mayor cantidad de tejido lesionado, mayor sería la experiencia del dolor. Así pues, la cualidad sensorial de la experiencia detectada a nivel central cerebral, estaba determinada por la actividad específica de los nervios sensoriales. Por todo ello, la investigación que se deriva de este marco teórico es la búsqueda de estos receptores, fibras y centros cerebrales del dolor (Melzack, 1993) y, lógicamente, los tratamientos de preferencia para aliviar el dolor serán el bloqueo de las vías implicadas en la transmisión del dolor, las intervenciones quirúrgicas o la administración de analgésicos. En este contexto no tiene cabida la consideración de los aspectos psicológicos implicados en el dolor, a los que se les considera meras reacciones ante el mismo. (9) 23 Teoría de la compuerta En 1965, Melzack (psicólogo) y Wall (fisiólogo) publicaron una nueva teoría acerca del dolor: Gate control theory. Esta teoría representa un cambio profundo en la concepción de los mecanismos implicados en el dolor al conceder importancia tanto al sistema periférico como al sistema central en la modulación de dolor. Según esta perspectiva, ya no se podría hablar de una relación unívoca entre la magnitud de la lesión y la experiencia del dolor, sino que seria necesario tener en cuenta la presencia de un mecanismo de modulación tanto a nivel medular como a nivel cerebral - descendiente. La principal aportación de la teoría es la noción de este mecanismo de control (compuerta) y la concepción multidimensional del dolor, que deja de ser una experiencia meramente sensorial y se le atribuye componentes tanto sensoriales como afectivos y evaluativos. Así pues, podemos decir que Melzack y Wall son los primeros en proponer una teoría del dolor que incorpora aspectos biológicos y psicológicos. La teoría de la compuerta se basa en una serie de presupuestos (Melzack, 1993) La transmisión de los impulsos nerviosos aferentes está modulada por un sistema de “compuerta” situado en las astas dorsales de la médula espinal. Este sistema de compuerta se ve influido por el nivel de actividad en las fibras A-beta, fibras nerviosas de diámetro grande que inhiben la transmisión, es decir, cierran la compuerta y las fibras A-delta y C, que son fibras de diámetro pequeño, que facilitan la transmisión, es decir, abren la compuerta. Este mecanismo de “compuerta” también esta influido por los impulsos descendientes. Un sistema especializado de fibras de diámetro grande y transmisión rápida activa procesos cognitivos específicos que influyen, a través de las fibras descendientes, en la modulación del mecanismo de compuerta espinal. De esta forma, es posible que algunos tipos de actividad en el sistema nervioso central puedan ejercer un control sobre la percepción del dolor. Cuando la respuesta de las células de trasmisión de la médula espinal excede un umbral crítico, se pone en funcionamiento el Sistema de Actividad, es decir, las áreas neuronales que subyacen a los patrones conductuales complejos y a las experiencias características del dolor. Así pues, en función de estos presupuestos, si el impulso de transmisión se inhibe lo suficiente a nivel medular, entonces la percepción del dolor, se produce a nivel cerebral, se verá bloqueada. Según el propio autor de la teoría (Melzack, 1999) la contribución más importante de esta nueva perspectiva fue el énfasis en los mecanismos neuronales centrales, lo que obligo a las ciencias médicas y biológicas a concebir el cerebro como un sistema activo que filtra, selecciona y modula estímulos, Así mismo, este énfasis en el papel del cerebro en el procedimiento del dolor hizo que los aspectos psicológicos dejasen de ser “meras reacciones al dolor” y pasaran a ser consideradas como un componente fundamental en el procedimiento del dolor. (Melzack, 1993,1999), con la influencia que deriva de ello para el tratamiento. (9) 24 1.11 ETIOLOGÍA DEL DOLOR La etiología del dolor en estos pacientes es multifactorial, la cual dificulta su clasificación; se ha propuesto que el dolor en este grupo puede atribuirse al cáncer, a la terapéutica antineoplásica o la sintomatología resultante de los procesos infiltrativos y metastáticos, hasta en 80 a 90% de los casos. Por lo que su aparición es el principal temor de los pacientes y de sus familiares, condicionando dificultades en la terapéutica. Se ha documentado que el dolor oncológico presenta generalmente las siguientes características: Se debe al tumor en 92.5% de los casos. La mayoría de los pacientes reporta que el “dolor más intenso” va desde 6.6 a 7.7 según la EVA (Escala Visual Análoga). Que el promedio del dolor tiene una intensidad de 3.6 a 4.3 según la EVA. 24.8% de los pacientes refiere dolor en más de un sitio. El tiempo de duración promedio del dolor es de 5.9 + - 10.5 meses. 47.5% de los pacientes presentan dolor nociceptivo. 64.4% de los pacientes presentan “dolor irruptivo”. Las características del dolor ayudan a identificar los elementos que facilitan su evaluación y tratamiento. En este sentido, diversos reportes indican que cerca del 90% de los pacientes el control se realice con medidas farmacológicas relativamente sencillas. No obstante, frecuentemente se puede observar un mal control del dolor en los pacientes oncológicos. Los factores que favorecen el fracaso en la terapéutica analgésica son los siguientes: Lagunas educacionales en la currícula universitaria del personal de salud acerca del empleo de analgésicos y de la evaluación del dolor. Preocupación del paciente sobre el empleo de fármacos analgésicos y sus efectos adversos. Miedo al riesgode adicciones. Normas gubernamentales inapropiadas sobre la disponibilidad y adquisición de opiáceos. Lo anterior genera que cerca del 40% de los pacientes oncológicos con dolor reciban su medicación de forma tardía, favoreciendo que únicamente el 60% se encuentre satisfecho con su tratamiento con analgésicos. (25) 25 1.12 CLASIFICACIÓN DEL DOLOR SEGÚN SU DURACIÓN Y ETIOLOGÍA La clasificación del dolor la podemos hacer atendiendo a su duración, patogenia, localización, curso, intensidad, factores pronósticos de control del dolor y finalmente según la farmacología. Según su duración: Agudo: Limitado en el tiempo, con escaso componente psicológico. Un ejemplo lo constituyen la perforación de vísceras huecas, el dolor neuropático y el dolor musculoesquelético en relación a fracturas patológicas. Crónico: Ilimitado en su duración, se acompaña de componentes psicológicos. Es el dolor típico del paciente con cáncer. Según su patogenia Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central o por lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante, acompañado de parestesias y distesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia. Nociceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral, el cual detallaremos más adelante. Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo. Es típico la necesidad de un aumento constante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia. Según su localización Somático: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores somáticos superficiales o profundos (piel, musculoesquelético, vasos, etc.). Es un dolor localizado, punzante y que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente es el dolor óseo producido por metástasis óseas. Visceral: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores viscerales. Este dolor se localiza mal, es continuo y profundo. Asimismo puede irradiarse a zonas alejadas al lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas neurovegetativo. Según el curso Continuo: Persistente a lo largo del día y no desaparece. Irruptivo: Exacerbación transitoria del dolor en pacientes bien controlados con dolor de fondo estable. El dolor incidental es un subtipo del dolor irruptivo inducido por el movimiento o alguna acción voluntaria del paciente. 26 Según la intensidad Leve: Puede realizar actividades habituales. Moderado: Interfiere con las actividades habituales. Precisa tratamiento con opioides menores. Severo: Interfiere con el descanso. Precisa opioides mayores. Según factores pronóstico de control del dolor El dolor difícil o complejo es el que no responde a la estrategia analgésica habitual (escala analgésica de la OMS). El Edmonton Staging System pronostica el dolor de difícil control. Según la farmacología Responde bien a los opiáceos: dolor visceral y somático Parcialmente sensible a los opiáceos: dolor óseo y el dolor por comprensión de nervios periféricos. Escasamente sensible a opiáceos: dolor por espasmo de la musculatura estriada y el dolor por infiltración o destrucción de nervios periféricos. (Art. 1) 1.13 FISIOLOGÍA DEL DOLOR La nocicepción comprende dos etapas: la transducción del estímulo nocivo por las terminaciones nerviosas periféricas y la transmisión de esas señales hacia el sistema nervioso central. El impulso nociceptivo se modula en cada nivel de la vía sensitiva aferente, desde el nervio periférico hasta la corteza cerebral. Dado que el dolor severo puede desorganizar el comportamiento e interferir con la capacidad de huir del peligro, la posibilidad de suprimirlo puede ser vital. Nociceptores periféricos: Los receptores para el dolor se encuentran en la piel, en las estructuras musculoesqueléticas y en las vísceras. Los receptores cutáneos (terminaciones nerviosas libres) transducen estímulos mecánicos, térmicos o químicos en un tren de potenciales eléctricos que se transmiten por sus axones hacia la médula espinal. Los cuerpos celulares de los nociceptores periféricos se encuentran en los ganglios de la raíz dorsal, y la primera sinapsis se realiza a nivel del asta dorsal de la médula espinal, tanto con las interneuronas locales como con las neuronas de proyección que llevan la información nociceptiva hacia centros superiores en el tronco cerebral y en el tálamo. 27 En el caso particular del dolor por cáncer, su evaluación debe ser multidimensional porque se trata de una experiencia somática y emocional desagradable, es decir, que deja marcado al individuo, tanto en su fisonomía como en su respuesta psicológica y su forma de sentir. Cuantificar ese daño, que es subjetivo, exige estudiar los síntomas y signos de manera continua, durante la evolución del padecimiento, con la valoración y registro integral de los siguientes factores: Nocicepción: Se relaciona con un daño real y es efecto de la invasión tumoral o de una lesión potencial de los tejidos secundarios al tratamiento oncológico quirúrgico, quimioterapia o radioterapia. Percepción del estímulo doloroso: Es función del sistema nervioso y en cada individuo la modulan el umbral del dolor, sexo, edad, personalidad, etc. Expresión: El dolor se describe en relación directa con la lesión, de acuerdo con la vivencia de cada paciente; en la expresión intervienen la fatiga, insomnio, ansiedad y miedo, entre otros factores. 1.14 DOLOR POR CÁNCER DE MAMA El adenocarcinoma mamario es el padecimiento maligno que con mayor frecuencia causa dolor en la mujer. Se conocen varias explicaciones para eso. La primera es la tendencia del cáncer mamario a metastizar en hueso, en segundo lugar, el plexo braquial, con una rica inervación aferente y simpática, se localiza en estrecha proximidad a la región axilar en donde drenan los nódulos linfáticos de la mama, lo que favorece por desgracia, el frecuente síndrome de plexopatía braquial maligna. Por último, algunas intervenciones terapéuticas, como la mastectomía, lumpectomía y radiación axilar, a veces se complican con un estado doloroso. Existe diversidad en relación con el tipo de neoplasia y la intensidad del dolor, sin embargo, la prevalecía más consistente se ha observado cuado el paciente presenta cáncer de cabeza y cuello, genitourinario, esófago y próstata. En contraste se reporta dolor, en sólo un 5% en los pacientes con leucemia, no así los pacientes con linfomas en donde el rango va del 20 al 87%. Los pacientes con metástasis presentan mayor relación al dolor, comparada con los que no tiene enfermedad metastásica, por ejemplo las pacientes con cáncer de mama con metástasis presentan un 64% de dolor comparada con un 40% de las pacientes que no presentan metástasis. 1.15 IMPORTANCIA DEL CONTROL DEL DOLOR POR CÁNCER El dolor ocasionado por padecimientos oncológicos condiciona una doble problemática: el sufrimiento del individuo y su núcleo familiar por una deficiente calidad de vida y una fuente de cuantiosas pérdidas económicas. (18) 28 En la actualidad el dolor ha sido catalogado, en si mismo, como un problema de salud pública, ya que es la causa más frecuente de consulta médica. En el momento del diagnóstico de una neoplasia, entre el 30-50% de los pacientes presentan dolor, que en las fases avanzadas de la enfermedad puede llegar al 70-90%. En los pacientes con cáncer avanzado, el 70% de los dolores tiene su origen en la progresión de la propia neoplasia, mientras que el 30% restante se relaciona con los tratamientos (secuelas de la radioterapia, quimioterapia y cirugía) y patologías asociadas (artrosis, polineuropatía diabética, etc.), el dolor también varia entre el 70- 80% en los tumores sólidos (mayorsi hay afectación ósea) y el 50% en leucemias y linfomas. (1) A pesar del desarrollo y difusión de un arsenal analgésico cada vez más amplio, la mayoría de los pacientes y de los médicos sitúan al dolor como su principal temor a la hora de sufrir cáncer, posiblemente porque son conscientes de que todavía se está lejos de un perfecto dominio. Otro aspecto importante es que la desinformación de la población puede crear falsas expectativas sobre el control total del dolor. Diversos estudios clínicos sugieren que en un descenso del 33% al 50% en la intensidad del dolor es perceptible por el paciente y representa un estándar razonable de intervención eficaz. De hecho, aunque una mejora en la calidad del control analgésico reduciría el porcentaje de pacientes con dolor moderado a intenso, la eliminación total del dolor es, en muchos casos, prácticamente imposible. Ya que dentro de las múltiples y variadas razones que pueden contribuir a esta falta de eficacia completa de la terapia analgésica, es el problema de la medición del dolor. La propia definición del dolor da múltiples pistas de la gran dificultad que supone el intento de medida del mismo. El dolor es una experiencia emocional y no solamente una sensación primaria, como la visión o la audición, que pueden ser evaluadas de forma objetiva. Además, el dolor, como toda experiencia emocional es algo subjetivo; sólo el propio paciente conoce su dolor y su intensidad, por lo que toda valoración debe atender necesariamente a la evaluación del enfermo. Es decir, el dolor es lo que el paciente dice que es y no lo que el médico interpreta. De hecho, hasta en un 65% de casos el médico tiende a pensar que la intensidad del dolor es menor, lo que conduce a un tratamiento inadecuado. (8) 1.16 ASPECTOS PSICOLÓGICOS QUE INFLUYEN EN LA PERCEPCIÓN DEL DOLOR La forma de experimentar el dolor estará determinado por la enfermedad, al grado de desarrollo biológico y neurofuncionales involucrados, además de variables como la personalidad, experiencias dolorosas previas, estado socio – cultural, estado emocional y cognitivo en el momento del estimulo nociceptivo, la motivación personal, el significado, la actitud familiar y el medio social (experiencias dolorosas de personas cercanas). Al ser el dolor una experiencia multidimensional se puede distinguir los componentes neurofuncionales que llevan a una mayor o menor repercusión psicoafectiva, cultural, social, económica y espiritual. 29 A finales de los años sesenta y principios de los setenta se produjo una revolución científica que sentó las bases del desarrollo del concepto biopsicosocial, fue hasta entonces cuando se hace énfasis en el vínculo entre lo emocional (neuroendocrino) con lo fisiopatológico (alteración de la homeostasis del organismo) y lo psicológico (conductual y cognitivo) se comenzaron a desarrollar también nuevas áreas del conocimiento. En ese período y a partir de esta nueva conceptualización del hombre, los oncólogos empezaron a reconocer que la emotividad del paciente guardaba una fuerte relación con el binomio constituido por ciertos estados de inmunodeficiencia y las enfermedades neoplásicas. En clínica es importante tener en cuenta que hay factores que van a modificar la percepción de dolor y es desde hace mucho tiempo conocido que estos elementos pueden ser los primeros aliados del equipo terapéutico en el manejo del dolor (Tabla II). Tabla II: Factores que modifican la percepción del dolor (Twycroos 1983) Disminuyen el umbral Aumentan el umbral Malestar Insomnio Fatiga Ansiedad Miedo Enfado Tristeza Depresión Aburrimiento Introversión Aislamiento mental Control de otros síntomas Sueño Reposo Simpatía Comprensión Solidaridad Distracción Reducir ansiedad Mejorar el estado de ánimo Analgésicos Ansiolíticos Antidepresivos Aunque algunas veces se considera que el dolor por cáncer es una crisis que emerge en los estadios avanzados del padecimiento, puede sobrevenir durante su transcurso y ocasionar sufrimiento, pérdida de control y disminución de la calidad de vida. La prolongación de este sufrimiento se convierte en una amenaza para la autovaloración y en menores opciones para enfrentar los síntomas y los problemas causados por la anomalía. El control personal se deteriora cuando se diagnóstica el cáncer y se deteriora aun más con el dolor intenso, tratamientos, hospitalización e intervenciones quirúrgicas. 30 Es esencial recordar que en los pacientes con cáncer avanzado sólo el 66% de los dolores que padecen tienen su origen en la progresión de la propia neoplasia. Un 33% de los dolores pueden relacionarse con el propio tratamiento oncológico (secuelas de la radioterapia, quimioterapia o cirugía), con la debilidad del paciente (inmovilidad, úlceras de decúbito, etc.) o con patologías coexistentes o intercurrentes (artrosis, polineuropatía diabética, etc.) El control del dolor merece prioridad por varias razones: primero, el dolor no tratado causa sufrimiento innecesario. Dado que el dolor disminuye la actividad, el apetito y el sueño, puede debilitar aún más el estado general del paciente. El impacto psicológico puede ser devastador, los pacientes con cáncer frecuentemente pierden la esperanza cuando aparece el dolor, asumiendo que este anuncia el progreso inexorable de una enfermedad temida, destructora y fatal. El dolor crónico puede inducir a los pacientes inclusive a rechazar programas de tratamiento activo y cuando el dolor es más severo o los pacientes están deprimidos, puede inducirlos al suicidio. El dolor puede aumentar el sufrimiento del individuo empeorando la sensación de abandono, impotencia, ansiedad y depresión. La sorpresa y la incredulidad, seguidas por la ansiedad y depresión (irritabilidad y trastornos del apetito y del sueño, incapacidad para concentrarse o efectuar actividades normales) son expresiones comunes cuando la persona se entera que padece cáncer, o cuando descubre que el tratamiento ha fracasado o la enfermedad recurre (Massie and Holland, 1990). Cuando el dolor reduce la capacidad del paciente para mantener el control, disminuye el bienestar psicológico y produce sentimientos de desesperanza y vulnerabilidad. (11) Efectos del dolor por cáncer en la calidad de vida Aspectos físicos Disminución de la capacidad funcional Disminución de la fortaleza y la resistencia Náuseas y pérdida del apetito Trastornos del sueño Aspectos Psicológicos Disminución de la alegría y la capacidad lúdica Aumento de la ansiedad y temor Sufrimiento Dificultad para la concentración Somatización Pérdida del control Depresión 31 Aspectos Sociales Disminución de las relaciones sociales Disminución de la actividad sexual y afectiva Cambios en la apariencia Incremento en la necesidad de cuidado Aspectos espirituales Aumento del sufrimiento Cambio de intereses Evaluación de creencias religiosas Fuente: Ferrell, Rhiner, Cohen, et al., 1991. Los pacientes viven y expresan su dolor como síntesis de la modulación producida por las múltiples dimensiones constitutivas del ser human (Tabla I). Tabla I: Dimensiones del experiencia dolorosa (McGuire 1992) D. Fisiológica Localización Inicio Duración D. Cognitiva Significado Autoimagen Afrontamiento D. Sensorial Intensidad Calidad Patrón D. Comportamental Comunicación Actividad física Dormir D. Afectiva Estado de ánimo Ansiedad Depresión D. Socio-cultural Responsabilidad Actitudes Creencias 32 CAPÍTULO II ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS 2.1 DEFINICIÓN Primeramente vamos a definir que son las alteraciones psicoafectivas:son un conjunto de cambios en el paciente a nivel cognitivo, conductual, emocional y fisiológico, reflejados en la incapacidad para concentrarse, disminución en el apetito e interés sexual, insomnio, tristeza, llanto fácil, falta de confianza en sí mismo, pesimismo, miedos, sentimientos de inutilidad y dependencia, pérdida del interés, deseo de morirse, bajo rendimiento laboral, irritabilidad, taquicardia, pérdida de libido, opresión o constricción torácica. Se presentan en la mayoría de las enfermedades físicas, pero tiene una relevancia particular en los pacientes que sufren cáncer, ya que son pacientes que sufren reacciones emocionales que incluyen ansiedad, depresión y furia. El balance entre éstas varía del período previo al diagnóstico (caracterizado por miedo) a la fase terminal, donde (sin tratamiento) puede predominar la sensación de desamparo y la desesperanza. Los problemas emocionales se encuentran en cerca del 50% de los pacientes con cáncer diagnosticado, no obstante, la mayoría de los casos representan una reacción tratable al diagnóstico en sí mismo. La angustia psicológica es común en cualquier tipo de enfermedad física. Las estimaciones varían ampliamente, pero parece ser que hasta un 70% de los pacientes que cursan con algún cuadro médico muestran también en algún grado, algún tipo de alteración psicológica. Estos problemas emocionales son resultado tanto de las molestias físicas provocadas por la enfermedad, como del impacto que éstas tienen en su forma de vida. Existen actitudes con respecto a la información de reticencia de nombrar abiertamente la enfermedad, sugerencias utilizadas y los procesos de ambivalencia negando la información recibida del diagnóstico, tratamiento y/o pronóstico siendo otros exponentes del temor que el cáncer inspira. Se da una interpretación popular con actitudes de creencias, prejuicios o ignorancia. Estas actitudes poseen un contenido mixto de conocimientos y emociones de estructura relativamente estable. Las creencias y pautas defensivas pueden ser mágicas (brujería, castigo o contagio). Aunque también pueden ser de racionalización (ideas simplistas, reduccionistas, relacionadas a causas con acontecimientos cotidianos). 33 Las mujeres con cáncer de mama desarrollan problemas en: Su sexualidad (disminución y/o inactividad sexual). Alteraciones del estado de ánimo. Alta incidencia en diagnóstico de depresión mayor, sobre todo en pacientes con recurrencia o enfermedad avanzada. Adaptarse a la pérdida de una parte de su cuerpo que forma parte importante de su feminidad, autoestima y atractivo. Exclusión de la realidad exterior. No salen a la calle. No relación con amigos. Deterioro físico diario. Morbilidad Social Trabajo.- Dificultad de retornar a sus labores debido a la ansiedad o depresión. Labores de casa.- Dificultad para realizarlas o salir de compras. Matrimonio.- Relación muy cerrada o consideran la separación o divorcio, relación de continua tensión o presión. Actividades Sociales.- Existe una aislamiento social que repercute en la calidad de vida. Morbilidad Psiquiátrica Ansiedad (pre-diagnóstico) moderada a severa. Tensión persistente. Incapacidad para relajarse. Cefaleas. Trastornos maníacos. Estados afectivos mixtos. Estados confusionales. Palpitaciones. Ataques de pánico. Estas mujeres viven con incertidumbre acerca del futuro, el cáncer lo perciben como sufrimiento, invalidez y muerte. El Dr. Jimmie Holland se refirió a los trastornos psicológicos que sufren los pacientes cuando se les diagnóstica cáncer; estos trastornos son debidos a la percepción que tiene cada paciente de la enfermedad y sus manifestaciones y al estigma que comúnmente conlleva esta enfermedad; para muchos el más grande temor es el de tener una muerte con dolor; además todos los pacientes en un momento dado van a estar incapacitados y dependiendo de otros; sufren alteraciones en su apariencia personal y sufren de pérdidas en sus relaciones sociales. 34 La enfermedad crónica afecta la capacidad de las personas para realizar sus actividades cotidianas; en el cáncer de mama, dada su naturaleza, progresión y tratamientos, provoca diversas modificaciones en la vida de las pacientes, que consiste en un cambio drástico de sus vidas, adaptarse a la enfermedad, aprender estilos de afrontamiento, entre otros. Su vida está en completa desesperación es lo que produce, el cambio en el estatus, en los planes a futuro, las consecuencias sociales, su impacto en el matrimonio, familia e hijos. Otros de los impactos más destacados durante el diagnóstico es el momento de elegir un tratamiento, generando problemas con el esposo, la familia, cambios físicos en el paciente, cargas económicas y dificultades laborales, todos ellos interviene justo ante la toma de decisiones creando un impacto psicológico mayor. Por otra parte, todas las personas allegadas brindan expectativas acerca de la enfermedad, de las instituciones médicas, de los posibles tratamientos, generando mayor ansiedad en la paciente. La contribución de la Psicología en el campo de la Oncología se ha desarrollado principalmente a través de dos líneas de actuación: La más antigua (viene ya citada desde Galeno), dirigida a establecer como las variables psicológicas afectan a la etiología y curso del cáncer. Dirigida a desarrollar métodos de evaluación e intervención eficaces para tratar la problemática asociada al diagnóstico y tratamiento de la misma. Estudios epidemiológicos recientes parecen indicar que los factores psicológicos pueden desempeñar un papel esencial en la historia natural de las enfermedades crónicas como el cáncer. Factores como las conductas relacionadas con la salud, nuestros estados psicológicos o emocionales, las características personales y los modos de afrontamiento han demostrado ser de especial relevancia en este sentido (Oblitas, 2004). Existen varias hipótesis que intentan explicar la influencia de los factores psicológicos en el comienzo y la progresión del cáncer, que van desde su influencia en la función inmunitaria, pasando por su influencia sobre hábitos como el tabaco y el alcohol, hasta el peso, que estos factores psíquicos ejercen sobre el paciente para decidir el momento de solicitar atención médica. (Miralles et al, 2003). (10) Estar enfermo significa estar en un laberinto de dudas. Hay ansiedad, depresión, negación, regresión, incertidumbre, desesperanza ante el peligro, separación, distanciamiento, sometimiento a normas rígidas, pérdida de la autonomía, de la familia y las amistades, aislamiento, miedo al sufrimiento, al dolor, a la mutilación, a la destrucción por la enfermedad, a la “aprehensión difusa”, a la “experiencia del distanciamiento” al “proceso del despojo” cuando se entra a una institución hospitalaria, a la pérdida de la identidad, al abandono de las responsabilidades personales, familiares, laborales y sociales. Hay miedo al abandono, a la exclusión, al hospital, al personal médico. Hay temor por la pérdida de la autoestima de la creatividad, de la privacidad, del estilo de vida; temor a la despersonalización, a ser manejado por instrumentos. Hay temor a los silencios, a las evasivas, a los escudos protectores de los médicos y las enfermeras, al vocabulario técnico. Hay temor de ser engañado, de no ser tocado 35 ni considerado como persona sino como cosa, objeto o motivo de estudio por la enfermedad que tiene pero no por el ser humano que es. La ansiedad es una respuesta común del enfermo hospitalizado, la enfermedad amenaza su integridad corporal, el bienestar y la capacidad de funcionar como persona y como miembro de la sociedad. Además, la amenaza a la vida, la pérdida de la integridad corporal y el miedo a la desfiguración también son importantes en lapresentación de la ansiedad. (16) Estudios psiconeuroinmunológicos han analizado la influencia del estrés, la ansiedad y la depresión como factores de riesgo etiológicos en el crecimiento de la neoplasia no existiendo en la actualidad consenso acerca de su papel de variable desencadenante, pero si como variable moderadora que influye en la velocidad del proceso cancerigeno (Amigo et al., 2003., p. 200). La relación entre depresión y cáncer se ha estudiado desde diferentes perspectivas, encontrándonos con multitud de estudios con resultados contradictorias. Por tanto, no se ha demostrado una asociación clara entre los factores psicológicos y el comienzo, exacerbación o la evolución de la enfermedad neoplásica, aunque estudios más recientes con mayor solidez metodológica han sugerido que la progresión del cáncer , y no su inicio, pueden verse influida en mayor medida por factores psicosociales (cfr. Millares et al., 2003). Parece claro que los enfermos oncológicos sufren reacciones psicológicas negativas ante la enfermedad de cáncer, tales como ansiedad y depresión. Estas manifestaciones psicológicas se encuentran asociadas a la gravedad de la neoplasia e influyen claramente en la respuesta a la enfermedad y en las expectativas de vida (Alonso, 2006). (10) El enfrentarse a un cáncer implica para la persona el reto de superar una serie de crisis vitales y emocionales. Para la mayoría de los pacientes, la ocasión del diagnóstico es un momento de profunda crisis vital que mueve tanto su estructura psíquica y morales como las de su familia. No hay duda de que el diagnóstico de cáncer constituye un hecho de gran impacto negativo, catastrófico, para cualquier persona, que se asocia directamente con sufrimiento y muerte. En estos casos, los pacientes buscan estar solos, casi no expresan sus sentimientos ni sus pensamientos, parecen embotados y no pueden pensar o decidir con claridad. Sus ideas están centradas en que pueden llegar a morir y las asocian sobre todo con un separarse de sus seres queridos y suspender los proyectos y metas vitales que se habían fijado. Este período inicial de de choque y alexitimia es seguido por uno de turbulencia, en el cual la persona expresa malestar más con actos que con palabras. Es cuando aparece la irritabilidad, la sensibilidad excesiva, las depresiones y ansiedades leves a moderadas; así mismo, las alteraciones en el apetito y el sueño y la disminución en la capacidad de concentrarse y de llevar a cabo labores cotidianas, por la presencia intrusita de pensamientos y preocupaciones relacionadas con el diagnóstico y temores referentes al futuro. 36 En la siguiente tabla vemos los diferentes momentos de crisis vitales (momentos significativos con alta carga emocional y afectiva). (19) La literatura, así como la experiencia clínica, reporta que, en muchos casos, estas pacientes no aceptan completamente su enfermedad, mostrando gran variedad de sentimientos de inconformidad tales como: rechazo, ira, temor o desesperanza, que pueden ir desapareciendo en la medida en que se va extendiendo la sobrevida. De igual manera la preocupación de la transmisión hereditaria a los hijos, el miedo a la muerte, los dilemas relacionados con el trabajo, los cambios en la interacción social, las amenazas del bienestar espiritual, la pérdida de la esperanza, la incertidumbre sobre el futuro y la trascendencia del diagnóstico del cáncer, contribuyen a que estas mujeres modifiquen en gran medida su bienestar. Los sufrimientos o trastornos que aquejan a la mujer con cáncer de mama incluyen frecuentemente ansiedad, insomnio, vergüenza, sentimientos de inutilidad y subvaloración personal. (Barbón & Beato. 2002) La depresión, reacción emocional muy frecuente en los enfermos crónicos al debut de su enfermedad ha sido estudiada por Ford, quien encuentra que los síntomas depresivos se relacionan estrechamente con el estadio de la enfermedad y con el apoyo social (Ford, 2002). Zhao y colaboradores encontraron en las mujeres con cáncer de mama mayores niveles de depresión y ansiedad, así como un afrontamiento más negativo a la misma (Zhao & cols. 2001). Podemos suponer que el daño o la pérdida de una o ambas mamas traigan como consecuencia una afectación de cualquiera de los elementos antes señalados, es decir, malestares o sentimientos de pérdidas de esas funciones y significados, lo cual se agrega a la afectación psicológica propia de ser portador de una enfermedad tan estigmatizada como es el cáncer. En esta patología suele estar afectada la identidad propia de la mujer, su imagen corporal y su autoestima (Thorne & Muray, 2000). (27) Crisis emocionales en el curso del cáncer • Período de diagnóstico • Inicio de tratamiento • Complicaciones del tratamiento • Fase de intervalo libre de enfermedad • Fase de supervivencia • Período de la recidiva • Fase final de vida 37 2.2 PERFIL PSICOLÓGICO DEL PACIENTE ONCOLÓGICO En las últimas décadas se ha despertado un interés creciente por conocer hasta que punto determinadas características de personalidad y estados emocionales en combinación con los estados biológicos y ambientales pueden contribuir a la etiología y progresión del cáncer de mama. La relación de factores emocionales con el estado de salud en general y con el cáncer en particular, ha sido sugerida desde la antigüedad. Hipócrates ya hablaba de la relación entre personalidades melancólicas y el cáncer. Galeno, en la misma línea, pensaba que las mujeres de temperamento melancólico estaban más expuestas al desarrollo de neoplasias que las mujeres de temperamento sanguíneo. Sin embargo no es hasta la década de los 50 cuando comienzan a estudiarse de forma sistemática la posible implicación de distintos factores psicosociales en la etiología y evolución del cáncer. Las investigaciones cuyo principal objetivo ha sido detectar un patrón o perfil premórbido de personalidad relacionada con el cáncer, tienden a describir a las pacientes con neoplasias como personas con alto control emocional, fundamentalmente de las emociones negativas (ira, ansiedad y tristeza), cooperadoras y con tendencia al autosacrificio y a evitar los conflictos con tal de mantener relaciones armoniosas con las personas de su entorno. Los sentimientos de desesperanza y desamparo, que están presentes en personas que pierden una relación emocional importante, han sido también asociadas con el origen del cáncer o con un peor pronóstico. Por último, los estudios realizados sobre estilos de afrontamiento o respuestas conductuales, emocionales y cognitivas que se producen ante el diagnóstico y tratamientos del cáncer sugieren que las personas que afrontan la enfermedad con espíritu de lucha o aquellas que utilizan como estrategia la negación, tienden a presentar un mejor pronóstico en la recuperación. Los resultados obtenidos en un estudio realizado con mujeres con cáncer de mama durante los años 1992 y 1993, en relación a los niveles de depresión, los resultados obtenidos indican que el porcentaje de mujeres con depresión es sorprendentemente bajo puesto que solo el 20,6% presenta depresión moderada o severo, mientras que el 79,4% no revelan un estado de ánimo depresivo, salvo la edad, que correlaciona positivamente con depresión. Las variables de personalidad, relativamente estables como ser una persona ansiosa ante diferentes situaciones de la vida, tener tendencias al neuroticismo y a la introversión, inhibir las respuestas emocionales ante los acontecimientos negativos o estresantes y considerar que uno mismo puede hacer muy poco por su salud, las que predicen mayor depresión ante el cáncer. También se indica que las personas sin depresión utilizan mayor