Logo Studenta

Determinar-las-alteraciones-psicoafectivas-en-pacientes-con-cancer-de-mama-en-estado-clnico-IV-con-dolor

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
 DETERMINAR LAS ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS EN
PACIENTES CON CÁNCER DE MAMA EN ESTADIO
CLÍNICO IV, CON DOLOR 
T E S I S
PARA OBTENER EL TÍTULO DE:
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
P R E S E N T A
BLANCA SELENE GUZMÁN CASTELLANOS
DIRECTOR DE TESIS: DR. JOSÉ ANTONIO TALAYERO URIARTE
REVISOR DE TESIS: DR. ROBERTO PEIMBERT RAMOS
MAYO 2010
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 2
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Dedicada: 
 
 
A mi abuela materna (+) Juana Sánchez Soto, quien motivo el tema para la realización de mi 
tesis, quien padeció y sufrió los estragos del cáncer de mama a su máxima expresión, por ella y 
por las mujeres que sufren esta enfermedad y sus derivaciones. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 3
 
 
 
 
 
Agradecimientos: 
 
 
Con amor y gratitud a la amiga, compañera, Madre y Padre a la vez, que me ha dado 
amor, paciencia, comprensión, apoyo, cuidados día a día para lograr mis más grandes sueños, 
mi madre Sra. Blanca Castellanos Sánchez. 
 
 
A mi hermana Roxy, por ser la persona que ha compartido el mayor tiempo a mi lado, 
porque en su compañía las cosas malas se convierten en buenas, la tristeza se transforma en 
alegría y la soledad no existe. 
 
 
A mi hermano Everardo y familia quienes me brindaron un apoyo incondicional. 
 
 
A Ricardo Sánchez Castro por su amor, apoyo, comprensión y experiencia profesional 
brindados durante todo este tiempo. 
 
 
Mi agradecimiento por su apoyo en tiempo y conocimientos a todas las personas que 
contribuyeron a la realización de esta tesis: Dr. José Antonio Talayero Uriarte Director de Tesis, 
Dr. Roberto Peimbert Ramos Revisor de Tesis, Sinodales Mtro. Celso Serra Padilla, Dra. María 
del Rocío Avendaño Sandoval, Lic. Jorge Álvarez Martínez. Del Instituto Nacional de 
Cancerología al Dr. Kuauhyama Luna Ortiz, Dr. Ricardo Plancarte Sánchez, Lic. Ana Ma. 
Gutiérrez Chimal. 
 
 
Agradezco a dos grandes Instituciones, Facultad de Psicología de la Universidad 
Nacional Autónoma de México y al Instituto Nacional de Cancerología por el crecimiento 
personal y profesional y el soporte institucional para la realización del presente trabajo de 
Investigación. 
 
 
Así mismo comparto este sueño hecho realidad con mi Padre Everardo Guzmán 
Cristalinas quien ocupa un lugar especial en mi vida. 
 
 
 
 
 4
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades. 
Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616) Escritor español 
 
 
 
. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
5 
 
Índice 
 
 
Dedicatoria ………………………………………………………………………………………… pág. 2 
 
Agradecimientos …………………………………………………………………………………. pág. 3 
 
Introducción ………………………………………………………………………………………… pág. 7 
 
MARCO TEÓRICO 
 
CAPÍTULO I CÁNCER DE MAMA Y DOLOR….……………………………………………. pág. 8 
 
 1.1 Antecedentes 
1.2 Etiología del cáncer 
1.3 Cáncer de mama 
1.4 Factores de riesgo 
1.5 Epidemiología del cáncer de mama 
1.6 Tipos de cáncer de mama 
1.7 Estadificación para el cáncer de mama 
1.8 Síntomas del cáncer de mama 
1.9 Definición de dolor 
1.10 Teorías del dolor 
 1.11 Etiología del dolor 
 1.12 Clasificación del dolor según su duración y etiología 
 1.13 Fisiología del dolor 
1.14 Dolor por cáncer de mama 
 1.15 Importancia del control del dolor por cáncer 
 1.16 Aspectos psicológicos que influyen en la percepción del dolor 
 
 
CAPÍTULO II ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS……………………………………… pág. 32 
 
2.1 Definición 
2.2 Perfil psicológico del paciente oncológico 
 2.3 Reacciones emocionales en las diferentes fases de la enfermedad 
 2.4 Efectos psicosociales de cada tipo de tratamiento 
2.5 Trastornos psicoafectivos por cáncer de mama 
 
 
CAPÍTULO III CUIDADOS PALIATIVOS Y TANATOLOGÍA…………………………….... pág. 52 
 
3.1 Antecedentes de los Cuidados Paliativos 
3.2 Clínicas del Dolor y Cuidados Paliativos en México 
3.3 Definición de Cuidados Paliativos 
3.4 Objetivos de los Cuidados Paliativos 
3.5 Definición de paciente terminal 
3.6 Generalidades psicoafectivas del paciente terminal 
3.7 Tanatología 
3.8 Definición de tanatología 
 
 
6 
 
3.9 La muerte, el morir y el duelo 
 3.10 Definición de duelo 
 3.11 Modelos teóricos de la comprensión del duelo 
 3.12 Formas diferentes del duelo 
3.13 Síntomas del duelo 
 3.14 La experiencia de la pérdida 
 
 
CAPÍTULO IV METODOLOGÍA………………………………………………………………… pág.67 
 
 3.1 Objetivo general 
3.2 Pregunta de investigación 
 3.3 Hipótesis 
 3.4 Definición de variables 
3.5 Sujetos 
3.6 Criterios de inclusión 
3.7 Escenario 
3.8 Tipo de investigación 
3.9 Equipo 
3.10 Material 
3.11 Procedimiento 
 
CAPÍTULO V ANÁLISIS ESTADÍSTICO Y RESULTADOS …………………………….. pág.70 
 
CAPÍTULO VI DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES ...……………………………...……….. pág. 78 
 
Referencias ……………………………………………………………………………. pág. 80 
Anexos …...……………………………………………………………………………… pág. 83 
 
 
 
 
7 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Introducción 
 
 
La salud es, además de uno de los derechos fundamentales del ser humano, un valor esencial 
para el bienestar familiar y el desarrollo social y económico de una nación; así mismo, es una 
condición indispensable para la auténtica igualdad de oportunidades en la población. 
 
El cáncer de mama es sin duda uno de los principales problemas de salud, que afecta tanto a 
las poblaciones con mayor desarrollo económico y humano, como a las que presentan 
rezagos. Se considera que una de cada nueve mujeres lo tendría a lo largo de su vida. Es la 
causa del 3% de las muertes entre la población femenina. Su presentación es poco frecuente 
en menores de 30 años, aumenta alrededor de los 40 años y se estabiliza posteriormente para 
volver a presentar un pico de incidencia por encima de los 55 años. El avance tecnológico y la 
modernización hicieron posible el desarrollo industrial y la urbanización a nivel mundial, con lo 
que México registró el siglo pasado cambios sustanciales en su estructura y dinámica 
poblacional que lo han llevado a una transición demográfica y epidemiológica. Entre los 
cambios más importantes destacan la reducción progresiva y continua de la mortalidad 
(particularmente de la infantil), el abatimiento de la fecundidad y el incremento de la esperanza 
de vida. Así, la pirámide de población se ha modificado presentando un angostamiento 
relativo en su base y un mayor crecimiento de los grupos de adolescentes y de mujeres en la 
etapa post – reproductiva. 
 
Por tales motivos, es innegable la transición epidemiológica de las enfermedades infecto – 
contagiosas a una alta y progresiva incidencia de patologías crónico – degenerativas, como el 
cáncer de mama, que ocupa el segundo lugar como causa de mortalidad general en nuestro 
país, acompañado frecuentemente de dolor. 
 
 
 
 
 
 
 
 8
CAPÍTULO I 
 
CÁNCER DE MAMA Y DOLOR 
 
 
1.1 ANTECEDENTES 
 
La humanidad ha tenido relación con las enfermedades oncológicas durante toda su historia; 
así, el estudio de restos egipcios antiguos de la necrópolis situada cerca de Gizeh, demostró 
que hace unos cinco mil años (2 700 a. C.) se identificarontumores óseos. Sin embargo, a 
pesar de su amplia diseminación, el cáncer parece haber sido relativamente raro en todo el 
mundo al principio de nuestra era, quizá la esperanza de vida limitada durante los primeros 
siglos previno al hombre de alcanzar la era del cáncer. No obstante, los tumores son 
mencionados en la medicina egipcia, en el Papiro de Ebers (1 500 a. C.) y en el Papiro de 
Edwin Smith, el antecedente más antiguo conocido en cirugía. 
 
Al tratar de determinar la causa del cáncer, existieron numerosas interpretaciones en la era 
hipocrática, muchas de las cuales han incluido un gran aporte de imaginación y misticismo, así 
como de confusión en el escaso conocimiento. Etimológicamente el término “cangrejo” 
(karkinos) fue aplicado a los tumores malignos por los antiguos griegos, adoptado por lo 
romanos y aceptado en la actual nomenclatura de los tumores. Se le dio el nombre de cáncer 
a un sobrecrecimiento debido a que: “como un cangrejo, tiene proporcionalmente pinzas en 
ambos lados de su cuerpo”. Refiriéndose a observaciones sobre tumoraciones mamarias. 
Hipócrates describió algunas manifestaciones clínicas sugestivas del cáncer mamario invasor 
en estadios terminales. Una segunda referencia de tumores mamarios se encuentra en el 
volumen relacionado con las enfermedades de la mujer, el cual inicia una de las primeras 
descripciones de la historia natural de esta enfermedad. 
 
Los médicos griegos y romanos observaron diferentes tipos de tumores. Herodoto describió 
empíricamente la historia natural del cáncer mamario en esa época, evidencia inicial de un 
diagnóstico tardío y ausencia de tratamiento. 
 
La influencia griega fue trasmitida a Galeno; alrededor del año 200 d. C., a pesar de que 
predominaban sus hipótesis de origen humoral de la enfermedad, empíricamente se describió 
la primera evidencia de la influencia de los estrógenos en relación con la etiología de la 
enfermedad y las primeras intervenciones en relación con el tratamiento, observando que el 
cáncer mamario era más frecuente después de la menopausia. 
 
Aulus Cornelio Celsus, en el siglo I d. C., contribuyó a la construcción teórica en el 
conocimiento de esta enfermedad al señalar el proceso irritativo de cualquier índole como un 
factor de riesgo. Aplicó el nombre de disqueratosis al tumor mamario y señaló que la “irritación 
del tumor por intervenciones médicas imprudentes resultan peligrosas para la paciente”. 
Leónides de Alejandría (200 d. C.) describió la retracción del pezón como un signo diagnóstico 
del cáncer mamario. Aetius de Mesopotamia (Amida) también nombra las úlceras fagedénicas y 
las úlceras malignas. Él describió inicialmente algunas lesiones metastásicas a hueso. 
 9
 
A inicios de la etapa del Renacimiento, Ambrosio Paré (1510-1590), influido por Galeno, 
reconoce la relación que existe entre el cáncer mamario y la extensión axilar ganglionar de la 
enfermedad. Marco Aurelio Severino (1580-1634) contribuyo tempranamente al diagnóstico 
diferencial de tumores benignos y malignos de la mama. 
 
Durante esa época, los primeros anatomistas como Vesalio, Falopio y Leonardo da Vinci, 
realizaron grandes esfuerzos para desechar las doctrinas humorales de Galeno. Paracelso dio 
un gran paso para lograrlo; sin embargo, fue Andrés Vesalio (1514 – 1564), anatomista belga, 
uno de los primeros en oponerse vigorosamente a las doctrinas antiguas de Galeno y descartó 
su vieja anatomía. La publicación de la obra De humanis corporis fabricada en 1543 marca el 
inicio de la anatomía moderna. 
 
En México, los aztecas (siglo XII a XVI) estaban familiarizados con el cáncer y lo llamaban 
“coalocatl”. Recomendaban para su tratamiento la cirugía y después colocaban cataplasmas. 
La trepanación fue el procedimiento quirúrgico más utilizado por lo aztecas, mayas y toltecas. 
(Teran, 1999). 
 
En 1522, Hernán Cortes construyó el actual Hospital de Jesús y para fines del siglo XVI 
existían más de 150 hospitales, sin que se reconocieran progresos con relación al cáncer. Los 
primeros avances oncológicos modernos nacen en 1809 con un médico rural de Danville, 
Kentucky, quien realizaba la primera extirpación quirúrgica de un tumor ovárico con éxito, 
posteriormente, en la segunda mitad del siglo XIX, Billroth, Czerny, Koch, Haksted y otros 
desarrollaron procedimientos quirúrgicos oncológicos, muchos de los cuales predominan con 
mínimos cambios en la actualidad. 
 
En 1943, el Centro de Cáncer de Yale introduce en la práctica médica los alquilantes como los 
primeros agentes antineoplásicos en linfomas al observar el efecto mielosupresor que 
ocasionaba el gas mostaza durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Así podemos 
considerar, que a principios del siglo, el panorama de la oncología se encontraba definido en 
Europa, donde florecían el Royal Mariden Hospital, el Midleessex y el Chiristie Hospital en 
Inglaterra, la Fundación Curie en Francia, el Radiumhemet en Suecia y en Estados Unidos el 
Roswell Park (1898), el Sloan – Kettering Cancer Center (1906/1939), el Nacional Cancer 
Institute (1937), el M.D. Anderson Cancer Center (1941) y el Danar Farbar (1947). 
 
En nuestro país se iniciaba el interés, por la oncología en grupos de Guadalajara y Mérida. En 
1922, en el Hospital General de México, se inauguro el pabellón 12 para enfermos con cáncer, 
en 1946, se funda el Instituto Nacional de Cancerología y en 1961, el Hospital de Oncología 
del Instituto Mexicano del Seguro Social. Posteriormente aparecieron servicios de oncología en 
diversos hospitales generales como el Hospital Militar, Hospital 20 de Noviembre, Centro Medico 
de Occidente en Guadalajara y en otros estados como Puebla, Monterrey, etc. 
 
 
 
 
 10
1.2 ETIOLOGÍA DEL CÁNCER 
 
El cuerpo está compuesto por varios tipos de células las cuales normalmente se dividen en 
una forma ordenada para producir más células, sólo cuando son necesarias; el cáncer es un 
grupo de enfermedades (más de 100 tipos) que ocurre cuando las células se vuelven 
anormales y se dividen sin control ni orden. Puede originarse a partir de cualquier tipo de 
células en cualquier tipo de tejido y en consecuencia duplicarse dando lugar a una población 
de células hijas que se producen sin control y de forma desenfrenada con capacidad de 
invasión y destrucción a otros tejidos. 
 
Todos los cánceres empiezan en las células. Las células son las unidades básicas que forman 
los tejidos del cuerpo. Por tanto el cuerpo esta compuesto por varios tipos de células las cuales 
normalmente se divide en una forma ordenada para producir más células sólo cuando son 
necesarias. 
 
Hay tres tipos de células normales: 
 
1. Células en división continuas 
2. Células terminales diferenciadas destinadas a morir sin división 
3. Células sin división que pueden reingresar al ciclo celular si un estímulo apropiado 
(células en fase Go). 
 
El ciclo celular comprende 4 fases: G1, S, G2, Mitosis. En los tumores puede haber un 
acortamiento del ciclo celular, un incremento de la proliferación celular o decremento en el 
promedio de la pérdida celular. 
 
Pero a veces, este proceso ordenado de división de células se descontrola, células nuevas se 
siguen formando cuando el cuerpo no las necesita, cuando esto pasa las células viejas no 
mueren cuando deberían morir por lo que estas células que no son necesarias pueden formar 
una masa de tejido, llamada tumor, los tumores pueden ser de dos tipos benignos y malignos. 
 
 Los tumores benignos no son cancerosos. Generalmente se pueden extraer 
(extirpar) en la mayoría de los casos, estos tumores no vuelven a crecer. Las células de 
los tumores benignos no se diseminan o riegan a otros tejidos o partes del cuerpo. 
 
 Los tumores malignos son cancerosos. Las células en estos tumores pueden invadir 
el tejido a su alrededory diseminarse (regarse) a otros órganos del cuerpo. Cuando el 
cáncer se disemina o riega de una parte del cuerpo a otra, se llama metástasis. 
 
La oncología es el estudio de las enfermedades neoplásicas (del griego ONCOS= tumor, masa, 
bulto), refiriéndose a una gran variedad de tumores de naturaleza maligna, potencialmente 
letales, agrupadas por regla general bajo el término de cáncer. 
 
 
 11
Los agentes etiológicos son el origen directo de la transformación maligna y desencadenan 
diversos mecanismos genéticos y bioquímicos que conducen al desarrollo de una tumoración; a 
este proceso se le conoce como carcinogenesis u oncogenesis. Los agentes etiológicos parecen 
propiciar el desarrollo del cáncer a través de sus efectos carcinogenos simultáneos en dos 
diferentes clases de genes. 
 
 La primera incluye a los genes que intervienen en el control de la proliferación celular 
(protooncogenes y genes supresores). 
 
 La segunda incluye a los agentes que no dañan a los genes, aunque potencian de 
manera selectiva el crecimiento de las células tumorales. 
 
Es necesario, pero no suficiente, que una célula acumule varias mutaciones, por lo regular a lo 
largo de varios años, para superar la oposición a la proliferación. La esencia de la 
transformación neoplásica radica en que las mutaciones permitan a la célula y sus 
descendientes acumular y perpetuar alteraciones que le confieran ventajas proliferativas sobre 
las células normales. 
 
Además de las propiedades derivadas de las ventajas proliferativas, el factor que distingue a 
una neoplasia maligna de una benigna es la capacidad de producir metástasis. Para adquirir su 
carácter maligno es necesario que algunas mutaciones adicionales posibiliten que alguna de 
estas células emigren y diseminen la enfermedad en otras partes del cuerpo. Al final las células 
neoplásicas, en forma directa o indirecta, deterioran los órganos vitales del cuerpo y ello 
conduce a la muerte del individuo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 12
1.3 CÁNCER DE MAMA 
 
Los senos están situados sobre los músculos del pecho que cubren las costillas. Cada seno está 
formado por 15 ó 20 lóbulos. Los lóbulos contienen muchos lobulillos. Los lobulillos contienen 
grupos de glándulas diminutas que pueden producir leche. La leche fluye de los lobulillos al 
pezón por unos tubos delgados llamados conductos. El pezón está en el centro de un área 
oscura de piel llamada la areola. El espacio entre los lobulillos y los conductos está lleno de 
grasa. Los senos tienen también vasos linfáticos. Estos vasos van a unos órganos pequeños, 
redondos, llamados ganglios linfáticos. Hay grupos de ganglios linfáticos cerca del seno en la 
axila, arriba de la clavícula, en el pecho detrás del esternón y en muchas otras partes del cuerpo. 
 
Estos grabados muestran las partes del seno, los ganglios y vasos linfáticos cerca del seno. 
 
 
El cáncer de mama es la consecuencia de la aparición de un grupo de células mamarias con 
capacidad de invasión y destrucción a otros tejidos, caracterizadas por el crecimiento tisular 
incontrolado, las cuales se dedican a utilizar toda la energía que les llega en reproducirse. 
 
El proceso pasa inicialmente por una fase de crecimiento local, pero se estima que puede pasar 
de 2 a 3 años hasta que se haga el fenómeno de la metastatización. Cuando el cáncer se 
propaga, sigue manteniendo el nombre de la parte donde se originó. Por ejemplo, si el cáncer 
del seno (mama) se propaga a los pulmones, sigue siendo cáncer de seno, no cáncer de 
pulmón. 
 
La razón específica por la cual se produce cáncer de mama permanece desconocida. Pero el 
cáncer de mama, como la mayoría de los tumores malignos, resulta de la acumulación de 
trastornos genéticos que producen cambios en las células, haciéndolas capaces de proliferar y 
diferenciarse de manera autónoma, además de ser inmortales, pues las células normales están 
programadas para morirse al cabo de un tiempo determinado, el que se ve postergado por los 
trastornos genéticos causantes del cáncer. 
 
 
 13
1.4 FACTORES DE RIESGO 
 
Las investigaciones han demostrado que mujeres con ciertos factores de riesgo tienen más 
probabilidad que otras de padecer cáncer de seno. Un factor de riesgo es algo que puede 
aumentar la posibilidad de padecer una enfermedad. Los estudios han encontrado los siguientes 
factores de riesgo para el cáncer de seno: 
 
Edad: Las probabilidades de padecer cáncer de seno aumentan conforme la mujer envejece. La 
mayoría de los casos de cáncer de seno ocurren en mujeres de más de 60 años. Esta 
enfermedad no es común antes de la menopausia. 
 
Antecedentes personales de cáncer de seno: La mujer que ha tenido cáncer en un seno tiene 
un riesgo mayor de padecer esta enfermedad en su otro seno. 
 
Antecedentes familiares: El riesgo de una mujer de presentar cáncer de seno es mayor si su 
madre, hermana o hija, tuvo cáncer de seno. El riesgo es mayor si ese familiar tuvo cáncer antes 
de los 40 años. El que otros familiares del lado de la madre o del padre tengan cáncer de seno 
puede también aumentar el riesgo de una mujer. 
 
Ciertos cambios en el seno: Algunas mujeres tienen células en el seno que se ven anormales 
al microscopio. El tener ciertos tipos de células anormales (hiperplasia atípica y carcinoma 
lobulillar in situ (CLIS) ) aumenta el riesgo de cáncer de seno. 
 
Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer de seno. 
Estos genes incluyen el BRCA1, BRCA2 y otros. En las familias en las que muchas mujeres han 
tenido la enfermedad, las pruebas pueden mostrar algunas veces la presencia de cambios 
genéticos específicos. 
 
Antecedentes relacionados con la reproducción y la menstruación: En cuanto más edad 
tiene la mujer cuando da a luz a su primer hijo, mayores son sus probabilidades de cáncer de 
seno. 
 
 Las mujeres que empezaron su menstruación (primer período menstrual) antes de los 12 
años tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. 
 Las mujeres que entraron en la menopausia después de los 55 años de edad tienen un 
riesgo mayor de cáncer de seno. 
 Las mujeres que nunca tuvieron hijos tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. 
 Las mujeres que reciben terapia hormonal con estrógeno más progestina después de la 
menopausia parecen tener también un riesgo mayor de cáncer de seno. 
 Estudios grandes, bien diseñados, han mostrado que no hay una relación entre el aborto 
o la interrupción del embarazo y el cáncer de seno. 
 
 
 
 14
Raza: El cáncer de seno se diagnostica con más frecuencia en mujeres de raza blanca que en 
latinas, asiáticas o afroamericanas. 
 
Radioterapia al pecho: Las mujeres que han tenido radioterapia al pecho (incluyendo a los 
senos) antes de los 30 años tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. Esto incluye a mujeres 
que han recibido tratamiento con radiación para linfoma de Hodgkin. Los estudios muestran que 
cuanto más joven era la mujer cuando recibió el tratamiento de radiación, tanto mayor es el 
riesgo de que padezca cáncer de seno más tarde en su vida. 
 
Densidad del seno: El tejido del seno puede ser denso o graso. Las mujeres de más edad 
cuyas mamografías muestran tejido más denso tienen un riesgo mayor de cáncer de seno. 
 
Obesidad o sobrepeso después de la menopausia: La posibilidad de tener cáncer de seno 
después de la menopausia es mayor en las mujeres que son obesas o tienen sobrepeso. 
 
Inactividad física: Las mujeres que son inactivas físicamente en su vida pueden tener un riesgo 
mayor de cáncer de seno. La actividad física puede ayudar a reducir el riesgo al prevenir el 
aumento de peso y la obesidad. 
 
1.5 EPIDEMIOLOGÍA DEL CÁNCER DE MAMA 
 
En promedio, cada día 25 mujeres son diagnosticadas de cáncer mamario en México. Hasta 
ahora, no existe país alguno donde se haya logrado revertir o atenuar la tendencia creciente 
del número de pacientes a quienes afecta esta neoplasia maligna. 
 
El panoramaes poco alentador, ya que los factores de riesgo hasta ahora identificados con el 
desarrolló del cáncer mamario (como edad temprana de la menarca, nuliparidad, edad tardía de 
la menopausia, antecedentes familiares de cáncer mamario, etc.), en México y en otros países 
no son susceptibles de modificación; de hecho, parecen estar relacionados con cambios 
deseables como una mejor nutrición, la disminución de la fertilidad, la postergación de la edad 
al nacimiento del primer hijo y otros más. 
 
El diagnóstico temprano es, por el momento, la única herramienta útil y ha permitido que los 
países desarrollados mantengan constante la tasa de mortalidad por cáncer mamario, a pesar 
de que la incidencia haya seguido en aumento. Esta situación contrasta con el caso de México, 
donde la mortalidad por cáncer mamario estandarizada por edad, entre 1990 y 1998, se elevó 
de 13.16 por 100 000 mujeres entre 25 y más años en 1990, a 15.12 en 1998. (26) 
 
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en los últimos años el cáncer se ha 
definido como un problema mundial de salud pública. Cerca de 6 millones de personas mueren 
cada año de cáncer en el mundo y aparecen 10 millones de casos nuevos por la misma 
causa. En el 2002, se estimó que 24.6 millones de personas en el mundo lo padecían y la 
mortalidad asociada a esta enfermedad causó el deceso de 6.7 millones de individuos durante 
este año. De igual forma, durante el 2000 se documentaron 10 millones de nuevos casos y se 
prevé que para el 2020 se presentara cerca de 15 millones de nuevos casos al año. 
 15
Las estadísticas más recientes apuntan que los cánceres, en su conjunto, afectan por igual a 
sociedades desarrolladas que a países en desarrollo. En México mueren cerca de 55 000 mil 
personas de cáncer cada año, lo cual la convierte en la segunda causa de muerte en el país; 
durante el periodo 1999 a 2003, esta entidad contribuyó a 12% de mortalidad general, 
ocupando 11.3% de la mortalidad en hombres y 14.6% en mujeres. 
 
El cáncer de mama es más frecuente en los países desarrollados y en las áreas urbanas que en 
las rurales. Ello apunta a factores ambientales y estilos de vida. Pero al mismo tiempo, se ha 
observado que en 5-10% de los casos hay historia familiar, lo cual sugiere una susceptibilidad 
genética (mutaciones heredadas), que de hecho se han corroborado con el descubrimiento de 
los genes BRCA-1 y BRCA-2, que con mucha frecuencia se asocian con cáncer de mama y 
ovario. (14) 
 
El cáncer de mama ocupa el segundo lugar en frecuencia entre las neoplasias malignas de las 
mujeres; representa 10.9% de los casos de cáncer. En 2002 se diagnosticaron más de 11 000 
casos, para una tasa de incidencia de 22.4 por 100 000 mujeres (Dirección General de 
Epidemiología, 2001). La mortalidad debida a este tipo de cáncer fue de 10.5 por cada 100 000 
mujeres mayores de 15 años y ocupó también el segundo lugar después del cáncer de cérvix 
(Dirección General de Epidemiología, 2001). En México el 10% de las pacientes tienen 
enfermedad metastásica al momento del diagnóstico y hasta 75% sufre recurrencia 
sistemática. 
 
En un estudio transversal realizado en 256 mujeres entre 1994 y 1996 en tres hospitales público 
de tercer nivel en la Ciudad de México. Demuestran que la mayoría de las mujeres con cáncer 
mamario son diagnosticadas en estadios avanzados, de manera tal que se reduce 
importantemente sus posibilidades de curación y sobrevida. 
 
A este respecto se estima que cerca de 96% de las mujeres diagnosticadas con tumores in situ 
(estadio 0) o estadio I sobreviven al menos cinco años posterioridad al diagnóstico; en 
contraste, solamente 20% de las mujeres con tumores en estadio IV (que ya tiene metástasis 
dístales) y 75% de aquellas que se encuentran en estadios II y III (con metástasis regionales) 
pueden sobrevivir durante un período igual. 
 
La situación actual nos sugiere que la mortalidad por cáncer mamario en México mantendrá 
sus tendencia al incremento, tal y como ha sucedido durante las últimas décadas, a menos 
que se logra aumentar la proporción de mujeres diagnosticadas en la etapa de los tumores in 
situ, para lo cual se requiere orientar la atención médica a la prevención, ampliar la cobertura 
y desarrollar un vasto esfuerzo entre la población susceptible de desarrollar la enfermedad. 
 
 
 
 
 
 
 
 16
 
 
 
1.6 TIPOS DE CÁNCER DE MAMA 
 
Dentro de los tumores malignos, existen varios tipos en función del lugar donde se produce el 
crecimiento anormal de las células y el estadio del mismo. Los tumores pueden ser localizados o 
haberse extendido, a través de los vasos sanguíneos o mediante los vasos linfáticos, y haber 
dado lugar a metástasis, es decir, a un cáncer en un órgano distante al originario. 
 
A continuación se dará una clasificación y descripción de los tipos de cáncer de mama que 
podemos encontrar. 
 
Carcinoma ductal in situ se origina en las células de las paredes de los conductos mamarios. 
Es un cáncer muy localizado, que no se ha extendido a otras zonas ni ha producido metástasis. 
Por este motivo esta enfermedad “premaligna” puede extirparse fácilmente. La tasa de curación 
ronda el 100%. 
DIEZ PRINCIPALES CAUSAS DE MORTALIDAD EN MUJERES 
POBLACIÓN EN EDAD PRODUCTIVA (15 A 64 AÑOS) 
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, 2007 
 
 CAUSA DE MUERTE MUJERES 
Orden Clave CIE-10 1/ Descripción Defunciones Tasas 
2/ 
 
 A00 - Y98 Total 69,957 199.9 
 
01 E10-E14 Diabetes mellitas 13,119 37.5 
02 I20-I25 Enfermedades isquémicas del corazón 4,217 12.1 
03 K70, K72.1, K73, K74, K76 
Cirrosis y otras enfermedades crónicas 
del hígado 
 3,355 9.6 
04 C50 Tumor maligno de la mama 3,120 8.9 
05 I60-I69 Enfermedad cerebrovascular 3,106 8.9 
06 C53 Tumor maligno del cuello del útero 2,463 7.0 
07 N00-N19 Nefritis y nefrosis 2,025 5.8 
08 a/ Accidentes de vehículo de motor (tránsito) 
 1,763 5.0 
09 I10-I15 Enfermedades hipertensivas 1,494 4.3 
10 C16 Tumor maligno del estómago 1,077 3.1 
 
 R00-R99 Causas mal definidas 617 1.8 
 
 Las demás causas 33,601 96.0 
1/ Causas de muerte según códigos de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados 
con la Salud. Décima Revisión (CIE-10) OPS-OMS. 
2/ Tasa por cada 100 mil mujeres en edad productiva. 
a/ Códigos CIE-10 para causas de muerte por accidentes de vehículo de motor (tránsito): V19.4-V19.6, V12-V14 
(.3-.9), 
 V20-V28 (.3-.9), V29-V79 (.4-.9), V80.3-V80.5, V81.1, V82.1, V83-V86 (.0-.3), V87.0-V87.8, V89.2, V89.9 , 
Y85.0 
Nota: 
Para la construcción de las tasas se utilizó la Base de Datos de Defunciones 2007. INEGI/Secretaría de 
Salud y 
 
 
Proyecciones de la población de México, 2005-2050. Consejo Nacional de 
Población. México, 2006. 
 
Fuente: Secretaría de Salud. Dirección General de Información en Salud. 
 17
 
 
Esta ilustración muestra el carcinoma ductal in situ 
 
Carcinoma ductal infiltrante (o invasivo) es el que se inicia en el conducto mamario pero logra 
atravesarlo y pasa al tejido adiposo de la mama y luego puede extenderse a otras partes del 
cuerpo. Es el más frecuente de los carcinomas de mama, se da en el 80% de los casos. 
 
Carcinoma lobular in situ se origina en las glándulas mamarias (o lóbulos) y, aunque no es un 
verdadero cáncer, aumenta el riesgo de que la mujer pueda desarrollar un tumor en el futuro. Se 
suele dar antes de la menopausia. Una vez que es detectado, es importante que la mujer se 
realice una mamografía de control al año y varios exámenes clínicos para vigilar el posible 
desarrollo de cáncer. 
 
Carcinoma lobular infiltrante (o invasivo)comienza en las glándulas mamarias pero se puede 
extender y destruir otros tejidos del cuerpo. Entre el 10% y el 15% de los tumores de mama son 
de este tipo. Este carcinoma es más difícil de detectar a través de una mamografía. 
 
 
Esta ilustración muestra células cancerosas que se han diseminado fuera del conducto y han invadido tejidos 
cercanos dentro del seno 
 
 18
Carcinoma inflamatorio es un cáncer poco común, tan sólo representa el 1% del total de los 
tumores cancerosos de la mama. Es agresivo y de rápido crecimiento. Hace enrojecer la piel del 
seno y aumentar su temperatura. La apariencia de la piel se vuelve gruesa y ahuecada, como la 
de una naranja, y pueden aparecer arrugas y protuberancias. Estos síntomas se deben al 
bloqueo que producen las células cancerosas sobre los vasos linfáticos. (14) 
 
1.7 ESTADIFICACIÓN PARA EL CÁNCER DE MAMA 
 
De acuerdo al American Joint Comité on Cancer (AJCC), se da el Sistema de Estatificación para 
el Cáncer de Mama TNM: 
 
Sistema de Clasificación TNM 
Estadio Tamaño del Tumor Ganglio Linfático Metástasis 
0 Tis N0 M0 
I T1 N0 M0 
IIA T0 N1 M0 
 T1 N1 M0 
 T2 N0 M0 
IIB T2 N1 M0 
 T3 N0 M0 
 IIIA T0 N2 M0 
 T1 N2 M0 
 T3 N1 M0 
 T3 N2 M0 
 IIIB T4 N0 M0 
 T4 N1 M0 
 T4 N2 M0 
 IIIC Cualquier T N3 M0 
 IV Cualquier T Cualquier N M1 
 
 
A continuación se explicara cada una de las siglas dadas en la tabla anterior. (5) 
 
Tumor Primario (T): 
TX Tumor primario que no puede ser evaluado 
T0 Sin evidencia de tumor primario 
Tis (DCIS) Carcinoma Ductal in situ 
Tis (LCIS) Carcinoma Lobular in situ 
T1 Tumor de 2 cm o menos en su dimensión más grande 
T2 Tumor mayor a 2 cm pero menor a 5 cm en su dimensión más grande 
T3 Tumor mayor de 5 cm en su dimensión más grande 
T4 Tumor de cualquier tamaño con extensión directa a 1) pared del pecho 2) piel 
 
 
 19
 
Nodos Linfáticos Regionales (N): 
Clínico 
NX Nodos linfáticos regionales que no pueden ser evaluados 
N0 Nodo linfático no regional metastático 
N1 Metástasis a nodo(s) linfático axilar ipsilateral movible 
N2 Metástasis en nodos linfáticos axilares ipsilaterales fijos, o en apariencia clínica 
de nodos mamarios ipsilaterales internos en ausencia de evidencia clínica de 
nodos linfáticos axilares con metástasis 
 
N3 Metástasis en nodos linfáticos ipsilaterales infraclaviculares con o sin nodos 
linfáticos envolventes o en apariencia clínica de nodos linfáticos mamarios 
ipsilaterales internos y con la presencia de evidencia clínica de metástasis en 
nodos linfáticos axilares; o metástasis en nodos linfáticos supraclaviculares 
ipsilaterales con o sin nodos linfáticos axilares o mamarios internos envolventes. 
 
Patologicos (pN) 
pNX Nodos linfáticos regionales que no pueden ser evaluados 
pN0 Metástasis en nodos linfáticos no regionales 
pN1 Metástasis en 1 a 3 nodos linfáticos axilares y/o en nodos mamarios internos con 
enfermedad microscópica detectada por la disección de un nodo linfático 
centinela pero no clínicamente aparente 
pN2 Metástasis en 1 a 4 nodos linfáticos axilares, o en apariencia clínica de nodos 
linfáticos mamarios internos en la ausencia de metástasis en nodos linfáticos 
axilares 
pN3 Metástasis en 10 o más nodos linfáticos axilares, o en nodos linfáticos 
infraclaviculares, o en apariencia clínica de nodos linfáticos mamarios internos 
ipsilaterales en la presencia de uno o más nodos axilares linfáticos positivos; o 
en más de tres nodos axilares linfáticos con metástasis microscópica 
clínicamente negativa en nodos linfáticos mamarios internos; o en nodos 
linfáticos ipsilaterales supraclaviculares. 
 
Metástasis Distante (M) 
MX Metástasis distante que no puede ser evaluada 
M0 Sin metástasis distante 
M1 Metástasis distante 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 20
ESTADÍO 0: CÁNCER DE SENO NO INVASIVO O IN SITU: 
 
Carcinoma Ductal in situ (DCIS): las células cancerosas están localizadas dentro de un conducto 
y no han invadido el tejido adiposo circundante del seno. 
 
Carcinoma Lobular in situ (LCSIC): También se le llama neoplasia lobular y a veces se clasifica 
como cáncer de seno en etapa 0. Las células anormales crecen dentro de los lobulillos 
(glándulas que producen leche), pero no atraviesan las paredes de los mismos. La mayoría de 
los especialistas en atención de los senos no consideran a este tipo de carcinoma un verdadero 
cáncer de seno. 
 
ESTADÍO I: 
 
El diámetro del tumor es 2 cm (aproximadamente ¾ de pulgada) o menos y no se ha propagado 
a los ganglios linfáticos de la axila. 
 
ESTADÍO II: 
 
El tumor mide más de 2 cm. pero no más de 5 cm., se ha propagado a los ganglios linfáticos 
debajo del brazo en el mismo lado en el que se encontró el cáncer o ambos. Los ganglios 
linfáticos no están adheridos entre sí ni a los tejidos circundantes. 
 
ESTADÍO III: 
 
La etapa III está dividida en las subetapas IIIA y IIIB. 
 
ESTADÍO IIIA: 
 
El o los tumores miden de 5 cm. (más de 3 pulgadas) de diámetro, se han propagado a los 
ganglios linfáticos (que están adheridos entre sí o al tejido circundante) o ambas situaciones 
están presentes. 
 
ESTADÍO IIIB: 
 
En esta etapa se incluye al cáncer de seno de cualquier tamaño que se ha propagado a la piel, a 
la pared del tórax o a los ganglios linfáticos mamarios internos (ubicados debajo de los senos y 
dentro del tórax). 
 
ESTADÍO IV: 
 
Cáncer que, independientemente de su tamaño, se ha propagado (ha hecho metástasis) a 
lugares distantes, como huesos o pulmones, o a los ganglios linfáticos alejados del seno. (14) 
 
 
 
 21
1.8 SINTÓMAS DEL CÁNCER MAMA 
 
En los estadios iniciales del cáncer de mama la mujer no suele presentar síntomas. El dolor de 
mama no es un signo de cáncer aunque el 10% de estas pacientes lo suelen presentar sin que 
se palpe ninguna masa, el dolor también se presenta en otras localizaciones siendo los 
miembros superiores el principal seguido por el dolor axilar, óseo y torácico. 
 
El primer signo suele ser un bulto que, al tacto, se nota diferente del tejido mamario que lo rodea, 
se suele notar con bordes irregulares, duro, que no duele al tocarlo. En ocasiones aparecen 
cambios de color y tirantez en la piel de la zona afectada. 
 
En las primeras fases, el bulto bajo la piel se puede desplazar con los dedos. En fases más 
avanzadas, el tumor suele estar adherido a la pared torácica o a la piel que lo recubre y no se 
desplaza. El nódulo suele ser claramente palpable e incluso los ganglios de los axilares pueden 
aumentar de tamaño. Los síntomas de estas etapas son muy variados y dependen del tamaño y 
la extensión del tumor. 
 
Otros signos que pueden aparecer son: 
 
 Dolor o retracción del pezón 
 Irritación o hendiduras de la piel 
 Inflamación de una parte del seno 
 Enrojecimiento o descamación de la piel o del pezón. 
 Secreción por el pezón, presentándose un mayor porcentaje de secreción hemática, 
serosa y poca cantidad de secreción láctea sobre todos en las neoplasias dependientes 
de hormonas (14). 
 
1.9 DEFINICIÓN DE DOLOR 
 
La Asociación Internacional para el Estudio y el Tratamiento del Dolor (IASP) define “dolor” 
como una “experiencia sensorial y emocional desagradable, asociada o no a un daño tisular 
real o potencial de los tejidos o descrito en términos de dicho daño. 
 
A la anterior definición la IASP añadió las siguientes consideraciones: 
 
 El dolor es siempre un fenómeno subjetivo; el paciente es el que mejor puede informar 
de su dolor. 
 La verbalización del dolor se aprende. La expresión frente a una experiencia 
desagradable (dolor) está modulada por el aprendizaje en el medio en que crece el 
sujeto. 
 En la experiencia dolorosa no siempre es posible determinar un daño tisular, pudiendo 
existir razones estrictamente psicológicas. 
 
 
 22
La forma de experimentar el dolor dependerá de los aspectos biológicos y neurofuncionales 
involucrados, además de variables como: la personalidad, experiencias dolorosas previas, 
estado socio-cultural,estado emocional en el momento del estímulo nociceptivo e incluso de las 
experiencias dolorosas de personas cercanas. 
 
Al ser el dolor una experiencia multidimensional se pueden distinguir los componentes 
neurofuncionales que llevan a una mayor o menor repercusión psicoafectiva, cultural, social 
económica y espiritual. A la suma de estos componentes se le ha denominado “dolor total”. 
(18). Pero más allá de las definiciones formales el clínico ha de considerar que el dolor es una 
experiencia somato-psíquica y que en definitiva, dolor es lo que el paciente dice que duele. 
 
1.10 TEORIAS DEL DOLOR 
 
Teoría de la Especificidad 
 
Representa la concepción predominante durante todo el siglo XIX con respecto a la experiencia 
de dolor. Los cimientos de esta teoría los podemos encontrar ya en René Descartes (1596-
1650), quien consideraba que el dolor era una experiencia sensorial concreta, 
independientemente del sistema sensorial del tacto o de los otros sentidos. Sin embargo, la 
fórmula defensiva de esta teoría la realizó Schiffen en 1858, a partir de sus descubrimientos al 
realizar diferentes indicios en la médula espinal. De está forma concluyó que el tacto y el dolor 
eran independientes, ya que al seccionar la materia gris de la médula se eliminaba el dolor pero 
no el tacto, mientras que las incisiones en la materia blanca de la médula producían una 
eliminación del tacto pero no del dolor (Bonica y Loeser, 2001). La teoría alcanzó un mayor 
apogeo con los estudios de von Frey en los que se pretendía identificar los receptores 
específicos para cada una de las sensaciones (Fernando- Torres, Márquez Espinós y de las 
Mulas, 1999). 
 
Según la teoría de la especificidad, el dolor es un fenómeno puramente físico, un acontecimiento 
de naturaleza sensorial-fisiológica (Miró, 2003) 
 
Se defiende la existencia de unos receptores específicos para el dolor, que trasmiten la 
información a centros cerebrales también específicos a través de la médula espinal. En este 
sentido, la teoría propone una correlación casi perfecta entre la magnitud de la lesión y el dolor, 
es decir, a mayor cantidad de tejido lesionado, mayor sería la experiencia del dolor. Así pues, la 
cualidad sensorial de la experiencia detectada a nivel central cerebral, estaba determinada por 
la actividad específica de los nervios sensoriales. Por todo ello, la investigación que se deriva 
de este marco teórico es la búsqueda de estos receptores, fibras y centros cerebrales del dolor 
(Melzack, 1993) y, lógicamente, los tratamientos de preferencia para aliviar el dolor serán el 
bloqueo de las vías implicadas en la transmisión del dolor, las intervenciones quirúrgicas o la 
administración de analgésicos. En este contexto no tiene cabida la consideración de los 
aspectos psicológicos implicados en el dolor, a los que se les considera meras reacciones ante 
el mismo. (9) 
 
 
 23
Teoría de la compuerta 
 
En 1965, Melzack (psicólogo) y Wall (fisiólogo) publicaron una nueva teoría acerca del dolor: 
Gate control theory. Esta teoría representa un cambio profundo en la concepción de los 
mecanismos implicados en el dolor al conceder importancia tanto al sistema periférico como al 
sistema central en la modulación de dolor. Según esta perspectiva, ya no se podría hablar de 
una relación unívoca entre la magnitud de la lesión y la experiencia del dolor, sino que seria 
necesario tener en cuenta la presencia de un mecanismo de modulación tanto a nivel medular 
como a nivel cerebral - descendiente. La principal aportación de la teoría es la noción de este 
mecanismo de control (compuerta) y la concepción multidimensional del dolor, que deja de ser 
una experiencia meramente sensorial y se le atribuye componentes tanto sensoriales como 
afectivos y evaluativos. Así pues, podemos decir que Melzack y Wall son los primeros en 
proponer una teoría del dolor que incorpora aspectos biológicos y psicológicos. 
 
La teoría de la compuerta se basa en una serie de presupuestos (Melzack, 1993) 
 
 La transmisión de los impulsos nerviosos aferentes está modulada por un sistema de 
“compuerta” situado en las astas dorsales de la médula espinal. 
 Este sistema de compuerta se ve influido por el nivel de actividad en las fibras A-beta, 
fibras nerviosas de diámetro grande que inhiben la transmisión, es decir, cierran la 
compuerta y las fibras A-delta y C, que son fibras de diámetro pequeño, que facilitan la 
transmisión, es decir, abren la compuerta. 
 Este mecanismo de “compuerta” también esta influido por los impulsos descendientes. 
 Un sistema especializado de fibras de diámetro grande y transmisión rápida activa 
procesos cognitivos específicos que influyen, a través de las fibras descendientes, en la 
modulación del mecanismo de compuerta espinal. De esta forma, es posible que 
algunos tipos de actividad en el sistema nervioso central puedan ejercer un control 
sobre la percepción del dolor. 
 Cuando la respuesta de las células de trasmisión de la médula espinal excede un 
umbral crítico, se pone en funcionamiento el Sistema de Actividad, es decir, las áreas 
neuronales que subyacen a los patrones conductuales complejos y a las experiencias 
características del dolor. 
 
Así pues, en función de estos presupuestos, si el impulso de transmisión se inhibe lo suficiente 
a nivel medular, entonces la percepción del dolor, se produce a nivel cerebral, se verá 
bloqueada. 
 
Según el propio autor de la teoría (Melzack, 1999) la contribución más importante de esta 
nueva perspectiva fue el énfasis en los mecanismos neuronales centrales, lo que obligo a las 
ciencias médicas y biológicas a concebir el cerebro como un sistema activo que filtra, 
selecciona y modula estímulos, Así mismo, este énfasis en el papel del cerebro en el 
procedimiento del dolor hizo que los aspectos psicológicos dejasen de ser “meras reacciones 
al dolor” y pasaran a ser consideradas como un componente fundamental en el procedimiento 
del dolor. (Melzack, 1993,1999), con la influencia que deriva de ello para el tratamiento. (9) 
 
 24
1.11 ETIOLOGÍA DEL DOLOR 
 
La etiología del dolor en estos pacientes es multifactorial, la cual dificulta su clasificación; se ha 
propuesto que el dolor en este grupo puede atribuirse al cáncer, a la terapéutica antineoplásica 
o la sintomatología resultante de los procesos infiltrativos y metastáticos, hasta en 80 a 90% de 
los casos. Por lo que su aparición es el principal temor de los pacientes y de sus familiares, 
condicionando dificultades en la terapéutica. 
 
Se ha documentado que el dolor oncológico presenta generalmente las siguientes 
características: 
 
 Se debe al tumor en 92.5% de los casos. 
 La mayoría de los pacientes reporta que el “dolor más intenso” va desde 6.6 a 7.7 
según la EVA (Escala Visual Análoga). 
 Que el promedio del dolor tiene una intensidad de 3.6 a 4.3 según la EVA. 
 24.8% de los pacientes refiere dolor en más de un sitio. 
 El tiempo de duración promedio del dolor es de 5.9 + - 10.5 meses. 
 47.5% de los pacientes presentan dolor nociceptivo. 
 64.4% de los pacientes presentan “dolor irruptivo”. 
 
Las características del dolor ayudan a identificar los elementos que facilitan su evaluación y 
tratamiento. En este sentido, diversos reportes indican que cerca del 90% de los pacientes el 
control se realice con medidas farmacológicas relativamente sencillas. No obstante, 
frecuentemente se puede observar un mal control del dolor en los pacientes oncológicos. 
 
Los factores que favorecen el fracaso en la terapéutica analgésica son los siguientes: 
 
 Lagunas educacionales en la currícula universitaria del personal de salud acerca del 
empleo de analgésicos y de la evaluación del dolor. 
 Preocupación del paciente sobre el empleo de fármacos analgésicos y sus efectos 
adversos. 
 Miedo al riesgode adicciones. 
 Normas gubernamentales inapropiadas sobre la disponibilidad y adquisición de 
opiáceos. 
 
Lo anterior genera que cerca del 40% de los pacientes oncológicos con dolor reciban su 
medicación de forma tardía, favoreciendo que únicamente el 60% se encuentre satisfecho con 
su tratamiento con analgésicos. (25) 
 
 
 
 
 
 
 
 25
 
1.12 CLASIFICACIÓN DEL DOLOR SEGÚN SU DURACIÓN Y ETIOLOGÍA 
 
La clasificación del dolor la podemos hacer atendiendo a su duración, patogenia, localización, 
curso, intensidad, factores pronósticos de control del dolor y finalmente según la farmacología. 
 
Según su duración: 
 
 Agudo: Limitado en el tiempo, con escaso componente psicológico. Un ejemplo lo 
constituyen la perforación de vísceras huecas, el dolor neuropático y el dolor 
musculoesquelético en relación a fracturas patológicas. 
 Crónico: Ilimitado en su duración, se acompaña de componentes psicológicos. Es el 
dolor típico del paciente con cáncer. 
 
Según su patogenia 
 
 Neuropático: Está producido por estímulo directo del sistema nervioso central o por 
lesión de vías nerviosas periféricas. Se describe como punzante, quemante, 
acompañado de parestesias y distesias, hiperalgesia, hiperestesia y alodinia. 
 Nociceptivo: Este tipo de dolor es el más frecuente y se divide en somático y visceral, 
el cual detallaremos más adelante. 
 Psicógeno: Interviene el ambiente psico-social que rodea al individuo. Es típico la 
necesidad de un aumento constante de las dosis de analgésicos con escasa eficacia. 
 
Según su localización 
 
 Somático: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores somáticos 
superficiales o profundos (piel, musculoesquelético, vasos, etc.). Es un dolor localizado, 
punzante y que se irradia siguiendo trayectos nerviosos. El más frecuente es el dolor 
óseo producido por metástasis óseas. 
 Visceral: Se produce por la excitación anormal de nocioceptores viscerales. Este dolor 
se localiza mal, es continuo y profundo. Asimismo puede irradiarse a zonas alejadas al 
lugar donde se originó. Frecuentemente se acompaña de síntomas neurovegetativo. 
 
Según el curso 
 
 Continuo: Persistente a lo largo del día y no desaparece. 
 Irruptivo: Exacerbación transitoria del dolor en pacientes bien controlados con dolor 
de fondo estable. El dolor incidental es un subtipo del dolor irruptivo inducido por el 
movimiento o alguna acción voluntaria del paciente. 
 
 
 
 
 
 26
 
Según la intensidad 
 
 Leve: Puede realizar actividades habituales. 
 Moderado: Interfiere con las actividades habituales. Precisa tratamiento con opioides 
menores. 
 Severo: Interfiere con el descanso. Precisa opioides mayores. 
 
Según factores pronóstico de control del dolor 
 
 El dolor difícil o complejo es el que no responde a la estrategia analgésica habitual 
(escala analgésica de la OMS). 
 El Edmonton Staging System pronostica el dolor de difícil control. 
 
Según la farmacología 
 
 Responde bien a los opiáceos: dolor visceral y somático 
 Parcialmente sensible a los opiáceos: dolor óseo y el dolor por comprensión de nervios 
periféricos. 
 Escasamente sensible a opiáceos: dolor por espasmo de la musculatura estriada y el 
dolor por infiltración o destrucción de nervios periféricos. (Art. 1) 
 
1.13 FISIOLOGÍA DEL DOLOR 
 
La nocicepción comprende dos etapas: la transducción del estímulo nocivo por las terminaciones 
nerviosas periféricas y la transmisión de esas señales hacia el sistema nervioso central. El 
impulso nociceptivo se modula en cada nivel de la vía sensitiva aferente, desde el nervio 
periférico hasta la corteza cerebral. Dado que el dolor severo puede desorganizar el 
comportamiento e interferir con la capacidad de huir del peligro, la posibilidad de suprimirlo 
puede ser vital. 
Nociceptores periféricos: 
Los receptores para el dolor se encuentran en la piel, en las estructuras musculoesqueléticas y 
en las vísceras. Los receptores cutáneos (terminaciones nerviosas libres) transducen estímulos 
mecánicos, térmicos o químicos en un tren de potenciales eléctricos que se transmiten por sus 
axones hacia la médula espinal. Los cuerpos celulares de los nociceptores periféricos se 
encuentran en los ganglios de la raíz dorsal, y la primera sinapsis se realiza a nivel del asta 
dorsal de la médula espinal, tanto con las interneuronas locales como con las neuronas de 
proyección que llevan la información nociceptiva hacia centros superiores en el tronco cerebral y 
en el tálamo. 
 
 
 
 27
En el caso particular del dolor por cáncer, su evaluación debe ser multidimensional porque se 
trata de una experiencia somática y emocional desagradable, es decir, que deja marcado al 
individuo, tanto en su fisonomía como en su respuesta psicológica y su forma de sentir. 
Cuantificar ese daño, que es subjetivo, exige estudiar los síntomas y signos de manera 
continua, durante la evolución del padecimiento, con la valoración y registro integral de los 
siguientes factores: 
 
 Nocicepción: Se relaciona con un daño real y es efecto de la invasión tumoral o de una 
lesión potencial de los tejidos secundarios al tratamiento oncológico quirúrgico, 
quimioterapia o radioterapia. 
 Percepción del estímulo doloroso: Es función del sistema nervioso y en cada individuo 
la modulan el umbral del dolor, sexo, edad, personalidad, etc. 
 Expresión: El dolor se describe en relación directa con la lesión, de acuerdo con la 
vivencia de cada paciente; en la expresión intervienen la fatiga, insomnio, ansiedad y 
miedo, entre otros factores. 
 
1.14 DOLOR POR CÁNCER DE MAMA 
 
El adenocarcinoma mamario es el padecimiento maligno que con mayor frecuencia causa dolor 
en la mujer. Se conocen varias explicaciones para eso. La primera es la tendencia del cáncer 
mamario a metastizar en hueso, en segundo lugar, el plexo braquial, con una rica inervación 
aferente y simpática, se localiza en estrecha proximidad a la región axilar en donde drenan los 
nódulos linfáticos de la mama, lo que favorece por desgracia, el frecuente síndrome de 
plexopatía braquial maligna. Por último, algunas intervenciones terapéuticas, como la 
mastectomía, lumpectomía y radiación axilar, a veces se complican con un estado doloroso. 
 
Existe diversidad en relación con el tipo de neoplasia y la intensidad del dolor, sin embargo, la 
prevalecía más consistente se ha observado cuado el paciente presenta cáncer de cabeza y 
cuello, genitourinario, esófago y próstata. En contraste se reporta dolor, en sólo un 5% en los 
pacientes con leucemia, no así los pacientes con linfomas en donde el rango va del 20 al 87%. 
 
Los pacientes con metástasis presentan mayor relación al dolor, comparada con los que no 
tiene enfermedad metastásica, por ejemplo las pacientes con cáncer de mama con metástasis 
presentan un 64% de dolor comparada con un 40% de las pacientes que no presentan 
metástasis. 
 
1.15 IMPORTANCIA DEL CONTROL DEL DOLOR POR CÁNCER 
 
El dolor ocasionado por padecimientos oncológicos condiciona una doble problemática: el 
sufrimiento del individuo y su núcleo familiar por una deficiente calidad de vida y una fuente de 
cuantiosas pérdidas económicas. (18) 
 
 
 
 28
En la actualidad el dolor ha sido catalogado, en si mismo, como un problema de salud pública, 
ya que es la causa más frecuente de consulta médica. En el momento del diagnóstico de una 
neoplasia, entre el 30-50% de los pacientes presentan dolor, que en las fases avanzadas de la 
enfermedad puede llegar al 70-90%. En los pacientes con cáncer avanzado, el 70% de los 
dolores tiene su origen en la progresión de la propia neoplasia, mientras que el 30% restante 
se relaciona con los tratamientos (secuelas de la radioterapia, quimioterapia y cirugía) y 
patologías asociadas (artrosis, polineuropatía diabética, etc.), el dolor también varia entre el 70-
80% en los tumores sólidos (mayorsi hay afectación ósea) y el 50% en leucemias y linfomas. 
(1) 
 
A pesar del desarrollo y difusión de un arsenal analgésico cada vez más amplio, la mayoría de 
los pacientes y de los médicos sitúan al dolor como su principal temor a la hora de sufrir 
cáncer, posiblemente porque son conscientes de que todavía se está lejos de un perfecto 
dominio. Otro aspecto importante es que la desinformación de la población puede crear falsas 
expectativas sobre el control total del dolor. Diversos estudios clínicos sugieren que en un 
descenso del 33% al 50% en la intensidad del dolor es perceptible por el paciente y representa 
un estándar razonable de intervención eficaz. De hecho, aunque una mejora en la calidad del 
control analgésico reduciría el porcentaje de pacientes con dolor moderado a intenso, la 
eliminación total del dolor es, en muchos casos, prácticamente imposible. Ya que dentro de las 
múltiples y variadas razones que pueden contribuir a esta falta de eficacia completa de la 
terapia analgésica, es el problema de la medición del dolor. 
 
La propia definición del dolor da múltiples pistas de la gran dificultad que supone el intento de 
medida del mismo. El dolor es una experiencia emocional y no solamente una sensación 
primaria, como la visión o la audición, que pueden ser evaluadas de forma objetiva. Además, el 
dolor, como toda experiencia emocional es algo subjetivo; sólo el propio paciente conoce su 
dolor y su intensidad, por lo que toda valoración debe atender necesariamente a la evaluación 
del enfermo. Es decir, el dolor es lo que el paciente dice que es y no lo que el médico 
interpreta. De hecho, hasta en un 65% de casos el médico tiende a pensar que la intensidad del 
dolor es menor, lo que conduce a un tratamiento inadecuado. (8) 
 
1.16 ASPECTOS PSICOLÓGICOS QUE INFLUYEN EN LA PERCEPCIÓN DEL 
DOLOR 
 
La forma de experimentar el dolor estará determinado por la enfermedad, al grado de desarrollo 
biológico y neurofuncionales involucrados, además de variables como la personalidad, 
experiencias dolorosas previas, estado socio – cultural, estado emocional y cognitivo en el 
momento del estimulo nociceptivo, la motivación personal, el significado, la actitud familiar y el 
medio social (experiencias dolorosas de personas cercanas). 
 
Al ser el dolor una experiencia multidimensional se puede distinguir los componentes 
neurofuncionales que llevan a una mayor o menor repercusión psicoafectiva, cultural, social, 
económica y espiritual. 
 
 29
A finales de los años sesenta y principios de los setenta se produjo una revolución científica que 
sentó las bases del desarrollo del concepto biopsicosocial, fue hasta entonces cuando se hace 
énfasis en el vínculo entre lo emocional (neuroendocrino) con lo fisiopatológico (alteración de la 
homeostasis del organismo) y lo psicológico (conductual y cognitivo) se comenzaron a 
desarrollar también nuevas áreas del conocimiento. 
 
En ese período y a partir de esta nueva conceptualización del hombre, los oncólogos 
empezaron a reconocer que la emotividad del paciente guardaba una fuerte relación con el 
binomio constituido por ciertos estados de inmunodeficiencia y las enfermedades neoplásicas. 
 
En clínica es importante tener en cuenta que hay factores que van a modificar la percepción 
de dolor y es desde hace mucho tiempo conocido que estos elementos pueden ser los primeros 
aliados del equipo terapéutico en el manejo del dolor (Tabla II). 
 
 
 
Tabla II: Factores que modifican la percepción del dolor (Twycroos 1983) 
 
Disminuyen el umbral Aumentan el umbral 
Malestar 
Insomnio 
Fatiga 
Ansiedad 
Miedo 
Enfado 
Tristeza 
Depresión 
Aburrimiento 
Introversión 
Aislamiento mental 
Control de otros síntomas 
Sueño 
Reposo 
Simpatía 
Comprensión 
Solidaridad 
Distracción 
Reducir ansiedad 
Mejorar el estado de ánimo 
 
Analgésicos 
Ansiolíticos 
Antidepresivos 
 
 
Aunque algunas veces se considera que el dolor por cáncer es una crisis que emerge en los 
estadios avanzados del padecimiento, puede sobrevenir durante su transcurso y ocasionar 
sufrimiento, pérdida de control y disminución de la calidad de vida. La prolongación de este 
sufrimiento se convierte en una amenaza para la autovaloración y en menores opciones para 
enfrentar los síntomas y los problemas causados por la anomalía. El control personal se 
deteriora cuando se diagnóstica el cáncer y se deteriora aun más con el dolor intenso, 
tratamientos, hospitalización e intervenciones quirúrgicas. 
 
 
 30
Es esencial recordar que en los pacientes con cáncer avanzado sólo el 66% de los dolores que 
padecen tienen su origen en la progresión de la propia neoplasia. Un 33% de los dolores 
pueden relacionarse con el propio tratamiento oncológico (secuelas de la radioterapia, 
quimioterapia o cirugía), con la debilidad del paciente (inmovilidad, úlceras de decúbito, etc.) o 
con patologías coexistentes o intercurrentes (artrosis, polineuropatía diabética, etc.) 
 
El control del dolor merece prioridad por varias razones: primero, el dolor no tratado causa 
sufrimiento innecesario. Dado que el dolor disminuye la actividad, el apetito y el sueño, puede 
debilitar aún más el estado general del paciente. El impacto psicológico puede ser devastador, 
los pacientes con cáncer frecuentemente pierden la esperanza cuando aparece el dolor, 
asumiendo que este anuncia el progreso inexorable de una enfermedad temida, destructora y 
fatal. El dolor crónico puede inducir a los pacientes inclusive a rechazar programas de 
tratamiento activo y cuando el dolor es más severo o los pacientes están deprimidos, puede 
inducirlos al suicidio. 
 
El dolor puede aumentar el sufrimiento del individuo empeorando la sensación de abandono, 
impotencia, ansiedad y depresión. La sorpresa y la incredulidad, seguidas por la ansiedad y 
depresión (irritabilidad y trastornos del apetito y del sueño, incapacidad para concentrarse o 
efectuar actividades normales) son expresiones comunes cuando la persona se entera que 
padece cáncer, o cuando descubre que el tratamiento ha fracasado o la enfermedad recurre 
(Massie and Holland, 1990). Cuando el dolor reduce la capacidad del paciente para mantener el 
control, disminuye el bienestar psicológico y produce sentimientos de desesperanza y 
vulnerabilidad. (11) 
 
Efectos del dolor por cáncer en la calidad de vida 
 
 
Aspectos físicos 
 
Disminución de la capacidad funcional 
Disminución de la fortaleza y la resistencia 
Náuseas y pérdida del apetito 
Trastornos del sueño 
 
Aspectos Psicológicos 
 
Disminución de la alegría y la capacidad lúdica 
Aumento de la ansiedad y temor 
Sufrimiento 
Dificultad para la concentración 
Somatización 
Pérdida del control 
Depresión 
 
 
 31
Aspectos Sociales 
 
Disminución de las relaciones sociales 
Disminución de la actividad sexual y afectiva 
Cambios en la apariencia 
Incremento en la necesidad de cuidado 
 
Aspectos espirituales 
 
Aumento del sufrimiento 
Cambio de intereses 
Evaluación de creencias religiosas 
 
Fuente: Ferrell, Rhiner, Cohen, et al., 1991. 
 
Los pacientes viven y expresan su dolor como síntesis de la modulación producida por las 
múltiples dimensiones constitutivas del ser human (Tabla I). 
 
 
Tabla I: Dimensiones del experiencia dolorosa (McGuire 1992) 
 
 
D. Fisiológica 
Localización 
Inicio 
Duración 
 
D. Cognitiva 
Significado 
Autoimagen 
Afrontamiento 
 
 
D. Sensorial 
 
Intensidad 
Calidad 
Patrón 
 
 
D. Comportamental 
Comunicación 
Actividad física 
Dormir 
D. Afectiva Estado de ánimo 
Ansiedad 
Depresión 
 
D. Socio-cultural 
Responsabilidad 
Actitudes 
Creencias 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 32
CAPÍTULO II 
 
ALTERACIONES PSICOAFECTIVAS 
 
 
2.1 DEFINICIÓN 
 
Primeramente vamos a definir que son las alteraciones psicoafectivas:son un conjunto de 
cambios en el paciente a nivel cognitivo, conductual, emocional y fisiológico, reflejados en la 
incapacidad para concentrarse, disminución en el apetito e interés sexual, insomnio, tristeza, 
llanto fácil, falta de confianza en sí mismo, pesimismo, miedos, sentimientos de inutilidad y 
dependencia, pérdida del interés, deseo de morirse, bajo rendimiento laboral, irritabilidad, 
taquicardia, pérdida de libido, opresión o constricción torácica. 
 
Se presentan en la mayoría de las enfermedades físicas, pero tiene una relevancia particular en 
los pacientes que sufren cáncer, ya que son pacientes que sufren reacciones emocionales que 
incluyen ansiedad, depresión y furia. El balance entre éstas varía del período previo al 
diagnóstico (caracterizado por miedo) a la fase terminal, donde (sin tratamiento) puede 
predominar la sensación de desamparo y la desesperanza. 
 
Los problemas emocionales se encuentran en cerca del 50% de los pacientes con cáncer 
diagnosticado, no obstante, la mayoría de los casos representan una reacción tratable al 
diagnóstico en sí mismo. 
 
La angustia psicológica es común en cualquier tipo de enfermedad física. Las estimaciones 
varían ampliamente, pero parece ser que hasta un 70% de los pacientes que cursan con algún 
cuadro médico muestran también en algún grado, algún tipo de alteración psicológica. Estos 
problemas emocionales son resultado tanto de las molestias físicas provocadas por la 
enfermedad, como del impacto que éstas tienen en su forma de vida. 
 
Existen actitudes con respecto a la información de reticencia de nombrar abiertamente la 
enfermedad, sugerencias utilizadas y los procesos de ambivalencia negando la información 
recibida del diagnóstico, tratamiento y/o pronóstico siendo otros exponentes del temor que el 
cáncer inspira. 
 
Se da una interpretación popular con actitudes de creencias, prejuicios o ignorancia. Estas 
actitudes poseen un contenido mixto de conocimientos y emociones de estructura relativamente 
estable. 
 
Las creencias y pautas defensivas pueden ser mágicas (brujería, castigo o contagio). Aunque 
también pueden ser de racionalización (ideas simplistas, reduccionistas, relacionadas a causas 
con acontecimientos cotidianos). 
 
 
 
 33
Las mujeres con cáncer de mama desarrollan problemas en: 
 
 Su sexualidad (disminución y/o inactividad sexual). 
 Alteraciones del estado de ánimo. 
 Alta incidencia en diagnóstico de depresión mayor, sobre todo en pacientes con 
recurrencia o enfermedad avanzada. 
 Adaptarse a la pérdida de una parte de su cuerpo que forma parte importante de su 
feminidad, autoestima y atractivo. 
 Exclusión de la realidad exterior. 
 No salen a la calle. 
 No relación con amigos. 
 Deterioro físico diario. 
 
Morbilidad Social 
 
 Trabajo.- Dificultad de retornar a sus labores debido a la ansiedad o depresión. 
 Labores de casa.- Dificultad para realizarlas o salir de compras. 
 Matrimonio.- Relación muy cerrada o consideran la separación o divorcio, relación de 
continua tensión o presión. 
 Actividades Sociales.- Existe una aislamiento social que repercute en la calidad de vida. 
 
Morbilidad Psiquiátrica 
 
 Ansiedad (pre-diagnóstico) moderada a severa. 
 Tensión persistente. 
 Incapacidad para relajarse. 
 Cefaleas. 
 Trastornos maníacos. 
 Estados afectivos mixtos. 
 Estados confusionales. 
 Palpitaciones. 
 Ataques de pánico. 
 
Estas mujeres viven con incertidumbre acerca del futuro, el cáncer lo perciben como sufrimiento, 
invalidez y muerte. 
 
El Dr. Jimmie Holland se refirió a los trastornos psicológicos que sufren los pacientes cuando 
se les diagnóstica cáncer; estos trastornos son debidos a la percepción que tiene cada 
paciente de la enfermedad y sus manifestaciones y al estigma que comúnmente conlleva esta 
enfermedad; para muchos el más grande temor es el de tener una muerte con dolor; además 
todos los pacientes en un momento dado van a estar incapacitados y dependiendo de otros; 
sufren alteraciones en su apariencia personal y sufren de pérdidas en sus relaciones sociales. 
 
 
 34
La enfermedad crónica afecta la capacidad de las personas para realizar sus actividades 
cotidianas; en el cáncer de mama, dada su naturaleza, progresión y tratamientos, provoca 
diversas modificaciones en la vida de las pacientes, que consiste en un cambio drástico de sus 
vidas, adaptarse a la enfermedad, aprender estilos de afrontamiento, entre otros. 
 
Su vida está en completa desesperación es lo que produce, el cambio en el estatus, en los 
planes a futuro, las consecuencias sociales, su impacto en el matrimonio, familia e hijos. Otros 
de los impactos más destacados durante el diagnóstico es el momento de elegir un tratamiento, 
generando problemas con el esposo, la familia, cambios físicos en el paciente, cargas 
económicas y dificultades laborales, todos ellos interviene justo ante la toma de decisiones 
creando un impacto psicológico mayor. Por otra parte, todas las personas allegadas brindan 
expectativas acerca de la enfermedad, de las instituciones médicas, de los posibles tratamientos, 
generando mayor ansiedad en la paciente. 
 
La contribución de la Psicología en el campo de la Oncología se ha desarrollado principalmente 
a través de dos líneas de actuación: 
 
 La más antigua (viene ya citada desde Galeno), dirigida a establecer como las 
variables psicológicas afectan a la etiología y curso del cáncer. 
 Dirigida a desarrollar métodos de evaluación e intervención eficaces para tratar la 
problemática asociada al diagnóstico y tratamiento de la misma. 
 
Estudios epidemiológicos recientes parecen indicar que los factores psicológicos pueden 
desempeñar un papel esencial en la historia natural de las enfermedades crónicas como el 
cáncer. Factores como las conductas relacionadas con la salud, nuestros estados psicológicos o 
emocionales, las características personales y los modos de afrontamiento han demostrado ser 
de especial relevancia en este sentido (Oblitas, 2004). 
 
Existen varias hipótesis que intentan explicar la influencia de los factores psicológicos en el 
comienzo y la progresión del cáncer, que van desde su influencia en la función inmunitaria, 
pasando por su influencia sobre hábitos como el tabaco y el alcohol, hasta el peso, que estos 
factores psíquicos ejercen sobre el paciente para decidir el momento de solicitar atención 
médica. (Miralles et al, 2003). (10) 
 
Estar enfermo significa estar en un laberinto de dudas. Hay ansiedad, depresión, negación, 
regresión, incertidumbre, desesperanza ante el peligro, separación, distanciamiento, 
sometimiento a normas rígidas, pérdida de la autonomía, de la familia y las amistades, 
aislamiento, miedo al sufrimiento, al dolor, a la mutilación, a la destrucción por la enfermedad, a 
la “aprehensión difusa”, a la “experiencia del distanciamiento” al “proceso del despojo” cuando 
se entra a una institución hospitalaria, a la pérdida de la identidad, al abandono de las 
responsabilidades personales, familiares, laborales y sociales. Hay miedo al abandono, a la 
exclusión, al hospital, al personal médico. Hay temor por la pérdida de la autoestima de la 
creatividad, de la privacidad, del estilo de vida; temor a la despersonalización, a ser manejado 
por instrumentos. Hay temor a los silencios, a las evasivas, a los escudos protectores de los 
médicos y las enfermeras, al vocabulario técnico. Hay temor de ser engañado, de no ser tocado 
 35
ni considerado como persona sino como cosa, objeto o motivo de estudio por la enfermedad 
que tiene pero no por el ser humano que es. 
 
La ansiedad es una respuesta común del enfermo hospitalizado, la enfermedad amenaza su 
integridad corporal, el bienestar y la capacidad de funcionar como persona y como miembro 
de la sociedad. Además, la amenaza a la vida, la pérdida de la integridad corporal y el miedo a 
la desfiguración también son importantes en lapresentación de la ansiedad. (16) 
 
Estudios psiconeuroinmunológicos han analizado la influencia del estrés, la ansiedad y la 
depresión como factores de riesgo etiológicos en el crecimiento de la neoplasia no existiendo 
en la actualidad consenso acerca de su papel de variable desencadenante, pero si como 
variable moderadora que influye en la velocidad del proceso cancerigeno (Amigo et al., 2003., p. 
200). 
 
La relación entre depresión y cáncer se ha estudiado desde diferentes perspectivas, 
encontrándonos con multitud de estudios con resultados contradictorias. Por tanto, no se ha 
demostrado una asociación clara entre los factores psicológicos y el comienzo, exacerbación o 
la evolución de la enfermedad neoplásica, aunque estudios más recientes con mayor solidez 
metodológica han sugerido que la progresión del cáncer , y no su inicio, pueden verse influida 
en mayor medida por factores psicosociales (cfr. Millares et al., 2003). 
 
Parece claro que los enfermos oncológicos sufren reacciones psicológicas negativas ante la 
enfermedad de cáncer, tales como ansiedad y depresión. Estas manifestaciones psicológicas se 
encuentran asociadas a la gravedad de la neoplasia e influyen claramente en la respuesta a 
la enfermedad y en las expectativas de vida (Alonso, 2006). (10) 
 
El enfrentarse a un cáncer implica para la persona el reto de superar una serie de crisis vitales 
y emocionales. Para la mayoría de los pacientes, la ocasión del diagnóstico es un momento de 
profunda crisis vital que mueve tanto su estructura psíquica y morales como las de su familia. 
No hay duda de que el diagnóstico de cáncer constituye un hecho de gran impacto negativo, 
catastrófico, para cualquier persona, que se asocia directamente con sufrimiento y muerte. En 
estos casos, los pacientes buscan estar solos, casi no expresan sus sentimientos ni sus 
pensamientos, parecen embotados y no pueden pensar o decidir con claridad. Sus ideas están 
centradas en que pueden llegar a morir y las asocian sobre todo con un separarse de sus seres 
queridos y suspender los proyectos y metas vitales que se habían fijado. Este período inicial de 
de choque y alexitimia es seguido por uno de turbulencia, en el cual la persona expresa 
malestar más con actos que con palabras. Es cuando aparece la irritabilidad, la sensibilidad 
excesiva, las depresiones y ansiedades leves a moderadas; así mismo, las alteraciones en el 
apetito y el sueño y la disminución en la capacidad de concentrarse y de llevar a cabo labores 
cotidianas, por la presencia intrusita de pensamientos y preocupaciones relacionadas con el 
diagnóstico y temores referentes al futuro. 
 
 
 
 36
En la siguiente tabla vemos los diferentes momentos de crisis vitales (momentos significativos 
con alta carga emocional y afectiva). (19) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
La literatura, así como la experiencia clínica, reporta que, en muchos casos, estas pacientes no 
aceptan completamente su enfermedad, mostrando gran variedad de sentimientos de 
inconformidad tales como: rechazo, ira, temor o desesperanza, que pueden ir desapareciendo 
en la medida en que se va extendiendo la sobrevida. 
 
De igual manera la preocupación de la transmisión hereditaria a los hijos, el miedo a la 
muerte, los dilemas relacionados con el trabajo, los cambios en la interacción social, las 
amenazas del bienestar espiritual, la pérdida de la esperanza, la incertidumbre sobre el futuro y 
la trascendencia del diagnóstico del cáncer, contribuyen a que estas mujeres modifiquen en 
gran medida su bienestar. 
 
Los sufrimientos o trastornos que aquejan a la mujer con cáncer de mama incluyen 
frecuentemente ansiedad, insomnio, vergüenza, sentimientos de inutilidad y subvaloración 
personal. (Barbón & Beato. 2002) La depresión, reacción emocional muy frecuente en los 
enfermos crónicos al debut de su enfermedad ha sido estudiada por Ford, quien encuentra que 
los síntomas depresivos se relacionan estrechamente con el estadio de la enfermedad y con el 
apoyo social (Ford, 2002). Zhao y colaboradores encontraron en las mujeres con cáncer de 
mama mayores niveles de depresión y ansiedad, así como un afrontamiento más negativo a la 
misma (Zhao & cols. 2001). 
 
Podemos suponer que el daño o la pérdida de una o ambas mamas traigan como consecuencia 
una afectación de cualquiera de los elementos antes señalados, es decir, malestares o 
sentimientos de pérdidas de esas funciones y significados, lo cual se agrega a la afectación 
psicológica propia de ser portador de una enfermedad tan estigmatizada como es el cáncer. En 
esta patología suele estar afectada la identidad propia de la mujer, su imagen corporal y su 
autoestima (Thorne & Muray, 2000). (27) 
 
 
 
 
 Crisis emocionales en el curso del cáncer 
 
• Período de diagnóstico 
• Inicio de tratamiento 
• Complicaciones del tratamiento 
• Fase de intervalo libre de enfermedad 
• Fase de supervivencia 
• Período de la recidiva 
• Fase final de vida 
 37
2.2 PERFIL PSICOLÓGICO DEL PACIENTE ONCOLÓGICO 
 
En las últimas décadas se ha despertado un interés creciente por conocer hasta que punto 
determinadas características de personalidad y estados emocionales en combinación con los 
estados biológicos y ambientales pueden contribuir a la etiología y progresión del cáncer de 
mama. 
 
La relación de factores emocionales con el estado de salud en general y con el cáncer en 
particular, ha sido sugerida desde la antigüedad. Hipócrates ya hablaba de la relación entre 
personalidades melancólicas y el cáncer. Galeno, en la misma línea, pensaba que las mujeres 
de temperamento melancólico estaban más expuestas al desarrollo de neoplasias que las 
mujeres de temperamento sanguíneo. Sin embargo no es hasta la década de los 50 cuando 
comienzan a estudiarse de forma sistemática la posible implicación de distintos factores 
psicosociales en la etiología y evolución del cáncer. 
 
Las investigaciones cuyo principal objetivo ha sido detectar un patrón o perfil premórbido de 
personalidad relacionada con el cáncer, tienden a describir a las pacientes con neoplasias como 
personas con alto control emocional, fundamentalmente de las emociones negativas (ira, 
ansiedad y tristeza), cooperadoras y con tendencia al autosacrificio y a evitar los conflictos con 
tal de mantener relaciones armoniosas con las personas de su entorno. 
 
Los sentimientos de desesperanza y desamparo, que están presentes en personas que pierden 
una relación emocional importante, han sido también asociadas con el origen del cáncer o con 
un peor pronóstico. Por último, los estudios realizados sobre estilos de afrontamiento o 
respuestas conductuales, emocionales y cognitivas que se producen ante el diagnóstico y 
tratamientos del cáncer sugieren que las personas que afrontan la enfermedad con espíritu de 
lucha o aquellas que utilizan como estrategia la negación, tienden a presentar un mejor 
pronóstico en la recuperación. 
 
Los resultados obtenidos en un estudio realizado con mujeres con cáncer de mama durante los 
años 1992 y 1993, en relación a los niveles de depresión, los resultados obtenidos indican que el 
porcentaje de mujeres con depresión es sorprendentemente bajo puesto que solo el 20,6% 
presenta depresión moderada o severo, mientras que el 79,4% no revelan un estado de ánimo 
depresivo, salvo la edad, que correlaciona positivamente con depresión. Las variables de 
personalidad, relativamente estables como ser una persona ansiosa ante diferentes 
situaciones de la vida, tener tendencias al neuroticismo y a la introversión, inhibir las respuestas 
emocionales ante los acontecimientos negativos o estresantes y considerar que uno mismo 
puede hacer muy poco por su salud, las que predicen mayor depresión ante el cáncer. 
 
También se indica que las personas sin depresión utilizan mayor