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Universidad Nacional Autónoma de México Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM IZTACALA “Entrenamiento en detección temprana de TEPT y canalización oportuna para trabajadores de la S.S., Hospital de las Emociones y Organizaciones Civiles en la CDMX” T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE L I C EN C I AD A E N P S IC O L O GÍ A P R E S E N T A N C e c i l i a V e l á z q u e z D e L e ó n Diana Karina Martinez Zamudio Directora: Dra. Dra. Carolina Santillán Torres Torija Dictaminadores: Dra. Anabel De La Rosa Gómez Mtra. Violeta Espinosa Sierra Los Reyes Iztacala, Edo. de México, 2019 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Agradecimientos Cecilia A mamá y papá… Por ser un soporte enorme que me permitió llegar hasta este punto de mi formación, por creer en mi y demostrarme que cada día nos podemos superar más, por acompañarme en las altas y bajas de todo este proceso, por madrugar conmigo, por develarse conmigo, por verme llorar en los momentos mas críticos y siempre tener una palabra de aliento para seguir en pie. A Lau… Por ser mi eterna compañera, consejera, mi guía de vida, por permitirme abrir los ojos e introducirme a una perspectiva de la realidad que sin quererlo se convirtió en una forma de vivir y que guían muchos de mis pensamientos, acciones e intereses, sin ella, no habría llegado uno de los temas desarrollados en este trabajo, por las enseñanzas, por confiar en mi y por siempre estar presente. Y claro, por ayudarme a elegir mi entrada a la mejor universidad que pude escoger hace 8 años, cuando no tenía ni idea de que me deparaba la vida. A Moy y Edith… Por demostrarme que las diferencias en los pensamientos de las personas nunca serán una eterna limitante para convivir entre ellas, que las diferentes perspectivas de la vida siempre se conjuntan en algún punto y que de ellas se aprende mucho, por retomar nuestra cercanía y permitirme compartir una de las etapas más importantes de mi vida con ustedes. A Mónica y Evelyn… Por acompañarme desde el inicio de este largo camino y seguir aquí a pesar de las adversidades de la vida misma, por demostrarme que la distancia no es impedimento para el cariño y que siempre hay tiempo para todo. A mis compañeras de batalla… Mis amigas, Mimi, Maricela y Michelle por vivenciar conmigo el paso por la universidad y crecer con cada una de diferentes maneras. Mimi, por crear conmigo un ideal de vida, por crecer en los mismos intereses y buscar nuestra inserción en aquello que nos une a futuro como psicólogas y claro al destino por hacernos coincidir en situaciones tan peculiares de la vida que nos permitieron ser lo que hoy somos en conjunto. Maricela porque las amigas no tienen que ser totalmente iguales, de la diversidad de pensamientos se nutren las mejores amistades, por estar desde el inicio, por las altas y bajas que nos han cambiado como personas pero que nos mantienen unidas. Michelle, porque en un inicio no habría imaginado que en ti encontraría una persona con quien crecer en muchos aspectos, por motivarme a no dejar los temas que me gustan, por permitirme crear un futuro trabajando juntas en aquello que tanto nos mueve y conjuntarlo con una amistad tan padre. A Kary… Colega, amiga y coautora, por permitirme ir de la mano con ella en todo el mar de situaciones que vivimos en la elaboración de este trabajo, porque rompimos con la regla de terminar odiándonos al finalizar la tesis, ¡lo logramos!, por crear conmigo un proyecto con mucho futuro, ¿Quién iba a decir que dos personas tan diferentes terminarían juntas en algo tan valioso e importante? No sé, pero henos aquí, mas segura que nunca de que fue la mejor elección. A la Dra. Carolina… Por confiar en mi para este proyecto y por creer en mi potencial, por abrirme las puertas a nuevas experiencias que sin duda me han formado de manera exitosa, por tenerme paciencia y motivarme día con día cuando parecía que me daba por vencida, gracias a eso, se que todo es un proceso y que esperar vale la pena, que la formación y la vivencia son parte fundamental de la vida. A la UNAM… Por abrirme las puertas, los ojos y ayudarme a crecer como persona, como profesional, por arrojarme al mundo con ganas de aportar mucho de lo que me dio como la máxima casa de estudios que es y por permitirme recolectar muchos de los mejores recuerdos de mi vida pasando por sus aulas, jardines y pasillos. Finalmente al Consejo Económico y Social de la Ciudad de México, por financiar un proyecto que fue tan importante para mi, sin duda hará un cambio no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país. A la Secretaria de Salud, por permitirnos llevar a cabo nuestras capacitaciones en los diferentes Centros de Salud de la Ciudad de México y ayudarnos en la búsqueda de la vinculación entre la poblacion y la salud mental. A todos ustedes desde lo más profundo de mi ser, ¡muchas gracias! Agradecimientos Karina A mi papá y mamá Primero por darme la vida, después por apoyar mis decisiones académicas, por preocuparse por mí, por motivarme cada mañana a salir adelante, por su escucha, por su compañía en todo este proceso, por inculcarme valores como la perseverancia, compromiso, honestidad, amor. Gracias por todo lo que han hecho por mí hasta el día de hoy. Sin duda, son mi ejemplo y mi inspiración por todo el trabajo que han realizado por mis hermanos y por mí, sé que esto es el comienzo de un largo camino a nivel profesional y personal, pero también sé que ustedes estarán ahí para guiarme siempre. Esto también es de ustedes. Los amo. A mis hermanos Por apoyarme en cada decisión que tomo, por sus consejos, por darme sus puntos de vista ante las diferentes situaciones, por todo lo que han hecho por mí a lo largo de mi formación académica, especialmente Andrés, por permitir entrar en sus vidas una perspectiva psicológica desde el cariño que les tengo, por estar conmigo en las buenas y en las malas. Los amo. A mis compañeras en ésta aventura Nohemí y Maricela por formar parte de mi vida desde la Universidad, por convertirse en personas fundamentales en mi vida, por su apoyo incondicional, por su escucha, su opinión, por su cariño, por motivarme a realizar un buen trabajo como psicóloga. A Cecilia Por ir de la mano conmigo en todo este proceso, por intercambiar puntos de vista conmigo, por equilibrar la balanza cuando se estaba cayendo, por contestar las llamadas más allá de lo profesional, por estar, gracias. A todos los que han tenido un espacio en mi vida Viri y Héctor. Por ampliar mi panorama acerca de la labor de un Psicólogo y enseñarme a hacer las cosas con amor, pasión y compromiso. Miguel, por ser un amigo incondicional, por tu escucha, tus palabras de aliento y motivación. Adrián, por alentarme y motivarme a creer y confiar en mí para lograr todo lo que me propongo, aún en la distancia. Gracias. A la Dra. Carolina Santillán Por todos sus consejos a nivel profesional, por abrirnos las puertasen proyectos importantes, por confiar en nuestro trabajo, por su escucha, por su tiempo. A la UNAM Por abrirme las puertas hace años, por cada aprendizaje obtenido. Estoy orgullosa de pertenecer a la máxima casa de estudios. A partir de ahora, el compromiso para contigo y la sociedad es muy grande, y daré todo de mí por no fallar. Finalmente al Consejo Económico y Social de la Ciudad de México, por financiar un proyecto tan importante que sin duda hará un cambio no sólo en la ciudad sino en todo el país. A la Secretaria de Salud, por permitirnos llevar a cabo nuestras capacitaciones en los diferentes Centros de Salud de la Ciudad de México. Gracias. 6 ÍNDICE INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………...1 1. TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO (TEPT)……………..11 1.1 Historia………………………………………………………………............11 1.2 Epidemiología……………………………………………………………….15 1.3 Criterios diagnósticos………………………………………………………..16 1.4 Trauma…………………………………………………………………….....22 1.5 Variables asociadas al Trauma (Problemas con el uso del Alcohol, Depresión, Suicidio)………………………………………………………………………….….25 1.6 Escalas de evaluación ……………………………………………………....26 1.7 Tratamiento………………………………………………………………....32 2. ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y DESASTRES NATURALES………….38 2.1 Definición de desastres naturales …………………………………………...38 2.2 Estadísticas de desastres naturales en México………………………………43 2.3 Estrés Postraumático y desastres naturales …………………………………46 3. ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y DESAPARICIÓN FORZADA DE PERSONAS………………………………………………………………………....50 3.1 Definición de desaparición forzada……………………………………….…53 3.2 Estadísticas…………………………………………………………………..57 4. CAPACITACIÓN A GUARDIANES NO PROFESIONALES (IDENTIFICACIÓN Y CANALIZACIÓN)……………………………………...63 4.1 Justificación……………………………………………………………….....69 7 4.2 Método…………………………………………………………………… ....71 4.3 Entrenamiento……………………………………………………………….73 4.4 Resultados …………………………………………………………………...74 5. DISCUSIÓN…………………………………………………………………77 CONCLUSIONES………………………………………………………………….84 REFERENCIAS…………………………………………………………………...88 ANEXOS 1 INTRODUCCIÓN México ha pasado por diferentes contextos que han devenido en grandes cambios para el país (para bien o para mal) algunos de estos, derivados de diferentes sucesos, por ejemplo, desastres naturales tales como terremotos o huracanes, o bien, un aumento desmedido de la violencia derivada del crimen organizado y la guerra contra éste mismo generada por el gobierno federal. Podríamos pensar que estos dos sucesos no tienen nada en común y que probablemente no afectan de la misma manera a la población, sin embargo hay un factor clave que puede unirlos respecto a las consecuencias a nivel psicológico, pero primero exploremos un poco del contexto de ambos escenarios. Respecto a los desastres naturales, en México se encuentran dos presentes principalmente, por un lado tenemos los huracanes y las tormentas tropicales, que si bien pueden ser previstas con tiempo suficiente para actuar, generan daños y pérdidas importantes, por otro lado, tenemos los sismos que se presentan principalmente de la zona sur al centro del país, siendo estos eventos naturales imposibles de predecir. Tenemos un contexto de incertidumbre de su aparición, además de deficientes protocolos de acción y como consecuencia una gran cantidad de pérdidas humanas y materiales. Los ejemplos más grandes que tenemos respecto a este tipo de movimientos telúricos de gran impacto para México son, los terremotos del 19 y 20 de septiembre de 1985 y más recientemente el del 19 de septiembre de 2017, siendo de los más devastadores en la historia del país. Un terremoto es el resultado de la liberación súbita de energía en las placas tectónicas que conforman la superficie del planeta, generalmente se trata de rupturas en estas placas que colisionan, pero también pueden ser efecto de otros eventos tales como la actividad volcánica o las pruebas nucleares. Para las personas que vivimos en la tierra, un terremoto es un trauma. 2 La palabra “trauma” tiene tanto un significado médico como una definición psiquiátrica. Medicamente un “trauma” se refiere a una lesión corporal, una herida, una fractura ósea o un shock. En psiquiatría, por el otro lado, se asume que “trauma” se refiere a una experiencia que resulta emocionalmente dolorosa, molesta o impactante, la que generalmente produce efectos físicos y mentales duraderos (Mendoza, 2017). Como se mencionó anteriormente, podría parecer que ambos contextos no afectan de manera similar a la población ante su aparición, pero nosotros buscamos llevarlos a un punto en común que nos puede demostrar en qué contextos actuales, en México un trastorno psicológico puede desarrollarse en la población, específicamente hablamos del Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) en situaciones de violencia y desastres. Por otra parte, en la actualidad, los índices de violencia en México son un tema bastante común al cual nos encontramos expuestos constantemente, las noticias sobre asesinatos y desapariciones son encabezados constantes de los medios de comunicación. Sin embargo, está información sólo nos da a conocer el lado de “acción” de los sucesos, es decir, cuándo se dio, dónde y quiénes fueron las víctimas, solo en algunos casos hay un seguimiento y casi ninguno se presenta al otro lado de la situación, la familia de las víctimas, “los que se quedan”. Nos hemos encontrado con infinidad de casos de familias que han perdido familiares asesinados o desaparecidos a raíz de la llamada “guerra contra el Narcotráfico” iniciada por Felipe Calderón Hinojosa en 2006 (aunque hay muchos más antecedentes) y sin duda es una situación que causa preocupación en una gran parte de la población. Nos cuestionamos si habrá justicia para las víctimas, si se está haciendo algo para resolver el problema que se presenta, etc. Pero poco nos cuestionamos qué es lo que está pasando con las familias de las 3 víctimas, ya que sin duda el perder un miembro de la familia es un gran impacto e implica un gran proceso a nivel psicológico. En especial si hablamos de desapariciones forzadas, donde la incertidumbre no permite saber a ciencia cierta, ¿qué es lo que sucedió con la persona?, ¿dónde está?, ¿está viva?, etc. Para entender a qué nos referimos cuando hablamos de una desaparición forzada, es importante conocer las características de dicha definición. De acuerdo con la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas (2017) se entiende por desaparición forzada “el arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de libertad que sean obra de agentes del Estado o por personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privación de libertad o del ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida, sustrayéndola a la protección de la ley.” (ONU- DH, 2017). Hablar de una problemática como lo es la desaparición forzada nos lleva sin lugar a dudas a dirigir nuestra mirada a América Latina. Aunque no es un problema específico de una región sino a un sin número de países en que está situación está siendo reproducida, nuestro mayor y más directo ejemplo es México. Justificación y antecedentes Sobre los desastres naturales, específicamente los terremotos, sabemos que desde hace varios años se han estudiado los efectos psicológicos que traen consigo este tipo de fenómenos naturalesimposibles de predecir, sin embargo en México, los protocolos de actuación a nivel salud mental aún no son claros y los antecedentes también son pocos, de manera comparativa, hablamos de un primer sismo de gran magnitud de hace más de 30 años, http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/ConventionCED.aspx http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/ConventionCED.aspx 4 en un contexto en que no se tenía la infraestructura, la organización, ni los medios de actuación e información eficientes para enfrentarse a un evento telúrico tan grande. El terremoto del 19 de septiembre de 1985 tuvo una magnitud de 7.8 (de ondas cortas, MS) y 8.1 (en ondas largas, MW) en la escala de Richter. El total de la población que percibió́ los movimientos telúricos sobrepasó a los 20 millones de personas (al efecto, la población del área metropolitana de la Ciudad de México, se situaba en los 17 millones de habitantes). Aunque no se ha podido establecer con precisión el número de víctimas fatales, estimaciones oficiales, aparentemente conservadoras, lo colocan en cerca de 6,000 en la zona conurbada del Distrito Federal donde se estima se localizó́ el 95% de los fallecidos. Unas 36 mil viviendas resultaron destruidas y más de 65 mil experimentaron daños de consideración. Las instalaciones del sector salud sufrieron un brutal impacto: muchos hospitales y clínicas resultaron totalmente destruidos o con daños irreparables (Bitrán, 2001). Fue un contexto de total desolación, incertidumbre y miedo, pues nadie podía haber estado preparado para un acontecimiento de tal magnitud, claramente estas consecuencias son a nivel estructural y económico, pero poco se hablaba en el momento de las consecuencias psicológicas que esté panorama dejaría a la población en aquel lejano 1985. “El terremoto nos tomó a los psicólogos mexicanos totalmente desprevenidos. No había referencia inmediata acerca de qué estaba sucediendo ante nuestros ojos, y la necesidad de actuar inmediatamente nos empujó́ a hacer lo que parecía más urgente en el momento. Ha pasado un cuarto de siglo. Ahora sabemos, mucho más que en 1985, qué es una catástrofe, sus efectos y las posibilidades de actuar en todos los niveles, incluyendo la salud mental, antes, durante y después de 5 ocurrida. Baste recordar, a manera de ejemplo, que en 1985 no se había extendido aún el uso del concepto “trastorno por estrés postraumático (TEPT)” tal como lo conocemos ahora en los libros de psicología y psiquiatría.” (Galindo, 2009, pág 5) Sin embargo se esperaría que todo esto cambiase a la actualidad y nos encontramos con un nuevo terremoto el día 19 de septiembre de 2017 y con un mismo protocolo deficiente de atención por parte de las instituciones de salud, si bien los daños registrados no fueron de la misma magnitud que en 1985, los daños y las pérdidas también fueron significativas, pero, ¿qué avances hubo en cuanto a la atención psicológica? Como sucedió en 1985, la reacción inmediata de la sociedad civil para brindar apoyo solidario y espontáneo a los damnificados se manifestó. Las dimensiones del desastre ocasionaron que la capacidad de respuesta de auxilio de las autoridades gubernamentales quedará sobrepasada. El apoyo organizado desde diferentes disciplinas no se hizo esperar y se observó la oportunidad de brindar apoyo psicológico de emergencia. El desastre natural ocurrió en un momento social y político de alta tensión e inestabilidad entre los mexicanos. Un país inmerso en una ola de violencia multidimensional, falta de credibilidad en las instituciones, en particular en las gubernamentales, grandes brechas sociales y un tejido social fragmentado por el alto nivel de pobreza (43.6% de la población mexicana de acuerdo a los índices de 2016 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), violencia y corrupción que se experimenta cotidianamente. Ante este escenario, se sabía que los damnificados no se encontraban en las condiciones óptimas para responder de forma sólida y saludable ante un desastre de semejantes dimensiones y la realidad de una condición previa de fragilidad cognitiva y emocional producto de la situación social. Se sospechaba, 6 como en muchas otras poblaciones vulnerables, que el desastre natural iba a potenciar el desastre social ya percibido, incrementado el riesgo de desajuste individual y colectivo (Hernández y Téllez, 2017). Lamentablemente, la atención psicológica solo se puso en marcha durante los primeros momentos, atención en crisis, pero llevar un seguimiento demanda mucho tiempo más y un trabajo más profundo, pues ya es bien sabido que en casos como este pueden aparecer ciertos trastornos con el TEPT, y aún no se tienen los modelos de identificación, canalización y seguimiento bien establecidos entre los profesionales de la salud, es por eso que es importante recibir la suficiente información de, ¿qué es? ¿cómo identificarlo?, y ¿a dónde se debe canalizar a una persona que muestra síntomas asociados al TEPT? Por otro lado, en años anteriores, la incidencia de Desaparición Forzada no había tenido cifras tan alarmantes como las que se presentan hoy en día. Aunque no se tienen cifras exactas de las desapariciones forzadas en México, la CNDH habla de alrededor de 30 mil 942 desapariciones hasta marzo de 2017. Dichas desapariciones forzadas han sido a causa de diversos factores, uno de ellos es el crimen organizado que engloba al país. El número de víctimas debido al crimen organizado ha ido en aumento desde el 2015. La CNDH reveló cifras alarmantes por estado de la república mexicana. El 82.71% de las personas reportadas como desaparecidas del fuero común que corresponde a 23,934 casos, se concentra en 11 estados del país: Tamaulipas 19.22%, 5,563 casos; México, 10.31%, 2,984; Jalisco, 8.71%, 2,523; Sinaloa 8.24%, 2,385; Nuevo León 8.20%, 2,374; Chihuahua 6.68%, 1,933; Coahuila, 5.59%, 1,620; Sonora 4.45%, 1,288; Guerrero, 3.99%, 1,155; Puebla 3.73%, 1,080 y Michoacán 3.55%, 1,029 casos (CNDH, 2017). 7 Las desapariciones forzadas en México han sido un tema muy constante y no necesariamente actual. Los intentos por combatir dicha práctica así como la problemática en sí, han dejado huella en muchas familias, a nivel individual y colectivo. Centrándonos en nuestro tema de interés, estamos hablando de 30 mil 942 familias que han tenido que pasar por el proceso de asimilar (o no) una desaparición forzada de uno o más miembros de su familia y todo lo que conlleva un suceso de dicha índole. Al respecto (Álvarez, 1980 cómo se citó en Giraldo, Gómez y Maestre, 2008) menciona que la desaparición forzada es un acto que presenta secuestro, tortura y negación de información con respecto al paradero de la persona, está última genera un gran desconcierto que es imposible manejar por ejemplo para los familiares de las víctimas. La desaparición forzada desde la perspectiva de los familiares de desaparecidos, como ya se había mencionado, deja una huella en la vida de las mismas, ya que no solo es haber vivido la desaparición de su familiar, sino que aún después de tiempo transcurrido desde el acontecimiento, siguen viviendo con diversas interrogantes con respecto a su paradero, lo cual les genera múltiples estados anímicos que afectan a su salud emocional. Lo anterior podemos encontrarlo directamente relacionado al TEPT y el Duelo traumático o no consumado, aunado a la desesperanza con respecto a los bajos niveles de justicia que existen en nuestro país, la espera por parte de las autoridades acerca del paradero de sus familiares, así como la lucha que conlleva no dejar en el olvido una situación tan determinante en su vida. Ahora bien, es importante entender que el Estrés Postraumático, según el Manual Estadístico de Trastornos Mentales V (DSM-V)(APA,2013) es aquel que se presentapor una exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenazas en una (o más) de las siguientes formas: experiencia directa del suceso (s) 8 traumático, presencia directa del suceso (s) ocurrido a otros, conocimiento de que el suceso traumático ha ocurrido a un familiar próximo o un amigo íntimo, exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso (s) traumático (s). Como se puede notar, el aspecto más importante dentro de la presente investigación es el Estrés Postraumático generado en los familiares de personas desaparecidas, quienes pueden ser de su familia, amigo o conocidos cercanos, así como también víctimas de un evento altamente estresante como lo es un sismo. Por otro lado, el duelo es sin duda una de las experiencias más dolorosas que un ser humano puede experimentar. Cuando alguien cercano a nosotros fallece, aparecen algunas reacciones tanto físicas como emocionales. Si el fallecimiento o muerte de la persona ha sido de manera espontánea, es decir, por un accidente, suicidio, homicidio, etc., el malestar que se produce a nivel anímico es aún mayor que el de una muerte esperada. En el caso en el que una persona desaparece y su cuerpo no se encuentra, se presentan mayores dificultades para que los familiares vivan un proceso de duelo. Al respecto, ya Freud (1917) mencionaba que el duelo es la reacción ante la pérdida de un ser amado o de una abstracción equivalente como la patria, la libertad, un ideal, etc. Lo caracteriza por un "doloroso estado de ánimo, la cesación del interés por el mundo exterior —en cuanto no recuerda a la persona fallecida—, la pérdida de la capacidad para elegir un nuevo objeto de amor —lo que equivaldría a sustituir al desaparecido—, y el apartamiento de toda actividad no conectada con la memoria del ser querido” pág. 241. Hay en el doliente una inhibición del yo que lo deja entregado por entero al trabajo del duelo y que le cierra el interés para cualquier otro vínculo con la vida (Freud 1981 cómo se citó en Díaz, 2010). 9 Es importante hacer mención de que el duelo tiene ciertas características que lo llevan a ser un proceso “similar” en la mayoría de las personas, pero nos encontramos con la incógnita de, ¿qué pasa cuando el proceso de pérdida no tiene las mismas características? Por ejemplo en el caso de la desaparición forzada, cuando no hay la presencia de un cuerpo, o un mero conocimiento de si la persona está o no está muerta, ¿qué sucede con el duelo y cómo se lleva ese proceso? Un aspecto importante que distingue a los familiares de las personas que han desaparecido es la perseverancia en cuanto a la búsqueda de su familiar. La elaboración del duelo tarda más en iniciarse. Se producen más reacciones en relación a la posible aparición de la persona que la asimilación de la ausencia de la misma. Por lo tanto, en los familiares de desaparecidos es más probable que se posponga un duelo hasta que no existe constancia real de que su familiar ya no tiene vida. Sin lugar a dudas, este tipo de actos de violencia dejan una marca en la salud psicológica de las personas que están expuestas de manera tan directa a ella, como menciona Flores, Reyes y Reidl (2012) desde la Asamblea de 1996, Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había aprobado una resolución de que, en efecto, identificaba a la violencia como uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo. En ella exhortó a los estados miembros a que evaluaran esta problemática en sus propios territorios, e implementarán medidas para mitigar sus efectos. Dicho compromiso fue ratificado seis años después en el Informe mundial sobre la violencia y la salud (OMS, 2002 cómo se citó en Flores, Reyes y Reidl 2012). Esta es una problemática que sin duda se ha salido de control y sus efectos cada vez son más notorios en la sociedad, pero, ¿cómo se genera una base de apoyo para los afectados si no tenemos en claro qué proceso es el que se lleva y cuáles son 10 exactamente las áreas de afectación en cada sector de la población expuesto? Para poder generar programas de atención psicológica es necesario tener claros los factores detonantes, las diversas situaciones y posibles consecuencias que una desaparición forzada trae consigo para las familias de las víctimas, que en muchas ocasiones suelen dejar de lado su bienestar en busca del bienestar del familiar desaparecido o con la esperanza de encontrar justicia a un nivel equiparable al tamaño de su problemática. 11 1. TRASTORNO DE ESTRÉS POSTRAUMÁTICO El TEPT se caracteriza por una serie de síntomas característicos que siguen a la experiencia directa, observación o conocimiento de un suceso o sucesos extremadamente traumáticos (ocurrencia o amenaza de muerte o lesiones graves o amenaza a la integridad física de uno mismo o de otras personas) a los que la persona respondió con miedo, impotencia u horror intensos (se requiere, pues, no sólo cierto tipo de sucesos, sino también cierto tipo de respuestas) (American Psychiatric Association, 1994 cómo se citó en Bados, 2005 ). 1.1 Historia A lo largo de la vida, el ser humano se encuentra inmerso en diversos acontecimientos que marcan su vida. En la actualidad, las civilizaciones han ido desarrollando aceptación a dichos eventos traumáticos, sin embargo, la presencia de los mismos es cada vez frecuente. Estos eventos se presentan de diferentes formas, desde un asalto a mano armada, secuestros, asesinatos, violencia intrafamiliar, desaparición forzada, presencia de desastres naturales, cambio de casa, cambio de trabajo o cualquier otro evento que a la persona le genere altos niveles de estrés. Es muchos años atrás cuando se realiza el primer acercamiento a la sintomatología del estrés postraumático. Fue en la Grecia antigua, cuando se comenzó a hablar de síntomas en la guerra, los principales personajes que abordaron el tema fueron Hipócrates y Heródoto. Años más tarde, (Crocq y Crocq, 2000 cómo se citó en Carvajal, 2002) hacen mención de que en diversos textos aparece sintomatología del TEPT, haciendo referencia a los griegos, la Biblia, la Guerra de los cien años y algunas obras de Shakespeare; en dichos relatos, la sintomatología aparece principalmente en los soldados y aparecen como síntomas invasores. 12 Posteriormente, en el siglo XIX algunos personajes como Charcot, Pierre Janet y Sigmund Freud, hablaron de síntomas que se acercaban al TEPT. P. Janet describió los cuadros clínicos de 591 pacientes y en casi la mitad de ellos los fenómenos psicopatológicos eran explicables por un origen traumático, haciendo referencia a "emociones vehementes" que ocurrían en los pacientes durante un acontecimiento traumático, las cuales impedían integrar esa experiencia agobiadora; de ese modo se constituía una memoria traumática, la cual estaba disociada de la conciencia y sin control de la voluntad. Sigmund Freud por su parte jugó un papel fundamental en el desarrollo de la sintomatología de lo que hoy sería el TEPT, fue en la teoría de la seducción en donde estudió los sucesos traumáticos en la infancia de las personas, descubrió que se producía una neurosis haciendo referencia a un paradigma del trauma emocional, además de que éstos se presentaban en la fantasía o en la realidad. “Con la teoría de la seducción, puede decirse que todo el traumatismo viene al mismo tiempo del exterior y del interior. Del exterior porque es desde el otro de donde llega la sexualidad al sujeto, del interior porque brota de ese externo interiorizado, de esa reminiscencia de la que, según una hermosa fórmula, sufren los histéricos, y en la cual reconocemos ya a la fantasía” (Laplanche, 1964 pág. 113 cómo se citó en Praderio, 2008) Freud, en 1919, en su libro Introducción al psicoanálisis y la neurosis en la guerra, habló de la neurosis traumáticaque producía la guerra, los estímulos que producían este tipo de neurosis eran de naturaleza aguda y transitoria, la reacción traumática solía ser de corta duración. Posteriormente describió lo que tiempo después sería sintomatología del TEPT en el DSM-III-R, recuerdos vívidos, recurrentes e intrusivos, hiperactividad y 13 reexperimentación dramática del hecho, o algún otro suceso violento que la persona, dejando secuelas en ellos que no eran del todo transitorias. En 1920, con la publicación de Más allá del Principio del Placer, Freud habló de lo traumático como una excitación del exterior que fuera lo suficientemente protectora como para romper la barrera psíquica protectora, es decir, un evento externo sobrepasaba la barrera protectora del Yo para elaborarla y producir un cambio de estado en el aparato mental. Fue en la I Guerra Mundial cuando se utilizó por primera vez el término "shell shock" que hacía referencia a las reacciones que desarrollaban los soldados cuando se enfrentaban a una batalla, específicamente a la explosión de armamento como granadas o minas, o bien, a ser testigos de la muerte de sus contrincantes o de sus mismos compañeros, lo cual provocó algunos síntomas como temblor, dificultad para caminar, pérdida de conciencia. En 1915 en un artículo de The Lancet apareció el término "shell shock" que correspondía a la descripción de la pérdida de memoria, visión, gusto y olfato que presentaron tres soldados (Myers 1915 citado en Carvajal, 2001). Posteriormente, algunos psiquiatras norteamericanos desarrollaron algunos aportes a la psiquiatría militar, la cual consistía en implementar sistemas de detección de posibles patologías en los soldados antes de enviarlos a una batalla, apoyados de especialistas en combate para evitar enviar a los soldados a hospitales alejados de la zona de guerra. Aunque fueron muchos los esfuerzos de los norteamericanos por implementar medidas de prevención en salud mental, se estima que la Guerra de Vietnam (1964-1973) dejó aproximadamente 700,000 veteranos que han requerido de algún tipo de ayuda psicológica. El denominado síndrome post Vietnam se diagnosticó con una alta incidencia en la década de 1970 y este hecho constituyó uno de los factores importantes para que la 14 Asociación Psiquiátrica Americana incluyera al TEPT como una de las patologías en el DSM-III de 1980. Fue entonces en el DSM-III-R en donde se describió que el TEPT, no era una respuesta normal ante un evento anormal, pues no todas las personas desarrollan la enfermedad. Se consideró que el evento traumático estaba fuera de los estresores cotidianos, predominando características evitativas expresadas mediante sentimientos o pensamientos de evitación relacionados con la situación. También se hizo mención del apagamiento afectivo, en referencia al aislamiento, pérdida de intereses, dificultades sexuales, etc. Años más tarde, el caso de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 a las torres gemelas, dio lugar a la identificación de síntomas de estrés postraumático, los estudios de prevalencia del TEPT en Estados Unidos indican que aproximadamente el 10.4% de las mujeres y cerca del 5.0% de los hombres había presentado un TEPT en algún momento de su vida (Kessler, Sonnega, Bromet, Highes y Nelson, 1995 citado en Cárcamo, Sánchez- Lacay y Lewis-Fernández, 2002). Cinco a ocho semanas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, la prevalencia del TEPT se ha estimado en 20% para la población adulta residente en el área de las Torres Gemelas y en 7,5% para los habitantes del centro y sur de Manhattan en una entrevista telefónica realizada con una muestra aleatoria. Posteriormente en el DSM-IV, se hizo énfasis en la naturaleza del evento, se agregó la noción de estrés agudo y se remarcó que la experiencia psicopatológica debía causar alteraciones en la vida del paciente. Finalmente, el DSM-V habla del TEPT de forma independiente y no como parte de los trastornos de Ansiedad, por lo tanto, los criterios son más específicos y claros en cuanto a un evento traumático. 15 1.2 Epidemiología. La prevalencia de TEPT ha sido estudiada en diversos grupos de víctimas de sucesos traumáticos. Existen diversas metodologías para identificar a sujetos que cumplan con los criterios diagnósticos, las cifras generales permiten tener una aproximación a la magnitud de dicha problemática de salud mental en México. La prevalencia en la población general es de 1 a 14%, y entre la población que ha sufrido algún trauma es del 3 al 58%. Es más probable que los hombre están expuestos a eventos traumáticos y las mujeres son las que tienen alta probabilidad de recibir un diagnóstico. Por otro lado, se estima que una de cuatro personas manifiesta un TEPT después de un suceso traumático. La prevalencia anual de estrés postraumático en la población general de Estados Unidos de América alcanza 7.8%, y en el ámbito mundial se ha estimado que 8% de los habitantes desarrollará este trastorno en algún momento de sus vidas. Por otro lado, Medina-Mora, Borges, Lara, Benjet, Blanco, Fleiz et al (2003) mencionan que la prevalencia de estrés postraumático, según criterios de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, 10a Revisión (CIE 10); 1.9% de los hombres y 3.3% de las mujeres presentaron el diagnóstico alguna vez en su vida y 0.9% lo tenían presente en los doce meses previos al estudio. La edad promedio cuando se manifiesta el síndrome es de 19.7 años y el análisis de los hazards identificó como los momentos de mayor actividad en el reporte de las edades de inicio después de los 60 años, entre los 25 y los 35, alrededor de los 20 años y en la infancia. También se ha encontrado que existe una relación entre el TEPT y el consumo de sustancias principalmente del alcohol, ya que es una manera que utilizan las personas para 16 mediar los síntomas que se presentan principalmente de ansiedad. Algunas investigaciones muestran que hay una alta prevalencia de consumo de alcohol en hombres y mujeres. Cáceres en 2011 menciona que los hombres presentan consumo de alcohol en un 52% y las mujeres en un 28%, pero no sólo es el alcohol la sustancia que se consume, también existe presencia de otras drogas en el cual el consumo se da en un 35% en hombres y 27% en mujeres. 1.3 Criterios diagnósticos Según el DSM-V (2014) después de la exposición a eventos traumáticos tales como la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una (o más) de las formas siguientes: 17 Tabla 1 Criterios Diagnósticos para TEPT Según el DSM-V A B C D E Exposición a la muerte, lesión grave o violencia sexual, ya sea real o amenaza, en una o más de las formas siguientes: Presencia de uno o más de los síntomas de intrusión asociados al suceso traumático tales como: Evitación persistente de estímulos asociados al suceso traumático manifestadas en una o dos características: Presencia de dos o más alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo asociadas al suceso traumático tales como: Presencia de dos o más alteraciones importante en la alerta y reactividad asociada al suceso traumático tales como: La duración de la alteración (criterios B,C,D y E) es superior a un mes. Las alteraciones causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u en otras áreas importantes Experiencia directa del suceso traumático. Recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios del evento traumático. Evitación o esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos acerca o estrechamente asociados al suceso traumático.Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso traumático (debido a amnesia disociativa y no a otros factores como lesión Irritabilidad y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresan típicamente como agresión verbal o física contra objetos o personas. 18 cerebral, sustancias, etc.). de la vida de la persona. Las alteraciones no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (farmacos, alcohol o drogas.) u a otra afección médica. Presencia directa del suceso traumático ocurrido a otros. Sueños angustiosos recurrentes en los que el contenido y/o el efecto del sueño este relacionado con el (los) suceso(s) traumático(s). Evitación o esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, actividades, etc.) que despiertan recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiosos asociados al suceso traumático. Creencias o expectativas negativas persistentes (estoy mal, no puedo confiar en nadie, el mundo es muy peligroso, etc.) Imprudencia. Conocimiento de que el suceso traumático ha ocurrido a un familiar Reacciones disociativas (se repite el suceso traumático) inclusive llegando a una Percepción distorsionada persistente de la causa o las consecuencias del suceso Hipervigilancia o alerta. Continua tabla Continúa tabla 19 próximo o a un amigo íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso ha de haber sido violento o accidental. pérdida total de la conciencia del entorno presente. traumático que hacen que el individuo se acuse a sí mismo o a los demás. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso traumático (no aplica a la exposición a través de medios electrónicos, televisión, películas o fotografías.). Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a factores internos y externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático. Estado emocional negativo persistente (terror, miedo, enfado, culpa, etc.). Respuesta de sobresalto o exagerada. Continúa tabla 20 Reacciones fisiológicas intensas a factores internos o externos que simbolizan o se parecen a un aspecto del suceso traumático. Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas. Sentimiento de desapego o extrañamiento de los demás. Incapacidad persistente de experimentar emociones positivas (felicidad, satisfacción, amor, etc.). Continúa tabla 21 Especificar si: Con síntomas disociativos: Los síntomas cumplen los criterios para el trastorno de estrés postraumático y, además, en respuesta al factor de estrés, el individuo experimenta síntomas persistentes o recurrentes de una de las características siguientes: 1. Despersonalización: Experiencia persistente o recurrente de un sentimiento de desapego y como si uno mismo fuera un observador externo del propio proceso mental o corporal (p. ej., como si se soñara, sentido de irrealidad de uno mismo o del propio cuerpo, o de que el tiempo pasa despacio). 2. Desrealización: Experiencia persistente o recurrente de irrealidad del entorno (p. ej., el mundo alrededor del individuo se experimenta como irreal, como en un sueño, distante o distorsionado). Especificar si: Con expresión retardada: Si la totalidad de los criterios diagnósticos no se cumplen hasta al menos seis meses después del acontecimiento (aunque el inicio y la expresión de algunos síntomas puedan ser inmediatos). Con los los criterios anteriormente mencionados y en conjunto con algunas escalas que serán mencionadas más adelante, se puede generar un diagnóstico certero de la presencia del TEPT. Es importante también hacer mención que también hemos encontrado investigaciones donde se resalta que de acuerdo a muestras de población, las mujeres suelen ser quienes presentan una mayor prevalencia de TEPT, por ejemplo, un estudio realizado en algunas UMF del norte de México en 2009 menciona que las mujeres tenían un porcentaje más alto de prevalencia del trastorno a comparación de los hombres (Leal, Vázquez y Cantú, 2013). 22 1.4 Trauma Stricto sensu, el vocablo proviene del griego trayma (τραυμα) que significa “herida”. En la ciencia médica, el término de trauma se enfoca en lesiones físicas que sufre el cuerpo, en el campo de la psicología, el término hace referencia a cuestiones subjetivas, emocionales, cognoscitivas y conductuales específicas, que se presenten posteriores a la presencia de un acontecimiento que pone en riesgo a un individuo. Diversos autores coinciden en la idea de que el estrés postraumático es el resultado de la vivencia de algún suceso o acontecimiento traumático, por ello, Briere y Scott, 2006 cómo se citó Flores 2012; mencionan que un acontecimiento traumático hace referencia a un hecho o evento objetivo, y “experiencia traumática” a una reacción de malestar derivado de él, en la que media una interpretación cognoscitiva del evento de tipo negativo. Un acontecimiento traumático remite a un evento estresante que puede provocar un desequilibrio en la vida de la persona. En el DSM-V (2014) se especifica que un acontecimiento traumático es aquel en el que: 1. Experiencia directa del suceso(s) traumático(s). 2. Presencia directa del suceso(s) ocurrido(s) a otros. 3. Conocimiento de que el suceso(s) traumático(s) ha ocurrido a un familiar próximo o a un amigo Íntimo. En los casos de amenaza o realidad de muerte de un familiar o amigo, el suceso (s) ha de haber sido violento o accidental. 4. Exposición repetida o extrema a detalles repulsivos del suceso(s) traumático(s) (p. ej., socorristas que recogen restos humanos; policías repetidamente expuestos a detalles del maltrato infantil). 23 Briere y Scott (2006) mencionan que los acontecimientos traumáticos, se pueden presentar a consecuencia de diversos factores como: ● Desastres naturales. ● Violencia masiva. ● Accidentes de transporte de gran envergadura. ● Incendios domésticos o de gran escala. ● Accidentes vehiculares. ● Violaciones y ataque sexual. ● Asalto físico de un extraño. ● Violencia o ataques de pareja. ● Tortura. ● Guerra. ● Abuso infantil. ● Trabajos de emergencia (paramédicos, bomberos, policías, etc.) Posterior al suceso traumático, las personas suelen experimentar emociones intensas y perturbadoras, episodios de insomnio, labilidad emocional, evitación a claves que recuerden el suceso traumático, etc. Existen cuatro trayectorias de evolución del evento traumático de acuerdo a Bonanno (2004): a) Resiliente: observada en personas que son capaces de continuar sus rutinas familiares, laborales y sociales con un mínimo nivel de perturbación (35-65%) b) De recuperación: en personas que luego de un período de fuerte perturbación inicial se recuperan al cabo de algunos meses (15-25%) 24 c) Retardada: cuando luego de varios meses de mantener un funcionamiento relativamente normal la persona enferma (0-15%) d) Crónica: cuando rápidamente se produce un deterioro del funcionamiento y el paciente no se vuelve a recuperar (5-30%). Finalmente, es importante hacer mención, de que un evento traumático puede llegar a ser agudo y presentar diferentes características tanto físicas, psicológicas, interpersonales. Dicho evento, puede ser identificado semanas después de haber sucedido el evento traumático. Algunas de las características comunes que se presentanposteriores a un evento traumático son: Figura 1. Reacciones de una persona posteriores a un evento traumático. 25 1.5 Variables asociadas al Trauma (Alcoholismo, Duelo, Depresión, Suicidio) Cuando una persona experimenta un evento traumático y presenta sintomatología de TEPT, algunas veces no se presenta como un trastorno sólo, sino que existe presencia de consumo de sustancias, se asocia con la presencia de duelo, de depresión o bien de ideación suicida. Cáceres en 2011 reporta estudios sobre TEPT en los cuales menciona que la forma de reaccionar ante los diferentes eventos traumáticos ya sea un asalto, violación, desastre natural, cambio de casa, es importante en el desarrollo del TEPT. Se ha identificado que la ansiedad se manifiesta de diferentes formas si se es mujer u hombre, en cuanto a las mujeres se presenta de una forma internalizada con presencia de ansiedad y depresión y en los hombres, se presenta de forma externalizada con consumo de sustancias y conducta violenta (Silvestre, 2013). En cuanto a la Depresión, en diversos estudios se ha encontrado comorbilidad entre depresión y TEPT. Briére, 2004 citado en Silvestre, 2013 menciona que aunque ningún estudio reporta presencia de depresión postraumática, si se puede decir que los acontecimientos que generan TEPT tienen la capacidad de producir síntomas depresivos asociados al trauma. Las teorías cognitivas de la depresión, mencionan que una persona es incapaz de controlar los reforzadores externos, y que se relaciona con la desesperanza aprendida en el que la persona se siente incapaz de influir o cambiar la situación y se desemboca un estado de inseguridad, descontrol, pasividad, desesperanza, y frustración (Chinchilla, 2008 citado en Silvestre, 2013). Por otro lado, el consumo de sustancias está asociado a la presencia de sintomatología de TEPT, ya que el consumo de las mismas disminuye los síntomas del 26 TEPT provocando que la persona “se sienta mejor”. Sin embargo, cuando una persona intenta reducir el consumo de las mismas, provoca sintomatología de abstinencia, lo cual se suma a la reactivación de los síntomas de TEPT lo cual desemboca en un alto factor de riesgo para la persona. Es por ello que Echeburúa en 2004, menciona que existe comportamiento suicida después de un trauma severo, pues el TEPT por sí mismo constituye alto riesgo en un intento suicida. Además, existen factores de riesgo importantes en relación a la conducta suicida como son la edad, sexo, consumo de sustancias, presencia de otro trastorno. Dichos factores deben ser evaluados para ver si existe un nivel significativo de ideación suicida y es importante iniciar el tratamiento con base en lo anterior de manera prioritaria (Cáceres, 2004 citado en Silvestre, 2013). 1.6 Escalas de evaluación El Trastorno de Estrés postraumático, como todos los trastornos debe comenzarse a evaluar desde el punto más básico, es decir, desde la entrevista, esto para permitirnos hacer un contexto más amplio sobre en qué situación se encuentra el paciente, posibles detonantes e información esencial para poder generar un buen programa de tratamiento eficaz adaptado al caso de los pacientes que presentan este tipo de trastornos asociados a diferentes hechos traumáticos y que deben ser dirigidos con diferencias específicas. También la identificación de los síntomas explicados en el DSM-V que nos permiten cotejar las características presentadas por el paciente y las señaladas ahí. Ahora bien, esto también implica la utilización de diversas escalas que pueden ayudar a identificar niveles de prevalencia del trastorno, por ejemplo: 27 Tabla 2 Escalas de evaluación de prevalencia de TEPT Nombre de la Escala No. De Ítems ¿Qué evalúa? Escala de Síntomas del TEPT Entrevista para el DSM-5 . PTSD Symptom Scale Interview for DSM-5 de Foa, McLean, Zang, Zhong, Rauch (2016) 24 Síntomas del TEPT durante el último mes de acuerdo con el DSM-5 con criterios de intrusión, evitación, cambios de estado de ánimo, cognición y activación y reactividad. Evaluados por frecuencia e intensidad en escala de 0 a 4 con puntuación máxima de 23. Escala para el TEPT según el DSM-5 administrada por el clínico. The Clinician administered PTDS scale (for DSM-5) Weathers, Blake. (2013) 30 Evalúa síntomas del TEPT de la última semana, en el último mes o en algún momento de la vida desde frecuencia e intensidad, malestar subjetivo, impacto de los síntomas en el funcionamiento social y laboral, gravedad global, y especificaciones para el tipo disociativo (despersonalizacion y desrealizacion). Calificada en una escala del 0 al 4. Entrevista clínica estructurada para el Espectro del Trauma y Pérdida. Structured Clinical Interview for Trauma and LossDell’Osso (2008) 116 Explora los síndromes de respuesta al estrés a través de tres diferentes dimensiones: Eventos potencialmente traumáticos, las reacciones peritraumáticas y agudas y la dimensión de los síntomas del espectro postraumático. También divide sus reactivos en: eventos de pérdida, reacciones al duelo, eventos potencialmente traumáticos, reacciones frente a 28 pérdidas o eventos perturbadores, reexperimentación, evitación y embotamiento, afrontamiento desadaptativo, activación y características personales/ factores de riesgo. Entrevista para el TEPT. PTSD Interview; Watson. (1991) S/n Permite establecer por una parte si la persona cumple o no cada uno de los criterios del trastorno y la intensidad y/o frecuencia de cada uno de los síntomas y la gravedad del trastorno, evaluadas en una escala del 1 al 7. Escala de Gravedad de Síntomas del Trastorno de Estrés Postraumático. Echeburúa (1995) 17 Contiene preguntas sobre los criterios diagnósticos del TEPT según el dsm-IV y revisa los 13 principales síntomas propios de los ataques de pánico y su gravedad con una escala del 0 al 3. Puede calcularse para el TEPT una puntuación total y tres parciales (reexperimentación del trauma, evitación y activación) Escala de Gravedad de la Despersonalización. Depersonalization Severity Scale, DSS; Simeon, Guralnik y Schmeidler, (2001) 6 Evalúa la intensidad y la gravedad de los síntomas de despersonalización en las últimas dos semanas anteriores a la evaluación en una escala del 0 al 3 haciendo combinaciones de frecuencia e intensidad juntas. Cuestionario de Acontecimientos Dolorosos. Distressing Event 46 Evalúa todos los criterios diagnósticos según el DSM- IV para el TEPT comenzando por el qué se considera el Continúa tabla 29 Questionnaire, DEQ; Ku- bany, Leysen. (2000) evento traumático más relevante o bien enumerando los eventos qué recuerde y eligiendo el más doloroso según su perspectiva. Se evalúan las reacciones al contestar, y la frecuencia del 0 al 4 donde se han presentado en un mes. También se evalúa culpa, ira y duelo no resuelto en relación al trauma. Escala de Trauma de Davidson. Davidson Trauma Scale, DTS; Davidson (1997) 17 Evalúa frecuencia e intensidad de la aparición de síntomas en la semana previa a la aplicación, se enfoca en criterios como: evitación, embotamiento emocional e hiperactivación Escala Global de Estrés Postraumático EGEP; Crespo y Gómez, (2012) 62 Evalúa los acontecimientos traumáticos experimentados desde los criterios de desvalorización, culpa e inseguridad además de la interferencia qué ocasionan los síntomas de de TEPT en distintas áreas de desarrollo. Escala de Impacto de Acontecimientos. Impact of Events Scale, IES; Horowitz (1979) 15 Mide el impacto de los sucesos traumáticos, en una escala del 0 al 5 según la frecuencia durante la última semana.Escala Misisipí Civil Revisada para el Trastorno por Estrés Postraumático. 30 Es la adaptación de la escala Misisipí para civiles, relaciona los síntomas presentados con el suceso traumático y las reacciones presentadas. Continúa tabla 30 Revised Civilian Mississipi Scale for Posttraumatic Stress Disorder, RCMS-PTSD; Norris y Perilla, (1996) Autoinforme del Espectro de Trauma y Pérdida. Trauma and Loss Spectrum— Self- Report, TLS-SR; Dell’Osso et al., (2009) S/n Corresponde al autoinforme derivado de la entrevista clínica estructurada para el espectro de trauma y pérdida y los datos entre ambos. Cuestionario de Eventos Traumáticos. Traumatic Events Questionnaire, TEQ; Vrana y Lauterbach, (1994) S/n Evalúa 11 tipos de traumas específicos, para cada trauma se evalúa frecuencia e intensidad en escala del 1 al 7 y el tipo de experimentación frente al evento traumático (también se toman en cuenta experiencias atemorizantes y no necesariamente traumáticas) Entrevista Internacional Compuesta de Diagnóstico (CIDI-15 version 12 meses). Composite International Diagnostic Interview (CIDI) (1993) 15 subdivididos en más de 150 reactivos. Incorpora plenamente la entrevista DIS 8 que evalúa los distintos trastornos existentes(incluyendo TEPT), y mejora la exploración del consumo de sustancias y trastornos debidos a éste. No incluye ningún módulo para trastornos de personalidad ni trastornos de la infancia. Continúa tabla 31 Escala del Procesamiento Cognitivo del Trauma. Cognitive Processing of Trauma Scale,CPOTS; Williams, Davis y Millsap, (2002) 17 Evalúa 5 aspectos del procesamiento cognitivo del trauma: reestructuración cognitiva positiva, comparación con otros menos afortunados, resolución/aceptación, negación y pesar. Cuestionario de Conducta de Evitación Postraumática. Posttraumatic Avoidance Behaviour Questionnaire, PABQ; van Minnen y Hagenaars, (2010) 25 Evalúa la evitación de pensamientos, sensaciones, actividades, lugares y personas asociadas al evento traumático con escala de frecuencia del 1 al 4. 32 La entrevista inicial, junto con una o más de las escalas anteriormente mencionadas, pueden hacer un conjunto perfecto para la evaluación del TEPT y a partir de aquí, generar un programa de tratamiento adecuado para el caso que se presente, ya que hay consideraciones a tomar en cuenta con cada paciente. 1.7 Tratamiento Hablando de tratamiento, algunos profesionales, le dan importancia a los primeros auxilios psicológicos después de un evento traumático, con la finalidad de dar apoyo a otro ser humano que está sufriendo y que puede necesitar ayuda. Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP) nos hablan de una estrategia que puede ser aplicada por no profesionales de la salud mental con la finalidad de favorecer la resiliencia en una persona. Es una técnica que se adapta al paciente y se puede resumir en cinco pasos de acuerdo a Figueroa, Cortés, Accatiano, y Sorensen, (2016), ellos mencionan que es importante a) ofrecer un tiempo razonable de escucha activa (10-20 min), que puede ser definida como “poner toda la atención de uno en la otra persona y comunicarle que estamos interesados y preocupados” a través de un lenguaje corporal atento, un seguimiento adecuado de lo que el paciente dice y conductas reflejo, como copiar o repetir las posturas, gestos o palabras que la persona utiliza; b) ofrecer ayuda concreta para lograr la calma, lo que puede efectuarse con técnicas de reentrenamiento de la respiración apoyadas incluso por aplicaciones móviles, contracturas musculares progresivas de Jacobson u otras técnicas de relajación; c) ofrecer apoyo en sistematización y priorización de necesidades inmediatas como contacto con familiares, información, protección financiera, asistencia legal, abrigo, etc.; d) ofrecer apoyo para satisfacer las necesidades prioritarias, activando las redes de apoyo y de seguridad social 33 disponibles; y e) ofrecer psicoeducación respecto a las reacciones normales frente al trauma, cómo ayudarse y ayudar a otros, cuáles son los signos de alarma y dónde buscar ayuda. Posterior a la presentación del evento traumático, es importante hacer una evaluación Pos trauma, que ayude a determinar el grado de TEPT con el que cuenta el sujeto. Existen múltiples acercamientos al tratamiento del TEPT, algunos de ellos son Terapia de Exposición Prolongada (TEP), Desensibilización y Reprocesamiento del Movimiento Ocular (DRMO), la Terapia Cognitivo Conductual Centrada en el Trauma (TCCCT) y la Terapia de Procesamiento Cognitivo (TPC), mismos que se describen a continuación: La Terapia de exposición Prolongada (TEP), la TEP fue desarrollada por Foa y Kozak (1985), como un tratamiento que se basaba principalmente en la exposición a estímulos en vivo, mismos que estaban asociados al evento traumático que la persona había experimentado. La exposición a los estímulos, reduce en la aparición de síntomas de evitación y reexperimentación, y se ha demostrado en diversos estudios que es el tratamiento con mayor eficacia en la disminución de los síntomas de TEPT. Dicho tratamiento se basa en la teoría del aprendizaje, en la que el sujeto realiza un aprendizaje en el cual asocia estímulos a un evento traumático, lo cual provocará que en un futuro, el sujeto al exponerse a dichos estímulos, reexperimente el evento, y de ésta manera el sujeto buscará alejarse totalmente de los estímulos que evoquen un recuerdo del evento traumático. Es por eso, que es importante llevar a cabo un nuevo aprendizaje mediante la TEP, ya que se busca que el sujeto al exponerse al evento traumático en una situación controlada, y con una baja presencia de niveles de ansiedad, el sujeto pueda realizar una nueva asociación de ese evento traumático, es decir, un nuevo aprendizaje. 34 De acuerdo a Foa, Hembree, Cahill, Rauch, Riggs, Feeny, y Yadin, 2005 citados en Guzmán, Pádros, Lacan, y García, 2015, mencionan que existen cuatro importantes pasos para trabajar con un paciente la TEP: 1. Psicoeducación de las características de TEPT y beneficios que se pueden obtener en terapia. 2. Control de la respiración mediante diferentes técnicas que el terapeuta empleará con su paciente. 3. La exposición en vivo a los estímulos, misma que deberá tener una jerarquización de personas, lugares y situaciones en donde el sujeto experimente niveles considerables de ansiedad (sin que exista un peligro real). Posteriormente se acuerda la exposición a los estímulos, asi como la aproximación gradual a los mismos hasta que los síntomas de ansiedad disminuyan. 4. La exposición prolongada, la cual hace referencia a que el sujeto debe exponerse de manera mental al evento traumático a través de la imaginación, y de ésta manera pueda identificar todos los estímulos posibles en su memoria y con esto, el sujeto pueda disminuir los niveles de ansiedad. Es importante mencionar, que la exposición en la memoria se lleva a cabo en una sesión y se graba, para que posteriormente el paciente pueda llevar a cabo la misma tarea entre sesiones. La Desensibilización y Reprocesamiento del Movimiento Ocular (DRMO). Shapiro, (1989) y Coetzee y Regel, (2005) citados en Guzmán, Pádros, Lacan, y García, 2015, mencionan que en dicho tratamiento el terapeuta deberá buscar en la narración del evento traumático, una cognición positiva, declaración positiva autorreferente, autovalidante que 35 refleje autoestima y auto confianza en la persona, misma que promueva el cambio y pueda ser generalizable a otras situaciones. Dicha cognición deberá ser utilizada cuando la memoria traumática se dispare. En las sesiones se realizan ejerciciosrepetitivos de atención dual de 30 segundos de los recuerdos traumáticos presentando atención a aquellas cogniciones negativas que se presenten, así como a las respuestas físicas que se asocien a ésta. Es en esta parte en donde se lleva a cabo una tarea motora, en éste caso movimientos oculares de lado a lado siguiendo el dedo del terapeuta. Dicho ejercicio deberá repetirse hasta que el paciente se habitúe y no reporte malestar ante los recuerdos del evento traumático. Posteriormente se solicita al paciente que utilice las cogniciones positivas mientras se continúa realizando el ejercicio. Es importante que el paciente identifique otras situaciones que le recuerden al evento traumático y pueda llevar a cabo en ese momento el ejercicio de las cogniciones positivas. Lo anterior tiene un sustento en el procesamiento adaptativo de la información, en el cual una persona se habitúa a los recuerdos traumáticos a través de ejercicios de atención y tiene la posibilidad de adaptar nuevas cogniciones positivas a su recuerdo traumático. En cuanto a la Terapia Cognitivo Conductual Centrada en el Trauma (TCCCT), esta intervención se basa en la exposición a través de la imaginación al evento traumático, así como exposición en vivo a situaciones evitadas pero que no tenían un riesgo real para la persona. Se llevan a cabo sesiones de psicoeducación de los síntomas que presenta el paciente, técnicas de relajación basadas en la respiración, identificación y modificación de creencias irracionales a través del modelo A-B-C de Ellis y el aumento de actividades que le causen satisfacción a la persona y que quizá habían dejado de realizar hasta antes del evento traumático. 36 Por otro lado la Terapia de Procesamiento Cognitivo (TPC), ésta intervención fue desarollada por Resick y Schnicke, 1992 citados en Guzmán, Pádros, Lacan, y García, 2015, ellos hablan de el efecto que tiene la restructuración cognitiva y el diálogo socrático como técnica de exposición, el cual consiste en escribir los recuerdos del evento traumático y posteriormente leérselos al terapeuta.ésta terapia pude llevarse a cabo de manera individual o grupal, y también cuenta con 4 fases importantes de acuerdo a Resick, Nishith, Weaver, Astin, y Feuer, 2002 citados en Guzmán et al 2015: 1. Psicoeducación desde el modelo Cognitivo Conductual, en el cual se hace énfasis en las creencias y la percepción que se tiene del evento traumático. 2. El procesamiento del trauma se lleva a cabo mediante la escritura o narración del evento traumático al terapeuta, posteriormente se lleva a cabo un diálogo sobre lo sucedido en el evento traumático y la percepción del paciente (se hace una devolución de información), con la finalidad de que se genere una nueva interpretación del evento y que sea más saludable para el paciente. 3. Detención del pensamiento, en el cual se le enseña al paciente a detener y modificar sus pensamientos con respecto al evento traumático, lo cual permitirá que el paciente sea proactivo sobre su calidad de vida y su bienestar. 4. Finalmente, se busca mediante la Restructuración Cognitiva que el paciente haga uso de las herramientas cognitivas para que pueda modificar su interpretación del evento traumático, y también de los eventos del presente. El objetivo principal es modificar el esquema cognitivo activado a partir del evento traumático. Reestructuración cognitiva, ya sea por sí sola o combinada con exposición. (Resick y Schnicke, 1993 citado en Bados, 2005) han propuesto la terapia de procesamiento cognitivo 37 (una combinación de exposición y reestructuración cognitiva, con énfasis en esta última) para víctimas de violación con TEPT, aunque esta terapia ha sido adaptada a personas con TEPT. También Ehlers y cols, (2005 citado en Bados, 2005) presentan una terapia cognitiva con menos énfasis en revivir imaginariamente el trauma. 38 2. ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y DESASTRES NATURALES Los desastres naturales han aumentado mucho durante los últimos años, éstos se presentan desde una marea alta en las playas de nuestro territorio, hasta un fuerte sismo de magnitud intensa, mismas que ocasionan pérdidas económicas, pérdidas materiales y en algunos casos hasta vidas humanas. El territorio mexicano por su ubicación, es un lugar que con frecuencia da lugar a desastres naturales como terremotos o huracanes, cada evento natural deja tras su paso graves consecuencias para la población no solo a nivel infraestructura, a nivel alimentación, desarrollo de las comunidades que en muchas ocasiones son comunidades de escasos recursos. Otro aspecto importante que afecta un desastre natural, es el daño a nivel psicológico que deja presenciar un desastre natural, ya que ninguna persona tiene las habilidades de afrontamiento necesarias para presenciar un evento inesperado, es por eso, que pasado un tiempo, se comienzan a presentar síntomas de estrés postraumático, pues la persona que presenció el evento estresante no contaba con las herramientas necesarias para significar un evento de esa magnitud. Por ello, en el siguiente apartado hablaremos de los desastres naturales que han ocurrido a lo largo de los años, haciendo especial énfasis en los que han ocurrido en el territorio mexicano en los últimos años y posteriormente abordar la relación que existe entre un desastre natural y el TEPT. 2.1 Definición de desastres naturales A lo largo de los años, múltiples disciplinas han realizado un acercamiento a la definición de un desastre natural. La palabra desastre proviene de la raíz latina astronómico o astrológico dis y astro, cuyo significado es “separado de las estrellas”. El origen de esta palabra, sugiere entenderlo como un evento que ocurre por una configuración astrológica 39 desafortunada. Por otro lado, el término “desastre” se refiere a los eventos traumáticos que Shalev (2000) clasifica por: 1. Su origen: causados por el hombre y naturales, en que los primeros implican que otros seres humanos infligen daño deliberadamente; 2. duración: De corta duración (accidentes de tránsito, violación, etc.) y prolongados (cautividad y tortura); y 3. El tipo de estresor: estresores primarios y secundarios. Los estresores primarios son los que ocurren durante la fase de impacto de un acontecimiento traumático (por ejemplo, lesión física en un accidente, pérdida de la propiedad en un desastre natural). A su vez, los estresores secundarios pueden ser los dolores físicos después de una lesión y la reubicación y el hambre después de un desastre natural. En el caso de las personas que padecen enfermedades crónicas, el acceso a medicamentos puede ser un importante factor productor de estrés. Por otro lado, antropología define desastre como un proceso que involucra una combinación de agentes potencialmente destructivos mismos que pueden ser naturales o provenir del ambiente tecnológico y una población en una condición de vulnerabilidad producida social y tecnológicamente (Smith, 1996 citado en Razeto, 2013). La combinación de ambos componentes produce daño o pérdida de los principales elementos de la organización social y de las instalaciones físicas de una comunidad al grado que las funciones esenciales de la sociedad son interrumpidas o destruidas, lo que genera estrés individual y desorganización social de distinta gravedad. La Estrategia Internacional para la Reducción del Desastre de las Naciones Unidas (EIRDNU, 2009 citado en Razeto 2013), define un desastre como interrupción en el funcionamiento de una comunidad o sociedad que ocasiona una gran cantidad de muertes al igual que pérdidas e impactos materiales, económicos y ambientales que exceden la capacidad de la comunidad o la sociedad afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios recursos. También incluye los desastres 40 tecnológicosy ambientales, sin embargo es solo cuando son por causas naturales. Por lo tanto, la expresión “peligros naturales y desastres tecnológicos y ambientales” describe situaciones en las que los desastres de origen natural se combinan con la ocurrencia de daños tecnológicos y ambientales. Finalmente, la Organización de las Naciones Unidas menciona que un desastre es una disrupción seria del funcionamiento de una sociedad, causando perdidas humanas, materiales o medioambientales amplios que exceden la capacidad de una sociedad afectada reaccionar utilizando sus propios recursos. La ONU hace una clasificación de los desastres naturales de la siguiente manera: Tabla 3 Tipos de Desastres Naturales Generados por procesos dinámicos en el interior de la tierra Sismos: Son los movimientos de la corteza terrestre que generan deformaciones intensas en las rocas del interior de la tierra, acumulando energía que súbitamente es liberada en forma de ondas que sacuden la superficie terrestre. Tsunamis: Movimiento de la corteza terrestre en el fondo del océano, formando y propagando olas de gran altura. Erupciones Volcánicas: Es el paso del material, cenizas y gases del interior de la tierra a la superficie. 41 Generados por procesos dinámicos en la superficie de la tierra Deslizamiento de Tierras: Que ocurren como resultado de cambios súbitos o graduales de la composición, estructura, hidrología o vegetación de un terreno en declive o pendiente. Derrumbes: Es la caída de una franja de terreno que pierde su estabilidad o la destrucción de una estructura construida por el hombre. Aludes: Masa de nieve que se desplaza pendiente abajo. Aluviones: Flujos de grandes volúmenes de lodo, agua, hielo, roces, originados por la ruptura de una laguna o deslizamiento de un nevado. Huaycos: Desprendimientos de lodo y rocas debido a precipitaciones pluviales, se presenta como un golpe de agua lodosa que se desliza a gran velocidad por quebradas secas y de poco caudal arrastrando piedras y troncos. Generados por fenómenos meteorológicos o hidrológicos Inundaciones: Invasión lenta o violenta de aguas de río, lagunas o lagos, debido a fuertes precipitaciones fluviales o rupturas de embalses, causando daños considerables. Se pueden presentar en forma lenta o gradual en llanuras y de forma violenta o súbita en regiones montañosas de alta pendiente. Continúa tabla 42 Sequías: Deficiencia de humedad en la atmósfera por precipitaciones pluviales irregulares o insuficientes, inadecuado uso de la aguas subterráneas, depósitos de agua o sistemas de irrigación. Heladas: Producidas por las bajas temperaturas, causando daño a las plantas y animales. Tormentas: Fenómenos atmosféricos producidos por descargas eléctricas en la atmósfera. Granizadas: Precipitación de agua en forma de gotas sólidas de hielo. Tornados: Vientos huracanados que se producen en forma giratoria a grandes velocidades. Huracanes: Son vientos que sobrepasan más 24 Km./h como consecuencia de la interacción del aire caliente y húmedo que viene del océano Pacífico con el aire frío. De origen biológico Plagas: Son calamidades producidas en las cosechas por ciertos animales. Epidemias: Son la generalización de enfermedades infecciosas a un gran número de personas y en un determinado lugar. Continúa tabla 43 Tecnológicos Incendios, explosiones Derrames de Sustancias Químicas. Contaminación Ambiental. Guerras, Terrorismo Subversión. 2.2 Estadísticas de los desastres naturales en México. La información obtenida por diversas fuentes, arroja datos de los daños a nivel económico e infraestructura, es por eso que a continuación se dan algunas cifras de acuerdo a los dos fenómenos naturales más importantes en el país, terremotos y huracanes. Terremotos. De acuerdo a datos del Servicio Sismológico Nacional, nos muestra que en los últimos años ha existido un incremento en el número de sismos por año: Continúa tabla 44 Tabla 4 Frecuencia de ocurrencia de terremotos y magnitud en México de 1990 a 2017 Año Total de Sismos Magnitud Sin cálculo 0 - 2.9 3 - 3.9 4 - 4.9 5 - 5.9 6 - 6.9 7 - 7.9 8 - 8.9 1990 796 1 12 247 510 24 2 0 0 1991 728 4 2 183 509 29 1 0 0 1992 614 1 4 184 398 27 0 0 0 1993 916 1 47 274 548 40 5 1 0 1994 622 0 20 192 383 24 3 0 0 1995 678 0 17 188 438 26 6 2 1 1996 789 0 8 203 543 32 2 1 0 1997 1,019 13 44 388 533 34 6 1 0 1998 1,024 2 11 453 532 21 5 0 0 1999 1,099 1 12 542 527 11 4 2 0 2000 1,052 9 28 463 531 18 2 1 0 2001 1,344 9 8 704 585 32 6 0 0 2002 1,688 0 4 880 760 40 4 0 0 2003 1,323 0 5 728 568 18 3 1 0 2004 1,346 0 2 669 639 33 3 0 0 2005 1,210 0 1 678 514 17 0 0 0 2006 1,355 0 0 792 544 19 0 0 0 2007 1,528 0 1 728 764 33 2 0 0 2008 1,955 0 4 1,154 780 15 2 0 0 2009 2,301 0 5 1,648 610 37 1 0 0 45 2010 3,462 0 23 2,454 954 27 3 1 0 2011 4,272 0 44 3,357 839 27 5 0 0 2012 5,244 1 21 4,106 1,054 50 10 2 0 2013 5,360 0 56 4,221 1,046 33 4 0 0 2014 7,607 1 237 6,365 954 42 7 1 0 2015 10,946 1 251 9,056 1,605 30 3 0 0 2016 15,547 0 557 13,501 1,453 29 7 0 0 2017 26,364 0 505 21,619 4,156 80 2 1 1 2018 30,196 0 1709 25,467 29,82 35 2 1 0 Continúa tabla 46 En cuanto a huracanes y ciclones tropicales, el Servicio Meteorológico Nacional en conjunto con CONAGUA y SEMARNAT llevaron a cabo un análisis de las temporadas de huracanes comprendidas entre los años 2009, 2010 y 2011. Mencionan que se han registrado un total de 186 ciclones tropicales con impacto directo en México, de los cuales 50 fueron depresiones tropicales, 67 tormentas tropicales, 49 huracanes moderados (categorías I-II en la Escala Saffir-Simpson) y 20 huracanes intensos (categorías III-IV-V). Por estados, encontraron que los de mayor riesgo ciclónico son Baja California Sur con 39 ciclones, seguido por Sinaloa con 37, Quintana Roo con 36, Tamaulipas 30, Jalisco, Michoacán y Veracruz con 26, todo lo anterior en un periódo comprendido entre 1970 y 2011. En años más recientes, se encontró que el año 2017 cerró con 20 ciclones en el Pacífico, de los cuales 18 tuvieron nombre, cifra mayor al promedio histórico que presenta este litoral de 15.2. De estos fenómenos meteorológicos, nueve alcanzaron la categoría de huracán, nueve fueron tormentas tropicales y dos permanecieron como depresiones tropicales. Del total de estos eventos, solo cuatro tocaron tierra en las costas mexicanas: Beatriz, Calvin, Lidia y Max. Para el año en curso, el mismo Servicio Meteorológico Nacional prevé para el Pacífico mexicano 15 ciclones tropicales y 8 huracanes. 2.3 Estrés Postraumático y desastres naturales A lo largo de la historia de los desastres naturales no sólo en México sino en todo el mundo, se han realizado diversas investigaciones en torno a las afectaciones o secuelas psicológicas que se generan después de presenciar un desastre natural. Los principales temas 47 que se han abordado desde entonces ha sido sintomatología ansiosa, depresiva, estrés. Hoy en día, con claridad podemos hablar de trastorno de estrés postraumático. Como ya hemos mencionado con anterioridad, existen una amplia clasificación de desastres naturales, sin embargo, en ésta ocasión haremos especial énfasis en las secuelas psicológicas que deja un terremoto. Según (Gaborit, 2001 como se citó en García y Mardones, 2010), a diferencia de otros desastres naturales, los terremotos tienen como característica la dificultad de su predicción. Siempre toma por sorpresa, su duración es breve, de gran intensidad y de un poder destructivo inigualable, generando un fuerte sentimiento de indefensión, ansiedad e incertidumbre cognitiva.
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