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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO O. D. ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO SOBRE LOS TUMORES DE MEDIASTINO REPORTADOS EN EL HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO TESIS DE POSGRADO PARA OBTENER EL TITULO DE LA ESPECIALIDAD EN NEUMOLOGIA PRESENTA: MARCO ANTONIO DÍAZ RIVEROS TUTOR DE TESIS: DRA GUADALUPE VIRGINIA NOVELO RETANA HOSPITAL GENERAL DE MÉXICO MEXICO D.F. 2009 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Dr Alfredo Pérez Romo Titular del curso de Neumología Jefe de Servicio del Servicio de neumología Dra Guadalupe Virginia Novelo Retana Medico Adscrito al Servicio de Neumología DEDICATORIA Dedico este trabajo, mi primera tesis, en primer lugar a Dios por haberme permitido llegar a este mundo y por haberme llenado de personas y valores tan bellos que ahora hacen posible este sueño. En segundo lugar, agradezco a mis padres por quererme, por esforzarse en darme siempre lo mejor, por enseñarme lo bueno y lo malo de la vida y por apoyarme incondicionalmente. A mi Apa, porque no he conocido a persona más escandalosa y formidable, porque es una de esas pocas personas que vale la pena conocer y porque me ha enseñando como se debe querer a la pareja. A mi familia porque en épocas duras siempre me apoyaron y me levantaron cuando lo necesite. Quiero también dedicar esta obra a una de las personas más importantes de mi vida, mi prometida Gretel, que sin su cariño, amor, respeto y sonrisa no hubiera podido completar este trabajo. Porque es mi motivo de querer ser un mejor hombre, una mejor persona y un mejor doctor. Porque me impulsas cada día y porque haces de cada día un gran día. También por último dedico este trabajo a todos mis amigos, a mi nueva familia, a todo el personal del servicio de neumología del Hospital General de México, porque me han brindado cariño, abrazos, enojos, gritos, etc y que me han hecho como soy. Gracias por darme su experiencia que gracias a ella he podido sobresalir y espero corresponderles. También les dedico mi trabajo que aunque aún no nacen ni son concebidos, siempre pienso en ustedes…..pichis y pochini. INDICE Página I. PORTADA II. DEDICATORIA 3 III. ÍNDICE 4 IV. RESUMEN 5 V. INTRODUCCIÓN 7 VI. MARCO TEÓRICO 11 VII. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 26 VIII. JUSTIFICACIÓN 27 IX. HIPÓTESIS 27 X. OBJETIVOS 27 XI. MATERIALES Y MÉTODOS 27 XII. RESULTADOS 28 XIII. DISCUSIÓN 36 XIV. CONCLUSIONES 37 XV. BIBLIOGRAFÍA 38 RESUMEN Los tumores de mediastino son una entidad poco frecuente, representando el 3% de la patología de tórax. De entre ellos los tumores de mediastino anterior son los más frecuentes, siendo reportados en la literatura en orden decreciente los tumores dependientes de timo, los teratomas y los linfomas. Los signos y síntomas son similares entre los tumores de mediastino, lo que condiciona un reto clínico para el médico. Se han utilizado múltiples métodos diagnósticos, tanto invasivos como no invasivos. Actualmente hay muy pocos estudios epidemiológicos en población latina sobre los tumores de mediastino, algunos reportando diferencias en las etiologías más frecuentes así como diferentes sensibilidades diagnósticas de los métodos invasivos, comparadas con la literatura mundial. Por lo anterior se decide realizar un estudio retrospectivo en el Hospital General de México para comparar la experiencia de nuestro hospital con el manejo diagnóstico de este tipo de tumores y adecuar el abordaje a nuestra población. Materiales y métodos Es un estudio descriptivo y retrospectivo de los pacientes hospitalizados en el pabellón de Neumología “Dr. Alejandro Celis” del Hospital General de México con diagnóstico de tumores de mediastino durante el período comprendido entre enero 2001 hasta diciembre 2008. Resultados La edad osciló entre los 16 y 88 años, el grupo de edad de mayor frecuencia fue el de 21 a 30 años con un total de 19 pacientes. La edad general promedio fue de 41.7 años. De los 93 pacientes analizados en 14 no se pudo llegar al diagnóstico definitivo por diversos motivos (alta voluntaria, traslado, defunción). En cuanto al tipo histológico, el tumor más frecuente fue el linfoma (22 pacientes, 23.7%), seguido de los tumores de células germinales (13 pacientes, 14%), 1bocio coloide (10 pacientes, 10.8%) y timomas (8 pacientes, 8.6%). En los estudios diagnósticos invasivos se realizó biopsia transtorácica con aguja fina a 57 (61.3%) pacientes, de los cuales resultó diagnóstica solo en 26(45.6%) de los pacientes, alteraciones inflamatorias en 11(19.3%) de los pacientes y con reporte de muestra inadecuada en 20(35.1%) pacientes. Se realizó toma de biopsia con trucut transtorácico en 13 pacientes, obteniendo diagnóstico en 8(61.5%) y muestra inadecuada en 5(38.5%) pacientes. En la mediatinotomia con técnica de Chamberlain se realizaron 19 procedimientos siendo diagnóstica en 16 de estos (84.2%), reportada con alteraciones inflamatorias en 2 pacientes y muestra inadecuada en 1. En el abordaje diagnóstico de biopsia por cirugía abierta esta se realizó a 39 pacientes de los cuales se obtuvo diagnóstico en 37(94.9%), diagnostico inadecuado en 1 y equivocado en 1 paciente. Conclusiones Los tumores de mediastino no son lesiones poco frecuentes en nuestro medio. Se debe tener en cuenta la mayor frecuencia de los linfomas y los tumores de células germinales en el abordaje diagnóstico de los pacientes. La historia clínica y los estudios paraclínicos tienen un papel importante para el diagnostico diferencial de estas enfermedades. Dada la alta sensibilidad y especificidad diagnóstica del uso del ultrasonido en la toma de biopsias transtorácicas es necesario implementar dicho método en nuestro hospital ya que además de ser el más utilizado podría acortar la estancia hospitalaria y el tiempo hasta recibir el tratamiento definitivo. INTRODUCCIÓN Los tumores de mediastino son una entidad poco frecuente, representando el 3% de la patología de tórax1. Los signos y síntomas son similares entre los tumores de mediastino, lo que condiciona un reto clínico para el médico. Se han utilizado múltiples métodos diagnósticos, tanto invasivos como no invasivos. Entre los métodos no invasivos se encuentran la historia clínica, estudios de laboratorio como la biometría hemática completa, perfil tiroideo, deshidrogenasa láctica, B 2 microglobulina, antígeno carcinoembrionario, alfafetoproteína y hormona gonadotropina coriónica humana, ultrasonido testicular entre otros. Como métodos invasivos de diagnóstico se tiene a la biopsia transtoracica con aguja fina y trucut, mediastinotomia, mediastinoscopia, toracoscopia video asistida y la biopsia pulmonar a cielo abierto. Actualmente hay muy pocos estudios epidemiológicos en población latina sobre los tumores de mediastino, algunos reportando diferenciasen las etiologías más frecuentes asi como diferentes sensibilidades diagnósticas de los métodos invasivos, comparadas con la literatura mundial. Por lo anterior se decide realizar un estudio retrospectivo en el Hospital General de México para comparar la experiencia de nuestro hospital con el manejo diagnóstico de este tipo de tumores y adecuar el acercamiento a nuestra población. El mediastino es el compartimento anatómico extrapleural situado en el centro del tórax, entre los pulmones derecho e izquierdo, por detrás del esternón y las uniones condrocostales y por delante de las vértebras y de la vertiente más posterior de las costillas óseas. Se extiende desde el orificio superior del tórax hasta el diafragma y desde el esternón y los cartílagos costales por delante hasta la superficie anterior de las 12 vértebras dorsales por detrás. Los cuerpos vertebrales no se encuentran en el mediastino. En su interior se alojan el corazón, la aorta, las venas cavas, la vena ácigos, las venas hemiácigos, las arterias y venas pulmonares, parte distal de la tráquea, partes proximales de los bronquios principales, nervios vagos y frénicos, el esófago, el conducto torácico, el timo en los niños y otros vasos linfáticos y algunos troncos y ganglios nerviosos importantes. Se divide el mediastino en los compartimentos anterosuperior, medio y posterior mediante referencias que se observan en la radiografía lateral de tórax. El mediastino anterior contiene el timo, tejido adiposo y nódulos linfáticos. En el mediastino medio se encuentran el corazón, pericardio, el cayado de la aorta y su porción ascendente, las venas braquiocefálicas, tráquea, bronquios y nódulos linfáticos. En el compartimento posterior se encuentra la aorta descendente, el esófago, vena ácigos, vainas nerviosas y ganglios autonómicos, nodos linfáticos y tejido adiposo2. Los tumores de mediastino pueden ser de origen neoplásico, congénito o inflamatorio y pueden manifestarse por una variedad de síntomas. De ellos los timomas, tumores neurogénicos y los quistes benignos justifican el 60% de la patología quirúrgica del mediastino; los linfomas, teratomas y las enfermedades granulomatosas representan el 30%, y el 10% restante corresponde a lesiones vasculares. Los tumores de mediastino anterior son los más frecuentes, siendo reportados en la literatura en orden decreciente los tumores dependientes de timo, los teratomas y los linfomas,3. A pesar de que más de dos terceras partes de los tumores de mediastino son benignos, los tumores localizados en el compartimento anterior tienen una mayor probabilidad de ser malignas. La probabilidad de malignidad está influenciada principalmente por los siguientes tres factores: localización del tumor, la edad del paciente y la presencia o ausencia de síntomas. En un estudio de Davis et al reportado en 1987 de 400 pacientes con tumores de mediastino, se encontró malignidad en 59%, 29% y 16% en tumores de mediastino anterior, medio y posterior respectivamente4. La edad es un predictor importante de malignidad especialmente con linfomas y tumores de células germinales cuando se presentan en la segunda y cuarta década de la vida. Por último, los pacientes sintomáticos tienen mayor probabilidad de tener tumores malignos. En el estudio previo el 85% de los pacientes con enfermedad maligna tenían síntomas al momento de su presentación, comparado con el 46% de los pacientes con enfermedad benigna. Los síntomas más comunes registrados al momento de su presentación son: tos (60%), fiebre, escalofríos (20%) y disnea (16%). La mayoría de los síntomas se pueden catalogar en dos grupos: síntomas de localización y síntomas sistémicos. Los síntomas localizados son secundarios a la invasión o compresión tumoral, algunos de los síntomas más comunes son disfagia; parálisis de las extremidades, diafragma y cuerdas vocales; síndrome de Horner y síndrome de vena cava superior. Los síntomas sistémicos son debido a la liberación de hormonas en exceso, anticuerpos o citoquinas3. En un estudio realizado en cuba en 2006 con 49 pacientes las etiologías más frecuentes fueron LNH (16 pacientes), LH (8 pacientes), adenocarcinoma (8 pacientes), carcinoma epidermoide (4), carcinoma de timo (4) y teratocarcinoma (2). No hubo diferencia en ambos sexos2. En otro estudio realizado en Argentina en 2006 incluyendo 482 pacientes se observaron 178 lesiones malignas, 304 lesiones no neoplásicas de distinta etiología. De estas, 374(77.5%) correspondieron a lesiones tímicas, 33 a enfermedades granulomatosas, 29(6%) a linfomas, 23(4.7%) a tumores de origen mesenquimático, 14(2.9%) a tumores germinales, 7(1.5%) a lesiones quísticas y 35(7.2%) a otras lesiones. Se observa prevalencia de la patología tímica, seguida en frecuencia por las lesiones granulomatosas ganglionares (infecciosas o no) y los linfomas, observando también que el 80% de las lesiones se localizaron en el mediastino anterior1. Los estudios de laboratorio que se deben realizar en estos pacientes para realizar el diagnóstico diferencial son biometría hemática completa, química sanguínea completa, electrolitos séricos, pruebas de funcionamiento hepático, examen general de orina y determinación de proteínas en orina de 24 hrs. De acuerdo a la localización del tumor mediastinal el resto de los estudios paraclínicos se debe individualizar. En aquellos pacientes con tumor mediastinal anterosuperior los estudios que se deben agregar a los ya comentados son determinación de alfa fetoproteína y hormona gonadotropina coriónica humana para descartar tumores de células germinales, la B2 microglobulina y la deshidrogenasa láctica son útiles en el pronóstico de pacientes con linfoma, sin embargo son inespecíficos, algunos de los hallazgos frecuentemente encontrados en estos pacientes son anemia, trombocitopenia y leucocitosis o leucopenia. Las pruebas de funcionamiento tiroideo son útiles en el diagnóstico de bocio tiroideo aunque en carcinoma papilar pueden ser normales. Para el diagnóstico de los tumores de mediastino, son útiles la radiografía de tórax en las proyecciones antero posterior y lateral, la tomografía, la resonancia magnética y la biopsia por aspiración con aguja fina (BAAF). La tomografía y la RM proveen información importante sobre la localización anatómica, extensión de la enfermedad, invasión a tejidos adyacentes y densidad de tejido. Son importantes para decidir el tratamiento definitivo los resultados de anatomía patológica mediante la toma de muestra por procedimientos tales como: la mediastinoscopía, la mediastinostomía anterior y recientemente la toracoscopia, pues un número relevante de las neoplasias del mediastino no necesariamente requieren de tratamiento quirúrgico definitivo. En un estudio publicado en el 2000 realizado por Roviaro et al se estudió la utilidad de la toracoscopia video asistida con fines diagnósticos y terapéuticos. Fue un estudio de 118 pacientes con lesiones primarias de mediastino. El tiempo de cirugía varió 20-70 min en los procedimientos diagnósticos y 75 min en promedio (rango de 25-180 min) en los terapéuticos, con una estancia hospitalaria de 6 dias en promedio (rango 2-60 días). Se concluyó que este enfoque diagnóstico es adecuado para obtener muestras de tejido grandes en enfermedades que involucran el sistema linfático5. Con fines diagnósticos se pueden clasificar los tumores de mediastino en aquellos con linfadenopatia mediastinal y en tumores sin linfadenopatia. Los diagnósticos diferenciales de los tumores con linfadenopatia mediastinal van desde: adenopatías por metástasis, linfomas malignos, causas infecciosas, inmunológicas, endocrinas y de depósito de lípidos hasta enfermedades como sarcoidosis, histiocitosis x y enfermedad de Castleman. El tratamiento para este grupo heterogéneo de enfermedades es primariamente no quirúrgico y el diagnóstico exactotiene un gran impacto en el enfoque terapéutico. Dado que se requieren cantidades suficientes de tejido para el diagnóstico definitivo de los tumores con linfadenopatia se sugieren la biopsia por aspiración guiada por estudio de imagen así como la biopsia quirúrgica. En un estudio realizado por Hoerbelt et al evaluando la eficacia de los elementos diagnósticos no invasivos como historia clínica, exploración física, estudios de laboratorio y tomografía para diferenciar entre estos dos grupos de tumores, se encontró una sensibilidad y especificidad de 98.2% y 86% respectivamente6. El tratamiento de los tumores de mediastino se basa en 3 pilares fundamentales: cirugía, quimioterapia y radioterapia. MARCO TEÓRICO Tumores de mediastino anterior Timomas. En la literatura mundial los timomas son la neoplasia de mediastino anterior más común con una incidencia de 0.15 casos por cada 100 000. A pesar de que son raros en la infancia, los timomas representan el 20% de las neoplasias de mediastino anterior en adultos. Los timomas son un grupo con un espectro histológico amplio y se clasifica según el predominio de tipo celular en linfocítico, epitelial o de células espiculadas. Hay una fuerte asociación entre el subtipo histológico, invasividad y pronóstico. Como resultado la Organización Mundial de la Salud creó un nuevo sistema de clasificación de los timomas basado en diferencias citológicas, que pueden ser útiles para determinar el régimen de tratamiento y predecir la supervivencia (tabla 1)3. Tabla 1 Clasificación de timomas de la Organización Mundial De la Salud Tipo de timoma Características citológicas Tipo A Células fusiformes, medular Tipo AB Mixto Tipo B1 Rico en linfocitos, linfocítico, predominantemente cortical, organoide Tipo B2 Cortical Tipo B3 Epitelial, atípico, escamoso, carcinoma tímico bien diferenciado De Wilkins et al 7 La mayoría de los timomas son tumores sólidos pero hasta un tercio de ellos pueden tener un componente necrótico, hemorrágico o quístico. Treinta y cuatro por ciento de los timomas presenta invasión más allá de su cápsula hacia estructuras cercanas. Asimismo, la extensión transdiafragmática hacia el abdomen y las metástasis hacia la pleural ipsilateral y pericardio pueden ocurrir, sin embargo la diseminación hematógena y linfógena es poco frecuente. El sistema de estadificación clínica de Masaoka se basa en el grado de invasión del tumor a través de la cápsula hacia las estructuras adyacentes, lo cual tiene implicaciones importantes para el pronóstico. En estudios previos se ha observado que el uso del sistema de estadificación de Masaoka fue útil como predictor independiente para la supervivencia de pacientes portadores de timoma (tabla 2). Tabla 2 Sistema de Estadificación para Timoma de Masaoka Estadio Grado de invasión Índice de supervivencia a 5 años, % 1 Encapsulación completa macroscópicamente sin invasión capsular microscópicamente 96-100 2 Invasión al tejido adiposo adyacente o a la pleura mediastinal microscópicamente o invasión hacia la cápsula microscópicamente 86-95 3 Invasión a órganos adyacentes macroscópicamente 56-69 4 a Diseminación pleural o pericárdica 11-50 4 b Metástasis linfógena o hematógena De Shamji et al 8 Típicamente, el timoma es un hallazgo incidental en una radiografía de tórax. Un tercio de los pacientes manifiesta síntomas de dolor tórax, tos o disnea debido a compresión tumoral o invasión. Las metástasis son poco comunes, sin embargo los síntomas paratímicos, que incluyen miastenia gravis, hipogamaglobulinemia y aplasia pura de células rojas pueden ocurrir. La miastenia gravis es más común en mujeres y se asocia con timoma. Los síntomas pueden incluir diplopía, ptosis, disfagia, debilidad y fatiga. Treinta a 50% de los pacientes con timomas presentan miastenia gravis, mientras que el 10-15% de los pacientes con miastenia gravis tienen timomas. La patogénesis de la enfermedad se basa en los linajes celulares de la vía mieloide que se derivan del timo que reconoce loa antígenos en la placa neuromuscular produciendo autoanticuerpos. Estos autoanticuerpos se unen a los receptores de acetilcolina de la placa neuromuscular ocasionando fatiga muscular. La timectomía puede aliviar estos síntomas, sin embargo este beneficio se observa varios meses después de la cirugía. Dada la asociación entre timoma y miastenia gravis, los niveles séricos de autoanticuerpos contra receptores de acetilcolina deben de ser medidos en todos los pacientes con sospecha de timoma para descartar miastenia gravis previo a la cirugía. La hipogamaglobulinemia y la aplasia pura de células rojas ocurre en 10% y 5% respectivamente en los pacientes con timoma. El síndrome de Good se diagnóstica en pacientes con timoma e inmunodeficiencia combinada de células B/células T. los timomas también están asociados a varias alteraciones autoinmunes, tales como lupus eritematoso sistémico, polimiositis y miocarditis. Los timomas se pueden observar en la radiografia como una masa bien definida, lobulada localizada en el mediatino anterosuperior, típicamente anterior a la raíz aórtica. En la tomografía computada con contraste aparece como una masa similar a tejido blando, encapsulada, bien definida, frecuentemente con componente necrótico, hemorrágico o quístico. La resección quirúrgica puede ser utilizada con fines diagnósticos, sin embargo la sensibilidad de la ultrasonografia y la biopsia con aguja fina guiada por tomografía con fines diagnósticos va en aumento. En un estudio previo por Anderson y colegas se reporto un índice de éxito de 95% utilizando la biopsia con aguja fina guiada por ultrasonido. El éxito de la técnica depende de la habilidad del operador y del personal de patología para manejar la muestra. La resección quirúrgica es el tratamiento estándar para timomas invasivos y no invasivos ya que es la que conlleva mejor pronóstico. La quimioterapia adyuvante y la radioterapia son generalmente utilizados en tumores localmente invasivos o con enfermedad metastásica y en tumores inoperables. Además, a pesar de que es comúnmente aceptado que la resección por si sola es suficiente para el tratamiento de la enfermedad en estadio I, no hay un consenso general sobre el papel de la radioterapia postoperatoria en pacientes con enfermedad en estadio II. En un estudio realizado por Curran et al, de 117 pacientes con radioterapia postquirúrgica no se observó beneficio en la supervivencia en pacientes con estadio I de la enfermedad pero si en aquellos en estadios II y III. La recaída mediastinal a los 5 años de la enfermedad en pacientes con estadio II o III tratados solamente con cirugía fue de 53% mientras que en pacientes que recibieron radioterapia postquirúrgica no se observaron recaídas 9. Los timomas también han mostrado respuesta con el tratamiento a base de quimioterapia. En enfermedad localmente invasiva o tumoral, el uso de un régimen basado en cisplatino preoperatorio con o sin radioterapia postquirúrgica ofrece el mejor pronóstico. Kim et al examinaron a 23 pacientes con enfermedad localmente avanzada, sin posibilidad de resección que recibieron tres esquemas de quimioterapia de inducción a base de cisplatino, doxorrubicina, ciclofosfamida y prednisona. Los índices a 7 años libres de enfermedad y supervivencia general fueron de 77% y 79% respectivamente. Las siguientes características están asociadas con mal pronóstico: metástasis; gran tamaño del tumor ( >10 cm); compresión traqueal o vascular; edad < 30 años; histología epitelial o mixta y la presencia de síndromes paraneoplásicos hematológicos. Actualmente el estadio de la enfermedad se utiliza para guiar el tratamiento a seguir, sin embargo aún hay controversia sobre el uso de quimioterapia y radioterapia en pacientes en los diferentes estadios de la enfermedad y que puede reflejarla importancia del subtipo histológico para determinar la modalidad apropiada de tratamiento. Carcinoma tímico. Son un grupo heterogéneo de neoplasias malignas agresivas e invasoras. Su incidencia es rara y ocurre en hombres de edad mediana. La mayoría de los pacientes presentan disnea, tos y dolor en tórax. La fatiga, anorexia y pérdida de peso son comunes en estos pacientes pero también se han descrito casos con síndrome de vena cava superior y tamponamiento cardíaco. Histológicamente los carcinomas tímicos son masas grandes, firmes e infiltrantes con áreas de degeneración quística y necrosis. Se les clasifica en bajo y alto grado, siendo los subtipos más frecuentes el de forma epitelioide y el linfoepitelioide. En contraste con los timomas, los carcinomas tímicos son histológicamente malignos, con características típicas de necrosis celular, atipia y mitosis. Radiográficamente los carcinomas tímicos son heterogéneos, con calcificaciones y necrosis así como pueden estar asociados con derrame pleural y pericárdico. El tratamiento y el pronóstico dependen del estadio y el grado. El sistema de clasificación de Masaoka utlizado para los timomas no es útil como herramienta de pronóstico en el carcinoma tímico. Las características morfológicas que sugieren un mal pronóstico son infiltración en el margen del tumor, ausencia de un patrón lobular de crecimiento, presencia de alto grado y atipia y necrosis, más de 10 mitosis en objetivos de alto poder. La resección quirúrgica completa es el tratamiento de elección y puede ser curativa. En neoplasias no resecables la quimioterapia y la radioterapia tienen papeles importantes. Yoh et al examinaron a 18 pacientes con carcinoma tímico. Los pacientes con tumores irresecables recibieron tratamiento con cisplatino, vincristina, doxorrubicina y etopósido. El índice de respuesta general fue de 42% y los índices de supervivencia a uno y dos años fueron de 80% y 56% respectivamente 10. Carcinoide tímico. El carcinoide tímico es un tumor maligno que es histológicamente similar a otros carcinoides localizados en otros tejidos. Su incidencia más alta es en la cuarta y quinta década de la vida. El carcinoide tímico se asocia con el síndrome de cushing y con el síndrome de neoplasia endócrina múltiple. Los carcinoides tímicos se presentan como una masa tumoral grande, lobulada e invasiva en mediastino anterior, con o sin hemorragia y necrosis. Las metástasis son comunes con diseminación a los ganglios linfáticos regionales y a otros órganos a distancia en hasta dos tercios de los pacientes. El tratamiento es la resección completa del tumor. Para tumores localmente invasivos se utiliza la quimioterapia y radioterapia a pesar de su mínimo efecto sobre la neoplasia. El pronóstico de este tipo de tumores es pobre y muy difícil de valorar. Timolipomas y quistes tímicos no neoplásicos. Los timolipomas son raros, benignos y lentos en crecimiento. Ocurre en adultos jóvenes en ambos sexos. Los hallazgos tomográficos presentan una tumoración de densidad grasa. El tratamiento de elección es la escisión quirúrgica. Los quistes tímicos son tumores raros de etiología desconocida. Pueden ser congénitos o adquiridos, se asocian con procesos inflamatorios como linfoma de Hodgkin. Los quistes tímicos congénitos son remanentes del conducto timofaríngeo. Los quistes inflamatorios provienen probablemente del parénquima tímico inflamado. Radiográficamente parecen quistes homogéneos simples. La escisión quirúrgica es curativa. Tumores de células germinales mediastinales. Los tumores germinales de mediastino resultan de las células primitivas que fallan al migrar completamente durante el desarrollo embrionario temprano. Este tipo de tumores se encuentran en adultos jóvenes y representan el 15% de los tumores de mediastino anterior en personas adultas. Los tumores germinales malignos son más comunes en los hombres (90%). Los tumores de células germinales se pueden dividir en tres grupos en base a su tipo celular: teratomas benignos; seminomas y tumores embrionarios. Los tumores embrionarios, también llamados teratomas malignos o tumores de células germinales no seminomatosos, son diversos e incluyen a los coriocarcinomas, carcinomas del saco vitelino, carcinomas embrionarios y los teratocarcinomas. Estos tumores generalmente producen marcadores serológicos como la alfa feto proteína (AFP) y la hormona gonadotropina coriónica humana (hGCH), las cuales pueden ser diagnósticas al momento de la valoración. Teratomas mediastinales (benignos). Este tipo de tumores que consisten en por lo menos dos de las tres capas germinales primitivas son los tumores de células germinales de mediastino más comunes. Los tejidos ectodérmicos, que son los que más predominan, generalmente incluyen piel, pelo, glándulas sudoríparas y estructuras dentarias. Los tejidos mesodérmicos incluyen epitelio respiratorio e intestinal. La mayoría de los teratomas mediastinales son maduros, bien definidos y benignos. Si un teratoma contiene tejido fetal o neuroendocrino, se le define como inmaduro y maligno. En los niños el pronóstico es favorable, sin embargo puede recurrir y das metástasis. La mayoría de los pacientes se encuentran completamente asintomáticos y al igual que los demás tumores mediastinales los síntomas a su presentación incluyen tos, disnea y dolor torácico. Las enzimas digestivas secretadas por la mucosa mediastinal o por el tejido pancreático en el teratoma pueden ocasionar ruptura bronquial, de la pleura, pericardio o pulmonar. Una consecuencia poco común de la ruptura de un teratoma mediastina es la expectoración de pelo o cebo. Los teratomas maduros tienen la capacidad de transformación maligna en ocasiones muy raras, algunos ejemplos son los adenocarcinomas, rabdomiosarcomas etc. Los teratomas benignos se observan en la radiografía de tórax como masas redondeadas o lobuladas bien definidas. Ya que contienen elementos de hueso y dientes, pueden estar calcificados hasta en un 26%. La tomografía y el uso de resonancia magnética son útiles para valorar la resección total y pueden identificar elementos sebáceos y de tejido graso, lo que apoya el diagnóstico. El tratamiento de elección es la resección quirúrgica completa aunque la resección parcial puede dar alivio a los síntomas. La quimioterapia adyuvante puede ser de utilidad en las resecciones parciales. Seminoma mediastinal. Los seminomas mediastinales primarios comprenden 25-50% de los tumores malignos germinales que ocurren en edades entre 20 y 40 años. Generalmente los pacientes presentan disnea, dolor subesternal, debilidad, tos, fiebre, ginecomastia o pérdida de peso. Dada la localización del tumor, aproximadamente el 10% presenta síndrome de vena cava superior. Los tumores pueden llegar a medir hasta 30 cm antes de que se desarrollen los síntomas. Radiográficamente, los seminomas son tumores extensos, lobulados y homogéneos. La invasión local es rara pero se encuentran descritas las metástasis a ganglios linfáticos y hueso. También se ha utilizado la tomografía y el rastreo con galio para evaluar la extensión de la enfermedad. Los seminomas tienen una sensibilidad a la radioterapia. En un estudio por Bush et al de 13 pacientes con enfermedad localizada que fueron tratados con radioterapia la supervivencia a 10 años fue de 54% En un estudio retrospectivo por Bokemeyer et al se observó que la quimioterapia sola lleva a 90% de supervivencia a 5 años y que la radioterapia adicional solo ofrece discreta mejoría en la supervivencia mientras que los pacientes tratados solo con radiación tuvieron un índice más alto de recurrencia de la enfermedad. En los pacientes con enfermedad local avanzada el tratamiento inicial incluye quimioterapia neoadyuvante y resección residual del tumor11, 12. Tumores germinales mediastinales no seminomatosos. Este tipo de tumores comprendeun grupo heterogéneo de masas que incluyen el carcinoma embrionario, tumores de tumo endodérmicos, coriocarcinomas, tumores de saco vitelino y tumores germinales mixtos con múltiples componentes celulares. Estos tumores generalmente son sintomáticos y malignos, afectando principalmente a varones jóvenes. También se asocian con enfermedades hematológicas malignas y el 20% se asocia con síndrome de Kleinfelter. Al momento del diagnóstico el 85% de los pacientes se encuentran sintomáticos presentando dolor torácico, hemoptisis, tos, fiebre y pérdida de peso. También puede haber ginecomastia como resultado de la producción de hormona gonadotropina coriónica humana por cierto tipo de tumores. Estos tumores son grandes, de superficie irregular con áreas centrales de necrosis, hemorragia o formación quística. La medición sérica de niveles de AFP y hGCH son importantes para establecer el diagnóstico. Un nivel elevado de AFP es sugerente de tumor endodérmico o carcinoma embrionario y es suficiente, en presencia de un tumor mediastinal, para realizar el diagnóstico. La quimioterapia con bleomicina, etopósido y cisplatino es en la actualidad el tratamiento de elección para los pacientes con tumores germinales no seminomatosos. Posterior a la quimioterapia menos del 5% de los pacientes tienen resolución total de la malignidad con normalización de los marcadores séricos. Los pacientes con tumor residual reciben tratamiento quirúrgico, sin embargo algunos estudios demuestran que la normalización de los marcadores tumorales previo a la cirugía conllevan un mejor pronóstico. En contraste con los tumores seminomatosos puros, los tumores no seminomatosos tiene un mal pronóstico; los pacientes con estos tumores tienen una supervivencia general a 5 años de 48% comparado con 86% de los pacientes con seminomas. Bocio mediastinal. En los pacientes que requieren tiroidectomía la incidencia de bocio mediastinal es de 1 a 15%. La mayoría de los bocios son eutiroideos y son encontrados incidentalmente en la exploración física. En el estudio radiológico se observan como tumores encapsulados, lobulados y heterogéneos. Un hallazgo tomográfico clásico es la continuidad de los componentes tiroideos cervicales y mediastinales. Si el bocio intratorácico contiene tejido tiroideo funcional el gamagrama tiroideo con iodo radioactivo puede ser diagnóstico. El tratamiento quirúrgico es recomendable ya que un número significativo tiene a convertirse en maligno. Casi todos los bocios retroesternales pueden ser extirpados con facilidad mediante un abordaje cervical, así disminuyendo la morbilidad quirúrgica. Adenoma paratiroideo mediastinal. El mediastino es el sitio más común para que se desarrolle un tumor paratiroideo ectópico. En general, el 20% de los adenomas paratiroideos se desarrollan en el mediastino, 80% de ellos se desarrollan en el mediastino anterior. Este tipo de tumores generalmente son encapsulados, redondeados con tamaños menores a 3 cm por lo que en ocasiones pueden no ser detectados en la tomografía. La resonancia magnética o el escaneo con tecnecio 99 son más efectivos para el diagnóstico de los adenomas paratiroideos. La resección quirúrgica es curativa en esta enfermedad. Linfoma primario mediastinal. Los linfomas primarios de mediastino son una entidad rara que comprenden el 10% de los linfomas hallados en mediastino. Ocurren generalmente en el mediastino anterior y como consecuencia de una enfermedad diseminada. El linfoma de Hodgkin representa el 50 - 70% de los linfomas mediastinales mientras que los Linfomas no Hodgkin comprenden 15 a 25%. Los tres tipos más comunes de linfomas mediastinales son las variantes de esclerosis nodular, linfomas de células B grandes y el linfoma linfoblástico. Los Linfomas de Hodgkin tienen una incidencia aproximada de 2 a 4 por cada 100 000 personas por año con una distribución bimodal presentándose en los adultos jóvenes y después de los 50 años. Para la enfermedad de predominio en mediastino, la prevalencia tiene un pico en mujeres jóvenes durante la tercera década de la vida, mientras que en los hombres no hay diferencia en los grupos de edad. Los linfomas de Hodgkin se dividen en 4 subtipos; esclerosis nodular, rico en linfocitos, celularidad mixta y depleción de linfocitos. Siendo la variante de esclerosis nodular la más común, representando más de 2/3 de los casos de Linfomas de Hodgkin. La mayoría de los pacientes experimentan síntomas constitucionales (síntomas B) como fiebre, diaforesis y pérdida de peso. En los pacientes con involucro mediastinal pueden ocurrir tos, dolor torácico, disnea, derrame pleural y síndrome de vena cava superior. La presencia de células de Reed-Sternberg son patognomónicas de Linfoma de Hodgkin. Estas células contienen núcleos bilobulados de características eosinofílicas. El perfil inmunohistoquímico clásico es la positividad a los biomarcadores CD15 y CD30 13. La radiografía de tórax es anormal hasta en 76% de los pacientes con Linfoma de Hodgkin obsevandose generalmente incremento en los ganglios prevasculares y pretraqueales. La tomografía es generalmente suficiente para identificar al linfoma y el PET-CT es útil para estadificación y seguimiento de la enfermedad. En la actualidad se sigue utilizando el sistema de clasificación de Ann Arbor para los LH. Este sistema tiene implicaciones importantes para determinar el pronóstico y tipos de tratamiento. En 1989, el sistema de clasificación de Ann Arbor fue modificado en una reunión en Costwold, Inglaterra para separar a los pacientes con tumores extensos debido a su significancia pronostica. Tabla 3 Sistema de estadificación de Ann Arbor Con modificación de Costwold para LH Estadio Características 1 Involucro de una región linfática o estructura linfática 2 Tos o mas regiones linfáticas en el mismo lado del diafragma 3 Nodos linfáticos en ambos lados del diafragma 4 Involucro de sitios extranodales Modificaciones A Sin síntomas B Fiebre, diaforesis nocturna, pérdida de peso > 10% en 6 meses X Enfermedad tumoral (> un tercio de ensanchamiento mediastinal o > 10 cm de tumoración nodal E Involucro de un sitio extra nodal, contiguo y único De Young y Linch 14 El tratamiento del linfoma de Hodgkin se separa tratamientos en estadios temprano ( estadio I y II) y estadio avanzado (III y IV). Basado en las modificaciones de Costwold, el estadio temprano puede subclasificarse en favorable y no favorable, dependiendo de la carga tumoral. Para los pacientes con estadio favorable I y II se puede utilizar la radioterapia de campo extendido como base del tratamiento. Hagenbeek et al realizaron un estudio aleatorizado controlado que incluyó 702 pacientes con estadio favorable I o II para que recibieran terapia de combinación con seis ciclos de epirrubicina, bleomiciina, vinblastina y prednisona junto con radioterapia de campo o para recibir radiación nodal subtotal solamente. El índice de remisión total fue similar en los dos grupos sin embargo la tasa de recaída fue significativamente mayor en el grupo de radioterapia solamente. Por lo tanto el uso combinado de quimioterapia y radioterapia actualmente se considera como el tratamiento de elección15. Para los pacientes con estadio I y II con tumor extenso el tratamiento consiste en quimioterapia seguida de radioterapia. Los pacientes con estadios III y IV son tratados con quimioterapia. Los pacientes con recaida se pueden beneficiar del transplante de medula ósea, mientras que aquellos que han mostrado adecuada respuesta al tratamiento estándar de segunda línea son los que se benefician más. En este tipo de pacientes se ha observado que el trasplante de médula ósea autóloga es superior al trasplante alogénico dado que la recaida es similar en los dos grupos sin embargo la mortalidad sin recaida es de 48% en los pacientescon trasplante alogénico y 27% en trasplante autólogo. Los pacientes con estadios I y II de linfoma de Hodgkin tienen índices de curación mayores al 90%. Los pacientes con estadio IIIA tienen índices de 30-90% con el tratamiento estándar. El estadio IIIB ofrece un índice de curación del 60-70% mientras que en estadio IV el índice es de 50-60%. Las características que sugieren un peor pronóstico son: albumina sérica < 4 gr/dl, Hemoglobina sérica <10.5 g/dl, sexo masculino, edad >45 años, estadio IV de la enfermedad, cuenta leucocitaria > 15,000 celulas por micra y cuneta linfocitaria < 600/ microlitro y/o cuenta celular <8% de los leucocitos totales. Linfoma No Hodgkin A pesar de que hay muchas clases y grados de linfoma de Hodgkin, el linfoma linfoblástico y el linfoma de células B grandes son los subtipos más comunes que afectan el medaistino. La incidencia general de LNH se ha observado con pico en personas blancas con edad promedio de 55 años, sin embargo las edades de presentación en linfoma linfoblástico y linfoma de células B grandes es de 28 años y de 30 a 35 años respectivamente. El linfoma linfoblástico es altamente agresivo, derivado de los linfocitos tímicos. Los síntomas más frecuentes incluyen tos, sibilancias, disnea, síndrome de vena cava superior, taponamiento cardíaco, obstrucción traqueal y puede involucrar mediastino, médula ósea, SNC, piel y genitales. El linfoma de células B primario de mediastino es un linfoma derivado del timo. Los síntomas más comunes al momento de la presentación son dolor torácico, tos, dispacia, síndrome de vena cava superior, parálisis de nervio frénico y estridor. El involucro de estructuras extratorácicas y de médula ósea es menos común al momento de la presentación, comparado con el linfoma linfoblástico. Sin embargo la recurrencia de la enfermedad, involucro de hígado, riñones y cerebro puede ocurrir. La tomografía computada se utiliza para caracterizar la lesión y determinar la extensión de la enfermedad. Los ganglios mediastinales del compartimento medio y posterior están involucrados más frecuentemente que los del compartimento anterior. Se debe obtener reporte histopatológico antes del tratamiento. La citometria de flujo y los estudios citogenéticos pueden ser útiles para completar el diagnóstico. El tratamiento de los LNH depende del estadio, subtipo histológico y diseminación de la enfermedad. Para el linfoma linfoblástico el tratamiento de elección es similar al de la leucemia linfoblastica aguda debido a su propensión para involucrar la médula ósea. Los tratamientos con esquemas de quimioterapia intensivos con fase de mantenimiento son mejores que los esquemas cortos sin mantenimiento. En un estudio realizado por Kobayashi et al de pacientes con leucemia linfoblástica aguda y linfoma linfoblástico que recibieron un esquema corto de quimioterapia tuvieron un índice de curación de 78% pero con una tasa de recaída del 72% solo con un 7% de supervivencia a 7 años. La quimioterapia intratecal es también necesaria para prevenir la recaída a sistema nervioso central. La radioterapia a sistema nervioso central es frecuentemente parte de la profilaxis para prevenir la recurrencia, mientras que la radiación a mediastino también ha sido utilizada16. Los pacientes con linfoma primario mediastinal de células B grandes pueden ser tratados con quimioterapia convencional, sin embargo puede haber un beneficio adicional con el tratamiento a altas dosis y radioterapia de campo. Actualmente, si los pacientes no presentan una respuesta completa a la quimioterapia estándar se puede considerar la quimioterapia a altas dosis o radioterapia. Después de la recaída, muchos pacientes son tratados con altas dosis y trasplante autólogo de médula ósea. Tumores de mediastino medio Quistes mediastinales. Comprenden aproximadamente del 15-20% de los tumores mediastinales. A pesar de tener una incidencia similar, los niños generalmente presentar mayor sintomatología debido a la compresión de estructuras circundantes. El tipo más común de quistes mediastinales son los quistes de la parte anterior del tracto intestinal los cuales son derivados de una anormalidad embrionaria, los quistes entéricos (50 a 70%) y quistes broncogénicos (7 a 15%) son los más comunes. Quistes broncogénicos. Se forman durante el periodo embrionario como un botón anómalo del canal laringotraqueal. Estos quistes poseen epitelio columnar, ciliado y pseudoestratificado asi como glándulas bronquiales y discos cartilaginosos. Aproximadamente el 40% de los quistes son sintomáticos presentando tos, disnea y dolor torácico. En el estudio radiológico se observan como tumores redondeados, bien definidos y una densidad homogénea similar al agua, sin embargo también hay quistes mucoides cuya densidad puede ser semejante a la de un tumor sólido. Los quistes broncogénicos no realzan con el contraste y, cuando hay comunicación directa con el árbol traqueobronquial, se pueden observar niveles hidroaéreos. El diagnóstico se establece mediante biopsia por aspiración con aguja fina por vía traqueobronquial, endoscópica o toracoscopica. La mayoría de los quistes son removidos por vía quirúrgica o son drenados por aspiración. El tratamiento de los quistes asíntomaticos es controversial ya que la cirugía no es inocua y si se les deja pueden llegar a crecer hasta causar sintomatología17,30. Quistes entéricos. Este tipo de quistes derivan del intestino dorsal y estar recubiertos de epitelio escamoso y pueden contener tejido gástrico o pancreático. Los quistes dobles de esófago se encuentran adheridos a la pared del mismo. Doce por ciento de los pacientes que se presentan con quistes esofágicos dobles tienen malformaciones asociadas, generalmente del tracto gastrointestinal. Los síntomas son similares a los presentados en otros quistes, generalmente se presentan asintomáticos sin embargo cuando contienen tejido gástrico tienen riesgo de hemorragia por ruptura del mismo. A nivel radiográfico es difícil diferenciar de los quistes broncogénicos, sin embargo frecuentemente se encuentran calcificados. La presencia de cartílago sugiere la presencia de quiste broncogénico. La mayoría de los quistes deben de ser removidos y la toracoscopia video-asistida es el tratamiento de elección. Quistes neuroentéricos. los quistes neuroentéricos se caracterizan por la presencia de tejido entérico y neural en los especímenes quirúrgicos. La mayoría de estos quistes se localizan en la parte posterior del mediastino por arriba de la carina. Este tipo de quistes se asocia principalmente con anomalías vertebrales, como escoliosis, espina bífida, hemivértebra y fusión vertebral. Generalmente se diagnostican al año de edad debido a los síntomas por compresión traqueobronquial. La escisión quirúrgica completa es curativa. Quistes pericárdicos. Son parte de un grupo grande de quistes mesoteliales. Su incidencia es de un caso por 100 000 personas. A pesar de que la gran mayoría son congénitos, se han descrito en la literatura su origen adquirido. Generalmente son asintomáticos y se identifican en la cuarta y quinta décadas de la vida. En muy raras ocasiones ocasionan compresión cardíaca causando compromiso hemodinámico. Radiográficamente son masas bien definidas, esféricas o en forma de gota, adheridas generalmente al corazón, cara anterior de tórax y diafragma. La localización más frecuente de los quistes es en el ángulo cardiofrénico derecho (70%) y después en el ángulo cardiofrénico izquierdo (22%). Como la mayoría de los quistes de mediastino, el tratamiento quirúrgico es el de elección sin embargo los pacientes clínicamente asintomáticos pueden ser observados de forma expectante. Linfangiomas. Los linfangiomas son anormalidades congénitas infrecuentes de los vasos linfáticos. Típicamente son tumores solitarios sin embargo pueden estar diseminados yestar asociados con anormalidades cromosómicas. Estas lesiones son benignas y generalmente se encuentran en la región cervical en 75% de las veces. En el 10% de los casos estos quistes se extienden hacia mediastino y se asocian con quilotórax y hemangiomas. A pesar de que este tipo de tumores son comúnmente identificados en niños menores de dos años, cuando la tumoración es solitaria generalmente se identifica hasta que ha crecido lo suficiente para causar síntomas por compresión. Los síntomas incluyen dolor torácico, tos y disnea. Radiográficamente se parecen mucho a los quistes pericárdicos sin embargo los hemangiomas generalmente presentar un aspecto loculado. El uso de la linfangiografia combinada con la tomografía puede ser útil para diferenciar estas enfermedades. La resección total es el tratamiento de elección, sin embargo en los casos que se complican con quilotórax hay evidencia de que la radioterapia adicional puede ser de algún beneficio. La linfangioleiomiomatosis observada en mujeres jóvenes es típicamente una forma progresiva de la enfermedad en la cual se encuentran múltiples tumores que invaden estructuras como pulmón, corazón y hueso. Tumores de mediastino posterior El mediastino posterior es la región anatómica situada a cada lado de la columna vertebral y adyacente a la porción proximal de las costillas. Los tumores neurogénicos son los tumores más comunes en el compartimento posterior ocupando del 19-39% de todos los tumores de mediastino y el 75% de todos los tumores del mediastino posterior. El 25% restante comprenden un grupo heterogéneo de tumores poco frecuentes como linfomas, teratomas, sarcomas etc. Además, puede haber lesiones que se desarrollen fuera del mediastino pero que tengan proyecciones hacia el compartimiento posterior y semejen lesiones mediastinales. Estos tumores son derivados de tejido proveniente de la cresta neural, incluyendo células de tejido nervioso periférico, autonómico y paraganglionar. El 95% de los tumores de mediastino posterior derivan de los nervios intercostales o de la cadena simpática regional. Son clasificados en base a su tipo celular y comprenden del 12 al 21% de todos los tumores de mediastino. Del 70 a 80% de los tumores son benignos y la mitad son asintomáticos. Los síntomas son usualmente debidos a compresión o invasión directa a las estructuras mediastinales adyacentes o debido a los síndromes paraneoplásicos. Los síntomas pueden incluir dolor torácico, disnea o anormalidades neurológicas. Los pacientes asintomáticos son más probable que tengan tumores benignos mientras que los que presentan síntomas la probabilidad de malignidad es mayor. La tomografía computada de tórax es considerada la modalidad de diagnóstico primario con este tipo de lesiones, sin embargo la resonancia magnética es el mejor estudio para valorar extensión al canal medular por su habilidad para diferenciar la medula espinal de otras estructuras dentro del canal y otro tipo de patología estructural27. La cirugía es el tratamiento de elección para este tipo de tumores enfocado más hacia la escisión completa. La toracoscopia puede ser utilizada con fines diagnósticos, para estadificación y puede ser utilizada para la resección de pequeños tumores. Los tumores con extensión al canal medular tienen una incidencia aproximada del 10%, 60% de los síntomas relaciones al componente intraespinal 18. Tumores de la vaina nerviosa. Comprenden aproximadamente 40 a 60% de los tumores mediastinales neurogénicos. Los schwanomas o neurilemomas constituyen el 75% de estos tumores. Estos tumores son firmes y encapsulados que consisten de células de Schwann. Los neurofibromas son tumores no encapsulados, blandos y friables y se asocian a la enfermedad de Von Recklinghousen. Generalmente son asintomáticos y su hallazgo es incidental. Radiográficamente los tumores de vainas nerviosas están nítidamente delimitados. La baja atenuación en la tomografía computada pueden indicar hipocelularidad, cambios quísticos, hemorragia o la presencia de lípidos dentro de la mielina. Diez por ciento de estos tumores crece a través del foramen intervertebral y crear un aspecto de péndulo en la radiografía. La resonancia magnética es útil para descartar extensión intramedular. De encontrarse adyacentes a la columna vertebral, pueden causar erosión y deformidad de las costillas y de los cuerpos vertebrales. El acercamiento quirúrgico es por toracoscopía, sin embargo cuando esta no se encuentra disponible se puede realizar mediante toracotomía. Para los tumores que invaden el cuerpo vertebral o el foramen, se puede realizar una resección en bloque. Cuando no es posible la resección total del tumor, tanto la quimioterapia como a radioterapia posoperatorias pueden ser opciones adecuadas. Algunas de las complicaciones postquirúrgicas son síndrome de Horner, simpatectomía parcial, daño al nervio laríngeo recurrente y paraplejia. Tumores malignos de la vaina nerviosa. Se incluyen en este grupo a los neurofibromas malignos, schwanomas malignos y los fibrosarcomas neurogénicos. Afectan a mujeres y hombres por igual y se presentan entre la tercera y quinta décadas de la vida, están relacionados con la neurofibromatosis con un riesgo de 5% de degeneración sarcomatosa. El dolor y el déficit neurológico son comunes en esta enfermedad. La resección quirúrgica es el tratamiento óptimo sin embargo en pacientes con tumores no resecables se puede utilizar la quimioterapia adyuvante y la radiación. Tumores de los ganglios autonómicos. Tienen su origen en las células neuronales mas que en la vaina nerviosa. Su presentación puede variar desde un ganglioneuroma encapsulado benigno hasta un neuroblastoma agresivo no encapsulado. El 50% de los neuroblastomas tienen su origen en las glándulas suprarrenales y 30% en el mediastino. Los ganglioneuromas son tumores benignos que se componen de dos o más células ganglionares que se diagnostican en la segunda o tercera década de la vida y generalmente cursan asintomáticos. De los tumores de origen ganglionar, son los de mayor benignidad y diferenciación. Radiográficamente, estos tumores son lobulados y bien delimitados, que se presentan con mayor frecuencia a lo largo de la parte anterolateral del canal medular y ocupando de 3 a 5 vértebras. La tomografía es de poca utilidad dado que estos tumores pueden ser homogéneos o heterogéneos. El tratamiento es resección quirúrgica completa. Los ganglioneuroblastomas son el tipo neurogénico menos común de estos tumores. El pronóstico depende de las características histopatológicas. Su incidencia es igual en ambos sexos y se identifican con mayor frecuencia en la primera década de la vida. Los síntomas que se presentan son debidos al tamaño del tumor e invasión del mismo. Los neuroblastomas son una enfermedad de la infancia con una incidencia de 95% en niños menores de 5 años. Los neuroblastomas son altamente agresivos y tienen una gran capacidad de metastatizar. Son lesiones no encapsuladas que exhiben necrosis, hemorragia o degeneración quística. Los síntomas más comunes son dolor, déficit neurológico, síndrome de Horner, distress respiratorio y ataxia. Este tipo de tumores tienen la característica de producir sustancias vasoactivas que pueden producir hipertensión, diarrea o bochornos. En el estudio tomográfico, el 80% de ellos contienen calcificaciones. El tratamiento depende del estadio de la enfermedad. El tratamiento en la enfermedad en estadio limitado es la cirugía. En los pacientes con estadio I la resección generalmente es curativa. En los pacientes en estadio II y III parcialmente resecables, el tratamiento incluye la quimio y radioterapia postquirúrgicas. Para los pacientes con estadio IV aún hay mucha controversia sobre el tratamiento quirúrgico, sin embargo en algunos estudios se ha observado que la cirugía después del tratamientoinicial con quimioterapia y radioterapia tiene un mejor pronóstico que con la cirugía como tratamiento inicial. Algunos factores de mal pronóstico en neuroblastoma son; tumor extenso, subtipo celular poco diferenciado, estadio avanzado, origen extratorácico y presentación de inicio en paciente senil31. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Los tumores de mediastino son una entidad relativamente frecuente en nuestro hospital. La gran demanda de pacientes hace que los resultados de los estudios de laboratorio y gabinete se demoren con lo que se alarga la estancia hospitalaria. Dada la escasa cantidad de información sobre las etiologías más frecuentes en México se aborda al paciente de forma general sin hacer hincapié en los signos y síntomas más comúnmente presentados para cada entidad patológica. La herramienta diagnóstica más utilizada en nuestro medio es la biopsia transtorácica con aguja fina guiada por fluoroscopia por su bajo costo y facilidad para realizarla, pero los resultados reportados por patología en ocasiones tardan hasta 10 dias, siendo en la mayoría de las ocasiones no concluyentes. Actualmente no se dispone en nuestro hospital de la toracoscopia videoasistida que muestra sensibilidades diagnósticas de hasta 90%, por lo que es necesario mejorar las técnicas de las que disponemos como la mediastinotomia y la mediastinoscopia para evitar procedimientos más agresivos y que incrementan la morbilidad como la biopsia pulmonar a cielo abierto. JUSTIFICACIÓN Existen en la literatura mundial varios estudios acerca de los tumores de mediastino reportando los tipos de tumores más frecuentes y encontrando variaciones importantes de acuerdo a su localización. Se han utilizado múltiples acercamientos diagnósticos invasivos en dichos estudios, siendo los más utilizados actualmente la mediastinotomía, mediastinoscopia y la toracoscopia videoasistida. Los estudios nacionales relacionados a los tumores de mediastino son muy escasos y con un número pequeño de pacientes. Por lo anterior, se realiza este estudio para analizar la etiología más frecuente y la sensibilidad diagnostica de los métodos invasivos con los que cuenta nuestro hospital comparados con la literatura mundial. HIPÓTESIS Si se contara con estudios epidemiológicos en México acerca de los tumores de mediastino y el mejor acercamiento diagnóstico con la mayor sensibilidad diagnóstica se disminuiría la morbilidad, estancia hospitalaria y costos para el paciente y el hospital en su atención. OBJETIVOS Determinar las etiologías más frecuentes de los tumores de mediastino, grupo de edad màs afectado y género de mayor frecuencia, síntomas y signos más comunes, así como localización, hallazgos en los estudios de laboratorio y método con el que se realizó el diagnóstico en pacientes del pabellón de Neumología del Hospital General de México de 2001 al 2006 y compararlo con lo encontrado en la literatura mundial. MATERIALES Y MÉTODOS Es un estudio descriptivo y retrospectivo de 93 pacientes hospitalizados en el pabellón de Neumología “Dr. Alejandro Celis” del Hospital General de México con diagnóstico de tumores de mediastino durante el período comprendido entre enero 2001 hasta diciembre 2008. Se excluyeron a los pacientes en los que no se determinó el compartimento afectado o que no recibieron algún método diagnóstico invasivo. No se incluyeron a los pacientes con restos tìmicos en protocolo de estudio de miastenia gravis por ausencia de tumor mediastinal. RESULTADOS La edad osciló entre los 16 y 88 años, con un promedio de 41.7 años con una DS de 17.9, mediana de 42. El grupo de edad más afectado fue el de 21 a 30 años con un total de 19 pacientes. (Tabla 4). Tabla 4 Frecuencia de tumores mediastinales por grupo de edad Grupo de edad No. de pacientes % 10-20 años 10 10.8 21-30 años 19 20.4 31-40 años 16 17.2 41-50 años 18 19.4 51-60 años 13 14 Mayores 60 años 17 18.3 Total 93 100 Los tumores mediastinales fueron más frecuentes en hombres (53 pacientes, 57%) comparado con las mujeres (40, 43%). De los 93 pacientes analizados, en 14 (15.1%) no se pudo llegar al diagnóstico definitivo histopatológico por diversos motivos (alta voluntaria, traslado, defunción) sin embargo se incluyeron en el estudio para fines epidemiológicos ya que contaban con estudios de laboratorio, imagen y métodos diagnósticos invasivos. En cuanto al tipo histológico, el tumor más frecuente fue el linfoma, pues se encontraron 22 casos, para un 23.7%, seguido de los tumores de células germinales, bocio coloide intratoracico y timomas (tabla 5). También se observa que existe una gran diversidad de entidades histológicas constituyendo el 9% de los tumores mediastinales. Tabla 5 Distribución según tipo histológico Tipo histológico No. % Aneurisma de aorta 1 1.1 Bocio coloide 10 10.8 Carcinoide atípico de mediastino 1 1.1 Carcinoma indiferenciado de células grandes 1 1.1 Carcinoma neuroendocrino 1 1.1 Carcinoma sarcomatoide 1 1.1 Carcinoma tímico 3 3.2 Hemangioma cavernoso 3 3.2 Linfomas 22 23.7 Metástasis de carcinoma epidermoide poco diferenciado 1 1.1 Metástasis mediastinales de tumor trofoblástico 1 1.1 Neuroendocrino carcinoide 1 1.1 Neuroendocrino primitivo 1 1.1 Quistes 4 4.3 Timolipoma 1 1.1 Timoma 8 8.6 Tumor de células germinales 13 14 Tumor fibroso solitario 2 2.2 Tumor de vaina nerviosa de nervio periférico 1 1.1 Schwanoma 2 2.2 Sin diagnóstico 14 15.1 Total 93 100 El compartimento mediastinal más afectado fue el anterosuperior en 83.9% de los casos, con igual número de pacientes tanto en el compartimento medio como el posterior (Gráfica 1). En 16 pacientes (17.2%) hubo afección a más de un compartimento. Gráfica 1 Los síntomas más frecuentes al momento del diagnóstico fueron la disnea, tos y el dolor torácico (Gráfica 2). Gráfica 2 Los hallazgos más frecuentes en la exploración física fueren el síndrome de vena cava superior en 22 (23.7%) pacientes, seguido por adenomegalias y aumento del volumen del tórax a la inspección (Gráfica 3). Gráfica 3 Dentro de los linfomas los subtipos histopatológicos que se encontraron fueron linfoma difuso de células B grandes en 8 (36.4%) pacientes, esclerosis nodular en 8 pacientes, Linfoma no Hodgkin no especificado en 2, LNH células T periférico en 1, LNH linfoblástico en 1 paciente y 1 linfoma no especificado. En este grupo de pacientes se detectaron alteraciones en los estudios de laboratorio. En la mayoría de los pacientes (14, 63.6%) se encontró anemia siendo normal la fórmula roja en 7 (31.8%) de ellos. Los leucocitos fueron normales en el 63% de los pacientes con linfomas (Gráfica 4). Tanto la deshidrogenasa láctica como la B2 microglobulina tuvieron valores en promedio de 511 y 1218 mg/L respectivamente, llamando la atención que los rangos de los valores alcanzaron niveles tan bajos de deshidrogenasa como 60 y B2 de 0.1. Gráfica 4 En el grupo de tumores de células germinales se clasificaron como teratomas (2); seminoma (2); tumor germinal mixto (1); tumor germinal (1); teratoma maduro maligno (1); tumor germinal no seminomatoso (1) y tumor seminomatoso (1). También en el estudio se encontraron 2 quistes bronquiales y un quíste tímico. En los estudios de radiografía de tórax se identificaron a 23 pacientes (24.7%) con derrame pleural asociado, corroborándose este mismo número en el estudio tomográfico. De los pacientes con derrame pleural, 10 (43.4%) tenían diagnóstico de linfoma, 4 (17.3%) tumor de células germinales, 2 timoma, 1 tumor neuroendocrino primitivo, 1 carcinoma neuroendocrino y 4 sin diagnóstico definitivo. También se observó en el estudio de tomografía de tórax tumor aislado en 58 (62.4%) pacientesy el tumor asociado a adenomegalias mediastinales en 22(23.7%) pacientes (Tabla 6). Tabla 6 Hallazgos observados en tomografía de tórax Hallazgos No. % Tumor aislado 58 62.4 Adenomegalias mediatinales 12 12.9 Tumor más adenomegalias 22 23.7 No identificado 1 1.1 En los estudios diagnósticos invasivos se realizó biopsia transtorácica con aguja fina a 57 (61.3%) pacientes, de los cuales resultó diagnóstica solo en 26(45.6%) de los pacientes, alteraciones inflamatorias en 11(19.3%) de los pacientes y con reporte de muestra inadecuada en 20(35.1%) pacientes (Gráfica 5). Se realizó toma de biopsia con trucut transtorácico en 13 pacientes, obteniendo diagnóstico en 8(61.5%) y muestra inadecuada en 5(38.5%) pacientes. En el acercamiento de mediastinotomia con técnica de Chamberlain se realizaron 19 procedimientos siendo diagnóstica en 16 (84.2%) de estos, reportada con alteraciones inflamatorias en 2 (10.5%) pacientes y muestra inadecuada en 1 (5.3%) (Gráfica 6). Gráfica 5 Gráfica 6 En el acercamiento diagnóstico de biopsia por cirugía abierta esta se realizó a 39 pacientes de los cuales se obtuvo diagnóstico en 37(94.9%), diagnostico inadecuado en 1 (2.6%) y equivocado en 1 paciente (Gráfica7). De los 39 pacientes sometidos a cirugía abierta 26 (66.6%) ya habían recibido previamente algún otro tipo de método diagnóstico invasivo (BAAF, biopsia transtorácica con trucut o mediastinotomia por técnica de Chamberlain) sin llegar al diagnóstico definitivo. Veinticuatro pacientes recibieron previamente BAAF sin resultado positivo. Gráfica 7 DISCUSIÓN En el mediastino se pueden localizar múltiples lesiones con características histológicas tanto benignas como malignas. El amplio espectro de lesiones hace difícil el diagnóstico motivo por el cual se debe realizar un adecuado acercamiento utilizando tanto herramientas clínicas como de laboratorio y gabinete 6,3,13,17. Los resultados de este estudio corroboran lo descrito en la literatura mundial respecto a la distribución de este tipo de tumores en los diferentes compartimentos mediastinales, siendo el anterorsuperior el más afectado por este tipo de patología. Los grupos de edades afectados varían de acuerdo al tipo de tumor que se presente, sin embargo en general la mayor incidencia se presentó en el grupo de 21-30 años con 19 casos reportados, lo que concuerda con otros estudios descritos, siendo la población menos afectada la de 10 a 20 años y la de más de 60. La mayor incidencia en el género masculino (53 Vs. 40) descrita en otros estudios se corrobora en nuestro hospital. Los síntomas más comunes fueron disnea, tos y dolor torácico 6,19,20,21. Se observó la presencia de tumor mediastinal aislado en la mayoría de los pacientes y asociado a adenopatía local en 18, lo que influyó en el acercamiento diagnóstico subsecuente. Se ha reconocido en numerosos estudios como principal etiología de patología mediastinal a los tumores dependientes del timo seguido por los teratomas y los linfomas. Sin embargo, similar al estudio de Pérez Rodriguez y colaboradores, en nuestro hospital se observó una mayor frecuencia de linfomas, seguido de los tumores de células germinales y timomas en tercer lugar20. De la misma forma, está descrito que entre los linfomas los más comunes son los linfomas de Hogdkin sin embargo se observó mayor incidencia de los LNH con 13 casos contra 8 de LH. El procedimiento diagnóstico invasivo más realizado fue la biopsia transtorácica con aguja fina con una sensibilidad del 45.6%, inferior comparada a otros estudios donde se ha observado una positividad diagnóstica con rangos de 50 a 85% 6,19,22. La baja positividad diagnóstica puede ser debida a las diferentes técnicas no estandarizadas con las que se realiza el procedimiento, además de que los tumores dependientes del sistema linfático tienen una menor probabilidad de tener punciones positivas, por lo que la mayor incidencia de linfomas en nuestro medio pudo haber influido en la menor sensibilidad diagnóstica. Actualmente cuando se apoya la biopsia transtorácica con el uso del ultrasonido la sensibilidad y especificidad incrementa hasta el 100% (usg trans). En 54.4% de las punciones no se obtuvo diagnóstico definitivo. En otro tipo de acercamientos como la biopsia transtorácica con trucut o la mediastinotomía con técnica de Chamberlain se observó una positividad diagnóstica de 61.5% y 84.2% respectivamente. Actualmente el papel de la toracoscopia videoasistida es importante en el diagnóstico, estadificación y resección de los tumores de mediastino teniendo una sensibilidad diagnóstica de casi 100% en varias series de estudios 5,23,24,25,26,28,29. Durante el estudio no se reportaron casos con este acercamiento, sin embargo la cirugía abierta tuvo una sensibilidad del 94.9% para establecer el diagnóstico definitivo en 37 de 39 pacientes. CONCLUSIONES Los tumores de mediastino no son lesiones poco frecuentes en nuestro medio. Se debe tener en cuenta la mayor frecuencia de los linfomas y los tumores de células germinales en el abordaje diagnóstico de los pacientes. La historia clínica y los estudios paraclínicos tienen un papel importante para el diagnostico diferencial de estas enfermedades. Hay una gran variedad histológica en nuestro medio, lo que dificulta aún más el diagnóstico. Dada la gran sensibilidad y especificidad diagnóstica observada en otros estudios, se debe valorar el uso de USG en la toma de biopsia transtorácica con aguja fina ya que este es el método diagnóstico invasivo más utilizado en nuestra unidad hospitalaria. Actualmente se han descrito abordajes menos invasivos como la toracoscopia video asistida y la minitoracotomia anterior que han arrojado sensibilidades diagnósticas arriba del 95% con menor morbi-mortalidad y menor estancia hospitalaria, lo que hace imperativo la introducción de estos métodos en nuestro hospital. BIBLIOGRAFIA 1 Patané AK, Polert C, Olmedo G et al, Tumores primarios de mediastino, Revista Argentina de Medicina Respiratoria, 2006, vol 1, 47-50. 2 Ríos Rodriguez A, Capin Sarria N, Torres Aja L, Sánchez Sánchez A, Tumores de mediastino. 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