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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE MEDICINA DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL EXPERIENCIA EN LA REPARACION DE FISTULA VESICO- VAGINAL SIMPLE MEDIANTE ABORDAJE VAGINAL EN LA U.M.A.E.No. 4 “LUIS CASTELAZO AYALA” TESIS PARA OBTENER EL GRADO DE SUBESPECIALIDAD MÉDICA EN UROLOGIA GINECOLOGICA PRESENTA DR. JONATHAN VALENZUELA ZAZUETA ASESOR: DR. JOSE LUIS GARCIA BARCENAS MÉXICO, D.F. FEBRERO 2014 UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. 2 INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL DR. OSCAR ARTURO MARTINEZ RODRIGUEZ. Director de UMAE Hospital de Ginecología y Obstetricia No. “Luis Castelazo Ayala” DR. JUAN CARLOS MARTÍNEZ CHEQUER. Director de Educación e Investigación en Salud. UMAE Hospital de Ginecología y Obstetricia No. 4 “Luis Castelazo Ayala” DR. JOSE LUIS GARCIA BARCENAS Médico Urólogo adscrito al servicio Urología Ginecológica UMAE Hospital de Ginecología y Obstetricia No. 4 “Luis Castelazo Ayala” Asesor de Tesis 3 INDICE GENERAL 1. RESUMEN ………………………………………………………4 2. INTRODUCCION ………………………………………………6 3. MARCO TEORICO ……………………………………………8 4. 5. ANTECEDENTES …………………………………..…………18 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ………………………21 6 JUSTIFICACIÓN ……………………………………..………....21 7. OBJETIVO GENERAL………………………………..…………22 8. OBJETIVOS ESPECÍFICO………………………..……………22 9. MATERIAL Y MÉTODOS ………………………………………23 Diseño del estudio …………………………………23 Tamaño de la muestra y muestreo ……………….23 Análisis estadístico………………………………….24 Criterios de inclusión ………………………………24 Criterios de no inclusión ………………….……….24 Criterios de exclusión …………………...…………24 Variables de estudio …………………….…………25 Definición de variables ………………….…………25 Procedimientos ……………………….……………25 4 10. ASPECTOS ÉTICOS …………………………………….…26 11. RECURSOS, FINANCIAMIENTO Y FACTIBILIDAD ….…27 12. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES ………………………28 13. RESULTADOS……………………………………………..… 31 14. BIBLIOGRAFÍA …………………………………….…………35 5 RESUMEN. Título. Experiencia en la reparación de fistula vesico-vaginal simplemediante abordaje vaginal en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 4 “Dr. Luis Castelazo Ayala”. Investigador responsable: Dr. José Luis García Bárcenas. Antecedentes.El objetivo primordial de cualquier tratamiento para la corrección de una fístula vesico-vaginal es impedir la comunicación entre la vejiga y la vagina. Para ello, se cuenta con diferentes métodos de tratamiento que pueden ser el conservador (no quirúrgico) o mediante cirugía, la cual puede ser transvaginal o por vía abdominal. En la actualidad, es la cirugía abdominal la más utilizada, sobre todo por la especialidad de Urología, aunque la tendencia hacia el abordaje vaginal va en aumento principalmente en aquellas fístulas consideradas no complejas o simples. Esto es debido, como se documenta en las diferentes casuísticas publicadas, a que existe una reducción significativa en la morbilidad asociada a la técnica quirúrgica, como días de estancia intrahospitalaria, reducción de costos y un alto porcentaje de efectividad. Es la cirugía transvaginal la que se considera la primera elección en el servicio de urología ginecológica en nuestro hospital. Objetivo general.Describir la experiencia enla reparación de fístulas vesico- vaginal mediante abordaje vaginal en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 4 “Dr. Luis Castelazo Ayala”. Material y Métodos. Estudio Transversal descriptivo en el que serán incluidas todas las pacientes que se intervinieron quirúrgicamente para la reparación de una 6 fístulavesico-vaginal simple vía vaginal en el periodo del 2006 al 2013. A todas las pacientes se les realizó protocolo de estudio preoperatorio consistente en: prueba de azul de metileno, vaginoscopia, cistouretroscopía y urografía excretora, esto para descartar compromiso del tracto genital superior y definir la condición de simple o compleja y con ello cumplir los criterios de inclusión. A partir de la información se utilizará para su valoración el cuestionario de preguntas de incontinencia urinaria esfuerzo/continua (3PI) agregando la variable derecidiva, ya que actualmente no existe un cuestionario de diagnóstico o calidad de vida que oriente a calificar la mejoría de pacientes post-operadas de una fístula vesico- vaginal. Experiencia del grupo.El equipo de investigadores está compuesto por un Médico urólogo a la División de Urología Ginecológica, un Médico residente de 6° año de la sub-especialidad de Urología Ginecológica. Así mismo se recibirá apoyo del personal de Centro de Documentación en Salud y Archivo clínico de esta unidad. Palabras clave: fístula vesico-vaginal, reparación de fístula vía vaginal. 7 INTRODUCCION. La fístula vesico-vaginal es una de las complicaciones más indeseables en la práctica de los procedimientos quirúrgicos obstétricos y ginecológicos. Toda mujer con esta complicación enfrentará molestias, gastos financieros no planeados y deterioro de su calidad de vida. Se estima que 88% de estas fístulas se debe a operaciones ginecológicas u obstétricas y, de ellas, 82% se vincula con histerectomía. La fístula vesico-vaginal es una comunicación anormal entre la vejiga y la vagina mediante un trayecto epitelizado. La causa más frecuente en nuestro medio es la histerectomía total abdominal por causa obstétrica o ginecológica. Además existen otras cirugías del tipo ginecológico incluyendo la cirugía laparoscópica, donde se produce una lesión del tracto urinario. Incluso puede pasar de forma inadvertida por una reparación de forma inadecuada, esto evolucionando hacia la formación de una fistula. Luego del procedimiento quirúrgico ginecológico u obstétrico, las lesiones de la parte baja de las vías urinarias se manifiestan de manera espontánea como pérdida de orina por vía transvaginal o intraperitoneal. Estas fugas ocurren casi siempre de tres a siete días después de la operación. El diagnóstico de la fistula vesico-vaginal es clínico, en nuestro servicio a todas las pacientes se les realiza protocolo preoperatorio de estudio, el cual consiste en diversos estudios que incluyen la prueba de azul de metileno, uretrocistoscopía, vaginoscopía y urografía excretora. Existen diferentes tipos de reparación quirúrgica de las fístulas vesico- vaginales. En la actualidad, continúa siendo la cirugía abdominal en sus diferentes modalidades (transperitoneal o extraperitoneal) la técnica más utilizada. La tendencia actual apunta el abordaje vaginal cada vez sea mayor, con la factibilidad 8 de disminuir la morbilidad de la cirugía abdominal, tiempo de estancia intrahospitalaria y costos menores. Es por ello que nos interesa saber la experiencia de la reparación de una fístula vesico-vaginal por abordaje vía vaginal, para valorar si es ideal como primera opción de tratamiento.9 MARCO TEORICO Una fístula vesico-vaginal (FVV) es una comunicación anormal entre el epitelio vaginal y vesical, el cual resulta en una fuga continua de orina a través de la vagina. Es una de las condiciones más significativas y devastadoras de la urología y la ginecología (1). Las fístulas vesico-vaginales han sido reconocidas desde tiempos antiguos.La primera evidencia de una fístula fue descrita por Derry en 1935, en los restos momificados de la reina Henhenit del año 2050 A.C. en la escuela de medicina del Cairo; posteriormente, Hipócrates (460-377 A.C.) identificó el problema de incontinencia urinaria continua, aunque no ofreció más pistas. No fue hasta Avicena (año 980-1037) que reconoció por primera vez que la incontinencia urinaria tras un parto difícil se debía a una comunicación entre la vejiga y la vagina.En 1663, Van Roonhousepublicósu libro Observaciones médico- quirúrgicas acerca de las enfermedades de las mujeres, donde en el cuarto capítulo titulado “Rotura de la vejiga: signos, causas, pronostico y curaciones”, propone la primer técnica quirúrgica revolucionaria para el cierre de las fístulas. Volter, en 1687, propuso que los puntos debían ser sueltos e introdujo el uso de sonda urinaria de retención (1). El siglo XIX represento los albores de una nueva era en el tratamiento quirúrgico. En 1834, Lamballe reparó con éxito un pequeño número de fístulas utilizando colgajos cutáneos pedunculados. El 21 de Junio de 1849, Sims operó a una joven esclava de nombre Anarcha por trigésima vez, utilizando posición genopectoral, una cuchara de peltre doblada a modo de especulo vaginal y la luz reflejada de un espejo. El procedimiento se efectuó denudando el borde de la fístula y cerrando el defecto en una capa con un cable de plata. Esta técnica fue perfeccionada por Emmet en 1861 (1,2). El descubrimiento de los antibióticos y el desarrollo de la anestesia general y regional, contribuyeron de manera notable al tratamiento quirúrgico de las FVV en el siglo XX. Kelly, en 1902, reportó la reparación intraperiotonealsuprapúbica de fístulas vesico-vaginales. La colpocleisis parcial para tratar las fistulas vesico- vaginales post-histerectomía (Latzko, 1942), el refuerzo uretral con músculos del 10 suelo pélvico (Martius, 1928), el colgajo pedunculado del musculo grácil (Garlock, 1928), los colgajos bulbocavernosos (Martius, 1942), el uso de colgajos epiploícos pedunculados en la reparación de fístulas vesicovaginales extensas (Kiricuta, 1972) y la reconstrucción uretral (Tanagho y Smith, 1972), fueron otras de las técnicas propuestas. El enorme problema de las fístulas genitourinarias en los países en vías de desarrollo recibió una mayor atención internacional con la fundación del segundo hospital de fístulas en Addis Abeba (Etiopía) en 1975 y la publicación de la reparación de 1,789 fístulas durante el periodo de 11 años en Nigeria (1,2). La causa más común de las FVV en países en vías de desarrollo continúa siendo el trauma obstétrico. En Estados Unidos y otros países industrializados, las FVV ocurren como resultado de trauma quirúrgico. La colocación inadvertida de suturas en la vejiga durante el cierre del muñón vaginal resulta en necrosis tisular y formación subsecuente de fístulas. La disección roma excesiva de la vejiga puede resultar en isquemia o desgarro inadvertido de la pared vesical posterior. Alrededor de 75% de las FVV se presentan después de una histerectomía por enfermedad benigna, es decir, que ocurre en una de cada 1800 pacientes sometidas a este procedimiento. La incidencia global de FVV después de una histerectomía va de 0.5% a 1%. Las FVV también suceden como complicación de cabestrillos suburetrales, reparación de cistocele, procedimientos de colposuspensión y diverticulectomía vesical y de uretra. En Norteamérica, 90% de las FVV son resultado de procedimientos obstétricos y ginecológicos, 6% son causadas por radiación y 4% restante es causado por cánceres localmente avanzados (vaginal, cervical y endometrial), enfermedad inflamatoria intestinal, cuerpos extraños y procesos infecciosos del tracto urinario (1,3). Las pacientes típicamente manifiestan fuga urinaria transvaginal continua (día y noche) poco después de una cirugía ginecológica o pélvica. Cualquier paciente que presente incontinencia urinaria continua poco después de cirugía pélvica, deberá ser evaluada por la posibilidad de FVV. La fístula puede 11 manifestarse por sí misma inmediatamente después de la cirugía, pero a menudo aparece días o semanas después (1). Aproximadamente 10% de las pacientes cursan con una fístula ureterovaginal asociada. Durante el posoperatorio inmediato, las pacientes pueden presentar fiebre, íleo, dolor abdominal, hematuria o síntomas en el tracto urinario bajo (3). Las fístulas resultado de radioterapia pueden presentarse en cualquier momento entre los seis meses y hasta 20 años después del tratamiento. El fluido transvaginal puede ser orina, linfa, líquido peritoneal, líquido de una trompa de Falopio o secreciones vaginales. Los diagnósticos diferenciales que se deben considerar son fístula uretro-vaginal, fístula uretero-vaginal, uréter ectópico, drenaje de líquido peritoneal e infección del muñón vaginal (1). Para confirmar que el líquido que fuga a través de la vagina es orina, se puede realizar una prueba de creatinina en el mismo. El valor elevado de creatinina del líquido en comparación con el sérico confirmará que el líquido que fuga es orina. El examen físico sigue siendo el elemento más importante en busca de un sitio que demuestre la fuga de líquido teñido. Otro método es la administración oral de fenazopiridina, con el posterior empaquetamiento vaginal con gasas para buscar la presencia del colorante naranja. Si la prueba con azul de metileno es negativa y la de fenazopiridina positiva, se debe sospechar la presencia de fístula uretero-vaginal. Las pacientes con fístula vesicovaginal se deben evaluar mediante cistoscopía y estudio de imagen del tracto urinario superior (3). Es importante descartar la presencia de un cuerpo extraño como causa de fístula y buscar intencionadamente la presencia de varios sitios fistulosos. En los casos con fístula asociada a malignidad o posterior a radioterapia, lo adecuado es realizar una biopsia del sitio de la fístula previo a la reparación de la misma. La evaluación del tracto urinario superior se puede llevar a cabo con urografía excretora, pielografía ascendente o tomografía computarizada. La 12 pielografíaascendente continúa siendo el estudio más sensible para demostrar si existe compromiso ureteral en presencia o ausencia de FVV. La cistouretrografíamiccional nos ayuda a identificar la presencia y localización de la fístula (2). Existen estudios complementarios que ayudan para la evaluación adecuada de las pacientes así como a facilitar la vía de intervención,como la urografía excretora, donde algunos autores mencionan que debe ser obligatoria en el estudio de las portadoras de fístulas vesico-vaginales, con el objetivo de evaluar el tracto urinario superior. En las fístulas obstétricas, la posibilidad de involucrar el uréter es elevado, en virtud del riesgo isquémico del trígono. La cistografía y el vaginograma pueden ser útiles en el diagnóstico de las fístulas de pequeño calibre, en casos seleccionados (3). Otro estudio de ayuda es la cistoscopia, que tiene el objetivo de localizar un orificio fistuloso en relación a los meatos ureterales, permitiendo la clasificación de las fístulas en supra e infra trigonales. Permite también, la investigación de orificios fistulosos múltiples, la presencia de cuerpos extraños y verificar las condiciones de la mucosa vesical. La cistoscopia puede ser útil en el intraoperatorio, permitiendo la cateterización de seguridad de los uréteres cuando la corrección esejecutada por vía vaginal, esto en algunos casos establecidos (3). Además todos los casos de etiología neoplásica deben ser evaluados cuando existe la presencia de un tumor. La biopsia del borde fistuloso está indicado ante la sospecha de un proceso neoplásico activo. En esta situación, la corrección deberá esperar su resolución y en el caso en el cual no exista posibilidad terapéutica, se decide a favor de una derivación definitiva. El grado de endoarteritis obliterante verificada por biopsia de fístulas actínicas permitirá inferir su pronóstico (2,3). La clasificación apropiada de una fístula vesico-vaginal puede ayudar al cirujano ginecológico en planear el tratamiento quirúrgico apropiado. Las fístulas 13 vesico-vaginales obstétricas se pueden clasificar dependiendo de su localización, de la causa, de la complejidad o del sitio de la obstrucción como simple o complicada y puede tener implicaciones importantes para el acercamiento quirúrgico tan bien como el pronóstico para la curación. Aunque las fístulas vesico- vaginales simples son generalmente casos quirúrgicos sencillos con buen pronóstico, las fístulas vesico-vaginales complicadas son desafiadoras incluso para el cirujano ginecológico más experimentado (1, 2) Existen manejos en estudio como el uso de fibrina que ha originado datos alentadores, pero con falta de seguimiento a largo plazo. Esta técnica se asocia también a la electrofulguración del sitio de la fístula, más el uso de colágeno, fibrina o pegamento de fibrina. Se puede usar la electrofulguración o electrocoagulación, con un legrado, reavivando bordes y drenándose la vejiga.La técnica con láser es similar y con los mismos principios (2). El tratamiento puede ser conservador en casos muy específicos, como el drenaje vesical, que puede realizarse con sonda transuretral. Sin embargo, sólo se ha señalado éxito en series muy pequeñas (1,4). Las fístulas pequeñas pueden cerrar con la presencia de una sonda vesical a derivación o con electrocoagulación asociada a drenaje por sonda. Davits y Miranda publicaron el cierre de fístulas de manera espontánea (fístulas pequeñas), con el uso prologado de sonda Foley (4). La resolución quirúrgica es el método fundamental para la reparación de estos casos. Se requiere de una adecuada planificación, deben tomarse en cuenta todas las variables y elegir el mejor método quirúrgico para resolver el problema. El momento ideal para la reparación depende también del momento del diagnóstico. En este tiempo los tejidos son flexibles y de aspecto normal, y se pueden reparar ya sea de manera vaginal o abdominal. Se debe tener en cuenta que la precipitación en tiempo puede presentar infección e inflamación, lo que comprometería el éxito de la cirugía (4). Se puede realizar cierre precoz si la calidad de los tejidos lo permite y no hay infección (3,4). 14 Como contraindicaciones de cierre temprano están los intentos previos de cierre quirúrgico, la presencia de un plastrón pélvico, fístula entérica o radioterapia. Estos pacientes pueden prolongarse para su reparación hasta por periodos de cuatro a ocho meses y ameritan la colocación de colgajos interpuestos. La tasa de éxito entre las reparaciones precoces y las tardías, varía entre 60% a 100% (2,4). El momento adecuado de la intervención es motivo de intenso debate, con defensores de abordaje precoz (3 a 4 semanas después del inicio de la pérdida urinaria) y tardío (3 a 6 meses después de la inicio de la pérdida). De forma general, se considera que la corrección debe ser indicada una vez que las alteraciones inflamatorias locales están controladas, tomando como referencia el examen ginecológico y de cistoscopía (3). La mayoría de las pacientes evaluadas de esta forma pueden ser operadas con seguridad dos meses después del inicio de los síntomas, sin prejuicios, en relación al abordaje tardío. En las fístulas postradioterapia, la corrección debe esperar a la resolución completa de los efectos generados por la irradiación sobre los tejidos, lo cual puede demorar hasta un año después de la aparición de la lesión (4). Las múltiples modalidades de abordaje, ya sea vaginal o transabdominal, dependen de muchas variables como las características propias de la fístula así como del antecedente de intentos previos de reparación. No hay una técnica ideal, pero sí se puede elegir el mejor abordaje para asegurar el incremento de la tasa de éxito. En cuanto a la elección, ésta depende del manejo y de la experiencia del cirujano. Se realiza técnica de Simsu O'Connor por vía abdominal y técnica de Latzco modificada por la vía vaginal (3). Una FVV se puede reparar por abordaje vaginal, abdominal (abierto o laparoscópico) o combinado en casos complejos. El abordaje vaginal se usa más a menudo, con una tasa de éxito de 90%. Comparado con el abordaje abdominal, la técnica vaginal es menos invasiva, no se necesita de cistotomía, hay menos pérdida sanguínea, menos dolor y menor estancia intrahospitalaria (1,4). 15 Las indicaciones del manejo abdominal incluyen: acceso limitado por una fístula retraída con vagina estrecha, proximidad de la fístula a los uréteres con necesidad de reimplante ureteral, patología pélvica asociada, fístula compleja con múltiples trayectos con fibrosis por radiación previa, introito estrecho, tejido o cicatriz con pobre reemplazo preoperatorio y obesidad mórbida. El uso de colgajos pediculados de vagina evita la tensión de las líneas de suturas, en caso de sangrado profuso el taponamiento vaginal ayuda a controlar esta situación. En casos más difíciles, se ejecuta la técnica de Latzco con denudación elíptica de la pared vaginal que rodea el trayecto de fístula. Se deja la porción vesical intacta y se realiza cierre en tres capas, sin tocar la vejiga,lo que permite que la pared vaginal se convierta en pared vesical con adecuada reepitelización. Esta técnica ha tenido un éxito de 93% aproximadamente. Su principal desventaja es el estrechamiento de la vagina en caso de radioterapia previa (4). Existen diferentes técnicas ya descritas, entre las más comunes serian la técnica de desmembramiento por vía vaginal, en la cual se realiza una incisión en “J” invertida enla pared anterior de la pared anterior vaginal, circuncidando el orificio fistuloso. La sutura vesical es dispuesta en sentido perpendicular a la sutura vaginal, siendo ambas realizadas con suturas absorbibles para evitar la sobreposición de suturas. En esta técnica el orificio fistuloso no es resecado con el objetivo de evitar el aumento de la lesión. Para esto el primer plano de la suturas es realizado en los bordes del trayecto. Se continúa un segundo plano con los puntos de la fascia vesico-pélvica que recubre la sutura anterior (1,3). La rotación del colgajo de pared vaginal sobre las suturas anteriormente mencionadas tiene como finalidad sobreponer un tejido vascularizado, auxiliando la cicatrización y evitando el alineamiento de las suturas. El empleo de colgajos entre las suturas vesicales y vaginales está indicado cuando existe compromiso de la vitalidad de la pared vaginal, destacándose el colgajo de Martius. Este injerto es confeccionado a partir de la disección de un colgajo fibroadiposo del labio mayor, con el pedículo basado en la arteria pudenda externa, que es transpuesto sobre la pared e interpuesto entre las suturas vesical y vaginal. Además de esto, son descritos el colgajo cutáneo glúteo y el colgajo miocutáneo del músculo gracilis, que 16 constituyen alternativas para la reconstrucción del canal vaginal, en casos seleccionados (1). Otra técnica descrita y que se realiza comúnmente es la autocistoplastia (corrección en Y-V). La cirugía es realizada con el paciente en posición de litotomía, permitiendo el abordaje perineal en caso de que sea necesario. El acceso a través de una laparotomía medianainfraumbilical generalmente provee una buena exposición pudiendo ser prolongada cranealmente si se requiere. El acceso a la vejiga puede ser por vía extraperitoneal o trasperitoneal, y el trayecto fistuloso es abordado por vía transvesical. Se realiza una cistotomía transversa amplia, en la pared vesical anterior, que es previamente disecada de sus adherencias con el pubis. A continuación se procede a identificar y cateterizar los meatos ureterales en forma bilateral. El trayecto fistuloso es identificado y la pared vesical es incidida con resección amplia del tejido peri fistuloso fibroesclerótico. Puntos de reparo en los bordes de la fístula facilitan la disección. Es fundamental la disección y la identificación de la pared vaginal. Esta es suturada longitudinalmente con puntos separados de catgut 2.0, permitiendo el drenaje vaginal de eventuales colecciones del fondo de saco posterior. Inmediatamente se obtiene un colgajo en forma de V con una base lo más amplia posible, comprometiendo todas las capas vesicales, extendiéndose hacia el fondo vesical, teniendo como ápice el sitio primario de la fístula. Partiendo de ese punto, se prolonga la incisión en dirección al cuello vesical, creando una incisión en forma de Y, que permitirá el cierre a manera de una plastia Y-V sin sobreposición de las suturas vaginal y vesical. Se realiza enseguida, el avance del colgajo vesical sobre la sutura vaginal, lo cual es suturado a la pared vesical normal en dos planos, muscular con puntos simples en catgut 2.0 y mucoso, con puntos continuos simples de 3.0, sin sobre- posición entre las dos líneas de sutura. Los catéteres ureterales son retirados y la pared vesical suturada en dos planos, de la misma forma. Cuando se realiza el abordaje transperitoneal, si es posible, se recomienda la sutura del pliegue peritoneal en catgut simple 2.0, con el fin de garantizar que la sutura de la pared vesical permanezca en situación extravesical. El espacio de 17 Retzius es drenado con Penrose. Se sutura a continuación el peritoneo parietal, los planos músculo aponeuróticos y la piel. El catéter de Foley debe ser mantenido por siete a diez días. Antibiótico-terapia y terapia hormonal son cuidados adicionales recomendables en esta situación (1). Existen aspectos relacionados a la actividad sexual La paciente debe ser consultada en relación a las expectativas de la actividad sexual futura, en virtud de las necesidades de la preservación vaginal. Los casos de estenosis, particularmente después de la radioterapia, pueden necesitar de colgajos para la ampliación vaginal. Por otro lado, en las pacientessin actividad sexual, la realización de colpocleisis puede aumentar las posibilidades de cura de la fístula y con menor morbilidad (4). El soporte médico y psicológico es muy importante en todos los casos. El manejo previo de posibles cistitis, vaginitis y dermatitis perianal debe resolverse satisfactoriamente. Es necesario el uso de cremas o emolientes para mejorar la vulvovaginitis. Se debe mantener el área lo más seca posible usando colectores de orina (2). El soporte nutricional es necesario para beneficio de la paciente. La videourodinamia es una herramienta clave para valorar la función vesical y uretral, así como los mecanismos de continencia (3). En las histerectomías y en las cesáreas, la vejiga es más frecuentemente lesionada a nivel del fondo de saco vaginal anterior (relación de 5 a 1). De esta forma, la disección cuidadosa de la región utilizando, si es necesario, un catéter de Foley vesical para orientación, además del llenado de la vejiga con solución fisiológica puede ser útil en determinadas circunstancias. Colorantes urinarios como el índigo carmín o el azul de metileno pueden ser administrados por vía intravenosa durante el procedimiento en casos de duda. Si una lesión vesical es identificada, la pronta corrección, asociada al drenaje vesical prolongado (7 a 10 días) en el postoperatorio, prevendrá, en la mayoría de la ocasiones, el desarrollo de una fístula. Además de esto, hasta el 10% de las fístulas originadas después de los procedimientos quirúrgicos pueden evolucionar con la resolución 18 espontánea cuando el diagnóstico es realizado en el período postoperatorio inmediato, mediante la manutención de un drenaje vesical adecuado a través de un catéter de Foley. En tanto, el índice de resolución espontánea tiende a disminuir con el tiempo, tornándose improbable después de tres semanas. Las tasas de éxito disminuyen significativamente en cada nuevo procedimiento, siendo por tanto imperativos los cuidados descritos en relación a la preparación del paciente y a la escogencia de la técnica (1,2,3). 19 ANTECEDENTES El objetivo de la reparación de una fistula vesico-vaginal, sin importar la vía de abordaje, es la recuperación completa de la paciente, disminuyendo la tasa de recidivas. Para ello se ha intentado perfeccionar la vía, así como el manejo médico-quirúrgico. Actualmente se conocen diferentes vías de reparación de fístulas vesico- vaginales, siendo actualmente reportada como mejores resultados la vía abdominal. A su vez se cuenta con diferentes estudios que se reporta la misma o mejor efectividad de mejoría en comparación la vía vaginal contra la abdominal, más en ninguno se comenta de efectividad a largo plazo de la reparación vía vaginal. En 2008, Jeremy Ockrim en el instituto de Urología de la universidad de Londres, reporta una serie de casos de forma retrospectiva de 47 pacientes, del 2000 al 2006, donde se realizó reparación de la fistula vesico-vaginal 23 de forma transvaginal y 24 transabdominal, por dos cirujanos especialistas. Reportando una mejoría general del 92%, encontrando una tasa de falla del 8% en general pacientes con fistula mayor a 3cm. No se estudió diferencia estadística entre las dos vías de abordaje (5). Ese mismo año, NasreenJatoi en la Universidad de medicina de Jamshoro, Pakistán, estudia los puntos clave de buen pronóstico para la reparación de fístulas vesico-vaginales, realizando un estudio prospectivo y encontrando un total de 70 pacientes, las cuales 29 fueron reparación vía vaginal, más 2 de ellas se requirió realizar reparación abdominal transquirúrgico. Reportando que el pronóstico de una buena reparación vía vaginal está basado en la experiencia del cirujano, además de denotar la complejidad de la fistula (6). En Sao Paulo, Brasil, en el 2010, Joao Paolo y Nelson Batezinise encontraron 23 pacientes entre el 2004 al 2007 (78% secundario a histerectomía 20 abdominal), con 17 de ellas manejo vía abdominal y 6 vía vaginal. Reportando que las pacientes vía abdominal necesitaron catéter urinario por más tiempo, así como mayor tiempo transquirúrgico y de hospitalización, remarcando que la vía vaginal es de mínima invasión, menor costo y tasa de curación alta (7). En Uganda, Kayondo en el 2011, propone los factores predictores en la reparación de una fístula vesico-vaginal, de forma obstétrica y ginecológica, reportando reparación en 77 pacientes, 60 de ellas tuvieron un cierre satisfactorio y 17 necesitaron re-intervención (de los cuales 55 fueronvía abdominal, resto vía vaginal), demostrando con ello que el largo de la fístula, circunferencia y zona de cicatrización son los principales factores pronóstico para un cierre primario y adecuado (8). En ese mismo año, el Dr. JoséÁngelMartínez y colaboradores en el hospital General Dr. Manuel Gea González, en la Ciudad de México, realizó el estudio nombrado Fístulas vésico-vaginales, diagnóstico y manejo.Experiencia de 20 años,siendo un estudio descriptivo, retrospectivo, transversal que incluyó expedientes de 54 pacientes tratadas de fístula vesico-vaginal en dicho hospital, con una edad promedio de 48 añosy diferentes cirugías ginecológicas, informando sobre zona de lesión así como tamaño de la fístula,con un tiempo de aparición entre 1 y 60 días. Se realizó abordaje vaginal a 16 pacientes, transvesical a 34 y laparoscópica en 4. Como conclusiones los tres abordajes empleados dieron buenos resultados optando en la mayoría de los casos por la vía transvesical. (9) En el 2012, Rajamaheswari, en India, realiza un estudio en pacientes con fístula vesico-vaginal supratrigonal, de 1996 a 2011, encontrando 48 pacientes, donde se repararon 34 vía vaginal y 14 abdominal, como resultado un 95% de mejoría vía vaginal y del 100% vía abdominal, más no es significativamente estadístico, por lo que comentan que la vía vaginal es de primera opción (10). 21 Ese mismo año,Aminul en Pakistán realiza un reporte de 69 casos, con una media de edad de 39 años, el 55% causa obstétrica y 45% ginecológica, con un promedio de tamaño de 3.36cm, siendo una reparación abdominal en 58 de ellas (84%) y 11 vía vaginal (16%), no encontrando diferencia en resultados en ninguna de las dos vías, ambas con mejoría a la primera reparación (11). En el 2013, Unlubilgin en Turquía publica la efectividad de cierre simple de fistula, donde incluyo a 12 pacientes con una tasa de curación del 93%, refiriendo una tasa más alta de curación si la fístula tiene un diámetro menor a 1.5cm (12). Peter Dwyer (2013) realizó un estudio retrospectivo, donde comenta que aproximadamente hay 2 millones de mujeres en el mundo con fístula vesico- vaginal, dando de referencia las diferentes causas respecto al aspecto socioeconómico del país, mencionando que la técnica de Latzko para reparación vía vaginal tiene menor costo, días de hospitalización e igual efectividad pronóstica que la vía abdominal (13). 22 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ¿Cuál es la experiencia en la reparación quirúrgica por vía vaginal de una fistula vesico-vaginal simple en la Unidad Médica de Alta Especialidad No. 4 “Dr. Luis Castelazo Ayala”.? JUSTIFICACION Las fístulas son una condición patológica secundaria a una cirugía complicada, aun con etiología dudosa, la cual la incidencia es variable así como el beneficio de la vía de reparación. Se han intentado factores preventivos de las complicaciones, aun así continúan apareciendo. La reparación de las fístulas vesico-vaginal vía vaginal, se está volviendo una opción cada vez más aceptada para el tratamiento de las fístulas vesico- vaginales. No se cuenta en la literatura establecida o en la UMAE #4 “Luis Castelazo Ayala” con un protocolo de estudio o seguimiento de las pacientes con reparación de fistulas vía vaginal;solo en algunos artículos de referencia una comparación entre la vía vaginal y abdominal; además,la vía vaginal es la utilizada en nuestro servicio como de primera elección que seofrece a las pacientes. 23 OBJETIVO GENERAL. Evaluar la experiencia de la técnica quirúrgica vaginal para reparación de fistulas vesico-vaginal simple mediante la variable de recidiva posterior al tratamiento, vía de función de no recidivasy además del cuestionario de incontinencia esfuerzo/continua (3PI). OBJETIVOS ESPECIFICOS. 1. Identificar las pacientes que se sometieron a cirugía para reparación de fistula vesico-vaginal simple por la vía vaginal en el servicio de urología ginecológica en el periodo del 2006-2013. 2. Cuantificar la frecuencia de las pacientes en estudio que presentaron recidiva de la fistula vesico-vaginal 3. Cuantificar la vía de segundo abordaje para la reparación de fístula vesico-vaginal. 4. Evaluar mediante el cuestionario para el diagnóstico de incontinencia urinaria (insensible), la experiencia de las pacientes sometidas a reparación quirúrgica vía vaginal. 24 MATERIAL Y METODOS Diseño del estudio. Transversal descriptivo Universo de estudio. Pacientes que se sometieron a una reparación vía vaginal de una fistula vesico-vaginal simple, manejadas en el servicio de Urología Ginecológica en el periodo comprendido del 2006-2013 en el hospital de Ginecología y obstetricia #4 “Luis Castelazo Ayala”. Descripción general del estudio. Se tendrá acceso a la base de datos creada por el servicio de Urología Ginecológica, en su turno matutino, División de Ginecología, donde se tienen el registro de todas las pacientes ingresadas y con corrección de fistula vesico-vaginal. Se localizará a las pacientes para aplicar el cuestionario de preguntas de incontinencia y variable de recidivas post tratamiento así como tratamiento en segunda intervención, esto previo consentimiento. Con la información obtenida se calculará la efectividad posterior a su tratamiento en función de la mejoría actual. Tamaño de la muestra. Se incluirá a todas las pacientes con corrección vaginal de una fistula vesico-vaginal simple atendidas en el periodo de 2006-2013 en el servicio de Urología Ginecológica. 25 Análisis estadístico: El análisis descriptivo de las variables cuantitativas se expresará como media ± desviación estándar. Las variables cualitativas se expresarán mediante frecuencias y porcentajes. Dado el diseño descriptivo del estudio, no se aplicarán pruebas inferenciales. Criterios de selección Criterios de inclusión -Mujeres con antecedente de fistula vesico-vaginalsimple tratadas mediante corrección quirúrgica vaginal en el periodo 2006-2013. - Pacientes Manejadas por el servicio de Urología Ginecológica de este hospital. - Pacientes que se pudieron localizar personalmente. - Pacientes que den su consentimiento verbal para la aplicación de la encuesta Criterios de no inclusión -Pacientes que no puedan contestar el cuestionario de calidad de vida. - Pacientes con fístula vesico-vaginal complicada. 26 DEFINICION DE VARIABLES Cuadro 1. Definición de variables VARIABLE TIPO DE VARIABLE DEFINICIÓN DE VARIABLE UNIDAD DE MEDICION ESTADISTICA DESCRIPTIVA ESTADISTICA INFERENCIAL Edad Cuantitativa continua Tiempo transcurrido desde el nacimiento Se expresará en años Promedio Desviaciónestándar Pérdida de orina Cualitativa Nominal dicotómica Cuestionario de calidad de vida Se expresa en nunca, rara vez, de vez en cuando, frecuentemente, la mayoría del tiempo, siempre Frecuencias y porcentajes Recidiva de fístula Cualitativa Nominal dicotómica Si o no tuvo recidiva Se expresa en respuesta directa Frecuencias y porcentajes 27 Aspectos éticos. Los aspectos éticos de la presente investigación se han establecido en los lineamientos y principios generales que el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud refiere (publicado en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984), dando cumplimiento a los artículos 13 y14 (fracción I, II, III, IV, V, VII, VIII) del TÍTULO SEGUNDO correspondiente a los aspectos éticos de la investigación en seres humanos. De acuerdo al artículo 17 de este mismo título, el presente trabajo se considera una INVESTIGACION SIN RIESGO ya que es un estudio que emplea técnicas y métodos de investigación documental retrospectiva que no se realizan ninguna intervención o modificación intencionada en las variables fisiológicas, psicológicas y sociales de los individuos que participaron en el estudio entre los que se consideran, cuestionarios, entrevistas, revisión de expedientes clínicos y otros, en los que no se identifiquen ni se traten aspectos sensitivos de sus conducta, y no amerita consentimiento informado. El protocolo será sometido al Comité de Investigación de la Unidad Médica de Alta Especialidad, Hospital de Gineco-Obstetricia número 4 del Instituto Mexicano del Seguro Social. Recursos, financiamientoy factibilidad. Es obligación del investigador hacerse de los recursos que necesitaran así como de cubrir todos los costos que se generen tanto de las prestaciones 28 humanas, materiales y del tiempo que se requiera para tal efecto y la total terminación del proyecto de investigación. La delegación Distrito Federal del IMSS es una de las más privilegiadas del país por contar con una UMAE donde se concentra una de las poblaciones de derechohabientes más numerosas del territorio nacional, con infraestructura suficiente para llevar a cabo este estudio ya que contamos con el apoyo de nuestras autoridades delegacionales así como de los directivos de las diferentes unidades de salud que comprenden la delegación. El hospital en donde se realizará el estudio, cuenta con la infraestructura necesaria para poder realizar este estudio de forma transversal. Recursos humanos. El equipo de investigadores del está compuesto por un médico Urólogo Sub-Especialista adscrito a la División de Urología Ginecológica de este hospital, un Médico residente de 6° año de la sub-especialidad de Urología Ginecología. Recursos materiales. -Equipo de cómputo para el análisis estadístico y procesamiento de datos. -Papelería (bolígrafos, papel, fotocopias). -Cuestionario 29 CUADRO 2. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES No. Actividad Mes 1 2 3 4 5 6 1 Definición del Problema Xxxx 2 Elaboración de Protocolo xxxx xxxx 3 Presentación de Protocolo xxxx 4 Autorización del Comité xxxx Xxxx 5 Recolección de Datos Xxxx 6 Análisis de la Información Xxxx 7 Redacción del Trabajo xxxx 8 Presentación del Trabajo xxxx 30 RESULTADOS Se tomaron en cuenta a 45 pacientes incluidas en la base de datos de pacientes con corrección vaginal de una fistula vesico-vaginal simple atendidas entre los años 2006 y 2013 en el servicio de Urología Ginecológica. De estas, 9 no entraron al protocolo por no ser localizables, dejando un total de 36 pacientes para el estudio. El rango de edad de las pacientes estuvo entre 26 y 52 años, con una edad promedio de 46 años y una desviación estándar de 6.1 años. De las 36 pacientes estudiadas, el 14% (n = 5) refirió haber recidivado después del tratamiento (Figura 1). Figura 1. Porcentaje de recidiva entre las pacientes encuestadas. 14% 86% Recidiva Sí recidivó No recidivó 31 De estas, 80% (n = 4) fueron tratadas quirúrgicamente mediante un abordaje vaginal, mientras que solo una de ellas (20%) tuvo un abordaje vía abdominal (Figura 2). Figura 2. Vía de abordaje quirúrgico para el tratamiento de la recidiva Al aplicar el cuestionario de incontinencia 3PI a las pacientes, el 14% de ellas (n = 5) afirmó haber tenido pérdidas de orina en los últimos 3 meses (Figura 3). 80% 20% Vía de abordaje del tratamiento quirúrgico Vaginal Abdominal 32 Figura 3. Frecuencia de la pérdida de orina entre las mujeres con recidiva De estas pacientes, el 40% (n = 2) lo asoció a algún tipo de esfuerzo físico, mientras que el 60% (n = 3) lo relacionó con la sensación de urgencia. Ninguna tuvo pérdidas de orina que no estuvieran en relación con alguno de estos dos factores (Figura 4). 14% 86% Pérdida de orina en los últimos 3 meses SI NO 33 Figura 4. Mecanismo asociado a la pérdida de orina En relación al mecanismo más frecuente asociado a la pérdida de orina, de nuevo la sensación de urgencia fue la respuesta más frecuente en el 60% de las pacientes (n = 3), mientras que el esfuerzo físico fue reportado por el 40% de ellas (n = 2, Figura 5). 40% 60% 0% Mecanismos asociados a pérdida de orina Actividad Física Urgencia Sin esfuerzo 34 Figura 5. Mecanismo más frecuentemente asociado a la pérdida de orina. DISCUSION: En la actualidad son pocas las publicaciones que hablan sobre el beneficio de realizar una reparación de fistula vesico-vaginal por medio de un abordaje vía vaginal. Existen contraindicaciones relativas como la cercanía de la fistula a los meatos ureterales, que se ha considerado una indicación de la cirugía abdominal si se tiene suficiente experiencia en el abordaje vaginal. Por lo tanto es importante desarrollar habilidades específicas en el abordaje vaginal, por lo que se considera un procedimiento que requiere una curva de aprendizaje. Mecanismo más frecuente asociado a pérdida de orina Actividad Física Urgencia Misma frecuencia 35 CONCLUSIONES: El éxito de la reparación de una fistula vesico-vaginal sigue siendo uno de los aspectos más desafiantes. Existe una gran diversidad de técnicas quirúrgicas, siendo la vía abdominal la técnica predominante en la mayoría de las escuelas urológicas. Una de las conclusiones del presente estudio es la excelente respuesta al tratamiento quirúrgico por la vía vaginal. Lo cual permitió considerar la cirugía transvaginal como la opción número uno en los casos de fistulas vesico-vaginales no complejas. De las 35 pacientes en el estudio, solo 5 pacientes requirieron una segunda cirugía, todas fueron re intervenidas por el mismo equipo de cirujanos. Realizando una intervención abdominal y 4 por vía vaginal (con un 97.9% de éxito demostrado hasta el momento de su alta quirúrgica que se realizó al cumplir 1 año de haber sido intervenidas). Ninguna paciente refiere perdida continua de orina a la aplicación del cuestionario, solo datos de incontinencia urinaria de esfuerzo y urgencia (misma proporción que la población en general descrito en la literatura). Una de las limitantes del estudio, es que no existe un cuestionario validado de calidad de vida para las pacientes que cursan con esta patología, y por lo tanto utilizarlo como un parámetro que nos permita llegar a un resultado final. 36 BIBLIOGRAFIA 1) Abrams P, Cardozo L. Fistulas in the developing world. In: Khoury S, Wein A, eds. 4th International consultation on Incontinence, ICS, 5th ed, Paris, July 2011, chapter 18, p.678-754 2) Palma P. Fistulas Vesicovaginales, Uroginecologia, 5a edición, Caracas, Venezuela:Negrin Central, 2008, p.198-221 3) Walters M, Karram M. Trastornos específicos fístulas, Uroginecología y cirugía reconstructiva de la pelvis, 4a edición, Cincinnati, Ohio: Elservier Masson, 2009, p.452-476. 4) Espuña M. Fistulas Genito-urinarias del tracto urinario inferior de la mujer, Tratado de uroginecología, 4a edición Madrid, España: Ars Medica, 2010, p.261-320 5) Ockrim J, Greenwell T. A tertiari experience of vesico-vaginal fistula repair: factors predicting success,a original article. BJU international 2008;103:1126-1122. 6) Nasreenjatoi N, Mohammad N. Key to Succesfull Vesico-Vaginal fistula repair-an experience of urogenital fistula surgeries and outcome at Gynaecological surgical camp-2005,a original article, Arch Gynecol Obstet, 2008;287:261-265 7) Paulo J, Batezini N. Do we need new surgical techniques to repair vesico- vaginal fistulas?,a original article. Urogynecol 2010;21:342-337, 8) Kayondo M, Wassma S. Predictors and outcome of surgical repair of obstetric fistula at a regional referral hospital,a Research article. BMC Urology, 2011;11:23-25. 9) Martínez J, Hernández V. Fistulas vesico-vaginales; diagnóstico y manejo; experiencia de 20 años,un artículo original, Rev MexUrol 2011;71(4):200- 206. 10) Rajamaheswari N, Barthi A. Trans-vaginal repair of gynecological supratrigonal vesicovaginal fistulae: a worthy option!,a video-original article, Int Urogynecol J. 2013;24:531-532 11) Haq A, Alam M. Surgical Treatment of vesicovaginal fistula; an audit of 69 cases,a original article. J Postgrad Med Inst. 2012;25:191-195 12) Munlubigin E, Tuyan T. Is the simple closure technique effective in the treatment of genital fistulas?,a Clinicalstudy, Obstetrics and Gynecology http://dx.doi.org/10.1155/2013/672540 13) Dwyer P, Kaplan F. Transvaginal repair of vesicovaginal fistula: surgical techniques to improve access and successful vaginal closure,a video article. Int Urogynecol J 2013;24;531-532. 37 ANEXOS. Cuadro 3. Cuestionario. 1) ¿Tuvo la necesidad de volver a operarse para la reparacion de la fistula? Si No 2) ¿Cuál fue el medio de abordaje de la segunda intervencion para la reparacion de la fistula? a) Vaginal b) Abdominal 38 CUADRO 4. Clasificación de las fistulas vesicovaginal. CLASIFICACION DESCRIPCION SIMPLE - La fístula es menor de 2 a 3 cm y en posición media supra trigonal. - La paciente no tiene ningún antecedente de cáncer o radiación. - La longitud vaginal es normal. - La fístula se encuentra a más de 2 a 3 cm de los meatos ureterales. COMPLICADA - La fístula es mayor de 2 a 3 cm y tiene implicación trigonal. - La paciente tuvo antecedente de cáncer o radioterapia. - Longitud vaginal es corta - La fistula se encuentra 2 cm o menos proximal a los meatos ureterales. 39 "" .... _-"" _ .. ~~_ .... ~ ...... . .._-~- ,,"' .. . " , .. <o_~ , _ .• ~"."',. ,.~ ~ .' .'~.' ~"''' ' •. _" . '_.' ~ ~ '.M 0'. .~" . -,~ .~."." , ,~ .. ,,, .. ,,",, .. _" ............ .... ..... ... , :1 " ,~ '" Portada Índice General Resumen Texto Conclusiones Bibliografía
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