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TESIS QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADA EN PSICOLOGÍA PRESENTAN: Syeni Helena Gudiño Alvarado Adriana Pérez Guerrero UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO DIRECTORA: Dra. Katherine Isabel Herazo González REVISOR: Dr. Carlos Antonio Aguirre Rojas Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2019. FACULTAD DE PSICOLOGÍA Sentido del nosotros, los triquis de San Juan Copala: De la autonomía al desplazamiento forzado UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. Índice Introducción………………………………………………………………………………………………………………………. 1 Capítulo 1. Aproximaciones teóricas del Sentido del Nosotros, Autonomía y Desplazamiento forzado …………………………………………………………………………………… 4 1.1 Aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del Nosotros……………………………… 6 1.1.2 Antecedentes……………………………………………………………………………………………… 7 1.1.3 Definición……………………………………………………………………………………………………… 9 1.2 Autonomía ………………………………………………………………………………………………………………… 13 1.2.1 Saberes conceptuales de la autonomía………………………………………………………… 16 1.2.2 Implicaciones………………………………………………………………………………………………… 19 1.2.3 Obstáculos…………………………………………………………………………………………………… 21 1.3 Experiencias indígenas………………………………………………………………………………………………… 22 1.3.1 Chiapas. Ejército Zapatista de Liberación Nacional………………………………………… 22 1.3.2 Oaxaca. Municipio Autónomo de San Juan Copala………………………………………… 23 1.3.3 Michoacán. Municipio Autónomo de Cherán K'eri………………………………………… 24 1.4 Desplazamiento forzado……………………………………………………………………………………………… 26 1.4.1 Definición……………………………………………………………………………………………………… 26 1.4.2 La violencia como causa del desplazamiento forzado…………………………………… 28 1.4.3 Cifras del desplazamiento forzado………………………………………………………………… 30 1.4.4 Procesos de desplazamiento forzado…………………………………………………………… 33 1.4.5 Consecuencias del desplazamiento forzado…………………………………………………… 35 1.4.6 Panorama actual del desplazamiento forzado………………………………………………. 37 Capítulo 2. Municipio Autónomo de San Juan Copala……………………………………………………… 41 2.1 Zi san (el originario o el del lugar) ………………………………………………………………………………… 42 2.2 El idioma triqui…………………………………………………………………………………………………………… 46 2.3 De municipio a Agencia Municipal……………………………………………………………………………… 47 2.4 Organización interna…………………………………………………………………………………………………… 48 2.5 Migración y desplazamiento forzado triqui………………………………………………………………… 49 2.6 Lucha autonómica triqui. Antecedentes (el café) ………………………………………………………… 51 2.7 Movimientos y organizaciones triquis………………………………………………………………………… 52 2.7.1 El CLUB………………………………………………………………………………………………………… 53 2.7.2 Movimiento de Unificación y Lucha triqui (MULT)………………………………………… 53 2.7.3 Unidad de Bienestar social para la Región Triqui (UBISORT)………………………… 54 2.7.4 Partido Unidad Popular (PUP)……………………………………………………………………… 55 2.7.5 Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULT-I) ……………… 56 2.8 Municipio Autónomo…………………………………………………………………………………………………… 59 2.8.1 El inicio del cerco………………………………………………………………………………………… 61 2.8.2 Detonante…………………………………………………………………………………………………… 62 2.9 Desplazamiento forzado por ser autónomos………………………………………………………………… 65 2.10 Etapa de recepción y/o retorno del desplazamiento forzado……………………………………… 66 Capítulo 3. Método……………………………………………………………………………………………………………. 69 3.1 Definición del discurso testimonio……………………………………………………………………………… 70 3.2 Características del discurso testimonio………………………………………………………………………… 71 3.3 Construcción del discurso testimonio…………………………………………………………………………… 73 3.3.1 Elaboración del guion de entrevista……………………………………………………………… 73 3.3.2 Características de los participantes……………………………………………………………… 74 3.3.3 Búsqueda de los emisores……………………………………………………………………………. 74 3.3.4 Aplicación de entrevistas……………………………………………………………………………… 75 3.3.5 Transcripción de entrevistas, elaboración y análisis de los discursos testimonios……………………………………………………………………………………………………………. 76 Capítulo 4. Resultados………………………………………………………………………………………………………. 78 4.1 Mi pueblo San Juan Copala ………………………………………………………………………………………… 78 4.2 Aquí en el corazón de Oaxaca……………………………………………………………………………………… 91 4.3 Durante el apoyo a Municipio Autónomo de San Juan Copala……………………………………… 98 4.4 Análisis de resultados…………………………………………………………………………………………………… 111 Conclusiones……………………………………………………………………………………………………………………… 127 Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………… 133 Anexo………………………………………………………………………………………………………………………………… 140 1 Introducción La presente investigación surge de la necesidad de dar a conocer las luchas autonómicas de los pueblos indígenas que por siglos han sido invisibilizadas por el sistema capitalista. Tal es el caso del pueblo triqui de San Juan Copala quien se caracteriza por una historia de lucha y resistencia para buscar la paz, encontrando en la autonomía la solución; por lo que el 1° de enero de 2007 se declaran como Municipio Autónomo, no obstante, 2 años después de su declaración, su proyecto es abruptamente interrumpido por la violencia ejercida por grupos paramilitares, lo que ocasiona el desplazamiento forzado de los habitantes. Para comprender las luchas autonómicas, es necesario alejarnos del individualismo que permea a la sociedad actual, para entender el pensamiento y actuar nosótrico que rige la vida de los pueblos indígenas. En este sentido, la Psicología social comunitaria comprometida con aquellos sectores que a lo largo de la historia han sido oprimidos, busca nuevas formas de conocer su realidad a través de una perspectiva crítica que se aleje de la investigación tradicional, optando por enfoques donde se trabaje desde y para la comunidad, promoviendo las relaciones horizontales y respetando sus formas de organización comunitaria. En este sentido, las aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del nosotros planteadas por Herazo González (2018), permiten comprender cómo los pueblos indígenas viven, sienten, vocalizan y son conscientes del nosotros, para dar cuenta de cómo construyen y dan sentido a su existir desde el plano colectivo, así, a través de esta propuesta se pueden entender los procesos autonómicos de los pueblos indígenas y sus consecuencias desde la propia experiencia de quienes lo viven. Para ello, es necesario utilizar un método como el discurso testimonio que les da voz a los actores sociales para denunciar aquellas situaciones de opresión que han vivido y que por una u otra razón han mantenido en silencio. Y de esta manera rescatar sus experiencias para que no queden en el olvido. Así, a través de discursos testimonios, habitantes triquis que actualmente se encuentran desplazados relatan cómo vivieronel proceso autonómico, los factores 2 que causaron su desmantelamiento y las consecuencias que esto trajo, lo que en conjunto permite entender el papel que juega el nosotros para la consolidación del proyecto autonómico y qué pasa con éste, en el proceso de recepción y/o retorno del desplazamiento forzado, pues es un proceso que atraviesa todas las esferas de su vida. El presente trabajo se encuentra estructurado de la siguiente manera: En el capítulo 1, se abordan los referentes teóricos-conceptuales en torno al sentido del nosotros, autonomía y desplazamiento forzado. Se revisan los planteamientos de Herazo González (2018), Carlos Lenkersdorf (2005) y Aguirre Rojas (2015) para dar cuenta del nosotros en los pueblos indígenas. Posteriormente, se presentan las definiciones de autonomía que plantean Díaz Polanco (2006), López & Rivas (2004), Luis Villoro, Aguirre Rojas (2010) y Carlos Lenkersdorf (2005); además de las experiencias autonómicas indígenas de San Juan Copala (2007), Cherán (2011) y el EZLN (1994). Para finalizar con el concepto de desplazamiento forzado, causas, consecuencias y el marco legal que hay al respecto. El capítulo 2, se enfoca en el pueblo triqui de San Juan Copala ubicado en el estado de Oaxaca, México. En la primera parte se abordan aspectos generales del pueblo y la vida triqui; en la segunda parte se hace un recuento histórico de sus organizaciones políticas y cómo éstas polarizan al pueblo generando la organización del proyecto autonómico; por último, se presenta la fase autonómica y cómo ésta se ve interrumpida por la violencia culminando con el desplazamiento forzado de los habitantes. En el capítulo 3, se hace referencia al discurso-testimonio, método utilizado para comprender cómo el desplazamiento forzado influye en el sentido del nosotros de los triquis; asimismo, se especifican los pasos a seguir para la construcción y análisis de los testimonios. En el capítulo 4, se presentan los discursos-testimonios de los emisores desplazados y el análisis de éstos, a través de los cuales se obtuvieron hallazgos donde se identifica que, durante el periodo autonómico, la organización del pueblo triqui permitió que los componentes del sentido del nosotros (vivir, sentir, vocalizar 3 y conciencia) se fortalecieran. Empero, estos elementos se vieron trastocados al estallar nuevamente la violencia, lo que culminó con un desplazamiento forzado que debilitó el sentido de nosotros y fragmentó a la población, visualizando el retorno a sus hogares muy lejano y casi imposible que el proyecto autonómico vuelva a generarse. 4 CAPITULO 1 Aproximaciones teóricas del sentido del nosotros, autonomía y desplazamiento forzado A lo largo de Nuestra América existe una gran diversidad de pueblos y comunidades indígenas1 que nos enriquecen con sus lenguas, culturas, usos y costumbres; sus habitantes resisten las consecuencias del neoliberalismo, al ser uno de los sectores más oprimidos de una sociedad que los invisibiliza y para quienes en el imaginario social los considera como un retroceso, pues a partir de la conformación del Estado-nación se plantea la idea de “…un poder soberano único sobre una sociedad supuestamente homogénea, que se compondría de individuos iguales en derechos, sometidos al mismo orden jurídico” (Villoro: 1998 79-80) dejando de lado la diversidad por la que está compuesta el Estado y anteponiendo la unidad nacional como idea del modernismo. De acuerdo con Yásnaya Gil (2018) “…estos Estados construyeron prácticas y narrativas homogeneizantes que niegan la existencia misma de otras naciones, naciones con lengua, territorio y pasado común.” (140), que habitan a lo largo y ancho del país, las cuales representan un obstáculo, pues ponen en entredicho el proyecto impuesto por el Estado al hablar de México como una sola nación. Como consecuencia las poblaciones indígenas fueron relegadas a un segundo plano y sometidas a “… una dominación que tiene dos caras: la dominación física y la dominación cultural” (Ordoñez, 2007:49-50). La primera a través del despojo de sus tierras, considerándola también como dominación económica; la segunda, mediante los procesos de aculturación e integración. De esta manera, los indígenas quedan inmersos en un Estado que violenta sus derechos, no sólo 1 Para Cristecu, citado en Villoro, 1998 plantea: “... las Naciones Unidas toman en cuenta al menos dos características para aplicar el concepto de pueblo a una entidad colectiva: poseer <<una identidad evidente y características propias>> y además <<una relación con un territorio, aun si el pueblo en cuestión hubiera sido expulsado injustamente de él y reemplazado por otra población>>”. En cuanto a comunidad se refiere, Serna plantea que las comunidades efectivamente juegan un papel muy importante en la reproducción de las identidades étnicas y como núcleo de resistencia frente a los procesos de globalización cultural. Por ello, los enfoques comunitaristas proliferan a nivel mundial; sin embargo, el termino que más se ha defendido últimamente en América Latina, tanto por intelectuales y académicos, como por los propios dirigente indios, es decir, el de pueblos indios. 5 individuales sino también colectivos. Sin embargo, este sometimiento, no surge con la conformación del Estado-nación, si no está presente desde la Conquista. Frente a esta situación, los pueblos indígenas han resistido y luchado por más de 500 años, lo que ha dado como resultado la formación de una demanda social: la autonomía, la cual abre una posibilidad que les permite a los indígenas acabar con el contexto de exclusión y opresión al que por años han sido sometidos. En México, el 1° de enero de 1994 fue un parteaguas en este tema, pues el levantamiento armado del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional irrumpió en la esfera pública haciendo visible la situación en la que viven los pueblos indígenas por lo que le declaran la guerra al Estado mexicano y demandan justicia, libertad y democracia para los pueblos. A partir de este momento, muchos son los pueblos indígenas que se unen a la lucha, su camino ha sido largo y lleno de obstáculos, marcado por la represión e impunidad; han tenido que enfrentar violencia, discriminación, asesinatos, desapariciones, violaciones físicas y a sus derechos, migración y desplazamientos forzados, no obstante, siguen en pie de lucha, se organizan y movilizan desde el nosotros del que habla Lenkersdorf (2005), para reivindicar su derecho a la libre determinación y autonomía. El nosotros … ha puesto de manifiesto que hay una sociedad que domina, cuya dominación se expresa al no reconocer a los indígenas como iguales, sabedores de conocimiento que la sociedad desconoce, y que hacen falta para ser una sociedad de ciudadanos con derechos iguales. La sociedad está dividida entre dominantes y dominados y éstos, justamente, se encuentran entre los NOSÓTRICOS, que pueden ser tojolabales o de otros pueblos originarios (Lenkersdorf, 2005: 40). Tal es el caso del pueblo triqui de San Juan Copala, quienes en el año 2007 se declaran como Municipio Autónomo, es un pueblo que se ha caracterizado por su constante lucha para encontrar la paz en la región, encontrando en la autonomía la solución a sus problemáticas, sin embargo, esto trajo como consecuencia el desplazamiento forzado del pueblo debido al incremento de la violencia por parte de las organizaciones que se oponían al proyecto autonómico. 6 En este sentido, para comprender la lucha del pueblo triqui y los efectos que trajo consigo el desplazamiento forzado, se revisaran los siguientes referentes teóricos, en primera instancia del sentido del nosotros, pues el nosotros permea todas las esferas de su vida colectiva, lo quepermitirá comprender el porqué de su lucha autonómica; continuando con el concepto de autonomía (tanto desde la perspectiva académica como de las experiencias de los pueblos indígenas) para entender cuáles son sus implicaciones y cómo la vivió el pueblo triqui, para finalizar con el término de desplazamiento forzado y sus alcances, ya que éste, representó el fin de su proyecto de su autonómico y un cambio total en su vida. 1.1 Aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del Nosotros El estudio del Sentido del nosotros nace de la necesidad de comprender a los pueblos y comunidades indígenas. De transformar la visión occidental de la investigación, pues implica desprenderse de prejuicios e ideas en torno a la forma en que son pensados, vistos y estudiados los indígenas, quienes generalmente son considerados como objeto de estudio, siendo los investigadores quienes poseen el conocimiento. No obstante, Lenkersdorf plantea que “…hay que admitir que los indios representan una realidad no sólo antigua, sino que saben de principios organizativos, políticos, sociales y culturales propios de la larga duración. Son esos mismos principios los que nos pueden enseñar mucho que nos hace falta saber, y que sólo aprenderemos si aprendemos a dialogar con los indios” (2005:259). Si bien dentro de la Psicología social comunitaria2 existe un extenso marco teórico a partir del cual se estudia a las comunidades, algunas de las teorías 2 Su sujeto de estudio es la comunidad, de acuerdo con la revisión teórica de Sánchez Vidal (2009) sobre la definición de comunidad, es un concepto polisémico, pues han sido muchos los autores e investigaciones que se han enfocado en su conceptualización y en los procesos que se generan dentro de ella (Herazo, 2014), pues es el espacio de socialización de las personas, donde se comparten valores, creencias, ideas, símbolos, etc. 7 desarrolladas son pensadas desde y para contextos occidentales totalmente diferentes al contexto indígena, que no toman en cuenta características particulares y aspectos fundamentales de cada uno para dar cuenta de su realidad. Además, los diversos procesos que enmarcan el contexto de la sociedad actual, tales como la industrialización, la globalización y el neoliberalismo han traído como consecuencia formas de pensar y actuar individualistas que no permiten mirar y además tratan de negar aquellas realidades donde el nosotros aún está presente: los pueblos indígenas. 1.1.2 Antecedentes Antes de ahondar en las aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del nosotros es necesario conocer brevemente las investigaciones a partir de los cuales se fundamenta. Carlos Lenkersdorf (2005) al adentrarse al mundo de los pueblos indígenas mayas ubicados en Chiapas (tojolabales, tzeltales y tzotziles) encontró dentro de su idioma la repetición constante del prefijo tik, el cual, traducido al castellano significa nosotros. Un nosotros que no sólo está presente en ese aspecto, sino es el eje a partir del cual se construye y se entiende la vida y el actuar de los pueblos. Esta concepción del nosotros “no niega la individualidad de ninguno de los constituyentes. Cada uno es necesario organísmicamente. La pertenencia al todo organísmico conforma el actuar de cada individuo. Por ello cada uno habla en nombre del nosotros y no de sí mismo” (Lenkersdorf, 2005:32). El proceso de nosotrificación3 comienza desde el nacimiento y se va construyendo a través de la educación. Es una forma de pensar y actuar contraria a la de la sociedad occidental, en la que predomina el individualismo. Desde esta perspectiva, se proyectan relaciones 3 “De acuerdo con Lenkersdorf (2002, p.29) es el proceso a través del cual, el individuo incorpora a los otros como parte de sí, y logra definirse a partir de ellos. Es el momento en que el sujeto deja de pensarse como un ser aislado del mundo para adquirir conciencia de su articulación a un todo mayor” (Herazo, 2018:71). 8 horizontales en todos los ámbitos de la vida. El pensamiento nosótrico no es exclusivo de la cultura maya, pues también se encuentra presente en otros pueblos indígenas. Por otra parte, una de las teorías que se utiliza para el estudio de los procesos que se dan dentro de la comunidad es el Sentido de comunidad, propuesto por McMillan & Chavis en 1986. Emana de los estudios que hace Seymour Sarason sobre el Sentido Psicológico de Comunidad (1974). De acuerdo con Isabel Hombrados (2011) este último hace referencia a la experiencia individual; y el Sentido de Comunidad al análisis grupal. El Sentido de comunidad es definido por McMillan & Chavis (1986) como “un sentimiento que los miembros tienen de pertenencia, un sentimiento de que los miembros son importantes para los demás y para el grupo, y una fe compartida en que las necesidades de los miembros serán atendidas a través del compromiso de estar juntos” (Herazo, 2014:37). Incluyendo los siguientes componentes: membresía, influencia, integración y satisfacción de necesidades y conexión emocional compartida. Sin embargo, Herazo González a partir de diversas investigaciones que realiza sobre el Sentido de comunidad en pueblos originarios de Chiapas (2008-2011), la Ciudad de México (2012-2015 y 2016-2018) y Perú (2017-2018) encuentra que éste, no toma en cuenta aspectos esenciales para comprender la vida de estos pueblos, tales como: la cultura, el idioma, el contexto histórico, ni sus cosmovisiones. Por lo que señala que “…es necesario hablar de un sentido de comunidad que reivindique el sentido del nosotros, donde se recupere lo colectivo, no entendido como un nosotros diferenciado, sino recuperado desde las semejanzas; es decir, donde la persona se rescata desde el horizonte nosótrico, no como algo diluido de su individualidad –del yo, del tú, del él o del ella- sino como parte constitutiva de la colectividad” (Herazo, 2014:40). 9 1.1.3 Definición Así, siguiendo los estudios de Carlos Lenkersdorf sobre la nosotredad, la experiencia en diversas investigaciones realizadas con pueblos indígenas sobre el sentido de comunidad (McMillan & Chavis, 1986), y retomando el concepto de comunalidad4 propuesto por Jaime Martínez y el mixe Floriberto Diaz, Katherine Herazo González realiza una aproximación teórico-conceptual del Sentido del nosotros (2018), el cual define como: …la expresión en los pueblos originarios de concebirse, ser, vivir, sentirse, hablar y tener conciencia del nosotros como un todo inmanente e histórico. Desde el nosotros se explica la vida colectiva, se expresa la esencia de la comunalidad y, a la vez, se delimita quienes hacen parte de ella. Además, consiste en la manera particular que tienen todos los miembros de la comunalidad de comprender cómo el nosotros absorbe a la persona, de manera que requiere su incorporación al nosotros. Es sentirse perteneciente a la comunalidad y, desde ella, conformar el pensamiento y el actuar de lo colectivo (64). El sentido del nosotros, de acuerdo a la autora, se expresa a partir de cuatro elementos: vocalizar el nosotros, sentir el nosotros, vivir el nosotros y la conciencia del nosotros, a continuación, se explicará cada uno de los componentes: A. Vocalizar el nosotros Hace referencia al uso predominante de la palabra nosotros en una determinada lengua, tomando en cuenta las diferencias semánticas y sintácticas que esta palabra tenga en cada cultura, ya que adquiere un sentido y significado distinto en cada una de las lenguas que hablan los pueblos indígenas. De acuerdo con Lenkersdorf (2005) “Las lenguas guardan y manifiestan el alma de los pueblos” 4 La comunalidad “(…) es una ideología de identidadque descubre “la especificidad india es su ser comunal con raíces históricas y culturales propias y antiguas, a partir de las cuales se busca orientar la vida de los pueblos como pueblos” (Maldonado, 2002). (…) Es el resultado de los sujetos-agentes que consideran que pertenecen a un colectivo sociopolítico por compartir un repertorio simbólico-cultural y una orientación común hacia la acción. (…) La comunalidad muestra la emergencia de un concepto construido desde las bases populares como expresión de lucha e inclusión de la diversidad de pensamientos, pues los indios, a través de un sentido crítico y consciente de su historia… y se determinan como pueblos originarios, con su significado y acción desde su proyecto colectivo” (Herazo, 2018:22). 10 (28), en este sentido “… es necesario dejar de lado las reglas y concepciones de nuestro idioma castellano” (Herazo, 2018:65) para conocerla y comprenderla. Al respecto Lenkersdorf (2005) señala que “…aunque semánticamente coinciden las palabras de un idioma con las de otro, las diferentes estructuras sintácticas dices más que las meras palabras aisladas nos quieren comunicar” (107). Además “la pragmática como función que cumple el nosotros en la práctica dependerá del contexto especifico y étnicamente diferenciado de donde se use” (Herazo, 2018:65). El vocalizar el nosotros surge en la vida cotidiana de los pueblos a través de la recuperación y transmisión oral de las tradiciones, leyendas, rituales y celebraciones lo que permite estrechar vínculos entre los miembros del pueblo y generar una identidad colectiva. B. Sentir el nosotros Alude a la vivencia colectiva de los sentimientos en los pueblos, es decir, aunque “el sentimiento es captado por el sujeto, su vivencia es colectiva, de tal suerte que la gran mayoría de los integrantes de los pueblos se reconocen como parte de la comunalidad, tienen un mismo sentir sobre sus celebraciones y se refieren a ello cuando hablan en primera persona del plural: nosotros sentimos” (Herazo, 2018:67). También, implica compartir las emociones que permiten percibir alguna situación o persona. El sentir el nosotros fortalece los lazos afectivos y el sentido de pertenencia a una comunalidad, lo cual da identidad a los miembros del pueblo. C. Vivir el nosotros Es a partir de este elemento que se orientan las prácticas, creencias y percepciones de la vida comunal, en los pueblos “existe la idea de vivir en común acuerdo y trabajar colectivamente de tal modo que la idea del sujeto yo occidental es transformada en la del nosotros” (Hernández, 2013 citado en Herazo, 2018:69). 11 En este sentido, las diversas formas de organización y participación de la comunalidad son las que dan cuenta de él, tal es el caso del tequio y la faena, ya que “en el trabajo comunal se teje la ética de la vida basada en la reciprocidad, la dignidad y el buen vivir de la nosotrificación. Se entiende así el vivir como un hacer, sentir y ser desde la articulación colectiva del nosotros” (Herazo, 2018:70). Asimismo, está presente en el ciclo festivo de los pueblos donde la participación de la comunalidad es muy importante para llevar a cabo sus celebraciones, Herazo (2018) señala que “…el intercambio simbólico es lo que permite que un pueblo originario sea lo que es y pueda construir y reconstruir el vivir el nosotros como fundamento de su existir en un todo, así como compartir tradiciones, cultura y lenguaje” (72). D. Conciencia del nosotros Se basa en un proceso de acción-reflexión colectiva a través de la cual los miembros de un pueblo buscan resolver sus problemáticas y necesidades en conjunto, compartiendo valores, creencias y buscando el cambio desde la nosotrificación. Herazo (2018) plantea que “el proceso de concientización del nosotros se da mediante el diálogo constante que problematiza la existencia de cada miembro del pueblo como parte integrante de la comunalidad” (74). Misma que es concebida a partir de valores como el respeto, compromiso, solidaridad, cooperación y reciprocidad que se viven en la comunalidad. En esta línea, el sentido del nosotros permite comprender cómo los pueblos indígenas construyen su realidad a partir de los conocimientos y elementos etnoculturales que caracterizan a cada uno; también conocer cuáles son sus problemáticas y cómo las solucionan desde el plano colectivo, desde la comunalidad. El pensamiento nosótrico y milenario característico de los pueblos indígenas, que el individualismo predominante en la sociedad ha querido ocultar, se ve materializado en su historia, leyendas, festividades, asambleas, trabajo 12 comunitario, etc. El nosotros atraviesa aspectos sociales, culturales, políticos y económicos, a través de él se rige la vida de los pueblos. Por ello, “... hay que pasar del yo que pretende entender la psique individual, al nosotros para conocer la psique colectiva en los pueblos originarios, ya que el nosotros es hacer, sentir y pensar desde la comunalidad como un yo social” (Herazo, 2018:59). Por su parte, Carlos Aguirre (2015) en su texto La muerte (simbólica) del Subcomandante Insurgente Marcos y el nosotros colectivo neozapatista, señala que el nosotros en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), “... se alimenta doblemente, primero de las antiguas cosmovisiones mayas del mundo, pero también y, en segundo lugar, de la experiencia esencial de las luchas y los avances de los principales movimientos anticapitalistas de las últimas catorce décadas…” (Aguirre, 2015: 149). En este sentido, el nosotros y la conciencia crítica también juegan un papel importante en las luchas y movimientos organizados por los pueblos indígenas, pues están generando procesos organizativos donde priman las relaciones socio- políticas horizontales, que tiene como objetivo acabar con la exclusión y el poder centralista, ya que actualmente “… no es ya lógico ni útil, ni tampoco necesario, continuar reproduciendo en el seno de los movimientos genuinamente anticapitalistas y antisistémicos, las viejas divisiones entre los que piensan y los que ejecutan, entre los que deciden y los que acatan…” (Aguirre, 2015:154-155). Al respecto, Lenkersdorf (2005) apunta que el gobierno no quiere un pueblo que se organice nosótricamente, que sabe lo que quiere, sus responsabilidades y las de su gobierno, sino un pueblo sumiso que acepte su forma de pensar y actuar para seguir controlando y mantener el poder. No obstante, los y las indígenas siguen resistiendo y luchando para ejercer su derecho a la autonomía, pues han demostrado que saben organizarse y autogobernarse. Por lo tanto, desde la propuesta teórica del sentido del nosotros de Herazo (2018) y la perspectiva de Aguirre (2015) y Lenkersdorf (2005) del nosotros, se puede comprender cómo organizan y viven los procesos autonómicos los pueblos indígenas, ya no desde la perspectiva del investigador, sino a partir de la propia 13 voz de los actores y de los elementos que definen a cada pueblo. Es importante conocer cómo las múltiples implicaciones que traen consigo las luchas autonómicas, específicamente los desplazamientos forzados influyen en el sentido del nosotros de sus habitantes. 1.2 Autonomía A pesar de que los pueblos indígenas están respaldados legalmente a nivel nacional e internacional, siguen viviendo en situación de pobreza extrema, no tienen acceso a derechos básicos como: educación, salud, vivienda, trabajo, alimentación, además sus territorios y recursos naturales son explotados y/o vendidos sin consultarlos. Ante este panorama, sus luchas van encaminadas a ejercer su derecho a la libre determinación, la cual comprende dos posibilidades, la primera: la secesión o formación de un Estado independiente y la segunda internamente a través de la autonomía, convirtiéndose esta última en una de las principales demandas delos movimientos indígenas. A nivel nacional en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se reconoce la autonomía de los pueblos indígenas en el Artículo 2° (reformado mediante el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de agosto de 2001) el cual señala que: Se reconoce que la nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas… …Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres. El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación se ejercerá en un marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional. El reconocimiento de los pueblos y comunidades indígenas se hará en las constituciones y leyes de las entidades federativas, las que deberán tomar en cuenta, además de los principios 14 generales establecidos en los párrafos anteriores de este artículo, criterios etnolingüísticos y de asentamiento físico.5 Es importante hacer una reflexión acerca de lo planteado en la Constitución y de las acciones que el Estado ha tomado al respecto, puesto que se refleja un discurso contradictorio. Por un lado, mantienen una postura de respeto y reconocimiento de la composición pluricultural de la nación6; y, por el otro, impulsa programas e instituciones de carácter asistencialista como: la Secretaria de Bienestar Social antes SEDESOL, CDI, DICONSA, además de programas de alfabetización donde predomina el idioma español dejando de lado su lengua materna, todo ello con el objetivo de integrar a los indígenas al resto de la población mestiza. Queda claro que lo argumentado en el artículo 2° de la Constitución Política no se lleva a la práctica, ya que son los pueblos indígenas los que se mantienen en constante lucha por defender sus derechos, “derechos que aparentemente la constitución respalda”, si esto realmente se llevara a la práctica, no se generarían movimientos indígenas como el del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, Ostula o Cherán que tienen como demanda principal la reivindicación de sus usos y costumbres y el derecho a elegir su propia forma de gobierno, es decir, generar un gobierno autónomo que les permita mantener su organización y forma de vida. Además, se puede notar que existe una contradicción entre párrafos del mismo artículo, mientras en el segundo párrafo ya mencionado señala que se “reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres”, en el siguiente se menciona que “se ejercerá en el marco constitucional de autonomía que asegure la unidad nacional”, dejando entrever que el Estado aun quiere seguir controlando a la población indígena a través de políticas paternalistas que les da “libertades” 5 Artículo 2 Constitucional consultado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/3.htm?s= el 26 febrero de 2018. 6 Al respecto, en la Constitución Política de la Ciudad de México en el Articulo 2 también se reconoce la composición “…plurilingüe, pluriétnica y pluricultural sustentada en sus habitantes; sus pueblos y barrios originarios históricamente asentados en su territorio y en sus comunidades indígenas residentes…” Consultado en http://www.infodf.org.mx/documentospdf/constitucion_cdmx/Constitucion_%20Politica_CDMX.pdf el 1 de junio de 2019. http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/3.htm?s http://www.infodf.org.mx/documentospdf/constitucion_cdmx/Constitucion_%20Politica_CDMX.pdf 15 para elegir sus propias formas de gobierno, pero sin salirse del marco establecido por la ley. A nivel internacional se han realizado esfuerzos por reivindicar el derecho que tienen los pueblos a la libre determinación y autonomía. Después de la Segunda Guerra Mundial la ONU colocó a los derechos de los pueblos sobre los derechos individuales. La carta de las Naciones Unidas establece en su artículo 1° y 55 el principio de igualdad de los pueblos y su derecho a la autodeterminación. Desde entonces se han realizado varias proclamaciones, entre las que destacan: La Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos (Argelia, 1976), la Carta Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos (Nairobi, 1981); La Conferencia Mundial de Derechos Humanos aprobó en 1993 la Declaración y Programa de Acción de Viena, en este documento se pone de relieve la importancia de cuestiones tales como la participación y la incomparable contribución de las poblaciones indígenas al desarrollo y al pluralismo de la sociedad. En 2007, la ONU decreta por medio de la Declaración de la Naciones Unidas de sobre los derechos de los pueblos indígenas7 en el artículo 3, que los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación. Asimismo, uno de los pactos más importantes ratificados por nuestro país que protegen y respaldan los derechos de los pueblos indígenas, es el Convenio 169 Sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) (ratificado por México en 1990), en el que se establecen los derechos de los pueblos indígenas, así como las obligaciones que tienen los gobiernos de la protección y cumplimiento de los mismos. Los artículos incluidos comprenden el goce de derechos humanos y libertades fundamentales sin discriminación ni violación, el respeto a su integridad, cultura, lengua, usos y costumbres, tierra y territorio, salud, educación, empleo y participación en la toma de decisiones. 7 Consultada de: https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf consultada el 3 abril de 2018. https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf 16 Sin embargo, el Estado mexicano hace caso omiso de los acuerdos firmados, a nivel nacional e internacional, por ejemplo: el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, simulando con ellos preocupación e interés por estas problemáticas, pero una vez firmadas se quedan en el olvido al igual que las demandas. Por ello, hoy en día los pueblos y comunidades indígenas mantienen una lucha por la autonomía, la cual implica el reconocimiento de su existencia por parte del Estado, de sus derechos individuales y colectivos, así como el respeto a sus formas de vida. La autonomía es un concepto que no tiene una definición específica, ya que dependerá de diversos factores y tendrá alcances diferentes, no obstante, es un término que genera diversas opiniones, positivas para unos, negativas para otros. 1.2.1 Saberes conceptuales de la autonomía. Se ahondará en el teman de la autonomía indígena, aceptada en la constitución en el artículo 2° reformado en 2001, pero negada por el Estado a los pueblos que luchan para defender su tierra, sus usos y costumbres y que se mantienen en resistencia para no formar parte de un Estado opresor, que tienen como objetivo principal homogenizar a la población, violentando así sus derechos. Este concepto ha sido y es estudiado por diversos autores, a continuación, se presentan algunas de las concepciones que surgen desde la academia. Cabe mencionar que existen diferentes posturas al respecto; por un lado, se encuentran autores que definen la autonomía de manera superficial, es decir, se ajustan a los principios del sistema capitalista, es decir, están a favor de la autonomía indígena siempre y cuando el control político y económico siga en manos de quienes detentan el poder (Díaz Polanco, López & Rivas y Luis Villoro). Porotro lado, están quienes desde una postura crítica apuestan por una verdadera reivindicación de los pueblos indígenas, ya que son ellos quienes deben decidir libremente sobre todos los aspectos de su vida (Carlos Aguirre Rojas y Carlos Lenkersdorf). 17 Estos últimos serán los referentes que se tomarán en cuenta para la presente investigación. Ya que apuestan por el reconocimiento de las naciones libres e independientes, hablan del ejercicio de la autonomía de cada pueblo, no sólo conforme a sus usos y costumbres y elección de sus autoridades, sino en todos los ámbitos: económico, de salud, educativo, cultural, etc. Así, para Díaz Polanco, la autonomía puede interpretarse de dos maneras: la primera como un “dejar hacer”, es decir, permitir a los grupos indígenas decidir sobre sus asuntos; la segunda como un régimen político- jurídico, que define como “especial” ya que implicaría que en un determinado momento los menos favorecidos reciban no igual sino más garantías, apoyos y recursos con el fin de alcanzar una igualdad real, en sus palabras: …es un régimen especial, que configura un gobierno propio (autogobierno) para ciertas comunidades integrantes, las cuales escogen así autoridades que son parte de la colectividad, ejercen competencias legalmente atribuidas y tienen facultades mínimas para legislar acerca de su vida interna y para la administración de sus asuntos (Díaz, 2006:151). Por su parte Gilberto López y Rivas, señala que el sistema autonómico comprende el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas para decidir sobre sus proyectos y así conservar su identidad. La demanda de autonomía implica que los pueblos indígenas puedan ser reconocidos como sujetos de derechos políticos colectivos e individuales, capaces de definir sus propios procesos económicos, decidir sus formas comunitarias y regionales de gobierno, su participación en los órganos de jurisdicción estatal y representación popular, el aprovechamiento de sus recursos naturales y la definición de sus políticas culturales y educativas, respetando los usos y costumbres que los dotan de identidad y les permiten resistir la hegemonía de un Estado y un régimen político que los mantiene olvidados y marginados durante siglos (López & Rivas, 2004:55). En tanto que, para Luis Villoro, es importante el reconocimiento de los derechos individuales, lo que implica la libertad de elegir la cultura, lengua, la libre asociación, respetando las diferencias de los otros, para esto es necesario reconocer el derecho de los pueblos indios a la autonomía: 18 Cuando los asociados de un mismo Estado pertenecen a comunidades culturales diferentes, debe comprender el derecho a la autonomía de dichas comunidades, incluir por lo tanto, el reconocimiento jurídico de la capacidad de cada pueblo para mantener y desarrollar su cultura, como marco en que se hace posible la autonomía de las personas: derecho al uso de su lengua, de su sistema simbólico, de sus formas de vida, derecho a la transmisión de su cultura mediante la educación, derecho a decidir sus propias instituciones sociales y políticas. Comprendería también el control de sus recursos dentro del territorio que ocupa, porque, como ha señalado Guillermo Bonfil, la capacidad de mantener una cultura no sería posible sin el control de sus medios de vida. Por otra parte, Aguirre Rojas habla de la autonomía como un proceso global que se expresa principalmente en lo político para formar otro gobierno, no obstante, comprende todas las esferas de la vida social, así, define la autonomía global como: …la restitución o el rescate integral, por parte de los sujetos sociales subalternos, de su capacidad para decidir, soberanamente, y de modo libre y voluntario, las figuras deseadas de su propia socialidad, y con ello, los modos específicos de concreción de su propia vida. Y esto, lo mismo en el ámbito de la economía que de la vida cotidiana, en la esfera cultural y en sus relaciones de género, en su metabolismo con la naturaleza y en su organización familiar, en sus relaciones políticas igual que en su arte, su educación, sus relaciones sociales o su modo de resolver los problemas de la salud, el comercio, la comunicación o el gobierno, entre muchos otros. (Aguirre, 2010:23) Finalmente, para Carlos Lenkersdorf la autonomía se compone de dos orientaciones, una interna y otra externa: La interna se caracteriza por el NOSOTROS conocido que se amplía por una extensión cósmica que incluye la diversidad biosférica, la de usos y costumbres, la convivencia con la naturaleza y la responsabilidad socio-económica. La externa… es la vinculación con la realidad del estado nacional, cuya autoridad y cuyas autoridades se reconocen, y con quien los autónomos se identifican. El reconocimiento, sin embargo, no significa sumisión sino convivencia entre iguales, reconocimientos y respeto mutuos, con la finalidad de forjar y mantener un estado nacional sólido (Lenkersdorf, 2005:100). 19 A partir de lo planteado por los autores se considera que las definiciones de Aguirre y Lenkersdorf se aproximan al concepto que tienen los pueblos indígenas sobre la autonomía. Ésta se puede entender como un sistema que permite a los pueblos indígenas elegir su forma de gobierno, así como tomar decisiones en todos los ámbitos de su vida, pues son ellos, quienes mejor conocen sus problemáticas y necesidades. Les permite ejercer sus derechos individuales y colectivos, rescatar su territorio, al cual están arraigados, sus usos y costumbres, cultura e identidad. No obstante, muchos de los pueblos indígenas de nuestro país que la han llevado a la práctica, se han encontrado con oposición y violencia, pues su lucha se asocia con la secesión, idea errónea, puesto que buscan ser reconocidos, y que sean respetadas sus formas de gobierno y organización, no formar un nuevo Estado. Al respecto Yásnaya Gil (2018) menciona: “Tomar el camino de la autonomía mediante la conformación de un Estado independiente, más allá de las dificultades prácticas, implica varias contradicciones preocupantes. El modelo al cual han resistido los pueblos indígenas es precisamente el modelo del Estado: entonces ¿por qué habremos de replicarlo?” (151). 1.2.2 Implicaciones Hay que recalcar que “no hay desde luego una sola formula autonómica (ni siquiera una definición única del concepto), sino modalidades diversas que pueden agruparse de alguna manera bajo el manto genérico de la autonomía” (Cisneros, 2004:27), ello depende de las características de quien la ejerce. Además, no es un sistema que pueda ser impuesto por alguien o en el momento que las autoridades quieran, por el contrario, son los integrantes de un pueblo indígena, quienes toman la decisión de ejercer este derecho, son ellos los que establecen a través del diálogo los acuerdos para practicarla. Asimismo, al hablar de autonomía es importante tener en cuenta la organización política y territorial de los asentamientos indígenas, ya que esta se da en diferentes niveles que va desde la comunal, el municipio y la región. En este 20 sentido, el ejercicio de este derecho no es homogéneo, tiene diferentes niveles, alcances y características (Bravo, 2009). Los rasgos específicos de la autonomía, señala Díaz Polanco (2006), estarán determinados por la historia de los grupos que la ejercerán y por el carácter socio- político del sistema en que adquiera existencia. Su fundamento es el reconocimiento de la diversidad por la que está conformada la nación y hace posible la representación democrática. En este sentido, un sistema autonómico permitiría que hubiera mayor democracia y participación de los y las indígenas en las decisiones que competen a todo el país, ya que si bien, en México se vive bajo un gobierno “democrático”, la mayoría de las decisiones son tomadas por unos cuantos, principalmentepor quienes detentan el poder y anteponen intereses particulares, lo que ha traído como consecuencia desigualdad entre la población. De manera que se abre un nuevo camino para los indígenas a través de cual pueden ser escuchados y tomados en cuenta. En esta línea, Carlos Lenkersdorf señala que “La democracia participativa y nosótrica, en efecto, es exigente para todos y cada uno. No sólo se caracteriza por reconocer a cada uno los mismos derechos, sino que obliga a cada uno a compartir las mismas obligaciones.” (2005:84). Es claro que los y las indígenas encuentran en la autonomía una forma de mantener y rescatar sus usos y costumbres, de proteger su tierra y territorio, su lengua, así como decidir su forma de gobierno, además les permite participar en la toma de decisiones, no sólo al interior de su comunidad o pueblo sino a nivel nacional. De acuerdo con David Chacón (2009:186), “La conciencia por la autonomía surge como un intento de proteger una identidad histórica, no solo grupal, sino que esa autonomía es el único vínculo de preservación de la identidad de cada individuo”. 21 1.2.3 Obstáculos Los obstáculos para la consolidación de la autonomía según Leo Gabriel y López & Rivas son “el militarismo y la doctrina de seguridad nacional, la exclusión y el racismo, las condiciones de empobrecimiento extremo, los planes de ajuste estructural y los proyectos neoliberales que buscan apoderarse de los recursos naturales de los pueblos indígenas” (2005:34). Federico Navarrete (2008) menciona que dentro de las causas por las que diversos actores se oponen a la autonomía indígena se encuentran: la fragmentación de la nación; el rompimiento del principio de igualdad jurídica de los mexicanos y terminaría con la universalidad de la ley, lo que consideran como un retroceso; además señalan que la autonomía serviría para marginar y aislar a los indígenas. Al respecto de la segmentación de la nación, Andrés Aubry menciona que: La autonomía no parte, al contrario, une con la inclusión nacional de su diferencia: “si el gobierno teme fragmentarse, debiera ver el ejemplo de otros países que reconocieron y legislaron sus autonomías y no se fragmentaron. Antes, al contrario, los que no lo hicieron se han ido partiendo en muchas partes.” Al contrario de los planteamientos del fundamentalismo étnico o del integracionismo cultural, el EZLN, al plantear “un mundo en el que quepan todos los mundos”, (“para nosotros nada, para todos todo”) reconcilia identidad y universalismo, tradición y modernidad, terruño y democracia (2002:406). Por lo tanto, son los prejuicios y estereotipos que se tienen hacia los pueblos indígenas, la supuesta superioridad de los mestizos y los intereses tanto políticos como económicos que están en juego los que no permiten que haya avances en el tema de la autonomía indígena, además de la postura que mantiene el Estado al reconocer de manera superficial este derecho en el papel y negarla en la práctica, al considerar que los y las indígenas no pueden ni saben organizarse, no obstante, su historia demuestra lo contrario. 22 1.3 Experiencias indígenas Las experiencias autonómicas no es un tema ajeno a México, pues a lo largo del territorio nacional existen pueblos indígenas que ejercen las autonomías de facto, es decir, la practican, pero no son reconocidas, a pesar de tener una base jurídica en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución de la Ciudad de México, la de Oaxaca y en Pactos Internacionales firmados por nuestro país como el Convenio 169 de la OIT. Por lo que se enfrentan a la constante represión de grupos que se oponen a dicho sistema y que tratan por diversos medios de diluir su lucha, tal es el caso de algunos estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca. Sin dejar de lado, la historia de Cherán en Michoacán, único municipio autónomo reconocido oficialmente. 1.3.1 Chiapas. Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) Desde la experiencia de los pueblos indígenas en torno al tema, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es una coyuntura en el tema de las autonomías indígenas en nuestro país, pues abrió una brecha para que este tema saliera a la esfera pública. El 1° de enero de 1994 varias comunidades indígenas del estado de Chiapas tras varios años de organización y resistencia se levantan en armas en demanda de: techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, libertad, democracia, paz y justicia. Posteriormente, en 1996 incluyen cultura e información. Ante ello, la respuesta del Estado mexicano fue una declaración de guerra por parte del ejército hacia las comunidades que se rebelaron en contra del sistema opresor, dejando una gran cantidad de presos, desaparecidos y muertos, para justificar todas estas acciones el gobierno antepuso la “integridad del país”. Después de varios días de agresiones, la sociedad civil mexicana se manifestó en una marcha sin precedentes en la plaza de la constitución de la Ciudad de México por un cese al fuego. En respuesta a este hecho se entabla un diálogo entre las partes en la Catedral de San Cristóbal de la Casas para llegar a un acuerdo de “paz”. El 11 de marzo de 23 1995 el Congreso de la Unión creo una instancia oficial integrada por diputados y senadores para coadyuvar en la búsqueda de la paz. Esta instancia es la Comisión de Concordia y Pacificación, mejor conocida como la Cocopa. En primer lugar, se establecieron las bases para el diálogo y la negociación entre el gobierno federal y el EZLN hasta agotar cuatro mesas de diálogo: “Derechos y cultura indígena”, “Democracia y Justicia”, “Bienestar y desarrollo” “Derechos de la mujer”. Después del diálogo y negociación entre el gobierno federal y el EZLN en febrero de 1996, firman los acuerdos de San Andrés que contenían demandas de los pueblos indígenas, del EZLN y algunas restricciones que impuso el gobierno; en noviembre de ese mismo año la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) elaboró una iniciativa de reforma constitucional a partir de dichos Acuerdos. Sin embargo, en el año 2000 el gobierno la rechazo y envió su propia propuesta a la Cámara de Senadores y en abril de 2001 se aprobó la Reforma Constitucional, la cual no respeta y además distorsiona los acuerdos pactados en la mesa sobre Derechos y Cultura indígena, dejando en claro que las mesas restantes no se llevarían a cabo. Uno de logros más importantes obtenidos por el EZLN, es la creación de los caracoles que “…combina e integra en la práctica la construcción del poder por redes de pueblos autónomos y la integración de órganos de poder como autogobiernos de los que luchan por una alternativa dentro del sistema”. Además de la formación de las juntas de buen gobierno donde “…las comunidades construyen las organizaciones, las organizaciones de redes mínimas de gobierno, así como las redes de alianzas mayores. En todos los casos practican el conocimiento y manejo de la política interna y externa, de barrio y de poblado, de conjunto de poblados que se integran en un municipio, de poblados y autoridades que articulan varios municipios…” (González Casanova, 2003). 1.3.2 Oaxaca. Municipio Autónomo de San Juan Copala. Después de varias décadas de lucha, organización y resistencia, en la región triqui de la mixteca baja el 1° de enero de 2007 se constituye el Municipio Libre y 24 Autónomo de San Juan Copala8, su objetivo era poner fin a los conflictos que durante años habían mantenido a sus habitantes en un contexto de opresión, así declaran: Primero. A partir del día primero de enero del año 2007 ha quedado constituido el municipio autónomo de San Juan Copala, integrado por todas las comunidades y barrios que han roto o en el futuro rompan la subordinación a las organizaciones del gobierno o ligadas a él. Segundo. Las autoridadesdel municipio autónomo de San Juan Copala son aquellas que las comunidades y barrios que integran el municipio autónomo han elegido libremente, a las cuales ha dado posesión el Concejo de Ancianos. Estas autoridades podrán ser destituidas en cualquier momento si atentan contra la voluntad del pueblo o se subordinan a las políticas del gobierno.9 Tras dos años de aparente tranquilidad, los grupos opositores al proyecto autonómico salieron a la luz atacando de diversas maneras a los integrantes que apoyaban al municipio autónomo, en 2009 causaron el desplazamiento forzado de sus habitantes y hasta el día de hoy, no permiten el retorno de los triquis a sus hogares, quienes se encuentran dispersos en diferentes Estados de la República Mexicana, luchando por justicia. 1.3.3 Michoacán. Municipio Autónomo de Cherán K'eri. El inicio de la lucha autonómica de los Purépechas en Michoacán inicia el 15 de abril de 2011, principalmente por mujeres y jóvenes cansados de la tala desmedida de sus bosques y de la violencia constante de la que eran víctima. Teniendo como coyuntura que los talamontes estaban invadiendo el ojo de agua “La Cofradía” que abastece a la población por lo que toman la decisión de poner un alto: […] llega un día cuando pues las condiciones de despojo, de robo, de discriminación, de secuestros, de levantones y de muerte, llega un momento en que decide hacer las cosas para defenderse, autodefenderse y es entonces cuando en la 8 En el capítulo 2 se ahonda en el proceso autonómico triqui. 9 Declaración del Municipio Autónomo de San Juan Copala. Consultada en: http://www.jornada.com.mx/2007/02/12/oja118-declaracion.html. el 30 de agosto de 2017. http://www.jornada.com.mx/2007/02/12/oja118-declaracion.html 25 madrugada del 15 de abril pues se lanza su grito de ¡Ya basta! El ya basta de desorganización, del ya basta de robos, el ya basta de los levantones, el ya basta de los secuestros, el ya basta de asesinatos. Es eso lo que hizo la comunidad […] El ya basta que significa para nosotros reflexión, acción, organización, concientización; eso es para nosotros esta palabra del ¡Ya basta! (Ventura, 2012). Posteriormente, encabezan un movimiento para formar un gobierno propio que plantea tres prioridades: reconstruir el territorio, demandar y obtener justicia y garantizar la seguridad comunitaria, por lo que deciden mantenerse al margen de los partidos políticos y de las elecciones de ese año, pues querían elegir a sus autoridades a través de usos y costumbres. Para ello, elaboran una solicitud dirigida al Tribunal Electoral de Michoacán demandando que sus autoridades se eligieran a través de dicho procedimiento, la respuesta obtenida fue que la institución carecía de atribuciones para resolver su demanda. Sin embargo, promueven un juicio ante el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación para la protección de sus derechos políticos electorales, respaldado por más de dos mil firmas de comuneros. Esta instancia basándose en los artículos 1° y 2° de la Constitución Política, en Pactos Internacionales, en el Convenio 169 de la OIT y en el artículo 3° de la propia Constitución de Michoacán (Ventura, 2012), emitió la resolución a favor de los purépechas de Cherán, quienes el 22 de enero de 2012 realizaron las elecciones por “usos y costumbres” y el 5 de febrero de ese mismo año tomo posesión el concejo municipal integrado por tres miembros de cada uno de los cuatro barrios que integran el municipio, convirtiéndose en el primer Municipio Autónomo con reconocimiento oficial en nuestro país. A partir de las experiencias de lucha autonómica anteriores, queda claro que el curso de cada una se genera de forma diferente, el contexto histórico es un factor determinante que guiará el camino de la misma, el desarrollo dependerá de las necesidades y problemáticas particulares de cada pueblo. Así, para los pueblos indígenas la autonomía es la forma en que ejercen su derecho a la libre determinación eligiendo a sus autoridades para poner un alto al 26 contexto de discriminación, exclusión, despojo y violencia al que han sido sometidos por siglos, además les permite defender sus derechos en todas las esferas de su vida. Cada pueblo y comunidad llevan a la práctica de forma diferente, su proceso autonómico de acuerdo a su cosmovisión, usos y costumbres, manteniéndose al margen de partidos políticos e instituciones gubernamentales. No obstante, la resistencia del Estado tanto Estatal como Federal para reconocer los gobiernos autónomos ha traído como consecuencia el desplazamiento forzado de cientos de habitantes de pueblos y comunidades indígenas, quienes siguen en pie de lucha por retornar a su lugar de origen, sin que haya una clara respuesta del gobierno para resolver dicha situación. 1.4 Desplazamiento Forzado En México, existen escasas investigaciones sobre desplazamiento forzado en comparación con otros países como es el caso de Colombia, Guatemala o Perú, donde se encuentran una cantidad importante de artículos y literatura referente al tema. Lo que indica que en nuestro país no se le da la importancia que debería a este proceso, sin embargo, debido a las problemáticas actuales que afectan a la población mexicana va adquiriendo transcendencia. 1.4.1 Definición Es necesario definir el concepto de desplazamiento forzado, así como diferenciarlo de otros términos con los cuales se podría llegar a confundir, como son: migrante, refugiado, exiliado o apátrida, entendiendo que la denominación que se le da a cada proceso va a depender de las causas por las cuales las personas salen de su lugar de origen. Como definición de desplazamiento forzado para la presente investigación se retoma la presentada en los principios rectores de los desplazamientos internos (1998): Se entiende por desplazados internos las personas o grupos de personas que se han visto forzadas u obligadas a 27 escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia habitual, en particular como resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que no han cruzado una frontera estatal internacionalmente reconocida. Ahora bien, de acuerdo con Herazo González (2015) se considera migración “…cuando se traspasa la frontera territorial que separa una comunidad de otra; pero, entendido el traslado en la dinámica de cambio de zonas, cuando se trasladan de un lugar a otro espacio territorial que tiene una cultura diferente. (…) Entre mayor sea el espacio que se deba recorrer en una movilidad poblacional, mayores serán los ajustes que deben realizar los migrantes” (27); Por otra parte, denomina refugiados a las personas que como consecuencia de guerras se ven obligados a buscar refugio en otro país. La misma autora define al Asilado como la persona que se alberga en un país, el cual le ofrece garantías y protección por su condición. Mientras que Daniel Pécaut (citado en Herazo, 2015) retomando los aportes de Hannah Arendt define apátrida como las personas que carecen de una nacionalidad legal. Para Aquino y Sánchez (2008) la migración se caracteriza por ejercer de manera libre y voluntaria el derecho fundamental de libertad de tránsito, ya sea por causas económicas, sociales, culturales, etc., con el fin de alcanzar determinados propósitos. Asimismo, diferencian desplazamiento forzado del concepto desalojo forzado, el cual se caracteriza por tener elementos de fuerza o coacción, éstos son planeados y por lo regular se anuncian con anterioridad. “Así el desplazamiento forzado en la mayoría de los casos es originado por agentes (grupos religiosos, políticos y sociales, etc.) diferentes al Estado, a diferencia de los desalojosforzados, donde siempre será clara su relación con este ente político” (Aquino y Sánchez, 2008:32) Por otra parte, los mismos autores señalan que en caso de que los desplazados se trasladen a otro país, dejarían de considerarse como tales y convertirse en refugiados definiéndolos como: aquellas personas que debido a hechos que 28 perturben el orden público, se ven obligadas a abandonar su lugar de residencia habitual para buscar refugio en otra parte fuera de su país de origen. A nivel internacional, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) considera como refugiados a las personas que huyen de conflictos o persecuciones, migrantes a quienes eligen trasladarse no a causa de una amenaza directa de persecución o muerte, sino principalmente para mejorar sus vidas al encontrar trabajo o por educación, reunificación familiar, o por otras razones. A diferencia de los refugiados, quienes no pueden volver a su país de forma segura, los migrantes continúan recibiendo la protección de su gobierno. Asimismo, el ACNUR define al asilo como una práctica mediante la cual un Estado garantiza la protección, el amparo y la asistencia de aquellas personas que han huido de su país de origen por diversas razones, generalmente relacionadas con la violación de uno o varios de sus derechos fundamentales. De acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA), un apátrida es una persona a la cual ningún Estado reconoce como nacional suyo de conformidad con su legislación interna. 10 La línea entre los conceptos antes mencionados es muy delgada, no obstante, es importante conocer e identificar los alcances e implicaciones específicos de cada uno, ya que ello nos permitirá entender la realidad en la que vivimos. De esta manera para considerar un hecho como desplazamiento forzado y no confundirlo con otros términos, es necesario comprender que se origina por la coacción y uso de la violencia, que propicia la salida forzosa de una persona o grupo de personas de su lugar de residencia ya que su vida está en riesgo y además permanece dentro de las fronteras nacionales. 1.4.2 La violencia como causa del desplazamiento forzado El desplazamiento forzado derivado por la violencia surge de los siguientes contextos: ataques y enfrentamientos armados, desalojo con violencia, temor ante 10 Consultado de www.acnur.org/noticias/noticias/2016 y www.oas.org/es/sla/ddi/apatridas.asp el 3 de febrero de 2019. http://www.acnur.org/noticias/noticias/2016 http://www.oas.org/es/sla/ddi/apatridas.asp 29 la violencia, disputas por territorio entre grupos criminales, asesinatos de defensores de la comunidad, violencia política, conflictos sociales y territoriales, así como por proyectos de desarrollo. Se pone énfasis en la violencia, ya que es una de las principales causas de desplazamiento forzado en México. Puede ser definida como “aquellos fenómenos o actos en los que se aplica un exceso de fuerza” (Baró, 2003:78), es importante entenderla como un ejercicio de poder, que puede ejecutarse de diversas maneras, por ejemplo, es utilizada por determinados grupos,11 para ejercer coerción sobre las personas, y de esta manera alcanzar objetivos que solo beneficien al pequeño sector que detenta el poder, impidiendo con ello, el desarrollo de poblaciones enteras. La violencia puede manifestarse físicamente a través de golpes, mutilaciones, violaciones, desapariciones y asesinatos; psicológicamente por medio de amenazas y represión que mantiene a las personas en un estado latente de miedo e inseguridad. De acuerdo con Martín-Baró (2003), la violencia trae consecuencias no solo para el reprimido sino también para el represor y los espectadores. En el represor, se presenta una disonancia cognoscitiva por una inconsistencia moral entre respetar o destruir las vidas ajenas, se deshumaniza y devalúa al otro, asimismo se aprende a resolver los conflictos de manera violenta; en el reprimido, hay daños físicos, frustración e impacto psicológico, este último es la huella más perdurable y buscada por el represor; en el espectador los efectos dependerán de la posibilidad que tenga de identificarse o no con el contexto y la víctima, sin embargo, hay devaluación, aprendizaje vicario, miedo, aumento de la agresividad y disonancia cognoscitiva hacia el represor. Existe, además la violencia estructural, ésta es ejercida por el propio gobierno a través de las instituciones imposibilitando que las necesidades básicas de las 11 Como el paramilitarismo, que son todos aquellos grupos creados por el gobierno que se infiltran en poblaciones o comunidades en conflicto con el fin de generar una división a través de asesinatos, cooptación de personas, entre otras. Además “…sirve a los fines de la contrainsurgencia, destruyendo o deteriorando severamente el tejido social de las comunidades” (Leo Gabriel y López y Rivas, 2005: 109). 30 personas sean satisfechas, a través de la distribución desigual de los recursos, lamentablemente, este tipo de violencia esta naturalizada por la población. La explotación de los trabajadores, sobre todo del campesino y del indígena, la continua represión a sus esfuerzos organizativos, el bloqueo factual a la satisfacción de sus necesidades básicas y a las exigencias de su desarrollo humano, todo ello como parte del funcionamiento «normal» de las estructuras sociales, constituye una situación en la que la violencia contra las personas está incorporada a la naturaleza del orden social, bien llamado «desorden organizado» o «desorden establecido» (Martín-Baró, 2003:89). 1.4.3 Cifras del desplazamiento forzado. A raíz de los altos niveles de violencia en el país, se estima que hay 329,917 personas desplazadas de 2006 a 2017, según la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH). Los estados que encabezan la lista con mayor número de desplazados son: Chiapas con 6,090, seguido de Guerrero con 5,948, Sinaloa con 2,967, Oaxaca 2,700 y Michoacán con 1,350. De las cuales 12,323 pertenecen a pueblos indígenas, teniendo como principales causas la violencia y los efectos del combate al crimen organizado12. En tanto, cifras proporcionadas por el Observatorio de Desplazamiento Interno del Consejo Noruego para Refugiados establece que actualmente en Colombia existen 6.04 millones de personas desplazadas al interior del país; en México 281 mil 400; en el Salvador 288 mil 900; en Guatemala 248 mil 500 y en Honduras 174 mil.13 A pesar de estos números, las autoridades mexicanas siguen invisibilizando el desplazamiento forzado siendo una problemática que está latente y en incremento constante año con año. En la década de los setentas la intolerancia religiosa, los conflictos comunales, las disputas por tierras y recursos naturales eran las causas principales del desplazamiento; en los noventas estos factores se combinaron con la creciente 12 Es importante recalcar que los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen el mayor número de población indígena y con altos índices de pobreza. 13 Para ampliar información véase Rubio, L & Pérez, B. (febrero, 2016). Desplazados por la violencia. La tragedia invisible. Nexos, 39(457), pág. 31 31 inseguridad que permea en el país, incrementando las cifras de personas, pueblos y comunidades desplazadas.14 En 1994, el levantamiento armado del EZLN fue una coyuntura que provocó que el Ejército Mexicano invadiera gran parte de las comunidades indígenas de Chiapas, lo que trajo como consecuencia niveles altos de violencia local, que desembocó en un gran número de desplazados indígenas. En el año 2000 con el inicio de un nuevo sexenio (Vicente Fox) se dieron cambios estructuralesy por ende una nueva agenda; ésta incluía cuestiones relacionadas con los derechos humanos por lo cual el gobierno permitió que se realizaran investigaciones por parte de organismos nacionales e internacionales acerca de la situación en la que se encontraban los desplazados, mismos que se enfocaron en la situación de Chiapas, pues las autoridades percibían el escenario como delicado. Por invitación del Gobierno mexicano, el representante del Secretario General de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) el señor Francis Deng realizó una visita oficial a nuestro país del 18 al 28 de agosto de 2002. El objetivo era conocer la situación de los desplazados internos y entablar un diálogo con las autoridades para valorar y formular recomendaciones con el fin de mejorar la respuesta nacional e internacional respecto al tema. En este sentido el representante de la ACNUR expresó las siguientes recomendaciones:15 • Acelerar la adopción y aplicación de políticas para los desplazados internos • Recolectar datos para conocer la magnitud del problema • Coordinación de las autoridades para abordar más eficazmente la crisis • Aumentar la protección y asistencia prestadas a los desplazados • Facilitar acceso humanitario seguro al sitio donde se encuentran los desplazados • Asistencia para el regreso, el reasentamiento o la integración local • Cooperar con la comunidad internacional 14 Informe especial de Desplazamiento forzado interno del CNDH. 15 Para ampliar información véase Zebadúa, E. (Coord.) (2004). Desplazados internos en México. México: Grupo Parlamentario del PRD. Cámara de Diputados Congreso de la Unión LIX Legislatura. 32 • Fortalecer la intervención de la ONU • Difundir los principios rectores para el desarrollo de políticas y programas nacionales • Buscar soluciones al conflicto En 2004 de acuerdo con el diagnóstico realizado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas se reportó que había entre 3,000 y 60,000 desplazados (datos no oficiales), ante esto, el gobierno mexicano incluyó la problemática del desplazamiento forzado en el Programa Nacional de Derechos Humanos 2004-200816. Sin embargo, la estrategia de seguridad que en el año 2006 puso en marcha el entonces presidente Felipe Calderón fue una declaración de guerra directa contra el narcotráfico, en la que participaron el Ejército Mexicano, la Marina, la Policía Federal y las Policías Locales, siendo la población civil la más afectada por el fuego cruzado entre el narcotráfico y el Gobierno. El gran número de desplazados es uno de los daños colaterales que ha dejado esta guerra sin sentido, pero que el gobierno solo reconoció como un problema menor. La realidad es que el desplazamiento forzado es un fenómeno que existe en México y desafortunadamente las cifras van en constante aumento. Uno de los sectores que se ve más afectado son los indígenas, quienes se ven obligados a dejar su lugar de origen por la amenaza constante de grupos armados que quieren reprimir las luchas que organizan por la defensa de sus derechos, tierra, territorios, etc. Como sucedió por ejemplo con muchas comunidades en Chiapas en el año 1994 o en Oaxaca con los triquis del Municipio Autónomo de San Juan 16 El objetivo de este programa es promover el establecimiento de criterios uniformes entre el gobierno federal, las entidades federativas y la sociedad civil en general para elaborar un diagnóstico nacional sobre los desplazados internos en el país. Diseñar y ejecutar una política y atención gubernamental sobre el desplazamiento interno; impulsar el debate sobre el marco legal que debe regir el desplazamiento interno con el fin de crear un ordenamiento jurídico que brinde la protección adecuada a esta población y de promover políticas públicas de asistencia, atención y retorno seguro de los desplazados internos. En: Programa Nacional de Derechos Humanos 2004-2008, disponible en: http://www.ohchr.org/documents/issues/nhra/mexico_sp.pdf Consultado el 26 de septiembre del 2017. http://www.ohchr.org/documents/issues/nhra/mexico_sp.pdf 33 Copala en 2009, a quienes ahora no solo se les discrimina por ser indígenas sino también por ser desplazados. 1.4.4 Proceso de desplazamiento forzado. El proceso del desplazamiento se divide en cuatro momentos: expulsión, transito, recepción y/o retorno. La primera etapa, corresponde al período de expulsión o huida se da cuando los niveles de violencia ponen en riesgo la vida de los habitantes, por lo cual se ven obligados a salir de sus hogares. “En el proceso de huida sufren el despojo de sus tierras, con lo que comienza un proceso de desarraigo cultural. Pero la trama de los grupos vulnerables no queda solo en el acto de huir, sino que se convierte en un estigma social que induce a conjeturas sobre la afinidad política y la asociación e identificación con el grupo enemigo” (Herazo, 2015: 60). La segunda etapa, que corresponde al tránsito, consiste en el proceso de movilización donde el indígena desplazado busca un espacio para resguardarse. Durante este trayecto puede pasar por varios lugares hasta llegar a la comunidad receptora donde se establecerá permanentemente o hasta el momento de su retorno, la cual puede ser un pueblo aledaño o la ciudad. En la etapa de recepción los desplazados tienden a invisibilizarse dentro de la población receptora, a causa de diversos factores, Laura Rubio y Brenda Pérez (2016) señalan que esto se debe a la forma gradual en que llegan al lugar de recepción, a las barreras normativas existentes por parte del poder que impiden que este proceso sea identificado como tal. Al llegar a la ciudad, el desplazado trae consigo conocimientos adquiridos y roles establecidos de su comunidad de origen, al salir abruptamente de ella se enfrentan a una realidad totalmente desconocida, donde las pautas culturales son diferentes y donde es considerado como un extraño. Al respecto Serna Ramírez (2007:200) señala que: Estando en la ciudad, el desplazado comienza a vivir una situación en la que se confunde el presente con el pasado, en la que hay 34 sincretismos culturales y pérdida de la confianza, pues como plantea Aguilera Torrado (2000), el desplazado no logra encontrar un espacio para elaborar y superar tantas pérdidas, lo cual lleva a que su pasado se congele, puesto que su nueva situación, le imposibilita asumir el presente, construir el futuro y un proyecto de vida individual y social. De acuerdo con Herazo González, las condiciones a las que se enfrentan los indígenas desplazados son: “la desigualdad, el hambre, falta de un techo, falta de trabajo; el proceso de aculturación con pérdida de identidad; la poca competitividad frente a un mercado laboral globalizante, que busca mano de obra calificada (siendo el desplazado, víctima de la marginación por su bajo nivel de escolaridad y escasa calificación laboral)” (2015:158). No hay que olvidar que muchas de estas situaciones son vividas por los pueblos indígenas en su lugar de origen, ya que el contexto en el que se encuentran está lleno de carencias, a pesar de esto, su identidad no es trastocada. Sin embargo, al ser desplazados su situación empeora y son sometidos a un proceso de aculturación. Por su parte Serna Ramírez (2007:193) menciona que “...cuando hay un desarraigo abrupto de su territorio, la permanencia de la identidad se encuentra en juego, como quiera que la persona se debe transportar a un territorio nuevo, donde será concebido como extraño, y comenzará el juego de la resistencia y la adaptación. La irrupción masiva y desprogramada de personas en nuevos territorios va a generar conflictos y una de esas dificultades es la preservación de la identidad”. En los lugares
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