Logo Studenta

Sentido-del-nosotros-los-triquis-de-San-Juan-Copala--de-la-autonoma-al-desplazamiento-forzado

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

TESIS 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE 
 LICENCIADA EN PSICOLOGÍA 
 
 
 PRESENTAN: 
 Syeni Helena Gudiño Alvarado 
 Adriana Pérez Guerrero 
 
 
 
 
 
 
 
 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 DIRECTORA: Dra. Katherine Isabel Herazo González 
 REVISOR: Dr. Carlos Antonio Aguirre Rojas 
 
 Ciudad Universitaria, Cd. Mx., 2019. 
FACULTAD DE PSICOLOGÍA 
Sentido del nosotros, los triquis de San Juan Copala: 
De la autonomía al desplazamiento forzado 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
Índice 
 
Introducción………………………………………………………………………………………………………………………. 
 
 
1 
Capítulo 1. Aproximaciones teóricas del Sentido del Nosotros, Autonomía y 
 Desplazamiento forzado …………………………………………………………………………………… 
 
 
 4 
1.1 Aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del Nosotros……………………………… 6 
1.1.2 Antecedentes……………………………………………………………………………………………… 7 
1.1.3 Definición……………………………………………………………………………………………………… 9 
1.2 Autonomía ………………………………………………………………………………………………………………… 13 
1.2.1 Saberes conceptuales de la autonomía………………………………………………………… 16 
1.2.2 Implicaciones………………………………………………………………………………………………… 19 
1.2.3 Obstáculos…………………………………………………………………………………………………… 21 
1.3 Experiencias indígenas………………………………………………………………………………………………… 22 
1.3.1 Chiapas. Ejército Zapatista de Liberación Nacional………………………………………… 22 
1.3.2 Oaxaca. Municipio Autónomo de San Juan Copala………………………………………… 23 
1.3.3 Michoacán. Municipio Autónomo de Cherán K'eri………………………………………… 24 
1.4 Desplazamiento forzado……………………………………………………………………………………………… 26 
1.4.1 Definición……………………………………………………………………………………………………… 26 
1.4.2 La violencia como causa del desplazamiento forzado…………………………………… 28 
1.4.3 Cifras del desplazamiento forzado………………………………………………………………… 30 
1.4.4 Procesos de desplazamiento forzado…………………………………………………………… 33 
1.4.5 Consecuencias del desplazamiento forzado…………………………………………………… 35 
1.4.6 Panorama actual del desplazamiento forzado………………………………………………. 37 
 
Capítulo 2. Municipio Autónomo de San Juan Copala……………………………………………………… 
 
 
41 
2.1 Zi san (el originario o el del lugar) ………………………………………………………………………………… 42 
2.2 El idioma triqui…………………………………………………………………………………………………………… 46 
2.3 De municipio a Agencia Municipal……………………………………………………………………………… 47 
2.4 Organización interna…………………………………………………………………………………………………… 48 
2.5 Migración y desplazamiento forzado triqui………………………………………………………………… 49 
2.6 Lucha autonómica triqui. Antecedentes (el café) ………………………………………………………… 51 
2.7 Movimientos y organizaciones triquis………………………………………………………………………… 52 
2.7.1 El CLUB………………………………………………………………………………………………………… 53 
2.7.2 Movimiento de Unificación y Lucha triqui (MULT)………………………………………… 53 
2.7.3 Unidad de Bienestar social para la Región Triqui (UBISORT)………………………… 54 
2.7.4 Partido Unidad Popular (PUP)……………………………………………………………………… 55 
2.7.5 Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULT-I) ……………… 56 
2.8 Municipio Autónomo…………………………………………………………………………………………………… 59 
2.8.1 El inicio del cerco………………………………………………………………………………………… 61 
2.8.2 Detonante…………………………………………………………………………………………………… 62 
2.9 Desplazamiento forzado por ser autónomos………………………………………………………………… 65 
2.10 Etapa de recepción y/o retorno del desplazamiento forzado……………………………………… 66 
 
Capítulo 3. Método……………………………………………………………………………………………………………. 
 
69 
 
 
3.1 Definición del discurso testimonio……………………………………………………………………………… 70 
3.2 Características del discurso testimonio………………………………………………………………………… 71 
3.3 Construcción del discurso testimonio…………………………………………………………………………… 73 
3.3.1 Elaboración del guion de entrevista……………………………………………………………… 73 
3.3.2 Características de los participantes……………………………………………………………… 74 
3.3.3 Búsqueda de los emisores……………………………………………………………………………. 74 
3.3.4 Aplicación de entrevistas……………………………………………………………………………… 75 
3.3.5 Transcripción de entrevistas, elaboración y análisis de los discursos 
testimonios……………………………………………………………………………………………………………. 
 
 76 
 
Capítulo 4. Resultados………………………………………………………………………………………………………. 
 
 
78 
4.1 Mi pueblo San Juan Copala ………………………………………………………………………………………… 78 
4.2 Aquí en el corazón de Oaxaca……………………………………………………………………………………… 91 
4.3 Durante el apoyo a Municipio Autónomo de San Juan Copala……………………………………… 98 
4.4 Análisis de resultados…………………………………………………………………………………………………… 111 
 
Conclusiones……………………………………………………………………………………………………………………… 
 
 
127 
Bibliografía………………………………………………………………………………………………………………………… 133 
Anexo………………………………………………………………………………………………………………………………… 
 
140 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 
 
Introducción 
La presente investigación surge de la necesidad de dar a conocer las luchas 
autonómicas de los pueblos indígenas que por siglos han sido invisibilizadas por el 
sistema capitalista. Tal es el caso del pueblo triqui de San Juan Copala quien se 
caracteriza por una historia de lucha y resistencia para buscar la paz, encontrando 
en la autonomía la solución; por lo que el 1° de enero de 2007 se declaran como 
Municipio Autónomo, no obstante, 2 años después de su declaración, su proyecto 
es abruptamente interrumpido por la violencia ejercida por grupos paramilitares, lo 
que ocasiona el desplazamiento forzado de los habitantes. 
Para comprender las luchas autonómicas, es necesario alejarnos del 
individualismo que permea a la sociedad actual, para entender el pensamiento y 
actuar nosótrico que rige la vida de los pueblos indígenas. En este sentido, la 
Psicología social comunitaria comprometida con aquellos sectores que a lo largo 
de la historia han sido oprimidos, busca nuevas formas de conocer su realidad a 
través de una perspectiva crítica que se aleje de la investigación tradicional, 
optando por enfoques donde se trabaje desde y para la comunidad, promoviendo 
las relaciones horizontales y respetando sus formas de organización comunitaria. 
En este sentido, las aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del 
nosotros planteadas por Herazo González (2018), permiten comprender cómo los 
pueblos indígenas viven, sienten, vocalizan y son conscientes del nosotros, para 
dar cuenta de cómo construyen y dan sentido a su existir desde el plano colectivo, 
así, a través de esta propuesta se pueden entender los procesos autonómicos de 
los pueblos indígenas y sus consecuencias desde la propia experiencia de 
quienes lo viven. Para ello, es necesario utilizar un método como el discurso 
testimonio que les da voz a los actores sociales para denunciar aquellas 
situaciones de opresión que han vivido y que por una u otra razón han mantenido 
en silencio. Y de esta manera rescatar sus experiencias para que no queden en el 
olvido. 
Así, a través de discursos testimonios, habitantes triquis que actualmente se 
encuentran desplazados relatan cómo vivieronel proceso autonómico, los factores 
2 
 
que causaron su desmantelamiento y las consecuencias que esto trajo, lo que en 
conjunto permite entender el papel que juega el nosotros para la consolidación del 
proyecto autonómico y qué pasa con éste, en el proceso de recepción y/o retorno 
del desplazamiento forzado, pues es un proceso que atraviesa todas las esferas 
de su vida. El presente trabajo se encuentra estructurado de la siguiente manera: 
En el capítulo 1, se abordan los referentes teóricos-conceptuales en torno al 
sentido del nosotros, autonomía y desplazamiento forzado. Se revisan los 
planteamientos de Herazo González (2018), Carlos Lenkersdorf (2005) y Aguirre 
Rojas (2015) para dar cuenta del nosotros en los pueblos indígenas. 
Posteriormente, se presentan las definiciones de autonomía que plantean Díaz 
Polanco (2006), López & Rivas (2004), Luis Villoro, Aguirre Rojas (2010) y Carlos 
Lenkersdorf (2005); además de las experiencias autonómicas indígenas de San 
Juan Copala (2007), Cherán (2011) y el EZLN (1994). Para finalizar con el 
concepto de desplazamiento forzado, causas, consecuencias y el marco legal que 
hay al respecto. 
El capítulo 2, se enfoca en el pueblo triqui de San Juan Copala ubicado en el 
estado de Oaxaca, México. En la primera parte se abordan aspectos generales del 
pueblo y la vida triqui; en la segunda parte se hace un recuento histórico de sus 
organizaciones políticas y cómo éstas polarizan al pueblo generando la 
organización del proyecto autonómico; por último, se presenta la fase autonómica 
y cómo ésta se ve interrumpida por la violencia culminando con el desplazamiento 
forzado de los habitantes. 
En el capítulo 3, se hace referencia al discurso-testimonio, método utilizado para 
comprender cómo el desplazamiento forzado influye en el sentido del nosotros de 
los triquis; asimismo, se especifican los pasos a seguir para la construcción y 
análisis de los testimonios. 
En el capítulo 4, se presentan los discursos-testimonios de los emisores 
desplazados y el análisis de éstos, a través de los cuales se obtuvieron hallazgos 
donde se identifica que, durante el periodo autonómico, la organización del pueblo 
triqui permitió que los componentes del sentido del nosotros (vivir, sentir, vocalizar 
3 
 
y conciencia) se fortalecieran. Empero, estos elementos se vieron trastocados al 
estallar nuevamente la violencia, lo que culminó con un desplazamiento forzado 
que debilitó el sentido de nosotros y fragmentó a la población, visualizando el 
retorno a sus hogares muy lejano y casi imposible que el proyecto autonómico 
vuelva a generarse. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
4 
 
CAPITULO 1 
Aproximaciones teóricas del sentido del nosotros, autonomía y 
desplazamiento forzado 
A lo largo de Nuestra América existe una gran diversidad de pueblos y 
comunidades indígenas1 que nos enriquecen con sus lenguas, culturas, usos y 
costumbres; sus habitantes resisten las consecuencias del neoliberalismo, al ser 
uno de los sectores más oprimidos de una sociedad que los invisibiliza y para 
quienes en el imaginario social los considera como un retroceso, pues a partir de 
la conformación del Estado-nación se plantea la idea de “…un poder soberano 
único sobre una sociedad supuestamente homogénea, que se compondría de 
individuos iguales en derechos, sometidos al mismo orden jurídico” (Villoro: 1998 
79-80) dejando de lado la diversidad por la que está compuesta el Estado y 
anteponiendo la unidad nacional como idea del modernismo. 
De acuerdo con Yásnaya Gil (2018) “…estos Estados construyeron prácticas y 
narrativas homogeneizantes que niegan la existencia misma de otras naciones, 
naciones con lengua, territorio y pasado común.” (140), que habitan a lo largo y 
ancho del país, las cuales representan un obstáculo, pues ponen en entredicho el 
proyecto impuesto por el Estado al hablar de México como una sola nación. 
Como consecuencia las poblaciones indígenas fueron relegadas a un segundo 
plano y sometidas a “… una dominación que tiene dos caras: la dominación física 
y la dominación cultural” (Ordoñez, 2007:49-50). La primera a través del despojo 
de sus tierras, considerándola también como dominación económica; la segunda, 
mediante los procesos de aculturación e integración. De esta manera, los 
indígenas quedan inmersos en un Estado que violenta sus derechos, no sólo 
 
1 Para Cristecu, citado en Villoro, 1998 plantea: “... las Naciones Unidas toman en cuenta al menos dos 
características para aplicar el concepto de pueblo a una entidad colectiva: poseer <<una identidad evidente 
y características propias>> y además <<una relación con un territorio, aun si el pueblo en cuestión hubiera 
sido expulsado injustamente de él y reemplazado por otra población>>”. 
En cuanto a comunidad se refiere, Serna plantea que las comunidades efectivamente juegan un papel muy 
importante en la reproducción de las identidades étnicas y como núcleo de resistencia frente a los procesos 
de globalización cultural. Por ello, los enfoques comunitaristas proliferan a nivel mundial; sin embargo, el 
termino que más se ha defendido últimamente en América Latina, tanto por intelectuales y académicos, 
como por los propios dirigente indios, es decir, el de pueblos indios. 
5 
 
individuales sino también colectivos. Sin embargo, este sometimiento, no surge 
con la conformación del Estado-nación, si no está presente desde la Conquista. 
Frente a esta situación, los pueblos indígenas han resistido y luchado por más de 
500 años, lo que ha dado como resultado la formación de una demanda social: la 
autonomía, la cual abre una posibilidad que les permite a los indígenas acabar con 
el contexto de exclusión y opresión al que por años han sido sometidos. En 
México, el 1° de enero de 1994 fue un parteaguas en este tema, pues el 
levantamiento armado del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional irrumpió en la 
esfera pública haciendo visible la situación en la que viven los pueblos indígenas 
por lo que le declaran la guerra al Estado mexicano y demandan justicia, libertad y 
democracia para los pueblos. 
A partir de este momento, muchos son los pueblos indígenas que se unen a la 
lucha, su camino ha sido largo y lleno de obstáculos, marcado por la represión e 
impunidad; han tenido que enfrentar violencia, discriminación, asesinatos, 
desapariciones, violaciones físicas y a sus derechos, migración y desplazamientos 
forzados, no obstante, siguen en pie de lucha, se organizan y movilizan desde el 
nosotros del que habla Lenkersdorf (2005), para reivindicar su derecho a la libre 
determinación y autonomía. 
El nosotros … ha puesto de manifiesto que hay una sociedad que 
domina, cuya dominación se expresa al no reconocer a los 
indígenas como iguales, sabedores de conocimiento que la 
sociedad desconoce, y que hacen falta para ser una sociedad de 
ciudadanos con derechos iguales. La sociedad está dividida entre 
dominantes y dominados y éstos, justamente, se encuentran entre 
los NOSÓTRICOS, que pueden ser tojolabales o de otros pueblos 
originarios (Lenkersdorf, 2005: 40). 
Tal es el caso del pueblo triqui de San Juan Copala, quienes en el año 2007 se 
declaran como Municipio Autónomo, es un pueblo que se ha caracterizado por su 
constante lucha para encontrar la paz en la región, encontrando en la autonomía 
la solución a sus problemáticas, sin embargo, esto trajo como consecuencia el 
desplazamiento forzado del pueblo debido al incremento de la violencia por parte 
de las organizaciones que se oponían al proyecto autonómico. 
6 
 
En este sentido, para comprender la lucha del pueblo triqui y los efectos que trajo 
consigo el desplazamiento forzado, se revisaran los siguientes referentes teóricos, 
en primera instancia del sentido del nosotros, pues el nosotros permea todas las 
esferas de su vida colectiva, lo quepermitirá comprender el porqué de su lucha 
autonómica; continuando con el concepto de autonomía (tanto desde la 
perspectiva académica como de las experiencias de los pueblos indígenas) para 
entender cuáles son sus implicaciones y cómo la vivió el pueblo triqui, para 
finalizar con el término de desplazamiento forzado y sus alcances, ya que éste, 
representó el fin de su proyecto de su autonómico y un cambio total en su vida. 
1.1 Aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del Nosotros 
El estudio del Sentido del nosotros nace de la necesidad de comprender a los 
pueblos y comunidades indígenas. De transformar la visión occidental de la 
investigación, pues implica desprenderse de prejuicios e ideas en torno a la forma 
en que son pensados, vistos y estudiados los indígenas, quienes generalmente 
son considerados como objeto de estudio, siendo los investigadores quienes 
poseen el conocimiento. 
No obstante, Lenkersdorf plantea que “…hay que admitir que los indios 
representan una realidad no sólo antigua, sino que saben de principios 
organizativos, políticos, sociales y culturales propios de la larga duración. Son 
esos mismos principios los que nos pueden enseñar mucho que nos hace falta 
saber, y que sólo aprenderemos si aprendemos a dialogar con los indios” 
(2005:259). 
Si bien dentro de la Psicología social comunitaria2 existe un extenso marco teórico 
a partir del cual se estudia a las comunidades, algunas de las teorías 
 
2 Su sujeto de estudio es la comunidad, de acuerdo con la revisión teórica de Sánchez Vidal (2009) sobre la 
definición de comunidad, es un concepto polisémico, pues han sido muchos los autores e investigaciones 
que se han enfocado en su conceptualización y en los procesos que se generan dentro de ella (Herazo, 
2014), pues es el espacio de socialización de las personas, donde se comparten valores, creencias, ideas, 
símbolos, etc. 
 
7 
 
desarrolladas son pensadas desde y para contextos occidentales totalmente 
diferentes al contexto indígena, que no toman en cuenta características 
particulares y aspectos fundamentales de cada uno para dar cuenta de su 
realidad. 
Además, los diversos procesos que enmarcan el contexto de la sociedad actual, 
tales como la industrialización, la globalización y el neoliberalismo han traído como 
consecuencia formas de pensar y actuar individualistas que no permiten mirar y 
además tratan de negar aquellas realidades donde el nosotros aún está presente: 
los pueblos indígenas. 
1.1.2 Antecedentes 
Antes de ahondar en las aproximaciones a la construcción teórica del Sentido del 
nosotros es necesario conocer brevemente las investigaciones a partir de los 
cuales se fundamenta. 
Carlos Lenkersdorf (2005) al adentrarse al mundo de los pueblos indígenas 
mayas ubicados en Chiapas (tojolabales, tzeltales y tzotziles) encontró dentro de 
su idioma la repetición constante del prefijo tik, el cual, traducido al castellano 
significa nosotros. Un nosotros que no sólo está presente en ese aspecto, sino es 
el eje a partir del cual se construye y se entiende la vida y el actuar de los 
pueblos. 
Esta concepción del nosotros “no niega la individualidad de ninguno de los 
constituyentes. Cada uno es necesario organísmicamente. La pertenencia al todo 
organísmico conforma el actuar de cada individuo. Por ello cada uno habla en 
nombre del nosotros y no de sí mismo” (Lenkersdorf, 2005:32). El proceso de 
nosotrificación3 comienza desde el nacimiento y se va construyendo a través de la 
educación. 
Es una forma de pensar y actuar contraria a la de la sociedad occidental, en la 
que predomina el individualismo. Desde esta perspectiva, se proyectan relaciones 
 
3 “De acuerdo con Lenkersdorf (2002, p.29) es el proceso a través del cual, el individuo incorpora a los otros 
como parte de sí, y logra definirse a partir de ellos. Es el momento en que el sujeto deja de pensarse como 
un ser aislado del mundo para adquirir conciencia de su articulación a un todo mayor” (Herazo, 2018:71). 
8 
 
horizontales en todos los ámbitos de la vida. El pensamiento nosótrico no es 
exclusivo de la cultura maya, pues también se encuentra presente en otros 
pueblos indígenas. 
Por otra parte, una de las teorías que se utiliza para el estudio de los procesos 
que se dan dentro de la comunidad es el Sentido de comunidad, propuesto por 
McMillan & Chavis en 1986. Emana de los estudios que hace Seymour Sarason 
sobre el Sentido Psicológico de Comunidad (1974). De acuerdo con Isabel 
Hombrados (2011) este último hace referencia a la experiencia individual; y el 
Sentido de Comunidad al análisis grupal. 
El Sentido de comunidad es definido por McMillan & Chavis (1986) como “un 
sentimiento que los miembros tienen de pertenencia, un sentimiento de que los 
miembros son importantes para los demás y para el grupo, y una fe compartida en 
que las necesidades de los miembros serán atendidas a través del compromiso 
de estar juntos” (Herazo, 2014:37). Incluyendo los siguientes componentes: 
membresía, influencia, integración y satisfacción de necesidades y conexión 
emocional compartida. 
Sin embargo, Herazo González a partir de diversas investigaciones que realiza 
sobre el Sentido de comunidad en pueblos originarios de Chiapas (2008-2011), la 
Ciudad de México (2012-2015 y 2016-2018) y Perú (2017-2018) encuentra que 
éste, no toma en cuenta aspectos esenciales para comprender la vida de estos 
pueblos, tales como: la cultura, el idioma, el contexto histórico, ni sus 
cosmovisiones. 
Por lo que señala que “…es necesario hablar de un sentido de comunidad que 
reivindique el sentido del nosotros, donde se recupere lo colectivo, no entendido 
como un nosotros diferenciado, sino recuperado desde las semejanzas; es decir, 
donde la persona se rescata desde el horizonte nosótrico, no como algo diluido de 
su individualidad –del yo, del tú, del él o del ella- sino como parte constitutiva de la 
colectividad” (Herazo, 2014:40). 
 
9 
 
1.1.3 Definición 
Así, siguiendo los estudios de Carlos Lenkersdorf sobre la nosotredad, la 
experiencia en diversas investigaciones realizadas con pueblos indígenas sobre el 
sentido de comunidad (McMillan & Chavis, 1986), y retomando el concepto de 
comunalidad4 propuesto por Jaime Martínez y el mixe Floriberto Diaz, Katherine 
Herazo González realiza una aproximación teórico-conceptual del Sentido del 
nosotros (2018), el cual define como: 
…la expresión en los pueblos originarios de concebirse, ser, vivir, 
sentirse, hablar y tener conciencia del nosotros como un todo 
inmanente e histórico. Desde el nosotros se explica la vida 
colectiva, se expresa la esencia de la comunalidad y, a la vez, se 
delimita quienes hacen parte de ella. Además, consiste en la 
manera particular que tienen todos los miembros de la 
comunalidad de comprender cómo el nosotros absorbe a la 
persona, de manera que requiere su incorporación al nosotros. Es 
sentirse perteneciente a la comunalidad y, desde ella, conformar 
el pensamiento y el actuar de lo colectivo (64). 
El sentido del nosotros, de acuerdo a la autora, se expresa a partir de cuatro 
elementos: vocalizar el nosotros, sentir el nosotros, vivir el nosotros y la conciencia 
del nosotros, a continuación, se explicará cada uno de los componentes: 
A. Vocalizar el nosotros 
Hace referencia al uso predominante de la palabra nosotros en una determinada 
lengua, tomando en cuenta las diferencias semánticas y sintácticas que esta 
palabra tenga en cada cultura, ya que adquiere un sentido y significado distinto en 
cada una de las lenguas que hablan los pueblos indígenas. De acuerdo con 
Lenkersdorf (2005) “Las lenguas guardan y manifiestan el alma de los pueblos” 
 
4 La comunalidad “(…) es una ideología de identidadque descubre “la especificidad india es su ser comunal 
con raíces históricas y culturales propias y antiguas, a partir de las cuales se busca orientar la vida de los 
pueblos como pueblos” (Maldonado, 2002). (…) Es el resultado de los sujetos-agentes que consideran que 
pertenecen a un colectivo sociopolítico por compartir un repertorio simbólico-cultural y una orientación 
común hacia la acción. (…) La comunalidad muestra la emergencia de un concepto construido desde las 
bases populares como expresión de lucha e inclusión de la diversidad de pensamientos, pues los indios, a 
través de un sentido crítico y consciente de su historia… y se determinan como pueblos originarios, con su 
significado y acción desde su proyecto colectivo” (Herazo, 2018:22). 
10 
 
(28), en este sentido “… es necesario dejar de lado las reglas y concepciones de 
nuestro idioma castellano” (Herazo, 2018:65) para conocerla y comprenderla. 
Al respecto Lenkersdorf (2005) señala que “…aunque semánticamente coinciden 
las palabras de un idioma con las de otro, las diferentes estructuras sintácticas 
dices más que las meras palabras aisladas nos quieren comunicar” (107). Además 
“la pragmática como función que cumple el nosotros en la práctica dependerá del 
contexto especifico y étnicamente diferenciado de donde se use” (Herazo, 
2018:65). 
El vocalizar el nosotros surge en la vida cotidiana de los pueblos a través de la 
recuperación y transmisión oral de las tradiciones, leyendas, rituales y 
celebraciones lo que permite estrechar vínculos entre los miembros del pueblo y 
generar una identidad colectiva. 
B. Sentir el nosotros 
Alude a la vivencia colectiva de los sentimientos en los pueblos, es decir, aunque 
“el sentimiento es captado por el sujeto, su vivencia es colectiva, de tal suerte que 
la gran mayoría de los integrantes de los pueblos se reconocen como parte de la 
comunalidad, tienen un mismo sentir sobre sus celebraciones y se refieren a ello 
cuando hablan en primera persona del plural: nosotros sentimos” (Herazo, 
2018:67). También, implica compartir las emociones que permiten percibir alguna 
situación o persona. 
El sentir el nosotros fortalece los lazos afectivos y el sentido de pertenencia a una 
comunalidad, lo cual da identidad a los miembros del pueblo. 
C. Vivir el nosotros 
Es a partir de este elemento que se orientan las prácticas, creencias y 
percepciones de la vida comunal, en los pueblos “existe la idea de vivir en común 
acuerdo y trabajar colectivamente de tal modo que la idea del sujeto yo occidental 
es transformada en la del nosotros” (Hernández, 2013 citado en Herazo, 2018:69). 
11 
 
En este sentido, las diversas formas de organización y participación de la 
comunalidad son las que dan cuenta de él, tal es el caso del tequio y la faena, ya 
que “en el trabajo comunal se teje la ética de la vida basada en la reciprocidad, la 
dignidad y el buen vivir de la nosotrificación. Se entiende así el vivir como un 
hacer, sentir y ser desde la articulación colectiva del nosotros” (Herazo, 2018:70). 
Asimismo, está presente en el ciclo festivo de los pueblos donde la participación 
de la comunalidad es muy importante para llevar a cabo sus celebraciones, 
Herazo (2018) señala que “…el intercambio simbólico es lo que permite que un 
pueblo originario sea lo que es y pueda construir y reconstruir el vivir el nosotros 
como fundamento de su existir en un todo, así como compartir tradiciones, cultura 
y lenguaje” (72). 
D. Conciencia del nosotros 
Se basa en un proceso de acción-reflexión colectiva a través de la cual los 
miembros de un pueblo buscan resolver sus problemáticas y necesidades en 
conjunto, compartiendo valores, creencias y buscando el cambio desde la 
nosotrificación. 
Herazo (2018) plantea que “el proceso de concientización del nosotros se da 
mediante el diálogo constante que problematiza la existencia de cada miembro del 
pueblo como parte integrante de la comunalidad” (74). Misma que es concebida a 
partir de valores como el respeto, compromiso, solidaridad, cooperación y 
reciprocidad que se viven en la comunalidad. 
En esta línea, el sentido del nosotros permite comprender cómo los pueblos 
indígenas construyen su realidad a partir de los conocimientos y elementos 
etnoculturales que caracterizan a cada uno; también conocer cuáles son sus 
problemáticas y cómo las solucionan desde el plano colectivo, desde la 
comunalidad. 
El pensamiento nosótrico y milenario característico de los pueblos indígenas, que 
el individualismo predominante en la sociedad ha querido ocultar, se ve 
materializado en su historia, leyendas, festividades, asambleas, trabajo 
12 
 
comunitario, etc. El nosotros atraviesa aspectos sociales, culturales, políticos y 
económicos, a través de él se rige la vida de los pueblos. Por ello, “... hay que 
pasar del yo que pretende entender la psique individual, al nosotros para conocer 
la psique colectiva en los pueblos originarios, ya que el nosotros es hacer, sentir y 
pensar desde la comunalidad como un yo social” (Herazo, 2018:59). 
Por su parte, Carlos Aguirre (2015) en su texto La muerte (simbólica) del 
Subcomandante Insurgente Marcos y el nosotros colectivo neozapatista, señala 
que el nosotros en el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), “... se 
alimenta doblemente, primero de las antiguas cosmovisiones mayas del mundo, 
pero también y, en segundo lugar, de la experiencia esencial de las luchas y los 
avances de los principales movimientos anticapitalistas de las últimas catorce 
décadas…” (Aguirre, 2015: 149). 
En este sentido, el nosotros y la conciencia crítica también juegan un papel 
importante en las luchas y movimientos organizados por los pueblos indígenas, 
pues están generando procesos organizativos donde priman las relaciones socio-
políticas horizontales, que tiene como objetivo acabar con la exclusión y el poder 
centralista, ya que actualmente “… no es ya lógico ni útil, ni tampoco necesario, 
continuar reproduciendo en el seno de los movimientos genuinamente 
anticapitalistas y antisistémicos, las viejas divisiones entre los que piensan y los 
que ejecutan, entre los que deciden y los que acatan…” (Aguirre, 2015:154-155). 
Al respecto, Lenkersdorf (2005) apunta que el gobierno no quiere un pueblo que 
se organice nosótricamente, que sabe lo que quiere, sus responsabilidades y las 
de su gobierno, sino un pueblo sumiso que acepte su forma de pensar y actuar 
para seguir controlando y mantener el poder. No obstante, los y las indígenas 
siguen resistiendo y luchando para ejercer su derecho a la autonomía, pues han 
demostrado que saben organizarse y autogobernarse. 
Por lo tanto, desde la propuesta teórica del sentido del nosotros de Herazo (2018) 
y la perspectiva de Aguirre (2015) y Lenkersdorf (2005) del nosotros, se puede 
comprender cómo organizan y viven los procesos autonómicos los pueblos 
indígenas, ya no desde la perspectiva del investigador, sino a partir de la propia 
13 
 
voz de los actores y de los elementos que definen a cada pueblo. Es importante 
conocer cómo las múltiples implicaciones que traen consigo las luchas 
autonómicas, específicamente los desplazamientos forzados influyen en el sentido 
del nosotros de sus habitantes. 
1.2 Autonomía 
A pesar de que los pueblos indígenas están respaldados legalmente a nivel 
nacional e internacional, siguen viviendo en situación de pobreza extrema, no 
tienen acceso a derechos básicos como: educación, salud, vivienda, trabajo, 
alimentación, además sus territorios y recursos naturales son explotados y/o 
vendidos sin consultarlos. Ante este panorama, sus luchas van encaminadas a 
ejercer su derecho a la libre determinación, la cual comprende dos posibilidades, 
la primera: la secesión o formación de un Estado independiente y la segunda 
internamente a través de la autonomía, convirtiéndose esta última en una de las 
principales demandas delos movimientos indígenas. 
A nivel nacional en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se 
reconoce la autonomía de los pueblos indígenas en el Artículo 2° (reformado 
mediante el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 14 de agosto 
de 2001) el cual señala que: 
Se reconoce que la nación tiene una composición 
pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos 
indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones 
que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la 
colonización y que conservan sus propias instituciones 
sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de 
ellas… 
 …Son comunidades integrantes de un pueblo indígena, 
aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, 
asentadas en un territorio y que reconocen autoridades 
propias de acuerdo con sus usos y costumbres. 
El derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación 
se ejercerá en un marco constitucional de autonomía que 
asegure la unidad nacional. El reconocimiento de los 
pueblos y comunidades indígenas se hará en las 
constituciones y leyes de las entidades federativas, las que 
deberán tomar en cuenta, además de los principios 
14 
 
generales establecidos en los párrafos anteriores de este 
artículo, criterios etnolingüísticos y de asentamiento físico.5 
Es importante hacer una reflexión acerca de lo planteado en la Constitución y de 
las acciones que el Estado ha tomado al respecto, puesto que se refleja un 
discurso contradictorio. Por un lado, mantienen una postura de respeto y 
reconocimiento de la composición pluricultural de la nación6; y, por el otro, impulsa 
programas e instituciones de carácter asistencialista como: la Secretaria de 
Bienestar Social antes SEDESOL, CDI, DICONSA, además de programas de 
alfabetización donde predomina el idioma español dejando de lado su lengua 
materna, todo ello con el objetivo de integrar a los indígenas al resto de la 
población mestiza. 
Queda claro que lo argumentado en el artículo 2° de la Constitución Política no se 
lleva a la práctica, ya que son los pueblos indígenas los que se mantienen en 
constante lucha por defender sus derechos, “derechos que aparentemente la 
constitución respalda”, si esto realmente se llevara a la práctica, no se generarían 
movimientos indígenas como el del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, 
Ostula o Cherán que tienen como demanda principal la reivindicación de sus usos 
y costumbres y el derecho a elegir su propia forma de gobierno, es decir, generar 
un gobierno autónomo que les permita mantener su organización y forma de vida. 
Además, se puede notar que existe una contradicción entre párrafos del mismo 
artículo, mientras en el segundo párrafo ya mencionado señala que se “reconocen 
autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres”, en el siguiente se 
menciona que “se ejercerá en el marco constitucional de autonomía que asegure 
la unidad nacional”, dejando entrever que el Estado aun quiere seguir controlando 
a la población indígena a través de políticas paternalistas que les da “libertades” 
 
5 Artículo 2 Constitucional consultado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM 
http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/3.htm?s= el 26 febrero de 2018. 
6 Al respecto, en la Constitución Política de la Ciudad de México en el Articulo 2 también se reconoce la 
composición “…plurilingüe, pluriétnica y pluricultural sustentada en sus habitantes; sus pueblos y barrios 
originarios históricamente asentados en su territorio y en sus comunidades indígenas residentes…” 
Consultado en 
http://www.infodf.org.mx/documentospdf/constitucion_cdmx/Constitucion_%20Politica_CDMX.pdf el 1 de 
junio de 2019. 
http://info4.juridicas.unam.mx/ijure/fed/9/3.htm?s
http://www.infodf.org.mx/documentospdf/constitucion_cdmx/Constitucion_%20Politica_CDMX.pdf
15 
 
para elegir sus propias formas de gobierno, pero sin salirse del marco establecido 
por la ley. 
A nivel internacional se han realizado esfuerzos por reivindicar el derecho que 
tienen los pueblos a la libre determinación y autonomía. Después de la Segunda 
Guerra Mundial la ONU colocó a los derechos de los pueblos sobre los derechos 
individuales. La carta de las Naciones Unidas establece en su artículo 1° y 55 el 
principio de igualdad de los pueblos y su derecho a la autodeterminación. 
Desde entonces se han realizado varias proclamaciones, entre las que destacan: 
La Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos (Argelia, 1976), la Carta 
Africana de los Derechos del Hombre y de los Pueblos (Nairobi, 1981); La 
Conferencia Mundial de Derechos Humanos aprobó en 1993 la Declaración y 
Programa de Acción de Viena, en este documento se pone de relieve la 
importancia de cuestiones tales como la participación y la incomparable 
contribución de las poblaciones indígenas al desarrollo y al pluralismo de la 
sociedad. 
En 2007, la ONU decreta por medio de la Declaración de la Naciones Unidas de 
sobre los derechos de los pueblos indígenas7 en el artículo 3, que los pueblos 
indígenas tienen derecho a la libre determinación. 
Asimismo, uno de los pactos más importantes ratificados por nuestro país que 
protegen y respaldan los derechos de los pueblos indígenas, es el Convenio 169 
Sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo 
(OIT) (ratificado por México en 1990), en el que se establecen los derechos de los 
pueblos indígenas, así como las obligaciones que tienen los gobiernos de la 
protección y cumplimiento de los mismos. Los artículos incluidos comprenden el 
goce de derechos humanos y libertades fundamentales sin discriminación ni 
violación, el respeto a su integridad, cultura, lengua, usos y costumbres, tierra y 
territorio, salud, educación, empleo y participación en la toma de decisiones. 
 
7 Consultada de: https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf consultada el 3 abril de 
2018. 
https://www.un.org/esa/socdev/unpfii/documents/DRIPS_es.pdf
16 
 
Sin embargo, el Estado mexicano hace caso omiso de los acuerdos firmados, a 
nivel nacional e internacional, por ejemplo: el Pacto Internacional de Derechos 
Económicos, Sociales y Culturales, simulando con ellos preocupación e interés por 
estas problemáticas, pero una vez firmadas se quedan en el olvido al igual que las 
demandas. Por ello, hoy en día los pueblos y comunidades indígenas mantienen 
una lucha por la autonomía, la cual implica el reconocimiento de su existencia por 
parte del Estado, de sus derechos individuales y colectivos, así como el respeto a 
sus formas de vida. 
La autonomía es un concepto que no tiene una definición específica, ya que 
dependerá de diversos factores y tendrá alcances diferentes, no obstante, es un 
término que genera diversas opiniones, positivas para unos, negativas para otros. 
1.2.1 Saberes conceptuales de la autonomía. 
Se ahondará en el teman de la autonomía indígena, aceptada en la constitución 
en el artículo 2° reformado en 2001, pero negada por el Estado a los pueblos que 
luchan para defender su tierra, sus usos y costumbres y que se mantienen en 
resistencia para no formar parte de un Estado opresor, que tienen como objetivo 
principal homogenizar a la población, violentando así sus derechos. 
Este concepto ha sido y es estudiado por diversos autores, a continuación, se 
presentan algunas de las concepciones que surgen desde la academia. Cabe 
mencionar que existen diferentes posturas al respecto; por un lado, se encuentran 
autores que definen la autonomía de manera superficial, es decir, se ajustan a los 
principios del sistema capitalista, es decir, están a favor de la autonomía indígena 
siempre y cuando el control político y económico siga en manos de quienes 
detentan el poder (Díaz Polanco, López & Rivas y Luis Villoro). Porotro lado, 
están quienes desde una postura crítica apuestan por una verdadera 
reivindicación de los pueblos indígenas, ya que son ellos quienes deben decidir 
libremente sobre todos los aspectos de su vida (Carlos Aguirre Rojas y Carlos 
Lenkersdorf). 
17 
 
Estos últimos serán los referentes que se tomarán en cuenta para la presente 
investigación. Ya que apuestan por el reconocimiento de las naciones libres e 
independientes, hablan del ejercicio de la autonomía de cada pueblo, no sólo 
conforme a sus usos y costumbres y elección de sus autoridades, sino en todos 
los ámbitos: económico, de salud, educativo, cultural, etc. 
Así, para Díaz Polanco, la autonomía puede interpretarse de dos maneras: la 
primera como un “dejar hacer”, es decir, permitir a los grupos indígenas decidir 
sobre sus asuntos; la segunda como un régimen político- jurídico, que define como 
“especial” ya que implicaría que en un determinado momento los menos 
favorecidos reciban no igual sino más garantías, apoyos y recursos con el fin de 
alcanzar una igualdad real, en sus palabras: 
 …es un régimen especial, que configura un gobierno propio 
(autogobierno) para ciertas comunidades integrantes, las cuales 
escogen así autoridades que son parte de la colectividad, 
ejercen competencias legalmente atribuidas y tienen facultades 
mínimas para legislar acerca de su vida interna y para la 
administración de sus asuntos (Díaz, 2006:151). 
Por su parte Gilberto López y Rivas, señala que el sistema autonómico 
comprende el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas para 
decidir sobre sus proyectos y así conservar su identidad. 
La demanda de autonomía implica que los pueblos indígenas 
puedan ser reconocidos como sujetos de derechos políticos 
colectivos e individuales, capaces de definir sus propios 
procesos económicos, decidir sus formas comunitarias y 
regionales de gobierno, su participación en los órganos de 
jurisdicción estatal y representación popular, el aprovechamiento 
de sus recursos naturales y la definición de sus políticas 
culturales y educativas, respetando los usos y costumbres que 
los dotan de identidad y les permiten resistir la hegemonía de un 
Estado y un régimen político que los mantiene olvidados y 
marginados durante siglos (López & Rivas, 2004:55). 
En tanto que, para Luis Villoro, es importante el reconocimiento de los derechos 
individuales, lo que implica la libertad de elegir la cultura, lengua, la libre 
asociación, respetando las diferencias de los otros, para esto es necesario 
reconocer el derecho de los pueblos indios a la autonomía: 
18 
 
Cuando los asociados de un mismo Estado pertenecen a 
comunidades culturales diferentes, debe comprender el derecho 
a la autonomía de dichas comunidades, incluir por lo tanto, el 
reconocimiento jurídico de la capacidad de cada pueblo para 
mantener y desarrollar su cultura, como marco en que se hace 
posible la autonomía de las personas: derecho al uso de su 
lengua, de su sistema simbólico, de sus formas de vida, derecho 
a la transmisión de su cultura mediante la educación, derecho a 
decidir sus propias instituciones sociales y políticas. 
Comprendería también el control de sus recursos dentro del 
territorio que ocupa, porque, como ha señalado Guillermo Bonfil, 
la capacidad de mantener una cultura no sería posible sin el 
control de sus medios de vida. 
Por otra parte, Aguirre Rojas habla de la autonomía como un proceso global que 
se expresa principalmente en lo político para formar otro gobierno, no obstante, 
comprende todas las esferas de la vida social, así, define la autonomía global 
como: 
…la restitución o el rescate integral, por parte de los sujetos 
sociales subalternos, de su capacidad para decidir, 
soberanamente, y de modo libre y voluntario, las figuras 
deseadas de su propia socialidad, y con ello, los modos 
específicos de concreción de su propia vida. Y esto, lo mismo en 
el ámbito de la economía que de la vida cotidiana, en la esfera 
cultural y en sus relaciones de género, en su metabolismo con la 
naturaleza y en su organización familiar, en sus relaciones 
políticas igual que en su arte, su educación, sus relaciones 
sociales o su modo de resolver los problemas de la salud, el 
comercio, la comunicación o el gobierno, entre muchos otros. 
(Aguirre, 2010:23) 
Finalmente, para Carlos Lenkersdorf la autonomía se compone de dos 
orientaciones, una interna y otra externa: 
La interna se caracteriza por el NOSOTROS conocido que se 
amplía por una extensión cósmica que incluye la diversidad 
biosférica, la de usos y costumbres, la convivencia con la 
naturaleza y la responsabilidad socio-económica. La externa… 
es la vinculación con la realidad del estado nacional, cuya 
autoridad y cuyas autoridades se reconocen, y con quien los 
autónomos se identifican. El reconocimiento, sin embargo, no 
significa sumisión sino convivencia entre iguales, 
reconocimientos y respeto mutuos, con la finalidad de forjar y 
mantener un estado nacional sólido (Lenkersdorf, 2005:100). 
19 
 
A partir de lo planteado por los autores se considera que las definiciones de 
Aguirre y Lenkersdorf se aproximan al concepto que tienen los pueblos indígenas 
sobre la autonomía. Ésta se puede entender como un sistema que permite a los 
pueblos indígenas elegir su forma de gobierno, así como tomar decisiones en 
todos los ámbitos de su vida, pues son ellos, quienes mejor conocen sus 
problemáticas y necesidades. Les permite ejercer sus derechos individuales y 
colectivos, rescatar su territorio, al cual están arraigados, sus usos y costumbres, 
cultura e identidad. 
No obstante, muchos de los pueblos indígenas de nuestro país que la han llevado 
a la práctica, se han encontrado con oposición y violencia, pues su lucha se 
asocia con la secesión, idea errónea, puesto que buscan ser reconocidos, y que 
sean respetadas sus formas de gobierno y organización, no formar un nuevo 
Estado. Al respecto Yásnaya Gil (2018) menciona: “Tomar el camino de la 
autonomía mediante la conformación de un Estado independiente, más allá de las 
dificultades prácticas, implica varias contradicciones preocupantes. El modelo al 
cual han resistido los pueblos indígenas es precisamente el modelo del Estado: 
entonces ¿por qué habremos de replicarlo?” (151). 
1.2.2 Implicaciones 
Hay que recalcar que “no hay desde luego una sola formula autonómica (ni 
siquiera una definición única del concepto), sino modalidades diversas que pueden 
agruparse de alguna manera bajo el manto genérico de la autonomía” (Cisneros, 
2004:27), ello depende de las características de quien la ejerce. Además, no es un 
sistema que pueda ser impuesto por alguien o en el momento que las autoridades 
quieran, por el contrario, son los integrantes de un pueblo indígena, quienes toman 
la decisión de ejercer este derecho, son ellos los que establecen a través del 
diálogo los acuerdos para practicarla. 
Asimismo, al hablar de autonomía es importante tener en cuenta la organización 
política y territorial de los asentamientos indígenas, ya que esta se da en 
diferentes niveles que va desde la comunal, el municipio y la región. En este 
20 
 
sentido, el ejercicio de este derecho no es homogéneo, tiene diferentes niveles, 
alcances y características (Bravo, 2009). 
Los rasgos específicos de la autonomía, señala Díaz Polanco (2006), estarán 
determinados por la historia de los grupos que la ejercerán y por el carácter socio-
político del sistema en que adquiera existencia. Su fundamento es el 
reconocimiento de la diversidad por la que está conformada la nación y hace 
posible la representación democrática. 
En este sentido, un sistema autonómico permitiría que hubiera mayor democracia 
y participación de los y las indígenas en las decisiones que competen a todo el 
país, ya que si bien, en México se vive bajo un gobierno “democrático”, la mayoría 
de las decisiones son tomadas por unos cuantos, principalmentepor quienes 
detentan el poder y anteponen intereses particulares, lo que ha traído como 
consecuencia desigualdad entre la población. 
De manera que se abre un nuevo camino para los indígenas a través de cual 
pueden ser escuchados y tomados en cuenta. En esta línea, Carlos Lenkersdorf 
señala que “La democracia participativa y nosótrica, en efecto, es exigente para 
todos y cada uno. No sólo se caracteriza por reconocer a cada uno los mismos 
derechos, sino que obliga a cada uno a compartir las mismas obligaciones.” 
(2005:84). 
Es claro que los y las indígenas encuentran en la autonomía una forma de 
mantener y rescatar sus usos y costumbres, de proteger su tierra y territorio, su 
lengua, así como decidir su forma de gobierno, además les permite participar en la 
toma de decisiones, no sólo al interior de su comunidad o pueblo sino a nivel 
nacional. De acuerdo con David Chacón (2009:186), “La conciencia por la 
autonomía surge como un intento de proteger una identidad histórica, no solo 
grupal, sino que esa autonomía es el único vínculo de preservación de la identidad 
de cada individuo”. 
 
 
21 
 
1.2.3 Obstáculos 
Los obstáculos para la consolidación de la autonomía según Leo Gabriel y López 
& Rivas son “el militarismo y la doctrina de seguridad nacional, la exclusión y el 
racismo, las condiciones de empobrecimiento extremo, los planes de ajuste 
estructural y los proyectos neoliberales que buscan apoderarse de los recursos 
naturales de los pueblos indígenas” (2005:34). 
Federico Navarrete (2008) menciona que dentro de las causas por las que 
diversos actores se oponen a la autonomía indígena se encuentran: la 
fragmentación de la nación; el rompimiento del principio de igualdad jurídica de los 
mexicanos y terminaría con la universalidad de la ley, lo que consideran como un 
retroceso; además señalan que la autonomía serviría para marginar y aislar a los 
indígenas. 
Al respecto de la segmentación de la nación, Andrés Aubry menciona que: 
La autonomía no parte, al contrario, une con la inclusión nacional 
de su diferencia: “si el gobierno teme fragmentarse, debiera ver 
el ejemplo de otros países que reconocieron y legislaron sus 
autonomías y no se fragmentaron. Antes, al contrario, los que no 
lo hicieron se han ido partiendo en muchas partes.” Al contrario 
de los planteamientos del fundamentalismo étnico o del 
integracionismo cultural, el EZLN, al plantear “un mundo en el 
que quepan todos los mundos”, (“para nosotros nada, para todos 
todo”) reconcilia identidad y universalismo, tradición y 
modernidad, terruño y democracia (2002:406). 
Por lo tanto, son los prejuicios y estereotipos que se tienen hacia los pueblos 
indígenas, la supuesta superioridad de los mestizos y los intereses tanto políticos 
como económicos que están en juego los que no permiten que haya avances en el 
tema de la autonomía indígena, además de la postura que mantiene el Estado al 
reconocer de manera superficial este derecho en el papel y negarla en la práctica, 
al considerar que los y las indígenas no pueden ni saben organizarse, no obstante, 
su historia demuestra lo contrario. 
 
 
22 
 
1.3 Experiencias indígenas 
Las experiencias autonómicas no es un tema ajeno a México, pues a lo largo del 
territorio nacional existen pueblos indígenas que ejercen las autonomías de facto, 
es decir, la practican, pero no son reconocidas, a pesar de tener una base jurídica 
en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Constitución de la 
Ciudad de México, la de Oaxaca y en Pactos Internacionales firmados por nuestro 
país como el Convenio 169 de la OIT. Por lo que se enfrentan a la constante 
represión de grupos que se oponen a dicho sistema y que tratan por diversos 
medios de diluir su lucha, tal es el caso de algunos estados como Chiapas, 
Guerrero y Oaxaca. Sin dejar de lado, la historia de Cherán en Michoacán, único 
municipio autónomo reconocido oficialmente. 
1.3.1 Chiapas. Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) 
Desde la experiencia de los pueblos indígenas en torno al tema, el Ejercito 
Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es una coyuntura en el tema de las 
autonomías indígenas en nuestro país, pues abrió una brecha para que este tema 
saliera a la esfera pública. 
El 1° de enero de 1994 varias comunidades indígenas del estado de Chiapas tras 
varios años de organización y resistencia se levantan en armas en demanda de: 
techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, libertad, democracia, 
paz y justicia. Posteriormente, en 1996 incluyen cultura e información. 
Ante ello, la respuesta del Estado mexicano fue una declaración de guerra por 
parte del ejército hacia las comunidades que se rebelaron en contra del sistema 
opresor, dejando una gran cantidad de presos, desaparecidos y muertos, para 
justificar todas estas acciones el gobierno antepuso la “integridad del país”. 
Después de varios días de agresiones, la sociedad civil mexicana se manifestó en 
una marcha sin precedentes en la plaza de la constitución de la Ciudad de México 
por un cese al fuego. 
En respuesta a este hecho se entabla un diálogo entre las partes en la Catedral de 
San Cristóbal de la Casas para llegar a un acuerdo de “paz”. El 11 de marzo de 
23 
 
1995 el Congreso de la Unión creo una instancia oficial integrada por diputados y 
senadores para coadyuvar en la búsqueda de la paz. Esta instancia es la 
Comisión de Concordia y Pacificación, mejor conocida como la Cocopa. En primer 
lugar, se establecieron las bases para el diálogo y la negociación entre el gobierno 
federal y el EZLN hasta agotar cuatro mesas de diálogo: “Derechos y cultura 
indígena”, “Democracia y Justicia”, “Bienestar y desarrollo” “Derechos de la mujer”. 
Después del diálogo y negociación entre el gobierno federal y el EZLN en febrero 
de 1996, firman los acuerdos de San Andrés que contenían demandas de los 
pueblos indígenas, del EZLN y algunas restricciones que impuso el gobierno; en 
noviembre de ese mismo año la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) 
elaboró una iniciativa de reforma constitucional a partir de dichos Acuerdos. Sin 
embargo, en el año 2000 el gobierno la rechazo y envió su propia propuesta a la 
Cámara de Senadores y en abril de 2001 se aprobó la Reforma Constitucional, la 
cual no respeta y además distorsiona los acuerdos pactados en la mesa sobre 
Derechos y Cultura indígena, dejando en claro que las mesas restantes no se 
llevarían a cabo. 
Uno de logros más importantes obtenidos por el EZLN, es la creación de los 
caracoles que “…combina e integra en la práctica la construcción del poder por 
redes de pueblos autónomos y la integración de órganos de poder como 
autogobiernos de los que luchan por una alternativa dentro del sistema”. Además 
de la formación de las juntas de buen gobierno donde “…las comunidades 
construyen las organizaciones, las organizaciones de redes mínimas de gobierno, 
así como las redes de alianzas mayores. En todos los casos practican el 
conocimiento y manejo de la política interna y externa, de barrio y de poblado, de 
conjunto de poblados que se integran en un municipio, de poblados y autoridades 
que articulan varios municipios…” (González Casanova, 2003). 
 
1.3.2 Oaxaca. Municipio Autónomo de San Juan Copala. 
Después de varias décadas de lucha, organización y resistencia, en la región triqui 
de la mixteca baja el 1° de enero de 2007 se constituye el Municipio Libre y 
24 
 
Autónomo de San Juan Copala8, su objetivo era poner fin a los conflictos que 
durante años habían mantenido a sus habitantes en un contexto de opresión, así 
declaran: 
Primero. A partir del día primero de enero del año 2007 ha 
quedado constituido el municipio autónomo de San Juan Copala, 
integrado por todas las comunidades y barrios que han roto o en 
el futuro rompan la subordinación a las organizaciones del 
gobierno o ligadas a él. 
Segundo. Las autoridadesdel municipio autónomo de San Juan 
Copala son aquellas que las comunidades y barrios que integran 
el municipio autónomo han elegido libremente, a las cuales ha 
dado posesión el Concejo de Ancianos. Estas autoridades 
podrán ser destituidas en cualquier momento si atentan contra la 
voluntad del pueblo o se subordinan a las políticas del gobierno.9 
 
Tras dos años de aparente tranquilidad, los grupos opositores al proyecto 
autonómico salieron a la luz atacando de diversas maneras a los integrantes que 
apoyaban al municipio autónomo, en 2009 causaron el desplazamiento forzado de 
sus habitantes y hasta el día de hoy, no permiten el retorno de los triquis a sus 
hogares, quienes se encuentran dispersos en diferentes Estados de la República 
Mexicana, luchando por justicia. 
1.3.3 Michoacán. Municipio Autónomo de Cherán K'eri. 
El inicio de la lucha autonómica de los Purépechas en Michoacán inicia el 15 de 
abril de 2011, principalmente por mujeres y jóvenes cansados de la tala 
desmedida de sus bosques y de la violencia constante de la que eran víctima. 
Teniendo como coyuntura que los talamontes estaban invadiendo el ojo de agua 
“La Cofradía” que abastece a la población por lo que toman la decisión de poner 
un alto: 
[…] llega un día cuando pues las condiciones de despojo, de 
robo, de discriminación, de secuestros, de levantones y de 
muerte, llega un momento en que decide hacer las cosas para 
defenderse, autodefenderse y es entonces cuando en la 
 
8 En el capítulo 2 se ahonda en el proceso autonómico triqui. 
9 Declaración del Municipio Autónomo de San Juan Copala. Consultada en: 
http://www.jornada.com.mx/2007/02/12/oja118-declaracion.html. el 30 de agosto de 2017. 
http://www.jornada.com.mx/2007/02/12/oja118-declaracion.html
25 
 
madrugada del 15 de abril pues se lanza su grito de ¡Ya basta! 
El ya basta de desorganización, del ya basta de robos, el ya 
basta de los levantones, el ya basta de los secuestros, el ya 
basta de asesinatos. Es eso lo que hizo la comunidad […] El ya 
basta que significa para nosotros reflexión, acción, organización, 
concientización; eso es para nosotros esta palabra del ¡Ya 
basta! (Ventura, 2012). 
Posteriormente, encabezan un movimiento para formar un gobierno propio que 
plantea tres prioridades: reconstruir el territorio, demandar y obtener justicia y 
garantizar la seguridad comunitaria, por lo que deciden mantenerse al margen de 
los partidos políticos y de las elecciones de ese año, pues querían elegir a sus 
autoridades a través de usos y costumbres. Para ello, elaboran una solicitud 
dirigida al Tribunal Electoral de Michoacán demandando que sus autoridades se 
eligieran a través de dicho procedimiento, la respuesta obtenida fue que la 
institución carecía de atribuciones para resolver su demanda. 
Sin embargo, promueven un juicio ante el Tribunal Electoral de Poder Judicial de 
la Federación para la protección de sus derechos políticos electorales, respaldado 
por más de dos mil firmas de comuneros. Esta instancia basándose en los 
artículos 1° y 2° de la Constitución Política, en Pactos Internacionales, en el 
Convenio 169 de la OIT y en el artículo 3° de la propia Constitución de Michoacán 
(Ventura, 2012), emitió la resolución a favor de los purépechas de Cherán, 
quienes el 22 de enero de 2012 realizaron las elecciones por “usos y costumbres” 
y el 5 de febrero de ese mismo año tomo posesión el concejo municipal integrado 
por tres miembros de cada uno de los cuatro barrios que integran el municipio, 
convirtiéndose en el primer Municipio Autónomo con reconocimiento oficial en 
nuestro país. 
A partir de las experiencias de lucha autonómica anteriores, queda claro que el 
curso de cada una se genera de forma diferente, el contexto histórico es un factor 
determinante que guiará el camino de la misma, el desarrollo dependerá de las 
necesidades y problemáticas particulares de cada pueblo. 
Así, para los pueblos indígenas la autonomía es la forma en que ejercen su 
derecho a la libre determinación eligiendo a sus autoridades para poner un alto al 
26 
 
contexto de discriminación, exclusión, despojo y violencia al que han sido 
sometidos por siglos, además les permite defender sus derechos en todas las 
esferas de su vida. Cada pueblo y comunidad llevan a la práctica de forma 
diferente, su proceso autonómico de acuerdo a su cosmovisión, usos y 
costumbres, manteniéndose al margen de partidos políticos e instituciones 
gubernamentales. 
No obstante, la resistencia del Estado tanto Estatal como Federal para reconocer 
los gobiernos autónomos ha traído como consecuencia el desplazamiento forzado 
de cientos de habitantes de pueblos y comunidades indígenas, quienes siguen en 
pie de lucha por retornar a su lugar de origen, sin que haya una clara respuesta 
del gobierno para resolver dicha situación. 
1.4 Desplazamiento Forzado 
En México, existen escasas investigaciones sobre desplazamiento forzado en 
comparación con otros países como es el caso de Colombia, Guatemala o Perú, 
donde se encuentran una cantidad importante de artículos y literatura referente al 
tema. Lo que indica que en nuestro país no se le da la importancia que debería a 
este proceso, sin embargo, debido a las problemáticas actuales que afectan a la 
población mexicana va adquiriendo transcendencia. 
1.4.1 Definición 
Es necesario definir el concepto de desplazamiento forzado, así como diferenciarlo 
de otros términos con los cuales se podría llegar a confundir, como son: migrante, 
refugiado, exiliado o apátrida, entendiendo que la denominación que se le da a 
cada proceso va a depender de las causas por las cuales las personas salen de 
su lugar de origen. 
Como definición de desplazamiento forzado para la presente investigación se 
retoma la presentada en los principios rectores de los desplazamientos internos 
(1998): 
Se entiende por desplazados internos las personas o grupos 
de personas que se han visto forzadas u obligadas a 
27 
 
escapar o huir de su hogar o de su lugar de residencia 
habitual, en particular como resultado o para evitar los 
efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia 
generalizada, de violaciones de los derechos humanos o de 
catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y que 
no han cruzado una frontera estatal internacionalmente 
reconocida. 
Ahora bien, de acuerdo con Herazo González (2015) se considera migración 
“…cuando se traspasa la frontera territorial que separa una comunidad de otra; 
pero, entendido el traslado en la dinámica de cambio de zonas, cuando se 
trasladan de un lugar a otro espacio territorial que tiene una cultura diferente. (…) 
Entre mayor sea el espacio que se deba recorrer en una movilidad poblacional, 
mayores serán los ajustes que deben realizar los migrantes” (27); Por otra parte, 
denomina refugiados a las personas que como consecuencia de guerras se ven 
obligados a buscar refugio en otro país. 
La misma autora define al Asilado como la persona que se alberga en un país, el 
cual le ofrece garantías y protección por su condición. Mientras que Daniel Pécaut 
(citado en Herazo, 2015) retomando los aportes de Hannah Arendt define apátrida 
como las personas que carecen de una nacionalidad legal. 
Para Aquino y Sánchez (2008) la migración se caracteriza por ejercer de manera 
libre y voluntaria el derecho fundamental de libertad de tránsito, ya sea por causas 
económicas, sociales, culturales, etc., con el fin de alcanzar determinados 
propósitos. Asimismo, diferencian desplazamiento forzado del concepto desalojo 
forzado, el cual se caracteriza por tener elementos de fuerza o coacción, éstos son 
planeados y por lo regular se anuncian con anterioridad. “Así el desplazamiento 
forzado en la mayoría de los casos es originado por agentes (grupos religiosos, 
políticos y sociales, etc.) diferentes al Estado, a diferencia de los desalojosforzados, donde siempre será clara su relación con este ente político” (Aquino y 
Sánchez, 2008:32) 
Por otra parte, los mismos autores señalan que en caso de que los desplazados 
se trasladen a otro país, dejarían de considerarse como tales y convertirse en 
refugiados definiéndolos como: aquellas personas que debido a hechos que 
28 
 
perturben el orden público, se ven obligadas a abandonar su lugar de residencia 
habitual para buscar refugio en otra parte fuera de su país de origen. 
A nivel internacional, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los 
Refugiados (ACNUR) considera como refugiados a las personas que huyen de 
conflictos o persecuciones, migrantes a quienes eligen trasladarse no a causa de 
una amenaza directa de persecución o muerte, sino principalmente para mejorar 
sus vidas al encontrar trabajo o por educación, reunificación familiar, o por otras 
razones. A diferencia de los refugiados, quienes no pueden volver a su país de 
forma segura, los migrantes continúan recibiendo la protección de su gobierno. 
Asimismo, el ACNUR define al asilo como una práctica mediante la cual un Estado 
garantiza la protección, el amparo y la asistencia de aquellas personas que han 
huido de su país de origen por diversas razones, generalmente relacionadas con 
la violación de uno o varios de sus derechos fundamentales. De acuerdo con la 
Organización de los Estados Americanos (OEA), un apátrida es una persona a la 
cual ningún Estado reconoce como nacional suyo de conformidad con su 
legislación interna. 10 
La línea entre los conceptos antes mencionados es muy delgada, no obstante, es 
importante conocer e identificar los alcances e implicaciones específicos de cada 
uno, ya que ello nos permitirá entender la realidad en la que vivimos. De esta 
manera para considerar un hecho como desplazamiento forzado y no confundirlo 
con otros términos, es necesario comprender que se origina por la coacción y uso 
de la violencia, que propicia la salida forzosa de una persona o grupo de personas 
de su lugar de residencia ya que su vida está en riesgo y además permanece 
dentro de las fronteras nacionales. 
1.4.2 La violencia como causa del desplazamiento forzado 
El desplazamiento forzado derivado por la violencia surge de los siguientes 
contextos: ataques y enfrentamientos armados, desalojo con violencia, temor ante 
 
10 Consultado de www.acnur.org/noticias/noticias/2016 y www.oas.org/es/sla/ddi/apatridas.asp el 3 de 
febrero de 2019. 
http://www.acnur.org/noticias/noticias/2016
http://www.oas.org/es/sla/ddi/apatridas.asp
29 
 
la violencia, disputas por territorio entre grupos criminales, asesinatos de 
defensores de la comunidad, violencia política, conflictos sociales y territoriales, 
así como por proyectos de desarrollo. 
Se pone énfasis en la violencia, ya que es una de las principales causas de 
desplazamiento forzado en México. Puede ser definida como “aquellos fenómenos 
o actos en los que se aplica un exceso de fuerza” (Baró, 2003:78), es importante 
entenderla como un ejercicio de poder, que puede ejecutarse de diversas 
maneras, por ejemplo, es utilizada por determinados grupos,11 para ejercer 
coerción sobre las personas, y de esta manera alcanzar objetivos que solo 
beneficien al pequeño sector que detenta el poder, impidiendo con ello, el 
desarrollo de poblaciones enteras. 
La violencia puede manifestarse físicamente a través de golpes, mutilaciones, 
violaciones, desapariciones y asesinatos; psicológicamente por medio de 
amenazas y represión que mantiene a las personas en un estado latente de miedo 
e inseguridad. 
De acuerdo con Martín-Baró (2003), la violencia trae consecuencias no solo para 
el reprimido sino también para el represor y los espectadores. En el represor, se 
presenta una disonancia cognoscitiva por una inconsistencia moral entre respetar 
o destruir las vidas ajenas, se deshumaniza y devalúa al otro, asimismo se 
aprende a resolver los conflictos de manera violenta; en el reprimido, hay daños 
físicos, frustración e impacto psicológico, este último es la huella más perdurable 
y buscada por el represor; en el espectador los efectos dependerán de la 
posibilidad que tenga de identificarse o no con el contexto y la víctima, sin 
embargo, hay devaluación, aprendizaje vicario, miedo, aumento de la agresividad 
y disonancia cognoscitiva hacia el represor. 
Existe, además la violencia estructural, ésta es ejercida por el propio gobierno a 
través de las instituciones imposibilitando que las necesidades básicas de las 
 
11 Como el paramilitarismo, que son todos aquellos grupos creados por el gobierno que se infiltran en 
poblaciones o comunidades en conflicto con el fin de generar una división a través de asesinatos, cooptación 
de personas, entre otras. Además “…sirve a los fines de la contrainsurgencia, destruyendo o deteriorando 
severamente el tejido social de las comunidades” (Leo Gabriel y López y Rivas, 2005: 109). 
30 
 
personas sean satisfechas, a través de la distribución desigual de los recursos, 
lamentablemente, este tipo de violencia esta naturalizada por la población. 
La explotación de los trabajadores, sobre todo del campesino y 
del indígena, la continua represión a sus esfuerzos 
organizativos, el bloqueo factual a la satisfacción de sus 
necesidades básicas y a las exigencias de su desarrollo 
humano, todo ello como parte del funcionamiento «normal» de 
las estructuras sociales, constituye una situación en la que la 
violencia contra las personas está incorporada a la naturaleza 
del orden social, bien llamado «desorden organizado» o 
«desorden establecido» (Martín-Baró, 2003:89). 
1.4.3 Cifras del desplazamiento forzado. 
A raíz de los altos niveles de violencia en el país, se estima que hay 329,917 
personas desplazadas de 2006 a 2017, según la Comisión Mexicana de Defensa 
y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH). Los estados que encabezan 
la lista con mayor número de desplazados son: Chiapas con 6,090, seguido de 
Guerrero con 5,948, Sinaloa con 2,967, Oaxaca 2,700 y Michoacán con 1,350. De 
las cuales 12,323 pertenecen a pueblos indígenas, teniendo como principales 
causas la violencia y los efectos del combate al crimen organizado12. 
En tanto, cifras proporcionadas por el Observatorio de Desplazamiento Interno del 
Consejo Noruego para Refugiados establece que actualmente en Colombia 
existen 6.04 millones de personas desplazadas al interior del país; en México 281 
mil 400; en el Salvador 288 mil 900; en Guatemala 248 mil 500 y en Honduras 174 
mil.13 A pesar de estos números, las autoridades mexicanas siguen invisibilizando 
el desplazamiento forzado siendo una problemática que está latente y en 
incremento constante año con año. 
En la década de los setentas la intolerancia religiosa, los conflictos comunales, las 
disputas por tierras y recursos naturales eran las causas principales del 
desplazamiento; en los noventas estos factores se combinaron con la creciente 
 
12 Es importante recalcar que los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen el mayor número de 
población indígena y con altos índices de pobreza. 
13 Para ampliar información véase Rubio, L & Pérez, B. (febrero, 2016). Desplazados por la violencia. La 
tragedia invisible. Nexos, 39(457), pág. 31 
31 
 
inseguridad que permea en el país, incrementando las cifras de personas, pueblos 
y comunidades desplazadas.14 En 1994, el levantamiento armado del EZLN fue 
una coyuntura que provocó que el Ejército Mexicano invadiera gran parte de las 
comunidades indígenas de Chiapas, lo que trajo como consecuencia niveles altos 
de violencia local, que desembocó en un gran número de desplazados indígenas. 
En el año 2000 con el inicio de un nuevo sexenio (Vicente Fox) se dieron cambios 
estructuralesy por ende una nueva agenda; ésta incluía cuestiones relacionadas 
con los derechos humanos por lo cual el gobierno permitió que se realizaran 
investigaciones por parte de organismos nacionales e internacionales acerca de la 
situación en la que se encontraban los desplazados, mismos que se enfocaron en 
la situación de Chiapas, pues las autoridades percibían el escenario como 
delicado. 
Por invitación del Gobierno mexicano, el representante del Secretario General de 
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) el señor 
Francis Deng realizó una visita oficial a nuestro país del 18 al 28 de agosto de 
2002. El objetivo era conocer la situación de los desplazados internos y entablar 
un diálogo con las autoridades para valorar y formular recomendaciones con el fin 
de mejorar la respuesta nacional e internacional respecto al tema. En este sentido 
el representante de la ACNUR expresó las siguientes recomendaciones:15 
• Acelerar la adopción y aplicación de políticas para los desplazados internos 
• Recolectar datos para conocer la magnitud del problema 
• Coordinación de las autoridades para abordar más eficazmente la crisis 
• Aumentar la protección y asistencia prestadas a los desplazados 
• Facilitar acceso humanitario seguro al sitio donde se encuentran los 
desplazados 
• Asistencia para el regreso, el reasentamiento o la integración local 
• Cooperar con la comunidad internacional 
 
14 Informe especial de Desplazamiento forzado interno del CNDH. 
15 Para ampliar información véase Zebadúa, E. (Coord.) (2004). Desplazados internos en México. México: 
Grupo Parlamentario del PRD. Cámara de Diputados Congreso de la Unión LIX Legislatura. 
 
32 
 
• Fortalecer la intervención de la ONU 
• Difundir los principios rectores para el desarrollo de políticas y programas 
nacionales 
• Buscar soluciones al conflicto 
 
En 2004 de acuerdo con el diagnóstico realizado por la Oficina del Alto 
Comisionado de las Naciones Unidas se reportó que había entre 3,000 y 60,000 
desplazados (datos no oficiales), ante esto, el gobierno mexicano incluyó la 
problemática del desplazamiento forzado en el Programa Nacional de Derechos 
Humanos 2004-200816. 
Sin embargo, la estrategia de seguridad que en el año 2006 puso en marcha el 
entonces presidente Felipe Calderón fue una declaración de guerra directa contra 
el narcotráfico, en la que participaron el Ejército Mexicano, la Marina, la Policía 
Federal y las Policías Locales, siendo la población civil la más afectada por el 
fuego cruzado entre el narcotráfico y el Gobierno. El gran número de desplazados 
es uno de los daños colaterales que ha dejado esta guerra sin sentido, pero que 
el gobierno solo reconoció como un problema menor. 
La realidad es que el desplazamiento forzado es un fenómeno que existe en 
México y desafortunadamente las cifras van en constante aumento. Uno de los 
sectores que se ve más afectado son los indígenas, quienes se ven obligados a 
dejar su lugar de origen por la amenaza constante de grupos armados que 
quieren reprimir las luchas que organizan por la defensa de sus derechos, tierra, 
territorios, etc. Como sucedió por ejemplo con muchas comunidades en Chiapas 
en el año 1994 o en Oaxaca con los triquis del Municipio Autónomo de San Juan 
 
16 El objetivo de este programa es promover el establecimiento de criterios uniformes entre el gobierno 
federal, las entidades federativas y la sociedad civil en general para elaborar un diagnóstico nacional sobre 
los desplazados internos en el país. Diseñar y ejecutar una política y atención gubernamental sobre el 
desplazamiento interno; impulsar el debate sobre el marco legal que debe regir el desplazamiento interno 
con el fin de crear un ordenamiento jurídico que brinde la protección adecuada a esta población y de 
promover políticas públicas de asistencia, atención y retorno seguro de los desplazados internos. En: 
Programa Nacional de Derechos Humanos 2004-2008, disponible en: 
http://www.ohchr.org/documents/issues/nhra/mexico_sp.pdf Consultado el 26 de septiembre del 2017. 
http://www.ohchr.org/documents/issues/nhra/mexico_sp.pdf
33 
 
Copala en 2009, a quienes ahora no solo se les discrimina por ser indígenas sino 
también por ser desplazados. 
1.4.4 Proceso de desplazamiento forzado. 
El proceso del desplazamiento se divide en cuatro momentos: expulsión, transito, 
recepción y/o retorno. 
La primera etapa, corresponde al período de expulsión o huida se da cuando los 
niveles de violencia ponen en riesgo la vida de los habitantes, por lo cual se ven 
obligados a salir de sus hogares. “En el proceso de huida sufren el despojo de sus 
tierras, con lo que comienza un proceso de desarraigo cultural. Pero la trama de 
los grupos vulnerables no queda solo en el acto de huir, sino que se convierte en 
un estigma social que induce a conjeturas sobre la afinidad política y la asociación 
e identificación con el grupo enemigo” (Herazo, 2015: 60). 
La segunda etapa, que corresponde al tránsito, consiste en el proceso de 
movilización donde el indígena desplazado busca un espacio para resguardarse. 
Durante este trayecto puede pasar por varios lugares hasta llegar a la comunidad 
receptora donde se establecerá permanentemente o hasta el momento de su 
retorno, la cual puede ser un pueblo aledaño o la ciudad. 
En la etapa de recepción los desplazados tienden a invisibilizarse dentro de la 
población receptora, a causa de diversos factores, Laura Rubio y Brenda Pérez 
(2016) señalan que esto se debe a la forma gradual en que llegan al lugar de 
recepción, a las barreras normativas existentes por parte del poder que impiden 
que este proceso sea identificado como tal. 
Al llegar a la ciudad, el desplazado trae consigo conocimientos adquiridos y roles 
establecidos de su comunidad de origen, al salir abruptamente de ella se 
enfrentan a una realidad totalmente desconocida, donde las pautas culturales son 
diferentes y donde es considerado como un extraño. Al respecto Serna Ramírez 
(2007:200) señala que: 
Estando en la ciudad, el desplazado comienza a vivir una situación 
en la que se confunde el presente con el pasado, en la que hay 
34 
 
sincretismos culturales y pérdida de la confianza, pues como plantea 
Aguilera Torrado (2000), el desplazado no logra encontrar un 
espacio para elaborar y superar tantas pérdidas, lo cual lleva a que 
su pasado se congele, puesto que su nueva situación, le imposibilita 
asumir el presente, construir el futuro y un proyecto de vida 
individual y social. 
De acuerdo con Herazo González, las condiciones a las que se enfrentan los 
indígenas desplazados son: “la desigualdad, el hambre, falta de un techo, falta de 
trabajo; el proceso de aculturación con pérdida de identidad; la poca 
competitividad frente a un mercado laboral globalizante, que busca mano de obra 
calificada (siendo el desplazado, víctima de la marginación por su bajo nivel de 
escolaridad y escasa calificación laboral)” (2015:158). No hay que olvidar que 
muchas de estas situaciones son vividas por los pueblos indígenas en su lugar de 
origen, ya que el contexto en el que se encuentran está lleno de carencias, a 
pesar de esto, su identidad no es trastocada. Sin embargo, al ser desplazados su 
situación empeora y son sometidos a un proceso de aculturación. 
Por su parte Serna Ramírez (2007:193) menciona que “...cuando hay un 
desarraigo abrupto de su territorio, la permanencia de la identidad se encuentra en 
juego, como quiera que la persona se debe transportar a un territorio nuevo, 
donde será concebido como extraño, y comenzará el juego de la resistencia y la 
adaptación. La irrupción masiva y desprogramada de personas en nuevos 
territorios va a generar conflictos y una de esas dificultades es la preservación de 
la identidad”. 
En los lugares

Continuar navegando